Sei sulla pagina 1di 1

Hola hermanas y hermanos. ¿Cómo están?

Nos volvemos a encontrar para compartir


juntos lo que Jesús dice y hace cuando está dentro de la casa. El texto bíblico que
leemos es Marcos capítulo 3, de los versículos 20 al 35. Dale, búscalo, léelo y lo
meditamos juntos.
El estilo de vida de Jesús no fue el de un solitario. Desde el primer momento él quiso
elegir e invitar a que lo siguieran formado una comunidad entorno a él. Y en ese camino
del seguimiento del Nazareno y en la comunidad cristiana hay lugar para todos porque a
la mesa del Señor está invitado el santo y el pecador. Pero esta “novedad” molestará a
muchos, porque si Dios se acerca a todos sin importarle como estén o vengan, ¿Dónde
queda su santidad y pureza absolutas? Si Dios elige las periferias y a aquellos que están
alejados y “en pecado” ¿para que esforzarse, no hay merito entonces?

Las posturas que toman las personas ante el mensaje de Jesús termina dejando a algunos
“dentro de la casa” y a otros, los que se autoexcluyan, quedaran fuera. ¿Quiénes son los
que están “dentro de la casa”? Los Doce, los discípulos, quienes escuchan la
predicación de Jesús. ¿Qué actitud tienen? “… quienes cumplan la voluntad de Dios…”
(Mc 3, 35) su actitud es de acogida en la fe de las palabras de Cristo que expresan la
voluntad de Dios.
En cambio, ¿Quiénes son los que se quedan fuera de la casa? Los escribas y fariseos que
murmuran contra él a causa de los exorcismos que realiza. Su familia de sangre que cree
que “está fuera de sí” o sea, loco y vienen a buscarlo para llevárselo. ¿Qué actitud
tienen? Los escribas/fariseos murmuran y ponen en duda la fuente de su “poder”, creen
que viene del demonio. La actitud de este grupo será siempre la de rechazo, cerrazón y
polémica. En relación con su familia, la actitud será de incomprensión y, más adelante,
de incredulidad.
Los de dentro de la casa serán la “nueva familia” de Jesús, su madre, sus hermanos y
hermanas, porque ellos hacen la experiencia de “convertirse”. La conversión no será
tanto una cuestión moral, un esforzarse por ser “buenos y perfectos” o cumplir
intachablemente un conjunto de reglas, sino en primer lugar un dejarse transformar por
el Evangelio, cambiar los criterios y vivir conforme a los sentimientos de Jesús y
dejando que el corazón del Padre se sienta latir dentro nuestro. Por eso, si queremos
vivir dentro de la casa del Padre y ser de la familia de Jesús, dejemos que el Espíritu nos
“convierta” los criterios, el modo de ver y tratar a los demás.
Si te gustó el video y pensas que puede serle útil a alguien, compartilo. Si te quedaron
preguntas, dudas o queres compartir algo, deja tu comentario o escribilos por MP en mis
redes. Nos vemos la próxima. Dios nos bendiga.

Potrebbero piacerti anche