PROCESO DE

FORMACIÓN
DE PERSONAL PARA LA
ATENCIÓN PSICOSOCIAL
A VÍCTIMAS DE
VIOLENCIA POLÍTICA
AUTORES
Juan David Villa Gómez
(Coordinador)

Nadis Milena Londoño C.

Marcela Gallego
Helena Zapata
Yirley Montoya Betancur
Laura Arroyave
Michelle Rosso Arango
Katherne Rey
 PROCESO DE
FORMACIÓN
DE PERSONAL PARA LA
ATENCIÓN PSICOSOCIAL
A VÍCTIMAS DE
VIOLENCIA POLÍTICA

Proceso de formación de personal para la atención psicosocial a víctimas de violencia política

Universidad de San Buenaventura
Colombia

Universidad de San Buenaventura, Seccional Medellín

Carrera 56c No. 51-110 (Medellín)
Calle 45 No. 61-40 (Bello)
PBX: 57 (4) 5145600
editorial.bonaventuriana@usb.edu.co
www.usbmed.edu.co - www.editorialbonaventuriana.edu.co

Coordinador Editorial: Juan David Villa Gómez

Fotografía: Equipo de trabajo
Diseño y diagramación: David Gómez Salazar
Impresión: La Tipografía Ltda.

El autor es responsable del contenido de la presente obra.

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio.

ISBN:
Tiraje: 1.000 Ejemplares
Cumplido el depósito legal (Ley 44 de 1993, Decreto 460 de 1995 y Decreto 358 de 2000).
Impreso en Colombia - Printed in Colombia
Mayo de 2015
 MAPA GENERAL DEL RECORRIDO
INTRODUCCIÓN GENERAL
Presentamos a la ciudad de Medellín y al país la siste-
matización pedagógica del recorrido que hemos realiza-
do con un grupo de líderes y lideresas que han vivido
durante un año y medio un proceso de formación y de
configuración de grupos de apoyo mutuo como una
estrategia para la rehabilitación psicosocial de las vícti-
mas del conflicto armado. Este proceso unió voluntades
y acciones de organizaciones de víctimas y de la socie-
dad civil, la cooperación internacional, en particular la
Organización Internacional para las migraciones, la
academia, representada en la Facultad de Psicología de
la Universidad de San Buenaventura - Medellín, la línea
de psicología social del grupo de Estudios Clínicos y
sociales en psicología; la Secretaría de Salud, la Secre-
taría de las Mujeres y la secretaría de Gobierno, a través
de la Unidad Municipal para la Atención y Reparación a
las Víctimas (UMARV) del Municipio de Medellín. Y con
ello se ha realizado un proceso que ha traído, desde una
perspectiva psicosocial, un aporte al proceso de repara-
ción a las víctimas del conflicto armado, en el marco de
la ley 1448 de 2011.
Teniendo en cuenta que esta ley (1448 de 2011) ordena
a los entes territoriales el desarrollo de estrategias de
acompañamiento psicosocial, además de una presta-
ción de servicios y respuesta a las demandas de la
población con una perspectiva psicosocial, se hizo
necesario la implementación de de este programa que
está posibilitando que se puedan desarrollar habilidades
psicosociales en los actores sociales que trabajan con
este tipo de población, para garantizar una atención
integral con perspectiva psicosocial; además de generar
una conciencia clara sobre las responsabilidades que se
tienen en términos de reparación, medidas de satisfac-
ción, rehabilitación como elementos consustanciales y
necesario complemento al proceso de indemnización
administrativa que viene desarrollando el Estado Colom-
biano, a través de la Unidad de Atención y Reparación
Integral a Víctimas de Violencia Política (UARIV).
De otro lado y entendiendo que los procesos de rehabili-
tación son tarea conjunta del Estado, las instituciones y
las comunidades afectadas (en cabeza de las organiza-
ciones de víctimas) se han fortalecido procesos de
recuperación emocional y de dignidad, reconstrucción
de los sentidos de vida, elaboración de los duelos,
reconfiguración de la propia identidad, crecimiento en el
ejercicio de la ciudadanía, a través de dinámicas que se
han gestado y desarrollado desde las mismas comuni-
dades. Para ello, se hizo necesario y pertinente, generar
espacios colectivos de apoyo mutuo, con el fin de
reconstruir confianzas y fortalecer el tejido social para
generar dinámicas transformadoras desde las comuni-
dades en beneficio de sus propios procesos reparado-
res. Así pues, construimos e implementamos este
programa de formación con líderes y lideresas para el
desarrollo de habilidades psicosociales para el acompa-
ñamiento a las víctimas de violencia política en el marco
de sus contextos y comunidades con enfoque diferencial
y perspectiva de género.
Este curso de formación de promotores y promotoras
comunitarios para el acompañamiento psicosocial y la
salud mental de las víctimas de violencia política ha
implicado la formación de cerca de 80 líderes y lideresas
de las comunas y corregimientos del municipio de
Medellín, pertenecientes a las organizaciones de vícti-
mas, agentes primarios de salud y otros participantes,
que en la segunda parte comenzaron la realización
grupos de apoyo mutuo en las comunas de Medellín con
la participación de cerca de 900 personas afectadas por
el conflicto armado.
Al final de este proceso de formación los líderes y las
lideresas formados como promotores psicosociales para
el apoyo mutuo podrán acompañar a víctimas de la
violencia en procesos grupales, promover procesos
colectivos de apoyo mutuo y organización comunitaria,
identificar y remitir personas con afectaciones graves a
nivel psicológico, construir una perspectiva de género
para la acción psicosocial y desarrollar habilidades para
la promoción y la prevención de la salud mental comuni-
taria en contextos de múltiples violencias.
El acompañamiento psicosocial en contextos de violen-
cia socio-política, no se puede centrar exclusivamente
en desarrollar estrategias y acciones que ayuden a
superar las consecuencias emocionales (dolor, rabia,
desesperanza, miedo), ya que estas reacciones no son
aisladas del mundo relacional y social, y desde esta
mirada se busca prevenir la individualización del sufri-
miento en las personas y para reconocer los contextos
de exclusión, desprotección y vulnerabilidad en el que
viven y que también requieren transformaciones.
1
Un esquema de intervención en contextos de violencia
política implica abrir la perspectiva de acción, tal como
será recogido en estas cartillas: en primer lugar es nece-
sario contener las reacciones de las víctimas, recono-
ciendo su normalidad y frecuencia, dada la situación
vivida. Se hace necesario evitar respuestas descalifica-
doras y asignar marcas y encasillar a la población con
rótulos nosológicos; la intervención psicosocial debe
estar en relación permanente con otras formas de ayuda
e intervención, y en las primeras fases siempre se debe
responder más a situaciones prácticas y concretas de la
vida de la gente, facilitando la coordinación y la colabo-
ración. Es fundamental construir escenarios de expre-
sión y recuperación de la confianza, donde además de
la palabra, se puedan emplear otros medios de expre-
sión, en contextos colectivos de apoyo, que deben
adecuarse al contexto marco social y a la cultura, los
cuales deben ser fortalecidos con acciones individuales
y con procesos donde medie la reivindicación de los
derechos.
Por esta razón el proceso en su marco pedagógico
conduce al empoderamiento colectivo y al fortalecimien-
to comunitario, de tal manera que las víctimas puedan
abandonar esta condición y se conviertan en ciudada-
nos y ciudadanas, sujetos de su propio bienestar y desa-
rrollo, con la capacidad de interlocución frente a institu-
ciones sociales y estatales, pero al mismo tiempo con la
capacidad de reivindicar sus derechos y luchar en
contra de la injusticia, construyendo marcos de inclu-
sión, justicia y respeto a los derechos humanos. Esto
configura un proceso psicosocial que permite afirmar
que se ha logrado la recuperación de la dignidad de la
persona y su transformación subjetiva hacia su desarro-
llo humano y el cambio social.
La metodología desarrollada en estos módulos conjuga
lo lúdico con lo reflexivo para abordar los diferentes
temas de interés, además ha sido nutrirla con la expe-
riencia de los y las participantes para alimentar las
reflexiones, ya que los testimonios ayudan a darle
sustento a lo presentado. Hemos partido de una exposi-
ción sobre el conflicto en Colombia y las claridaddes que
implica una perspectiva psicosocial del acompañamien-
to y la intervención con víctimas del conflicto armado,
para empezar a desarrollar temáticas que posibilitaran
un mayor acercamiento a la propia experiencia de los y
las participantes. En el fondo de este proceso hemos
desarrollado estrategias pedagógicas que buscan movi-
lizar aprendizajes significativos, que posibilitan la resig-
nificación de vivencias del dolor en potenciales para el
empoderamiento y la transformación subjetiva.
la palabra, la pintura, la escritura, la danza, los trabajos
manuales, el juego, entre otras formas, posibilitando un
aprendizaje que deja impronta y marca en la memoria y
en los procesos cognitivos. De esta manera se potencia
la resignificación y reconstrucción del vínculo con el otro
y de la propia historia.
Hemos combinado, por tanto, la vivencia individual, a
través de propuestas y metodologías lúdicas, simbólicas
y creativas que implican el cuerpo, las sensaciones y las
intuiciones. La recuperación del valor de la palabra
como fuente creadora de la realidad, a través de ejerci-
cios de verbalización y socialización, creando contextos
de confianza para la expresión de sentimientos y emo-
ciones, además de la recuperación de la propia historia
lo que permite la resignificación de las experiencias de
dolor, miedo y silencio con nuevos sentidos que poten-
cializan el ser.Con todo un proceso colectivo de apoyo
mutuo que posibilita la generación de escucha, empatía,
relaciones horizontales, recuperación de la confianza,
solidaridad y contención, promoviendo una postura
subjetiva desde la ética del cuidado; con lo cual se abre
el proceso de reconocerse cada uno en los otros como
semejantes, para analizar los procesos históricos perso-
nales y colectivos, como mediación en la búsqueda
colectiva de la solución creativa de los conflictos y la
reconstrucción del tejido social y el fortalecimiento de
redes de apoyo.
Finalmente, hemos vivido un proceso permanente de
reflexión a través de la pregunta, que permite la relación
entre las diferentes perspectivas de la compleja realidad
y la comprensión de la misma. Con lo que, los líderes y
las lideresa (s) descubren que sus aprendizajes no son
solamente conceptos abstractos, sino experiencias, con
una fuerte base conceptual, práxica y lúdica, que posibi-
litan la aplicación en sus comunidades y un compromiso
de transformación en el ejercicio mismo de su acción
como promotores y promotoras.
2
Esta sistematización se divide en cuatro grandes
bloques que se condensan en cuatro publicaciones en
la forma de cartilla. La primera recoge el trabajo funda-
mental y básico con los líderes y lideresas para la
elaboración personal de sus historias, la consolidación
del grupo, el trabajo sobre sus propios procesos perso-
nales y las bases del proceso. La segunda cartilla
recoge aspectos fundamentales de los procesos de
apoyo mutuo, y el trabajo sobre las experiencias de
sufrimiento de las víctimas con las que deberán enfren-
tarse. En la tercera, se recogen los procesos de fortale-
cimiento colectivo, sustanciales para fortalecer los
procesos de recuperación emocional y que son indis-
pensables desde una perspectiva psicosocial. Final-
mente, la cuarta cartilla recoge la experiencia de los
grupos de apoyo mutuo, su metodología y la sistemati-
zación investigativa que muestra el camino recorrido
por los y las participantes a lo largo del proyecto.

Esta primera cartilla está habitada por los siguien-

tes módulos:

Módulo 1: Encuadre general del proceso

Módulo 2: Violencia política y conflicto armado
Módulo 3: Perspectiva y enfoque psicosocial
Módulo 4: Trauma psicosocial e impacto diferencial
Módulo 5: Impactos en la historia de vida
Módulo 6: Primeros auxilios emocionales
Módulo 7: Habilidades psicosociales: Escucha activa,
empatía, contención y comunicación asertiva.
Módulo 8: Habilidades psicosociales: Confianza,
Horizontalidad y ética del cuidado.

Esperamos que el proceso vivido y el desarrollo de este

proyecto, a través de esta sistematización, alimenten
otras dinámicas y posibiliten su implemtentación y
desarrollo en otros contextos y latitudes. Compartimos
esta experiencia y esperamos que sea útil para facilita-
dores sociales, profesionales, líderes, servidores públi-
cos, organizaciones sociales, ONG e instituciones del
Estado en la tarea ardua y compleja de reconstruir
nuestro tejido social roto en mil pedazos por los estra-
gos de un conflicto de tantos años. Confiamos que la
gente con sus procesos de resistencia y sus luchas
cotidianas identifique herramientas útiles para fortalecer
sus propias acciones y que estos aportes pedagógicos
aporten a sus luchas por la dignidad, la reparación y la
paz.

3
 MÓDULO
1

COMENZANDO
MI VIAJE

MAPA DE LA
JORNADA
Con el módulo que comenzamos damos inicio a un
proceso grupal donde las personas que llegarán traerán
dudas, incertidumbres, temores y expectativas. Este
módulo permite crear el espacio para conocernos, la
acogida para sentirnos parte de este viaje y el respeto
entre las personas como base para la construcción de
las confianzas, promoviendo así que cada uno y cada
una puedan abrir sus emociones a los/las demás, dar
su opinión y aprovechar al máximo la experiencia de
crecimiento junto a otras personas.
Durante la primera sesión es importante la creación de
un acercamiento entre los miembros del grupo, inclu-
yendo a quienes facilitamos la actividad. Esto implica
darse el tiempo para reconocer a cada persona y darles
la opción de expresar con tranquilidad las emociones,
pensamientos, expectativas, sentimientos y experien-
cias que traen a este taller. Este tiempo de conocimien-
to inicial, permite la construcción de nuestro lazo, así
como el establecimiento del estilo de funcionamiento
del grupo, es clave en el resto del proceso. S=e trata de
la configuración de un espacio y de un grupo que es
algo más que la suma de sus partes, es decir, donde
nos importa el proceso grupal, la construcción de
confianzas, los lazos que se vayan tejiendo, la solidez
de las relaciones; pero al mismo tiempo, cada persona
en sí misma, con su historia, personalidad, sus senti-
mientos, sus capacidades y dificultades para relacionar-
se con otros, será fundamental para construir ese
proceso colectivo que redundará en el personal y vice-
versa.
En este módulo introductorio, revisaremos lo que se
espera del acompañamiento psicosocial a víctimas de
violencia política, lo que implica el rol de acompañante
y por qué esta forma de conducción grupal es diferente
de otros tipos de liderazgos; también examinaremos
algunas estrategias metodológicas que pueden ser
útiles durante el trabajo.
NUESTRO PUNTO DE LLEGADA EL DÍA DE HOY
1.Lograr un ambiente de confianza básica mediante el
conocimiento de las personas participantes, de las
zonas de las que provienen, sus relatos de vida, para
llegar a acuerdos mínimos sobre las normas de convi-
vencia grupal.
2.Recoger perfiles de los/las participantes, generando
preguntas por el conocimiento propio y los intereses
vitales y existenciales.
APOYO TEÓRICO
LOS FRUTOS DE LA EMPATÍA
VAN DE LA MANO CON
LA SIEMBRA DE LA
CONFIANZA
Desde que el ser humano entra en contacto con otro,
incluso desde que sabe que va a vivir un proceso en
compañía de ese otro, son muchas las preguntas sobre
la interacción, integración y relación con esas personas
que pasan por su cabeza. No sabemos quién es ese
otro, cuál es su historia de vida, cuáles sus experien-
cias, por qué está aquí. Tejemos preguntas, hacemos
conjeturas. Por esta razón se hace necesario construir
espacios para conversar, entretejer, habitar, ganar
confianza, romper el hielo y entrar en comunión con los
otros y otras desde el encuentro, el poder mirarnos, el
casi reconocernos. Se trata de generar un ambiente
social donde se posibilite nombrar las experiencias,
“juntarse”, contarse la vida, aprender de sí mismo y de
los demás.
Construir un espacio de confianza en un proceso grupal
es mucho más que transmitir conocimientos, ofrecer
información, hacer un proceso de aprendizaje, realizar
un encuadre y definir normas. Tampoco se trata de dar
a las personas una simple guía teórica. Es construir un
contexto donde el encuentro es lo fundamental, de tal
manera que aprendamos a ver qué hay detrás de todo
el material formativo que se va a trabajar. Es ponernos
en contacto con cada vivencia, con la experiencia, para
descubrir que los procesos humanos no pueden
convertirse en una receta de cocina; ni en un manual de
instrucciones que se escucha, se escribe y se aplica,
como si fuéramos máquinas. Así pues, desde el
comienzo comprendemos que cada persona es diferen-
te, cada persona tiene una historia única y particular
que influye en su manera de estar ante un grupo y de
hacer parte del mismo.
5
 Por eso, se precisa mirar la propia historia, mirarse a sí Además de analizar las diferencias en relación con un
mismos/as, los propios anhelos y temores para desarro- tipo de liderazgo de orden más político, que se hace
llar habilidades psicosociales que permitan ocupar un necesario para otros ámbitos organizacionales y
papel de facilitador; para mantener, manejar y sobrelle- sociales.
var, en primer lugar, la relación consigo mismo, con los
otros y otras, con su entorno familiar, comunitario y
social. Por esta razón, desde el comienzo vamos com-
prendiendo conjuntamente que es necesario sabernos
comunicar cada vez mejor, ponernos en el lugar de los
otros, saber pedir lo que se necesita, expresar adecua-
damente los sentimientos y resolver conflictos de una
manera creativa.

Es claro que para desarrollar estas habilidades se nece-

sita de un contexto especial con tiempo para aprender y
hacer propios los aprendizajes, y se requiere de un
sentido o motivación por el cual querer hacer algún
cambio en la forma de ser o de comportarse con los
demás. Por esta razón vamos encontrando el sentido a
expresar el afecto, a darle un abrazo a alguien que se
quiere, o poner en palabras lo que se siente. Tanto la
ausencia de expresión de afectos como la ausencia de
comunicación con los demás, limitan la posibilidad de
relacionarnos de forma sana y esto puede, incluso,
hacernos caer en el aislamiento, la soledad y la separa-
ción de personas importantes en nuestra propia vida.

Vamos en este proceso a generar un encuentro entre

personas y experiencias de vida diversas, pero con la
idea común de desarrollar habilidades psicosociales
para el acompañamiento a las víctimas de violencia NUESTRO SENDERO
política en el marco de sus contextos y comunidades
con enfoque diferencial y perspectiva de género. Para PRIMERA ESTACIÓN: BIENVENIDA Y ENCUADRE
cumplir con esta tarea, se considera que el tipo de INICIAL
conducción que un grupo de estas características nece-
sita es el que realiza un facilitador grupal afectivo, rol QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: En esta esta-
que se describirá más adelante. Además de habilida- ción realizaremos un encuadre del proceso, visibili-
des de comunicación y encuentro con las otras perso- zando los objetivos a desarrollar y la forma de interac-
nas, en el cara a cara, desde la confianza y el afecto,
tuar con el grupo. Además, estableceremos un clima
que posibiliten procesos de apoyo interpersonal, colec-
de confianza, sensibilizando a los participantes
tivo y social.
respecto a los temas y tiempos de trabajo.
Esto implica un desafío, en tanto obliga introducir un
ambiente de confianza lo suficientemente cómodo y no
TIEMPO APRÓXIMADO: 15 minutos
amenazante, con estrategias metodológicas direcciona-
das a generar un ambiente de confianza cómodo que
permita a los participantes abrirse, para contar, vivir y EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
recordar sus experiencias o por lo menos revisar en - Tablero o papelógrafo
forma interna y profunda su vida. Es también una - Marcadores y borrador de tablero
responsabilidad para quien facilita este proceso, porque - Cronograma completo del proceso
se recibe en buena forma lo que otros están poniendo - Listado preliminar de acuerdos
en común de su vida. Aquí se reflexionará sobre el - Video beam o copias para cada participante donde
papel que tiene un líder afectivo, sobre sus habilidades puedan seguir la lectura
para ejercer el acompañamiento psicosocial.

6
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Inicias con un saludo de bienvenida, en el que te
presentas de forma magistral y presentas el proceso a
realizar el día de hoy, por medio de video beam o paleó-
grafo.
2. Presentas tu equipo de trabajo y/o las personas que
van a acompañarte en diferentes momentos del proce-
so.
3. Presentas participantes y entidades comprometidas
con el proceso.
4. Realizas acuerdos para cada encuentro, allí debes
abrir un espacio, para preguntas y propuestas respecto
a los acuerdos que ya traías, respecto a tiempos de
descanso, metodologías y otros que consideres
necesarios para el desarrollo de tu trabajo.
6. Presentas el cronograma y temas a realizar en cada
encuentro, al tiempo que recibes sugerencias y aportes
de los participantes.
RECOMENDACIONES:
•Es importante tener el listado de acuerdos, previo
conocimiento de las necesidades del grupo.
SEGUNDA ESTACIÓN: RE – CONOCERNOS EN EL
ESPACIO
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Generaremos
un espacio de reconocimiento, por medio de la visuali-
zación inicial de ese otro que emprende un camino
conjunto en la formación. Lo que nos permitirá identifi-
car características iniciales de cada persona en medio
del grupo, a través de la observación y el reconocimien-
to del nombre.
TIEMPO APRÓXIMADO: 30 minutos
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Fichas bibliográficas.
- Marcadores de colores delgados
- Cinta de enmascarar
- Tambor – baquetas o instrumentos de percusión
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Agregan a la escarapela un símbolo que considere
lo/la represente o guste mucho.
2.Solicitas pegarse la escarapela con cinta de enmasca-
rar en un lugar de fácil visualización en su cuerpo.
3.Das la consigna de caminar por el espacio al ritmo de
los golpes de tambor. Tú decides los ritmos y velocida-
des que quieres incrementar en la actividad.
4.En el recorrido invitas a observar e intentar recordar
con claridad lo que ven y al sonido del tambor se deten-
drán y observarán en congelado a la persona más
cercana, su nombre, su rostro, sus gestos, su cuerpo.
5.Las personas continuarán caminando y realizarán
cada paso anterior las veces que consideres necesario,
durante 10 golpes de tambor o los que consideres.
6.Finalmente, preguntarás por lo que más recuerdan y a
quién recuerdan durante el recorrido, respuesta que no
será nombrada verbalmente, solo harás énfasis en el
recuerdo y el respeto por quienes se encuentran allí,
como metodología para iniciar un caminar juntos.
RECOMENDACIONES:
•El espacio debe permitir el desplazamiento cómodo de
todas las personas.
•Es importante para esta actividad, según la disponibili-
dad de tiempo, comenzar con un trabajo de distención –
relajación - contacto corporal, donde las personas
logren a través de la respiración, una conexión con su
estado físico y emocional con el que llegan a la sesión.
•El tambor se puede remplazar por otro instrumento de
percusión: un triángulo, un platillo, unas claves, matra-
ca, castañuelas.
7
 TERCERA ESTACIÓN: DIVERTIJUEGO DEL
PERIODISTA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Propiciar un
espacio de relajación corporal y emocional a través del
juego, que permita la verbalización de expectativas y
motivaciones para el proceso de formación. Afianzando
el reconocimiento de características y habilidades
individuales, por medio de la escucha y el respeto del
tiempo del otro.
TIEMPO APRÓXIMADO: 1 hora
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Fotocopia de anexo (Módulo 1 – Actividad 3 – Hoja 1)
- Lapiceros
- Papel globo de diferentes colores
- Crayolas
- Hojas en blanco
- Nariz roja de espuma para cada uno
- Base de instrumentos musicales (claves, triángulos,
maracas, tambores, guachos , palos de lluvia, flautas,
xilófonos)
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Ubicas en un espacio amplio, iluminado y sin obstácu-
los 4 bases. Base 1: Instrumentos musicales. Base 2:
Crayolas y hojas blancas. Base 3: Narices de payaso.
Base 4: Papel globo de colores.
2.Realizas una corta ambientación de lo que es o hace
un periodista.
3.Explicas que van a asumir el papel de periodistas y
que por tanto a realizar unas entrevistas asignadas en
una hoja y recorriendo unas bases. Las señalas y
ubicas espacialmente a los asistentes.
4.En el momento de realizar la entrevista, haces la clari-
dad respecto a que en cada encuentro, incluyendo las
bases, entregarán información donde lograran conocer
parte de las expectativas de los otros participantes,
además de sus propias capacidades y formas de
interactuar ante la presión de otro. Entregas a cada
persona la hoja anexo: Divertijuego del periodista
donde se encuentra la instrucción de la actividad.
5.Asignas a cada persona un número, el cual deberán
colocar en la parte superior de la hoja donde dice: Mi
número es _.
6.Para realizar el siguiente paso debes tener a la mano,
igual que cada uno de los participantes, la Hoja de
Divertijuego del periodista.
7.Dependiendo de la cantidad de personas, expresas la
siguiente consigna: “En cada pregunta hay un espacio
para colocar un número, debes escribir de forma conse-
cutiva a tu propio número, solo hasta el 23 (este número
puede variar de acuerdo con el número de participan-
tes) y luego comienza con el 1, 2, 3,.
8.Debes dar los siguientes ejemplos. Ejemplo 1: si soy
el número 4, lleno los espacios siguientes con los
números 5, 6, 7, 8, 9... Si soy el número 21, lleno los
espacios siguientes con los números 22, 23 1, 2, 3…
9.Explicas una a una las instrucciones de la hoja. Y
luego se da inicio definiendo un tiempo de la entrevista.
Se sugiere 30 minutos.
10.Pasado este tiempo se solicita al grupo mirar la hoja
y preguntar cómo quedó: si la cuidé, cómo firme, cómo
cuidé y cómo me cuidaron.
11.¿Cómo redacto mi sensación en la actividad? Con
base en esta pregunta, invítalos a compartir lo que se
expresó allí. A medida que salga el relato del grupo
invita a que otras personas lo complementen.
12.Puedes ayudarte con el papelógrafo para ir escri-
biendo frases que recuerden cada uno de los relatos;
las cuales, permiten orientar una reflexión en torno a lo
que se encontró y lo que se entregó.
RECOMENDACIONES:
•La actividad permite reconocer a ese otro con el que
voy a estar en el proceso, por tanto, requiere realizar un
cierre tranquilo donde se permita expresar diversas
sensaciones encontradas en el recorrido.
•Los pasos 6 – 7 – 8 - 9 se pueden excluir y puedes
traer las hojas diligenciadas, siempre y cuando tengas
con exactitud el número de participantes y la seguridad
de que todos van a llegar.
8
 CUARTA ESTACIÓN: ANTE EL ESPEJO
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: En esta
estación sensibilizaremos la forma en que se visualiza
la identidad personal y grupal, fortaleciendo la capaci-
dad de autoreconocimiento y valoración de quién soy
aquí y ahora. Y encontraremos aspectos de nuestra
propia vida ante el espejo de ese otro que camina a mi
lado, aceptando y reconociendo la otredad.
10.Invitas a que se miren en el otro espejo y se pregun-
ten nuevamente ¿Quién hay allí? ¿Quién está allí?
11.Se quiebra de nuevo el espejo y se vuelven a mirar
respondiendo a la pregunta ¿Quién hay allí? ¿Quién
está allí?
12.Luego de pasar todo el grupo, solicitas escribir
nuevamente en la hoja ¿Quién soy yo?

TIEMPO APRÓXIMADO: Entre 2 y 4 horas, según 13.Después de este proceso invitas a las personas a
la profundidad que se pueda desarrollar en el ejercicio o compartir en plenaria la experiencia vivida en el ejerci-
si se realiza con uno o con dos espejos. cio, intentando recuperar los significados y sentidos que
se atribuyen en términos de la propia identidad, la
propia experiencia de vida y la historia de cada partici-
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN: pante.
- Dos espejos de 30 x 30 cms
- Lapiceros 14.Para cerrar, es importante concluir con un pequeño
- Hojas tamaño carta ejercicio ritual que posibilite evidenciar el entrelaza-
- Maquillaje pintacaritas miento de experiencias, personas, historias de vida que
- Pañitos húmedos comienza a darse en este largo viaje. Para esto, reali-
zas la invitación para hacer un círculo donde las perso-
nas se toman de las manos con la siguiente consigna:
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN: Mano izquierda recibe, mano derecha da, se invita a
mirar nuevamente el espejo, y se recogen expresiones
1.Ubicas el grupo en mesa redonda y en medio del de los participantes, en torno a lo que ha dejado la
espacio ubicas un espejo sin marco, de aproximada- actividad. Se cierra con una mirada de cada participan-
mente 30 x 30 cm. te a los/ las demás, y un fuerte apretón de manos.

2.En una hoja tamaño carta solicitas escribir una

presentación respondiendo a la pregunta: ¿Quién soy
yo?

3.Invitas a cada uno a pasar al centro y mirarse en el

espejo respondiendo a las preguntas: ¿Quién hay allí?
¿quién está allí?

4.Cuando todos hayan pasado por el espejo, te paras

en el centro y rompes el espejo.

5.Nuevamente invitas a cada uno a pasar al centro y

mirarse en el espejo respondiendo a las preguntas:
¿Quién hay allí? ¿Quién está allí?

6.Luego de pasar todo el grupo, solicitas escribir nueva-

mente en la hoja ¿Quién soy yo?

7.Con estas miradas en los espejos, invitas a realizar un

dibujo de quién está allí, una imagen que recoja la
pregunta. Esto se hace con la posibilidad de elaborar
una máscara.

8.Ubicas maquillaje en el centro e invitas a cada uno a

maquillarse simbolizando algo que quiera presentar de
sí mismo y que lo/la represente.

9

RECOMENDACIONES:
•Es una actividad que requiere un grupo máximo de 20
personas y dos acompañantes por grupo.
•Para romper el espejo, sería recomendable que lo
hiciera la otra persona del equipo de apoyo, y no quien
esté facilitando el taller.
•Para el final y luego de expresar en una plenaria lo
vivido, se puede considerar la posibilidad de llevarse un
pedazo de ese espejo para su casa y luego utilizarlo en
otra actividad.
•El tema del tiempo debe ser analizado con cuidado. Si
dispones de poco tiempo, puedes realizar sólo la prime-
ra parte del ejercicio, con uno solo de los espejos. Ya
de por sí se logra la suficiente movilización para generar
una pregunta por el sí mismo. Ahora bien, disponiendo
de una media jornada (4 horas por lo menos) el trabajo
con el maquillaje, y el proceso de la segunda parte
permite reflexiones más hondas sobre la identidad de
cada una de las personas participantes.
•Es muy probable que algunas personas relacionen la
experiencia con procesos de victimización vividos,
puesto que la ruptura del espejo puede simbolizar para
algunos, las rupturas que ha implicado la violencia, u
otros momentos críticos en la vida. Por lo tanto, es
fundamental que la otra persona que acompañe el
ejercicio, esté dispuesta para apoyar en la contención,
acercándose detrás de la persona, si es necesario
10
poniendo levemente la mano en la espalda de la perso-
na participante, y si hay una expresión emocional inten-
sa, manifestándole afectuosamente la presencia y la
contención.
•Al mismo tiempo quien está facilitando debe validar los
sentimientos y emociones que emergen, darles un
lugar, reconocerlos como parte de la historia de vida de
cada uno/una. Es fundamental que ninguno de los dos
se angustie o se ponga nervioso/a ante la expresión
emocional de la gente. Es fundamental comprender
que la vida humana está compuesta de emociones
diversas que simplemente si se dejan fluir en un espa-
cio de contención como el que estamos construyendo
van a tomar su propio rumbo. Por eso es fundamental
mantener la serenidad, la calma y en todo momento
transmitir seguridad al grupo, permitiendo que todos y
todas comprendan que las emociones son normales y
que expresarlas es parte del flujo de la vida. Además
que al hacerlo con otros y con otras en un marco de
respeto profundo por los demás, es un camino expedito
para la construcción de la confianza y tejer los vínculos.
QUINTA ESTACIÓN: CONSTRUYENDO
MI BITÀCORA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Recogeremos
las expectativas y motivaciones para el proceso de
formación, por medio de actividades de sensibilización,
permitiendo la exploración por los deseos personales.
Además, iniciaremos el recorrido llevando memoria en
un cuaderno, mi bitácora de viaje, de lo realizado y
aprendido de cada encuentro.
TIEMPO APRÓXIMADO: 4 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Cuadernos de Bitácora
- Colores, marcadores de punta delgada, crayolas
- Lapiceros
- Revistas, tijeras, papeles de colores, marcadores,
mirellas, pegante
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Invitas a las personas a que se pongan de pie y se
desplacen por el espacio y que de forma paralela visua-
licen que se están desplazando hacia un lugar muy
maravilloso. Pensando que en el camino también hay
otras personas: “Cada uno de ustedes hoy acaba de
comenzar un viaje. Cuando nos vamos para un viaje,
siempre empacamos cosas y hay cosas que general-
mente llevamos en común, esas cosas que son de auto-
cuidado.
Eso es lo que vamos a llevar juntos, vamos a observar
el rostro de estas personas que nos acompañan y van
caminando en este viaje conmigo, ya hemos tenido un
primer acercamiento a su ser y a su historia; pero al
mismo tiempo le voy dando forma a cada uno de los
elementos que llevo para mi viaje: confianza, motiva-
ción, deseos, sueños... Ahora vamos a observar el
espacio para ubicarnos en el aquí y el ahora. Estamos
comenzando a viajar, le vamos a entregar un saludo a
esas personas que encuentro en mi recorrido y que van
conmigo”. Se procede a invitar nuevamente a las
personas a que se ubiquen en sus respectivos asientos.
2.Abres la plenaria preguntando: ¿A qué les suena la
palabra bitácora? y procedes a explicar qué es la
bitácora y su relación con la experiencia en el proceso.
3.Entregas a cada uno su propia bitácora (puede ser un
cuaderno, una agenda, una libreta, un folder con hojas).
Lo que tú decidas para llevar el registro en cada activi-
dad.
4.Invitas a realizar una personalización de la bitácora
con la forma, color, tamaño y material que deseen, para
que cada participante cree la portada de la bitácora con
su propio sello personal. Para esto pones a disposición
del grupo diversos materiales: revistas, tijeras, papeles
de colores, marcadores, mirellas pegante, de forma tal
que cada uno pueda elegir el que más le convenga y
desee para tal personalización.
5.Siguiendo el anexo 3, das inicio al diligenciamiento de
la bitácora con los datos personales: nombre, dirección,
dependencia, etc. e invitas a poner allí, el símbolo:
dibujo, imagen, pintura, diseño, gráfico que les repre-
senta.
6.Evocas mediante una breve visualización, los estu-
dios que las personas han realizado, invitando a reco-
nocer las sensaciones que se han tenido durante los
ejercicios y así como las que experimentaron al llegar
hoy: ¿Qué sentí al llegar hoy? ¿Cuáles fueron esas
expectativas con las cuales llegué?, vamos a irnos más
lejos y vamos a pensar ¿Qué sentíamos anoche?
Luego los invitas a diligenciar el Anexo 4, das un tiempo
prudencial para su diligenciamiento, entre 5 y 10 minu-
tos.
7.Se retoma el ejercicio guiado con una sensibilización
corporal donde permitas que se visualicen como un
árbol, sentirse el tronco, si tenemos, semillas, ¿de qué
color son las hojas del árbol?, ¿cómo es el tronco?,
¿cómo huele?, ¿las raíces son fuertes o no?, ¿las
ramas largas o cortas?, ¿cuál es la textura?, ¿cuál es el
olor de las flores y los frutos?
8.Ahora, les entregas el Anexo 5 y solicitas a cada
persona que diseñe su propio árbol, cualquiera, el
que desee y se le da la posibilidad de colorearlo si
quiere. No hay que darle ninguna idea acerca de
cómo debe ser el árbol. Cada persona debe plasmar-
lo sin ninguna influencia externa. Cuando todas las
personas hayan dibujado su árbol, das la indicación
de escribir en cada parte del árbol lo que correspon-
de. Solo si su dibujo tiene estas partes, si no lo tiene,
no hay necesidad de escribirle nada o aumentar el
dibujo.
- Solicitas ahora que en las raíces, vamos a escribir
qué me da piso y seguridad, qué personas, qué valo-
res, situaciones, hacen parte de esas raíces que
tenemos.
- Luego vamos a seguir con el tronco y en él vamos a
poner qué me nutre y qué no, esas cosas que me
hacen crecer, la percepción que cada uno tiene de sí
mismo.
- Ahora, vamos a pasar a las ramas, yo qué puedo
ofrecer y qué aspiraciones tengo en mi vida actual.
- Seguidamente con los frutos, solicitas escribir qué
puedo yo brindar a este proceso, a mí mismo y a las
personas que me acompañarán en el viaje.
- Continuando con al aire, vamos a poner qué es eso
que me oxigena, me da tranquilidad y vitalidad y qué
es lo que me asfixia en mi vida.
- Por último, la luz. Qué me ilumina y qué me
oscurece.
9.Terminada la actividad del árbol se pregunta por lo
que los ha motivado para estar en este proceso, qué
esperan encontrar en este viaje, recordar las motiva-
ciones por las que participan y consignarlas en una
carta, la cual se escribirá en una hoja de la bitácora
-Anexo 6-. Al terminar la carta, debes recogerlas y
guardarlas, para que finalizado el proceso puedan
volver a ellas, evaluar y comparar ambos momentos.
RECOMENDACIONES:
•El paso 4 se puede modificar según la disponibilidad
de tiempo, invitando a realizar la personalización de
la siguiente manera: de revistas se selecciona imáge-
nes y palabras que les llamen la atención, con las
cuales van a “decorar” la portada, creando un collage
de imágenes en el frente del cuaderno entregado y
otro de palabras al reverso del mismo. Para terminar,
se invitará a una reflexión individual sobre aquello
que ven de sí mismos en esos collage. Al finalizar se
escuchan sentimientos y emociones del ejercicio y se
les entregará un metro de papel pegante transparente
para que sellen la portada de su bitácora en casa.
11
• Es importante que cada persona realice su bitácora
sin apresurarse. Y avanzar con cada anexo depen-
diendo el ritmo del grupo.
SEXTA ESTACIÓN: RITUAL, COMPROMETIENDO
MI SER
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Promoveremos
un espacio de reflexión en torno al compromiso con el
proceso de formación, generando un reconocimiento de
las motivaciones profundas que orientan a las personas
a participar.
TIEMPO APRÓXIMADO: 30 minutos
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Hojas de papel
- Marcadores
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Invitas a las personas a ponerse de pie para realizar
un círculo.
2.Solicitas al grupo abrazarse y mirarse entre sí, pres-
tando atención al rostro de cada una de las personas
con las que compartieron el día.
3.Cada persona pasa al centro y solicitas que expresen
en una frase qué importancia tiene para su vida este
proceso o qué espera lograr y aportar a su comunidad,
pero sobre todo cómo el proceso le genera esperanza.
La intención es indagar por su compromiso con el proce-
so a través de las preguntas que consideres pertinente.
4.Luego les pide que consigne esa frase por escrito en
una hoja de papel y la ubique en el centro del espacio.
RECOMENDACIONES:
• Se debe contar con un lugar amplio, iluminado y venti-
lado.
• Puedes utilizar velas o aromas para esta actividad.
• Algunas personas pueden compartir sus escritos,
dependiendo del tiempo.
• Puedes acompañar el cierre con una canción que
aporte a la unión grupal, por ejemplo: Color Esperanza
de Diego Torres, Sobreviviendo de Víctor Heredia o
Vamos a Andar de Silvio Rodríguez.
NUESTRA EXPERIENCIA DE VIAJE COMO
FACILITADORES EN EL RECORRIDO DE HOY
De acuerdo con lo narrado por los y las participantes,
encontramos que a través del recorrido por este módulo
se han producido encuentros y sorpresas, además se
reforzaron las expectativas para un proceso formador.
Estas son sus voces:
“Hemos aprendido a escuchar y a ser escuchados”
“Superar el egoísmo para hacer la tarea propia
y ayudar al otro”
“Todos dependíamos de los demás, era dar y recibir”
“Entender que todos necesitamos de todos”
“En este ejercicio se superó la vergüenza y nos
conocimos un poco más”
Así mismo, tuvimos el primer acercamiento a la expe-
riencia y a la historia de vida, la propia y la de los demás,
en un encuentro vivencial que nos permitió reconocer-
nos como seres humanos, empezar a tejer relaciones y
vínculos, a conocernos y generar confianzas. Este reco-
nocimiento fue apareciendo en la medida en que las
actividades llevaron a los y las participantes hacia la
interiorización de lo experimentado, a contactarse consi-
go mismos/as y con el otro; se hizo no en un espacio de
soledad, sino en el compartir con personas que han
vivido experiencias similares. Por esto, al poner en
común lo vivido, en la propia historia, en los ejercicios y
las reflexiones, se pudieron encontrar relaciones y
aprendizajes en diversas dimensiones de lo cotidiano de
cada participante; así, pudieron encontrarse con su
entorno personal, familiar, laboral, comunitario y social.
Veámoslo en sus propias palabras:
• “Yo veo un pequeño universo, un renacer, una herman-
dad y un positivismo”
• “Yo veo mi cara, mi rostro, mi imagen: una persona que
ha luchado siempre a pesar de las circunstancias, nunca
he dejado de lograr mis sueños, regalando una sonrisa
a los demás”
• “Yo veo una persona transparente en medio de las
injusticias de este país”
• “Yo veo lo que soy y quiero ser, un péndulo atraído
hacia el centro de la materia, me veo optimista y con
ganas de seguir la línea que me trace en la vida” (lectura
de escrito).
• “Yo veo una mujer guerrera sobrevivientes de un
conflicto que no nos arrebató nuestra propia vida”
12
• “Yo veo (…) “Dios” no me gusta mucho estas cosas y cuando estoy solo lo hago más que todo para insultar esa
imagen que esta allá, toda mi vida he querido que las personas que vean esa imagen sientan que lo que yo hago es
hacer el bien, pero usted adentro sabe que se está olvidando de sus principios, solo por querer alcanzar cosas gran-
des. Esa es la pregunta ¿quién es? todavía yo me la pregunto”

• “Veo una de las estrategias que permitieron el engaño en nuestro territorio, veo el reflejo de nuestra inocencia ances-
tral, pertenezco a la comunidad indígena del Putumayo en riesgo de desaparecer, veo las ganas de vivir. Los invito a
repudiar el odio y la violencia, ese es mi reflejo indígena colonial”

• “Yo veo la necesidad del grito desesperado de los pueblos por la unificación, por la reivindicación social y colectiva de
los derechos, veo la inequidad, la pobreza, la desorganización, la violencia y la injusticia”

• “Yo veo, digamos como a usted o mi pueblo y mi familia y nos tocó añadir los pedazos; pero yo quiero que empecemos
de nuevo para ser mejores personas”

El poder de la metodología iniciada permite inscribirnos a procesos de transformación de actitudes, partiendo de la

reestructuración de pensamientos, sentimientos y conductas, "haciéndose cargo" dentro del proceso de mejoramiento,
para alcanzar a sostener emocionalmente el significado de lo experiencial. Descubrirse en el otro, crecer en compañía
del otro; permitir que los espacios se llenen de expresiones cargadas de emoción ante hechos formulados por la razón
fomenta el desarrollo psicosocial, lo cual se convierte en herramienta facilitadora para caminarse en el ser y el hacer,
encerrando una amplia gama de experiencias donde interactúan el placer, el gozo, la creatividad y el conocimiento.

13
 ANEXOS – MÓDULO 1
ANEXO 1
Divertijuego del periodista

Mi número es _____

¡Hola!
Eres un gran periodista y necesito que entrevistes algunas personas. Cada una de ellas tiene una manera particular de
responder. Lee las siguientes actividades y busca el número que corresponda para realizar la entrevista y pídele que
te firme el cajón correspondiente CUANDO HAYAS TERMINADO DE ENTREVISTARLA.
Al terminar los 10 puntos, busca al jefe de redacción y entrégale la hoja.

ACTIVIDAD FIRMA
1. Pregunte la historia de su nombre al NÚMERO _____

2. Pídale que invente una trova sobre su comida favorita al

NÚMERO ______
3. En la base de crayolas y hojas, pídale que realice un dibujo
sobre su sueño al NÚMERO _______

4. Pregúntele sobre su reunión familiar más significativa y en la

base de papel globo hágale una corbata con su color
preferido al NÚMERO _____

5. En la base de payaso póngale nariz y pídale que le cuente

algo chistoso que le haya ocurrido en su trabajo con
comunidades al NÚMERO _____

6. En la base de instrumentos pídale que los utilice y le cante

un pedazo de su canción favorita al NÚMERO ______
7. En la base de crayolas pídale que le dibuje al reverso de esta
hoja el gesto que más le incomoda de una persona al
NÚMERO_________
8. Pregúntale con quién convive y al finalizar pídale un abrazo
de oso al NÚMERO _______

9. Pídele que te cuente qué espera de éste proceso de

formación, mientras te pinta la palabra “YA CASI!!!”al
NÚMERO ______

10. Levanta tu voz muy fuerte y pídele que diga contigo LO

LOGRÉ!!! Al NÚMERO ______

14
ANEXO 2
Portada

15
 ANEXO 3
Nombrándonos en el recorrido I

16
 ANEXO 4
Nombrándonos en el recorrido

17
 ANEXO 5
El árbol que soy

18
 ANEXO 6
Mis motivaciones profundas

19
 MÓDULO
2

VIOLENCIA POLÍTICA Y
CONFLICTO ARMADO

MAPA DE LA
JORNADA
Este módulo tiene varias intenciones, la primera de
ellas es favorecer que el grupo pueda obtener elemen-
tos de contexto que permitan comprender el conflicto de
manera compleja por: La complejidad del conflicto
armado
La segunda intención, y a pesar de que el taller tiene un
componente teórico muy alto, es buscar que las perso-
nas puedan vislumbrar que las razones por las cuales la
violencia ha llegado a sus vidas no tienen que ver solo
con asuntos de índole personal, sino que también se
entretejen razones estructurales, que al ser comprendi-
das tienen efectos en el proceso de resignificar las
experiencias vividas.
Y la tercera, se busca dar un marco comprensivo al
ejercicio de la violencia en la humanidad, instalándola
en la existencia del patriarcado; entendido como un
sistema de apropiación, por parte de los hombres, tanto
de los recursos como de la sexualidad de las mujeres
(Maturana, 1993). Tal comprensión resulta fundamental
para que las personas puedan ubicar la violencia más
allá de los hechos visibles y ruidosos, y la entiendan
como un asunto que se ha instalado en la vida cultural,
que ha configurado la mente humana legitimándola a
través de la aceptación de un conjunto de ideas, metá-
foras y valores.
NUESTRO PUNTO DE LLEGADA EL DÍA DE HOY
1.Comprender los marcos culturales de las violencias
en nuestra sociedad profundizando en el patriarcado
como orden cultural de la base de todas las violencias.
2.Avanzar en la visión y reflexión acerca de la situación
sociopolítica de Colombia y de la ciudad de Medellín.
APOYO TEÓRICO
PATRIARCADO Y
VIOLENCIAS
Sin duda, la violencia es uno de los aspectos de nuestra
vida que más preocupa a la sociedad moderna; si no
existiera, probablemente no se hablaría de paz. Debido
a dicha preocupación, mucho se ha investigado sobre
este tema, lo que ha llevado a generar entre la comuni-
dad académica grandes hallazgos, en busca de escla-
recer sus causas y las maneras de superarla; a su vez,
ha generado múltiples formas de abordarla, definirla y
explicarla.
En esta ocasión, definiremos la violencia como “cual-
quier acción o inacción realizada a otro ser humano con
la finalidad de causarle daño físico o de otro tipo, sin
que esta sea necesaria o beneficie la conservación de
la especie, pero teniendo una gran intencionalidad
psicológica” (Jimenez, 2012). Tal definición, nos lleva a
dimensionar que las formas en las cuales la violencia se
expresa en nuestra sociedad son múltiples: guerras,
matanzas, contaminación, discriminación étnica, políti-
ca o religiosa; empobrecimiento sistemático de grandes
capas de población, e incluso, las consecuencias del
colonialismo, entre muchas situaciones sociales e histó-
ricas. Vivimos en un mundo donde las necesidades de
la población son supeditadas a una actitud depredado-
ra, que ha llegado a alcanzar la propia especie, ponien-
do en riesgo su supervivencia.
Maturana (1993) para dar cuenta de la matriz que está
a la base de la violencia en la cultura patriarcal, parte de
una visión histórica sobre el origen de dicha cultura,
donde plantea que estuvo precedida por otra que tenía
un modo diferente de vivir las relaciones humanas, a la
que denomina: matrística. A ambas culturas, las carac-
teriza en sus formas de acción y de emoción, de tal
manera que a las culturas patriarcales, que conforman
la mayoría de nuestras culturas modernas, las distingue
por valorar la guerra, la competencia, la lucha, las jerar-
quías, la autoridad, el poder, la procreación, el creci-
miento, la apropiación de los recursos, la justificación
racional del control y de la dominación de los otros a
través de la apropiación de la verdad.
21
En estas culturas se vive, a su vez, la desconfianza, se
busca la certidumbre en el control de la naturaleza y de
los otros, se habla de controlar nuestras emociones y
nuestra conducta, no se toleran las diferencias y con
ello, se puede llegar hasta el punto de eliminar al otro,
bajo la justificación de que es el enemigo, dado que se
piensa que el propio camino es el correcto, el camino
del bien; y que el enemigo está equivocado.
Por su parte, en las culturas matrísticas no existían
jerarquías que diferenciaran al hombre de la mujer; se
vivía en armonía con la naturaleza y esta era venerada
como algo divino. Las posesiones no se valoraban
como algo central, no se vivía bajo la lógica de la apro-
piación y la competencia; se valoraba el respeto mutuo
y la vida no estaba centrada en las justificaciones racio-
nales, sino que se permitía la emoción; el sexo y el
cuerpo eran aspectos naturales de la vida; las relacio-
nes humanas no eran relaciones de control o domina-
ción, sino relaciones de fraternidad y cooperación. Por
supuesto, en estas culturas también podía haber situa-
ciones de dolor, enojo y agresión pero estas situaciones
no eran vistas como la norma, sino más bien, como
situaciones esporádicas que eran superables y no un
modo de vida. Se podría decir entonces que ambas
formas de cultura tienen modos de actuar y de ver el
mundo, contrarios.
Maturana (1993) plantea que entre los pueblos paleolíti-
cos, en su mayoría matrísticos, que vivían en Europa
hace más de 20.000 años, hubo algunos que seguían a
los animales salvajes en sus migraciones; estas comu-
nidades no poseían a los animales de los cuales se
alimentaban, por eso no ponían límites a su movilidad y
tampoco impedían el acceso a este alimento a otros
animales, como los lobos, que también se alimentaban
de estos como forma natural de vivir. El lobo permane-
cía como un comensal, salvo en ocasiones en las que
era ahuyentado para que comiera en un lugar más
alejado.
No obstante, hubo un momento en donde los miembros
de una comunidad humana comenzaron a adoptar el
pastoreo como un modo de vida, restringiendo el
acceso de otros comensales. Esto, no solo como
práctica ocasional, sino como práctica cotidiana que se
conservó generación tras generación, por medio del
aprendizaje espontáneo de los niños que crecían en el
seno de esas comunidades, y posteriormente, esta
práctica comenzó a ser replicada por otras
comunidades. Esta exclusión del lobo, llevó a las comu-
nidades a matar al lobo, lo que significa que se tomaba
la vida del animal no para alimentarse, sino para
restringir su acceso al alimento y así conservar una
posesión.
De modo que en este caso, el animal cuya vida se toma
es considerado una amenaza para el orden establecido
por el pastor. Este sería, por tanto, el origen de relacio-
nes de apropiación y exclusión, enemistad y guerra,
jerarquías y subordinación, poder y obediencia; relacio-
nes con el mundo natural que se han desplazado desde
la confianza activa en la armonía espontanea de toda
existencia, a la desconfianza activa en aquella armonía
y un deseo por la dominación y el control.
Las emociones y acciones, en el primer caso, implican
que el animal cazado es un ser sagrado, es cazado
como parte de la armonía de la existencia y el cazador
está agradecido por permitirle su sobrevivencia. En el
segundo caso, en el que la vida del lobo se toma para
conservar el orden establecido y se le restringe movili-
dad a las manadas apropiándose del alimento, implica
matar como fin en sí mismo o para otros fines diferentes
a la propia supervivencia, aquí el animal muerto es un
enemigo y nace la “violencia”.
Así pues, es importante distinguir la agresión como
característica natural propia del reino animal, que impli-
ca una base biológica en el ser humano, sustancialmen-
te instintiva como respuesta ante el peligro o el hambre
y que implica las respuestas de huida o ataque, enfoca-
da hacia la supervivencia del individuo y de la especie;
diferente de la violencia como acción que apunta a un
fin predeterminado, para el cual se buscan medios de
ejecución, es decir, como acción que tiene un compo-
nente racional de cálculo, que involucra en su dinámica
la capacidad de la agresión y la emocionalidad vincula-
da a este comportamiento primario.
Aún así, ningún animal, salvo el ser humano, mata a
otros animales de forma sistemática con el único fin de
eliminarlo como posible enemigo o competidor; parece
que ningún animal tampoco disfruta practicando la
crueldad sobre otro de la misma especie; pero constan-
temente atribuimos los calificativos de brutal, salvaje, y
propio de animales, a los actos crueles practicados por
el ser humano, cuando tan solo los actos de tortura han
sido conocidos de forma universal en la especie
humana. Por tanto, podemos afirmar que la violencia
es una manifestación cultural propia de la especie
humana, aprendida y transmitida, muchas veces, de
forma inconsciente de generación en generación. Y,
como se dijo al comienzo, la violencia puede tomar
diferentes formas y matices que se vislumbran en el
diario vivir y que generan constantemente quebrantos
estructurales en el buen vivir de la sociedad.
22
De otro lado, Galtung (2003) interpreta la violencia en
relación con el no desarrollo de las posibilidades
potenciales, físicas o mentales, de los seres humanos,
es decir, la satisfacción o no, de las necesidades bási-
cas y la imposibilidad para un grupo humano o para una
persona de poder satisfacer dichas necesidades por
una situación sistemática de dominación, exclusión y
discriminación por parte de otro grupo humano u otras
personas. “La violencia sería todo aquello que siendo
evitable, impide, obstaculiza o no facilita el desarrollo
humano o el crecimiento de las capacidades potencia-
les de cualquier ser humano”.
Por violencia directa, entiende el uso de la fuerza bruta,
aquella que causa sufrimiento y hasta la muerte en las
personas. De modo que son aquellas situaciones en
donde una acción causa daño directo sobre el sujeto
destinatario. La guerra vivida en Colombia es uno de
los más claros ejemplos de violencia directa; también se
entienden como tal, los homicidios, los robos, el maltra-
to doméstico, las violaciones, etc. A este tipo de violen-
cia se le han dedicado gran cantidad de investigaciones
y es solo hasta hace poco que se amplía la mirada para
destacar que si bien esta manifestación de la violencia
es grave, hay otras igual o más devastadoras que la
violencia directa.
La violencia indirecta, por su parte, es producida por las
instituciones o estructuras de una sociedad, lo cual se
expresa en la injusticia social y en todas las circunstan-
cias que hacen que las necesidades humanas de la
población no sean satisfechas, siendo ello evitable. Los
efectos que tiene esta violencia en la población pueden
ser muy graves y pueden llegar a ser permanentes,
como cuando acortan la vida o la hacen muy difícil, por
ejemplo, la pobreza mata a más personas que las
guerras. De esta forma, este tipo de violencia se da
cuando las posibilidades de realización física, mental,
afectiva y cognitiva están por debajo de lo que podría
tener cada ser humano de acuerdo con sus potenciali-
dades.
Este tipo de violencia es denominada violencia estructu-
ral, puesto que suele no haber un sujeto agresor, como
en la violencia directa, que es fácilmente identificable;
no se puede personificar, ni tampoco responsabilizar a
nadie concreto, ya que los actos están enmascarados
en una trama de decisiones que se toman en sistemas
o estructuras injustas. Sus causas y mecanismos están
tan velados que hace que las personas no puedan
darse cuenta de estos. Como ejemplos de esta violen-
cia podemos entender el hambre, la miseria, el desem-
pleo, el analfabetismo, la dependencia, la desigualdad
de género, entre otros.
En Colombia por ejemplo entre el 32 % y el 49 % de la
población, según quién realice el reporte, vive en condi-
ciones de pobreza y el 14,7 % en condiciones de mise-
ria. Esto significa que la mayor parte de las personas no
tienen recursos económicos para comprar la canasta
básica de alimentos, que incluyan las calorías mínimas
necesarias para una persona. Se añade a esto el nivel
de desigualdad desbordante del país, que pone a
Colombia entre los más prominentes del mundo: el 10 %
más desfavorecido recibe apenas el 0.8 % del producto
nacional, mientras que el 10 % más favorecido controla
el 46.5 % del ingreso nacional (Springer, 2005), con un
índice de Gini del 0.59 (PNUD, 2011), el segundo más
alto de América Latina y uno de los más altos del mundo,
muy por encima de la media del subcontinente que es
de 0,49 (Cepal, 2005). De otro lado el índice de Gini de
concentración de la tierra, ubica al país como uno de los
más desiguales del mundo y de América Latina, con un
0,87 el de propietarios y 0.86 el de tierras (PNUD, 2011).
Este índice ha venido aumentando con la contrarrefor-
ma agraria ejecutada por el paramilitarismo y el despla-
zamiento forzado de millones de personas (Cfr. Villa,
2014).
De acuerdo con el informe de desarrollo humano (2011)
el modelo de desarrollo rural en Colombia no promueve
el desarrollo humano y hace más vulnerable a la pobla-
ción rural, es inequitativo y no favorece la convergencia,
invisibiliza las diferencias de género y discrimina a las
mujeres; es excluyente, no promueve la sostenibilidad
ambiental, concentra la propiedad rural y crea condicio-
nes para el surgimiento de conflictos; es poco democrá-
tico y no afianza la institucionalidad rural. Todo un caldo
de cultivo para el inicio y mantenimiento del conflicto
armado.
Además de las formas de violencia enunciadas, Galtung
(1998) plantea que también existe una violencia cultural
que se practica desde las ideas, normas y valores que
priman en una sociedad; y desde la tradición, la religión,
el lenguaje, el arte, las ideologías, los libros, que articu-
lan la cultura de un colectivo, que legitiman y promueven
la dominación, la exclusión, la discriminación y la acción
directa de violentar a otro que sea de cualquier origen o
signo. Este tipo de violencia se relaciona estrechamen-
te con las otras; especialmente con la estructural, pues
impone una visión de la realidad favorable a los grupos
de poder, que hace que parezcan naturales o inevitables
situaciones de desigualdad.
Es la forma más sutil e inteligente de transmitir contrava-
lores asociados no solo a la violencia, sino a la legitima-
ción de su uso, independientemente de que sea legal o
ilegal usarla. En la vida cotidiana se puede comprobar
como la cultura del patriarcado transmite valores que
van de padre y madres a hijos e hijas.
23
En los tiempos modernos esto suele hacerse a través
de la propaganda alienadora, de una educación compe-
titiva y egoísta, que transmite valores como la inevitabi-
lidad de la guerra, la admisión sin cuestionamiento del
racismo, la xenofobia, la homofobia, etc; en la transmi-
sión de ideas que justifican la existencia de la pobreza,
la exclusión, el analfabetismo, la marginación cultural y
el dominio de unos sobre otros. La violencia cultural, se
ciñe entonces a otro tipo de violencia, la simbólica, que
podría identificarse con la ideología, como conjunto de
construcciones culturales que conviven, cubren, inten-
tan armonizar y darle coherencia a una sociedad. De
esta manera, como afirma Martín-Baró (1983, 1991) se
neutraliza y convence a las clases oprimidas para que
justifiquen formas de existencia que generan sufrimien-
to sin plantearse otras alternativas.

En síntesis la violencia directa, es la más visible, se

expresa o manifiesta en comportamientos que dañan la
integridad física y psicológica de los otros. La violencia
estructural, por su parte, tiene como forma de expresión
la negación de necesidades, tiene que ver con pobreza,
represión, contaminación, desempleo, alienación, etc.
Y la violencia cultural o simbólica, se expresa en actitu-
des, valores, ideas de grupos sociales y personas,
como todo aquello que la sociedad legitima o aprueba,
para justificar tanto la violencia directa como la violencia
estructural.
NUESTRO SENDERO
PRIMERA ESTACIÓN: CONTEXTO COLOMBIANO
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Reconocere-
mos la manera como el conflicto histórico y social
colombiano ha creado unas condiciones de exclusión
que han estado en la base de la violencia en el país, a
partir de una mirada profunda sobre la matriz de la
violencia estructural y cultural que justifican la exclu-
sión, la dominación y el ejercicio de la fuerza sobre
otros en el marco de la cultura patriarcal.
TIEMPO APRÓXIMADO: 2 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Video
- Video beam
- Sonido
- Tablero
- Marcadores
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Para el desarrollo de esta actividad se propone la
metodología de cine foro, para ello puedes presentarle a
los asistentes varios apartados de los siguientes videos
que tienen que ver con el conflicto. Sugerimos Impunity
o El Baile Rojo, pero se pueden buscar otros vídeos de
los múltiples producidos en el país para dar cuenta de la
realidad del conflicto armado en Colombia.
2. Luego abres una discusión sobre los elementos
encontrados que permitan entender aspectos centrales
del conflicto.
3.Posteriormente puedes ampliar la discusión a través
de una exposición magistral donde profundices sobre
las siguientes ideas:
- Ubica el origen del conflicto: mostrando como en el
transcurso de la historia se ha dado un proceso de
expropiación de la tierra, favorecido por relaciones de
poder, cacicazgos y gamonalismos, donde unas cuantas
familias –que más tarde se constituirían en elites- con
poder económico, social, político y religioso, ejercían
dominio sobre buena parte de la población.
- Muestra cómo poco a poco estas elites construyeron,
con el resto de las personas y las poblaciones, unas
formas de relación basadas en ejercicios clientelistas;
es decir, relaciones de favorecimiento, beneficios e
inclusión de una parte de la población, junto a la domina-
ción y la exclusión de otra.Y a su vez, cómo esta dinámi-
ca de relación, ha estado en la base de la violencia en el
país y ha favorecido el surgimiento de grupos armados
que reivindicaban derechos, especialmente en torno al
acceso a la tierra.
- Relaciona la forma en la cual el modelo económico y
los intereses de las elites que ostentan el poder y que
están interesados en apropiarse del territorio, han silen-
ciado cualquier reivindicación de la población y la partici-
pación.

24
- Finalmente, profundiza en la degradación del conflicto,
al prolongarse por décadas y las consecuencias que ha
generado el narcotráfico en este proceso de deshuma-
nización.
4.Puntúa que el tema de la tierra, junto con la polariza-
ción política que ha vivido el país; han sido los elemen-
tos que han estado relacionados en el desarrollo del
conflicto armado.
RECOMENDACIONES:
• Cabe resaltar que la exposición debe contar con un
lenguaje claro, adecuado al nivel educativo del grupo
con el que estés trabajando.
• Te recomendamos que tomes las experiencias y los
conocimientos previos del grupo y que partas de estas,
para hacer el desarrollo de la exposición.
• Te sugerimos que realices la actividad con un grupo
pequeño de personas para que favorezcas la participa-
ción de todos.
• Para realizar esta actividad es importante que hayas
revisado algunos textos sobre el conflicto armado en
Colombia. Pueden ser útiles los dos informes de desa-
rrollo humano del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo, PNUD:
Conflicto: Callejón con Salida (2003); Colombia:
Razones para la Esperanza (2011); los puedes ubicar
en el siguiente sitio web:
http://www.acnur.org/biblioteca/pdf/5626.pdf?view=1;
http://escuelapnud.org/biblioteca/documentos/abier-
tos/06_indh2011co.pdf
• Finalmente puedes consultar el informe del Centro de
Memoria Histórica: “¡Basta Ya! Colombia: Memorias de
guerra y dignidad”, el cual se encontra en:
http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/microsi-
tios/informeGeneral/descargas.html
SEGUNDA ESTACIÓN: ANÁLISIS DEL CONTEXTO
LOCAL Y REGIONAL
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Construiremos
colectivamente una visión del contexto local y regional
para conectarla con la realidad nacional, desde una
perspectiva histórica, que posibilite la reflexión sobre
los aspectos estructurales del conflicto y su relación
con la vida cotidiana de las comunidades.
TIEMPO APRÓXIMADO: 2 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Tiras de papel kraft de 3 metros
- Fichas bibliográficas
- Marcadores
- Lapiceros
- Algunos textos de prensa sobre la vida regional o local
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
La siguiente metodología le permite al grupo aprender a
hacer análisis de contexto. Una premisa importante del
acompañamiento psicosocial es que, la resignificación
de las experiencias dolorosas pasa porque las perso-
nas puedan otorgarle sentido a las situaciones que han
vivido y esto implica poder entender lo que acontece en
el propio contexto. Para contribuir a esto te sugerimos
como metodología la línea del tiempo que puedes desa-
rrollar de la siguiente manera:
1.Construye una línea horizontal en papel kraft
2. Entrega a cada participante varias fichas bibliográfi-
cas de diferentes colores:
* Amarillas: Actores presentes en el territorio.
* Rosada: conflictos o problemas, acciones desarrolla-
das por los actores, dinámicas.
* Verde: Consecuencias, qué cambios generó en la
población.
* Azul: Qué han hecho las víctimas frente a los hechos.
* Blanca: procesos de resistencia y afrontamiento que
generaron las personas y colectivos frente a la
situación.
3.Establece una fecha histórica que sea el inicio de la
línea del tiempo e inicia el dialogo pidiendo a los partici-
pantes que escriban la información en las fichas.
4.En cada fecha ve estableciendo los diversos actores,
los conflictos que se presentaron, las dinámicas de los
actores y sus acciones. Además define las consecuen-
cias y cambios en la población y contexto.
5.Ubica y agrupa sobre cada fecha las fichas con la
información que el grupo va construyendo.
25
6.Ve avanzando con el grupo hasta el presente tratando
de identificar un posible pronóstico sobre la situación
del contexto actual.
7.Al final haz un análisis de los actores que aparecen y
desaparecen o que han permanecido durante el conflic-
to y la respuesta de las personas y la comunidad frente
a esta situación, haciendo énfasis en las resistencias
que se suscitaron en las personas, organizaciones y
colectivos.
8.Recoge y puntualiza la información construida por el
grupo indicando que esta manera de observar las situa-
ciones que suceden en el territorio, puede dar informa-
ción muy valiosa sobre la dinámica del contexto. Ve
tejiendo puntos de relación entre el contexto regional y
el nacional.
9.La comprensión de los aspectos históricos, sociales y
políticos del conflicto, hacen parte del proceso de
ayudar a dar sentido a lo que ha pasado. Por esa razón
recomendamos que este tema debe ser reforzado en
otros momentos del proceso formativo.
RECOMENDACIONES:
• La prensa local o regional puede servir para identificar
algunos hitos importantes en la historia del municipio,
barrio, vereda o región.
• Es muy importante que puedas ir estableciendo puen-
tes de análisis y de comprensión entre el contexto
nacional y el contexto local.
• Utiliza imágenes, iconos, fotos; le puedes pedir a las
personas que los traigan para la sesión si tienen
alguno, para que se puedan representar hitos significa-
tivos en cada época de la línea del tiempo.
TERCERA ESTACIÓN: EL JUEGO DEL LOBO
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Desarrollare-
mos, a través del juego, una comprensión del origen del
patriarcado y la violencia como un acto de apropiación y
exclusión. Lo que nos permitirá reflexionar cómo se da
la lógica de construcción de la imagen de enemigo que
justifica su exclusión y eliminación.
TIEMPO APRÓXIMADO: 1 hora y 30 minutos
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- 1 paquete de confites (Dulces)
- Cintas de tres colores diferentes para identificar a los
grupos
- Cinta de enmascarar,
- Un postre o premio para el equipo ganador
- Instrucciones escritas para cada equipo
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Con el fin de trabajar el tema de las violencias y el
patriarcado puedes realizar un juego que construimos
basado en los escritos de Humberto Maturana, sobre el
origen del patriarcado. Con este buscamos que, a
través de la lúdica, el grupo pueda captar los elementos
a profundizar en el análisis de la violencia.
2.Divide el grupo en tres, teniendo en cuenta que dos
de los subgrupos posea el mismo número de personas
y uno de ellos, un número de personas un poco mayor.
Los dos subgrupos que tendrán el mismo número de
personas representarán a los lobos y a los cazadores y
el subgrupo que tendrá más integrantes, representará a
los corderos.
3.Ten en cuenta, antes de hacer la división, preguntarle
a las personas, si hay quienes tengan limitaciones
físicas que no les permitan participar, dándoles como
referente que el juego tiene como base “la chucha
cogida” o “la lleva”, formas de llamar al juego en donde
algunas personas corren para no ser atrapadas por
otras y en consecuencia, salir del juego. En caso de que
hayan personas que no pueden participar, con ellas
puedes hacer un cuarto grupo, el de observadores, que
tendrán el papel de ver las dinámicas del juego, desde
afuera, lo que te dará elementos para la reflexión final.
4.Al equipo de los lobos les asignas una cinta de un
color que debe colocarse en un lugar visible, a los
humanos y a los corderos, otras cintas de otros colores
(puede ser azul, amarillo y rojo).
26
5.El rollo de cinta de color azul o el color que prefieras,
lo usarás para atar en las muñecas o en otro lugar del
cuerpo que sea visible de los y las participantes, con el
fin de que puedan identificarse entre ellos mismos y que
los demás grupos puedan identificarlos.
6.Recuerda que el grupo que tendrá más integrantes,
representará a los corderos. Ellos portarán en su
cuerpo el alimento para los lobos y los cazadores. En
este caso, ese alimento estará representado por dulces
(confites), así que a los miembros de este grupo debes
pegarles estos dulces en su cuerpo con cinta transpa-
rente o de enmascarar.
7.Se le explica a los y las participantes que la aplicación
del juego de la chucha cogida o lleva, consiste en que
los lobos y los humanos cazadores deben perseguir a
los corderos, agarrarlos, siempre en el marco del respe-
to y sin hacerse daño, y tomar uno de los dulces que los
corderos tienen pegados en diversas partes del cuerpo.
8.De acuerdo con las instrucciones se desarrollarán
seis rondas de caza y seis rondas de comida.
9.¡Ojo!, debes tener en cuenta que los confites que
tenga cada cordero pegados en su cuerpo sean la
misma cantidad, por ejemplo ocho o diez confites para
pegarle a cada cordero; pero que sumándolos sean
suficientes para alimentar a todos los lobos y cazadores
durante las rondas para comer. Es decir, si son diez
integrantes en el equipo de los lobos y diez en el equipo
de cazadores, y necesitas alimentar seis veces a cada
uno, deberás tener 120 confites y repartirlos de la forma
más equitativa posible entre los corderos.
10.Durante las rondas de caza humanos y lobos deben
conseguir su alimento, siguiendo la regla fundamental
del juego de la lleva o la chucha cogida como ya se ha
dicho. Terminada cada ronda de caza, se da inmediata-
mente la respectiva ronda de comida.
11.Las instrucciones para los equipos de humanos y
cazadores consisten en cazar al equipo de los corderos;
equipo que debe ser un poco más numeroso. La caza
se representa simbólicamente tomando los dulces que
los corderos tiene distribuidos por todo su cuerpo.
Estas instrucciones las encontrarás al finalizar el apar-
tado, puedes imprimirlas y compartirlas con los partici-
pantes.
12.Antes de comenzar le darás las siguientes reglas a
todos los equipos:
Las rondas de caza y de comida serán anunciadas con
el sonido de una campana o pito, sonará para comenzar
la caza y para anunciar que se terminó, y por lo tanto
que es la hora de la comida.
Al momento de escuchar la señal todos deberán iniciar
a cazar o detenerse de forma inmediata, si es el caso.
13.Cada ronda de caza tendrá una duración de dos
minutos, pero tú como facilitador podrás acortarlos o
alargarlos según veas la dinámica del juego.
14.Los lobos y los cazadores solo pueden alimentarse
una vez, es decir, tomar un solo confite de los corderos
por cada ronda de caza y de comida y comérselo, como
símbolo de haberse alimentado, o devolvérselo a los
moderadores en representación de habérselo comido.
La razón por la que deben devolverlos si no se los
comen, es porque dado el caso de que no puedan
alimentarse o se queden sin alimentos en alguna ronda
de comida podrían llegar a decir que tienen reservas y
esto no está permitido, debido a que comen en repre-
sentación de haber logrado sobrevivir.
15.En cada ronda deberás pasar por los equipos, lobos
y humanos, y verificar que cada miembro del equipo
tenga su dulce. Si algún miembro de alguno de los
grupos no tiene en sus manos el dulce durante la ronda
de comida, tendrá que salir del juego.
16.Si algún cordero se queda sin dulce deberá salir del
juego.
17.El grupo que al final tenga mayor número de miem-
bros, se ganará un postre que puedan compartir entre
todos.
17.El grupo que al final tenga mayor número de miem-
bros, se ganará un postre que puedan compartir entre
todos.
18.Luego de que le des estas reglas e instrucciones a
cada equipo, les darás una señal, recuerda que puedes
utilizar el sonido de un pito o campana, para que
comiencen a interactuar, jugando la chucha cogida o la
lleva, representando la ronda de caza.
19.Esta misma dinámica se repetirá dos veces más,
hasta que completes las primeras tres rondas de caza y
de comida.
20.Para comenzar la cuarta ronda de caza deberás
darle a cada equipo las nuevas instrucciones. Estas
también las encontrarás al finalizar el apartado, podrás
tenerlas a la mano, junto con las anteriores instruccio-
nes.
21.A los humanos se les dice que debido a una época
de escasez que se avecina, ellos van ahora no sola-
mente a tomar los dulces, sino también a capturar los
27
corderos y llevarlos a un corral imaginario, donde
podrán asegurarse que al final de cada ronda tienen el
alimento disponible y con ello ganar el juego.
22.A los corderos se les dice que cuando son captura-
dos por los humanos se deben dejar conducir hacia el
corral imaginario y quedarse allí bajo el cuidado de los
humanos. Mientras que con los lobos se debe seguir
jugando como en la primera ronda, es decir, no se
pueden ir con los lobos.
23.Finalmente a los lobos se les dice que deben seguir
jugando de la misma manera.
24.Con las nuevas instrucciones claras para cada
grupo, llevarás a cabo las próximas tres rondas de caza
y de comida, hasta completar, junto con las tres anterio-
res, seis rondas en total.
25.Esto cambia la dinámica del ejercicio de la caza, que
para los humanos, deja de ser una actividad de supervi-
vencia para convertirse en una acción que tiene
además el objeto de acumular. Con lo cual, los lobos
empiezan a ser excluidos y a sentirse amenazados, lo
que genera la aparición de cambios en la forma en la
que estos últimos responden ante la caza. Y cambia la
relación de los humanos con los lobos.
26.Recuerda que tú como facilitador, debes estar muy
atento para que observes quién se alimentó y quién no
o qué cordero se quedó sin dulce, porque en estos
casos, las personas deberán salir del juego. Para ello
debes verificar en cada grupo a la hora de comer:
¿Quién no comió? o ¿quién se quedó sin dulce?; así
mismo deberás recoger los dulces de quienes no los
hayan comido, en representación de que ya se alimen-
taron.
27.Cuando finalicen todas las rondas debes invitar a los
grupos a reflexionar sobre lo ocurrido. Puedes pregun-
tarles sobre sus emociones y pensamientos entorno a
las tres primeras rondas y las tres últimas, en donde
cambian las reglas y sobre el contraste entre ambas
situaciones: la de cazar en iguales circunstancias lobos
y humanos y aquella en la que humanos se apropiaron
de los corderos.
28.Dentro de esta reflexión puedes explicarles el texto
guía con el que hemos comenzado el presente módulo.
Y relacionar la actividad con el proceso de construcción
de la imagen del enemigo, la justificación cultural de la
apropiación, la exclusión, la discriminación, el uso de la
violencia con el objetivo de eliminar al enemigo y demás
elementos trabajados en el texto guía. Para esto es
bueno, que tú como facilitador tengas claros estos plan-
teamientos.
29.De igual forma puedes conformar una plenaria sobre
la experiencia de cada uno de los actores que participa-
ron, lobos, corderos y humanos cazadores, y los
elementos que aparecieron en el juego. En este espa-
cio los observadores también tienen un papel importan-
te, pues sus aportes favorecen la reflexión que se hace
del juego desde una perspectiva más neutral. De tal
forma, se recogen los aportes de las personas siguien-
do una metodología constructivista, que facilite la identi-
ficación, por parte de los miembros del grupo, de los
elementos fundamentales presentes en el juego y su
relación con la violencia. Ver anexo 1.1. Preguntas
orientadoras de la reflexión.
30.Por último, puedes cerrar la reflexión con la lectura
del cuento de la versión del Lobo en Caperucita Roja,
como una manera de mostrar que los excluidos
también tienen una historia que contar pero que obvia-
mos y silenciamos para justificar la agresión. Ver anexo
1.2.
RECOMENDACIONES:
• Es importante que menciones a los jugadores que
cada uno tiene su propio ritmo, por ello debe respetar-
se la condición del otro y ser cuidadosos con sus
acciones.
• Puedes anexar reglas claras de interacción entre los
grupos para evitar acciones violentas o accidentes y
tener algunos elementos de primeros auxilios por si
se requiere.
• Recuerda enfocar la reflexión hacia los objetivos
orientadores de la actividad: ¿cómo se origina la
apropiación y la exclusión? a partir de las emociones
surgidas de la experiencia en cada uno de los partici-
pantes, las dinámicas que tales emociones van dán-
dole al juego y a las estrategias de cada grupo.
• Como puedes ver este juego requiere que como
facilitador tengas muy claras las instrucciones y que
así mismo, puedas transmitírselas a los participantes
de forma clara.
28
Igualmente es importante que tengas también en
cuenta, que las indicaciones pueden variar y puede
requerirse modificar las instrucciones o crear otras,
según el tipo de población a la cual estés dirigiendo la
actividad.
• Lo que respecta a los distintivos, los dulces y la
propuesta de dar un premio al grupo ganador, si ves
pertinente modificar algo según los objetivos que orien-
ten tu acción, ello queda a tu imaginación y a tu consi-
deración.
• Finalmente, te recordamos que el tiempo de las
rondas de caza y de comida puede variar según vayas
viendo que se dan las dinámicas en el grupo, puesto
que si es un grupo de jóvenes es muy probable que
cada integrante se alimente de forma más rápida que si
es un grupo de personas de mediana edad o edad
avanzada, por lo que puede ser un minuto, dos o hasta
tres, según la rapidez con la que se cumpla el objetivo
de alimentarse.
CUARTA ESTACIÓN: EL TRIÁNGULO DE LA
VIOLENCIA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Vamos a
favorecer la comprensión de la estructura de la violen-
cia en la sociedad, con el fin de entender de manera
más compleja el origen de esta y las causas que la
generan, identificando las condiciones estructurales y
simbólicas que alimentan la violencia política en el país.
TIEMPO APRÓXIMADO: 2 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Documento sobre tipos de violencias
- Rejilla o formato para análisis de formas de violencia
- Hojas
- Lapiceros
- Marcadores
- Papelografo o tablero
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Comienza haciendo una presentación general del
tema a tratar.
2. Recoge en lluvia de ideas la definición que los partici-
pantes hacen del termino violencia.
3. Ir escribiendo en fichas bibliográficas palabras claves
que aparecen en las definiciones de las personas y
complementarlas con otras como: pobreza, terror,
hambre, homicidio, humillación, golpe, desempleo,
enfermedad, abandono, violación, desigualdad,
4.Grafica el triángulo de la violencia poniendo los
elementos de violencia estructural en la base, en la
punta la violencia directa (que es la que más fácilmente
aparece) y a los lados, la violencia cultural e ideológica,
que sostiene y justifica las otras formas de violencia.
5. Ve ubicando las fichas escritas por la gente, con las
palabras derivadas de la conversación inicial, con el fin
de que el mismo grupo las vaya ubicando dentro del
triángulo según el tipo de violencia a que corresponda.
6. Luego de que este tema quede claro, procede a
dividir el grupo de personas en subgrupos.
7. Entrega una rejilla en la que se presentan los tipos de
violencia y las formas de expresión. (Ver anexo 3).
8. Pídeles que tal rejilla sea llenada con ejemplos sobre
la manera en que diferentes tipos de violencia se expre-
san en lo estructural, lo simbólico, lo cultural y la violen-
cia directa.
9. Anímalos a que ilustren la violencia simbólica y cultu-
ral, a través de frases, dichos, expresiones que den
cuenta de cómo se legitima esa forma de violencia en la
cultura.
10. Repasa con el grupo el documento de apoyo teórico
del presente módulo.
11. Recoge el trabajo realizado por los subgrupos.
Grafica en el tablero el mismo cuadro y ve recogiendo
en este el aporte de los grupos hasta armarlo con el
contenido de cada una de las violencias.
12. Puedes hacer énfasis en la violencia estructural
como una negación de la satisfacción de necesidades,
lo cual tiene un carácter excluyente que termina siendo
legitimado a través de prácticas culturales.
13. Redondea el ejercicio recogiendo en el grupo la
relación que encuentran entre lo visto sobre el contexto
colombiano y las formas de violencia.
RECOMENDACIONES:
• Es importante que en la exposición magistral puedas
hacer una clara distinción sobre cada uno de los tipos
de violencia, para que luego las personas puedan tener
elementos para realizar el ejercicio propuesto.
• Otra variación de la actividad puede ser asignar un
tipo de violencia por cada subgrupo para que sea expli-
cado y ejemplificado en exposición al resto de los
participantes.
29
• Por último, valdría la pena llevar la reflexión a la vida
personal, por tanto puede ser útil pedirle a las personas
que revisen en su vida cotidiana y en la educación que
promueven en el hogar, las formas en que cada uno y
cada una, ha incorporado y legitimado parte de estas
violencias.
• Finalmente sería importante que tengas en cuenta que
la reflexión hecha sobre este tema, se puede ir anclado
a elementos del contexto y a las actividades realizadas
previamente, buscando analizar los aspectos que en
estas aparecieron y que están relacionados con la
exclusión, la apropiación y la manera en que esta
conducta motiva emociones que activan la violencia.
QUINTA ESTACIÓN: RITUAL DE CIERRE
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Para cerrar la
experiencia del día y favorecer la sensibilización en
torno al compromiso vamos a ritualizar el proceso que
se inicia para visualizar el trabajo de acompañamiento
en sus comunidades y organizaciones. Esta actividad
se realiza con el fin de hacer un cierre al trabajo y
conectar la dimensión espiritual y emocional de las
personas.
TIEMPO APRÓXIMADO: 30 minutos
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Mapa del territorio
- Velón, velas para cada participante
- Fichas bibliográficas
- Marcadores
- Cinta de enmascarar
-Letra de la canción: Yo vengo a ofrecer mi corazón de
Fito Páez
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Busca un espacio adecuado, un lugar que sea íntimo,
un espacio al aire libre en contacto con la naturaleza,
una capilla, o prepara el salón con una estética diferen-
te que posibilite el encuentro, donde el grupo se pueda
recoger y convoque al silencio y la reflexión.
2. Dispone el grupo en círculo alrededor de un mapa de
la ciudad, municipio o territorio donde está desarrollan-
do este proceso, invitando a los participantes a recono-
cerlo. Dale sentido el estar en círculo en torno a ese
mapa que representa el lugar donde vivimos, donde se
ha desarrollado parte de la vida, donde cotidianamente
tenemos nuestras relaciones y nuestros sentidos.
3. Después, en un segundo momento, pídeles a las
personas que cierren por un momento los ojos y motíva-
las para que se conecten con lo más profundo de su ser,
con su yo íntimo, con la idea de Dios, energía creadora
o la idea que cada uno tenga, que se conecte con su
dimensión espiritual. En este momento es importante
que se intente reconocer el sentido o las motivaciones
profundas que les han traído a participar como promoto-
res y promotoras psicosociales, y lo que esto implicaría
en su territorio, que está representado en el mapa.
4. Después de abrir los ojos nuevamente, pide a los
participantes que observen el mapa, se conecten con
ese territorio, con las personas que lo habitan, con toda
su historia y todo el dolor que ha vivido por el conflicto
armado. Luego cada uno escribirá en fichas bibliográfi-
cas el nombre de las organizaciones, veredas, barrios o
comunidades que están representando para pegarlas
sobre el mapa y tomar conciencia que somos actores
sociales de paz, apoyo moral, reconstrucción de tejido
social y reconciliación en el territorio.
5. Luego entrega a cada uno una vela y pídeles que la
enciendan.
6. Cada uno y cada una se pondrán de pie sobre el
mapa, en ese momento debe expresar en voz alta cuál
es su aporte a la reconstrucción del tejido social, a la
reconciliación, a la justicia y la equidad o al futuro de su
territorio.
7. Después de hacer su declaración/compromiso los
participantes ubicarán sus velas alrededor del mapa.
Este debe quedar rodeado por la luz. Es importante
que en ese momento acompañes con una breve
reflexión sobre la luz que rodea al territorio y el papel
que ellos y ellas van a cumplir como promotores psico-
sociales.
8. Al hacer la reflexión puedes acompañar el momento
final de este ritual con la canción de Fito Páez, “Yo
vengo a ofrecer mi corazón”, e invitar a cantarla
alrededor del mapa y las velas encendidas.
30
RECOMENDACIONES:
• Los espacios rituales sirven para promover la integra-
ción emocional de los asuntos trabajados, es importan-
te que cuentes con un espacio adecuado y un clima de
introspección que ayude al objetivo.
• Para el éxito de una actividad ritual es fundamental tu
disposición como facilitador. Tú promueves con tu
actitud la creación de un espacio de recogimiento y
profundización que conecte con dimensiones interiores
de las personas, que a su vez, se conectan con los
sentidos de las actividades y con el propósito mismo de
la formación.
• Es importante que las personas entiendan tales activi-
dades dentro de un ámbito espiritual diverso, con el fin
de que las personas que profesan diferentes creencias
religiosas no se sientan violentadas.
NUESTRA EXPERIENCIA DE VIAJE
COMO FACILITADORES EN EL
RECORRIDO DE HOY
La violencia en el país ha sido una expresión de los
valores e ideas propios de la cultura patriarcal, que ha
estado sustentada por un modelo económico que se ha
encargado de legitimar relaciones de competitividad y
acumulación como signo del éxito, favoreciendo con
ello el surgimiento de emociones y la actuación de estas
a través de acciones de eliminación y de exclusión de lo
diferente. Esta es una manera de relacionarse que se
ha instaurado en la cultura que ha privilegiado valores e
ideas propias de una cultura patriarcal.
Las formas de violencia en el país y especialmente la
violencia sociopolítica ha sido una expresión de esta
dinámica cultural y relacional en la que la apropiación o
acumulación de la tierra ha sido uno de los motivos del
surgimiento de grupos armados y de una gran cantidad
de víctimas que hasta hoy suman casi 6 millones de
población desplazada, 90 mil desaparecidos, 540 mil
homicidios, entro otros. (Informe del registro acumula-
do por la Unidad para la Atención Integral a las Víctimas
–UARIV-).
Este módulo invitó a entender la violencia como un
fenómeno complejo y a empezar a vislumbrar todos sus
aspectos profundos y sus condicionamientos históricos
para empezar a tomar conciencia frente a la realidad.
Además, busca entenderla más allá de los hechos
visibles que han empañado la historia del país y la
propia experiencia de vida de los participantes, ponien-
do el acento en todos aquellos elementos invisibles,
pero fundamentales que han alimentado el terreno para
que la violencia directa se exprese.
31
Por tal motivo, consideramos que recoger la historia del
país y visibilizar los hechos que se han repetido de
manera transformada durante siglos, favorece que las
personas empiecen a comprenderse como sujetos
históricos portadores de una historia más amplia que la
personal, y que aunque no se conozca, se padece y se
actúa.
Uno de los asuntos que implica ser víctima del conflicto
y que hace parte del sufrimiento de las personas es la
dificultad para encontrarle sentido a los hechos experi-
mentados, pues la mayor parte de las veces, las vícti-
mas hacen parte de la población civil, sin ningún vínculo
con grupos armados o con acciones que pudiesen
poner en peligro su vida. Por lo tanto, a las víctimas se
les hace difícil darle un sentido a esa historia, entender
lo que ha pasado, significarlo e integrarlo a sus vidas,
esto hace, entre otras cosas, que los duelos se compli-
quen; en este sentido, poder entender el contexto,
ayuda a dotar de significado la historia vivida, permite
empezar a atribuirle elementos que desindividualicen
parte de tal experiencia, para asignarle un sentido
social y político.
En particular el juego del lobo permitió que los y las
participantes reflexionaran el tema de la desigualdad, la
escasa solidaridad, y de manera especial lo vincularon
con el accionar de los grupos armados, viendo los lobos
y los humanos como los grupos armados y a los corde-
ros como las comunidades victimizadas. De allí surgie-
ron sentimientos de culpa que los llevaron a preguntar-
se sobre: “la posibilidad que tuvieron de salvar más
vidas si hubieran compartido el alimento”, así mismo
vieron en el juego un símil con el conflicto: “el juego es
como la guerra y en esta, las personas no tienen tiempo
para pensar, porque pone a las personas y a la comuni-
dad en la lógica de sálvese quien pueda”. Otras
reflexiones que también prevalecieron fueron las
relacionadas con el acaparamiento, la exclusión y la
ausencia de solidaridad:
• “Señalamos y señalamos y no tenemos la cabeza
para pensar qué repartirnos, sino qué nos van a
quitar”
• “Se asemeja en el contexto como líderes, muchas
veces vemos la oportunidad y no la ofrecemos, a la
vez somos víctimas y le echamos la culpa a la
institucionalidad y no lo entendemos”
 ANEXOS - MÓDULO 2
ANEXO 1
Juego: El lobo
Instrucciones para las primeras tres “Rondas de
caza”
Para los lobos: En esta ocasión ustedes van a repre-
sentar una manada de lobos que convive cerca de los
humanos, se señalará al grupo de humanos para que
los identifiquen. Ustedes son libres de cazar y comer
junto con ellos cuando lo requieran. En la hora de
comer, podrán alimentarse de los corderos, se señalará
al grupo de corderos, ellos van a tener suficiente
comida en su cuerpo para que cada uno de ustedes se
alimente. Recuerden que en cada ronda deben tomar
solamente un dulce/confite para su alimentación. Quién
no tenga su ración de alimento, deberá salir del juego.
Para los cazadores: Ustedes son parte de una comuni-
dad de cazadores que no vive en un mismo sitio, sino
que para sobrevivir, decide migrar de la misma forma en
la que lo hacen los corderos de los cuales se alimentan,
el facilitador señalará al grupo de corderos para que los
identifiquen. Cada uno de ellos tendrá suficiente comida
para que ustedes se alimenten, pero lo anterior incluye
el hecho de que otros animales que también se alimen-
tan de estos corderos, como los lobos, señalando el
grupo de los lobos, están invitados a la hora de comer y
pueden comer junto con ustedes cuando lo requieran.
Recuerden que en cada ronda deben tomar solamente
un dulce/confite para su alimentación. Quién no tenga
su ración de alimento, deberá salir del juego.
Para los corderos: Ustedes serán una manada de
corderos con muchos peligros a su alrededor, resulta
que los lobos y los cazadores, señalando a cada grupo
respectivamente para que los identifiquen, quieren
alimentarse de ustedes; por eso deben huir y evitar que
se alimenten de ustedes en la medida de lo posible. Sin
embargo, tendrán en sus cuerpos suficiente alimento,
dulces/confites, para alimentarlos por un tiempo, pero
cuidado, el cordero que se quede sin alimentos deberá
salir del juego.
Instrucciones para las últimas tres “Rondas de
caza”
Para los lobos: Hasta ahora han logrado sobrevivir, en
esta nueva ocasión deben seguir manteniéndose con
vida, pero mucho cuidado, estén atentos porque algo
podría cambiar.
Para los corderos: Lo han hecho muy bien, han logra-
do mantenerse con vida, pero cada vez tienen menos
alimento en su cuerpo, por eso deben seguir cuidándo-
se de los lobos y los cazadores. Sin embargo, algo va a
cambiar, cada vez que los atrape alguien del grupo de
los humanos cazadores, identificados con cinta roja o
del color seleccionado, ustedes deben quedarse quie-
tos y evitar poner resistencia, deben dejarse conducir
hacia donde ellos los lleven.
Para los cazadores: Hasta ahora lo han hecho muy
bien y han logrado sobrevivir, pero ahora pueden cam-
biar las cosas y se acercan tiempos de escasez. Por
esto ustedes van a cambiar sus formas de sobrevivir:
ustedes quieren establecerse en un mismo sitio, asegu-
rar el alimento y sobrevivir más tranquilamente; para
ello, no pueden permitir que el rebaño de corderos se
siga desplazando, por eso deben ingeniárselas para
recolectar la mayor cantidad de corderos, llevarlos a un
corral imaginario, de forma tal que los lobos no puedan
acceder a ellos, puesto que con esto ustedes lograrán
asegurar el alimento para varias rondas. Tendrán cinco
minutos para que piensen qué van a hacer, antes de
que la hora de la caza comience de nuevo.
ANEXO 1.1.
Preguntas guía para la reflexión:
• ¿Qué sintieron los lobos, los cazadores, los
corde ros en el primer momento?
• ¿Cómo se sintieron los grupos en el segund
o momento?
• ¿Qué piensan que ocurrió para que se sintieran
diferente?, si ese fue el caso
• ¿Cuál es el papel del lobo y cuál es la imagen que
se tiene de él en ambos momentos?
• ¿Cuál es el papel que desempeñan los seres
humanos?
• ¿Quién es el enemigo?
• ¿Por qué creen que en el juego los cazadores
quieren excluir al lobo y cuál es la razón por la que
quieren tomar esta decisión?
• ¿Qué sucedió para que se diera este final y si el
enemigo es el lobo, qué diría?
ANEXO 2
La versión del lobo en el cuento de caperucita roja
El bosque es mi hogar. En él vivo y me importa mucho
este lugar. Lo amo con todo mi ser y trato de mantenerlo
siempre cuidado y limpio. Me gustan mucho las flores
silvestres y los nuevos brotes verdes de los árboles. Un
día de sol, mientras estaba yo limpiando la basura que
unos turistas desaprensivos habían dejado en un claro
del bosque, escuche pasos. Como podía tratarse de
algún peligro, corrí a esconderme detrás de un árbol.
Entonces vi una pequeña niña bajando por el sendero.
Llevaba una canasta colgada de uno de sus bracitos y
cortaba las flores y hojas tiernas que a su paso encon-
traba.
32
No podría asegurar por qué, tal vez por esa actitud, De repente, la puerta cayó destrozada y apareció el
quizás porque estaba vestida de una forma muy rara, guardabosque con un hacha. Lo mire y me quedó claro
toda de rojo y con su cabeza cubierta, como si quisiera que yo estaba en problemas. Había una ventana abier-
que nadie supiera quién era ella, lo cierto es que ta detrás de mí y huí por ella rápidamente. Me gustaría
desconfíe de aquella niña. decir que ese fue el final de la historia. Pero la abuelita
Naturalmente la detuve y le pregunte quién era, de nunca contó mi versión de lo ocurrido. Se corrió la voz
dónde venia y adonde llevaba todo eso. Me contesto de que yo era malo y desagradable. Todo el mundo
con una extraña historia sobre su abuelita y la canastita comenzó a evitarme. No sé qué fue de aquella niña con
con el almuerzo que le llevaba. esa extraña vestimenta roja, pero si quieren saber algo
de mí, desde entonces no he vuelto a vivir tranquilo y
Parecía una persona honesta, pero estaba en mi queri- feliz.
do bosque, cortando mis flores y brotes tiernos, y cierta-
mente parecía sospechosa con esa vestimenta que
llevaba. Por eso decidí que debía enseñarle que no
estaba bien andar por el bosque ocultando su cara y
cortando flores y brotes verdes. La deje seguir camino,
pero corrí, adelantándome, hasta la casa de su abuela.
Cuando vi a esa linda viejecita, le comente lo que había
pensado, y ella estuvo de acuerdo en que su nieta
necesitaba una pequeña lección. Acordamos que no se
dejaría ver hasta que yo la llamara y por eso se escon-
dió debajo de la cama.

Cuando llego la niña y abrió la puerta, la invite a pasar

al dormitorio, donde me había acostado vestido como
su abuelita. La niña entró acalorada y al verme me dijo
algo desagradable sobre mis enormes orejas. Ya me
habían insultado antes y por eso trate de suavizar las
cosas, sugiriendo que mis enormes orejas me ayuda-
rían a oírla mejor. Mi intención era darle a entender que
ella me agradaba y por eso quería prestar mucha aten-
ción a lo que me decía. Pero ella hizo otro comentario
agraviante sobre mis ojos saltones. Se imaginarán
como me estaba comenzando a sentir respecto a esta
niñita que, bajo una apariencia bella, escondía a una
persona muy agresiva y desagradable. Aun así trate de
superar mi enojo, diciendo que mis grandes ojos me
ayudaban a verla mejor. Su siguiente insulto realmente
me llego.

Ocurre que mis dientes me acomplejan mucho y esta

niña se rio de ellos señalando lo grandes que eran.
Ahora sé que debía haberme controlado, pero no lo
hice. Salte de la cama y le aullé que mis dientes eran
para comerla mejor. Para no seguir ocultándome en un
disfraz, me había quitado la ropa de la abuela, pero esto
agravó aún más las cosas.

33
 ANEXO 3
Rejilla

Violencia estructural Violencia directa Violencia cultural y simbólica

Violencia Exclusión en la toma de las Eliminación del “Terroristas vestidos de civil”.
política decisiones públicas sobre los contrario, el “Hay que acabar con los oligarcas” .
territorios y los recursos. enemigo.

Violencia de Exclusión en las relaciones de Golpes, insulto “A la mujer hay que pegarle todos
género poder y distribución de roles control del dinero, los días, porque si uno no sabe,
entre hombres y mujeres. etc. ella sí”.

“Las mujeres no sirven para

gobernar porque son muy
emocionales”.

Violencia Control sobre el cuerpo, la Abuso sexual, “Las mujeres se visten como
sexual reproductividad y la violación . cualquieras. Por eso se ganan lo
sexualidad. que les pasa”.
Exclusión de la diferencia.
“A la mujer en casa, nada le pasa” .

Violencia Exclusión de la diferencia, Pandillismo, “¿Y cómo voy yo ahí?”

social exclusión del acceso a delincuencia
derechos. “El vivo vive del bobo”

“A papaya puesta , papaya partida”.

Violencia Adulto centrismo; exclusión de Golpes, castigos
intrafamiliar los niños, niñas y jóvenes de indiscriminados
la toma de decisiones que
afectan sus vidas; control
sobre la vida y el desarrollo de
la identidad de los niños, niñas
y jóvenes.
“Yo soy la madre y puedo hacer
con mis hijos lo que me de la
gana”.
“No opine , que están hablando los
adultos”.

34
 MÓDULO
3

ENFOQUE PSICOSOCIAL PARA EL

ACOMPAÑAMIENTO A VÍCTIMAS DE
VIOLENCIA POLÍTICA

MAPA DE LA
JORNADA
Las actividades propuestas en el presente módulo
están encaminadas a que los/las participantes puedan
adquirir una comprensión general del enfoque psicoso-
cial del acompañamiento a víctimas de violencia políti-
ca, que les permita reflexionar desde una perspectiva
más integral, en la cual no se individualice el sufrimiento
de las personas, sino que se reconozca el contexto
sociopolítico, los escenarios de exclusión y desprotec-
ción que acompañan la realidad de las víctimas. Para
responder a este propósito, se presenta un documento
base que orienta sobre los aspectos centrales de este
enfoque de acompañamiento y servirá al facilitador y a
los/las participantes como guía para las reflexiones.
Por último, este módulo busca potenciar y desarrollar
habilidades en las/los líderes/as para el acompaña-
miento psicosocial, que se profundizará a lo largo del
diplomado, para discutir sobre la salud mental de las
víctimas y superar visiones simplistas que hacen de las
víctimas sujetos de atención médica y/o psicológica
durante sus procesos de sanación y elaboración del
duelo, desde una perspectiva individualista y patologi-
zante. No se puede ignorar que la guerra genera daños
y dolores, pero este también se puede transformar en
fuerza y resistencia, que les permite a las personas salir
del lugar de postración. La experiencia nos muestra
que, en muchas ocasiones, lo que necesita un alto
porcentaje de las personas víctimas/sobrevivientes es
tener un espacio de confianza para compartir su histo-
ria, la validación de su dolor y un acompañamiento
solidario que dignifique su vida, la de su familia y su
comunidad.
NUESTRO PUNTO DE LLEGADA EL DÍA DE HOY
1.Al final de esta etapa del camino habremos desarro-
llado una comprensión general del enfoque psicosocial.
2.Podremos reconocer e identificar experiencias de
apoyo psicosocial en otros contextos.
APOYO TEÓRICO
ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL A
VÍCTIMAS DE VIOLENCIA POLÍTICA
Cuando hablamos de “lo psicosocial” tenemos que decir
que se trata de una perspectiva conceptual, ética y
metodológica que concibe al ser humano no como un
individuo aislado, sino como un sujeto en relación y en
construcción con otros/as. Por esta razón el acompaña-
miento psicosocial, elige no mirar a las personas como
individuos separados, solos/as, sino en relación con su
entorno vital, con su comunidad. Esto implica entender
que el ser humano está en construcción permanente y
su vida emocional es afectada y construida positiva o
negativamente, en relación con sus contextos familia-
res, sociales, políticos, culturales e históricos. Pues la
forma como se construyen las relaciones en una socie-
dad, en una comunidad humana, va a implicar el tipo de
personas que viven en esa sociedad: la realidad
sociopolítica e históricocultural no está separada del
sujeto.
El acompañamiento psicosocial en contextos de
violencia sociopolítica, no se puede centrar
exclusivamente en desarrollar estrategias y acciones
que ayuden a superar las consecuencias emocionales,
dolor, rabia, desesperanza, miedo; ya que estas reac-
ciones no son aisladas del mundo relacional y social. Si
nos centramos solamente en las vivencias personales o
en sus expresiones sintomáticas podemos llegar a
individualizar el sufrimiento en las personas y no reco-
nocer los contextos de exclusión, desprotección y
vulnerabilidad en el que viven y que también requieren
transformaciones.
Lo anterior no implica desconocer que las situaciones
que las personas viven dentro de la guerra obligan una
reconstrucción emocional, espacios de elaboración del
dolor y consecución de herramientas que lo/la fortalez-
can e impulsen a retomar su proyecto de vida. Pero
igualmente se requieren dinámicas comunitarias que
favorezcan iniciativas más colectivas, donde la gente se
vincule de manera activa en la construcción de alternati-
vas viables a favor del propio bienestar emocional y el
de otros.
Es fundamental que se empiece a trabajar desde una
perspectiva más integral, que supere las visiones psico-
logistas que solo ven enfermedad o trastorno en las
víctimas y no reconocen que son reacciones normales
ante un medio absolutamente hostil, como es la guerra.
Abordar solo lo psíquico con las víctimas del conflicto
armado, implicaría desconocer que en este tipo de
situaciones hay un contexto social y político que está
victimizando a las personas y comunidades.
36
Esto implica trabajar sobre el fortalecimiento de los
lazos sociales, la generación de espacios comunitarios,
de organización y apoyo mutuo, con el fin de resistir a la
situación anormal, que implica la guerra, afrontarla con
el mínimo de daños para la persona.
Por lo tanto, quien decide acompañar un proceso psico-
social, no debe ser ajeno o extraño, debe ser parte o
insertarse en el marco de esa realidad para compren-
derla desde adentro, desde sus propias determinacio-
nes y así interactuar desde los saberes y dinámicas de
ese espacio social. Con esto se puede lograr que a la
hora de observar, diagnosticar y emprender acciones,
se tenga en cuenta no solo sintomatologías o trastor-
nos, sino también procesos colectivos de exigencia de
derechos, factores de resiliencia individual y comunita-
ria, que constituyen a sujetos empoderados, seres
humanos en proceso de construcción y de afirmación
de su propia identidad; es decir, sanos, vivientes, sobre-
vivientes, que a pesar, incluso, de algunos síntomas,
tienen la capacidad de sobreponerse al dolor y al sufri-
miento, para afrontarlo, transformarlo y transformarse a
sí mismos y a la sociedad en que habitan.
Para el acompañamiento psicosocial se requieren
métodos colectivos, participativos que tengan en cuenta
las necesidades, demandas, fortalezas y vulnerabilida-
des de la comunidad. En esta línea, el enfoque y la
perspectiva psicosocial se presentan como la construc-
ción de un modelo de intervención e investigación que
reclama una perspectiva integradora, que posibilite un
diálogo abierto y riguroso con profesionales de diversas
áreas; así como de esfuerzos cada vez más articulados,
a manera de procesos que involucran a las personas, a
las comunidades, a la sociedad y al Estado.
Quien acompaña debe tener una opción fundamental
por el otro/a, la persona vulnerable, la víctima, el exclui-
do/a, el/la invisible y silenciado/a, para que no termine
realizando una acción mecánica de intervención orien-
tada al desarrollo de proyectos y cumplimiento de
metas; sino desde las necesidades, demandas, fortale-
zas y posibilidades de la gente, de una forma participati-
va como sujetos de su propia historia y su propio desa-
rrollo.
El proceso debe conducir al empoderamiento colectivo
y al fortalecimiento comunitario, de tal manera que las
víctimas puedan abandonar esta condición y se
conviertan en ciudadanos y ciudadanas, sujetos de su
propio bienestar y desarrollo, con la capacidad de
conversación con las instituciones sociales y estatales,
pero al mismo tiempo con la capacidad de reivindicar
sus derechos y luchar en contra de la injusticia, constru-
yendo marcos de inclusión, justicia y respeto a los dere-
chos humanos.
Esto configuraría un proceso psicosocial que permitiría
afirmar que se ha logrado la recuperación de la dignidad
de la persona y su transformación subjetiva hacia su
desarrollo humano y el cambio social.
Esta valoración también pasa por la actitud de quien
acompaña y la forma en que construye su vínculo con
las personas. Lo que permite reafirmar que además de
la técnica, la profesión y el dispositivo metodológico, el
vínculo que se construya en el proceso, la calidad y la
calidez de la relación, son fundamentales en la acción
psicosocial. El acompañante, descubre el valor y poder
de la comunidad y hace un vínculo comprometido; no
desde las técnicas, sino desde la generación de relacio-
nes de horizontalidad, confianza y trato digno, que posi-
bilita potenciar iniciativas desde el mismo proceso.
Principios y marcos de acción para el
acompañamiento psicosocial
(Cfr. Villa & González, 2012):
Dignificación: La persona es afectada y puede mani-
festar síntomas y expresiones simbólicas de la situación
límite. Pero mirado en contexto, la mayor afectación de
los sujetos y la mayor posibilidad de recuperación tiene
que ver con la dignidad. Las personas, sus familias y
comunidades son golpeadas en su dignidad, y por
tanto, una acción psicosocial debe buscar la dignifica-
ción de los y las sobrevivientes con el objetivo de
reconstruir y/o fortalecer sus procesos resilientes y sus
proyectos de vida.
Apoyo mutuo: En el sujeto está la energía básica para
transformar su realidad y su mundo, y muchas veces lo
que necesita es participar en espacios de apoyo, en los
cuales pueda darse el lugar a formas de expresión que
ayuden a reconstituir la vida emocional de la gente,
pero por otro lado normalicen dinámicas comunitarias y
favorezcan iniciativas más colectivas.
Recuperación de la memoria: Reconocimiento social
de la injusticia, el hacer público el testimonio y el dolor,
tiene una dimensión reparadora para la víctima. Que
los procesos le permitan a la gente una visión de sí
mismo y del otro, desde la capacidad, la valía y la resis-
tencia.
Desarrollo Humano Integral: Las personas tiene
necesidades vitales que necesitan suplir para que
pueda vivir dignamente y potencializarse; cuando estas
no son protegidas y garantizadas, las personas no
logran equilibrar su desarrollo individual y colectivo, en
relación con el bienestar integral, ni pueden ser suje-
tos/actores que intervienen en las decisiones que les
afectan.
37
Enfoque de derechos: El acompañamiento psicosocial
en tanto entiende que hay un contexto que victimiza a
las personas y comunidades, tiene una condición políti-
ca que supone formación de ciudadanía, fortalecimiento
de la sociedad civil y procesos de exigibilidad de dere-
chos. En los procesos de acompañamiento, se debe
tener presente la demanda de derechos y justicia por
parte de las personas victimizadas, ya que es una nece-
sidad de estas, en el sentido de que la impunidad, la
falta de verdad y falta de reparación, revíctimiza y
profundiza las ofensas, extendiéndolas en el tiempo y a
otras generaciones.
Reconstrucción del tejido social: las iniciativas colec-
tivas se ven alteradas con la guerra, por eso se impul-
san y apoyan las iniciativas de la gente que impliquen la
reconstrucción organizativa y que tengan que ver con
buscar transformaciones desde las iniciativas de movili-
zación y resistencia.
Algunos apuntes para tener en cuenta en el
acompañamiento psicosocial
* Formación política para la concientización y la acción
en procesos de construcción de lo público y del Estado
que conduce a un fortalecimiento de la participación
ciudadana y posibilita un ejercicio de interlocución con
las múltiples instancias del Estado. Esto implica
también: apertura de espacios para la movilización
pública y la reivindicación de derechos, posibilitando
una visión de sí mismos/as como sujetos políticos en el
ejercicio de una ciudadanía plena.
* Los procesos de memoria colectiva permiten la cons-
trucción de conciencia histórica de los sujetos; además
de la construcción de identidades incluyentes que
conduzcan al respeto por la diferencia, la justicia y la
equidad; posibilitan la reconstrucción de marcos, tradi-
ciones, costumbres y referentes culturales que generan
una mejor valoración de la propia cultura.
* Es importante incluir ejercicios de solidaridad para la
generación de procesos económicos colectivos y
cooperativos que permitan trasformar relaciones de
explotación e inequidad estructural.

* Las acciones y estrategias para la restitución emocio-

nal, que pueden ser individuales o colectivas, pasan por
no patologizar a los sujetos y por ofrecer una mirada
amplia de los hechos y de la propia historia que permi-
tan resignificar las afecciones a la luz de lo vivido.
Desde esta mirada el trabajo de duelo será también un
trabajo de memoria, donde se implica también lo grupal,
lo social y lo político.

* Es importante conocer, comprender y tomar conscien-

cia del tipo de población que se acompaña, reconocer
su historia, cultura e identidad. Esto posibilita una
estrategia que implica construcción de confianza y
acompañamiento a un proceso.

*Establecer una relación de horizontalidad, de encuen-

tro de seres humanos, dejando de lado títulos, rangos o
posiciones sociales, lo cual facilita la escucha, la empa-
tía, la contención y la confianza.

* Es importante contar con la fuerza, los valores, las

capacidades y recursos de la gente, para evitar dejar a
las personas o comunidad en una posición de depen-
dencia que no restituye su dignidad. Esto implica forta-
lecer sus potencialidades para que sean partícipes en la
solución de sus problemas.

* Apoyo a la gente en los procesos de reconstrucción de

lazos familiares, relaciones comunitarias y organizati-
vas. Esta implica el fortalecimiento de los colectivos y la
recuperación de sentidos de pertenencia.

38
 Acciones a evitar en procesos de
acompañamiento psicosocial a víctimas de
violencia política
* Atención centrada en el individuo sin tener en cuenta
sus contextos sociales, políticos, económicos y cultura-
les. Lo que suele conducir a la patologización de la
historia subjetiva para centrarse exclusivamente en
síntomas, diagnósticos y tratamientos. No se está abor-
dando un problema de salud, sino una problemática de
orden histórico, político y social.
* Perder de vista una perspectiva de derechos huma-
nos, que permita identificar los responsables y las nece-
sidades de justicia, verdad y reparación; las dinámicas,
objetivos, intereses, intencionalidades de los diversos
actores del conflicto armado.
* Banalización de lo psicosocial, cuando se entiende
como actividades genéricas de tipo comunitario, que no
permiten abordar ni el malestar subjetivo, ni una
reflexión profunda sobre los hilos que se tejen social-
mente en la generación de los daños.
* Actividades puntuales o proyectos de corta duración,
movidos por la necesidad de ejecución de recursos, o
por lógicas estatales o de cooperación internacional,
que movilizan dimensiones profundas de los sujetos,
sin posibilitar procesos y acompañamiento de larga
duración que faciliten la contención, el apoyo y la trans-
formación de realidades subjetivas y colectivas.
* Perder de vista que hay una dinámica dialéctica entre
la reconstrucción del tejido social, el fortalecimiento de
las redes sociales, la defensa de los derechos humanos
y la dimensión subjetiva, emocional, cognitiva y com-
portamental de los sujetos.
* Dejar de lado los procesos simbólicos, performativos,
lúdicos y rituales, que son alternativa a una terapia de
tipo occidental, centrada exclusivamente en el indivi-
dual y en la palabra.
Texto tomado y adaptado de los siguientes documentos:
Horizontalidad, expresión
saberes compartidos. Enfoque psicosocial en procesos de
acompañamiento a víctimas de violencia políticaColombia.
Autor: Juan David Villa Gómez
La acción y el enfoque
psicosicial de la intervención en contextos sociales:
¿Podemos pasar de la moda a la precisión teórica,
epistemológica y metodológica?.
Autor: Juan David Villa Gómez
NUESTRO SENDERO
PRIMERA ESTACIÓN: REFLEXIONANDO SOBRE
EL ENFOQUE PSICOSOCIAL
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Esta estación
será un espacio para propiciar que los/las participantes
adquieran elementos teóricos, metodológicos y de
reflexión frente al enfoque psicosocial en la atención y
acompañamiento a víctimas de violencia política.
TIEMPO APRÓXIMADO: 3 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Fichas bibliográficas
- Lapiceros
- Tablero o papelógrafo
- Marcadores
- Video: Circo de las mariposas
ttp://www.youtube.com/watch?v=P68NB8M1dZs
http://www.youtube.com/watch?v=od2lg1ZC20s
- Fotocopias del texto guía: Acompañamiento
psicosocial a víctimas de violencia política. Indicado al
inicio de este módulo.
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Para iniciar la actividad se parte de las opiniones y/o
experiencias de los asistentes frente al enfoque psico-
social. Se le solicita a cada participante que escriba en
una ficha bibliográfica qué entiende por enfoque psico-
social.
2.Luego se socializan los distintos conceptos. Debes
recoger y agrupar las fichas escritas por los y las partici-
pantes de acuerdo al tipo de respuestas, estas perma-
necerán visibles y se retoman al finalizar la actividad.
3.Proyección del vídeo: Circo de las mariposas. Antes
de pasar el cortometraje, ofreces la instrucción de
observar el proceso de transformación que vive el
protagonista y su relación con los dos circos.
4.Luego de ver el video, promueve la conversación
acerca de las sensaciones que surgieron durante la
proyección y sobre las ideas que suscitó. Recoge en un
tablero o en papelógrafo, lo que expresan los/las partici-
pantes.
39
5.Posteriormente se propicia un análisis dirigido del
video, profundizando en los siguientes elementos:
• Cómo la sociedad significaba al protagonista, Will, en
un inicio: ¿Qué cosas pensaban, hacían y cómo se
comportaban con él?
• ¿Cómo era el primer lugar donde estaba circo/parque
de diversiones y que le impedía o posibilitaba este
primer lugar?.
• RECOMENDACIONES:
Cómo fue el dueño del Circo de las Mariposas con Will,
¿cómo lo veía?, ¿cómo lo significaba?.
•¿Cómo era el segundo contexto, el vivido en el Circo
de las Mariposas?.
•¿Quiénes acompañaron en este proceso al personaje
principal, Will?
•¿Quién o quiénes influyeron en los cambios de Will?
•¿Cómo se parece esta historia a lo que nosotros/as,
realizamos a diario y/o a nuestra historia personal?
6.Divide el grupo en varios subgrupos, y pídeles que
realicen una lectura comentada del documento: Acom-
pañamiento psicosocial a víctimas de violencia política,
que está como texto guía del presente módulo. Al final,
es importante que hagas énfasis en lo que implican los
contextos, el empoderamiento, el apoyo, la solidaridad
y el enfoque psicosocial.
40
7.Para finalizar se retoman algunos apuntes de las
fichas bibliográficas con las que se empezó la actividad,
las lees en voz alta y en conjunto con todo el grupo vas
encontrando relaciones con lo leído en el texto, con lo
visto en el vídeo, de esta manera, puedes ir clarificando
los elementos centrales de lo que implica una perspecti-
va psicosocial del acompañamiento a las víctimas del
conflicto armado.
•Es importante que tengas claridad sobre los aspectos
principales del enfoque psicosocial, conocer y entender
el texto central del módulo para que puedas orientar la
discusión con el grupo y promover reflexiones desde las
experiencias vividas y aportes de los/las participantes.
• Es necesario que en la preparación de este módulo,
observes con detenimiento el vídeo, una o dos veces,
antes de realizar la actividad. Esto garantiza que tengas
claridades sobre los contextos que potencian y/o limitan
la transformación del protagonista, para reconocerlo.
• Este primer abordaje del enfoque psicosocial debes
seguirlo retomando y profundizando durante el proceso
de formación, puesto que implica una mirada teórica y
práctica que va más allá del sentido común que suele
dividir al individuo de su sociedad.
 SEGUNDA ESTACIÓN: SALUD MENTAL EN LAS
VÍCTIMAS DE VIOLENCIA POLÍTICA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN:
Reflexionaremos sobre cómo la guerra es un hecho
anormal que afecta la salud mental de las víctimas. Y
desde allí profundizaremos en las afectaciones de las
víctimas como reacciones normales frente a lo que les
sucedió y no como una enfermedad o trastorno.
TIEMPO APRÓXIMADO: 2 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Tablero o papelógrafo
- Marcadores
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Inicia formulando una pregunta a los/las asistentes:
¿El conflicto armado necesariamente (siempre) produ-
ce traumas y enfermedades mentales que deben ser
tratados necesariamente por psicólogos y psiquiatras?
2.Escribe en el tablero los puntos de vista de cada parti-
cipante, valorando sus conocimientos, preconceptos y
vivencias. Ellos expresarán su punto de vista en
relación con quién debe acompañar los procesos de
atención a víctimas del conflicto armado.
Posteriormente vas a preguntarle al grupo, cuáles son
las principales afectaciones que produce la guerra en
su salud mental que ellos reconocen desde su expe-
riencia. De nuevo recoge y escribe en el tablero las
principales afectaciones; procura evitar que nombren
situaciones diagnósticas, sino sentimientos, emocio-
nes, síntomas, intentando hacer una descripción feno-
menológica de las experiencias.
3.Al escribir las afectaciones sin avanzar a diagnósti-
cos, se pueden evidenciar una serie de vivencias, emo-
ciones, situaciones y procesos que corresponden a
experiencias de la vida humana, que forman parte de
las circunstancias de la vida y que en algunos casos
están relacionadas con el sufrimiento que se padece.
Por lo tanto, aclara y reflexiona con los/las asistentes
cómo estas afectaciones resultan ser reacciones
normales de las personas por las situaciones de dolor,
miedo, rabia e impotencia que les produce la guerra,
insistiendo en que lo anormal son las formas en las
cuales la humanidad ha decidido dirimir sus conflictos a
través de la violencia y el horror.
4.A partir de la discusión, se profundiza frente a lo que
se requiere para acompañar procesos de atención
psicosocial a víctimas de violencia política.
41
Ten en cuenta estos puntos para la reflexión:
• En la guerra, los actores armados tienen lógicas y
desarrollan estrategias que buscan aislar las personas,
crear una zozobra permanente, que imposibilita al
sujeto pensar, proyectar su futuro, preocuparse y/o
ocuparse de lo público. Todo esto con la finalidad de
desestructurar la comunidad, sus lazos de solidaridad y
así poder ejercer control y poder.
• No se puede ignorar que la guerra genera daños y
dolores, pero esto no se puede llamar enfermedad o
trastorno mental; no significa que las personas estén
enfermas ya que en su mayoría son emociones y senti-
mientos propios de los seres humanos.
• Estamos en una cultura donde llorar, estar triste, estar
solo es malo, nadie quiere saber del dolor del otro/a. La
gente se va quedando muy sola en su proceso de
duelo, lo que puede ir deteriorándola en sus diferentes
áreas de vida y relación cuando no es acompañada.
Esto desde una lectura patologizante puede verse
como una enfermedad.
• Las reacciones de las víctimas, son reacciones NOR-
MALES en situaciones ANORMALES como es la
guerra. Por lo tanto, no se pueden ver aisladas estas
problemáticas, ya que las personas forman parte de un
medio que las afecta. Muchos profesionales parten de
hacer diagnósticos y formulas de medicamentos, aleja-
dos de la situación sociopolítica que viven las personas.
• La salud mental se resume en la palabra: DIGNIDAD,
merecer vivir bien. Por lo tanto, no es la ausencia de
síntomas lo que se debe mirar en una persona víctima
de violencia política, porque aunque el dolor permanez-
ca como algo normal después de un hecho de barbarie,
este también se puede transformar en fuerza y resisten-
cia que le permite a las personas salir del lugar de
postración.
• Las personas víctimas no requieren necesariamente
intervenciones médicas y/o psicológicas para hacer un
proceso de sanación y elaboración del duelo. En
muchas ocasiones lo que necesitan las personas es
tener un espacio de confianza para expresarse con
libertad; sentirse comprendidos/as, no ser juzgados/as.
• En contextos que rompen el lazo social, lo que sana es
el vínculo con el otro/a, el afecto y la relación empática,
la experiencia compartida, no la técnica. En este senti-
do, es importante comprender que las habilidades de
acompañamiento psicosocial, las puede desarrollar
cualquier persona que tenga la disposición de hacerlo,
conozca el contexto, comprenda el enfoque y tenga
herramientas para contener.
Ese es uno de los sentidos fundamentales de hacer
este proceso de formación de promotores
psicosociales.
5.Es claro que en algunos casos se requiere la ayuda
de un profesional y aprenderemos cómo derivarlo a los
servicios de salud, pero en la mayoría, más allá de un
psicólogo y/o psiquiatra, se necesita es UN SER
HUMANO que escuche, valide su experiencia de dolor
y acompañe desde el corazón.
RECOMENDACIONES:
• Para propiciar la participación y reflexión frente a la
salud mental de las víctimas de violencia política, es
clave partir de las experiencias vividas por los/las parti-
cipantes, que se conecten desde sus propias afectacio-
nes y no desde textos que aborden el tema o desde
diagnósticos que hayan podido recibir en el pasado.
• Un texto que ayuda a clarificar el enfoque es: Guerra y
salud mental de Ignacio Martín-Baró. Si puedes tener
acceso al mismo, es importante que lo leas antes de
desarrollar la actividad. Te ofrecemos un enlace donde
puedes acceder a este texto de forma gratuita:
http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp-
?id=585
TERCERA ESTACIÓN: CONVERSATORIO CON
EXPERIENCIA DE ACOMPAÑAMIENTO
PSICOSOCIAL
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: En este paso
encontraremos una experiencia de acompañamiento
psicosocial para retroalimentar y/o motivar el proceso
de formación.
TIEMPO APRÓXIMADO: 2 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN: Documento con
resumen de la experiencia para compartir con los/las
participantes. (Ver anexo 1).
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
Para esta actividad se debe contar con personas que
puedan narrar desde su propia práctica, una experien-
cia de acompañamiento psicosocial en un contexto
determinado.
1.Motiva a los participantes a interlocutar con esta
experiencia, realiza la presentación general de la prácti-
ca de acompañamiento psicosocial invitada y de los/las
participantes que harán parte del conversatorio.
2.Preguntas para moderar el conversatorio:
•¿Desde su experiencia personal qué lo motivó a parti-
cipar en un proceso de acompañamiento psicosocial?
¿Cómo llegó a ser parte de esta experiencia?
•¿Qué cambios se generaron en sus vidas a partir de
este proceso?
•¿Qué cambios han percibido en las personas que
acompañaron?
•A partir de su práctica ¿qué le recomendaría a los parti-
cipantes que van a emprender en el futuro este proceso
de acompañamiento psicosocial?
3.Posteriormente se invita a los/las asistentes a realizar
preguntas y/o aportes.
RECOMENDACIONES:
• Es importante que la experiencia de acompañamiento
psicosocial invitada, sea desarrollada por líderes comu-
nitarios que puedan acercarse a las vivencias y expec-
tativas de los/las participantes. La comunicación entre
iguales posibilita el reconocimiento y validación de
experiencias, además de empoderar a los/las partici-
pantes a desarrollar nuevas acciones.
42
• Se recomienda la presencia de facilitadores/as para
acompañar y/o contener a los/las asistentes, ya que
pueden surgir reacciones emocionales por los testimo-
nios y experiencias narradas.
•En caso de no contar en la región o territorio con una
experiencia cercana de este tipo, se puede acudir a
otras estrategias, por ejemplo, buscar algunos vídeos
que den cuenta de experiencias de apoyo psicosocial a
víctimas del conflicto armado, existen varias opciones
en YOUTUBE.
Para hacer esta búsqueda en Youtube, buscas en Inter-
net: www.youtube.com. Y luego en el recuadro de
búsqueda coloca algunas de las siguientes palabras:
psicosocial, proyectos psicosociales, atención psicoso-
cial. Observa algunos de los vídeos que allí se presen-
tan y elige aquél o aquéllos que más se ajusten a la
perspectiva que venimos desarrollando en el proceso
de formación.
•También se pueden recuperar las experiencias de la
Corporación AVRE en la formación de terapeutas popu-
lares y multiplicadores psicosociales. La cual pueden
encontrar en:
http://www.corporacionavre.org/?q=node/67
•También en el CINEP/Programa por la Paz, Amor y
Conciudadanía sobre promotoras de vida y salud
mental:
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/-
con4_uibd.ns-
f/3192B663D476F19705257D0E0020906F/$FILE/Nom
brar_lo_innombrable.pdf
http://www.psicosocial.net/grupo-accion-comunitaria/-
cen-
tro-de-documentacion-gac/428-entre-pasos-y-abrazos?
path=
CUARTA ESTACIÓN: ACTO SIMBÒLICO, EL
PODER DE LA FUERZA HUMANA PARA
TRANSFORMAR SU REALIDAD
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Para cerrar la
ruta de este módulo creamos un espacio de reconoci-
miento y validación de la fuerza que tenemos las perso-
nas para transformar nuestras realidades.
TIEMPO APRÓXIMADO: Entre 30 minutos y 1 hora
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Un velón
- Mariposas tejidas
- Un frasco transparente
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
El acto simbólico se enmarca en el poder de la maripo-
sa, desde su fragilidad y transformación.
1.Invita al grupo a respirar profundo varias veces, a
cerrar los ojos para entrar en recogimiento. Sugiéreles
que pongan la mano en el corazón y se conecten con la
fuerza de la vida y la sobrevivencia en medio de las
dificultades. Que cada participante pueda pensar en el
proceso de transformación que ha tenido y reconozca la
fuerza que lo/la habita.
2.Luego pregunta a los/las participantes qué les simbo-
liza la mariposa y complementa algunas reflexiones:
• Una mariposa comienza su crecimiento hacia su bella
transformación, para nosotros representa cambio de
vida.
• La mariposa comienza su vida como oruga y pasa a
través de un cambio necesario donde hace capullo y
después emerge como una mariposa multicolor. Es un
proceso de transformación que se asemeja a como nos
hemos logrado levantar en medio de las dificultades.
• El capullo tiene que ver con irse dentro, ya sea en
reflexión interna o en el desarrollo del proyecto de vida.
Es esto lo que el proceso de formación desea promover.
• Es la posibilidad del hombre y la mujer de renacer, de
trascender sus limitaciones, visibilizar y recuperar sus
potencialidades.
• También representa el poder de la persistencia. Con
su fragilidad ha resistido frente a otros que se conside-
raban más fuertes, como los dinosaurios, lo que nos
lleva a reconocer estrategias de sobrevivencia simples
y sencillas, como las que se desarrollan en las comuni-
dades.
•Una mariposa acompañada del vuelo de muchas otras,
nos recuerda que tenemos una oportunidad de transfor-
mar la realidad.
43
3. Se destapa un frasco que contiene mariposas tejidas
Para los/las participantes, en su mayoría víctimas del
y se propone a los participantes que tomen una y se la
conflicto armado, este módulo les permitió reconocer y
pongan a uno de los compañeros/as, como símbolo de
validar el proceso de afectación personal y familiar,
la fuerza y poder que les acompaña a todos/as para
como consecuencia de la violencia política. Fue una
hacer grandes transformaciones.
oportunidad para reflexionar cómo han vivido su proce-
so de duelo y conectar expectativas con el diplomado, a
4. Cada uno/una, cuando toma la mariposa expresa en
partir de las necesidades que tienen para continuar su
voz alta cuál es la fuerza que cree que lo habita y se la
sanación personal y lograr ser apoyo para otros/as.
ofrece a ese compañero al que le entrega y le pone la
mariposa a la altura de su pecho.
Conocer distintas experiencias de acompañamiento
psicosocial a víctimas, les permite proyectar su trabajo
5.El acto simbólico puede cerrarse con la canción:
como líderes afectivos que acompañarán sus comuni-
Razón de vivir de Víctor Heredia.
dades, como lo dice uno de ellos: “Lo psicosocial es esa
persona que está para apoyar a alguien que cree que el
camino se le cerró”.
RECOMENDACIONES:
• Es importante que el facilitador/a solicite a los/las
Se sienten con posibilidad de seguir fortaleciendo estas
participantes realizar intervenciones cortas para que el
habilidades, ya que validan que en el acompañamiento
acto simbólico de cierre no se alargue y se vuelva
a las víctimas, la técnica no es el elemento central, pues
monótono.
la conexión con el otro es fundamental, logran ver con
claridad que debe partir de la humanidad, la escucha
NUESTRA EXPERIENCIA DE VIAJE COMO
activa y la validación de su dolor, como dice el testimo-
FACILITADORES EN EL RECORRIDO DE HOY
nio de una de ellas: “Hubo alguien que me escuchó, me
habló como nadie y vio mi alma”. Valoran que es la
En términos teóricos, este módulo posibilitó que los/las
relación que el acompañante construye con el otro, lo
participantes lograran hacer un enlace práctico/teórico
que permite un proceso de generación de confianza y
con lo psicosocial, pues adquieren elementos de
transformación.
reflexión que les posibilita darle más sentido a sus
prácticas de resistencia social y acompañamiento a
Aciertan en que “el recorrido por el camino de lo psico-
víctimas, como lo dice el siguiente testimonio:
social, se relaciona con esas gafas que yo me pongo
para ver al otro” y en este sentido, reconocen que
“Desde nuestro liderazgo hemos hecho trabajo
deben ver a las personas de manera integral, no solo
psicosocial con nuestra comunidad, no teníamos claro
desde el dolor y la desesperanza que los habita, sino
cómo hacerlo y nos faltaba entender el enfoque”
también desde la fuerza que tienen para superar el
lugar de postración y retomar sus proyectos de vida:
Igualmente reconocen cómo esta perspectiva de traba-
jo es pertinente para el acompañamiento a las víctimas,
“El dolor se puede transformar en fuerza. En muchas
porque parte de analizar el contexto sociopolítico, la
ocasiones subestimamos a los demás, sus habilidades
realidad que viven y no de diagnosticar los casos de
en medio de las dificultades”
afectación de forma aislada a la reflexión sobre la
“Se requiere construir una relación que le permita al
guerra. Inicialmente un buen número de los/las partici-
otro ir descubriendo lo que es y potenciarlo desde sus
pantes pensaban que la guerra producía enfermedades
propias fortalezas”
mentales en las víctimas, que requerían necesariamen-
te atención psicológica o psiquiátrica, como lo dicen los
Reconocen que el ser humano está en construcción con
siguientes testimonios.
otros y tiene una realidad que lo afecta de forma positi-
va o negativa, por lo tanto, el acompañamiento psicoso-
“A todas las personas no les afecta pero a otras sí, en
cial a víctimas de violencia política, no se puede centrar
mi familia hay personas que sufren enfermedades
exclusivamente en desarrollar estrategias y acciones
mentales, están en tratamiento médico psiquiátrico
que ayuden a superar las consecuencias emocionales,
hace cuatro años”
pues se requiere trabajar en el fortalecimiento de los
“Las víctimas terminan con enfermedad y problemas
lazos sociales y organizativos, que ayuden a resistir a la
psiquiátricos, quedan trastornadas”
situación anormal, que implica la guerra.
Después logran comprender desde sus propias
vivencias, cómo las reacciones que han tenido, son
normales, ante una situación anormal como la guerra.

44
 MÓDULO
4

VIOLENCIA SOCIOPOLÍTICA E
IMPACTO PSICOSOCIAL

MAPA DE LA
JORNADA
Este módulo tiene como finalidad reconocer los impac-
tos de la guerra y los efectos que esta genera, en el
ámbito individual, familiar y comunitario, como media-
ción fundamental para comprender las interpretaciones
que las personas dan a los hechos y sus formas de
actuar en estas circunstancias. Esto implica continuar
profundizando en una perspectiva psicosocial que com-
prende a la persona en relación con otros, con el
mundo, con su historia, abordando los vínculos que las
personas conforman en sus vidas y los significados que
cada uno le otorga a las situaciones relacionadas con el
conflicto armado que han ocurrido en el marco de su
vida y en su entorno.
Así mismo, en este módulo se abordan las pérdidas,
daños, transformaciones e impactos que causan el
conflicto armado y la violencia política, que afectan de
distinta manera a hombres, mujeres, niños, niñas
adolescentes, población LGBT y adulto mayor; este
impacto diferenciado corresponde a sus particulares
condiciones sociales e históricas y a las significaciones
que desde sus roles y posiciones sociales, unos y otros,
atribuyen a los hechos.
NUESTRO PUNTO DE LLEGADA EL DÍA DE HOY
1.Avanzaremos y desarrollaremos aún más uno de los
conceptos claves de este proceso, a través de com-
prensión y profundización sobre las manifestaciones,
RESPUESTAS NORMALES, del impacto de los hechos
de violencia política, SITUACIONES ANORMALES, en
las personas, en términos de sus emociones, pensa-
APOYO TEÓRICO
CONSECUENCIAS PSICOSOCIALES DE
LA VIOLENCIA POLÍTICA
No olvidemos, tal como lo hemos visto hasta ahora en
este proceso de formación, que la perspectiva psicoso-
cial comprende a la persona en relación con otros, con
el mundo, con su historia. Por esta razón, desde este
enfoque trabajamos con los vínculos que las personas
conforman en sus vidas y con los significados que cada
uno le otorga a las situaciones que ocurren en su entor-
no. Es así que, desde una perspectiva psicosocial se
hace necesario reconocer los impactos de la guerra y
los efectos que esta genera, puesto que los impactos
psicosociales que se gestan en situaciones de conflicto
armado son múltiples y complejos, y por esa razón se
suele reaccionar a estos de formas particulares. Por lo
anterior, se hace necesario poder reconocer los efectos
o impactos que genera el conflicto armado en lo indivi-
dual, familiar y comunitario, puesto que ello es funda-
mental para comprender las interpretaciones que las
personas dan a los hechos y sus formas de actuar en
estas circunstancias.
1.Consecuencias en el ámbito personal
Las situaciones de guerra suelen traer consigo altera-
ciones en las formas en las que las personas se conci-
ben a sí mismas, sus creencias sobre los otros y el
mundo, cuestionando el ser, el tener, el hacer y estar,
tanto en espacios físicos, como ocurre en el desplaza-
miento, como en los espacios simbólicos, es decir: sus
creencias, los sentidos y los significados que le da al
mundo, sus pensamientos y emociones.
En un primer momento la persona no se da cuenta de lo
que está haciendo, no siente el dolor, vive una expe-
riencia en la cual pareciera que se detuviera la escena
y el tiempo deja de transcurrir. Otro aspecto de este
impacto inicial pasa por no creer lo que ha sucedido, no
sentir miedo y por lo tanto, realizar acciones temerarias
con las cuales quizás se pueda revertir el hecho. A esto
se le suele llamar, estado de shock:
“Y la gente dice, porque uno ya no se da cuenta de
nada, la gente dice que yo caí al piso con él y que ese
piso sonó impresionante, porque como yo caí de
rodillas y con él cargado y temblando. Al otro día yo no
me podía mover del golpe, porque es que a mí fueron a
recogerme allá, porque yo ya no quería moverme y
estaba engarrotada ahí con él, y decía: señor ten
piedad de mí, ¿yo qué voy a hacer, yo qué voy a
hacer?”. Testimonio Mujer del Oriente Antioqueño.
46
La mayoría de personas experimentan una mezcla de
emociones que les paraliza, pierden horizontes y, en
muchos casos, el sentido de la vida; cortan sus relacio-
nes sociales, se quedan aisladas, encerradas; en algu-
nas ocasiones sin bañarse, sin comer, sin arreglarse,
sin hacer algo por sí mismas, queriendo correr el desti-
no de su ser querido, en una alianza tácita con el
muerto o desaparecido. Todas estas emociones e
imaginarios llevan a un estado de postración que tiene
un correlato corporal: la cabeza gacha, la mirada al
piso, el cuerpo encogido hacia el vientre, las manos
cruzadas, el caminar cansino y el peso de la vida refle-
jándose en cada uno de sus gestos.
Puede denominarse este proceso como postración,
diferenciándolo de la definición clínica: depresión,
puesto que describe la misma situación, pero no tiene la
carga psicologista, ni médica. Las manifestaciones
más claras de esta dinámica son:
• Experimentar que no se vale nada, que la vida no vale
nada y que el futuro está totalmente cerrado para sí
mismo, para la familia.
• Predomina la soledad, alimentando en silencio su
dolor y resentimiento, sumergiéndose, en muchas
ocasiones, en su propio mundo y cortando sus relacio-
nes con el resto de la comunidad.
• Sentirse a merced de otro o de otra, donde casi la
única alternativa es apelar a un poder superior: el poder
de Dios. La fuerza de los hechos se une a una sensa-
ción de impotencia, siendo la resignación la única
respuesta posible.
• Sentirse en muchos casos menos que humano, como
basura, sin valor, como objeto de cambio al que no se le
debe tener ninguna consideración; lo cual implica una
grave afectación de la dignidad humana, especialmente
por el trato que reciben las víctimas por parte de los
grupos armados; el dolor se hace más fuerte al vincular-
se a la deshumanización de las víctimas, a la falta de un
trato digno, especialmente en el momento de la muerte
(Villa et al., 2007, PP. 83 – 85).
Por lo tanto, si miramos, si miramos todos los aspectos
y desde varios puntos de vista,la persona no tiene
depresión, y aquí se entra a un terreno de complejidad,
a través de un nuevo significante que puede portar más
sentidos, además del individual; porque la postración
tiene dos significados: el primero, es cuando uno está
anímicamente por el suelo, no provoca vivir, no provoca
levantarse, una tristeza y un dolor profundos que
anulan, la gente dice con frecuencia: “estoy postrado,
estoy llevado del verraco”. El segundo, “arrodillado”,
es decir, nos han arrodillado; esa postración es otra
cosa, significa que le han doblado, le han golpeado, le
han dejado por el suelo, le han humillado, no le han
permitido actuar. Por lo tanto, es un significante que
abarca en mayor complejidad al sujeto político, al sujeto
Además de ello, podemos observar el aislamiento, la
zozobra permanente y la imposibilidad de pensar y
proyectar el futuro; porque el miedo y el terror se insta-
lan en la vida de las personas. Puede evidenciarse en su
cotidianidad esa zozobra permanente y un terror instala-
do en el imaginario personal y social. La posibilidad de
volver a vivir la victimización no es simplemente una
hipótesis ni una probabilidad, es una posibilidad real y
latente. La cotidianidad se afecta, al punto que el comer,
el dormir, el trabajar, el vivir, son atravesados por el
miedo y el terror. La presencia permanente de uno o
varios actores armados en las regiones, es causa conti-
nua de zozobra, que aparece como un manto que lo
envuelve todo y pareciera que cerrara las puertas para
ver algo diferente. En algunos casos fue este miedo
permanente a que les sucediera lo que a otros, incluyen-
do algunos seres queridos, les había sucedido, lo que
movilizaron a las familias y comunidades a desplazarse
hacia otro territorio:
“(…) después, nosotros nos acostamos muy nerviosos,
uno no dormía ni nada de eso… porque eso de matar
tres o cuatro cada semana, la gente psicosiada... uno
no amanecía... los nervios, ya uno como que se psico-
sió… si sentía que ladraba un perro, uno ya pensaba
que eran ellos, que volvían, como de por sí se
quedaban en las veredas andando 15 o 20 días, y la
gente por ahí psicosiada, los niños y todo eso, y por
eso se dio el desplazamiento (...)”. (Hombre del oriente
antioqueño).
Una intervención con personas y comunidades que han
padecido el conflicto armado pasa por retomar estas
experiencias más allá de la patologización, para encon-
trar en ellas los horizontes que pueden conducir a la
reconstrucción de los sentidos, a la afirmación, a la
resistencia y a la transformación de sus propias realida-
des. En este caso se hace útil poder condensar en una
mirada la forma como lo emocional se conjuga con lo
cognitivo y lo comportamental formando núcleos de
afección en la subjetividad y en la cotidianidad de los y
las participantes, de tal manera que no se podrían
pensar como efectos aislados, sino como procesos
complejos que terminan afectando la vida relacional,
comunitaria y social de los sujetos; pero que también
permiten la emergencia de semillas de afrontamiento y
resiliencia.
La tabla evidencia esto de forma sintética (Cfr. Villa,
2012, 2014), las relaciones no son lineales, ni significa
que dada una reacción emocional se seguirán ese tipo
de pensamientos y acciones; sino que, de acuerdo con
los relatos, pueden establecerse estos marcos compre-
hensivos para analizar la vivencia subjetiva interna,
psicológica, ante los hechos de violencia:
47
 Núcleos
Núcleosde
delalavivencia
vivenciasubjetiva
sudjetiva ante
ante las experiencias
experienciaslímite
límite
Dimensión emocional Dimensión cognitiva Dimensión actitudinal y
comportamental
Profundo dolor y Se intenta dar sentido a los Pérdida de interés en
tristeza hechos a través de: la vida cotidiana
Pensamiento obsesivos a Encierro en si mismo
partir de los hechos Postración
Culpa: los “si hubiera” Soledad
Represión del dolor, evitar Semilla afrontamiento:
Desconsuelo, pensar o recordar para no trabajo de duelo =
desolación, sentir dolor. trabajo de memoria
desasosiego Negación: intento de borrar
los hechos.
Recuerdos invasivos,
imágenes de los hechos
Miedo Inhibición Desconfianza
Pensamientos defensivos Aislamiento
(Paranoicos) Retiro del mundo social
Dificultad para comprender Se cortan vínculos
la realidad Privatización del daño
Pesadillas Silencio
Zozobra y terror Recuerdos invasivos, Huida / desplazamiento
especialmente cuando se Semilla afrontamiento:
está en situaciones Solidaridad,
similares fortalecimiento de los
vínculos
Rabia/impotencia Pensamientos de Agresión a otros más
venganza débiles
Ideas suicidas Autoagresión
Repasar una y otra vez los (alcoholismo,
hechos conductas temerarias)
Odio / Rencor Maquinaciones mentales Semillas de lucha y
Humillación resistencia

Estos son algunos testimonios de víctimas que evidencian, entre otras, algunas de las reacciones que se
pueden presentar:

“Porque es que imagínese que yo ya estaba perdiendo la cabeza, a mí no me interesaba si comía, si me

bañaba, si me vestía, si me peinaba, mejor dicho a mí ya no me interesaba nada, yo diario me iba para el
cementerio”. Mujer del Oriente Antioqueño.

“(…) porque yo mantenía mucho dolor y también mantenía entre sí como una rabia, que se fue convirtiendo en
un odio... que nosotros en realidad nunca fuimos malos, y yo vivía con ese odio y ese rencor; y a veces eso se
lo lleva uno hasta la casa, porque uno pasa malgeniado, y mi hija me decía: "Mami, cada día yo te veo con ese
rencor que tienes (...)” . Mujer de Córdoba.

“(…) uno estaba conversando con una amistad por ahí, en una reunión y cuando menos pensó otra vez el
recuerdo, un recuerdo que vuelve y lo deja a uno por el suelo otra vez, queda uno como sin palabras, comienza
uno a dialogar con una persona y se le va la idea, uno se eleva, vienen los recuerdos malucos, porque eso es
una cosa muy dura: uno tener que recoger un hijo... cuando menos pensó uno está bien y luego la imaginación
vuelve y le trae la imagen de verlo ahí tirado, entonces es como si uno lo estuviera recogiendo otra vez y se le
borra a uno todo lo demás, se borra lo que uno está conversando y no escucha bien lo que le están diciendo.
Eso me pasaba momentáneamente y eso lo está mirando uno en la mente y en la imaginación, está viendo uno,
una y otra vez todo ese caso”. Hombre Oriente Antioqueño.

48
2. Reacciones normales ante situaciones
anormales
Todas estas reacciones son normales, son parte del
proceso que tenemos como seres humanos ante situa-
ciones que no son fáciles de comprender y de darles
sentido, como las de la violencia sociopolítica; debemos
estar conscientes que lo anormal es la guerra. Es por
esto por lo que no se debe patologizar y hacer acopio
de síntomas para emitir un diagnóstico y luego empren-
der un tratamiento clínico individual, sin tener en cuenta
el contexto, la vivencia de la comunidad, la ideología, la
religión y todos los aspectos psicosociales, tanto de la
persona como de la situación, la comunidad y el país
mismo.
Todo lo mencionado son síntomas, el síntoma funcio-
na, en este caso, como símbolo de lo que no se puede
decir. El síntoma generalmente está expresando algo,
es un grito, es un resultado de algo que pasa. El sínto-
ma debe transformarse en palabra o en otra forma de
expresión simbólica. Al trabajar con personas afectadas
por violencia sociopolítica, debemos comprender que
su acompañamiento busca precisamente eso: que se
pueda hablar, que se busquen diversos medios y meto-
dologías para la expresión, la elaboración y la transfor-
mación. Que toda esa sintomatología se pueda volver
símbolo, palabra, expresión y recrearse, pero no la
palabra o la expresión del consultorio, la palabra que se
cuenta en privado, sino una palabra que devuelve al
mundo de lo social lo que ha venido del mundo de lo
social, es decir, que esa palabra debe convertirse en
testimonio y memoria, en expresión pública y social, en
afirmación política y cultural, para contar la historia;
puesto que con ello se permite recuperar el sentido de
la propia identidad que había quedado destrozado y
recuperar la dignidad que se golpeó con el hecho
violento.
De todas formas debe quedar claro que no se puede
forzar a la gente a recordar, ni a expresar, ni a hablar.
No es hablar por hablar. La palabra emerge en el
momento en que puede traducirse y cuando puede dar
un sentido a lo vivido, es allí cuando se hace memoria
que teje la historia desde las víctimas. Recoger la histo-
ria es recuperar la identidad y la dignidad. No solo es
contar, hay gente que cuenta su vida y no pasa nada.
49
3.La pérdida de la dignidad: intento de destrucción
del sujeto político
En un primer momento es la confluencia de muchas
cosas:
- Pérdida de bienes, que significa el esfuerzo de muchos
años.
- Pasar por situaciones de miseria y de hambre cuando
se tuvo comida.
- Hay una experiencia del mundo totalmente
amenazante.
- Hay una sensación de desesperanza. Es mucho más
fuerte cuando en las acciones violentas, hay humilla-
ción, tortura o acciones ejemplarizantes (delante de la
comunidad y la familia).
- No existe claridad sobre el sentido y el rumbo de la
propia vida.
- La acción violenta fue dirigida para hacer sentir menos
a la persona, a su familia, a su comunidad. El actor
armado justifica su acción minimizando la vida y la digni-
dad de su víctima: “era un perro que no merecía vivir”.
Cuando esto sucede las consecuencias para los fami-
liares, la comunidad o personas que viven la situación
límite son gravísimas. “Nos trataron como animales” es
la frase más común aparecida en las investigaciones y
memorias de Guatemala. Hay operativos que destruyen
todo lo de la persona, y su objetivo es forzarlo a sentirse
en su mínima expresión y hacerlo vivir y sentir realmen-
te eso.
El victimario quiere individualizar, privatizar el daño,
dividir, separar, que cada uno se quede con su dolor,
romper al sujeto individual y romper al sujeto político, al
sujeto social, y al sujeto colectivo. Se busca que ese
sujeto no se preocupe ni se ocupe de lo público, sino
que se recluya en su casa, alejado de los procesos que
constituyen lo público, para ocuparse ahora de llorar y
afrontar su sufrimiento, es decir, la postración ya men-
cionada. Ese es el objetivo, que la gente se aísle, que
se rompa la solidaridad y el encuentro, cada quien por
su lado, lo que posibilita que de forma mucho más fácil
se aplique un poder de dominación, un proyecto social,
político, económico y cultural.
Entonces ¿Cuál es el sujeto político que ha construido el
conflicto armado en Colombia? Es un sujeto político que
no es un actor social, es un sujeto político, pero es un
sujeto político aislado, separado, roto, que no participa,
que tiene miedo de participar, porque sabe que eso es
peligroso, todos sabemos que es peligroso. Por tanto,
no estamos separando a ese individuo como uno que
está en otro espacio, sino que es un sujeto que se
mueve en un territorio de lo público, en el territorio de lo
social, en el territorio de lo comunitario sin lo cual no lo
puedo comprender, de allí que si yo quisiera hacer un
trabajo o un acompañamiento para restituir esa subjeti-
vidad política, puesto que intentar hacerlo como se
viene haciendo desde la psicología, el derecho o las
ciencias sociales tradicionales, o desde la lógica tecno-
crática y burocrática del Estado, o como muchas institu-
ciones de buena voluntad lo están haciendo, desde el
compadecimiento de la víctima, que es legítimo y nece-
sario, pero insuficiente, si se hace desde este lugar, se
está corriendo seriamente el riesgo de seguir reforzando
la intencionalidad del victimario y mantener a este sujeto
despolitizado, sin hacerse cargo de lo público y ocupado
en la solución de sus necesidades individuales.
Las manifestaciones de violencia política que son utiliza-
das en el conflicto armado, están dirigidas a romper la
subjetividad tanto individual como colectiva; es decir, no
es un daño colateral lo que le pasa a la gente, y no
simplemente civiles que estaban a mitad del camino,
dizque porque estaban en medio de uno y otro bando.
¡No! Hay intencionalidad política y social, que usa el
medio militar, y eso se ha manifestado en unos actores
como en otros, en un lado como en el otro, la intenciona-
lidad es controlar población útil al proyecto político y
militar que se está queriendo construir y en ese sentido
el sujeto victimizado es una consecuencia que es inten-
cional, que está direccionada y que busca una cosa
fundamental: ¡romper! Romper al sujeto individual y
romper al sujeto colectivo, romper al sujeto político, que
es aquel que se preocupa por lo público y se ocupa de
ello, una definición muy sencilla; entonces podría decir-
se que al romper ese sujeto, lo que se busca es romper
la intencionalidad de la gente de ocuparse de los asun-
tos públicos que le conciernen: la vida social, política y
económica de su territorio.
Porque si la gente no se ocupa de eso público que les
compete y concierne, quienes quieren implantar un
poder, son los que se van a ocupar. Por lo tanto, y de
acuerdo con la argumentación anterior, cuando habla-
mos muchas veces de la indiferencia política de la
gente, cuando hablamos muchas veces de que la gente
no participa, que la gente no se vincula, es porque ha
habido una política del terror que se ha instaurado, que
está datada en manuales, que está datada en estudios,
Porque no lo vamos a negar, la experiencia de victimiza-
ción es una experiencia de sufrimiento individual y
colectivo, eso es claro; pero entonces, llega la disciplina
psicológica, describe el fenómeno y ¿qué pasa?: ese
sujeto que está sufriendo, vamos a llamarlo así, tiene un
sufrimiento explícito, un dolor manifiesto, ha padecido
una ruptura en su proyecto de vida, en sus opciones, ha
perdido la tierra, se le ha imposibilitado su ejercicio de
manifestación y acción en lo público, pero todo esto que
le sucede termina siendo conceptualizado, desde la
psicología, como estrés postraumático, como depresión,
como trastorno de ansiedad, como un caso que tiene
que documentarse con pruebas. La lógica ahí es que se
ha reforzado la individualización del daño, la psicologi-
zación del problema y, finalmente, se ha reforzado la
intencionalidad del victimario. El victimario quería indivi-
dualizar, privatizar el daño, dividir, separar, que cada
uno se quedara con su dolor, romper al sujeto individual
y romper al sujeto político, al sujeto social, y al sujeto
colectivo, y cuando viene esa estructura se atrapa a la
persona y se le refuerza ese lugar de no-poder, de ruptu-
ra, de separación y de no acción.
4.Consecuencias en el ámbito comunitario y familiar
La vulneración de la red social y comunitaria tiene gran
importancia a la hora de entender las consecuencias
psicosociales de la guerra y a la hora de comprender la
intencionalidad de la misma, pues desencadena
conductas, imaginarios, formas de relación y de vincula-
ción que silenciosamente van desatando el tejido de
relaciones de una sociedad. Esto hace parte de los efec-
tos invisibles de la guerra, que no por estar ocultos
resultan menos importantes, al contrario, podría decirse
que quiebran la estructura social, plataforma sobre la
cual se constituyen los sujetos.
La familia como núcleo fundamental de una sociedad se
altera en condiciones de violencia sociopolítica. Esta
tiene cambios estructurales, en su dinámica y en sus
relaciones por las nuevas circunstancias a las que tiene
que adaptarse la familia, lo cual tiene también efectos en
el mundo social e individual.
La siguiente tabla nos sintetiza las principales
consecuencias en estos dos ámbitos:
50
 Consecuencias comunitarias
- Ruptura de solidaridades tradicionales: apoyo
en cosechas, trabajos comunitarios conjuntos,
compartir de bienes.
- Generación de climas emocionales atravesados
por la violencia, que a su vez generan
ambientes de miedo, incertidumbre
desconfianza; estados de tristeza y dolor, de
injusticia e impunidad.
- Pérdida de creencias sociales: sobre el mundo
como lugar seguro, los otros como dignos de
confianza; las normas, la justicia y los valores
como guías de lo social.
- Pérdida de redes sociales, se pierden los
espacios de comunicación y de encuentro.
- Normalización de la violencia: anomia,
indiferencia e indolencia.
- Pérdida de espacios de participación y de la
forma en que se ejerce la ciudadanía/ pérdida
de liderazgos.
- Pobreza, trae una imposibilidad de producir y
comercializar, conlleva a las familias al hambre,
miseria y mendicidad.
- Ruptura de los principios éticos y valores
culturas, pérdida de la tradición.
- Afectación de la cohesión social: pérdida de
manifestaciones culturales y otras expresiones
sociales que promueven la cohesión.
Consecuencias familiares
- Rompe con la normalidad al interior del hogar.
- Cambios en la estructura, roles de los
hombres, las mujeres, de los padres y de los
y hijos.
- Desintegración familiar: ruptura de vínculos
familiares y de amistad.
- Sobrecarga de responsabilidades en algunas
personas, ejemplo: las mujeres cuando
quedan viudas tienen que asumir la labor del
padre.
- Se presenta hostigamiento familiar,
persecución por ser familiar o por problemas.
- Aumenta la violencia intrafamiliar, el maltrato
infantil y el abuso sexual. En muchos casos el
padre se siente impotente y descarga su rabia
en la esposa o los hijos, o la madre en los
hijos, buscando al más débil para darle curso
a las emociones contenidas.
- Uso de sustancias psicoactivas (SPA)
- Estigmatización, señalamiento y humillación:
empobrecimiento y abandono de la tierra y
bienes materiales.

Todo lo anterior se agrava cuando hay un Estado que no solo se silencia ante las necesidades de las víctimas,
sino que además es parte del conflicto por acción o por omisión. La impunidad en que ocurren las violaciones
contribuye a incrementar el dolor, a generar nuevos daños y a intensificar los ya existentes. Cuando la injusticia
no tiene ninguna consecuencia social, deja en las víctimas la sensación de impotencia y humillación y en la socie-
dad abre la puerta para que este tipo de actos se repitan.

51

NUESTRO SENDERO
PRIMERA ESTACIÓN: CONSECUENCIAS
PSICOSOCIALES DEL CONFLICTO ARMADO Y
VIOLENCIA POLÍTICA EN EL ÁMBITO INDIVIDUAL,
FAMILIAR, COMUNITARIO
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Reconocere-
mos las afectaciones que trae el conflicto armado en el
ámbito individual, familiar y comunitario para identificar
los recursos que tienen las personas y colectivos para
afrontar las diferentes situaciones que conlleva el
conflicto.
TIEMPO APRÓXIMADO: 2 horas y 30 minutos
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Video beam
- Sonido
- Vídeo
- Formato para socialización del video
- Tablero
- Marcadores
- Documento sobre: Consecuencias psicosociales de la
violencia política.
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Se presenta al grupo el documental: “No hubo tiempo
para la tristeza” del Centro Nacional de Memoria Históri-
ca, con el fin de identificar las consecuencias que consi-
deran afectan a la persona, la familia y la comunidades
víctimas del conflicto armado. Ver el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=das2Pipwp2w
2.Para ello, a cada participante se le entrega un formato
que le ayuda a recoger el análisis, donde logrará con
mayor facilidad identificar qué consecuencias deja la
guerra, además los recursos de afrontamiento y las
consecuencias que deja un país en conflicto. Ver Anexo
1.
3.En este formato cada participante debe consignar por
escrito lo que considera, a partir del video y de su expe-
riencia personal y colectiva. Cuáles son las principales
consecuencias del conflicto armado en la vida personal,
familiar y colectiva, según los diferentes ítems que se
presentan en la guía de apoyo.
4.Después de terminar la película permite que durante
10 o 15 minutos los y las participantes terminen de
escribir en la guía las afectaciones que observaron o las
que reconocen en la experiencia personal y colectiva.
6. Cada subgrupo hará una lectura de una parte del
texto, la cua se le asignará previamente. Un grupo
trabajará sobre las afectaciones en el ámbito individual;
otro grupo en el ámbito familiar y el tercer grupo en el
ámbito comunitario. En la discusión se contrastan los
elementos aportados por el texto, con los recogidos en
la guía propuesta para ver la película. Para esta activi-
dad les das un tiempo aproximado de 30 minutos.
7. Posteriormente socializa en plenaria las conclusiones
de cada subgrupo, con el fin de retroalimentar lo com-
prendido por los/las participantes.
8.Finalmente, complementas la reflexión con la primera
parte del texto guía, para que haya una mejor aprehen-
sión del contenido completo del documento. Puedes
hacerlo de una forma participativa, recogiendo los diver-
sos puntos de vista y posturas de los/las participantes.
No dejes de enfatizar la diferencia de perspectiva que
implica abordar la problemática de las víctimas desde
una mirada psicosocial, por esta razón trabaja sobre la
diferencia entre depresión y postración como una forma
de resignificar las consecuencias psicosociales en las
personas.
RECOMENDACIONES:
• Si no te es posible trabajar con el documental: No
hubo tiempo para la tristeza, o prefieres utilizar otro
material audiovisual, te recomendamos películas como:
Los colores de la montaña, La primera noche, Sumas y
restas, Estrella del sur, Retratos en un mar de Mentiras,
Mateo.
• Es importante reconocer el tipo de población al cual te
vas a dirigir, por lo tanto, al hacer las devoluciones
debes tener en cuenta hacerlo de manera clara y enten-
dible.
• Puedes trabajar también con la guía, a partir de las
experiencias o vivencias de la gente, o presentando
casos de la vida real que hayan sido elaborados previa-
mente o que se hayan publicado como testimonios.
52
 IMPACTOS PSICOSOCIALES SEGÚN ASPECTOS
6.Luego, les pides que al final de la hoja escriban,
DIFERENCIALES
según lo que creen y conocen, cuáles serían las afecta-
ciones que la violencia les ha dejado a esas personas.
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Después de
revisar, de forma general, las consecuencias de la
7.Cuando todos hayan escrito la historia y hayan
violencia, en perspectiva psicosocial, ahora vamos a
evidenciado por escrito las afectaciones, se realiza una
identificar los daños e impactos desde los diferentes
plenaria donde se escuchan algunas historias construi-
grupos poblacionales: hombre, mujer, niño, niña,
das por las personas y se empieza a trabajar sobre las
adolescente, adulto mayor, afro descendiente, indígena
afectaciones identificadas.
y LGBT.
8.Realiza un cuadro o matriz en el tablero o papelógra-
TIEMPO APRÓXIMADO: 2 horas
fo, identificando los grupos poblacionales que pueden
recogerse desde un enfoque diferencial. Escribe en el
tablero las afectaciones que se van evidenciando,
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
ubicándolas según género, según generación, etnia,
- Imágenes de personas con características de los
etc.
diferentes grupos poblacionales afectados por el
conflicto armado
9.Al terminar el cuadro, se hace una reflexión sobre
- Documento: Violencia e impacto diferencial.
estas afectaciones desde el enfoque diferencial. Esta
Ver anexo 3.
devolución puedes alimentarla con los elementos que
- Cinta de enmascarar
se encuentran en el documento del anexo 2. Que lo
- Hojas de bitácora. Ver anexo 4.
deben leer, completamente, en casa.
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
RECOMENDACIONES:
1.Con el propósito de trabajar los diferentes impactos
que afecta el conflicto armado, se pegan sobre las pare-
•Ten en cuenta el número de asistentes, si el grupo es
des en un espacio amplio donde los y las participantes
muy numeroso se puede dividir en dos espacios para
puedan movilizarse fácilmente, las imágenes de las
observar las fotografías y escribir las historias.
personas de los diferentes grupos poblacionales afecta-
dos por el conflicto armado: niños, niñas, adolescentes,
•No es necesario que las imágenes se las entregues,
mujeres, hombres, LGBT, indígenas, afrodescendien-
también puedes inducirlos/as a que realicen una histo-
tes, habitantes de ciudad, habitantes del campo, entre
ria a comodidad y gusto de cada uno/a, que contenga
otros.
los siguientes elementos: centrarse en una historia de
un grupo poblacional afectado por el conflicto armado,
2.Los/las asistentes realizan un recorrido por todo el
además la historia debe tener lugar, fecha, hecho
espacio, visualizan todas las imágenes y escogen una,
victimizante, para mayor claridad en el ejercicio.
con la que más se hayan conectado, ya sea por su
vivencia, porque la conoció o simplemente porque le
•Esta actividad también la puedes realizar a través de
gustó.
trabajo por casos, de la siguiente manera: el facilitador
construye historias sobre diferentes tipos de victimiza-
3.Cada uno regresa a su lugar con la fotografía, la
ciones ocurridas a personas de diferentes grupos
observa profundamente durante 2 o 3 minutos. Se hace
poblacionales; se divide el grupo en subgrupos, y se les
silencio en el salón y se pone música de fondo.
hace entrega de los casos, deberán discutir cuales son
los principales impactos psicosociales según el caso y
4.Entrégale a cada uno/a la hoja de la bitácora (anexo
empezar a pensar qué podría hacer un promotor psico-
4), para que puedan escribir en la misma una historia
social en estas situaciones, cuál sería la forma de
alrededor de lo que está sucediendo en la fotografía.
acompañar a estas personas; luego se recoge en
plenaria y profundiza sobre lo analizado.
5.Para escribir este relato, las personas deben tener
presente lo siguiente: lo qué observa, posible lugar de
los hechos, año en que sucedió, descripción de lo que
ocurrió antes, cuál era la vida de la o las personas antes
de la fotografía, qué creen que sucedió durante los
hechos que recoge la imagen. Y finalizar la historia con
un posible desenlace: qué pasa después, qué hacen
esas personas luego de que sucedió lo que muestra la
imagen.
53
TERCERA ESTACIÓN: GALERÍA DE EMOCIONES Y
SENTIMIENTOS
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Nos encontra-
remos con las diferentes emociones y sentimientos que
vivimos los seres humanos y que tienen diversas
formas de expresión en el cuerpo.
TIEMPO APRÓXIMADO: 2 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Grabadora
- Música de relajación
- Incienso
- Octavos de cartulina
- Vinilo de todos los colores
- Pinceles
- Vasos desechables
- Agua
- Papel higiénico
- Papel periódico para cubrir el piso,
- Pañuelos de papel
- Cinta de enmascarar
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Con música suave, aromas y en completo silencio
los/las asistentes se disponen a realizar un trabajo más
individual con un ejercicio de relajación y visualización,
lo que se busca es lograr que las personas tomen
conciencia de las diferentes emociones y sentimientos
que han despertado en el cuerpo, además identificar
donde y en qué momentos se sienten.
2.Pídele a los y las participantes que vayan respirando
profundamente, llevando el aire al inferior del abdomen,
inflándolo al máximo. Hazlo por 5 veces. Utiliza música
muy suave que posibilite la profundización.
3.Luego pídeles que cierren los ojos, que lo hagan con
confianza, mientras sigues proponiéndoles que respiren
profundamente.
4.Empieza a nombrar cada una de las emociones con la
siguiente expresión: cuando yo digo… en qué lugar del
cuerpo la sientes, como se manifiesta, qué color tiene,
qué imágenes se asocian, qué personajes me evoca,
qué lugares recuerdo, cuando yo digo…
5.Puedes nombrar las siguientes emociones: tristeza,
alegría, miedo, rabia, odio, serenidad, gozo, entre otras.
6.Vas pasando por cada emoción dando un tiempo
prudencial para que los/las participantes se conecten
con dicha emoción. Hablas pausado, y vas nombrando
la emoción y las evocaciones que se le asocian.
7.posterior a esto, luego de disponer todos los materia-
les, invita a los/as asistentes a representar una de las
emociones que se evocaron en el ejercicio anterior, la
que más le movió, con la que más se identificó en ese
momento, eso se hace a través de una pintura.
8.Pídeles que tomen un cuarto u octavo de cartulina,
que tomen pinceles y vinilos para que representen la
emoción con la que se contactaron. Es importante que
sean pinturas y pincel, puesto que las emociones son
fluidas y lo que se representa es dicha fluidez.
9.En un ambiente de silencio cada uno y cada una deja
fluir su emoción en el papel a través del pincel y la pintu-
ra. Es importante recordar que es un ejercicio personal,
ya que las emociones pertenecen a cada participante y
son diferentes.
10.Permite unos 20 o 30 minutos para la realización de
la pintura.
11.Posteriormente con quienes vayan finalizando orga-
niza subgrupos, ojalá acompañados por otros/as facili-
tadores/as. En este espacio, a manera de conversatorio
se invita a compartir la pintura y la emoción que repre-
senta, indicando cómo se sintieron en el momento de
realizar la pintura.
12.Permite que los miembros del grupo compartan,
pregunten, hagan anotaciones. Si es necesario hacer
alguna devolución, pregunta o intervención, puedes
hacerlo, siempre en el marco del respeto, la acogida y
el apoyo a la persona que comparte y a todo el grupo.
Por tratarse de una galería, la idea es exponer todas las
pinturas, por lo tanto, sería importante que montaran al
final la Galería de las Emociones e invitaras a los/las
asistentes a ver las pinturas.
54
 El documental utilizado en este módulo, aportó a que la
RECOMENDACIONES:
gente visibilizara la magnitud del conflicto armado en el
país y pudieran entender su experiencia, no como un
• El evocar las emociones no pasa por realizar una
caso aislado, sino como parte de una dinámica que
mirada directa a las experiencias relacionadas con el
tiene intencionalidades y consecuencias que afectan no
conflicto armado. No es necesario. El tema del día y la
solo la individualidad de las personas, sino también sus
reflexión desarrollada, por sí misma posibilita conectar
familias y comunidades, como lo expresa uno de ellos:
con emociones ligadas a hechos victimizantes. Sin
“Un solo acto de violencia transforma la vida no solo a
embargo, para personas que aún no están preparadas
una persona sino a todos, la familia y la comunidad”.
para tocar este tema o recordarlo, un ejercicio amplio
sin un referente directo les posibilita hacer el trabajo sin
El tema sobre las consecuencias psicosociales, les
que se sientan presionadas a tocar sus heridas profun-
permitió a las personas comprender a nivel racional los
das.
efectos de la guerra y también ver sus propias afecta-
• Una posibilidad para el compartir es pegar en la pared
ciones como una manifestación normal y válida, frente
del recinto todas las pinturas sobre las diversas emocio-
a la experiencia vivida, que ha sido para la gran mayoría
nes, en forma de galería, luego invita a los/las asisten-
difícil y dolorosa. Las reflexiones que surgen a partir de
tes a que recorran el espacio para que observen las
esto llevan a la gente a tener un movimiento emocional
pinturas, de manera silenciosa. Después, sentados
en el que reconocen y validan sus emociones y empie-
frente a las pinturas puedes invitar a compartir las ideas
zan a expresarlas.
y emociones generadas.
• Como es un ejercicio que moviliza emociones, es
Las personas a partir de las reflexiones y aportes teóri-
importante que se facilite con mínimo dos personas.
cos, pueden entender como las víctimas del conflicto
Una para que coordine al grupo y otra para que realice
armado llegan a un estado de postración que les impide
contención y apoyo a las personas que van compartien-
recuperar su valer como personas, la dignidad, retomar
do, en caso de ser necesario.
sus vidas y ser sujetos políticos en su comunidad, como
• Una instrucción muy importante, durante el conversa-
dicen los siguientes testimonios:
torio sobre las emociones, es invitar a las personas a
estar presentes en el proceso grupal hasta terminar la
“…son cosas muy duras, difícil de describir, porque
actividad. De todas formas si alguien decide salir, es
solo el que lo vive es quien lo siente, son las voces
importante que sea acompañada por la otra persona del
que se quedan calladas, en un segundo le roban todo
equipo facilitador para constatar que no tenga ningún
a uno, hasta la dignidad”
riesgo.
“Le robaron a uno más que la dignidad, queriendo que
estemos postrados, aplastados”.
NUESTRA EXPERIENCIA DE VIAJE COMO
FACILITADORES EN EL RECORRIDO DE HOY
Esto resulta distinto a pensar que las víctimas están
enfermas y en un estado de depresión. Dentro de las
El diplomado se ha desarrollado con la intencionalidad
conclusiones que emergieron de la gente se observa la
de que los temas vayan conectando y articulando los
manera como la violencia política ha ido en detrimento
aprendizajes en los/las asistentes. Hemos evidenciado
de la salud física, emocional, patrimonial de cada una
en este módulo que este objetivo se está logrando; ya
de las víctimas; y repercute en la familia, en el resque-
que las personas entendieron más a profundidad y
brajamiento de la red social. Las personas reconocen y
partir de sus vivencias, el concepto de reacciones
manifiestan, que en algunos casos el Estado ha sido
normales que tienen las personas ante un hecho anor-
responsable por acción o por omisión en la violencia
mal como lo es la guerra.
vivida, lo cual agrava la situación emocional de las
personas y mina su confianza en las instituciones.En
La metodología utilizada fue pertinente, en el sentido
estos largos años de conflicto armado, esto ha tenido el
que el aprendizaje partió de los saberes que tenían las
agravante que el Estado, con alguna frecuencia no ha
personas frente a las afectaciones que genera la
alcanzado a suministrar de manera suficiente atención
guerra; esto conjugado con los elementos teóricos y
en la emergencia, ni propició de forma efectiva y eficaz
vivenciales, ayudaron a entender los diferentes tipos de
el restablecimiento de los derechos y la atención
afectaciones y como estas se manifiestan de manera
integral que se necesitaba. Esto implicó, en algunos
diferencial, dependiendo las particularidades como las
casos, la revictimización de la gente, lo que a su vez,
de género, generación, etnia, orientación sexual.Con
generó un malestar por la desprotección y abandono
respecto a las afectaciones de los niños y niñas una de
que siente cada uno y cada una. Este proyecto se
las mujeres afirmó: “Dicen que los niños no se acuerdan
convierte en un paliativo y una esperanza para poder
de lo que sucede pero no es así… ellos si se acuerdan
constituir una respuesta más efectiva del Estado en
y por esos tipos de recuerdos es que quedan, desde
asocio con la sociedad civil y las organizaciones de
niños, con las ganas de venganza y rabia”.
víctimas para poder ofrecer, en lo psicosocial, una aten-
ción y un acompañamiento más efectivos.
55
 ANEXOS - MÓDULO 4
ANEXO 1

Plasmar en el siguiente cuadro, de acuerdo al documental: ”No hubo tiempo para la tristeza”, lo que le sucede a las
personas víctimas del conflicto y las consecuencias que esta experiencia tiene en su vida personal, familiar y
comunitaria.

HALLAZGOS
¿Qué les sucede a
las personas? ¿Qué
consecuencias deja
la guerra en la vida
de las personas?
¿Qué le sucede a
las familias ¿Qué
consecuencias deja
la guerra en la vida
familiar?
¿Qué le sucede a
las comunidades
¿Qué
consecuencias deja
la guerra en la vida
de la comunidad?
¿Cuáles han sido
los recursos para el
afrontamiento de
sus vivencias
traumáticas? ¿Qué
le permite salir
adelante a una
persona
victimizada?
¿Qué le sucede al
país sumergido en
un conflicto
armado? ¿Cómo se
afectan las
relaciones y la vida
cotidiana de la
nación?

OBSERVACIONES:
________________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________________________
________________________________________________

56
 ANEXO 2
Violencia e impacto diferencial
Como ya se ha mencionado, la intencionalidad con la
que se ejerce la violencia tiene importantes efectos
sobre la vida emocional, social, familiar y relacional de
los seres humanos; sin embargo, para entender mejor
tales impactos es necesario reconocer que tales afecta-
ciones adquieren diferentes dimensiones dependiendo
de unos factores a saber:
Características del evento sufrido: Grado de cruel-
dad con la que los actores armados cometieron el
hecho, intencionalidad de estos, el carácter intempesti-
vo de los hechos, el lugar, el tipo de victimario, la canti-
dad de los victimarios, la repetición de los hechos y la
intimidación. El tipo de victimización, la duración, la
intensidad. Otra característica esta en relación con la
forma de la violencia, por cuáles orificios del cuerpo se
generó violencia y las consecuencias de la misma, el
sentimiento de pérdida de control, las lesiones que
generó; si esta generó enfermedades o infecciones de
transmisión sexual, si se generó embarazo, si el emba-
razo progresó, si la mujer estaba embarazada y perdió
el bebé o a raíz de la violencia se presentaron afectacio-
nes en este como retardo mental; también si la mujer
fue obligada a interrumpir el embarazo o a continuarlo,
si consiguió establecer un vínculo afectivo con los hijos
nacidos por la violencia sexual y si recibió acompaña-
miento en el proceso de vinculación con estos. Con
frecuencia los hechos de violencia generan desajustes
emocionales que no son atendidos de forma oportuna
por el deficiente sistema de salud con el que se cuenta
y estos se agudizan hasta convertirse en problemas
psiquiátricos.
Las particularidades y los perfiles de las víctimas,
es decir, si vivieron los hechos directa o indirecta-
mente: Su edad, género, su orientación sexual, perte-
nencia étnica, condición de discapacidad, pertenencia
organizativa, adscripciones políticas y religiosas, condi-
ción socioeconómica, el tipo de apoyo recibido: familiar,
comunitario e institucional durante y después de que
ocurrieron los hechos; sus propias condiciones emocio-
nales, espirituales y los recursos de afrontamiento.
Las respuestas sociales frente a los hechos y frente
a las víctimas: Manifestaciones de solidaridad o recha-
zo y las respuestas que obtienen las víctimas en térmi-
nos de verdad y de justicia. Igualmente la permanencia
de condiciones de inseguridad y por tanto de que los
hechos se repitan.
57
Atendiendo a las condiciones de género se va presen-
tar algunas de las características más relevantes que se
observan en mujeres, hombres, niños, niñas, adoles-
centes y población LGBT.
Afectaciones en la población femenina
La Corte Constitucional en el auto 092, habló sobre el
impacto diferencial y agudizado en el conflicto armado
sobre las mujeres, debido a que este exacerbó lógicas
patriarcales donde se profundizaron la exclusión, la
discriminación, la marginalización y la violencia de
género. Entre los desarrollos realizados por la Corte y
otras organizaciones que se han encargado de trabajar
el tema de género en el conflicto, se encuentra lo
siguiente:
Una buena proporción de mujeres quedaron viudas en
el conflicto, O sin hijos ni pertenencias, del mismo modo
que se vieron obligadas a asumir maternidades que
adquieren el lugar de tortura permanente ya que sus
hijos les recuerdan todos los días la violencia que
sufrieron. Las víctimas fatales fueron, en su mayoría
hombres, esta situación hizo que la vida de las mujeres,
su proyecto de vida y su rol dentro del hogar sufriera
grandes transformaciones; este hecho, muchas veces,
estuvo aunado al desplazamiento forzado, con lo cual
se agravaron muchas de sus circunstancias, pues el
desplazamiento y otros hechos victimizantes deses-
tructuraron sus familias, sus roles y sus proyectos de
vida; y en esta cultura la mujer ha sido formada para ser
madre y tener una familia, y en la cultura campesina, de
la que hacen parte gran porcentaje de las mujeres
desplazadas, perder este ámbito es interpretado, para
algunas, como un fracaso. Por otro lado, las violencias
sexuales hacia las mujeres las expone a enfrentarse
con toda la carga social, cultural y religiosa que implica
el hecho de que por su cuerpo haya pasado un contacto
sexual que se sale del mito de ubicación de la dignidad
de las familias en el himen de la mujer, su virginidad o
en su rectitud de estar sólo con un hombre, con su
esposo. Todo esto está interpretado por la mujer como
fracaso, se carga como una culpa y no logran estable-
cer la relación con un evento que ellas no buscaron y
por el que con frecuencia son cuestionadas.
Las mujeres se vieron enfrentadas a tener que llevar las
riendas del hogar y a reconstruir la vida lejos de sus
lugares de origen del cual derivaban gran parte de su
identidad y seguridad. Su calidad de vida, en muchos
de los casos empeoró, se vieron sometidas a situacio-
nes de indigencia, hacinamiento y en algunos casos
prostitución para poder proveer económicamente a sus
familias. Tuvieron que asumir oficios y actividades para
las cuales no habían estado preparadas y en las que,
muchas veces, fueron objeto de explotación y humilla-
ción por parte de empleadores, laborando largas jorna-
das por escasos salarios y dejando a los hijos en condi-
ciones de encierro y soledad; lo cual es motivo de senti-
mientos de culpa debido a la responsabilidad de educar
y cuidar que se le ha hecho culturalmente a la mujer, y
que pesa de manera dramática cuando en los hijos se
presentan adicciones, embarazos precoces u otras
circunstancias que, para ellas, pone en tela de juicio su
rol de madre. También las expone a que sus hijos e
hijas sean reclutados para que hagan parte del conflicto
armado, a ser explotados sexualmente y/o sometidos a
trata y al tráfico de sustancias psicoactivas.
El conflicto armado interno, en general, hace que las
mujeres pierdan sus redes de apoyo familiares y comu-
nales, el individualismo en el cual se desarrolla la vida
en la ciudad hace que aparezcan sentimientos de
angustia, soledad y desprotección, tales sentimientos
no encuentran un lugar de elaboración y deben ser
postergados o reprimidos para mostrarse fuerte ante los
hijos, pues la mujer también debe ser el soporte afectivo
de la familia, con lo cual no se permite exteriorizar sus
emociones ni mucho menos buscar espacios para
tramitar o acceder a cuidados y apoyo para sí mismas,
lo que muchas veces tiene consecuencias en su salud
física.
Muchas mujeres que ejercían papeles de liderazgo en
sus comunidades fueron amenazadas, perseguidas y
asesinadas, algunas tuvieron que desplazarse para
proteger sus vidas, lo cual no solo las alejó de sus fami-
lias, sino de una vida llena de sentido por el trabajo
comunitario que realizaban y del cual derivaba recono-
cimiento y enriquecía su identidad.
La violencia sexual, reconocida como crimen de lesa
humanidad ha sido una de las modalidades de violencia
que con más fuerza ha impactado a mujeres y niñas,
esta tiene la intencionalidad de destruir no solamente a
las mujeres como individuos, sino a sus familias y sus
comunidades. Muchos de estos actos están acompaña-
dos de crueldad, en ocasiones dejan el cuerpo marcado
y deteriora la salud de las mujeres. La violencia sexual
tiene como consecuencia la culpa y la estigmatización;
aísla a las mujeres de su contexto, lo que genera humi-
llación y la sensación de una mancha en su dignidad.
Dicha estigmatización puede trasladarse hacia las fami-
lias, generando un sentimiento de permanente vulnera-
bilidad (Avre, 2010).El proyecto de vida, también queda
afectado cuando no encuentran los medios para supe-
rar o resignificar esa situación; de igual manera su
relación con la sexualidad y la afectividad se ven com-
prometidas; se les dificulta establecer vínculos de
confianza, así como el goce de la sexualidad y del
cuerpo.
58
Muchas perdieron sus parejas, pues los hombres no
pudieron aceptar y acompañar a la mujer luego de los
hechos.
Por otra parte, las mujeres se vieron enfrentadas a un
ejercicio de la ciudadanía que antes pocas habían
asumido, algunas tuvieron que padecer duras y dispen-
diosas jornadas de trámites, averiguaciones y papeleos
para acreditar su situación de víctima y otras empeza-
ron el proceso de búsqueda de justicia y verdad, asis-
tiendo a versiones libres lo que ha resultado para
muchas una experiencia revictimizante con escasos
frutos.
Afectaciones en niños, niñas y adolescentes (NNA)
Como se ha evidenciado en el texto, el daño e impacto
que trae la guerra fluctúa dependiendo de la edad, las
experiencias y las condiciones emocionales y de redes
de apoyo de la persona; en este caso para los niños,
niñas y adolescentes, esta guerra impacta de manera
notable, generando gran sufrimiento a nivel físico y
emocional debido a las condiciones de maduración y a
la alteración que esta experiencia supone en su proce-
so de desarrollo y en su mundo relacional.
La Corte Constitucional a través del auto 251 de 2008
señaló el impacto cualitativo y cuantitativamente
diferencial del desplazamiento en las niñas, niños y
adolescentes pues esta condición los ha sometido a
situaciones de pobreza o miseria en donde se pone en
juego la satisfacción de sus necesidades básicas y de
un mínimo de derechos para su sano desarrollo.
Los niños, niñas y adolescentes víctimas del conflicto
armado han tenido que verse sometidos a experiencias
de humillación, exclusión y señalamiento por parte de
una sociedad que desconoce el conflicto o que no
cuenta con los elementos para para incluirlos y recono-
cerlos como sujetos de derechos; por otra parte las
pérdidas que vivieron en su lugar de origen, así como
las experiencias a las que fueron sometidos hace que
se desarrollen unas maneras particulares de comportar-
se ante los otros, hace que cambie la forma de interac-
tuar y la percepción de si mismos y de los demás: con
timidez, miedo, mutismo, aislamiento, desconfianza; se
suma a esto en el caso de los niños cuyo origen étnico
es diverso o de origen campesino, quienes aprenden en
el campo o en sus comunidades, otras formas de
relación que riñen con las necesidades y las lógicas del
nuevo contexto en las grandes ciudades.
Muchos de ellos fueron víctimas de las minas antiperso-
na quedando con secuelas permanentes en sus cuerpos
o sufrieron abuso sexual, tortura, reclutamiento ilícito,
entrenamiento para la guerra y todo tipo de estrategias
de control por parte de los actores armados quienes a
través de la intimidación buscaban información o presio-
nar a sus padres o madres.
La experiencia vivida junto con la respuesta que encon-
traron en el medio acentuó, para muchos, la vulnerabili-
dad, lesionando o atrasando su desarrollo físico, cogniti-
vo, afectivo, emocional, social, entre otros, por altos
niveles de desnutrición, lo cual se evidencia en la altera-
ción del sueño y la perdida de atención, memoria y
aprendizaje, problemas psicosomáticos, sentimientos
de miedo, apatía, rebeldía, rabia y deseos de venganza.
Muchos de estos niños han sido diagnosticados como
hiperactivos o con problemas de aprendizaje sin que se
dé una comprensión más profunda de su situación y su
experiencia, por tanto, no reciben la ayuda que necesi-
tan para que sus condiciones de vida mejoren.
Al igual que las mujeres, las niñas han sido sometidas a
maltrato físico y/o violencia sexual, como resultado de
esta práctica quedaron embarazadas. Esta experiencia
dejó afectaciones en su autoestima, en su capacidad de
confiar en otros y entablar para el futuro relaciones de
pareja y sobre todo les quitó la posibilidad de experi-
mentar y disfrutar otros momentos de sus vidas. De
igual manera la presencia constante de grupos arma-
dos en lugares urbanos y rurales han provocado que
niñas y adolescentes se involucraran sentimental y
sexualmente con estos y fueran infectadas con enfer-
medades de transmisión sexual.
Debido al asesinato, la desaparición o el secuestro de
los padres, niños, niñas y adolescentes han quedado
huérfanos, lo que afecta profundamente su proceso de
desarrollo psicológico por la falta de cuidado, acompa-
ñamiento y protección. Estos son recibidos por familia-
res cercanos, los hermanos son separados o entrega-
dos a instituciones creciendo con carencia de afecto;
pocas veces tienen alguna respuesta y explicaciones
de lo que sucedió con sus padres. La orfandad es una
de las razones por las cuales tuvieron que dejar a un
lado sus juegos para convertirse en adultos desde muy
temprana edad; y pasar a ser sostén material y afectivo
de sus cuidadores, apartándolos de su proceso formati-
vo, lo que para el futuro redunda en la subsistencia de
condiciones de pobreza.
El reclutamiento forzado es uno de los riesgos para los
niños, niñas y adolescentes, algunas veces estos han
llegado a las filas de un grupo armado llevados por la
curiosidad de las armas, el maltrato dentro de la familia
o por la situación económica de estas, pero muchas
59
otras veces ha sido a través de amenazas lo que ha
obligado a los jóvenes a huir solos o con sus familias,
dejando sus espacios de relación y sus amigos, llegan-
do a lugares en donde aparecen nuevos peligros como
el accionar de bandas y combos, las fronteras invisi-
bles, el uso de la población infantil y adolescente para
transportar objetos bélicos o drogas y una oferta más
amplia de oportunidades que lleven al consumo de
drogas psicoactivas. Si bien el impacto de los eventos
de violencia pueden generar daños, los NNA tienen una
amplia capacidad de resiliencia y recuperación de
acuerdo con el entorno y los recursos con los que
disponga, de ahí lo fundamental del acompañamino
psicosocial.
Daños e impactos sobre los hombres
Se podría decir que hay tres ámbitos en los cuales se
evidencian los impactos que se dan en los hombres en
el marco del conflicto: en su hacer, en la familia y en lo
público. Tales impactos se evidencian de manera espe-
cial en el desplazamiento y de manera dramática en la
población campesina. El desplazamiento y la llegada a
grandes ciudades desafían al campesino con la eviden-
cia de que su saber no tiene un lugar en este nuevo
contexto.
Esto los lleva a enfrenarse a nuevos oficios que no
siempre resultan satisfactorios para ellos y que los
desmoraliza, especialmente cuando fueron propietarios
y trabajaban por su cuenta en su lugar de origen. Algu-
nos pudieron ubicarse laboralmente en trabajos mal
pagos, a otros les quedó como alternativa el rebusque,
lo cual los sometió a la lógica de la calle enfrentados a
sus peligros y a la persecución del estado por ocupar
espacios públicos.
Para los más adultos y las personas discapacitadas la
ciudad significó la exclusión, pues su saber estaba en
cultivar la tierra, sin embargo sus condiciones de salud
y las escasas oportunidades que les ofreció su nuevo
contexto no les favorecieron para encontrar un lugar
que fuese productivo y que les ayudara a integrarse
más fácilmente, esto sumió a muchos en profundos
estados de tristeza, impotencia y abandono que terminó
minando aún más su salud.
La dificultad para ubicarse laboralmente hizo que los
hombres dejaran de ser la figura proveedora del hogar
y que se presentara un cambio de roles en la dinámica
familiar; en muchos casos el hombre debió asumir
tareas relacionadas con el cuidado de los hijos y el
hogar y la mujer debió salir a trabajar. Esto tuvo reper-
cusiones en las dinámicas familiares, especialmente en
torno al lugar de la autoridad y a la relación de pareja,
pues aparecen nuevos conflictos por el papel más
activo de la mujer, lo cual choca radicalmente con
las costumbres tradicionales, donde las esposas
se dedicaban al cuidado del hogar y los hijos y el
hombre a la vida pública y al trabajo; se presentan
conflictos relacionados con celos y desconfianza por
parte del hombre y con la desvalorización y cuestiona-
miento de la mujer y los hijos hacia el hombre, lo que
sume a las familias en conflictos que muchas veces
terminaron con las parejas. Igualmente el desplaza-
miento implica para los hombres el perder espacios de
participación y liderazgo que no pueden recobrar en su
nuevo lugar pues el miedo, el desconocimiento del
entorno y sus propios duelos hacen que no vean posi-
ble reanudar su labor de liderazgo.
Frente a las emociones y a los duelos de los hombres
estos permanecieron muy silenciados debido a que los
valores y mandatos culturales hacen que a estos no se
les dé el permiso de sentirse vulnerables; esto produjo
que los hombres terminaran refugiándose en el alcohol
y otras adicciones como una vía de escape de los
pensamientos y sentimientos de impotencia frente a la
vida perdida y sobre aquello que no pudieron hacer
para evitar que su familia fuera violentada, con frecuen-
cia albergan sentimientos de venganza que a veces son
actuadas en la vida familiar o social.
La posibilidad del retorno también trae conflictos a la
vida familiar, las parejas que lograron conservarse
entran en crisis debido a las divisiones que se presen-
tan en torno al deseo de volver, muchas veces son los
hombres los más interesados en el regreso, ya que para
ellos fue más difícil adaptarse, mientras que las mujeres
y los hijos lograron encontrar oportunidades y ven como
un retroceso el regreso al campo.
Como se observa es la identidad lo que se pone en
juego para los hombres, su mundo cambia, los valores
y las seguridades sobre las cuales sustentaba su vida,
sus creencias sobre sí mismos y sobre los demás se
transforman, muchos logran reinventarse y su capaci-
dad de resiliencia les permite superar esta experiencia,
sin embargo, hay otros que se mantienen paralizados
pues no cuentan con recursos personales, familiares y
sociales que los potencie a salir del lugar de víctimas.
Daños e impactos sobre la población LGBTI
La cultura patriarcal asume que la heterosexualidad es
la manera adecuada y aceptada de relación, tal princi-
pio se exacerba en el conflicto armado y esto lleva a la
exclusión o eliminación de todo aquello diferente. Por
tal razón una de las poblaciones que de manera particu-
lar y diferencial ha padecido el conflicto es la población
LGBTI. En el marco del conflicto, la lógica de la guerra
aumenta el sentimiento homofóbico, odio a los homo-
sexuales,que en el país se ha visto traducido en homici-
dios a través de la mal llamada limpieza social; amena-
zas, y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes
por parte de los actores armados legales o ilegales
60
quienes ejercen un gran control en la forma de llevar el
cuerpo así como de los comportamientos esperados
tanto en hombres como en mujeres, en especial con
respecto al comportamiento sexual.
Esta postura patriarcal, propia de nuestra cultura y que
los actores armados llevaron hasta el extremo hizo que
sometieran a la población LGBTI a todo tipo de torturas
tanto físicas como psicológicas, los ridiculizaran y
sometieran a la burla publica con el propósito de degra-
dar su dignidad y convertir su identidad sexual y sus
opciones de vida en motivo de sorna y vergüenza
pública.
El control social y moral ejercido por los grupos arma-
dos hizo que se aumente el rechazo y la estigmatiza-
ción por esta población, obligando a muchas personas
a silenciar su identidad o a desplazarse teniendo que
vivir en las comunidades receptoras discriminación ya
que son vistas como peligrosas o sospechosas. Tanto
el desplazamiento como los demás hechos victimizan-
tes sobre esta población no han sido denunciados en la
proporción en la que han sucedido debido a las escasas
redes familiares y comunitarias que tienen, al oculta-
miento de su identidad y a la discriminación con que en
este país se mira la diversidad sexual y las diversas
identidades de género, esto hace que muchos decidan
invisibilizarse, negando su orientación sexual y su
condición de víctima; los condicionamientos culturales
hacen que esta población continuamente sea revictimi-
zadas y que su sufrimiento no solo este en relación con
el accionar de los grupos armados, sino con las condi-
ciones de discriminación, impunidad, falta de reconoci-
miento y garantías de no repetición.
Texto tomado y adaptado de las siguientes fuentes:
- Centro Nacional de Memoria Histórica. ¡Basta ya!
Colombia, Memorias de Guerra y Dignidad. Capítulo 4:
Impactos y daños del conflicto armado. 2013. En: http://-
centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/infor-
mes2013/bastaYa/capitulos/basta-ya-cap4_258-327.pdf
- Auto 251. Página de internet:
http://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/Victi-
mas_CorteConstitucional_Auto251.aspx
- Auto 092. Página en internet: http://www.minsalud.gov.-
co/proteccionsocial/Paginas/Victimas_-
CorteConstitucional_Auto092.aspx
- Desplazamiento forzado contra las personas LGTB:
Reflexiones para la investigación e implementación de
política pública. Colombia Diversa. Fuente consultada el
15 de enero del 2015. http://colombiadiversa.org/colom-
biadiversa/images/stories/PU-
BLICACIONES_FINAL/DOCUMENTOS/INFORMES_DH/d
ocumentos/SituacionderechoshumanospersonasLGBT200
8_2009.pdf
 ANEXO 4
Hoja de la bitácora

61
 MÓDULO
5

HISTORIA DE VIDA
E IMPACTOS PERSONALES
CON PERSPECTIVA DE GÉNERO

MAPA DE LA
JORNADA
Una de las consecuencias de la violencia es el silencia-
miento, la negación de los sucesos que han vivido las
víctimas y la atribución de significados que ignoran el
contexto de conflicto armado en el que se desarrollan
las historias de vida. Este espacio ayudará a compren-
der como las historias individuales forman parte de un
patrimonio colectivo, y en este sentido, recuperar esas
vivencias es fundamental para reconstruirnos a noso-
tros/as mismos/as y al tejido social. El reconocimiento
de un contexto de injusticia y una intencionalidad en las
lógicas de guerra, es lo que permite que la gente pueda
resignificar de otra manera su historia. En este sentido,
es fundamental en el marco de acompañamiento psico-
social a víctimas del conflicto armado, propiciar espa-
cios de escucha y expresión de los relatos de vida y la
comprensión de ese contexto complejo de múltiples
violencias, como marco en el que se desarrolla su histo-
ria vital.
La metodología empleada durante el viaje, posibilitará
que las personas hagan un recorrido por su historia de
vida y se motiven a expresar sus relatos. Igualmente se
conviertan en un canal de escucha que pueda contener
y reescribir la historia del otro/a, más allá de la experien-
cia de victimización, rescatando las acciones de sobre-
vivencia y afrontamiento que han utilizado para resistir,
recuperar la fuerza y la esperanza que a todos/as nos
habita para transformar la realidad.
Igualmente queremos potenciar habilidades de conten-
ción y escucha que posibiliten generar unidad y confian-
za grupal, y acercar a los participantes a la experiencia
de apoyo mutuo, como una forma de ir introduciéndose
a la tarea que deberán desarrollar como práctica del
diplomado.
NUESTRO PUNTO DE LLEGADA EL DÍA DE HOY
1.Enmarcar las experiencias de victimización dentro de
la propia historia de vida como estrategia de compren-
sión y elaboración de la situación límite.
2.Profundizar sobre la necesidad del testimonio como
herramienta de elaboración del dolor y para construir a
una memoria colectiva de lo que se ha vivido.
APOYO TEÓRICO
HISTORIAS DE VIDA:
UN PATRIMONIO COLECTIVO
Las historias de vida, son patrimonio colectivo que se
convierte en guía que nos va iluminando; allí encon-
tramos referentes sobre los cuales construimos nues-
tras creencias.
Nuestras perspectivas de vida, e incluso nuestro
futuro, se teje alrededor de ir comprendiendo esas
historias.
Cuando las víctimas del conflicto armado, se cuentan
esas historias, pasa algo parecido; aunque haya
emociones de tristeza y dolor, también hay relatos de
resistencia y esperanza. La historia es lo que somos,
y aunque haya hechos no tan afortunados en nuestra
vida, contar nuestra historia nos ayuda a apropiamos
de ella, descubrir nuevas cosas, que nos permite no
centrarnos solo en las situaciones difíciles que pasa-
mos, sino también reconocer los recursos que hemos
utilizado para mantenernos con fortaleza y continuar.
Recordar nuestra historia (la personal y la colectiva)
es volver a pasar por el corazón las vivencias para
hacernos cargo de ellas, es una forma de recuperar
nuestro propio poder.
¿Qué sucede cuando la violencia elimina al otro/a
y su historia de vida?
El que ejerce violencia sobre otro/a le está diciendo
que su historia de vida no vale, no importa, no tiene
valor y por eso lo eliminó. Cuando llega la violencia,
pretende silenciar estas historias, borrar estas expe-
riencias de vida y por consiguiente lesionar el patri-
monio colectivo, enunciando con las armas su propia
versión de la historia. En este sentido, hay que enten-
der que la violencia se ejerce con intencionalidad de
hacer daño, pues la funcionalidad del dolor y el horror
es la represión; y la violencia política, apunta al silen-
ciamiento y al ejercicio de un poder que excluye,
marca y divide.
63
Muchas de las personas que han sido víctimas de
violencia política no saben de dónde viene el daño, no
saben de dónde surge la amenaza; consideran su
caso como algo aislado, un destino que les tocó vivir.
Como si fuera voluntad de Dios o una catástrofe natu-
ral. Contar sus historias les posibilita comprender de
qué manera su sufrimiento no es único; y escuchar a
otros/as les permite acercarse a una mirada más
compleja del conflicto armado y de lo que les sucedió.
Cuando el sufrimiento puede nombrarse en un espa-
cio compartido, de apoyo y memoria, deja de tener el
poder que muchas veces se le atribuye. Se comienza
el proceso de desmitificar la violencia, que abandona
el lugar de lo indecible y de lo innombrable, sale del
terreno de lo trascendente o de lo natural, ya no es
una catástrofe como una inundación o un terremoto,
sino una acción que responde a fines e intereses
sociales, políticos y económicos. Con la historia de
vida, las personas y colectivos comienzan a hacer
parte del discurso público y social, de la memoria
colectiva.
64
En este sentido es importante, en un trabajo de acompa-
ñamiento psicosocial, reconocer la importancia del testi-
monio personal y el relato de vida como mediación para
que voces silenciadas por la violencia, la represión y el
conflicto armado, puedan ser liberadas, en la medida en
que son escuchadas, reconocidas y validadas. Esto
también le permite a los/las sobrevivientes, reconstruir
sentidos de vida y leerse con otros significados, más allá
del título de víctimas o enfermo, y lograr sentirse dignas,
dueñas de su vida, habiendo recuperado control y senti-
do sobre su propia existencia.
Cuando las víctimas cuentan sus historias, no se trabaja
para quedarse en ese dolor; pues esta acción hace que
las víctimas puedan nombrar y definir su propia historia
como testigos sobrevivientes y no asuman una posición
pasiva, para que otros/as sea quienes hablen de lo que
sucedió. Las historias de vida quizás no permitan una
mirada analítica del conflicto armado, pero son una
imagen del mismo: arrojan luz, evidencian dinámicas y
complejidades (Villa, 2014).
Historias de vida como parte de la memoria colec-
tiva
El testimonio y la memoria colectiva de las víctimas
tienen una función ética, que ejerce un llamado radical
a la sociedad, al Estado y a la Comunidad Internacional
para que puedan verse, confrontarse y comprometerse
con el fin de una violencia y un conflicto armado que
viola los derechos humanos y el derecho internacional
humanitario. Es posible que cuando este país y la
Comunidad Internacional tengan la disposición de la
escucha, cuando se abran los medios de comunicación
y la sociedad esté dispuesta a escuchar, a reconocer la
injusticia y el sin sentido de lo vivido, puedan darse las
condiciones suficientes y necesarias para hacer la paz.
Por eso, es clave no perder de vista la importancia de la
acción y el reconocimiento público, pero siempre en un
marco social que está dispuesto a escuchar, a acoger y
a contener. Y esta escucha implica una disposición a
validar los testimonios y las memorias de las víctimas.
Lo cual demandará una acción permanente de resisten-
cia y lucha social de las víctimas, para que se convier-
tan en sujetos con memoria, testigos sobrevivientes,
que avanzan en posicionar sus relatos, confrontando la
indolencia y la indiferencia social.
El sentido de hacer memoria está en volver a poner las
historias en lo colectivo. Las víctimas deben buscar
estrategias para que el patrimonio de esas historias sea
escuchado por la sociedad y haya verdaderas transfor-
maciones frente a lo que no puede volver a repetirse.
Texto tomado y adaptado de:
Revista Agora Vol. 14/1. Universidad San
Buenaventura. Artículo: Memoria, historias de vida y
papel de la escucha en la transformación subjetiva de
víctimas/ sobrevivientes del conflicto armado
colombiano.
Autor: Juan David Villa Gómez
65
NUESTRO SENDERO
PRIMERA ESTACIÓN: HISTORIA DE VIDA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Aquí encon-
trarás la posibilidad de reflexionar a partir de las viven-
cias u opiniones de los participantes acerca de la impor-
tancia de trabajar la historia de vida.
TIEMPO APRÓXIMADO: 1 hora
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Tablero o papelógrafo
- Marcadores y borrador de tablero
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Invitas las personas a dar su concepto, opinión o
experiencia con relación a las siguientes preguntas:
• ¿Qué significaba o significa para nosotros/as escu-
char las historias de los abuelos?
• ¿Por qué es importante trabajar la historia de vida?
• ¿Qué sentido tiene para las víctimas del conflicto
armado contar su historia de vida?
• ¿Qué importancia tiene para la sociedad escuchar y
reconocer las historias de vida de los/las sobrevivien-
tes?
2.Recoges en tablero o papelógrafo los conceptos y
preconceptos de los participantes, los vas relacionando
según semejanzas, afinidades o diferencias, teniendo
como fundamento el texto de apoyo teórico, indicado al
comienzo de este módulo: Historias de vida: patrimonio
colectivo.
3.Luego de realizar un mapa conceptual de las ideas y
preconceptos de los/ las participantes, realizas una
reflexión frente a la importancia de trabajar la historia de
vida. E invitas al grupo para que se abra a las diversas
metodologías que se desarrollarán en este módulo, y en
otros del proceso de formación, para trabajar la historia
de vida.
RECOMENDACIONES:
• Puedes leer con anterioridad el texto en el cual se
inspira el documento de apoyo: “Memoria, historias de
vida” y papel de la escucha en la transformación
subjetiva de víctimas / sobrevivientes del conflicto
armado colombiano. Autor: Juan David Villa Gómez.
Los puedes encontrar en:
http://web.usbmed.edu.co/usbmed/elagora/htm/v14n-
ro1/pdf/MEMORIA-HISTORICA-JUAN-DAVID.pdf
• Parte de los conocimientos y vivencias de los partici-
pantes, para construir la importancia de las historias de
vida.
SEGUNDA ESTACIÓN: FANTASÍA GUIADA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: En esta esta-
ción realizaremos un ejercicio profundo, para favorecer
que las personas se conecten con su historia personal y
desarrollen habilidades en su propio autoconocimiento.
TIEMPO APRÓXIMADO: 40 minutos
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Velas
- Incienso
- Música suave
- Mantas, colchonetas o cojines que cada persona lleva
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Das inició a la actividad, solicitando a los participantes
que se quiten todas las cosas que les incomoda, se trata
de que estén lo más cómodos/as posible. Se coloca en
el centro del lugar una luz encendida, aroma y música
suave.
2. Invitas a los participantes a relajarse, a estar en silen-
cio y a disponerse al ejercicio con una posición cómoda.
Se invita a escuchar solo la voz de quien está dirigiendo
el ejercicio, luego se les pide que imaginen una luz
blanca que les recorre el cuerpo muy lentamente, se
empieza por los pies, los dedos, va subiendo por el
cuerpo, las piernas la cadera, el estómago, el pecho,
brazos, manos y cabeza. Este recorrido debe ser
pausado, tranquilo e invitando a sentir cada parte del
cuerpo de manera detallada y relajada.
3. Ahora, se les invita a intentar mirar la vida como
proyectada frente a ellos, como en una película, pero
que se va retrocediendo cada vez más.
4.Llegan hasta la infancia, en este momento se les
indica que van a ir a un hecho de esta etapa que les
convoque mucha alegría: cuándo fue, con quiénes esta-
ban, recordar lo que ocurrió de la manera más detallada
posible.
Se van a detener en este momento, a disfrutarlo de
nuevo. Se les da tiempo para que estén en este momen-
to de la vida. se les pide que recuerden qué edad tenían,
cómo era su vida en ese momento, los personajes, los
colores, las imágenes. Después se les pide que se
despidan de este momento y que lo dejen ir de esa “pan-
talla que tienen frente a sí”, y se acoge como parte de la
vida.
5. Después se les invita a que vayan en un momento de
la vida menos alegre, tal vez triste o melancólico; se les
dice que estén un momento allí, se les da tiempo para
que recreen bien este instante. Los personajes, los
colores, los tiempos, el espacio, las imágenes. Se
contactan con el momento y luego lo van dejando ir
como si fuera corriendo en la película de la vida, se
despiden de él y se acoge como parte de la vida.
6. Luego, que vayan al momento de su juventud, recor-
dando el momento en que se enamora, en que eligen la
pareja de su vida. También se ponen frente a sí
mismos/as los momentos tristes y alegres en este
momento de la vida.
7. Lo mismo se hace con la adultez y/o el momento
actual, según el momento del ciclo vital de los y las parti-
cipantes.
8. Se les invita de nuevo a un lugar feliz de su vida y se
les pide que guarden bien este momento y llenen su
cuerpo de este sentimiento.
9. Se les dice lentamente que es hora de ir regresando
al momento actual. Nos vamos despidiendo de esos
momentos y vamos moviendo dedos, manos, pies,
sintiendo de nuevo nuestro cuerpo. Lentamente
abrimos los ojos. Esta indicación se repite cuantas
veces sea necesario hasta que las personas se hayan
incorporado.
66
RECOMENDACIONES:
• Puedes solicitar a las personas, con anterioridad al
taller, que traigan los elementos que requieran para
acostarse en el piso y estar cómodos/as.
• La fantasía guiada puede variar dependiendo la nece-
sidad o el objetivo específico con ese grupo. Por
ejemplo, quedarse más tiempo en ciertos momentos de
la vida, o involucrar otras personas de la vida que estu-
vieron allí.
• Procura estar acompañado/a de otros facilitadores que
estén observando al grupo para que hagan contención,
si alguna persona lo requiere.
TERCERA ESTACIÓN: LINEA DE LA VIDA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Pretendemos
que las personas puedan hacer un recorrido por los
hitos significativos de su vida, visualizados a través de la
fantasía guiada, utilizando la pintura como una herra-
mienta que facilita la fluidez y la expresión de estos
acontecimientos.
TIEMPO APRÓXIMADO: 4 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Papel kraf
- Marcadores gruesos
- Pinceles
- Vinilos
- Paletas de pintura
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. A cada integrante le entregas un papel Kraft alarado,
entre 1,5 y 2 metros, e implementos para pintar.
2. Les solicitas que dividan el papel en 4 bloques a lo
largo, sin cortarlo, solo señalando los espacios.
• ¿Cómo se sintieron realizando el ejercicio?
• ¿De qué se dieron cuenta?
• ¿Qué resaltan de su historia de vida?
Según la dinámica del grupo se invita a compartir su
historia y los sueños de vida.
6. Finalmente, les preguntas ¿Qué les gustaría hacer
con esos dibujos, palabras, relatos?
RECOMENDACIONES:
• Es importante que mientras pintan, las personas
permanezcan en silencio, conectadas con sus propias
emociones y realizando su ejercicio, lo que facilita una
mayor profundización. Por esto crea un ambiente de
recogimiento e intimidad. Puedes utilizar música de
fondo para este propósito.
• Para la realización de esta actividad es importante que
cuentes con otras personas de apoyo, ya que puede
presentarse situaciones de alto contenido emocional.
• Tranquiliza a la gente frente a las emociones que
puedan sentir al recordar su historia, ganas de salir
corriendo, angustia, incluso de abandonar el proceso,
enmarcando estas experiencias como reacciones emo-
cionales de defensa que son normales en un proceso
de recuperación emocional.
• Advierte a las personas que puede ser normal,
después de este tipo de actividades, que aparezcan
síntomas físicos tales como: dolor de cabeza, sueños y
pesadillas. En algunos casos se puede ofrecer un
acompañamiento individual para las personas partici-
pantes.
• En los subgrupos, debes facilitar que se genere un
clima de escucha, acogida y respeto por todas las histo-
rias de vida que se socialicen.
• Otorga libertad de guardar silencio a las personas que
no quieran compartir su dibujo o relato.

3. Les indicas que cada persona representará su vida

dividiéndola en cuatro bloques, así: El primero, repre-
senta su niñez; el segundo, la adolescencia, la juventud;
el tercero, la adultez y/o momento actual, sobre todo si
trabajas con población joven; el cuarto bloque, repre-
sentará sus sueños y proyectos en el futuro.

4. Darás la consigna de poner en pintura, por cada

bloque los hechos más fundamentales que marcaron su
vida en esos años y con el avanzar del ejercicio se les
dará la opción de pegar fotografías, realizar dibujos o
escribir algunas cosas que logren ilustrar ese hecho.
Debes dar por lo menos una hora para este proceso.

5. Reúnes grupos de entre 7 y 10 personas, cada equipo

acompañado de un facilitador/a, para socializar los dibu-
jos y lo realizado en la primera parte, a partir de la
siguiente preguntas orientadoras:

67
 CUARTA ESTACIÓN: REESCRIBIENDO
MI HISTORIA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Este ejercicio
facilitará el encuentro con la historia del otro/a, para
escucharla y reescribirla, rescatando los elementos de
resistencia, resiliencia y afrontamiento que las personas
han utilizado en medio de su dolor, para continuar su
vida. Con esta actividad también permitirás que cada
uno/a, pueda reencontrarse con su historia para resigni-
ficarla de una manera diferente.
TIEMPO APRÓXIMADO: 3 horas
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Formatos de hoja de periódicos y portadas. (Ver
anexos al módulo)
- Fotografías con imágenes que refieran a ideas de
crecimiento, fuerza y esperanza
- Marcadores delgados de colores
- Pegante
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Divide el grupo en subgrupos, y los invitas a jugar a los
periodistas, a redactar y narrar su historia personal
como víctima del conflicto armado, que luego hará parte
de un periódico colectivo que se publicará más tarde.
2.Invita a cada subgrupo a que en parejas se cuenten
una historia de su vida, una historia que haya causado
dolor y que haya sido relevante.
3.Contará la historia uno de los dos y el otro será quien
escucha. Luego se cambian los papeles.
4.La persona que está escuchando tendrá las siguientes
preguntas escritas en un papel para utilizarlas cuando
considere necesario con el fin de ver los recursos, forta-
lezas, posibilidades que ha tenido quien narra su historia
para salir adelante.
Guía de preguntas para el facilitador:
• Frente al hecho: ¿Qué lo motivó a actuar como actuó?
• De lo que hiciste: ¿De qué te sientes orgulloso? ¿Qué
acción concreta hizo para afrontar la situación…?
resaltar algo positivo, valeroso, significativo de la
historia, ¿Qué esta dispuesto/a a hacer?
• Para finalizar se le pregunta a la persona, después de
esta conversación: ¿Qué crees, que te ha ayudado a ver
más claro, a sentirte mejor? ¿Qué has hecho para
enriquecer tu vida, para hacerla mejor? ¿Qué conside-
ras debes romper en tu historia familiar para sentirte
satisfecho/a? ¿Qué aprendiste de tu historia de vida?
5.La persona que escucha puede tomar algunos apun-
tes al final de la narración de la historia de su
compañero/a.
6. Al terminar la primera historia, pide que cambien los
roles, quien escuchó, ahora narrará y quien narró,
ahora será quien escucha. Y se repetirá la anterior
instrucción.
7.Luego se le entrega a cada persona un formato, como
una hoja de un periódico (Ver Anexo 1). E invitas a cada
persona que escuchó como periodista, a reescribir la
historia del compañero/a, incorporando los elementos
de los que se dio cuenta, sus afrontamientos y resisten-
cias; además dando un lugar importante a todo aquello
que le sirve a la otra persona para proyectarse en su
propia historia.
8. Es importante recalcar que cuando se escriba la
historia de la otra persona se centre en las fortalezas,
afrontamientos y estrategias que observó para que su
compañero sobrellevara esa situación de dolor.
9.Luego los invitas a ponerle un título a esa historia.
10.Para finalizar la producción de la historia, coloca en
un lugar visible todas las imágenes de resiliencia e
invita a cada persona a que elija una imagen para
ponerle a la historia que escribió de su compañero/a.
11. Luego reúne cada subgrupo y solicítale que compar-
tan las diversas historias. Y que al hacerlo vayan resal-
tando los aspectos fundamentales que servirían como
titulares de un periódico grupal, cuya portada realizarán
entre todos y todas.
12.Entre los/las participantes se apoyan en la construc-
ción de la portada del periódico (ver Anexo 2); la cual
debe presentar las historias y el sentido del proceso.
Deberán además poner un título al periódico en el cual
se recoja el trabajo del día.
13.Solicítales que ubiquen el periódico completo en un
espacio donde pueda ser observado por otras personas
y allí lo dejarán expuesto.
14.Invita a los subgrupos a rotar para mirar los periódi-
cos colectivos.
15.Finalmente, reúne el grupo completo en un salón
donde le darás cierre a la actividad, los aprendizajes
que ésta deja. recogiendo el valor de sus historias e
invitando a compartir de manera voluntaria lo que se
llevan de la jornada.
68
RECOMENDACIONES:
• Si tienes el tiempo y ves necesario profundizar en esta
actividad, en la solidaridad y la validación grupal,
puedes incluir el siguiente ejercicio:
- Entrégale a cada persona unos post – it y solicítales
que escriban: yo te ofrezco, yo te resalto; y que luego lo
peguen en las historias que deseen y encuentren en su
recorrido.
- Estos periódicos pueden utilizarse como herramienta
pedagógica para hacer sensibilización y validar las
historias en espacios colectivos, con la previa
autorización de sus protagonistas.
69
NUESTRA EXPERIENCIA DE VIAJE COMO
FACILITADORES EN EL RECORRIDO DE HOY
Nuestra experiencia nos confirma la importancia de
reconocer el testimonio personal y el relato de vida en el
acompañamiento psicosocial a víctimas de violencia
política, como mediación para que las voces de las vícti-
mas puedan ser escuchadas, reconocidas y validadas.
Desarrollar ejercicios pedagógicos con sobrevivientes,
alrededor de sus propias historias, posibilita la expre-
sión de emociones, sentimientos y vivencias, que le dan
vida a esos relatos personales; facilitan la expresión de
otras historias que no habían salido a la luz y convocan
al grupo a la unidad y a la escucha.
Los/las participantes logran entender la importancia de
expresar su historia de vida, como una forma de ir apro-
piándose de ella. Esta posibilidad de volver a pasar por
el corazón sus recuerdos, les permitió reconocer los
elementos de resistencia y afrontamiento que han
utilizado para continuar su vida, comprender lo sucedi-
do y encontrar nuevos sentidos al futuro. Pueden nom-
brar su sufrimiento en un espacio compartido, de apoyo
que les permite no quedarse en ese dolor, pues la
acción de nombrar lo que han vivido, sea de forma
verbal o en dibujos, les posibilita recuperarse y fortale-
cerse en su propio poder como testigos sobrevivientes.
Igualmente evita magnificar el propio relato, al encon-
trarse con otras situaciones similares:
“Me gustó mucho, pero yo no lloro, soy muy
sentimentalista a ratos, pero viniendo acá me he vuelto
más berraca”
“A lo largo del proceso he sanado interiormente”
“Es la posibilidad de expresar los sentimientos, sin
temor a que duelan”
“Se logró compartir lo vivido sin hacer una tragedia”
“Valentía para hablar, reconocernos y darle sentido a
nuestra historia”.
La actividad de reescribir la historia, fue de gran impor-
tancia; el hecho de poner el relato en oídos de otro/a,
permite volver a resignificar la historia personal, encon-
trando elementos de sobrevivencia, esperanza, resis-
tencia, que habían sido borrados, o puestos en un
segundo plano, por el dolor que enmarcaba la historia,
como lo dicen algunos/as de ellos/as:
“Que yo puedo, soy muy valiosa, me sigo dando
cuenta de que soy valiente”
“Que yo soy una mujer muy berraca y esa experiencia
me fortaleció”
“Las historias de vida nos ayudan a ser mejor, cuando
tenemos aprendizajes”
“Me gustó mucho trabajar con mi compañera, pues me
hizo ver y entender muchas cosas”
La violencia silencia historias y experiencias de vida. En
este sentido, generar un espacio para la expresión y
validación de estos relatos, les permite a las personas,
entender que el daño que genera la guerra tiene
intencionalidades y que su caso no es aislado, ni un
destino que les tocó vivir. Desde sus vivencias pueden
acercarse a una mirada más compleja del conflicto
armado y de lo que les sucedió. El sentido de hacer
memoria está en volver a poner las historias en lo
colectivo, buscar estrategias para que el patrimonio de
esas historias sea escuchado por la sociedad.
Otro de los elementos importantes a rescatar en este
viaje, es la generación de confianza y unidad grupal que
se teje al compartir las historias, pues este ejercicio
congrega, sensibiliza y crea solidaridad. Los/las partici-
pantes en este módulo se logran acercar a lo que signifi-
ca el grupo de apoyo mutuo, pues el ejercicio de conte-
nerse fue una experiencia que los/las aproxima al ejerci-
cio que más adelante van a realizar, apoyando a otros.
Como lo expresan algunos de los/las participantes al
evaluar la jornada:
“Quien cuenta se siente importante, valorado
y reconocido”
“La sesión de hoy me gustó mucho ya que acá me
escucharon y escuche a mis compañeros”
”Se sintió solidaridad, tejidos y conexión con el grupo”
“Nuevas historias nos convocan a escuchar y sentir a
los demás, esto permite que estemos cómodos los
unos con los otros”
70
ANEXOS - MÓDULO 5
ANEXO 1
Hoja periódico

71
 ANEXO 2
Portada periódico

72
 MÓDULO
6

PRIMEROS AUXILIOS
EMOCIONALES

MAPA DE LA
JORNADA
Este módulo buscará introducirte en el concepto de
“relación de ayuda”, retoma conceptos anteriores, para
reiterar que esta no es una actividad de expertos profe-
sionales, puesto que el acompañamiento al sufrimiento
humano, la mayoría de las veces, no implica su medica-
lización o diagnóstico, sino reconocerlo y validarlo a
través de una escucha respetuosa que ayude a com-
prenderlo y a integrarlo dentro de la propia vida.
Se desarrolla el concepto de crisis como un evento por
el cual todo ser humano atraviesa y que la mayoría de
las veces solo requiere, para ser superado, de otro ser
humano que pueda ponerse en una relación de ayuda
en la que haya un interés por el bienestar del otro. La
metodología enfatizará en aprender habilidades para el
apoyo a las personas, reconociendo, en primer lugar,
los momentos de la vida en los que hemos apoyado a
otros dentro de sus propios contextos: familiar, comuni-
tario, amistosos; con el fin de identificar, en tales expe-
riencias, los recursos utilizados, haciendo consciente
las propias capacidades y herramientas para apoyar a
otros/as en situaciones de crisis.
Dentro del enfoque psicosocial es necesario validar las
formas de ayuda (actitudes, capacidades y debilidades)
que las personas utilizan para contener y afrontar situa-
ciones límite, porque esto les permite entender que este
saber es válido y que es necesario potenciarlo para
acompañar a otros y otras y para que deliberadamente
empiecen a realizar este trabajo, de mejor manera,
dentro de sus comunidades y contextos personales.
Nuestro punto de llegada el día de hoy
1. Reconocer las formas de respuestas de los/las
participantes para acompañar a otros/as y adquirir
nuevas formas de acompañamiento, que faciliten esta-
blecer relaciones de ayuda a víctimas del conflicto
armado.
2. Acercarse a la comprensión de algunas herramientas
para el apoyo emocional.
74
APOYO TEÓRICO
LA RELACIÓN
DE AYUDA
La decisión de acompañar a personas que han sido
afectadas por la violencia nos enfrenta a situaciones
de crisis. Para ello es importante que entendamos
que una situación se define como crítica, no por la
situación misma sino por el significado y la forma
como se asume tal experiencia; es decir, por el
manejo que hagamos de ella, por el significado que le
damos y por la disposición que tengamos para
enfrentar el momento. Lo que alguien experimenta
como un problema, para otro puede no serlo y, en
ocasiones, la crisis está más en la cabeza de quienes
buscan ayudar que en la de quienes han vivenciado
una experiencia límite; situaciones que no tenían la
fuerza para volverse una crisis terminan siéndolo por
el manejo inadecuado que se hace de esto, debido a
la falta de información, al desconocimiento, a la inter-
pretación apresurada de los hechos y de la emoción
de la víctima.
Es importante que tengamos claro que las reacciones
emocionales que surgen por las diversas experien-
cias vividas no necesariamente son crisis, estas reac-
ciones suelen tener gran intensidad, lo que las hace
difíciles de abordar, pero como ya hemos dicho son
reacciones normales ante situaciones anormales.
Estas reacciones normales pueden interpretarse
como un problema, una crisis y nos llevan a realizar
acciones para que el estado emocional desaparezca,
generando muchas veces, que se aumente la expre-
sión emocional y reforzando con ello la idea de que,
efectivamente, hay un problema. Pero no hay un
problema, todos los seres humanos experimentamos,
sentimos y vivimos diversos estados emocionales y
como lo hemos visto en este proceso de formación,
es necesario dejarles fluir, intentando acompañar,
contener, estar presente, comprender, validar la emo-
ción y darle un marco de comprensión en relación con
los hechos vividos. En estos casos, nuestra presencia
y el acompañamiento desde un silencio presente y
una escucha activa son muy importantes. Las emo-
ciones no son buenas ni malas, por eso es mejor
aceptarlas y no calificarlas.
Por otro lado, podríamos, entonces identificar las crisis.
Le llamaremos crisis a aquellas situaciones cuya
ocurrencia repentina o súbita ocasionan una pérdida en
la estabilidad o las dinámicas habituales de una perso-
na, una colectividad, una organización y hasta un país.
La crisis hace parte de la experiencia humana, cuando
esta aparece genera desequilibrio y cambio abrupto. La
experiencia de violencia somete a quienes la viven a
gran sufrimiento emocional, entre otras cosas por ser
causado por otro ser humano; esto afecta la identidad, la
confianza básica en la bondad del otro, despierta la
sensación de inseguridad frente al entorno y surgen
emociones intensas de culpa, miedo, desconfianza,
venganza, rabia, dolor e incertidumbre frente al futuro.
Las personas empiezan a experimentar la sensación de
que han perdido la brújula que los conducía y lo que se
creía inmodificable se vuelve cambiante, se experimen-
ta la fragilidad y hay una sensación de pérdida de control
de la vida.
Una vez producida la crisis tenemos que entender que
se pasan por varias etapas o momentos especiales para
empezar a encontrar el equilibrio. Así como después de
un terremoto organizamos las cosas de la casa, recoge-
mos cada trasto y lo volvemos a colocar en su lugar,
también en la vida emocional se necesita de tiempo y
atención para poner en orden nuestras emociones y
recuperar el equilibrio perdido. En la atención psicoso-
cial es importante tener en cuenta que las repercusiones
de una crisis en las personas afectadas y su desenlace
no depende solamente de la persona que vive el hecho,
de su propia fortaleza y recursos emocionales para
enfrentarla o de las acciones que emprenda para supe-
rarla, sino además del contexto en el cual ocurre el
hecho que desencadena la crisis y de la red de apoyo y
recursos sociales que puedan movilizarse para
solucionarla.
Es importante saber comprender las reacciones emocio-
nales sin patologizar el sufrimiento, este es comprensi-
ble en la experiencia que se está viviendo. Es normal y
lógico que exista miedo, fatiga, problemas de concentra-
ción o memoria, inseguridad, recuerdos de las cosas
perdidas y a veces llanto, frustración, rabia y que se
necesita de un tiempo para asimilar el impacto psicoso-
cial de la experiencia; en este sentido es importante
fijarse menos en las reacciones y más en las experien-
cias. Sin embargo, hay circunstancias en las que mani-
festaciones normales de tensión o malestar se pueden
convertir en una situación emocional que requiere de un
manejo especializado, para ello se deben tener en
cuenta algunos criterios:
75
• La intensidad de la reacción emocional: esta se
desborda y nada la contiene.
• Hay una prolongación de esta expresión emocional
desbordada.
• Aparecen síntomas físicos severos: desmayos, gastri-
tis aguda, dolores intensos que no desaparecen con un
analgésico cotidiano, como el acetaminofén o el ibupro-
feno. También se presenta hiperventilación, taquicardia
intensa, arritmia cardíaca, entre otros.
• Ideas o intentos de suicidio que se imponen en el
pensamiento y la voluntad de la persona.
• Cambios abruptos en la vida personal, social y cotidia-
na, tales como abandono del trabajo, de las responsabi-
lidades familiares, consumo de alcohol y otras sustan-
cias psicoactivas.
Si estos criterios se cumplen y la persona presenta una
gran variedad de síntomas físicos y psíquicos relaciona-
dos con la angustia, tensión, frustración, tristeza, tal vez
necesita ayuda especializada; de manera especial si
hay deseos de muerte o intentos de suicidio. Sin embar-
go, la mayoría de las veces lo que nos vamos a encon-
trar son reacciones normales y personas que si bien
atraviesan por una situación emocional compleja y
difícil que evidencia su intenso sufrimiento, no requieren
medidas especializadas de acción y la crisis que está
viviendo puede acompañarla cualquier persona
dispuesta a apoyar, acompañar, escuchar y ofrecer
afecto, sin que medie un profesional de la salud mental
para ello.
Primeros auxilios emocionales
Es la primera ayuda que se presta a una persona que
atraviesa por un momento de crisis, son un conjunto de
medidas que brindan apoyo inmediato y habilidades a
las personas que están afrontando situaciones o
momentos de sufrimiento.
Objetivos de la primera ayuda psicológica
- Proporcionar apoyo para que las personas víctimas de
la violencia sociopolítica puedan superar o al menos
disminuir su sufrimiento emocional.
- Proporcionar enlaces y recursos de ayuda: Consiste
en activar las redes de soporte social y familiar de la
persona que permitan un apoyo efectivo y emocional
mientras dura la crisis, paliando la situación de emer-
gencia y amortiguando sus efectos.
- Prevenir que estas personas se hagan daño a sí
mismas y a otras, ya que en ocasiones la crisis emocio-
nal por la que atraviesan los hace tomar decisiones
extremas como la venganza personal o el suicidio.
- Ayudar a aclarar la situación que la persona está
viviendo, acompañarla a darle sentido a la experiencia a
través de entender lo que está pasando en su contexto.
- Ayudarla a identificar los recursos que tiene para supe-
rar la crisis.
Seguramente muchas veces has utilizado en tu vida
algunas herramientas y habilidades de este tipo, cuando
has ayudado a personas que amas en tu familia o en tu
comunidad. Cuando ofrecemos nuestro apoyo no solo
estamos ayudando con los sentimientos o situaciones
difíciles, sino que también potenciamos y fortalecemos
la capacidad de resiliencia personal del afectado/a.
¿Qué hacer en un momento de crisis?
1. Ayuda a disminuir el sufrimiento emocional permitién-
dole a la persona que exteriorice sus sentimientos por
dolorosos que sean. Para ello es importante escuchar
activamente, oír atentamente la historia y el relato de la
persona sin distraerse, respetando ideas y creencias,
evitar hacer reproches, recriminaciones, críticas seve-
ras, juicios de valor innecesarios ya que esto hace que
la persona pierda la confianza.
2. Intenta que la persona entienda lo que está ocurrien-
do, es decir, que sienta que su reacción emocional no
implica locura o estar fuera de sí. Es importante que la
persona sienta que tiene permiso para llorar, para
maldecir, para expresar su rabia y su furia, o su resenti-
miento, siempre en un espacio de contención, como el
cauce de un río que impide que se inunde todo lo
demás; ; así pues, hay que trazar los límites de la expre-
sión, diciéndole por ejemplo:
“tienes permiso para llorar todo lo que quieras que aquí
te vamos a acompañar”; “puedes expresar tu rabia y tu
odio, pero no puedes usar aquí la violencia física”.
3. Ayuda a aclarar la situación y responsabilidad de los
hechos violentos que desencadenaron su situación, en
ocasiones las víctimas se sienten culpables de lo ocurri-
do: “si yo hubiera hecho”; “si no me hubiera ido”; “si le
hubiera hecho caso”. Poner la responsabilidad en quie-
nes cometieron el hecho, comprendiendo las dinámicas
del conflicto armado y sus juegos de intereses y poder,
ayuda a aliviar sentimientos de culpa en las personas.
Estas son acciones que acompañan a dar sentido a la
experiencia, ya que cuando la gente busca y encuentra
explicaciones a las cosas, asume una actitud más cons-
tructiva y el dolor también se transforma.
4. Valida y acepta la expresión emocional, esto permite
darle a entender a quién acompañamos que tomamos
en serio lo que le está pasando y lo que siente, hacerlo
sentir reconocido, comprendido, que es importante y
que es posible hacer acciones para sentirse diferente.
Utilizar expresiones como: “comprendo lo que estas
sintiendo”; “en tu lugar también sentiría rabia”; son
formas útiles de validar, aceptar las emociones y al
mismo tiempo hacer entender que estas no son un
problema en sí mismas.
5. Intenta que la persona evalúe sus necesidades inme-
diatas y que encuentre o identifique alternativas a la
situación, reconociendo los recursos personales que
tiene para enfrentarla. En el proceso de formación
vamos a aprender algunas herramientas que nos
ayudarán a acompañar a otros y a otras a redefinir su
situación.
6. Acompaña a las personas y familias a identificar las
posibles redes de apoyo con las que cuenta y puedan
ser soporte para el futuro.
7. Promueve hábitos de autocuidado en las personas,
con el fin de reducir el sentimiento de vulnerabilidad y
transmitirle que tiene control sobre áreas de su vida.
Evalúa tus posibilidades y limitaciones en
el acompañamiento
Un asunto importante en el acompañamiento es evitar
reacciones que lleguen a paralizarnos, tampoco que en
la intención de acompañar seamos nosotros mismos
quienes entremos en crisis, lo cual no sería útil ni para
nosotros, ni para los demás. Por ello vale la pena tener
en cuenta algunos elementos para actuar ante la crisis.
76
Este tipo de trabajo nos enfrenta, a quienes lo hacemos,
con nuestros límites y muchas veces con nuestros
sentimientos de impotencia. Por ello es muy importante
poder tener claridad sobre nuestras propias capacida-
des y habilidades vistas de manera realista.
No pretendas hacer más de lo que humanamente se
pueda, pero tampoco caigas en la impotencia, si bien
hay asuntos que no están en tus manos cambiar o solu-
cionar, lo que sí se puede hacer es favorecer espacios
adecuados para abordar lo emocional.
Es importante que nos quitemos la pretensión de
convertirnos en expertos solucionando problemas, es
fácil caer en la tentación de dar consejos para que otros
hagan lo que nosotros haríamos. Tampoco somos
nosotros quienes debemos encontrar la explicación y la
solución a un problema de otra persona, porque en
muchas ocasiones puede no ser útil y a veces empeora
la situación. Sin embargo, sí es fundamental generar
una relación de confianza para brindar un eficaz acom-
pañamiento, esto implica acercarse lo suficiente desde
el afecto, sin que esto lleve a invadir a la otra persona,
ni a perder nuestros propios límites.
El problema cuando damos consejos o soluciones a los
problemas de otros es que lo hacemos desde nuestros
propios significados y nuestra propia historia. Por eso
una actitud de acompañamiento, siempre implicará
hacer el esfuerzo por comprender los significados que
tiene para ellos lo vivido; cuando lo hacemos así y esta-
mos atentos a los puntos de vista, sentidos y formas de
la persona o comunidad, podemos guiar nuestra acción
desde lo que ellos y ellas necesitan; y no desde nues-
tros prejuicios, miedos o límites.
En relación con lo anterior, es importante decir que las
personas necesitan de tiempo para ir elaborando y
teniendo nuevas comprensiones sobre su experiencia y
los hechos vividos. Por esta razón, escucha sobre
cuáles son las necesidades de las personas y las fami-
lias. A veces todo lo que necesitan es alguien que esté
en capacidad de escuchar.
El papel del apoyo en momentos de crisis es ayudar a
las personas a recordar y reconocer que tienen capaci-
dades para recuperarse, para ello es importante que
piensen en otros momentos difíciles, en los recursos
usados y en cómo le sirvieron para enfrentar lo vivido y
seguir adelante. En el módulo anterior, el ejercicio
donde escribimos la historia del otro/a desde sus expe-
riencias de fortaleza, afrontamiento y resistencia, nos
conecta con este concepto: las experiencias límite de la
gente son mucho más que un trauma, son también
oportunidades de crecimiento y transformación perso-
nal, esto lo debemos tener siempre presente.
Hay temas que uno no puede abordar y siente que le
costaría asumir o apoyar, por tanto, es importante que
evites abrirlos. Tampoco podemos generar acciones
que luego no podamos controlar. En la crisis es necesa-
rio privilegiar aquellas cosas que puedan comprenderse
y validarse y dejar para otro momento la confrontación.
NUESTRO SENDERO
PRIMERA ESTACIÓN: DINÁMICA DEL ÁRBOL
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: En esta
estación encontrarás una propuesta que te ayudará a
empezar la jornada haciendo conectar a los participan-
tes en una relación de dar y recibir a través de una
metodología lúdica y vivencial.
TIEMPO APRÓXIMADO: 30 minutos
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Música
- Reproductor de sonido
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Pídele al grupo que formen subgrupos de cinco
personas.
2. Di que cada grupo debe elegir a una persona que se
hace en el centro del subgrupo, para representar el
papel de árbol.
3. Indícale a las otras cuatro personas que cada una
elija un elemento de la naturaleza para representar: el
agua, la tierra, el fuego o el viento, los cuales harán
acciones en dirección al árbol.
4. Prepara música que se asocie con cada uno de estos
elementos.
5. La persona que asume el papel de árbol debe ubicar-
se en la mitad de las cinco personas, ponerse en posi-
ción como si fuera un árbol, siendo los brazos sus
ramas y los pies sus raíces.
6. Da esta indicación: a quién le corresponde cada
elemento, cree un movimiento, de acuerdo con el
sonido de la música que va a escuchar, con la intención
de alimentar el árbol que se encuentra en el centro.
7. Sonará la música y el facilitador dirá en voz alta el
elemento que debe hacer su actuación sobre el árbol,
los demás se mantendrán alrededor de este bailando,
haciendo movimientos, pero siempre en silencio hasta
que les corresponda la tarea de acercarse al árbol como
elemento.
77
8. Cuando los cuatro elementos hayan interactuado y - Pegante
nutrido el árbol, pide que otra persona del equipo haga - Cinta de enmascarar
el papel de árbol y repite la misma dinámica hasta que - Recortes de revista
todos los participantes hayan actuado como árbol y - Tijeras
recibido alimento de los demás elementos. - Papel globo
- Hojas de block
9. Quien deja de ser árbol tomará el elemento de quien - Marcadores
pasa al centro a representar el papel. - Colores o crayolas
- Sobres
10. Cierra la actividad con una melodía en la que todo el
grupo encuentre un ritmo que pueda danzar, procura
que esta danza sea en círculos y genere un espíritu de
colectividad y unión grupal.

11. Al final, recoge el sentimiento del grupo frente a la

actividad, puedes direccionar la reflexión en torno a la
importancia de conectarse, de sentir empatía y dispo-
nerse a dar y recibir como elementos importantes de la
ayuda.

RECOMENDACIONES:

• Es importante que puedas preparar el material musical

con antelación para que el ejercicio sea fluido. Y para
que evoque los elementos de la naturaleza que referen-
cia la actividad.
• Brinda confianza al grupo, pues para algunas perso-
nas el movimiento con el cuerpo resulta incómodo, por
ello es importante que centres a las personas en sí
mismas y en el trabajo sobre el árbol, evitando que las
personas hablen o empiecen a dispersar su atención en
el resto de compañeros.
• Esfuérzate en que todas las personas puedan conec-
tarse con su rol (árbol o elementos), para ello puede RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
ayudar cerrar los ojos y conectarse con el momento y la
música. 1. Utiliza el símil del botiquín de primeros auxilios como
mediación del ejercicio, llevando a pensar a los/las
SEGUNDA ESTACIÓN: BOTIQUÍN DE PRIMEROS participantes en lo que tenemos cotidianamente en un
AUXILIOS EMOCIONALES botiquín casero y manteniendo la alegoría, preguntar
¿Cómo sería un botiquín de primeros auxilios emocio-
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: En esta esta- nales?
ción construiremos individual y colectivamente un
botiquín de primeros auxilios emocionales que nos 2. Invita a todo el grupo a pensar, de manera individual,
permitan descubrir o hacer consciente las herramientas cuáles han sido las herramientas o habilidades que
que hemos puesto en marcha en las relaciones de ellos han puesto en práctica, para apoyar a otros en sus
ayuda que establecemos en la vida cotidiana, así comunidades o familias, cuando se han presentado
mismo ir descubriendo otras nuevas que podemos situaciones límite o situaciones de crisis.
potenciar en nuestra relación de acompañantes de
otros. 3.Entrégales papeles de un color, en este caso puede
ser amarillo, y pídeles que consignen en estos, todas
TIEMPO APRÓXIMADO: 3 horas las herramientas y habilidades que consideren tener
para acompañar a otros. Indica que se hace uso de un
solo papel por herramienta escrita.
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Papel kraft
- Cartulinas
- Papel iris

78
4.Cuando hayan escrito en varios papeles sus herra-
mientas y habilidades, pídeles que las metan dentro de
un sobre que se ha entregado previamente, el cual
representará su botiquín personal de primeros auxilios.
5.Cada persona debe mantener este sobre durante
todo el día, puesto que deberán alimentarlo con nuevos
aprendizajes y herramientas en el transcurso de la
jornada.
6.Luego invítalos a organizarse en subgrupos, según el
número de participantes y facilitadores. Allí van a com-
partir el trabajo individual y a partir del “botiquín indivi-
dual” van a construir un gran botiquín colectivo, en el
cual se incluirán todas las posibles formas de ayuda
emocional que el grupo identifique.
7.Entrégales material para que ellos diseñen, de
manera creativa, la representación de un botiquín de
primeros auxilios emocionales.
8.Finaliza el trabajo por subgrupo reuniendo nuevamen-
te en plenaria a todo el grupo para exponer el trabajo de
cada equipo; y ve dotando un gran botiquín general que
contenga el trabajo realizado por todos.
9.Recoge y sintetiza el trabajo, puntualizando y profun-
dizando en los conceptos desarrollados en el documen-
to: “Relación de ayuda”, que ha sido el apoyo teórico de
este módulo.
RECOMENDACIONES:
• Los subgrupos deben contar con un espacio cómodo
para realizar su trabajo.
• Es fundamental que en la plenaria tu aporte concep-
tual pueda entrar en diálogo con las experiencias de la
gente. Verás que hay un saber popular que es funda-
mental reconocer y fortalecer para cualificarlo en este
proceso de formación.
TERCERA ESTACIÓN: EJERCICIO DE ESCUCHA
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Desarrollare-
mos un ejercicio que nos permitirá reforzar el aprendi-
zaje de la escucha como la primera herramienta para
ofrecer primeros auxilios emocionales.
TIEMPO APRÓXIMADO: 1 hora y 30 minutos.
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Periódicos con las historias de vida, construidos por
los participantes en la sesión anterior, módulo No. 5: Mi
historia de vida en el marco del conflicto
- Papeles de colores recortados y organizados en forma
de llave
- Marcadores o plumones
- Música de relajación
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1. Retoma las historias construidas como noticia de
periódico (Ver módulo anterior).
2.Junta las parejas que estuvieron compartiendo y
escribiendo el periódico sobre la historia de vida de la
compañera/o, en el taller anterior.
3.Entrégales los apartados del periódico en donde se
encuentran escritas sus historias.
4.Dedica un momento para que la pareja se conecte y
se reconozca. Para ello promueve que, en silencio, se
miren al rostro y a los ojos, puedes utilizar música de
relajación para favorecer el ejercicio.
5.Invítalos a que con los ojos cerrados puedan contac-
tarse con la energía del otro y a que sientan confianza.
6.Pídeles que entre parejas se entreguen las historias,
que uno/a escribió del otro/a, para que puedan leer su
propio relato en voz alta, con el fin de que reconozcan
otras maneras en las que su historia puede ser contada
y que valore la forma en que el otro la escuchó.
7.Cierra esta actividad proponiendo que cada pareja se
haga un regalo: cada uno/a identificará tres herramien-
tas de las aprendidas durante el día que le ofrecerá a su
compañera/o para que siga avanzando en el trabajo de
elaboración sobre su historia. Para ello se tendrán
recortes de hojas de colores organizadas en forma de
llaves, en los que las personas consignarán el nombre
de las herramientas que quieran ofrecer.
8.Con esas llaves cada uno construirá un “llavero” con
las herramientas y habilidades que necesita cultivar o
potenciar para afrontar mejor las situaciones límite en
su propia historia.
9.Finalmente, recoge el sentimiento y la sensación de
cada pareja luego de leer su historia y de recibir las
herramientas.
79
RECOMENDACIONES:
• Favorece un ambiente de confianza, silencio y cone-
xión entre las parejas.
• Ten presente que al conformar las parejas algunas
pueden quedar solas, pues algunas personas pueden
no asistir a la jornada, para ello es importante que
un/una facilitadora del equipo se disponga para acom-
pañar, a quien quede sin pareja.
CUARTA ESTACIÓN: CIERRE
QUÉ ENCUENTRO EN LA ESTACIÓN: Cierra la
experiencia del día favoreciendo la integración de los
elementos descubiertos y entregados durante el taller, y
permitiendo la valoración, en cada uno de los participan-
tes de las herramientas que reconoció en sí mismo, de
las herramientas descubiertas y de aquellas que faltan
por potenciar y desarrollar mejor su proceso de acompa-
ñamiento a otros/as.
TIEMPO APRÓXIMADO: 45 minutos
EQUIPAJE PARA LA ESTACIÓN:
- Sobres, entregados en la mañana como botiquín
personal
80
- Hojas de colores
- Lapiceros
- Espacio adornado con el trabajo realizado por el grupo
durante el día
RECORRIDO POR LA ESTACIÓN:
1.Convoca a las personas a cerrar el día, pidiéndoles
que en en papeles de color morado escriban las herra-
mientas que han aprendido o descubierto en la jornada,
y que no tienen en su “botiquín individual”.
2.Pídeles que identifiquen aquella que necesitan empe-
zar a desarrollar para escribirlas en pepel rojo.
3.Se introducen en el sobre entregado en las horas de
la mañana como botiquín personal.
4.Recoge los sentimientos surgidos luego de la jorna-
da, haciendo énfasis en las herramientas nuevas que
van a aplicar a su propio botiquín.
5.Conforma un círculo y pídeles que cierren el proceso
del día dando respuesta a la pregunta: ¿Yo que ofrez-
co?, como forma de validar lo reconocido durante el día
sobre sus habilidades para ofrecer ayuda.
6.Para finalizar y para que las personas puedan seguir
en la reflexión sobre el tema, pídeles que en casa,
decoren y personalicen su “botiquín” de herramientas
para que lo agreguen a la bitácora.
RECOMENDACIONES:
• Busca que las personas puedan hacer un recuento del
día y conectarse con los elementos vistos, aprendidos y
reconocidos para que puedan hacer su balance.
• Cierra mostrando la relación de ayuda como una
actitud, una disposición del ser que cualquier ser
humano tiene o puede desarrollar.
• Reconoce y valida todos los elementos traídos duran-
te el día y los conocimientos y saberes de cada quien,
con los cuales han apoyado a otros/as en sus comuni-
dades y familias.

NUESTRA EXPERIENCIA DE VIAJE COMO
FACILITADORES EN EL RECORRIDO DE HOY
Este módulo da la entrada a una serie de encuentros en
los que se profundizará y se brindarán reflexiones y
herramientas que irán favoreciendo que las personas
puedan empezar a hacer más consciencia de las condi-
ciones para entablar una relación de apoyo. Segura-
mente, las circunstancias de la vida y en especial su
condición de liderazgo, los/las ha puesto en esta
circunstancia de apoyar a otros/as, sin embargo, este
lugar de ayuda, no siempre ha tenido la posibilidad de
ser pensado con el fin de poder hacerlo de manera más
reflexiva y atenta. Por ello este encuentro ha buscado
conectar a las personas con sus propios recursos y
saberes, con los del resto de compañeros/as, para
precisar las claves fundamentales para establecer este
tipo de relación. Se ha tratado fundamentalmente, de
propiciar que el grupo y cada persona descubriera en sí
misma/o y a través de los otros/as, cuales son las actitu-
des y habilidades que deben estar presentes en esta
tarea de apoyar a otros y otras.
Para ello, la metodología utilizada ayudó para que los
participantes vieran que la posibilidad de brindar ayuda
emocional no corresponde solo a personas especializa-
das, abandonando con ello una mirada tradicional; pues,
se ha pensado que los asuntos emocionales solo
pueden ser abordados a partir de terapia o tratamiento
psicológico, dejando esta tarea exclusivamente en
manos de profesionales. Sin embargo, el trabajo reali-
zado ayudó a vislumbrar que el apoyo emocional está
en el terreno de una acción y una actitud de humanos
comunes y corrientes, que NO implica habilidades
excepcionales y que cualquier persona puede desarro-
llarlas y potenciarlas cuando lo habita un interés por el
bienestar emocional del otro.
Por otra parte, nos parece importante redundar en que
las reacciones emocionales son componentes perma-
nentes de las experiencias vividas, y que situaciones
como el apoyo recibido son fundamentales a la hora de
valorar el daño que una persona vivió. Muchas de las
situaciones dolorosas que narran las víctimas, hasta
hoy, tuvieron que ver con la ausencia de apoyo o de que
este no hubiese sido adecuado a la situación por la que
estaban atravesando. Es en este sentido que conside-
ramos de especial valor este módulo, pues en una
ciudad que produce tantas víctimas y tanto sufrimiento,
vale la pena que las personas puedan potenciar las
herramientas que ya tienen, para ponerlas al servicio de
sus familias y comunidades, buscando que desarrollen
unos vínculos cuidadosos del mundo emocional y que
con ello contribuyan a que las personas construyan una
relación diferente con sus problemas, que le sirva para
enfrentar sus situaciones y superar sus dolores y sufri-
mientos.
En torno a esta intención se dieron varias reflexiones
importantes de parte del grupo, con las cuales se
alimentó, durante el encuentro la conversación, las
actividades realizadas y el compartir de experiencias,
todo esto ayudó a profundizar en torno a la relación de
ayuda como una actitud y una responsabilidad:
“Esto más que una técnica es una actitud de vida y
cada quién decide desde qué actitud va a asumir las
cosas de la vida”
“Hace falta tener en cuenta algo elemental y es la
sabiduría; porque la sabiduría se está perdiendo,
ahora todo tiene que ver con la inteligencia y la
sabiduría de nuestros ancestros, de nuestros
conocimientos, esa sabiduría que se comparte y nos
nutre se está perdiendo”.
En el ejercicio del botiquín de los primeros auxilios emo-
cionales las personas se dieron cuenta que no era
cuestión de recetas o antídotos, pero sí de desplegar
acciones que eviten la parálisis; y éstas tienen que ver
con el afecto como forma de cuidado del otro, es así
que aparecieron, dentro de las reflexiones del grupo
aportes en este sentido, tales como:
“Para nosotros la parte emocional es la base y entre
ellos vienen los valores, inculcados desde el hogar,
porque los valores no vienen del estado, vienen del
hogar. Nosotros pensamos que todo viene desde lo
emocional, en este caso vienen en el cariño hacia al
otro, por eso es una medicina que hay
en nuestro botiquín”
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“Un lenguaje universal que tenemos es el abrazo, que
en ocasiones muchos de nosotros perdemos esa
costumbre y es una medicina necesaria para este
proceso y para nuestro botiquín”
“Entramos nosotros a hacer acompañamiento psicoso-
cial con amor, comprensión, tolerancia, sensibilidad,
cariño, escucha, dialogo, acogida, respeto, hermandad,
sonrisa, tolerancia, ponerse en el lugar del otro, no
juzgar, dar consejo, tranquilizar y mirar a los ojos”
Dos elementos fundamentales en los que se insistió
durante el taller fueron el concepto de empatía y de
escucha activa (que se profundizarán en el próximo
módulo), en el trabajo realizado por el grupo esto apare-
ció con claridad como condición para establecer una
relación de ayuda:
“Otro tema que enmarca mucho es la empatía, que a
nivel psicológico hace referencia a ponernos en los
zapatos del otro, en la dolencia del otro, esta es una
medicina necesaria”
“Yo creo que la mejor herramienta que le puede uno
brindar a una persona es la escuha, la confianza y el
respeto”
Otro elemento que ha surgido dentro de la conversación
tiene que ver con las condiciones para brindar una
relación de ayuda, lo que implica un trabajo sobre quien
acompaña:
“(…) tenemos la auto escucha, una cosa es escuchar,
otra es autoescuchar; que es un diálogo reciproco, no
es solo escuchar y escuchar y nosotros nos recarga-
mos a nosotros mismos, la autoescucha nos va a decir
eso, que hay que saber escuchar al otro pero que el
otro también me escuche y yo escucharme”
“Otra de las herramientas es el amor, primero amarnos
a nosotros mismos aprender a respetarnos, a tener
autoestima, a mirarnos como nos queremos ver, no
como los demás nos quieren ver, y luego el amor hacia
al otro para poder guiarlo, escucharlo, acompañarlo,
que lleguen esas palabras al corazón. Este amor es
indispensable para sanar cualquier herida”.
Con todo, el desarrollo que se ha dado sobre el tema de
víctimas en el país, ha aparecido un concepto muy
importante que es: Acción sin Daño, que implica evitar
que las acciones de atención que se brindan a las vícti-
mas no vayan a causar un dolor o sufrimiento igual o
mayor al que se tuvo por la experiencia vivida. Esto ha
hecho que las instituciones del Estado, por ejemplo,
limiten a otras personas que no son profesionales la
escucha de las víctimas que llegan buscando atención,
pues parten de la premisa que contar la historia a otro,
que no sea un experto, es un acto que puede revictimi-
zar a las personas. Sin embargo, lo trabajando en este
taller permitió mostrar que cuando establecemos una
relación basada en el afecto y la confianza y que
cuando se construye empatía, no puede haber lugar a
revictimización por el acto de escuchar al otro; pues
esto solo se da, cuando no se le puede otorgar a quien
se escucha y a su experiencia un lugar de respeto y
validación.
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