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Disgrafía 2
Sumario
1 Definición
2 Etiología
3 Criterios diagnósticos
4 Causas
4.1 Causas de tipo madurativo.
4.2 Causas caracteriales.
4.3 Causas pedagógicas.
4.4 Causas mixtas.
5 Prevalencia
6 Curso
7 Diagnostico
7.1 Escolar
7.2 Dictados
7.3 Copia
8 Diagnostico diferencial
9 Tipos
9.1 Digrafías adquiridas
9.1.1 Afasia dinámica central o disgrafía semántica
9.1.2 Agramatismo o disgrafía sintáctica
9.1.3 Disgrafías centrales
9.1.3.1 Disgrafía superficial
9.1.3.2 Disgrafía fonológica
9.1.3.3 Disgrafía profunda
9.1.3.4 Disgrafía semántica
9.1.4 Disgrafías periféricas
9.1.4.1 A nivel de alografos
9.1.4.2 Agrafia apraxica
9.1.4.3 Disgrafía aferente
9.1.4.4 Disortografia
9.2 Digrafías evolutivas
9.2.1 Disgrafía fonológica
9.2.2 Disgrafía superficial
9.2.3 Disgrafía mixta
10 Tratamiento
10.1 Psicomotricidad global y psicomotricidad fina.
10.2 Percepción
10.3 Viso motricidad
10.4 Grafo motricidad
10.5 Grafo escritura
10.6 Perfeccionamiento escritor
11 Bibliografía
Disgrafía 3
Introducción
Disgrafía
1 Definición
Aunque no podemos hablar de disgrafía antes de los seis o siete años, que es cuando
se empiezan a manifestar los errores escritores, proponemos aquí el término de
predisgrafia al conjunto de alteraciones perceptivo-motrices que se dan en los niños
de cuatro y especialmente de cinco años y que van a desembocar al comienzo de la
escolaridad en un cuadro disgráfico. Los maestros, reeducadores y psicopedagogos
conocen bien que hay un nutrido grupo de niños que aún no han iniciado los
aprendizajes instrumentales lectoescritores y que con toda seguridad van a tener
trastornos de aprendizaje en dichas áreas, debido a que su madurez y sus funciones
neuropsicológicas presentan trastornos selectivos que van a condicionar el proceso
escritor. Por tanto se puede hablar de predisgrafia en los casos de niños de preescolar
con «alto riesgo» de convertirse en disgráficos.
2 Criterios diagnósticos
3 Etiología
Portellano, J. (1985), AI estudiar las causas que motivan la mala letra del niño, con fre-
cuencia se observa que no es un solo factor el que de forma aislada provoca el déficit de
escritura, sino un conjunto de factores los que intervienen en la mala letra. Existen causas
remotas que pueden influir en un déficit de aprendizaje (trastornos de embarazo, parto
distócico, encefalopatías subclínicas y trastornos neurológicos o de otro tipo que se han pre-
sentado durante el comienzo de la vida del niño y que posiblemente justifiquen, al menos en
parte, la presencia de dificultades en el aprendizaje escolar). Nos vamos a referir aquí a las
causas más próximas, es decir, al conjunto de factores que pueden generar un cuadro
disgráfico y que se descubren cuando el niño acude a consulta. Es muy extraño encontrar
casos de disgrafía directamente inducidos por un solo factor, y es frecuente que los factores
madurativos, afectivos y pedagógicos se encuentren siempre en mayor o menor medida
presentes.
Hemos agrupado las causas de la disgrafía en cinco apartados que pasamos a estudiar a
continuación.
4. Causas
4.1. Causas de tipo madurativo.
Trastornos de lateralización
con igual eficiencia con la mano derecha que con la izquierda, y en estos casos no cabe
hablar de ambidextrismo patológico.
La zurdería contrariada: Una parte de estos niños presentan al menos síntomas disgráficos y
en muchos casos desarrollos disgráficos de mayor intensidad. Originariamente son niños con
gran disposición a la zurdería que han sido obligados a escribir con la mano derecha. El
cambio de dominancia manual es también una interferencia en los centros de integración
cortical que rigen el lenguaje, y no es infrecuente ver a zurdos contrariados que presentan no
sólo disgrafía sino otro tipo de trastornos de lenguaje como dislexia y espasmofemia. La
escritura de los zurdos contrariados es frecuentemente estrefosimbólica (escritura que realiza
especularmente a lo normal, es decir, de derecha a izquierda) o presenta inversiones de
sílabas y letras que son formas de estrefbsimbolia más moderada. La postura para escribir
(hombro, brazo, mano y dedos) es muy deficiente y el soporte del lapicero es generalmente
inadecuado. También es característica la bradigrafía en este tipo de niños, así como
trastornos de secuen-ciación espacio-temporal.
Otros trastornos
La zurdería o el destrismo orgánicamente condicionados pueden generar trastornos
disgráficos. Cuando han aparecido trastornos de tipo orgánico que afectan a los centros del
lenguaje, el niño puede verse condicionado al empleo de una mano que no era la que
originariamente tenía que emplear para escribir.
La lateralidad cruzada no es en sí misma algo patológico, pues se observa entre la población
normal un 25 por 100 de individuos con predominio cruzado. Sin embargo, en niños con
ciertos déficits madurativos que afectan a la implantación de la lateralidad el hecho de tener
una dominancia ocular no homogénea con la dominancia manual (por ejemplo, en diestros
manuales que tienen dominancia ocular izquierda) les puede provocar trastornos de
lectoescritura que se traducen en repeticiones del texto leído o escrito, tendencia a la
regresión lectoescritora, etc. La educación de la direccionalidad del ojo (en sentido
izquierda-derecha) es un aspecto importante en el proceso reeducativo.
Hemos observado en nuestra práctica clínica algunos casos de dextrismo contrariado por
factores culturales. Se trataba de niños y niñas que habían sido adiestrados sin motivo
aparente a la ejercitación con la mano izquierda de praxias y actividad escritora, pero que
neurológicamente eran claramente diestros manuales. En todos estos casos se observaba la
presencia de trastornos emocionales de cierta intensidad claramente reactivos al cambio
forzado de mano. Eran niños inestables, con trastornos de conducta, inquietud psicomotriz y
frecuentemente enuresis. La letra era chapucera, inestable, con mal control motriz y
frecuentemente disortográfica.
Se excluyen aquellos casos que presentan una afectación motórica intensa que
imposibilita al niño la realización de la escritura de forma adecuada (hemiplejías,
paraplejias, paresias, amputación de extremidad superior, etc.).
Niños hipercinéticos
Son en cierto modo opuestos a los anteriores en cuanto a sus manifestaciones
externas. Mientras que el torpe motriz procura mostrarse inhibido y es lento en sus
reacciones motrices y de conducta, el hipercinético se manifiesta desinhibido e
inquieto, con fuertes alteraciones en su conducta motriz y asociativa.
Se les denomina de diferentes formas: inestables, subcoreicos y con más frecuencia
hipercinéticos o con disfunción cerebral mínima. Hay una gran confusión en el
empleo de estas dos últimas acepciones, pues no todos los autores los asocian al
mismo tipo de niños y para algunos la hipercinesia o inquietud psicomotora es una de
las manifestaciones de la disfunción cerebral mínima, pero no en todos los niños que
presentan este diagnóstico (STAMM, SHARON, KREDER). En la clínica de la
disgrafia son abundantísimos los niños con este tipo de manifestaciones (ver apartado
dedicado a la DCM y a la hipercinesia). Se caracteriza su escritura por ser muy
irregular en dimensiones, presión muy intensa, a veces gran velocidad de escritura
que se traduce en letras fragmentadas, con trazos muy imprecisos, ondulación del
renglón, etc.
La escuela es el detonador de las disgrafías en primer lugar porque es donde el niño tiene
que escribir de forma más sistemática, y también porque determinados errores educativos
generan disgrafía o son causa reforzadora de la alteración de la escritura en niños con
trastornos madurativos. La ineptitud escribana puede ser debida a una enseñanza
ínapropiada y contraproducente. Para Brueckner y Bond éstas son las causas que pueden
producir trastornos de escritura desde el punto de vista de fallos pedagógicos:
Los factores de tipo pedagógico que pueden conducir directa o indirectamente a la escritura
son numerosos. En el momento presente podemos valorar no sólo los que se han señalado
sino algunos detalles como la incidencia del bilingüismo y el abuso de la enseñanza con
cartillas.
El bilingüismo no es en sí mismo factor productor de trastornos de lenguaje oral o escrito.
Como señala González Lorenzo, existen métodos que permiten que la enseñanza de una
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segunda lengua no perjudique a la primera. Con frecuencia las técnicas de enseñanza de una
segunda lengua no se hacen de forma exitosa y no se adquiere sistemáticamente dicha
lengua. Especialmente en niños con trastornos madurativos que afectan al lenguaje o a la
estructuración neuropsicológica, les puede resultar muy conflic-tivo el aprendizaje de una
segunda lengua si no se atiende a sus deficiencias personales. En niños inmaduros de padres
bilingües o que tienen una escolarización en una lengua que no es la vernácula, pueden
presentarse trastornos en la adquisición de la lectoescritura, que deben ser subsanados antes
de intentar que el niño sistematice el conocimiento de una segunda lengua.
Las cartillas, y especialmente las que emplean el método sintético puro, pueden ser factores
perjudiciales en el desarrollo de la escritura en el niño, especialmente si su empleo es
inadecuado. Una de las razones es la falta de coherencia entre la ley y la norma usual. En
muchos centros de preescolar «adiestran» a los niños al descifrado de las cartillas, sin
atender a su desarrollo biopsicológico. No es raro el caso de centros donde a niños de cuatro
y cinco años se les intenta enseñar a leer, forzando procesos de maduración aún no
adquiridos, con lo cual trastornos como la disgrafía se desarrollan por efecto de la
imposición de una enseñanza para la cual el niño no se encuentra todavía maduro.
Afortunadamente la nueva renovación pedagógica que ha supuesto la creación de ciclos en
EGB, y que atenderá más a la fase de desarrollo en que se encuentra el niño que al nivel
cronológico, puede suponer un factor de descenso del índice elevado de fracasos escolares.
5. Prevalencia
Según el DSM – IV: Es difícil establecer la prevalencia del trastorno de la expresión escrita
porque muchos estudios sobre la prevalencia de los trastornos del aprendizaje no suelen
distinguir entre los trastornos específicos de la lectura, el cálculo y la expresión escrita. El
Disgrafía 11
6. Curso
7. Diagnostico
Factor edad
Existen tres formas de evaluar la escritura del niño (copia, dictado y escritura espontánea).
Portellano. J. (2000)
7.1. Escolar
Para este procedimiento se necesitará corregir diariamente las producciones del niño,
destacando las fallas para reeducar con la ejercitación adecuada. De forma individual, se
realizarán pruebas tales como:
7.2. Dictados
De letras, sílabas o palabras. Se dicta un trozo de dificultad acorde con el nivel escolar
del niño. Lo más simple consiste en extraerlo del libro que habitualmente usa el niño,
correspondiente al grado que cursa. Realizar el análisis de errores
7.3. Copia
De un trozo en letra de imprenta y de otro en cursiva, reproducir el texto tal cual ésta, y
luego otros dos textos, uno en imprenta para pasar a la cursiva, y otro en cursiva para
pasar a la imprenta
Aquí observamos si el niño es capaz de copiar sin cometer errores y omisiones; o bien si
puede transformar la letra (lo que implica un proceso de análisis y síntesis)
Si el niño no logra copiar frases, se le pide que copie palabras, sílabas o letras. Herci. H.
(2009)
8. Diagnostico diferencial
Los niños con torpeza del desarrollo o que simplemente son poco hábiles con la escritura
manual pueden escribir de manera tal que resulta difícil leer lo que han escrito. Sin
embargo, en el estudio de estos casos se demuestra que los niños construyen bien las
frases y los párrafos, utilizan de manera adecuada los signos de puntuación y deletrean
de forma correcta; su problema es únicamente el de la habilidad para escribir. Moore. D;
Jefferson. J. (2005)
Por otro lado Aparicio, T. (2009), nos explica que el diagnostico diferencial estará a
cargo del psicopedagogo escolar, o bien será necesario realizar una interconsulta para
tener un diagnostico preciso, donde quedara claro si la disgrafía es el trastorno primario
o si forma parte de un trastorno mayor, dislexia, déficit de atención, etc.
El diagnostico diferencial debe ser realizado a temprana edad entre los 5 y 7 años, para
evitar mayor compromiso y poder articular un plan de recuperación precoz que puede
tener hasta un 90% de recuperación.
Alteración que consiste en una desconexión de la semántica del sistema ortográfico. Los
sujetos pierden la habilidad de escribir semánticamente de forma correcta; p.ej. el cura
hora todos los días una ora. Pikabea. I. (2008)
La lesión se produce en el área de Broca por lo que las dificultades que se van a ver se
encuentran en la construcción de la estructura sintáctica.
Esto significa que pueden crear buenos mensajes pero no construyen bien las oraciones.
Por todo esto las oraciones son semánticamente coherentes pero sintácticamente
incorrectas. Podría decirse que es un lenguaje similar a los telegramas.
Cada vez está más admitida la posibilidad de que se trate de dos trastornos
diferentes:
Afectan a todo tipo de escritura: a mano, a máquina, con letras de plástico... etc.
Se produce cuando está afectada la ruta ortográfica o léxica por lo que se utiliza la ruta
fonológica. Cuando ocurre esto no se pueden escribir palabras que no se ajusten a las
reglas de conversión fonema-grafema, es decir, escriben bien las palabras regulares y
pseudopalabras pero cometen errores en palabras irregulares. Hay también confusión con
los homófonos ya que siguen las reglas de conversión fonema- grafema (escriben lo que
oyen como “baca” por vaca y baca). Hay errores de omisión, adicción o sustitución de
letras).
Se produce cuando se lesiona la ruta fonológica y se usa la ruta ortográfica. Por esta
razón no se pueden escribir pseudopalabras ya que está dañado el mecanismo de
conversión fonema-grafema. Hay errores derivativos (con los sufijos de las palabras
compuestas mantienen la raíz pero cambian los sufijos). Pueden escribir bien las
palabras regulares y las irregulares porque la ruta léxica está intacta y tienen las palabras
integradas a nivel visual.
Se produce cuando se lesionan las dos rutas (fonológica y ortográfica) por esta razón
habrá dificultades con las palabras irregulares, pseudopalabras, y palabras regulares. Lo
más característico de este tipo de disgrafía es la emisión de errores semánticos al escribir
dictados o de forma espontánea (sustituye una palabra por otra relacionada
semánticamente – naranja por limón porque los dos son cítricos, feliz por navidad-).
También hay dificultades en las palabras función, verbos, derivaciones.
Se produce cuando la conexión con el sistema semántico (donde están almacenados los
significados) está afectada. A pesar de ello pueden escribir correctamente al dictado
palabras irregulares y cuyo significado no conocen.
Son trastornos motores que afectan solo a algunas formas de escritura y no a otras. Hay
varios tipos según el proceso que está dañado:
9.1.4.4. Disortografia
Tienen disgrafía evolutiva aquellos sujetos que sin razón aparente tienen dificultades
para aprender a escribir. La persona tiene todo lo necesario para aprender a escribir pero
no lo consigue.
Se diferencia del retraso escritor en que en el retraso están afectados también los demás
aspectos, no solo los relacionados con el lenguaje.
Presentan dificultades en esta vía de acceso al léxico por lo que tiene dificultad en la
escritura de las pseudopalabras y en las palabras fonéticamente parecidas dada su baja
discriminación fonológica. Escriben la ñ por la ll, la p por la t, desconcertando a muchos
de sus profesores.
Es un tipo de disgrafía que impide escribir correctamente las palabras irregulares así
como escribir correctamente las palabras irregulares no muy familiares. Escriben las
palabras utilizando la ruta fonológica subléxica, es decir, utilizando la vía de conversión
fonema-grafema, por lo que escriben mal las palabras que no se ajustan a las pautas de
conversión fonemagrafema.
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Lo más frecuente es que los niños presenten dificultades en ambas disgrafías (disgrafía
mixta), ya que al tratarse de un sistema en proceso de adquisición, el inadecuado
desarrollo de una ruta dificulta también la otra.
No se han observado errores de tipo semántico en los niños. Las dificultades motoras son
muy poco frecuentes. Las deficiencias en la coordinación motriz que afectan solo al
trazado de las letras y no se consideran como dificultades en el aprendizaje sino como
trastornos del desarrollo de la coordinación.
10. Tratamiento
La ejercitación psicomotora implica enseñar al niño cuales son las posiciones adecuadas
f) No poner los dedos muy separados de la punta del lápiz, si no este baila y el niño
no controla la escritura
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g) Si se acerca mucho los dedos a la punta del lápiz, no se ve lo que se escribe y los
dedos se fatigan
i) Si el niño escribe con la mano derecha, puede inclinar ligeramente el papel hacia la
izquierda
j) Si el niño escribe con la mano izquierda, puede inclinar el papel ligeramente hacia
la derecha
10.2. Percepción
Este punto de la reeducación pretende mejorar la ejecución de cada una de las gestalten
que intervienen en la escritura, es decir de las letras del alfabeto. La ejercitación consiste
en la caligrafía
Relajación
Tocar las yemas de los dedos con el dedo pulgar. Primero se hace despacio y
luego a mayor velocidad. También se puede hacer con los ojos cerrados Unir
los dedos de ambas manos, pulgar con pulgar, índice con índice. Primero
despacio y luego a mayor velocidad. También se puede hacer con los ojos
cerrados.
Apretar los puños con fuerza, mantenerlos apretados, contando hasta diez y
luego abrirlos
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11. Bibliografía
Moore. D; Jefferson. J. (2005) “Manual de psiquiatría médica” Elsevier. España
Pikabea. I. (2008) “Glosario del lenguaje” Netbiblio
Hernández. G. (2005) “Dificultades de aprendizaje”
Tapia. A. (1990) “La disgrafía” Ibérica. España
Portellano. J. (2000) “La Disgrafía”. Pardinar. Madrid
Annel, R. (2006) “Disgrafía” España
Aparicio, T. (2009) “Problemas en la Educación” Granada
Defior Citoler, S. (1996). Las dificultades de aprendizaje: Un enfoque cognitivo.
Málaga: Ediciones Aljibe.
Adelfo Tapia Pavón (1990), La Disgrafía. Evaluación clínica, Madrid. Iberica
Grafic, S.A. Alianza.
Miguel Alvarado Gordillo(1988), La Disgrafía Escolar, Alicante. Editorial
Disgráfos.
Rosa Mª Rivas Torres y Pilar Fernández Fernández (1998),Dislexia, disortografía
y disgrafía, Madrid. Editorial Pirámide.
Antonio Vallés Arándiga (1984).Dificultades en la enseñanza Básica. Prevención
y tratamiento, Editorial Marfil S.A., Alcoy.
Jose Portellano Pérez (1985) La Disgrafía. Madrid. CEPE. S.A.