Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Ejercicio de Misericordia:
Tomar algo ajado o muerto (una flor, una hierba pisada, un insecto muerto, etc).
Contemplarlo con aplicación de sentidos, la vista, el tacto, el olor ...
Identificarse y sentir su misterio: su dolor, su fecundidad, su esperanza. Sentir la
compasión. Lo que fue, lo que hizo, lo que sirvió. Yo puedo ir más allá.
Hacer lo mismo con tu vida. volver a revivir cualquier acontecimiento de tu pasado que te
haya producido dolor. Aun aquellos cuya herida aún esté viva: resentimiento, amargura,
rencor, etc. Este es el momento para comenzar a sanar.
Sigue varios pasos: 1) Contempla los hechos con perspectiva, ya lejanos, examina si algo
positivo dejaron en ti. Quizá algún bien reportaron, te hicieron más humildes, más
comprensivo con los demás .... 2) Busca y encuentra la presencia del Señor en dicho
acontecimiento. Imagina al Señor participando en él ... 3) Ponte ante Cristo muriendo en la
Cruz, y si llegas a atreverte, preséntale tu problema, tus dolores todavía no sanados ..., y
compara. Y responde con sinceridad.
Contempla los misterios dolorosos de los demás. Vivencia y presencializa situaciones
dolorosas de otras personas que tú hayas vivido. Identifícate con ellas y siente su misterio.
Encuentra a Jesús allí.