Sei sulla pagina 1di 6

¿Sabías que la Biblia te dice cómo

amar a tu esposa? 10 consejos muy


claros, directos y prácticos
1. “Ama a tu esposa así como Cristo amó a la Iglesia”. (Efesios
5:25)
El amor de Cristo por la Iglesia es ilimitado, nada lo detiene; Él dio su
vida por la Iglesia. Bajo la autoridad de Dios, ama a tu esposa como
si le dieras tu vida a Dios.

2. “Ama a tu esposa de la misma forma en que amas tu vida.”


(Efesios 5:28-33).
Cuida las necesidades y el bienestar de tu esposa. Siente su dolor y
enfermedad, y regocíjate en su salud como si fuera tu propia vida.
Sus necesidades espirituales, físicas, emocionales o económicas
deben merecer tu esfuerzo absoluto. Sólo de esta manera puedes
amarla y proveerla, así como lo haces con tu propia persona.

3. “Sé considerado, comprensivo..." (I Pedro 3:7a)


Para ser considerado, debes renunciar a ti mismo. Cuando ella
necesite levantar cosas pesadas, ¡hazlo tú! Si necesita tiempo
¡dáselo! Ayuda a tu esposa con toda tu energía, muéstrale tu amor
con toda consideración. Pide a Dios la gracia para ver en qué
ocasiones actúas desconsideradamente, y corrige tu comportamiento.

4. “No seas cruel con tu esposa.” (Colosenses 3:19)


Cuando una esposa es sensible, las respuestas crueles, tu enojo, los
tonos de voz de irritación e impaciencia la afectarán profundamente.
Actúa y dirígete siempre a ella con amabilidad y respeto. Recuerda
que tu esposa es un regalo precioso que Dios te ha dado.

5. “Honra tu matrimonio; mantenlo puro siendo honesto en todas


las formas.” (Hebreos 13:4)
Jesús dice: “las miradas lujuriosas son adulterio.”(Mateo 5:28).
Mantén tu matrimonio puro entrenando a tu corazón y ojos para que
sean fieles a tu esposa. ¡Tu matrimonio cosechará grandes beneficios
si lo haces! Agradécele al Señor la belleza y apréciala, pero mantén
tus ojos, alegría, mente y corazón en tu esposa.
6 . “No te dejes seducir por otras mujeres.” (Proverbios 5:20)
Encontrar atractivas a otras mujeres y mirarlas, deteriorará la visión
que tienes de tu esposa. Estarás menos satisfecho con ella, y ella se
sentirá menos especial para ti. Ningún hombre puede crear el
hábito de mirar a otras mujeres sin que su mujer lo note. Cuando
le pides a Dios la gracia de mirar atractiva solamente a tu mujer, ella
también lo notará y se sentirá como la reina del mundo y tú te
enamorarás más de tu mujer.

7. "Llama a tu esposa ‘bendita’ y elógiala." (Proverbios 31:28-29)


Dile que es especial y que es mejor que cualquier otra mujer en la
tierra. No menciones sólo su belleza física, sino cuánto la valoras
como persona. Mira cómo se goza tu esposa mientras le llenas los
oídos de elogios. ¡Ella anhela esas palabras y quiere oírlas de ti!

8. “Sé agradecido por tu esposa y date cuenta del favor que has
recibido de Dios.” (Proverbios 18:22)
Piensa en lo solo que estarías sin ella. Adán estuvo solo y no fue
bueno para él, así que Dios le dio una esposa. Tienes una compañera
para toda la vida, ¡qué bendición! Agradécele a Dios y reza por ella a
diario.

9 .“Sé una sola carne con tu esposa en todos los sentidos.”


(Mateo 19:5)
Disfruta la vida con ella. Apresúrate para llegar a casa con ella
cuando sales del trabajo. Piensa en ella durante el día, llámala a
diario. Aprende a llegar a acuerdos como pareja. Invierte tiempo en
hablar y compartir los eventos del día. Muestra un interés genuino,
escuchando atentamente, prestando una total atención y mirando a
los ojos. Se como si fueses uno solo.

10. Honra a tu esposa “como coheredera de la gracia... para que


sus oraciones no encuentren obstáculo” (1Pe 3, 7b)
En el Matrimonio, tú y tu esposa recibiste la misma gracia; cultívala:
ora con ella, asista juntos a la iglesia
10 formas de amar bien a tu
marido
1. Sé amable

Lanzar esas dos palabras evoca todo tipo de ideas. No estoy hablando de
usar delantal con holanes, fingir una sonrisa cursi, e ignorar los malos
hábitos de tu esposo. Estoy haciendo referencia a lo que Pablo indica
cuando dice:

Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos


unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo (Ef. 4:32)

El encargo de “ser amables” es la acción que resulta de combinar la bondad


y la utilidad. ¿Cómo puedes ser “buena” y “útil” a tu marido ayudándolo a
buscar la piedad? ¿Eres su amiga buena y útil? ¿Eres buena y útil en lo que
respecta a ayudarlo a materializar sus esperanzas y sueños?

2. Dale espacio

Me tomó mucho tiempo entender cuán fácil puedo sofocar a mi esposo. En


serio. Sin que ésta sea mi intención, puedo inundarlo con un torrente de
pensamientos, pasiones, planes e intensidad que lo pueden dejar sin aire.
Finalmente, después de varios años de ahogarlo, aprendí que es bueno
darle su espacio. Él necesita tiempo para procesar mis ideas o planes. Para
pensar antes de contestar todas mis preguntas. Para descansar de mi
intensidad. Necesita la oportunidad de estar solo sin sentirse culpable de
tomar ese tiempo. La mayoría de los hombres necesitan algo de espacio.

3. Estúdialo

¿Sabes hablar el “lenguaje del amor”? Para identificar cómo transmitirle


amor a tu esposo, entra en su mundo y conviértete en una estudiosa de tu
esposo. Observa qué lo emociona, y aprende lo suficiente como para
hablarle sobre su pasión. Averigua lo que él interpreta como “amor” -
¿palabras de afirmación, toque físico, actos de servicio (bondad en acción),
regalos, notitas de amor en el parabrisas del carro, o tal vez tiempo de
calidad? Aprende cómo comunicar amor a tu esposo para que puedas
amarlo bien.

4. Suelta
Aferrarse al dolor envenena la relación. En el mismo versículo donde Pablo
nos encomienda “ser bondadosas,” también nos pide que nos perdonemos
unos a otros, con este fundamento: “así como también Dios os perdonó en
Cristo.” Ese es el perdón verdadero. Y solo añado una advertencia amable –
aferrarse a una ofensa causará una amargura que comenzará a permear tu
perspectiva y tus acciones (Hebreos 12:15). Hay tanto que podemos “soltar”
a lo que, sin embargo, tendemos a aferrarnos –dolor por un mal entendido,
desilusión por expectativas no satisfechas, pequeñas frustraciones que se
van juntando ¡hasta explotar! Una cosa que no debemos “soltar” o pasar por
alto es el pecado que se ha vuelto habitual. De manera que una forma de
amar bien a tu esposo es confrontándolo humildemente.

5. Confrontación humilde

Si estás ignorando el pecado de tu esposo, no estás siendo una verdadera


amiga. Gálatas 6:1 nos encomienda la responsabilidad de amar a otros a
través de la confrontación humilde. Lo más fácil cuando tu esposo batalla
con un pecado es darle la espalda o hablarlo con enojo, lo más difícil es
acercarse amorosa y humildemente para ofrecer restauración bíblica.

La restauración es un proceso hermoso que comienza al acercarte a tu


esposo cuando está en pecado y tener una “plática sazonada con gracia.”
Abre tu corazón y expresa tu preocupación de manera honesta, pero con
gracia –sin acusarlo ni cargarlo de culpa. Déjale saber que le estás dando
un tiempo para que considere lo que le has compartido, pero si está
llevando un estilo de vida inmoral y se resiste al arrepentimiento,
necesitarás acudir a los líderes de tu iglesia para que te ayuden (Mt. 18:15).

6. Sé su lugar seguro

Tu esposo necesita saber que estás de su lado, que estás ahí para él, y que
puede confiar en ti. Si no se abre contigo, puede ser un indicador de que
intimidas a tu esposo o que incluso te teme. Si tu esposo se ha retirado a
una cueva de aislamiento, no le exijas que salga de ahí; solamente ora por
él y anímalo. Busca oportunidades para afirmarlo verbalmente. Sé paciente.

7. Ríanse con libertad

Sé creativa. Busca maneras de reír con tu esposo. La risa verdaderamente


es “medicina” para el alma. Hace que tu cuerpo libere químicos de
bienestar, de “me siento bien” (endorfinas), además de crear vínculos entre
tú y tu esposo, creando recuerdos felices. ¿Hay alguna película divertida
que ambos disfruten? ¿Bromas privadas solo entre los dos? Si no tienen
ninguna, encuentra algunas. Habla de episodios divertidos o recuérdale de
los momentos de locura que han compartido en el pasado, y tómense el
tiempo para reír.

8. Aprécialo

Los esposos crecen ante las palabras de aprecio de su esposa. Permite que
tu esposo sepa que estás agradecida por él, que lo respetas, que tomas en
cuenta sus esfuerzos y afírmalo, ¡todo esto es combustible para su hombría!
Escribí un libro lleno de consejos prácticos sobre este tema, así es que no
abundaré en ello. Pero si lo necesitas, encontrarás una gran variedad de
formas en que puedes mostrarle que lo valoras.

9. Arrodíllate

¡Ama bien a tu esposo batallando en oración por él! Encuentra pasajes de


las Escrituras que hablen sobre las áreas de necesidad específicas de tu
esposo, y aplícalas regularmente durante tu intercesión por él. Pregúntale
los retos específicos que está enfrentando en el trabajo o en otras áreas, y
cómo puedes orar por él. Cuando le pidas esta información, dile que tú
también batallas, y que entiendes la necesidad de apoyo en oración. No te
acerques con actitudes de “superioridad espiritual.”

10. Acurrúcate intencionalmente

La mayoría de los hombres (no todos) dirían que el toque físico es uno de
sus lenguajes de amor. Sé intencional para tomarte el tiempo de abrazar a
tu esposo, y bésalo antes de que salga a la batalla. Repite ese proceso
cuando vuelvan a verse al final de un largo día de arduo trabajo. Pregúntale
lo que le agrada físicamente, y sé intencional en apartar tiempo para amarlo
bien durante la intimidad sexual.

El gozo sagrado en la cama matrimonial no está diseñado para transitar en


una sola dirección. Déjale saber a tu esposo cómo complacerte, y nunca
menosprecies sus esfuerzos en esta área. La intimidad física debe ser un
baile de ternura donde uno da y provee para el otro - ambos expresan y
reciben placer mutuo.

Leer esta lista es la parte fácil, pero ponerla en práctica es la prueba de


nuestro amor. ¡Seamos intencionales para amar bien a nuestro marido!

Potrebbero piacerti anche