Sei sulla pagina 1di 3

Constantino el Grande y su gran legado

“Constantino hijo de Constancio Cloro, y Elena, nació en el 285 en Naissus en


serbia, y pasó su juventud en la corte de Dioclesiano en Nicomedia.

Cuando el padre de Constantino murió, proclamaron el 25 de julio del 306


emperador a Constantino. Con la muerte de Galerio, Constantino cruzó los Alpes
para expulsar a Magencio de Italia y conquistar Roma. Tras la derrota de su rival
Majencio el 312 en la batalla del Puente Milvio. En esta batalla, según se dice,
adoptó el labarum, insignia militar formada con un monograma de Cristo” 1.

La conversión de Constantino al cristianismo fue de forma gradual; incluso se hizo


bautizar solamente en su lecho de muerte. Al poco tiempo la religión cristiana
gozará de tolerancia, y de favores por parte del imperio. De igual manera, hacia el
año 311 ya Galerio había demostrado gran tolerancia a favor de los cristianos.

Fue la iglesia la que gracias a Constantino formó unos estrechos vínculos con el
estado, cosa que le generaría muchas ventajas pero al mismo tiempo desventajas.
Ventajas en cuanto a la libertad al dogma, al culto etc, pero desventajas en cuanto
que no era dependiente de ella misma, sino también del estado.

Pero así como Constantino favoreció a la vida interna a la Iglesia, así también,
esto trajo problemas para él y para la misma Iglesia, ya que se presentan
contiendas de gran importancia en torno a la persona del Hijo. Es por eso que más
adelante Constantino decide convocar el Concilio de Nicea que él mismo precide
personalmente.

Con Constantino como emperador, también se generan cambios dentro del


imperio, como por ejemplo, se traslada la capital del imperio a Constantinopla, la
figura del Obispo de Roma es una de las más significativas de Occidente,
inclusos comparable con la de los orientales.

Se puede decir que Constantino fue una gran figura que marcó la historia de la
Iglesia, pero como tal, no fue quien la fundó. Constantino fue un impulso para que
el cristianismo pudiese tener una nueva “vida” sin estar escondiéndose o huyendo
de sus opresores. El apoyo de Constantino fue crucial, pero los valores éticos y
morales representados por la Iglesia, patentes por lo demás en el valor de los
mártires, fueron aún más importantes. La fe en la encarnación de los cristianos, la
calidad de su amor mutuo y su perdón, y la salvación completa ofrecida por su fe
son probablemente las razones más decisivas de su triunfo.
literatura de los primeros padres y apologistas
1
A Frazen, historia de la Iglesia, Sal Terrae, Santander, 2009.
La literatura prenicena, comprende los primero años de la Iglesia hasta el concilio
de Nicea convocado en el año 325. Precedente a este, muchos autores cristianos
quisieron compartir su conocimiento y escribir muchas obras tanto en defensa del
cristianismo, como impartir unas catequesis para que conociéramos a Dios.
En la etapa de los Pdres apostólicos, que se comprende en los siglos I/II la
doctrina sobre un solo Dios, Padre y Creador, es el núcleo y el trasfondo de lo
indiscutible. Es por eso que la divinidad de Jesucristo no niega no niega la
unicidad de Dios. Así pues los Padres se limitaban a testimoniar la predicación
cristiana.
Del mismo modo los apologistas con sus defensas en favor de la fe, miraban a
tres campos en lo que concierne a su literatura:
“Los paganos, a los que se les intenta mostrar que únicamente el Dios cristiano
puede ser el Dios verdadero. Los judíos, a los que se intenta demostrar que el
Dios de Israel, es el Padre de Jesucristo, y que esto no va contra el monoteísmo
del Antiguo Testamento. Corrientes dualistas, gnósticas y docetas, a las que se
intenta demostrar que no hay dos dioses. Las primeras reflexiones teológicas en
torno al misterio de la Trinidad, aparecen con los Apologetas” 2.
Algunos apologistas destacados fueron: Ireneo con su estructura trinitaria de la
salvación; San Justino con Apologías contra los paganos y su Diálogo contra el
judío Trifón; y otros pensadores como por ejemplo, Clemente de Alejandría y
Orígenes en el siglo III.
Así también los padres de la Iglesia y los padres apostólicos se destacaron por su
pensamiento en favor de la trinidad y la Iglesia. Podemos mencionar a algunos
padres prenicenos, como por ejemplo: Atanasio de Alejandría - Oraciones contra
los arrianos; San Clemente - Epístola a los Corintios; San Ignacio- las cuatro
cartas de Esmirna y las tres cartas de Alejandría de Tróade; y San Policarpo -
Epístola de Policarpo a los filipenses.
Toda esta literatura nos abre las puertas hoy al contexto con el que los primeros
cristianos tuvieron que enfrentarse, incluso también gracias a todos estos escritos,
se puede hablar con autoridad y con certeza de la historia antigua de la Iglesia
tanto de su formación, como de la propia vida interna de la Iglesia.

II Teología

2
J. M. Rovira Belloso: Tratado de Dios Uno y Trino, F. Villalobos, 82 Salamanca,1993.

Potrebbero piacerti anche