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Bases Neurofisiológicas de

la Epilepsia

Profesor:
Dra. Rocío Santibáñez Vásquez
Neuróloga
BASES NEUROFISIOLÓGICAS DE LA EPILEPSIA

La Epilepsia es una alteración del sistema nervioso en el que ocurre un


desequilibrio entre los mecanismos excitadores e inhibidores, involucrando
diferentes sistemas de neurotransmisión.

Para poder entender la base neurofisiológica de la epilepsia, es necesario


comprender los mecanismos implicados en la excitabilidad neuronal. Aquí
entran en juego los iones y canales de sodio, potasio, cloro y calcio.

Cuando ocurre una despolarización, se produce la entrada de sodio al interior


de las neuronas que al llegar a un umbral determinado, genera un potencial de
acción.

Posteriormente, el potencial de acción vuelve al potencial de reposo (fase de


repolarización) y restablece la carga de reposo inicial de la membrana.
Durante estas fases de despolarización y repolarización hay una corriente lenta
de iones de potasio. En la fase de repolarización, el potencial puede exceder el
valor de reposo en dirección negativa, de tal manera que se vuelve inexcitable
por un periodo breve de tiempo. A esta fase se la conoce como
hiperpolarización.
En ciertas condiciones, la despolarización puede abrir canales de calcio
dependientes de voltaje, que a su vez, inducen la apertura de canales de
potasio (corrientes de potasio dependientes de calcio). Cuando la
despolarización de la membrana abre ambos, canales de sodio y de calcio, la
repolarización e hiperpolarización, son de mayor duración. Los
neurotransmisores que abren canales de sodio y de calcio se consideran
excitadores, mientras los que abren canales de potasio y cloro, son inhibidores.

El elemento celular básico de la descarga epiléptica es el llamado “cambio


paroxístico de despolarización” (CPD). Es un potencial excitador post-
sináptico gigante y es el resultado de un desequilibrio entre los mecanismos
excitadores e inhibidores a los que todas las neuronas, y en particular, las
piramidales están constantemente expuestas. Las regiones cerebrales que
contienen más neuronas piramidales presentan una mayor predisposición
epileptógena.

Los periodos de despolarización dependen de mecanismos excitadores


glutaminérgicos. Le siguen periodos de hiperpolarización por potenciales post-
sinápticos inhibidores gabaérgicos que son de dos tipos: los precoces, que
dependen de los receptores GABAa, y los tardíos, que siguen a la activación de
receptores GABAb. La sincronización de muchos CPD produce los paroxismos
irritativos en forma de puntas o punta-onda que se recogen en el EEG
convencional. La propagación de la descarga epiléptica por el cerebro se hace
mediante el reclutamiento de circuitos locales (intracorticales), así como las
proyecciones subcorticales.
Qué es epileptogénesis? Es el proceso por el que una estructura nerviosa
normal, se convierte en hiperexcitable, hasta el punto de ocasionar crisis
epilépticas de manera espontánea. Aquí hay que considerar dos aspectos: en
las epilepsias idiopáticas –en las que no hay daño neuronal- la actividad
eléctrica anormal se debe a alteraciones de los canales iónicos o de los
receptores, en las epilepsias adquiridas hay cambios morfológicos neuronales o
gliales que son el sustrato anatómico de la actividad eléctrica paroxística.

La hiperexcitabilidad y la hipersincronía neuronal se dan y se mantienen


gracias al mecanismo de plasticidad neuronal. Esto ha sido demostrado en
modelos experimentales de Esclerosis Mesial del Lóbulo Temporal. Cuando hay
pérdida neuronal, se producen brotes anormales de fibras terminales con
reorganización sináptica que permite mantener la actividad epiléptica del
hipocampo anormal y de la corteza.

La función neuronal normal supone el mantenimiento de cierta diferencia de


potencial transmembrana (60-80 mV) con negatividad intracelular. Esto es
posible gracias a las concentraciones relativas de iones intra y extracelulares.
Al recibir la neurona un impulso, ocurre una despolarización de la membrana
neuronal que produce cambio en su permeabilidad, con apertura selectiva de
canales iónicos. Al alcanzarse cierto umbral de despolarización, se produce un
potencial de acción normal. Si por alguna razón se altera el equilibrio entre el
potencial postsináptico excitatorio y potencial postsináptico inhibitorio, no se
produce un potencial de acción normal, y en su lugar aparece la llamada
despolarización paroxística.

La excitabilidad neuronal aumentada puede deberse a:

1. Alteración estructural o funcional de los canales iónicos dependientes


del voltaje localizados en la membrana neuronal. La permeabilidad se
modifica de manera específica según los iones. Los que tienen un papel
clave en la generación de descargas anormales son los canales de sodio
y calcio, mientras que la alteración de la conductancia al potasio y al
cloro puede explicar fallas en la inhibición neuronal. Los desórdenes en
los canales iónicos pueden tener una base genética y tener su origen en
mutaciones de genes que codifican dichos canales.

2. Regulación anormal de la concentración extracelular de iones. Esta


anomalía puede conducir a una despolarización excesiva de las
membranas neuronales. Aquí es probable que intervengan las células
gliales manteniendo las condiciones del medio extracelular.

3. Anomalías estructurales de las conexiones sinápticas. En el hipocampo,


un aumento de los brotes axonales de células excitatorias provoca un
incremento relativo de los contactos sinápticos excitatorios con las
neuronas restantes.

4. Cambios en las concentraciones de neurotransmisores excitatorios y/o


inhibitorios. Los neurotransmisores , liberados en el espacio sináptico,
se unen a receptores específicos de la membrana postsináptica,
determinando más permeabilidad a ciertos iones, con los consiguientes
cambios de polaridad. El neurotransmisor excitatorio por excelencia es el
glutamato, en tanto que los inhibidores son el GABA y la glicina. Los
cambios en la concentración de estas sustancias pueden deberse a
defectos en los procesos de producción, liberación, degradación o
recaptación
5. Alteración de los receptores post-sinápticos. Los receptores
glutamatérgicos (excitatorios) se dividen en dos grupos: NMDA y no-
NMDA. La unión del glutamato a los receptores NMDA provoca la
apertura de los canales tanto del sodio como del calcio, favoreciendo la
despolarización de la membrana neuronal. Existen varios tipos de
receptores GABA. Los GABA a se vinculan con el cloro, mediando el
pasaje de este ion con carga negativa hacia el interior de la célula y
dando lugar a una hiperpolarización. Los GABA b incrementan la
conductancia del potasio.

(Continuar con archivo 2)

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