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RESEÑA CONCIERTO UNA NAVIDAD CLÁSICA

El 5 de diciembre de 1791 Mozart fallecía, en Viena, a la edad de 35 años. El recital


precisamente en este gélido mes de diciembre es un homenaje a su última creación, la
bellísima misa de Réquiem, obra culmen de la música clásica, que será interpretada
por más de doscientos músicos y coralistas cántabros en escena.

La cita será el sábado 14 de diciembre a las 20:30h en el Auditorio del Teatro Casyc
de Santander, recital “Una Navidad Clásica”, interpretado por la Orquesta Sinfónica
Asociación Filarmónica de Cantabria (AFC) dirigida por el experimentado maestro César
Vinagrero y la Orquesta de Cámara AEDEA del Conservatorio Jesús de Monasterio
dirigida por la profesora de violín Paula Bolado. Las partes vocales solistas serán
interpretadas por la soprano aragonesa Estrella Cuello, la espléndida mezzo valenciana
Marina Rodríguez-Cusí, y los cántabros Carlos Blanco como tenor y la magnífica voz de
barítono-bajo de David Rubiera. Los coros serán entonados por la masa coral Orfeón
Cántabro, coro Atalaya y coro Jorge Manrique, dirigidos por Vinagrero y el coro Tomás
Luis de Victoria dirigido por Miriam Jaurena, directora de la federación cántabra de
coros. El concierto va a ser grabado en directo por los estudios Vumeter para su edición
discográfica y está patrocinado por el Gobierno de Cantabria, Ayuntamiento de
Santander, Fundación Caja Cantabria, Conservatorios Profesionales de Música Jesús de
Monasterio y de Torrelavega y Asociación Cultural Masquevoces. Las entradas tienen un
coste de veinte euros y se pueden adquirir en la web y cajeros de liberbank.

Abrirá el concierto la deliciosa Suite en Re Mayor HWV 341 creada por el mismo G.F.
Händel (1685-1759) sobre dos de sus obras, la primera y muy conocida música acuática,
creada para el rey Jorge I, y que debe su nombre a estar ideada para que en su estreno
medio centenar de músicos la realizasen en una barcaza en el río Támesis y la segunda
Parténope, una opera de carácter ligero de este mismo compositor de la cual extrae los
temas más populares.

Culminará el programa la misa de Réquiem en Re menor K 626 de W.A. Mozart (1756-


1791), la decimonovena y última misa escrita por este célebre autor compuesta en 1791,
es la pieza sacra más interpretada, reverenciada y mitificada de la historia sonora de

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Occidente. El último año de su vida, Mozart no solo ofrecía al mundo su
inacabado Réquiem, sino también La flauta mágica, La clemenza di Tito, el Concierto
para clarinete, el motete Ave Verum Corpus, el último de sus conciertos para piano (el
núm. 27), diversos lieder, minués, danzas y contradanzas para orquesta, algunas arias, un
quinteto de cuerda, variaciones para piano y muchas piezas más. Podríamos decir que
el genio austriaco solo con las obras del último año ya habría pasado a la historia.
Todo el último año de su producción tiene mucho de epílogo y de salutación, y se
mezclan los temas sacros, los temas humanistas de la masonería, la exaltación de la
mujer o la música por sí misma... El Réquiem está dividido en siete bloques: Introitus,
Kyrie Eleison, Sequentia (Dies Irae, Tuba mirum, Rex Tremendae, Recordare, Confutatis
Maledictus, Lacrimosa), Offertorium (Domine Jesu, Hostias), Sanctus (Sanctus,
Benedictus), Agnus Dei, Communio (Lux Aeterna). Algunos de ellos, a su vez, se
subdividen en otras partes más pequeñas. Cada una de las partes tiene unos intérpretes,
coro, coro más soprano o coro más solistas. El inacabado Réquiem es el broche de oro
de la milagrosa producción de Mozart. Y el que esté inacabado solo nos recuerda
que la naturaleza siempre está por encima de nuestros anhelos.

El Réquiem (en latín, “descanso”) o Misa de réquiem —conocido también en latín


como Missa pro defunctis o Missa defunctorum— es la misa de difuntos en la liturgia
romana, un ruego por las almas de los muertos, justo antes del entierro o en las ceremonias
funerales. Este servicio suelen observarlo también otras iglesias cristianas, como la
Iglesia Anglicana y la Iglesia Ortodoxa. Su nombre proviene de las primeras palabras del
“Introito”: “Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis” (“Concédeles
el descanso eterno, Señor, y que brille para ellos la luz perpetua”). La letra en latín ha
sido atribuida al franciscano italiano Tomás de Celano (ca. 1250). Las oraciones y partes
musicales de la misa tradicional cambian normalmente en función del calendario
litúrgico, pero en la Missa pro defunctis el texto no cambia. Desde el punto de vista del
nombre de las partes cantadas, la misa de réquiem difiere de la misa usual en el hecho de
que ciertas partes gozosa son suprimidas como el “Gloria”, el “Credo” y el “Aleluya” y
por el hecho de la incorporación de la "secuencia" en donde se incluye el Dies Irae.
Durante muchos siglos, los textos del réquiem fueron cantados en canto gregoriano. La
primera versión polifónica conocida fue compuesta por Johannes Ockeghem hacia 1460.
Los primeros réquiems utilizaban diferentes textos de varias liturgias europeas, hasta que

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el Concilio de Trento adoptó el texto oficial. El Réquiem de Antoine Brumel, hacia 1500,
fue el primero que incluyó el “Dies Irae”.

La Misa de Réquiem en re menor, K. 626, de Wolfgang Amadeus Mozart, sigue los


textos latinos para el oficio de difuntos y constituye la decimonovena y última misa que
escribió, si bien, como se sabe, falleció antes de terminarla. Su mujer, Constanze Weber,
por expreso deseo de Mozart, buscó para que acabase la obra, al compositor Franz Xaver
Süssmayr, dicípulo de aquel. Hay quien defiende que Süssmayr fue sobornado por
Constanze para que no revelase su participación en la composición del Requiem, ya
que la obra había sido presentada al público como íntegra de Mozart, y el éxito
cosechado en su estreno podría ser empañado si se descubría la verdad.

Actualmente se sabe que Mozart completó íntegramente el Introito y el Kyrie.


La Sequentia fue en gran parte compuesta por Mozart, aunque la finalizó Süssmayr.
El Ofertorio, también comenzado por Mozart, fue completado por su alumno. Los dos
siguientes movimientos fueron compuestos en su totalidad por Süssmayr y el movimiento
final es una repetición de extractos del introito y el kyrie.

Según se cuenta, en junio de 1791 se presentó en casa de Mozart un desconocido, vestido


de negro, que rehusó identificarse y encargó a Mozart la composición de un réquiem. Le
dio un adelanto y quedaron en que regresaría en un mes. Pero el compositor fue llamado
desde Praga para escribir la ópera La clemencia de Tito, para festejar la coronación de
Leopoldo II. Cuando subía con su esposa al carruaje que los llevaría a esa ciudad, el
desconocido se presentó otra vez, preguntando por su encargo. Al parecer aquel personaje
era un enviado del conde Franz von Walsegg, músico aficionado cuya esposa había
fallecido. El viudo deseaba que Mozart compusiese la misa de réquiem para los funerales
de su mujer, pero quería hacer creer a los demás que la obra era suya y por eso permanecía
en el anonimato. El mito continúa afirmando que Mozart, obsesionado con la idea de la
muerte, debilitado por la fatiga y la enfermedad, muy sensible a lo sobrenatural desde su
vinculación a la francmasonería e impresionado por el aspecto del enviado, reflejó en su
epistolario que terminó por creer que este era un mensajero del destino y que el réquiem
que iba a componer sería para su propio funeral, como finalmente así fue. El
romanticismo y la célebre película Amadeus de Milos Froman han contribuido a

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promover el tópico del Réquiem como paradigma trágico de las últimas semanas de un
compositor incomprendido y envidiado por su entorno, desdichado y aislado del mundo.

Aunque al parecer se interpretaron extractos del Réquiem en una misa en memoria de


Mozart celebrada el 10 de diciembre de 1791, cinco días después de su muerte, el estreno
de la obra completa se produjo en Viena el 2 de enero de 1793 en un concierto en
beneficio de la viuda del músico austríaco. Fue interpretado de nuevo el 14 de diciembre
de 1793, durante la misa que conmemoraba la muerte de la esposa del conde Walsegg y
bajo la dirección del propio conde. Después de esta interpretación, el conde Walsseg
realizó una reducción para quinteto de cuerda, pero la obra no volvió a interpretarse bajo
su patrocinio.

Estructura y detalles de la obra

El Réquiem de Mozart está dividido en 14 movimientos distribuidos en 8 secciones


litúrgicas. Cada una de las partes de la obra tiene un final y dependiendo de la
interpretación y del director la pausa entre una y otra tendrá una mayor o menor
duración.

Las partes en las que se divide son:

I: Introitus, Requiem aeternam (CORO y soprano). Compuesto por Mozart en su


totalidad

II: Kyrie Eleison (CORO). Compuesto por Mozart en su totalidad.

III: Sequentia:

1. Dies Irae (CORO). El coro y parte de la orquesta (cuerdas, bajo y órgano) fue compuesto
por Mozart. El resto de la orquesta (viento y percusión), por Süssmayr.

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2. Tuba Mirum (soprano, contralto, barítono y tenor). Mozart compuso la parte de solistas
y algunas partes de la orquesta (violoncello, bajo y trombón tenor). El resto (cuerdas y
viento) fue completado por Süssmayr.
3. Rex Tremendae (CORO). Compuesto por: coro y orquesta (violoncello, bajo, órgano,
violín I) Mozart. Orquesta (cuerdas, vientos y percusión) Süssmayr.
4. Recordare, Pie Jesu (soprano, contralto, barítono y tenor). Mozart compuso todo
excepto el Fagot.
5. Confutatis maledictis (CORO). Parte de coro y orquesta (violoncello, bajo, violín I y
órgano) fue compuesto por Mozart, mientras que Süssmayr compuso el resto (cuerdas,
viento y percusión).
6. Lacrimosa Dies Illa (CORO). Mozart compuso los ocho primeros compases. El resto se
debe a Süssmayr.

IV: Offertorium:

• Domine Jesu (CORO, soprano, contralto, barítono y tenor). A mozart se debe parte de
coro, solista y orquesta (violoncello, bajo y órgano) y el resto (cuerdas y viento) a
Süssmayr.
• Hostias (CORO). Mozart compuso parte de coro, solista y orquesta (violoncello, bajo y
órgano). El resto(cuerdas y viento) Süssmayr.

V: Sanctus:

• Sanctus (CORO). Compuesto en su totalidad por Süssmayr.

VI: Benedictus:

• Benedictus (CORO, soprano, contralto, barítono y tenor). Compuesto en su totalidad por


Süssmayr.

VII: Agnus Dei (CORO). Compuesto en su totalidad por Süssmayr.

VIII: Communio

• Lux aeterna (CORO). Es una mera repetición de fragmentos del Introito y el Kyrie.

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TRADUCCIÓN

Latín Español

INTROITUS INTRODUCCIÓN

1.- Requiem aeternam


(coro)
Requiem aeternam dona eis,
Domine Dales el descanso eterno, Señor,
et lux perpetua luceat eis. y que la luz perpetua los ilumine.
(soprano)
Te decet hymnus, Deus, in Sion Mereces un himno, Dios, en Sion
(Salmo 63) y te ofrecerán votos en Jerusalen.
et tibi reddetur votum in Ierusalem.
(coro) atiende mi oración,
exaudi orationem meam, todos los cuerpos van a tí.
ad te omnis caro veniet.

2.- Kyrie eleison


(coro)
Kyrie eleison. Señor, ten piedad.
Christie eleison. Cristo, ten piedad.

SEQUENZ SECUENCIA

3.- Dies irae


(coro)
Dies irae, dies illa Día de ira aquel día
solvet saeclum in favilla, en que los siglos serán reducidos a cenizas,
teste David cum Sibylla. como profetizó David con la Sibila.
Quantus tremor est futurus Cuánto terror habrá en el futuro
quando iudex est venturus cuando venga el Juez
cuncta stricte discussurus! a exigirnos cuentas, rigurosamente!

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4.- Tuba mirum
(bajo)
La trompeta, esparciendo un asombroso
Tuba mirum spargens sonum
sonido
per sepulcra regionum
por los sepulcros de las regiones
coget omnes ante thronum.
reunirá a todos ante el trono.
(tenor)
Mors stupebit et natura
La naturaleza y la muerte se asombrarán
cum resurget creatura
cuando resuciten las criaturas
judicanti responsura.
para responder ante el Juez.
Liber scriptus proferetur
Y por aquel profético libro
in quo totum continetur
en que todo está contenido
unde mundus iudicetur.
el mundo será juzgado.
(contralto)
Iudex ergo cum sedebit
El Juez, pues, cuando se siente
quidquid latet apparebit,
todo lo oculto saldrá a la luz,
nil inultum remanebit.
nada quedará impune.
(soprano y cuarteto)
Quid sum miser tum dicturus?
¿Qué podré decir yo, desdichado?
Quem pratonum rogaturus,
¿A qué abogado invocaré,
cum vix iustus sit securus?
cuando ni los justos están seguros?

5.- Rex tremendae


(coro)
Rex tremendae majestatis Rey de majestad tremenda
qui salvandos salvas gratis, a quienes salves será por tu gracia,
salva me fons pietatis! ¡sálvame, fuente de piedad!

6.- Recordare
(cuarteto)
Recordare, Iesu pie Acuérdate, piadoso Jesús,
quod sum causa tuae viae, ya que soy la causa de tu venida,
ne me perdas illa die. de no perderme aquel día.
Quarens me, sedisti lassus, Buscándome, te sentaste cansado,

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redemisti crucem passus; me redimiste padeciendo la cruz;
tantus labor non sit cassus. tanto trabajo no sea vano.
Iuste iudex ultionis, Juez que castigas justamente,
donum fac remissionis otórgame el perdón
ante diem rationis. antes del Día del Juicio.
Ingemisco, tanquam reus, Gimo, como un reo,
culpa rubet vultus meus; el pecado enrojece mi rostro;
supplicanti parce, Deus. perdona, Dios, a quien te implora.
Qui Mariam absolvisti Tú que absolviste a María
et Latronem exaudisti y perdonaste al ladrón,
mihi quoque spem dedisti. también a mí me has dado esperanza.
Preces meae non sunt dignae, Mis ruegos no lo merecen,
sed tu bonus fac benigne pero tú, bueno como eres, haz benignamente
ne perenni cremer igne. que no sea yo quemado en el fuego perenne.
Inter oves locum praesta Dame un lugar entre las ovejas
et ab haedis me secuestra y separándome de los cabritos
statuens in parte dextra. colócame a tu derecha.

7.- Confutatis
(coro)
Confutatis maledictis, Rechazados ya los malditos,
flammis acribus addictis, y entregados a las crueles llamas,
voca me cum benedictis. llámame con los benditos.
Oro supplex et acclinis, Suplicante y humilde te ruego,
cor contritum quasi cinis, con el corazón casi hecho ceniza,
gere curam mei finis. apiádate de mi última hora.

8.- Lacrimosa
(coro)
Lacrimosa dies illa Día de lágrimas aquél
qua resurget et favilla en que resurja del polvo
iudicandus homo reus. para ser juzgado el hombre reo.
Huic ergo parce, Deus. Perdónale pues, Dios.br> Piadoso Jesús,

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Pe Iesu, Domine, Señor,
dona eis requiem. Amen. dales el descanso. Amén.

OFFERTORIUM OFERTORIO

9.- Domine Iesu


(coro)
Domine Iesu Christe, Rex gloriae,
Señor Jesucristo, Rey de la gloria,
libera animas omnium fidelium
libera a las almas de todos los fieles difuntos
defunctorum
de las penas del infierno y de las
de poenis inferni et de profundo
profundidades del lago.
lacu.
Líbralas de la boca del león,
Libera eas de ore leonis,
que el abismo no las absorba,
ne absorbeat eas tartarus,
ni caigan en las tinieblas,
ne cadant in obscurum,
(cuarteto)
sino que el abanderado San Miguel
sed signifer sanctus Michael
las conduzca hacia la santa luz,
repraesentet eas in lucem sanctam,
(coro)
como antaño prometiste a Abraham
quam olim Abrahae promisisti
y a sus descendientes.
et semini eius.

10.- Hostias et preces


(coro)
Hostias et preces tibi, Domine, Súplicas y alabanzas, Señor,
laudis offerimus. te ofrecemos en sacrificio.
Tu suscipe pro animabus illis, Acéptalas en nombre de las almas
quarum hodie memoriam facimus. en cuya memoria hoy las hacemos.
Fac eas, Domine, Hazlas pasar, Señor,
de morte transire ad vitam, de la muerte a la vida,
quam olim Abrahae promisisti como antaño prometiste a Abraham
et semini eius. y a su descendencia.

11.- Sanctus
(coro)

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Sanctus, sanctus, Santo, santo,
sanctus Dominus Deus sabaoth. santo es el Señor Dios de los Ejércitos.
Pleni sunt caeli et terra gloria tua. Llenos están los cielos y la tierra de su gloria.
Hosanna in excelsis. Hosanna en las alturas.

12.- Benedictus
(cuarteto)
Benedictus qui venit Dendito el que viene
in nomine Domini. en el nombre del Señor.
(coro)
Hosanna in excelsis. Hosanna en las alturas.

13.- Agnus Dei


(coro)
Agnus Dei, qui tollis peccata Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundi, mundo,
miserere nobis. ten piedad de nosotros.
Agnus Dei, qui tollis peccata Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundi, mundo,
dona nobis pacem. danos la paz.
Agnus Dei, qui tollis peccata Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundi, mundo,
dona eis requiem sempiternam. dales el descanso eterno.

COMMUNIO COMUNIÓN

14.- Lux aeternam


(soprano y coro)
Lux aeternam luceat eis, Domine,
La luz eterna brille para ellos, Señor,
cum sanctis tuis in aeternum, quia
con tus santos para la eternidad, porque eres
pius es.
misericordioso.
Requiem aeternam dona eis,
Descanso eterno dales, Señor,
Domine,
y que la luz perpetua los ilumine,
et lux perpetua luceat eis,

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cum sanctis tuis in aeternum, quia con tus santos para la eternidad, porque eres
pius es. misericordioso.

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