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A DIOS COMO PADRE LE INTERESA NUESTRO BIENESTAR

POR ELLO ES IMPORTANTE NUESTRA DEPENDENCIA EN ÉL CON TOTAL HUMILDAD

Base bíblica.
Proverbios 16:1-3.

“Del hombre son las disposiciones del corazón; Más de Jehová es la respuesta de la lengua.
Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus.
Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados.” (RV60).
“Del hombre son los propósitos del corazón, más del SEÑOR es la respuesta de la lengua.
Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos, pero el SEÑOR sondea los
espíritus. Encomienda tus obras al SEÑOR, y tus propósitos se afianzarán.” (LBLA).
“El hombre propone y Dios dispone. Todo el mundo cree hacer lo mejor, pero Dios juzga las
intenciones. Deja en manos de Dios todo lo que haces, y tus proyectos se harán realidad.” (BLS).
“Los planes son del hombre; la palabra final la tiene el Señor. Al hombre le parece bueno
todo lo que hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones. Pon tus actos en las manos del Señor
y tus planes se realizarán.” (DHH).
“El hombre tiene proyectos, Yahvé, la última palabra. El hombre piensa que su conducta
es limpia, pero Yahvé juzga las intenciones. Encomienda tus obras a Yahvé y tus planes se
realizarán.” (B. Jer. 2001).

Introducción.

En tiempos modernos, cuando pensamos en un proverbio, pensamos generalmente en


una frase popular que es repetida tradicionalmente y expresa un pensamiento moral, un consejo o
una enseñanza.

No tan alejado se encuentra el concepto hebreo de mashal, el cuál fue traducido tanto
como proverbio como “refrán, parábola, enigma o ejemplo”. A diferencia de simplemente repetir
una y otra vez una frase con moraleja, el mashal hebreo es en sí misma una forma de enseñanza.
Una forma de enseñanza por medio de la cual se pueden explicar conceptos complejos en
lenguaje simple y didáctico.

Salmo 78:2 como una profecía de que el Mesías enseñaría de esta manera: “Abriré mi boca
en proverbios (mashal); hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos.”

Tomás de Kempis dijo que “el hombre propone, pero Dios dispone”. Don Quijote exclamó
que “el hombre pone y Dios dispone”. Además, “no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de
Dios” (Don Quijote de la Mancha). El autor de esta obra que fue publicada en 1605 y la segunda
parte en 1615 fue escrita por Miguel de Cervantes Saavedra. (Mat 10:29 ¿No se venden dos
pajarillos por un cuarto? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo vuestro Padre.
Mat 10:30 Y hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.).

I. ¿Quiénes se han trazado metas, hecho planes, propósitos, proyectos para este nuevo año?
Antes de poner en marcha cualquier decisión, pregúntese:
 ¿Está esta decisión en armonía con la verdad de Dios?
 ¿Dará resultados bajo las condiciones de la vida real?
 ¿Agrada a Dios mi actitud?

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“Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un
año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida
mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más
bien, debierais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os
jactáis en vuestra arrogancia; toda jactancia semejante es mala.” Stg. 4:13-16.

II. Hay diferentes formas de fracasar al encomendar a Dios cualquier cosa que hagamos.

 Algunos solo encomiendan su trabajo de manera superficial. Dicen que su proyecto es


para Dios, pero en realidad es para ellos mismos.
 Otros tienden a dar a Dios el control temporal de sus intereses, solo para quitárselo en el
momento en que las cosas dejan de marchar de la manera en la que esperaban.
 Aun así hay otros que encomiendan su tarea por completo a Dios, pero no ponen ningún
esfuerzo de su parte.

III. Piense en un esfuerzo específico en el que esté involucrado ahora. ¿Lo ha encomendado al
Señor? Encomienda tus obras a Yahvé y tus planes se realizarán. (16:3).

Encomienda, galal: Enrollar, rodar, remover. En Gen_29:3 galal se refiere a rodar una
piedra de la boca de un pozo. En este texto se anima al lector a «rodar» sus obras al cuidado
de Dios (véase también el Psa_37:5 Sal 37:5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y
él hará.). La imagen es la de un camello que lleva una pesada carga. Cuando hay que remover
la carga, el camello se arrodilla y se echa de lado para que ésta ruede fuera de su lomo.

El v. 3 es un dicho imperativo aunque todos los mashal tienen un espíritu autoritario;


modo verbal que expresa orden, ruego o mandato) para el oyente. Encomienda. Este verbo
implica tanto fe en el Señor como sumisión a su voluntad, de modo que no hay conflicto entre
sus propósitos y los planes del hombre (cp. 16:9; Sal 37:5; 119:133).

IV. ¿Cuántos anhelan que sus propósitos se realicen?

Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos. Y serán llenos tus
graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. (Proverbios 3:9-10).
Demuéstrale a Dios que para ti él es lo más importante. Dale de lo que tienes y de todo lo
que ganes; así nunca te faltará ni comida ni bebida. (BLS).
Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra
sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia. (2 Corintios 9:10)
Dios da la semilla que se siembra y el pan que nos alimenta, así que también les dará a
ustedes todo lo necesario, y hará que tengan cada vez más, para que puedan ayudar a otros.
(BLS).

Conclusión.

Haciendo una paráfrasis de Proverbios 16:1-3 diría así: “Lo que has dispuesto, tus obras,
tus actos, tus pensamientos, tus propósitos, tus proyectos, tus planes, todo lo que haces;
Encomiéndalo a Jehová, al Señor, déjalo o ponlo en manos de Dios. Ya que de Él es la respuesta, Él
es quien dispone, Él es quien tiene la Palabra final o última palabra. Al hacer esto tus
pensamientos, propósitos, planes serán afirmados, se afianzarán, se harán realidad, se realizarán.”

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