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Verónica Kaufmann
Claudia Serafini
Adriana E. Serulnicoff
El ambiente social
y natural en el
Jardín de lnfantes
PROPUESTAS DIDÁCTICAS PARA LAS SALAS
DE 3, 4 Y 5 AÑOS.
www.editorialholachicos.com.ar
EDITORIAL HOLA CHICOS
Av. Callao 1121 4 º "D" (1023) Buenos Aires - Argentina
Tel / Fax (011) 4812-1800 / 4815-1998
e-mail: holachicos@editorialholachicos.com.ar
www.editorialholachicos.com .ar
PRES!
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
Propuestas didácticas para las salas de 3, 4 y 5 años PROP
ISBN 987-1061-24-2 La pel
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Verónica Kaufmann
Claudia Serafini Los ni
Adriana E. Serulnicoff Plani.
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© 2005 Editorial Hola Chicos Sala
1ª Edición, febrero 2005
La sal
Kaufmann, Verónica
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes : propuestas didácticas para las
Plani.
salas de 3, 4 y 5 años/ Verónica Kaufmann, Claudia Serafini y Adriana E. Serulnicoff. - Sala di
1 º ed. - Buenos Aires : Hola Chicos, 2005.
96 p. ; 26x19 cm. Los a1
ISBN 987-1061-24-2 las m.
Plani.
1. Educación Inicial. 2. Jardín de Infantes. l. Serafini, Claudia. 11. Serulnicoff, Adriana E. Sala d1
111. Título
CDD 372.21
El cui
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Queda hecho el depósito que establece la ley 11. 723
Plan�
Libro de edición Argentina
Salad
APUNTES FINALES
La articulación de las ciencias sociales y naturales ....... 85
El juego en las distintas propuestas ............ .. ... 89
La inclusión de la comunidad .. ......... ........... 91
PRESENTACIÓN
Hace ya algunos años que venimos reflexionando en distintos ámbitos
de trabajo, sobre la articulación de contenidos de las ciencias sociales y
las ciencias naturales en el Jardín. El propósito que asumen estas áreas
en el Nivel Inicial es compartido: que los niños pequeños complejicen su
mirada sobre el ambiente, enriqueciendo sus conocimientos sobre algu
nos contextos que les resultan cotidianos y, a la vez, se acerquen a otros
más desconocidos. El eje de la tarea en el Jardín está constituido por el
conocimiento del ambiente y no por cada una de las disciplinas (Kauf
mann, V.; Serulnicoff, A. E.; 2000) 1. Este propósito tiñe de un modo
particular el sentido de la inclusión de las áreas en el Nivel Inicial dif eren
ciándolo de otros niveles de enseñanza. En este sentido, avanzar en la
elaboración de propuestas didácticas que permitan articular contenidos
-en este caso- de las ciencias sociales y naturales, supone desde nuestro
punto de vista, ser coherentes con el propósito que decidimos asumir.
Jugar a la peluquería
En 1
En
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Ante la mirada de los adultos "el cuadro habla por sí solo" y, por
lo tanto, las conclusiones resultan evidentes. Sin embargo, los ni realiz
ños necesitan ayuda tanto para volcar los datos como también pa cómc
ra interpretarlo y sacar conclusiones. Alejandra les preguntó para bién,
qué iba la mayoría de las señoras, los señores y los niños a la pe- motiv
luquería. De este modo "leyendo" el cuadro los convE
chadc:
CO�t
niños arribaron a la conclusión de que las mu
jeres iban a la peluquería a arreglarse las ma- en un
nos, a teñirse el pelo, a peinarse además de de lo�
TIPO cortarse el cabello. Algunos varones también se
afeitaban o se recortaban la barba. Los niños
los tu
ese s,
en su mayoría iban a cortarse el pelo. trabaj,
mentE:
Nuevamente, Alejandra les propuso jugar pe pregu
ro esta vez en conjunto se dedicaron a armar el inforn
espacio de la peluquería y a conseguir los materia.les que necesi che ce
10 taban, de acuerdo a la información que habían relevado hasta el foto d
momento. Además de ruleros, peines y cepillos incluyeron limas,
frasquitos de esmaltes vacíos, secadores, espejos, pinceles, bro
chas, espuma, etc.
En la peluquería
-
experiencia. La docente se acercaba y reorientaba en
los casos en que era necesario. Los niños llegaron a la
17
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
PLANIFICACIÓN Pl..A
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Contenidos Con
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Hace unos años, nos encontramos con Andrea en un espacio de
capacitación. En ese marco planteó a sus colegas algunas inquie
tudes respecto de su trabajo en la sala. Por un lado, estaba bus
cando maneras de generar mayor autonomía en sus alumnos. Por
otra parte, en ocasiones, sentía que las actividades en grupo total
provocaban un gran desgaste y que no siempre lograba sostener
el interés de todos los niños en sus propuestas. Otras colegas pre
sentes se sumaron también a estas reflexiones.
La salida a la heladería
Al e
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crerr.
ras. j
medi
24 indic
El día de la salida todo era revuelo y entusiasmo en la sala. Pre
pararon las hojas y los lápices negros, uno de los niños llevó por
propia iniciativa una cámara de fotos, Andrea aportó un grabador
pequeño. La directora del Jardín, que participó de la salida, llevó
también una cámara de video. Apenas llegaron a la heladería, los
niños se acercaron todos juntos al mostrador, en el cual estaba el
encargado del local, para hacer las preguntas que habían pensa
do. El encargado contestó las preguntas y los invitó a pasar al
sector en el cual elaboraban los helados. Recorrieron el lugar ·
observando interesados las máquinas y también la cámara de con
servación. El heladero les contó cómo hacían los helados y les
mostró la mezcla en una de las máquinas. Luego volvieron al sa
lón de ventas. Andrea propuso observar allí los bebederos, los car
teles de precios y gustos. El heladero les permitió pasar del otro
lado del mostrador para que los niños vieran con más detalle la
caja registradora, las heladeras, la variedad y cantidad de vasitos y
cucuruchos, y los baldes con helados. Al
cabo de un tiempo, reunió al grupo y les
propuso sacar fotos y también que cada uno
hiciera un dibujo de algún objeto o cierto
sector de la heladería que le hubiera llama
do mucho la atención. Por último, Andrea
sugirió pedirle al heladero una receta para
hacer helado en el Jardín y por supuesto,
cada uno compró y disfrutó de su helado.
29
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
PLANIFICACIÓN
SClmd.04ruw.;
Contenidos
31
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
Di
muj(
Sandra era maestra de sala de 5 en un Jardín de Infantes del cen tir y
tro de la ciudad de Buenos Aires y hacía tiempo que quería que rala
sus alumnos conocieran cómo era la vida de uno de los grupos in tam
dígenas que poblaron nuestro actual territorio. Sandra nos plan y ot
teó que el modo en que ella y sus compañeras solían tratar el te das·
ma, no la conformaba pero tampoco encontraba otra alternativa. Pare
Por lo tanto, quería aprovechar la instancia de trabajo comparti das,
do con nosotras para afrontar el desafío. En primer lugar, acorda
mos cuáles serían los propósitos del proyecto: que los niños co Lo
nocieran parte de nuestro patrimonio histórico y, a la vez, valora mo
ran modos de vida diferentes a los suyos. case
el lu
Para acercar a los niños pequeños a formas de vida lejanas en sodé
el espacio y en el tiempo es necesario ponerlos en contacto con
variados testimonios concretos: objetos, imágenes, relatos, etc. Si
En este sentido, los museos constituyen espacios privilegiados che�
donde provocar estos encuentros. Como paso previo a seleccio plaü
nar qué comunidad indígena abordar, averiguamos qué exhibi esto
ciones ofrecía en ese momento el Museo Etnográfico Juan B. nific
Ambrosetti. 6 lnici
dese
Pensamos que para promover que los niños conocieran y valo
raran modos de vida diferentes a los suyos y a la vez, comenzaran
Te
a poner en cuestión la idea que por lo general sostienen que "los
indios ya no existen más", elegimos un grupo indígena en el que aprc
fuera posible conocer cómo vivía en la actualidad alguno de sus pud
descendientes. tos é
con<
A partir de estas reflexiones decidimos diseñar una propuesta a pe
para conocer algunos de los aspectos de la vida de los mapuches. que
Seleccionar un grupo indígena en particular para convertirlo en
objeto de indagación permite posicionar la mirada en torno de la
trama de relaciones sociales, culturales, económicas y políticas es "Lo:
pecíficas que cada sociedad ha ido (y en algunos casos sigue) cons
truyendo a lo largo del tiempo. De este modo, se evitan aquellos Pa
proyectos que por pretender' trabajar "los aborígenes" en su con sa"
junto, proponen generalizaciones descontextualizadas o compara ra el
ciones superficiales. indic
32
6 Una de las exhibiciones se ocupaba de las poblaciones del noroeste, la otra de los mapuches y la 7En e
tercera de los grupos selknam. manta
Diseñamos un proyecto para que los niños conocieran que las
mujeres mapuches tejían en sus telares diferentes prendas de ves
tir y otros elementos de uso cotidiano como mantas y matras7 pa
ra la montura del caballo. Los tejidos que producían los utilizaban
también para comerciar con los blancos: a cambio de los tejidos
y otros productos, los mapuches conseguían de los blancos espa
das y cuchillos, azúcar, yerba, sombreros, monedas de plata, etc.
Para teñir las lanas con las que tejían empleaban tinturas extraí
das de diversas partes de las plantas del lugar.
Tesoros en el museo
Por último, la maestra sabía que el museo era un contexto des pane
conocido para la mayoría de los alumnos. Por lo tanto, solicitó va en el
rios folletos para mostrárselos de modo que tuvieran una primera camt
aproximación a él y a lo que verían allí. Luego, les contó en qué nes e
consistiría la visita. En el lugar los recibiría una guía quien, en un jetos
primer momento, les iba a dar más información sobre los mapu tiemr
ches. Posteriormente, recorrerían la muestra observando los ob de lo
jetos que tejían los aborígenes. Cada uno llevaría una tablita con
papel y lápiz para dibujar por lo menos un tejido. Sandra les con Es
tó que si bien la mayoría de los objetos que se mostraban en el más
museo estaban exhibidos en vitrinas para cuidarlos porque eran aquel
muy antiguos, la guía al final les daría una colección de objetos probl
originales de los mapuches para ver y tocar. to, in
co ac
Sabíamos que en esta salida no era indispensable contar con mu este J
chos padres para que acompañaran el trabajo porque la consigna dos a
era clara, los niños la habían asumido como propia, el lugar en el ños e
que se realizaría la visita era cerrado y de dimensiones acotadas. puchc
Sin embargo, la maestra invitó a todos los familiares que pudieran tos ce
acompañarlos y que entraran en el micro. Para muchas familias que a
compartir esta experiencia significó la apertura a un tipo de espa blanc
cio social que habitualmente no recorrían junto con sus hijos.
En (
En el museo, los niños se asombraron al ver la variedad de pren mism
das que tejían las mapuches y llevaban como vestido los diferen Era lé
tes miembros del grupo: mantas ceremoniales, cinturones, fajas, tratab
36
ponchos, chiripás, bolsas, etc. Recorrieron las vitri
nas buscando prendas tejidas y luego intentaron di
bujarlas. Mientras algunos observaban la foto de
una mujer tejiendo en un telar, Sandra les leyó in-
formación sobre cómo tejían las mujeres. A mu-
chos les llamó la atención la ornamentación la-
brada en plata que llevaban algunos hombres y
mujeres. La guía les contó que las alhajas eran se- �
ñal de prestigio y riqueza. Finalmente todos ob- �
servaron, tocaron y olieron objetos muy anti-
guos que elaboraban los mapuches y otros que
solían comprar a los blancos. .;;J��
En esta etapa del itinerario, Sandra les propuso volver a mirar las
·mismas im_ágenes que habían observado en un comienzo.
Era la misma actividad pero con un objetivo diferente: no sólo se
trataba de buscar información sino también recuperar y sistematizar
37
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
Al
Tinturas mapuches par,
ade
Cuando trabajamos en la planificación de la propuesta previmos teni
profundizar la mirada sobre las técnicas tintóreas utilizadas por los pule
mapuches. Las particulares maneras de obtener colorantes así co pie1
mo la riqueza de colores presentes en las prendas exhibidas en el Toe
museo darían sentido a esta indagación . Sandra les contó a los ni teni
ños que los mapuches teñían las prendas con colorantes extraídos god
de las plantas del lugar donde vivían. A partir de este relato, les nen
propuso "fabricar" tinturas como lo hacían los mapuches. los
sus
Al día siguiente, llegó al Jardín con remolachas, pimientos rojos, los
hojas de espinaca y ramitas de nogal. También había preparado ce!,
unas pequeñas madejas de hilo de algodón. Sandra colocó los ma cub
teriales a la vista de los niños sobre una mesita. Al entrar a la sa hile
la, sin que la maestra lo propusiera se dirigieron allí. Los comen
tarios de los nenes se anticiparon a las preguntas de Sandra. La
mayoría coincidía en que iban a cocinar. Ante esta situación, les
preguntó si recordaban qué habían estado conversando el día an
terior. En ese momento, muchos de los niños se acordaron que
Sandra les había propuesto fabricar tinturas. En el inicio de la
actividad, la maestra les preguntó cómo les parecía que se podía
hacer para sacar color de estas plantas. Las respuestas se orien
taron a ponerlas en agua. Sandra les contó que también los
mapuches lo hacían así. Seguirían entonces el procedimiento em
pleado por los indígenas: colocarían las plantas en un recipiente
con agua y lo pondrían al fuego. Para desarrollar esta actividad le
pidió ayuda a la cocinera del Jardín de Infantes.
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39
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PLANIFICACIÓN • fa
ma¡:
SaQack8� • Ex
• 01
colo
Contenidos • 01
che�
• Aproximaciones al conocimiento de algunos aspectos de los • fa
modos de vida de los mapuches: los tejidos en telar. difer
• Reconocimiento de la obtención de tinturas vegetales y teñido •C
de hilos de algodón. Con
• Reconocimiento y uso de diferentes métodos de extracción de • Vi:
tinturas utilizando plantas (en agua caliente, en alcohol, por pre el te
sión "exprimiendo"). •M
• Observación sistemática de imágenes y objetos antiguos. inda
• Valoración del patrimonio y de distintos modos de vida.
Actividades
¿Qu
Le
pósi"
ños
Cecilia era maestra de una sala de 5 años en un barrio de la ciu esta
dad de Buenos Aires donde vivía un gran número de familias pro tas f
venientes del noroeste. Algunos niños, muchos padres y abuelos que,
eran nativos de Salta, Tucumán, Jujuy y de países vecinos, como ños,
Bolivia y Perú. Diseñar un proyecto de enseñanza que fuera ca ra q1
paz de incluir a los alumnos con sus historias, costumbres y tradi indai
ciones, era una de sus preocupaciones. Es por ello que comenzó res.
a elaborar una propuesta para que los niños a la vez que compar guie1
tieran y enriquecieran sus conocimientos acerca de algunos de los verd1
alimentos que consumían y cómo los cocinaban en sus familias,
aprendieran que muchos de esos alimentos formaban parte de
Papé
una tradición muy antigua vinculada con los modos en que se ali
Papé
mentaban los indígenas que habían vivido y, aún vivían, en el no Maíz
roeste. Esta selección resultaba interesante porque por un lado, se Maíz
interrogaba sobre un componente básico de la vida de los alum Pimi,
nos como es su alimentación y, por el otro, permitía conocer un Lech
aspecto que seguramente les resultaría desconocido: muchos de Tom
los vegetales consumidos en nuestros días eran similares a los cul Zana
tivados por los pueblos andinos cientos de años atrás. La maestra Poro
esperaba que durante el desarrollo del proyecto, los niños pudie Quin
ran establecer algunas conexiones entre las costumbres alimenta
rias de sus familias y ciertos modos de vida de las sociedades
andinas.
fAl>,
l>A'PJ
Cecilia hacía mucho que trabajaba con esta comunidad y sabía MAí
que las familias de los niños cocinaban comidas con chuño, pi MAi
mientos picantes y quinoa, y que tenían morteros con los cuales A-Ji
molían los alimentos para cocinarlos. También sabía que no era
AJí
sencillo convocar a los padres y abuelos para que trajeran sus his
torias a la escuela y por lo tanto, habría que pensar estrategias lECI
adecuadas y respetuosas. En primer lugar, decidió presentar el n:, t--';
proyecto a la comunidad en una reunión de padres. Le parecía 'Po�
que darles información sobre el sentido de la propuesta y antici 'i>\vi
parles que posiblemente serían invitados al Jardín en diferentes �Al
44 momentos del trabajo, facilitaría la tarea posterior.
�,:\f\
¿Qué vegetales consumen en casa?
Papa común
Papas andinas Las respuestas fueron muchas más de
Maíz dulce las esperadas. A medida que llegaban,
Maíz andino Cecilia las ponía a disposición del gru
Pimiento andino po e iban progresivamente sistemati
Lechuqa zando los datos. Para esto propuso a
Tomate los niños representar con un cuadradi
Zanahoria to de cartulina cada una de las respues
Poroto tas y pegarlas en el lugar correspon
Quinoa
diente en un papel afiche:
1A�ACOfYl&ÍN 0000000000
ººººº
lA'PA,S ANl>iNA,S O O O 000
MAíi l>VLCE
MAíCE5 ltNl>iNo� 0000000
A-jíEs ANbiNOS O O O O
AJÍES C.OMVNfS DO
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�Al>ALLO 000000000000'
2�NAH0RiA 000 45
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
•
bién
liares. Para dar respuesta a este problema, Cecilia decidió incluir raba
una actividad donde pudieran observarlos y reconocerlos. Invitó a
un integrante de cada familia (papá, mamá, hermano mayor,
abuelo, tío) para participar. No vinieron familiares de todos los ni
ños pero había adultos suficientes como para armar cuatro gru
pos con dos adultos cada uno. La maestra le dio a cada grupo los
diferentes vegetales que había comprado en la feria del barrio y,
con ayuda de los adultos, los fueron identificando. Surgió también
la idea de contar cómo los comían y qué gusto tenían.
Salir de compras
A esta altura del proyecto, nos pareció que era el momento pa
ra que los niños conocieran que estos mismos vegetales habían
sido consumidos por los indígenas del noroeste, hacía cientos de A lGJuNO '5 -$o,
0oN REDo�
años, y que establecieran algunas relaciones entre los vegetales 01·,?os ,1 L A 1
andinos y otros muy similares, consumidos actualmente en la ciu 4LG.V IV O� -¡
G,RfWOS DO
dad de Buenos Aires·. En primer lugar, seleccionamos con Ceci
lia los vegetales a comparar: papas andinas y comunes, maíces
andinos y maíz dulce, ajíes andinos y pimientos rojos y verdes.
Luego, les propuso a los niños ir a la feria para comprar estos
vegetales. Además de comprar curiosearon un poco el resto de '"l=S ALAR,
los puestos. JÍfl\Jé �Rt
ORJ)ENA
Al otro día, la maestra distribuyó las verduras en las mesas de
la sala. Cada grupo de niños disponía de todas las variedades. La po, l
maestra les pidió que pusieran juntos aquellos que tuvieran algún yend
parecido. Los niños lograron, rápidamente, reconocer las similitu ocas
des entre los maíces andinos y los maíces dulces por la forma de riadc
los granos y su distribución en torno al "marlo". Sin embargo, los resul
maíces andinos presentaban una amplia variedad de colores y ta men
maños de granos. También identificaron semejanzas entre los men
ajíes andinos y los pimientos: ambos eran carnosos, tenían en su y de
interior semillas pequeñas y amarillas. Diferían en las formas, ta ínter
maños y colores. Reunir las papas con las papas andinas, les dio cosa
tos d
nos.
para
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Cu,
mác
pum
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gró 1
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12 Un li
de Hun
un poco más de trabajo, sobre todo en aquellos
casos en que los colores y las formas eran muy
diferentes. El gran tamaño de las papas actuales,
frente al reducido de las andinas fue otro de los
JlLGV NOS0C�\J -PfNiTOS. factores que dificultó la comparación.
'5oN R E!)oN !),'ro.,:
OTROS fi LA S:0f\J)O,,;:
En todos los casos, Cecilia les hizo notar la uni
formidad de las especies actuales y la variedad de
formas, tamaños y colores presentes en las espe
cies andinas. Para cerrar la actividad, la maestra
preparó tres cajas rotuladas de la siguiente mane
,:;-s ALAR<oADo ra: papas, maíces y pimientos y, les propuso co
J1fl\Jt:' GRANOS locar en cada una los vegetales correspondientes.
O P..!) E NA-lJP.$
La sala de fiesta
Actividades
1?lJ
subgrupos que trabajarían con las plantas acuáticas -lenteja de
agua, repollito y cola de zorro- se ubicarían en un área cercana al
embarcadero, los dos subgrupos restantes -que tenían que situar
juncos y totoras- se trasladarían hasta una orilla menos transita-
da. Una vez localizada la especie, tenían que extraer algunas, sa- c3
car fotos y dictarle al adulto de qué manera la habían recolectado �
-utilizando redes o las palas- y si tuvieron algún inconveniente pa-
ra sacarla. Jugar a ser exploradores buscando la especie y reco- j
lectar algunos ejemplares fue uno de los momentos más atractivos j
para los niños.
e
propuso poner todos los referidos a la misma planta juntos, otros
querían reunir los realizados por cada grupo de nenes. Mariana les
e
planteó que sus propuestas eran una forma de separar las plantas
pero que esta vez, las organizarían de un modo diferente: de un
lado agruparían las plantas que viven en el agua, y del otro, las
que viven en las orillas de la laguna. Los niños estuvieron de
acuerdo y le solicitaron a la maestra dividir el papel en dos partes
e
con una línea. Finalmente acordaron de qué lado pegarían cada
grupo de plantas. Para algunos niños la tarea resultaba sencilla,
otros solicitaban la colaboración de Mariana. ::�
También quedaba pendiente conocer los nombres de las plantas. Lm
Los niños en repetidas oportunidades demandaron a Mariana es tizar
ta información. Previendo que todos los nenes no podrían pegar pleta
en forma simultánea los dibujos sobre el papel afiche distribuyó das,
sobre las mesas libros, revistas y una enciclopedia abiertos en la este
página con fotos de plantas acuáticas. Invitó a algunos nenes a gent,
mirar los libros, mientras otros pegaban los registros en el afiche. tos q
Cuando terminaban de pegar los dibujos les proponía acercarse a
las mesas con los libros y les pedía a los niños que aún no lo ha Par
bían hecho, que se aproximaran al afiche. Una vez completo el fecci
60 registro final con los dibujos de todos los niños, les comentó que lias
en esos libros estaban los nombres de las plantas. Un nene le pi
dió a Mariana que los escribiera debajo de cada dibujo.
o
( � D
D D D D
D D D D D
-......P./' -
'\.
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Los gráficos de barra son un buen modo de organizar y sistema
tizar la información a partir de la realización de encuestas. Com
pletar el cuadro permite poner en común las respuestas obteni
das, organizar la información y arribar a ciertas conclusiones, en
este caso, acerca de para qué usaba la laguna la mayoría de la
gente. Los dibujos posibilitan que los niños puedan "leer" los da
tos que brinda el cuadro con mayor autonomía.
Actividades
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¿Cómo enseñar contenidos relativos a los animales a los más
pequeños? ¿Cómo hacer para que una realidad familiar para algu
nos, sea también conocida por otros para quienes puede ser dis
tante? ¿Está bien tener animales en la sala? ¿Es peligroso traerlos
al Jardín? ¿Cómo tienen que comportarse los docentes si los
niños tienen miedo? ¿Qué hacer si algunos niños se muestran
temerosos frente a los animales? En el tiempo que llevamos tra
bajando con maestras escuchamos muchas veces éstas y otras
preguntas similares.
El trabajo con los animales es, sin duda, un tema que moviliza,
en particular cuando procuramos que los niños tomen contacto
directo con ellos. Con estas preguntas en mente y también con la
convicción de que enseñar contenidos vinculados con los anima
les resulta valioso tanto desde el punto de vista del conocimiento
como por el afecto que los animales despiertan en los niños, di
señamos una propuesta didáctica específica para las salas de los
más pequeños. Varias maestras desde entonces transitaron con
sus alumnos estas experiencias y actividades.
65
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
Ana llevó a la sala las fotos que había sacado de todas las mas
cotas y del veterinario. Los niños recordaron los nombres de ca
da una y algunas de las anécdotas y episodios transcurridos.
Entre todos eligieron las fotos que más les gustaban: querían que
todas las mascotas estuvieran representadas. Ana les propuso tam
bién contar algunas de las cosas que más les habían interesado o
llamado la atención y las transcribió para anexarlas a las fotos.
71
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
---..
PLANIFICACIÓN
SaQa(M;5ClM95
Contenidos
Actividades
1-
• Conversación para averiguar qué mascotas tienen los niños. de
• Visita a la sala de dos perros: observación del pelaje yde la can cas
tidad de patas. ent
• Armado de la pecera de la sala. Realización de observaciones re,
periódicas y cuidado de los peces (alimentación y limpieza). res
• Visita del sapo a la sala: observación de algunas de sus caracte rae
rísticas externas y de la particularidad de sus desplazamientos.· que:
• Visita de la gata y su cría: alimentación de la cría, intercambio ma
CUc
con la mamá sobre los cuidados requeridos.
• Visita del canario a la sala: observación del pico, plumas, patas
L,
y alas. Conversación sobre la alimentación y otros cuidados. sas
• Organización de la visita del veterinario a la sala. Preparación cor
de algunas preguntas. vas
• Visita del veterinario: presentación de instrumentos y medica nac
mentos; conversación sobre los cuidados que requieren las mas nue:
cotas. Realización de preguntas por parte del grupo. en
• Observación de las fotos de las actividades realizadas y conver cial
sación sobre los momentos vividos. me
• Armado de la cartelera del Jardín. pre
• Entrega de la pecera al club de ciencias de la escuela. yp
bie1
72 del::
cio1
E� c»lílad(9! � �� � ea sa2.a ck 8:
ea &lsura ckJtJ 1ardtJJ
Hace ya tiempo que realizamos una actividad con los docentes
de Nivel Inicial que consiste en elaborar un listado con las temáti
cas que trabajan con los niños. Con mucha frecuencia enumeran,
entre otros, temas tales como la contaminación del agua y del ai
re, el reciclado de papel, el cuidado del planeta. Estas propuestas
responden a un interés de las maestras por educar a los niños pa
ra que sean ciudadanos más cuidadosos del medio en el que viven,
que las generaciones actuales. La preocupación es sin duda legíti
ma. Sin embargo, cabe preguntarse si estos temas resultan ade
cuados para los más pequeños.
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y re
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76 OTR.oS gunt
'
Al finalizar, uno de los niños dijo que había tantos papeles de co
lores porque el día anterior habían hecho un collage, otro pregun
tó quién había comido un caramelo y no había convidado. Marce
la les propuso ver si alguna de las cosas que estaba en la basura
se podía guardar para volver a usar. Acordaron que los papeles
grandes servirían para hacer nuevamente collage. La maestra les
propuso que a partir de ese momento, cuando tiraran algo a la
basura intentaran pensar si realmente no servía más o aún se po
día utilizar para otros trabajos. Cuando terminó la tarde, Marcela
les sugirió mirar la sala y todos se sorprendieron cuánto más lim
pia estaba. En el encuentro siguiente que tuvimos con Laura y
Marcela pensamos en que solamente al compartir el problema
con los niños y comenzar a complejizar la mirada sobre él, los ni
ños ya empezaron a modificar sus actitudes.
cada uno de los espacios del Jardín y quién se ocupaba de esa ta pre�
rea. Ninguno tenía demasiada información sobre qué se hacía con ra.
los residuos pero todos suponían que era Teresa quien se ocupa pap
ría del tema. Por eso decidieron invitarla a la sala para hacerle esa sep¡
pregunta. Teresa les contó que cuando todos los niños se retira
ban del Jardín, ella barría cada sala, los pasillos y el patio y todos Si
los residuos que juntaba los ponía en bolsas muy grandes. Ade cart
más, volcaba la basura de cada uno de los cestos de la sala en otra bast
bolsa grande. Uno de los niños le preguntó si era la misma bolsa segt
que usaba el encargado de su edificio. Teresa dijo que así era y has1
que luego de hacer esa tarea ella sacaba las bolsas a la vereda pa mer
ra que el camión, por las noches, las retirara. Algunos niños que plej:
vivían en casas contaron que ellos acompañaban a algún adulto a el g:
sacar las bolsas antes de que pasara el camión de recolección de esta
basura. Laura les propuso que durante esa semana intentaran
salir a la vereda con algún familiar para observar el trabajo que A
realizaban los recolectores de residuos y cómo era el camión. dad
Marcela envió una nota a las familias contándoles el proyecto que tó s
estaban realizando y la tarea que habían acordado con los niños. los,
ni p
Los niños fueron acercando mac
muchísima información pro vez
ducto de sus observaciones: no,
contaron que los recolec- mio
tb D �F.O � 1Lút) � u �i tores llevaban uniforme y carr
que usaban guantes para no dep,
tocar la basura; advirtieron ría {
que el camión "aprieta la ba
sura para que se haga más Lu
chiquita y pueda entrar de h
más". Algunos se quejaban porque a los señores se les caía parte los 1
de los residuos fuera del camión y ensuciaban la calle, mientras nos
que otros opinaban que era un trabajo difícil para el que había que resic
tener mucha fuerza. Varios comentaron que antes de que pasara del
el camión recolector, muchas personas revisaban la basura para por
juntar cartones, diarios y botellas. Marcela, quien venía anotando cela
en un afiche los comentarios de los niños, tomó la palabra y les das
dijo que algunas personas juntaban esos materiales para luego ras?
venderlos. Una de las nenas contó que su mamá ponía en una bol sidu
sa los cartones y los diarios para que los cartoneros no tuvieran muh
78 que revolver la basura. Al escuchar esto, otro nene propuso ir a apo1
preguntarle a Teresa si en el Jardín hacían lo mismo con la basu
ra. Tere les dijo que no y la sala roja decidió tirar en otro cesto los
papeles y cartones y, pedirle a Teresa que los sacara a la calle por
separado.
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Cuando los materiales degradables como los restos orgánicos, el
papel y el cartón habían tenido profundos cambios, la maestra
consideró que la experiencia había alcanzado su propósito 15 • Fue
allí que les planteó analizar la información recabada en el cuadro:
¿qué cosas cambiaron?, ¿cuáles permanecían igual? Como la ex
periencia se realizó en un período de tiempo acotado, Marcela
consideró pertinente comentar a los niños que los restos orgáni
cos y el papel, con el tiempo se deshacían y se mezclaban con la
tierra, al igual que las latas, aunque les llevaba mucho más tiempo.
En cambio, el plástico permanecía igual por muchísimos años.
15 Para reconocer cambios importantes en los residuos orgánicos se requiere cierto tiempo. En épo
cas de clima cálido y si se los humedece, seguramente en el plazo de un mes podrán identificar una
81
progresiva descomposición. A su vez, cuanto más pequeños sean los trozos de los restos orgáni
cos más rápido será este proceso. Por tanto, puede ser necesario continuar con esta experiencia
cuando el proyecto ya haya terminado.
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
83
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes
PLANIFICACIÓN
Sa.Qad.08ClM95
Contenidos
• Identificación de algunas problemáticas ambientales que afectan la
vida en el Jardín: la basura que se produce en los distintos espacios.
• Búsqueda de soluciones para dicho problema.
• Valoración del cuidado y del mejoramiento del ambiente del Jardín.
• Reconocimiento de la vinculación entre el sentido de las normas
y la necesidad de su cumplimiento.
• Reconocimiento de los cambios experimentados por diferentes
materiales (papel, cartón, metal, plástico, residuos orgánicos ve
getales) a lo largo del tiempo, cuando se los dispone en condicio A
nes similares a las del relleno sanitario.
• Comunicación del resultado de sus indagaciones.
Actividades La
cerca de la laguna que para otro que nunca ha visto una. Estas l
diferencias también se dan en el interior de un grupo: para al co
gunos niños las mascotas forman parte de su vida familiar, va
mientras otros no tienen un contacto tan directo con ellas. Es vic
preciso que la propuesta asuma esta diversidad como un modo a:
de enriquecer los aprendizajes de unos y otros. Mientras que al pr
gunos se acercan a una nueva realidad, otros sistematizan sus liz;
conocimientos compartiéndolos y enriqueciéndolos, a partir de mi
las nuevas informaciones que el docente y sus compañeros po ap
nen a disposición a través de variadas actividades. m1
Pr
Por otra parte, algunos contextos fueron elegidos porque los m1
consideramos valiosos para que tengan un lugar en el Jardín. tn:
Así por ejemplo, indagar cómo es la vida de los mapuches per ra1
mite que los niños conozcan parte de nuestro patrimonio histó xic
rico y cultural, e indagar la laguna propicia que los niños tomen ca
contacto con un espacio verde. mi
pe
Al trabajar con los maestros es común que sorprendidos nos ar
digan: "¿solamente estos contenidos vamos a trabajar con los ar
niños?". Intentamos pasar cada una de las propuestas por el ta
miz que supone la pregunta acerca de qué esperamos que los 1
niños efectivamente aprendan. La posibilidad de focalizar nos ta!
permite profundizar, reconociendo que es necesario diseñar le�
variadas actividades para que los niños se acerquen a dicho es
contenido. De este modo, consideramos la importancia de Er
enfrentar a los alumnos en sucesivas aproximaciones a los ar
contenidos, reconociendo que la mayoría de las veces, la ilusión m,
de que con una sola actividad alcanza, es falsa. En el itinerario ce
referido a las comidas de las comunidades andinas se inicia el fo
trabajo con los saberes brindados por los niños y sus familiares, Ai
sobre los vegetales que habitualmente consumen, para luego de
recibir el aporte de una abuela a través de la elaboración de una ba
comida. Estos conocimientos se enriquecen a través de la diJ
exploración de la molienda con morteros, en el rincón de cien fo
cias, y la observación directa de una colección de vegetales de
para terminar completándolo con el aporte de información rea te1
lizado por la maestra. A.
86
Los contenidos incluyen también los procedimientos que son
convertidos en objeto de enseñanza. Así por ejemplo, la obser
vación de imágenes es un contenido en la propuesta sobre la
vida de los mapuches pero no se plantea como procedimiento
a ser enseñado en la indagación de la laguna. Considerar los
procedimientos como objeto de enseñanza implica siempre uti
lizarlos y ponerlos en juego pero supone a la vez, algún trata
miento particular que posibilite que los alumnos comiencen a
apropiarse de ellos. En las diferentes propuestas también inclui
mos algunos contenidos relacionados con actitudes y valores.
Procuramos incorporar aquellos que se vinculan más estrecha
mente con los contenidos restantes. Así por ejemplo, en el
trabajo con las comunidades del norte de nuestro país "la valo
ración de las diferentes costumbres alimentarias" está en cone
xión con el "establecimiento de relaciones entre algunas
costumbres alimentarias de las familias de los niños con la ali
mentación de los pueblos indígenas del noroeste", y "la com
paración entre vegetales andinos y las especies actuales (papas
andinas y papas comunes; maíces andinos y maíz blanco; ajíes
andinos y pimientos) en cuanto a su forma; tamaño; color".
lugar y los usos que las personas realizan de ese espacio. Am El
bos contenidos permiten acercar a los niños una visión más
compleja del ambiente abordado. L
dif1
En algunos proyectos, los contenidos de un campo de cono or
cimiento "lideran" la propuesta. Así por ejemplo, en la indaga
ción sobre los pueblos originarios, los contenidos de ciencias
sociales son la "hoja de ruta" de la propuesta. Algo similar su pre
cede con los contenidos de ciencias naturales en la propuesta pu,
de la laguna. Resulta importante tener estas ideas en claro pa nif
ra no forzar la inclusión de contenidos bajo la premisa de que ce1
ambas áreas "debieran ser parejas o estar equilibradas". los
to,
En algunos casos, la temática abordada, como por ejemplo el tra
itinerario sobre la basura en el Jardín, requiere del tratamiento los
conjunto de ambas áreas. Sólo a través de una "propuesta ar m¿
ticulada" se puede dar cuenta de su complejidad. Asimismo, a otr
través de esta complementariedad es posible que los alumnos otr
avancen en la comprensión de la misma. En estas ocasiones, el yv
tratamiento desde una única perspectiva contribuiría a una mi ría
rada simplista y reduccionista de la problemática en cuestión. otr
otr
En estas páginas, ponemos el énfasis sólo en estas dos áreas xio
de conocimiento y por lo tanto, las propuestas podrían inter
pretarse como ejercicios de articulación incompletos puesto
que sería posible y deseable -porque los maestros asumen el ffiE
desafío de planificar propuestas que incorporen contenidos de yt
diferentes campos- complementarlos con la inclusión de conte pre
nidos de otras áreas. Para ampliar y enriquecer aún más la go
mirada de los alumnos sobre el ambiente sería interesante inte nfü
rrogarse acerca de los aportes que en términos de contenidos fac
podrían acercar otros campos de conocimiento, sin pretender ser
desde luego, la necesaria inclusión de todos ellos.
E
cor
En
pat
niñ
88
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- -
La inclusión de la comunidad
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1 ª edición Febrero 2005
' Hecho el depósito que dispone la ley 11. 723.
Reservados todos los derechos.
Prohibida su reproducción total o parcial.
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