El verbo “mejorar” se aplica aquí a tus cualidades físicas, por lo menos a
las básicas, como la fuerza, la resistencia, la elasticidad, el equilibrio y la coordinación (para recordar más cosas de las cualidades básicas, consulta el capítulo 1). Por eso te recomiendo que combines actividades que te gusten, pero que sean variadas. De esta manera diversificarás más el trabajo. Si alternas distintos ejercicios, además de variar las cualidades físicas de una forma más general, mejorarás más partes de tu cuerpo. Aunque sólo sea porque normalmente en general las actividades no afectan a los diferentes grupos musculares por igual. Ten en cuenta que el ejercicio ayuda a regular una gran parte de los sistemas corporales. El aparato locomotor es el gran beneficiado a priori, porque es en el que se aprecian los cambios por fuera, pero hay otros sistemas, como el hormonal, el cardiovascular, el respiratorio e incluso el digestivo que también se verán igualmente mejorados por la práctica regular del ejercicio. Si tienes poco apetito, el ejercicio te ayudará a aumentarlo, y si tienes demasiado, te ayudará a rebajarlo y, al mismo tiempo, a quemar kilocalorías (sobre estas, encontrarás más información en el capítulo 7). Si padeces de insomnio, el ejercicio te aportará ese extra de cansancio físico que necesitas; si por el contrario duermes demasiado, te ayudará a mejorar el estado de alerta. ¿Ves cómo todo son ventajas? O lo que es lo mismo, mejoras. La clave es ir poco a poco Por supuesto, no se trata de ir a las próximas olimpiadas, pero eso no significa que no nos guste ser exigentes y queramos mejorar. Es más, si cada vez te ves un poco mejor siempre tendrás ganas de seguir adelante. El problema en todo caso vendrá cuando empieces a hacer ejercicio sólo “para mantener”, pues en ese momento dejarás de mejorar. Tu cuerpo se irá acostumbrando al entrenamiento establecido y no pasará de ahí. Soy un gran defensor de las progresiones lentas. Hace falta un poco de paciencia, sin duda, porque los resultados no se perciben inmediatamente, pero a cambio, cuanto más tiempo le des al cuerpo para que vaya asimilando las mejoras, más durarán. Además, evitarás también los esfuerzos innecesarios propios de querer mejorar demasiado rápido.