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III.

FUNDAMENTO TEÒRICO
3.1.Marco Teórico
Variable dependiente:
La descripción
Definición:

“Describir es conseguir que se vea algo –un objeto material o un proceso espiritual-: ES
PINTAR”, dice Gonzalo Martín Vivaldi en su “Curso de Redacción, teoría y práctica de la
composición y el estilo”.

María Luisa Gallegos Pérez en su texto “Las formas del discurso y los géneros
periodísticos”, explica que “DESCRIPCIÓN es la forma del discurso que señala las
características de un objeto. Una verdadera descripción permite imaginar lo referido, con
palabras que presentan a detalle objetos o acontecimientos (personas, animales, cosas o
situaciones) y que explica sus diversas partes, cualidades y circunstancias”.

 Procesos cognitivos

• Observación
Consiste en examinar intencionalmente, mediante los sentidos, una situación u objeto del
mundo que nos rodea, para averiguar hechos o aspectos del mismo. La observación en
algunos casos tiene un propósito específico y en otros busca una exploración general.
Existen dos tipos de observación, directa (cuando determinamos características de objetos
y situaciones) e indirecta (conocimientos previos), a las cuales podemos agregar inferencias
como fuentes de conocimiento.
La capacidad para observar, para fijar la atención en lo que nos rodea, es la base para
detectar sus atributos, cualidades, propiedades o características. Debido a que no todos lo
estímulos que existen a nuestro alrededor son de nuestro interés, en algún momento
utilizamos un mecanismo de filtrado llamado percepción selectiva para ignorarlos. Existe
retroalimentación, que consiste en volver a revisar el propósito de la observación, lo que
estimula la flexibilidad, porque se puede revisar lo hecho y modificarlo para mejorarlo-
Clasificación de la observación.
 En función de la sistematización.

 Observación no sistematizada, ocasional o no controlada.

La distinción entre observación controlada y no controlada se establece


según se realice o no con previa sistematización o precisión científica. La
observación no sistematizada puede ser un medio útil para la búsqueda de
una problemática que orienta hacia una investigación posterior.
No obedece a ninguna regla. Por tanto, este tipo de observación se aplica
especialmente, cuando aún se sabe relativamente poco en torno al objeto a
investigar. La observación realizada en este estudio exploratorio está
caracterizada por una atención poco estructurada, pero abierta el máximo en
todas las direcciones y a todos los comportamientos que se sucedan. En
definitiva, se acumulan unas observaciones que pueden, sin embargo,
suscitar una orientación, una idea de investigación.
 Observación sistematizada o controlada.
Se prefiere ésta a la anterior por su mayor precisión, si es que consigue
conservar cierta flexibilidad y adaptarse a las situaciones concretas.
Es la más usual, rigurosa y de interés científico. Se restringe a la
observación de determinados fenómenos. Se parte de una hipótesis previa.
Su propósito es precisar con exactitud las variaciones de la conducta
relacionadas con la hipótesis.

 En función de la participación del observador.


 Observación externa o no participante.
La observación es externa o no participante cuando el observador no
pertenece al grupo objeto de estudio. Hay dos tipos de observación externa:
_Directa: realizada sobre el terreno en contacto inmediato con la realidad. Se
funda principalmente en la entrevista y el cuestionario.
_Indirecta: se basa en los datos estadísticos (censos, etc), y fuentes
documentales (archivos, prensa, grabaciones magnetofónicas).
 Atención
Tudela (1992) ha definido la atención como un mecanismo central de capacidad limitada
cuya función primordial es controlar y orientar la actividad consciente del organismo
conforme a un objetivo determinado.
Es el proceso a través del cual podemos dirigir nuestros recursos mentales sobre algunos
aspectos del medio, los más relevantes, o bien sobre la ejecución de determinadas acciones
que consideramos más adecuadas de entre las posibles. Hace referencia al estado de
observación y de alerta que nos permite tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro
entorno (Ballesteros, 2002).
Para Rubenstein (1999) nos dice: “La atención modifica la estructura de los procesos
psicológicos, haciendo que estos aparezcan como actividades orientadas a ciertos objetos,
lo que se produce de acuerdo al contenido de las actividades planteadas que guían el
desarrollo de los procesos psíquicos, siendo la atención una faceta de los procesos
psicológicos”.
Según Ballesteros (2000), los criterios utilizados para clasificar la atención son:
• Origen y naturaleza de los estímulos
• Actitud del sujeto
• Manifestaciones motoras y fisiológicas
• Interés del sujeto
• Modalidad sensorial
De acuerdo con esta clasificación, los tipos de atención son los siguientes:

criterio Tipos de atencion


Origen y naturaleza de los Interna Externa
estímulos
Actitud del sujeto Voluntaria Involuntaria
Manifestaciones motoras y Abierta Encubierta
fisiológicas
Interés del sujeto Dividida Selectiva
Modalidad sensorial Visual/espacial Auditiva/temporal
 Atención interna y externa: La atención interna se refiere a la capacidad del
individuo para atender sus propios procesos mentales o cualquier estimulación
interoceptiva, como las sensaciones físicas que se llevan a cabo en estado de
relajación; y, como su nombre lo indica, la atención externa se refiere a aquella que
es captada por cualquier estímulo externo .
Ejemplo:
los sonidos de la circulación vehicular, cuando el individuo va manejando.

 Atención voluntaria e involuntaria: La atención voluntaria depende de la decisión


del individuo de centrarse en una actividad específica y la involuntaria depende de
la fuerza con que el estímulo llega al sujeto.
Ejemplo :
Atender cuando alguien nos está enseñando a hacer algo; y de la atención
involuntaria es voltear hacia el lugar donde se genera un sonido estrepitoso.

 Atención abierta y encubierta: La atención abierta es aquella que va acompañada


con respuestas motoras, como voltear la cabeza al percibir un sonido fuerte; la
atención encubierta no tiene una respuesta perceptible .
Ejemplo:
Intentar escuchar una conversación sin que los protagonistas lo noten.

 Atención dividida y selectiva: La atención dividida se refiere a aquella que es


captada por varios estímulos simultáneamente, como cuando alguien está trabajando
con la computadora, platicando a través de un chat y escuchando música. La
atención selectiva se da cuando el individuo focaliza su interés hacia un solo
estímulo, aunque en el ambiente haya varios.
Ejemplo:
platicar con una sola persona cuando se está en una fiesta.

 Atención visual/espacial y auditiva/temporal: Ambas dependen de la capacidad


sensorial a la que se aplique; la visual tiene que ver con el espacio y la auditiva con
el tiempo que dure el estímulo.
Ejemplos:
son el ver una película y escuchar la radio, respectivamente.
Análisis
Definición
«Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o
elementos» o «procedimiento utilizado para conocer o razonar, que consiste en
descomponer el total del objeto del conocimiento en partes, o bien en aplicar a un caso
particular un conocimiento o ley general que lo comprende» (DRAE.ediciòn de 1992).

El análisis se opone lógicamente a la síntesis ya que ésta consiste en la composición


ordenada de los elementos diferentes de un todo, o sea, se basa en una operación contraria a
la analítica. (Giner, 1975)

La redacción
Redactar -observa Hilda Basulto- es una actividad comunicativa de primer orden, que
implica un estado cultural avanzado de quien la ejercita.
Como no se trata de un acto cuyo dominio se practica de manera mecánica, sino de un
proceso de construcción de productos escritos, su aprendizaje y su práctica demandan un
cuidadoso proceso de elaboración de su materia prima -el pensamiento- y de su forma de
expresión o presentación por medio de textos escritos. De esta concepción dialéctica de la
escritura -que vincula el pensar con el escribir- deriva la necesaria y estrecha relación entre
contenido y forma, que todo redactor debe valorar como prioritaria y como eje de cualquier
ejercicio que se proponga realizar. En torno a ella giran, pues, las características o
cualidades de la buena redacción, que enseguida analizamos.

características de la buena redacción

a.- Claridad
Característica primera de la buena redacción es la claridad. Si la intención de quienes
escribimos es que nos entienda un amplio público, esto nos exige claridad en las ideas y
transparencia expositiva; es decir -como indica Gonzalo Martín Vivaldi- “visión clara de
los hechos o de las ideas y exposición neta y tersa de los mismos”. A la claridad mental o
de ideas debe corresponder un lenguaje fácil, basado en palabras transparentes y frases
breves, con el firme propósito de que el pensamiento de quien escribe llegue a la mente del
lector desde la primera lectura del escrito; una relectura obligada del mismo estaría
mostrando su oscuridad o su rareza, en tanto que su relectura voluntaria o interesada
indicaría que ha resultado atractivo o importante para el lector.
Martín Vivaldi sostiene, además, que claridad significa expresión al alcance de un hombre
de cultura media y, por tanto, quiere decir: pensamiento diáfano, conceptos bien digeridos y
exposición limpia, con sintaxis correcta y vocabulario o léxico al alcance de la mayoría, ni
preciosista ni demasiado técnico. En otras palabras, a las ideas claras debe corresponder
una construcción de la frase basada en un orden lógico y sin palabras rebuscadas
Por su parte, Roberto Zavala Ruíz propone como primera obligación doméstica de la
redacción “comunicar el pensamiento del autor, siguiendo un orden lógico o atendiendo al
interés psicológico que lleva a destacar algunos elementos y a iluminar a media luz los
menos importantes”.
Sostiene que quienes mejor manejan el idioma saben que la mejorpalabra es la que
entiende la mayoría; que la claridad implica el empleo de términos de uso común, y que
esto no significa emplear un lenguaje corriente en el sentido peyorativo de esta palabra. Y
aclara que, aunque los libros técnicos y científicos requieren un vocabulario propio -una
jerga conocida y reconocida por minorías-, incluso esos textos se pueden y deben escribir
con un lenguaje general, entendible para lectores medianamente instruídos.
Por supuesto, subraya, la claridad obliga a escribir oraciones claras que formarán párrafos
claros, así como a hilvanar esos párrafos de la mejor manera. A esto contribuye -
agregamos- el empleo adecuado de las expresiones de conexión lógica, que en nuestras
sesiones de aprendizaje identificamos como “frases de pegamento” porque sirven para darle
ilación y coherencia al escrito.

B.- Concisión
Otra obligación de la prosa, como señala Zavala Ruíz, es la concisión, virtud o cualidad que
consiste en decir lo más con lo menos, ahorrar palabras y evitar lo innecesario. El autor nos
invita, con Azorín, a no entretenernos y destaca que ser conciso exige precisión en el
lenguaje, combatir el exceso verbal y el regodeo, y acabar con las imprecisiones “que tratan
de explicar a sus amigas, las vaguedades”.
Sobre esta segunda cualidad de la buena redacción, Martín Vivaldi anota que sólo debemos
emplear aquellas palabras que sean absolutamente precisas para expresar lo que queremos
decir. Conciso no quiere decir lacónico sino denso: “estilo denso es aquél en que cada línea,
cada palabra o cada frase están preñadas de sentido. Lo contrario es la vaguedad, la
imprecisión, el exceso de palabras; lo que vulgarmente se dice retórica”.7
La falta de concisión -advierte con Albalat- es el defecto general de los que empiezan a
escribir... La concisión es cuestión de trabajo. Es preciso limpiar el estilo, cribarlo, pasarlo
por el tamíz, quitarle la paja, clarificarlo... es preciso evitar lo superfluo, la verborrea, la
redundancia, el titubeo expresivo y el añadido de ideas secundarias que nada fortalecen a la
idea matriz, sino que más bien la debilitan. La concisión, en síntesis, genera rapidez y
viveza en el estilo de nuestra redacción, mediante el empleo de verbos activos y dinámicos.
C.- Sencillez
Uno y otro autor identifican la sencillez -que consiste en emplear palabras de uso común
como tercera cualidad de la buena redacción. Martín Vivaldi afirma que la sencillez no
quiere decir vulgaridad; que con palabras de uso común se pueden expresar elevados
pensamientos, y que esta obligación del buen redactor va de la mano con la naturalidad.
Ser sencillo es huir de lo enredado, de lo artificioso, de lo complicado, de lo barroco en
suma; y ser natural “es decir naturalmente lo natural”. Sencillo es aquel escritor que utiliza
palabras de fácil comprensión; y natural, quien al escribir se sirve de su propio vocabulario,
de su habitual modo expresivo.
Zavala Ruíz , considera la sencillez como una rara virtud, que se refiere tanto a la
construcción de las frases y a su enlace como al lenguaje empleado. Afirma que huír del
rebuscamiento es una forma de la modestia, pero sólo busca escribir sencillamente quien
está convencido de que al hacerlo se expresa con la mayor elegancia. Para este autor, la
sencillez consiste en expresar las ideas escuetamente y sin retorcimiento, directa y
precisamente, sin adornos, sin apelar al diccionario para sacarle vocablos que nadie
escucha; es decir con naturalidad.Uno y otro autor se ocupan de la relación entre habla y
escritura.
Zavala Ruíz,observa que nadie escribe como habla, por más que de alguien se diga que
habla con puntos y comas. Habla y escritura se mueven, pues, en campos diferentes:
cuando uno habla suele decir alguna incoherencia, dejar sin terminar una frase, o saltar de
un tema a otro sin enterarse. Y el reto consiste en aspirar a que lo que escribimos suene a
conversa, “a una plática de noche larga entre amigos, cálida y cercana”.
Martín Vivaldi, por su lado, vincula las relaciones entre los hechos de hablar y de escribir
con el asunto de la naturalidad. Ésta, según su opinión, requiere de la elegancia. El hombre
que sabe vestir bien irá elegante aunque vista un traje sencillo. “Y el escritor podrá alcanzar
las más altas cimas de la belleza si sabe y puede conjugar lo natural con lo preciso,
procurando aunar la sencillez con exactitud”.
En este último autor encontramos, a manera de síntesis, cuatro reglas de estilística, que él a
su vez toma de Azorín: primera, poner una cosa después de otra y no mirar a los lados; es
superfluo todo lo que debilite la marcha del pensamiento escrito; segunda, no entretenerse;
es propio de oradores ser prolijos en un tema, pero lo que en oratoria es preciso huelga en la
escritura; tercera, si un sustantivo necesita de un adjetivo, no le carguemos con dos;
emparejar adjetivos significa esterilidad de pensamiento, y mucho más su acumulación
inmoderada; y cuarta, el mayor enemigo del estilo es la lentitud; leemos a un escritor lento
y nos desesperamos.
En torno a la claridad, la concisión y la sencillez giran otras virtudes: la densidad -que
equivale en la práctica a la concisión cuando cada palabra o frase estén preñadas de
sentido-, la exactitud, la precisión, la naturalidad, la originalidad y la brevedad, entre
otras .Todas ellas confluyen en la fuerza: un estilo claro, conciso, sencillo, denso, exacto,
preciso, natural, original y breve será siempre un estilo con fuerza, puntualiza nuestro autor.
Hilda Basulto, por su parte, se detiene en la concreción -como sinónimo de brevedad-, la
adecuación, la ordenación funcional y la actualidad, que sumadas a la claridad y la
originalidad mencionadas por Martín Vivaldi contribuyen según ella a la eficacia y la
modernidad de la redacción.
En todo acto de escritura incide, desde luego, la variedad de fuentes, autores y enfoques
teóricos con que cuenta quien se dispone a escribir, pero en todo caso es fundamental el
empleo correcto del idioma nativo mediante la práctica sistemática,cotidiana, rigurosa y
disciplinada de la ortografía, la sintaxis y la puntuación. Para nosotros, el máximo criterio
de validez en este asunto es la práctica; sólo se aprende a escribir escribiendo y corrigiendo
nosotros mismos, y con personas calificadas en el arte de redactar, una y otra vez, los textos
que escribimos.
Desde luego, hay que considerar la presentación cuidadosa y ordenada de nuestros escritos:
desde la limpieza y la numeración de las páginas del mismo hasta el uso adecuado de las
notas de pie de página, las referencias bibliográficas, los títulos y subtítulos y la
nomenclatura que usamos para ordenar nuestro tema.
Las fases o momentos de la redacción
Constituyen la materia de lo que conocemos como discurso. Dicha presentación resulta de
la relación que el redactor establece, al momento de escribir, entre realidad, pensamiento y
lenguaje, a partir de la cual resuelve el proceso principio-medio-fin, que en materia de
redacción consiste en atender rigurosamente las etapas de planeación o pre-escritura,
escritura propiamente dicha y revisión o postescritura. Hemos constatado -y, por tanto, lo
aseveramos- que quien redacta mal sólamente practica la etapa intermedia de dicho
proceso: en otras palabras, no pre-escribe ni revisa sus escritos. De allí nuestro esfuerzo
cotidiano por presentar a los estudiantes la asunción de este proceso como un desafío de
aprendizaje
El discurso escrito adquiere, en la vida cotidiana, la forma de una carta, un oficio, una hoja
de vida (curriculum vitae) o un anuncio, entre otros; en la actividad académica se expresa
en monografías, ensayos, tesis, ponencias, proyectos e informes de investigación, estados
de la cuestión o dictámenes; en la creación literaria adquiere vida bajo la forma de poesía,
cuento, novela u obra teatral; y en el oficio periodístico se materializa en géneros como la
nota informativa, el artículo de fondo, la crónica, la entrevista y el reportaje. Y para que
cada uno de ellos cumpla con las características arriba descritas - fundamentalmente
claridad, concisión y sencillez- nosotros planteamos a los estudiantes como propuesta de
aprendizaje el desarrollo de las fases o momentos indicados en el párrafo anterior, tal como
a continuación los describimos.

A.- Planeación o pre-escritura


Así como en el proceso de investigación el planteamiento de un problema resulta de revisar
cuidadosamente de las fuentes de información, el proceso de redacción comienza por la
lectura de aquellos materiales que nos han de brindar los datos, ideas y pensamientos que
deseamos plasmar en nuestros escritos. Si entendemos la lectura como un acto de diálogo
con los autores de los textos, podemos expresar nuestra respuesta de dos maneras:
preguntando al autor y a nosotros mismos si entendemos el contenido propuesto; y
cuestionando si estamos o no de acuerdo con el enfoque o la postura metodológica que
adopta el autor frente al tema-objeto del escrito que él nos propone. La forma material de
nuestra respuesta será el subrayado de lo que nos llama la atención, es decir, de aquello que
a nuestro juicio nutre el tema que nos proponemos estudiar y exponer por escrito: por
nutrición entendemos -se esté o no de acuerdo con el enfoque o la postura del autor- todas
las ideas que a partir de la lectura decidimos incorporar a nuestro pensamiento y, por tanto,
a nuestro discurso. Nuestra decisión se expresa, pues, primero en el subrayado y enseguida
en la elaboración de fichas de trabajo -textuales, de comentario o mixtas- en las cuales
vamos acumulando el saber que hemos encontrado por medio de la lectura de las fuentes
documentales.

B.- Escritura o redacción del escrito


Compartimos en este apartado las pautas que propone Armando F. Zubizarreta en su
didáctica obra La aventura del trabajo intelectual. Cómo estudiar e investigar, en cuyo
capítulo 19 aborda el tema bajo el título “La composición y la redacción”.
El trabajo científico -plantea nuestro autor- es una construcción unitaria, cuyos elementos
se conjugan de tal modo que todos se apoyan en la armadura general al tiempo que sirven a
dicha estructura. De allí que dicha construcción suponga un estrecho vínculo y servicio
entre las partes inmediatamente relacionadas. Esta idea nos remite a la ordenación y
jerarquización a donde habíamos llegado en la fase anterior, que se expresa en el índice o
esquema de nuestro escrito. Con el objeto de guiar al lector, el redactor irá dando a conocer
los pasos sucesivos de la exposición.

C.- Revisión o pos-escritura


En virtud de la observación, arriba planteada, en el sentido de que quienes redactan mal no
planean ni revisan sus escritos, en nuestros cursos-taller de redacción hemos puesto en
práctica la siguiente exigencia: el texto-producto terminal del taller deberá incluir, además
de su versión final, la lista del mandado o lluvia de ideas, el árbol de ideas, y por lo menos
tres borradores del escrito; ello con el propósito de que cada uno de los estudiantes pueda
apreciar la evolución y el progreso de su aprendizaje. Pero, ¿en qué consiste esta etapa de
revisión? Si bien es verdad que, conforme uno avanza en la redacción, va descubriendo
algunos errores o defectos en las partes ya escritas, no es preciso retroceder de inmediato
para corregirlos: podemos anotarlos como asuntos pendientes, hasta cuando concluya
nuestra primera versión o borrador: será entonces cuando ajustaremos, con mayor rigor,
cada una de las partes dentro de la estructura total del escrito, corrigiéndolas en función de
ésta última. “Una primera lectura de nuestro propio trabajo descubrirá entonces muchísimos
más defectos que aquellos que habíamos descubierto al avanzar en la redacción, sobre si
dejamos mediar un tiempo prudencial para adquirir una cierta distancia psicológica que nos
permita leer con objetividad”.

Cohesion:
Definición
Louwerse (2004) aplica el término cohesión para las indicaciones textuales a partir de las
que debería construirse una representación coherente, es decir, es un rasgo del texto a través
del cual se desvela el significado del mismo. Entonces, la cohesión es una propiedad del
texto, inherente a la coherencia y reflejada en las pistas que el autor da para comprender el
mensaje; estas pistas están dadas por la abundancia o carencia deliberada en el empleo de
los conectores, sin embargo, puede presentarse o no de acuerdo a la naturaleza del
destinatario al que va dirigido el mensaje, de este modo, un lector poco avezado requerirá
una mayor cantidad de conectores textuales para comprender la totalidad del mensaje,
mientras uno más experimentado inferirá si los datos se concatenan mediante conexiones de
tipo referencial, temporal, espacial, causal o aditiva.

Muchos lingüistas ven la cohesión como un aspecto de la coherencia, y sostienen que la


cohesión se refiere a los medios lingüísticos a través de los cuales la coherencia se
despliega en la estructura superficial, en tanto que la coherencia es la vinculación de los
significados en la estructura profunda del texto. Pero en lo que todos los autores sí tienden a
estar de acuerdo es en que la cohesión y la coherencia están estrechamente ligadas e
interactúan.
Alvaro Díaz (1995: 38) afirma que “la cohesión se refiere al modo como los componentes
de la estructura superficial de un texto están íntimamente conectados con la secuencia”.
Esto quiere decir que la cohesión es una propiedad de carácter sintáctico, descansa sobre
relaciones gramaticales o léxico-semánticas. Tiene que ver con la manera como las
palabras, las oraciones y sus partes se combinan para asegurar un desarrollo proposicional y
poder conformar así una unidad conceptual: un texto escrito.
Para Bustos Gisbert (1996: 32), la cohesión hace referencia tanto a la organización
estructural de la información como a los mecanismos existentes. para jerarquizarla. Veamos
dos ejemplos de textos con problemas de cohesión:
“Antonio y Ricardo fueron de compras. Él quería comprar una camisa y una correa. El
almacén no tenía del color buscado. Compró una café”.

“Se ha comprobado, que algunas enfermedades de carácter nervioso como la esquizofrenia,


es causada por alteraciones del organismo de carácter químico, y éste sólo puede ser curado
con tratamientos de ciertos productos por medio de fármacos”.

Principales mecanismos de cohesión


 La referencia
Definición
Este mecanismo de cohesión establece una relación entre un elemento del texto y otro u
otros que están presentes en el mismo texto o en el contexto situacional. La identificación
de los referentes es un aspecto muy importante en la comprensión de los textos, ya que
incide en forma directa en el procesamiento de la información. La referencia textual puede
ser de dos clases:

Referencia exofórica Se presenta cuando un elemento del texto alude a elementos de la


realidad o a factores extralingüísticos que no están en el texto sino en el contexto
situacional.
Ejemplo: Nosotros somos parte esencial de la Universidad de Antioquia.

Nosotros establece una relación con alguno de los estamentos que hace parte de la
Universidad de Antioquia y que no está presente en el texto: estudiantes, profesores,
empleados, trabajadores, etc.

Referencia endofórica Se presenta cuando la relación se establece con un referente que está
presente en el mismo texto.
Ejemplo: Nos hizo una oferta excelente. En ella, describe con precisión todas las ventajas
de la alianza.

El pronombre personal ella hace referencia a un grupo nominal que está presente en el
mismo texto: una oferta excelente.

Las referencias endofóricas pueden ser de dos tipos:

Anafóricas: Ocurren cuando en el interior del texto se establece una referencia


retrospectiva, es decir, cuando un término alude a otro ya mencionado con anterioridad
(como sucede en el ejemplo anterior). Veamos otro ejemplo:

“Entre los caracteres físicos que contribuyen más a hacer que una persona resulte atrayente
(o repulsiva) hay algunos que son incontrolables a causa de su predeterminación...”
“Algunos” establece una referencia anafórica con “caracteres físicos”.

Catafóricas: Se presentan cuando en el interior de un texto se establece una referencia


prospectiva, es decir, cuando el sentido de un término depende de otro que aparece
posteriormente. Como la referencia catafórica anuncia algo, con frecuencia aparece seguida
de dos puntos (:) —con expresiones como por ejemplo, tales como, etc.—.

Ejemplos:

“Todos los empleados les solicitaron un aumento de salario; pero las directivas se
opusieron rotundamente”.

“Mis palabras son como las estrellas: nada ocultan”.

Les establece una referencia catafórica con las directivas. En el segundo ejemplo, el
sentido de la comparación (palabras = estrellas) se explica de manera prospectiva: porque
nada ocultan.
La sustitución
La sustitución de un elemento léxico por otro (o por una expresión), es un mecanismo que
nos indica que se ha establecido dentro del texto una relación semántica entre el término
sustituido y el sustituto. Se busca así evitar la repetición de un mismo elemento. La
sustitución es una relación de tipo anafórico y puede realizarse de dos maneras diferentes:
sustitución sinonímica o sustitución por medio de proformas.

La sustitución sinonímica consiste en el reemplazo de un elemento por un sinónimo.


Ejemplos:
“Las transformaciones del cuerpo son aloplásticas cuando se deben a objetos y materiales
exteriores, como las máscaras, vestidos y adornos, o a artificios poco duraderos como el
maquillaje, el peinado y las pinturas aplicadas al cuerpo. Estas modificaciones son las más
frecuentes en nuestra cultura”.

“Aquejado por una molesta tos, visitó a un médico amigo. Luego de examinarlo, el
facultativo le recetó un jarabe...”
La sustitución por medio de proformas es la que se lleva a cabo cuando una palabra o una
oración es reemplazada por un elemento lingüístico cuya función es la de servir de sustituto
a ese elemento léxico. Es indispensable en este mecanismo de cohesión que el referente y el
sustituto sean correferenciales.

En español, existen proformas nominales, pronominales (todos los pronombres),


adjetivales, adverbiales y verbales (el verbo hacer). Ejemplos:
“Estuve en la reunión con el gerente de la compañía. En realidad, es un sujeto muy
equilibrado”. (proforma nominal)

“El gran jefe de Washington manda palabras, quiere comprar nuestra tierra. El gran jefe
también manda palabras de amistad y bienaventuranza. Esto es amable de parte suya...”
(proforma pronominal)

“Sobre la mesa hay unas guayabas. ¿Puedes traerme las maduras?* (proforma adjetival)

“Toda la tarde estuvo en la terraza. Desde allí, observó cómo los alcatraces...” (proforma
adverbial)
“Regresa todos los años a su país; casi siempre lo hace en el mes de enero”. (proforma
verbal)
La elipsis Esta forma de cohesión consiste en suprimir la información que está
sobreentendida, y que, por lo tanto, el lector puede inferir sin ningún inconveniente.
Podemos decir que la elipsis es una manera de sustituir un referente (término elidido) por
un elemento cero (Ø). Sirve como mecanismo de economía y de estilo. Ejemplos:

“En Medellín, ese día el cielo estaba despejado; en Tunja, Ø estaba oscuro, plomizo”.
“Unos pensaban en las vacaciones; otros Ø en el curso de repaso”.

La repetición o recurrencia
En todo texto escrito, debe existir un equilibrio entre la información nueva y la
información conocida, entre los procesos de expansión y de reducción e integración de la
información.

Los mecanismos de repetición tienen como función primordial garantizar los niveles de
redundancia exigidos a la hora de facilitar una correcta interpretación textual. Su existencia
tiene dos grandes razones de ser. De un lado, porque sirven de recordatorio de contenidos
ya conocidos. De otro, porque en el momento de actualizar determinados conceptos,
permiten seleccionar unos u otros dentro del total que aparece en el texto. Por todo ello, su
función es doble: en primer lugar, como recuperadores conceptuales; en segundo, como
desambiguadores textuales”. Bustos Gisbert (1996: 67)

Así pues, la repetición es más una necesidad textual* que una cualidad. Un exceso de ella
genera un desequilibrio en el texto, como podemos apreciarlo en el siguiente ejemplo: El
coordinador ya había previsto de antemano invitarnos al seminario. Es evidente que “de
antemano” reduplica innecesariamente el significado del sintagma verbal “ya había
previsto”. Por lo tanto, no amplía ni refuerza la información, y se constituye en un caso
típico de pleonasmo.
Según la naturaleza de las unidades correferenciales, existen dos grandes modelos de
repetición: repetición designativa y repetición léxica.
En la repetición designativa, uno de los elementos correferenciales es un deíctico**: Yo
permaneceré en esta oficina; en cambio, ustedes se ubicarán en aquélla.
En la repetición léxica, los dos elementos son léxicamente independientes: La Ilustración
fue un movimiento intelectual e ideológico que se desarrolló en el siglo XVIII. Este
fenómeno cultural tuvo repercusiones políticas, sociales y económicas.
Observemos que en el ejemplo de la repetición designativa se establece una relación
anafórica entre aquélla y oficina. Mientras que en el segundo ejemplo se presenta una
sustitución de proformas entre movimiento intelectual e ideológico y fenómeno cultural.

Los conectivos
También llamados conectores, relaciones conjuntivas o expresiones de transición. Sirven
para establecer relaciones lógicas entre las oraciones de un texto. Expresan determinados
sentidos y presuponen la existencia de otros elementos. Se suelen definir como un conjunto
de indicadores de texto que le permiten al lector anticiparse al sentido en que el escritor
manejará la siguiente idea. Los conectivos textuales pueden ser adverbios, locuciones
adverbiales, conjunciones, preposiciones y frases conjuntivas, preposicionales o nominales.
Veamos esta clasificación:

 Adicion:Agregan nuevos datos al desarrollo de una idea o introduce otro aspecto del
tema.
Además, más, aún, adicional a lo anterior, por otra parte, otro aspecto, asimismo,
por añadidura

 Contraste :Pero, sin embargo, por el contrario, no obstante, aunque, a pesar de,
inversamente, en cambio

 Causa – efecto:Porque, por consiguiente, así pues, por tanto, por lo tanto, por esta
razón, puesto que, ya que, en consecuencia, de ahí que, así, por este motivo, pues,
por eso, de modo que, según.
 Temporales :Después, luego, más tarde, antes, seguidamente, a continuación,
entre tanto, posteriormente, ahora, ya, enseguida, inmediatamente, cuando, en el
momento, tiempo después, finalmente .
 Comparación :así como, tal como, tanto como, del mismo modo, de la misma
manera, asimismo, igualmente .
 Énfasis :sobre todo, ciertamente, lo que es más, lo que es peor, repetimos, en otras
palabras, como si fuera poco, lo que es más importante, especialmente .

 Ilustración o ampliación :por ejemplo, en otras palabras, es decir, tal como,


verbigracia, como es el caso de, de esta manera, así, así como
 Orden :primero, segundo, siguiente, luego, después, a continuación, finalmente,
antes, desde entonces, en primer lugar, por último, al final, al principio,
inicialmente, enseguida

 Condición : si, con tal que, supongamos, puesto que, siempre que, ya que.

 Cambio de perspectiva:Anuncian que se va a abordar otro aspecto del mismo


tema,por otra parte, de otra manera, en otro sentido, por el contrario, en contraste
con
 Resumen o conclusión :Para terminar, resumiendo, por último, finalmente, en
conclusión, en suma, en síntesis, como conclusión, en resumen

Los signos de puntuación


Quizás no ha existido en los cursos tradicionales de redacción otro asunto sobre el que se
haya insistido tanto, pero que al mismo tiempo provoque tantas confusiones, dudas,
preguntas y resistencias, como ha sucedido con el empleo de los signos de puntuación. La
mayoría de los estudiantes considera bastante difícil aprender a puntuar formalmente, y
reconoce su incapacidad para utilizar estos signos de manera adecuada.

Los signos de puntuación le proporcionan al lector pautas fundamentales para generar


sentido a partir de un texto escrito. Sus funciones son diversas: estructuran el texto,
delimitan las frases, eliminan ambigüedades, resaltan ideas e indican las relaciones de
subordinación entre ellas, regulan el ritmo de la composición, etc. Sin lugar a dudas,
podemos establecer una estrecha relación entre puntuación, unidad textual, propósito
comunicativo y estilo personal del escritor.
Giovanni Parodi Sweis y Paulina Núñez Lagos, en su texto “En búsqueda de un modelo
cognitivo/textual para la evaluación del texto escrito” afirman:

La puntuación de los textos producidos ha sido el rasgo más considerado, ya que incide en
forma directa en la organización de la estructura textual, es decir, en el proceso de
construcción lineal de información tanto en el nivel micro como macroestructural; por
ende, su adecuado o inadecuado uso redunda definitivamente en la elaboración y posterior
reconstrucción de los significados textuales. (1999:89)
tipos
coma
Es el signo que indica una pequeña pausa en la lectura. Es quizás, el signo que
más se usa y el que provoca más errores. Fundamentalmente tiene tres
funciones, a saber:
 Separar los términos de una enumeración o serie.
 Separar oraciones o frases.
 Encerrar una palabra o una frase incidental dentro de una oración
principal.
El Punto
Existen varios tipos de puntos: punto y seguido, punto y aparte, punto final en un
escrito, punto en las abreviaturas y en los números.
4 El Punto y Coma
El punto y coma se usa cuando deseamos señalar una pausa que por lo general es
más prolongada que la pausa que nos indica una coma, pero más corta que la del
punto. O sea, señala una pausa y un descenso en la entonación. Se usa el punto y
coma en los siguientes casos:

Coherencia
Definición
Es la cualidad semántica de los textos que selecciona la información relevante e irrelevante,
mantiene la unidad y organiza la estructura comunicativa de una manera específica.

Teun Van Dijk ha propuesto la noción de macroestructura para caracterizar estos aspectos.
Recordemos que la macroestructura es un esquema que contiene todas las informaciones
del texto y las clasifica según su importancia y sus interrelaciones.

La coherencia es una característica esencial de ese plan global, de esa organización


secuencial y estructurada de los contenidos. Es la propiedad mediante la cual la
interpretación semántica de cada enunciado depende de la interpretación de los que le
anteceden y le siguen en la cadena textual, y también de la adecuación lógica entre el texto
y sus circunstancias contextuales. Por eso, un texto es coherente si en él encontramos un
desarrollo proposicional lógico, es decir, si sus proposiciones mantienen una estrecha
relación lógicosemántica. Mientras la cohesión obedece a criterios formales, la coherencia
obedece a criterios relacionados con la intención comunicativa.

Cuando hablamos de coherencia, nos estamos refiriendo además a los mecanismos que
permiten concebir un texto como el resultado de un equilibrio entre la progresión y la
redundancia informativa. Van Dijk ha establecido tres clases de coherencia.
4.1 Lineal, secuencial o local

Es la que se mantiene entre las proposiciones expresadas por oraciones o secuencias de


oraciones conectadas por medio de relaciones semánticas.
4.2 Global

Está determinada por las macroestructuras textuales. Caracteriza al texto como una
totalidad —en términos de conjuntos de proposiciones y secuencias completas.

4.3 Pragmática

Se da en la adecuación permanente entre el texto y el contexto (las condiciones específicas


de los interlocutores, la intención comunicativa, el tiempo, el lugar y demás circunstancias
extraverbales).

Carlos Alberto Rincón Castellanos

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