En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?

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El poder en la Colonia: la Corte y la Iglesia --------------
Después del descubrimiento y la conquista se inicia el
período colonial en América (siglo XVI a XVIII). Dos
instituciones concentran el poder: la iglesia y la corte. Ambas
son muy estrictas; no se le permite al criollo pensar con
conciencia crítica sobre problemas sociales y políticos de su
realidad. Hay censura con respecto a las fuentes del saber. Se
limita la lectura, se prohiben libros, según los mandatos de la
metrópoli. Se impone un clima de aceptación y quietud. No se
permite la iniciativa personal y el pueblo debe atenerse a las
soluciones dadas por las instituciones mencionadas.
Los intelectuales, en este caso los escritores, se sienten
insatisfechos por el asfixiante orden externo que les impide la
búsqueda del conocimiento sobre bases experimentales y
racionales, como por ejemplo, la teoría heliocéntrica que
cuestiona el lugar del hombre y de la tierra en el universo.
Deben someterse a la pedagogía escolástica basada en la
autoridad de los conocimientos dados y su memorización.
Juana Inés de Asbaje, la poetisa mejicana conocida como Sor
Juana Inés de la Cruz, representa a través de su vida y de
su obra el conflicto espiritual de los criollos en su búsqueda de
posibilidades para lograr su realización auténtica y dejar atrás la
marginación a la que la realidad los condena.
La corte poseía todos los privilegios y la aristocracia española
era dueña de la riqueza y los derechos civiles y sociales. El celo
por la "limpieza de sangre" marginaba al criollo y lo sometía al
servilismo, que en lo literario se traducía en las "poesías por
encargo". La escritura no surge como deseo sino como
imposición y traduce la superficialidad y frivolidad del
ambiente en donde Sor Juana está inserta. Es precisamente este
entorno el que la lleva a ceder a las exigencias sociales de un
orden cultural cerrado y a intentar dar vuelo poético a
acontecimientos mundanos. La escritura reemplaza así la falta
de profundidad emocional con juegos de ingenio y representa el
destino enajenado del escritor al que se lo priva de la libertad
dado que depende de la voluntad de la clase gobernante. Dice
Sor Juana:
"Y, a la verdad, yo nunca he escrito sino violentada y
forzada y sólo por dar gusto a otros..."

Por ejemplo, el siguiente fragmento de un poema escrito por Sor Juana, fue hecho para que la Condesa de Galve
saludara a su esposo con motivo de su cumpleaños. El impulso de libertad creadora se somete y desvía a través de
laberintos expresivos.

----------- Laberinto endecasílabo ----------------

Amante, - caro, - dulce esposo mío, ufano - siempre, - que son a tu agrado
festivo y - pronto - tus felices años voluntad - y ojos - las mejores joyas, aceptas - solas, - las de
alegre - canta - sólo mi cariño. mis halagos, dichoso - porque - puedes celebrarlos. No altivas -
Ofrendas - finas - a tu obsequio sean sirvan, - no, en demostraciones de ilustres - fiestas, - de altos
amantes - señas - de fino holocausto, aparatos lucidas - danzas - célebres festines, costosas - galas -
al pecho - rica - mi corazón, joya, de regios saraos.
al cuello - dulces - cadenas mis brazos.
Te enlacen - firmes, - pues mi amor no ignora Sor Juana Inés de la Cruz

• Sin proponérselo la poetisa testimonia la vida vana, frivola y ociosa de la corte. Enumeren las actividades sociales a las que los
aristócratas se dedicaban.
• ¿Qué vocabulario traduce el refinamiento de la clase dominante?

El sometimiento a los mecenas de turno limita a los intelectuales, los aliena y los lleva a la alabanza, la
adulación, el ruego. El "amiguismo" como lacra social y política aparece en la época de la colonia a través de pedidos a
gente influyente. La libertad y la vida estaban en manos de los poderosos ya que no existía la justicia que velara por el
derecho de todos. Surgen así los poemas para solicitar o interceder por alguien. Esto revela el despotismo existente.
La iglesia, por otra parte, aliada al poder de la corte, controla la actividad intelectual de la colonia. Sor Juana
pertenece al clero, pero su situación de mujer la coloca en una posición de inferioridad con respecto al acceso al
conocimiento y a la posibilidad de expresar sus opiniones. La monja escribe la "Carta Atenagórica" (digna de Atenea, la
diosa griega de la sabiduría) en donde critica el sermón de un sacerdote, el padre Antonio Vieyra. El obispo de Puebla,
ocultándose bajo el seudónimo de Sor Filotea de la Cruz, la amonesta con otra carta la cual le provoca mucho temor a
Sor Juana. Ella le contesta mediante la "Respuesta a Sor Filotea de la Cruz" en la que expresa sus argumentos para
defenderse. Esta carta resulta interesante porque se opone totalmente a la frívola poesía de circunstancia y de
homenaje, ya citada.