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La Fortaleza de los lazos débiles (Granovetter)

83%, Consigue trabajo por un Lazo débil

Lazo fuerte: Gente con la que se ve con mucha frecuencia

Lazo débil: Gente que se veía “de vez en cuando” o “muy rara vez”

Una de las aportaciones más importantes dentro del campo de las redes sociales fue el descubrimiento que el
sociólogo Mark Granovetter de la Universidad de Standford realizó al hacer un estudio sobre la intensidad de las
relaciones personales (The Strenghthen of Weak Ties)

Descubrió la importancia de los lazos débiles en las redes sociales para la búsqueda de empleo. Para ello,
entrevistó a una muestra representativa de profesionales y técnicos de Boston y descubrió que el 56% de ellos habían
encontrado su empleo a través de un contacto personal y el 44% restante a través de otros canales (anuncios,
cazatalentos, etc). Posteriormente, profundizó en los que habían encontrado empleo a través de un contacto personal y
sorprendentemente descubrió que la mayoría de esos contactos eran lazos débiles, es decir eran contactos con los que
no se interaccionaba de una manera frecuente. Sólo el 16,7% lo hizo a través de un contacto que se veía a
menudo frente a un 55,6% que se veía de vez en cuando y un 28% que se veía muy rara vez. Es decir, la gente no
encuentra trabajo a través de amigos sino de conocidos. Granovetter explica este fenómeno debido a la importancia
que tienen los lazos débiles como puentes de unión con otras redes constituyendo potentes mecanismos integradores
que maximizan el ratio de cobertura de las relaciones y promueven el flujo de información nueva. A la hora de buscar
un empleó, los lazos débiles son siempre más importantes que los lazos fuertes, ya que éstos son en la mayoría de los
casos redundantes y con solapamientos que no aportan información nueva. Por el contrario, los conocidos (los lazos
débiles) ocupan, por definición, un mundo diferente al nuestro.

Y por eso es más fácil que puedan saber cosas que nosotros no conocemos. Además, la ausencia de lazos débiles en
las redes sociales supondría sociedades fuertemente estratificadas formadas por clases sociales o clanes endógenos
impermeables a influencias externas. Para denominar esta paradoja aparente, Granovetter la denominó la fortaleza de
los lazos débiles.

Inmediatamente este descubrimiento tuvo un gran impacto en otros campos. Uno de los estudios más interesantes fue
el realizado por la profesora Judith Blau de la Universidad de Carolina del Norte, sobre el personal del hospital
psiquiátrico infantil de Nueva York. Aunque en hospitales similares la rotación de personal era muy alta y el estado
anímico del personal era muy bajo, debido a las dificultades de los tratamientos psiquiátricos que aplicaban y los
desalentadores resultados que obtenían, Blau demostró que el elevado nivel anímico del personal de este hospital se
atribuía sorprendentemente al elevado número de lazos débiles entre el personal. El personal estaba organizado en
subredes departamentales con muchas interacciones entre ellos, lo que evitaba la formación de clanes aislados,
incrementando el flujo de información entre diferentes departamentos, lo que favoreció la innovación e interactividad,
las cuales tuvieron un efecto directo sobre la motivación del personal.

Este concepto fue enseguida aplicado al campo de las redes de colaboración entre empresas. El profesor
Gautam Ahuja de la Universidad de Michigan, uno de los mayores expertos en redes de colaboración de empresas,
demostró la importancia de los lazos débiles como fuente de innovación en la industria química. Los lazos débiles
constituyen mecanismos que previenen la formación de redes endógenas, impermeables al exterior, y promueven la
innovación al darles la oportunidad de buscar otras relaciones en la red a las que no tendrían acceso si estuvieran
fuertemente comprometidos en un conjunto estricto y cerrado de relaciones. Los lazos débiles constituyen mecanismos
para transferir información y conocimiento explícito contribuyendo eficazmente a la innovación en la red.

Cada vez más se establecen relaciones entre empresas de diferentes sectores como fuente de innovación. Uno de los
lazos débiles más interesantes de los últimos años ha sido la colaboración horizontal entre Toyota y Zara para
incorporar ésta los últimos desarrollos del Lean Manufacturing en su cadena de suministro. Otra de las aplicaciones de
los lazos débiles entre diferentes sectores industriales es la denominada diversificación relacionada propuesta por el
profesor Arruñada.

Tradicionalmente, los OEMs mantienen una cartera de patentes mucho mayor que las actividades productivas que
desarrollan. No es raro, que un fabricante de automóviles, por ejemplo, posea patentes en el campo de células de fuel,
recubrimientos de vidrio o baterías, ajenos a su mercado principal pero relacionado con su desarrollo interno para
conseguir avances tecnológicos de ciertos componentes. Los fabricantes subcontratados permiten a estos actores una
diversificación relacionada al explotar el potencial de estas patentes en otros sectores con un coste y riesgos muy
reducidos. De esta manera, empresas como Dell han podido ir más allá de sus raíces en el mercado de PCs y entrar
en el mercado de la electrónica de consumo con los televisores de plasma y LCD o reproductores de DVD fruto de las
patentes desarrolladas internamente.

Los lazos débiles suponen un inmejorable mecanismo de innovación en las redes de empresas y permiten la
diversificación a otros sectores. En el futuro las empresas fortalecerán cada vez más las relaciones entre diferentes
sectores como un potente mecanismo de innovación a través de lazos débiles de naturaleza fundamentalmente
horizontal.

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