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SADRAC, MESAC, ABED-NEGO Y EL HORNO DE FUEGO

(Nabucodonosor admira la estatua de oro que edificó a fin de que sea adorado)

Nabucodonosor He aquí mi gloriosa creación, como vigila toda babilonia

Siervo de Señor, lo esperan en la ceremonia


Nabucodonosor

Nabucodonosor ! Excelente¡ Hoy todos adorarán a los pies de mi estatua

Siervo de Gente de todas las razas, naciones y lenguas escuchen el mandato


Nabucodonosor del rey.
Cuando oigan tocar la trompeta, la flauta, la cítara, la lira, el arpa y
el tambor; postrarán su rostro en tierra y rindan culto a la estatua
de oro que edificó el rey Nabucodonosor

(“sonido de música”)

(Todos se inclinan, sin embargo, Sadrac, Mesac y Abed-nego se quedan de pie, en tanto
el rey Nabucodonosor se llena de ira y dice)

Nabucodonosor !Ustedes¡ ¿¡Por qué no se arrodillan!?, si se niegan serán arrojados


inmediatamente al horno ardiente
¿¡Y qué Dios podrá librarlos de mis manos!?

Sadrac Nabucodonosor, no necesitamos defendernos delante de usted

Mesac Nuestro Dios a quien servimos, es capaz de salvarnos del horno


ardiente

Abed-nego Y él nos librará de tu mano; pero, aunque no lo hiciera, deseamos


dejar en claro ante usted su majestad, que jamás serviremos a sus
dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado

Nabucodonosor ¡¡Entonces calienten el horno siete veces más de lo normal!!


¡Guardias láncenlos al horno de fuego!
(Los tres amigos de Daniel son lanzados al horno de fuego calentado siete veces más de
lo normal) (El fuego era tan fuerte que mató a los guardias que los lanzaron)

(Pasan unos segundos y Nabucodonosor ve las sombras y se sorprende en gran manera)

Nabucodonosor ¿No eran tres los hombres que atamos y arrojamos dentro del
horno?
¡Miren! Yo veo cuatro hombres desatados que caminan en medio
del fuego sin sufrir daño
¡Y el cuarto se parece a hijo de los dioses!

(Nabucodonosor y sus siervos se inclinan y se postraron en tierra)

Nabucodonosor Siervos de Dios Altísimo salgan y vengan aquí

(Salen Sadrac, Mesac y Abed-nego sin ninguna quemadura)

Siervos de -Ningún cabello de su cabeza está ardiendo


Nabucodonosor -Su ropa no se quemó

Nabucodonosor Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego que envío


su ángel y rescató a sus siervos que confiaron en el
¡Verdaderamente no hay otro Dios que pueda salvar de esta
manera!

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