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¿Qué fue el Ultraísmo?

El Ultraísmo fue un movimiento literario vanguardista, originado en


la España de 1918 como oposición al modernismo tradicional que imperaba en las
letras españolas desde finales del siglo XIX.

Aunque incorporó algunos artistas plásticos en sus filas, fue un movimiento


eminentemente literario y poético, muy influenciado por el futurismo
italiano y centrado en valorar la metáfora como esencia de la escritura literaria.

Como muchos otros movimientos vanguardistas, publicó varias revistas


poéticas y agrupó a sus integrantes en torno al Café Colonial de Madrid, donde
operaba una tertulia itinerante dirigida por el escritor sevillano Rafael Cansinos
Assens.

El núcleo del movimiento estaba integrado por diversos nombres locales,


entre los que figuró el argentino universal, Jorge Luis Borges, durante su estancia
en España.

Ver además: Generación del 27.

Nombre Ultraísmo
El prefijo “ultra” de ultraísmo proviene del mismo vocablo griego que se
traduce “más allá” y es de uso común en la lengua española, como en el caso
de ultramarino (“más allá del océano”) o ultratumba (“más allá de la tumba”).

Fue elegido por los ultraístas debido a que proponían, como lo establecen en su
manifiesto, ir más allá del novecentismo imperante y renovar las
estructuras literarias con algo nuevo: “Nuestra literatura debe renovarse; debe
lograr su ultra como hoy pretenden lograrlo nuestro pensamiento científico y
político”.

Contexto histórico del ultraísmo


Los ultraístas fueron grandes defensores de la libertad de expresión.
El ultraísmo surge en la España de principios del siglo XX obedeciendo a la
necesidad de superar el modernismo imperante desde 1880, caracterizado por un
refinamiento casi narcisista y aristocrático, un imaginario cosmopolita y cierto
empeño renovador de la métrica.

Esa época era testigo de la explosión de las llamadas “primeras


vanguardias”, que consistieron en posicionamientos renovadores o rupturistas en
lo artístico, literario, político y cultural.

Fueron grandes defensores de la libertad de expresión y de la exploración


artística, superando a menudo las fronteras entre los géneros expresivos y
echando mano a nuevos métodos, imaginarios y filosofías.

Principales representantes del ultraísmo


El ultraísmo contó con un núcleo compuesto por Gerardo Diego, Pedro
Garfias, Pedro Iglesias Caballero, Juan Larrea, Ernesto López-Parra, Lucía
Sánchez Saornil, Guillermo de Torre e Isaac del Vando-Villar.

Otros integrantes fueron Jacobo Sureda, quien no estuvo exclusivamente


comprometido con este movimiento, y a través de él su amigo Jorge Luis
Borges, quien se sumó formalmente en 1921 y lo difundió en Argentina.

El mismo Jorge Luis Borges, en un texto publicado en Buenos Aires en 1921,


sintetiza los objetivos del ultraísmo en:

 Un uso de la metáfora como cuerpo mismo del poema.


 Borradura de las frases medianeras, nexos y adjetivos considerados inútiles.
 Abolir los “trabajos ornamentales” que se identificaban con el modernismo.
 Imágenes poéticas chocantes, rupturistas, que aludieran a la novedad
técnica y tecnológica.
 Uso de símbolos matemáticos y otras rupturas tipográficas.
 Uso de neologismos, vocablos técnicos y palabras esdrújulas.
 Eliminación de la rima y de la métrica, y tendencia a esquivar
las motivaciones personales y sentimentales.
¿Qué es el criollismo?
El criollismo es un movimiento literario que surgió a fines del siglo XIX y se
extendió en el siglo XX. Sus antecedentes se encuentran en las primeras
búsquedas de una identidad americana iniciadas desde el siglo XVI.

El criollismo apareció casi simultáneamente en toda Latinoamérica como una


búsqueda de lo autóctono, lo local y aquello que identificaba a toda la región.
Su objetivo era representar a los sectores excluidos y populares de cada nación y
rescatar las tradiciones y costumbres.

Se relaciona con otros movimientos literarios de épocas cercanas, como el


americanismo romántico y el indigenismo, pero se diferencia de ellos ya que no
solo se concentra en individuos sino también en los paisajes y en el contexto
social moderno que los excluye.

Ver además: Época colonial de México

1.Lo autóctono: el criollo


Los barbónes impedían que los criollos accedieran a los principales cargos políticos.

Desde mediados del siglo XVI se utilizó el término “criollo” para designar a los
hijos de españoles nacidos en América, en los territorios que en ese momento
eran colonias españolas.

Estas personas se sentían, por un lado, inclinados hacia la identidad


española por su lenguaje y bagaje cultural y, por otro lado, se diferenciaban de
los españoles que vivían en Europa.

Esta diferenciación se acrecentó como consecuencia de las reformas


borbónicas que en el siglo XVIII impedían que los criollos accedieran a los
principales cargos políticos y eclesiásticos en las colonias.

De esta manera, los descendientes de españoles en América (el sector más


influyente de la sociedad colonial) comenzaron a constituir una nueva identidad
americana.

Esta búsqueda de lo autóctono fue posteriormente consolidada por el criollismo y a


eso se debe su nombre.
2.La Ilustración
Las ideas de la Ilustración llegaron a América en parte a través de libros.

La Ilustración fue un movimiento cultural que se desarrolló en Europa entre


los siglos XVII y XIX. Se caracterizó por el valor que le dio a la razón por encima
de la fe y su confianza en el progreso.

Pero también es la base del liberalismo, que es una filosofía política que
defiende la iniciativa individual y las libertades civiles y económicas.
El liberalismo se opone a las monarquías.

Durante los siglos XVII y XVIII las ideas de la Ilustración llegaron a América


en parte a través de libros pero principalmente porque los jóvenes criollos eran
enviados a completar sus estudios en Europa.

La Ilustración fue la base ideológica de los criollos del siglo XVIII porque los


criollos se dieron cuenta de que sus derechos políticos y económicos no estaban
siendo respetados.

3.Lo popular como lo autóctono


Así como en el siglo XVIII los criollos se identificaron a sí mismos como un
grupo excluido del poder político, el criollismo como movimiento literario del
siglo XIX y XX eligió como personajes principales a los grupos populares que se
convirtieron en excluidos como consecuencia de la modernización.

Esos grupos populares se convirtieron de esta manera en representantes de lo


nacional o autóctono, de la misma forma que lo habían sido los criollos en el
siglo XVIII.

4.Lo rural
Para el criollismo, el campo era símbolo de lo nacional y lo popular.

La modernidad en Latinoamérica a fines del siglo XIX y principios del XX trajo


grandes olas de inmigración, lo que produjo un crecimiento de las ciudades.
Por eso las ciudades no solo se identificaban con lo nuevo sino también con lo
extranjero.
En contraposición, el criollismo encontró en el campo el símbolo tanto de lo
nacional como de lo popular. Por eso, la literatura criollista exaltaba los
personajes y las costumbres rurales, por tratarse de regiones no modernizadas.

5.Costumbres locales
El criollismo de cada país describe en detalle las costumbres y personales locales.

Aunque se extendió por toda Latinoamérica, el criollismo de cada país se distinguía


de los demás porque describía en detalle las costumbres y personajes
locales de cada país.

Por eso, el criollismo es simultáneamente localista y regional. Lo local se


encuentra en las descripciones de la selva en el criollismo colombiano, en los llanos
en el criollismo venezolano y en las costumbres gauchescas en el
criollismo argentino.

6.Dialectos y leyendas
La representación de lo autóctono no solo se realizaba a través de los
personajes y paisajes sino también a través del lenguaje.

Por eso, el criollismo utilizaba frases o palabras en dialectos locales como el


lenguaje indígena de las poblaciones de cada región. También se incluían o
narraban leyendas provenientes de la cultura indígena o de las zonas rurales.

7.Contexto cultural: el costumbrismo


El costumbrismo fue un movimiento artístico que influyó en el desarrollo del criollismo.

El costumbrismo es un movimiento que se dio principalmente en la


pintura que comenzó en el siglo XVIII, tuvo su auge en el siglo XIX y continuó
hasta mediados del siglo XX. Se trata de uno de los antecedentes culturales del
criollismo.

El costumbrismo mostraba imágenes de usos y costumbres sociales y


estaba influenciado por el romanticismo, que buscaba representar los elementos
típicos y pintorescos de una sociedad.
Este movimiento pictórico influyó en la novela porque fue la puerta de entrada
al mundo del arte de lo cotidiano y un sentido de lo tradicional que no estaba
asociado a las grandes personalidades sino a las costumbres del pueblo.

Sigue en: Costumbrismo

8.Finalidad sociológica
La principal finalidad de las obras de ficción es artística, es decir, ofrecer un
placer estético al lector.

Pero el criollismo tenía además una finalidad sociológica ya que aspiraba a ser


un documento sociológico del momento histórico que atravesaba cada país
pero también a ampliar la comprensión de los usos y costumbres de grupos que
previamente habían sido excluidos de las representaciones culturales.

9.Finalidad política
El criollismo se relaciona mucho con otras culturas latinoamericanas. 

El criollismo desarrolló una finalidad política principalmente en la primea mitad


del siglo XX. Lo nacional se exalta como lo opuesto a lo extranjero, tanto
europeo como norteamericano.

Además, al ser regionalista, encuentra puntos en común con otras culturas


latinoamericanas. En esta época comienza a forjarse la idea de una identidad
latinoamericana compartida por las diversas naciones.

10. Obras y autores


Algunos ejemplos de literatura criollista son:

 Doña bárbara, de Rómulo Gallegos. 1929. Venezuela.


 La vorágine, de Eustaquio Rivera. 1924. Colombia.
 Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes. 1926. Argentina.
 Los de abajo, de Mariano Azuela. 1915. México.
¿Qué es el Posmodernismo?
El posmodernismo es un movimiento filosófico, cultural y artístico que surgió
a finales del siglo XX, como reacción a las ideas intelectuales y filosóficas de la
época de la Ilustración y del resto del período moderno (entre los siglos XVII y
XIX). Fue un movimiento que sucedió al modernismo, de ahí el origen de su
nombre.

El posmodernismo se opuso a los conceptos de que la realidad es natural,


objetiva e independiente del ser humano, sosteniendo que eran ideas basadas en
un realismo ingenuo. El nuevo movimiento se destacó por su escepticismo o
rechazo a la corriente de la “razón ilustrada”.

El posmodernismo se basó en el concepto de “diferencia” como mecanismo


productivo, más que la negación de identidad a lo conocido hasta ese momento.
Sostuvo que, el pensamiento y lo que obliga al humano a actuar, es una cuestión
de sensibilidad más que de la razón (la cual se rige bajo por sus propias leyes).

Ver además: Posmodernidad

Características del posmodernismo


El posmodernismo resultó una corriente antiautoritaria por naturaleza.

El posmodernismo se caracterizó por romper con las reglas establecidas


sobre el arte y por introducir una nueva era de libertad en la que “todo vale”.
Resultó una corriente antiautoritaria por naturaleza debido a que se negó a
reconocer la influencia de cualquier estilo.

El movimiento se mostraba con un tono gracioso, irónico y hasta ridículo, a fin de


desafiar los límites del gusto colectivo. Tuvo una postura anti dualista que se
oponía a los preconceptos como oriente-occidente, hombre-mujer, rico-pobre o
blanco-negro.
El posmodernismo ejerció su influencia en tres aspectos: en un período histórico,
en una corriente filosófica y en un movimiento artístico. Sin embargo, fracasó en
su intento de ser independiente del ser humano, algo que resulta
inalcanzable.

El movimiento posmodernista se caracterizó por considerar que:

 La filosofía occidental creó dualismos. En cambio, el posmodernismo


mantuvo una postura híbrida o pluralista.
 La verdad es una cuestión de perspectiva o de contexto, antes que algo
universal o absoluto.
 El lenguaje moldea el modo de pensar y no puede existir pensamiento sin
lenguaje.
 El lenguaje es capaz de crear, de manera literal, la realidad.

Literatura del posmodernismo

La literatura posmoderna rechaza la distinción entre géneros y formas de escritura.

La literatura posmoderna se caracterizó por una ideología y un estilo


que apelaban a la fragmentación, la diversidad, la paradoja, los narradores
poco conocidos, la parodia y el “humor negro”. Rechaza la distinción entre géneros
y formas de escritura.

La literatura de la década de 1990 en América Latina evidenció una tendencia


hacia la experimentación posmoderna, con algunos de sus exponentes más
destacados, como Ricardo Piglia, Diamela Eltit, Rafael Humberto Moreno-Durán,
José Balza y José Emilio Pacheco.

Los autores posmodernos se identificaron por recorrer un límite difuso entre los
discursos ficticios y los ensayos: escribieron ficciones
sobre literatura y ensayos en modo de ficción.

La sociedad posmoderna
El posmodernismo planteó una revalorización del planeta Tierra.

Durante el desarrollo de la sociedad posmoderna se pasó de una economía de


producción a una economía de consumo, incluso, de un consumismo de tipo
compulsivo que provocó consecuencias perjudiciales que se pueden evidenciar en
la actualidad.

Para contrarrestar las consecuencias negativas, el posmodernismo comenzó a


cuestionar los desastres medioambientales causados por la sobre
explotación de recursos naturales y la cantidad de desechos tóxicos generados.
Planteó una revalorización del planeta Tierra y la concientización para su cuidado.

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