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TEN UNA RELACIÓN EN BASE AL AMOR, NO EN BASE AL MODELO IMPUESTO POR LOS

ILLUMINATI( MATRIX)
En nuestras relaciones personales, necesitamos liberarnos uno al otro de las ideas sobre cómo debe ser
una relación. Estamos encarcelados por los planes y las expectativas, y ¿quién crea estos planes? El
sistema, la Matrix.
Cuando tenemos una expectativa y un diseño mental de lo que constituye el «amor», una relación o
cualquier cosa, estamos encarcelados en esta manera de pensar. Se convierte en el punto de mira desde el
que juzgamos todo lo demás. Si la relación adquiere otra expresión nos sentimos decepcionados; puede
que sea perfecta para nuestro crecimiento y evolución personal, pero está fuera del proyecto original, de
modo que no puede ser apropiada. «No me besas ni me das la mano como la pareja de enfrente». Bien,
probablemente porque no soy la pareja de enfrente, soy yo. Irónicamente, los proyectos de las relaciones
son, a menudo, los más frágiles y superficiales, porque habitualmente están más basados en la imagen y
la postura que en la sustancia. Las relaciones lo son todo. Las relaciones entre planetas y estrellas, entre
el agua y el aire, el frío y el calor, el pensamiento y la energía, están constantemente creando y
cambiando el mundo de nuestro alrededor. Las relaciones son, literalmente, lo que hacen que la creación
sea posible, y las relaciones humanas son una expresión de ello. Es la forma principal en la que
aprendemos y en la que crecemos, pero si las reglas están establecidas en función de cómo deberían ser
las relaciones y qué dirección deben tomar, inmediatamente estamos construyendo barreras para las
demás experiencias potenciales y, por consiguiente, para un mayor entendimiento. El fluir de la vida nos
dirige a lo que necesitamos experimentar y con quién, y el fluir viene desde dentro de nosotros. Una vez
que establecemos la forma que debería ser, estamos desafiando este fluir, que podría tener otros planes
para nosotros. Esto crea una batalla entre el fluir interno y las demandas conscientes del plan, y siempre
hay un solo ganador en estos conflictos. Me encanta que me abracen y me den la mano y participar en
situaciones armoniosas, pero las relaciones tienen muchas más cosas que ofrecer que un clásico proyecto
y a menudo las experiencias que nos presentan no son muy agradables. Pero si el amor entre dos
personas es verdadero, pueden sobrevivir y crecer enormemente con estos desafíos porque pase lo que
pase nada romperá este vínculo. El verdadero amor no es consciente, está más allá de los límites de la
mente consciente. También está más allá de las palabras. Creo que hemos perdido el contacto con lo que
es realmente el amor. En lugar de ello, a menudo creamos una ilusión del amor y lo confundimos con un
proyecto puramente tridimensional. En la mentalidad de la Nueva Era, el abrazar a las personas es parte
de la persona, el proyecto original, el uniforme mental y emocional para mostrar que uno está «amando a
una persona». Pero he visto a muchas personas en la Nueva Era abrazando a otras como una muestra
pública de afecto, al mismo tiempo que exclaman cuánto las odian cuando éstas se han ido. He conocido
muchas relaciones de la variedad acaramelada que, a primera vista, parecían parejas perfectas. «Oh, qué
pareja tan maravillosa, están tan enamorados, se nota, ¿verdad?». Sin embargo, al primer síntoma de
haber un problema entre ellos, la relación se desmorona porque está construida sobre arena. Desde el
momento en que han violado el proyecto original no pueden sobrellevarla, y también podemos
encontrar, cuando hablamos con ellos después de la ruptura, que su relación tan acaramelada era una
tapadera para la falta de una conexión interna más profunda que nada podría destruir. He oído decir
alguna vez que dos personas en una relación nunca deberían decirse adiós en ninguna ocasión sin decirse
«te quiero». ¿De veras? Dilo simplemente ahora: «Te quiero». ¿Ves lo fácil que es? Uno no necesita que
ello signifique nada, ni necesita sentirlo, simplemente tiene que decirlo. ¿Cuántas personas dicen estas
palabras cada día solamente para conseguir lo que quieren? ¿Y cuántas personas no siguen este
programa, y sin embargo sienten un profundo amor por la otra persona y se lo demuestran de otras
maneras? Una vez vi una cita que decía:«Solamente porque no te ame del mismo modo que tú me
quieres no significa que no te ame con todo lo que tengo».
La necesidad de oír el «te quiero» todo el tiempo o de experimentar constantemente las muestras
públicas de afecto puede ser más indicador de la propia inseguridad de la persona que de una declaración
de amor de la pareja. Si el lector tuviera que elegir, ¿preferiría una relación ceñida al proyecto original
que se desmorona cuando las cosas se ponen difíciles, o una de verdadera sustancia en la que uno sabe
que su pareja estará en la trinchera con él o ella, sin importar nada, incluso si no se dicen «te quiero»
cada cinco minutos? A veces uno puede tener ambas, y es estupendo si es lo que quiere, pero hay
innumerables expresiones de amor que no vienen acompañadas de una colección de normas y
regulaciones.He escrito previamente acerca de cómo, cuando dos polos opuestos, macho y hembra, se
fusionan, crean una tercera fuerza de gran potencial creativo que nos puede liberar vibracionalmente de
la Matrix. Por este motivo, los Illuminati han puesto tanto empeño durante miles de años en mantener a
los hombres y las mujeres separados y conservar la dualidad. La mayoría de las relaciones no crean la
«integridad» vibracional y la fusión necesarias para activar la tercera fuerza en toda su magnificencia.
De modo que las relaciones, como las conocemos hoy, no son un problema para los que están al mando.
De hecho, las relaciones entre hombres y mujeres son una herramienta maravillosa de la Matrix. Incluso
las dos mitades que se convierten en una no es el objetivo último en nuestro Camino hacia la Libertad; es
el uno que se convierte en uno. Hay quienes creen que la asociación «espiritual» ideal son dos
polaridades que se vuelven un todo con el hombre y la mujer creando la tercera fuerza cuando se unen
dos personas compatibles. Estuve de acuerdo con esta idea durante un tiempo, pero ya no.
Es solamente la mitad de la historia. Las dos mitades que se vuelven una todavía dejan a los individuos
en cuestión, en inferioridad respecto al total de la humanidad. Somos todo. Solamente porque vivamos
en cuerpos de hombres no significa que no tengamos tanta energía potencial femenina dentro de nosotros
como una mujer. Al nivel de la conciencia, somos tanto hombres como mujeres.
Solamente porque vivamos en cuerpos de mujeres no significa que no tengamos tanta energía potencial
masculina dentro de nosotras como un hombre. Pero nuestros roles condicionados dentro de Matrix están
diseñados para presionar nuestra conciencia en un cuerpo de hombre para suprimir el aspecto femenino
—«machoman, los chicos mayores no lloran»—, y la conciencia en un cuerpo de mujer para suprimir su
aspecto masculino —«las niñas pequeñas juegan con muñecas y las mayores limpian la cocina»—.
Lo que nos están desafiando a hacer es que todos nosotros accedamos a los demás. Por consiguiente,
convertirnos en «todos» equilibrados dentro de nosotros mismos sin la necesidad de encontrar «otra
mitad» externa. La tercera fuerza se manifiesta entonces dentro de todos nosotros, y las relaciones son
las interacciones entre dos personas enteras y no dos mitades que buscan un equilibrio externo. Estas
relaciones se basan en el respeto mutuo para la integridad e individualidad de cada uno. Si no cumplen
con el proyecto original no pasa nada, porque las personas enteras no quieren una relación ideada.
Quieren estar con otra expresión vibrante, un todo, individual y única. Y si no nos dan un beso en la
puerta de casa o nos dicen «te quiero» cada vez que se van, a nadie le importa porque son ellos mismos
siendo ellos mismos. No significa que no nos quieran a su manera única y singular. Los anteproyectos
son una fundación de Matrix y sin ellos se desmoronaría una de sus estructuras clave. Las relaciones,
como se perciben, se desean y se exigen en la actualidad, sirven perfectamente a Matrix porque
suprimen lo que es necesario para que las parejas encuentren la integridad dentro de ellas. Cuando lo que
necesitan para expresar o vivir en este viaje empieza a afectar a su pareja de una forma que no les
agrada, se aplica la presión, interna y externamente, para suprimir esta experiencia y permanecer en la
celda de la cárcel. Si no se frena esta actitud, Matrix continuará para mantenerla unida tanto tiempo
como prevalezca la actitud. Siempre producirá la relación guardián en la que cada pareja mantiene a la
otra en una servidumbre mental y emocional al mismo tiempo que lo llama amor y relación ideal.
Hay otro aspecto de esta pequeña cosa loca llamada amor. Las personas hablan sobre el amor todo el
tiempo, pero ¿qué es, qué significa? «El amor es no tener que decir nunca que lo sientes», es una de las
definiciones que he oído. Sin embargo, otros piensan que no pedir perdón es un trato indeseable. De
modo que la definición de una persona del amor es la misma definición de otra de no ser querida. ¿Quién
tiene razón? Depende del anteproyecto de cada uno y de la perspectiva desde la que se observa. Hay una
definición diferente del amor casi para cada persona del planeta, y esto es porque el amor no se puede
definir. Simplemente es y se expresa de infinitas maneras, la mayoría de las cuales nos pasan
desapercibidas en la Gran Ilusión. Y hay algo más que debemos preguntarnos: ¿qué nivel de la persona
está expresando el amor en una relación? Nuestro aspecto físico es solamente una proyección
holográfica en este rango de frecuencias procedente de los niveles más altos de quienes somos. Nuestro
nivel físico es el experimentador y el que da experiencias. No es quienes somos. Somos todo lo que
existe. ¿Queremos una relación con una imagen holográfica de acuerdo con un anteproyecto
condicionado? ¿O una con la conciencia multidimensional de nuestra pareja, que siempre nos proveerá
con la experiencia —el amor— necesaria para abrir nuestros corazones y mentes a la verdadera
magnitud de quienes somos? Puede que no nos guste la experiencia, pero desde los dominios de más allá
de este mundo, se da con amor porque es lo que necesitamos para liberarnos de la ilusión. ¿Queremos un
compromiso cómodo, predecible y sin salida? ¿O el imprevisible, sin garantías, como una montaña rusa,
el largo y serpenteante camino que nos lleva a la libertad multidimensional? Estos dos puntos de vista
juzgan las relaciones y el «amor» de dos formas muy distintas, y desde universos y longitudes de onda
muy diferentes. Cuando una pareja, un padre, un hijo, o quien sea, nos proporciona una experiencia que
no nos gusta y no cumple con nuestro anteproyecto de alguien que nos quiere, podemos ser cogidos por
el apogeo de la Matrix. ¿Cómo crecemos y evolucionamos? A partir de la experiencia. Todas las
experiencias, las buenas y las malas, las placenteras y las desagradables. De hecho, crecemos mucho más
con los desafíos que con los recorridos fáciles. De modo que, ¿quién nos quiere más en un nivel más
alto, donde realmente importa? ¿Aquellos que representan los desafíos a partir de los que crecemos y
evolucionamos, o aquellos que cumplen con nuestros anteproyectos de una relación ideal, nos cuidan, se
preocupan por nosotros y nos protegen de las responsabilidades y los desafíos? Mmmm. Es un mundo
desordenado, ¿verdad? Nada es lo que parece.

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