Sei sulla pagina 1di 228

Amy Gamet Varada con el SEAL

Serie Fuerza H.E.R.O 1 1


Amy Gamet Varada con el SEAL

Amy Gamet

Varada con el
SEAL

Serie Fuerza H.E.R.O


01

Serie Fuerza H.E.R.O 1 2


Amy Gamet Varada con el SEAL

Nota a los lectores


Nuestras traducciones están hechas para quienes disfrutan del placer de
la lectura. Adoramos muchos autores pero lamentablemente no podemos
acceder a ellos porque no son traducidos en nuestro idioma.

No pretendemos ser o sustituir el original, ni desvalorizar el trabajo de los


autores, ni el de ninguna editorial. Apreciamos la creatividad y el tiempo
que les llevó desarrollar una historia para fascinarnos y por eso queremos
que más personas las conozcan y disfruten de ellas.

Ningún colaborador del foro recibe una retribución por este libro más
que un Gracias y se prohíbe a todos los miembros el uso de este con fines
lucrativos.

Queremos seguir comprando libros en papel porque nada reemplaza el


olor, la textura y la emoción de abrir un libro nuevo así que encomiamos
a todos a seguir comprando a esos autores que tanto amamos.

¡A disfrutar de la lectura!


¡No compartas este material en redes sociales!


No modifiques el formato ni el título en español.
Por favor, respeta nuestro trabajo y cuídanos así
podremos hacerte llegar muchos más.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 3


Amy Gamet Varada con el SEAL

Sinopsis
El amor y el peligro chocan en una carretera de montaña nevada…

El SEAL de la Marina Trevor “Hawk” Kawkins está en una


misión para vengar la muerte de su compañero de equipo cuando choca
contra otro coche durante una tormenta de nieve. Olivia Grayson
estaba huyendo de su propia boda, pero el accidente la deja luchando
para recordar cualquier cosa.

Las chispas vuelan entre Trevor y Olivia, pero un enemigo se está


acercando rápidamente a la remota cabaña, y los agujeros en la memoria
de Olivia podrían ser el mayor peligro de todos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 4


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Uno
—Tres minutos, Señorita Barrons.

Brooke asintió con la cabeza, sosteniendo el teléfono móvil contra


su oreja mientras se daba un masaje en la dolorida parte superior de su
brazo.

—Vamos, contesta al maldito teléfono.

Hola, estoy ocupada. ¡Déjame un mensaje!

—Bella, soy yo. Necesito verte. Es muy importante —dijo, cerrando


los ojos mientras exhalaba—. Estoy… estoy asustada. Necesito que
vengas a Colorado. Por favor. Te hice una reserva para volar a Denver el
lunes por la tarde. Te envié un correo electrónico con los detalles y…

Un golpe a la puerta y se abrió, una mujer alta y rubia con un


portapapeles parada allí.

—Señorita Barrons, tiene que venir al set ahora.

Brooke levantó un dedo.

—Ahora mismo, Señorita Barrons. Entramos en directo en dos


minutos.

Brooke se separó el teléfono de la oreja.

—Estaré allí en un segundo.

La mujer agitó la cabeza, entró y puso una mano en su cadera,


nivelando su mirada hacia Brooke.

—Deme algo de privacidad, por favor —dijo Brooke.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 5


Amy Gamet Varada con el SEAL

La mujer se limitó a mirarla y enarcó una ceja.

Brooke se puso de pie y le dio la espalda a la mujer.

—No puedo entrar en detalles ahora, pero es muy importante. Te


recogeré en el aeropuerto. —Colgó el teléfono y forzó fuera la expresión
de enfado de su cara, reemplazándola por una sonrisa antes de darse la
vuelta.

—Vamos.

—No olvides tu velo.

Su estómago se agitó violentamente.

—Cierto. —Lo tomó de su tocador y se deslizó la peineta en el pelo.

Es sólo un disfraz. No es la cosa real.

No te vas a casar con un monstruo.

La mujer le hizo un gesto para que la siguiera, y comenzaron a


apresurarse entre grupos de personas que parecían estar paradas.

La cabeza de Brooke palpitaba, las preguntas pululando como


abejas. Tal vez nada de eso fuera cierto. Tal vez esto era un sueño y ella
se despertaría comprometida con el hombre con el que creía que se iba a
casar, en vez de con alguien capaz de hacer daño a la gente que amaba.

Le dolía el brazo, la herida en su extremidad nada comparada con


el daño que le había hecho a su sentimiento de confianza. Estaba en
peligro. Lo sabía ahora, y tenía que encontrar la forma de escapar.

Los focos aparecieron, violentamente brillantes y enfocados delante


de ella. Cuando la mujer se detuvo en un ala, Brooke continuó hacia el
escenario. La banda comenzó a tocar y comentó la secuencia del título.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 6


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Tenemos un gran espectáculo para vosotros esta noche —gritó


ella sobre la música. El zumbido como de abejas en su cabeza se fundió
con el aplauso de la multitud, su cabeza girando. Era demasiado, todo
abrumador, y pensó que su cerebro podría estallar con el esfuerzo que
requería comprender lo que acababa de ocurrir.

Lo que significaba para ella, ahora que su red de seguridad había


desaparecido.

La música se detuvo y ella giró en un círculo, el velo fluyendo a su


alrededor en el aire, vaporoso y surrealista. Sentía náuseas. Ella
superaría esto con entrenamiento y pura fuerza de voluntad. Sonreiría y
fingiría que todo estaba bien... incluso reiría... y luego correría hasta el
final de la noche, de vuelta a donde todo comenzó.

Necesitaba ir allí, necesitaba sus recuerdos a su alrededor ahora


más que nunca, incluso si eso significaba ir al borde del infierno para
conseguirlos.

Tendrás que pasar a través de Gallant.

A veces, ella no sabía si él era su guardaespaldas o su niñera. El


hombre raramente la dejaba fuera de su vista, y pedirle que la dejara en
paz solo despertaría sus sospechas.

Lo haría, lo distraería con una mujer, tal vez con la del


portapapeles. Él se acostaría con ella, y tendría la ventaja que necesitaba
para sobrevivir.

La música fue creciendo a medida que sus planes se iban


asentando.

En el momento justo, gritó a la multitud.

—¡En directo desde Nueva York, es Sábado Noche!

Serie Fuerza H.E.R.O 1 7


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Dos
Se necesitó una velocidad considerable para escalar Warsaw
Mountain con quince centímetros de nieve sin pisar, una velocidad que
amenazaba con superar la tracción de los neumáticos de Trevor Hawkins
en cada curva. Había otro conjunto de huellas en el camino, la única
señal de humanidad en este desierto, y se imaginó que fueron hechas por
un guardabosques o un camión del condado que inspeccionaba las
condiciones de la carretera antes de cerrar este tramo por la noche.

El norteamericano normal no tenía por qué conducir en una


carretera montañosa con curvas en estas condiciones. Además de la nieve
en el suelo, estaba cayendo a un ritmo alarmante que sólo había
presenciado una o dos veces en su vida. El viento más suave era
suficiente para crear condiciones cercanas a dejarlo todo en blanco, y
estos no eran los vientos más suaves.

Quitó el pie del acelerador lo suficiente para conseguir un giro a la


izquierda, el lado derecho de la carretera bordeado solo por una
barandilla y una caída de treinta metros. Eso debería haberlo disuadido
de su misión, pero en realidad hizo lo contrario. Según sus cálculos, ese
giro en particular significaba que estaba a algo menos de veinte
kilómetros de la mansión de Steele, y Hawk caminaría a través del fuego
si eso significaba que podría llegar a Steele hoy.

Pensó en su comandante, Jax Anderson, y en la orden directa que


le había dado a Hawk de no seguir esta pista. Ignorando a Jax, Hawk
podría perder su posición en la Fuerza H.E.R.O, pero si seguía las
órdenes, podría perder la razón.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 8


Amy Gamet Varada con el SEAL

Frunció el ceño. Él y Jax casi habían iniciado la Fuerza H.E.R.O


juntos. El Hands-on Engagement and Recognizance Operations1 era todo
lo que Hawk soñó hacer con el resto de su vida, y perder eso sería mucho
peor que perder un trabajo.

Esos eran sus compañeros de equipo. Sus hermanos. Su familia. Y


cuando uno de ellos fue asesinado a sangre fría ante sus ojos, supo que
llegaría el día en que encontraría su venganza, aunque eso significara el
fin de su tiempo con la Fuerza H.E.R.O.

Llevaba dos años esperando una oportunidad como esta, una


oportunidad para atrapar a Steele. Ese hombre tenía más ojos sobre él
que una mosca doméstica, pero de alguna manera siempre lograba sacar
su mano del tarro de las galletas cada vez que alguien lo comprobaba.

A través de la nieve, una imagen comenzó a aparecer. Hawk


entrecerró los ojos y soltó el acelerador, luego lo vio claramente. Menos
de veinte metros más adelante, un coche deportivo rojo estaba detenido
en el camino, una mujer con un abrigo blanco estaba de espaldas hacia
él.

Hawk apretó con fuerza el freno, los músculos de sus muslos se


pusieron rígidos, y la escena pareció congelarse. La neblina de la nieve
que lo había estado cegando momentos antes estaba ahora hecha de
cristales individuales.

Hubo una belleza horrible en el deslizamiento de su automóvil a


través del camino cubierto de nieve, un movimiento resbaladizo que
parecía cortar al mundo en un antes y un después, y obligó a sus ojos a
permanecer abiertos cuando querían cerrarse.

1
N. T.: Equipo de Operaciones de Compromiso y de Reconocimiento. La traducción del
acrónimo sería también Héroe.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 9


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él iba a golpearla.

No sería la primera vez que quitaba una vida, pero sí la primera


que lo haría accidentalmente. Esta mujer era inocente, y en ese momento
deseó ferozmente que su coche no se moviera. Pisó el freno, pero su Jeep
era poco más que un disco de hockey que se deslizaba sobre el hielo, sin
obedecer a sus intenciones.

Ella se volvió hacia él.

Hermosa.

Sus rasgos se transformaron en miedo, su penetrante grito


llegando hasta él a través del cristal.

Empeoró el hecho de que ella fuera guapa, empeoró el hecho de


que fuera joven. Peor aún, que el coche rojo insinuaba una chispa en su
personalidad. Sus ojos se cerraron, su voluntad ya no era lo
suficientemente fuerte como para mantenerlos abiertos. Un grito gutural
surgió de su pecho justo antes del impacto. El sonido de metal crujiendo
y un cristal rompiéndose superándolo todo.

La fuerza del accidente lo lanzó contra el airbag, golpeando su cara


como si fuera de madera maciza, pero era la cara de ella la que se
imaginó, sus heridas lo que le preocupaban mientras su coche aplastaba
el espacio que una vez había estado entre ellos.

Tu odio te trajo aquí.

Si no hubiera estado tan decidido a atrapar a Steele, estaría


sentado en una playa ahora mismo con los otros miembros de la Fuerza
H.E.R.O. Cowboy estaría hablando de chicas, mientras que Logan leería
una revista científica y Jax surfearía las olas.

Esta mujer estaría viva.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 10


Amy Gamet Varada con el SEAL

Forzándose a mover sus extremidades en shock, empujó contra el


airbag y se puso de pie sobre sus piernas temblorosas. Podía oler la
gasolina y su mente se puso en marcha, años de entrenamiento tomando
el control de su cuerpo.

Tenía que encontrarla. Ahora.

El Jeep estaba incrustado en el costado del coche deportivo. No


había rastro de la mujer. Revisó debajo de los vehículos, luego escudriñó
el área, sus ojos lagrimeando instantáneamente por el viento y los
remolinos de nieve.

—¿Señora? —gritó. Su voz resonó entre los altos pinos, el camino


en el que se encontraba era la única ruptura a su aparente dominio. El
olor ahora era más denso, más nocivo, y sus ojos buscaban
frenéticamente cualquier señal de ella, finalmente pillando un rastro a
través de la nieve en el capó de su coche.

Corriendo hacia el otro lado, se quedó estupefacto al ver sólo nieve


virgen, intacta. ¿Dónde diablos estaba ella?

Miró hacia atrás a las marcas en el capó. Era como si hubiera


corrido por la parte superior justo antes del impacto.

O durante el mismo.

Se preparó contra el viento y caminó hacia la cegadora nieve,


siguiendo la trayectoria formada por su Jeep y las huellas desde el capó.

—¿Señora? ¿Dónde está?

Un ruido sonó detrás de él, un suave silbido como una sábana


rompiéndose en el aire sobre un colchón, y por un momento no pudo
entenderlo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 11


Amy Gamet Varada con el SEAL

¡Fuego!

—¡Señora! —Ahora gritaba, moviéndose más rápido a través de la


nieve. Casi tropezó con ella, tendida en la nieve con su abrigo blanco—.
Tenemos que movernos. —Ordenó, echando una mirada al fuego que
había detrás de él, pero mientras hablaba sabía que ella no podía oírle.
Rezó para que estuviera inconsciente y no muerta cuando alcanzó debajo
de los brazos de ella y comenzó a empujarla cuesta arriba, con sólo un
momento de preocupación porque no debería moverla antes de que
llegara la ayuda.

Había otro olor aquí, el olor de la sangre, ligero en el frío aire de


invierno. Hawk había olido la suficiente en su vida como para reconocerla
fácilmente. Tiró más fuerte, forzando a su cuerpo a moverse más rápido
antes de que ocurriese lo inevitable.

Humo.

Fuego.

Gasolina.

Como si estuviera en el momento justo, el coche deportivo rojo


explotó con un estruendo ensordecedor, llamas y restos del accidente
salieron disparados y la fuerza de la explosión lo golpeó hacia atrás en la
nieve. Se quedó mirando un pedazo de metal en llamas a solo tres metros
de distancia. No los golpeó, pero estuvo cerca. Demasiado cerca,
considerando que su coche era el siguiente, y que llevaba empacado
mucho más combustible para el incendio que solo la gasolina.

Con un rugido tomó a la mujer en brazos y empezó a correr. Sus


pasos caían pesadamente sobre la nieve, que le absorbía los pies y las
piernas, arrastrándolo hacia abajo. Tenía que conseguir suficiente

Serie Fuerza H.E.R.O 1 12


Amy Gamet Varada con el SEAL

distancia entre ellos y la segunda explosión inminente, tenía que


mantener a esta mujer a salvo de más heridas.

Pronto, ella podría morir.

Corrió por lo que pareció un kilómetro y medio antes de darse la


vuelta. Podía oler el fuego, pero no podía verlo a través de la tormenta de
nieve. Una segunda explosión, más grande que la primera, hizo eco en la
ladera de la montaña, la onda expansiva golpeándolo un momento
después. Esta vez, Hawk se mantuvo en pie.

Pensó en las armas que había perdido, en el coche y en lo lejos que


estaba de la casa de Steele, y luego miró a la mujer en sus brazos. Un
rastro de sangre corría por un lado de su cara, y estaba
espeluznantemente quieta. Deseaba un lugar donde tumbarla y se dio
cuenta de que no había ningún lugar, así que se sentó en la nieve y la
acunó en su regazo. Su gran mano alcanzó dentro del abrigo de ella,
deslizándose a lo largo de su delgado cuello.

Tenía pulso, aunque era débil e irregular. Buscó su móvil y


descubrió que no estaba en su bolsillo. Maldijo en voz alta, sabiendo que
se había perdido en su vehículo, y revisó los bolsillos del abrigo de ella
también, sin encontrar nada. La apretó más fuerte contra él.

¿Qué había hecho? Estaban solos en una montaña desierta en


medio de una tormenta de nieve, sin coches, sin teléfonos y sin refugio.

Trabajó para quitarse el abrigo de encima, luego lo colocó en la


nieve junto a ellos y la tumbó en él, sabiendo lo que tenía que hacer
ahora.

—Volveré por ti tan pronto como pueda, cariño.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 13


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Tres
Ponerse de pie fue como enderezar metal. Hawk se estremeció
cuando forzó a sus rodillas a sostener su peso de nuevo, dándose cuenta
de que debió haber sufrido una lesión en el accidente e instantáneamente
apartando el pensamiento a un lado.

Hacía un frío glacial, y el viento azotaba su piel como papel de lija


congelado. Tenía unos veinte minutos para encontrar o hacer algún tipo
de refugio y meter como el infierno a esa mujer en él. Comenzó a correr
por la colina, favoreciendo una pierna en un torpe salto.

Su mente se esforzó por centrarse en un recuerdo, el mapa de


Warsaw Mountain que había estudiado tantas veces antes. Pero estaba a
casi dieciocho kilómetros de su objetivo, y no había prestado especial
atención a las pocas casas dispersas a lo largo de esta remota ladera de
la montaña. Sólo sabía que existían, y ahora rezaba para que no
pertenecieran a ninguno de los hombres de Steele.

Haciendo su camino a lo largo de la línea de árboles, buscó


cualquier claro o sendero que pudiera indicar un camino de entrada. El
camino se curvó a la derecha en un amplio arco, de nuevo hacia atrás, y
luego se hizo más empinado. Pensó en la mujer y se preguntó hasta dónde
debía llegar antes de dar la vuelta y construir su propio refugio en la
tierra. Estaba a la altura de la tarea, ¿pero ella seguiría viva cuando él la
completara?

Cincuenta pasos más y regresaría.

Cuarenta y nueve.

Cuarenta y ocho.

Cuarenta y siete.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 14


Amy Gamet Varada con el SEAL

Entrecerró los ojos hacia la nieve que caía. Había algo más
adelante.

Un buzón de correo.

Hawk aumentó su velocidad. Subió corriendo por la entrada.


Apareció una cabaña y esperaba encontrar a alguien en casa, ya que
seguramente tendrían un vehículo y una forma de comunicarse con los
servicios de emergencia.

Golpeó la puerta, muy consciente del paso del tiempo y de las


heladas temperaturas. Volvió a golpear y se puso las manos alrededor de
los ojos, mirando a través de una ventana.

La cabaña estaba desierta. Se dio la vuelta en un círculo completo,


absorbiendo el desierto y sin ver nada que pudiera serle de ayuda.

Tendría que traerla aquí.

Sin perder el ritmo, se dio la vuelta, su mente ya no estaba en las


montañas de Colorado. Estaba de vuelta en el entrenamiento BUD/S2,
en la Semana del Infierno, la pregunta de si podría o no continuar por
mucho tiempo olvidada.

Una vez un SEAL, siempre un SEAL. Mientras su corazón latiera,


él volvería por la mujer.

¿Qué había estado haciendo ella sola aquí, con un clima como este?
O bien había tomado una mala decisión conduciendo en estas
condiciones, o había estado tan desesperada como él para llegar a su
destino.

2
N. T.: Basic Underwater Demoliton/SEAL training, Entrenamiento de los SEAL
Demolición Básica Submarina.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 15


Amy Gamet Varada con el SEAL

Los minutos pasaron, con dificultad para respirar. No estaba


acostumbrado a la altitud y se sintió agradecido por su
acondicionamiento.

Allí.

Ahí estaba, el olor mordaz del humo en el aire. Se estaba acercando


ahora, y aceleró más rápido de lo que sabía que podría ir. ¿Cuánto tiempo
había pasado desde que se había ido del lado de ella? Quince o veinte
minutos, tal vez más. Sólo podía esperar que fuera lo suficientemente
pronto.

La nieve comenzaba a disminuir y él podía verla a lo lejos. Estaba


tan quieta que temía que hubiera muerto mientras él no estaba.

—No —susurró—. Tienes que estar bien. Tienes que estarlo.

Alcanzando a la mujer, se dejó caer a su lado y la tomó en sus


brazos, temiendo que su cuerpo se rebelara si le diera un descanso.
Levantándola con él, se alzó con un gruñido, y su mirada se dirigió al
camino vacío frente a ellos. La nieve casi se había detenido y, con mayor
visibilidad, podía ver hasta la primera curva cerrada que había causado
el accidente.

Había restos de las explosiones, pedazos al azar de Dios sabe qué,


y marcas carbonizadas en el asfalto donde el fuego había derretido la
nieve, pero los mismos coches habían desaparecido. Sólo quedaba un
rastro ennegrecido de una barandilla volada.

—Santa Mierda —susurró en voz baja. Ambos vehículos habían


volado por los aires por la segunda explosión. Miró a la mujer—. Tal vez
empaqué demasiado C43.

3
N. T.: Tipo de explosivo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 16


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella estaba blanca como un fantasma, y él se volvió, empezando a


moverse una vez más.

—No quiero ser Boina Verde. —Cantó al ritmo de sus pisadas—.


Sólo hacen entrenamiento físico una vez al día. —Estaba empezando a
nevar de nuevo, con copos gruesos atrapados en el viento—. No quiero
ser un Ranger paracaidista. —Su aliento se estaba endureciendo, el
revestimiento de sus pulmones ardiendo ferozmente por el frío.

Cantó más fuerte.

—Quiero vivir una vida de peligro. —En su cabeza, podía oír a sus
compañeros de equipo cantando a su lado—. No quiero ser Marine Recon.
Quiero quedarme hasta que termine el trabajo. —Ralph estaba a su lado,
el recuerdo de la voz de su amigo tan claro como el día para los oídos de
Hawk—. Quiero ser miembro del equipo SEAL. —Sus dientes empezaron
a castañetear, pero sabía que el camino a la cabaña no estaba muy lejos—
. Quiero nadar en el profundo mar azul. —Helados trozos de lluvia gélida
se mezclaban con la nieve, lanzándose contra su cara—. Quiero vivir una
vida de peligro. Toma tus aletas de natación y corre conmigo.

Acababa de llegar a la entrada cuando su rodilla se rindió, lo que


le hizo tropezar y caer. De alguna manera, se las arregló para sujetar a
la mujer, cuyos ojos se abrieron un poco.

—Hey —dijo Hawk en voz baja. Estaban claramente confusos. Se


cerraron de nuevo—. Hay una casa ahí atrás —Le dijo—. No está muy
lejos. Va a hacer mucho calor, y voy a cuidarte bien. —Sentía que
necesitaba hablar con ella, para mantenerla con él. La alternativa era
dejarla alejarse más, y él sabía que ella estaba luchando contra sus
heridas y el frío por su propia vida—. Hey —Le dijo otra vez, sacudiendo
ligeramente su hombro—. ¿Cómo te llamas?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 17


Amy Gamet Varada con el SEAL

Sus ojos se abrieron un poquito y se cerraron sin siquiera enfocarse


en él.

—Olivia Grayson.

—Encantado de conocerte, Olivia. Soy Trevor Hawkins. —Apretó


los dientes mientras se levantaba sobre una rodilla—. Algunas personas
me llaman Hawk.

Podía ver la cabaña que había más adelante, aunque la luz del día
empezaba a disminuir. Tenía que llegar hasta allí, tenía que llevarlos a
los dos para mantenerlos vivos. Obligó a su pierna a soportar el peso,
apretando los dientes en un gemido y empujándose hacia adelante.

La llevó, los músculos de sus brazos en llamas. Una ráfaga de


viento lo castigó casi derribándolo, lo que lo obligó a dejar de caminar y
a aferrarse a ella. Su energía casi estaba agotada, su determinación
golpeada. Gruñó al cielo.

—Haz lo que quieras conmigo —gritó—, pero nada de esto es culpa


de ella. Cuida de ella, no importa cuánto me odies a mí.

El viento aminoró y él caminó con dificultad la distancia restante


hasta la puerta.

Tenía que dejarla, necesitaba encontrar una forma de entrar o


romper una ventana. Sólo cuando la apoyó en la nieve se dio cuenta que
había dejado su chaqueta en la escena del accidente. Mirando a su
alrededor, encontró un regador de metal a un lado de la puerta y lo usó
para romper uno de los cristales laterales de la puerta. Metió la mano y
la desbloqueó, exhalando un aliento tembloroso, y luego la abrió.

La arrastró dentro.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 18


Amy Gamet Varada con el SEAL

Cada parte de su cuerpo estaba pidiendo alivio, pero tenía que ver
cuáles eran las heridas de ella, tenía que calentarla, tenía que ver si podía
hacer algo para ayudarla. Agachándose una vez más, la levantó y la llevó
al sofá, dejándola suavemente hasta que su rodilla cedió en señal de
protesta.

Se quitó los zapatos mojados y los calcetines, desesperado por salir


de las prendas frías, y supo que ella debía estar mucho más fría que él.
Lo primero era lo primero. Tenía que llamar a una ambulancia.

—Voy a buscar el teléfono. —Dándose la vuelta, dio su primer buen


vistazo a la cabaña.

La habitación estaba dominada por una gran chimenea de piedra.


Las raquetas de nieve colgaban de la pared, junto con una imagen que
hacía que Warsaw Mountain se viera mucho mejor que la experiencia
actual de Hawk con ella. Entró en una pequeña cocina, un anticuado
teléfono de pared colgaba allí. No tenía tono de llamada, y maldijo con
fuerza.

Bajó por un pasillo oscuro, encontró el termostato a 7º C y lo subió


a 21ºC, luego buscó un teléfono en las habitaciones antes de tomar dos
mantas y una almohada y regresar a Olivia.

Los pantalones de ella estaban mojados en sus muslos, cristales de


hielo formándose en algunos lugares.

—Vamos a quitarte esta ropa. —Comenzó con sus zapatos... las


botas de cuero eran más para la moda que para la nieve... y luego le quitó
los calcetines y sus leggins mojados.

Su piel estaba azulada y él se encogió, cubriendo sus piernas con


la manta.

Tú le hiciste esto a ella.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 19


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Necesitas entrar en calor. —Le dijo. Le quitó el abrigo y se


sorprendió al ver que su camiseta decía “Novia” en letras doradas
brillantes. Apenas parecía lo suficientemente mayor como para casarse.

Había visto camisetas así en mujeres en los bares, celebrando sus


despedidas de soltera. La deslizó cuidadosamente hacia arriba y por
encima de su cabeza, notando nuevos moratones en el lado izquierdo de
su cuerpo, sobre donde ella debió haber aterrizado. Los oscuros picos de
sus pezones eran visibles por su visión periférica, pero él mantuvo sus
ojos fijos en sus manos mientras levantaba la manta para cubrirla.

—Voy a ver si puedo encontrarte algo de ropa.

Hawk se frotó la mano sobre su boca mientras se dirigía hacia el


pasillo que se oscurecía rápidamente. Si ella llevaba sujetador, era casi
transparente. O no estaba usando uno en absoluto. Su cuerpo entró a la
vida y se regañó a sí mismo por el pensamiento. Ella estaba herida, casi
congelada, y necesitaba su ayuda. Sólo un pervertido se pondría duro
con eso.

O un hombre de sangre roja que no hubiera tenido sexo en mucho


tiempo.

Agitó la cabeza, forzando sus pensamientos a volver a la línea.

La más grande de las dos habitaciones tenía dos vestidores, uno


con armario de mujer y otro para un hombre. Tiró la ropa mojada a un
rincón y sacó un par de calzoncillos largos de color rosa para que ella se
los pusiera antes de quitarse su propia ropa mojada con un suspiro. Sus
brazos estaban pesados mientras se ponía un par de pantalones de
chándal y una sudadera con capucha.

Volvió a la sala de estar y se sentó suavemente al borde del sofá.


Empezó a examinarle la herida de la cabeza.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 20


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella se echó hacia atrás.

—Ay.

Miró a su cara, sus ojos todavía cerrados, y una ola de protección


lo atravesó.

—¿Puedes oírme, cariño?

—Mmm hmm.

Ella le estaba respondiendo. Eso estaba bien.

—¿Cómo te sientes?

—Fría.

—¿Eso es todo?

—Me duele la cabeza.

—Lo sé. Necesito ver eso, ¿de acuerdo?

—Y me duelen los dedos.

Él sacó sus manos de debajo de las cubiertas, encontrando un


anillo de compromiso de diamantes en su dedo anular izquierdo. La mano
se estaba hinchando, y él tocó un moratón oscuro en su muñeca, sus
cejas se unieron en preocupación. Suavemente, puso la mano de ella en
la suya, y un hormigueo corrió por su brazo cuando la palma de su mano
rozó la de ella.

—Aprieta mi mano tan fuerte como puedas —le dijo.

Ella se agarró a él, su agarre sorprendentemente fuerte.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 21


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Bien. —Volteó la muñeca de ella hacia atrás, su ojo viendo otro


moratón, este en lo alto de su brazo, del tamaño y color de una uva
púrpura. El pelo de la nuca se le erizó y frunció el ceño, levantándole el
brazo y buscando a los delatores compañeros del hematoma.

—¿Qué pasa? —preguntó ella.

—No creo que tu muñeca esté rota —Evadió.

Ahí. Tres moratones como uvas en el otro lado del brazo. El


accidente no los había causado. Alguien la hirió antes que él, y el
conocimiento se cuajó en su estómago cuando sus ojos volvieron a la roca
en el dedo anular de su boda. Las probabilidades eran buenas, el hombre
que se lo había dado era el mismo que había clavado sus dedos en la
tierna carne de su brazo.

Le tomó un poco de tiempo, pero logró quitarle el anillo y metérselo


en el bolsillo del pantalón antes de centrar su atención en la cabeza de
ella.

Esta vez ella no se apartó mientras él la examinaba.

—Parece bastante superficial —dijo, pero eso no significaba que ella


no tuviera una conmoción cerebral o algo peor donde él no pudiera ver.

—¿Eres médico? —Le preguntó.

—No. ¿Recuerdas lo que pasó?

Ella hizo un pequeño ruido como si fuera una niña llorando.

—Tengo tanto frío.

—Tengo ropa de abrigo para ti.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 22


Amy Gamet Varada con el SEAL

Sus ojos se abrieron ante eso, y se movió para sentarse, la manta


empezó a caer, antes de que ella se cubriera.

—¿Dónde está mi ropa? —dijo ella.

—Te la quité. Estaba mojada. Todo está bien. —La ayudó a ponerse
los calzoncillos largos, sin querer que se sintiera más vulnerable de lo
que ya lo hacía. Él tenía dos hermanas y no dudaría en golpear a
cualquier tipo que se aprovechara de una mujer. Sentado junto a sus
pies, tiró de las mantas y la ayudó a ponerse unos pantalones a juego.

—Gracias —susurró ella, evitando sus ojos—. ¿Tienes alguna


aspirina?

Ella pensó que él estaba en su casa. Arqueó las cejas, sin saber si
debería corregirla y decidiendo que era más fácil dejarlo pasar. Buscó
algunos analgésicos en el baño y abrió el agua, pero no sucedió nada.

Maldijo en voz baja. Probablemente las tuberías estarían


congeladas.

Ella estaba profundamente dormida cuando regresó. Se metió los


analgésicos en su propia boca y se los tragó.

Encontró leña en el porche cubierto de la parte de atrás y


rápidamente hizo un fuego, luego tomó una vela de la chimenea y se fue
a revisar las tuberías del agua en el sótano. Estaban envueltas con cables
que él reconoció como cinta térmica, y enchufados a enchufes eléctricos
en el techo.

Localizó el contador eléctrico y tocó la etiqueta de alambre que


sostenía el anillo exterior en su lugar para evitar que se manipulara.
Encontró un par de cortaalambres en un pequeño banco de trabajo y
cortó el alambre. El anillo de metal alrededor del contador de vidrio
necesitó un poco de estímulo de un destornillador, pero luego se

Serie Fuerza H.E.R.O 1 23


Amy Gamet Varada con el SEAL

desprendió, permitiendo que Trevor retirara todo el contador de vidrio de


su soporte.

Dos pestañas de plástico cubrían las puntas grandes, y las quitó


antes de volver a enchufar el contador y reemplazar el anillo de metal. La
rueda del medidor comenzó a girar, mostrando que había electricidad
corriendo a través de él.

Alguien se enfrentaría a una gran multa de la compañía eléctrica


por romper el sello de alambre, pero descongelar las tuberías era mucho
más importante en este momento, y si había una bomba eléctrica en el
pozo, también necesitaban la electricidad para traer el agua a la casa.

De vuelta al piso de arriba, Trevor parcheó el agujero de la ventana


con cartón de una caja de cereales, luego envolvió una segunda manta
alrededor de sus hombros y se sentó en el sofá frente a Olivia para revisar
su propia rodilla. Estaba muy hinchada, con una contusión roja y
morada desde la parte superior de la rótula hasta la parte superior de la
espinilla. Presionó la rótula y siseó inhalando.

No era así como se suponía que debía ir este día. Su único consuelo
fue que ella parecía estar bien y que la tormenta de nieve que había
causado el accidente probablemente impediría que Steele abandonara
Warsaw Mountain esta noche, como decía la información. Según el
informe meteorológico que Hawk escuchó antes de salir de Denver, se
suponía que sería aún peor al este, que era donde Steele necesitaba dejar
el cargamento.

Por la mañana, la mujer se sentiría mejor, y él podría encontrar


otra manera de entrar y salir del recinto de Steele. Sin armas ni
municiones, un vehículo, y sin ningún C4.

—Sabía que me iba a quedar sin C4 —murmuró, subiéndose la


manta hasta la barbilla.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 24


Amy Gamet Varada con el SEAL

Cuando llegara la luz del día, trazaría un nuevo plan. Pero no


importaba lo que pasara, no se iría de esta montaña hasta que Steele
muriera. Se lo debía a Ralph.

Sus ojos se cerraron progresivamente. Se durmió en cuestión de


minutos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 25


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Cuatro
Logan O’Malley estaba leyendo en la cama de su infancia, con los
pies colgando por el extremo como el gigante larguirucho que era. Su plan
para ir a la playa con el resto de la Fuerza H.E.R.O había acabado antes
incluso de que despegara, siendo Cowboy y Matteo los únicos en llegar a
Cabo San Lucas. Parecía que esos dos payasos eran los únicos que
hacían muchas cosas.

Logan ciertamente no había planeado pasar la semana en su


ciudad natal, con la única intención de detenerse una o dos noches antes
de dirigirse a Cabo, pero su madre estaba tan feliz de tener a sus dos
hijos en casa al mismo tiempo, que decidió quedarse.

La puerta se abrió y su hermana entró sin llamar.

—Jesús, Logan. Ponte alguna jodida ropa.

Miró hacia abajo a sus slips a rayas, medio cubiertos por un


edredón de Batman.

—Es mi habitación, Charlotte. ¿Y cuándo empezaste a hablar así?

—Janie y Sarah vienen para preparase para la reunión, y tú tienes


el mejor baño. Y he estado hablando así durante la mayor parte de mi
vida adulta, muchas gracias. Ahora me gustaría que recogieras y fueras
a sacudir tu máquina de hacer dinero a otro lugar.

Él frunció el ceño. Eso no era verdad. Ella sólo había estado


hablando de esa manera desde que se casó con Perdedor Rick recién
salida de la escuela secundaria, y nunca perdió el colorido vocabulario
después de que se divorciara de él. Pero el resto de su pequeño discurso
despertó su interés. De todas las amigas de su hermana, iba a venir de
visita su favorita personal, y sonrió con una sonrisa de lobo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 26


Amy Gamet Varada con el SEAL

—¿Sarah Davenport? —Ella había sido una preciosa y pequeña


mojigata en el instituto, con suéteres abotonados y unas pequeñas tetas
alegres.

Charlotte le señaló con una uña roja bien cuidada.

—Ni siquiera lo pienses. La última vez que estuviste en casa, Trisha


Palmieri no me habló en un mes. Dijiste que la llamarías.

—Yo llamé. Dejé mi billetera en su cómoda y tenía que recuperarla.


—Él le guiñó el ojo—. Además, ni siquiera te gusta Trisha Palmieri.

—Ese no es el punto. Sólo porque dejaste de ser un estrafalario


geek para ser un geek caliente no significa que puedas ser todo un Don
Juan con todo mi anuario de secundaria.

—Ya no estamos en el instituto, hermanita. Puedo salir con tus


amigas si quiero.

El teléfono móvil de Logan sonó, y ella se volvió hacia él con la mano


en la cadera y un brillo en los ojos.

—Entonces, yo también puedo salir con los tuyos.

—Claro.

Ella sonrió ampliamente, e instantáneamente él se dio cuenta de


su error.

—Excepto Cowboy —dijo, buscando su teléfono.

Charlotte frunció el ceño.

—Uno de estos días, no vas a tener que decir nada en el asunto. Yo


también le gusto, ¿sabes?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 27


Amy Gamet Varada con el SEAL

Logan frunció el ceño y sopló el aire, pero sabía que ella tenía razón.
Había visto la forma en que su compañero de trabajo en la Fuerza
H.E.R.O miraba a su hermana, y sabía exactamente lo que el bastardo
estaba pensando cuando lo hizo. Diablos, tenía escrito en la cara que
quería meterse en los pantalones de Charlotte, y probablemente ya lo
habría hecho si él y Logan no hubieran trabajado juntos.

Cowboy era un gran tipo para tener en los equipos, e incluso mejor
en la Fuerza H.E.R.O, pero estaba tan lejos de ser un tipo de fiar en lo
referente a las mujeres como cualquier hombre, acostándose con todas
las chicas guapas en un radio de veinticinco kilómetros, y todavía más
espacio que eso para las que estaban buenas. Se imaginó a Charlotte del
brazo de Cowboy, y cerró los ojos.

—No quiero escuchar esto. —Contestó su teléfono—. Logan.

—Soy Jax. Necesito que hagas algo por mí.

El pulso de Logan se aceleró. Jax no le había dado ninguna razón


para pensar que estuviera satisfecho con el desempeño de Logan desde
que lo contrató para la Fuerza H.E.R.O hace seis meses. A veces estaba
casi seguro de que Jax se estaba arrepintiendo.

Charlotte se cruzó de brazos y susurró.

—No soy virgen, hermanito, y no puedes decidir con quién follo.

Logan frunció el ceño e hizo un gesto para que se callara.

—Dispara —dijo al teléfono.

La voz de Jax fue como un ladrido.

—Necesito que rastrees el teléfono de Hawk.

El estómago de Logan se hundió y se hizo un nudo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 28


Amy Gamet Varada con el SEAL

Eso no significa que Hawk haya hecho algo malo.

—¿Pasa algo malo? —preguntó Logan.

Charlotte ladeó la cabeza y le hizo señas a ella para que se fuera,


mientras la sangre corría a sus mejillas, calentándolas. Se mudó a su
ordenador. Ella no se fue.

—Sólo necesito encontrarlo —dijo Jax.

—¿No contesta?

—Sólo rastrea el jodido teléfono, Doc.

Logan frunció los labios mientras el programa se cargaba. Doc era


el apodo que los otros chicos le dieron cuando se unió a la Fuerza H.E.R.O
porque era médico y tenía un doctorado, pero el apodo no se le había
pegado y sonaba especialmente forzado en los labios de Jax. Logan tragó
fuerte contra su garganta, que de repente se le había secado.

Sabías que no deberías haberle dicho nada a Hawk.

Los dedos de Logan se movían rígidamente sobre las teclas,


escribiendo una serie de códigos y anulaciones de contraseñas.

—Casi estoy allí.

Escribirás su GPS y aparecerá Cabo o Miami, o algo así.

Cortó y pegó el número de serie del teléfono de Hawk en el software


de seguimiento, y estaba convencido que la pantalla diría que estaba en
cualquier lugar del mundo, excepto en el que Hawk no debería estar. La
pantalla se actualizó, y dio una serie de coordenadas y una obligación en
general en las retinas de Logan.

Maldito sea el infierno.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 29


Amy Gamet Varada con el SEAL

Sus pelotas estarían sobre el tajo por esto, su codiciada y amada


posición con La Fuerza H.E.R.O nada más que un recuerdo. Esto era lo
único que él quería hacer, el único equipo con el que quería hacerlo. Se
lamió los labios y encontró su voz.

—Warsaw, Colorado.

Jax explotó en una serie de palabrotas que avergonzaron el


vocabulario de Charlotte.

—Hawk se ha convertido en un renegado, y ahora tenemos que


detenerlo antes de que haga algo estúpido.

Logan se pellizcó el puente de la nariz.

—Probablemente este sea un buen momento para decirte que él ha


estado pidiendo la última información sobre Steele.

—¿Qué?

Charlotte levantó las cejas y contuvo el aliento, la mirada que le dio


le decía claramente: “Estás en problemas”. Logan hizo un violento gesto
hacia la puerta, pero ella lo ignoró y encendió la televisión.

Jax estaba gritando en la oreja de Logan.

—¿Por qué diablos no me lo dijiste?

—Asumí que lo sabías.

—¿Cuánto le diste? —preguntó Jax.

—Actualizaciones diarias durante esta semana. Cuando oí el


teléfono, supuse que era él porque todavía no había llamado. —Jax
explotó de nuevo, y Logan dejó que los insultos lo inundaran—. Lo siento

Serie Fuerza H.E.R.O 1 30


Amy Gamet Varada con el SEAL

señor —dijo, volviendo al apelativo más formal de su jefe—. Debería


haberlo consultado contigo primero.

—¡Maldita sea! ¡Deberías haberlo consultado conmigo! Dame sus


coordenadas.

Logan hizo clic en otra pantalla y emitió una serie de números.

—Señor, sólo estoy a unas pocas horas de ese lugar. Puedo ir y


controlarlo yo mismo.

Charlotte le golpeó en la espalda y él la miró boquiabierto. ¿Por qué


fue eso?

Ella movió la mano al televisor, done el tráfico se arrastraba por


unas calles cubiertas de nieve. El titular en la parte inferior de la imagen
decía: “Tormenta del siglo golpea las montañas de Colorado”.

Logan alcanzó el control remoto y subió el volumen.

—Borra eso, Jax. Tenemos un problema. Mientras hablamos,


Warsaw Mountain está en medio de la peor ventisca que han tenido en
años. —La escena cambió a un meteorólogo redondo y calvo frente a un
mapa de colores—. Espera —dijo Logan al teléfono—. Están dando las
noticias del tiempo.

—… en dirección noreste. Las condiciones se deterioraron


rápidamente durante las primeras horas de la mañana, lo que provocó
que el gobernador declarara el estado de emergencia para la parte norte
del estado aquí en rojo, así como el cierre de todas las carreteras
interestatales y autopistas locales, con la prohibición de viajes
innecesarios para los condados de Dublin y Marcos. Con más de un
metro previsto de nieve para las cotas más altas, no prevemos que esa
prohibición de viajar se levante pronto.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 31


Amy Gamet Varada con el SEAL

Logan se frotó el labio inferior. Sabía tan bien como cualquiera lo


que pasaría si no podían llegar a Hawk antes de que Hawk llegara a
Steele. Aniquilación total. El sudor estalló en las palmas de las manos y
frente de Logan.

—Esperan casi un metro de nieve más en Warsaw Mountain —dijo


al teléfono.

—¿Llegó Hawk a Steele? —ladró Jax—. ¿Está en la cima de la


montaña?

—Verificando las coordenadas ahora. —Logan copió y pegó los


números en un programa de mapas, y la vista se amplió desde un globo
terráqueo hasta los Estados Unidos, y Colorado en un abrir y cerrar de
ojos. Apareció un punto preciso.

—Todavía no, señor. Está a diecisiete kilómetros del complejo.

Otra corriente de blasfemias irrumpió en el oído de Logan, seguida


de un fuerte y furioso bufido.

—Entonces estamos jodidos. —Terminó Jax—. Dos malditos años


y va a ir allí y volarlo todo al infierno, y a la Fuerza H.E.R.O con ello. Todo
por Ralph, como si pensara que yo no me ocuparía de ello.

Logan contuvo la respiración. Sus ojos se encontraron con los de


Charlotte mientras ella imitaba su preocupación. Pero él sabía más que
hablar, la tentación de llenar el silencio nada comparado con su deseo de
pasar desapercibido en esta conversación. No sabía quién era Ralph, pero
la única vez que oyó el nombre... mientras Jax y Hawk se gritaban el uno
al otro en la mesa de conferencias sobre Steele... le dijo que el tema era
más explosivo que la nitroglicerina.

La voz del locutor de noticias se oyó en el fondo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 32


Amy Gamet Varada con el SEAL

—…cierta preocupación por la estructura, ya que está programada


para ser demolida y reconstruida en la primavera después de fallar en
una inspección de ingeniería en otoño.

La voz de Jax era profunda y premonitoria.

—¿Dónde está ahora?

Logan actualizó el software, preguntándose si así sería la hora


siguiente... rastrear el teléfono de Hawk mientras lo veían acercarse a la
mansión de Steele, quedarse por un tiempo y retirarse. La pantalla
cambió y Logan frunció el ceño.

—No se está moviendo.

—¿Qué quieres decir?

—Sus coordenadas son exactamente las mismas, hasta los


segundos. No se ha movido en absoluto desde nuestro último escáner.

Jax gruñó.

—Espera dos minutos e inténtalo de nuevo.

Un golpe a la puerta y se abrió, la cara de alabastro de Sarah


Davenport contrastaba con sus labios pintados en color coral. Sus ojos
se posaron sobre el cuerpo casi desnudo de Logan, subiendo por sus
piernas y haciendo una pausa demasiado larga donde su cuerpo vestido
brevemente se inclinaba en la silla antes de dirigirse a su cara. Ella sonrió
tímidamente, y Logan se imaginó esos labios coral cediendo bajo sus
besos antes de que Charlotte la acorralara en el pasillo y cerrara la puerta
tras ellas.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 33


Amy Gamet Varada con el SEAL

Dios, sería bueno tener sexo, y por la mirada en la cara de Sarah,


esa era una probabilidad clara. Agitó la cabeza mientras se levantaba y
se ponía los pantalones, luego se sentó y refrescó la pantalla de nuevo.

—Las mismas coordenadas.

—¿Qué significa?

—Podría significar que dejó su teléfono allí. Podría significar que


está meando, o tomando una siesta. Cualquiera que sea la razón, no se
está moviendo.

—Podría estar atrapado por la tormenta —dijo Jax.

Logan inclinó la cabeza.

—Posible.

—Si está atrapado en la tormenta, todavía no ha matado a nadie.

—Cierto. —Logan sabía lo que se avecinaba.

—¿Cómo de rápido puedes llegar al cuartel general del Escuadrón


Gamma?

—Un par de horas.

—Entonces hazlo.

La línea se quedó muerta en su mano.

Tanto por Sarah Davenport.

Solo lloró por un momento por las promesas de esos labios de coral,
porque sabía que sus hermanos de la Fuerza H.E.R.O eran más
importantes de lo que cualquier mujer podría ser.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 34


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Cinco
Olía a miel y almizcle, el olor le rodeaba mientras él se acercaba a
su forma dormida. Hacía tanto frío, y él anhelaba su calor tanto como
anhelaba las curvas de su cuerpo amortiguando los planos duros del
suyo.

Tenía un dolor profundo en la cadera como si se hubiera ejercitado


demasiado fuerte, otro en los cuádriceps. ¿Qué demonios había estado
haciendo? La mujer estaba comenzando a desvanecerse, su olor más
etéreo, y él se abalanzó sobre ella, inhalando el olor profundamente en
sus pulmones. El más mínimo toque de humo de leña se quedó en su
piel, y abrió los ojos, confundido.

¿Dónde diablos estaba?

Tan malditamente frío. Incluso con un grueso edredón, estaba frío


hasta los huesos. Trabajó para recordar dónde estaba.

Podía oír el choque del accidente, recordar haber corrido sobre su


dolorida rodilla, con la mujer inconsciente en sus brazos. La cabaña.

Miró a su alrededor, observando el cuarto oscuro y el fuego que


casi se había consumido. Frunciendo los labios, exhaló, esperando poder
ver su propio aliento, pero no pudo.

Se fijó en la forma dormida en el sofá frente a él, reconociendo de


inmediato a la mujer de su sueño. Olivia. Necesitaba estar a su lado,
necesitaba sentir su calor contra su piel, tal como había soñado. Se
sentó, tirando de sus mantas con él. Cruzando hacia ella, puso sus
manos sobre sus mejillas, y luego sobre su frente. Por segunda vez ese
día, se preguntó si ella había muerto a causa de sus heridas.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 35


Amy Gamet Varada con el SEAL

El miedo se deslizó por su columna vertebral como gotas de agua


helada. Se arrodilló junto a ella y le palpó el cuello buscando el pulso,
encontrando un ritmo constante.

Viva, entonces, pero seguramente no muy bien. Un fuerte escalofrío


sacudió sus hombros. ¿Qué le había pasado a la caldera? Lo primero que
hizo fue aumentar la temperatura, pero claramente no estaba
funcionando. Lo comprobaría por la mañana. En este momento,
necesitaba más leña para el fuego, y se puso de pie, decidido. El frío
intenso siempre le recordaba al entrenamiento de BUD/S, y ser bañado
repetidamente con una manguera en el frío gélido.

Le recordó que podía soportar cualquier cosa.

Era para lo que se había entrenado.

Cuando entró en el porche, el viento empujó contra su cara.


Sujetándose, llenó sus brazos de leña, luego entró y puso hábilmente los
troncos sobre las brasas. Cubrió a Olivia con su edredón, y se deslizó
detrás de ella. Fue un ajuste apretado en el estrecho sofá, pero
necesitaban el calor del otro más de lo que él necesitaba estar cómodo.

La apretó con fuerza contra su cuerpo y envolvió sus brazos


alrededor de ella. Ella tenía el frío suficiente para que pareciera absorber
el poco calor que le quedaba en su propio cuerpo, como si estuviera
acostado en la cama con un polo helado. Él le frotó los brazos y le deslizó
la pierna entre las de ella, deseando que el calor de su cuerpo llegara al
suyo.

—Vas a estar bien —le susurró al oído, preguntándose si ella podría


oírlo y temiendo que no pudiera hacerlo.

Esto fue culpa suya. Él había hecho esto.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 36


Amy Gamet Varada con el SEAL

La culpa era como un pozo doloroso al que estaba siendo


arrastrado, el conocimiento de su propia responsabilidad por el estado
actual de ella casi lo abrumaba. ¿Y si nunca despertaba de nuevo? ¿Y si
ella no pudiera caminar, o necesitaba atención médica que él no podía
traer aquí?

Frotó su mejilla en la espalda de ella.

—Lo siento.

El fuego empezó a chisporrotear y a prenderse. Tomó su perfil, la


luz dorada del fuego iluminando su piel. Había un moratón oscuro debajo
de su ojo y otro en su frente, pero ninguno de los dos podía ocultar lo
hermosa que era, con una estructura ósea fina y labios redondeados y
exuberantes.

De cerca, sus rasgos brillaban con una belleza natural que removía
algo en lo profundo de su vientre. Movió su mano hasta el hombro y luego
hasta la cintura de ella, sintiendo la subida y caída de la silueta de la
mujer.

Apretó los dientes juntos. Tenía que calentarla, pero excitarse no


era parte del trato. Se obligó a mirar los nuevos moratones que
estropeaban su cutis color miel.

Ella era su responsabilidad.

—No te defraudaré —le susurró. Ella se giró ante el sonido de su


voz, claramente sorprendida—. ¿Olivia?

Sus dientes empezaron a castañetear y su torso comenzó a


temblar.

—Ven aquí —dijo, moviéndose para que ella pudiera girar su pecho
hacia él—. Te mantendré caliente.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 37


Amy Gamet Varada con el SEAL

Hizo lo que se le dijo, pero tan pronto como empezó a moverse ella
gritó de dolor.

—¿Qué pasa?

Su única respuesta fue presionar su cabeza con fuerza contra su


pecho y llorar. Él le pasó suavemente los dedos por el pelo y ella se los
quitó.

—¿Te duele la cabeza? —preguntó.

—Mmm hmm.

Deseaba poder hacer desaparecer su dolor, deseaba poder


retroceder completamente en el accidente. ¿Por qué el destino la había
puesto en su camino? Sacudió la cabeza. Estaba tan cerca de vengarse
finalmente.

Su frente se arrugó, el honor y la venganza chocando en su mente.


Necesitaba cuidar de Olivia y eliminar a Steele de una vez por todas.

Sobre todo, lo que más necesitaba era un plan para hacer ambas
cosas, sin sacrificar una por la otra.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 38


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Seis
Cowboy tomó un puñado de bocados de queso y eructó, sin dejar
de mirar el televisor.

—Brooke Barrons está jodidamente buenísima.

Matteo encogió sus hombros pesadamente musculosos y abrió otra


cerveza.

—Es un tipo de belleza estadounidense totalmente estereotipada,


supongo.

—Ya no estamos en el ejército, Red, así que puedo preguntar. ¿Eres


gay?

—No.

Tenemos un gran espectáculo para ustedes esta noche…

Cowboy hizo un gesto hacia la tele.

—Entonces, dame un ¡Oh, sii! cuando digo que Brooke Barrons está
jodidamente buenísima, no una respuesta de mierda sobre las
implicaciones sociológicas de la belleza estereotipada.

—Casi pareces inteligente justo ahora mismo.

—Quiero decir, mierda, mírala. Ese pelo. Esas tetas. Esa minúscula
pequeña cintura y piernas tan largas que podrían envolverte y exprimirte
hasta dejar inconsciente tu culo.

—Por su atuendo, creo que está fuera del mercado.

Cowboy se mofó de su camiseta ajustada con la inscripción “Novia”


y el largo velo que fluía de su cabeza.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 39


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Probablemente casándose con algún metrosexual de Hollywood


como hacen todas esas estrellas de cine. Te lo juro, algunas de esas
actrices pueden arrojar a sus esposos al otro lado de la habitación, a
menos que un fuerte viento las gane.

Un fuerte ruido de trueno hizo temblar las paredes del hotel.

—Jodido Cabo San Lucas —dijeron los hombres al unísono.

En vivo desde Nueva York, ¡Es Sábado Noche!

Matteo tomó un largo trago de cerveza.

—¿Qué crees que están haciendo los demás?

—Veamos… Jax está siendo equipado con un nuevo y brillante palo


en el culo, Logan es un chico blanco bailando en un bar con su madre, y
Hawk está sentado en un cuarto oscuro, meditando.

—Pásame las bolas de queso.

Cowboy señaló el cuenco.

—Eso es lo que los hombres de verdad llaman bocados de queso.


Nada de bolas de queso.

—Lo que sea. Pásalas aquí. —Matteo tomó un puñado—. No estás


muy equivocado con Hawk. ¿Qué le pasa últimamente?

Cowboy se movió a por otra cerveza. Iba a sentirse como los restos
hinchados de un atropello por la mañana. Consideró qué decirle a
Matteo.

—No sólo últimamente. Desde que murió Ralph.

—¿Qué pasó?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 40


Amy Gamet Varada con el SEAL

Cowboy miró al segundo miembro más nuevo de la Fuerza H.E.R.O,


evaluándolo. Matteo era un antiguo SEAL, todos lo eran menos Logan,
pero Matteo era el único que venía de un equipo diferente. Era Jax quien
quería a Matteo en la Fuerza H.E.R.O, y Cowboy todavía tenía que
averiguar por qué.

Matteo era un francotirador, y muy bueno, pero los francotiradores


no eran nada especial en el ejército. No, había otra razón por la que Jax
le quería en la Fuerza H.E.R.O, y Cowboy estaba decidido a averiguar por
qué.

—Te diré algo, Red, dime qué es lo que da brillo a tu plano pecho,
y te diré lo que quieres saber sobre Hawk.

Matteo puso los ojos en blanco.

—Otra vez esa mierda no.

Cowboy se volvió hacia la ventana, una palmera alumbrada con


luces azotaba ferozmente al viento. Estaba llegando a Matteo. Podía
sentirlo. Uno de estos días le diría a Cowboy todo lo que quería saber.

—Tiene que haber algo.

—Yo era el mejor francotirador de mi clase.

Cowboy curvó los labios y agitó la cabeza.

—Tiene que ser algo más que eso.

—Y soy piloto. Uno bueno.

—Sigue.

Matteo se encogió de hombros.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 41


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Tendrás que preguntarle a Jax. Tal vez le guste mi culo redondo


y pleno.

Matteo le estaba ocultando algo, pero Cowboy no pudo evitar


sonreír. El líder de la Fuerza H.E.R.O se sentía atraído por mujeres con
grandes culos.

—Él es un hombre de culos.

Los truenos sonaban en la distancia.

—Jodido Cabo San Lucas —dijeron.

Cowboy se levantó y el mundo se ladeó a la izquierda. A la mierda.


Tarde o temprano se enteraría de lo de Matteo.

—De acuerdo, quieres saber lo que pasó, te lo diré. Estábamos


vigilando a un tipo llamado Steele, un maldito multimillonario con un
negocio de importación/exportación. El problema es que importa y
exporta mierda como drogas y seres humanos, con envíos ocasionales de
armas de fuego.

—¿Por qué no ha sido atrapado?

—Porque tiene decenas de miles de envíos entrando y saliendo del


país cada año, y sólo unos pocos son ilegales. Tiene cientos de empleados
y un círculo interno que le cubre las espaldas. Los federales no han sido
capaces de atraparlo con nada. —Agarró los bocaditos de queso, pero los
apartó, y luego se pasó las manos por encima de la frente—. Ralph se le
estaba acercando, muy cerca. Él y Hawk se infiltraron en el complejo de
Steele, Ralph a la cabeza, Hawk directamente detrás de él. Sólo Hawk
salió de allí esa noche.

—Se culpa a sí mismo —dijo Matteo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 42


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Los hombres de Steel lo sujetaron mientras veía a Ralph morir


lenta y dolorosamente. Ese no es el tipo de cosa que se saca uno de la
cabeza.

Matteo hizo la señal de la cruz, murmurando algo en voz baja.

Cowboy apuró su cerveza. No había suficiente alcohol en el mundo


para esta historia. Nunca lo había habido. Si fuera por Cowboy, acabar
con el asesino de Ralph sería la misión número uno de la Fuerza H.E.R.O,
pero Jax nunca lo permitiría.

Aspiró por la nariz y se encogió de hombros.

—Por supuesto, cuando la policía llegó, el cuerpo ya no estaba. No


había evidencias de ningún delito, ese tipo de cosas. Eso es lo que pasa
cuando tienes un ejército de secuaces esperando para cubrir tus huellas.

—¿Lo encontraron?

Cowboy estaba empezando a emborracharse. Muy borracho, del


tipo que te hacía desear que la cosas fueran diferentes a la vez que
dejabas de preocuparte.

—No. Y tiene una esposa y un hijo que nació después de que


muriera.

—No me extraña que Hawk esté obsesionado.

Otra ráfaga de truenos pareció sacudir el mundo, y a Cowboy se le


pasó por la cabeza que a Dios no le gustaba esta historia más de lo que
le gustaba a él.

—Jodido Cabo San Lucas —dijeron.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 43


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Siete
Olivia fue consciente del dolor de cabeza mucho antes de abrir sus
ojos, el dolor palpitaba y parecía llenar toda su realidad. Cuando cambió
de posición, una ola de náuseas atravesó su estómago y entrecerró los
ojos para abrir una pequeña grieta.

Eso lo empeoró.

Los cerró de nuevo.

Creo que voy a vomitar.

Se acurrucó sobre sí misma, envolviendo sus brazos alrededor de


su cintura. Quería que este dolor desapareciera, quería que los bordes de
su conciencia fueran menos agudos y dolorosos. Se lamió los labios. Su
boca estaba tan seca. Necesitaba encontrar algunos analgésicos y un
vaso de agua, pero tendría que levantarse, y eso era mucho más de lo que
se sentía capaz de hacer.

Un brazo cruzó su estómago y ella jadeó. Se acurrucó sobre su


pecho, la mano rozando su teta.

Ella contuvo la respiración.

¿Quién diablos es él?

El terror se apoderó de ella. Echó otra ojeada a la habitación que


la rodeaba, sus ojos se centraron en las brasas que brillaban en la
chimenea, y luego se movió para ver una botella con reflejos dorados en
la repisa de la chimenea. Alcohol. El hombre gimió y se acurrucó más
cerca de su espalda, y ella cerró los ojos con fuerza.

Ella debió haber estado bebiendo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 44


Amy Gamet Varada con el SEAL

Mareada por el pánico, trabajó para mantener su respiración lo


más normal posible. Hizo un balance de su cuerpo, apretando sus muslos
y los músculos dentro de su pelvis. Ninguno de ellos estaban doloridos o
sensibles como lo estarían después del sexo, lo que no ayudaba a explicar
el hecho de que el hombre que actualmente estaba presionado contra su
trasero, o lo que se sentía como una creciente erección.

Se alejó un poco, el dolor le atravesó el hombro izquierdo y bajó por


su costado, sorprendiéndola hasta la quietud. Luchó por recordar lo que
había estado haciendo antes de irse a la cama, un recuerdo como el hilo
más pequeño del que podría tirar y remontar hasta un suéter, pero era
incapaz de pensar más allá de su cuerpo dolorido y el latido dentro de su
cráneo.

No podía recordar nada.

¿Y si él me puso algo en la bebida y me trajo aquí sin que yo me


diera cuenta?

Sus sentidos estuvieron instantáneamente en alerta máxima. Tan


lentamente como pudo, se apartó del hombre y rodó del sofá al suelo, el
movimiento una vez más lanzó dolor a través de la mitad de su cuerpo e
hizo que el dolor anterior de su cabeza pareciera un juego de niños.

Miró hacia atrás al desconocido que todavía dormía, amenazando


con su aguda barbilla y su rastrojo oscuro. Sus ojos se clavaron en el
amplio conjunto de sus enormes hombros. Allí había fuerza, suficiente
para hacer temblar a sus esbeltas extremidades con las posibilidades de
lo que había pasado.

Vamos, Olivia. ¡Piensa! ¿Cómo llegaste aquí?

El hombre rodó de lado, su silueta dramatizando su estructura


ósea y su físico. Era tan masculino, como una imagen del hombre

Serie Fuerza H.E.R.O 1 45


Amy Gamet Varada con el SEAL

primitivo en el museo de algún lugar, el tipo de hombre que ella habría


encontrado atractivo si su reacción no hubiera estado enlazada con este
fuerte miedo.

El tipo de hombre del que le costaría mucho escapar en su estado


actual.

Necesitaba salir de aquí antes de que el tipo se despertara.

Mientras se arrastraba cuidadosamente con el brazo bueno, el


golpeteo en su cabeza le rogaba que se quedara quieta mientras su pánico
la incitaba a seguir. Habría tiempo después para mimar a su dolor de
cabeza, una vez que estuviera sana y salva, y fuera de este lugar.
Necesitaba volver a casa.

El pensamiento resonó en su cabeza como un puñetazo y se


congeló, con los ojos muy abiertos.

Casa... una palabra que debería evocar sentimientos de seguridad


y paz sólo trajo a la mente una página en blanco. Se sacudió
mentalmente.

Vamos. Casa.

Nada.

Su aliento venía más rápido, demasiado rápido ahora.

El hombre murmuró algo en voz baja y se movió en sueños,


obligándola a moverse. Ni siquiera podía recordar dónde vivía, ya no tenía
ninguna duda de que el asqueroso dormilón la había drogado antes de
traerla aquí anoche.

Querido Dios, esperaba que hubiera sido anoche. Se tragó la


posibilidad de que hubiera estado aquí por más tiempo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 46


Amy Gamet Varada con el SEAL

Tan silenciosamente como pudo, usó la mesa de café para


incorporarse y ponerse en pie. Una abrumadora oleada de mareos hizo
que sus rodillas se doblaran, y cayó al suelo, su rodilla golpeando la mesa
de café con la suficiente fuerza para que sus ojos se dirigieran
inmediatamente al hombre.

Los ojos de él se abrieron. Se quedó mirando al techo.

Él iba a agarrarla y hacer lo que quisiera con ella, y de repente


deseaba que el vacío en su mente la rescatara de esta realidad de nuevo.
Quería vomitar. Maldita sea, iba a vomitar. Abrazó sus rodillas, luchando
contra la necesidad de vomitar.

—¿Estás bien? —preguntó el hombre.

Ahora lo había hecho, había despertado al oso que estaba obligado


a intentar mantenerla en esta cueva. Su voz era más grave de lo que ella
había esperado, su tono vibraba en su pecho. Miró hacia una puerta,
sabiendo que estaba demasiado lejos para correr.

Tenía que fingir que no tenía miedo, tenía que mantenerlo


tranquilo. Le lanzó lo que esperaba que pareciese una mirada
avergonzada por encima de su hombro.

—Tengo el estómago revuelto.

—¿Te duele la cabeza?

—Sí.

Él tiró de las mantas hacia atrás.

—Probablemente tengas una conmoción cerebral —dijo, de pie.


Pasó junto a ella, una obvia cojera que lo hacía menos amenazador. Como
si la fuerza de su cuerpo no fuera suficiente para intimidarla, se erguía

Serie Fuerza H.E.R.O 1 47


Amy Gamet Varada con el SEAL

sobre ella como pocos hombres en su vida. Medía fácilmente más de uno
noventa y cinco centímetros, tal vez más.

Él volvió a regresar a la habitación, colocando un bol para mezclar


sobre la mesa junto a ella.

—Por si acaso —le dijo—. ¿Cómo te sientes, aparte de las náuseas?

—Como si me hubiera atropellado un tren.

—Eso no está lejos. ¿Puedes levantar la cabeza?

—No sin los fuegos artificiales disparándose en mi cerebro.

—Comprensible, dado lo que pasó.

Ella tragó con fuerza contra su seca garganta, y luego se dio cuenta
con horror de que estaba a punto de llorar. Sus labios comenzaron a
temblar.

—¿Qué pasó, exactamente? —preguntó.

—¿No te acuerdas?

—No.

Él alcanzó para tocarla, y ella retrocedió.

—Sólo quiero mirarte la cabeza —Le dijo.

Lo miró con cautela.

—Estoy bien.

—No voy a hacerte daño, Olivia.

—¿Quién eres tú?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 48


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Trevor Hawkins. Hawk.

—¿Por qué me trajiste aquí, Trevor Hawkins?

Él frunció el ceño.

—Tuvimos un accidente. Giré una curva cerrada con mi camioneta


y allí estabas tú, atrapada en la nieve, de pie fuera de tu coche. Fue
demasiado tarde para que yo me detuviera. El impacto te tiró y te
golpeaste la cabeza, lo cual fue afortunado porque ambos coches se
incendiaron.

Ella se puso la mano en la cabeza cuidadosamente. Un gran bulto


y una costra irregular eran sensibles al tacto. Su cabello estaba lleno de
trozos duros de sangre. Pensó en su dolor de cabeza agudo y
desagradable. La náusea y los mareos.

—¿Por qué no estamos en el hospital?

—Mi teléfono móvil estaba en mi coche. Supongo que el tuyo


también, y el teléfono aquí está muerto. No he podido contactar con
nadie.

Ella giró la mirada hacia la ventana del frente, lamentando de


inmediato el movimiento.

—¿Qué tal un coche que pasara por aquí?

—No hay ninguno. No me sorprendería si las carreteras estuvieran


cerradas. Estamos en medio de una ventisca en Warsaw Mountain.

—¿Ventisca?

—Sí. Bastante mala. —Se puso de pie, caminando junto a ella hacia
un pasillo, y notó un tatuaje en el bíceps de él, un águila y un ancla.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 49


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Tienes que tener alguna radio o un televisor en alguna parte —le


dijo.

Warsaw Mountain.

El nombre no significaba nada para ella. Vivía en… en… Dios,


¿dónde vivía?

Él regresó a la habitación, jugando con una pequeña radio en sus


manos. Sus ojos se encontraron con los de ella.

—Parece que vas a llorar —le dijo.

Ella abrió la boca para hablar, pero no salió nada. ¿Este hombre
era su enemigo o su amigo? Vio cómo los músculos de sus brazos se
flexionaban con cada movimiento de sus manos.

Si él era su enemigo, ella no tenía ninguna posibilidad.

Por favor, que sea mi amigo.

—No puedo recordar dónde vivo —dijo ella, su voz poco más que
un susurro. Él miró a los ojos de ella con su mirada tranquila y firme,
claramente esperando a que ella continuase. Respiró profundamente—.
No recuerdo si tengo un gato o un perro. No sé si vivo sola —bajó los
ojos—, o con otra persona. Lo primero que recuerdo es despertar esta
mañana. —Sintió que estaba empezando a desmoronarse. Su cara se
arrugó—. ¿Qué me está pasando? —Gritó. Sus manos temblaban y
respiraba con dificultad. Agarró el bol y vomitó, horrorizada de que él
estuviera allí viéndola vomitar.

Se acercó a ella y le colocó el pelo detrás de la oreja, haciéndola


retorcerse.

—Todo está bien —le dijo, tocando su brazo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 50


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella se alejó de él y se puso en pie, acunando el cuenco, su cabeza


tambaleándose por el movimiento.

—¡No está bien! Nada está bien. Todo está mal. ¿Quién eres tú, de
todos modos?

—Trevor Hawkins.

—Ya dijiste eso. Quiero decir, ¿quién eres? ¿Por qué me trajiste
aquí?

—Te lo dije, hubo un accidente.

—Mentira.

Él entrecerró los ojos y dio un paso hacia ella.

—¿Qué crees que pasó?

Ella levantó la barbilla, su mente buscando una razón para no


decirle la verdad y no encontrando ninguna.

—Creo que me drogaste. Pusiste algo en mi bebida y me trajiste


aquí en contra de mi voluntad.

—¿Por qué haría yo eso?

La sangre inundó sus mejillas, el calor llenó su cara.

—Para aprovecharte de mí. —Obligó a sus ojos a permanecer en los


de él mientras la mirada de él se deslizaba hacia abajo, observando su
cuerpo con una fría evaluación.

—Las mujeres con las que me acuesto no tienen que ser drogadas,
Olivia. —Él cerró la distancia entre ellos.

¿Qué haría ella si intentara tocarla, o algo peor?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 51


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él se inclinó y cogió el cuenco, su cuerpo tan cerca del de ella que


sintió que temblaba.

—Iba de camino a visitar a un amigo. Doblé una curva y ahí estabas


tú. Tu coche estaba atascado en la nieve. —Pasó junto a ella y ella exhaló
el aliento que había estado aguantando. El agua corría en la cocina y
sabía que él estaba lavando el bol sucio.

Ella también se sentía sucia. Fría, sucia, confusa y dolorida.

—¿Dónde está el baño? —dijo ella—. Quiero tomar un baño.

—Al final del pasillo a la izquierda, pero no hay agua caliente.


Calentaré un poco en la estufa para ti.

Ella tocó un dedo en el tejido esponjoso de su pijama.

—¿Dónde está mi ropa? Supongo que no llevaba estos calzoncillos


largos en medio de una ventisca.

—Tu ropa está manchada de sangre. Te encontraré algo limpio para


que te pongas. Hay todo un armario lleno de ropa de debería valerte.

Ella asintió, haciendo una mueca al instante. Su control sobre sus


emociones comenzó a deslizarse. Su mente trabajó frenéticamente para
recordar algo, cualquier cosa, de antes del accidente.

Cerró la puerta tras ella y se apoyó allí, instantáneamente en un


auténtico llanto. Era como si su vida hubiera comenzado en el instante
en que se despertó. El dolor se arremolinaba a través de ella, ya no sólo
en su cabeza, sino en el vientre y la espalda. Una palabra flotaba al borde
de su disposición a nombrarla, una palabra más aterradora que
cualquier otra que hubiera experimentado nunca.

Amnesia.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 52


Amy Gamet Varada con el SEAL

Todo lo que ella sabía se había ido. Tenía amnesia y estaba


atrapada aquí con este abrumador hombre que podría asustarla a muerte
en un momento y lavar su vómito al siguiente.

Deslizándose hacia abajo por la puerta, cayó al suelo con un ruido


sordo. Se oyeron pasos que venían hacia el baño.

—Olivia, ¿estás bien?

Se recostó contra la puerta cerrada. Esto no estaba pasando. Este


horrible día no era más que una pesadilla, y sólo necesitaba despertarse
para volver a su vida normal. Sus ojos se cerraron a pesar de los golpes
a la puerta y las llamadas por su nombre de Trevor. Los ruidos parecieron
alejarse más, menos urgentes, como si estuvieran llamando a otra
persona.

Una agradable oscuridad invadió sus sentidos, dándole la


bienvenida, y se cayó de lado.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 53


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Ocho
—¡Olivia! —Trevor golpeó la puerta del baño, cada músculo de su
cuerpo listo. Ella se había desmayado, estaba seguro de ello, y necesitaba
entrar rápido. Su mente imaginaba cada superficie dura en ese baño, el
duro golpe del hueso en la porcelana, y la sangre corriendo en la cara de
Olivia.

Intentó abrir la puerta, pero la encontró cerrada. Tendría que


romperla.

—Apártate —gritó, por si acaso ella podía oírlo—. Aléjate de la


puerta. —No hubo respuesta, como él esperaba. Con un giro de su torso,
pateó la puerta. Se abrió a medio camino antes de chocar con el muslo
de ella.

Entró y tocó la mejilla de ella repetidamente, diciendo su nombre y


deseando que se despertara.

Sus ojos se abrieron y lentamente se concentraron en él.

—¿Qué estás haciendo? —murmuró.

—Ayudándote.

—No necesito ayuda. Necesito agua caliente para poder darme un


baño.

Él pasó una mano por su pelo, pura frustración saliendo a la


superficie.

—Te desmayaste.

—No.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 54


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Sí, lo hiciste.

Ella se mordió el labio.

—Tal vez no quería hablar contigo.

—Estás bromeando, ¿verdad? —Sus ojos se clavaron en los de ella,


sorprendido de ver que eran verdes, no azules como él había pensado
antes.

—No. —Ella levantó la barbilla—. Me siento como una mierda, no


puedo recordar nada, y me estás asustando.

Él levantó las cejas.

—¿Yo te estoy asustando? Te encierras aquí con una conmoción


cerebral y ciento veintiuna cosas para golpearte la cabeza, luego no me
respondes cuando trato de ver si estás bien.

Ella agarró el lavabo y se puso de pie.

—Oh, por favor. Estoy perfectamente bien. —Giró sobre sus talones
y se inclinó dramáticamente a un lado.

Trevor se abalanzó para atraparla.

—Oh, estás bien, de acuerdo. No hay nada malo en ti.

Ella le empujó en el pecho.

—¡No quiero que me toques!

—Estaba evitando que te cayeras.

—Suéltame.

La soltó y dio un paso atrás.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 55


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Solo no cierres la puerta con llave esta vez.

Olivia se frotó los brazos como para deshacerse de su toque.

—Si es que se cierra ahora desde que la derribaste. Hablando sobre


excesos. ¿Qué eres, algún tipo de policía machista, o algo así?

—Algo así. Iré a ver cómo está tu agua.

—¿Quieres cerrar la ventana antes de irte, por si intento escapar?

Él se cruzó de brazos.

—Olivia, eres libre para irte cuando quieras. No te estoy reteniendo


contra tu voluntad. Pero hay una tormenta desatada y no hay refugio en
kilómetros, si es que puedes encontrarlo, así que creo que sería mejor si
te quedaras conmigo por el momento.

Su labio inferior tembló y su voz se rompió.

—Tal vez quieras dejar de derribar puertas para no asustarme.

Parecía tan joven, tan asustada.

—Lo siento. No pensé…

Ella levantó una mano.

—Está bien.

Maldita sea, ella estaba llorando, con la cara arrugándose y la boca


apretada con fuerza.

—Oh, cariño —dijo—, ven aquí. —La alcanzó, pero ella se quedó
donde estaba, mirándole con cautela hasta que dejó caer los brazos—. No
voy a hacerte daño —Le dijo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 56


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Voy a preguntarte algo, y quiero que me digas la verdad. ¿Me


drogaste anoche?

—Absolutamente no.

Ella se mordió el labio.

—Me duele la cabeza. No puedo recordar nada… de anoche, y


cuando me desperté, estabas… tu cuerpo estaba… estabas durmiendo
muy cerca de mí.

Cuando te despertaste, estaba a medio camino de una erección por


tu dulce culo frotando contra mi polla.

Por el rubor de su rostro, ella recordaba esa parte claramente. Sería


mejor que se adhiera a los hechos.

—No te drogué. Tuvimos un accidente y te golpeaste la cabeza. Te


traje aquí y dormí a tu lado para mantenerte caliente. —Ella asintió
lentamente—. Olivia, nunca me aprovecharía de una mujer.

—¿Nunca?

—Nunca.

—Espero que sea cierto. —Ella alcanzó la puerta, haciendo un


gesto para que se fuera—. Porque en este momento, eres la única persona
de todo el mundo que puedo recordar. —Ella cerró la puerta entre ellos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 57


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Nueve
Jodido cielo.

Gallant se quedó mirando fijamente el humeante y retorcido metal


que había en el fondo del barranco. No había forma de que nadie hubiera
podido sobrevivir a este accidente, y maldijo a Brooke por haberse largado
por su cuenta y haberle hecho esto.

¿Qué la había poseído? ¿Como si ella ya no fuera lo suficientemente


buena, famosa y solicitada, y a punto de casarse con uno de los hombres
más ricos del mundo?

Y ella le gustaba, maldita sea. Mucho más de lo que le habían


gustado los demás. Ese era el problema.

Se dirigió hacia la maraña de acero apenas reconocible como el


coche de Brooke, temiendo el espeluznante hallazgo que le esperaba. Tal
vez era bueno que ella estuviera muerta, de esa manera Marco no la
mataría por huir antes de la boda como ella lo hizo.

O me hará que lo haga yo.

El asiento del conductor estaba aplastado, pero claramente vacío.


Se movió al otro lado del coche.

—¿Qué demonios? —Desde este ángulo era obvio que había dos
coches en esta maraña, no solo uno. Miró en lo que quedaba de los
compartimentos de pasajeros de ambos vehículos.

Estaban vacíos.

Su teléfono móvil sonó y suspiró cuando vio el nombre de Johnson


en el identificador de llamadas.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 58


Amy Gamet Varada con el SEAL

Joder.

—Tuvo un accidente —dijo Gallant—. La rastreé por el GPS a través


de una puta ventisca hasta lo profundo de Warsaw Mountain. Mi
Hummer apenas logó llegar aquí, y todavía sigue nevando. Su coche y el
de alguien más se han estrellado y quemado, pero no hay nadie aquí.

—Esta vez realmente la cagaste, Gallant.

Pensó en la gran becaria rubia que se había tirado en SNL. Brooke


les había tendido una trampa, incluso le dijo que podía usar su camerino,
luego ella desapareció. Había mantenido a la becaria fuera de su versión
de los eventos cuando le dio la noticia a Johnson.

—Oye, se suponía que debía mantenerla a salvo, no evitar que se


escapara —le dijo.

—No, se suponía que debías mantenerla a la vista en todo


momento. Si Marco se entera de esto…

—¿No se lo dijiste?

—No hay razón para decírselo hasta que la encontremos.

—Pero la boda…

—No es hasta dentro de casi dos semanas. Ella no podría haber


llegado tan lejos sin un medio de transporte. Encuéntrala.

El viento soplaba, haciendo que Gallant se estremeciera. A veces


odiaba este trabajo.

—¿Qué hay de mí? Yo también necesito transporte, ya sabes. Hay


un metro veinte de puta nieve en el suelo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 59


Amy Gamet Varada con el SEAL

—De acuerdo. Dejaré una moto de nieve fuera del recinto para ti.
Mantenme informado, pero sé discreto.

—Puedo hacer eso.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 60


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Diez
Mientras Olivia se bañaba, Hawk hizo inventario de la casa. Las
raquetas en la pared parecían ser reales y funcionales. Había esquís,
botas y bastones de montaña en el armario del dormitorio. Una variedad
de productos químicos caseros y alcohol que podría usarse para hacer
cócteles Molotow, así como algunos componentes explosivos básicos en
el garaje. También había una moto de nieve que funcionaba, pero tenía
tan poca gasolina que apenas la marcaba.

Entró y se sentó en la cama, mirando el pequeño montón de ropa


de la esquina, preguntándose si había cometido un error. Olivia había
preguntado dónde estaba su ropa, y ese era el momento perfecto para
dársela, con su camiseta de novia y todo, pero no quería hacerlo, lo que
le recordó el diamante que tenía en el bolsillo de su pantalón.

Lo sacó y lo puso en la punta de su dedo índice. Era demasiado


llamativo, demasiado elaborado para la mujer sencilla que estaba en la
bañera. Le había llevado el agua caliente, evitando sus ojos cuando retiró
la cortina para añadirla a su baño.

Fue un acto extrañamente íntimo.

Tal vez fue porque ella se veía tan joven, y él se sentía muy protector
con ella después de lo que habían pasado juntos, pero no quería que se
enterara de que estaba comprometida antes de que pudiera siquiera
recordar dónde vivía.

O al menos eso era lo que se decía a sí mismo.

Algo en ella había atrapado su interés. Ella lo estaba evaluando,


considerando si era o no digno de su confianza. Él era un SEAL de la
Marina, por el amor de Dios, un miembro de élite de la Fuerza H.E.R.O.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 61


Amy Gamet Varada con el SEAL

Eso lo convirtió en uno de los buenos, sin importar lo negra que sintiera
su alma bajo la mirada interrogadora de ella.

Tal vez si me aferro a ella con fuerza, ella pueda volver a hacerme
bueno de nuevo.

¿De dónde diablos salió ese pensamiento?

Está comprometida con otra persona, y no tienes por qué pensar en


esta mierda ahora mismo. Tienes que llegar a Steele.

Cada paso del plan cuidadosamente trazado de Trevor se había


estrellado contra el suelo cuando su coche chocó con el de ella. Estaba
preparado para cualquier eventualidad, o eso creía... bien equipado de
armas, municiones, explosivos y todas las herramientas necesarias para
entrar y salir del recinto de Steele sin ser atrapado. Ahora todo lo que
había dado por sentado estaba en juego. No podía dejar que el accidente
arruinara sus planes cuidadosamente trazados.

Presionó su pulgar en las puntas que sostenían el diamante,


sorprendido de encontrarlas afiladas como espinas. Esa cosa era más que
una joya. Era un arma, por amor de Dios. No pudo evitar preguntarse
por el hombre que la escogió.

Ella podría estar casándose con un asesino en serie. No es asunto


tuyo.

La canción en la radio terminó y el presentador de noticias


apareció.

—Nos espera una buena noche, amigos. La nieve cambiará


completamente a lluvia helada por la mañana, continuando durante las
próximas veinticuatro horas antes de volver a cambiar a nieve. Los
ingenieros estructurales han expresado algunas preocupaciones sobre la
capacidad del Puente Warsaw para lidiar con el exceso de peso de la

Serie Fuerza H.E.R.O 1 62


Amy Gamet Varada con el SEAL

tormenta de hielo, y el puente estará cerrado al tráfico hasta el jueves. El


puente será demolido y reemplazado a principios de la primavera.

La voz de Olivia llegó desde detrás de él.

—El tiempo no suena bien. ¿Crees que despejarán las carreteras


antes de que se desate el infierno?

—De ninguna manera. —Hawk cerró el anillo en la palma de su


mano y se puso en pie, volviéndose hacia ella.

Ella llevaba el pantalón de pijama a cuadros y una camiseta


demasiado grande que él le había llevado, con el pelo mojado y los
pezones erguidos contra la tela. Forzó a sus ojos a concentrarse en los de
ella.

—¿Tuviste un buen baño?

Ella frunció el ceño.

—En realidad, no. No podía dejar de tratar de imaginar mi propia


vida, donde vivo, cosas así, pero por mucho que lo intentara, no había
nada.

Le tocó el brazo, un cosquilleo eléctrico subiéndole por la mano,


pero esta vez ella no se alejó.

—Vendrán. Dales tiempo.

—No es que vayamos a ningún lado pronto. —Ella lo rozó, los olores
de mujer, jabón y champú rodeándole en el pequeño espacio, y él cerró
los ojos. Podría perderse en ese olor si se lo permitiera—. Y yo tampoco
sabría adónde ir —dijo—. ¿Dónde vas cuando no sabes quién eres o
adónde perteneces?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 63


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él no tenía amnesia. Sabía adónde tenía que ir. Estaba atrapado


en esta montaña y Steele también.

Así que ve a buscarlo. Haz lo que viniste a hacer.

Su mente comenzó a correr. Necesitaba un abrigo, algún tipo de


arma y un camino hacia la montaña. Por el contenido de la cómoda, sabía
que había ropa de un hombre de una talla similar a la de él.

—Trevor, gracias por todo lo que has hecho por mí —dijo ella,
devolviendo su atención al presente.

—¿Ya no crees que te drogué?

—No, pero quiero ver mi coche.

Se lo imaginó en el fondo de un barranco, su estructura de acero


carbonizada como un esqueleto en la nieve.

—Está demasiado lejos.

—No podemos estar demasiado lejos si caminamos hasta aquí.

—Tú no caminaste. Te llevé en brazos. —Ella lo miró a los ojos y él


se encogió de hombros—. Estabas inconsciente.

Ella frunció el ceño.

—Pero cómo de lejos…

—Alrededor de kilómetro y medio.

—¿Me llevaste kilómetro y medio?

—Tal vez más.

Ella bufó.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 64


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Me cuesta creerlo. Sin ofender.

—No me ofende.

Ella frunció el ceño.

—Realmente quiero ver mi coche.

—No puedes. Desde entonces por lo menos han caído sesenta


centímetros de nieve, y con ese tipo de caminata, te estarías poniendo en
peligro a ti misma. Tu conmoción cerebral hace que sea peligroso que te
fuerces demasiado.

—Trevor, sólo quiero ver que dices la verdad, que llegué aquí por
un accidente de coche.

—Llegaste aquí por un accidente de coche. Vas a tener que confiar


en mí.

—¿Y si no me gusta esa respuesta?

—Supongo que es una pena, Olivia. —Se pasó la mano por el pelo—
. Escucha, necesito salir a buscar gasolina.

—¿Qué? ¿Dónde?

—Hay una moto de nieve en el garaje, pero sin gasolina. Voy a ir a


buscar un poco.

Ella cruzó los brazos sobre el pecho.

—¿Crees que hay una gasolinera en la esquina?

—Encontraré otro vehículo. Una cortadora de césped. Lo que sea.

—La nieve te llegará hasta la cintura.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 65


Amy Gamet Varada con el SEAL

—No del todo. —Señaló a la pared sobre la chimenea—. Pero esas


son verdaderas raquetas de nieve, así que no importa.

—¿Cuánto tiempo estarás fuera?

—Me aseguraré de que tengas suficiente leña para el fuego antes


de irme. Hay suficiente comida aquí para varias semanas, si no más.

—Guau, espera. ¿Me vas a dejar aquí?

—Tengo que hacerlo. Tengo cosas que debo hacer y parece que te
sientes mejor.

—Pero aparentemente, tú has perdido tu maldita mente. ¿Estamos


atrapados en medio de una tormenta de nieve en una cima de montaña
casi desierta, y vas a usar las raquetas de nieve de la pared de la sala de
estar... que probablemente fueron hechas en China y vendidas en alguna
tienda de decoración para el hogar, por cierto... para ir de excursión tú
solo en busca de gasolina?

Él entrecerró los ojos.

—¿La cima de una montaña desierta? ¿Cómo sabes dónde


estamos? —Caminó hacia ella.

—No lo sé. Ese es el punto. No puedes dejarme aquí sola. —Ella le


tocó el brazo—. Por favor.

Él miró su cara dulce y suave, y su cabello húmedo y rizado. No


tan joven como él creía, sólo inusualmente bella. Su mirada se deslizó
hacia abajo, siguiendo el escote de la camiseta, y observó el rápido
ascenso y caída de su pecho. Sus manos se morían por tocar su piel, para
ver si era tan suave como parecía. Y ese olor. El olor de ella era tan fuerte
aquí, subiendo de su cuello con el calor de su cuerpo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 66


Amy Gamet Varada con el SEAL

Los ojos de Olivia estaban muy abiertos, y él los miró fijamente,


hipnotizado mientras se dilataban. Cerró los puños para no alcanzarla,
su pecho y sus caderas, y su cara todos sensibilizados a la espera de su
toque. Un sonrojo rosado se asentó sobre su pecho y cuello,
extendiéndose a sus mejillas, una excitación que se hizo eco en su
vientre.

Su mirada cayó a su boca, casi rogándole que la besara.

Ella se mojó los labios.

—Por favor, Trevor.

No hablaba de que él se fuera.

Sólo un beso.

Fue una mala idea. La peor idea que había tenido en su vida, e
incluso cuando actuó en consecuencia, supo que era algo incorrecto.
Esta mujer estaba comprometida con otra persona y no lo recordaba. Se
echó hacia atrás justo antes de que sus labios conectaran, la cordura
reapareciendo en el último momento, pero ella levantó la mano y tiró de
él hacia abajo.

Sus labios eran llenos y suaves, y abiertos bajo los de él, una
invitación a algo más que no podía resistir. Su lengua se metió en la boca
de ella, y ella se apretó contra su cuerpo, su sonido de placer mezclándose
con el suyo.

Sus dedos estaban en su cabello, sus uñas rasguñando


ligeramente su cuerpo cabelludo, y la sensación fue increíble. Trevor
apoyó su frente en la de ella, su aliento acelerado.

—No me dejes sola —susurró ella.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 67


Amy Gamet Varada con el SEAL

Quería quedarse con ella. Ese era el problema. ¿Era tan fácilmente
desviable de la misión a la que se había dedicado? Sus manos se cayeron.

—Olivia…

—Tengo miedo. —Se había vuelto a cruzar de brazos—. No me


disculparé por eso.

—No hay nada que temer. Tendrás comida, ropa y refugio todo el
tiempo que lo necesites.

Ella lo miró a los ojos y él pudo ver que estaba a punto de llorar.

—Eres la única persona que conozco en todo el mundo. Si te vas…

No tendré a nadie.

La culpa se alzó y lo derribó.

—Olvídalo —dijo ella, agitando las manos mientras se alejaba—.


Tienes razón. No te necesito. Soy una chica grande y puedo cuidar de mí
misma.

La guerra entre sus dos responsabilidades luchó en su vientre


como una comida podrida. No era sólo su bienestar físico lo que
necesitaba tener en cuenta, sino también su salud mental. Tenía que
admitir que la idea de estar completamente sola como ella lo estaría sin
él aquí era una perspectiva aterradora.

Maldito sea todo hasta el infierno.

—De acuerdo. Sólo dame unas horas. Déjame encontrar


combustible. —Ella parecía preocupada, y él podía sentir que sus planes
se le escapaban de las manos. Necesitaba más que unas pocas horas.
Necesitaba estar fuera todo el tiempo que necesitara—. Tal vez más.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 68


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella estaba tratando de fingir que estaba de acuerdo con eso, podía
verlo en sus ojos y en la forma en la que ella encogía un hombro.

—Vale.

Su conciencia le molestaba. Se dirigió hacia el fuego, avivando las


brasas y girando los troncos. Era culpa suya que ella hubiera sido herida
y que se quedara varada en el bosque sin su coche o su teléfono móvil,
pero que le maldijeran si él renunciaba a la primera oportunidad que
había tenido de atrapar a Steele desde la muerte de Ralph.

Trevor apretó su mandíbula, sus ojos disparándose a la ventana y


a la furiosa tormenta que había más allá. Había planeado durante meses
esta misión, practicado cómo lograr su objetivo solo. Ahora lo estaban
desviando, y aunque sabía que estaba siendo un gilipollas, le molestaba
la distracción.

Si iba a atrapar a Steele, tenía que hacerlo antes de que el tiempo


se despejara, y de que las pruebas salieran justo fuera de su nariz.

A dieciocho kilómetros de distancia, y podría ser al otro lado del


mundo.

Flexionó su hombro y su cuello chasqueó, con suficiente


adrenalina recorriendo su sistema para correr a la casa de Steele y
regresar en un tiempo récord.

¿Correr? ¿Con esta rodilla? ¿A quién coño estás engañando?

Por la ubicación del dolor, estaba seguro de que se había roto la


rótula o se había hecho una distensión de un tendón, y ninguna de las
dos cosas eran buenas para correr a ninguna parte. Sólo caminar sobre
raquetas de nieve en busca de gasolina iba a doler como el demonio y le
iba a costar diez veces la energía que normalmente le costaría, pero el

Serie Fuerza H.E.R.O 1 69


Amy Gamet Varada con el SEAL

resultado final era demasiado importante para que él lo abandonara.


Trevor necesitaba esa moto de nieve para llegar al complejo de Steele.

Pero el bienestar de Olivia superaba todo eso.

Maldito sea todo hasta el infierno.

—Tal vez hoy no busque la gasolina. Tal vez corra por el camino
hacia la escena del accidente y vea si puedo encontrar mi chaqueta.

O una pistola.

O cualquier tipo de arma.

Ella se encontró con sus ojos.

—Gracias, Trevor.

El melodioso sonido de su nombre en sus labios hizo que su mano


temblara, y se recordó a sí mismo que ella estaba comprometida.

Díselo. Díselo a ella ahora.

Ella tenía derecho a saber todo lo que él sabía de ella, al menos.


Abrió la boca, la camiseta de novia y el anillo colgando de la punta de su
lengua.

Pero ella estaba frágil. Inestable. Necesitaba tiempo para


recuperarse antes de que él le contara esas cosas.

Sólo temes que le devuelva toda su memoria.

Ella ladeó la cabeza.

—¿Todo está bien?

—Sí. Todo está bien. No debería estar fuera mucho tiempo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 70


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Once
Olivia miró fijamente por el cristal esmerilado de la ventana la
escena que se arremolinaba más allá. En algún lugar ahí fuera estaba su
vida, la gente que conocía y las cosas que le importaban. ¿Alguien se
había dado cuenta que ella estaba desaparecida? ¿Tenía familiares y
amigos preocupados por su paradero, o estaba tan sola en su vida
olvidada como en este limbo?

Al menos estaba Trevor, aunque sentía que él le estaba mintiendo


sobre su verdadera razón para estar aquí. Había visto la forma en la que
cojeaba y sabía que debía estarle doliendo considerablemente, así que,
¿por qué aventurarse a salir a pie?

Tal vez su amigo era una mujer. Una amante. El pensamiento la


hizo sentirse incómoda. ¿Pero por qué no debería tener una amante? Él
no era nada para ella, ni siquiera un amigo. Tiró del suéter que había
encontrado más apretado a su alrededor, el corte y el estilo un poco
demasiado pequeño. Hacía frío en la cabaña a pesar del fuego, y se
preguntaba si él sugeriría que durmieran juntos para calentarse, como
habían hecho la noche anterior.

Seguramente debe haber sido por el calor.

Sintió sus mejillas sonrojadas. Puede que no recordara a la mujer


en el espejo, pero ciertamente recordó la atracción entre una mujer y un
hombre, y había una infernal atracción entre ellos.

Cuando se besaron, el deseo se había extendido a través de ella


como el fuego a través de la leña seca. Se excitó tanto, tan rápido, que se
sorprendió por su propia reacción. El solo hecho de pensar en ello hizo
que su cuerpo cobrara vida.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 71


Amy Gamet Varada con el SEAL

Pero ella no podía haberle afectado de la misma manera. Estaba


claro que quería salir de la cabaña lo antes posible, y fue culpa de ella
por el accidente que le obligó a quedarse. En su estado actual, no le
importaba qué lo mantenía aquí, siempre y cuando algo lo hiciera.

Olivia suspiró profundamente y abrió un armario, mirando las


latas de sopa pero viendo solo la cara de Hawk a centímetros de la suya.
Se obligó a abrir sus ojos de par en par.

—Sopa. Elige una lata de sopa, Livy.

Abrió cajones y alacenas polvorientas, encontrando un abrelatas y


una olla y colocando la sopa encima. Nadie había estado en esta casa en
mucho tiempo, eso era seguro. Se lavó las manos, preguntándose cuándo
volvería Trevor, Hawk.

Era un apodo apropiado para el hombre. Él prestaba atención.


Había captado la referencia de ella a la “cima de la montaña desierta”
antes de que ella misma lo descubriera.

¿Cómo diablos supe eso?

El pelo de su nuca se erizó. ¿Había estado ella antes en esta zona?


¿Vivía en algún lugar cercano? Esta ubicación debería ser familiar para
ella de alguna manera si estaba haciendo comentarios como ese, pero
nada en este lugar le parecía familiar en absoluto.

Se secó las manos en un paño de cocina amarillento y polvoriento,


y lo arrojó en dirección al mostrador con una mueca de dolor. Esta
cabaña estaría muy bien si alguien le echara un vistazo.

Había suelos de madera y techos altos y tiras de vidrio con plomo


en las ventanas, pero cualquier carácter que pudiera haber tenido se veía
ensombrecido por la negligencia.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 72


Amy Gamet Varada con el SEAL

Incluso hasta el más mínimo detalle de limpieza sería de gran


ayuda, y le daría algo que hacer además de mirarse al espejo y sentir
como si estuviera empezando a perder la cabeza.

Empezó a buscar artículos de limpieza. Al no encontrar ninguno,


deambuló hasta que descubrió un armario de escobas cerca de donde
ella y Trevor se besaron. Apoyó la cabeza contra el marco de la puerta,
recordando la forma en que su boca había dominado a la de ella, la lujuria
que venía rápidamente a través de su torrente sanguíneo como una
droga.

Era bueno que él se hubiera alejado, porque había estado tan


atrapada en su propia feroz reacción a sus besos que había querido
cabalgar esa ola todo el camino hasta la orilla del mar. Eso fue realmente
aterrador. Fue como si un interruptor de anulación del buen juicio
hubiera sido apretado en el momento en que sus labios se fusionaron con
los de ella.

Y se quedaron atrapados aquí, solos y juntos, durante un futuro


previsible.

Me aseguré de eso, ¿verdad?

El distintivo olor del humo hizo que su cabeza girara bruscamente,


el dolor de cabeza casi olvidado golpeando su cráneo con el movimiento.
Volvió corriendo a la cocina.

Allí, en la cocina, estaba el paño de cocina amarillento, en llamas.


Sin pensarlo, Olivia abrió un delgado armario junto a la campana
extractora, sacó azúcar, sal y especias fuera del camino, y sacó un
pequeño extintor de incendios. Tiró del anillo y roció las llamas hasta que
no quedó nada más que la toalla carbonizada, cubierta de espuma.

Su corazón latía con fuerza.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 73


Amy Gamet Varada con el SEAL

Miró al extintor en su mano como si fuera un cuchillo


ensangrentado.

Sus primeras palabras le vinieron a la mente… en la cima de una


montaña desierta…

—Oh, Dios mío. Oh, Dios mío. —Canturreaba, sus ojos saltando de
la mesa al refrigerador, y al armario donde había encontrado el extintor
de incendios.

Su mente le estaba jugando bromas, guardando secretos mientras


ella necesitaba desesperadamente la verdad.

—Si conoces este lugar, será mejor que me lo digas ahora. —Se dijo
a sí misma—. No más de esta mierda de amnesia, Olivia.

Cerró los ojos con fuerza, queriendo que sus recuerdos volviesen a
su lugar, pero no llegó ninguno. Abrió los ojos. Si ella sabía lo que había
en un armario, tal vez sabía lo que había en otro. Su mirada se dirigió al
armario sobre el refrigerador, y exhaló un aliento tembloroso.

—Jarras, una gran bandeja azul, cestas —susurró, tomando el asa


de la puerta como si estuviera caliente y quemándola.

Un plato de cerámica azul.

Varias cestas.

Las apartó con los dedos temblorosos. Dos jarras de bebidas


estaban en la parte de atrás del armario.

Hija de puta.

Trevor la llamó desde la sala grande.

—¿Olivia?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 74


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella cerró la puerta del armario cuando él entró en la cocina.

—¿Qué?

—¿Algo se está quemando?

—Ya no. —Cruzó los brazos sobre el pecho—. Pensé que te habías
ido.

Él entrecerró los ojos.

—Las raquetas de nieve no me encajan bien. Necesito un poco de


cuerda o algo así. —Se movió a la cocina—. ¿Qué pasó?

—Sólo un pequeño fuego. Todo está bien —Ella agitó la mano—.


Accidentalmente dejé un paño de cocina en un hornillo caliente.

—¿Eso es espuma de un extintor de incendios?

Ella asintió.

—Sí. Suerte que lo encontré.

Él se apoyó en el mostrador, y ella quiso apoyarse en él, para tomar


de su fuerza y liberar su propia debilidad. Él podía quitarle eso,
sostenerla cuando todo lo que ella sabía se estaba cayendo hacia atrás.
Ella retrocedió un paso, notando la decepción en sus ojos y sospechando
que coincidía con los suyos.

—¿Estás bien? —Le preguntó.

Ella anhelaba decirle la verdad, confiarle que claramente había


estado aquí antes y que conocía este lugar de alguna manera. ¿Pero no
había accedido a quedarse con ella sólo por su pérdida de memoria?
Estaba indefensa, y él era claramente un buen samaritano. Si su

Serie Fuerza H.E.R.O 1 75


Amy Gamet Varada con el SEAL

memoria regresaba, él se habría ido más rápido de lo que ella podría decir
que corriera.

No, se guardaría este nuevo descubrimiento para sí misma, al


menos hasta que hubiera algo más importante que compartir que cestas
y un extintor de incendios.

—Estoy bien. Sólo un poco asustada por el fuego.

—No te culpo. Todo está bien ahora. —Señaló hacia el pasillo—.


Voy a buscar al garaje. Creo que vi algo de cuerda ahí dentro.

—Buena suerte —Observó cómo él se daba la vuelta y se alejaba,


confiando en que hubiera tomado la decisión correcta.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 76


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Doce
Marco Acero cruzó un mocasín de cuero italiano sobre el otro y se
tiró de su puño francés.

—Francamente, señor Álvarez, no importa lo que quieras.

El hombre de pelo gris que estaba al otro lado de la mesa dio un


golpecito con su pluma de oro en la palma de la mano, con un fino brillo
de sudor en su frente.

—Mi gente está preparada para hacerte un acuerdo justo.

—La mercancía ha sido comprada y pagada, y no habrá disputas


en este punto de las negociaciones.

—Esto no son negociaciones. Esto es un robo.

Acero sonrió con suficiencia.

—Semántica.

—¡No eres más que un vulgar ladrón!

El intercomunicador en el centro de la mesa de conferencias sonó.

—Bella Grayson está al teléfono, señor.

Sus labios se apretaron en una línea firme.

—Puedes pasármela, Helen. El señor Álvarez y yo hemos


terminado. —Esperó mientras el hombre mayor salía de la habitación,
luego miró al teléfono, preguntándose qué podía querer Bella. Si hubiera
una manera de averiguarlo sin hablar con la perra, lo haría en un abrir
y cerrar de ojos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 77


Amy Gamet Varada con el SEAL

Una vez que él y Brooke se casaran, planeaba sacar a Bella de la


vida de su esposa por completo. Sus ojos se dirigieron a un estante alto,
tres estatuillas de oro brillando hacia él. Por ahora, ofrecería un
espectáculo digno de los premios Emmy de Brooke. Presionó el botón del
teléfono.

—¡Hola, Bella! ¿Viste la buena actuación de tu hermana en


Saturday Night Live este fin de semana?

—Vi parte de ello.

—Los rankings están por las nubes. Todos se sintonizaron para


saber con quién se casaría Brooke Barrons.

—Déjame adivinar. Ella no se lo dijo.

—Mantiene el interés del público al retener la información que


desean.

—Correeecto. Escucha, Olivia se suponía que me recogería en el


aeropuerto de Denver ayer, pero no vino. Sigo llamándola, pero solo
consigo su correo de voz.

¿Denver? Entrecerró los ojos.

—Entonces, llama a Gallant.

—Lo hice. Dijo que ella lo envió a casa el sábado por la noche
después del show. Le dijo que sus servicios no eran necesarios.

Juró en un colorido español.

—Ella dijo que no volvería a hacer eso.

Y Gallant debería saberlo mejor, pero esa era otra conversación.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 78


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Pero mi hermana no te pertenece, y ella no siempre quiere que


tus matones la sigan.

—Mis empleados la mantienen a salvo.

—Tus empleados sofocan su independencia.

Miró el reloj dorado de su escritorio.

—¿Por qué esperaste tanto para contactar conmigo?

—Porque no me gustas, y si ella se tomó un tiempo libre para


reconsiderar convertirse en tu esposa, entonces eso me pareció algo
bueno. Pero ahora estoy preocupada.

—Así que es a mí a quien recurres, porque sabes que la encontraré.


Dices que no me preocupo por ella, pero soy el único que la cuida.

—Gilipolleces…

Marco colgó el teléfono y se llevó el dedo a la boca, mordiéndose la


uña con fuerza. Le había dado a Brooke todo lo que ella quería y más.
Había facilitado su fama y contratado al personal que creó a la
incomparable Brooke Barrons a partir de una marimacho llamada Olivia
Grayson, que usaba zapatillas sucias y pantalones vaqueros cortados.

Esa fue la parte fácil. Hacer que se enamorara de él había sido un


reto aún mayor. Pero Brooke tenía una debilidad, una inseguridad que
había retorcido a su favor.

La mujer odiaba estar sola.

Él simplemente se había llevado a la gente que ella amaba, y ella


había venido corriendo hacia él como un cachorro hambriento.

Ella era suya ahora.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 79


Amy Gamet Varada con el SEAL

¡Bella no había cuidado de su hermana! Si lo hubiera hecho,


Brooke nunca habría aceptado casarse con él. Dejó de morderse las uñas
y marcó el teléfono. Había invertido demasiado en Brooke para perderla
ahora.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 80


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Trece
Una hora más tarde, el polvo en la cabaña permanecía intacto
mientras Olivia buscaba recuerdos. Con Trevor fuera, era libre de
explorar sin que él sospechara que estaba familiarizada con la cabaña.
Cajón tras cajón, rebuscó entre la ropa y las posesiones genéricas, nada
que diera una pista sobre su dueño.

Agotada y frustrada, se dejó caer boca arriba en la cama de


matrimonio y miró al techo. Allí, en el rincón de la esquina, había un
rectángulo enmarcado que solo podía ser el acceso a la buhardilla.

—¿Cómo me perdí eso? —murmuró tirando de un mango delgado


y exponiendo una compacta escalera. Ansiosamente se acercó para
extenderla, y se quedó congelada.

Una imagen apareció en su mente, su propia mano en esta


escalera, plegándola y alejándola de la puerta de acceso. Una tremenda
tristeza llenó su espíritu ante el recuerdo. ¿Qué había aquí arriba que
pudiera hacerla sentir tan vacía por dentro? Buscó la respuesta en su
mente, como había hecho con los armarios de la cocina.

Todo.

Un escalofrío subió por su espalda. Estaba oscuro, y agarró una


linterna que había encontrado antes de subir por las escaleras con pasos
cautelosos. Metiendo la cabeza en el ático, apuntó la luz en un círculo.
El espacio era pequeño y la mitad de alto que una habitación normal, con
una pila de cajas en un extremo, el olor de los periódicos viejos y el aire
viciado haciéndole arrugar la nariz.

Colocándose junto a la pila, bajó la primera caja. “Fotos” estaba


garabateado con un marcador en la parte superior, y sintió que su

Serie Fuerza H.E.R.O 1 81


Amy Gamet Varada con el SEAL

estómago se tensaba mientras abría la caja y sacaba el periódico envuelto


alrededor de un marco.

Un hombre de mediana edad tenía sus brazos alrededor de dos


chicas sonrientes con sus togas y birretes de graduación. Una de esas
chicas era ella.

Se tapó la boca.

Sus ojos se pusieron vidriosos mientras recordaba…

Estaba en un coche, conduciendo de esa forma demasiado rápida


y temeraria que siempre tenía que conducir para subir a Warsaw
Mountain en la nieve, cuando de repente temió haber fallado su curva y
haber bajado un poquito la velocidad, lo suficiente como para perder el
impulso y la tracción de sus neumáticos a la carretera.

Luego se quedó atascada, maldiciendo mientras intentaba empujar


el coche en el camino cubierto de nieve, el viento de la tormenta aullando
en sus oídos. Eso debió ser cuando Trevor la golpeó. Ella nunca lo habría
oído llegar en esa tormenta.

Él había estado diciendo la verdad.

Recogió la foto de la graduación otra vez, tocando la cara del


hombre y la niña, sintiendo que su garganta se tensaba. Ellie y Frank.
Sostuvo la foto contra el pecho.

Este lugar no solo estaba cerca de la escena del accidente. Este


había sido su destino todo el tiempo. Su respiración se aceleró a medida
que el descubrimiento atravesaba su nueva realidad.

—Yo iba a venir aquí. Tenía que conseguir algo… para encontrar
algo…

Serie Fuerza H.E.R.O 1 82


Amy Gamet Varada con el SEAL

Su cabeza comenzó a dolerle mientras se concentraba. Podía


recordar la urgencia, la importancia de su viaje, pero no podía por su vida
recordar lo que era.

—Maldita sea, Olivia —dijo en voz alta—. ¿Qué buscabas, y por qué
era tan importante para que tuvieras que conducir a través de una
ventisca para encontrarlo?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 83


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Catorce
Trevor se puso las raquetas de nieve, agarró una pala que había
encontrado en el garaje y se fue por el camino de entrada. Estaba
nevando como si nunca fuera a parar, y se puso la capucha sobre su
cabeza mientras cojeaba a través de la nieve. Se tomó su tiempo,
cuidando su rodilla, probando para ver qué posiciones podía soportar
peso mientras su mente repetía su beso con Olivia en un bucle continuo
y tortuoso.

La caminata era un castigo, y él era un hombre que necesitaba un


castigo. No tenía derecho a tomar los besos que ella le ofrecía, no cuando
mantenía en secreto la información más básica sobre su vida. Peor aún,
sabía que le sería difícil negarse a sí mismo cuando ella le ofreciera más.

Eres un maldito bastardo.

A cada paso, sus pensamientos sobre Olivia se volvían más


inapropiados. La fantasía intervino donde la realidad simplemente lo
dejó, la carrera de su imaginación una distracción bienvenida a su
incomodidad física.

Cuando giró la curva a la carretera principal, el buzón no estaba a


la vista. Estaba completamente cubierto de nieve. Miró a su alrededor
hacia el bosque, notando dos árboles distintivos para el giro, y se dirigió
a la escena del accidente, la pendiente descendente de la carretera
provocó que su rodilla se atascara y moliera.

Un ruido resonó en la distancia y se quedó inmóvil, sus ojos se


estrecharon. Sonaba mecánico, posiblemente un motor de algún tipo. Se
quedó quieto, sus oídos escuchando atentamente durante varios
minutos. ¿Podría ser una quitanieves, viniendo a liberarlos de su
aislamiento? ¿O un helicóptero en el cielo, buscando a la desaparecida

Serie Fuerza H.E.R.O 1 84


Amy Gamet Varada con el SEAL

Olivia? Seguramente su prometido estaba al tanto de su ubicación y de


que no llegó a dondequiera que ella se dirigía, lo que podría suponer un
gran problema para Trevor si ese prometido suyo viniera a buscarla a
aquí.

Hawk no podía permitirse ser visto en Warsaw Mountain.

Olivia ya sabe que estás aquí.

Él maldijo en voz alta.

La muerte de Steele iba a ser noticia. ¿Cómo evitaría que Olivia lo


delatara? Sacudió la cabeza. Se ocuparía de eso cuando tuviera que
hacerlo.

Dejó de caminar y escuchó atentamente el sonido durante varios


segundos. Parecía haberse detenido.

Al doblar la curva anterior a la escena del accidente, se sentía como


si estuviera retrocediendo más en el tiempo que veinticuatro horas, como
si el accidente hubiera sido hace días o semanas antes, como si hubiera
conocido a Olivia por más tiempo y se hubiera desviado de su misión por
mucho más tiempo del que realmente lo había hecho.

Varios pequeños montones de nieve permanecieron cerca del lugar


del accidente, y Trevor comenzó a cavar con la pala. Todos los montones
resultaron ser exactamente eso: una formación de nieve causada por el
viento.

Estaba a punto de darse por vencido cuando su pala alcanzó algo


sólido. Sacó una maleta, uno de sus lados carbonizado y abollado por la
explosión. Debajo de ella había una larga bolsa de plástico blanco para
ropa blasonada con la inscripción Beverly Hills Bridal en letras plateadas.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 85


Amy Gamet Varada con el SEAL

No había encontrado su abrigo, pero había encontrado el vestido


de novia de Olivia.

Genial.

Tenía que llevarse el vestido y la maleta con él. Él le debía mucho


a ella, pero dado que no le había dicho que ella estaba comprometida, el
vestido iba a ser un descubrimiento incómodo. Colocando la funda de la
prenda sobre su brazo y recogiendo la maleta, estaba casi de vuelta en la
cabaña cuando el mismo sonido mecánico volvió a llamar su atención.

Esta vez, estaba seguro de que era una moto de nieve, la subida y
caída del ronroneo del motor ahora fácilmente familiar. Había alguien
más en la montaña. Alguien con transporte y gasolina. Ojalá fuera un
vecino amable, pero no podía descartar la posibilidad de que fuera uno
de los hombres de Steele.

Comenzó a moverse más rápidamente, dejando de lado las


sensaciones de su rodilla. Tenía que encontrar las huellas de la moto de
nieve, tenía que rastrearlas hasta su fuente para poder encontrar
gasolina para poder llegar a Steele.

Hawk estaba casi de vuelta a la cabaña cuando encontró el rastro,


dos líneas paralelas en la nieve que significaban que sería capaz de matar
a Steele después de todo.

—¡Sí! —Exclamó. Había querido esto durante años, cientos de días


planeando conseguir al hombre responsable de la muerte de Ralph, y con
una moto de nieve sabía que podía hacerlo.

Las huellas de la moto de nieve de repente cambiaron de dirección.


Trevor frunció el ceño mientras las seguía colina arriba con los ojos. El
que iba en ella había cambiado de dirección y se había dado la vuelta
para seguir las huellas de Trevor.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 86


Amy Gamet Varada con el SEAL

La moto de nieve se dirigía a la cabaña.

La adrenalina se disparó a través del sistema de Hawk. Su mente


comenzó a correr. Había dejado a Olivia sola. Sola y vulnerable, aunque
sabía que estaban cerca del complejo de Steele.

Podría ser un vecino que vio el humo de nuestro fuego y quería


asegurarse de que estábamos bien.

Pero como SEAL de la Marina, había aprendido a confiar en sus


instintos, y sus instintos gritaban que ella no estaba a salvo. Su aliento
venía en jadeos pesados. Siguió las huellas a la vista de la cabaña y como
giraban en un amplio arco alrededor de la línea de árboles. Quienquiera
que condujera esa moto de nieve estaba explorando, tal como él mismo
lo habría hecho, entonces las huellas desaparecieron en el bosque.

¿Estaba el jinete observándole desde los árboles, oculto a la vista,


o realmente se había ido?

Tenía que ver si Olivia estaba bien antes de seguir investigando.


Entró corriendo en el interior, tirando la bolsa de la ropa y la maleta en
el garaje.

—¿Olivia? —La llamó—. ¡Olivia!

—Aquí, estoy aquí abajo. —Llegó la respuesta, y fue corriendo por


el pasillo hacia ella. Justo cuando entró en la habitación y la vio quitando
el polvo, el sonido de una moto de nieve cobró vida justo fuera de las
paredes de la cabaña, sobresaltándolos.

—¡Agáchate! —gritó, placándola—. ¡Mantente alejada de las


ventanas!

Ella hizo lo que se le dijo, encogiéndose en el suelo. Tenía que


conseguir un arma. Permaneció agachado, llegó rápidamente a la cocina.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 87


Amy Gamet Varada con el SEAL

Seleccionó un cuchillo de dieciocho centímetros, con la hoja brillante, y


su mente regresó a Ralph en el suelo del almacén de Steele,
atragantándose con su propia sangre mientras le rogaba a Steele por su
vida.

Steele no tendría otra oportunidad para lastimar a alguien que le


importara a Trevor. Sacó otro cuchillo y cerró de golpe el cajón. Su
corazón martilleaba en su pecho ahora, un ritmo constante que latía
como el tambor de un guerrero.

Volvió al dormitorio y empezó a rebuscar en el armario. Las


raquetas de nieve habían sido incómodas. Necesitaba algo más rápido y
lo había visto antes cuando hizo el inventario de la cabaña.

Ella preguntó desde el suelo.

—¿Qué está pasando, Trevor? ¿Quién era ese de ahí fuera?

Su voz quejumbrosa raspó sobre él mientras se movía entre


pesados abrigos y coloridas parkas. Una tenía unas gafas de esquí
colgadas de la percha.

Ella le tiró del brazo.

—¡Háblame, maldita sea! ¿Quién era ese de ahí fuera?

—No lo sé.

—¿Por qué no me lo creo?

Él se detuvo y se encontró con sus ojos vidriosos.

—Estoy diciendo la verdad. —Trevor se volvió hacia el armario—.


No hay nada que temer. —Vio algo brillante en la parte de atrás del
armario y forzó a la ropa para que se separara.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 88


Amy Gamet Varada con el SEAL

Allí, en la pared trasera, estaban varios juegos de esquís de fondo


que había estado buscando. Los sacó, junto con bastones y botas.

—Sólo voy a alcanzar a esa persona y ver si puedo conseguir algo


de gasolina.

—Pero me dijiste que me agachara —dijo ella—. Que me alejara de


las ventanas, como si alguien nos estuviera disparando.

Forzó su pie dentro de una bota demasiado apretada y la miró como


si estuviera alucinando.

—Nadie nos estaba disparando.

—¡Trevor! ¡Deja de engañarme!

Se volvió hacia el armario, buscando guantes y decidiendo qué


decir.

—No sé quién estaba en esa moto de nieve, pero no tengo un buen


presentimiento sobre ellos, y voy tras ellos para ver qué puedo averiguar.

Ella miró desde sus botas de esquí hasta su cara.

—No es posible que lo atrapes.

—Creo que puedo.

Ella entrecerró los ojos.

—¿Quién eres? —susurró ella.

—El ex oficial de los SEAL de la Marina Trevor Hawkins,


actualmente capitán de corbeta de la Fuerza H.E.R.O Escuadrón Alpha.
Apaga el fuego y las luces hasta que sepa a qué nos enfrentamos. Coge
este cuchillo y llévalo contigo en todo momento.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 89


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella miró la hoja que tenía en su mano y dio un paso atrás.

Él abrochó su parka y se puso las gafas sobre los ojos, luego salió
por la puerta sin decir una palabra más.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 90


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Quince
Olivia no se había movido desde que Trevor se fue.

SEAL de la Marina.

Capitán de Corbeta.

Fuerza H.E.R.O.

No era de extrañar que pareciera un guerrero. Eso era exactamente


lo que era.

Incluso herido, ella le creyó cuando le dijo que podría alcanzar al


hombre de la moto de nieve, a la mierda la física. Las reglas del
movimiento no habían sido presentadas formalmente a Trevor Hawkins.

Sólo lo conocía por un corto tiempo, pero se sentía intimidada por


este hombre. Era física y emocionalmente fuerte, y cuidaba de ella.
Perseguir al tipo de la moto de nieve no fue ninguna sorpresa.

Trevor era un hombre que la protegería.

Olivia frunció el ceño. De alguna manera sabía que necesitaba


protección, aunque de qué o de quién no podía imaginar. Había una fatiga
en sus huesos que contenía sus propios recuerdos, y fue testigo de
tiempos difíciles en su pasado y de una tristeza que ella no podía explicar.

Trevor se había estrellado en su mundo, y su historia había sido


borrada. Tal vez eso no fue un accidente. Tal vez la fuerza de su carácter
había ahuyentado la realidad de ella.

Estás siendo melodramática y te estás apegando demasiado a un


hombre que sólo está atado a ti por el clima.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 91


Amy Gamet Varada con el SEAL

¿Adónde iría ella si pudiera irse? Ahora que sabía a qué se dedicaba
él, se preguntaba si estaba en una misión. Sopló el aire ante la palabra
de intriga y misterio. Misión. ¿Alguien iba realmente de misiones?

Él trabaja para un grupo llamado la Fuerza H.E.R.O, ¿y tú te estás


burlando de la palabra misión?

En serio.

O tal vez realmente él estaba aquí para ver a una mujer.

Una amante.

Se cruzó de brazos. Un hombre así podría tener a la mujer que


quisiera, y sin duda la tenía.

—Esa es una mujer con suerte —dijo, luego suspiró. ¡Sólo su


cuerpo! Además, era un protector, amable, SEAL de la Marina, y las
mujeres debían estar cayendo unas sobre otras para llegar a él. Si ella
estuviera disponible, ciertamente lo haría.

Sus ojos se abrieron de par en par.

¿Si ella estuviera disponible?

La piel de gallina subió por sus brazos, pero no llegaron más


pensamientos, ninguna imagen de un hombre que ella debería echar de
menos. Debería estar emocionada por el menor atisbo del retorno de su
memoria, pero el contraste entre sus pensamientos de Trevor y el
sentimiento de inquietud en la boca de su estómago ante la idea del
verdadero hombre en su vida era alarmante.

Deambuló por la oscura cabaña. El fuego estaba casi apagado, pero


dejó su cuchillo y usó el atizador para esparcir los carbones restantes
antes de tomar asiento junto a la ventana. La nieve caía suavemente

Serie Fuerza H.E.R.O 1 92


Amy Gamet Varada con el SEAL

sobre el luminoso cielo púrpura, todo el paisaje cubierto de blanco y


resplandeciente. Él estaba ahí fuera en algún lugar, enredándose con
algo que ninguno de los dos entendía, y ella esperaba que volviera pronto
a casa.

¿A casa? ¡Este no es el hogar!

Tan pronto como las carreteras estuvieran abiertas, Hawk


regresaría a su vida, y ella se quedaría sola.

Tal vez entonces ella ya habría recuperado la memoria.

O tal vez ni siquiera lo quiero.

Sus hombros temblaron, ya fuera por el frío o por sus


pensamientos, no estaba segura. Ciertamente hacía frio en la cabaña, y
seguro que iba a hacer mucho más frío. Pensó en Trevor manteniéndola
caliente, un reloj haciendo tictac silenciosamente en la cuenta atrás del
tiempo que pasaban juntos hasta que se quedara sin él y sola.

—No quiero recordar mi vida real —susurró, sorprendiéndose a sí


misma con la verdad de su propia declaración—. Por favor, no me hagas
recordar —Le rogó a la habitación vacía.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 93


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Dieciséis
El atardecer coloreó el paisaje de púrpura y rosa mientras Trevor
seguía esquiando. El movimiento de su zancada campo a través fue más
suave con su rodilla que con las raquetas de nieve, y siguió las huellas
de la moto de nieve a la vez. Como temía, condujeron por la ladera de la
montaña hacia el complejo de Steele, dejando pocas dudas sobre el jefe
del otro hombre, si no sobre su identidad.

El tinte de sus gafas era demasiado oscuro, y se las puso en la


frente. Este sería un viaje de esquí difícil con el beneficio de la luz del día.
Sin ella, sabía que su capacidad era limitada, pero continuó siguiendo
las huellas. Aunque volver a la cabaña sería mucho más rápido que este
viaje lejos de ella, calculó que sólo tenía unos minutos más antes de que
tuviera que darse la vuelta.

Más adelante, una gran roca se perfilaba contra el cielo azul


medianoche. Hawk detectó el débil olor a metal caliente en el aire,
marcadamente diferente a la crujiente brisa del bosque.

Era el olor de un motor que había estado funcionando


recientemente.

Su misteriosa moto de nieve estaba cerca, esperando escapar a la


detección, lo que hizo que Hawk estuviera mucho más seguro de que no
era sólo un vecino amistoso que estaba dando un paseo. Hawk frenó su
paso, con cuidado de no parecer que se estuviera deteniendo, mientras
sus ojos se movían de un lado al otro.

La roca era el lugar más probable para una emboscada. Cuando


Hawk cerró la distancia entre ellos, se preparó para el ataque. Sólo
tendría una fracción de segundo para desarmar al otro hombre.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 94


Amy Gamet Varada con el SEAL

Justo cuando pasaba por la roca, un puño se extendió por detrás


de ella, dirigiéndose directamente a su mandíbula. Trevor lo atrapó en el
aire, retorciéndolo hacia atrás antes de golpearlo contra la roca. El
hombre soltó un gruñido de dolor mientras una pistola salía volando de
sus manos y sobre la roca.

—No sabes cuándo dejarlo, ¿verdad? —Preguntó el hombre, con la


voz amortiguada detrás del casco.

—¿Me hablas a mí o a ti mismo? —Trevor golpeó al otro hombre en


el plexo solar.

El graznido de un walkie-talkie vino de la moto de nieve.

—Gallant, ¿me recibes?

El reconocimiento llegó a Hawk. La imagen más horrible apareció


en su cerebro, un recuerdo visceral tan arraigado en su mente que él
podría haber estado allí hoy.

Ralph en el suelo, ensangrentado y golpeado, pero todavía contra


el gran hombre que obedeció a Steele. “Gallant, es suficiente. Átale las
manos y los pies, y luego dame mi cuchillo de caza”.

El hombre de la moto de nieve tenía el mismo físico que el hombre


de la memoria de Hawk, y los músculos del cuerpo de Hawk se
sobrecargaron de adrenalina. Agarró a Gallant, quitándole el casco,
dominando al otro hombre con su fuerza nacida de los sentimientos. Ahí
estaba la cara que Hawk recordaba.

—¡Tú!

Hawk iba a matar a Steele, pero primero iba a matar a este tipo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 95


Amy Gamet Varada con el SEAL

Gallant luchó para liberarse, pero Hawk lo arrojó contra la roca con
tanta fuerza que la cabeza de Gallant golpeó contra la piedra con un
asqueroso ruido sordo. Quedó aturdido durante medio segundo, luego se
recuperó y volvió a luchar. Hawk le dio un codazo en la barbilla y una vez
más forzó al hombre grande contra la roca.

Esta vez, cuando su cabeza golpeó la roca, cayó.

La radio volvió a graznar.

—Gallant, ¿estás ahí?

Hawk miró fijamente al hombre en el suelo y evaluó la amenaza


que representaba. Gallant estaba muerto, inconsciente o fingiendo, pero
no llegaría muy lejos en los segundos que tardaría Hawk en responder al
hombre de la radio. Se giró y levantó el auricular.

—Adelante.

El más mínimo ruido detrás lo hizo retroceder, justo cuando


Gallant rodaba por el borde del acantilado.

Hawk dejó caer la radio y corrió al precipicio. Estaba demasiado


oscuro para ver si el otro hombre había muerto o escapado. Hawk maldijo
en voz baja.

La voz de la radio preguntó:

—¿Alguna señal de nuestra fugitiva?

Trevor se apresuró a volver a la moto de nieve.

—Negativo.

—Joder. —El hombre suspiró pesadamente—. Esto no es bueno.


Dejaré la puerta de servicio abierta para ti y Johnson. Aparcad las motos

Serie Fuerza H.E.R.O 1 96


Amy Gamet Varada con el SEAL

de nieve fuera del lugar, dormid en la cocina y volved a intentarlo por la


mañana.

—Recibido. —Trevor regresó al borde del acantilado, pero era


imposible ver hasta dónde había llegado o qué había sido de Gallant. Al
menos Hawk había conseguido la moto de nieve y la radio, incluso si el
otro hombre había logrado escapar.

Hawk se quitó los esquíes y los llevó a la moto de nieve mientras


su mente repetía lo que dijo el hombre del walkie-talkie.

Puerta de servicio.

Dormir en la cocina.

Johnson.

Eran hombres de Steele, y estaban buscando a alguien.

¿Alguna señal de nuestra fugitiva?

Una de las mujeres que Steele tenía debía haber logrado escapar.
Una ráfaga de viento helado soplaba entre los árboles y esperaba que la
mujer pudiera encontrar refugio. Sin ello, ella no sobreviviría lo suficiente
para encontrar la libertad o ser recapturada.

El pensamiento le recordó a Olivia.

Si tuvieras un poco de decencia, la pondrías en la moto de nieve y la


llevarías de vuelta a Denton por la mañana, donde pertenece.

El pensamiento lo dejó inmóvil.

Tendría suficiente gasolina para bajar de la montaña, pero no la


suficiente para volver a subir, y el reabastecimiento de combustible ahora

Serie Fuerza H.E.R.O 1 97


Amy Gamet Varada con el SEAL

atraería atención. Demonios, incluso encontrar un lugar para que Olivia


se quedara haría eso, aplastando sus planes de matar a Steele.

Podrías llevar a Olivia a Denton, luego volver y rescatar a las


mujeres. Simplemente no serías capaz de matar a Steele.

El asesino de Ralph quedaría libre.

Apretó los dientes y puso en marcha el motor, conduciendo


serpenteando cuidadosamente hacia la cabaña a la luz de la luna. No
podría hacerlo. No sabía si eso lo hacía un hombre mejor o peor.

Tenía que haber una compensación, tenía que haber venganza. No


podía dejar que Ralph muriera en vano, el hijo de Ralph creció si un padre
mientras que Steele continuaba con sus negocios como de costumbre.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 98


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Diecisiete
Trevor había estado fuera demasiado tiempo, y estaba casi oscuro
afuera. ¿Qué pasaría si no podía encontrar el camino de regreso sin el
humo de la chimenea para guiarlo? Olivia paseaba por la sala de estar,
preguntándose si debía o no ir tras él. Perderse en esta montaña no iba
a ayudar a nadie, y estaba muy segura de que ella no sabía esquiar.

Encendió una vela y se dirigió hacia el dormitorio. Abriendo el


armario, movió entre abrigos, chaquetas y pantalones de nieve. Casi todo
aquí pertenecía a un hombre, aunque ella suponía que podría usar algo
demasiado grande si tuviera que hacerlo.

De repente, se congeló, con el vello erizado de su nuca. Estaba


abrumada por la sensación de que estaba siendo vigilada y deseó haber
pensado en cerrar las cortinas. Forzando su mano a moverse, continuó
girando las perchas.

¿Y si el tipo de la motonieve escapó de Trevor y ahora regresó a por


mí?

O tal vez sea Trevor.

No. Trevor no estaría espiando por la ventana.

Su corazón estaba acelerado y un zumbido agudo invadió su


audición. Esto era pelear o huir, sin ningún lugar a donde ir y sin nada
con qué luchar.

Piensa, Olivia. Piensa.

Maldita sea, ¿dónde había puesto ese cuchillo? Su mente voló a


través de la cabaña, buscando algo que pudiera ayudarla. Otro cuchillo

Serie Fuerza H.E.R.O 1 99


Amy Gamet Varada con el SEAL

en la cocina, pero estaba demasiado lejos. Una pala de metal que le había
llamado la atención en el garaje, también demasiado lejos.

El bate de béisbol bajo la cama.

Cerró los ojos, viéndolo claramente en su memoria. Un buen viejo


bate Louisville Slugger que nunca fue hecho para el deporte.

El más mínimo ruido en la ventana confirmó sus sospechas.


Alguien estaba allí, estaba segura. El miedo hizo que sus extremidades
se volvieran rígidas y difíciles de mover. Si ella iba a hacer esto, tenía una
oportunidad de hacerlo bien.

¡Uno, dos, tres!

Olivia apagó su vela y se dio la vuelta, la habitación quedó en la


oscuridad. Se dejó caer al suelo y se arrastró hasta la cama, haciendo su
camino alrededor de ella por el tacto, y deseando que sus ojos se
ajustaran para poder ver. Efectivamente, su mano se cerró alrededor del
mango de un bate de béisbol.

Un ruido vino de la otra habitación y ella caminó de puntillas por


el pasillo, preparada para batear. Obligó a su miedo a desconectarse de
su cuerpo. Sus ojos se ajustaron a la falta de luz y giró la esquina hacia
la sala de estar.

La puerta principal estaba abierta varios centímetros, el sonido de


la lluvia helada cayendo afuera como un ruido de fondo. Olivia colocó el
bate sobre su hombro y se preparó para luchar por su vida.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 100


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Dieciocho
Trevor giró la curva hacia el camino y la cabaña quedó a la vista.
Olivia había hecho lo que le había pedido, dejando que el fuego se apagara
para que no hubiera señales de su presencia, y sintió que sus hombros
se relajaban.

Había algo bueno en volver con ella. Le gustaba la forma en que


ella se enfrentó a él cuando pensó que la había drogado, y la forma en
que se había sentido en sus brazos cuando se habían besado. Quería
volver a pelear con ella y besarla un poco más, tal vez incluso al mismo
tiempo.

Ocultó la moto de nieve dentro del garaje, y luego miró a la nieve


que seguía cayendo. La ventisca sería su cubierta, borrando sus huellas
y dejando la pizarra en blanco durante la noche.

Manteniéndolos a salvo.

Y juntos a solas.

Se reprendió a sí mismo por sus pensamientos sobre Olivia.


Quienquiera que hubiera estado hablando con Gallant, esperaba al
secuaz en la mansión de Steele esta noche. Si Gallant regresó a pie,
herido por su caída del acantilado, o no regresó, eso significaba que Hawk
y Olivia acababan de acercarse un paso más al círculo interno de Steele.

Eso debería evitar que Hawk pensara en el dulce cuerpo de Olivia,


pero no lo hizo. Tomó la manija de la puerta de la casa y la encontró
entreabierta.

Hawk instantáneamente se puso en alerta, sacando su cuchillo


mientras su mente corría para evaluar la situación. Gallant no podría

Serie Fuerza H.E.R.O 1 101


Amy Gamet Varada con el SEAL

haber llegado antes que él, si hubiera sobrevivido a la caída, lo que


significaba que alguien más estaba en la cabaña.

Volvió a oír al hombre del walkie-talkie.

Tú y Johnson.

¡Johnson!

Maldita sea, había más de uno de los hombres de Steele corriendo


por Warsaw Mountain, y Hawk había dejado a Olivia sola.

Pateó la puerta para abrirla.

Algo sólido y pesado se estrelló contra la pared justo a su lado. Lo


alcanzó, reconociendo el asta de un bate de béisbol y deslizándose hacia
abajo por él para encontrar las manos de su atacante, rápidamente las
capturó con las suyas propias

Lucharon y Trevor reconoció el olor demasiado familiar de Olivia.


Usó sus manos para tirar de ella hacia él.

—Soy yo. —Ella continuó luchando contra él—. ¡Soy yo, Olivia!

Ella dejó de luchar.

—¿Trevor?

—Sí.

—Oh, Dios. —Ella cayó en sus brazos, envolviéndose firmemente


alrededor de su torso—. Estaba tan asustada —sollozó—. Había alguien
fuera de la ventana y no sabía lo que estaba pasando, y todo lo que podía
pensar fue agarrar el bate de béisbol.

—¿Qué ventana?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 102


Amy Gamet Varada con el SEAL

—La del dormitorio trasero.

Fue por el costado de la casa, con el cuchillo preparado, y giró la


esquina. Huellas de motos de nieve se acercaban a la ventana del
dormitorio trasero. Sus ojos buscaron en el horizonte y en el bosque que
bordeaba la casa por tres de sus lados, pero no vio nada inusual.

Continuó alrededor de toda la casa. Las huellas podrían ser de


Gallant. No había nieve suficiente para enterrar completamente nada
desde entonces, pero también podrían haber sido hechas recientemente
por otra persona.

Como Johnson.

Volvió a entrar.

—No hay huellas nuevas ahí fuera. Sólo las de antes.

—Oh, Dios. Soy tan idiota. —Dejó caer la cabeza—. Pensé que iba
a morir y que tú volverías y encontrarías mi cuerpo.

—Shhh —susurró bruscamente mientras ella balbuceaba—. Todo


está bien ahora.

—Estoy tan contenta de que hayas vuelto. Estaba asustada.


Hubiera jurado que había alguien fuera de la ventana del dormitorio, y
que la puerta principal estaba abierta…

—¿Tú no hiciste eso?

Ella sacudió la cabeza.

—No.

Tal vez esas huellas fueran hechas recientemente, después de todo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 103


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella fue a sus brazos, apoyando la cabeza en su hombro.

Frotó su mano por el sedoso pelo de ella, sus labios se movieron


naturalmente hacia los de ella para calmarla con suaves besos.

—Siento que estuvieras asustada.

—Pensé que iba a morir, y me alegro tanto que estés aquí conmigo,
Trevor. Que no esté sola.

Quería consolarla, quería que volviera a sus brazos como lo había


hecho antes. Ya se habían besado una vez, lo que le facilitó hacerlo por
segunda vez. Presionó beso tras beso en sus labios, cada uno más suave
que el anterior.

—Yo también me alegro —susurró.

Sus ojos se habían adaptado a la oscuridad y podía ver los de ella


en la penumbra, las preguntas brillando en sus profundidades. Él volvió
a tomar su boca, esta vez sin demasiada delicadeza, en un beso de
amante que lo consumía todo.

Ella le respondió, besándole, y él la hizo girar de tal manera que su


espalda estuvo contra la pared, sosteniéndola allí contra él. Necesitaba
esto, necesitaba sentir el cuerpo de ella contra el suyo, y su boca
fusionándose íntimamente con la boca de él.

Su mano llegó hasta el pecho de ella por sí sola, acariciándola


ligeramente antes de que la moviera de nuevo a su cintura, pero ella tomó
su mano de vuelta a su pecho, y la apretó, y amasó su suave carne plena
mientras sus caderas se abalanzaban sobre las de ella.

Él levantó la cabeza, jadeando con el esfuerzo de contenerse,


incluso cuando ella le sujetaba las caderas con fuerza. Estaba

Serie Fuerza H.E.R.O 1 104


Amy Gamet Varada con el SEAL

comprometida con otro hombre, un hombre al que amaba y que, estaba


seguro, ella nunca traicionaría a sabiendas.

Se odió a sí mismo en este momento, se odiaba a sí mismo por


mentirle y desearla de todos modos. No podía acostarse con ella mientras
ella no supiera quién era. Le ahuecó la mandíbula con la mano y abrió la
boca para hablar.

—Será mejor que no digas que no debemos hacer esto —dijo ella,
presionando su cabeza contra la cabeza de él, su pecho contra su pecho—
. No tenemos que dormir juntos, Hawk. Sólo quédate conmigo por un
tiempo.

Trevor cerró los ojos, las sensaciones y las tentaciones que lo


arrastraban a través de la oscuridad. Cuando ella tocó sus labios con los
de él una vez más, él explotó. Sus manos se movieron hacia abajo,
rodeando su cuello y provocándola con su agarre antes de alcanzar el
dobladillo de su camiseta y tirar de ella hacia arriba para exponer sus
voluptuosos pechos.

Esa era la palabra para ella. Voluptuosa, con curvas como las
feroces olas del océano que le rogaban que ajustara en su contra.

Juraste que nunca te aprovecharías de ella.

Maldición, sabía que era un error en el momento en que dijo las


palabras. Ella chupó ligeramente su cuello y sus músculos se tensaron
mientras él se sintió abrumado por el deseo de dejarla caer al suelo y
hundirse en su dulzura, de amar su cuerpo con una ferocidad nacida de
una lujuria ardiente y resbaladiza.

Levantó su cabeza de la de ella, casi gruñendo por el esfuerzo que


le costó hacerlo.

—Deberíamos parar.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 105


Amy Gamet Varada con el SEAL

—No quiero hacerlo. —Ella se puso de puntillas y lo besó con sus


labios plenos y tentadores.

Cada sabor de ella lo volvía loco por más, y él rastrilló la suavidad


de su labio superior con su cara rasposa, sabiendo que la estaba
arañando y adorando cómo ella gemía en voz alta cuando lo hizo.

Ella sería una amante increíble, capaz de tomar su pasión de la


misma manera, y él apretó la carne de su culo con ambas manos. Ella
levantó una pierna alrededor de su cintura presionando su lugar más
íntimo contra la bragueta de sus vaqueros, y el calor de su sexo se irradió
a través de la ropa.

—Dime que me detenga, Livy —dijo con voz ronca—. Dime que
quieres la vida que no recuerdas más de lo que me deseas, o no podré
evitar follarte.

Ella echó la cabeza hacia atrás.

—No me importa…

—¡Piensa! —El sostuvo su cara, una mano a cada lado mientras la


miraba a los ojos en la casi oscuridad—. ¿Hay alguien que te importe?
¿Alguien a quién… amas? —Tragó contra el nudo en su garganta, la
tensión de su polla contra sus vaqueros—. No dejes que te arruine la vida
tan fácilmente, maldita sea.

Los ojos de Olivia se agrandaron y su pierna cayó al suelo.

—¿Qué quieres decir?

—No te dije todo lo que sé. —Se pasó una mano por el pelo.

Ella se rodeó con sus propios brazos.

—Me estás asustando.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 106


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Te caíste sobre tu lado izquierdo cuando fuiste golpeada durante


el accidente. Tu mano se estaba hinchando, y tuve que quitarte el anillo.
—Metió la mano en su bolsillo y sacó el anillo de compromiso de
diamantes, sosteniéndolo hacia ella.

Ella lo miró fijamente.

—¿Estoy comprometida?

—Eso parece. —Suéltalo, Hawk. Tragó con fuerza—. Tu camiseta


decía “Novia”.

Su cabeza se disparó.

—¿Sabías que estaba comprometida y no me lo dijiste?

—Quería que recordaras por ti misma. —Sonaba indefendible


cuando lo dijo en voz alta.

Demonios, era indefendible.

Ella tomó el anillo de su mano.

—Eso no impidió que me besaras.

—No. No lo hizo, y debería haberlo hecho. Lo siento.

Ella se dio la vuelta.

Obligó a sus pies a que se quedaran quietos y a que sus brazos


permanecieran a sus costados cuando querían ir tras ella, alcanzarla.
Era mejor así. No tenía derecho a esta mujer, ni a reclamar su cuerpo o
su mente.

—Lo prometiste —dijo ella en voz baja—. Prometiste que nunca te


aprovecharías de mí.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 107


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Lo sé y lo siento. —Se odiaba a sí mismo en ese momento. Era el


más bajo de los bajos, el más bajo del barril—. Fue imperdonable.

—Si estamos siendo completamente honestos, lo sospeché —dijo


ella.

—¿Qué estabas comprometida?

—Que no era libre para besarte, sí.

Él frunció los labios. Debería dejarlo ir, pero su boca se abrió por
sí sola.

—Entonces, ¿por qué lo hiciste?

Ella se giró para quedar frente a él, sus ojos oscuros.

—Por la misma razón que tú.

Se miraron el uno al otro, la tensión entre ellos como el cable más


apretado. Juró que todavía podía sentir una pasión cruda entre ellos,
como si su conocimiento de su vida fuera de estas paredes no cambiara
nada sobre sus vidas dentro de ellas.

¿Qué haría ella si él la besaba de nuevo? ¿Lo alejaría o lo empujaría


fuertemente contra ella? Se odiaba a sí mismo por siquiera preguntarse,
pero el tirón de la atracción sexual no sería negado.

Se aclaró la garganta.

—Tengo que hacer que la caldera funcione, o nos congelaremos


esta noche.

Ella asintió.

—Y yo debería encontrar algo para la cena.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 108


Amy Gamet Varada con el SEAL

Se dirigió a la puerta del sótano, luego se detuvo y se dio la vuelta.

—¿Lamentas que haya pasado, Livy?

Actuó como si no lo hubiera oído. Estaba parada en medio de la


habitación mirando al espacio, el feo anillo en la punta de su dedo índice.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 109


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Diecinueve
Trevor encendió una vela y bajó por una estrecha escalera hasta el
sótano, el olor mohoso haciendo que su nariz temblara. La caldera estaba
en el rincón más alejado, cerca del cuadro eléctrico y mientras se dirigía
hacia ella, una brillante etiqueta roja en el tubo de escape llamó su
atención.

ADVERTENCIA: Intercambiador de calor agrietado. Peligro de


monóxido de carbono.

Estaba escrito a mano con un grueso marcador negro, firmado con


un garabato, y sujeto a la caldera con una anilla. Nunca había visto nada
igual.

Abrió el panel de la caldera. Era muy antiguo, con un


intercambiador de calor cilíndrico, y se trasladó a una pequeña mesa de
trabajo para localizar algunas herramientas básicas. A los pocos minutos
lo estaba inspeccionando a la luz de la vela. Efectivamente, había una
grieta.

—Joder —susurró. No estarían obteniendo ningún calor de esta


caldera hoy. El monóxido de carbono del combustible quemándose fluiría
directamente de la grieta a la cabaña, matando a cualquiera que
durmiera en la casa.

Se recostó de espaldas y miró fijamente la premonitoria etiqueta


roja. ¿Quién dejaría algo así en vez de arreglar el problema? Era
potencialmente mortal y solo estaba colocado aquí esperando a que
alguien volviera a encender el gas y ajustara el termostato.

Pasó su dedo por encima de la grieta mientras su mente


consideraba las posibilidades, y luego inhaló rápidamente cuando su
dedo fue cortado por un afilado borde metálico.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 110


Amy Gamet Varada con el SEAL

¿Qué demonios?

Un intercambiador de calor roto no debería tener un borde afilado


como ese. No, la “grieta” de este cilindro solo se hizo para que pareciera
que había ocurrido de forma natural. De hecho, había sido perforada
deliberadamente con algún tipo de herramienta afilada.

Trevor se chupó el dedo que sangraba y regresó escaleras arriba.


Olivia estaba parada en la cocina, secándose las manos con un paño.

—¿Ha habido suerte con la caldera? —preguntó.

—No. —Le habló del intercambiador de calor saboteado y le explicó


lo que significaba—. Alguien hizo esto a propósito, para llenar el lugar
con monóxido de carbono.

—¿Por qué haría alguien eso? —preguntó.

—La única razón que se me ocurre es el asesinato.

Ella le miró fijamente durante varios latidos demasiado largos, el


calor parecía desvanecerse de su cara.

—Olivia, ¿estás bien?

Sus parpados revolotearon y él se movió para agarrarla,


atrapándola justo en el momento en que ella se desmayó.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 111


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veinte
Jax Andersson inclinó su estructura de metro noventa centímetros
y miró a través de un escáner de retina. Una puerta metálica se abrió a
un largo pasillo iluminado y entró con el pesado paso de su bota militar.

Tomó un sorbo de su café, la bebida caliente se mezclaba con el


ácido en su estómago que había comenzado a agitarse cuando llamó a
Logan para que rastreara el móvil de Hawk.

Debería haber sabido que la mierda iba a golpear al ventilador


cuando Logan le dijo por primera vez a la Fuerza H.E.R.O sobre la
información de que Steele estaba recibiendo otro envío, hace más de un
mes. Hawk se había vuelto loco, casi se abalanzó sobre la mesa de
conferencias.

—Esta es nuestra oportunidad de atrapar a ese hijo de puta. —


Había dicho, con los ojos brillando de entusiasmo.

Jax había emparejado el entusiasmo de Hawk con una mirada


controlada.

—No. La información no está confirmada. No podemos dedicar


nuestros recursos a un informe a medias de que Steele está involucrado
con el tráfico de personas.

Hawk se había levantado, encontrando su mirada.

—No sería la primera vez que lo hace, Jax. Tú lo sabes.

¿Lo hizo alguna vez? Él lo sabía mejor que nadie. Sabía que Trevor
Hawkins estaba sufriendo por la pérdida de su amigo años antes, pero la
muerte de Ralph había sido responsabilidad de Jax. Fue él quien hizo la

Serie Fuerza H.E.R.O 1 112


Amy Gamet Varada con el SEAL

llamada para enviar a la Fuerza H.E.R.O, y la sangre de Ralph estaba en


las manos de Jax.

No estaba dispuesto a cometer el mismo error otra vez. Además,


sus manos estaban atadas. Había una razón por la que no podía ir tras
Steele. Una razón que no se le permitió compartir.

Jax se apoyó sobre la mesa.

—Por supuesto que lo sé. También sé el riesgo que implica enviar


a un equipo a esa montaña. Los recursos de Steele son demasiado
grandes para que un escuadrón lo derribe.

—Entonces envía dos escuadrones.

Jax cerró de golpe una carpeta.

—No puedo justificar eso a partir de este informe, Hawk, y lo sabes


muy bien.

Hawk negó con la cabeza, con el rostro enrojecido.

—Llevamos dos años esperando esto, ¿y simplemente vas a dejarlo


pasar?

—Es mi decisión. —Se giró para salir de la sala de conferencias,


pero la voz de Hawk lo detuvo en seco.

—Entonces eres un cobarde.

Jax se giró sobre sus talones, dando pasos deliberados hacia Trevor
Hawkins. Eran amigos. Hermanos de armas. Habían pasado más juntos
de lo que la mayoría de los hombres pasarían en su vida. Pero Jax era el
líder de la Fuerza H.E.R.O, y Hawk acababa de cruzar la única línea que
Jax no podía permitirle cruzar.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 113


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Acabas de empezar tus vacaciones dos días antes, Hawkins. Sin


paga.

Hawk no dijo nada, sus ojos perforando los de Jax a través de la


habitación.

—Cuando vuelvas a este equipo —dijo Jax—, será mejor que


recuerdes quién está en el orden jerárquico, o no estarás en este equipo
en absoluto.

Sí. Debería haberlo visto venir a un kilómetro de distancia. Jax


cruzó a una mujer en traje de negocios que le quedaba bien sin hacer
contacto visual, y luego bajó por otro pasillo. Varias personas caminaron
hacia él, y él asintió con la cabeza, su expresión desalentando la
conversación.

Cien metros más abajo, abrió la puerta de una sala de conferencias


y apretó la mandíbula mientras recibía a los hombres de la mesa. Este
era el Escuadrón Alfa de la Fuerza H.E.R.O, un equipo cuidadosamente
elegido de ex–militares y líderes de las agencias del alfabeto4 que
contaban con el conocimiento y la experiencia para enfrentar cualquier
cosa que se presentara en su camino.

Él debería saberlo. Fue quien los escogió.

—Caballeros, confío en que todos disfrutasteis de vuestras


vacaciones.

Cowboy se apoyó sobre las dos patas traseras de su silla,


sosteniendo la mesa para mantenerse en equilibrio.

4
N. T.: Las agencias del alfabeto es una manera informal de referirse a todas las
agencias de protección que tiene el gobierno estadounidense: CIA, FBI, NCIS, DEA,
NSA, ATF...

Serie Fuerza H.E.R.O 1 114


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Estaba a punto de casarme con una princesa mexicana cuando


nos llamaste.

Logan sonrió, cruzando sus manos detrás de su cabeza de pelo


castaño ondulado.

—Por fin has encontrado el amor verdadero, ¿eh, Cowboy?

Cowboy tocó el borde de su sombrero y guiñó el ojo.

—Mierda, Logan. No dije nada sobre el amor.

Matteo se cruzó de brazos.

—¿Dónde está Hawk?

—Él es la razón por la que os llamé a todos aquí —dijo Jax—. Hawk
está en Warsaw Mountain.

—Ah, joder. —Cowboy se inclinó hacia delante, golpeando su silla


contra el suelo con un ruido sordo.

—Su teléfono móvil fue localizado por última vez a un poco más de
dieciocho kilómetros del complejo de Steele, pero no parece estar
transmitiendo actualmente —dijo Logan—. Eso significa una de varias
cosas. Fue destruido o la batería fue sacada con la esperanza de que no
pudiéramos rastrearlo, o que las comunicaciones móviles en esa área han
sido afectadas por la ventisca y la subsiguiente tormenta de hielo. Los
servicios públicos saben de varias torres caídas en los alrededores.

—Él no esperaría hasta llegar allí para sacar la batería, si se tratara


de que una detección le preocupara —dijo Cowboy.

Jax agitó la cabeza.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 115


Amy Gamet Varada con el SEAL

—No importa el por qué se detuvo la señal. Nos dice que está allí,
o que estuvo allí. No hace falta ser un científico para saber por qué. Del
mismo modo, no hay que tomar ninguna decisión sobre si vamos tras él
o no. Lo único que está indeciso es cuál debe ser nuestro curso de acción.
Detenerlo, si no es demasiado tarde para hacerlo... o ayudar en sus
esfuerzos para derribar a Steele. —Jax miró fijamente a Logan—. ¿Cómo
de fuerte es la información que tienes ahora mismo?

—Muy fuerte. —Logan abrió su portátil—. Sabemos con seguridad


que un cargamento de chicas llegó a su complejo el día dieciocho.

—Eso fue hace días —dijo Jax—. Steele no se quedaría con ellas ni
un minuto más de lo necesario.

—Cierto, pero la carretera está cerrada desde la mañana del


diecinueve. —Logan levantó las cejas—. Es muy probable que las mujeres
sigan allí.

Matteo se recostó en su silla.

—Steele podría haber escuchado el informe meteorológico y


haberlas sacado de la montaña antes de que se cerrara la carretera.
Entonces no tenemos una causa probable, y cualquier acción sobre
Steele parece injustificada.

—Hawk es uno de los nuestros —dijo Jax—. Pero esta misión no es


como nuestras tareas habituales. Si esto sale mal, cualquiera o todos
nosotros podríamos ser acusados de asesinato. Quiero que cada uno de
vosotros lo piense bien, pero quiero una respuesta ahora mismo. Yo voy
tras Hawk. ¿Venís conmigo?

Cowboy levantó la mano.

—Estoy dentro.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 116


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Yo también —dijo Logan cerrando el ordenador portátil.

Todos los ojos se movieron hacia Matteo.

—¿Qué dices, Red? —preguntó Cowboy.

—No lo conozco muy bien —dijo Matteo. Encogiéndose de


hombros—. Pero me gusta pensar que un hombre por el que todos estáis
dispuestos a morir debe ser alguien a quien yo deba defender.

Cowboy sonrió.

—Podrías decir que sí, amigo.

Jax no se divirtió.

—Red, prepara el helicóptero. Cowboy, haz las maletas. Salimos a


las 13:30 horas.

Los hombres se levantaron al unísono y empujaron hacia atrás sus


sillas.

—Ya es hora de que alguien vaya detrás de ese hijo de puta —dijo
Jax.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 117


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veintiuno
—¿Quieres hablar de ello? —preguntó Trevor.

Olivia lavó una sartén en el fregadero, con la espalda erguida.


Habían comido en silencio después de que ella le dijera no tan sutilmente
que dejara de hablar.

—No hay nada de qué hablar —dijo—. No tengo ni idea de por qué
me desmayé. Probablemente es por la conmoción cerebral.

—Livy, estabas claramente molesta por el intercambiador de calor.

—No estaba molesta, y deja de llamarme Livy. La caldera no tiene


nada que ver conmigo. Todo este lugar no tiene nada que ver conmigo.

La dama protesta demasiado.

Sabía que él no se lo tragaría ni por un minuto.

—Además, no quiero hablar de esto —dijo con un gesto de su


mano—. Pensé que habíamos acordado no hablar de esto. —Dejó caer la
olla sobre una pila de otras ollas con un fuerte ruido.

—En realidad me ordenaste que no hablara de ello —dijo él.

—Esto es ridículo. ¿Siempre eres tan infantil?

Su mandíbula cayó.

—¿Me estás llamando niño?

Ella se dio la vuelta y puso la mano en la cadera.

—Sí, lo estoy.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 118


Amy Gamet Varada con el SEAL

Dios, era preciosa, su pelo cayendo por un lado y otro de su goma


elástica, y el rubor de su piel. Se estaba poniendo duro con solo mirarla,
y no tenía derecho a mirarla de esa manera.

—Bien —dijo—. No diré nada más sobre esto esta noche.

—De acuerdo.

La miró fijamente, incapaz de apartar los ojos. Quería besarla otra


vez, sentir cómo sus defensas caían mientras respondía a su toque. Y ella
le respondería. Estaba seguro de ello.

Su mano se crispó. Sabía que su deseo estaba pintado en su cara,


como el color alto en las mejillas de ella que sugerían el suyo propio. Si
ella tan solo batiera sus pestañas, él se le echaría encima.

Ella miró al suelo, rompiendo la conexión, y él se aclaró la garganta.

—Voy a bañarme. —A su rodilla le vendría bien un buen baño frío,


lo que también podría ayudar con su problema más apremiante.

Se metió en el baño, su máscara de indiferencia cayendo. Se bajó


la cremallera de sus vaqueros y se los quitó, sentándose en el borde frío
de la bañera e ignorando su erección. Su rodilla latía tanto como su polla.
¿Cuánto daño le había hecho, empujándola cuando sabía que estaba
lesionada?

Abrió el agua fría, dejándola correr antes de llenar la bañera. Deseó


tener algo de hielo para aliviar la hinchazón de su rodilla, pero el agua
fría tendría que valer. Entró y se recostó en el esmalte helado, su mente
todavía llena de la cara sonrojada de Olivia mientras ella discutía con él
en la cocina.

Hombre, ella era hermosa, y en algún lugar había un hombre que


lo sabía incluso mejor que él. Un afortunado hijo de puta que le había

Serie Fuerza H.E.R.O 1 119


Amy Gamet Varada con el SEAL

pedido que se casara con él, y ella le había dicho que sí, sólo que ahora
era como si nunca hubiera ocurrido, como si el universo estuviera
ofreciéndole a ella una vida perfecta, o lo que había detrás de la puerta
número dos: un amargado SEAL de la Marina que vivía sólo para vengar
la muerte de su compañero de equipo.

Pronto les llegaría el momento de dormir, y él sabía que esas


mantas no eran suficientes para mantenerlos calientes en sofás
separados, sin importar con quién estuviera comprometida. Recordó
cómo se sentía ella en sus brazos, tan suave y curvilínea en todos los
lugares correctos, y sus pelotas se apretaron por la necesidad a pesar del
agua fría.

Llamaron a la puerta.

—Te traje agua caliente —dijo Olivia mientras abría la puerta—.


Pensé que debías tener frío aquí sin… —Se quedó helada cuando sus ojos
llegaron a su cuerpo, desnudo para que ella lo viera—. Oh, cielos.

—¿Los hombres que conoces se bañan con la ropa puesta?

Sus mejillas eran de un rojo brillante.

—Podrías haber corrido la cortina cuando entré.

—No me diste la oportunidad.

Ella cerró la cortina.

—Lo siento.

—No me importa.

Ella se quedó callada por un momento.

—¿Qué estamos haciendo, Trevor?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 120


Amy Gamet Varada con el SEAL

Torturándose el uno al otro.

Bailando alrededor del otro y de su creciente atracción. Negándose


el uno al otro lo que querían y fingiendo que no estaba ahí.

—Nada, desafortunadamente —dijo él.

Ella golpeó la cortina de la ducha.

—Ya sabes a lo que me refiero.

—Sí, lo sé.

Ella suspiró.

—Mueve tus pies. No quiero quemarte —Tiró el agua, el calor más


delicioso se extendió por la bañera, y él gimió de placer.

—Podrías unirte a mí —dijo, su voz ronca.

Pudo ver su mano bajar por la cortina, sentir como si estuviera


tocando su piel, luego ella se giró y salió de la habitación, cerrando la
puerta tras ella.

Tanto para deshacerse de su erección.

Su mano se cerró alrededor de su eje y apretó su pene con fuerza,


luego lo acarició arriba y abajo. ¿Cómo se sentiría ella, su calor húmedo
rodeándolo?

Mucho mejor que esto, perdedor.

Se incorporó bruscamente y se salpicó agua en la cara, y luego se


lavó el cuerpo con golpes de castigo. Ella lo tenía actuando como un
adolescente cachondo, y él no estaba disfrutando de la transición en el

Serie Fuerza H.E.R.O 1 121


Amy Gamet Varada con el SEAL

tiempo. Se levantó y salió de la bañera, se puso una toalla alrededor de


la cintura y se fue cojeando hasta el dormitorio para vestirse.

Cuando regresó a la sala de estar, se congeló. Ella estaba


durmiendo en un sofá y el otro estaba hecho para él. Su decepción fue
aguda. Se acercó, casi seguro de que ella estaba fingiendo, pero su
respiración era profunda y realmente parecía estar durmiendo.

No pudo evitar sonreír cuando se dio cuenta de que ella llevaba


varias capas de ropa, incluyendo una gabardina.

Tal vez fue lo mejor.

Se puso un par de botas y un abrigo, luego agarró su cuchillo y se


dirigió a la puerta para hacer una última patrulla antes de dormir. La
luna brillaba luminosamente detrás de la cubierta de nubes ligeras, lo
que le permitía ver muy bien mientras caminaba alrededor de la
propiedad.

De vuelta al interior, se sentó en el sofá que ella había preparado


para él, mirando su figura dormida. Ella tenía tantas capas puestas,
mientras que él sólo llevaba un par de pantalones de chándal del cajón.
Por supuesto, sabía que no tenía razón para tener frío cuando Olivia
estaba allí, en malditas camas separadas.

Se puso de pie y se acercó a ella, trepó por encima de sus piernas


y se apretó entre su espalda y los cojines del sofá, luego extendió su
manta sobre ambos y metió su brazo alrededor del medio de ella de forma
posesiva.

Pudo darse cuenta del momento en que ella despertó, sus laxos
músculos se tensaron con aprensión, pero ella no habló durante varios
minutos.

—¿Le pasa algo malo a tu cama? —preguntó.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 122


Amy Gamet Varada con el SEAL

—No estás en ella.

El ritmo de su respiración se aceleró bajo su brazo.

El brazo de Olivia salió serpenteando de debajo de las manos y ella


entretejió sus dedos con los de él, tirando de su brazo más fuertemente
alrededor de ella mientras se movía y colocaba su trasero cómodamente
contra él, volviéndolo loco.

Su cara estaba en el pelo de ella, y le acarició el cuello antes de


poder detenerse, sus labios rozando suavemente su hombro. Ella gimió,
y él tiró de ella firmemente contra él.

—Siento haberte hecho enfadar —susurró él.

—Yo también.

Él podía hacerle el amor así, dejar que su mano que ya estaba


presionada contra su pecho vagara hasta su seno, despojarla de toda esta
ridícula ropa como si estuviera desenvolviendo un regalo. Ya estaba
presionado contra su erección, su suave movimiento una clara invitación.

¿O no lo fue? ¿Ella sabía lo que estaba haciendo?

Él besó su cálido cuello, la suave piel que olía como ella, y ella se
volvió para encontrar sus besos.

Ahí estaba, la rápida y densa química, un toque de sus bocas


juntas demostrando lo que sospechaba desde la primera vez que sus ojos
se encontraron con los de ella. Estarían bien juntos. Perfectamente
emparejados para volver loco al otro.

En cualquier momento, ella iba a detenerlo, a decirle lo gilipollas


que era por hacerle esto, pero él podía darse cuenta de que ella también
lo deseaba. Se colocó encima de su cuerpo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 123


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Dime que no podemos hacer esto —le dijo—. Dime que quieres
que pare.

Él se movió al cinto de la gabardina de ella. Ella le cubrió la mano


con la suya.

Su voz estaba tensa.

—¿No vas a dejar que te desnude? —Le preguntó, aunque ya sabía


la respuesta.

—No puedo.

Él dejó caer la cabeza y ella pasó sus dedos a través del pelo de él,
los bordes de sus uñas tocando su cuero cabelludo. Ella le besó la frente.

—Me estás matando, Olivia. —Bajando la mano, rodeó el tobillo de


ella y lentamente se lo llevo hasta el hombro, buscando cualquier
resistencia y no encontrando ninguna. Cuando estuvo abierta a él, se
apretó contra ella, la lujuria y la frustración mezclándose en un tentador
cóctel.

Ella se retorcía debajo de él.

—Siénteme contra ti —dijo—. ¿Sabes cuánto te deseo?

—Sí, pero tenemos que parar. —Ella bajó la pierna, sin mirarlo a
los ojos—. Lo siento —susurró ella—. Pensé que podríamos besarnos y
estar juntos. Pensé que podría ser suficiente.

—¿Suficiente? —Le agarró la mandíbula y le inclinó la barbilla


hasta que sus ojos se encontraron con los de él—. Quiero estar dentro de
ti —le dijo—. Quiero sentir tu cuerpo apretarse alrededor de mí cuando
haga que te corras. Quiero empujar dentro de ti tan fuerte que explote, y
quiero oír tu respiración asentarse en mi oído y saber que yo te hice eso.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 124


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Sus ojos estaban muy abiertos y su respiración se aceleró. Él agitó la


cabeza—. Nada más será suficiente.

Él le quitó el peso de encima, haciendo rodar su cuerpo de modo


que estaba acurrucando su trasero, y los cubrió con las mantas.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó ella.

—Hace demasiado frío para que podamos dormir separados. —Hizo


todo lo posible para que pareciera que no era una gran cosa, aunque su
cuerpo estaba gritando que era imposible. Era un SEAL de la Marina, por
el amor de Dios. Dormía en situaciones más difíciles que ésta—. Puedes
relajarte, Livy. No voy a hacer otro movimiento sobre ti esta noche.

—¿Esperas que me vaya a dormir, con… eso?

Sabía que ella se refería a su polla contra su trasero.

—No hay mucho que pueda hacer al respecto ahora mismo. Sólo
hazme un favor y trata de controlarte. Y hagas lo que hagas, no muevas
el culo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 125


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veintidós
Olivia yacía en el círculo de los brazos de Trevor, su cuerpo traidor
negándose a dormir. ¿Qué la había poseído para que lo besara cuando él
le acarició el cuello?

Lujuria.

Oh, ella lo deseaba, de acuerdo. Quería a este hombre tanto como


él a ella, pero estaba desgarrada y se sentía totalmente responsable por
su todavía no recordado prometido.

¿Y si ella lo recordaba, y de repente se arrepentía de todas sus


acciones con Trevor? Parecía el escenario más probable, así que
mantener a Trevor a raya tenía sentido. Pero quince minutos después de
que su respiración se hiciera más profunda y rítmica, ella todavía podía
sentir la presión de su erección en su trasero, y todavía estaba forzando
a su pelvis a estarse quieta cuando ella desesperadamente quería
presionar contra él.

Suspiró pesadamente.

¿Cómo hubiera sido esta noche si ella hubiera dado la bienvenida


a sus avances? Habrían hecho el amor, eso era seguro. Parecía que todo
lo que este hombre tenía que hacer era mirarla y ella se saltaba catorce
tipos de juegos previos en un caliente segundo.

No quería comportarse y “hacer lo correcto” en lo que respectaba a


Trevor, y no estaba segura de si eso la convertía en una niña petulante o
en una mujer adulta a la que le habían dado una oportunidad única en
la vida. Una oportunidad de experimentar a otro hombre, en un momento
en que esa oportunidad debería haber estado muy lejos de ella.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 126


Amy Gamet Varada con el SEAL

Trevor se movió mientras dormía, su brazo apretando alrededor del


medio de ella. Deslizó su mano sobre la de él. Incluso sus manos
mostraban la fuerza de su cuerpo, cada dedo fuertemente musculoso y
desprovisto de grasa. Él era la personificación del fuerte físico masculino,
por lo que ella no debería sorprenderse por su reacción hacia él. Esta era
la naturaleza y la atracción sexual en su mejor momento.

Suspiró dramáticamente.

Nunca iba a dormir nada.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 127


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veintitrés
Olivia había estado caminando sobre cáscaras de huevo todo el día.
Trevor estaba de mal humor, y para empeorar las cosas, el clima parecía
empeorar en lugar de mejorar.

Se habían acostumbrado a la nieve y la lluvia helada, pero el viento


realmente había acelerado, haciendo casi imposible estar al aire libre. Por
supuesto, eso no había detenido a Trevor de patrullar el área dos veces
ya.

—Podríamos jugar un juego —sugirió ella.

—Tengo cosas que hacer.

—Sí, pero no puedes salir al exterior para hacerlas, así que tal vez
deberías encontrar algo que hacer además de pasear por la sala y
enfurruñarte.

Él había dormido como un bebé, pero ella había estado despierta


toda la noche, segura de que había tomado la decisión equivocada. ¿Cuál
era el punto de ser fiel a un hombre que no podías recordar, cuando
estabas desesperara por el que justo estaba enfrente de ti?

—No te preocupes. No voy a tocarte —dijo él.

—Eso no es justo.

—No necesariamente iba por lo justo —Caminó hacia la ventana


delantera y luego volvió a la cocina—. Me estoy volviendo loco aquí.

Ella frunció el ceño.

—Sin ofender —añadió él—. No vine a Warsaw Mountain para


sentarme.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 128


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Háblame de tu amigo.

—¿Disculpa? —Le preguntó.

—Tu amigo. El que estabas de camino para visitar.

Él se dejó caer en una silla.

—No estaba de camino para visitar a un amigo.

—Pero tú dijiste…

—Mentí. —Se encogió de hombros—. Lo siento. No te conocía muy


bien en ese momento.

Ella tragó. ¿Por qué importaba si estaba viendo a alguien?


Ciertamente a ella lo hacía. O eso parecía, de todos modos. Trabajó para
suavizar las líneas celosas que sabía que estaban afectando su expresión.

—¿Una mujer?

Sus ojos se dispararon a los de ella.

—No. No hay ninguna mujer.

Ella apartó la vista de sus ojos.

—Oh.

—Tenía un amigo, Ralph —dijo—. Estuvimos juntos en los equipos


de los SEAL de la Marina desde el entrenamiento BUD/S, desde el
principio.

—¿Qué le ha pasado?

—Fue asesinado hace dos años, justo en esta montaña.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 129


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella jadeó.

—¿Sabes quién lo mató?

—Sí. Estoy esperando a que el clima se calme antes de hacer mi


jugada.

La mirada de acero en sus ojos estaba empezando a hacerla


sentirse incómoda.

—¿Y luego qué? ¿Vas a llamar a la policía?

—No exactamente. —Se levantó y se dirigió a la cocina, mirando


por la ventana—. Sólo por curiosidad, ¿qué juego querías jugar?

Se preguntaba qué significaba “no exactamente”, pero no estaba


segura de querer preguntar. Por la mirada en sus ojos, Trevor iba a
extraer su propia justicia del asesino de Ralph.

—¿Qué te parece las damas?

—No tenemos damas.

—Podríamos hacer unas pocas.

La miró malhumoradamente.

—Quiero decir, podría hacer unas pocas —dijo ella. Se puso de


pie—. ¿Por qué no lo hago yo?

Quince minutos más tarde, estaban jugando a las damas hechas


con dos formas diferentes de pasta y un tablero dibujado en un pedazo
de papel. Dos horas más tarde, ella estaba ganando, tres juegos a dos, y
Trevor estaba sonriendo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 130


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Voy a tomarme una copa —anunció—. ¿Quieres una? —Tomó la


botella sin etiquetar de la repisa de la chimenea—. No tengo ni idea de lo
que es esto.

—Eso suena perfecto.

Les sirvió un vaso a cada uno y se sentó.

—¿Tenemos que jugar más a las damas? —Le preguntó a ella.

—Pensé que te estabas divirtiendo.

—Estaba disfrutando de ti tratando de animarme. —Tomó un trago


de su bebida—. Eres linda.

Tentativamente sorbió el licor y quedó satisfecha con el sabor a


canela, luego dejó que quemara en su garganta.

—Fue un infierno en la tierra, eso es lo que era.

—Oh, vamos. No fue tan malo.

Ella se rió a carcajadas.

—Prefiero estar atrapada en una estación de autobuses en


Cheboygan a las tres de la mañana que jugar a las damas contigo de mal
humor otra vez.

—Lo siento, Livy, por la forma en que actué anoche.

—Está bien.

—No, no lo está. Si no quieres estar conmigo, debería respetarlo y


retroceder, no presionarte. —Podía sentir sus mejillas calentarse
mientras recordaba la presión de su polla contra ella—. De todos modos,
no volverá a pasar.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 131


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Yo te estaba dando señales contradictorias. Yo era la que no


estaba siendo justa.

—Se te permite cambiar de opinión.

—Bueno —dijo ella, sin creer que fuera a decir esto, aun cuando
las palabras se formaron en su lengua—, la cambié de nuevo cuando te
quedaste dormido. Lo juro, estuve despierta toda la noche.

Sus ojos se oscurecieron y ella sintió que la tensión entre ellos se


tensaba y estiraba.

—Mi turno de elegir el entretenimiento —dijo, de pie y caminando


hacia ella. Por un momento, pensó que él se dirigía hacia ella y que su
“entretenimiento” era poco más que él mismo, pero siguió caminando y
salió de la habitación, regresando con una radio—. ¿Te gusta bailar? —
preguntó.

Era un desafío.

Su estómago se agitó con la idea de volver a estar cerca de él. Todo


el día había estado pensando en él, en la sensación de él contra ella y en
las palabras que él había dicho de que sólo el sexo era suficiente.

—Claro que sí. —Tomó un sorbo más grande de su bebida y se puso


de pie, justo cuando él localizó una emisora con una canción lenta
sonando.

Él extendió una mano y ella puso la suya en ella, dejándole guiarla


hacia el círculo de sus brazos.

Quiero estar dentro de ti.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 132


Amy Gamet Varada con el SEAL

El recuerdo de sus palabras anteriores resonó en su cabeza. Él rozó


su piel con los dedos, y la piel de gallina se arrastró por sus brazos. Su
mano se posó en la parte baja de su espalda, cálida, ancha y fuerte.

Quiero sentir tu cuerpo apretarse a mi alrededor cuando haga que te


corras.

Ella ya se estaba excitando, y dejó que su cabeza descansara sobre


el hombro de él. Con qué facilidad podía girar su cabeza y besarle la piel,
sentirla bajo sus labios y lamerla con su lengua.

Quiero empujar dentro de ti tan fuerte que explote.

Se movían al compás de la música, sus pasos se sincronizaron


fácilmente, y ella se dio cuenta de que no debería haber esperado menos
de este hombre. Si hubiera un hombre en algún lugar que encajara mejor
con ella, no podía imaginar quién era él.

Entonces quiero escuchar tu respiración asentándose en mi oído y


saber que yo te hice eso.

Ella pasó sus manos por la parte superior de su espalda, amando


cómo gemía suavemente bajo su oreja.

Él le acarició la espalda, los brazos, los costados de sus pechos.

—No puedo evitar tocarte —dijo—. Sé que no debería hacerlo, y no


quiero que te arrepientas de nada de lo que hacemos juntos, pero mis
manos parecen pensar que pertenecen a tu piel, y te sientes tan bien.

Ella volvió la boca hacia su cuello y lo besó como había deseado


hacer. Su piel estaba salada en su lengua.

—Es como si estuviéramos en una burbuja —dijo ella—. Nada ni


nadie existe fuera de esta cabaña. —Le miró a los ojos, luego miró sus

Serie Fuerza H.E.R.O 1 133


Amy Gamet Varada con el SEAL

labios, tan curvilíneos y llenos. Labios hechos para amar—. Para mí, no
hay ningún “antes” ni ningún “después”. Así que cuando dices que no
quieres que me arrepienta, ni siquiera puedo imaginarme cómo es eso. —
Ella le tocó el pecho—. Estamos en esta loca situación, y lo único que
quiero ahora mismo eres tú. Solo dime que no me mentirías. Dime que
nunca me ocultarías un secreto y que estemos juntos. Quiero hacerte el
amor esta noche, Trevor.

Él sostuvo la cara de ella en sus manos y suspiró.

—Solo hay una cosa más.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 134


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veinticuatro
Olivia miró la bolsa de ropa en la parte de atrás de la puerta como
si fuera radioactiva. Trevor había permanecido parado en el umbral
durante lo que parecían horas, el espacio entre ellos pesado y sólido,
antes de colocar finalmente la percha en el gancho y cerrar
silenciosamente la puerta de la habitación.

Esto hizo que todo fuera real.

Se llevó el dorso de la mano a los labios, ahogando un sollozo.


Trevor. Dejó que sus ojos se cerraron, entregándose a la pena que la
inundaba. Habían estado viviendo en un mundo de fantasía, en el que
sólo tenía la ropa puesta y los problemas de un bebé recién nacido, un
lugar mágico en el que este hombre se había convertido en el centro de
su universo, la única persona con la que quería estar, el hombre que se
sentía como un hogar de la mujer que no podía recordar si tenía uno.

Se giró y caminó hacia la ventana, abrazándose fuertemente.


Afuera, los últimos rayos del sol danzaban sobre las ramas cubiertas de
hielo, el viento haciendo estremecer y temblar a los árboles. Esta debería
ser la noche en que harían el amor, cuando ella abriría su cuerpo a Trevor
como ya había abierto su corazón. Una imagen de sus dorados ojos
apareció en su mente, e hizo una mueca al darse cuenta de todo lo que
había perdido.

Trevor. Un hombre lo suficientemente fuerte para que ella se


apoyara en él y algo más. Lo más importante, confiaba en él. Había un
hombre que nunca la traicionaría, nunca la defraudaría. Su conciencia
no lo permitiría.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 135


Amy Gamet Varada con el SEAL

¿Alguien la había defraudado antes? ¿Había un hombre en su


pasado que la hizo sentirse tan desesperada por la seguridad que
encontró en Trevor?

Si ella volviera ahora, podría tenerlo. Para sentir su piel sudorosa


y ardiente por desearla, amándola, su cuerpo presionando contra su
propia carne desesperada. La frustración la hizo apretar sus manos en
puños.

No tenía por qué haberle dicho lo del vestido. Sobre nada de eso.
Él podría haber mantenido la boca cerrada y ella habría caído de rodillas
frente a él. Pero se lo había dicho, llevándole el vestido como si fuera el
último dólar en el bolsillo de un pobre, y mientras ella se paraba frente a
la ventana, con el frío que irradiaba de sus cristales, lo odiaba por su
honestidad, por ese maldito sentido del honor que requería que él pusiera
las cosas en su lugar antes de que ella le arrancara la ropa de su cuerpo.

—Hijo de puta —murmuró, golpeándose ligeramente la cabeza


contra la rejilla de madera de la ventana. Él estaba en la habitación de al
lado, a pocos pasos de donde ella estaba parada, pero podría haber sido
un campo de fútbol para ella por todo lo que pudo hacer al respecto.

No sabía cuánto tiempo estuvo allí. El tiempo suficiente para que


la cruz de la rejilla de la ventana se clavara en su frente y su ira se
drenara lentamente al suelo. Dándose la vuelta, tomó la bolsa de la ropa,
necesitando ver el vestido que había dentro. Para ver si le quedaba bien,
si el estilo se ajustaba a ella, si ella podría ser la misma mujer que lo
había elegido, sonreído y girado, imaginando su vida con el fantasma de
un hombre que había olvidado hace tiempo. Para ver si todavía quería ser
esa mujer, o convertirse en otra persona.

Cruzando la habitación con pasos apresurados, bajó la cremallera


y frunció el ceño.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 136


Amy Gamet Varada con el SEAL

Las pequeñas perlas blancas y las iridiscentes lentejuelas en


miniatura brillaron hacia ella. Olivia levantó una mano tentativa para
tocar la tela, impresionada por su detalle y la mano de obra. Quien quiera
que fuera, debía tener dinero, porque un vestido como este seguramente
no era barato.

Empujando el plástico para abrirlo y bajarlo, reveló el vestido en su


totalidad, soltando una exhalación mientras dejaba caer sus hombros.

Era exquisito, diferente a todo lo que había visto antes. Se quitó el


suéter y se tiró del dobladillo de la camiseta sobre la cabeza. Este vestido
era una reliquia de otro tiempo y lugar. de cuando ella sabía quién era y
qué quería. Parecía imposible que encajara, como si la mujer en la que
se había convertido en estos últimos días con Trevor hubiera podido
cambiar su figura.

Mientras deslizaba sus vaqueros más allá de sus bragas, se quedó


impresionada por sus esperanzas de hacerle el amor a Trevor y por lo
increíblemente diferente que había resultado ese día. Retorciéndose para
verse a sí misma en el espejo del vestidor, tomó su sujetador de encaje
ligero y su braga bikini escotada. Este traje era para él. Todo esto era por
Trevor. Miró fijamente su propia expresión vidriosa, luego cerró los ojos
y su mano se sumergió sobre su montículo, ahuecándose allí,
imaginando que sus dedos pertenecían al hombre que estaba fuera de
esa puerta.

Todo esto era para ti.

Una ola de mareo la hizo inhalar rápidamente. El vestido. Tenía


que ponerse el vestido y este horrible hechizo se rompería. Si la verdad
en su corazón sólo pudiera ser probada, sería libre como la mujer
equivocada probándose la zapatilla de Cenicienta. Olivia levantó
suavemente los tirantes de la percha y se vistió sin volver a mirarse.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 137


Amy Gamet Varada con el SEAL

Cuando logró maniobrar la fina cremallera hasta la espalda, abrió los


ojos y se le abrió la boca.

No sólo el vestido le quedaba perfecto, sino que además ella se veía


increíble. La tela parecía abrazar sus pechos, mostrándolos con
elegancia, mientras que el corte de todo el corpiño parecía envolverla en
feminidad. Bajando la mano, recogió la falda en forma de remolino, el
equilibrio perfecto entre la plenitud tradicional y las líneas refinadas.

Este era su vestido de novia. No podía haber dudas al respecto. Su


vestido muy real que había elegido para su boda con un hombre muy real
que debía amar.

Se giró, mirando acusadoramente por la misma ventana helada, la


ira corriendo hacia donde había estado el vacío. Quería patear los
cristales, romper la parrilla de madera con sus propias manos y destrozar
esta linda y pequeña cabaña. No era justo, no estaba bien, nada de lo que
ella estaba sintiendo. Esta noche se suponía que pertenecía a ella y a
Trevor, pero en lugar de eso, se la habían arrancado de las manos y
habían dejado este maldito vestido en su lugar.

Llamaron a la puerta.

—¿Olivia?

Ella respiraba con dificultad, y la conciencia le caía por la columna


vertebral. ¿Qué no daría si pudiera rebobinar el reloj, decirle que no
quería ver lo que fuera que él quisiera mostrarle? Ella podría haber
deslizado sus manos bajo su ropa, tocándolo íntimamente hasta que él
le diera todo lo que ella sabía que les haría felices a ambos.

—¿Sí?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 138


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él se quedó callado tanto tiempo que se preguntó si se había ido.


Alargó la mano y tocó la puerta de madera. Él también estaba sufriendo.
Él también la deseaba. Compartía sus sentimientos.

Cerró los ojos y suspiró. Que el cielo la ayudara, todavía quería


hacerle el amor.

Sus ojos se abrieron de par en par. ¿Podría ella hacer eso? ¿Hacerle
el amor a Trevor como si nada más importara, ni siquiera el hombre con
el que estaba comprometida para casarse? Estaba atada a él por una
promesa que no podía recordar haber hecho.

Ese hombre es un extraño para mí.

¿Cómo puedes traicionar a alguien que ni siquiera conoces?

Su corazón comenzó a latir cuando las posibilidades cristalizaron.

—Esto es una locura —susurró. Una cosa era hacer el amor con
Trevor cuando ella no tenía conocimiento de su vida, pero ella estaba aquí
de pie mirándose a sí misma con su vestido de novia, sabiendo que estaba
prometida a otro hombre, mientras consideraba amar a este de todos
modos.

Un cálido rubor se extendió por el pecho hasta su cuello y mejillas.

La voz de Trevor era tensa y grave.

—Debí haberte dado el vestido cuando lo encontré. No sé por qué


no lo hice.

Ella abrió la puerta, observando como su barbilla se levantaba y


sus ojos rastrillaban cada centímetro de su cuerpo, finalmente chocando
con los de ella. Podía sentir el dolor en su mirada, el calor, y sabía lo que

Serie Fuerza H.E.R.O 1 139


Amy Gamet Varada con el SEAL

la visión de ella le estaba haciendo. Mirarlo a él le hacía exactamente lo


mismo a ella.

El conocimiento la hizo audaz.

—Sé por qué no me lo dijiste. —Respiró hondo. Esto estaba bien.


No importa lo que pasara después, fuera de estos muros y lejos de aquí,
hacer el amor con este hombre sólo podía ser lo correcto—. Porque la
electricidad entre nosotros es suficiente para iluminar todas las casas de
esta montaña, y tú no querías que eso se fuera más de lo que quería yo.

Sus ojos parecían brillar ante la mención de la lujuria que estaba


en plena floración. Él sacudió levemente la cabeza.

—Estuvo mal.

Su tiempo juntos se estaba escapando, la realidad invadía sus


sueños. Si no hacía algo rápidamente, Trevor Hawkins no sería más que
un recuerdo, y todo lo que ella había olvidado se levantaría para cubrir
su cabeza como el agua.

Pero él era un hombre honorable, y lo que ella quería de él era


cualquier cosa menos honorable. Endureciéndose contra su rechazo, se
acercó a él, apoyando ligeramente sus dedos en su hombro.

—Todavía quiero hacerte el amor, Trevor.

Él la miró fijamente, suspendido, sus ojos fijos en los de ella y


dilatándose.

—Si me aceptas —susurró ella. El primer indicio de miedo se


asentó en su estómago. Oh, Dios, él iba a rechazarla. Podía sentirlo. Ella
deslizó su mano por su brazo—. Por favor —suplicó ella.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 140


Amy Gamet Varada con el SEAL

Una mirada de crudo hambre superó sus rasgos, y él la besó. Ella


le dio la bienvenida a sus brazos mientras él la envolvía posesivamente.
Necesitaba sentir su piel contra la de él, su pecho desnudo desesperado
por frotarse contra sus pectorales, y el vello de su pecho.

—Sácame de este vestido —dijo ella contra su boca.

Él se echó hacia atrás lo suficiente como para enfrentarse a su


mirada con una dura mirada.

—No —gruñó—. Deja el vestido puesto.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 141


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veinticinco
Trevor estaba abrumado por la necesidad de poseerla. Hablarle
sobre el anillo y el vestido había sido lo más difícil que había hecho, pero
aquí estaba ella, eligiendo compartirse con él incluso después de saber la
verdad.

Agarró sus caderas y presionó contra las capas de tela,


encontrando la suavidad entre sus piernas y moliendo su endurecida
polla contra ella allí.

Ella dejó escapar un jadeo ahogado.

En sus manos sostenía un puñado del vestido de novia que ella


había comprado para casarse con otro hombre, y él tenía una necesidad
desesperada de reclamarla como suya. Para demostrar que su ropa no
tenía el poder de mantenerlos separados, que lo que compartían era más
fuerte que las cuentas de fantasía y el encaje, o cualquier promesa que
viniera antes de este momento.

Levantó la cabeza y vio la excitación en su cara sonrojada, y luego


la besó por el costado de su cuello hasta el corpiño, trazando el borde con
su lengua.

Olivia murmuró y se agachó, arqueando la espalda mientras él


empujaba la tela hacia abajo para exponer sus pechos cubiertos de
encaje. La visión de sus oscuros pezones dentro del sostén de gasa lo hizo
gruñir de necesidad. Tenía que probarla, tenía que sentirla contra su
lengua, presionar su lengua contra la suave carne de su pecho. Se la llevó
a la boca, succionándola a través de la prenda. Ella se estremeció con
fuerza, sus caderas sacudiéndose salvajemente contra él.

Respiró contra ella allí.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 142


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Eres tan hermosa.

Ella empujó las copas de su sostén hacia abajo, dejando al


descubierto el pezón mojado y erguido por su boca. Tomó lo que ella
ofreció y se agarró firmemente a su piel, metiendo profundamente el
pezón de ella en su boca y succionando una gota de su dulzura. Ella se
volvió loca.

Podía sentir su polla tensándose contra sus calzoncillos, tan


ansiosa por estar dentro de ella. Agachándose con un brazo, la levantó
por detrás de sus rodillas y la llevó a la cama, la plenitud de su falda casi
llegando a su cara. Ella golpeó la cama con un rebote y tiró de él sobre
ella.

—Te necesito dentro de mí —dijo sin aliento.

Apartándose de ella, encontró el dobladillo de su vestido y comenzó


a levantar las capas por encima de su cintura hasta que mostró sus
piernas y la diminuta ropa interior. Apenas podía ver su rostro, solo sus
suaves y bien formadas piernas y la unión que lo esperaba, rodeada de
capas y capas de tul.

Él pasó sus manos por las piernas de ella hasta que descansó entre
ellas. Inhaló el olor de su sexo y supo que no había olido nada más
excitante. Se desabrochó el cinturón y abrió la cremallera, y al instante
se hizo más grande, más ansioso, más excitado.

—Date la vuelta —ordenó y ella obedeció.

Encontró la parte superior de la cremallera del vestido y la deslizó


hacia abajo hasta la parte inferior de su espalda y la parte superior de su
trasero. Luego se lo quitó liberando su cuerpo de los confines de la tela y
deslizándola de su ropa interior.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 143


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él la hizo rodar sobre su espalda, glorificándose de la vista de ella


completamente desnuda. Iba a estar dentro de ella, acariciando la carne
más sensible y sabía que nunca había deseado a nadie más. Metió sus
dedos en sus suaves rizos y encontró la abertura goteando rocío, tal como
estaba él.

¿Alguna vez una mujer había estado tan ansiosa por su toque?
¿Tan desesperada por estar tan cerca de él como él de ella?

—Dios, eres tan encantadora —dijo con reverencia—. Y tan lista


para mí. —Suavemente jugueteó con el clítoris de ella y dejó que su dedo
se deslizara más abajo—. Tan dulce y húmeda.

Ella empujó sus caderas hacia delante, su sexo persiguiendo su


mano.

—¡Por favor, Trevor!

Él deslizó sus dedos dentro de ella y ella se sacudió y gimió. Él se


rió diabólicamente.

—¿Es esto lo que quieres?

—No. —Ella se encontró con su mirada—. Te quiero dentro de mí.


Quiero que estés dentro de mí cuando me corra.

El pensamiento de ella convulsionando alrededor de su eje lo


abrumó. Moviéndose rápidamente, se quitó los pantalones y los
calzoncillos y se acomodó entre las piernas de ella, amando la forma en
la que ella se abrió a él. La besó, burlándose de su boca con su lengua, y
cuando ella respondió, apretó dentro de ella con un largo empuje.

Elle gritó, su cuerpo poniéndose rígido.

—¿Te he hecho daño?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 144


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella agitó la cabeza.

—No. Solo dame un segundo.

Sintió cómo ella se relajaba a su alrededor y lo apretaba con fuerza,


y luego se relajaba de nuevo mientras ella lo introducía todavía más
profundamente que antes. El sentimiento fue una dulce tortura, y él
empezó a moverse dentro de ella.

Sus ojos se abrieron.

—No te muevas —dijo ella, deslizándose de arriba a debajo de su


pene en un movimiento tentativo.

Empezó a jadear.

—Me estás matando.

Ella sonrió con la mitad de su boca.

—Sólo me estoy calentado. —Arqueó su espalda, luego presionó


sus caderas hacia adelante, tomando toda su longitud—. Ahora.

Ella no tuvo que decírselo dos veces. Trevor hundió la cara en su


cuello y comenzó a moverse. Cada empuje era mejor que el anterior, la
presión dentro de él aumentando con cada golpe. No importaba con quién
estaba comprometida, él iba a explotar.

Se retiró.

—Ponte de rodillas —ordenó, y observó cómo ella hacía lo que le


había dicho, girando su trasero hacia él y arqueando su espalda para que
sobresaliera su redondez y el pliegue entre su sexo hinchado.

Podría haber sido un león montando a su pareja, tan primitiva era


su necesidad de tenerla. La penetró bruscamente y ella gritó en voz alta.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 145


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él alcanzó su torso y agarró un pecho con cada mano, apretándola con


fuerza mientras la bombeaba desde atrás.

—No me importa que lo recuerdes. Siempre me pertenecerás.

El sonido que ella estaba haciendo cambió cuando su cuerpo lo


apretó fuertemente y ella lo rodeó ferozmente, los espasmos de su
orgasmo lo provocaron, brillantes y cegadores. Se adentró
profundamente en su dulzura, retrocediendo y empujando de nuevo.

Permanecieron así, encajados juntos, su cuerpo succionándole


mientras las réplicas la recorrían. Sólo existía el sonido de sus
respiraciones y los suaves sonidos de placer mientras regresaban
lentamente a la tierra.

Trevor se levantó de su espalda y observó que su cuerpo todavía


estaba en el de ella. Esto estaba bien. Cada toque, cada movimiento, cada
sensación que compartieron. Esto era lo correcto, no importaba quién la
estuviera esperando fuera de esta cabaña.

—Trevor —dijo en un gemido.

Olivia apoyó sus codos en el colchón y su trasero se inclinó hacia


arriba. A la débil luz de la habitación, captó la sombra de algo bajo su
mejilla izquierda.

Un tatuaje.

Entrecerró los ojos y se quedó inmóvil.

Brooke.

Brooke Barrons. La estrella de cine. Olivia era tan sencilla, tan real,
tan naturalmente bonita, que nunca la asoció con la estrella exagerada.
Pero ahora el parecido era obvio y sorprendente. Todos los que estaban

Serie Fuerza H.E.R.O 1 146


Amy Gamet Varada con el SEAL

en una cola de supermercado sabían del compromiso de Brooke Barrons.


Ella había dicho varias veces en la televisión nacional que no revelaría la
identidad de su prometido hasta que la boda fuera completada.

Trazó el contorno del tatuaje con su dedo.

—¿Livy?

—¿Hmm?

—No vas a creer esto, pero creo que eres una estrella de cine.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 147


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veintiséis
Logan O’Malley limpió la nieve de la estructura de acero retorcida
de la camioneta de Trevor y frunció el ceño.

—¿Y bien? —preguntó Jax.

—Las estrías en el acero indican que detonaron explosivos dentro


del vehículo.

—¿Después del accidente o causando el accidente?

—No hay forma de decirlo con seguridad. El C-4 es relativamente


estable, pero puedes hacer que detone si te esfuerzas lo suficiente.
Dependiendo del accidente automovilístico, podría haberse encendido.

Cowboy silbó desde el otro lado del vehículo.

—Parece que Hawk llevaba más que C-4. Tengo suficientes


municiones por aquí para hacer agujeros en medio de Texas.

Jax giró lentamente en círculo, sus ojos observando el paisaje


helado, interrumpido solo por el helicóptero de la Fuerza H.E.R.O que
todavía se encontraba en la distancia. No le gustaba ser tan obvio y visible
cerca del territorio de Steele, pero la tormenta había limitado sus
opciones.

Estos coches habían caído claramente desde más arriba de la


montaña, aunque de dónde exactamente era mucho menos claro. Hawk
había estado subiendo el Warsaw Mountain cuando el accidente envió su
camioneta y al otro coche girando por este barranco.

¿Pero dónde diablos estaba Hawk? El ácido se agitó en el estómago


de Jax, ardiendo en el lugar donde una vez tuvo una úlcera. Cuando
llegaron a las últimas coordenadas conocidas transmitidas desde su

Serie Fuerza H.E.R.O 1 148


Amy Gamet Varada con el SEAL

teléfono móvil, ni siquiera vieron los coches. Habían tenido que cavar a
través de medio metro de nieve sólo para descubrir los restos, y otro
metro con el corazón en la garganta mientras trabajaban para descubrir
a su amigo.

Jax tuvo mucho tiempo para pensar mientras cavaban en la nieve.


Reflexiones sobre su historia con Hawk, su tiempo en los equipos juntos,
lo imprescindible que había sido Hawk en el inicio de la Fuerza H.E.R.O.

Lo importante que había sido Hawk en su propia vida, más como


un hermano que como un amigo.

Jax sabía lo que la muerte de Ralph le había hecho a Hawk, y sabía


el daño que él mismo había hecho al negarse a vengar la muerte de Ralph.
Había hecho una llamada hoy antes de que salieran del cuartel general.
Una llamada telefónica que lo dejó libre para ir tras de Steele, como no lo
había sido antes. La ironía era casi demasiado para soportar. Estaban
cavando en busca del cadáver de Hawk, y Jax tenía finalmente luz verde
para matar a Steele.

Pero Hawk no estaba allí.

Gracias a Dios. Jax podría haber llorado, estaba tan aliviado. No


soportaba la sangre de otro miembro de la Fuerza H.E.R.O en sus manos,
como la de Ralph. Esa fue una mancha que Jax nunca pudo quitar.

Y la pobre Jessa…

Cerró de golpe la puerta en sus pensamientos. Había un momento


y un lugar para pensar en Ralph y en todo lo que había pasado, y por lo
general Jax estaba solo en la oscuridad con una botella de whisky.

Matteo salió del helicóptero con un portátil en las manos y se dirigió


hacia Jax.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 149


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Imágenes de satélite de Warsaw Mountain tomadas el invierno


pasado. Se puede ver el complejo de Steele en la cima, a poco más de
dieciocho kilómetros de aquí, pero cuento otros siete edificios en este lado
de la montaña, el más cercano de los cuales está a sólo dos o tres
kilómetros al nor-noreste de aquí. —Le dio los papeles a Jax.

—Así que ese es el refugio más cercano, pero, ¿cuáles son las
probabilidades de que lo haya encontrado?

—Los otros edificios están a más de quince kilómetros de aquí,


señor.

Cowboy se acercó, con las manos en la cadera mientras esperaba.

—Hay sangre en la camioneta. Suficiente para indicar una herida,


aunque no necesariamente algo grave. Hay marcas en el salpicadero
donde estaría su pierna izquierda, y varias gotas en la alfombrilla y la
puerta.

—Así que estaba herido —dijo Jax—. ¿Qué hay del otro coche?

—No hay sangre, no hay signos obvios de heridas antes de la


explosión y el impacto.

—Alguien debía haber estado conduciéndolo. —Jax frunció el


ceño—. O tal vez estaba abandonado en la carretera debido a la tormenta.

Cowboy asintió.

—Es posible.

Jax volvió a mirar a la montaña, sus ojos concentrados en la


primera cornisa por encima de la ubicación actual, unos treinta metros
más arriba de lo que estaban.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 150


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Muchas cosas son posibles. Concentrémonos en lo probable por


un minuto. —Señaló la cornisa—. Esa es posiblemente la escena del
accidente. ¿A qué distancia está de allí la cabaña que me enseñaste?

Matteo asintió.

—Un poco más de kilómetro y medio. Y en línea recta desde la


carretera.

—Vamos allí primero —dijo Jax—. Si no lo encontramos, iremos al


siguiente lugar donde podría estar.

—Mi apuesta es que está en la cima de la montaña —dijo Cowboy—


. Si Hawk tuviera un día de aliento en él, habría subido y hecho lo que
vino a hacer.

Jax lo miró con ira.

—Dieciocho kilómetros es demasiado lejos para ir a pie en estas


condiciones, especialmente si está herido.

Cowboy se movió para pasar a su lado.

—No lo sé. De donde yo vengo, todos vosotros podéis hacer volar a


un cerdo si lo deseáis lo suficiente.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 151


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veintisiete
Olivia se despertó con la luz del sol calentando sus párpados y
estirándose lánguidamente sobre la cama, su pie chocó con el de Trevor.
Sonrió, se acurrucó a su lado y olió el aroma picante de su cuerpo… un
cuerpo que ella había llegado a conocer bien durante las últimas doce
horas.

Ahora que el fuego se había apagado, no había razón para


abandonar la comodidad de la cama y el espacio que ofrecía a favor del
sofá de la sala de estar, y ella estaba disfrutando de la libertad de
estirarse casi tanto como disfrutaba de estar demasiado cerca del cuerpo
de Trevor.

Habían hecho el amor una y otra vez durante toda la noche,


dormitando en los brazos del otro y tomando turnos para despertar la
pasión del otro.

El brazo de Trevor se apretó a su alrededor y ella suspiró. El sexo


con él era mucho mejor que el sexo con Marco. Sus ojos se abrieron de
golpe.

Marco.

Su corazón comenzó a latir con fuerza, con un sudor frío en las


palmas de sus manos. Su mente tentativamente recogió sus recuerdos
de Marco y los hojeó con dedos temblorosos. Podía recordar su rostro,
sus manos, su cuerpo desnudo.

Su pene.

Trevor tenía una polla, pero Marco tenía un pene. Ella nunca había
encontrado el pene de Marco interesante o atractivo, pero había tomado

Serie Fuerza H.E.R.O 1 152


Amy Gamet Varada con el SEAL

la polla de Trevor en la boca y lo había succionado profundamente en su


garganta como el dulce más delicioso.

Miró su dedo anular, tan vacío sin el gran anillo de compromiso al


que finalmente se había acostumbrado a ver allí.

Todo volvía a ella como las olas inundando una playa, cubriendo
juguetes, sillas y toallas mientras la gente corría buscando seguridad.

Marco, su benefactor. Ella y Marco se comprometieron después de


que Ellie y Frank murieran. El solo hecho de pensarlo le causó dolor de
nuevo, el shock de perder a su mejor amiga, Ellie, y al padre de su mejor
amiga por envenenamiento por monóxido de carbono en esta cabaña.

Sus muertes la habían lanzado en una profunda depresión.

Y ahora ella sabía que habían sido asesinados.

Pero, ¿por quién?

Marco había sido tan útil, tan comprensivo, sabiendo que ella no
quería quedarse en la cabaña que heredó y mudándose con él, ni siquiera
insinuó que estuviera interesado románticamente hasta el día en que le
propuso matrimonio.

Ella le dijo que sí en un abrir y cerrar de ojos. Lo necesitaba tanto,


necesitaba desesperadamente a alguien en quien apoyarse ahora que
Ellie y Frank se habían ido.

Trevor gimió suavemente mientras dormía.

Tenía miedo de moverse, asustada incluso de que su respiración lo


despertara por completo y la obligara a mirarlo a los ojos antes de
absorber todo lo que estaba sucediendo. Su horror gritaba por sus poros,

Serie Fuerza H.E.R.O 1 153


Amy Gamet Varada con el SEAL

y sabía que sin duda él la miraría y sabría que algo estaba terrible,
terriblemente mal.

Necesitaba recordar. Necesitaba recordarlo todo.

Ella había sido virgen, y ella y Marco iban a esperar a tener


relaciones sexuales hasta que se casaran, pero ella se había asustado.
¿Qué pasaría si el sexo con él fuera desagradable y ella no lo descubría
hasta que fuera demasiado tarde? Él era mayor que ella, y a ella le
preocupaba que la diferencia de edad fuera excesiva.

Así que forzó el asunto. Entrando en su habitación esa primera


noche con su bata rosa y tumbándose a su lado en clara invitación. La
primera vez había sido dolorosa, la larga y delgada polla de Marco
entrando y saliendo de ella mientras gruñía, pero en los meses siguientes
demostró ser un amante competente, o eso creía ella.

Ahora sabía que nunca la había excitado, nunca había estado


realmente mojada o hinchada por el deseo de un hombre. Las agradables
sensaciones que Marco había despertado en su cuerpo tenían más en
común con un masaje de espalda que con el deseo enloquecido y
desesperado que fue invocado y cumplido por Trevor.

Cerró los ojos, recordando cómo miraba el calendario con pánico,


contando los días que faltaban para su boda con Marco. Fue contratada
en Saturday Night Live por publicidad, para guiar a todo el mundo sobre
con quién podría estar casándose, cada aparición la hacía menos capaz
de respirar que la anterior, y a Marco más alegre.

SNL marcó el punto de dos semanas. Dos semanas para la boda.

Ella sentía que iba a morir.

Pero, ¿por qué? ¿Qué pasó para que ella cambiara de opinión?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 154


Amy Gamet Varada con el SEAL

Trevor besó la parte superior de su cabeza y ella apretó los ojos.

—Buenos días, dormilona —susurró, tirando de ella más fuerte


contra él. Le frotó los brazos, la espalda y los glúteos, raspándola
ligeramente con sus uñas. Luego le masajeó los muslos, los separó y
movió la pierna entre ellos.

Que el cielo la ayudara, elle todavía deseaba a este hombre. Incluso


después de todo lo que recordaba, no quería que se detuviera. ¿Qué decía
eso de ella? Su mundo entero acababa de estallar en el caos, y ella estaba
contenta abriendo sus piernas para sólo un polvo más antes de que el
cielo se cayera.

Su cabeza se movió hacia el pecho de ella y él la tomó en su boca,


lamiendo y chupando un pezón mientras atendía el otro con la mano, y
ella no pudo evitar la forma en que su cabeza se empujó hacia atrás
contra la almohada. No quería que esto terminara, no quería que la
realidad interviniera, y lo obligara a alejarse de ella.

Su rodilla se levantó, presionando contra los lugares más sensibles,


y ella empujó sus caderas hacia adelante.

Él besó a lo largo de su cuello, la parte inferior de su cuerpo se


alineaba con la de ella, la cabeza de su polla tocando la entrada de su
cuerpo. Trevor se metió dentro, y ella gritó, su cuerpo ligeramente
adolorido y súper sensible, la mezcla de dolor y placer más excitante de
lo que ella hubiera creído posible.

—¿Te estoy haciendo daño? —Le preguntó.

—Dios, no.

Él empujó más fuerte que antes y ella volvió a gritar, sus cuerpos
perfectamente sincronizados.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 155


Amy Gamet Varada con el SEAL

Las olas que habían estado inundando su memoria se


desvanecieron en el fondo mientras su cuerpo tomaba el control, dando
la bienvenida a su amante en sí misma, y una tormenta feroz estalló
dentro de ella. Empujó en ella cada vez más rápido hasta que también
llegó su orgasmo, haciéndole estremecerse y gritar.

Se desplomaron en la cama, sus cuerpos todavía unidos.

Tenía que decírselo.

Si iban a ser honestos el uno con el otro, ella tenía que hacerle
saber que había recuperado una parte importante de su memoria. Marco.
El hombre con el que planeaba casarse.

¿Y qué sería de ellos ahora? ¿Podría seguir viendo a Trevor


mientras estaba comprometida con Marco, o tendría que elegir a uno u
otro?

Alguien llamó con dureza a la puerta principal y sus ojos se


encontraron sorprendidos.

—¿Quién podría ser? —preguntó ella.

Trevor saltó de la cama, tomó sus vaqueros y se los puso sobre su


cuerpo desnudo.

—Quédate aquí.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 156


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veintiocho
Hawk tenía el cuchillo en la mano y miró por la ventana del lado de
la puerta, por debajo de la caja de cereales que usó para reparar el
agujero. Jax estaba en el porche, con Cowboy, Matteo y Logan detrás de
él. Cowboy inclinó su cabeza hacia la ventana y saludó a Hawk como si
fuera un niño pequeño.

A Hawk se le ocurrieron dos cosas a la vez. Que Logan lo había


delatado, y que finalmente había dejado de nevar.

Hawk abrió la puerta y se encontró con la mirada dura de Jax.


Hawk dio un paso atrás y entraron.

—Hola, Logan —dijo enfáticamente.

Logan miró de Hawk a Jax y de vuelta.

—Lo siento, Hawk.

—No hay problema. Siempre es bueno quién tiene mi espalda y


quién no.

Jax giró bruscamente la cabeza.

—No le eches la culpa de esto a él. Esto es todo tuyo, Hawk. Desde
el momento en que escuchaste la primera información sobre Steele,
estabas empacando tus cosas, y la Fuerza H.E.R.O y mis órdenes que se
jodieran.

Trevor levantó la barbilla.

—Hago esto por la Fuerza H.E.R.O. Estoy haciendo esto por Ralph.
¿Recuerdas a Ralph, Jax? Un tipo alto de metro noventa y cinco…

Serie Fuerza H.E.R.O 1 157


Amy Gamet Varada con el SEAL

Jax empujó a Trevor por la clavícula, haciéndole dar un paso atrás.

—¿Cómo te atreves a insinuar que no cuido a mis hombres?

—Entonces, ¿por qué no actúas como tal, eh? ¿Por qué no


persigues a ese bastardo tú mismo en vez de castigarme por hacerlo?

—Fuera —Ordenó Jax—. Tenemos que hablar.

Olivia apareció en el pasillo.

—Uh, disculpadme.

Los hombres se volvieron hacia ella al unísono. Alguien silbó su


aprecio.

—Esta es Olivia Grayson —dijo Hawk—. Tuvimos un accidente de


coche.

Cowboy se acercó y se quitó el sombrero.

—¿Cómo está, señora? Soy Leo Wilson, pero puedes llamarme


Cowboy. —Le guiñó el ojo.

Ella se mordió el labio.

—Trevor, ¿puedo hablar contigo un minuto?

Matteo levantó las cejas y dijo en voz baja.

—Creo que estás en problemas, Trevor.

Trevor puso su mano en su hombro.

—Danos un minuto.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 158


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Pero necesito decirte algo. —Parecía disgustada, y él no la culpó.


El equipo podía ser abrumador, y por sus mejillas sonrosadas y su pelo
revuelto de la cama, no era difícil imaginar lo que habían estado
haciendo. Debía estar avergonzada.

Le tocó el hombro y la llevó de vuelta al dormitorio.

—No tomará mucho tiempo, Livy.

—Si no te importa que te lo diga, aquí está más frío que la teta de
una bruja —dijo Cowboy—. ¿Tienes leña para el fuego?

Trevor metió los pies en las botas de esquí.

—No podemos ser vistos.

Jax mantuvo la puerta abierta y Hawk salió, cruzando los brazos y


entrecerrando los ojos contra la luz del sol.

—¿Cómo me encontraste? —Preguntó Hawk.

—El GPS de tu teléfono.

—¿La explosión no dejó inconsciente a ese pequeño cabrón?

—Envía un ping cada pocos minutos. Usamos tus últimas


coordenadas conocidas.

—Si hubiera sabido que vendrías, habría hecho un pastel.

Jax cruzó hacia Hawk.

—¿Esto es una maldita broma para ti? —preguntó—. ¿Arrastrando


a todo el Escuadrón Alfa a través del país después de que te dieran una
orden directa de no perseguir a Steele?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 159


Amy Gamet Varada con el SEAL

Hawk echó un buen vistazo a su amigo, su hermano SEAL. Habían


pasado por más cosas juntos de lo que la mayoría de la gente podría
imaginar. Lucharon por su país, por el bien sobre el mal y el bien contra
el mal. Habían pasado juntos por la muerte de Ralph. Luego, de alguna
manera, Jax había desaparecido. Dejando caer a Hawk. Dejó caer la
pelota más importante que había tenido en sus manos. Steele.

Hawk agitó la cabeza.

—Tú eres el chiste, Jax.

Jax le dijo un puñetazo en el vientre. Trevor se dobló, pero subió


con un gancho que le dio a Jax en la nariz y en la mejilla con el sólido
puñetazo por el que había estado rogando durante años.

Se sintió bien golpear a Jax. Incluso se sintió bien ser golpeado,


sabiendo que Jax escondía algún tipo de emoción por Ralph en lo más
profundo de su ser. Era la apatía de Jax lo que había sido tan difícil de
soportar. Su respuesta preparada sobre buenas y malas decisiones
tácticas, mes tras mes, mientras su amigo se pudría en el suelo y Hawk
sufría.

Los puñetazos volaron, con una patada al azar lanzada en buena


medida, hasta que ambos hombres estuvieron sudorosos,
ensangrentados y desgastados.

Jax escupió sangre.

—Estás fuera de la Fuerza H.E.R.O, a partir de ahora.

—Dime por qué lo hiciste —dijo Trevor—. Dime por qué fue tan
importante para ti sentarte sobre tus talones y dejaste que Steele se
saliera con la suya asesinando a Ralph.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 160


Amy Gamet Varada con el SEAL

—¿Crees que eso es lo que quería? ¿Qué disfruté dejando que ese
cabrón caminara por la tierra después de lo que hizo? ¡Diablos, no!
Seguridad Nacional me dijo que diera un paso atrás. Estaban en medio
de una investigación activa y si interferíamos de alguna manera, los años
de trabajo para atrapar a Steele se irían por el desagüe.

Trevor agitó la cabeza.

—¿Por qué diablos no me lo dijiste?

—Era necesario solo dejar saber parte. No podía decírtelo.

—¿Y no crees que yo necesitaba saberlo? ¿No confiaste en mí?

—No fue mi decisión. Tenía las manos atadas, Hawk. No había


nada que pudiera hacer sin que la Fuerza H.E.R.O saliera volando del
agua, hasta ahora.

—¿Qué ha cambiado?

—Cuando te volviste un renegado y viniste aquí para perseguir a


Steele, tuve que notificárselo a Seguridad Nacional. Me dijeron que su
investigación estaba en suspenso indefinidamente.

—¿Por qué?

Jax agitó la cabeza.

—No lo sé. No me importa. —Se encontró con la mirada de Trevor—


. Ralph ha esperado lo suficiente por la justicia, ¿no crees?

Hawk levantó sus brazos en el aire.

—¡Hurra! ¡Vamos a atrapar a ese hijo de puta!

Jax agitó la cabeza.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 161


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Tú te quedas aquí.

—¿Qué?

—Insubordinación. Si no puedo confiar en ti fuera del campo,


seguro que no puedo confiar en ti dentro de él.

Hawk se cubrió la boca y apretó las mejillas.

Jax tenía razón, esa era la peor parte. Metodología militar clásica.
La mente de Hawk se aceleró.

—Pero me necesitas. Sé cómo evitar que Steele se lleve a las


mujeres. Tengo acceso a un walkie-talkie que está conectado a alguien
que está justo en su complejo, y conozco la única entrada que no está
asegurada.

—Dame lo que tienes, Hawk.

Hawk lo miró fijamente, decidido a ganar esta batalla de


voluntades.

—De ninguna manera. No estarías aquí si no fuera por mí. Yo soy


el que vio morir a Ralph; yo soy el que no lo dejó pasar. Merezco estar
allí, maldita sea.

Jax maldijo en voz baja.

—Bien, pero eso no significa que hayas recuperado tu trabajo.

—Trato hecho.

Volvieron a entrar.

—Deja la puerta abierta —dijo Cowboy—. Hace más calor afuera


que aquí —Ladeó la cabeza y miró a Hawk—. Es un milagro que vosotros

Serie Fuerza H.E.R.O 1 162


Amy Gamet Varada con el SEAL

dos no murierais congelados. ¿Cómo os calentasteis? —Una sonrisa


diabólica se extendió por su cara.

Matteo se rió.

—Cállate, Cowboy —dijo Hawk.

La voz de Jax se elevó por encima de los demás.

—Dime por qué no puedes ser visto. Estás lo suficientemente lejos


de la casa de Steele como para no tener problemas.

—Los matones de Steele vinieron en busca de una fugitiva de su


cargamento actual. —Les informó sobre la misteriosa moto de nieve y la
llamada por radio.

—Bien por la que se escapó —dijo Matteo.

Trevor se cruzó de brazos.

—Tenemos que salvar al resto de las chicas.

Jax asintió.

—De acuerdo. Dinos lo que sabes sobre el recinto y trazaremos


nuestro plan.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 163


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Veintinueve
Olivia se acurrucó contra el frío, escuchando la subida y bajada de
las voces de los hombres que había al final del pasillo. La de Trevor no
había tardado más de media hora en haber vuelto dentro, tiempo que ella
había pasado preocupándose por su reacción al regreso de su memoria.

¿Se había olvidado de que ella estaba aquí, esperándolo?

La llegada de sus compañeros de equipo trajo a la luz otro lado de


Trevor que no había visto antes, un lado golpeado en testosterona y frito
en adrenalina.

La puerta del dormitorio se abrió y ella se sobresaltó.

—Siento haber tardado tanto —dijo Trevor—. ¿Qué pasa?

Él vino y se sentó en la cama junto a ella. La energía que venía de


él desmintiendo su postura casual, como si pudiera saltar a la acción en
cualquier momento.

Ella se lamió los labios.

—Recordé algo. O alguien.

Sus cejas se juntaron.

—¿Quién?

—Mi prometido.

Él se enderezó.

—Oh.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 164


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Pensé que deberías saberlo, ahora que… somos amantes y todo


eso.

—¿Cómo te sientes sobre él?

—No lo sé. Siento muchas cosas, honestamente.

—Ya veo.

—No, Trevor, no creo que lo hagas. —Ella se miró las mano—.


Todavía no lo recuerdo todo, pero sé que estaba huyendo de mi propia
boda. No iba a casarme con él.

—¿No lo ibas?

—No. No sé por qué, pero casi creo que le tenía miedo.

—¿Abusó de ti?

Ella agitó la cabeza.

—No lo sé. Ojalá pudiera explicarlo… Es como tratar de adivinar la


imagen final del rompecabezas cuando sólo tienes algunas de las piezas.

Él tomó su mano en la suya.

—Tienes tiempo. No necesitas recordar todo en este momento.

Alguien golpeó tres veces en la puerta del dormitorio.

—Salimos en cinco minutos, Hawk.

Olivia miró a la puerta, luego de vuelta a Trevor.

—¿Qué está pasando?

—Van a ayudarme a ir tras el asesino de Ralph.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 165


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella todavía no quería saber exactamente qué quería decir con “ir
tras”, pero sonrió porque sabía lo que su apoyo significaba para él.

—Eso es genial.

—Quiero que vengas cono nosotros al helicóptero. Estarás a salvo


allí mientras completamos la misión.

Pensó en el pánico y el miedo que había experimentado la última


vez que la dejó sola.

—Pensé que nunca me lo pedirías.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 166


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta
Dejaron a Olivia en el helicóptero y subieron la montaña en quads
de tres hombres, cada uno de ellos equipados con gafas de visión
nocturna y el sistema de comunicación que necesitarían para el viaje. En
esto era en lo que la Fuerza H.E.R.O eran buenos, infiltrarse en el
territorio enemigo... y Hawk estaba agradecido de que la misión que
habría estado probando como una operación en solitario ahora tuviera
todas las capacidades del equipo.

Casi todo lo que Trevor perdió en el accidente, la Fuerza H.E.R.O


lo había llevado a Warsaw Mountain. El helicóptero estaba cargado de
armas, municiones y explosivos, más que suficientes para derribar el
puente al otro lado de la montaña y atrapar el envío de chicas de Steele.

Trevor y Jax se vistieron con el equipo de escalada, sus arneses


llenos de C-4, y se deslizaron por las columnas de piedra del puente para
colocar las cargas.

Trevor se balanceó sobre el río congelado que había abajo, mirando


la altura de la enorme estructura antigua.

—¿Crees que el estado nos enviará una carta de agradecimiento?


Les estamos ahorrando mucho trabajo.

Jax sonrió a regañadientes.

—No espero que lo hagan.

Cowboy bajó por una columna de piedra, con los bolsillos llenos de
detonadores.

—Entonces, sobre Olivia…

—Olvídalo, Cowboy, está comprometida —dijo Trevor.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 167


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Mierda. —Insertó el detonador en un bloque de C-4 y envolvió el


explosivo plástico a su alrededor—. Se parece un poco a Brooke Barrons,
¿sabes? Esa mujer está buenísima.

La cabeza de Jax giró bruscamente.

—Es Brooke Barrons —dijo Trevor.

Cowboy le dio un puñetazo en el hombro.

—¡De ninguna manera, amigo! ¿Te tiraste a una estrella de cine?

Jax levantó la mano a la cara de Cowboy, y se giró hacia Hawk.

—En serio, ¿ella es realmente Brooke Barrons?

Hawk se encogió de hombros.

—Sí, ella realmente lo es. Se lo dije, pero no estoy seguro de que


ella realmente lo recuerde. Su memoria está un poco como el queso suizo
por el accidente, pero está volviendo poco a poco.

La expresión de Jax era mortalmente seria.

—¿Cómo lo sabes?

Hawk sonrió.

—No tenía idea que eras fan de ella.

—No lo soy —dijo Jax—. Repito, ¿cómo sabes que ella es Brooke
Barrons?

Cowboy ladeó la cabeza.

—¿Qué está pasando?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 168


Amy Gamet Varada con el SEAL

Hawk se encogió de hombros.

—Tiene un pequeño tatuaje en el culo que dice Brooke. ¿Por qué?


¿Cuál es el problema? ¿Nunca antes habías conocido a una persona
famosa?

Jax se volvió hacia Hawk.

—Ayer por la tarde, el gran benefactor de Brooke Barrons salió en


la televisión para pedir ayuda al público para localizarla. Dice que los dos
están comprometidos.

—Todo está bien. Ya sé que ella está comprometida.

Jax continuó como si no se hubiera enterado.

—Su nombre es Marco Acero.

—¿Debería sonar una campana con eso? —preguntó Hawk.

—Oh, joder —dijo Cowboy.

Jax entrecerró los ojos a Hawk.

—¿Sabes lo que significa Acero?

Hawk frunció el ceño.

—¿Significa?

—Crecí en la frontera mexicana —dijo Cowboy—. Y Acero es Steele


en español.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 169


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y uno


El exterior del Fuerza H.E.R.O Chopper5 One parecía salido de una
película militar, pero el interior era una sorpresa. Dividido en dos
secciones, el compartimento delantero tenía asientos de cuero para ocho
personas, con lo que parecían dos monitores de ordenador y una consola
metálica de algún tipo.

Olivia había llegado a ver el compartimento trasero cuando los


chicos descargaron algunos vehículos inusuales de la parte trasera, pero
fue el arsenal de armas en sus paredes lo que realmente captó su
atención.

Los hombres se habían ido hacía más de una hora, posiblemente


dos, y estaba agradecida por el calor que había dentro del helicóptero y
por el alojamiento relativamente lujoso. También estaba agradecida por
estar tiempo a solas y pensar.

Ahora que la Fuerza H.E.R.O había llegado, su tiempo en la cabaña


con Trevor había terminado. No estaba segura de lo que eso significaba
para ellos o, lo que era más importante, de lo que significaba para ella
ahora que no tenía a dónde ir.

Debes tener algún hogar en alguna parte. Sólo necesitas recordar


dónde y encontrarlo.

Ella se mofó. Era más fácil decirlo que hacerlo.

Realmente esperaba que la relación con Trevor continuara después


de que la nieve se derritiera y las carreteras se despejaran. A ella le
gustaba mucho más de lo que debería después de solo unos pocos días,
y de alguna manera sospechaba que siempre se sentiría como si él fuera

5
N. T.: Helicóptero.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 170


Amy Gamet Varada con el SEAL

todo su mundo… tal y como lo había sentido antes de que su memoria


comenzara a regresar.

Él era ese tipo de hombre.

Levantándose, se dirigió a la consola y comenzó a mirar los


diferentes controles, palabras salían del caos de botones y diales.

Infrarrojo.

Radar.

Secuencia de lanzamiento.

Periscopio.

Pensé que los periscopios eran solo para los barcos.

Caminaba de un lado al otro por el pasillo en miniatura, su mente


flotando en los momentos que había pasado con Trevor. Su amabilidad.
Su fuerza. Lo bien emparejados que estaban en el dormitorio.

Probablemente ni siquiera vivían en la misma ciudad. Eso


planteaba un problema. Se preguntaba si su carrera de actriz era
fácilmente transferible a otro lugar, y si Trevor pensaría que lo estaba
acosando si lo seguía hasta el fin del mundo y de regreso.

Se rió de sus propios pensamientos.

Acosando, en efecto.

La puerta del helicóptero por detrás de ella se sacudió, y ella sonrió


ampliamente mientras se daba la vuelta, feliz de que los hombres
hubieran regresado tan pronto.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 171


Amy Gamet Varada con el SEAL

Pero la puerta no se abría, simplemente se sacudía, la manija se


movía cuando alguien del otro lado intentaba entrar. Un sabor metálico
se apoderó de la boca de Olivia.

El sabor del terror.

Una voz de hombre gritó.

—¡Déjame entrar, Brooke!

Trevor la llamó Olivia. Cualquier otra persona de la Fuerza H.E.R.O


debería poder entrar sin su ayuda. Pero ella le gritó:

—¿Quién eres?

Trevor le había dicho que las puertas y ventanas eran a pruebas de


balas. Como si estuviera en el momento justo, alguien disparó a la
ventana a la que ella estaba mirando. El daño parecía una ficha del
tamaño de una bala en el cristal, y ella gritó mientras se añadían varios
disparos más a la colección.

Cayó al suelo de cuclillas. Por un momento consideró tratar de


hacer volar al helicóptero, y luego rápidamente descartó la idea por
estúpida. Necesitaba llegar a las armas, pero si el compartimento trasero
estaba conectado a este, no tenía ni idea de cómo.

Los disparos continuaron mientras se arrastraba hacia la pared


que separaba las dos habitaciones. En la tenue luz de la única lámpara
pasó sus manos por el zócalo, buscando algún tipo de mecanismo de
apertura. Al no encontrar ninguno, se movió más alto.

Los disparos cesaron, y Olivia se preguntó si era una buena señal


o una mala. Varios de sus dedos se rasgaron contra algo afilado,
abriéndole la piel y haciéndola sangrar.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 172


Amy Gamet Varada con el SEAL

¡Tiene que haber una forma de entrar al compartimento desde aquí!

Un fuerte chirrido retumbó a través del helicóptero. ¿Qué estaba


haciendo ahí fuera? Otra ronda de disparos, aunque esta vez sonó como
si viniera de una dirección diferente.

Su mano rozó un control eléctrico, y rápidamente lo presionó hacia


abajo. El alivio fue instantáneo cuando la puerta entre el compartimento
del asiento y la sala de armas comenzó a deslizarse hacia un lado. Tan
pronto como pudo meter su cuerpo a través de la abertura, se arrojó a la
oscuridad.

Directa a los gruesos y musculosos brazos de un hombre.

—Gracias por abrir la puerta, Brooke —Se rió.

El aroma a olor corporal asaltó su nariz mientras ella se balanceaba


en sus brazos violentamente, golpeándole la cara, pero él solo agarró sus
muñecas y maldijo en voz alta en su oído.

—¡Basta ya! No voy a hacerte daño.

Ella continuó peleando y él la agarró más fuerte hasta que le fue


casi imposible respirar.

—Fue muy gracioso lo que hiciste, Brooke. Tendiéndome una


trampa con esa chica y luego huyendo. Eres una maldita comediante, ¿lo
sabías?

—¡Suéltame! —Gimoteó, tratando de poner su rodilla entre sus


piernas para poder golpearla en su ingle.

—No sé qué coño te pasa, pero tenemos que ir a ver a Marco.

Olivia dejó de moverse.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 173


Amy Gamet Varada con el SEAL

—¿Marco?

—Sí. Ha estado muy preocupado desde que tu hermana le dijo que


no te presentaste en el aeropuerto.

Mi hermana. ¡Tengo una hermana!

La imagen de una chica de veinte años con el pelo negro rizado le


vino a la mente.

—¿Bella? —Preguntó.

—Sí. ¿Vas a dejar de intentar patearme en las pelotas para que


podamos subir allí, o tengo que sujetarte o algo así?

—Quiero quedarme aquí —dijo.

—Bueno, esa no es una opción.

—No voy a volver con Marco.

Él sonrió.

—¿Qué, solo porque te estás tirando a un tipo en el bosque, crees


que tú y Steele ya no podéis ser felices para siempre? No diré nada si tú
no lo haces.

Se sintió enferma, el sabor metálico de nuevo en su boca.

—¿Cómo sabes eso?

—Te he estado buscando, Brooke. Y también te encontré, cuando


todavía tenía la moto de nieve. Vosotros dos habéis estado sin un fuego
sin una buena razón. —Se rió—. Y déjame decirte, vosotros dos sois como
un par de conejos muy ruidosos.

La vergüenza la inundó.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 174


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Ahora vamos, labios calientes, es hora de que subamos a la


montaña. Tomé mi moto de nieve después de que os fuerais hoy, muchas
gracias.

—No voy a ninguna parte contigo.

—Oh, ¿no? Mira, esto es lo que estoy pensando. Marco quiere que
te encuentre, así que te encuentro, nosotros estamos bien. Pero si no
puedo encontrarte, todavía estoy en problemas, así que podría llevarle a
tu nuevo novio en su lugar.

Sus ojos se abrieron de par en par.

—Trevor no tiene nada que ver con esto.

—Estás bromeando, ¿verdad?

—¿Qué?

—Jesús, no estás bromeando. —Él sacudió la cabeza y se rió—.


¿Cuáles son las probabilidades de que te tires al mismo tipo que tiene un
asunto con Marco?

Olivia se quedó quieta, una imagen horrible comenzando a emerger


de los puntos que todavía no había conectado. Tragó con fuerza.

—¿Qué quieres decir con tiene un asunto con Marco?

—Ellos tienen una historia, los dos.

—¿Marcos y Trevor?

Sus cejas se juntaron.

—Pensé que su nombre era Hawk.

De repente se sintió mareada.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 175


Amy Gamet Varada con el SEAL

Trevor iba tras Marco.

Marco fue quién mató al amigo de Trevor, Ralph.

Las palabras de Trevor volvieron a ella. Van a ayudarme a ir tras el


asesino de Ralph.

—Llévame allí —dijo ella.

—Pensé que no querías ir.

—¡Maldita sea, quienquiera que seas, simplemente llévame allí!


¡Ahora!

Serie Fuerza H.E.R.O 1 176


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y dos


Se parecía un poco a Brooke, y esa fue su perdición.

Marco Steele siempre mantuvo una mano firme en las riendas de


sus emociones. Sabía que no debía mezclar los negocios con el placer, y
seguro que sabía que no debía tocar la mercancía. Pero se parecía a
Brooke, sólo un poco alrededor de los ojos, y una mano salió del
cavernoso abismo de la pérdida que él había estado bordeando desde que
ella desapareció.

Señor, ¿quiere una mamada?

Cerró los ojos y dejó escapar un profundo gruñido. Ella no lo estaba


haciendo bien, no era tan inocente o experimentada, o simplemente
perfecta como su Brooke. Alejó la frente de la mujer y agarró su pene con
la mano, moviéndolo.

—Lame mis bolas —ordenó—. Chúpalas en lo profundo de tu boca.

Sus ojos no eran como los de Brooke, ahora que podía verlos de
cerca. Nadie sería tan guapa como Brooke, o tan perfecta. Había sido un
tonto al pensar que esta mujer podría cambiar eso, pero ahora necesitaba
correrse.

Abrió los ojos para mirarla. Se bombeó a sí mismo, más fuerte esta
vez. Quería follarle la boca, pero ella seguía haciéndolo mal y se estaba
enfadando, lo que le hizo querer hacerle daño.

O tal vez fue porque se parecía a Brooke que él deseaba hacerla


llorar con su mano abierta hasta que gritara.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 177


Amy Gamet Varada con el SEAL

¿Cómo pudo ella hacerle esto? ¿No sabía que él la amaba más de
lo que nadie jamás podría haberlo hecho? Se había ocupado de ella.
Dándole todo lo que siempre podría pedir y más.

Si no fuera por él, ella no sería nadie, nada en absoluto. Olivia


Grayson no era nadie, pero Brooke Barrons era una estrella.

Los dientes le rasparon el escroto, haciéndole endurecerse y gritar.

—¡Cuidado! —Cerrando los ojos, era la boca de Brooke en la que se


estaba hundiendo, y a ella le encantaba su sabor, la intimidad de este
acto, a pesar de que Brooke nunca lo había tomado en su boca.

Un tipo puede soñar.

Ella ya no era Brooke. Ella no era nadie, estaba allí solo para su
placer. Cuando estuvo satisfecho, le soltó el pelo y ella cayó al suelo como
una muñeca de trapo.

—Levántate —dijo.

Sus ojos preocupados se volvieron grandes y redondos.

—Sé amable conmigo ahora.

Él se rió y le agarró la muñeca tirándola hacia abajo hasta que ella


se inclinó sobre su regazo.

—Así no es como funciona esto.

La golpeó bruscamente, con los ojos cerrados de nuevo.

—Ahora dime que lo lamentas por haber huido.

Ella se quedó callada.

La golpeó de nuevo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 178


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Siento haber huido.

Comenzó a relajarse.

—Ahora dime cuánto me amas.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 179


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y tres


La Fuerza H.E.R.O llegó al complejo de Steele con la última luz del
atardecer, los colores desvaneciéndose en la escala de grises, y
escondieron sus vehículos en los bosques cercanos. Continuaron a pie,
dirigiéndose al recinto bajo la cubierta de pinos que rodeaban el
perímetro.

La rodilla de Hawk mejoró mucho con la ayuda de una férula de


Logan, y se movió con rapidez y con un andar de guerrero experto, con
sus armas enganchadas y metidas por todo el cuerpo.

La puerta de servicio del complejo de Steele estaba oculta en la


parte posterior del recinto, detrás de varios contenedores de basura.
Hawk sólo sabía que estaba allí porque había estado estudiando mapas
y fotos de satélite. Como la voz del otro lado del walkie-talkie había
prometido, la puerta parecía estar cerrada con llave, pero de hecho estaba
abierta.

Los hombres entraron detrás de él... Logan y Matteo en su camino


para infiltrarse en los sistemas de comunicación y control, Cowboy en la
hierba justo dentro de la cerca para patrullar en busca de tangos6, y Jax
en la espalda de Hawk mientras iba en busca de Steele.

El complejo estaba formado de cuatro edificios: un gran almacén,


la residencia privada de Steele, un pequeño edificio de oficinas y un
cuartel para los hombres de Steele. La residencia estaba a oscuras, así
que Hawk corrió hacia el edificio de oficinas, moviéndose casi en silencio
con sus botas de combate.

Varias ventanas brillaban, y se dirigió hacia la más alejada de la


fachada del edificio, agachándose y mirando hacia adentro. Una cocina,

6
N. T.: Nombre dado en el ejército a un objetivo localizado y confirmado.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 180


Amy Gamet Varada con el SEAL

vacía. Junto a ella, una sala de estar, también vacía. La tercera ventana
detuvo a Hawk en su camino.

Steele estaba recostado en el borde de su escritorio, una mujer


desnuda arrodillada frente a él. Steele echó la cabeza hacia atrás para
que sus ojos se alinearan con su escondite fuera de la ventana, y Hawk
y Jax retrocedieron a la oscuridad.

—No creo que nos haya visto —dijo Jax.

—No, creo que está muy ocupado. —Hawk entrecerró los ojos al
cristal de la ventana, enfocándose en la malla de alambre que había visto
en su interior y siguiendo los alambres hasta una pequeña caja—. Esa
ventana está conectada a una alarma. Si disparamos desde aquí,
tendremos una oportunidad, y alertaremos a los tangos al mismo tiempo.

Jax agitó la cabeza.

—Apuesto veinte dólares a que es cristal a pruebas de balas.


Tenemos que entrar. Al menos está distraído.

La mujer se levantó y Steele la volvió a mirar.

—Esa chica no tiene más de veinte años —dijo Hawk.

—Supongo que está más cerca de los quince. —Jax golpeó en su


auricular—. Logan, ¿estás dentro?

Una voz respondió en sus oídos.

—Tengo el sistema de comunicaciones en línea. Trabajando en el


resto.

Hawk pudo ver mejor a la chica cuando Steele la colocó sobre su


regazo y comenzó a azotarla.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 181


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Ella no está disfrutando eso —dijo.

—¡Logan, te necesito en ese sistema! —dijo Jax.

—Dos minutos más… —Logan parecía que se estaba esforzando


físicamente—. Estoy dentro. Tengo las cámaras de seguridad por todo el
edificio y el perímetro. Climatización, electricidad, todo.

—Tenemos a una adolescente siendo violada en el edificio de


oficinas. ¿Puedes activar el sistema de rociadores antiincendios?

—Dame un minuto —respondió Logan.

Hawk y Jax hicieron contacto visual, sabiendo cuánto podía pasar


en un minuto.

—Si no lo consigue en sesenta segundos —dijo Hawk—. Voy a


disparar a esa habitación.

—Lo conseguirá —contestó Jax.

Miraron hacia atrás a través de la ventana. La chica estaba


sollozando abiertamente ahora, y el dedo de Hawk se sacudió en su arma.

Los aspersores se encendieron en la habitación y el agua se


derramó por todas partes. Steele arrojó a la niña al suelo en su prisa por
ponerse en pie, corriendo rápidamente fuera de la habitación mientras se
sostenía los pantalones.

—Buen trabajo, Doc —dijo Jax—. Ahora desactiva la alarma.

—Hecho.

Hawk se movió a la ventana de la cocina. Steele estaba solo y


parecía estar maldiciendo mientras limpiaba su ropa mojada con una
toalla. Hawk se mudó a la siguiente habitación de al lado, que estaba

Serie Fuerza H.E.R.O 1 182


Amy Gamet Varada con el SEAL

oscura, y encendió sus gafas de visión nocturna. Era una oficina, un


punto de entrada perfecto. Sacó el cortavidrio y los cortaalambres de su
mochila y se puso a trabajar.

Estaba casi dentro cuando Logan volvió a hablar.

—Tenemos problemas. Brooke Barrons acaba de entrar por la


puerta principal.

Hawk se congeló, su corazón contra el pecho.

—¿Olivia?

—Esa es. Está con un hombre considerablemente más alto que ella.

—¿Estás seguro de que es ella?

—Mi madre solía ver: “The Young and the Restless7”.


Definitivamente es ella —dijo Logan.

Hawk se volvió hacia Jax.

—¿Por qué nos seguiría? Le dije que se quedara en el helicóptero.

Jax se encogió de hombros.

—Está comprometida con él. Tal vez ella quería estar aquí. Logan,
corta los aspersores.

Olivia recuperó la memoria y lo primero que hizo fue ir a ver a su


prometido. Quería golpear con el puño algo duro. Ni siquiera podía
esperar a que él volviera al helicóptero para decirle adónde iba.

—Espera un segundo —dijo Hawk—. ¿Cómo llegó aquí, Logan?

7
N. T.: Telenovela Los Jóvenes y los Inquietos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 183


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Déjame rebobinar el video de vigilancia —respondió Logan.

Jax miró intensamente a Hawk.

—Eso no cambia nada, ¿verdad?

—El infierno que sí, lo hace —dijo Hawk.

La voz de Logan era tranquila en sus oídos.

—Comprobando, espera…

La mente de Hawk se aceleró mientras esperaba, buscando


cualquier otra explicación para su presencia aquí ahora mismo y no
encontrando ninguna.

—Lo tengo —dijo Logan—. Ella llegó en una moto de nieve con el
hombre alto.

—Gallant —dijo Hawk. Se encontró con la mirada de Jax—. Es el


secuaz de Steele. Es el que torturó a Ralph antes de que Steele lo matara.

—¿Qué demonios está haciendo con ella? —preguntó Jax.

Hawk agitó la cabeza.

—No tengo ni idea. Pero no podemos asumir que ella esté aquí por
propia voluntad. —Incluso cuando lo dijo, sabía lo que el resto del equipo
estaba pensando. Que era un tonto, pura y simplemente.

Apretó los dientes y quitó cuidadosamente el cristal, colocándolo


en la nieve detrás de ellos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 184


Amy Gamet Varada con el SEAL

—A mis seis8. —Le dijo a Jax, y luego entró al cuarto oscuro por los
pies por delante.

Un teléfono sonó en la distancia cuando Jax subió detrás de él, y


se deslizaron a través de la cocina y hacia la puerta abierta de la oficina
de Steele.

—¿Qué pasa? —dijo Steele al teléfono—. Ya era hora, maldita sea.


¿Sabes cuánto me cuesta a alimentar a esta gente durante tres semanas?
¿Qué hay de los caminos entre aquí y el puente? —Asintió con la cabeza—
. Excelente. Así que las trasladamos temprano por la mañana. Y dile a
D’jar que hay un recargo del diez por ciento para cubrir los gastos
imprevistos. No dirijo una pensión para indigentes del tercer mundo.

Hawk aguzó los oídos para oír colgar el teléfono, y luego Steele
volvió a hablar. Hawk se acercó desesperado por una imagen.

—Sí, soy Marco Acero. Teniente Richards, por favor.

Hawk solo podía ver el escritorio.

Steele estaba encorvado en la silla del escritorio. Pasaron varios


minutos antes de que volviera a hablar.

—Teniente soy Marco Acero de nuevo. ¿Se sabe algo de la señorita


Barrons? —Se frotó las sienes—. Ya veo. En el video, ¿estaba
conduciendo ella misma, o conducía alguien más?

Así que estaba tratando de localizar a Olivia, y sin mucho éxito.


Trevor se movió silenciosamente sobre su brazo opuesto. No podía
disparar a Steele desde este ángulo.

Logan estaba de vuelta en el sistema de comunicaciones.

8
N. T.: Termino militar para expresar justo detrás de mí, o a mi cola.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 185


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Olivia y Gallant se dirigen a la oficina de Steele.

¡Cuelga el jodido teléfono, Steele!

Steele abrió un cajón y sacó un marco de fotos. Aunque Trevor no


podía ver lo que contenía, apostaba a que era una mujer a la que ambos
conocían bien, una mujer que en ese preciso momento se dirigía a esta
oficina y regresaba a los brazos de su prometido.

La bilis amarga cubrió la parte posterior de la garganta de Hawk.

Steele continuó.

—No estoy de acuerdo, Teniente. No se habría ido por su propia


voluntad. Si ella estaba conduciendo, entonces claramente había alguien
más en el vehículo controlando sus acciones. —Su mano se convirtió en
un puño—. Bien, sí, lo haré —Colgó el teléfono y se recostó en su silla.

Maldición.

Sólo podía disparar al brazo de Steele.

Un disparo en el brazo era mejor que ningún disparo. Le metió dos


balas en el brazo izquierdo de Steele y se agachó en el suelo. Jax estaba
justo detrás de él, con el arma desenfundada.

Steele estaba gritando y sacó una pistola de su escritorio. Hawk le


disparó en la mano antes de que Steele pudiera apuntarla hacia ellos.
Hawk sabía que debía matarlo ahora, así de fácil, unos cuantos disparos
en el pecho y el bastardo se iría para siempre. Pero quería ver a Steele
sufrir como Ralph.

—¿Me recuerdas, hijo de puta? —Le preguntó, con su pistola


apuntando todavía a Steele.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 186


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Por favor… —dijo Steele, acunando un brazo herido con el otro y


llorando.

—Es importante para mí que lo recuerdes —dijo Hawk,


acercándose a la distancia entre ellos—. Mataste a un buen hombre la
última vez que nos vimos, y quiero que sepas que vas a morir.

La foto que Steele había estado mirando estaba ahora en su


escritorio. Era de Olivia, aunque en la foto ella era mucho más joven. Una
foto de sus primeros días como actriz, tal vez. Los celos latían como un
tambor en su pecho, ansiosos por controlar su cuerpo y lengua.

—Sé dónde está tu preciosa Olivia.

Cualquier color que quedaba en la cara del otro hombre se drenó


al mencionar su nombre.

—No es posible —susurró.

—Pero yo ya no la llamaría “tuya”.

La expresión de Steele era de dolor.

—¡Si le haces daño, te mataré!

Hawk apuntó su arma a la oreja de Steele.

—No vas a tener esa oportunidad. Pero puedo asegurarte que no le


hice daño. Ella amó cada minuto de follarme. —Su dedo se movió para
apretar el gatillo.

—¡Trevor, no! —El grito de Olivia se arrancó de las profundidades


del pecho, y se dio la vuelta para encontrarla a ella y a Gallant de pie en
la puerta abierta.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 187


Amy Gamet Varada con el SEAL

Gallant inmediatamente envolvió su brazo en el cuello de Olivia,


sosteniéndola contra su pecho y con una pistola en su cabeza.

—Deberías escuchar a la dama —Le dijo—. Porque si matas a


Marco, yo tendré que matarla.

Gallant era un tonto. Él era mucho más alto que Olivia, ella no era
una especie de escudo. Hawk disparó una bala directamente a la cabeza
de Gallant, y el gigante cayó al suelo, arrastrando a Olivia con él. Ella
gritó histéricamente mientras se liberaba.

—¿Qué estás haciendo? —gritó ella.

—Este es el hombre que mató a Ralph —dijo Hawk—. Se quedó allí


y observó como ese inútil pedazo de mierda lo torturaba, luego tomó un
cuchillo y él mismo terminó con su vida.

Su cabeza cayó hacia adelante y pensó que podría desmayarse,


pero ella la volvió a levantar un momento después.

—Pues mételo en la cárcel. —Caminó hacia Hawk con un andar


tambaleante—. Pero no lo mates. Te lo ruego.

—¿Por qué? —preguntó Hawk—. ¿Él significa tanto para ti? ¿No
soportas ver sufrir al hombre que amas?

—No. Quiero respuestas. Necesito saber qué les pasó a Ellie y a


Frank. Tengo que recuperar toda mi memoria para poder seguir adelante
con mi vida. Quizás no pueda hacerlo si él está muerto.

—Vamos —dijo Trevor, burlándose.

—¿Qué quieres decir?

—Venga sigue adelante. No llegaste a la parte donde sientes que le


debes algo por cuidarte todos estos años.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 188


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Eso no es justo. No es tan simple.

—Claro que lo es, Livy.

Ella bufó.

—No me llames así. Marco tiene sus problemas…

—Marco Steele es un traficante de personas que violó a una


adolescente en este escritorio hace una hora.

Ella se marchitó físicamente.

Hawk estaba gritando ahora.

—Ahora, ¿qué tal si me dices cómo diablos terminaste


comprometida con ese monstruo?

Ella se cruzó de brazos.

—No es asunto tuyo.

—Él no es quien tú crees que es, Olivia.

—¡No, tú no eres quien yo creía que eras! Hiciste que tu trabajo


sonara noble. Importante. ¡Pero le disparas a un viejo en el brazo y le
dices que te acostaste conmigo! ¿Qué tan honorable es eso?

Trevor deseaba no haberla conocido nunca, deseaba que su coche


no se hubiera atascado en la nieve, que no hubiera habido ningún
impedimento entre ella y su amante en la cima de esta montaña de
mierda.

—Hemos terminado aquí. —Él se giró sobre sus talones.

—Eso no traerá a Ralph de vuelta, Trevor —dijo ella.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 189


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él siguió caminando.

—Si te importo, deja que la policía se encargue. Si lo que dices es


verdad, irá a la cárcel. No necesitas matarlo.

Él se dio la vuelta.

—¿No lo entiendes? Quiero matarlo. Lo quiero muerto y quiero ser


la razón por la que él deje de respirar. ¡Quiero venganza, maldita sea!
Quiero que pague por lo que hizo.

—Entonces hazlo por mí —dijo ella—. Mantenlo vivo por mí.

—¿Porque lo amas?

Jax disparó su arma detrás de Hawk, y todos se volvieron para ver


qué pasaba. Estaba Steele, con sangre en el abdomen y una pistola
diferente colgando de su mano.

—El último tiro es tuyo si lo quieres —dijo Jax, mirando a Hawk.

Hawk miró a los ojos de Olivia, luego levantó su arma y la apuntó


a Steele.

—¡No! —El grito penetrante de Olivia resonó en la habitación, y la


determinación de Hawk vaciló. Aunque no tenía ninguna duda de que
Steele merecía morir, de repente se preguntó si Olivia merecía ver cómo
mataban a su prometido.

Hawk bajó su arma y miró directamente a Olivia. Haría lo que ella


le pidiera. Dejaría vivir a Steele, aunque sólo fuera porque ella se lo pidió.

Jax se acercó a Steele y sacó un par de esposas, pero se le


atascaron en su uniforme táctico y Jax dobló la cabeza para liberarlas.
En una fracción de segundo fue rechazado, Steele metió su brazo bueno
debajo de su escritorio.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 190


Amy Gamet Varada con el SEAL

Está buscando un arma.

¡No!

Hawk levantó su arma una vez más, apuntándola sobre Steele en


el mismo momento en que Steele apuntó el arma a Jax.

Hawk apretó el gatillo, un tiro perfecto en el pecho de Steele.

La cabeza de Jax se giró bruscamente a Hawk.

—Santa Mierda —dijo Hawk.

—¿Cómo pudiste? —preguntó Olivia.

Hawk se giró para verla parada justo donde había estado, mirando
a Steele y supo que estaba en estado de shock. Jax también lo sabía,
porque dijo:

—Logan, envía a Red y Cowboy para liberar a las prisioneras. Ten


necesitamos aquí para una evaluación médica de Olivia.

—Lo siento —dijo Hawk, pero ella no pareció oír.

Hawk miró largo y tendido al cadáver de Steele, luego se giró y


caminó hacia la puerta. Olivia nunca lo perdonaría por esto, pero no
podría perdonarse a sí mismo si dejara que Steele matara a otro de sus
hermanos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 191


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y cuatro


Los hombres de la Fuerza H.E.R.O regresaron al helicóptero y
recogieron sus armas y equipo. Matteo se acomodó en el asiento del piloto
mientras Cowboy, Logan, Hawk, Jax y Olivia se abrochaban el cinturón
de seguridad para el viaje.

No había hablado con Hawk desde que mató a Steele.

—¿Hacia dónde nos dirigimos? —preguntó Hawk.

—Estamos trabajando en las instalaciones del escuadrón Gamma.


Nos quedamos allí esta noche —dijo Jax—. Olivia, pasarás la noche en la
enfermería.

Ella asintió.

—Alguien debería llamar a Jessa cuando volvamos —dijo Cowboy.

Hawk frunció el ceño ante la mención de la viuda de Ralph, su


nombre tan profundamente arraigado con el doloroso recuerdo de la
muerte de Ralph, aunque Hawk estaba agradecido de que finalmente
tuvieran buenas noticias que darle.

—Yo iré conduciendo allí cuando volvamos al escuadrón Gamma


—dijo Jax.

Las cejas de Hawk se alzaron.

—¿A casa de Ralph?

Cowboy miró de Hawk a Jax.

—¿Qué es eso, algo como, un viaje de quince horas?

—Dieciséis —dijo Jax.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 192


Amy Gamet Varada con el SEAL

Hawk y Cowboy intercambiaron una mirada.

—Jax, ¿has estado en contacto con Jessa desde que murió Ralph?
—preguntó Cowboy.

—No.

Matteo puso en marcha el helicóptero, el ruido desalentó


instantáneamente la conversación, incluso cuando los hombres se
pusieron los auriculares de comunicación.

Jax miró por la ventana y Cowboy miró a Hawk, haciendo una


clásica forma de reloj de arena con sus manos, exagerando el tamaño del
culo y señalando a Jax con un guiño.

De ninguna manera.

Si bien era cierto que Jessa McConnell tenía un hermoso trasero,


uno de los atributos favoritos de Jax en una mujer, no había manera de
que Jax estuviera interesado en la ex esposa de Ralph.

¿Verdad? Eso sería demasiado… raro.

La voz de Cowboy llegó a través del sistema de comunicaciones.

—Sabes, Jax, dormí en el helicóptero cuando vinimos antes. Puedo


conducir yo a la casa de Jessa si quieres. Te dará la oportunidad de
dormir.

Hawk miró de reojo a Jax para evaluar su reacción. Juraría que la


postura del otro hombre se puso rígida ante la sugerencia.

—No, ya me encargo yo, Cowboy —dijo Jax—. Pero gracias por la


oferta.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 193


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y cinco


Diecinueve horas más tarde, Jax se quedó sentado en su coche y
miró fijamente la casa de color amarillo pálido al otro lado de la calle. Un
columpio de neumáticos colgaba de un árbol en el patio, y se imaginó al
hijo o la hija de Ralph jugando allí solo.

¿Jessa había tenido un niño o una niña? De cualquier manera, se


comió a Jax por dentro pensar que el niño crecía sin el padre que lo
hubiera amado tanto.

El niño sería hermoso, estaba seguro. Incluso la mitad de los genes


de Jessa se habrían asegurado de eso. Se imaginó que había tenido a una
niña con el pelo negro como el suyo, la sangre Cherokee mostrándose
fuerte en la cara de la niña.

Nunca conocería a su padre.

Fue culpa de Jax. Todo ello. Sus decisiones habían hecho que
mataran a Ralph, y Jax comía, dormía y se bañaba con el peso de esa
responsabilidad todos los días.

Había conducido toda la noche para llegar aquí, sin detenerse a


dormir y apenas permitiéndose pensar mientras las estaciones volaban
por su ventanilla. Se lo debía a Jessa. Demonios, le debía mucho más
que eso, pero esa era una deuda que él siempre sería incapaz de pagar.

La fatiga lo arrastró, lo agobió mientras salía de su coche y


caminaba por el camino, flanqueado por filas de flores rosas y púrpuras
a cada lado.

¿Cómo habían sido los dos últimos años para ella?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 194


Amy Gamet Varada con el SEAL

El dolor podía cambiar a la gente, volverla amargada, pero ella


tendría que mantenerse fuerte por el niño. Seguramente el bebé habría
traído su alegría a pesar de todo lo que había perdido, atenuando el golpe.

Tal vez se había vuelto a casar.

La idea lo desanimó. Su propia mente todavía tenía que moverse


después de la muerte de Ralph, y él tampoco podía creer que ella hubiera
podido hacerlo, aunque los hombres debían estar sobe ella como las
abejas sobre la miel.

Ella era una fogata... toda piernas largas y una risa fuerte que
dejaban en claro que Ralph era la luz de su vida. Ella simplemente
brillaba, de una manera que nunca había visto brillar a una mujer. Ella
era… fascinante.

Tocó el timbre y esperó, con las palmas húmedas.

La puerta principal se abrió y ella apareció, su pelo oscuro colgando


liso hasta su cintura, tal como él recordaba.

Su pecho se sintió apretado.

—Hola, Jessa.

Algo era diferente, un distanciamiento en su mirado, y él estaba


decepcionado de que la luz que recordaba no brillara hoy.

—Jax —Ella cruzó los brazos y se apoyó en el marco de la puerta—


. ¿Qué estás haciendo aquí?

La acción juntó sus pechos y su escote se asomó por su camisa.


Pequeñas gotas de sudor salpicaban su pecho, junto con un rubor
rosado, como si hubiera estado trabajando duro.

—¿Puedo entrar? —preguntó.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 195


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella dudó antes de dar un paso atrás para que él entrase. La sala
de estar estaba casi vacía, unas cuantas cajas abiertas esparcidas y la
alfombra enrollada, una escoba apoyada contra la pared.

—¿Te estás mudando? —preguntó.

—Sí.

Era consciente de la tensión en el aire, de la forma en que ella no


lo invitaba a sentarse o le preguntaba cómo había estado, pero deseaba
saber cómo se las había arreglado con el bebé y hacia dónde se dirigía
ella ahora.

Se metió las manos en los bolsillos.

—Pareces cansado —dijo ella.

—Conduje toda la noche.

—¿Por qué?

Ochocientos días había estado esperando para decir las palabras,


más de dos años deseando que llegara este momento, imaginando lo que
sería aliviar su dolor de la única manera en que él podía.

—Lo tenemos, Jessa. Steele está muerto.

La más leve elevación de su barbilla fue la única indicación de que


lo había oído. Ella casi parecía…

Enfadada.

Agitó la cabeza.

—Siento haber tardado tanto. Quería acabar con él antes, de


verdad, pero…

Serie Fuerza H.E.R.O 1 196


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Vete.

—¿Qué?

Ella levantó las cejas.

—Vete de mi casa.

—No lo entiendo. Pensé que estarías feliz.

Ella señaló la puerta con todo el brazo.

—Llévate tu arrepentido cobarde culo y lárgate de mi casa, ahora.

Nunca la había oído jurar, nunca la había visto enojada con nadie,
y se preguntaba dónde estaba el bebé para que usara ese lenguaje sin
preocuparse.

Siempre fue tan gentil, tan amable.

Ella le odiaba.

Eso estaba claro.

Él asintió. Se dirigió a la puerta, luego se encontró con sus ojos por


última vez.

—Lo siento, Jessa. Realmente lo hago. Si supieras con qué


frecuencia pienso en ti y en el bebé…

Ella se puso en pie y se precipitó hacia la puerta.

—¡Solo vete!

Fue entonces cuando realmente vio el dolor, las lágrimas que


esperaban brotar de sus ojos y la tensión que ella tenía en sus hombros.
Salió al soleado día, sus ojos volviendo a fijarse en las flores rosas y

Serie Fuerza H.E.R.O 1 197


Amy Gamet Varada con el SEAL

moradas que insinuaban la felicidad que había dentro, y se volvió hacia


ella.

—¿Qué pasó? —preguntó.

Su cara se arrugó y ella cerró la puerta entre ellos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 198


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y seis


Jessa se miró críticamente al espejo y tomó un sorbo de vino.

Su top plateado llegaba justo debajo de su cuello, dejando que la


piel bronceada de sus clavículas expuestas por ambos lados. No llevaba
sujetador para que se vieran los tirantes, sus pechos erguidos tensaban
la tela de su camisa sugestivamente.

Se giró hacia un lado, una franja de piel dorada se mostraba entre


la parte superior y sus pantalones vaqueros blancos, la más mínima
franja de bragas rosas visibles en su cintura.

Su maquillaje acentuó sus mejores rasgos. Ojos grises, labios


carnosos, cejas bien formadas.

Ella estaba lista.

A menos que el tiempo hubiera cambiado al líder de la Fuerza


H.E.R.O, Jax sería más fácil de encontrar que un tucán en una playa de
arena. Summerville tenía exactamente un hotel, que estaba justo
enfrente del único bar.

Estaba agotado y faltaban más de dos horas para llegar a Dallas,


así que se quedaría a dormir en la ciudad. Pero ahora mismo, estaría en
el bar bebiendo whisky. Si ella tenía suerte, él habría estado allí por un
tiempo.

La más leve sacudida de nervios estremeció su estómago mientras


salía de su casa, pero nunca vaciló en su intención. Jax Anderson le
había quitado las dos únicas cosas que le importaban en su vida: Ralph,
y el bebé que había abortado cuando Ralph murió.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 199


Amy Gamet Varada con el SEAL

Nadie podría traer a su marido de vuelta, pero en las horas desde


que Jax salió de su casa, se dio cuenta de que él podría darle la única
cosa que ella quería.

Jax Anderson le debía un hijo, y era hora de que él le pagara los


platos rotos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 200


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y siete


Jax Anderson paseó alrededor de la mesa de conferencias.

—Usaste información y las armas de la Fuerza H.E.R.O para


realizar una venganza personal.

—Ralph tenía derecho a la justicia —dijo Hawk.

—Yo tengo derecho a saber qué diablos está pasando en mi unidad.

—Me habrías dicho que no fuera.

—Maldita sea, claro que te habría dicho que no fueras. Estarías en


una prisión federal si Steel no hubiera estado involucrado en el tráfico de
personas.

Pero él lo estaba, y Trevor y sus compañeros de la Fuerza H.E.R.O


estaban siendo elogiados como verdaderos héroes por todos los
principales medios de comunicación del país. Steele tenía a más de cien
personas encerradas en su complejo. Si ese puente no hubiera volado, no
lo habrían atrapado en absoluto.

Jax se apoyó en la mesa.

—Tengo que saber que estás siendo honesto conmigo. Que este
equipo es tu primera prioridad.

—Lo es ahora, Jax.

—¿Cuántos del equipo sabían lo que estabas haciendo?

Trevor apretó sus labios en una línea firme.

—No responderé a eso.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 201


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Hijo de un puto cachorro. —Jax se pasó la mano por el pelo—.


¿Dime por qué debería mantenerte en la Fuerza H.E.R.O, por qué no
debería patear tu trasero y encontrar a alguien más?

Trevor se puso de pie y empujó su silla.

—Porque soy el que quieres a tu espalda. Tú lo sabes y yo lo sé.


Cuando empiece a llover mierda ardiente, yo te sacaré de allí o moriré en
el intento.

—No es suficiente.

—Porque te salvé la vida donde Steele aunque sabía que eso me


costaría a Olivia.

Jax lo miró fijamente durante lo que parecía un largo rato.

—Bien. Salimos en cinco días. ¿Puedes hacer eso?

—Puedo.

—Un cartel de drogas colombiano.

—Estaré allí.

—¿Y Hawk?

—¿Sí?

—No conseguiste a la chica.

—¿Perdóname?

—Te rendiste. No moriste intentándolo cuando la mierda ardiente


comenzó a caer del cielo.

—Eso es diferente.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 202


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Yo también tengo tu espalda, Hawk. Y tú y esa mujer tenéis


asuntos pendientes.

Hawk entrecerró los ojos.

—Hablando de asuntos pendientes, ¿cómo te fue con Jessa?

Jax giró la cabeza lentamente, nivelando su mirada helada sobre


Hawk.

—Bien.

—¿Ella estaba feliz? —preguntó Hawk.

—No.

—¿Se alegró de verte?

—Deberías ir a ver a Olivia antes de que nos vayamos de la ciudad.


Ahora lárgate de aquí.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 203


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y ocho


Los oídos de Olivia resonaban por el valle de la sombra de la
muerte. Lo único que podía ver eran los pétalos de las flores en el ataúd
de Marco temblando bajo la lluvia. Difícil de creer que estuviera allí, que
el espíritu había abandonado su cuerpo, así como así.

Como Ellie y Frank antes que él.

Sospechaba que Marco los había matado, aunque ahora nunca lo


sabría con seguridad. La Oficina de Seguridad Nacional le había
informado sobre algunas de las actividades ilegales de Marco. Combinado
con lo que ella ya sabía, ya no era difícil de imaginar que él fuera capaz
de las cosas de las que se le acusaba.

La culpa había sido su compañera constante estos últimos tres


días, aunque no tenía sentido. Simplemente lo era, y probablemente
siempre lo sería.

¿Te sentirías tan culpable si no te hubieras acostado con el hombre


que lo mató?

Como si leyera su mente, Bella tomó su mano y le susurró al oído.

—No fue culpa tuya.

Olivia bajó los ojos a los zapatos de su hermana, un par de tacones


demasiado sexys para el funeral de cualquiera.

Típico.

Desde que se reunió con su hermana, Olivia había recuperado sus


recuerdos de Bella, y la mayor parte de su vida, para el caso. Perecía que
no tenía nada más que ocultar de sí misma ahora que Marco se había
ido.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 204


Amy Gamet Varada con el SEAL

Soltó la mano de su hermana y miró más allá del pequeño refugio


hacia el cementerio. Un movimiento en la distancia llamó su atención.
Un doliente solitario demasiado atlético para ser un civil, y un torrente
de conciencia sexual pasó a través de ella, convirtiéndose rápidamente
en ira. ¿Qué estaba haciendo él aquí?

Un destello de luz a su izquierda enganchó su ira, y su cabeza giró


para mirarlo. Los paparazzi salieron con toda su fuerza, aunque el
cementerio había acordonado una pequeña sección a unos sesenta
metros de distancia. Ahora que su memoria estaba de vuelta, ella era
Brooke Barrons una vez más, con todo lo que eso implicaba. Y lo único
más emocionante que el anuncio de quién había sido su prometido era la
noticia de que ya no estaba vivo.

Bella la giró suavemente, y Olivia se dio cuenta de que el servicio


había terminado. La gente estaba expresando condolencias que Olivia no
escuchó al sentir la presencia de Trevor haciendo un agujero en la parte
posterior de su cabeza.

Ella no tenía por qué preocuparse. No se acercó a ella hasta que


los últimos de los dolientes y fotógrafos se fueron. Estaba disgustada, los
días entre el asesinado de Marco y ahora no hicieron nada para aliviar su
dolor.

Vestía traje oscuro y corbata, y caminaba a través de la lluvia como


si ni siquiera se estuviese mojando. Sus ojos, cuando ella pudo verlos,
estaban sobrios y tranquilos.

—Vine a presentar mis respetos —dijo.

Bella miró de uno al otro.

—Te esperaré en el coche. —Ella se alejó.

Olivia miró a Trevor.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 205


Amy Gamet Varada con el SEAL

—¿Crees que es gracioso?

—No. Esto no puede ser fácil para ti.

La sinceridad en sus ojos era su perdición. Las lágrimas llegaron


por primera vez desde que Marco murió.

¿Por qué ahora? ¿Por qué frente a este hombre, el responsable de


la muerte de Marco y sus propias transgresiones? Todos los verdaderos
dolientes no la habían afectado, pero el único hombre que se alegró de
que Marco se hubiera ido había logrado tocar su corazón.

Él abrió un poco los brazos.

—Ven aquí.

Ella agitó la cabeza, las lágrimas viniendo más fuertes porque ella
quería ir a él más que nada.

—Lo siento, Olivia.

Ella se limpió las lágrimas de las mejillas.

—¿Por qué?

—Por tener que matarlo cuando me pediste que no lo hiciera. Por


hacerte daño. Por cuidarte y hacerte el amor. Fui egoísta. —Sacudió las
monedas en su bolsillo—. Te quería a ti, lo odiaba a él, y que todo lo
demás se fuera a la mierda. Demonios, si no fuera por mí, podrías haber
llegado a la casa de Steele ese día después de todo, y las cosas habrían
sido muy diferentes.

—No iba a casa de Marco.

—¿No?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 206


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella agitó la cabeza.

—Iba a la cabaña. —Exhaló fuerte y se frotó las sienes—.


Necesitaba conseguir mis recuerdos antes de dejarlo para siempre, para
recordar quién era yo cuando estaba de pie sobre mis propios pies. Es
irónico, ¿no? ¿Que fuera allí buscando mi pasado y llegara sin uno?

Él sonrió con una sonrisa sarcástica.

—¿Qué tipo de recuerdos?

—Fotografías de mi familia y de Ellie y Frank que estaban en el


ático. Y necesitaba enfrentarme a esa casa. No había sido capaz de llegar
hasta allí desde que ellos murieron.

El cielo se aclaró y Olivia se dio cuenta de que la lluvia había


cesado. Se quedó mirando las pesadas nubes, atormentada por las
preguntas que nunca recibirían una respuesta definitiva.

—¿Crees que Marco mató a Ellie y a Frank? —Le preguntó.

—Sí.

Ella asintió y se mordió el labio.

—Yo también lo creo. No lo necesitaba a él lo suficiente cuando


ellos estaban vivos. —Podía verlo claramente ahora, cómo Marco había
usado su dependencia de los demás para moldearse en el hombre
perfecto para ella.

Si solo ella hubiera sido más fuerte. Capaz de pararse sobre sus
propios pies.

—¿Qué te hizo decidir terminar con tu compromiso? —preguntó


Trevor.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 207


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Escuché a Gallant hablar con Johnson sobre el envío que


acababan de recibir. —Miró a Trevor y luego bajó la vista—. Dijeron
algunas cosas repugnantes. Cosas sobre las chicas y lo que les harían.
No tenía sentido, así que le pregunté a Marco y se volvió loco,
agarrándome por el brazo lo suficiente fuerte como para dejarme
moratones y diciendo que eso no era asunto mío.

—Recuerdo haber visto los moratones en tu brazo después del


accidente.

Ella se agachó y tomó su bolso.

—Debería irme.

—Olivia, quiero volver a verte.

Ella se levantó y sacudió la cabeza.

—No. Esa no es una buena idea.

—Yo creo que lo es. —Dio un paso hacia ella, cerrando la distancia
entre ellos—. Escúchame. He estado obsesionado. Durante los últimos
dos años, pasé cada momento libre pensando en vengar la muerte de
Ralph. Estaba tan concentrado en lo que le habían hecho a él, en lo que
me habían hecho a mí, que dejé de preocuparme por nadie más o por
cualquier otra cosa. Entonces me topé con tu coche y todo cambió. Mis
armas habían desaparecido. Imágenes de satélite y mapas. Y tú estabas
allí, indefensa. ¿No lo ves? —Le preguntó—. Cuidar de ti me obligó a
aflojar mis planes para Steele. No podía hacer las dos cosas. Al principio
lo odiaba. Estaba resentido contigo. Y entonces empezó a gustarme.
Empezaste a gustarme, incluso más de lo que lo odiaba a él. —Tomó la
mano de ella entre las suyas—. Me salvaste, y me enamoré de ti. Me
enamoré de ti con todas mis fuerzas.

Los ojos de Olivia eran cautelosos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 208


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Pero aún así querías venganza, y te aseguraste de que la


obtuvieras.

—Pero ya no era lo único que quería en mi vida. Y cuando me


rogaste que no matara a Steele, te escuché. No iba a hacerlo hasta que
apuntó a Jax. —Se volvió hacia ella—. Dame otra oportunidad, Livy.
Danos otra oportunidad.

Ella agitó la cabeza.

—No puedo hacer eso.

—¿Porque no quieres o porque te sientes culpable?

—Porque soy culpable. —Cerró los ojos con fuerza, y luego los abrió
rápidamente—. Y aunque te guste que dependa de ti, creo que ya es hora
de aprender a cuidar de mí misma. Si lo hubiera hecho hace años, nunca
habría terminado con Marco en primer lugar.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 209


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Treinta y nueve


Bella le pasó el helado a Olivia y abrió la caja de fotos.

—No es culpa tuya.

Olivia frunció el ceño, los músculos de las comisuras de su boca


tiraban hacia abajo con fuerza.

—Si supieras lo que hice, no dirías eso nunca más.

—Entonces dime. Cuéntamelo todo.

Olivia agitó la cabeza.

—No puedo hacer eso.

—¿Por qué diablos no? Estás gastando una gran cantidad de


energía azotándote mentalmente. Lo menos que puedes hacer es
compartir toda la historia para que yo también pueda azotarte —Ella
sostuvo una foto—. ¿Esta es la tía Holly o el tío Mark?

—No tengo ni idea.

—Tal vez tengas miedo de que yo no piense que lo que hiciste fue
tan malo —dijo Bella.

—¿Qué quieres decir?

—Bueno, si yo creo que es comprensible y muy humano, mientras


que tú piensas que es lo peor que una persona puede hacer,
probablemente no quieras escuchar eso. No estás lista para perdonarte a
ti misma.

Olivia dejó que la cuchara se hundiera profundamente en el helado,


sacando trozos de chocolate y caramelo.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 210


Amy Gamet Varada con el SEAL

—No merezco ser perdonada.

—¿Estarías tan molesta contigo misma si Marco no hubiera


muerto?

—No lo sé. —Apartó el helado—. Probablemente no.

Bella suspiró.

—Vamos. Pasa eso por aquí. —Tomó el cartón—. ¿Quién era el tío
bueno del funeral?

—Trevor Hawkins.

—¿Es con él con quien te quedaste varada en la cabaña?

—Sí.

—Mientras tenías amnesia.

Ella volvió a asentir con la cabeza.

—No hace falta ser un científico espacial para descubrir lo que


pasó, Livy.

Olivia apoyó su mejilla contra la fría madera de la mesa.

—Sabía que estaba comprometida con otra persona, y me acosté


con él de todos modos. —Una imagen de ellos haciendo el amor llenó su
mente, y agitó la cabeza para quitársela—. Él es el que mató a Marco.

Los ojos de Bella se abrieron de par en par.

—¿No me digas? ¿Lo mató por ti?

—¡No! Le pedí que no lo hiciera, y lo mató de todos modos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 211


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Espera. ¿Por qué el tipo con el que te estabas acostando mataría


al tipo con el que estabas comprometida si no fuera para sacarlo de la
foto?

—Me haces sonar tan maravillosa.

—No te estoy juzgando, Livy, sólo explícame.

Olivia suspiró.

—Porque Marco mató al amigo de Trevor, y estaba a punto de matar


a otro.

Bella la señaló con su cuchara.

—Te dije que Marco era una mala compañía. Parece que Trevor le
hizo un favor al mundo. ¿Estás enamorada de él?

—¿Qué? Por supuesto que no. Apenas lo conozco.

—Livy y Trevor, sentados en un árbol, ¡b-e-s-a-n-d-o-s-e!

—Cielos, Bella. ¿Por qué hablo contigo?

Bella tenía los ojos cerrados y se estaba besando con un hombre


invisible, sus brazos envueltos en la nada.

Olivia golpeó su mano contra la mesa y gritó:

—¡Bella, necesito tu ayuda, y te estás burlando de mí!

Bella se detuvo.

—Intentaré darte un consejo primero. También es un buen consejo.

—¿Ah, sí? ¿Cuál es?

Serie Fuerza H.E.R.O 1 212


Amy Gamet Varada con el SEAL

—Que dejes de castigarte por acostarte con el soldado sexy de la


cabaña, y tal vez que te des cuenta de que te tropezaste con una de las
mejores cosas que te podrían pasar, en vez de culparlo por tus errores
con Marco.

—¿Mis errores?

—Sí. Tus errores. No estás enojada porque Trevor lo mató. Estás


enojada porque alguna vez estuviste comprometida con él, y sientes un
extraño sentido del deber hacia el bastardo que te hace odiarte aún más
a ti misma. ¿Estoy cerca?

Olivia se puso de pie, poniendo la tapa sobre el helado y dejando


caer la cuchara en el fregadero.

—No quiero hablar más.

—Apuesto que no, pero a menos que estés planeando volver a


perder la cabeza, creo que estás bastante jodida. Vas a tener que pensar
en ello tarde o temprano.

Olivia estaba de pie en el fregadero, con una mano a cada lado


mientras miraba más allá de su reflejo a las luces centelleantes de Los
Ángeles.

—Escucha, tengo que irme —dijo Bella—. Pero esperaba que


pudieras ayudarme de nuevo.

Olivia cerró los ojos.

—¿Cuánto necesitas?

—Bueno, Kenny se mudó la semana pasada, y llevamos unos


meses de retraso en el alquiler…

Serie Fuerza H.E.R.O 1 213


Amy Gamet Varada con el SEAL

—¡Pero te di dinero el mes pasado! ¿Qué hiciste con él si no pagaste


el alquiler?

Bella contó con los dedos.

—Están los comestibles, y préstamos estudiantiles, y necesitaba


ropa, y el coche de Kenny se rompió…

—Te di diez mil dólares.

—El costo de la vida en L.A. es escandaloso.

—Entonces, consíguete un trabajo.

Bella se cruzó de brazos.

—Sabes que lo he estado buscando. No es como si pudiera ir a


hacer una película y ganar miles de millones de dólares como algunas
personas.

Olivia suspiró.

—Te daré mil quinientos. Eso cubrirá el alquiler de este mes y


algunos comestibles. —Sacó la chequera.

—Mil quinientos… ¡no hay forma de que pueda arreglármelas con


mil quinientos!

—No creo que te haya hecho ningún favor dándote dinero. —Cortó
el cheque y se lo dio a su hermana—. Aquí está la comida y el refugio.
Tienes que resolver el resto por ti misma.

—Vete a la mierda, Olivia.

Bella salió corriendo de la habitación, el sonido de la puerta


principal dando un portazo momentos después. Olivia fue a la mesa y

Serie Fuerza H.E.R.O 1 214


Amy Gamet Varada con el SEAL

tomó el bol de helado de Bella, caminó hasta el fregadero, lo sostuvo en


algo y lo dejó caer.

Se rompió en cien pedacitos.

Sintiéndose un poco mejor, apagó la luz de la cocina y subió a la


cama, deseosa de olvidar a Trevor y a Bella, aunque sólo fuera por un
rato.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 215


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Cuarenta
Hawk había dormido durante dieciséis horas inmediatamente
después de regresar de la misión de la Fuerza H.E.R.O en Cartagena,
Colombia. Fue la primera buena noche que durmió desde que se acostó
junto a Olivia en la cabaña y la que mayor parte del tiempo había pasado
sin pensar en ella desde entonces.

Pero ahora estaba despierto, y que le condenen si ella no estaba de


nuevo en su mente mientras se dirigía a la pequeña tienda de comestibles
a dos manzanas de su apartamento. Tomó leche y una bolsa de café, y se
dirigió a la fila de cajas exprés.

Allí, justo junto la caja, había una foto de Olivia en un periódico


sensacionalista. Fue como un golpe en el estómago.

Será mejor que te acostumbres. Vas a ver fotos de ella así por el resto
de tu vida.

Sus ojos se abrieron ante los titulares.

BROOKE BARRONS ESTÁ ENAMORADA DEL SEAL DE LA MARINA


QUE MATÓ A SU PROMETIDO.

—Santa Mierda —murmuró en voz baja, tomando el periódico,


dejando caer el café y pasando a la página tres. Allí, justo al lado de otra
foto de Olivia, estaba su foto de servicio de la Marina, una foto de la
cabaña donde habían estado alojados, y una granulada de los dos
hablando después del funeral.

Rápidamente escaneó el artículo y sus ojos se fijaron en varias


frases. “Según una fuente cercana a la Sra. Barrons, ella tuvo amnesia
durante la mayor parte del tiempo que estuvieron juntos en la cabaña.
Fue entonces cuando ambos se hicieron íntimos. Nuestra fuente dice que

Serie Fuerza H.E.R.O 1 216


Amy Gamet Varada con el SEAL

Brooke está enamorada de él, pero no puede perdonarse por engañar a


Marco.”

Trevor levantó la vista del periódico.

—Bueno, voy a ser condenado.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 217


Amy Gamet Varada con el SEAL

Capítulo Cuarenta y uno


Olivia dejó caer el periódico sensacionalista y soltó una cadena de
palabras malsonantes, terminando con Bella.

—¿Cómo pudiste hacerlo, perra podrida y traidora? —Gritó a la


habitación vacía.

Dinero.

Ella haría cualquier cosa por dinero.

Olivia habría preferido que su hermana inventara una historia


sobre Olivia pasando semanas en el bosque con Sasquatch9, que diciendo
la verdad sobre algo tan personal y doloroso, por si fuera poco.

Se hundió en el sofá, y acercó el papel a la cara para poder ver


mejor la foto de Trevor. No le hizo justicio, pero aún así era bueno ver su
cara, y pasó un dedo por su foto.

Su teléfono móvil sonó. Era su agente, Carol.

Ignorar.

Releyó el artículo varias veces más. ¿Y si Trevor vio esto? Frunció


el ceño. No parecía del tipo de los que compran periódicos
sensacionalistas, pero el titular por sí solo sería suficiente si le llamara
la atención.

Su teléfono sonó de nuevo. Llamada desconocida.

Ignorar.

9
N. T.: Pie Grande o Sasquatch es un supuesto animal de aspecto simiesco que
habitaría los bosques, principalmente en la región del noroeste del Pacífico en América
del Norte.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 218


Amy Gamet Varada con el SEAL

Inmediatamente sonó de nuevo. Su agente de nuevo.

Olivia resopló y contestó al teléfono.

—Hola Carol.

—Cariño, ¿has visto los titulares de los periódicos sensacionalistas


esta mañana?

—En realidad sí, lo he hecho.

—Entonces, ¿es cierto?

Olivia meneó la cabeza de un lado al otro y cerró los ojos.

—Sí, es verdad.

—¿Qué parte?

—Todo.

—¡Vaya, vaya, vaya! ¿No es interesante?

—Escucha, acabo de ver esto, y no estoy de humor para discutir


cómo podemos sacarle provecho ahora mismo, ¿de acuerdo?

—Pero para eso me tienes a mí, cariño. Porque siempre estoy


dispuesta a hacer girar las cosas a tu favor.

El teléfono de Olivia sonó.

—Tengo otra llamada. Tengo que dejarte.

Tenía la intención de colgar el teléfono, pero accidentalmente


contestó la llamada entrante.

Mierda.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 219


Amy Gamet Varada con el SEAL

—¿Hola? —dijo ella.

—Livy, ¿eres tú?

Su estómago cayó hasta las rodillas ante el sonido de la voz de


Trevor en la línea.

—Sí, soy yo.

—Me costó tres favores personales y cien dólares en efectivo


conseguir tu número de teléfono.

No pudo evitar sonreír.

—¿Eso fue todo?

—Tendría que haberme prostituido para sacar tu dirección.

Ella se rió, la energía nerviosa subiendo a la superficie.

—¿Dónde vives? —Le preguntó él.

—En ninguna parte cerca de ti, ¿por qué?

—En serio, dame tu dirección. Estoy en la ciudad.

Sus ojos se abrieron de par en par.

—¿Qué?

—Estoy en la ciudad. Nueva York recibe los periódicos antes que


vosotros, ¿recuerdas? Subí a un avión.

Olivia se cubrió la boca con la mano. Trevor estaba aquí. Vino a


buscarla después de leer que ella lo amaba. La emoción la inundó como
un maremoto. No creía que tuviera una segunda oportunidad con este
hombre, si no hubiera visto cómo era posible.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 220


Amy Gamet Varada con el SEAL

Ella recitó su dirección.

—Todavía estoy en pijama —dijo—. Mi ama de llaves me trajo el


periódico a casa.

—Dicen que estoy a cuarenta y cinco minutos de ti.

—Es hora punta, Trevor. Multiplica eso por tres. —Ella estaba
sonriendo tan ampliamente que su cara estaba empezando a dolor.

—¡Taxi! —Llamó él—. ¿Todavía vas a estar en casa cuando yo


llegue?

—Mmm hmm.

—¿Todavía vas a estar en pijama?

—Si quieres que lo esté.

—Prefiero que te lo quites por completo. —Le dijo su dirección al


taxista.

Le encantaban sus bromas y las implicaciones sexys de sus


palabras.

—Te dejaré a ti hacer eso cuando llegues aquí.

—Me estás excitando, y estoy sentado en un taxi con un conductor


llamado Rahul.

Ella se rió a carcajadas.

—Será mejor que te deje, entonces.

—Te veré tan pronto como pueda.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 221


Amy Gamet Varada con el SEAL

Se duchó, luego se lavó y secó el cabello, y finalmente eligió un


camisón de encaje para usar para Trevor. Sólo una vez en su mente
empezó a dominarla, amortiguando su excitación con preocupación y
arrepentimiento, pero lo volvió a golpear y se negó a ser infeliz.

¡Trevor viene hacia aquí!

Casi salta por su apartamento, gritando de alegría.

Cuando el timbre sonó dos horas más tarde, corrió hacia él y abrió
la puerta de par en par. Allí estaba él, de pie en la puerta de su casa, un
bronceado fresco en su piel, y una mirada hambrienta en sus ojos que la
hizo tirar de él hacia adentro y arrojarse hacia él.

Él la recogió mientras se besaban, y ella se aferró a él envolviéndole


las piernas alrededor de la cintura.

—Te extrañé tanto —dijo él entre besos—. No podía dejar de pensar


en ti.

—Yo tampoco —dijo ella.

—¿Por dónde se va al dormitorio?

Ella señaló y él casi corrió allí, dejándola caer en la cama y


siguiéndola con su cuerpo.

Nunca se había sentido tan viva, tan deseable, tan feliz.

—No pensé que te volvería a sentir encima de mí, o dentro de mí.

Él maldijo en voz baja y se sentó lo suficiente como para tirar de su


camisa por encima de su cabeza.

—Sólo hablas de hacerme el amor y me vuelves loco.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 222


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él se aflojó el cinturón y ella le bajó la cremallera de los vaqueros,


metiendo la mano dentro y liberando su polla de su ropa. Le ayudó a
quitarse los vaqueros y levantó los brazos cuando él le quitó el camisón
sobre la cabeza.

Entonces él estaba dentro de ella, sin que ninguno de ellos tuviera


paciencia para los juegos preliminares, y con la misma rapidez ella estaba
montando la ola de un orgasmo. Él estaba realmente aquí, estaba
haciéndole el amor en su cama, y saber que la deseaba tanto fue
suficiente para que ella llegara a su clímax.

Pero Trevor no había terminado. Siguió empujando y retrocediendo


hasta que la llevó al límite una vez más antes de buscar su propia
liberación.

Olivia se agarró a sus hombros, amando el peso de él


sosteniéndola, y besó su piel salada.

—¿Era verdad, Livy? —preguntó—. Lo que decía el periódico. ¿Era


verdad?

Ella recostó la cabeza sobre la almohada y lo miró a los ojos.

—Cada palabra. Confié en mi hermana y ella les vendió la historia.

—Ay.

—Sí.

—¿Cada palabra, Livy? ¿Realmente estás enamorada de mí?

La respuesta fue clara, y de repente se sintió agradecida por su


desleal hermana y por el camino sinuoso que la había llevado a este
momento. Ella asintió.

—Lo estoy.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 223


Amy Gamet Varada con el SEAL

Él sonrió, líneas de risa apareciendo alrededor de sus ojos.

—Yo también te amo.

—También es cierto que me cuesta mucho perdonarme por lo que


pasó, Trevor.

Él le tocó la cara.

—Mientras me dejes amarte, encontraremos juntos la forma de


salir de la oscuridad.

Olivia levantó la cabeza de la almohada y llevó sus labios a los de


él, probándolo y besándolo suavemente.

—Gracias.

La hizo rodar, de forma que ella estuviera a horcajadas sobre él.

—Oh, cariño, esto es sólo el principio.

Fin

Serie Fuerza H.E.R.O 1 224


Amy Gamet Varada con el SEAL

Staff
Traductora: Mdf30y
Correctora: Laavic
Diseño: Lelu y laavic
Lectura Final: Laavic

Serie Fuerza H.E.R.O 1 225


Amy Gamet Varada con el SEAL

Serie Fuerza H.E.R.O


01 – Varada con el SEAL
El amor y el peligro chocan en
una carretera de montaña nevada…

El SEAL de la Marina Trevor


“Hawk” Kawkins está en una misión
para vengar la muerte de su
compañero de equipo cuando choca
contra otro coche durante una
tormenta de nieve. Olivia Grayson
estaba huyendo de su propia boda,
pero el accidente la deja luchando
para recordar cualquier cosa.

Las chispas vuelan entre Trevor


y Olivia, pero un enemigo se está
acercando rápidamente a la remota
cabaña, y los agujeros en la memoria de Olivia podrían ser el mayor
peligro de todos.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 226


Amy Gamet Varada con el SEAL

Próximamente...

02 – Protegida por el
SEAL: la herencia

Serie Fuerza H.E.R.O 1 227


Amy Gamet Varada con el SEAL

Sobre la Autora
Amy Gamet es una de las autoras
más vendidas de USA Today. Vive en el
estado de Nueva York con su esposo, sus
hijos, demasiadas mascotas y la ocasional
camada de animales de acogida. Le gusta
nadar bajo el sol, hacer joyas y presionar
profesionalmente por proyectos de
remodelación de hogares.

Es propietaria de una cantidad


inusual de camisetas de colores brillantes y pantalones negros de yoga,
y sus hijos siempre preguntan quién viene a visitarlos cuando usa la
aspiradora.

Serie Fuerza H.E.R.O 1 228

Potrebbero piacerti anche