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FUGAS ELÉCTRICAS

Se dice que hay fuga eléctrica cuando la energía sale de su circuito normal, es
decir, de los hilos conductores. Esto ocurre cuando el aislamiento del conductor está
deteriorado; se corre el riesgo entonces de que el conductor haga contacto con otro
cuerpo conductor, como, por ejemplo: una lavadora o una tubería metálica, originando
el paso de corriente a través del contacto establecido.

Cuando esta situación se da, y en la instalación eléctrica doméstica no existe


toma de tierra, el aparato al que ha pasado la corriente se vuelve un conductor de alta
resistencia que al ser tocado produce un choque eléctrico que puede resultar muy
peligroso en presencia de humedad o agua.

En tanto, cuando la instalación cuenta con puesta a tierra y una protección


diferencial, ésta, opera abriendo el circuito y evita la descarga, protegiendo así a las
personas y a los equipos eléctricos.

La normativa y el sentido común indican que toda instalación eléctrica que se


monte en la actualidad debe contar con toma de tierra. Ésta actuará como camino de
retorno para las posibles fugas en aparatos e instalaciones defectuosas o mal aisladas,
un camino de baja resistencia para la electricidad, un sistema de seguridad.
Electrodomésticos, como por ejemplo lavadoras, en los que hay acumulaciones de
agua pueden entrañar un riesgo serio si no tienen toma de tierra.

La normativa y el sentido común indican que toda instalación eléctrica que se


monte en la actualidad debe contar con toma de tierra. Ésta actuará como camino de
retorno para las posibles fugas en aparatos e instalaciones defectuosas o mal aisladas,
un camino de baja resistencia para la electricidad, un sistema de seguridad.
Electrodomésticos, como por ejemplo lavadoras, en los que hay acumulaciones de
agua, pueden entrañar un riesgo serio si no tienen toma de tierra.
Identificar la toma de tierra no suele ser complicado. Los cables en una
instalación eléctrica siguen un código de colores en el que el destinado a la toma de
tierra es de color verde solamente o con franjas amarillas. Comprobar si una casa
cuenta con toma de tierra es tan sencillo como abrir una caja de conexiones y ver si
estos cables existen y están conectados.

Si la casa es antigua y no cuenta con una instalación de toma de tierra, es


conveniente contratar un técnico autorizado para que resuelva lo antes posible esta
anomalía. En este caso conviene recordar que nunca se debe utilizar las conducciones
de agua o gas como toma de tierra. Si se produjera una fuga eléctrica, cualquiera que
tocara un grifo en la casa podría recibir una descarga.

¿CÓMO UBICARLAS?

A continuación, se presentan algunos pasos sencillos para detectar dónde podría


existir una fuga eléctrica:

1. Apagar todas las luces y desconectar todos los aparatos eléctricos. Verificar si
circula corriente, de cualquiera de estas dos formas:

 Con un amperímetro ya sea de gancho o normal y verificando el valor


de la corriente.
 Observando el disco del medidor. Si éste gira, entonces está indicando
que hay consumo de energía eléctrica.
 En caso de no haber lectura en el amperímetro o el disco se detenga,
siga en el paso dos.
2. Reconecte los aparatos sin encender ninguna lámpara y verifique nuevamente
el amperímetro o el disco del medidor. Si circula corriente, desconecte de uno a
uno los aparatos hasta encontrar el de la falla.

CAUSAS

Debemos tener presente que todo signo de calor o aumento de temperatura en


una parte de una edificación, en donde se presume que existe una instalación
eléctrica, es un signo de fuga.
La humedad excesiva, la mala calidad de los artículos eléctricos y un mal trabajo
de instalación son también factores determinantes para que ocurra una fuga de
electricidad.

Muchas veces pagamos cuentas elevadas de luz, y no es necesariamente porque


consumimos mucho. Como mencionamos anteriormente, las fugas pueden generarse
por humedad en cañerías. Por ejemplo, al estar el cable en contacto permanente con
humedad o agua (pueden generarse por condensación, calefacción, o propiedades con
cimientos húmedos, o cercanas al mar). El aislamiento del cable se deteriora y el
conductor del cable se pone en contacto con la cañería. Por consiguiente, esto se llama
fuga a tierra (la corriente se descarga a tierra por medio de la cañería o pared). Esto
genera consumo, aunque desconectemos todos los artículos eléctricos y apaguemos
las lámparas.

Los aparatos eléctricos también son causantes de fuga. Cuando notamos que
algunos se calientan sin razón aparente, significa que el material usado en su
fabricación ha perdido su aislamiento y está dejando pasar a tierra parte del flujo
eléctrico. Esto sucede mayormente en productos de mala calidad o piratas.

Otro factor que desencadena una fuga es una mala instalación eléctrica. También
encontramos que en algunas ocasiones somos víctimas del robo de energía por parte
de nuestros vecinos o de algunos comercios cercanos a nuestros hogares, lo que puede
provocar una fuga.

Por último, podemos mencionar como otras causas latentes la falta de


mantenimiento en las instalaciones y/o propiedades, ya que la mayoría de éstas
superan los 20 años, por lo que elevan la posibilidad de un accidente.

SOLUCIONES

Cuando existe una fuga eléctrica significa que en alguna parte del circuito
eléctrico ha habido un deterioro del aislamiento de un conductor, existe un
rozamiento de la parte descubierta con el concreto de la edificación o bien, un
artefacto en operación anormal. Entonces, el flujo de electrones encuentra una salida
rápida y por ende aumenta el consumo de electricidad. Para contrarrestar ese
problema se debe anular todo el circuito eléctrico para hacer un descarte y ubicar el
origen de la situación.
Si la intensidad de una luminaria baja por efecto de la humedad excesiva,
significa que hay una fuga de corriente en la instalación de esa luminaria; la solución
sería descubrir los artefactos de techo y comprobar su correcta instalación, que esté
seca y aislada. Si se encuentran conductores quemados se procederá al recableado
inmediato.

Cuando se tenga la sensación de corriente estática al tocar alguna parte de una


edificación, significa una posible fuga. La solución sería medir con la ayuda de un
megóhmetro con puesta a tierra e identificar la parte de la edificación en donde se
encuentra la fuga.

FUGAS DE CORRIENTE EN INTERRUPTORES DIFERENCIALES

El interruptor diferencial es un equipo eléctrico capaz de detectar pequeñas


fugas de corriente eléctrica que pueda haber en nuestra casa. Esto es importante
porque, en teoría, no debería haber fugas en casa y mucho menos de corriente
eléctrica. Si la electricidad circula por fuera de sus conductores aislados puede
ocasionar que cuando toques la carcasa de un equipo eléctrico o la tubería de agua, te
puede alcanzar la corriente.
Afortunadamente tenemos nuestro interruptor diferencial que, como su propio
nombre indica, es capaz de detectar estas fugas recurriendo a un pequeño truco. Este
aparato comprueba constantemente que en los conductores de entrada y salida del
circuito de casa no haya diferencias de corriente. Es decir, que la corriente que entra
en tu vivienda por un conductor es la misma que la que sale por el otro.

Si existiera una diferencia de intensidades de corriente entre el conductor de


entrada y el de salida, esto nos indica que hay una fuga.

Ejemplo: Una lavadora.

En funcionamiento normal, entran 6 A amperios de corriente por el conductor de


entrada a la lavadora y salen 6 A amperios con el conductor de salida. El interruptor
diferencial no encuentra diferencia de intensidades, por lo que entiende que no hay
fugas y deja continuar la corriente. El circuito es seguro.
Si, por el contrario, hay una fuga de corriente en el equipo, la corriente eléctrica
puede irse por sitios no poco inadecuados (el agua, la carcasa metálica del equipo, por
la tubería, etc.) y si estamos en contacto con estos lugares estaremos en peligro de
electrocución. Afortunadamente, se aplica el principio que hemos hablado y si como
ocurre en la figura entran 6 A amperios y salen solo 5 A, necesariamente hay una fuga
de 1 A amperio en ese trayecto de la corriente.

Llegado este caso, el interruptor diferencial, que está constantemente vigilando,


detecta que hay diferencias y corta el circuito, eliminando la corriente y por tanto el
riesgo de electrocución.

Pero es importante aclarar que para que este sistema sea efectivo, el interruptor
diferencial y la instalación eléctrica deben cumplir una serie de parámetros:

El interruptor diferencial debe saltar entre el 50% y el 100% de su sensibilidad. La


sensibilidad es la intensidad mínima que tiene el diferencial de detectar fugas y cortar
la corriente. Su símbolo es ∆n. Esta sensibilidad tiene valores normalizados, siendo los
más frecuentes los de 30 mA (miliamperios) para uso doméstico/industrial y 300 mA
para uso industrial, aunque hay otros valores.

La toma de tierra debe estar conectada a las masas (carcasas) de los equipos por
los que puedan producirse estas fugas, para que de forma segura absorban las
corrientes. Además, esta toma de tierra debe tener un valor de resistencia eléctrica
bajo para que pueda absorber con eficacia esas corrientes no deseadas. Su valor está
relacionado con el valor de la sensibilidad del diferencial.

 Para sensibilidades de 30 mA, el valor máximo admisible de resistencia de la


toma de tierra debe ser inferior a 800 Ohmios
 Para sensibilidades de 300 mA, el valor máximo admisible de resistencia de la
toma de tierra debe ser inferior a 80 Ohmios

El interruptor diferencial debe saltar lo antes posible para evitar que la corriente
peligrosa circule alocadamente durante mucho tiempo. Según la norma EN 61008 y
EN61009 estos son los tiempos máximos de respuesta:
Además, existen distintos tipos de diferenciales en función de las características
de las instalaciones a proteger:

Diferencial estándar para corrientes alternas (uso doméstico e


industrial)
Diferencial para corrientes pulsantes (uso industrial)
Diferencial Selectivo o con retardo (instalaciones grandes, para ser
colocados en cabecera instalación).
 
Diferencial rearmable (si salta, se rearma solo al cabo de unos segundos).

El diferencial rearmable para ámbito doméstico. puede ser una opción muy
recomendable cuando con cierta frecuencia nos salta el diferencial
“intempestivamente” (sin causa aparente debido a tormentas eléctricas,
perturbaciones en la red eléctrica, etc.) y no estamos en casa para rearmarlo
manualmente. Es una solución ideal para casas de campo que visitamos sólo los fines
de semana, o el apartamento en la playa, etc. Con ello conseguimos que, si salta
intempestivamente, se rearme solo, y, por ejemplo, no se estropee lo que tengamos
en la nevera, o que siga funcionando la alarma, etc.
 
Por último, indicar que este dispositivo también requiere un mantenimiento muy
básico que podemos hacer cualquiera de nosotros, apretando al menos una vez al mes
el botón de test, con el fin de que salte (desconecte) para luego rearmarlo. Si además
realizamos un mantenimiento anual por un técnico disparando el diferencial y
comprobando sus funciones de disparo con un comprobador de diferenciales, mucho
mejor.

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