Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Lucio Anneo Séneca nació en el año 3 a J.C en Cordoba, Hispania, una de las muchas provincias
que en esos momentos formaban parte del vasto Imperio romano. Su familia pertenecía al alto
rango social ecuestre y disponía de una buena posición económica. El padre, conocido como
Seneca el viejo o el Retórico, también había nacido en Córdoba, posiblemente alrededor del
año 55 a J.C, pero vivió algunos años en Roma, donde tuvo una formación amplia en retórica,
antes de regresar a su ciudad natal y casarse con Helvia. Escribió algunas obras relacionadas
con el arte retórico, aunque la mayoría se ha perdido y sólo han perdurado las Suasorias y las
Controversias, unas recopilaciones de declamaciones ajenas sometidas a su juicio.
Estos escritos por Séneca padre fueron como una guía educativa para sus hijos: Anneo
Novato, el mayor, que llegó a ser procónsul en Grecia y adoptó el nombre de Junio Galión y
ante cuyo tribunal fue presentado el apóstol san Pablo; el menor, Lucio Anneo Mela, quien
también desempeñó funciones administrativas en el Imperio romano, y Lucio Anneo, el
filósofo, escritor y hombre de Estado.
Para la época en que Lucio Anneo Séneca nació, en su Córdoba natal, perteneciente a la
provincia de la Bética, la cultura romana había sido asimilada con absoluta normalidad por la
mayoría de sus ciudadanos, sobre todo porque la provincia había estado vinculada, durante el
transcurso del período de las guerras civiles, al partido pompeyano, cuya ideología pregonaba
las virtudes republicanas.
El entorno provincial y familiar fue primordial en la educación del joven Séneca, fundamentada
en las ideas de honorabilidad y austeridad que caracterizan a una parte de la tradición romana:
“La excesiva amenidad reblandece el ánimo, y no cabe duda de que el medio ambiente ejerce
algún influjo para debilitar el vigor del alma. Soportan toda suerte de caminos lo jumentos
cuyos cascos se han endureció en terreno escabroso; los que sean cebado en pastos suaves y
pantanosos se agotan enseguida. Asimismo, los soldados más valerosos proceden de terrenos
ásperos; los que han vivido y se han criado en la ciudad son cobardes. Ningún esfuerzo rehúsan
los brazos que del arado pasan a empuñar las armas; desfallece a la primera polvareda aquel
otro, perfumado y elegante. El ambiente del lugar, una tanto severo, afianza el carácter y lo
vuelve apto para grandes empeños”
Siendo muy pequeño aún, Séneca se marcha a Roma con su tía materna. En la Consolación a
Helvia, texto dirigido a su madre, señala que en el momento de partir estaba enfermo, y que la
ayuda de su tía resultó providencial a lo largo de su vida.
Su tía estaba casada con Cayo Galerio, quien más tarde, entre los años 16 y 31 d J.C, sería
nombrado prefecto de Egipto, donde Séneca vivirá con ellos tiempo después.
En Roma asistió a lecturas poéticas y partició de las diversas actividades que se desarrollaban
en el foro.
Tuvo una educación tradicional constituida principalmente por el estudio de la retórica y por
otras disciplinas como gramática, historia y geografía. Pero Séneca se decantó por la filosofía.
Primero fue alumno de Soción, un filósofo alejandrino con raíces pitagóricas que lo convenció
de renunciar al lujo y a los placeres para llevar una vida basada en la abstinencia de carnes y el
consumo de productos vegetarianos.
Sin embargo, su padre lo persuadió de lo contrario. Eran los primeros años del emperador
Tiberio y esa actitud podía resultar sospechosa; se habían expedido decretos contra los
astrólogos, contra los cultos egipcios y judíos y entre las prácticas prohibidas también se
encontraba la abstinencia de carnes. Séneca pedía ser confundido con un seguidor de estos
ritos.
Posteriormente, a cargo de su formación estuvo Atalo, filósofo que provenía del estoicismo y
de la escuela cínica y que, además, se dedicaba al estudio de las ciencias naturales. Papirio
Fabiano, de la escuela de los Sextios, estoica y cínica, también pitagórica, fue otro de sus
maestros.
Los años de formación en Roma fueron fundamentales para Séneca, que pronto emprendería
una brillante y accidentada carrera política y daría forma a su pensamiento a través de los
diálogos. Pero antes se marcharía de Roma.
Viajó a Egipto y se alojó en casa de su tía, la misma con la que había llegado a Roma. En Egipto
estuvo alejado de la política y se volcó en la actividad intelectual. Estudió temas relacionados
con geografía y física, de los cual dejó constancia en una obra, hoy perdida sobre temas
egipcios.
La estancia en Egipto terminó en el año 31 d C, cuando su tío Cayo Galerio acabó la prefectura.
Séneca contaba con poco más de veinte años y regresó a Roma. En el viaje de vuelta, sin
embargo, fue dramático. El barco sufrió los embates de una fuerte tormenta que acabó con la
vida del citado Galerio.
En Roma, a expensas de su tía, comenzó actividades oratorias con la intención de llegar al
consulado. Pronto su figura adquiriría fama gracias a su talento orador y su capacidad retórica.
Aún así, su carrera política se vio retrasada, probablemente, debido a la poca actividad que
hubo en la última década de la etapa del emperador Tiberio. Otros autores indican que fue
debido que Séneca tenía cierta relación con el círculo de allegados de Sejano, ministro de
Tiberio, que sufrieron una persecución cuando cayó en desgracia el citado Sejano.
Este tipo de relaciones hace imposible que Séneca consiguiera la cuestura, primer peldaño en
la carrera política.
Ya dedicado plenamente a la política, su pensamiento y su fuerte personalidad atrajeron la
atención de la alta sociedad romana y despertaron la simpatía del sucesor de Tiberio: el
emperador Calígula. Son los años en los que se expande su reputación y en los que también le
ocurren desgracias familiares.