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INTRODUCCIÓN
operaciones posteriores.
Como el nombre indica, se da este tratamiento a los aceros para que den
con los constituyentes y características que puedan considerarse normales
o propios de su composición.
¿QUE ES?
es un tratamiento térmico que sirve para afinar la estructura y eliminar las tensiones
que suelen aparecer en la forja, y sobre todo después de ciertos sobrecalentamientos o
enfriamientos en malas condiciones. Aunque también lo usamos siempre que se quiera
eliminar los efectos de cualquier tratamiento térmico anterior.
Es un tratamiento importante para los aceros como preparación para el TEMPLE,
homogeneizando su estructura en toda la pieza después del forjado, y eliminando los
efectos del sobrecalentamiento en el crecimiento del tamaño de grano.
Cuando tenemos un acero con grano grueso, para afinarlo, basta con calentarlo a una
temperatura lo mas justo por encima de la temperatura crítica (austenización
completa) y dejarlo que se enfríe al aire. En el enfriamiento al aire los granos de
austenita se transforman en otros más pequeños de ferrita, perlita o cementita según su
composición. Cuando los cristales son muy grandes, para afinarlos se recomienda
varias regeneraciones sucesivas. La primera a temperatura bastante superior a la
crítica, pues entonces los átomos que constituyen el acero tienen mayor movilidad y es
mas fácil dividir la grosera cristalización inicial y homogeneizar la masa del acero, y
luego se hacen otras regeneraciones a temperaturas mas bajas y mas próximas a la
temperatura crítica, que son las que en realidad afinan el grano.
PASOS
Se calienta la pieza entre 30 y 50 grados centígrados por encima de la temperatura
crítica superior (TCS). La TCS de un acero varia con su contenido de carbono y es
aquella temperatura en la cual la austenita comienza a transformarse en ferrita y
cementita bajo condiciones de enfriamiento lento. Se mantiene esa temperatura el
tiempo suficiente para conseguir la transformación completa de austenita. A
continuación se deja enfriar en aire, obteniéndose una estructura uniforme.
Con esto se consigue una estructura perlítica con el grano más fino y más uniforme
que la estructura previa al tratamiento, consiguiendo un acero más tenaz,
Para aceros con bajo contenido de carbono no aleados • no existe mucha diferencia
entre el normalizado y el recocido.
Por lo regular, los aceros al carbono con 0.20% C o menos no reciben más
tratamientos después del normalizado. Sin embargo, los aceros de medio o alto
carbono suelen templarse después de la normalización a fin de obtener propiedades
específicas, por ejemplo, menor dureza para el enderezado, trabajado en frío o
maquinado.
BENEFICIOS
APLICACIONES Y MATERIALES
La normalización se utiliza principalmente en aceros al carbono y aceros de baja
aleación, para normalizar la estructura tras el forjado, la laminación en caliente o la
fundición. La dureza obtenida tras la normalización depende del análisis dimensional
del acero y la velocidad de enfriamiento utilizada (aproximadamente, 100-250 HB).
La temperatura del normalizado es más elevada que la del recocido dado que con el
mismo se persigue lograr mayor homogeneidad de la austenita, para que, al final del
tratamiento, la nueva granulometría sea más homogénea y uniforme.
BIBLIOGRAFIA:
https://laboratoriodeforja2.wordpress.com/2017/01/31/normalizado/
https://prezi.com/hrzqycyi7rw6/normalizado/
http://eprints.uanl.mx/435/1/1020115008.PDF