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República Bolivariana De Venezuela

Universidad Pedagógica Experimental Libertador


Instituto Pedagógico De Barquisimeto
Dr. “Luís Beltrán Prieto Figueroa”

Br. Aranguren Roberth


Asig.: Seminario de Historia de América
Profesor: Danny Saavedra
Sección: 9GH01

BARQUISIMETO, DICIEMBRE 2008


Critica Externa de la Obra
El Desarrollo del Capitalismo en América Latina

Ficha Bibliográfica

Cuevas, A. (1977) El Desarrollo del Capitalismo en América Latina. México: Siglo


XXI Editores. Págs. 238

Información del Autor


Agustín Cuevas

Agustín Cuevas (Ibarra, 1937-1992) fue un sociólogo de gran importancia en


Latinoamérica, por el conjunto de obras y ensayos que ha realizado sobre dicha
región, sin embargo el carácter de los distintos estudios que ha realizado, le han
permitido obtener el respeto y halago de diferentes personalidades del mundo
literario, como por ejemplo, El novelista Fernando Tinajero, quien expresa que en la
obra de Cuevas, se podría distinguir “una vertiente sociológica, otra de carácter
político y una tercera de crítica literaria -sin descartar todavía el Cueva historiador”
en resumen dichas palabras denotan la complejidad con la cual escribía, el ensayista
ya mencionado y por lo cual no se puede delimitar su discurso científico, bajo una
perspectiva sociológica, histórica o política, sino que conjuga los distintos ámbitos
científicos. Además de ello en 1991 fue galardonado con el Premio “Eugenio Espejo”
en reconocimiento a su labor científica social.

Por otra parte entre las obras que se pueden destacar del Sociólogo Cuevas,
resaltan: Entre la ira y la esperanza (Quito, 1967); Dos estudios literarios (Cuenca,
1968); Literatura ecuatoriana (Buenos Aires, 1968); El proceso de dominación
política en el Ecuador (México, 1972); El desarrollo del capitalismo en América
Latina -Premio Ensayo Editorial Siglo XXI- (México, 1977); Teoría social y procesos
políticos en América Latina (México, 1979); Lecturas y rupturas (Quito, 1986); La
teoría marxista (Quito, 1987); Tiempos conservadores. América Latina y la
derechización de Occidente -compilador- (1987); Las democracias restringidas de
América Latina en la frontera de los años 90 (1989); Literatura y conciencia histórica
en América Latina (Quito, 1993).

Información de la fuente o medio que publica la obra

La editorial que publica la Obra El Desarrollo del Capitalismo en América


Latina de Agustín Cuevas, es Siglo XXI Editores, la cual fue fundada en México por
el argentino Arnaldo Orfila Reynal, quien cabe destacar había participado también en
la creación del sello estatal Fondo de Cultura Económica, junto a otros 400
intelectuales que colaboraron y pusieron un mínimo de capital cada uno, así surgió
entonces Siglo XXI Editores de México en el año de 1965.

La Editorial Siglo XXI se ha caracterizado desde sus inicios por publicar


obras de carácter izquierdista o que utilizan la metodología marxista y en ese sentido
es de destacar la obra de Agustín Cuevas. Por otra parte es de mencionar que la
editorial cuenta con diversas sedes asentadas en otros países tales como Argentina
donde se funda en el año de 1966, posteriormente en 1967 llega y se consolida en
España.

Esta Editorial no solo se ha dedicado al campo de la Historia, sino que


también cuenta con una amplia cantidad de colecciones publicadas en diversas
ciencias y ramas, de las cuales es de destacar Antropología,
Arquitectura y Urbanismo, Artes, Ciencia y Técnica, Creación literaria,
Criminología y Derecho, Cultura y creación intelectual, Diccionarios, Diseño y
comunicación, Economía y Demografía, Educación, entre otras. En la actualidad, en
lo que respecta a su sede en México cuenta con un total de 1500 títulos y su Director
General es Jaime Labastida.

Motivaciones del Autor para escribir la Obra

Se denota en el estudio del prologo escrito por Cuevas en su obra o ensayo El


Desarrollo del Capitalismo en América Latinas, que el motivo por el cual escribe la
misma, es debido, en primera instancia, a la incertidumbre y pasión por la
investigación docente e Histórica.

Asimismo se denota en el discurso, que es una obra inspirada por la


colaboración en continuas discusiones con los alumnos en los Seminarios de la
División de Estudios Superiores de la UNAM y que responde a una necesidad por
parte del autor de exponer y aclarar la modalidades de desarrollo del capitalismo en la
región latinoamericana y todo el proceso que el mismo ha conllevado

Por último es de resaltar que El Desarrollo del Capitalismo en América Latina


de Agustín Cuevas, participó y se le otorgó en 1977 el Premio Editorial Siglo XXI,
por la cual fue esta editorial la que financió su publicación y ha sido tal la
importancia de la obra de Cuevas, que ha presentado ocho ediciones y ha sido
traducida al Holandés, Japonés y Portugués.
Critica Interna de la obra
El Desarrollo del Capitalismo en América Latina

La obra “El Desarrollo del Capitalismo en América Latina” escrita por el


Sociólogo Agustín Cuevas, aborda de una manera compleja y profunda las
modalidades que ha asumido el desarrollo del capitalismo en América Latina
tomando en cuenta para ello, las especificidades de cada formación social, es decir,
de cada nación Latinoamérica, pero sin perder en ningún momento el análisis global
característico de todo estudio marxista, y e allí entonces, uno o tal vez el aspecto
fundamental de la obra de Cuevas, y es que a la hora de enfatizarse en el análisis del
desarrollo del Capitalismo en América Latina, lo hace utilizando categorías propias
del Materialismo Histórico, pero no se queda en la ortodoxia de adaptar la realidad a
la teoría, sino a la inversa, adapta la teoría a la realidad, ello se puede denotar
fácilmente, cuando denomina a la época que transcurre desde finalizada la época
colonial hasta finales del siglo XVII, donde se percibe la influencia en la realidad
latinoamericana de elemento “semifeudales” y “semiesclavista”, como una formación
o una estructura precapitalista, termino que han convenido utilizar los analistas
marxistas, debido a que en dicha época en América Latina no se percibió el
predominio total de características feudales o esclavista, sino, que como ya se dijo, se
presentan características particulares de estos modos de producción. Sin embargo no
se trata aquí de realizar un análisis de la terminología utilizada por Agustín Cuevas en
la Obra ya mencionada, sino de someter a crítica y contraste los planteamientos del ya
mencionado autor.

El análisis que realiza Cuevas (1977) del desarrollo del Capitalismo en


América Latina, lo resume en un total de 12 capítulos en su obra, en los dos primeros
expone las estructuras y la globalidad problemática del capitalismo en América
Latina desde finalizada la época colonial y comienzos de las republicas hasta 1870, si
se quiere establecer un exacto cierre cronológico del análisis que realiza el autor,
dichos capítulos han sido una temática ampliamente estudiadas por otros autores,
pero enfocándolo de manera distinta, tales como Córdoba (1979) que estructuraliza
dicha época en función del carácter de las inversiones, ya sean indirectas o directas, o
hasta el propio Brito (1975) que en su obra Historia Social y Económica de
Venezuela estructuraliza en función de las transformaciones del sistema capitalista, y
al parafrasear al autor anteriormente nombrado, plantearía “una época caracterizada
como de capitalismo de libre concurrencia anterior a 1870, y otra posterior a ésta,
caracterizada por la transformación en capitalismo monopólico”; lo peculiar de
Cuevas, es que realiza su análisis combinando estas características en función de lo
que busca proponer, los otros capítulos compete en el análisis de las relaciones, la
infraestructura y la superestructura de las distintas formaciones sociales
latinoamericanas fundadas en la estructura capitalista, pero es de aclarar de
inmediato, que no se trata de exponer los planteamientos que se realizaron en cada
capitulo, sino de hacer un análisis lo mas sustentado posible y con un carácter global
y no descriptivo de cada capitulo, de manera que no es de extrañar que se utilice
también planteamiento para reforzar o contrastar por el contrario los planteamientos
de Cuevas.

Con la celebre frase de Marini, citado por Cuevas (1977), como es, el que “no
es porque se cometieron abusos en contra de las naciones no industriales que éstas se
han vuelto económicamente débiles, es porque eran débiles que se abuso de ellas” (p.
31), es el abreboca que realiza Cuevas para hacer alusión a una realidad especifica, y
es que como lo plantea el autor anteriormente nombrado, la “debilidad inicial… se
identifica con la herencia colonial”, error de concepción o de visión en el cual han
caído ciertos analistas sociales, al catapultar a dicho planteamiento como totalmente
verdadero, pero que aunque no carece en su total amplitud de validez, se ha obviado
que Latinoamérica presentaba una estructura si se quiere débil en su globalidad en el
momento del dominio colonial, y a la vez que al abatir ese dominio, Latinoamérica en
el contexto de su inserción al sistema capitalista monopólico, es decir, en el ultimo
tercio del siglo XIX, se configura una matriz económica y social, en base primero a la
preexistente y a la resultante de la relación entre capitalismo Europeo y
Norteamericano.

Ahora bien, es importante tener por claro, que la herencia colonial y es uno de
los punto que propone Cuevas (1977) dejó dos aspectos estructurales fundamentales,
que van a determinar el tipo de relación que se configura, “un bajísimo nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas y relaciones sociales de producción basadas en
la esclavitud y la servidumbre” (p. 15), desde un principios dichos elementos o
aspectos colocan a la realidad latinoamericana en una posición no muy ventajosa con
respecto a las potencias capitalistas, pues como es de lógica, toda la dinámica de
relación dentro del sistema capitalista, supone por un lado acumulación y por otro
desacumulacion, en base a esa dinámica, las estructuras fijadas en la realidad
latinoamericana se insertarían en dicho proceso, y las estructuras fijadas a partir de la
herencia colonial, colocaban a América Latina como la región correspondiente al
polo de la desacumulacion.

Desacumulacion que se venia realizando incluso durante la época colonial,


pero que las condiciones reales en las cuales quedo Latinoamérica y comenzó, el
conjunto de sus formaciones sociales, la vida republicana la obligó a mantener dicha
relación, es decir, mientras en los principales centros capitalista se da la acumulación,
la región experimenta la situación inversa del proceso, relación, que aunque parezca
un planteamiento radical aun hoy no ha cambiado, y que continua no con el mismo
extremo que en aquella época, pero si se mantiene de una manera distinta y con
directrices diferentes, sin embargo no se busca aquí plantear una concepción
particular del significado de la inserción latinoamericana en el sistema capitalista,
sino de realizar una critica o ensayo a partir de los planteamiento de Cuevas (1977) en
la obra que ya se ha mencionado anteriormente.

Es entonces, de acuerdo a lo anteriormente descrito, uno de los aspectos


figurativos que compete a la primera fase de vida independiente del conjunto de
formaciones sociales de Latinoamérica, en la cual la relación que mantenía las
colonias con las metrópolis no cambian en el sentido de que continúan siendo áreas
de desacumulacion y dependientes, por ejemplo, el caso de Venezuela, que no lo
expone Cuevas en su obra, pero que de igual forma viene a significar o a demostrar lo
que se quiere plantear, y es que en Venezuela las Casas Comerciales se instauran
durante la Guerra de independencia y continúan de manera distinta, pero con el
mismo objetivo, la desacumulacion capitalista, en apoyo a ello Gallad (1980) plantea
lo siguiente

Persistían invariables en Venezuela los mecanismos depredadores que


utilizaban las Casas Comerciales extranjeras para monopolizar el
comercio exterior y remitir gruesa parte de los beneficios obtenidos en
territorio venezolano hacia sus países de origen… de esta forma
continuaba inalterable el proceso de descapitalización del país por causa
de la permanente transferencia al exterior del excedente económico. (p.
52) Venezuela entre el ascenso y la caída de la restauración liberal

Pero de igual forma es importante destacar lo que plantea Cuevas (1977) y es


que el sistema capitalista no había ampliado sus “tentáculos”, por así decirlo, en su
totalidad hacia Latinoamérica, pues aunque el carácter “abierto” de las economías
latinoamericana propiciaba o preemitiría ello, Cuevas (ob. Cit.) formula que aunque
existía un comercio exportador e importador en la realidad latinoamericana, su “ritmo
de desarrollo es extremadamente lento: en casi todas partes los niveles de comercio
internacional de 1850 no exceden a los de 1825”, con esto se quería formular, como
es verídico, el poco desarrollo de las relaciones capitalistas y para sustentar ello, el
mismo autor remite una situación característica de Nicaragua, donde el cacao se
mantuvo como patrón para representar valores incluso hasta comienzos del siglo XX,
haciendo eco también de la poca monetarización de la economía y en su totalidad del
poco desarrollo del sistema capitalista.

Sin embargo hacia 1870 cambia totalmente el panorama y hacia dicho año,
plantea Cuevas (1977) “la economía latinoamericana tomada en conjunto ya esta
bastante monetarizada… los primeros Bancos comienzan a aparecer” (p. 29). Sin
embargo, esa realidad mas que producto del desarrollo local de cada nación, es el
resultado de la transformación del capitalismo caracterizado por la libre concurrencia
hacia el carácter monopólico, lo interesante de dicho proceso es que en los principales
centros industriales, y parafraseando a Bito (1975), como Inglaterra, Francia,
Alemania y los Estados Unidos se produjo una enorme acumulación de capitales
debido a la aparición y dominio de la industria pesada, generándose un excedente de
capital que seria invertido en el conjunto de naciones latinoamericanas, a través de la
constitución de factores productivos, tales como los ferrocarriles e incluso la
constitución de bancos y e allí entonces la razón por la cual se constituyen las
primeras entidades bancarias en la región, pues es de lógica razonar, que las
estructuras precapitalistas de las naciones latinoamericanas, no daban abasto o
generaban los capitales suficiente para conformar entidades bancarias en el sentido
estricto de la palabra, es decir, prestamistas de ultima instancia y reguladores del
volumen de circulante, con esta breve descripción se quiso ahondar en la etapa que
configura a Latinoamérica después de 1870, aunque mas adelante se profundizará aun
mas en ello.

Sobre la base de una estructura precapitalista en su totalidad que se manifiesta


en la realidad latinoamericana se intenta la “problemática conformación del Estado
Nacional” y problemática porque una realidad precapitalista, y en palabras de Lukács
citado por Cuevas (1977), “presenta económicamente una unidad mucho menos
coherente que la capitalista” (p. 60) lo cual genera, que en tanto sea menor la forma
unitaria, menor será la capacidad organizativa de la sociedad y del Estado, de manera
que la estructura precapitalista va influenciar en su totalidad la organización de los
estados nacionales en Latinoamérica.

Con la afirmación anterior se quiere dejar a un lado el planteamiento de que la


capacidad organizativa va en función del mal entendido nivel de “civilización” que
presentes sus individuos integrantes, planteamientos con los cuales se quería delimitar
– y en cierta medida se logró – las distintas concepciones de los problemas que
presento en su totalidad Latinoamérica a la hora de su paso a conjunto de estados
nacionales, pues es una visión que hasta a la periodizacion de la ciencia histórica ha
llegado, cuando se periodiza a dicha etapa como la de anarquía atendiendo al
conjunto de fenómenos que se presentaron como por ejemplo, el caudillismo, el
militarismo, los regionalismo.

Sin embargo dicha visión o periodizacion carece de sentido científico, pues, y


en concordancia con la concepción materialista de la Historia, toda edificación de
determinado Estado Nacional, mas que depender del grado de civilización o de
madurez política, corresponde o se levanta sobre una base económica preexistente, así
que la estructura precapitalista, por su poca coherencia unitaria como lo formula
Lukacs, dificultó la capacidad organizativa del conjunto de estados nacionales
latinoamericanos. De manera que se debe reformar la periodizacion de la historia
Latinoamérica y en este sentido se entra en concordancia con Cuevas (1977) quien
expone que el periodo denominado como de “anarquía”, no es otra cosa que el
camino que deben recorrer hasta conformarse como verdaderos estados nacionales,
dicha etapa “corresponde en términos generales al desarrollo de una estructura que
partiendo de una situación de equilibrio inestable… llega a una situación de
predominio relativamente consolidado del modo de producción capitalista” (p. 41).

Al igual que el estudio de las formaciones de estados nacionales obliga


necesariamente a la confrontación de éste con la realidad estructural sobre la cual se
levanta, de igual forma el estudio de las luchas de clases y sus perspectivas
democráticas deben ser analizadas bajo las premisas de la concepción materialista de
la historia, es decir confrontándola con su estructura.

Ya se ha mencionado con anterioridad que la estructura que se fija en la


realidad latinoamericana en el contexto de la formación como conjuntos de estados
nacionales, es propia de una realidad precapitalista, donde salen a flote elementos
semiesclavistas y semifeudales, y es esa realidad la que limita las perspectivas de
lucha de clases, debido a que por una parte limita el conjunto de grupos o clases
sociales presente en dicha realidad y además de que no permite, ni estimula cohesión,
como lo formula Cuevas (1977) de los grupos desposeídos, con lo cual se dispersan
los esfuerzos de clase si es que se le puede denominar de esa manera, pues la misma
realidad precapitalista además de que dificulta acciones políticas en conjunto,
produce en palabras del autor citado anteriormente, “complejos sistemas de
diferenciaciones étnico – culturales capaces de conferir a la estructura clasista una
dimensión de castas , hecho que a su turno repercute sobre la lucha de clases
mediante la frecuente deformación o desplazamiento de los frentes de combates” (p.
53).

La estructura precapitalista en Latinoamérica, determinó que en su mayoría


los procesos independentista a excepción de Haití fuesen procesos dirigidos
fundamentalmente por los grupos o clases elites, que se presentaban como grupos
netamente configurados y con intereses políticos comunes y en parte es la misma
estructura la que le quita presencia popular en cuanto a las direcciones de estos
procesos, pero llegado el momento de la configuración de los Estados Nacionales, esa
misma realidad como se ha venido formulando no permite la configuración de las
clases dominadas en función de unos mismos intereses, en algunas partes porque las
realidades locales, como cita Cuevas en ejemplo a Colombia, no lo permiten, o por
ejemplo Haití, donde factores extranjeros terminan por desviar los proceso populares.

El caso de Venezuela, que expone el autor de la obra El Desarrollo del


Capitalismo en América Latina, en el cual hace alusión a la Guerra federal o “Guerra
Larga” en la cual tiene amplia participación el campesinado y escapa a los esquemas
estructurales propios del precapitalismo, haciéndose entonces presente, sin embargo a
pesar de ello, es la propia realidad la que determina el fracaso de este movimiento y
es que en palabras de Brito (1975) la ausencia de una Burguesía y del proletariado en
la estructura de clases de la sociedad venezolana es una primeras limitaciones,
además de que aunque el campesinado hizo presencia, como lo formula Cuevas
(1977), la realidad es que debido a la estructura precapitalista, son los terratenientes y
los caudillos militares quienes dirigen el levantamiento, propiciando que el
movimiento armado no cambiara la estructura de la realidad venezolana.

De manera que la estructura precapitalista al delimitar la organización del


campesinado y no presentar por otra parte un proletariado estrictamente configurado,
ello genera que las perspectivas democráticas de las luchas de clases, se queden
solamente en ello, es decir, en perspectiva.

Ya se ha analizado la formación del conjunto de estados nacionales


latinoamericano y la luchas de clases en el entorno de una estructura precapitalista,
ahora bien, el proceso de reversión capitalista, es decir, ya no de desacumulacion,
sino ahora de acumulación que viven los países latinoamericanos y en sentido se hace
alusión al proceso propiamente dicho de implantación del capitalismo en América
latina, tiene sus particularidades, y es que la acumulación originaria de capital que se
da en la mencionada región, ocurre cuando el capitalismo a nivel mundial entra en su
fase superior.

El carácter monopólico hacia al cual se transforma en la década de 1870 el


capitalismo europeo y norteamericano, formuló una situación que va a definir e
influenciar las formaciones sociales latinoamericanas, en ese sentido Cuevas (1977)
plantea lo siguiente

En efecto, desde el momento en que el capital, ahora monopólico, extiende


sus tentáculos en toda la extensión del globo, el propio desarrollo del
capitalismo imperial requiere de una afluencia sin precedentes de materias
primas y productos agropecuarios y que la segunda revolución industrial
vuelve posible un comercio en escala ampliada al revolucionar los medios
de transporte aun en la periferia. (p. 66 – 67) El Desarrollo del
Capitalismo en América Latina
De esta manera la fase superior del capitalismo, convierte a América Latina en
un área garantizadora de materias primas, para los principales centros industriales, a
saber, Inglaterra, Francia, Alemania y Estados Unidos, sin embargo no es tanto ello lo
que interesa destacar, sino las peculiaridades que esto genera en el proceso de
acumulación originaria de capital en la ya citada región.

Sin embargo es de aclarar que la acumulación originaria de capital dentro de


cada una de las formaciones sociales de Latinoamérica tiene también sus propias
particularidades, pero no corresponde hacer una exposición de cada uno de los casos,
sino de tomar las características generales de este proceso en Latinoamérica como
totalidad, y es que la acumulación originaria se identifica, como primer aspecto
fundamental de ella, la eliminación o el proceso de disolución del régimen esclavista
y por tanto la supresión del trafico internacional de esclavos, esto como medida para
proveer de mano de obra libre necesaria para el funcionamiento del modo de
producción capitalista, otras de las características es que en aquellas formaciones
sociales latinoamericanas como Chile, donde las relaciones feudales y esclavistas se
presentaban como débiles, la situación que genero la acumulación de capital solo vino
a reforzar y consolidad las condiciones del modo de producción capitalista.

Pero el aspecto más singular y significativo de la acumulación originaria de


capital en América latina, es que este proceso se manifiesta a través de la
concentración de la tierra, en Argentina y Uruguay se alambran los campos como
medida de institucionalización de la propiedad privada, pero en los casos de Paraguay
y sobre todo Haití, fuerzas exógenas comienzan un proceso de concentración de la
tierra, tomando entonces un carácter muy diferente, al de por ejemplo Venezuela que
aunque se vive el mismo proceso de concentración de tierras, éstas estaban en manos
de nacionales, aunque con el paso del tiempo y la entrada de las grandes industrias
petroleras, esa característica cambiaria, aunque no compete en este momento
profundizar con respecto a ello, lo que se quiere en sí, es mostrar que la acumulación
originaria en Latinoamérica, se manifestó a través de las tres características que se
han venido describiendo, pero teniendo en claro que son aspectos que se
complementan uno al otro.

De igual forma el excedente de capital que se genera en los principales países


capitalistas, como por ejemplo, Estados Unidos e Inglaterra va a generar un cambio
en el tipo de inversión que se manifiesta en las formaciones sociales latinoamericanas
anteriores a 1870, cuando predominaban las inversiones de tipo indirecta, es decir, a
manera de empréstitos, sin embargo a partir de 1870 con la transformación hacia
capitalismo monopólico, el carácter de inversión vendría a ser directo, es decir se
constituye o se manifiesta en la conformación de factores productivos, como por
ejemplo, el ferrocarril.

La presencia de factores productivos como el mencionado anteriormente, mas


que generar una dinámica y reactivación de la empobrecida economía
latinoamericana, generaría una mayor dependencia, porque mas que dirigida a
conectar internamente la actividad económica de cada país, la incursión del ferrocarril
en Latinoamérica, estuvo dirigido a desarrollar una economía hacia fuera, que
facilitase la exportación de las materias primas, tan necesarias para los principales
centros industriales.

Asimismo la acumulación originaria de capital que se manifiesta en


Latinoamérica en el contexto mundial en que el capitalismo se encuentra en su fase
superior, modificó o influenció la estructura social de las distintas formaciones
sociales latinoamericanas, y propició la aparición de una burguesía, pero atada a una
aristocracia terrateniente, ello va a repercutir en todo el sentido de la palabra, sobre la
modalidad del capitalismo que se desarrolle en América latina, se trata en si de una
economía agraria integrada al mercado internacional, donde lo que caracteriza es que
el excedente agrario no se invierte, sino que se gasta y en su mayoría en bienes de
importación, esto debido a que todo proceso de acumulación originaria de capital,
significa la creación también de un mercado interno dentro de la realidad donde se da
la acumulación de capital, pero cuando la economía que se integra al mercado
internacional, como es el caso latinoamericano, es de carácter agrario y carece de
actividades manufactureras, el mercado interno se convierte, como lo ha formulado
Cuevas (1977), en una prolongación del mercado metropolitano, el cual impregna de
sus productos manufacturados dicho mercado interno.

El desarrollo del capitalismo en América latina no vino a significar una


homogenización de las distintas características de las formaciones sociales
latinoamericanas, sino que al contrario acentuó las diferencias, por ejemplo, plantea
Cuevas (1977) que Argentina y Uruguay en el contexto de la acumulación,
presentaron un crecimiento económico nada desdeñable muy al contrario de Bolivia y
Haití, sin embargo muchos autores han caído en el error de enfocar estas diferencias
en base al producto especifico objeto de exportación en determinado país o a la época
exacta en que es insertada en el mercado internacional, para así justificar el porque de
las diferencias estructurales, sin embargo, la estructuración desigual y el
subdesarrollo de las distintas formaciones sociales de Latinoamérica no depende tanto
del producto que exporten o cuando se hayan insertado en el mercado internacional,
sino de la índole de los elementos precapitalista que se mantenían a la hora del inicio
de la acumulación, pues no es igual enfocar el estudio del desarrollo capitalista en
Chile, donde los elementos semifeudales y semiesclavista estaban en detrimento, que
hacerlo en Bolivia o Ecuador.

Tampoco se puede enfocar el problema partiendo del tipo de actividad, por


ejemplo Ecuador comenzó su proceso de inserción al capitalismo con una actividad
agroexportadora, Perú se inicio combinando la recolección y la actividad minera y
agrícola exportadora, y en ellos se presenta aun así, a pesar de las diferencias de
actividades, una problemática común, y es que su actividad exportadora a la hora de
inserción al capitalismo, presenta un marcado régimen de servidumbre que por
consiguiente degenerara en un bajo desarrollo de las fuerzas productivas.
Por otra parte, el carácter de la presión que realicen los factores exógenos
también entran a jugar un importantísimo papel, a la hora de configurar los distintos
desarrollos, al hacer de una formación social latinoamericana, complementaria o una
economía de enclave, o por el extremo, como ocurre en Haití, donde ni siquiera se
puede hacer señalamiento de economía de enclave, sino de una realidad convertida en
semicolonia.

Igualmente, en el contexto de la acumulación originaria del capital, se


configura el Estado Liberal Oligárquico que viene a significar una expresión
superestructural del proceso de implantación del capitalismo, en ese sentido es de
destacar en Guatemala, el régimen de Rufino Barrios (1873-1885), en Venezuela
Guzmán Blanco (1870-1888) así como en la mayoría de las formaciones
latinoamericanas; varios elementos son de mencionar en la conformación de los
liberales oligárquicos latinoamericanos, y es que estoy tenían como menester ejercer
una autoridad suprema, por encima de cualquier posición revolucionaria, son en sí,
como los define Cueva (1977) la palanca de la acumulación capitalista, pero también
son los encargados de mantener la trilogía dominante, por una parte el capital
monopólico, seguido de la Burguesía, que no es nacional, se trata de, para opinión
propia, una burguesía transnacional, y el ultimo componente de la trilogía, los
terratenientes.

Ya se ha mencionado que a cada formación social latinoamericana


corresponden ciertas particularidades de la modalidad de desarrollo capitalista y que
en el contexto de 1870 en adelante determino la aparición del Estado Liberal
Oligárquico, sin embargo plantea Cuevas (1977) que aunque resulta fácil determinar
la instauración de dicho estado, la lucha por la supresión de las relaciones
establecidas durante la etapa oligárquica, en búsqueda de una transformación
democrático – progresista, resulta al contrario totalmente difícil; Cuevas (1977) se ha
inclinado por plantear que la aparición del proletariado y su configuración como
clase, determino un gran paso en la búsqueda de esa transformación, mediante el
accionar político, pero es la desestructuración propia de la etapa postoligarquica, la
que genera la transformación, pues durante dicha etapa se va configurando o
fortaleciendo nuevos grupos, como por ejemplo en Venezuela, se va estructurando
una clase media y a la vez una burguesía intelectual, que son las que encaminan el
cambio.

También es de resaltar que de la inserción de la sociedad latinoamericana en el


sistema capitalista y del mecanismo básico de la acumulación, se deriva la
industrialización latinoamericana, la cual nace y se desarrolla estructuralmente
apegada a dicho mecanismo y que convierte, al sistema primario exportador en el
polo dinámico de la producción.

Un dato general que no se podría obviar en el estudio de la industrialización


latinoamericana, es que el conjunto de países inician dicha industrialización luego de
la segunda guerra mundial, aunque con ello no se esta diciendo, que esto haya sido
causa de la crisis del 29 y de las dos guerras mundiales, contextos en los cuales se
dificulta la importación; a partir de ese tipo de situaciones algunos autores han tratado
de plantear la tesis de que a poca posibilidad de importar mayor es la
industrialización que se obtiene o se desarrolla, sin embargo para los países
latinoamericano esa carece de una dosis de verdad y así los hechos mismos lo
comprueban, en los países centroamericanos después de 1930, es decir de la crisis, no
se aumento ni la capacidad productiva interna, ni se diversifico la exportación, en
México, según Córdoba (1974) “para 1930 el producto interno bruto había
descendido en un 12,5%...el valor de las exportaciones bajo en 1932 en un tercio con
respecto a las de 1929 y las importaciones se redujeron hasta ser inferiores a las de
comienzos de siglo” (p. 17-18), en Argentina, Chile y Ecuador se vivieron iguales
proceso de desbarajustes de la economía, demostrando así que los momentos de crisis
del sistema capitalista no generan efectos positivos, sino todo lo contrario, efectos
negativos.
No se disertara aquí acerca de los factores que impulsan la industrialización
latinoamericana, debido que para poder determinar ello, se debe gozar de todo un
conocimiento en materia de economía capitalista, de manera que para no generar
planteamientos no muy claro, es preferible no vacilar en formulaciones inconcretas,
pero lo que si se debe mención es que el contexto de 1943 a 1953, según Cuevas
(1977) se vivió en las economías latinoamericanas una expansión del modelo
primario exportador y se registro una tendencia dirigida al mejoramiento del
intercambio en el mercado.

En referencia al desarrollo industrial que se vive en el contexto de la


posguerra 1943 – 1955, Cuevas (1977) señala lo siguiente

El proceso de industrialización en América Latina se acelera


notablemente. En Argentina la producción industrial aumenta en un 50%
entre 1943 y 1955; en Chile, en alrededor de un 30% entre 1945 y 1952, o
sea el doble de velocidad que en 1929 – 1937; en México se duplica en el
lapso 1946 – 1956; en Brasil aumenta en un 123% entre 1947 y 1957. (p.
187) Ob. Cit.

Con lo anteriormente dicho se quiere destacar el auge que vive Latinoamérica


en el contexto de posguerra, patrón de desarrollo que en el cual se observa una
ampliación e incremento real del empleo, de los salarios y sobre todo es de destacar
una expansión del mercado interno, pero el desarrollo latinoamericano, no logro
desarrollar un mecanismo autónomo de acumulación, sino que continuo apegado al
modelo primario exportador y de la dependencia de éste al mercado internacional, de
manera que la industrialización vivida no era mas que una coyuntura del sistema
capitalista, es decir, una industrialización desde arriba y no una industrialización
generada en las bases, es decir, desde abajo.

De igual forma los Estados Unidos en el contexto de 1955 en adelante


triplifica la inversión directa, con lo cual impregna nuestro mercado interno y termina
por acabar con el mal entendido “proceso de industrialización” latinoamericano.
En el contexto de 1943 a 1953 también se van acumulando, con respecto a la
superestructura latinoamericana, una serie de contradicciones propias de la
infraestructura sobre la cual se levanta, el auge que se destaca en el contexto descrito,
consolida la clase media y otros grupos como el proletariado, con lo cual se dan las
distintas luchas por la instauración de procesos democráticos progresistas, de 1945 a
1948, señala Cuevas (1977), se da una experiencia socialdemócrata en Venezuela.

Pero es a partir de 1960 cuando las luchas sociales en América latina se


agudizan y comienzan a experimentarse cambios hasta en figuras de gran
trascendencia como la Iglesia Católica, en la cual emergen corrientes progresistas
revolucionarias, se fracturan las Fuerzas Armadas en Venezuela, en Brasil se revelan
los campesinos, es el resultados de los cambios generados propiamente por la
estructura capitalista, mas que por la acción política de un grupo especifico.

De esta manera se llega al contexto de 1970 en el cual, remite Cuevas (1977),


el sistema capitalista aunque no funciona armónicamente, tampoco es la antípoda de
ello, sino que América Latina, por el desarrollo Histórico que tuvo y que ha sido
planteado anteriormente, se encuentra ahora regida por las leyes que determinan el
movimiento del modo de producción capitalista y su condición histórica de
dependencia no han hecho otra cosa que acentuar el vigor de dichas leyes.

Por ultimo el mismo dinamismo del sistema capitalista ha generado


distribuciones de poder desfavorables para las clases populares, ya que ha estado en
manos básicamente de los grupos dominantes, ha declinado la importancia relativa
en e proceso productivo de los terratenientes, aunque se mantienen, y aparece como
señaladores de un contexto no muy grato, el poder de las transnacionales; de esta
manera Cuevas (1977) avizora y describe a la vez el contexto significativo y que
irradiara a parir de 1970, no alejado y de una manera idealista, sino en base a la
estructura capitalista y sus subsecuentes cambios en las estructuras de la formación
social latinoamericana.

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