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Marx, ¡Oh Marx! ¿Por qué nos abandonaste?

Luis Casado – Vicepresidente del Partido de Izquierda (PAIZ)


07/01/2011

José Cademartori ha difundido una nota titulada “Los marxistas y el capitalismo del siglo XXI” en la que aborda
variados temas que cubren dos siglos de historia. Del título y del contenido de la nota el lector puede colegir
que el autor se considera “marxista”2, y que su análisis utiliza las herramientas teóricas que desarrollaron Marx
y Engels para abordar la crítica del capitalismo. Aun cuando José Cademartori no lo señala, es bueno recordar
que él es economista y dirigente comunista, hechos que cobran relevancia cuando se trata de analizar sus
propósitos que es el objetivo que me he trazado al escribir estas líneas.

Los acontecimientos de la historia reciente sitúan a todo ciudadano, -“marxista” o no-, ante el desafío de
comprender gigantescas mutaciones económicas que le están cambiando la cara al mundo. Entre ellas, crisis
recurrentes de enormes dimensiones cuyas consecuencias distan mucho de ser enteramente inteligibles, a tal
punto que los diagnósticos del FMI, del Banco Mundial o del G20 se parecen a las de Sganarelle, -el médico a
palos de Molière-, y las prescripciones de los economistas a las recetas del Dr. Knock, ese poco escrupuloso
médico tan apegado al lucro, salido de la imaginación de Jules Romain.

De modo que la nota de Cademartori, junto con ilustrar el estado de la reflexión en el PC chileno, anima un
poco nutrido debate en un país en el que la prensa que hay le da carácter de reflexión de fondo a los eructos
de Camilo Escalona o a las banalidades que suele largar Sebastián Piñera, otro doctor, esta vez de Harvard.

El texto de José Cademartori comienza exponiendo una no despreciable ambición que se traduce en un
sumario digno de una obra magna. Queda por ver si el contenido está a la altura del índice temático, y si
podemos estimarlo útil para lo que suponemos un objetivo común cual es el de combatir el neoliberalismo y
sus atroces consecuencias.

1
Es el título de un libro publicado por Bernard Maris en Francia en el año 2010: “Marx ô Marx, pourquoi m’as-tu abandonné?”. Uno de
los capítulos de mi trabajo “América Latina: Transferencias de tecnología y desarrollo” (1981) lleva esta frase atribuida a Jesús
crucificado a título de epígrafe: ¿Eli, Eli, lama sabachtani? (¿Señor, Señor, me has abandonado?)
2
He puesto el adjetivo calificativo “marxista” entre comillas porque su abusiva utilización por parte de la ortodoxia soviética y sus
secuaces llevó a muchos seguidores de Marx a recusar el término. Entre otros surgió una curiosa alternativa entre quienes se auto-
denominan “marxianos”. Es conocido el rechazo del propio Marx a formar parte de algo que se llamase “marxismo”.
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1. Los descubrimientos de Marx y Engels sobre el capitalismo en el siglo XIX3

En buen maestro, José Cademartori comienza exponiendo lo que a su juicio son los rasgos actuales del
capitalismo, partiendo de las definiciones que entregase Karl Marx, y describiendo lo que a su juicio son las
grandes transformaciones que ha experimentado desde entonces.

“En primer lugar (Marx) lo definió como un régimen de clases opuestas, en la que una de ellas se sitúa como
dominadora y explotadora de las demás. En tal sentido, la burguesía y su régimen son los continuadores de la
aristocracia feudal y esclavista que la antecedieron. Marx concluyó que el capitalismo sería históricamente
transitorio. Para refutar esta tesis, Fukujama sostuvo que el capitalismo había triunfado, que era la culminación
de la evolución humana o “el fin de la historia”, lo cual tuvo un rechazo general”.

Compartamos este “rechazo general” (?) de la visión de Francis Fukuyama que hace del capitalismo el punto de
llegada, la estación terminal de la evolución de la humanidad, y pasemos por alto lo que Marx tomó de Adam
Smith, de David Ricardo o de John Stuart Mill en lo que se refiere al “régimen de clases opuestas, en la que una
de ellas se sitúa como dominadora y explotadora de las demás”, elementos que Marx pone de relieve sin
ocultar lo que tal interpretación le debe a lo que llamó los economistas “clásicos”.

Cademartori prosigue:

“Además Marx formuló la tesis de que el sistema burgués, a través del desarrollo de sus contradicciones
económicas y sociales, daría paso a un nuevo régimen cuya misión sería poner en concordancia, las formas
cada vez más sociales o colectivas de la producción, incluso internacionales, con nuevas formas, también
sociales o colectivas de la distribución de la riqueza. Esto exigiría profundos cambios en la dirección y el modo
de producción y en la propiedad de los medios de producción”.

Quien hace suyas las tesis de Marx debiese compartir eso de los “profundos cambios en la dirección (…) y en la
propiedad de los medios de producción”, y manifestar alguna extrañeza con relación a los “profundos cambios
en el modo de producción” que agrega Cademartori.

Lo que en la visión de Marx hace posible la transformación revolucionaria de la sociedad es precisamente la


generalización en su seno de un modo de producción que entra en contradicción con el modo de apropiación
del producto. Para que un nuevo régimen se abra paso pues, es preciso que el nuevo modo de producción sea
dominante en el seno de la sociedad capitalista.

El propio Cademartori explica en su texto que el “desarrollo de sus contradicciones económicas y sociales (del
modo de producción), daría paso a un nuevo régimen cuya misión sería poner en concordancia, las formas cada
vez más sociales o colectivas de la producción, incluso internacionales, con nuevas formas, también sociales o
colectivas de la distribución de la riqueza”.

Al respecto no se trata de ser quisquilloso con aspectos secundarios de la teoría, sino de restablecer algunos
elementos esenciales sobre los cuales parece haber amplio consenso entre quienes apreciamos la obra de
Marx. Los profundos cambios que deben contribuir a darle racionalidad al modo de producción deben poner en
concordancia las formas sociales o colectivas de la producción, con nuevas formas sociales o colectivas de la
distribución de la riqueza. En esa visión, la revolución socialista no consiste en cambiar el modo de producción
sino en ponerlo cabeza arriba. Al analizar más adelante los resultados del llamado “socialismo real” este detalle
cobra una importancia mayor.

3
Para quien no lo conozca, reproduzco el texto integral de la nota de Cademartori al final de mi análisis. Para facilitar la comprensión,
las citas del texto de Cademartori están en cursiva y en azul.
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José Cademartori puntualiza que:

“Como se sabe, el maestro de Tréveris no abundó en los pormenores de este tema. No pretendía ser profeta.
Construir y definir el nuevo sistema sería tarea de las nuevas generaciones. Quería separarse categóricamente
de los socialistas utópicos de su tiempo quienes, por nobles que fueran sus intenciones y geniales algunas de sus
sugerencias, se ocupaban de elaborar modelos abstractos, sin tener en cuenta el movimiento terrenal de las
confrontaciones entre las clases”.

Con relación a los “modelos abstractos” que según Cademartori elaboraron los “socialistas utópicos” un tal
Robert Owen podría, -si estuviese entre nosotros-, darle algunas lecciones relativas a los modelos concretos.

Los trabajos de Robert Owen en New Lanark llegaron a tener una importancia significativa, no solo para los
trabajadores británicos, sino también para los asalariados europeos y del mundo. Sus proyectos de educación
de los trabajadores hicieron escuela. Ya en 1816 abrió un hospital en New Lanark, en una época en la que las
condiciones del trabajo obrero eran atroces. En 1817 Owen lanzó una consigna que se hizo famosa, “8 horas de
trabajo, 8 horas de recreo, 8 horas de sueño” que luego la Iª Internacional y el movimiento obrero francés
hicieron suya. En su conocida obra “La Gran Transformación” 4 Karl Polanyi le atribuye a las cooperativas de
Owen una dimensión y un volumen más que significativo, que pudo incluso, en los albores del capitalismo
inglés, imponer no solo otras relaciones de producción sino también otra moneda al conjunto de Gran Bretaña.
Su lucha contra la miseria no dejó insensibles ni al Times ni al Morning Post, y se dice que el Duque de Kent,
padre de la reina Victoria contaba entre sus más fervorosos partidarios. Lo cierto es que Jeremy Bentham
invirtió en el futurista plan de educación de Owen y retiró un dividendo. Owen rechazó la separación de la
sociedad en una esfera económica y una esfera política porque aceptarla significaba reconocer el principio de
la ganancia y el lucro individual como fuerza organizadora de la sociedad. Owen concebía al hombre de manera
integral porque su experiencia le mostró que en la vida de un trabajador el salario no es sino un factor entre
muchos otros como su entorno natural y su vivienda, la calidad y el precio de las mercancías, la estabilidad y la
seguridad del empleo. De aquí que las manufacturas de New Lanark continuasen pagando sus empleados
incluso cuando no había trabajo para ellos. Owen también proclamó su franca hostilidad hacia toda forma de
religión al constatar que mientras más se plegaban los trabajadores a su situación de miseria, más fácilmente
se orientaban a las consolaciones celestes. Las cooperativas owenistas están en el origen del sindicalismo
moderno, y la Consolidated Trades Union, nacida del sindicato de los obreros de la construcción llegó a contar
con un millón de miembros. Como ejemplos de “modelos abstractos” Cademartori podía haber encontrado
algo mejor5.

La obsesión por transformar a Marx en una especie de genio infalible y único, y a sus tesis en la versión
“científica” del socialismo descartando otras vertientes del pensamiento socialista, contribuyó
considerablemente a erigir a la URSS en el Vaticano del socialismo real, detentor de la doxa durante buena
parte del siglo XX. Es dudoso que Marx hubiese suscrito a tal empeño, cuyos resultados históricos están muy
lejos de constituir una proeza “científica”.

Efectivamente Marx no fue muy prolijo con relación a cómo advendría la nueva sociedad y nadie en su sano
juicio puede reprochárselo. Pero al terminar la primera década del siglo XXI, y habida cuenta de la suerte que
corrieron los “socialismos reales” que reclamaron para sí mismos la calidad de “científicos”, no resulta muy

4
Karl Polanyi. “La Grande Transformation.” Paris. Ed. Gallimard. Página 239 y siguientes.
5
Otros ejemplos de la acción de los “socialistas utópicos” demuestran que no tenían nada de “abstractos” como asegura Cademartori.
Proudhon se hizo elegir miembro de la Asamblea Constituyente elegida por medio del sufragio universal después de la revolución de
febrero de 1848 en Francia, y junto con fundar algunos diarios (como hizo el propio Marx), creó un Banco del Pueblo para organizar el
crédito gratuito. Sus esfuerzos no tuvieron éxito pero hasta el día de hoy Francia practica la gratuidad del crédito hacia los más
necesitados, y huelga decir la falta que eso hace en el Chile de nuestros días (recientemente un ciudadano indio, Muhammad Yunus,
recibió el premio Nobel como reconocimiento a su labor en el microcrédito destinado a los miserables).
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convincente de la parte de Cademartori reprocharle a los otros socialismos (los “utópicos”) el no haber sido
capaces de “tener en cuenta el movimiento terrenal de las confrontaciones entre las clases”.

Cademartori prosigue su tarea de reivindicación de la obra de Marx y Engels atribuyéndoles méritos que sin
lugar a dudas les son ampliamente atribuibles. Chapeau bas ante Marx y Engels, no soy ni el primero ni el
último en descubrirme.

Cademartori destaca que:

“a juicio de los autores del Manifiesto Comunista, el portador de la transformación revolucionaria de la


sociedad, entre todas las clases explotadas, no podría ser otro que el proletariado”, y subraya que “Estaban
conscientes de que la dimensión del moderno proletariado era aún pequeño y minoritario en muchos países y
por eso abogaron por la unidad con los campesinos y otras capas intermedias, entendiendo que el socialismo
como primera etapa del comunismo requeriría alianzas de clase”.

Cademartori piensa en casos muy específicos cuyas características los alejan de las tesis de Marx expuestas
más arriba (“Lo que en la visión de Marx hace posible la transformación revolucionaria de la sociedad es
precisamente la generalización en su seno de un modo de producción que entra en contradicción con el modo
de apropiación del producto”).

Dicho en otras palabras el advenimiento del socialismo no debía ser posible allí donde el modo de producción
capitalista no hubiese madurado, y el proletariado no constituyese aun la clase abrumadoramente mayoritaria.
Marx no previó un socialismo de minorías impuesto, como una especie de aceite de ricino, -remedio
benefactor pero algo intragable-, a la mayoría de la sociedad.

Los ejemplos que cita Cademartori confirman lo que digo:

“Lenin, Mao Zedong, Ho Chi Min, entre otros de sus seguidores, practicaron exitosamente tal estrategia”.

Ninguno de los países citados tenía un proletariado mayoritario y maduro, producto de la dominación sin
contrapeso del modo de producción capitalista. De ahí la necesidad de las alianzas que evoca Cademartori “con
los campesinos y otras capas intermedias, entendiendo que el socialismo como primera etapa del comunismo
requeriría alianzas de clase”.

Acerca de la exitosa estrategia los historiadores contemporáneos tienen fundadas razones de albergar más de
una duda que no parece ni siquiera rozar a Cademartori.

Si uno sigue el curso de la reflexión de Cademartori, llega a la conclusión que el socialismo, “como primera
etapa del comunismo”, consiste precisamente en la realización de los “profundos cambios en el modo de
producción” que él menciona en su texto y que analicé más arriba.

Dicho claramente, esta concepción le atribuye a la revolución socialista la tarea de la realización plena de la
dominación del modo de producción capitalista, realización que a su vez traerá consigo la dominación plena de
un proletariado devenido mayoritario.

Afortunadamente no es preciso regresar a las puntillosas y eruditas querellas sobre la construcción del
socialismo en un solo país que enfrentaron a trotskistas y estalinistas a lo largo de la primera mitad del siglo XX:
la Historia se encargó de entregarnos una respuesta. Quienes intentaron realizar “profundos cambios en el

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modo de producción” como primera etapa del socialismo que debía conducir al comunismo, murieron en el
intento.

Que esa respuesta de la Historia nos guste o no nos guste no viene al caso. Reivindicar a Marx puede muy bien
pasar por el regreso a una cierta ortodoxia que Cademartori evita cuidadosamente: la que establece que para
que un nuevo régimen se abra paso es preciso que el modo de producción capitalista sea ampliamente
dominante en el seno de una sociedad capitalista madura6.

Y por recuperar la noción de clase social entendida en la concepción del propio Marx, tan alejada de una simple
clasificación o estratificación de individuos. Concepción que establece que lo importante es comprender el
modo en que la división social del trabajo hace emerger las clases que, en una sociedad capitalista madura (o
desarrollada), se resumen en tres grandes conjuntos: los asalariados, los capitalistas y los propietarios de la
tierra7.

Cademartori piensa las clases sociales muy lejos de una noción que el propio Marx definió en modo poco
preciso. Es verdad que Marx y Engels declaran “La historia de todas las sociedades existentes hasta ahora es la
historia de la lucha de clases”8. Sin embargo es difícil encontrar en Marx una definición precisa de las clases o
de la lucha de clases, entre otros porque dichas nociones debían ser el objeto de un capítulo inconcluso del
Capital9.

Podemos utilizar, ¿por qué no?, la definición de clase que dio el propio Lenin:

“Se llama clase a vastos grupos de hombres que se distinguen por el lugar que ocupan en un sistema
históricamente definido de producción social, por su relación a los medios de producción, por su rol en la
organización social del trabajo, por los modos de obtención y la parte de las riquezas sociales de las cuales
disponen”10.

No podemos negarle a Cademartori el hecho de saberlo. El mismo escribe con razón:

“Marx acertó plenamente en prever que los asalariados (esos obreros modernos que carentes de la propiedad
de los medios de producción no tenían más que arrendar su fuerza de trabajo por un salario para subsistir)
constituirían la mayoría de la población activa en los países maduros del capitalismo. Y por tanto, bajo
regímenes democráticos, la mayoría de la población formada por asalariados y otros sectores del mundo
popular, podría conquistar el poder político y el legítimo derecho a defenderlo”.

Un somero análisis de las sociedades actuales nos muestra que es el campesinado, el siervo de la tierra, el que
tiende a desaparecer incluso en las sociedades más atrasadas, sustituido por el obrero agrícola o
agroindustrial11.

6
Los adversarios de Marx pretenden que el simple hecho que ninguna revolución socialista haya tenido lugar en un país de capitalismo
desarrollado demuestra que estaba errado.
7
Ver “Sur les classes sociales”. Vincent Gay. Raisons d’Agir. Poitiers. http://raisonsdagir.org/Classes.pdf
8
“Manifiesto del partido comunista”. Karl Marx y Friedrich Engels. 1848.
9
Vincent Gay. Op. cit.
10
Lenin. Op. Cit.
11
En su obra “Las luchas de clases en Francia”, que describe una situación precisa en un momento dado, Marx desarrolla una visión más
bien sociológica de las clases sociales, distinguiendo siete clases o fracciones de clase: la aristocracia de la tierra, la burguesía industrial,
la pequeña burguesía, la clase obrera, el lumpenproletariado, el campesinado y los grandes propietarios de la tierra. Vincent Gay. Op.
cit. Si Marx analizara la Francia de hoy, es poco probable que pudiese hacer la misma descripción sociológica.
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Buscando demostrar lo errado que estaba Marx, más de algún socialdemócrata ha pretendido que la clase
obrera también desapareció, y con ella el motor de la revolución socialista, lo que les exime de pensar siquiera
en la posibilidad del cambio social12. Allí se encuentra uno de los fundamentos del acomodo de algunos
partidos políticos que alguna vez fueron “revolucionarios”13.

Como quiera que sea, lo que se echa de menos de parte de José Cademartori es alguna reflexión con relación a
las desaparecidas experiencias del socialismo real, ese socialismo construido sobre bases científicas a partir de
las alianzas del proletariado pequeño y minoritario aliado con los campesinos y otras capas intermedias, cuyas
hazañas se les atribuyen inmerecidamente a Karl Marx y a Friedrich Engels con el propósito declarado de
desprestigiarles, desacreditando de paso hasta la idea misma del cambio social.

Más adelante volveremos sobre este tema.

Pensando en el título que Cademartori le da a este capítulo de su nota (Los descubrimientos de Marx y Engels
sobre el capitalismo en el siglo XIX), también se echa de menos alguna frase sobre lo que el mismo Marx
consideraba uno de sus descubrimientos más esenciales, “...de todas las leyes de la economía política
moderna, la más importante”14: la baja tendencial de la tasa de plusvalía.

Tal omisión es inexplicable en un economista, para no hablar de un economista comunista. Puede que tal
negligencia se explique por una sorprendente afirmación de Cademartori que encontramos en el capítulo 3 de
su nota (3. La burguesía mundial contra la unidad de los trabajadores). Al describir la poderosa ofensiva del
capitalismo en contra de los trabajadores asalariados, sus derechos y sus organizaciones sindicales,
Cademartori concluye:

“En buena parte del planeta, la gran burguesía, crecientemente monopólica y transnacionalizada, cosechó con
creces estos cambios. Se incrementó la tasa de plusvalía”.

Tengo la intención de retomar esa tesis de Cademartori en el capítulo correspondiente.

12
Pierre Mauroy, ex Primer Secretario del PS francés y ex Primer Ministro de Mitterrand, le hizo notar a Lionel Jospin, candidato a la
presidencia de la república del PSF (2002 ): “en tu programa la palabra obrero no figura ni siquiera una sola vez”. Puede que eso ayude a
explicar porqué Jospin no llegó ni siquiera a la segunda vuelta, superado en votos por la extrema derecha neofascista.
13
Quien estime que al decirlo tengo in mente al partido socialista de Chile no se equivoca.
14
“...de todas las leyes de la economía política moderna, la más importante. Esencial para la comprensión de los problemas más
difíciles, es también la ley más importante desde el punto de vista histórico, una ley que, a pesar de su simplicidad, jamás ha sido
comprendida hasta el presente y, menos todavía, enunciada conscientemente”, Marx, Grundrisse, La Pléiade II: 271-272.

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2. Los cambios y los desafíos del proletariado en el capitalismo del siglo XXI

José Cademartori inicia este capítulo con algunas afirmaciones que compartimos plenamente:

“El capitalismo se despliega ahora aceleradamente en las grandes y medianas naciones de Asia Pacífico, India,
el Medio Oriente, y América Latina e implanta sus bases en varios países de África. Se reconstruye en Europa
Oriental, Rusia y sus antiguos territorios, después de un intermedio de cuarenta años. Este proceso conduce en
el curso del siglo XXI a convertir al proletariado en la clase mayoritaria a nivel mundial”.

Más adelante Cademartori constata que:

“La composición de la clase asalariada ha experimentado notables cambios si la comparamos como era a
mediados del siglo XX. El proletariado industrial en Europa, Norteamérica, Japón, debido al aumento de su
productividad, redujo su peso numérico en relación a los asalariados de los servicios. En compensación se
reproduce en mayor escala en los nuevos centros industriales de China, India, Indonesia, Tailandia y otros países
asiáticos, así como en Medio Oriente (Turquía, Egipto) y en América Latina (Brasil, México, Argentina, Colombia
y otras economías emergentes”.

Sin entrar en el análisis detallado de cada estrato o grupo específico de trabajadores asalariados, tomando en
cuenta el sector (industrial, servicios, agroindustria, transportes, salud, recreación y turismo, educación, etc.), o
el contenido principalmente manual o intelectual de la labor desarrollada, retendremos, con Marx, que “los
individuos no forman una clase sino en la medida en que están comprometidos en un combate contra otra
clase”15.

Y que la organización capitalista del trabajo es una lucha perpetua, en particular en torno a la cuestión del
tiempo de trabajo:

“Entre dos derechos iguales, ¿Quién decide? La fuerza. He ahí porqué la reglamentación de la jornada de
trabajo se presenta en la historia de la producción capitalista como una lucha secular por los límites de la
jornada de trabajo, lucha entre el capitalista, es decir la clase capitalista, y el trabajador, es decir la clase
obrera”16.

Se entiende así que Marx se interesa más en la dinámica de las clases sociales que en su delimitación17.

Si el proceso de aceleración de la dominación del modo de producción capitalista a escala mundial produce los
efectos esperados, Cademartori tiene razón al afirmar que “Este proceso conduce en el curso del siglo XXI a
convertir al proletariado en la clase mayoritaria a nivel mundial”.

Es la hora de otear el horizonte para avizorar la llegada de la revolución socialista prevista por Marx. Y de paso
aportarle el concurso de nuestros modestos esfuerzos. A menos que…18

15
Karl Marx. Philosophie. L’idéologie allemande. Ed. Folio Essais. Pág. 371
16
Karl Marx. Le Capital. Livre I. Troisième section. La journée du travail. Pág. 339. Ed. Folio Essais. Paris.
17
Vincent Gay. Op. Cit.
18
Veremos que la conclusión de José Cademartori apunta más bien a una alianza con la Concertación (que por otra parte condena
severamente con justa razón) en la perspectiva de alcanzar un “gobierno de nuevo tipo” en el año 2014.
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3. La burguesía mundial contra la unidad de los trabajadores

Las cosas que por sabidas no se dicen, suelen olvidarse. Por ello es bueno que Cademartori recuerde en este
capítulo que:

“La burguesía en todos los países aprendió muy bien que los asalariados unidos, una vez conscientes de
pertenecer a una misma clase sometida y desmedrada pero mayoritaria, constituyen el mayor peligro potencial
para el capitalismo”.

El triunfo del neoliberalismo a escala planetaria ha ido acompañado de la destrucción sistemática de todas las
conquistas que los trabajadores alcanzaron en siglos de cruentas luchas. La desaparición de la URSS hizo saltar
el tapón que retenía a las burguesías nacionales en su ambición de recuperar todo lo que había sido concedido
en el marco del llamado Estado de bienestar.

La socialdemocracia no fue ni la última ni la menos entusiasta a la hora de privatizar el patrimonio de todos,


degradar o destruir los servicios públicos, y entregarle todo, incluso los privilegios del Estado, a la esfera del
mercado19. Vastos sectores de actividad que se encontraban fuera del dominio mercantil (salud, educación,
previsión, energía, correos, transportes, construcción naval, telecomunicaciones, industria automotriz, banca,
industria aeronáutica, industria nuclear, etc.) fueron entregados a la voracidad del gran capital.

La desaparición del socialismo real no solo arruinó a la ex URSS y a muchos de los miembros del CAME20 (Rusia
vio bajar su PIB en más del 40% en un par de años) sino que le entregó vastos sectores de su actividad
productiva, -principalmente de materias primas, energía y tecnología espacial-, a la dominación capitalista.

Este trauma, no digerido aún, -ni explicado racionalmente-, por los partidos comunistas que aun sobreviven,
permitió el nacimiento de una nueva y jocosa definición del socialismo como “el camino más largo para pasar
del capitalismo al capitalismo”.

Un conocido capitán de industria pudo entregar pública e impúdicamente su definición de la mundialización (o


globalización) triunfante:

“Yo definiría la mundialización como la libertad para mi grupo de invertir donde quiera, el tiempo que quiera,
para producir lo que quiera, aprovisionándose y vendiendo donde quiera, y soportando las menos obligaciones
posibles en materia de legislación del trabajo y de convenciones sociales”21.

La larga lista de retrocesos constatados en el ámbito planetario en lo que toca a los derechos laborales,
garantías salariales, estatutos sindicales, etc., lleva a Cademartori a escribir:

“En buena parte del planeta, la gran burguesía, crecientemente monopólica y transnacionalizada, cosechó con
creces estos cambios. Se incrementó la tasa de plusvalía”.

19
Jean-Luc Mélenchon, líder del Parti de Gauche (Francia) lo recordaba antes de ayer en una entrevista en la radio France Inter. Véase
http://www.dailymotion.com/video/xgf42q_jean-luc-melanchon_news#from=embed
20
CAME: Consejo de Asistencia Económica Mutua, que reunía a la URSS y a sus aliados europeos: Checoslovaquia, Hungría, Polonia,
Bulgaria, Rumania, República Democrática Alemana. Mongolia fue admitida en 1962, Cuba en 1972 y Vietnam en 1978. El CAME fue
disuelto el 28/06/1991.
21
Percy Barnavik. Presidente de la transnacional ABB. 1995. En el año 2002 el grupo ABB estaba clasificado en el lugar nº 15 de las
transnacionales más poderosas. El Chile de hoy representa el sueño de tipos como Percy Barnavik.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 8
Lamentablemente Cademartori no es muy diserto en lo que atañe al incremento de “la tasa de plusvalía”.
Aclarar este tema es importante. No se trata de ninguna discusión sobre el sexo de los ángeles, en todo caso no
para quien se autodefine como “marxista”22.

La evolución de la tasa de plusvalía, su baja tendencial, está en el centro de la interpretación de Marx a


propósito de las crisis del capitalismo y de su ulterior decadencia y sustitución por una sociedad socialista.

“Smith y Ricardo eran los intérpretes de una clase ascendente, la de los capitalistas, que aspiraba a dirigir y a
remodelar, sin trabas, la sociedad. Marx se planteaba en tanto representante de una clase obrera llamada a
derribar la organización capitalista. En pocas palabras, cada uno de ellos, aunque situado en una colina
diferente, deseaba dominar el campo de batalla para escrutar el horizonte. Si la preocupación común de
determinar el futuro a largo plazo no le debe pues nada al azar, es sin embargo más difícil explicar porqué,
todos, aunque por razonamientos diferentes llegan unánimemente a una conclusión que podemos calificar de
pesimista: la imposibilidad de asegurar un crecimiento durable en el marco del capitalismo. Pero estos
economistas no comparten solo una cuestión (¿cómo evolucionará el crecimiento en el largo plazo?) y una
respuesta (va a ralentizar). En el centro de sus análisis se encuentra siempre la misma variable: la tasa de
ganancia. Esta variable, los tres están convencidos, está en el corazón del sistema capitalista y de su dinámica.
Una tasa de ganancia elevada se traduce en elevados ingresos para los capitalistas, o sea por un ahorro fuerte,
o dicho de otro modo por la disponibilidad de recursos para la inversión; y significa también una perspectiva de
beneficios crecientes en el futuro, la incitación a transformar efectivamente ese ahorro en inversión.
Inversamente, una tasa de ganancia débil, se traduce en un ahorro menor, y menos recursos para invertir. Y
esta inversión, que promete ser menos rentable, se va haciendo cada vez más rara. Resumiendo, en una
economía cuyo motor es el lucro individual, la importancia del lucro es crucial para el crecimiento. A partir de
ahí, en fin de cuentas, la dinámica de la economía capitalista se resume a la dinámica de su variable central: la
tasa de ganancia. Es a partir de ahí que los análisis divergen”23.

Justamente. Una idea central en Marx determina que solo el trabajo es productor de plusvalía. La evolución de
la composición orgánica del capital, o sea la relación entre capital fijo y capital variable (para simplificar,
maquinaria/trabajo24) llevará ineluctablemente a la baja tendencial de la tasa de plusvalía y por consiguiente a
las crisis recurrentes del capitalismo y a su fin ulterior25.

Cuando Cademartori asegura “Se incrementó la tasa de plusvalía”26 conviene plantearse algunas cuestiones.
Entre otras si se refiere a un aumento coyuntural, transitorio, episódico, o bien a un aumento tendencial de la
tasa de plusvalía. Las consecuencias para la teoría, -y para la práctica política-, no son las mismas.

En efecto,

“Allí donde David Ricardo veía una baja de la tasa de ganancia debido a las limitaciones objetivas impuestas
por la naturaleza, Marx descubre una baja de la tasa de ganancia imputable únicamente a la forma específica
de la economía que es el capitalismo. Allí donde en Ricardo la baja de la tasa de ganancia era provocada por la

22
Ver nota 2.
23
Christophe Darmengeat. Introduction à l’analyse économique. « La baisse du taux de profit ».
24
Marx distingue capital fijo y circulante o variable en que son generadores o no de plusvalía.
25
Conviene aclarar que para Marx las nociones de “tasa de ganancia” y de “tasa de plusvalía” no son equivalentes.
“Encontré una solución simple para una de las cuestiones más difíciles. Se trata de explicar porqué la tasa de ganancia aumenta,
mientras que el valor de la moneda -o del oro- baja, y que ella baja mientras él aumenta (…) Toda la dificultad reposa en la confusión
entre la tasa de plusvalía y la tasa de ganancia”. Carta de Marx a Engels, 22 de abril de 1868. Véase también carta de Marx a Engels, 30
de abril de 1868. “Marx et Engels. Correspondance”. Ed. du Progrès. Moscou. 1981.
26
Cademartori no es el único autor que sostiene esta tesis.
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ausencia de progreso técnico (en materia agrícola), en Marx la baja de la tasa de ganancia es por el contrario
causada por el progreso técnico, y por la forma que toma en la economía capitalista.
Para comprender, en sus grandes líneas el razonamiento de Marx, lo más simple consiste en volver a la
definición de la tasa de ganancia. Esta es igual a la relación entre los beneficios y los capitales invertidos. Ahora
bien, a la escala del conjunto de la economía, se sabe que los beneficios (o las ganancias) son iguales a la
plusvalía, ese trabajo no pagado que se les arranca a los asalariados. En cuanto a los capitales invertidos, se
dividen en dos categorías: de una parte el capital constante, aquel que en la producción se limita a transmitir su
valor a las mercancías (edificios, maquinaria, materias primas, etc.); y de otra parte el capital variable, aquel
que en la producción crea un valor suplementario, le agrega valor a las mercancías que contribuye a fabricar
(los salarios). Utilizando la notación usual (pl representa la plusvalía, C el capital constante y V el capital
variable), podemos escribir que la tasa de ganancia r es igual a:

‫ܔܘ‬
࢘=
۱+‫܄‬
Si dividimos cada uno de los términos de nuestra fracción por V (lo que no le cambia estrictamente nada a r),
obtenemos la fórmula:
‫ܔܘ‬/‫܄‬
࢘=
۱
+ ‫܄‬/‫܄‬
‫܄‬

Que es igual a:

࢘=
Ω+૚
En esta nueva formulación encontramos dos nuevas variables:

ε, que es igual a pl / V
Se trata, en los conceptos de Marx, de la tasa de plusvalía, también llamada tasa de explotación. Es la
relación entre el trabajo arrancado a los asalariados y el que les es pagado efectivamente por los capitalistas.

Ω, que es igual a C / V
Ω representa la relación entre el capital constante y el capital variable, lo que Marx llama la composición
orgánica del capital.

De un estricto punto de vista matemático se ve de una mirada que la tasa de explotación y la composición
orgánica tienen efectos inversos sobre la tasa de ganancia: el crecimiento de la tasa de explotación hace
aumentar la tasa de ganancia, mientras que el crecimiento de la composición orgánica la hace disminuir.

Lo esencial de la argumentación de Marx se apoya en este segundo aspecto. Marx afirma que en el
capitalismo el progreso técnico es sinónimo de mecanización, o sea de reemplazo de trabajo vivo (el de los
asalariados) por trabajo muerto (las máquinas). Así, la parte del capital consagrado a la compra de
máquinas tiende a tomar más importancia frente al capital destinado al pago de salarios. La composición
orgánica del capital aumenta con el tiempo, arrastrando la tasa de ganancia hacia abajo. En cuanto a la tasa
de explotación, Marx sugiere más o menos nítidamente que no aumentará suficientemente para compensar
los efectos del aumento de la composición orgánica, o incluso que permanecerá estable.

Marx señala incluso la existencia de contra-tendencias que pueden retardar, o anular provisoriamente, los
efectos de este mecanismo: se puede asistir a un aumento de la tasa de explotación de la cual acabo de hablar,
pero también a una baja del valor del capital constante (lo que hace que un mismo stock de máquinas verá
disminuir su valor). Por esas razones Marx no piensa que la tasa de ganancia disminuye de manera regular, y de
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 10
ahí que la califique de baja tendencial de la tasa de ganancia. No obstante, está convencido que las contra-
tendencias no pueden impedir, a largo plazo, la disminución de la tasa de ganancia.

(…) Esta baja tendencial de la tasa de ganancia traerá consigo la multiplicación de las convulsiones, de las crisis,
de las guerras, y sobre todo, de las luchas sociales que derribarán la organización capitalista para remplazarla
por otro tipo de economía y de sociedad”27.

Entonces, compañero José Cademartori, ¿Aumento o disminución de la tasa de plusvalía? ¿Permanente?


¿Episódica? Una interpretación hace inclinarse hacia la revolución social, la otra podría facilitar la colaboración
de clases28.

Por eso no es neutro clarificar tanto como sea posible estos aspectos teóricos, sobre todo cuando hay quien se
ha equivocado más de una vez adaptando oportunistamente el pensamiento de Marx a sus opciones políticas
contingentes.

El resto de este capítulo de la nota de Cademartori se resume a una serie de datos factuales que nadie podría
poner en duda: la concentración de la riqueza, la ampliación del foso que separa a ricos y pobres, la
dominación sin contrapeso de un puñado de privilegiados, etc.

Tal vez haga falta reiterar una vez más el papel dominante de las finanzas por encima del capital industrial y de
cualquier otro poder29.

La búsqueda de una mayor rentabilidad, o lo que es lo mismo la lucha contra la baja de la tasa de ganancia, ha
conducido al desarrollo extremadamente rápido de la piratería financiera. La crisis de los créditos basura (sub-
primes), el abuso del llamado apalancamiento de la deuda, así como de la creatividad en materia de productos
financieros estructurados tan complejos como falsos, pusieron en evidencia la posibilidad generada por los
mercados auto-regulados de hacer dinero a partir del dinero, o más bien de la ausencia de dinero.

La creación monetaria sin respaldo y sin límites no tiene parangón sino en la irresponsabilidad con la que los
gobiernos del mundo capitalista han aceptado financiar la orgía de los filibusteros de las finanzas. Los
productos financieros en curso alcanzan cifras inimaginables y superan los 800 billones de dólares en un
mundo cuyo PIB global apenas llega a los U$45 billones.

27
Christophe Darmengeat. Op. Cit.
28
El aumento permanente de la tasa de ganancia dejaría espacio para una colaboración de tipo “win-win” como la llamó Michelle
Bachelet, en la que una razonable distribución del producto dejaría felices a explotados y explotadores, a capitalistas y proletarios. Aquí
ya estamos muy lejos de Marx y de la revolución social.
29
Hay quien sostiene una tesis contraria:
A. Las elevadas ganancias de las empresas no financieras transforman a éstas en prestamistas netas del sistema financiero.
1. En nuestra interpretación teórica e histórica -diferente y opuesta a la caracterización simple como crisis financiera-, partimos de
constatar que a nivel de la economía mundial, las ganancias y la tasa de ganancias de las grandes empresas trasnacionales productoras
de bienes y servicios, se han incrementado a partir de mediados de los 80 y se han mantenido elevadas en los últimos años, previo al
inicio de la actual crisis mundial.
2. Una característica fundamental es que esta crisis se da en condiciones de elevadas ganancias y tasa de ganancia de las grandes
empresas productoras de bienes y servicios a nivel mundial. Las ganancias aumentan considerablemente captando parte de las
remuneraciones de los trabajadores y parte de la renta de los recursos naturales de los Estados y de otros propietarios, y parte de las
ganancias de la pequeña y mediana empresa. A nivel de países, regiones y a nivel mundial se produce una redistribución regresiva de la
producción y del ingreso a favor de las grandes empresas.
3. Estas elevadas ganancias transformaron a estas empresas en prestamistas netas del sistema financiero...
Orlando Caputo Leiva. Diciembre de 2009.
Marx y Lenin, -el de “El imperialismo fase superior del capitalismo”-, tendrían que regresar a la escuela básica…
Por mi parte prefiero sugerirle a Orlando Caputo que revise sus apuntes. En todo caso si esta visión le permite a Cademartori concluir en
la necesaria alianza con la Concertación, Orlando Caputo parece extraer conclusiones muy opuestas.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 11
El G20 ha sido incapaz de imponer una regulación de los mercados financieros y no hay poder internacional
capaz de hacerlo. Las tímidas medidas adoptadas aquí o allí (en los EEUU, por ejemplo) no están a la altura del
desafío30. Wall Street sigue imponiendo sus diktats. Los nuevos acuerdos de Basilea, que le exigen a la banca
una mayor proporción de capitales propios (en torno al 7% del monto de los créditos acordados), son un
emplasto de mostaza encima de un cáncer terminal, admitiendo que alguien esté en situación de imponerlos.

La crisis en la crisis, la llamada guerra monetaria, es un epifenómeno de la dominación de los mercados


financieros, -en fin, de los especuladores-, por sobre los Estados y lo que se ha dado en llamar la economía real.

El corolario de todo esto es el fin de la democracia31.

Más de una vez he citado a Samuel Huntington cuando asevera que “los gobiernos son residuos del pasado
cuya única función consiste en facilitar la acción de las elites” que manejan la manija.

Al tomar en cuenta la profundidad de la regresión democrática, y la ausencia de respuesta política, teórica y


programática, no dejan de sorprender los argumentos que utiliza Cademartori para demostrar que “la
confianza de grandes mayorías ciudadanas en el sistema económico y político está fuertemente erosionada”.

Cademartori nos dice que:

“Según una encuesta divulgada por la BBC en noviembre de 2009 y efectuada en 27 países de todos los
continentes, la insatisfacción con el capitalismo de libre mercado está muy difundida. Sólo el 11% de los
consultados cree que funciona bien y no necesita nuevas regulaciones. El 51% coincidió en que el capitalismo
tiene problemas y necesita reformas. Un 23% piensa que “el capitalismo está fatalmente condenado y se
necesita un sistema económico diferente”. En varios países importantes la condena total fue aún más marcado,
como en Brasil (35%) México (38%) y Francia (43%)”.

Es una lástima que al caer el imperio soviético los ciudadanos de la URSS no conocieran los resultados de esta
encuesta, y de manera general habría que lamentar que las encuestas de opinión no puedan oponerse ni al
poder de los mercados financieros, ni a las decisiones que los ciudadanos toman a la hora de votar
democráticamente allí donde todavía pueden hacerlo.

Un economista comunista reducido a buscar argumentos en la manipulación de los fabricantes de opinión


pública: On aura tout vu!

30
Angela Merkel, Canciller alemán, en noviembre 2010, declaró en el Financial Times: “Si todos Estados los miembros se ponen de
acuerdo en implementar los acuerdos de Basilea sobre las nuevas reglas de capitalización de los bancos, ‘habremos creado un
verdadero mecanismo de prevención de crisis’. Pero advirtió que se requerían más esfuerzos en las medidas para regular los bancos que
son ‘too-big-to-fail’ (demasiado grandes para quebrar). ‘Esa sigue siendo una tarea importante para el 2011’.”
Solo un mes más tarde, el 10 de diciembre, Shah Gilani, Editor de Money Morning, nos explicaba algo muy distinto: “El evidente truco
que la FED está sacando es agregarle liquidez masiva al sistema bancario estadounidense para proteger los grandes bancos en caso de
que afronten problemas de insolvencia en el corto plazo. Recuerde, la mayor parte de estos bancos estaban en la categoría “too-big-to-
fail”. Por eso, en 2008-2009 recibieron todo ese dinero para rescatarlos: dada su influencia, la inquietud era que si uno o más quebraba,
todo el sistema se vendría abajo. Pero ese es precisamente el problema. Desde esa época, muchos de esos bancos llegaron a ser aun
más grandes. Y sus riesgos han aumentado constantemente: varios están confrontados a riesgos legales, de equilibrio financiero, de
crédito y de liquidez que podrían llevarles a la quiebra, lo que haría derrumbarse el sistema financiero con ellos”.
En otras palabras el problema sigue ahí, tal cual.
31
Véase “Après la démocratie”. Emmanuel Todd. Paris, 2008. Ed. Gallimard.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 12
4. El socialismo real: condena total o balance objetivo

Este capítulo de la nota de José Cademartori comienza mal. Muy mal. Con nuevos sondeos de opinión.

“Un sondeo de Pew (La Tercera 8 Noviembre, 2009) en 9 países de Europa Oriental concluyó que “el fin de los
gobiernos comunistas es todavía- diez años después- celebrado, pero con más reservas”. Al contestar la
pregunta “¿Cómo está la gente hoy en relación a la etapa comunista?” las respuestas entre “mejor” y “peor” se
repartieron así: Hungría, mejor, 8% ; peor, 72%. Ucrania, mejor 12%: peor 62%. Bulgaria, mejor 13%; peor, 62%.
Lituania, mejor, 23%; peor 48%. Eslovaquia, 28%; peor 48%. Rusia, mejor 33%, peor 45%. Chequia, mejor, 45%;
peor, 39%. Polonia, mejor 47%; peor 45%. . Estas respuestas revelan que en seis de los ocho países encuestados,
una amplia mayoría considera no haber mejorado su situación con el cambio hacia el capitalismo real. Las
excepciones son Polonia y Chequia, donde los que parecen preferir la situación actual están en mayoría, aunque
estrecha, frente a los que la repudian”.

Diez años después de su aciago fin, la celebración de la desaparición de los paraísos socialistas es algo menos
dicharachera si uno le cree a los sondeos de opinión de los expertos del marketing.

Si Cademartori se contenta con eso…

No satisfecho con endilgarnos este sucedáneo de opinión pública, este triste sustituto de la total ausencia de fe
en la Revolución de Octubre y el poder de los Soviets, este pobre ersatz de razonamiento político, Cademartori
abunda:

“Respecto de Alemania, R. Wike, director del estudio Pew comentó: ‘Cada vez hay menos alemanes que ven la
reunificación como algo muy positivo. Parte del entusiasmo inicial se desvaneció’”.

¡Uf! Por el momento el entusiasmo inicial se ha desvanecido solo parcialmente. Esperemos dos o tres siglos y
veremos a los alemanes del Este reclamar a gritos el retorno de Erich Honecker…

Para evitarse el balance de más de 70 años de éxitos y de sobrecumplimiento de los planes quinquenales de la
URSS, el análisis de la caída del muro de Berlín, y una reflexión de fondo sobre la desaparición del socialismo
real (como él mismo lo llama), Cademartori invoca los estudios de opinión realizados por una empresa
especializada en la manipulación de la opinión pública que constata que el paraíso capitalista ganado no es
mucho mejor que el paraíso socialista perdido.

Cademartori persiste y firma. La URSS y el campo socialista eran una suerte de Olimpo sobre la tierra, magnífica
realidad de la cual los ciudadanos de la URSS y del campo socialista no lograban darse cuenta, pero ahora… diez
años después… ya lo perciben. No muy nítidamente, pero lo perciben.

Si esto no es una estafa intelectual…

Según Cademartori, hasta 1980 todo iba muy bien. Muy bien.

Gracias a Cademartori la terrible, la injustificable realidad del estalinismo y sus consecuencias, -que se hacían
sentir hasta los últimos días de Gorbachov y aun pesan en la realidad de la Rusia actual-, desaparece32.

32
Véanse los dos volúmenes de la biografía de Stalin recientemente publicados por Simón Sebag Montefiore: “Young Stalin” y “Stalin:
The Court of the Red Tsar”. Ed. Weindenfeld & Nicholson, Londres, 2007 y 2009. El autor no es precisamente un admirador de Iosif
Vissarionovitch Djougashvili… ¿pero quién lo es a la hora actual? La masa de elementos factuales es impresionante, aun cuando uno
lamente algunos desvíos del autor.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 13
¿El desaparecimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas? Cademartori nos ofrece una curiosa
explicación:

“Es un hecho relevante que en todos los casos, a lo largo de la década de los ochenta, hubo tal descontento y
confusión entre sus ciudadanos que los más fieles y lúcidos de sus reformadores quedaron en minoría y fueron
sobrepasados por políticos que, renegando de los principios y valores que proclamaban, llevaron las reformas
hacia el capitalismo. La crítica difundida en ciertos sectores de izquierda de que allí nunca hubo socialismo, no
parece suficiente. Menos se puede afirmar que aquello era capitalismo. (¿Un capitalismo sin capitalistas?) Toda
comparación con modelos teóricos o utópicos, no probados en la práctica, carece de sentido”.

Lo que carece de sentido es la mediocre explicación que nos ofrece Cademartori. La URSS cayó sin que se tirase
un tiro. Ninguno de los millones y millones de militantes del PCUS33 salió a defender con su vida el paraíso de
los trabajadores. Curioso. Tampoco salió ningún miembro de los poderosos sindicatos soviéticos34.

Los escasos burócratas que intentaron un lastimoso y patético golpe de Estado contra Gorbachov el 19 de
agosto del 1991 fracasaron ante un improbable dirigente alcohólico montado sobre un tanque desarmado y
rodeado de cámaras de televisión occidentales filmando en close up para no revelar que Boris Yeltsin35 estaba
solo.

Y por muy buena voluntad que uno ponga en la búsqueda de “los más fieles y lúcidos de sus reformadores” a
los que hace alusión Cademartori, es difícil encontrar alguna manifestación de su existencia, -para no hablar de
su acción-, en la Rusia de hoy.

De modo que según Cademartori, en la URSS, hasta el ilustre período de Leonid Brezhnev, o sea hasta los años
1980-1982, todo iba bien… pero:

“En los años ochenta se cayó en el estancamiento económico, en el retraso tecnológico, y en la URSS, en el
armamentismo, sumado a graves errores como Afganistán. Hacía falta mayor atención a las nuevas demandas
de la población y a justos reclamos por el igualitarismo económico en perjuicio de profesionales y técnicos. Se
requería mayor participación popular y de los trabajadores en todos los asuntos sociales y políticos”.

Para Cademartori toda la cuestión se resume a que:

“Se requería mayor participación popular y de los trabajadores en todos los asuntos sociales y políticos”.

Esa es su explicación36. ¿Vale la pena argumentar?

33
Según los datos proporcionados por el propio PCUS, que según la Constitución soviética “es la fuerza que dirige la sociedad soviética”,
el partido tenía más de 20 millones de militantes en los años 90. A los que hay que sumarle más de 40 millones de miembros del
Komsomol, la juventud comunista soviética.
34
Los miembros de los sindicatos soviéticos se contaban por decenas de millones. En 1984 reivindicaban más de 135 millones de
miembros. El Consejo Central de la Unión de Sindicatos (ВсесоюзныйЦентральныйСоветПрофессиональныхСоюзов, ВЦСПС) sirvió de
paraguas para los treinta sindicatos de rama industrial y era de lejos la organización pública más grande en la URSS. La adhesión al
sindicato no era voluntaria. En su Congreso de Moscú en 1990, los sindicatos soviéticos hicieron votar un cambio de Estatuto que hacía
desaparecer la referencia a la lucha de clases…
35
Boris Yeltsin, ese corrupto oportunista que le entregó Rusia al gran capital privatizando fraudulentamente las fabulosas riquezas del
país más grande del mundo, era hasta ese momento miembro del Comité Central del PCUS. Muchos, para no decir todos los forajidos y
mafiosos que se apoderaron del patrimonio de la ex URSS eran cuadros formados en las filas del partido comunista. Cuando la Rusia de
hoy encarcela al oligarca mafioso Mikhail Borissovitch Khodorkovski, que la prensa occidental presenta como un gran empresario, a mí
no se me cae ni una lágrima. Khodorkovski, que fue la primera fortuna de Rusia, estudió economía en el Instituto Plekhanov, fue
konsomol y miembro del PCUS.
36
Y la del PC chileno, suponemos. La indigencia misma.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 14
5. China y Vietnam, el socialismo de mercado

El conocimiento de la obra de Karl Marx y de Friedrich Engels, sumado a una cierta cultura de la Historia, nos
permiten saber que el mercado no es el capitalismo, y que inversamente el capitalismo no es el mercado.

Lo que hasta ahora no figuraba en nuestras fichas de lectura era la noción de “socialismo de mercado”.

Para comprender de qué va el tema ni Marx ni Engels nos serán de ninguna utilidad. Cademartori tampoco, que
se limita a aplaudir dos experiencias capitalistas que sólo él persevera en identificar a alguna forma de
socialismo: China y Vietnam.

“En notorio contraste con lo ocurrido en Europa Oriental, los regímenes orientados al socialismo en China y
Vietnam no sólo sobrevivieron y superaron serias crisis económicas y políticas, sino que se encaminan a paso
acelerado hacia la modernización de sus atrasadas infraestructuras materiales y culturales. Sus gobernantes, a
fines de los setenta, los primeros y a mediados de los ochenta los segundos, llevaron a cabo reformas
concordantes con sus particularidades históricas, geográficas y demográficas y teniendo muy en cuenta la
correlación mundial de fuerzas, alterada en aquella época. El concepto acuñado es el de un “socialismo de
mercado”, con espacio delimitado para el capital privado y otras formas de propiedad de los medios de
producción. Se conserva la propiedad pública (estatal, regional, municipal, de cooperativas, etc.) en áreas
estratégicas, reafirmando sus objetivos socialistas. A diferencia radical de los países del este europeo y Rusia,
los partidos comunistas mantienen el poder político, sin permitir a las corrientes pro capitalistas que allí existen,
cambiar las bases del sistema. Todo indica que cuentan con amplio apoyo ciudadano”.

Una atenta lectura del texto de Cademartori permite precisar que a su juicio se trata de “regímenes orientados
al socialismo” (?) que han tenido el mérito no solo de “sobrevivir” (sic), “sino que se encaminan a paso
acelerado hacia la modernización de sus atrasadas infraestructuras materiales y culturales”.

De modo que tendremos que explorar por nuestra propia cuenta esta forma nueva, original, inédita, de
régimen orientado al socialismo, lo que nos llevará inevitablemente a interrogarnos sobre el contenido de la
noción de socialismo37.

Una vez más, -no lo digo por incordiar-, Cademartori no nos será de ninguna ayuda en esa búsqueda, puesto
que el autor de la nota que analizo se limita a entregar una serie de datos, por lo demás ampliamente
conocidos, que dan cuenta del rápido crecimiento de la economía de China.

“En China el crecimiento económico ininterrumpido de los últimos treinta años se ha materializado en notables
mejoramientos de las condiciones de vida. Cientos de millones han salido de la indigencia y la pobreza. La
desigualdad de los ingresos que se acentuó en los años noventa, ha disminuido en los últimos años, situando el
coeficiente de Gini, según la OCDE, en 40,8 para el 2007, el cual revela que la desigualdad en China es
notoriamente inferior a la de Chile, México y Brasil. (El Mercurio, 3 de Febrero de 2010) A la par, las empresas

37
El ex senador italiano Felice Besostri, autor del interesante libro “Da lontano e da vicino”, dice que en la primera mitad del siglo XX era
muy fácil definir el socialismo y tal vez por eso nadie pedía una definición. Hoy, afirma, todos quieren saber qué es el socialismo, pero
definirlo es una tarea muy difícil. Uno lo comprende a Besostri: hoy por hoy, al menos en Europa, Ricardo Lagos posa de socialista, José
Miguel Insulza, regente de la OEA, es socialista, como lo son Enrique Correa, Jaime Naranjo, Jaime Estévez, Oscar Guillermo Garretón y
otros palos blancos del gran capital. En Europa Helmut Schröeder, Tony Blair, Felipe González y otros consultores muy bien pagados de
las transnacionales y la banca especuladora, también son socialistas. Entrevistado en la TV francesa (en la década de los 80) Laurent
Fabius respondió que el socialismo “es una forma de ética”. Los penosos y abundantes casos de corrupción que ensombrecieron los
últimos años de presidencia de François Mitterrand, -del cual Fabius fue Primer Ministro-, y la impresionante cadena de corruptela que
ha sacudido a buena parte de la socialdemocracia europea desde ese entonces, hacen pensar que Laurent Fabius tendrá que buscar
otra definición.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 15
estatales, si bien se han reducido en número, se han vigorizado económica, financiera y tecnológicamente, al
punto de competir seriamente con algunas gigantescas corporaciones multinacionales. De las diez compañías
con mayor valor de mercado en el mundo38, tres son estatales chinas, mientras diez años atrás no aparecía
ninguna. (Wall Street Journal, 25 de diciembre 2009). Por su parte la República Popular cuenta con recursos
presupuestarios y superávit de divisas de tal magnitud que se ha constituido en el primer acreedor del Tesoro
norteamericano. China comunista pasó a ocupar el segundo lugar mundial por sus dimensiones y se calcula que
igualará a Estados Unidos antes del 2030. En el producto per cápita supera ampliamente a la India y otros
países de la región y a varios de Latinoamérica”.

Cademartori no dice ni una palabra sobre el hecho que ya en el año 2003 las empresas privadas generaban más
de dos tercios del PIB chino39. Al mismo tiempo el sector público conocía grandes dificultades. Más del 35% del
conjunto de las empresas del Estado no eran rentables y una de cada seis tenía fondos propios negativos
(estaba endeudada más allá del capital). Esa realidad incitó al Estado chino a iniciar una profunda
restructuración que tuvo por efecto la supresión de millones de empleos. Más de 14 millones de trabajadores
del sector industrial nacionalizado perdieron su empleo en el curso de los cinco años que precedieron 200340,
año de observación del estudio de la OCDE41.

De todo esto Cademartori, en su esfuerzo por convencernos del carácter de régimen orientado al socialismo de
la República Popular, no dice una palabra.

Pregunta: ¿Cómo debemos calificar una sociedad en la que el modo de producción capitalista impone su
dominio sin contrapeso? A menos que Cademartori identifique los regímenes orientados al socialismo con
aquellas sociedades en las que impera un partido único… En ese caso puede ir a buscar en África un cierto
número de regímenes orientados al socialismo. Sobre todo en las dictaduras democráticas apoyadas por el
neocolonialismo francés. Tal vez no debamos preocuparnos por eso, visto que siempre según Cademartori:

“En la República Popular, desde el gobierno central, el partido comunista, los medios de comunicación, las
organizaciones sociales se discute públicamente las deficiencias y los aspectos negativos del sistema” (sic).

Más de una vez escuché este tipo de declaraciones a propósito de la URSS y de otros países del llamado
socialismo real…

Pero Cademartori, que encontró una fuente de argumentos sólidos y consistentes, no se priva de utilizarla
profusamente:

“Las encuestas no dejan dudas sobre la opinión de los chinos acerca de su gobierno y sistema imperante. La de
la BBC-Universidad de Maryland concluyó que el 88% “está de acuerdo o conforme con la política del gobierno.
La Encuesta PEW estableció que el 66% aprueban su labor en asuntos importantes y el 86% apoyan la política
gubernamental en general (El Mercurio, 30 Septiembre 2009)”.

Si lo dicen El Mercurio y la universidad de Maryland…

38
Que para un economista digno de ese nombre el valor de mercado sea la noción a tomar en cuenta… da una idea de hasta donde
hemos retrocedido ante la dominación ideológica del capitalismo. Hace unos días leíamos en la prensa que Facebook vale más de 50 mil
millones de dólares… ¿Qué produce Facebook que justifique ese valor?
39
OCDE. Estudio publicado el 16/09/2005
40
La “rectificación” emprendida recientemente por Cuba suprimirá 500 mil empleos del sector público en un plazo de tres años. Cerca
del 10% de la población activa saldrá del sector estatal. De esto, curiosamente, Cademartori tampoco dice una palabra. Puede que a sus
ojos Cuba no sea un régimen orientado al socialismo…
41
OCDE. Op. Cit.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 16
En los salmos que en la ex URSS remplazaban ventajosamente el análisis crítico y los argumentos que ofrece la
reflexión teórica, las citas de Marx, Engels y Lenin eran de rigor, aunque en algunos casos tuviesen que
inventarlas42.

Nuestro compañero Cademartori no se priva de usar, -¿tal vez de abusar?-, de la autoridad que confiere la
opinión de Vladimir Ilich Ulianov:

“La economía socialista de mercado ya fue prevista y propuesta por Lenin. Aceptaba diversas formas de
existencia del capitalismo dentro de la URSS, pero regulado y controlado por el estado de proletarios y
campesinos. Habría lucha y contradicciones entre ambos, pero también beneficios mutuos”.

Lamentablemente Cademartori no entrega ninguna referencia que permita ir a leer los textos en los que Lenin
habló de la pretendida economía socialista de mercado.

En ninguno de los 47 volúmenes de las Obras de Lenin43 de las que dispongo en mi biblioteca figura ninguna
referencia a la economía socialista de mercado, ninguna. Ni siquiera en los volúmenes nº 46 y nº 47,
consagrados al índice temático de la vasta producción de Lenin.

Si en la página 416 del volumen nº 47 hay múltiples referencias a la NEP44 no quiero ni puedo pretender que
José Cademartori, economista, comunista y hombre de experiencia, está confundiendo una noción con la otra.

Con el propósito de hacer aprobar la NEP, en su informe de marzo 1921 al X Congreso del PC(b)R45 Lenin
declaraba:

“Los hechos están ahí. Rusia está amenazada de hambruna. Todo el sistema del comunismo de guerra chocó
contra los intereses del campesinado (…). Avanzamos demasiado en la nacionalización del comercio y de la
industria, en el bloqueo de los intercambios locales. ¿Es posible restablecer en cierta medida la libertad de
comercio? Sí, es posible. Es una cuestión de medida. Nosotros podemos volver un poco sobre nuestros pasos
sin destruir la dictadura del proletariado”46.

El 16 de marzo de 1921 el X Congreso del PC(b)R adoptó el informe de Lenin, en otras palabras la NEP. El
Estado conservó la propiedad de la tierra y de los medios de producción, mantuvo el control de los bancos, de
los transportes y del comercio exterior. Reagrupó las grandes industrias nacionalizadas en grupos de Estado
favorecidos por la inversión pública. Al lado del sector estatal la NEP autorizó la apertura de un sector privado
restableciendo la libertad de comercio interior. Los campesinos fueron los principales beneficiarios de la
reforma.

El fin de las requisiciones y el remplazo de los impuestos forzados por un impuesto único, fijado anualmente,
los estimuló a vender sus excedentes. Un código agrario de 1922 le permitió a las comunas rurales redistribuir
las tierras y determinar el modo de explotación, -alquiler, arriendo rústico o mediero-, en la perspectiva de un
rendimiento óptimo. La industria pesada le cedió el paso a la industria ligera. El 7 de julio de 1921, todas las

42
Las obras completas de Lenin publicadas por el PCUS adolecen de omisiones, ocultamientos, censura y deformación. En el caso de
Marx y Engels más vale fiarse a las ediciones occidentales. Las citas que aquí figuran salen de las ediciones establecidas en francés por
Maximilien Rubel que es una autoridad en la materia. Ediciones Folio Essais de Gallimard.
43
V. Lénine, Œuvres. Editions Sociales. Paris. Editions du Progrès. Moscou. 1976. Cada uno de los volúmenes precisa que « La edición
rusa es publicada por decisión del IX Congreso del P.C.(b)R. y del II Congreso de los Soviets de la URSS.
44
Nueva Política Económica (Novaya ékonomitcheskaya politika) o NEP. Implementada a la salida de años de guerra civil organizada y
financiada por la reacción nacional e internacional para derrotar la Revolución de octubre.
45
Partido Comunista (bolchevique) de Rusia.
46
Informe de Lenin al Xº Congreso del PC(b)R. Volumen nº 32 de las Obras Completas.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 17
empresas de menos de veinte obreros fueron desnacionalizadas. Se recurrió incluso a los capitalistas
extranjeros: el 13 de marzo de 1923 se establecieron empresas mixtas, con un 50% de capital estatal y un 50%
de capital aportado por grupos occidentales. Algo más tarde el sector público renunció a la igualdad de salarios
en las grandes fábricas y restauró una jerarquía fundada en la competencia47.

El éxito de la NEP fue espectacular. Ya en 1926 la producción industrial sobrepasó el nivel de antes de la guerra.
La producción agrícola recuperó ese retraso en 1928.

¿Este es el socialismo de mercado del que nos habla José Cademartori? ¿Este es el socialismo de mercado que
aplaude en sus versiones china y vietnamita? Lo dudo.

En todo caso los bolcheviques no tardaron mucho en ponerle fin a esta experiencia de la NEP. Stalin lanzó el
primer Plan Quinquenal (1928-1933) el 1º de octubre de 1928. La NEP fue abolida definitivamente, por
decreto, el 6 de enero de 1930. La colectivización forzada de la tierra hizo caer brutalmente la producción
agrícola y trajo de regreso la hambruna.

¿Exitosa estrategia de alianza del proletariado pequeño y minoritario con los campesinos y otras capas
intermedias, Cro. Cademartori?

Todo esto no tendría más interés que el que ofrece el imprescindible estudio de la historia si no fuese porque
el análisis de Cademartori no es neutro ni banal: debe servir para explicar, justificar, sostener y consolidar las
políticas del PC chileno de cara a la coyuntura actual. En tal perspectiva nos parece insuficiente y débil, muy
débil, por decir lo menos.

José Cademartori remacha el clavo:

“Las experiencias china y vietnamita han sido exitosas, sobre todo porque el estado ha regulado, y orientado el
desarrollo económico, sin permitir que las crisis mundiales del capitalismo, sobre todo la actual 2007-2010,
hayan detenido sus metas de crecimiento. Con todo, aún no está resuelto el problema cardinal, quién vencerá a
quien”.

Lejos de mi la intención de pronunciar un juicio de valor sobre las experiencias china o vietnamita. Lo
importante es estudiar y analizar lo que allí ocurre en modo tal de comprenderlo y sacar algunas conclusiones
que pueden ser útiles para nuestra lucha en Chile.

Desde ese punto de vista declaro no comprender de quien es el éxito de las experiencias china y vietnamita. No
me refiero a las decenas de millones de chinos y vietnamitas que han logrado salir de la miseria y aun de la
pobreza gracias a las políticas económicas implementadas por sus gobiernos, ni tampoco a las tasas de
crecimiento como pobre sustituto del desarrollo. Sino al socialismo.

Cademartori hace bien en terminar este capítulo recordando que “Con todo, aún no está resuelto el problema
cardinal, quién vencerá a quien”.

Se cuenta que cuando Richard Nixon visitó Beijing para restablecer plenamente las relaciones de los EEUU con
la República Popular China (1972), le preguntó a Mao Zedong su opinión sobre la Revolución Francesa de 1789.
El Gran Timonel le respondió “Es demasiado pronto como para tener una opinión definitiva”.

Permítaseme decir lo mismo con relación al socialismo de mercado y la China actual.


47
Fidel Castro y Raúl Castro deben haber faltado a esa clase de historia de la Rusia revolucionaria.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 18
6. La crisis económica y financiera y los cambios en la correlación de fuerzas mundiales

No podemos negar que compartimos algunos de los análisis de Cademartori. Sin embargo…

“La Gran Recesión iniciada en EE.UU a fines de la primera década del siglo XXI y extendida rápidamente a
Europa y Japón ha estremecido las bases del capitalismo más desarrollado. Se reconoce como la más profunda,
desde la Gran Depresión. Su recuperación se presenta lenta y difícil. El sistema financiero internacional estuvo a
punto de sucumbir por el peso de sus deudas y la aguda escasez de medios de pagos”.

¿A qué se refiere Cademartori con la “aguda escasez de medios de pago”?

El único recurso al que los gobiernos y los bancos centrales de los EEUU y de Europa (principalmente) han
echado mano para salvar un sistema financiero mafioso y especulador es precisamente la creación
monetaria48.

Allí donde no había dinero para financiar tal o cual escuelita o tal o cual equipamiento médico en algún hospital
público, allí donde el Estado estaba en bancarrota49, allí donde las arcas públicas estaban vacías50, allí donde la
deuda pública ya era crónica y alcanzaba volúmenes preocupantes51, allí donde Ben Bernanke, especialista
autodeclarado de la Gran Depresión, nos iba a sacar de la crisis “lanzando dólares desde un helicóptero si fuera
preciso”52, se emitieron y se siguen emitiendo cantidades extravagantes de masa monetaria, volúmenes que ya
se cuentan en billones de dólares y billones de euros.

A los casi 800 mil millones de dólares del plan de Henry Paulson, ministro del Tesoro de Bush, se suman los más
de 600 mil millones de dólares del QE-253 de Obama y Ben Bernanke, los 450 mil millones de las exenciones de
impuestos prolongadas hace algunos días por el Congreso de los EEUU, esperando el advenimiento de un QE-3
ya anunciado…

¿De qué “aguda escasez de medios de pago” habla Cademartori?

48
Xia Bin, consejero del banco central chino, lo pone clarito, clarito: “Mientras el mundo no haga nada para limitar las emisiones de
divisas internacionales como el dólar, es inevitable que se produzca otra crisis”. El ministro surcoreano de Hacienda prevé
“decididamente” un control de los flujos de capital. Su homólogo brasileño Guido Mantega declara “Todo el mundo desea que la
economía americana mejore, pero el hecho de arrojar dólares desde un helicóptero nos daña a todos”. Luis Casado. 10/11/2010. “Y qué
le dijo el otro?”
49
Declaración de François Fillon, primer ministro de Francia: “Soy el primer ministro de un país en quiebra”.
50
Declaración de Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, respondiendo a las demandas de aumentos salariales que él mismo había
prometido: “No puedo sacar dinero de la caja, cuando la caja está vacía”.
51
El presupuesto federal de los EEUU no ha estado equilibrado sino en raras ocasiones desde hace décadas. El equilibrio presupuestario
en los EEUU ha sido la excepción, no la regla. Interrogado por un periodista acerca del gigantesco déficit, Ronald Reagan se permitió
una respuesta en forma de humorada: “El déficit ya está bastante grandecito como para cuidarse solo”. Entre otras está la declaración
de uno de los más irresponsables presidentes de la historia de la FED (en banco central yanqui), Alain Greenspan, en diciembre de 2005:
“El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, advirtió hoy que, a menos que se reduzca el déficit presupuestario de Estados
Unidos, la economía del país sufrirá graves consecuencias. En una intervención en Filadelfia, el responsable de la política monetaria de
EEUU apuntó que es posible que el Congreso tenga que hacer "ajustes significativos" que redundarán en la reducción de las
prestaciones sociales a futuros jubilados”. Como sabemos, el irresponsable laxismo monetario de Alain Greenspan es una de las causas
de la crisis financiera, económica, política y social en la que nos encontramos. Véanse las vergonzantes confesiones de Alain Greenspan
en su libro “The Age of Turbulence: Adventures in a New World”, pero la segunda edición, aquella en la que agregó un capítulo para
intentar zafarse de la Gran Recesión provocada por sus propias políticas monetarias.
52
Declaraciones de Ben Bernanke, actual presidente de la FED.
53
QE: Quantitative Easing, como le llaman ahora a la emisión monetaria sin respaldo. QE-2 designa la “segunda”, esperando la ya
anunciada QE-3. El imperio imprime papelitos verdes sin lograr relanzar su economía, pero alimentando sin cesar la masa de recursos
que los especuladores financieros utilizan para atacar el euro, la deuda soberana griega, irlandesa, portuguesa, etc., etc.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 19
Tal vez se refiere a la “liquidity trap” de la que hablaba John Maynard Keynes, pero una vez más no me atrevo a
pensar que confunde los conceptos económicos más elementales54. Una vez más nos vemos forzados a abordar
conceptos que pueden aparecer o muy complejos, o muy teóricos.

Cademartori continúa explicando que:

“Los principales gobiernos, sus bancos centrales y el FMI tuvieron que acudir a medidas sin precedentes para
detener la oleada de masivas bancarrotas, corridas bancarias y parálisis productivas. La negativa de los grandes
capitalistas a renunciar a sus privilegios, aceptar mayores impuestos o a asumir los costos con sus cuantiosas
reservas y llevar a pérdida los créditos impagos, empujaron a los gobiernos a aumentar sus déficits
presupuestarios y elevar peligrosamente sus deudas públicas. Para salir del pantano, los europeos están
recurriendo a recortar los beneficios de la seguridad social, es decir, haciendo pagar a millones de trabajadores
el costo de la salida de la crisis, además de los sacrificios que ya han soportado por los despidos, las pérdidas
patrimoniales en sus ahorros y en sus viviendas, además del desempleo prolongado”.

Con lo cual coincidimos ampliamente. Desde el inicio de la crisis, en la segunda mitad del año 2007, estuvimos
entre los primeros en anunciar que la borrachera la pagarían los de siempre: los trabajadores. No solo en el
mundo desarrollado: también en el tercer mundo y desde luego en Chile. Durante la campaña presidencial de
2009, -como portavoces de Jorge Arrate-, fuimos los únicos en proponer una profunda reforma tributaria que
le hiciera pagar una justa parte a quienes se llevan la tajada del león de la riqueza creada en Chile con esfuerzo
de todos55. Alianza y Concertación rechazaron tajantemente esa eventualidad.

Prosigamos con la prosa de Cademartori:

“La Gran Recesión ha acentuado los cambios dramáticos y de largo alcance de comienzos del nuevo siglo; entre
ellos la pérdida del protagonismo de EE.UU. en el escenario económico mundial. Uno de los cinco mayores
cambios, desde el fin de la Guerra Fría, según el historiador Eric Hobswbaum. Sus déficits crónicos del
presupuesto federal y de la balanza de pagos, expresiones del largo y profundo desajuste de la economía
norteamericana, son más altos que nunca. El déficit fiscal año tras año sigue incrementando la deuda pública.
De haber sido el mayor acreedor, ahora es el mayor deudor del mundo y depende para su financiamiento de
China, Japón y otros de sus competidores. El dólar continúa desvalorizándose al punto que inéditos sistemas de
compensación y otras monedas, como el euro, el oro, o el DEG (FMI) lo están sustituyendo o están en vías de
establecerse. Por su parte, el poder de gigantescas corporaciones de Wall Street se ha debilitado, aunque
algunas se han beneficiado. En 1999, siete de las diez compañías más ricas del globo eran estadounidenses.
Diez años después sólo quedan cuatro. Algunos de sus grandes corporaciones industriales, financieras y
tecnológicas quebraron, otras han debido vender parte de sus activos a capitales extranjeros. En otros casos
Washington se ha convertido, sin quererlo, en el accionista mayoritario como en los casos de General Motors y
el Citigroup. De ser la única superpotencia al fin de la Guerra Fría, EE.UU se enfrenta a nuevos y fuertes
competidores. Necesita recurrir al apoyo, aunque reticente, de sus aliados para sus aventuras militares, las
cuales a duras penas puede financiar. La Unión Europea, con sus diferencias internas, también debilitada por la
Gran Recesión, no está en condiciones de sustituir a EE.UU, ni tampoco de ser un aliado seguro. Japón se debate
entre el estancamiento económico y tensiones con EE.UU por sus bases militares. Aunque a Washington no le

54
Liquidity trap, o “trampa de liquidez”, es una situación que ocurre cuando la política monetaria no logra estimular la actividad
económica ya sea bajando las tasas de interés o aumentando la oferta monetaria. Este tipo de situación se presenta cuando las
expectativas de acontecimientos adversos (deflación, demanda insuficiente, guerra, etc.) disuade a los detentores de liquidez de invertir
o dar crédito para invertir. Todo aumento de la masa monetaria “desaparece” en las faltriqueras de la “comunidad financiera”.
55
Entre otros en el debate organizado por la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes. Alianza y Concertación rechazaron
tajantemente cualquier reforma tributaria. En eso, como en muchas otras cosas, Alianza y Concertación siguen estando de acuerdo.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 20
faltan aliados incondicionales, surgen nuevos grupos de países que quieren y pueden sacudirse de sus
presiones”.

Con alguna reserva en lo que concierne a las posibilidades del euro no solo de jugar un papel mayor, sino
incluso de sobrevivir, coincidimos con Cademartori. Es una pena que su nota no aborde más en detalle la
llamada “guerra monetaria”56 que ha puesto en evidencia la inviabilidad en el tiempo del sistema monetario
que tiene al dólar como moneda de reserva planetaria. Bretton Woods es un muerto que sigue de pie,
esencialmente porque nadie tiene el coraje o la voluntad de darle un empujoncito57.

José Cademartori concluye este capítulo de su nota de este modo:

“Las llamadas potencias emergentes buscan apoyo mutuo como en el caso de los BRIC (Brasil, Rusia, India,
China) el grupo de Shanghai, la ASEAN, el ALBA y UNASUR. Washington tiene que admitir el nuevo cuadro
internacional. Del Grupo de los 5 se pasó al Grupo de los 7, luego al G-8 y ahora al G-20 que incorpora a las
deliberaciones sobre la globalización a países del antiguo tercer mundo, como China, India, Brasil, Argentina,
México y otros países. Es solo un comienzo. Aún queda por resolver la reforma de las Naciones Unidas y
especialmente el excesivo poder de los estados con derecho a veto en Consejo de Seguridad, un nuevo sistema
financiero internacional y el nuevo orden en materias del medio ambiente. La Unión Europea, después de
decenios de negarse, aceptó reducir las cuotas y los derechos de voto de algunos de sus estados miembros en el
FMI, para permitir el aumento de la participación de los países en desarrollo, aunque sin ceder a cambios más
decisivos. Otro tanto debe ocurrir con la hegemonía norteamericana sobre el Banco Mundial”.

Nos limitaremos a precisar que aparte innumerables oportunidades para hacer de fotos de familia el G20 solo
ha ofrecido demostraciones de impotencia58.

Cuando le propusieron a Jean-Claude Juncker, -primer ministro de Luxemburgo y presidente del Grupo de
ministros de Finanzas de la zona Euro-, tratar en el G20 las cuestiones monetarias que comienzan a salirse de
madre, respondió literalmente: “En el marco del G20 hay demasiada chusma y demasiados intereses como
para llegar a un acuerdo sobre las monedas”. Para Juncker el marco ideal sería el G7 más China. ¡Fuera los
miserables!

En lo que toca a la protección del medio ambiente Cancún fue un estrepitoso fracaso: el único país que intentó
oponerse a la declaración final, -impuesta violando todas las reglas de la reunión-, fue Bolivia. Bolivia contra el
mundo para salvar el planeta… ¡Hay que ser muy optimista!

En cuanto al FMI, sus reformitas son un mal chiste: Hace más de un año el G20 decidió (¿en nombre de
quién?) transferirle a los países emergentes un 5% de los derechos de voto del FMI. Un cinco por ciento.
Tremenda reforma. En comparación, solo China y la India representan un 40% de la población mundial. En
otras palabras los que manejan la manija son los mismos de siempre. Los EEUU siguen disponiendo de su
derecho a veto. G20, alguna vez lo dije, significa Gattopardo 20.

56
El 2 de octubre pasado, desde Yalta, -símbolo ominoso-, el “progresista” regente del FMI Dominique Strauss-Kahn (DSK) lanzó una no
menos ominosa advertencia: “Vemos en todo el mundo la posibilidad de inicio de una guerra monetaria".
57
China ha planteado claramente su voluntad de modificar profundamente el sistema monetario. Los europeos se quejan de la
manipulación del dólar por parte de los EEUU pero no se atreven a ir más lejos.
58
En Pittsburg el G20 anunció el fin de los paraísos fiscales para el 31 de diciembre del 2010, pero como cada cual puede constatar
siguen vivitos y coleando. Por el momento no hay ningún acuerdo para establecer alguna regulación de los mercados financieros, ni
siquiera un principio de acuerdo en torno a los elementos de una eventual negociación en materia monetaria. Ningún organismo
nacional o internacional, ni la SEC, ni la AMF, ni el BM, ni el FMI, ni la OCDE, nadie, lo que se llama nadie, tiene una peregrina idea de la
masa de activos tóxicos que los bancos y otras instituciones financieras aun guardan en sus balances, etc., etc. Conclusión: G20 = cero.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 21
Uno se dice que Edward Prescott, premio Nobel de economía 2004, no bromeaba cuando sugirió hacer
desaparecer el FMI y el Banco Mundial.

El FMI, un organismo inútil, pernicioso, culpable del origen y/o la agravación de muchas crisis económicas,
incapaz de prever nada, controlado por los EEUU y la UE, -sumidos ambos en una profunda recesión
económica-, le da consejos a China, país que crece a tasas del 10%...

En cuanto a la ONU… apenas haga respetar sus numerosas resoluciones condenando el bloqueo a Cuba, o las
masacres de palestinos en Gaza y en Cisjordania, comenzaremos a tomarla en serio.

Compañero Cademartori: la revolución planetaria está delante de nosotros. Solo que no sabemos cuán lejos.

Un nuevo desvío por el camino que lleva a la “colaboración de clases”, disfrazado de alianza con la
Concertación en pos de un “gobierno de nuevo tipo”, no nos va a acortar ni a facilitar el camino.

Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 22
7. Los cambios mundiales favorecen a América Latina

Por fin una buena noticia… se dice uno leyendo este título. Veamos que hay de verdad en ello:

“Por primera vez en la historia de los ciclos económicos del capitalismo, los países en desarrollo, no sólo no
fueron los más golpeados, sino que tuvieron menos repercusiones negativas que los países industrializados y al
parecer están saliendo más rápido de la recesión. Sólo aquellas economías como México, Centroamérica y el
Caribe, muy dependientes de EE.UU. resultaron fuertemente dañadas”.

Tal parece que Cademartori hace suya la teoría del desacoplamiento entre el mundo desarrollado y el tercer
mundo, teoría que la mayor parte de los economistas, incluyendo a los más despistados, abandonó hace rato.
Cademartori se explica:

“La causa principal de este viraje histórico reside en la magnitud alcanzada por la economía china y por algunas
otras del Este Asiático que han sostenido la demanda mundial por materias primas, contrarrestando con creces
la caída del consumo en los países capitalistas centrales. Esto explica que en diversos casos los precios de los
minerales y agropecuarios tuvieron una caída al comienzo de la crisis, pero se recuperaron pronto, a pesar de
que la crisis económica y financiera continúa en los países desarrollados. De esta nueva situación mundial han
resultado favorecidas naciones africanas, asiáticas y latinoamericanas que han encontrado mercados potentes
y en expansión para sus productos de exportación. A la vez disponen de mayor acceso a fuentes de
aprovisionamiento de bienes de consumo, intermedios y de capital, gracias a los nuevos recursos de sus
mayores exportaciones, a menores precios y asistencia crediticia y tecnológica”.

En los años 60 nos lamentábamos de ser exportadores de materias primas baratas, e importadores de
productos manufacturados caros59. Ahora Cademartori se alegra de que seamos exportadores de materias
primas caras (o más caras) e importadores de productos manufacturados baratos (chinos en vez de europeos o
yanquis…)60.

El problema es que la propiedad de nuestras materias primas sigue en manos de las multinacionales, y con ella
los beneficios. La Concertación, con la cual el PC desea organizar un “gobierno de nuevo tipo”, privatizó el
Cobre que había nacionalizado Salvador Allende.

Sin pasar por alto los logros de Brasil, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Uruguay, etc., la dominación de las
transnacionales en América Latina sigue siendo poderosa. Brasil, para no tomar sino el ejemplo del principal
país de la región, sigue siendo un país con una distribución del ingreso tan mala o peor que la de Chile,
dominado por el gran capital nacional y extranjero.

59
Referencias hay muchas. Entre ellas más de un discurso de Fidel Castro, informes de la CEPAL, los programas del FRAP y luego de la
UP, el célebre libro “La venas abiertas de América latina” de Eduardo Galeano, para no mencionar mi propia monografía “América
Latina: transferencia de tecnología y desarrollo” (1981).
60
“Por todo lo que se agitan con el ‘modelo exportador’ los ‘empresarios moscas’ de América Latina (vamos arando…) y unos cuantos
gobernantes que olvidaron su pasado progresista, en el año 2000 la región representaba sólo 5,5% de las exportaciones mundiales
comparado con un 10,6% en 1948. Y vale la pena precisar que casi 50% de las exportaciones latinoamericanas provenían de México,
país integrado en el NAFTA, cuyo capital está ampliamente dominado por la inversión extranjera. Por mucho que el empresariado
latinoamericano exhiba ‘sus’ avances tecnológicos y la diversificación de ‘sus’ exportaciones (muchas veces controladas por empresas
multinacionales) América Latina continua exportando sobre todo materias primas y productos básicos casi sin valor agregado: 85% del
total de exportaciones en el año 2000. Entre los 30 primeros exportadores de productos de fuerte contenido tecnológico del mundo, de
América del Sur sólo figura Brasil con 4 mil millones de dólares sobre un total de 1,087 billones, o sea un ridículo 0,00367 del total. Si le
sumamos las exportaciones tecnológicas de México (con inversión fuertemente dominada por los USA en el seno del NAFTA) las
exportaciones tecnológicas ‘latinoamericanas’ suman 42 mil millones de dólares, o sea sólo 3,86% del total”. Luis Casado. América
latina: transferencias de tecnología y desarrollo. Paris. 1981. Del 2000 al 2010 la situación no ha cambiado.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 23
Dilma Rousseff no se equivoca cuando dice que le queda mucho por hacer61.

Cuando decimos que “los cambios mundiales favorecen a América Latina”, aun es preciso saber a qué América
latina nos referimos: a la de los Piñera, los Luksic, los Slim62, los Eike Batista, los Cisneros, los Matta, o a la de la
Sra. Juanita. Tenemos que precisar si hablamos de Xstrata, Barrick Gold, Acciona, Banco Santander, Telefónica,
Cencosud y otros grupos depredadores, o de los habitantes de las favelas, las mediaguas, las villas miseria, los
barrios, las chabolas, los cantegriles, las callampas, los campamentos.

Cademartori, con no disimulada alegría, nos dice que:

“El comercio entre la R.P. China y nuestro continente ha tenido un crecimiento espectacular en menos de un
decenio, con elevados saldos comerciales favorables a nuestros países. De hecho China se ha convertido
después de EE.UU, en el segundo socio comercial de Latinoamérica y ya ocupa el primer lugar en algunos casos
como Brasil. Todos los pronósticos coinciden en que la demanda china, que a su vez arrastra a la región
asiática, seguirá creciendo fuertemente, al menos por una década. Pekín se ha transformado en una fuente de
capitales y créditos comerciales y para inversiones de largo plazo, así como otras formas de asociación y
cooperación. Así lo muestran los cuantiosos préstamos otorgados a Venezuela, Cuba, Argentina, Brasil, Ecuador
y Costa Rica, entre otros”.

Sin despreciar el crecimiento de las relaciones económicas entre China y América Latina puede que la realidad
no sea tan extraordinaria.

América Latina representa en torno al 4% de las exportaciones chinas. China a su vez recibe de América Latina
entre un 3 y un 4% de los productos que importa63. Más del 81% de las exportaciones latinoamericanas hacia
China están basadas en seis productos, de los cuales dos son no renovables. Es alarmante notar que la pesca y
el sector agrícola representan el 75% de las exportaciones latinoamericanas al país asiático, y conciernen solo
cinco productos: pescado, soja, uva, azúcar y productos de cuero. Las exportaciones latinoamericanas hacia
China están casi exclusivamente basadas en la extracción y el uso intensivo de recursos naturales que son
exportados con muy poco, o ningún, procesamiento. Un 48% de las exportaciones brasileñas hacia China
vienen del sector minero, y el hierro representa el 98% de los minerales exportados. El sector agrícola produce
un 43% de las exportaciones brasileñas hacia China, 90% de las cuales son soja. El hecho es que la mayor parte
de las exportaciones brasileñas provienen de la minería, la pesca y la industria forestal, y se traducen en un
severo impacto en los ecosistemas cuya rica biodiversidad es parte invaluable del patrimonio de ese país. De
acuerdo a las estadísticas de la CEPAL y de la Comunidad Andina, la balanza comercial entre China y Perú
presenta un saldo favorable al país sudamericano pero oculta un alto costo medioambiental por una parte, y
un alto costo social en la extracción de los recursos naturales que sostienen las exportaciones peruanas por la
otra64.

61
En Brasil todavía es frecuente el trabajo esclavo. “ A atualização semestral da "lista suja" do trabalho escravo deste final de ano
incluiu 88 novos empregadores e soma agora 220 infratores. Antes da alteração, o cadastro oficial mantido pelo Ministério do Trabalho
e Emprego (MTE) tinha 147 nomes. Além da quantidade de novos empregadores incluídos (88), chama a atenção a variada gama dos
mesmos - tanto em termos dos variados estados e da totalidade dos regiões do país em que estão espalhados como no que diz respeito
aos mais diversos setores econömicos em que atuam”. Maurício Hashizume - Repórter Brasil. 05/01/2010.
62
Carlos Slim, mexicano, primera fortuna del mundo. Eike Batista, brasileño, octava fortuna del mundo. Luksic, chileno, se encuentra
entre las primeras cien fortunas del mundo.
63
Trade and Investment relationships between China and Latinamerica. Obstacles and challenges to sustainability. Programa Cono Sur
sustentable. Sara Larraín, María Paz Aedo, Pablo Sepúlveda. Octubre 2005.
64
Trade and Investment relationships… Op. cit.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 24
Sale un imperio y llega otro. ¿Cuál es la diferencia para los latinoamericanos?65

Pero Cademartori no tiene cura, y va aun más lejos:

“Una segunda causa del fortalecimiento económico de América Latina reside en la positiva utilización de los
mayores recursos obtenidos por la mayoría de los gobiernos de la región en el período de auge de 2005-08.
Venezuela, Bolivia, Ecuador y Paraguay aprovecharon la situación para establecer drásticos aumentos de la
participación del estado en los ingresos de sus recursos naturales de exportación, (petróleo, gas,
hidroelectricidad) limitando las ganancias de las transnacionales. Venezuela, a lo largo del decenio ha logrado
reducir significativamente la extrema pobreza, el analfabetismo, la desnutrición infantil, la marginación escolar
y el desempleo. Brasil, Argentina, Uruguay, mediante impuestos o retenciones a las exportaciones, acumularon
considerable excedentes con los que redujeron drásticamente sus deudas externas y les permite independizarse
de las presiones de Washington y del FMI-Banco Mundial. Brasil se ha dado el lujo de adquirir títulos de deuda
del FMI. Chile constituyó fondos soberanos que le permitieron financiar aunque parcialmente, programas
contra el desempleo y el empeoramiento de las condiciones de vida”.

Habría que ir por partes. Una vez más tomemos Brasil como ejemplo para medir la distancia entre las cuentas
alegres de Cademartori y la realidad. El hecho de apreciar el trabajo del presidente Lula no debe impedirnos
examinar la realidad de la deuda externa brasileña, sobre la cual Armen Kouyoumdjian nos ha alertado un par
de veces66.

La parte de la deuda que fue “pagada” corresponde solo al pago del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero
los lazos con el Fondo no se han roto. Cuando en el 2005 Brasil saldó du deuda con el FMI, el ministro de
Finanzas de la época, Antonio Palocci, hizo publicar en el sitio web del ministerio una carta que explicaba que
las obligaciones relativas al artículo IV de los estatutos del FMI67 seguían en vigor: Brasil respetaría la agenda
económica impuesta por el FMI y lo autorizaría a examinar las cuentas del país cada tres meses. En el 2005 la
deuda exterior pública sobrepasaba los U$200 mil millones, y lo que se le rembolsó anticipadamente al FMI no
fueron sino U$15 mil 500 millones. Lo esencial de la deuda brasileña aun no ha sido rembolsada. Por otra
parte, este pago al FMI fue desfavorable en términos financieros dado que el crédito del FMI era relativamente
barato, con tasas de interés del 4% al año. Para saldar esta deuda Brasil emitió bonos de deuda externa a tasas
de interés muy superiores que van de 7,5 a 12%. Del mismo modo, la deuda interna, remunerada a tasas del
9% en esa época, aumentó. Hay pues una contradicción: se pagó anticipadamente, sin obtener ninguna
reducción, una deuda al 4% de interés, y se la remplazó por otra deuda más onerosa (al 7,5% mínimo para la
deuda externa, y al 9% mínimo para la deuda interna). La deuda solo cambió de manos68. Brasil ya no le debe al
FMI: le debe a quienes compraron esa deuda, a una tasa de interés más alta. Peor aún, Brasil debe cumplir con
los dictados del FMI como la realización de un excedente primario69 (cuyo único objetivo es el de reservar
recursos para el pago de los intereses de la deuda), las privatizaciones y el mantenimiento de la libertad de
circulación de capitales, entre otros. Brasil sigue rembolsando una deuda pública externa que llega a casi U$90
mil millones. Que Brasil disponga de más de U$250 mil millones de reservas contribuye a la confusión. Dichas
reservas fueron acumuladas en modo muy oneroso. Provienen de la entrada masiva de dólares. Los

65
Más de alguna estadística muestra un aumento de la indigencia y de la pobreza, del número niños que vive bajo esos umbrales. Basta
con visitar los sitios web que publican estas cosas.
66
Armen Kouyoumdjian. Weekly.
67
A título del artículo IV de sus estatutos el FMI procede a consultas periódicas con sus países miembros, analiza sus políticas
económicas y les hace recomendaciones. Chile es un buen alumno, obediente y disciplinado.
68
Maria Lucia Fatorelli. Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. 05/01/2011
69
En los acuerdos pasados con los países miembros que solicitan su ayuda financiera, el FMI exige la realización de excedentes
presupuestarios primarios, es decir que el presupuesto, antes del pago de los intereses de la deuda, esté en excedente, aun cuando eso
implique reducir el llamado gasto social.

Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 25
especuladores internacionales compraron muchos reales para ganar dinero con la evolución de la tasa de
cambio. Especulación al alza, esperando la especulación a la baja. Como muchos dólares entran en Brasil, para
limitar la cantidad de moneda en circulación y la inflación, el Banco Central vende bonos de deuda interna
emitidos a la tasa de interés más alta del mundo. Con esos dólares el Banco Central compra principalmente
bonos del Tesoro de los EEUU cuya remuneración es casi nula70. Por consiguiente el Banco Central brasileño
acumula pérdidas operacionales enormes, ligadas de una parte a las tasas de cambio, y de otra parte a la
diferencia entre las tasas que paga y aquellas que percibe. La deuda interna crece en modo exponencial y las
reservas en dólares se deprecian sin aportarle ningún beneficio al país.

Para terminar agregaremos que solo el servicio de los intereses de su deuda le cuesta a Brasil más de 40
millones de dólares al día. Poco importa, para Cademartori el mundo es binario, se divide entre buenos y
malos. No hay términos medios. Por eso agrega:

“Brasil implantó exitosos programas sociales a favor de millones sumidos en la extrema pobreza y amplió las
acciones de instituciones financieras públicas”.

Muito bem…

Pero lo que acabo de exponer obliga ahora a Dilma Rousseff a un doloroso ajuste que incluye un recorte
presupuestario para el 2011 de cerca de 30 mil millones de reales (U$18 mil millones), así como la congelación
de los salarios de los funcionarios públicos: el gobierno de Dilma aplica en los hechos el proyecto de ley
complementario (PLP) nº 549/2009 que limita el aumento de los salarios de la función pública a la inflación más
el 2,5%, impidiendo así los reajustes71. El programa de ajuste incluye aun otras medidas.

¿Todo malo? No. Desde luego. Pero entre la realidad y el mundo color de rosa que nos ofrece Cademartori hay
alguna distancia. Como para demostrar que aun dispone de alguna capacidad crítica Cademartori señala que:

“Perú también se benefició de los mejores precios de sus materias primas, pero su gobierno enfrenta un
malestar creciente de la mayoría de la población, por el injusto reparto de tales beneficios”.

¿Y como andamos por casa? Muy bien, gracias:

“Chile constituyó fondos soberanos que le permitieron financiar aunque parcialmente, programas contra el
desempleo y el empeoramiento de las condiciones de vida”.

¡Bravo la Concertación! Y adelante con “el gobierno de nuevo tipo”.

Lo demás se resume a aplaudir las experiencias que Cademartori, como otros, tiene algún problema en calificar
debido a su diversidad programática, de discurso, de objetivos y de respaldo popular: Cuba, Venezuela y los
países del ALBA, designados como “nuevos modelos con orientación socialista, o al menos de mayor presencia
estatal progresista e independencia nacional”.

No deja de sorprender sin embargo el optimismo de Cademartori con relación al ministerio de colonias del
imperio72. Según Cademartori, un “nuevo cuadro ha influido en la OEA, donde varios gobiernos caribeños se

70
Para más detalles sobre este mecanismo véase: Éric Toussaint Banque du Sud et nouvelle crise internationale. Paris/Liège:
Syllepse/CADTM, 2008, chapitre 1, p. 38-39 et «Banque du Sud, contexte international et alternatives», http://www.cadtm.org/Banque-
du-Sud-...
71
Maria Lucia Fatorelli. Op. cit.
72
Así llamó Fidel Castro a la OEA cuando Cuba fue expulsada de su seno.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 26
han sumado a una línea de mayor independencia, por lo cual Washington ya no puede imponer su política como
antaño”.

¿Habrá que recordarle que el que paga la música pide la melodía?73

Somos los primeros en felicitarnos de los avances del Mercosur, y en lamentar las tergiversaciones en el Banco
del Sur (solo tres países han ratificado los acuerdos que permiten su creación).

Todo esbozo de unidad latinoamericana cuenta con nuestra simpatía. Pero no perdemos de vista que todo esto
tiene aun un carácter embrionario, que hay que impulsar la profundización de la integración latinoamericana y
generar espacios comunes en los ámbitos económico, financiero, monetario, comercial, social, cultural,
deportivo, etc.

No podemos, como hace Cademartori, transformar nuestros deseos en realidad y afirmar como él que: “En el
curso del primer decenio del siglo XXI el largo predominio del modelo neoliberal entró en decadencia”.

Preferimos retener sus últimas palabras para este capítulo, con las cuales concordamos perfectamente:

“Habrá avances y retrocesos, algunos países cambiarán de bando, en uno y otro sentido, pero la actual
tendencia hacia modelos alternativos tiene buenas posibilidades de afirmarse”.

¡Optimistas siempre, ilusos jamás!

73
El principal financista de la OEA son los EEUU de América. Su sede está en… Washington DC.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 27
8. Chile, un campo de batalla, inestable e incierto.

Así llegamos al último capítulo de la nota de José Cademartori, cuyo tema central es Chile. Nuestro propio
campo de batalla. Todo lo que precede no sirve sino a levantar el escenario en el que nuestra propia acción
política tiene algún eco, alguna influencia. Las premisas de los capítulos precedentes deben servir de zócalo a la
elaboración de una estrategia política para nuestro propio país.

Cademartori comienza por recordar, condenándola, la obra de la dictadura:

“El objetivo del 11 de Septiembre fue destruir la democracia constitucional que rigió hasta 1973 y que permitió
al pueblo conquistar un Gobierno Popular en la perspectiva del socialismo. Un tal gobierno despertó enorme
entusiasmo internacional. El golpe de estado reinstauró el capitalismo monopólico dependiente que estaba en
peligro de perecer y borró las conquistas sociales que habían situado a Chile en los primeros lugares del
continente. Los diez y seis años de dictadura pinochetista instalaron a sangre y fuego el modelo neoliberal,
reforzado con un nuevo régimen político autoritario, establecido en 1980, mediante un fraude plebiscitario”.

Luego, enjuicia la transición y sus actores:

“Los nuevos gobiernos que le siguieron dispusieron de dos decenios, para haber restablecido cambios
sustantivos hacia la democracia y la justicia social, de acuerdo con el programa comprometido en 1990. Pero no
lo hicieron. Aparte de algunos mejoramientos que permitieron reducir la miseria, más la eliminación de algunas
cláusulas antidemocráticas aberrantes, los gobiernos de la Concentración se comprometieron a mantener la
institucionalidad creada por la dictadura. Sus principales dirigentes adoptaron el neoliberalismo y lo
profundizaron. Mientras la oligarquía sacaba provecho de estas inconsecuencias, acumulando un poder
económico sin precedentes y extendiendo su influencia política, los partidos de la Concertación cayeron en el
descrédito74”.

Bien, muy bien, Coincidimos plenamente. ¡Bravo! Pero Cademartori prosigue:

“El movimiento sindical, afectado por esa línea conciliadora, viene sosteniendo una dura batalla por
independizarse del oficialismo, pero aún no recupera los niveles de influencia que tuvo en el pasado. El
descontento y la frustración ciudadana se han expresado en la renuencia a concurrir a las urnas, el rechazo a
los partidos, la desconfianza generalizada en las instituciones75. Bastó que una pequeña fracción del
electorado ya no distinguiera el sentido de clase diferenciador entre las dos coaliciones y se dejara engañar por
el populismo del candidato RN-UDI, para que se alterara el cuadro político nacional y latinoamericano. Una
coalición derechista regresó a La Moneda por vía electoral, después de 50 años”.

Y aquí ya nos llevamos una sorpresa. O mejor dicho un par de sorpresas. La derrota de la Concertación se debió
a que una “pequeña fracción del electorado ya no distinguiera el sentido de clase diferenciador entre las dos
coaliciones y se dejara engañar por el populismo del candidato RN-UDI, para que se alterara el cuadro político
nacional y latinoamericano”.

Estúpidos electores, pueblo indigno, que no logra distinguir el sentido de clase diferenciador entre la Alianza y
la Concertación… Y, desde luego, ¡La Concertación había hecho tanto para que se distinguieran bien!

74
Los subrayados son míos.
75
Los subrayados son míos.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 28
Esto nos recuerda el comentario que Dominique Strauss-Kahn, -Director General del FMI, socialista francés y
candidato a la candidatura presidencial de 2012 por el PSF-, hiciera hace poco: “El problema de la izquierda
francesa es que su electorado no es confiable” (sic)76.

Cuando el pueblo tiene la culpa de todo… solo queda cambiar al pueblo.

O bien, hacer como hicieron los líderes de la Concertación con sus propios enemigos: “If you can’t beat them,
join them”77.

De ahí que Cademartori centre toda la culpa y todos los males no en el sistema consolidado por la
Concertación, sino en su actual gestor.

“Con una actitud cautelosa, aparentemente conciliadora, un uso abusivo de gestos mediáticos, una tendencia a
subordinar a su coalición derechista a sus decisiones, todo bajo la consigna de la “unidad nacional”, Piñera
acentúa la política neoliberal, basada en nuevas privatizaciones, mayores privilegios al gran capital, reducción
del ámbito público en salud, educación y otras áreas sociales y un reforzamiento de los aparatos represivos. A
pesar del fuerte presidencialismo de nuestro régimen político, el gobierno depende de las decisiones del
Congreso Nacional, donde el oficialismo no dispone de mayoría confiable, mientras se mantiene un equilibrio
inestable con la oposición. Su apuesta es a la quiebra de la Concertación, a atraer a la DC y a parlamentarios
proclives a la colaboración con el gobierno”.

El malo de la película es Piñera y, para ser justos, “los parlamentarios proclives a una colaboración con el
gobierno”. Cademartori tiene mala suerte: todos los parlamentarios de la Concertación, casi sin excepciones,
colaboran con el gobierno de Piñera. Por ejemplo, votando favorablemente en el Parlamento el seudo royalty
que le garantiza largos años de invariabilidad tributaria a la gran minería privada del Cobre. O bien, facilitando
el triunfo del gobierno de Piñera en el tema de los salarios de la función pública. Osvaldo Andrade,
¿Cademartori ha oído hablar de Osvaldo Andrade? Presidente del partido socialista de Chile. Colabora con el
gobierno de Piñera. No es el único, de acuerdo. Pero es la cabeza del partido socialista de Chile.

Ahora bien, si Piñera, el archi-enemigo, apuesta a la quiebra de la Concertación… ¿Qué hay que hacer?
Fortalecer a la Concertación. Esa es la conclusión de Cademartori. Que se da vueltas y vueltas, pero llega a esa
conclusión. Entre las vueltas de carnero que se da Cademartori hay una relativa al Parlamento binominal,
asamblea ilegítima, producto de la Constitución ilegítima, ese “régimen político autoritario, establecido en
1980, mediante un fraude plebiscitario” que el propio Cademartori condena en su texto. Veamos:

“Además el actual Parlamento tiende a convertirse en una fuerte caja de resonancia de los conflictos sociales,
las demandas reivindicativas y las posiciones programáticas opositoras. A este nuevo rol contribuye la presencia
de tres diputados comunistas, después de treinta y siete años de impedimentos forzados, elegidos con las
primeras mayorías, en el marco de un acuerdo electoral del izquierdista Juntos Podemos con la Concertación.
Mientras una minoría de dirigentes concertacionistas es proclive a continuar “la política de los consensos” con
la derecha, otro sector mayoritario se propone realizar una oposición firme, con vistas a recuperar la confianza
popular, desplazar a la derecha y retornar al gobierno en 2014”.

Ya está: todo lo que precede no servía de nada sino a justificar esta retorcida conclusión, esta pirueta
dialéctica, contraria a buena parte de los análisis que Cademartori nos entregó en su texto.

76
¡A Dominique Strauss-Kahn no se le pasa por la mente que el poco confiable es él!
77
Si no puedes vencerles, únete a ellos.
Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 29
El Parlamento ilegítimo “establecido en 1980, mediante un fraude plebiscitario” se transforma así, como por
arte de magia, “en una fuerte caja de resonancia de los conflictos sociales, las demandas reivindicativas y las
posiciones programáticas opositoras”.

No. No hay que reír. Llorar tal vez. Tras treinta y siete años de heroica resistencia un comunista, los comunistas,
entregan la oreja.

Porque el Parlamento ilegítimo, “establecido en 1980, mediante un fraude plebiscitario”, es “una fuerte caja de
resonancia de los conflictos sociales, las demandas reivindicativas y las posiciones programáticas opositoras”,
sobre todo gracias a “la presencia de tres diputados comunistas, después de treinta y siete años de
impedimentos forzados, elegidos con las primeras mayorías, en el marco de un acuerdo electoral del
izquierdista Juntos Podemos con la Concertación”.

Uno no resiste a la tentación de ir por ahí preguntándole a los trabajadores, a los sindicatos, a los pobladores, a
los maestros, a los profesores, a los mineros contratados y a los subcontratistas, a las trabajadoras temporeras,
a los trabajadores de la salud, a los trabajadores de la función pública, a los pescadores artesanales, a los
pequeños empresarios, a los consumidores endeudados, a los mapuche, a los miserables, a los vulnerables, a
los pisoteados, a los ignorados a los preteridos, en fin, al pueblo de Chile, preguntarles digo, lo que ha
cambiado en sus vidas esta alianza entre el “Juntos Podemos con la Concertación”.

La aprobación del seudo royalty que le ahorra a las grandes mineras más de 20 mil millones de dólares en
impuestos es obra de esta “caja de resonancia de los conflictos sociales, las demandas reivindicativas y las
posiciones programáticas opositoras”. Con el voto favorable de la Concertación.

La derrota del movimiento de los trabajadores de la función pública y la imposición del reajuste salarial que
rechazaban por “ratón” también fue posible gracias a los votos de la Concertación en el Parlamento, esa “caja
de resonancia de los conflictos sociales, las demandas reivindicativas y las posiciones programáticas
opositoras”.

La conclusión de Cademartori no puede ser más lamentable. Para formularla recurre una vez más a los
profesionales de la manipulación de la opinión pública, esos que no solo te dicen lo que piensas, sino también
lo que debes pensar, los expertos en encuestas:

“Una imagen más realista de lo que puede esperarse en los próximos años ha sido formulada por un experto en
el análisis de encuestas, vinculado a organismos de orientación derechista. (“Bicentenario: un país más
conflictivo”, Revista del Sábado, El Mercurio, 4 de Septiembre 2010) Según Roberto Méndez (Adimark) Chile es
hoy un país más conflictivo que hace algunos años atrás. Hay un creciente nivel de enfrentamiento que no es
sólo político, sino entre ricos y pobres, trabajadores y empresarios, entre Santiago y las regiones, entre hombres
y mujeres, entre adultos y jóvenes, entre mapuche y el estado chileno. Las encuestas muestran que los más
pobres están impacientes, los estudiantes se sienten frustrados, las regiones resentidas contra la capital, los
jóvenes excluidos, los damnificados desesperados. Advierte que si bien es cierto que la movilización masiva, las
huelgas y las marchas no tienen la envergadura de otros años, la sensación de mayor conflictividad existe.
Concluye que esta aparente apatía puede estar acumulando tensiones que tarde o temprano pueden estallar”.

Y van a estallar compañero Cademartori. A pesar, o más bien gracias a la Concertación que se derrumba día a
día después de veinte años de traiciones cotidianas. A pesar, o más bien gracias a esta matrimonio de la carpa y
del huemul que es la alianza del PC con la Concertación.

Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 30
Nosotros, el Partido de Izquierda (PAIZ), vemos las cosas de un modo muy diferente. Nuestra visión arranca de
algunos elementos que permiten comprender la realidad política y social chilena.

El pueblo de Chile versus los herederos y beneficiarios del modelo

Todos los contradictorios intereses que cruzan nuestra sociedad se resumen en una contradicción principal: la
que separa a los herederos asumidos del legado de la dictadura en los ámbitos institucional y económico de la
inmensa mayoría del pueblo de Chile que paga las consecuencias. Veinte años después del inicio de la mal
llamada transición, la Constitución en vigor es la de la dictadura y el modelo económico el de los Chicago-boys
que impusieron el dominio a ultranza y sin contrapeso de los mercados auto-regulados, del neoliberalismo.
Entre los herederos asumidos del legado institucional y económico de la dictadura se cuentan la Alianza y la
Concertación que han protagonizado y protagonizan aun un cogobierno en el que todas las leyes se aprueban
por consenso.

La política actual como oportunidad de negocio

Las organizaciones políticas que sobrevivieron a la dictadura perdieron todo contacto con el pueblo de Chile,
con la sociedad real. La dictadura destruyó el denso tejido social que caracterizaba la sociedad chilena y
debilitó las estructuras políticas. Los veinte años de gobierno de la Concertación finalizaron el trabajo. Las
estructuras políticas sobrevivientes no son sino un “business” de representación, una oportunidad de negocio.
Sus líderes no practican la política sino el lobbying. Los partidos no reflexionan: le entregan esa tarea a los
“Think Tanks”. Los partidos no organizan a los ciudadanos: les alejan de la política para garantizar la
“gobernabilidad” que eterniza el modelo. Los partidos no ofrecen orientación: pagan empresas “productoras”,
gabinetes de comunicación y de marketing.

El pueblo de Chile no existe

El pueblo de Chile no existe en tanto actor de su propio destino. La Constitución de Pinochet impone el
régimen económico, hace de la huelga una acción anticonstitucional, establece un empate político gracias al
sistema electoral binominal, imposibilita la creación de partidos políticos enraizados en la sociedad real,
prohíbe la modificación de sí misma exigiendo mayorías calificadas imposibles de alcanzar en régimen
binominal. El pueblo de Chile, -llamado metafóricamente “gente”-, no es sujeto de su propia historia sino
apenas el objeto de la dominación oligárquica y de la explotación del gran capital.

Desde la gesta de Independencia el pueblo de Chile ha tenido raras ocasiones, sino ninguna, de imponer la
voluntad general, los intereses de las grandes mayorías. El pueblo de Chile solo tuvo un papel protagónico en
su propio devenir durante los mil días del gobierno de Salvador Allende, su más prolongado periodo de
existencia real en dos siglos de vida del Chile (pseudo) independiente.

Todo esto conduce a la necesidad de generar una fuerza democrática y republicana capaz de forzar la
convocatoria de una Asamblea Constituyente que dote al país de una Constitución democrática. Restituyéndole
al pueblo de Chile la calidad de único Soberano que nunca debió haber perdido.

Los guardianes del templo antidemocrático son la Alianza y la Concertación, esa costra transversal que
cogobierna, beneficiándose de la actual institucionalidad en los ámbitos político, económico y financiero.

Todo acuerdo político o electoral que no tenga como norte el restablecimiento de una democracia de veras,
atenta contra los intereses del pueblo de Chile y constituye una traición que no quiere decir su nombre.

Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 31
Para que el pueblo de Chile pueda escribir su propia historia y ser protagonista de su propio destino es
necesario quitarse de encima, definitivamente, la herencia autoritaria y antidemocrática de la dictadura, esa
que fue asumida como propia y consolidada por la Alianza y la Concertación.

Nosotros, el Partido de Izquierda, no tenemos ni la sombra de una duda de que el pueblo comunista, el pueblo
socialista, así como millones y millones de ciudadanos de todas las procedencias y orígenes políticos, sociales,
culturales, religiosos y geográficos que creen profundamente en la democracia, en la república, en la justicia y
la libertad, estarán junto a nosotros en la lucha por realizar el sueño tantas veces postergado.

Marx, ¡Oh Marx!, ¿Por qué nos abandonaste?

Marx, Oh Marx, ¿Por qué nos abandonaste? – Luis Casado – Vicepresidente del PAIZ – Chile – 07 enero 2011 Página 32

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