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Eso tengo que pedirte, oh mi Jesús adorado para adorarte y
servirte. Amen.
Style (04) Tiempo (80) Tono (00) Yo quiero ser, señor amado
TAN CERCA DE MÍ Como el barro en manos del
alfarero, Toma mi vida, hazla de
Tan cerca de mí, (2) nuevo, Yo quiero ser, un vaso
Que hasta le puedo tocar nuevo.
Jesús está aquí.
Te conocí y te ame
Míralo a tu lado por las calles, Te pedí perdón y me escuchaste
caminando entre la multitud, Si te ofendí perdóname señor
muchos ciegos van, sin quererlo Pues te amo y nunca te olvidare.
ver, llenos de ceguera espiritual.
TE VENGO A DECIR
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Hazme un instrumento de tu paz,
Te vengo a decir, te vengo a decir Que lleve tu esperanza por doquier
Oh mi salvador, que yo te amo a ti, Donde haya oscuridad lleve tu luz
que yo te amo a ti, con el corazón. Donde haya pena tu gozo señor.
Te vengo a decir, te vengo a decir
Toda la verdad, que te amo señor Maestro ayúdame a nunca buscar
Te quiero señor con el corazón. Querer ser consolado, como
consolar, Ser entendido como
Yo quiero cantar, yo quiero cantar entender, Ser amado como yo
de gozo y de paz, yo quiero llorar amar.
Yo quiero llorar, de felicidad, te
vengo a decir, Te vengo a decir, Hazme un instrumento de tu paz,
toda la verdad, Que te amo señor, Es perdonando que nos das
te quiero señor, con el corazón. perdón
Es dando a todos que tú nos das
Style (04) Tiempo (80) Tono (00)
Muriendo es que volvemos a
HAZME UN INSTRUMENTO nacer.
DE TU PAZ
HIJO DE DIOS
Bendices al hombre,
Que arrepentido
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Dame un nuevo corazón que te Porque tú me has dado el existir
alabe noche Y día, Dame un nuevo Porque tú me has dado cariño
corazón oh Jesús tu eres mi Guía. Me has dado amor.
Dame un nuevo corazón y que sea
Style (04) Tiempo (80) Tono (00)
morada Tuya. Dame un nuevo
corazón dame un nuevo corazón AMEMONOS DE CORAZON
dame un nuevo corazón aleluya.
Amémonos de corazón, amémonos
Quiero amarte mi Jesús, porque de corazón, No de labios ni de
estoy agradecido, tú me diste tu oídos (2) Para cuando Cristo
perdón, que es un don inmerecido, venga, para cuando cristo venga
dame un nuevo corazón y que (2) nos encuentre bien unidos. (2)
Sea morada tuya, dame un nuevo
corazón, dame un nuevo corazón. Como puedes tu orar
Aleluya. Enojado con tu hermano (2)
Dios no escucha la oración (2)
Si no te has reconciliado (2)
Style (04) Tiempo (80) Tono (00)
AMARTE SOLO A TI
Padre nuestro….
maría.
Dios te salve maría, llena eres de Santa maría, madre de dios, ruega
Miserere no bis
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Filis redemptor mundi deus Sedes sapiente
Causa nostrae laetitiae
Miserere no bis Vas spirituale
ORACION
Oh Dios todopoderoso y Eterno, mira el corazón de tu amantísimo
hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los
pecadores te ofrece y concede el perdón a estos que imploran tu
misericordia en nombre de tu mismo hijo Jesucristo, el cual vive y
reina contigo por los siglos de los siglos. Amen.
CONSAGRACION
Sacratísimo corazón de Jesús, el más humilde y generoso de todos
los corazones, lleno de gratitud ante tus beneficios, vengo a
consagrarme enteramente y sin reserva a ti. Permíteme ser dócil
instrumento de la voluntad del padre dios, como eres tú. Deseo
dedicar todas mis fuerzas a propagar la devoción a tu sagrado
corazón, para que haya en el mundo muchos corazones
semejantes al tuyo. Recibe hoy mi corazón, ¡Oh Jesús, hazte cargo
del mismo, cámbialo, purifícalo, hazlo digno de ti, humilde,
sencillo, cercano, generoso, como el tuyo. Llénalo de amor a los
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más necesitados de mis hermanos. Que sea uno de tantos
corazones de los santos que viven contigo en el cielo y de los que
luchan en este mundo por librarse del egoísmo y que están
consagrados a ti. Nunca permitas que me separe de ti. Que antes
prefiera morir que sepárame de tu adorable corazón. Sagrado
corazón de Jesús, sabes que mi deseo es ser fiel a Dios y amarte
siempre, en la vida y en la muerte, en el tiempo y en la eternidad.
Amen
ACTO DE CONTRICCION
Amantísimo Jesús mío, dad expresión a mis labios, abundantes
lagrimas a mis ojos y mucho sentimiento a mi pecho; para que yo
clame y llore tanto como os he ofendido. Bien conozco, señor, que
el fuego eterno del infierno, me espera para castigar mis
maldades; pero también sé que tenéis un corazón misericordioso,
lleno de amor inmenso y bondades infinitas, para borrar y por
donar millones de culpas. Oh lágrimas y corazón mío, tiempo es
este de volver por la honra y amor hacia un Dios que tengo tan
agraviado. Ay mi querido Jesús que os he ofendido y he pecado
mucho, ya os da voces mi corazón, pidiendo clemencia y
misericordia a ese corazón vuestro diciendo: Señor, peque,
misericordia; señor, misericordia por vuestro amor, pues que me
pesa de haberos ofendidos por ser vos quien sois y porque os amo
sobre todas las cosas. Abrid divino Jesús mis labios, inflamad mi
voluntad con el fuego de vuestro amor para que digna, atenta y
devotamente adore, bendiga y alabe vuestro corazón en esta
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novena, la que ofrezco a la mayor gloria de vuestra majestad para
el bien de mi alma. Amen.
PRIMER DIA
Oh corazón dulce y generoso de mi Jesús sacramentado, bien
único de mi vida, y tan fino y liberal amante para conmigo, que en
la víspera de vuestra muerte, al mismo tiempo que aquellos
infernales pechos, llenos de rencor y de perfidia, os preparaban
amarguras y tormentos que os acabasen la vida, me disponías voz
el dulcísimo panal y regalo de vuestro cuerpo sacramentado, que
sirviera de alimento celestial a mi alma y de fortaleza y consuelo
para todas mis tribulaciones y trabajos de este mundo, Oh dueño
mío, vuestro mismo cuerpo me dais para que le coma y tenéis en
ellos vuestras delicias, cuáles serían los ardores de vuestro
corazón, oh Jesús mío, al instituir tan admirable sacramento, para
que vuestra muerte y ascensión a la diestra de vuestro eterno
padre no privasen a los hombres de vuestra compañía,
permaneciendo siempre entre ellos dándoles vida eterna
ennobleciendo y levantando su bajeza y correspondiendo con
amor inexplicables finezas de un modo tan sublime, a sus
ingratitudes y ofensas. Alábenle los ángeles y las criaturas todas, y
consumid en mi cuando impedir pueda la decisión y un amor
perfecto hacia vos. Oh corazón siempre abrazado en divinas
llamas, encended el mío para que desfallezca en vuestro amor,
herido con una flecha de vuestra infinita caridad; y dichoso yo,
señor, si fuese tan penetrante la herida que muriese de amor
divino y volase mi alma a descansar en el seno de su creador y
redentor, para alabaros por una eternidad con vuestros escogidos
en la gloria. Amen.
SEGUNDO DIA
¡Oh corazón de mi Jesús sacramentado, lleno de amor, y
dignísimo ser adorado con infinitas alabanzas, cuantas os debo
dar por haberos quedado conmigo en el santísimo sacramento,
comunicando potestad a los hombres de consagrar vuestro cuerpo
y sangre, cuya fineza hicisteis con los pecadores y no con los
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ángeles y serafines! ¡Y cuantas os debo dar por haber sido mi
pobre pecho tantas veces vuestro sagrario y custodia! Yo quisiera
ser todo lenguas para daros dignas alabanzas y pregonar las
finezas de vuestro amor. Por ello os bendigan y glorifiquen todos
los espíritus angélicos, los justos de la tierra y bienaventurados en
el cielo, y sobre todos la Reina de los ángeles y de los hombres,
con corazón de madre, os ofrezca un sacrificio de alabanza por mí
su más ingrato hijo. ¡Oh corazón del cordero inmaculado! Yo
quiero vivir ya agradecido a vuestro amor en el sacramento, y
quisiera tener para recibiros la pureza de los ángeles, la luz y
conocimiento de los querubines y el encendido amor de los
serafines, para que ardiendo os recibiese, y abrazado en vuestro
fuego diera mi último aliento y respiración de mi vida. Amen
TERCER DIA
¡Oh corazón humilde y piadoso de mi Jesús sacramentado,
cargado con pesadísima cruz de mis muchas culpas y pecados!
¡Oh corazón amable y pacientísimo en sufrirme! Parece que
hemos andado a competencia los dos; vos con singulares finezas, y
yo con ingratitudes; vos con un amor que no tiene igual, y yo con
un menosprecio que no tiene semejante; voz, Jesús mío,
regalándome y dándome en el sacramento la dulzura de vuestro
corazón, y yo correspondiendo con culpas, cruz y espinas. Esta es
la recompensa con que ingrato he correspondido a vuestros
amores. Deseo ya borrar con mi sangre todas mis maldades;
compadeceos, pues de mi miseria y emplead ahora vuestra
paciencia en sufrirme, vuestra piedad en oírme y vuestra
misericordia en perdonarme. Yo busco la mirada por la puerta de
vuestro costado hasta penetrar en tan abrasado corazón, para que
en el mío se inflame en vuestro fuego y yo viva ardiendo y muera
en vuestro divino amor. Amen
CUARTO DIA
¡Oh corazón Amorosisimo y pacientísimo de mi amado Jesús
sacramentado, cuanto habéis padecido de injurias y ultrajes por
mi amor, ya de los sarracenos y gentiles, ya de los herejes y judíos,
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pues tomando estos con sus sacrílegas manos las hostias
consagradas las han profanado y ultrajado horrorosamente
saliendo sangre muchas veces aun de las heridas que les hicieron!
¡Oh, quien pudiese visitar todos los parajes donde fuisteis
vilipendiado y escarnecido, para derramar en ellos hasta la última
gota de sangre en honra y amor vuestro, y por testimonio de mi fe
a ese inefable misterio! Lastimado y piadoso corazón de mi Jesús
sacramento, bendita sea por siempre vuestra inmensa bondad
¡Quien tuviera un pecho todo abrasado en fuego celestial para
recogeros en él, defenderos de los ultrajes con que os martirizan
los ingratos hombres! Mi pobre corazón os ofrezco para que sea
centinela vigilante día y noche a la puerta de vuestros sagrarios,
con propósito de no desamparar el puesto, aunque pierda la vida
en manos de los rebeldes enemigos, ansiosos además de haceros
compañía debajo de una misma llave, para participar de todas las
delicias de vuestro amor y morir abrasado en sus llamas. Amen
QUINTO DIA
¡Oh corazón piadosísimo de mi Jesús sacramentado en la mesa
eucarística! De los que tienen carácter de cristianos, ¡Con cuantas
irreverencias se os ponen delante de los unos, con cuanta
desenvoltura y ninguna disposición se os acercan los otros, y
muchos con cuanta indiferencia os vuelven la espalda y os
olvidan, y lo que aún mas horror me causa que también se atrevan
muchos hasta recibiros en su seno viéndose en pecado mortal!
¡Oh ingratos y desconocidos! ¿Qué os ha hecho un corazón
inocente para tan rebeldes y viles tratamientos? ¡Oh mi Jesús!
Esta es la correspondencia de muchos cristianos, los hijos de
vuestra ley y de vuestro pueblo escogido. Digno es de llorarse
ciertamente con lágrimas de sangre. ¡Oh corazón de mi amado,
suavísimo en sufrirnos y pacientísimo en esperarnos! Aquí tenéis
mi pecho que aunque helado y frio, ya busca el abrigo del vuestro
para encenderse en vuestro fuego sagrado, ansioso de
compensaros las injurias que por mi amor padecéis en el
sacramento. Yo deseo vivir respirando siempre centellas de amor
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divino, en el que me abrase y encienda a todo el mundo, para que
los hombres todos os amen, alaben y bendigan. Amen
SEXTO DIA
¡Oh corazón misericordioso de mi amantísimo Jesús
sacramentado, finísimo amador y amado de mi alma, cuales serán
vuestros sentimientos al ver la soledad con que os dejan en ese
sagrario, y lo olvidado que estáis de muchos que ni aun quieren
recibiros en su pecho, y de otros que ni aun gustan de entrar en
los templos a visitaros, sobrándoles el tiempo para ver a sus
amigos, y vos, amigo de mi alma, favorecedor de todos y querido
vecino nuestro, sois desatendido y no acompañado ni visitado,
aun cuando estáis convidando con vuestro corazón, con vuestro
amor y misericordia, y aun cuando salís por esas calles buscando
al pobrecillo pecador enfermo! ¡Oh corazón paciente de mi dueño!
En esto han parado nuestras finezas, pagándoos en moneda de
ingratitud el encendido oro de vuestra caridad. ¡Oh amigos fieles y
esposas leales de Jesús sacramentado, suplid con vuestras
frecuentes visitas las que les niegan sus desagradecidos hijos, y
procurad arder como lámparas de caridad noche y día en su
presencia para gozar de celestiales consuelos! ¡Oh fuego que
siempre ardes, abrásame también a mí, consúmeme en tus
sagradas llamas, para que reciba yo frecuentemente a mi adorado
Jesús sacramentado, y en amor ardiendo viva y muera dentro de
su sagrado corazón. Amen
SEPTIMO DIA
¡Oh corazón benigno y afable de mi querido Jesús sacramentado,
rey y señor de todos los corazones! Vos sois el consuelo para mi
alma, el centro de todos mis deseos y la delicia de mis amores.
Quisiera con mis lágrimas resarcir asimismo todos los desprecios
y desacatos que sufrís en ese sacramento. Aun en vuestra casa
hieren y traspasan muchos son sus culpas ese vuestro corazón
conversando y riéndose estando vos manifiesto, debiendo antes
bien humillados temblar y estremecerse ante vuestra presencia.
Así, pues, cuando sacramentado esperabais obsequios y
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alabanzas, encontráis nuevas ingratitudes y agravios. ¡Oh corazón
pacientísimo por beneficio y amor de los hombres! Esos ultrajes
son nuevas espinas de vuestra pasión, y una lanza que otra os
traspasa.¬ ¿Todavía deseáis introducirnos en el corazón vuestro
por la llaga y herida misma que abrió el acero de la ingratitud?
Conocida y alabada por siempre sea vuestra infinita bondad. Yo,
pues, quisiera que mi pecho se derritiese como cera en el fuego de
vuestro amor para recibiros en él, resarciéndoos del modo que me
fuese posible cuantas ofensas estáis sufriendo por amarme y
perseverar para siempre en vuestra gracia. Amen
OCTAVO DIA
¡Oh corazón de mi querido redentor, amoroso Padre y dulce
esposo! Vos sois el jardín de todo mi recreo, la sola diversión de
mi alma y el refugio único de mi vida. ¡Oh corazón dulce de mi
dulce amigo consuelo en mis penas alivio para mis ansias, centro
y descanso de mi alma, inflamado y encendido todo en divino
fuego y con cuyo sagrado ardor se purifican y encienden nuestros
corazones! Lleno de flaquezas y de culpas no puedo unir el mío
con el vuestro pero vos si podéis, Jesús de mi vida, en la hoguera
de vuestro fuego purísimo, consumir todo cuanto impide tan
dulcemente con el vuestro así como lo han conseguido de vos
tanto bienaventurados. ¡Oh corazón deseoso de mi bien y de mi
felicidad! Yo más estimo un día como voz a solas en el secreto y
retiro de mi pecho y en rincón en vuestra casa, que diez mil con
los hijos de los hombres en los palacios y contentos del mundo.
Vuestras ardientes y vivas llamas, que tanto resplandecen y tanto
abrasan en el santísimo sacramento de la eucaristía, nos
enciendan con amor vuestro de tal suerte, que derramando sobre
nuestras almas celestiales dulzuras logremos en la comunión de
mañana lo que tanto desea vuestro amante corazón. Amen.
NOVENO DIA
¡Oh corazón de mi amado Jesús, hoguera inmensa de divinas
llamas y volcán ardiente del amor más fino para conmigo! Mi
corazón, anegado en el mar de vuestras finezas ya se aflige al ver
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que el fruto que ha cogido vuestro amor son espinas que os
lastiman, lanzas que os penetran y cruz que por muy pesada os ha
hecho caer en tierra. Oh Jesús de mi corazón, infinitamente
liberal y dadivoso, que aun después de haberme dado vuestro
cuerpo, y después de haber derramado vuestra sangre y muerto en
una cruz por amor a mí, disteis también hasta la sangre de vuestro
costado, herido y traspasado con una cruel lanza. Por ese corazón
llagado os pido que llenéis el mío de un fino amor a vuestra
bondad, de un odio eficaz a mi pecado, de una caridad abrasada
para con mis prójimos, de un menosprecio grande del mundo y de
una perseverancia final en esta tan sagrada devoción, para que yo
viva siempre amando solo a vos. Os suplico, Señor benignísimo,
por vuestra sagrada pasión y muerte que me libréis de todo
pecado y deis tiempo y ocasión para recibiros sacramentado antes
de morir, y que en el último suspiro de mi vida que yo diera, sea
en vuestro dulce y abrasado amor, saliendo de este mundo para
alabaros con los ángeles eternamente en la gloria. Amen
PRECES
Al corazón de Jesús para todos los días
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ORACION AL PADRE ETERNO
Eterno, amoroso y celestial padre, que habéis prometido conceder
cuanto se os pida por el corazón de vuestro amantísimo hijo; oíd
piadoso los clamores que da el mío a las puertas de vuestra
inmensa bondad, pidiendo, por el corazón adorable de mi Jesús,
que os dignéis comunicar las luces de vuestro conocimiento y las
llamas de vuestro amor a tantos malos cristianos, infieles y
herejes como en el mundo andan ciegos en las tinieblas de sus
errores, para que sea por ellos amado, alabado y glorificado
vuestro hijo Jesús, que murió por todos derramando su
preciosísima sangre. Es mi voluntad, amantísimo padre, ahora y
siempre, que en cada respiración mía se os multipliquen los actos
de amor, adoración y alabanza por la falta de correspondencia en
los que no os alaban ni os conocen y asimismo quiero desagraviar
a mí amado Jesús de las injurias, desatenciones y soledades que
padece en el santísimo sacramento. Imprimid, señor, en mi
corazón horror a la culpa y un santo temor hasta las más leves
faltas. Dadme pues una viva fe, muy encendida esperanza de
gozaros, y un ardiente deseo, de poseeros. Concédeme un corazón
devoto y abrazado en las llamas del vuestro, y además al favor que
os pido en esta novena a honra y gloria de vuestra majestad para
las operaciones y deseos de mi vida sean conformes con vuestros
divinos preceptos, y que cuando esta concluya logre los dulces
consuelos de vuestro inmenso amor. Amen.
ORACION
Oh amabilísimo Jesús, que con dignación soberana, por un nuevo
beneficio, habéis querido descubrir a vuestra iglesia el inefable
tesoro de vuestro corazón, concédenos señor, que podamos
corresponder agradecidos con los debidos obsequios al amor del
mismo, y resarcir las injurias que contra dicho afligidisimo
corazón han cometido los hombres desconocidos e ingratos. Que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amen.
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ORACION FINAL
Acordaos, oh dulcísimo Jesús, que jamás se ha oído decir que
haya sido abandonado ninguno de los que han acudido a vuestro
sagrado corazón, implorando su asistencia y reclamando tu
misericordia. Lleno y animado de esa misma confianza oh corazón
rey de los corazones, vengo a vos y gimiendo bajo el peso de mis
pecados, me postro en vuestra presencia, oh corazón sagrado, no
desprecies mi débil oración, antes bien dígnate oírla y acogerla
favorablemente. Mostradnos que sois el corazón del mejor de los
padres y haced que quien por salvarnos se ha dignado daros a
nosotros, reciba también nuestras suplicas por vos. Amen.
Viva Jesús, viva María, viva la gracia, muera el pecado, que viva
Jesús sacramentado, que viva el glorioso patriarca señor san
José, señor san Joaquín, señora santa Ana, a quienes
encomendamos nuestro corazón, cuerpo y alma, ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amén.
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