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Actualmente los jóvenes hemos pasado a un primer plano, hemos venido desarrollando un
pensamiento revolucionario, crecimos junto a grandes cambios de actitud en distintos ámbitos, ante
la autoridad, la vida diaria, las responsabilidades, el sexo, y los propósitos de vida. Muchos de
estos cambios se han venido desarrollando con el pasar de los años, la rebeldía es una de ellas,
gracias a que ahora accedemos más fácilmente a la información, sin tapujos ni censuras, tenemos
el derecho de opinar libremente y demostrar nuestro inconformismo por medio de protestas sin ser
juzgados o castigados. Los jóvenes queremos generar un cambio en la historia cultural, es por eso
que hemos ampliado nuestra mente para ver desde distintos puntos de vista y no encerrarnos en
una idea o un pensamiento.
Nosotros como jóvenes debemos vivir todo tipo de experiencias, para así construir nuestro propio
criterio, decidir que nos gusta y que no, y que es lo correcto y lo que no tanto. Esta bien que
nuestros padres nos inculquen los valores y principios que rigen a la familia, pero esto no significa
que no podamos interpretar nuestra propia ideología. Esto no solo nos convierte en personas con
la capacidad de comprender, sino que de alguna manera nos hace libres, y no estamos dominados
ante un sistema que nos oprime.
Es evidente el cambio que ha tenido la juventud de ahora en comparación a las de unas décadas
atrás, esta generación se ha encargado de ir mas allá de los límites y barreras. Podría decir que en
la etapa de juventud de mis padres o mis abuelos, hablar de sexo era casi un pecado, y sí que peor
practicarlo antes del matrimonio, ahora esto ha cambiado, el sexo ya no es un tabú, y escuchar una
conversación entre amigos en un pasillo o una cafetería se ha convertido en algo común. Al igual,
ya no estamos atados a una religión, tenemos la opción de seguir y practicar alguna o simplemente
no elegir ninguna, antes esto no se podía, ya que Colombia al ser un país católico exigía a los
jóvenes creer en la Iglesia. Hoy en día, tenemos más independencia y autonomía para tomar
decisiones en nuestra vida sin el consentimiento de los mayores.
Las redes sociales, como principal función nos mantienen comunicados con otras personas que no
están cerca de nosotros, esto nos ayuda a no perder el contacto y estar actualizados de lo que
pasa en otros lugares. Pero no todo es beneficioso de las redes sociales, también encontramos su
lado oscuro, los jóvenes al ser jóvenes queremos compartir y tener una vida social activa y esto
implica un riesgo, no percibimos el peligro, personas extrañas detrás de la otra pantalla pueden
conocer todos nuestros movimientos e incluso entrometerse en nuestra vida privada. Sin embargo,
se han iniciado varias campañas para promover un control de la información que se suministra en
las redes sociales, y así evitar el abuso de la intimidad del joven.