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¿Cuántas veces has luchado por conseguir algo que creías te iba a hacer feliz

o dichoso sin embargo cuando lo obtuviste no fue así? Muchas veces nos
empeñamos a toda costa por adquirir ciertas cosas, como un negocio que nos
quita mas tiempo de la cuenta y al final los resultados no son buenos, un
trabajo que creíamos que iba a ser de provecho y ahora ni siquiera puedes
dormir, una pareja que pensaste iba a ser la mejor del mundo y lo que te
maltrata física o verbalmente o simplemente esta muy ajena a las cosas con
las que tu soñaste sucederían y así muchas otras cosas más.

Proverbios 10:22
El Señor dice que la bendición que enriquece es la que El nos da y que de
ninguna manera va a añadir tristeza a nuestras vidas, lo que sucede de vez en
cuando es que lo que adquirimos no es precisamente la bendición del Señor sino la que
nosotros consideramos sería la mejor.

Hoy es un excelente día para considerar nuestras decisiones a la luz de la Palabra de


Dios y de preguntarle al Señor si realmente esa es su voluntad para nuestras vidas y
esperar su respuesta. No nos precipitemos a tomar decisiones apresuradas y partiendo
desde nuestro punto de vista, más bien esperemos tener la opinión de Dios, quien es
el único que puede dar buenas dádivas o regalos.

El termino “bendición” se define como la expresión de un deseo benigno hacia una


persona o un grupo de ellas acompañada de la intención de que dicho deseo se
cumpla, ¡pero no! la bendición no solamente son palabras bonitas o una expresión
física que tienes con tus familiares o amigos. ¡La bendición está ligada a la unción,
es un poder espiritual!

El Señor después de culminar la creación, lo primero que hizo fue bendecir al


hombre, tal como lo evidencia la palabra en el libro de Génesis capítulo 1: 28 "Y
los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias
que se mueven sobre la tierra.” Él ordenó y decretó la bendición.
Esa misma bendición es para ti y para tu familia, muchas veces deseamos las
cosas pero no las obtenemos porque nunca las pedimos, Dios quiere que le
pidamos; en la biblia encontramos varios casos, como por ejemplo Jabes; en 1
Crónicas 4:10 se expone la oración de Jabes “10 E invocó Jabes al Dios de Israel,
diciendo: !!Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano
estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo
que pidió.”
 
(Génesis 27:28-29)
Génesis 32:22-30
De igual manera Jacób, luego de suplantar a su hermano para obtener la
bendición y no lograrlo, en medio de un encuentro con Dios peleó por su bendición
y no lo soltó hasta obtenerla . (Leer Génesis 28)
¿Quieres la bendición?
Tienes que desatarla sobre tu vida con fe, llamar las cosas que no ves como si
fuesen, porque por más difícil que veas tu situación actual, no puedes actuar
conforme a ella, tienes que actuar por fe y conforme a lo que crees.

3 Herramientas para obtener la bendición


1. Obediencia:
La bendición viene cuando escuchas la voz de Dios y obedeces a su palabra.
Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y
poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová
tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.- Deuteronomio 28:1
2. Fe:
Únicamente por la fe recibimos la sanidad, la salvación, la liberación, el bautismo
del Espíritu Santo y la bendición.
3. Una ofrenda en el altar:
Nunca te presentes en la casa del Señor con las manos vacías, Él quiere que lo
pruebes para derramar sobre ti bendición sobreabundante. (Malaquías 3:10)

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