Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
.
A los cincuenta anos del Estilo Internacional - ( 1)
( 1)
Este escrito es una adaptación reduc i-
da de la " Pan e 2: Ultimo estilo, el EsLilo
Internacional" de mi tesis doctora l La
desintegración estílistica de la arquitec-
tura contemporánea, leída en la Escuela
de Arqui tectura de Madrid el 21 de ene-
Casa Tugendhat. Bmo (Checoslovaquia). Ludwig Mies van der R ohe. 1930. ro de 1982 .
...Estilo Internacional. 55
ARQUITECTURA
El decisivo papel que la arquitectura var a ca bo una decantació n de sus pri n - que el Movimiemo Moderno pw::de ver-
moderna, como siste ma formal estableci- cipios forma les, devolvérsela convenida se como un cierto clasicismo que se hará
do, ha jugado en los últimos quince en estilo, en los años ochema son preci- palellle, por otra parte, en su volu ntari a
a ños erigiéndose en referencia funda- sa mente los americanos los que están inslació n en un vacío formal y la insis-
mental, por neg-.:1ció n, y en contra punto tra ta ndo de restituir la ideo logía como tente búsqueda de la uni versa lidad para
de toda la arquitectura comtemporánea, ingrediem e insepa ra ble de una , a l menos sus propias formas. Así, Hannes Meyer
no nos ha permitido ver, sin embargo, aparente, libre ma nipulación de las for- escribe en su artículo " Die neue Wclt",
ningún otro aspecto del Estilo Interna - mas modernas. de 1926:
ciona l que no sea ese earácter de cuerpo Por nuestra parte, hemos de reconocer " El a islam iento térmico, el soleamien-
unitario y de ortodoxia figu ra tiva del que ta mo estas afirmaciones de la vigen- to, la iluminación na tura l, la hig iene, la
que cua lquier a rquitecto comemporáneo cia y vitalidad de los moderno dentro de protección de la imemperie, la protec-
aspira a li berarse. Ahora bien , a l filo de la a rquitectura actua l como la entrada ción de los vehículos, la posibilidad de
los añ os ochenta , un nuevo capítulo vie- sin trabas en las o bras construidas de cocinar, la instalació n de telecom unica-
ne a sumarse a esta historia pro pia del rasgos formales propios de la arquitectu- ciones, el máximo reposo para lograr
Estilo In ternaciona l desde el momen to ra moderna sólo puede tener efectos sa- una vida sex ua l y fami liar sa ti sfactoria,
en que ha comenzado a vislumbrarse un 1udables para la arqui tectura de nuestra etc., con stituyen las líneas de fue rza fun -
despen ar del im erés por las conqui stas época, ya que no conducirá en nigú n damenta les. La casa es su resulta nte ...
irreversibles de la modernidad y, para le- caso a una simple recuperación , sino Noso tros di s pon e mos los elementos
lameme, a con stata rse la voluntad de que emrará a forma r parte y a vitalizar con st ruc ti vos fo rm ando una u ni dad
cienos profesionales de considerarse ar- una situación induda blemente mu y lejos co nstruida que esté de acuerdo con el
quitectos p lenamente modernos (1). Este ya de aquella o tra marcada por la segu- destino del edificio y sus condicionantes
imerés se exp lica, prec isa mente, no co- ridad formal que presidió la arq uitectu- económicos.
mo un paso atrás, sino como una eviden- ra moderna e hi zo posible la existencia La forma panicular, la masa del edifi-
cia dé que la a rquitectura actua l trata ya de un ún ico Estilo Imernacio na l. Y, a cio, e l color natural de los ma teria les y
de afirmarse al margen de su mero carác- la vez que com partimos este interés por la textura superficia l se producen auto-
ter iconoclasta y liberador y de separarse tocio lo rela ti vo a la arquitectura moder- má tica mente y esta concepció n funcio-
intencionalmente de la arquitectura mo- na en cuanto referencia fundamem a l de na l de l edi fic io en todos sus aspectos
derna a llí, y sólo a ll í, donde el cami no la arquitectu ra contempo rá nea, pen sa- cond uce a la pura construcció n . La pura
emprendido por ella así lo req uiera. Y mos que, desde una óptica bastan te leja - construcción es el rasgo más ca racterísti -
en este mismo sentido se exp lica que n a a los p rimeros mo mentos de lucha co del n uevo uni verso formal. La forma
hoy algunos arquitectos comiencen a con tra la modernidad, también el Esti lo constructiva no es a lgo priva ti vo de un
se ntir se más cómodos con e l adj etivo Internacio na l puede ser hoy visto de dete rm inado país; es cosmopolita, a l
de moder n os q ue co n la e tique t~ de un modo muy distinto a como se vió en
post. los años sesem a. Ello es lo que nos ani -
ma a traer a quí alg unas reflexiones que
Resu lta, por o tra parte, imeresa me el
tienen como marco, precisa mente, este
hecho de que estemos as istiendo en nues- (1 ) Nos referimos, por ejemplo, a las
a ni versario, estos cincuen ta años del Es-
tros días a una inve rsión casi litera l del declaracio nes de Peter Eisenman en
tilo Internaciona l.
fenómeno que en los años treima tuvo su artículo "T he Graves of Moder-
como resultado tang ible el reconoci- nism", publicado en la revista OPPO-
miento como ta l d e un Es tilo Imerna- SITIONS 12 (primavera 1978)
ciona l. Efectivamem e, a lg unos de los pág. 21-27, o a la s de Ro ben Ventu -
más des tacados arq uitectos europeos El cambio de la pregun ta ¿por qué un ri en s u escrito " Learning the Righ t
-como el portugués Siza Vieira - _dan nuevo movimien to? por esa otra de ¿por Lessons from the Beaux-Ans", Ar-
constancia con sus o bras de una absolu- q ué no un nuevo movimiento?, que su- chitectura l Desing, vol. 49 (enero
ta falta de inhibiciones en cua nto a l uso g iere Bruno T a ul a l comienzo de su Mo- 1979) pág. 23-31.
en los ed ificios comemporáneos del re- dern Architecture de 1929 (4), indica cla-
pertorio formal de la modernidad, exten- ramente la a lteración radical que, con (2) Este es el caso, concre ta me nte, del
diendo incluso este uso a l cam po de las respecto a la situación del siglo XIX, proyecto para la zona ele Kreuzberg
imervenciones urbanas, que hasta ahora va a suponer la apa rició n de la arq uitec- en Berlín , de 1979.
había sido el más propicio para la desca- tura moderna en las primeras décadas
lificació n de la arq uitectura moderna y del siglo XX. La arq ui tectura moderna, (3) Peter Eisenma n , en este semiclo, cri-
para la experimentación de las tenden- ese nuevo movimiento a l que se refiere tica duramente la d iferencia esta ble-
cias a lternativas más interesadas en co- Bruno Taul, era una necesidad y por cida por Colin Rowe en tre la forma
necta r con la tradic ió n y la hi storia ur- ta nto no ha bía que justifica rla ni tam po- y el contenido ele la arq ui tectura
banas (2). Al mi sm o tiempo, son ahora co que busca rla. Dejados a un lado todos moderna, reclamando por el contra-
los arq uitectos americanos los que - co- los eslilos históricos y las arq uitecturas rio para el leng uaje moderno la
mo hací a recien temente Peter Eisen- del pasado, nada había determinado o condición de inherentemem e ideo-
man - afirman no só lo la ex istencia en prefig urado de amemano, y la forma, lóg ico (" T h e Graves of Moder-
el pasado, sino incluso la vigencia hoy como diría Mies van der Ro he, sería un ni sm ", op. cit. pág. 2 1).
de los vínculos que ligan entre sí las resultado, no un o bje ti vo de la arqui-
fo rmas y el espíritu de la modernidad, tectura. (4) Bruno Taul, Mo dern Architecture,
sus conqui stas fig urati vas y sus postula- La a rq uitectura moderna se presenta- The Studio Lld ., London 1929,
dos teóricos, en definiti va, la existencia ba como un a ire nuevo, como una fuer- pág. 2.
rea l de ese sistema total de la moderni - za que obliga a l arq uitecto a recorrer un
dad, a lternati vo a l del H umani smo, den - camino con un poder coactivo aná logo (5) Hann es M eye r, " Di e. n e u e
tro del que todavía nos halla mos inmer- a l que posee un método, del que no Welt ", 1926. Recogido en Claucle
sos (3) . . Porque si, co_mo decíamos, en escapa rían ni siquie ra aque llos que Schna idt, Hannes Meyer: Bauten,
los años trein ta los americanos Hitch- conscien temellle relegara n de su activi- Proyekte und Schriften, Verlag Art -
cock y Jo hnson no hacen sino reci bir de dad cua lq uier preocupació n forma l. Es h ur Niggli AG , T eufen AR 1965.
Europa la nueva a rqu itectura y, tras lle- en este sentido de necesidad forma l en el pág . 92.
tiempo que la expres ión de una filosofía sas motivadas. La fo rma no desapa rece, T a mbién como el clasicismo, la arqui-
constructiva internacio nal. El interna- ni siquiera deja de ser una cond ición tectura moderna afirma el va lor orna-
cionalismo es una prerroga tiva de nues- fundamenta l de la arq uitectura , pero se mental de sus propias formas, por lo
tro tiempo" (5). muestra incapaz de imponerse desde sí que proscribe la en trada en los ed ificios
También T heo van Doesburg, en su misma. La forma ha de ser encontrada, de cua lquier elemento decorativo ajeno
o bra Principies o/ Neo-Plastic Art, de y uti lizada, para servir a otros intereses. a las formas de la modernidad.
1925, escribe: En es te sentido, no puede decirse que la Del m ismo modo que la arqu itectura
" Los artistas necesita n en su teoría arqu itectura moderna tratara de impedir clásica cristalizó en los órdenes, en su
artística lo mismo que en sus obras: exac- el ejercicio de la forma por parte de los condición de repertorio formal extrema-
titud. Es esto Jo que ha dado a sus pro- arquitectos, aunque tampoco lo patroci-
da mente limi tado, la modernidad tra ta
ducciones ese ca rácter propio rigurosa- nara , con ta l que este ejercicio tuviera
de definir su ámbito formal pro pio a
mente abstracto ... como fin último la eficacia del edificio
por encima de su dimensión estrictamen- través de los, también cinco como los
La interpretación persona l de las di- órdenes, p untos de la nueva a rquitectu-
versas formas expresivas del n uevo arte te formal.
ra, que Le Corbusier establece en 1925.
visual ha de ser reemplazada por una Por otra parte, no hay lugar en la
Cada uno de ellos es ya, efectivamente,
síntesis de su naturaleza, que por sí sola a rquitectura moderna para la individua-
lidad del arquitecto ni pa ra sus ideas una forma , no sólo una idea, pero una
pueda cons tituir una respuesta. Una de
persona les. La forma arquitectónica no forma a bsolutamente necesaria y deter-
las d iferencias más notables que existe
entre este a rte y los p lanteam ientos artís- emana de la singularidad, sino de la minada desde unas condiciones ajenas a
ticos an teriores consiste en el hecho de fórmu la, y una fórmul a correcta tiene ella m isma:
que en el nuevo arte ha dejado de ser siempre validez uni versa l. Cada momen- "L os pilotis: Investigaciones asiduas,
fundamental la persona lidad del arti sta to de la arquitectura, cada experiencia obstinadas, han conducido a realizacio-
indi vidua l. La nueva plástica es el resul- rea li zada en una obra construida, po r nes parc.ia les que pueden ser considera-
tado de un empeño estilístico universal" limitada y aislada que pudiera pa recer, das como descu brimientos de labora to-
(6). resultaba ser de una gra n trascendencia rio. Estos resultados abren perspectivas
Y Hans Schmidt, en un ma nuscri to de para la arquitectura en genera l. Así, los nuevas a la arq uitectura ... La casa sobre
1927, pub licado bajo el títul o "Con che a rquitectos se asemejan a científicos que pilotis ... El hormigón armado nos pro-
cosa si comba tte la nuova architettura", efectúan sus investigaciones pa rciales so-
porciona los p ilo tis ... La casa está en el
escribe: bre sectores determinados, pero sobre esa
aire, apartada del suelo; el jardín pasa
"Hemos atribuido demasiada impor- base llegan a una síntesis y a una con -
bajo la casa .. .
tancia a los estilos, sin ver que nuestros cepción arq uitectónica universal. Lo que
viejos pue blos rura les, nuestras viejas podrían haber sido experimentos aisla- L os techos-jardín: Razones técnicas,
ciudades, se presentan de un modo tan dos, en la a rquitectura moderna apare- razones de economía, razones de confort,
unitari o, simplemente, porq ue sus cons- cen siempre como partes integrantes de razones sentimen ta les, nos llevan a la
tructores se p reocupaban bien poco de una expresió n común. adopció n del terrado como cubierta.
los estilos, ateniéndose, sin embargo, a El hecho de que la arquitectura mo- La plan ta libre: E n la casa, el hormi-
las neces idades más elementa les del con s- derna haga uso de un repertorio de for- gón armado aporta la planta libre. Los
truir y del h abitar. Hoy, si la arqu itectu- mas no ligado a la arquitectura del pa- p isos ya no se han de s uperpo n er
ra busca un nuevo conocimiento y nue- sado, junto con el de su fascinación por
según la organización de los m uros. Son
vas soluciones para estas necesidades, de- el mundo de la tecnología y los nuevos
li bres. G ra n econom ía del espacio cons-
be rá o lvidarse por completo de los métodos constructivos, convierte a la
vang ua rdia del siglo XX en un frente truido, empleo rig uroso de cada cen-
estilos .. .
colectivo cuyos esfuerzos indi vidua les tímetro ...
(Valoramos) la cla ridad y la lógica de
las formas rea lizadas d e un modo técni- conflu yen, puede deci rse q ue incluso La ven tana en anchura (o la pared
camente coherente, como sucede en el confluyen fata lmente. No interesa en ab- acr ista la da): El h o rmigó n armado h a
caso de la cubierta p lana, los delgados soluto acen tua r lo que un edificio tiene re vo luciona do la h isto ri a de la ve n -
soportes, las superficies lisas de los mu- de sing ular o de expresión persona l de tana. Las ventanas pueden abrirse de un
ros, la venta na continua .. . " (7). un au to r. Las formas típicas, objeti vo lado a otro de la fachada. La venta na es
En los tres escritos destaca, sobre todo, último de s u acti vidad, no son otra cosa el e lemento mecá nico tipo de la casa ...
un interés por todos aque llos conceptos que el resu ltado de la estrecha alianza
que, inte rviniendo en la construcción de entre lo que es propia mente arquitectu-
la arq uitectura , se oponen a la idea de ra y la construcción -impersona l y cien-
forma ta l como había sido entendida en tífica-, alianza perfecta mente posible en
las arq ui Lecturas a nteriores, es decir, a este caso, ya que tanto los elementos
(6) T heo va n Ooesburg , Principies
una forma q ue se rea li za teniendo como como la disciplina compositiva deriva-
ban directamente de la construcción y de of Neo-Plastic Art, Lund Humphires &
objetivo prin cipal, o incl uso exclusivo, Co. Ltd., London 1968, pág. 5-6 (origi-
su propia exhibición. Es to significa que la industri a.
cualquier edificio mo derno debía dejar nalmente fue publicado en I 925 como
Al cubrir, como hacía el clasicismo, el
de tener entidad propia para to mar de volumen 6 de la serie de libros de la
campo entero de la arq uitectura, la ar-
o tras cosas s u sentido, de unas necesida- quitectura moderna supo ne la unión de Ba uha u s, con tipog.rafía de Moholy-
de$ o de un programa, de unos elemen- una idea y de unos materia les sin que Nagy).
tos o unos métodos constructi vos, de una med ie opción a lg una. La fo rma, por tan-
nueva sen sibi lidad p lástica. to, carece de intenciona lidad; simple- (7) Hans Schmidt, "Con che cosa si
Todos los parámetros sobre los que se men te se admi te como leng uaje coheren - combatte la nuova archi tettu ra" , manus-
erige la arquitectura moderna definen te y lleno de posibilidades para el arqui - cri t o de 1927 . R ecog id o e n H a n s
un amplio campo en el que cabe todo tecto. Y este leng uaje de la arquitectura Schmidt, Contributti ali' Architettura
aq uello que se oponga a u.na a rquitectu- moderna, a l ser ho mogéneo y uni versal, 1924 -1964, Fra n co Ange li Ed itare,
ra sinó nimo de arbitrariedad fo rma l, to- permite una técnica codificada sobre la Milano 1974, pág. 48-49 (orig ina l a le-
do aquello que pueda establecerse sobre ma nera correcta de construir, así como má n de la Veb Ve rl ag für Ba uwese n ,
bases ciertas, con la seguridad de las co- la formu lación de unas reglas genera les. Berlín 1905) .
-
arq uitectura moderna en símbo los de sí
mismas. Sin embargo, esta conversión se
produce en América de un modo instan-
tá neo, apenas introducidas a ll í las fo r-
mas de la modernidad y apenas experi-
memadas p or los propios profesiona les
americanos. La naLura lidad con que to-
davía un arq uitecLO a mericano como Ro-
bert Stern sigue viendo a la arq uitectura
moderna iden lificada con el sim bolismo
de sus pro pias formas, hasta el punLO de
a firmar de una obra de William Lescaze
que su " funcionalismo utilitarista fue a
la larga un o bstáculo para la compren-
sión imeligente por parte de los a meri- ,
5 canos de los ideales estrictamente simbó-
licos de la a rquitectura moderna" (9), 8
explica basta nte el hecho de que la defi-
nición del gra n estilo de la modernidad
se lleve a cabo en América y en u na
fecha rela Li va mente temprana, cuando
a lg unos de los grandes maestros euro-
peos no eran más que promesas y los
arqui tectos america nos apenas ha bían
tenido tiem po de abandonar un eclecti -
cismo dominame sólo dos años a ntes de
la gra n exposición de 1932.
6 Efectivamente, entre el 10 de febrero y
3 Casa Isabel R oberts. R iver Forest, 111. el 23 de marzo de 1932 se inicia formal -
(Estados Unidos) . Frank Lloyd Wright. / 907.
4 Proyecto para una casa en la Mesa. Denver, Co.
meme la instalación de la arquitectura
(Estados Unidos). Frank Lloyd Wright. 1932. moderna en América y, simultá neamen -
5 Fdbrica Fagus. A lfeld (Alemania). te, su conversión en estilo. Emre esLas
Wlllt er Gropius. /910-14. dos fechas, y patrocinada por una serie
6 Viviendas experimentales. Dessau-Torten de personalidades q ue estaban apoyando
(A if'mania). Walter Gropius. 1926-28.
7 Casa Ozenfant. París ( Francia). L e Corbusier en sus respectivos países el desarroll o de
y Pierre jeanneret. 1923. la arqu itectura moderna, se expo ne en el
B Casa dqble para la Exposioón del Werkbund. Museo de Arte Moderno de Nueva York
Weissenhofsiedlung, Stuttgart (A lemania).
L f' Corbusier y Pierre j eanneret. 1927. la obra de nueve arq uitecLOs, bajo el le-
9 Villa Stein. Corches (Francia). ma general de " Exposición Imernacio-
L e Corbusier y Pierre j eanneret. /927-28 . nal de la Arquitectura Moderna". Signi-
9
58 ...Estilo Internacional.
A RQU ITECT U RA
16
(8) W . Boesiger y H . G irsberger, L e
Corbusier 1910-1965, Edi tori a l Gus tavo
G ili , Barce lo na 197 1, pág. 44.
1OCa sa en N oordwij kerh out ( Holanda).
f. f. P. Oud en colaboración con
(9) La cita ori gina l es la siguiente: Th eo van Doesburg. 1917.
11 Casas para trabajadores en Hook (Ho landa).
" ... as a po lemica l too l it was so closely J. J. P. Oud. 1927.
rela ted to the p rincip ies o f utilitar ia n 12 Proyecto para un a casa de campo de ladrillo.
fun cti o na lism that it becam e, in the lo ng L udwig N ies van der R ohe. 1922.
run , a n o bstacle to the intell igent com - 13 Pabellón alemán en la Exposición
Internacional de Barcelona.
prehension by America ns of the strictly 1.11dwig M ies van der R ohe. 1929.
symbolic idea ls of m odern architecture " H A partamentos Beaux A rts. Nueva York
(el su brayado es de l a utor ). Ro ben A.M. (Estados Unidos). Raymond H ood. 1930.
Stern , George H owe: T oward a Modern l!í l:dificio McCraw-H ill. Nueva Yo rk (Estados
l 'n idos). Raymond H ood. 1931.
American Architecture, Ya le Uni vers it y 16 Edificio para la Philadelphia Saving Fund
P ress, New Hav e n & Lon do n 19 75 , Society. Philadelph ia, Pa. (Estados Unidos).
pág. 94. Ceorge Howe y William L escaze. 1931-32.
14
21 Fábrica Van Nelle. Rotterdam (H olanda). ( 12) The l nternational Style, op. cil.
Brinkman y Van der Vlug t. 1928-30. Inlroducció n, pág. 20.
22 l'ii,ienda doble. Bmo (Ch ecoslovaquia ).
O/lo Eisler. / 926.
23 Edificio de la Bauhaus. Dessau (Alemania). (13) T he International Style, op. cil. Los
Walt er Gropius. 1926. , comenta rios de las iluslracio nes que se
24Siedlu11g R othenberg. Kassel (Alemania ). citan corresponden , respectivamente, a
Otlo f-/aesler. / 930. las págs. 109, 133, 141, 153, 161, 165 y
25 Fábrica ] akob Kolb. Ziirich (Su iza).
Kellermiiller y f-lofmann. 1930. 215 de la ciLada ed ición de 1966.
25
sim plemente adjetivada moderna con el la hi storia es s u a firm ación fi na l de que, reconocimiento, por n o decir la acepta-
Estilo Internacional: a la vis ta de los acontecimientos que ció n, con motivo de la Exposición del
" La obra de nume rosos arq uitectos de ha n tenido lugar en la a rquitectura en - Werkbund en Stuttgart de 1927 y lo s
ca lidad como Frank Lloyd Wrig ht, que tre 1932 y 1951, lo mejor será o lvida rse proyectos que realiza Le Corbusier en
no tiene ningún reparo en a firmar su de que a lg una vez existió ese lla mado 1927-28 para el concurso del Palacio de
oposición a los supuestos dogmas del Estilo Internacional. la Sociedad de Naciones - el canon de
Estilo Internacio nal , ciertamente, per- Ahora bien , si en 1951 Henry-Russell las obras construidas sobre las que se
tenece a la arquitectura moderna con Hitch cock todavía reconocía en un cier- apoyaba nuestra desig nació n del estilo
ta nto derech o como la de Gropius y Le to sentido la continuidad de la arqu itec- se hubiera encontrado fra ncamente in-
Corbusier". tu ra del momento con lo que había sido completo, ya que las dos mejores casas
Resulta dudoso, por ta nto, que pueda el Estilo Internaciona l -la Glass Hou - del nuevo estilo- la Villa Savoyc y la
hablarse de un esti lo como propio de la se, de Philip Jo hnson , de 1949, sería una
Casa Tugendhat -no habrían existido
arquitectura del siglo XX, a la vista de ev idencia al menos de la continuidad de
todav ía. Si lo hubiéra mos escrito unos
la va riedad y divergen cia de sus pro- la línea miesian a- , a pesar de haberse
vis to desbordado éste por una multitud añ os después... nos habríamos tenido
duccio nes:
de ra mas dispares dentro de la propia que enfrentar con los diversos desarrollos
" Rechazar hoy una libertad de elec-
a rquit ectura moderna, la conclusió n , de la arquitectura que estaban cambian-
ció n se m ej a nte, simpl em e nte porque
un a vez tras p asada la front era d e los do drásticam ente el pa norama interna-
hace 25 años e l desarro ll o de la arqui-
tec tura mode rn a com enzó a mos trar- años sesenta, es admitir d efinitivamente ciona l... " (16).
se co n vergente, es cie rtam ente un a qu e e l Es ti lo Internacional es a lgo Esto es lo q ue queda rea lmente del
fo rma de academicismo ... , la a rqui- aca bado. Esti l_o Internaciona l, de la uni versa li -
tecwra moderna en los añ os cincuenta Pero aún h ay más, en tre esta conclu- dad formal de la a rq ui tectura moderna ,
ha de tener de nuevo siti o para una ga- sió n que o frece Hitchcock en su Archi- en el m o mento en que comienzan a apa-
ma tan variada, por no d eci r ta n diver- tecture Nineteenth and T wentieth Centu- recer camin os altern ativos y el llamado
gente, de efectos como la Maison di..\ Peu - ries ( 15) de 1963 y la de su Imroducción post-modernismo comienza a abrirse pa-
p le, de Victo r Horta, en Bruselas, de a la nueva ed ición de The International so en la arquitectura del siglo XX. En el
1897, un temprano edificio moderno con Style de 1966 existe una diferencia de momen to en que Roben Ventur i publi-
demasia da frecuencia olvidado ah ora, o m a tiz extremadamente interesante. Por- ca su man ifiesto a nti-moderno Com -
el Club de Golf en River Forest, de que, frente a la afirmación anterior de plexity and Contradiction in Architectu-
Wright... ". que el Es tilo Internaciona l pertenece re (17 ), en 1966, el Esti lo Internacional
Los principios del Esti lo Internacio- por entero al pasado, ha tenido una per- es ya para Henry-Ru ssell Hitchcock, su
na l resu lta n ya demasiado estrechos y vivencia limitada y como ta l ha sido creador, sólo eso: el Es tilo Internacio-
restricti vos: u ni versalmente reconocido, lo que h ace na l es la Villa Savoye y la Casa Tu-
" Demasiado escasos en número y de- Hitchcock en 1966 es negar su propia gendha t.
masiado estrechos, diría yo, en 195 1, que existen cia. Esta negación, ta nto de su La lucha contra la arquitectura mo-
son los principios que con ta nta firm eza existen cia en el tiempo como de su exis- derna em p rendida en los años sesen ta
enunciamos en 1932." tencia como idea l, lleva a uno de su s
no es, por tanto, la lucha con tra un
El Es tilo Internacional sólo puede propios creadores a despojar a l Esti lo
enemigo real. La arquitectura m oderna
ser una mera referencia para una produc- In ternacio n a l de aquello que ha bía
cons ti tuido s u apoyo má s fi rme: la aparecía ya como algo d istante que los
ció n arquitectó nica que muestra inter-
pretaciones d isp ares de sus prescripcio- va lidez norm a tiva de sus principios y el
nes y de sus principios: amplio conjunto de obras que evidencia-
"Entre el extremo de la interpretación ban su condició n de a lgo real. (Recorde-
flexible, por parte d e uno de los que mos como niega explícitamente el carác- ( 14) Henry -R u ssell H itchcock, "The
o ri g in a lme n te co ntribu yeron a d efi - ter prescri pti vo del Ji bro y se refiere a Internationa l Style Twenty Years Af-
nir el Esti lo Internacio na l, y e l otro dos de las o bras de Le Corbusier y a l ter" , pub licado en la revista Arch itectu-
ext rem o de la acep taci ó n p a r c ia l, y Pabellón de Barcelon a d e Mies van der ra l Record (agosto de 195 1). Las citas
hasta en ocasio nes incompleta, de s us Rohe como excepciones dentro de los han sido tomadas de la reproducción del
dogmas p or parte de aqu ellos m ás opues- criterios gen erales del Estilo Interna- artículo en la edició n de 1966 de T he
tos a él, se agrupa la mayor parte de la cional ). l nternational Style, op. ci t., p ág. 237-
prod ucción arquitectónica del m o men - Desde la perspectiva de los años sesen- 243.
to" (14). ti, el Esti lo Internacional no es par.a
En su a fán por dar a l Estil o Interna- Hitchcock m ás que un fenó meno cru 0
(15) Henry-Russe ll Hitchcock, Architec-
ciona l una elasticidad y unas posi bilida- · cia l, un p un to en el tiempo, un momen- ture: N ineteenth and T wentieth Centu-
des de a mpliación de su campo de las to en que la a rquitectura moderna alcan-
ries, Peng uin Books, edición de 1963,
que carecía en la formulación de 1932, za la cima de su desarrollo. No hay cuer-
Epílogo.
Hi tchcock no sólo inco rpora en este po genera l, ni conjunto de principios
"Twen ty Years After" a aquellos arqui- norma ti vos, ni universa lidad en las pro-
ducciones d e la arquitectura. Sólo hubo ( 16) The l nternational Style, op. cit.
tectos que, como Frank Lloyd Wright y
una incisió n instantánea y fu gaz en lo In trod u cció n a la ed ició n d e 1966,
Alvar Aaa lto , son para él ind iscutible-
mente arqui tectos modernos, sino q ue que, eso s í, era la esencia mism a de la p ág. viii · ix.
reali za al mismo tiempo una recupera- arqui Lectura:
ción hacia a trás que va desde el edificio " Me siento a hora con el deber de decir ( 17) R oben Venturi , Complexity and
de Correos d e Otto Wagn er y la Fábrica que el libro fue menos importante por Contradiction in A rchitecture, publica-
de T urbinas de Peter Behrens, h asta el lo que dijo que por el mo m ento preciso do origina lmente por el Museum ofMo-
proyecto de Wrig ht para el C lub Náuti- en que lo dijo. Si lo hubiéramos escrito dern Art, New York 1966.
co de Yah ~ra y la iglesia Le Ra in cy de unos años a ntes -como yo escribí mi
Perret. El resultado de es te intento, el Modern Architecture en 1929, poco des- (18) Alelo R ossi, L'Architettura della cit-
intento de un h istoriador, de a brir el pués de q ue el nuevo es ti lo se hubiera ta, publicado o rig ina lmente por Marsi-
Estilo Internacio nal a la diversidad y a dado a con ocer y se hubiera ga nado el llo Editori, S. P. A. , Padova 1966.
a rquiLecLOs miraban desde fuera, sin sen- reglas formales o principios esLilísLicos aunque fuera sólo algo que a parece, pa-
Lirse como en o tro Liempo impulsados impuesLos. rn desvanecerse inmediaLamente después,
hacia ella. His LóricamenLe, la disolución Ahora bien, desde una ópLica baslante ha dejado sin duda una profunda huella
de EsLi lo Internacional es ya una diso- , lejana a los primeros mo mentos de lucha en la arquiLectura al queda r como evi-
lución efecLiva cuando - con las referen- contra la modernidad, hoy LraLamos de dencia de un orden que, más que de-
cias Lemporales de las o bras escriLas de conceder a la arquiLectura de nues Lra sarrollarse y perpeLuarse en el Liempo
Ro bert VenLuri y de Aldo Rossi (18)- se época un status positi vo que la permita como ha sucedido con oLros esLilos, pue-
a bren las puertas a la crí Lica, a la hisLo- a fi rmarse a l margen de los adjeLivos pos t de observarse de una sola vez.
ria y a los medios de comunicación en y de las insisLentes denuncias de un su- La amarga conclusión de Henry-Rus-
arquiLecLura. La reflexión críLica, la con- puesLo fracaso de la arquitectura moder- sell HiLchcock, en su inLroducción a la
sideración de los precedentes hisLóricos, na. Y por ello, Lambién el EsLi lo Inter- edició n de 1966 de The International
el interés por lo popular, van a enLrar en nacional puede ser hoy visto de manera Style, admitiendo más que la muerte de l
la arquiLecLura en principio como vías muy disLinta a como lo fue en los años esti lo su inexisLencia como realidad,
capaces de ensanchar un ca m po forma l sesenta, LanLo por los antig uos promoLo- queda para nosoLros como el recon oci-
en exceso resLricLivo, pero después ellos res de la modernidad como por los nue- miento de ese momento particularmente
mi smos se van a consLiLuir en normas o vos arqu iLecLos que nada tuvieron que brillante de la arqu iLectura moderna que
resLricciones a lternaLivas que el arquitec- ver con ella. habría permitido reconocer, por encima
LO, consciente de la carencia de esa disci- Aun con siderando las razones de de las propias o bras concreLas, un cierto
plina universal que exisLió de a lgún mo- Henry-Russell HiLchcock para concluir aire de universalidad. Sólo así se explica
do en la arquitectura moderna, impone que, desbordado por la diversidad de la que Loda la acLividad de la arqu iLecLura
voluntariamenLe a su obra. Sin embargo, arquiLecLura de la primera mitad del si- dura nte las primeras décadas del siglo
esta disolución de la arquiLecLu ra moder- glo XX, e l EsLilo lnLernacional fue más XX -sin duda diversificada hasLa e l
na y su pérdida de vigencia a partir de una creación ilusoria q ue una rea lidad, p unLO que hoy Lodos reconocemos- se
los años sesen ta, no va a impedir que la hoy pensamos que hubo a lgo más que vea como bañada por una misma luz e
multiplicación de la arq uitecLura q ue eso. Po rque rea lmenLe, sí existió u n mo- indisolublemenLe unida a ese instante
Liene lugar, como auténLica explosión menLo en el que fue posible presen tar a en que, por úhima vez, fue posible en
de la disci plina en una multitud de ten- la a rq uitecLura moderna en su LOtalidad , arquitectura habla r de la exisLencia de
dencias o esLilos diferentes, tenga una un momento en el que ésta pudo ap are- un único esLilo.
componente esencial de negación de un cer como el esLi lo que seguramente será
esti lo -unitario como lo era el EsLilo el úlLimo en la hi swria de la a rquiLec;Lu-
ln Lernacional- y de cua lqui er Lipo de ra: el Estilo Internacio na l. Este esLilo, María Teresa Muñoz
English Summary
T he issue that the reader has in his hands today continue fo rmi ng the story of spanish architecture that
has no specific monographic theme. It consists of three 1s going to be told in different issues of the magazine.
well different main parts.
T he third part is made up o f an essay a bout the
In the firts place there is an essay published by "Internationa l Style" by o ur colleague María Teresa
Antón Capitel about the " Modern Madrid Architecture", Muñoz wich is strong pan of her thesis, that was recentl y
the work is an interpretation of the vanguard of our read in the Madrid school. We commemorate with it the
most recent past, wich is an critica! overhaulin of man y 50th year of books from Hitchcock; that gave the name
of the most significant productions, a na lizing the pro- to the institutionalized time, the method that identifies
cess wich started with the spanish triumph of lternatio- wi th the modern orthodox.
nal style, to end in the modern crisis that begins at the
opening of the 70's. Las tl y and as a foreing addition it is published a
house by the japanase Tadao Ando, who was recentl y
The second pa rt is made up of a series of professio- visiting Madrid, invited by the Archi tects College of
nal constructio ns built in different parts of Spain and, Madrid, by the School of Architecture a nd the Spanish
in conjunction with the fi rst essay, gives the name a t this Museum of Con temporary Art, so that he could explain
issue with the title "Spanish Architecture". They are his works.
works by José Luis de Miguel, Ja ime Ma rtínez Ra mos,
Carmen Bravo y Pilar Con treras; of the brothers Trillo T he three institutions have edited a small book
and Anto nio Martínez García; of Francisco Barrionuevo, a bo ut th e vi sit - thi s m agazin e has includ ed a b i -
of Elías Torres T ur and J osé Antonio Martínez Lapeña blio g rap hi c index in the las t issue about th is
and of_Francisco Artengo a nd J. A. Domíng uez Anadón. book- the promotor of this theme is o ur colleague
Alberto Campo.
T hey are no t presented as a unified theme, although
the most important theme is housing a nd they try to This issue 1s completed with the usual sections.
64