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Neumonía:
Fisiopatología:
Etiología: Aunque muchas bacterias, virus, hongos y protozoarios pueden ser causa de
neumonía extrahospitalaria, la mayor parte de los casos es secundaria a un número de
microorganismos relativamente pequeño. En >50% de los casos, no se establece una
causa específica.
Patogenia:
Manifestaciones clínicas: Los síntomas típicos son fiebre, escalofríos, diaforesis, tos (ya
sea no productiva o con producción de moco, pus, o esputo hemático), dolor pleurítico y
disnea.
Otros síntomas frecuentes son náusea, vómito, diarrea, fatiga, cefalea, mialgias y
artralgias.
En algunos ancianos la sintomatología es atípica y se acompaña de confusión
pero con otras pocas manifestaciones.
La exploración física con frecuencia revela: taquipnea, frémito táctil aumentado o
reducido, matidez o timpanismo a la percusión que refleja consolidación o líquido
pleural, respectivamente; estertores, murmullo vesicular, frote pleural.
2. Antibioticoterapia:
Pacientes tratados ambulatoriamente:
La neumonía intrahospitalaria (NIH) es una infección pulmonar que se desarrolla una vez
transcurridas las primeras 48 h del ingreso del paciente en el hospital. La neumonía
asociada a la ventilación mecánica (NAVM) es un subgrupo de NIH que ocurre en
enfermos con ventilación mecánica después de 48 h de realizada la intubación traqueal.
Muchos de los datos clínicos y microbiológicos de las NIH se han obtenido por
extrapolación de la información recogida en pacientes con NAVM.
Epidemiologia:
Etiología: La etiología de la NIH varía en función de diversos factores, como los días de
estancia en el hospital, el tratamiento previo con antimicrobianos, la duración de la
ventilación mecánica, la epidemiología local y los posibles brotes epidémicos. Los agentes
etiológicos más frecuentes son los Bacilos Gran Negativos entéricos. Las infecciones
causadas por cocos grampositivos se deben principalmente a Staphylococcus aureus
(resistente o sensible a meticilina). En conjunto, S. aureus, Pseudomonas aeruginosa,
Acinetobacter spp., Klebsiella spp. y Enterobacter spp. Son responsables de casi el 80%
de los casos de NIH.
YOFRAN
Las neumonías endógenas primarias serían aquellas NIH de inicio precoz (en los
primeros 4 días de estancia hospitalaria) causadas, fundamentalmente, por agentes
comunitarios, como S. pneumoniae, H. influenzae o S. aureus. Las neumonías endógenas
secundarias o de inicio tardío (a partir del cuarto día del ingreso) son debidas
habitualmente a BGN entéricos y P. aeruginosa. La diseminación hematógena y la
traslocación de bacterias desde la luz del tubo digestivo son mecanismos de infección
mucho menos frecuentes. El estómago y los senos paranasales también pueden
comportarse como reservorios bacterianos que posibilitan la ulterior colonización de la vía
aérea.
Debe sospecharse la existencia de una NIH en los enfermos que, transcurridas las
primeras 48 h desde su ingreso, comienzan a presentar secreciones traqueobronquiales
purulentas y en cuya radiografía de tórax aparecen infiltrados pulmonares nuevos o
progresivos. En pacientes ventilados, el cuadro clínico es particularmente poco orientativo
y se considera un criterio de creciente importancia el empeoramiento de la oxigenación
(incremento de la FiO2 o de la PEEP) durante más de 48 h.
Diagnóstico:
Cultivos:
El diagnóstico microbiológico de certeza se basa en el aislamiento de un
microorganismo potencialmente causal de neumonía en sangre, en líquido pleural
o en una muestra válida de secreciones respiratorias
El hemocultivo es positivo en alrededor del 20% de los casos pero, en pacientes
críticos con cateterizaciones venosas y urinarias, el microorganismo aislado no
siempre es necesariamente el responsable de la infección pulmonar. Por el
contrario, el aislamiento de un microorganismo en el cultivo del líquido pleural
confirma habitualmente el diagnóstico etiológico de la neumonía.
El cultivo simple del esputo o de los aspirados traqueales debe interpretarse con
cautela, porque estas muestras están a menudo contaminadas por los
microorganismos que colonizan la cavidad orofaríngea o las vías aéreas centrales
(tráquea y grandes bronquios)
Tratamiento:
En pacientes con NIH de inicio precoz (en los primeros 4 días de estancia hospitalaria) y
sin factores de riesgo para bacterias MR, se recomienda iniciar tratamiento antimicrobiano
de espectro limitado con cualquiera de las siguientes alternativas: una cefalosporina de
tercera generación no antipseudomona (ceftriaxona), la asociación de un antibiótico
betalactámico y un inhibidor de las betalactamasas, una fluoroquinolona con actividad
antineumocócica (levofloxacino o moxifloxacino) o un carbapenem sin actividad
antipseudomona (ertapenem).
En pacientes con NIH de inicio tardío o con factores de riesgo para microorganismos MR,
se recomienda iniciar tratamiento antimicrobiano combinado de amplio espectro con al
menos dos antibióticos con actividad antipseudomona: a) una cefalosporina (cefepima o
ceftazidima), un carbapenem (imipenem o meropenem) o una penicilina asociada a un
inhibidor de las betalactamasas (piperacilina/tazobactam), y b) un aminoglucósido
(amikacina o tobramicina) o una fluoroquinolona (ciprofloxacino o levofloxacino). En caso
de evolución satisfactoria, el aminoglucósido o la quinolona pueden suspenderse tras 5
días de tratamiento combinado.
GENESIS
Medidas preventivas:
TUBERCULOSIS
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y contagiosa, producida por una bacteria
llamada Mycobacterium tuberculosis o Bacilo de Koch (BK). Afecta preferiblemente a los
pulmones originando la tuberculosis pulmonar. Puede localizarse en otras partes del
cuerpo como los ganglios, pleura, aparato génito-urinario, meninges y otros. Las formas
graves son: la tuberculosis miliar (forma diseminada por vía hematógena) y la meningitis
tuberculosa a las cuales los niños sin vacuna BCG son más susceptibles. El
Mycobacterium bovis también puede producir enfermedad tuberculosa, especialmente al
consumir leche de vaca no hervida ni pasteurizada, o vísceras provenientes de animales
enfermos con tuberculosis.
Tuberculosis en Venezuela
ficha epidemiologica
Etiología.
KRISTYN
Patogénesis:
Los macrófagos son las primeras células que se infectan con M. tuberculosis. Los núcleos
de gotitas inhalados bajan por el árbol bronquial sin acumularse sobre el epitelio y se
depositan en los alvéolos. Poco después de entrar al pulmón, los bacilos son fagocitados
por los macrófagos de los alvéolos, pero resisten el ataque, al parecer porque los lípidos
de la pared celular de M. tuberculosis impiden la fusión de fagosomas y lisosomas.
Aunque los macrófagos que primero ingirieron M. tuberculosis no pueden matar los
microorganismos, inician una respuesta inmunitaria mediada por células que con el
tiempo contiene la infección. Cuando los bacilos de la tuberculosis se multiplican, los
macrófagos infectados degradan la micobacteria y presentan los antígenos a los linfocitos
T. A su vez, los linfocitos T estimulan a los macrófagos a aumentar su concentración de
enzimas líticas y su capacidad para matar micobacterias. Cuando son liberadas, estas
enzimas líticas también dañan el tejido pulmonar. El desarrollo de una población de
linfocitos T activados y el desarrollo relacionado de macrófagos activados capaces de
ingerir y destruir los bacilos constituyen la respuesta inmunitaria mediada por células, un
proceso que toma alrededor de 3 a 6 semanas para ser efectivo.
En personas con inmunidad mediada por células intacta la respuesta inmunitaria mediada
por células da como resultado la formación de una lesión granulomatosa circunscrita de
color gris blanquecino, llamada foco de Ghon, que contiene bacilos de la tuberculosis,
macrófagos modificados y otras células inmunitarias 23. Suele situarse en la zona
subpleural de los segmentos superiores de los lóbulos inferiores o en los segmentos
inferiores del lóbulo superior. Cuando la cantidad de microorganismos es alta, la reacción
de hipersensibilidad produce necrosis notable en los tejidos, lo que genera la porción
central del foco de Ghon que sufre necrosis caseosa suave (apariencia de queso).
Durante el mismo período, los bacilos tuberculosos, libres o al interior de los macrófagos,
drenan a lo largo de los canales linfáticos de los ganglios linfáticos traquebronquiales del
pulmón afectado y ahí originan la formación de granulomas caseosos. La combinación de
lesión pulmonar primaria y granulomas de los ganglios linfáticos se denomina complejo de
Ghon. Con el paso del tiempo, el complejo de Ghon sana, se contrae, cicatriza con fibras
y se calcifica, lo que puede verse en las radiografías. Sin embargo, pequeñas cantidades
de microorganismos pueden ser viables durante años. Después, si los mecanismos
inmunitarios declinan o son suficientes, la infección tuberculosa en estado de latencia
tiene el potencial de convertirse en una tuberculosis secundaria.
Manifestaciones clínicas
Por lo común, las personas con tuberculosis progresiva primaria presentan fiebres leves,
cansancio y pérdida de peso. Al principio la tos es seca, pero después se vuelve
productiva con esputo purulento y a veces teñido de sangre. Cuando la enfermedad
avanza a tuberculosis progresiva primaria tardía se manifiestan disnea y ortopnea.
También hay sudoración nocturna, anemia y estertores evidentes en la auscultación
pulmonar cuando la enfermedad progresa.
Diagnóstico:
JONAIRA .
Tratamiento:
Los objetivos del tratamiento son eliminar todos los bacilos tuberculosos de una persona
infectada mientras se previene la emergencia de resistencia significativa a los fármacos.
El tratamiento de la tuberculosis activa demanda la administración de varios fármacos. La
tuberculosis es una enfermedad inusual en la que la quimioterapia es necesaria durante
un período más o menos prolongado. Los bacilos de la tuberculosis son microorganismos
aeróbicos que se multiplican con lentitud y permanecen relativamente en latencia en
material caseoso carente en oxígeno. Experimenta una gran cantidad de mutaciones y
tiende a adquirir resistencia a cualquier fármaco. Por esta razón se administran regímenes
de varios fármacos para tratar a individuos con tuberculosis activa. Las pruebas de
susceptibilidad a fármacos se utilizan como guía para el tratamiento en las formas de la
enfermedad resistentes a fármacos.
Dos grupos cumplen con los criterios establecidos para instituir tratamiento
antimicobacteriano contra la tuberculosis: personas con tuberculosis activa e individuos
que tienen contacto con personas que padecen tuberculosis activa y que están en riesgo
de padecer una forma activa de la enfermedad. El tratamiento profiláctico se administra a
quienes están infectados con M. tuberculosis pero no tienen enfermedad activa. Este
grupo incluye a los siguientes:
Personas con resultado positivo en la prueba cutánea que han estado en contacto
estrecho con individuos con tuberculosis activa.
Profilaxis:
Referencias bibliográficas:
file:///D:/Users/Usuario/Documents/INTERNA/MANUAL-NORMAS-RAC-1ER-NIVEL-
TUBERCULOSIS-NOVIEMBRE-2016-VF.pdf
https://www.msdmanuals.com/es/professional/enfermedades-
infecciosas/micobacterias/tuberculosis-tbc
https://www.neumosur.net/files/EB03-43%20TBC%20dco%20tto.pdf
http://www.msal.gob.ar/images/stories/epidemiologia/pdf/guia_tuberculosis.pdf