El propósito de Dios en la Biblia ha sido revelar verdades que no se podrían descubrir mediante

la observación, la experimentación y la inducción. (John Stott, Cómo comprender la Biblia,

Buenos Aires: Ediciones Certeza, 2005, 13.)

Dios se reveló en situaciones humanas, que por ser humanas, son concretas y fácilmente
comprensibles en cada una de las generaciones. (John Stott, Cómo comprender la Biblia,
Buenos Aires: Ediciones Certeza, 2005, 32.) – Ejemplos: Jos 10: 12-13.

 La Biblia no se debe leer como un libro científico

 Tampoco se debe leer como un libro de historia
 Tampoco se debe leer como un manual de formación jedi (libro de esoterismo)
 Tampoco se debe leer como un cómic
 Tampoco es conveniente leerlo como un libro de moralidad

La Biblia debe leerse en clave de relación para no perder su sentido, es un libro que muestra a
Dios, dispuesto a relacionarse con sus hijos, es un libro que invita a la relación. Ese es su
sentido de ser. Es el mensaje de un Dios que ama a su creación y que invita a que nos
relacionemos con él.

Los masoretas florecieron entre los años 500 y 1000 d.C, y sus esfuerzos por conservar el texto
bíblico fueron laboriosos y casi increíbles. Se valían de recursos como estos: contaban cada
letra de un libro y determinaban la que ocupaba el sitio central; contaban cada palabra y, los
determinaban la central; anotaban el número de veces que una frase aparecía en la Biblia; los
libros que contenían errores eran desechados. De este modo es fácil comprender por qué las
escrituras nos han llegado casi perfectas. (Donald E. Demaray, Introducción a la Biblia, Miami:
Unilit, 2001, 51-52.)

Los primeros rollos del mar Muerto se descubrieron en 1947 en una cueva de Qumram, al
noreste del mar Muerto.