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La importancia de las emociones

La Emoción es una alteración rápida e intuitiva de nuestro estado de ánimo que


experimentamos sin darnos cuenta. Las emociones son provocadas por ideas,
recuerdos o acontecimientos que hacen que rápidamente actuemos en función de
lo que estamos sintiendo, las emociones, las empleamos como sistemas de
alarma que nos informan sobre cómo nos encontramos, qué nos gusta o qué
funciona mal a nuestro alrededor.

Es por todo ello que la toma de conciencia de éstas y su adecuado manejo son de
gran importancia para lograr nuestro bienestar psicológico y nuestra felicidad
personal e interpersonal. La mayor parte de la gente ha aprendido,
equivocadamente, que lo importante es sentirse siempre bien.
Esta idea nos lleva a tratar de evitar, a toda costa, lo que llamamos emociones
"negativas".

 Negándolas,

 "anestesiándonos" con alcohol, drogas o medicamentos,

 evitando enfrentarnos a la realidad a través de cualquier tipo de adicción:

Comida, deporte, trabajo, compras, sexo, etc.,

 buscando actividades peligrosas que nos provoquen fuertes descargas de


adrenalina,

 etc.

Los sentimientos se califican como positivos o negativos, cuando en realidad no


son ni buenos ni malos.

Deben de ser considerados como adaptativos o desadaptativos, adecuados o


inadecuados, dependiendo del momento en que surgen, su intensidad y la manera
en cómo nos afectan.

El miedo, ante una situación que pone en peligro nuestra vida, nos permite
protegernos.
En ese momento se considera positivo.
El miedo a la crítica de los demás, nos impide hacer muchas cosas y nos desgasta
constantemente, por lo que en esas situaciones, se calificaría como negativo.

Función de las emociones.

Las emociones o sentimientos, son muy importantes en nuestra vida, porque:

 Reflejan nuestro mundo interno.


Nos informan de cómo vivimos, en nuestro interior, lo que sucede a nuestro
alrededor.
Esto nos permite conocernos mejor y satisfacer nuestras necesidades y
deseos y entender muchas de nuestras conductas.

 Dirigen una gran parte de nuestras conductas.

 Nos indican cómo estamos evaluando y juzgando las diferentes situaciones


que vivimos.
 Nos ayuda a tomar decisiones, porque por mucho que analicemos y
pensemos sobre los pros y contras de las cosas, al final, lo que sentimos
como resultado de dicho análisis, nos lleva a elegir.

 Nos permite darnos cuenta de nuestros pensamientos y actitudes y nos


ayuda a cambiarlos, cuando es necesario. 

 Facilita nuestra adaptación al medio ambiente y nos ayuda a actuar


adecuadamente.
Por ejemplo:
El enojo nos indica que algo nos está molestando y nos motiva a
solucionarlo.
El miedo nos sirve para reconocer que nos enfrentamos a una situación que
puede ser peligrosa y nos ayuda a protegernos.
La tristeza nos señala que estamos frente a un hecho doloroso y nos
impulsa a una reorganización.
La alegría destaca circunstancias placenteras y benéficas y nos estimula a
buscar otras similares.

 Nos ayudan a relacionarnos mejor.

Expresar abierta y adecuadamente nuestras emociones, nos ayuda a


relacionarnos mejor, porque:

 Facilita una mayor intimidad.

 Permite que las otras personas nos conozcan mejor y nos puedan entender
con mayor facilidad.

 Cuando no expresamos nuestros sentimientos, las personas tienden a


suponer o adivinar lo que nos sucede y esto puede generar conflictos.
 Puede regular la conducta de los demás, porque les muestra que actitud
tomar frente a nosotros en esos momentos.

Las emociones conocidas como primarias (miedo, sorpresa, aversión, ira, alegría y
tristeza), son reacciones que pueden surgir de forma automática.
Son intensas y de corta duración.
Si cualquier emoción se prolonga, es porque está siendo "alimentada" por
nuestros pensamientos.

Cada persona vive y expresa sus sentimientos de una forma muy personal.
Esto sucede por su carga genética y por las experiencias vividas, que hacen que
perciba e interprete la realidad de manera diferente a los demás.

Por ejemplo:
Dos personas tienen que pasar junto a un perro grande.
Una de ellas puede "verlo" como peligroso, si en alguna ocasión fue mordido por
uno.
La otra puede "verlo" como hermoso y amigable, sobre todo si siempre tuvo perro
en su casa.
La primera persona, seguramente sentirá miedo y tratara de evitarlo, mientras que
la segunda se sentirá tranquila e incluso contenta y probablemente lo acaricie.

Las experiencias vividas, son como un cristal de color a través del cual vemos el
mundo.
Esta percepción influye en nuestras emociones.
Ciertas experiencias nos hacen ver todo a través de un lente sumamente oscuro y
otras, a través de uno claro y lleno de luz.

Sin embargo, nosotros podemos quitar ese cristal que distorsiona y afecta nuestra
manera de ver al mundo y de reaccionar ante él.
Cuando ese cristal empezó a ser parte de nosotros mismos, no teníamos la
capacidad, herramientas y fuerza necesarias, para evaluar y calificar
adecuadamente lo que vivimos y nuestra forma de reaccionar.

Hoy ya no somos esos niños o adolescentes vulnerables.


Hoy podemos ver las cosas desde un punto de vista diferente, porque somos más
fuertes y capaces.
Podemos solucionar los problemas o buscar ayuda, si la necesitamos.
Podemos manejar el dolor y nuestras emociones "negativas".

Los sentimientos son personales.

Nadie puede valorar, aprobar o descalificar nuestros sentimientos, porque las


emociones son subjetivas, basadas en nuestro aprendizaje y experiencias muy
particulares.
Lo que sí puede ser calificada es la manera de expresarlos.
Cada persona es responsable de sus sentimientos y de lo que hace con ellos.

Nadie puede obligarnos a tener determinadas emociones.

Una persona puede hacer o decir ciertas cosas, incluso con la intensión de
hacernos sentir mal.
Pero el malestar no surge de la conducta de la persona, sino de lo que nosotros
pensamos de su conducta, de sus palabras y de nosotros mismos.

Por ejemplo:
Una persona nos dice que somos muy tontos.
Si le creemos y pensamos que tiene la razón, nos podemos sentir devaluados o
humillados.
Si pensamos que nos quiere lastimar a propósito, nos enojamos.

Pero si nos decimos: "esa es su opinión, pero yo se que no soy tonto y no vale la
pena darle importancia a lo que dice", nos vamos a sentir tranquilos.
¿Qué puedes hacer?

Es importante aprender a detectar y aceptar nuestras emociones, para poderlas


manejar y no ser manejados por ellas.

También es necesario aprender a expresarlas adecuadamente, eligiendo:

1. La persona adecuada,

2. el momento y lugar correctos,

3. la forma de hacerlo.

Cuando expresamos una emoción, es importante hacerlo en primera persona (yo


me siento…) y no atacar o culpar al otro.
También es necesario ser claros y concisos, sin darle muchas vueltas, para que
los demás entiendan fácilmente lo que estamos expresando.

Recuerda que luchar contra nuestras emociones, aumenta nuestro malestar y


hace que nuestra atención y energía se centren en la emoción y no en la solución
del problema.
Lo mismo sucede cuando nos enfocamos en negarlas o en quejarnos de ellas.

Conoce más detalladamente, la relación entre nuestros pensamientos y


nuestras emociones.
Para controlar y disminuir las emociones que nos están perjudicando, necesitamos
reconocer y aceptar los pensamientos que las mantienen o incrementan y
modificarlos.
Esto no significa simplemente cambiarlos por un pensamiento contrario.
No se trata de cambiar el "no puedo, soy incapaz", por "si puedo, soy muy capaz",
si no me creo esto último.

Se trata de hacer un análisis objetivo y detallado del porqué de dicho pensamiento


y del motivo por el que es un pensamiento erróneo.

Recuerda que todo pensamiento que mantiene una emoción innecesariamente, es


erróneo y por lo tanto es necesario modificarlo.

Quizás, muchas personas vivimos el día a día sin ser muy conscientes de lo
que nos ocurre a nivel interno. Estamos concentrados en la rutina y las
obligaciones y no prestamos atención a nuestro mundo emocional, incluso muchas
veces intentamos negarlo bajo la creencia equivocada de que si no sentimos,
seremos más productivos, o más fuertes.

Tal vez, por este motivo, ha tenido tanto impacto entre los adultos la nueva
película de Pixar que nos ilustra sobre el valor y la importancia que tienen las
emociones a la hora de llevar una vida saludable desde el punto de visto
emocional y psicológico: “Del revés (Inside out)”.

En la literatura científica se han dado numerosas clasificaciones en cuánto


a cuáles son las emociones básicas que todos los seres humanos compartimos,
independientemente de cuál sea nuestro sexo, edad, cultura o país de nacimiento.
La clasificación más extendida es la que establece seis emociones básicas: ira,
tristeza, miedo, asco, sorpresa y alegría. Cada una de ellas nos ayuda a afrontar
los acontecimientos de la vida de distintas formas y a distintos niveles. Según
Reeve, experto en motivación y emoción humana, las emociones tienen 3
funciones principales. Nos ayudan a adaptarnos al medio y a los eventos que nos
suceden, nos acercan a las personas, lo cual es de vital importancia ya que somos
seres socialesque necesitamos de la interacción interpersonal, y además nos
motivan para lograr aquello que deseamos. Vamos a ir desgranando cuál es la
utilidad de cada una de estas emociones.

La ira sirve para defendernos, ya que nos permite movilizar la energía


necesaria para reaccionar ante un ataque y también nos ayuda a eliminar los
obstáculos que interfieren en la adquisición de un objetivo. Muchas veces se
asocia la ira con la agresividad, sin embargo, son constructos diferentes ya que
uno es una emoción y otro un comportamiento y no tienen por qué ir siempre de la
mano. La ira es una emoción natural que nos aporta energía para reaccionar ante
un evento concreto.

La tristeza nos ayuda a elaborar pérdidas, favorece la empatía y la cohesión


con otras personas. Es una emoción displacentera, pero altamente necesaria.
Aquellas personas que niegan esta emoción, no pueden elaborar eficazmente el
duelo por la pérdida de un trabajo, una persona querida o un objetivo vital.

 El miedo es otra de las emociones básicas que a casi todos nosotros nos
gustaría eliminar de nuestro repertorio emocional. Sin embargo, es altamente útil
ya que nos ayuda a mantenernos alejados de situaciones peligrosas y a sobrevivir.
Es cierto que a veces esta emoción nos invade dificultándonos afrontar
situaciones que no constituyen un peligro real, como puede ocurrir por ejemplo, a
las personas que padecen algún tipo de fobia. Estos casos son producto de
condicionamientos o aprendizajes previos que es necesario modificar, pero el
miedo en sí mismo es necesario y útil para la supervivencia.

El asco nos ayuda a evitar o escapar de situaciones desagradables. A


pesar de ser una reacción con un alto componente fisiológico, nos pueden dar
asco muchas cosas a parte de sabores o alimentos. Por ejemplo nos pueden dar
asco ciertas conductas y actitudes de algunas personas, lo cual nos ayuda a
mantenernos alejados de ellas.

La sorpresa es una emoción neutra, puede ser tanto negativa como positiva
en función de qué estímulo sea el que nos sorprende. La sorpresa nos permite
dirigir todos nuestros recursos atencionales para poder procesar la información
novedosa.

Por último, la alegría o felicidad nos ayuda a disfrutar de los


acontecimientos vitales, produce actitudes positivas hacia uno mismo y hacia el
resto de personas y fomenta distintos procesos cognitivos como la memoria o el
aprendizaje.

Si nos fijamos, la mayoría de las emociones básicas tienen una valencia


negativa, esto hace que muchas veces intentemos evitarlas para no pasar un mal
rato creyendo que así el malestar desaparecerá para siempre, lo cual es un gran
error. Según el estudio llevado a cabo por James J. Gross en el campo de la
regulación emocional, la supresión emocional tiene consecuencias negativas a
distintos niveles.

Por un lado, disminuye la expresividad afectiva, lo cual afecta


negativamente al grado de comunicación que la persona establece con su
entorno, ya que al suprimir las emociones, la persona es percibida por lo demás
como distante o desinteresada en entablar relaciones afectivas.

Está demostrado que a nivel fisiológico suprimir emociones genera una


activación importante del sistema nervioso simpático, lo cual provoca un aumento
de la tasa cardiaca y de la conductancia de la piel. Este sistema es el mismo que
está implicado en la respuesta de ansiedad, lo cual nos da una idea del estrés que
sufre el cuerpo cuando intentamos suprimir las emociones. Además, la supresión
emocional requiere también un alto esfuerzo cognitivo, lo cual repercute en
nuestro rendimiento mental al entorpecer por ejemplo, nuestra capacidad para
retener información.
Por tanto, es inútil seguir intentando suprimir aquellas emociones que no
nos guste sentir, porque aunque puedan resultar desagradables a corto plazo,
todas tienen su función y todas nos ayudan a vivir nuestra vida de forma
saludable.

Las emociones ejercen una gran fuerza sobre nosotros e influyen en nuestro


pensamiento y nuestra conducta, por eso tienen un gran peso en el estudio de la
psicología. En los últimos años, han surgido distintas teorías que intentan explicar
el cómo y el porqué de las emociones humanas y, además, en el mundo de la
psicología, la inteligencia emocional ha ido ganando terreno por sus
beneficios en el bienestar de las personas y el desarrollo emocional.

Conceptos como validación emocional, autocontrol emocional o gestión


emocional, nos resultan cada vez más familiares, y tanto en el mundo
organizacional como en el deporte, la correcta gestión emocional está íntimamente
relacionado con el rendimiento.

Artículo para profundizar: "Las emociones básicas son cuatro, y no seis como


se creía"

Emociones: ¿qué son exactamente?

Las emociones se suelen definir como un complejo estado afectivo, una


reacción subjetiva que ocurre como resultado de cambios fisiológicos o
psicológicos que influyen sobre el pensamiento y la conducta. En psicología, están
asociadas a distintos fenómenos, incluidos el temperamento, la personalidad, el
humor o la motivación.

Según David G. Meyers, un psicólogo experto en emociones, las emociones


humanas implican “arousal fisiológico, comportamiento expresivo y experiencia
consciente”.
Teorías de la Emoción

Las teorías más importantes de la emoción se pueden agrupar en tres


categorías: fisiológicas, neurológicas y cognitivas.

Las teorías fisiológicas sugieren que las respuestas intracorporales son las
responsables de las emociones. Las teorías neurológicas proponen que la
actividad en el cerebro llevan a respuestas emocionales. Y, finalmente, las teorías
cognitivas argumentan que los pensamientos y otras actividades mentales juegan
un papel esencial en la formación de las emociones. 

Pero, ¿qué teorías de la emoción existen? A continuación te presentamos las


teorías más conocidas de la psicología emocional.

Teoría evolutiva de la emoción (Charles Darwin)

La teoría evolutiva de la emoción tiene su origen en las ideas de Charles Darwin,


que afirmaba que las emociones evolucionaron porque eran adaptativas y
permitían a los seres humanos sobrevivir y reproducirse. Por ejemplo, la
emoción del miedo obligaba a las personas a luchar o evitar el peligro.

Por tanto, de acuerdo con la teoría evolutiva de la emoción, nuestras emociones


existen porque nos sirven para sobrevivir. Las emociones motivan a las personas
a responder de forma rápida ante un estímulo del ambiente, lo que aumenta las
probabilidades de supervivencia.

Además, entender las emociones de otras personas o animales también juega un


rol crucial en la seguridad y la supervivencia.

Teoría de la emoción de James-Lange

Ésta es una de las teorías fisiológicas de la emoción más conocidas. Propuesta de


manera independiente por William James y Carl Lange, dicha teoría sugiere
que las emociones ocurren como consecuencia de las reacciones
fisiológicas a los eventos.

Además, esta reacción emocional es dependiente de la manera como


interpretamos esas reacciones físicas. Por ejemplo, imagina que caminas por el
bosque y ves un oso. Comienzas a temblar y tu corazón se acelera. Según la
teoría de James-Lange, interpretarás tu reacción física y concluirás que estas
asustado: “Estoy temblando y, por tanto, tengo miedo”. Así pues, esta teoría
afirma que no tiemblas porque estás asustado, sino que estas asustado porque
tiemblas.
Teoría de la emoción de Cannon-Bard

Otra teoría de la emoción muy conocida es la de Cannon-Bard. Walter Cannon no


estaba de acuerdo con la teoría anterior por distintos motivos. Primero, sugirió
que las personas experimentan las reacciones fisiológicas asociadas a las
emociones sin sentir la emoción. Por ejemplo, el corazón se puede acelerar
porque practicas deporte, no necesariamente por el miedo. Además, Cannon
sugirió que sentimos las emociones al mismo tiempo que las reacciones
fisiológicas. Cannon propuso esta teoría en los años 20, pero el fisiólogo Philip
Bard, durante la década de los 30 decidió ampliar este trabajo.

Concretamente, esta teoría sugiere que las emociones ocurren cuando el tálamo
envía un mensaje al cerebro en respuesta a un estímulo, lo que provoca una
reacción fisiológica. Al mismo tiempo, el cerebro también recibe un mensaje sobre
la experiencia emocional. Esto ocurre de forma simultánea.
Teoría de Schachter-Singer

Esta teoría forma parte de las teorías cognitivas de la emoción, y sugiere que la
activación fisiológica ocurre primero. Después, el individuo debe identificar las
razones de esta activación para experimentar la etiqueta de la emoción. Un
estímulo provoca una respuesta fisiológica que entonces es interpretada y
etiquetada de forma cognitiva, lo que se convierte en la experiencia emocional.

La teoría de Schachter y Singer está inspirada en las dos anteriores. Por un lado,
igual que la teoría de James-Lange, propone que las personas infieren sus
emociones a partir de las respuestas fisiológicas. Ahora bien, se diferencia de ésta
por la importancia de la situación y la interpretación cognitiva que los individuos
hacen para etiquetar las emociones.

Por otro lado, igual que la teoría de Cannon-Bard, también sostiene que que
reacciones fisiológicas similares provocan una gran variedad de emociones.
Teoría de la evaluación cognitiva

Según esta teoría, el pensamiento debe ocurrir antes que la experiencia de la


emoción. Richard Lazarus fue el pionero en esta teoría, por lo que ésta suele
recibir el nombre de la teoría de la emoción de Lazarus. En resumen, este
artefacto teórico afirma que la secuencia de eventos primero implica un estímulo,
seguido de una emoción. 

Por ejemplo, si estás en un bosque y ves un oso, primero pensarás que estás en
peligro. Esto provoca la experiencia emocional de miedo y la reacción fisiológica,
que puede acabar en huida.

Teoría de las emociones del feedback facial

Esta teoría afirma que las expresiones faciales están conectadas con la
experiencia emocional. Hace ya un tiempo, tanto Charles Darwin como William
James notaron que, en ocasiones, las respuestas fisiológicas tenían un impacto
directo sobre las emociones, más que simplemente ser una consecuencia de la
emoción. Según los teóricos de esta teoría, las emociones están relacionadas
directamente con los cambios producidos en los músculos faciales. 
Por ejemplo, las personas que tienen que forzar su sonrisa en un ambiente social
determinado, se lo pasarán mejor que aquellas personas que tengan una
expresión facial más neutra.

La relación de las emociones con el bienestar

En la última década, la teoría de la inteligencia emocional ha comenzado a ganar


terreno. Este tipo de inteligencia, que comenzó a hacerse popular gracias a Daniel
Goleman, tiene su origen en la visión de la inteligencia del profesor Howard
Gardner, la teoría de las inteligencias múltiples. 

Son numerosos los estudios que afirman que la inteligencia emocional es clave
para el bienestar de las personas, pues el autoconocimiento, la regulación
emocional o la empatía afectan positivamente al bienestar psicológico de los
individuos, así como a las relaciones personales o el desarrollo laboral o
deportivo. 

Para saber más sobre la inteligencia emocional, te recomendamos la lectura de


los siguientes artículos:

 "¿Qué es la Inteligencia Emocional? Descubriendo la importancia de


las emociones"
 "Los 10 beneficios de la inteligencia emocional"

Clasificación de las emociones (tipos)

Pero, ¿cómo se clasifican las emociones? Existen distintos tipos de emocione,


a continuación puedes encontrar una lista con una breve explicación de cada una
de ellas. Ten en cuenta, sin embargo, que no se trata de una clasificación
definitiva, ya que ninguna plasmará al 100% cómo se agrupan y se relacionan
entre sí las emociones; simplemente, es una clasificación útil.

1. Emociones primarias o básicas

Las emociones primarias también se conocen como emociones básicas, y


son las emociones que experimentamos en respuesta a un estímulo. Para Paul
Ekman, las afirmó que las emociones básicas son 6: tristeza, felicidad, sorpresa,
asco, miedo e ira. Todas ellas constituyen procesos de adaptación y, en teoría,
existen en todos los seres humanos, independientemente de la cultura en la que
se hayan desarrollado.

Sin embargo, recientemente, una investigación llevada a cabo por la Universidad


de Glasgow, que se publicó Current Biology, concluye que no son seis las
emociones básicas, sino que son cuatro. 

 Puedes saber más sobre este estudio en nuestro artículo: "Estudio


demuestra que las emociones básicas son cuatro, y no seis como se creía"

2. Emociones secundarias

Las emociones secundarias son un grupo de emociones que siguen a las


anteriores. Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo
después podemos sentir las emociones secundarias de amenaza o enfado,
dependiendo, claro está, de la situación que estemos viviendo. Las emociones
secundarias son causadas por normas sociales y por normas morales.

3. Emociones positivas

Dependiendo del grado en que las emociones afectan al comportamiento del


sujeto, éstas pueden ser o bien positiva o bien negativas. Las emociones
positivas también se conocen como emociones saludables, porque afectan
positivamente al bienestar del individuo que las siente. Favorecen la maner a
pensar, de razonar y de actuar de las personas. Por ejemplo, la alegría, la
satisfacción, la gratitud no provocan una actitud positiva frente a la vida y nos
hacen sentir experiencias que nos ayudan a sentirnos bien.

4. Emociones negativas

Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas, porque afectan


negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como
emociones tóxicas, y suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o
la tristeza son algunos ejemplos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas
cantidades y relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman parte
del proceso de aprendizaje, ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional
nos ayuda a recordar las consecuencias que tienen ciertas conductas (o
exponernos a ciertos contextos).

5. Emociones ambiguas

Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto


que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no
saludables. Por ejemplo, la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.

La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y


que nuestras experiencias presentan muchos matices.

6. Emociones estáticas

Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas.


Son aquellas que se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como
por ejemplo: la música o la pintura. 
Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero
esa sensación sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se
experimenta ante cualquier otra experiencia, ya que se vive en un contexto
artístico, mediado por símbolos y atribuciones sobre las intenciones del autor.

 Artículo relacionado: "Las 10 canciones que mejor nos hacen sentir


(según la ciencia)"

7. Emociones sociales

Las emociones sociales no se refieren a las emociones culturalmente


aprendidas, sino que es necesario que haya otra persona presente o de lo
contrario no pueden aflorar. Por ejemplo, la venganza, la gratitud, el orgullo o la
admiración, son emociones que sentimos respecto a otros individuos.

8. Emociones instrumentales

Las emociones instrumentales son aquellas que tienen como fin u objetivo la
manipulación o el propósito de lograr algo. Son complicadas de reconocer
porque puede parecer que sean naturales. Sin embargo, son emociones forzadas
y esconden una intención. En ocasiones, son fruto de la auto-sugestión:
someterse a ciertos contextos voluntariamente para hacer que una parte de esa
emoción tiña nuestra forma de comportarnos.

La importancia de la educación emocional

Muchas veces no nos damos cuenta de la importancia de la educación


emocional. En las escuelas, por ejemplo, están más preocupados por enseñarnos
a ser buenos profesionales, y dejan de lado el convertirnos en personas
emocionalmente inteligentes y emocionalmente sanas. La inteligencia emocional
ha demostrado ser una herramienta básica para nuestra salud mental y es, sin
duda, una forma de empoderarnos frente a la vida, de convertirnos en personas
mucho más preparadas para el día a día.¡Mucho más felices!

La inteligencia emocional es un término que se hizo famoso gracias a Daniel


Goleman, y desde entonces muchas investigaciones han afirmado que es positiva
no sólo para nuestra vida cotidiana, sino que en trabajo, el deporte e incluso la
educación, es altamente eficaz y aporta muchos beneficios para el rendimiento.

 Artículo relacionado: "Daniel Goleman: biografía del autor de la


Inteligencia Emocional"

Según Goleman, los componentes de la inteligencia emocional son:

 Autoconocimiento emocional
 Autocontrol emocional
 Automotivación
 Reconocimiento de las emociones de los demás
 Relaciones interpersonales
 Seguramente quieras saber más sobre esta teoría. Así que puedes visitar
nuestro post: "¿Qué es la Inteligencia Emocional? Descubriendo la
importancia de las emociones"

Referencias bibliográficas:

 Damasio, A. (2014). En busca de Spinoza: neurobiología de la emoción y


los sentimientos. Barcelona: Booket, 2014. ISBN 978-84-233-4615-8.

Al contexto educativo

El coeficiente intelectual (CI) y su medición se ha convertido en nuestra sociedad


en un referente de éxito académico, de modo que el alumnado con mayor
puntuación en los test de CI se relaciona con la consecución de mejores
calificaciones en la escuela.
Pero en el siglo XXI comienza a analizarse dicha situación llegando a la
conclusión de que la inteligencia académica no es suficiente para lograr el éxito
profesional y tampoco garantiza el éxito en la vida cotidiana. Es en este contexto
cuando surge la inteligencia emocional como una alternativa al CI.

El concepto de inteligencia emocional (IE) como tal fue propuesto por Salovey y
Mayer en 1990, a partir de las inteligencias intrapersonal e interpersonal de
Gardner. Según estos autores la inteligencia emocional está formada por
metahabilidades que se clasifican en cinco dimensiones que se constituyen como
habilidades innatas en todas las personas, ya sea en mayor o menor grado:

educacion emocional

El concepto de inteligencia ha ido siempre evolucionando y cambiando de acuerdo


a las tendencias de cada momento, aunque siempre ha existido una marcada
predisposición hacia su medición. De acuerdo a los intereses de los
investigadores, podemos establecer la siguiente clasificación de los modelos de
inteligencia (Salmerón Vílchez, 2002):

Modelos centrados en la estructuración-composición de la inteligencia: el interés


se centra en la búsqueda del factor o factores que componen-dominan en el
constructo de la inteligencia, sus relaciones, identificarlos para medirlos,
establecer sus relaciones y, en base a esas medidas y relaciones, poder describir
diferencias interindividuales.

Modelos centrados en el funcionamiento cognitivo de la inteligencia: su interés es


el conocimiento de los procesos que dirigen las acciones para intervenir
modificando cognitivamente las estructuras, de manera que la medición favorezca
otras estructuras más apropiadas y complejas que permitan mayor autonomía a
las personas en el aprendizaje y el conocimiento. En estos modelos destacan los
trabajos de Piaget, Vigotsky, Brunner o Wallon.

Modelos centrados en la comprensión global del desenvolvimiento social de las


personas en la búsqueda de su felicidad como necesidad vital: ello conlleva
necesariamente la consideración de que el funcionamiento de las personas en
sociedad se produce mediante cognición y sentimiento, predominando en algunas
situaciones comportamentales otras dimensiones diferentes a la cognición.
Gardner se asienta como uno de los investigadores más representativos de estos
modelos.

La educación de la inteligencia emocional ha de convertirse en uno de los


principales objetivos del ámbito educativo, proponiendo la formación en IE que de
forma explícita y curricular, a través de materias que contengan y resalten las
habilidades como vía para mejorar el desarrollo emocional del alumnado. La
práctica y el entrenamiento se convierten en la metodología más propicia para la
educación de la IE.

En este sentido el profesorado no debe centrarse únicamente en la enseñanza de


modelos de conductas correctas, sino que además ha de prestar atención a los
sentimientos y emociones. Se trata de comprender el comportamiento del
alumnado desde el punto de vista de las emociones y no solo de las conductas;
también se trata de enseñar una forma inteligente de sentir, de entrenar la IE.
En el contexto educativo los docentes se convierten en los principales líderes
emocionales del alumnado lo que implica el hecho de actuar como ejemplo y
modelo a imitar. El profesorado capaz de captar, comprender y regular las
emociones de su grupo conseguirá el equilibrio emocional del mismo.
Necesitamos de una formación del profesorado que complete esa carencia
formativa en el desarrollo de habilidades para gestionar nuestros pensamientos,
emociones y sentimientos, competencias a la se le ha dado una menor
importancia y que su adquisición conlleva a comprender mejor nuestra realidad, a
mejorar nuestras relaciones personales y profesionales y en definitiva a ser
capaces de ser más asertivos y felices en nuestras vidas. Como definición Salovey
y Mayer en 1990, definen la IE es: “una forma de inteligencia social que implica la
habilidad para dirigir los propios sentimientos y emociones y los de los demás,
saber discriminar entre ellos y usar esta información y la propia acción”.

Implicaciones de la Inteligencia emocional en el alumnado

El estudio de la influencia de la IE en el equilibrio psicológico y el bienestar


personal del alumnado ha sido de gran interés en los últimos años. Gran parte de
dichos estudios toman como referencia la propuesta de Salovey y Mayer (1997)
que definen la IE atendiendo a cuatro componentes (Fernández-Berrocal y otros,
2002):

Percepción: una buena percepción implica saber leer nuestros sentimientos y


emociones, etiquetarlos y vivenciarlos. Con un buen dominio para reconocer cómo
nos sentimos, establecemos la base para posteriormente aprender a controlarnos,
moderar nuestras reacciones y no dejarnos llevar por impulsos o pasiones
exaltadas.

Asimilación: las emociones y los pensamientos se encuentran fusionados y, si


sabemos utilizar las emociones al servicio del pensamiento, nos ayudan a razonar
de forma más inteligente y tomas mejores decisiones. Dominar nuestras
emociones y hacerlas partícipes de nuestros pensamientos favorece una
adaptación más apropiada al ambiente.

Comprensión: para comprender los sentimientos de los demás debemos empezar


por aprender a comprendernos a nosotros mismos. Si reconocemos e
identificamos nuestros propios sentimientos, más facilidades tendremos para
conectar con los del prójimo.

Regulación: una de las habilidades más complicadas de desplegar y dominar es la


regulación de nuestros estados emocionales. Consiste en la habilidad para
moderar o manejar nuestra propia reacción emocional ante situaciones intensas,
ya sean positivas o negativas. La regulación emocional se ha considerado como la
capacidad para evitar respuestas emocionales descontroladas en situaciones de
provocación o miedo, aunque este campo se está ampliando a la autorregulación
de las emociones positivas.

La falta de IE y la aparición de problemas en el alumnado

Los componentes de la IE incluyen habilidades para percibir, comprender y


manejar de forma adaptativa las propias emociones. La carencia de habilidades de
inteligencia emocional tiene sus implicaciones sobre el alumnado tanto dentro
como fuera del contexto educativo. Cuatro son las áreas fundamentales en las que
la falta de IE facilita la aparición de problemas de conducta en los estudiantes
(Fernández-Berrocal y otros, 2008):

IE y las relaciones interpersonales: una alta IE nos ayuda a ser capaces de ofrecer
a los que nos rodean una información adecuada acerca de nuestro estado
psicológico. Para poder controlar los estados emocionales de los demás hay que
ser capaz, previamente, de manejar bien los propios estados emocionales. Las
personas emocionalmente inteligentes no sólo son más hábiles para percibir,
comprender y manejar sus propias emociones, sino también para extrapolar estas
habilidades a las emociones de los demás. En este sentido, la IE desempeña un
papel fundamental en el establecimiento, mantenimiento y calidad de las
relaciones interpersonales.

IE y bienestar psicológico: existen investigaciones que proporcionan un marco


adecuado para conocer los procesos emocionales básicos que subyacen al
desarrollo de un adecuado equilibrio psicológico y ayuda a comprender mejor el
papel mediador de ciertas variables emocionales del alumnado y su influencia
sobre el ajuste psicológico y bienestar personal, por ejemplo, el modelo de Mayer
y Salovey.

IE y rendimiento académico: la capacidad para atender a nuestras emociones,


experimentar con claridad los sentimientos y poder reparar los estados de ánimo
negativos va a influir decisivamente sobre la salud mental de los estudiantes y
este equilibrio psicológico, a su vez, está relacionado y afecta al rendimiento
académico final. Las personas con escasas habilidades emocionales es más
probable que experimenten estrés y dificultades emocionales durante sus estudios
y, en consecuencia se beneficiarán del uso de habilidades adaptativas que les
permiten afrontar tales dificultades.

IE y aparición de conductas disruptivas: las habilidades que incluye la IE son un


factor clave en la aparición de conductas disruptivas en las que subyace un déficit
emocional. Los alumnos y alumnas con bajos niveles de IE presentan mayores
niveles de impulsividad y peores habilidades interpersonales y sociales, lo que
favorece el desarrollo de diversos comportamientos antisociales.Nota

Al alumnado capaz de regular sus emociones negativas y mantener las positivas


le será más fácil desarrollar competencias más elaboradas relacionadas con la
tolerancia a la frustración o la asertividad (por ejemplo, aceptar las críticas,
defender su postura de forma no agresiva, etc. (Extremera y otros, 2004).
Docentes e Inteligencia emocional

La IE se establece como un predictor importante del funcionamiento social y


personal de toda persona y se encuentra relacionada con un menor número de
conductas desajustadas y con un mayor comportamiento adaptado. Como ya
hemos mencionado anteriormente, la IE se relaciona con una serie de habilidades
como son la percepción, la valoración y expresión de de las emociones, el acceso
y generación de sentimientos, la comprensión de emociones o la regulación de las
emociones. En el caso de los docentes, podemos hablar de una relación entre la
IE y el ajuste personal y bienestar.

Actualmente nos encontramos ante un proceso de cambio de normativas


relacionadas con la educación y de objetivos a conseguir en la etapa de
escolarización. Asimismo, la afectividad y las emociones comienzan a convertirse
en temas importantes a tener en cuenta en todo proceso de enseñanza y
aprendizaje. El sistema educativo comienza a considerar las competencias
sociales y emocionales de los estudiantes como objetivos a alcanzar, pues
constituyen aspectos primordiales en su desarrollo y además se relacionan con el
éxito académico.

No obstante, para que los estudiantes desarrollen habilidades emocionales y


afectivas relacionadas con la IE, precisa de un docente que se convierta en su
educador emocional.

En este sentido, la competencia social y emocional del profesorado resulta


imprescindible para llevar a cabo procesos de enseñanza y aprendizaje efectivos
en cuanto a la consecución de dichos objetivos se refiere. Por tanto, se trata de
promocionar la inclusión socio-emocional en nuestras aulas, siendo conscientes
de que el profesorado se consolida como el referente principal en relación a
actitudes, comportamientos, emociones y sentimientos, para sus alumnos y
alumnas en el aula.

Ello implicaría la inclusión de nuevos campos de trabajo relacionados con la


inteligencia emocional como son la percepción, comprensión, regulación de las
emociones, relaciones interpersonales, comunicación, etc. formando a docentes
conscientes del papel que las emociones juegan en el aula.

Esta nueva incorporación conlleva implicaciones positivas en los resultados del


trabajo diario de los docentes que afectan a los procesos de aprendizaje, a la
salud mental y física, a la calidad de las relaciones sociales y al rendimiento
académico y laboral que puede contribuir a generar un buen clima de aula, a
disminuir el nivel de estrés propio de esta profesión, a la mejora de las relaciones
interpersonales con el alumnado, etc. Se trata de proyectar durante su labor diaria
una personalidad comprensiva que va más allá de la visualización de las
conductas de los estudiantes, pues se ha de profundizar en las emociones que
llevan implícitas dichas conductas, a la comprensión, a la creación de un clima de
diálogo y entendimiento, escucha activa, etc.

educación emocional en el contexto educativo


La formación inicial del docente ha de ir encaminada, entre otros aspectos, a
preparar un profesorado capaz de crear entornos de aprendizajes positivos que
fomenten el desarrollo, aprendizaje y bienestar del alumnado, a fin de ser el
contexto educativo un precursor del reflejo más positivo que una sociedad debe
demandar.

Un clima adecuado se relaciona con un desarrollo psicológico ajustado, un


desarrollo saludable, un aprendizaje óptimo, la disminución de conductas
disruptivas, buenas relaciones grupales y empatía emocional. Cuando somos
capaces de desarrollar en nuestro alumnado estas competencias emocionales
básicas, será fácil establecer otras capacidades como su autonomía,
responsabilidad y actitud crítica.

D E FIN IC IÓN D E SEN TIMIEN TO

Un sentimiento es un estado del ánimo que se produce por causas que lo


impresionan, y éstas pueden ser alegres y felices, o dolorosas y tristes. El
sentimiento surge como resultado de una emoción que permite que el sujeto sea
conciente de su estado anímico.

Los sentimientos están vinculados a la dinámica cerebral y determinan cómo


una persona reacciona ante distintos eventos. Se trata de impulsos de la
sensibilidad hacia aquello imaginado como positivo o negativo.
En otras palabras, los sentimientos son emociones conceptualizadas que
determinan el estado de ánimo. Cuando éstos son sanos, es posible alcanzar la
felicidad y conseguir que la dinámica cerebral fluya con normalidad. En el caso
contrario, se experimenta un desequilibrio emocional que puede derivar en el
surgimiento de trastornos tales como la depresión.
Los cambios en las cargas emocionales determinan las características de los
sentimientos. Las emociones pueden ser breves en el tiempo, pero generar
sentimientos que subsistan a lo largo de los años.
Básicamente, los sentimientos se clasifican en positivos (cuando promueven las
buenas obras) y negativos (si fomentan las malas acciones). Es común,
asimismo, que se recomiende luchar contra estos últimos para alcanzar
la paz interior. Buenos o malos, sin embargo, ambos grupos comparten la
imposibilidad de ser transmitidos con precisión.
Esta división de los sentimientos según parámetros de la moral y la ética resulta
muy inestable, ya que varía considerablemente dependiendo de los ojos que la
miran. La lucha por entender el bien y el mal es probablemente el legado más
antiguo que acarreamos como especie; nadie en su sano juicio se atrevería a
admitir públicamente que hace el mal a los demás, así como muy pocas personas
se privarían de gritar a los cuatro vientos que ayuda a los desfavorecidos.
Pero, ¿cómo saber si un sentimiento es positivo o negativo? Basándonos en los
ejemplos más populares, podemos decir que desear la muerte a alguien es malo,
mientras que alegrarnos por el nacimiento de un bebé sano es bueno. Si
aceptamos la veracidad de estas declaraciones, entonces surge una grave
contradicción entre dichos principios y algunas situaciones muy particulares, ésas
que nos obligan a cuestionarnos nuestros principios.
Cuando un niño es maltratado por un mayor, se crea en él un odio que, en muchos
casos, lo lleva a desear con todas sus fuerzas que su agresor muera. Claro está
que no se trata de pensamientos alegres o constructivos, y que siempre es
preferible trabajar para canalizar la ira de manera sana, pero sin duda resulta difícil
calificar de la misma forma los sentimientos de una víctima hacia su abusador que
la envidia de alguien por el coche de su vecino.
Esto nos lleva a una clasificación más compleja, que intenta ahondar en las
razones que dan origen a los sentimientos, para determinar, de alguna forma, si
son justificables. A pesar de todos los estudios que puedan realizarse acerca de la
sensibilidad humana, se trata de un terreno que parece imposible de dominar,
especialmente cuando entran en juego, por ejemplo, el amor, el odio, la
frustración y la pasión.
Con respecto a los sentimientos de la gente hacia la infancia, es difícil encontrar
un par de ojos que no se iluminen ante la noticia de un embarazo, o al ver
la sonrisa inocente de un niño. Sin embargo, esta alegría que la mayoría siente al
pensar en un nacimiento no parece hacer caso a ciertas problemáticas muy
relacionadas con la procreación humana, tales como la sobrepoblación y la
pobreza, dependiendo del caso.
Entristecerse por ver a una mujer embarazada no necesariamente significa odiar
la vida; al contrario, si se trata de una persona sin recursos, o que sufre de una
enfermedad terminal o bien que fue víctima de una violación, la decepción ante tal
cuadro podría ser la forma más positiva y productiva de reaccionar, la más
generosa para con la criatura que se gesta en su vientre.

Importancia de los Sentimientos

Sentimientos mientras que en el caso de los animales hablamos de sensaciones


puramente físicas o relacionadas con el impulso, en el caso del ser humanos
hablamos de sentimientos, aquellas expresiones que son combinación tanto de las
sensaciones físicas como de las construcciones psicológicas y anímicas que una
persona realiza ante determinados eventos. En este sentido, podemos señalar que
los sentimientos son una importante característica del ser humano ya que moldean
y transforman su personalidad, su carácter, su autoestima, su visión del mundo de
muy diferentes maneras.

Cuando hablamos de sentimientos hacemos referencias a las diferentes formas en


las que el cuerpo y la psiquis o la mente se expresan ante determinadas
situaciones. Así, algunos de los sentimientos más comunes son la alegría, la
tristeza, la ira, la paciencia, la tranquilidad, la ansiedad. Todos ellos se demuestran
a través de diferentes rasgos físicos (por ejemplo, la alegría a través de una
sonrisa o la tristeza con lágrimas), del mismo modo que también se representan a
nivel psicológico cambiando el estado de ánimo, el autoestima, la seguridad de
una persona.

Se entiende que la importancia de los sentimientos reside en el hecho de que son


diversas formas a través de las cuales la persona demuestra cómo diferentes
situaciones o vicisitudes afectan su personalidad y su carácter. Así, los
sentimientos son los fenómenos que nos constituyen desde lo más simple a lo
más complejo como individuos únicos, capaces de sentir muy diversas cosas y
completamente diferente, por ejemplo, a las máquinas. Los sentimientos hacen
que una persona se diferencie de una roca ya que la misma, al no ser un ser vivo,
no recibe ningún tipo de reacción ante el cambio. Los sentimientos humanos nos
colocan, además, mucho más cerca a nuestro yo más íntimo ya que es el
momento de mayor sentimentalidad aquel en el cual los estímulos surgen y se
hacen claramente visibles.

Teoría de los sentimientos

Carlos Castilla del Pino


JOSÉ ANTONIO MARINA22 noviembre, 2000

Tusquets. Barcelona, 2000. 377 páginas, 3.000 pesetas

Teoría de los sentimientos me parece una obra de gran madurez,


conceptualmente muy precisa, argumentalmente rigurosa, y de atrayente lectura.
El diálogo con este libro es iluminador. Les recomiendo que lo lean

“Entre tanta polvareda, perdimos a don Roldán”. El viejo romance puede aplicarse
a la psicología contemporánea. Entre miles de investigaciones minuciosas,
interesantes, valiosas y desordenadas, hemos perdido al sujeto humano. Los
posmodernos han anunciado su muerte, la psicología social lo diluye en una trama
de relaciones, las teorías de la personalidad, que deberían integrar el resto de las
teorías, se han convertido en una especialidad más dentro del hiperespecializado
espacio académico. Se acumulan las piezas de un fantástico puzzle sin encaje, y
necesitamos una síntesis, que resulta cada día más urgente y más difícil. Así las
cosas, me parece admirable el empeño de Carlos Castilla por elaborar una teoría
del sujeto que permita integrar y ordenar tanto saber disperso. En su Introducción
a la psiquiatría ya se propuso estudiar el continuo Psicología-Psi(pato)logía-
Psiquiatría. Las tres disciplinas tienen un objeto común: la conducta humana como
actividad dotada de significado. La palabra “psique” designa, precisamente, el
enigmático dominio donde el movimiento físico se transforma en conducta. El
sujeto es, fundamentalmente, el donador de sentido.

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Al introducir el significado, la intención, la expresión, en el corazón de lo psíquico,
era lógico que Castilla del Pino se interesara por el lenguaje. Su Introducción a la
hermenéutica del lenguaje lo prueba. No es un lingöista aficionado, sino un
investigador consecuente. El desarrollo de su sistema de psico(pato)logía le exigía
estudiar el lenguaje, y lo estudió. Utilizo la palabra “sistema” como un gran elogio.
Escribir un artículo sobre cualquier cosa es muy sencillo. Con un poco de
bibliografía, un poco de labia y unas gotas de descaro, se hacen maravillas. En
cambio, articular una teoría comprensiva y comprobable, es muy difícil.

Castilla lo ha hecho a distintos niveles. Con obras sistemáticas, como su


Introducción a la psiquiatría. Con monografías sobre temas concretos: Teoría de la
alucinación, Un estudio sobre la depresión, La culpa… Con pequeños estudios
sobre aspectos psicológicos importantes y esquivos: la obscenidad, el personaje,
el silencio, la envidia, la intimidad, la ironía. Se integra, además, en la larga
tradición de psicólogos y psiquiatras con muy buen estilo literario: Freud, Janet,
Jaspers, Lainh, Bruner, Luria, Rof Carballo, Sackes y muchos otros. La estructura
del sujeto es narrativa y hace falta talento narrativo para contarla bien.

Teoría de los sentimientos es un paso más en la construcción de su sistema. Para


él los sentimientos cumplen tres funciones: vincularnos a los objetos, expresar esa
vinculación, y organizar axiológicamente la realidad. Es decir, los sentimientos
revelan el mundo de los valores. Por ello, están inevitablemente relacionados con
la ética.

Castilla hace una interesante genealogía de los sentimientos. En el origen del


dinamismo emocional están las pulsiones, los deseos. O dicho con más rigor: el
deseo de posesión, al que llama protosentimiento, y que incita ya al recién nacido.
Para el bebé, el mundo se reduce a los objetos que puede poseer. La experiencia
va a convertir ese protosentimiento en un pre-sentimiento. La posesión de un
objeto provoca aceptación o rechazo: la primera gran polarización de la realidad
vivida. La experiencia continúa ramificándose y aparecen los sentimientos
propiamente dichos. Después, como evaluaciones afectivas de esos mismos
sentimientos, surgen los metasentimientos. La culpa y la vergöenza, por ejemplo.
Por tanto, protosentimientos, presentimientos, sentimientos y metasentimientos
son las etapas genealógicas de nuestra evolución emocional. El libro esboza una
cartografía de los sentimientos, estudia las estructuras emocionales más
consolidadas, los enrevesados problemas del self, y dedica un largo capítulo a
distinguir los sentimientos normales, anormales y patológicos.

Como epílogo incluye un trabajo titulado El sujeto como sistema, en el que retoma
y detalla sus ideas acerca del sujeto. Mantiene una tesis arriesgada, distinta a mi
juicio de la que sostuvo en su Introducción a la psiquiatría. El sujeto crea una
multiplicidad de yoes, cada uno de los cuales está diseñado para un contexto
determinado. Cada situación, cada actuación, exige un yo distinto. Esos yoes
expresan al sujeto que permanece en la sombra, como una misteriosa divinidad
impenetrable que sólo se manifiesta en sus encarnaciones. “El sistema del sujeto
comprende tanto al sujeto como los Yoes procedentes de él” (pág. 261).

Teoría de los sentimientos me parece una obra de gran madurez,


conceptualmente muy precisa, argumentalmente rigurosa, y de atrayente lectura.
Castilla del Pino utiliza con gran habilidad la documentación clínica, sobre todo
respuestas de pacientes al Test de Apercepción Temática (TAT) de Murray, y esos
ejemplos agilizan la narración y aclaran los conceptos. Son, pues, un gran recurso
expositivo y una convincente ilustración científica.

Hay dos puntos en los que no estoy de acuerdo con el autor. Primero: creo que
conviene separar el nivel pulsional del nivel sentimental. Segundo: no veo la
necesidad de identificar el Yo con la actuación, de modo que haya tantos yoes
como comportamientos o contextos. No conviene multiplicar los intermediarios,
decían los antiguos. De todas formas, el libro es tan consciente que en cuanto
termine este comentario me voy a repensar estos dos asuntos. Me interesa mucho
saber quién tiene razón, si Castilla o yo. El diálogo con este libro -el diálogo con su
autor, a quien admiro sinceramente- me resulta estimulante e iluminador. Les
recomiendo que lean Teoría de los sentimientos.

Un ejemplo sobre emociones y sentimientos

En pocas palabras, la emoción sería la primera reacción que experimentamos


frente a un estímulo y que tiene que ver con el sistema límbico. Y el sentimiento
sería el resultado de una emoción, y tiene su origen en el neocórtex,
concretamente en el lóbulo frontal. La respuesta a un sentimiento puede ser física
y/o mental, y está mediada por neurotransmisores como la dopamina,
noradrenalina y la serotonina. Asimismo, los sentimientos duran más que la
emoción, pues su duración proporcional al tiempo en que pensamos en ellos.

En nuestra vida cotidiana, los sentimientos se manifiestan todo el tiempo, por


ejemplo: Estamos en el trabajo, se acerca nuestro jefe y nos dice le acompañemos
a la oficina. Allí, nos comunica que desde la dirección no les gusta nuestro trabajo
y nos despiden. Casi constantemente el miedo se apodera de nosotros, lo que
sería la emoción.

Justo después, analizamos la situación y nos planteamos una serie de cuestiones:


“¿Por qué yo? ¿Qué habré hecho mal?” y comenzamos a experimentar tristeza y
lástima por tener que abandonar el puesto de trabajo, enfado, inferioridad,
incertidumbre por el futuro, etc. Esta segunda reacción modificada por nuestros
pensamientos conscientes, sería un sentimiento.
Artículo relacionado: "10 hechos psicológicos sorprendentes sobre los
sentimientos y las emociones"

Los componentes de la emoción

Cabe decir, pero, que el debate entre sentimiento y emoción viene de lejos y ha
sido un tema controvertido, pues son términos que se suelen confundir y utilizar de
forma indistinta. Uno de los primeros autores que habló sobre los emociones y los
sentimientos fue Richard S. Lazarus, qué afirmo que que estos dos conceptos
están interrelacionados. El sentimiento formaría parte de la emoción, pues es su
componente subjetivo, es decir, cognitivo.

Las emociones, que se originan en el sistema límbico del cerebro, son estados
complejos en los que intervienen distintos componentes:

Fisiológicos: Son procesos involuntarios, la primera reacción: aumenta el tono


muscular, la respiración, se producen cambios hormonales…

Cognitivos: La información se procesa, tanto a nivel consciente como inconsciente


que influye en nuestra experiencia subjetiva.

Conductuales: Movimientos del cuerpo, del tono de voz, de la cara...

Para Carlson y Hatfield. El sentimiento es la experiencia subjetiva de la emoción.


Es decir, el sentimiento sería la combinación de la emoción instintiva y breve, junto
con el pensamiento que obtenemos de forma racional de esa emoción.

16 sentimientos que experimentamos

Son muchos los sentimientos que experimentamos los seres humanos. A


continuación os presentamos una lista con 16 sentimientos muy frecuentes:
Sentimientos positivos

Estos sentimientos llevan a una conducta más positiva:

1. Euforia: Este sentimiento nos hace sentir en subidón y nuestra percepción de la


vida es magnífica.

2. Admiración: cuando contemplamos a algo o alguien de forma positiva.

3. Afecto: Es una sensación placentera al conectar con alguien.

4. Optimismo: Percibimos la vida de manera positiva y sin miedo a hacerle frente.

5. Gratitud: Sentimos agradecimiento por alguien.

6. Satisfacción: Una sensación de bienestar por algo que ha ocurrido.

7. Amor: Un sentimiento complejo que expresa lo mejor de nosotros mismos.

8. Agrado: Algo nos produce gusto.

Sentimientos negativos
Son sentimientos que experimentamos de forma desagradable:

9. Enfado: Es un sentimiento de disgusto o mala disposición hacia alguien o algo

10. Odio: Un fuerte sentimiento de repulsa hacia una persona

11. Tristeza: Un estado negativo que provoca malestar con tendencia al llanto

12. Indignación: Malestar ante algo que se considera injusto

13. Impaciencia: Sentimiento de necesitar algo ahora.

14. Envidia: Sentimiento que se produce al desear algo que no se tiene y que
posee otra persona.

15. Venganza: Ganas de hacer venganza, pero no necesariamente hay que


llevarla a cabo.

16. Celos: sentimiento que surge al pensar que va a perder a alguien que ama.

Los sentimientos se originan en la región neocortical del cerebro y son reacciones


a las emociones. Además, son subjetivos, siendo influenciados por las
experiencias personales, recuerdos y creencias.
La diferencia fundamental entre emoción y sentimiento, según el neurocientífico
Antonio Damasio, es que las emociones son respuestas involuntarias, una versión
más compleja de un reflejo. Por ejemplo, cuando estas en peligro y el pulso se
acelera. El sentimiento es ser consciente de esa emoción.

Los sentimientos forman parte del ser humano desde que nacen. Somos seres
sensoriales y podemos percibir el mundo a través de los diferentes órganos de los
sentidos.

Muchos estímulos despiertan sentimientos en nosotros: sentimos con lo que


pensamos, con lo que observamos, con lo que escuchamos, con lo que olemos,
con lo que tocamos o con lo que comemos.

Índice [Ocultar]

1 Sentimientos vs Emociones

2 Las funciones de los sentimientos: ¿para qué sirven?

3 Lista de los 17 tipos de sentimientos en el ser humano

3.1 Sentimientos negativos

3.2 Sentimientos positivos

3.3 Sentimientos neutros

4 Referencias

Sentimientos vs Emociones
Existen 6 emociones básicas en el ser humano: asco, ira, miedo, sorpresa, alegría
y tristeza

En primer lugar, tenemos que diferenciar los sentimientos de las emociones.


Aunque en muchas ocasiones se utilizan estos dos términos de forma indistinta
vamos a ver la definición de cada uno de ellos:

Las emociones son impulsos que comportan reacciones automáticas y constituyen


un conjunto innato de sistemas de adaptación al medio por parte del individuo.

Por lo general las emociones tienen una duración menor que los sentimientos, y
son las que impulsan y motivan a las personas a actuar. Son más cortas pero
también más intensas.

Los sentimientos son bloques de información integrada, síntesis de datos de


experiencias anteriores que ha vivido la persona, de deseos, de proyectos y del
propio sistema de valores.

Se pueden entender los sentimientos como un estado subjetivo de la persona que


se produce como resultado de las emociones que le provocan algo o alguien. Son
un estado de ánimo afectivo y por lo general son de larga duración. Constituyen
una guía interna de cómo la persona dirige su vida y se enfrenta al entorno.

Las funciones de los sentimientos: ¿para qué sirven?

Los estudios coinciden en señalar cuatro funciones principales de las emociones:

Son el punto de vista subjetivo y particular del sujeto


Sirven para establecer su vinculación con el mundo. Tanto las personas, como los
conocimientos, como el entorno que percibe el individuo pasan por el filtro de los
sentimientos previamente.

Estos son los que interpretan si algo es conocido, querido, deseado o por el
contrario rechazado.

Sirven para indicar a la persona un estado físico o mental

De una forma subjetiva y diferente para cada individuo, nos indican el estado en el
que nos encontramos a todos los niveles (biológico, mental, social, económico,
etc.).

Indican los valores según los que actúa la persona

A través de los sentimientos, la persona guía su conducta en una dirección u otra.


Marcan las directrices, el camino a seguir. Facilitan una valoración de la realidad
sobre la que actuamos de una forma determinada u otra.

Son la base de la conexión que nos une con el resto de las personas

Nos ayudan a expresarnos, comunicarnos y entendernos con los demás.

En primer lugar, los sentimientos modulan cómo nos encontramos y por tanto
cómo actuamos.
Además, esta expresión la percibe la persona con la que estamos interactuando,
indicándole en qué estado nos encontramos y actuando como la base de nuestra
comunicación.

En segundo lugar, los sentimientos nos permiten desarrollar la empatía, nos


ayudan a entender el estado en el que se encuentra el otro y facilita que nos
pongamos en su lugar y así podamos comprenderle y ayudarle.

Lista de los 17 tipos de sentimientos en el ser humano

Podemos dividir los sentimientos en tres tipos en función de las reacciones que
provocan en la persona que los experimenta: negativos, positivos y neutros.

Sentimientos negativos

Se manifiestan en forma de malestar en la persona y sirven para indicar que algo


no va bien. Aunque la tendencia habitual es querer rechazar este tipo de
sentimientos, es necesario convivir con ellos, analizarlos y extraer un aprendizaje.

Esto entre otras cosas, nos sirve para evolucionar como personas. Aunque a
veces, pueden convertirse en generadores de estados más graves y derivar en
enfermedades como la depresión o la ansiedad.

Esto ocurre si los sentimientos negativos son más fuertes que los positivos de
forma reiterada y habitual.
Existe una larga lista de sentimientos que se pueden clasificar como negativos.
Solo vamos a nombrar y definir algunos de los más habituales:

1- La tristeza

Este sentimiento aparece como respuesta a acontecimientos que se consideran


no placenteros o no deseables. La persona siente abatimiento, deseos de llorar y
baja autoestima.

Los principales desencadenantes de la tristeza son la separación física o


psicológica, la pérdida o el fracaso, la decepción o las situaciones de indefensión.

2- La ira

La ira se define como una respuesta de irritabilidad o cólera que aparece cuando
la persona siente sus derechos vulnerados.

Los principales desencadenantes de la ira son situaciones en las que el individuo


se siente herido, engañado o traicionado. Son situaciones que bloquean a la
persona y le impiden alcanzar su meta.

3- El miedo
Este sentimiento se produce por la aparición de un peligro o por su posible
aparición de forma inminente. Sirve como señal de alarma, de advertencia de la
proximidad de un peligro para la integridad del individuo.

El miedo que siente la persona estará relacionado con los recursos o capacidades
reales o subjetivas que tiene para hacerle frente.

Es decir, en los casos en los que la persona crea que no tiene recursos suficientes
para afrontar la situación tendrá un sentimiento de miedo mayor que si se sabe
capaz de salir airoso del acontecimiento.

4- La hostilidad

Se define como un sentimiento de resentimiento, acritud e indignación que va


acompañado de respuestas verbales y/o motoras implícitas.

Los principales desencadenantes son la violencia física y el sufrir hostilidad


indirecta. Cuando la persona percibe que otro individuo muestra hacia él o hacia
algún ser querido de su entorno actitudes de irritabilidad, resentimiento o recelo.

5- La desesperanza

Este sentimiento se caracteriza por una creencia subjetiva de la persona de que


tiene pocas o ninguna alternativa para modificar una situación desagradable. O se
siente incapaz de movilizar su propia energía y utilizarla para su beneficio.
Este sentimiento se tiene muy en cuenta en los casos de personas con depresión
porque, como han demostrado numerosos estudios, correlaciona con las ideas e
intentos autolíticos.

Los principales desencadenantes suelen ser un declive o deterioro del estado


físico y/o psicológico, aislamiento social y estrés de larga duración.

6- La frustración

Este sentimiento aparece cuando las expectativas de una persona no se ven


satisfechas al no poder conseguir lo pretendido.

Cuando mayores son las expectativas o deseos por conseguirlo, mayor será el
sentimiento de frustración si no se consigue. El principal desencadenante es el
fracaso de un deseo o esperanza de conseguir algo.

7- El odio

Se define como la antipatía o aversión hacia algo o alguien. Además aparece un


sentimiento de desear el mal para el sujeto u objeto odiado.
Los principales desencadenantes son las personas o acontecimientos que hacen
sufrir o amenazan la existencia de la persona.

8- La culpa

depresión atípica

El sentimiento de culpa surge de la creencia o sensación de haber traspasado las


normas éticas personales o sociales especialmente si alguien se ha visto
perjudicado.

El principal desencadenante es la falta (o la creencia de haberla cometido) que


realiza una persona y que resulta en remordimientos y mala conciencia.

9- Los celos

Se define como el sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha


que la persona amada siente amor o cariño por otra, o cuando siente que otra
persona prefiere a una tercera en lugar de a ella.

Diferentes situaciones reales o percibidas como amenazantes por la persona


pueden desencadenar este tipo de sentimientos.

Sentimientos positivos
Estos sentimientos son los que generan en la persona un estado de bienestar
subjetivo, en el que la situación se valora como beneficiosa e implican
sensaciones agradables y deseables.

Además numerosos estudios han indicado los beneficios de tener sentimientos


positivos, destacando entre otros:

Mayor flexibilidad de pensamiento

Favorece la creatividad y una visión más amplia de la situación.

Funcionan como amortiguador de los sentimientos negativos porque ambos son


incompatibles. Protegen la salud física y mental de la persona, por ejemplo
actuando contra el estrés y previniendo las consecuencias nocivas de éste. Y
favorecen los vínculos sociales, no sólo producen bienestar en nosotros si no
también en los que nos rodean.

A continuación vamos a nombrar y definir los sentimientos positivos más comunes:

10- La felicidad

Este sentimiento tiene un gran impacto en la persona. Es la forma en la que se


valora la vida de forma positiva en su conjunto y en sus diferentes vertientes como
la familia, la pareja o el trabajo.

Se han demostrado toda una serie de beneficios derivados de la felicidad como el


aumento de la empatía, la creatividad, el aprendizaje o las conductas altruistas.
Los principales desencadenantes son la consecución por parte de la persona de
logros u objetivos que pretende y la congruencia entre lo que desea y lo que
posee.

11- El humor

Se refiere a la percepción de un estímulo como divertido y puede ir acompañado


de expresiones físicas como la sonrisa o la risa. Además dota a la persona de una
buena predisposición para realizar una tarea.

Los desencadenantes pueden ser muy variados y de diversa índole aunque suele
estar implicada una situación o ambiente social.

12- La alegría

Este sentimiento se caracteriza por producir un buen estado de ánimo y bienestar


personal, además el individuo que se encuentra en este estado tiende a tener una
actitud constructiva y optimista.

El desencadenante suele ser un acontecimiento que la persona percibe como


favorable. También puede ir acompañado de algún signo físico como la sonrisa.
Puede ser un estado pasajero como consecuencia de un hecho concreto (aprobar
un examen o conseguir un trabajo), o una tendencia vital o la actitud habitual con
la que una persona dirige su vida.

13- El amor

Este sentimiento se define como el afecto que sentimos por una persona, animal,
cosa o idea. Los desencadenantes son las percepciones o valoraciones subjetivas
que hacemos de la otra persona.

Otros factores como la soledad o la inseguridad pueden llevar a sentir el amor


como una necesidad.

14- La gratitud

Este sentimiento es el que se experimenta cuando una persona valora el favor o


beneficio que alguien le ha concedido. Va acompañada del deseo de corresponder
con el mismo trato.

Los principales desencadenantes pueden ser las acciones llevadas a cabo por
otra persona, o un sentimiento de bienestar general que la persona valora y por
tanto agradece tener.
15- La esperanza

Este sentimiento se define como la creencia por parte de la persona de que puede
lograr los objetivos o metas que se ha propuesto. El individuo cree que tiene la
capacidad o los recursos necesarios para hacer frente a una determinada
situación.

Además este sentimiento puede actuar como un estímulo, aportando motivación y


energía que se dirige precisamente a conseguir aquello que se propone.

Los desencadenantes pueden ser muy variados. Por un lado la confianza que la
persona tenga en sí misma. Y por otro lado una situación adversa puede
predisponer a la persona a sentir esperanza para poder superarla.

Sentimientos neutros

Son aquellos que cuando se producen no derivan en reacciones agradables ni


desagradables pero sí facilitarán la aparición de posteriores estados emocionales.
Algunos de los principales sentimientos neutros son:

16- La compasión

Es el sentimiento por el cual una persona puede sentir piedad por otra que está
sufriendo o que se encuentra en una situación desagradable y además se muestra
dispuesto a acompañarla en ese proceso.
Los desencadenantes pueden ser variados, pero generalmente va unido a una
situación desagradable por la que está pasando alguna persona del entorno,
aunque no necesariamente tiene que ser un ser querido ni una persona conocida.

17- La sorpresa

Se define como la reacción causada por algo novedoso, extraño o imprevisto. La


atención de la persona se dirige a procesar y analizar el estímulo que ha
provocado la reacción.

Contexto educativo emociones

Los desencadl docente enfrenta a diario situaciones de tensión que influyen no


sólo en él mismo, en su relación con sus pares y alumnos, sino que afectan
también los procesos de enseñanza. Podemos mencionar como ejemplo, la falta
de tiempo, el exceso de trabajo, dificultades financieras de algunos centros
educativos, malestares del personal docente y las complicaciones de los
responsables de la institución frente a situaciones difíciles vinculadas con el
aprendizaje, situaciones de violencia en las escuelas, y la gestión de problemas de
delincuencia.

Es así que, todos los que encontramos nuestra vocación en la educación,


sentimos que enseñar, no es únicamente un acto cognitivo, sino que como
manifiesta Gendron (2009) también están asociadas acciones sociales y afectivas
que influyen directamente en el clima laboral y del aula. Ser conscientes de
nuestras emociones y desarrollar las competencias emocionales, nos permite
desarrollar la resiliencia, y guiar a nuestros alumnos con un liderazgo que se
caracteriza por la ética, el acompañamiento, la pedagogía, el apoyo de pares, de
manera de favorizar las acciones sociales en todo tipo de contexto.enantes son
estos estímulos que no se esperan y que han aparecido de forma súbita, o que se
dan en un contexto que no es el habitual.

EXPERIENCIAS INNOVADORAS

Los “mapas de intereses”, una práctica educativa orientada a reforzar el sentido de


los aprendizajes escolares

Por EDUforics 19 diciembre 20190

De los intereses

Existe actualmente un amplio acuerdo respecto a la importancia de conectar los


procesos de enseñanza y aprendizaje con los intereses del alumnado. Se suele
compartir la idea general de que aquellos aprendizajes que se vinculan con las
preocupaciones, intereses y objetivos de aprendizaje del alumnado resultan más
significativos, en la medida en que se pueden relacionar con sus expectativas y
conocimientos previos, y aumentan la implicación del alumnado en su adquisición.

No son frecuentes, sin embargo, las experiencias de innovación docente ni


investigaciones que exploren la relevancia de los intereses de los alumnos y
alumnas para la personalización de los aprendizajes escolares, esto es, como
medio para promover y reforzar el sentido y el valor personal que atribuyen a sus
aprendizajes. También es una evidencia la diversidad existente en la manera de
definir los intereses de aprendizaje y en las orientaciones acerca de cómo
trabajarlos en las aulas.
Ante este panorama, este texto tiene dos objetivos principales. En primer lugar, se
presenta la identificación, valoración, reflexión, construcción y re-construcción de
los intereses y objetivos de aprendizaje del alumnado como una estrategia de
personalización orientada a favorecer la realización de aprendizajes con sentido
(Coll, 2018a). Junto a ella, también nos referiremos, aunque de manera más
tangencial, a otras dos estrategias de personalización fuertemente
interrelacionadas con el trabajo en torno a los intereses: a) el reconocimiento de la
capacidad de decisión y control del alumnado sobre algunos elementos de su
proceso de aprendizaje y b) la reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje y
sobre uno mismo como aprendiz.

La importancia de la motivación: La motivación es el motor que mueve nuestro


mundo. A menudo hablamos de que nuestros hijos y alumnos no están motivados
en clase. Les cuesta ponerse a estudiar, hay que estar encima de ellos para que
hagan las tareas, luchamos a diario para que se aprendan la lección… Sin
embargo, se aprenden de maravilla el nombre de 300 Pokémon diferentes. En
este artículo os explicamos qué es la motivación, su importancia en el aprendizaje
y la educación y 10 consejos que permiten aumentar y fomentar la motivación en
el aula.

Importancia de la motivación

Importancia de la motivación

Tabla de contenidos
¿Qué es la motivación?

La motivación es un impulso interno que dirige la acción hacia un fin. Subyace a la


acción e impulsa y guía esta acción. Sin motivación no hay acción.

La motivación es muy importante, porque nos lleva a buscar activamente los


recursos para garantizar nuestra subsistencia. Estamos motivados por buscar
alimento y comer y buscar una pareja sexual. Estos serían los motivos básicos,
que son innatos y se manifiestan con independencia de la cultura.

Pero también podemos estar motivados para realizar nuestras aficiones,


actividades favoritas y por el aprendizaje. Estos son los motivos secundarios, que
dependen de la cultura.

No estamos motivados por aprenderlo todo. Puede que no nos motive el temario
del colegio/instituto/universidad, pero desde luego hay cosas que motivan nuestro
aprendizaje, bien sea la forma de vida de los delfines, una nueva receta de cocina
o cambiar una rueda del coche.

Puede que la motivación venga de nuestro propio interés por el tema o por que
necesitamos ese conocimiento por algo (para nuestro trabajo o por propia
supervivencia, como cambiar una rueda del coche).

En este aspecto podemos diferenciar dos tipos de motivación: la motivación


intrínseca y la extrínseca. Ahora se piensa que, más que dos tipos diferentes de
motivación, son dos opuestos dentro de un continuo, y que raramente se dan de
forma “puramente intrínseca” o “puramente extrínseca”.

Tipos de intereses
Motivación de tipo intrínseca: ocurre cuando las personas estamos internamente
motivadas a hacer algo, porque creemos que es importante o por que nos resulta
placentero. Los estudiantes con este tipo de motivación estarán emocionados por
realizar sus tareas por el desafío que resulta completarlas, más que por ningun
incentivo o recompensa. La motivación intrínseca va descenciendo a medida que
los niños van escalando cursos. Para aumentar este tipo de motivación se puede
hacer el material abstracto más concreto y meterlo dentro de un contexto.

Motivación de tipo extrínseca: Aparece cuando un estudiante quiere realizar una


tarea por factores externos, como recompensas o castigos. Sin embargo, se ha
visto que los castigos producen más daño que beneficios y las recompensas
tienen el poder de crear dependencia. Por ello, lo mejor es ir reduciendo poco a
poco las recompensas, orientandolas hacia una motivación más intrínseca.

La importancia de la motivación en educación

La motivación es el impulso que nos lleva a actuar y a conseguir lo que nos


proponemos.

La motivación juega un papel fundamental en nuestro aprendizaje. Según un


estudio, la motivación influye más en nuestro desempeño en matemáticas que
nuestro cociente intelectual.

En concreto, los investigadores encontraron que la inteligencia estaba fuertemente


relacionada con logros de los estudiantes en matemáticas, pero solo en el
desarrollo inicial de la competencia en la materia. La importancia de la motivación
y las habilidades de estudio resultaron factores más significativos en el desarrollo
de las habilidades matemáticas posteriores. Los estudiantes que se sentían
competentes estaban intrínsecamente motivados, usaban habilidades como
explicar, sintetizar, hacer conexiones con otros materiales, evitaban el aprendizaje
por memorización y mostraron mayor desarrollo en matemáticas que aquellos que
no se sentían motivados. Por el contrario, la inteligencia de los estudiantes no se
relaciona con el desarrollo en matemáticas.

¿Por qué es importante mantener a los niños motivados por aprender?

La motivación incrementa el esfuerzo y su persistencia en la tarea

La motivación aumenta su iniciativa

La motivación mejora sus habilidades de procesamiento cognitivo

La motivación mejora el desempeño general

¿Cómo sabemos si nuestros hijos o alumnos están motivados?

Según Rodríguez Moneo El comportamiento de las personas puede servir de


indicador para medir la motivación. Es un indicador bastante fiable, que los
profesores pueden utilizar para estimar la motivación de los alumnos y poder
actuar sobre ella.

La preferencia o elección de una actividad frente a otra. Si yo elijo ver la televisión


y en lugar de hacer la tarea escolar, mi elección refleja mi motivación.

La latencia, es decir, el tiempo que tardo en producir una respuesta desde que se
ha presentado una estimulación. Cuanto más tardemos en empezar a hacer el
trabajo que nos han mandado hacer, menos motivación por la tarea tendremos.

El esfuerzo, cuantos mayores sean los recursos físicos y cognitivos invertidos en


el desarrollo de una tarea, mayor motivación habrá.

La persistencia en la tarea. Habrá más motivación cuanto mayor sea el tiempo


entre el inicio de una tarea y su finalización. Cuanto antes nos rindamos en la
tarea estaremos menos motivados.
Los indicadores expresivos de las emociones. Las acciones que realizamos suelen
ir acompañadas de expresiones emocionales que indican el placer o displacer que
nos provoca la actividad. Atender a las expresiones de nuestros alumnos nos dan
mucha información acerca de la motivación.

importancia de la motivación

¿Cómo saber si nuestros niños están motivados?

¿Como fomentar la motivación en el aula?

1. La actitud influye en la motivación

La investigación ha demostrado que la interacción entre el profesor y el alumno es


más importante para el proceso de aprendizaje que los factores estructurales,
como los materiales educativos y el tamaño de la clase. Esta relación entre
alumno y profesor es importante no solo en os primeros años escolares, sino
también más tarde, cuando los desafíos se vuelven mayores.

Según un estudio de la Universidad de Finlandia del Este una atmósfera positiva y


cálida en el aula, creada por el profesor, aumenta la motivación del niño por
aprender.

Una actitud empática por parte del profesor, no solo protege la imagen que tienen
los niños de ellos mismos como estudiantes, sino también contra la exclusión
social por parte de sus compañeros.

¿Cómo fomentar la motivación?: Muestra una actitud y un estado de ánimo


positivo. Crea vínculos de afecto con los alumnos. Muestra que te preocupas por
ellos personalmente, y por su proceso de aprendizaje. No los ridiculices nunca si
no saben o no entienden algo. Muéstrate empático y comprensivo por ellos. Utiliza
el humor y actividades distendidas.

2. Valora el esfuerzo

Es mucho más importante valorar el esfuerzo que el producto final. Si se les valora
mucho más el resultado, van a centrarse en eso, olvidando que para un buen
producto van a necesitar esforzarse. Además, muchas veces el resultado
dependen también de otros factores, como la suerte.

¿Cómo fomentar la motivación?: Céntrate en el proceso de aprendizaje de los


niños, animando a esforzarse y premiando a los que se esfuerzan mucho: “Estás
muy concentrado, se nota que estás disfrutando”, o “Te estás esforzando, vas a
aprender un montón”.

3. Mantén a los niños implicados

Si los niños sienten que son útiles y que tienen responsabilidades, van a estar
mucho más motivados.

¿Cómo fomentar la motivación?: Da responsabilidades a los alumnos, haz la


participación en clase algo divertido. Asigna a cada uno tareas, como mantener el
aula recogida, limpiar la pizarra, repartir el material… Cuando trabajen en grupo,
que cada uno se encargue de una cosa.

4. Utiliza incentivos

Aunque sea más importante reforzar y premiar el esfuerzo, los niños necesitan
ciertas recompensas tangibles por un buen resultado. Los niños no son capaces
de ver los beneficios a largo plazo de sacar buenas notas y aprender, necesitan
recompensas más inmediatas. Los incentivos les motiva a trabajar y esforzarse,
teniendo un objetivo en mente.

Las necesidades

Tipos de necesidades humanas

En su famosa pirámide, Maslow nos habla de cinco necesidades humanas que


están ordenadas en distintos niveles, de la base de la figura a la parte más alta de
ésta. Estas necesidades deben ir cubriéndose de una en una poder para llegar a
sentirnos satisfechos con nosotros mismos y nuestra vida. Según él, solamente es
posible acceder a la parte alta de la pirámide si se han ido cubriendo las
necesidades anteriores de una en una.

Sin embargo, existen otros criterios para clasificar las necesidades humanas. A
continuación te mostramos las diferentes formas de clasificación de estas
necesidades. Son los siguientes:

Artículo recomendado: “Pirámide de Maslow: la jerarquía de las necesidades


humanas”

Según su importancia o naturaleza

Las necesidades pueden ser vitales o no, es decir, pueden conllevar un riesgo
orgánico si no se sacian en algunos casos, y pueden ser accesorias para la
superviviencia del individuo en otras.
1. Necesidades Primarias

Son las necesidades vitales, es decir, son aquellas cuya satisfacción depende la
supervivencia de la persona. Por ejemplo, comer, dormir, respirar, hidratarse, etc.
Se trata de necesidades relacionadas con el mantenimiento de los estándares
mínimos que le permitan al cuerpo funcionar bien.

2. Necesidades Secundarias

No son vitales pero aumentan el nivel de satisfacción y bienestar de la persona.


Suelen tener un componente cultural, por lo que pueden ser diferentes
dependiendo de la cultura e incluso el momento temporal. Por ejemplo, tener un
coche, tener un teléfono móvil. etc.

Según su origen

Dependiendo de la procedencia, las necesidades humanas pueden ser:

3. Necesidades individuales

Son las necesidades que tiene un individuo o persona, y pueden ser de dos
clases:

Naturales: Son las necesidades primarias: comer, beber agua, etc.

Sociales: Las de carácter cultural: llevar reloj, celebrar una boda, usar corbata, etc.

4. Necesidades colectivas

Son las necesidades de los individuos como grupo o sociedad, es decir, como
ciudadanos: transporte público, seguridad y orden, etc.
Según su significación económica

Según si tienen una función económica o no, las necesidades pueden ser...

5. Necesidades económicas

Son las necesidades que para llevarlas a cabo es necesario realizar una actividad
económica. Por ejemplo, el móvil o comer (comprar alimentos en el mercado).

6. Necesidades no económicas

Estas necesidades no requieren una actividad económica. Por ejemplo, respirar, y


fundamentalmente cualquier ámbito de la vida que se encuentre más allá de las
transacciones comerciales.

Según su naturaleza

En la teoría de Maslow también se habla de necesidades deficitarias y del


desarrollo de la persona.

7. Necesidades deficitarias

Se refieren a que hay una carencia si no las satisfacemos, es decir, no podemos


vivir sin ellas. Son las necesidades fisiológicas, de seguridad, de afiliación y de
reconocimiento. Satisfacer las necesidades deficitarias es importante para evitar
consecuencias o sentimientos displacenteros.

8. Desarrollo del ser


Son importantes para el crecimiento personal, y no tienen que ver con el déficit de
algo, sino con el deseo de crecer como persona. Por consiguiente, se
fundamentan básicamente en ideas sobre el Yo y el modo en el que estas tienen
un efecto sobre los estados emocionales de la persona.

Según Abraham Maslow

Según la teoría de Maslow, existen diferentes necesidades humanas:

9. Necesidades fisiológicas

El primer nivel de la pirámide de Abraham Maslow se compone de las


necesidades básicas que los seres humanos requieren todos los días: comida,
ropa y refugio. Estas necesidades diarias son primarias y fisiológicas, y consisten
en los requisitos físicos para que el cuerpo humano funcione correctamente,
incluyendo el aire, el agua y el sueño. En otras palabras, son necesarias para
nuestra supervivenci, y de no satisfacerlas, no podríamos mantenernos vivos. Por
lo tanto, los seres humanos necesitan cubrirlas siempre.

10. Necesidades de seguridad

En la Pirámide de la Jerarquía de las Necesidades de Maslow, las necesidades de


segundo nivel son las necesidades de seguridad. Los seres humanos necesitan
estar seguros de su bienestar y seguridad. Por ejemplo, no nos gusta
preocuparnos de que ladrones en nuestro hogar o que no tengamos una casa
donde estar seguros. Las personas valoramos la buena salud, así como la
seguridad personal y financiera.

11. Necesidades de afiliación


El tercer nivel en la jerarquía de las necesidades humanas son las necesidades de
afiliación o necesidades sociales. La gente necesita amar y ser amado a cambio,
necesita sentir que los demás le valoran y necesitan afecto. Los seres humanos
también sentimos la necesidad de pertenecer a grupos sociales y, en
consecuencia, nos gusta tener un sentido de conexión y pertenencia con los
demás.

Todos necesitamos encajar, interactuar y ser aceptados por la gente que nos
rodea. La familia, la amistad y la relación de pareja son importantes para que
podamos satisfacer nuestras necesidades sociales.

12. Necesidades de reconocimiento o estima

La gente necesita ser respetada y estimada. Esta necesidad de respeto y


autorrespeto constituye el cuarto nivel de la jerarquía de necesidades de Maslow.
Igual que ocurre con otras necesidades de las personas, estas necesidades están
interrelacionadas con otras necesidades humanas y construyen un continuo con
éstas. Como consecuencia, las necesidades de estima tienen dos fases.

La primera, que se extiende desde las necesidades sociales de una persona, es la


necesidad de ganar el respeto de los demás. Este tipo de necesidad de respeto
impulsa a los individuos a buscar fama, honor y prestigio. La segunda, que exige
el respeto hacia uno mismo, no solo por parte de otras personas.

13. Necesidades de autorrealización

Estas son las necesidades que se encuentran en el nivel más alto de la pirámide.
Tienen que ver con lo que las personas desean llegar a ser. Cuando los individuos
han satisfecho sus necesidades anteriores, sienten un fuerte deseo de ser la
persona que sueñan con ser.

Dicho de otra manera, sienten la necesidad de autorrealizarse, de actualizar sus


potencialidades y de sacar a relucir su talento y la plenitud de su naturaleza.
Maslow piensa que sea cual sea el potencial que la persona posee, debe sacarlo a
relucir. Es para lo que el individuo nace y lo que le hará feliz.

Importancia de la motivación

La motivación, dice Bolles (1973) tampoco es un hecho de la conducta. No hay un


rasgo, característica o aspecto aislado de la conducta al cual se pueda hacer
referencia cuando decimos que una conducta está motivada. Sin embargo,
también existe la creencia de que el concepto de motivación surgió para que
correspondiera a ciertas propiedades de la conducta, en la que otros conceptos
tuvieron dificultades. Tradicionalmente se identifican seis propiedades
motivacionales específicas de la conducta, 1) energización o facilitación de una
variedad de conductas, se asume aquí que la motivación influye sobre la conducta
al energizar tendencias innatas o asociativas; 2) el vigor conductual y la eficiencia,
relacionado con cambios en la fuerza de la respuesta debido a diferencias en la
intensidad de la estimulación; 3) dirección de la conducta, suele describirse la
conducta como guiada, dirigida u orientada hacia una meta; 4) Reforzamiento y
debilitamiento, plantear que en la secuencia de la conducta hasta el
fortalecimiento o debilitamiento de la misma, debe incluirse una variable
motivacional; 5) la adaptación de la respuesta y 6) la selectividad situacional, que
hace que se responda a estímulos concretos de entre la gama de estímulos que
afecta a un sujeto. Si la motivación no es un hecho de la experiencia, ni un hecho
o característica de la conducta, deberemos entonces asumir que es una idea o
concepto que usamos cuando queremos explicar o encontrar el porqué de la
conducta. Se ha postulado como un constructo teórico-hipotético que designa a
las variables que no pueden ser inferidas directamente de los estímulos externos,
pero que influyen en el comportamiento y aprendidos (cognoscitivos, afectivos y
sociales) que inician, sostienen o detienen la conducta. Las teorías hipotético-
constructivas introducen hipótesis (variables-constructos) de las que infieren leyes
descriptivas generales y particulares. Es deductivo parcial porque el nivel de
análisis depende del constructo, éste se puede definir como una suposición
intelectual que no se puede comprobar y se acepta como simple instrumento de
trabajo y que parece aportar algún orden o comprensibilidad a los diversos
fenómenos del comportamiento y la experiencia definen la motivación como un
constructo hipotético que se ocupa de encontrar los determinantes de la elección o
cambio conductual. Los tres determinantes son: biológicos, donde se incluyen las
condiciones organísmicas que limitan las posibilidades de actuar y percibir los
estímulos del ambiente; la experiencia, en donde las elecciones realizadas por un
sujeto están influidas por lo hecho en el pasado y las consecuencias que recibió; y
el último determinante es el medio ambiente, dentro de éste los autores anotan,
que las teorías del refuerzo han rescatado el papel de las consecuencias que se
suministran a un organismo después de su ejecución como un factor importante
en el fortalecimiento y mantenimiento del comportamiento.

Teorías de la motivación

. Teoría de la jerarquía de necesidades de Maslow (Maslow, 1954) [10]

Es quizás la teoría más clásica y conocida popularmente. Este autor identificó


cinco niveles distintos de necesidades, dispuestos en una estructura piramidal, en
las que las necesidades básicas se encuentran debajo, y las superiores o
racionales arriba. (Fisiológicas, seguridad, sociales, estima, autorrealización).
Para Maslow, estas categorías de relaciones se sitúan de forma jerárquica, de tal
modo que una de las necesidades sólo se activa después que el nivel inferior está
satisfecho. Únicamente cuando la persona logra satisfacer las necesidades
inferiores, entran gradualmente las necesidades superiores, y con esto la
motivación para poder satisfacerlas.

pirámide maslow
Autorrealización Autoexpresión, independencia, competencia, oportunidad.

Estima Reconocimiento, responsabilidad, sentimiento de cumplimiento,


prestigio.

Sociales Compañerismo, aceptación, pertenencia, trabajo en equipo.

Seguridad Seguridad, estabilidad, evitar los daños físicos, evitar los riesgos.

Fisiológicas Alimento, vestido, confort, instinto de conservación.

2. Teoría del factor dual de Herzberg (Herzberg, Mausner y Snyderman, 1967) .

Sus investigaciones se centran en el ámbito laboral. A través de encuestas


observo que cuando las personas interrogadas se sentían bien en su trabajo,
tendían a atribuir esta situación a ellos mismos, mencionando características o
factores intrínsecos como: los logros, el reconocimiento, el trabajo mismo, la
responsabilidad, los ascensos, etc. En cambio, cuando se encontraban
insatisfechos tendían a citar factores externos como las condiciones de trabajo, la
política de la organización, las relaciones personales, etc. De este modo,
comprobó que los factores que motivan al estar presentes, no son los mismos que
los que desmotivan, por eso divide los factores en:

– Factores Higiénicos: Son factores externos a la tarea. Su satisfacción elimina la


insatisfacción, pero no garantiza una motivación que se traduzca en esfuerzo y
energía hacia el logro de resultados. Pero si no se encuentran satisfechos
provocan insatisfacción.

– Factores motivadores: Hacen referencia al trabajo en sí. Son aquellos cuya


presencia o ausencia determina el hecho de que los individuos se sientan o no
motivados.
Los factores higiénicos coinciden con los niveles más bajos de la necesidad
jerárquica de Maslow (filológicos, de seguridad y sociales). Los factores
motivadores coinciden con los niveles mas altos (consideración y autorrealización)
(Leidecker y Hall, 1989)[12].

Factores motivadores

– Factores económicos: Sueldos, salarios, prestaciones.

– Condiciones físicas del trabajo: Iluminación y temperatura adecuadas, entorno


físico seguro.

– Seguridad: Privilegios de antigüedad, procedimientos sobre quejas, reglas de


trabajo justas, políticas y procedimientos de la organización.

– Factores Sociales: Oportunidades para relacionarse con los demás compañeros.

– Status: Títulos de los puestos, oficinas propias, privilegios.

– Control técnico. – Tareas estimulantes: Posibilidad de manifestar la propia


personalidad y de desarrollarse plenamente.

– Sentimiento de autorrealización: Certeza de contribuir en la realización de algo


de valor.

– Reconocimiento de una labor bien hecha: La confirmación de que se ha


realizado un trabajo importante.

– Logro o cumplimiento: La oportunidad de realizar cosas interesantes.

– Mayor responsabilidad: El logro de nuevas tareas y labores que amplíen el


puesto y brinden un mayor control del mismo.

.
Tomado de Keith Davis, “Human Behavior of Work: Human Relations and
Organizational Behavior”, New York, McGraw Hill, 1979

De la teoría de Herzberg se deriva el concepto de job enrichment (enriquecimiento


del trabajo) que supone diseñar el trabajo de un modo más ambicioso de modo
que permita satisfacer motivos de mas alto valor. Para lograrlo se deben aplicar
los siguientes principios (Engel y Redmann, 1987)[13]:

– Suprimir controles.

– Aumentar la responsabilidad sobre las tareas a desarrollar.

– Delegar áreas de trabajo completas.

– Conceder mayor autoridad y mayor libertad.

– Informar sobre los avances y retrocesos.

– Asignar tareas nuevas y más difíciles.

– Facilitar tareas que permitan mejorar.

3. Teoría de McClelland (McClelland, 1989) [14]

McClelland enfoca su teoría básicamente hacia tres tipos de motivación: Logro,


poder y afiliación:

– Logro: Es el impulso de sobresalir, de tener éxito. Lleva a los individuos a


imponerse a ellos mismos metas elevadas que alcanzar. Estas personas tienen
una gran necesidad de desarrollar actividades, pero muy poca de afiliarse con
otras personas. Las personas movidas por este motivo tienen deseo de la
excelencia, apuestan por el trabajo bien realizado, aceptan responsabilidades y
necesitan feedback constante sobre su actuación

– Poder: Necesidad de influir y controlar a otras personas y grupos, y obtener


reconocimiento por parte de ellas. Las personas motivadas por este motivo les
gusta que se las considere importantes, y desean adquirir progresivamente
prestigio y status. Habitualmente luchan por que predominen sus ideas y suelen
tener una mentalidad “política”.

– Afiliación: Deseo de tener relaciones interpersonales amistosas y cercanas,


formar parte de un grupo, etc., les gusta ser habitualmente populares, el contacto
con los demás, no se sienten cómodos con el trabajo individual y le agrada
trabajar en grupo y ayudar a otra gente.

4. Teoría X y Teoría Y de McGregor (McGregor, 1966) [15]

Es una teoría que tiene una amplia difusión en la empresa. La teoría X supone
que los seres humanos son perezosos que deben ser motivados a través del
castigo y que evitan las responsabilidades. La teoría Y supone que el esfuerzo es
algo natural en el trabajo y que el compromiso con los objetivos supone una
recompensa y, que los seres humanos tienden a buscar responsabilidades. Mas
adelante, se propuso la teoría Z que hace incidencia en la participación en la
organización (Grensing, 1989) [16]

Hipótesis X

Hipótesis Y

– La gente no quiere trabajar.


– La gente no quiere responsabilidad, prefiere ser dirigida.

– La gente tiene poca creatividad.

– La motivación funciona solo a los niveles fisiológicos y de seguridad.

– La gente debe ser controlada y a veces obligada a trabajar. – Bajo


condiciones correctas el trabajo surge naturalmente.

– La gente prefiere autonomía.

– Todos somos creativos en potencia

– La motivación ocurre en todos los niveles

– Gente Motivada puede autodirigirse

5. Teoría de las Expectativas.

El autor mas destacado de esta teoría es Vroom (Vroom, 1964)[17], pero ha sido
completada por Porter-Lawler (Porter y Lawler, 1968)[18]. Esta teoría sostiene
que los individuos como seres pensantes, tienen creencias y abrigan esperanzas y
expectativas respecto a los sucesos futuros de sus vidas. La conducta es
resultado de elecciones entre alternativas y estas elecciones están basadas en
creencias y actitudes. El objetivo de estas elecciones es maximizar las
recompensas y minimizar el “dolor” (Pinder, 1985)[19]. Las personas altamente
motivadas son aquellas que perciben ciertas metas e incentivos como valiosos
para ellos y, a la vez, perciben subjetivamente que la probabilidad de alcanzarlos
es alta. Por lo que, para analizar la motivación, se requiere conocer que buscan
en la organización y como creen poder obtenerlo (Laredo)[20]. Los puntos más
destacados de la teoría son (Galbraith, 1977)[21]:
– Todo esfuerzo humano se realiza con la expectativa de un cierto éxito.

– El sujeto confía en que si se consigue el rendimiento esperado se sigan ciertas


consecuencias para él. La expectativa de que el logro de los objetivos vaya
seguida de consecuencias deseadas se denomina instrumentalidad.

– Cada consecuencia o resultado tiene para el sujeto un valor determinado


denominado valencia.

– La motivación de una persona para realizar una acción es mayor cuanto mayor
sea el producto de las expectativas, por la instrumentalidad y la valencia
(¿rendiré?, ¿Qué consiguiere si rindo? ¿Merece la pena?

– La relación entre el esfuerzo y el rendimiento depende de dos factores: Las


habilidades del sujeto y su percepción del puesto.

– Cada persona tiene una cierta idea del nivel de rendimiento que es capaz de
alcanzar en la tarea.

– Las personas esperan que quienes realicen los mejores trabajos logren las
mejores recompensas.

– La fuerza de la motivación de una persona en una situación determinada


equivale al producto entre el valor que la persona le asigna a la recompensa y la
expectativa de su posible logro.

Fuerza de la motivación = Valor de la recompensa * Probabilidad de logro.

Algunas de las consecuencias pueden ser:

– La definición de estándares, metas y objetivos deben responder a estimaciones


reales. Se trata de definir exigencias alcanzables pero con esfuerzo.
– Las recompensas por logro deben estar muy bien alineadas con las verdaderas
expectativas. Ello requiere conocimiento de la gente, su cultura, sus intereses,
etc.

Es preciso que las personas estén convencidas que las recompensas que reciben
son justas, y que las personas tengan la confianza de que una persona que realiza
un desempeño muy pobre no ganara las mismas recompensas que ellos.

Otros conceptos de la teoría de las expectativas

Incentivo

Definición

Consecuencias

Las normas Normas que regulan la conducta de los miembros de la organización


Contribuyen a que se cumpla estrictamente con la tarea.

Inventivos Generales

Sueldos y Salarios Son aliciente para la incorporación y permanencia

Incentivos individuales y de grupo

Fomentar el esfuerzo por encima del mínimo.


Liderazgo

“Iniciación a la estructura” (orientar definir y organizar el trabajo).“Consideración”


(Apreciar el trabajo, relaciones personales, etc.) Puede influir en la
permanencia en la organización

Aceptación del grupo

Se deben tener en cuenta:La cohesión.Coincidencia con las normas del


grupo.Valoración del grupo Influye en el cumplimiento estricto, en el esfuerzo
por encima del mínimo

Implicación en la tarea e identificación con los objetivos

Implicación: Identificación con el trabajo.Identificación: Grado en que la persona a


interiorizado los objetivos de la organización. Influye en la permanencia, esfuerzo
por encima del mínimo

Adaptado a partir de Rodríguez Porras, José María: “El factor humano en la


empresa”, Ediciones Deusto, Bilbao 2000.

6. Teoría ERC de Alderfer.

Esta muy relacionada con la teoría de Maslow, propone la existencia de tres


motivaciones básicas:
– Motivaciones de Existencia: Se corresponden con las necesidades fisiológicas y
de seguridad.

– Motivación de Relación: Interacciones sociales con otros, apoyo emocional,


reconocimiento y sentido de pertenencia al grupo.

– Motivación de Crecimiento: Se centran en el desarrollo y crecimiento personal.

7. Teoría de Fijación de metas de Locke (Locke, 1969) [22]

Una meta es aquello que una persona se esfuerza por lograr. Locke afirma que la
intención de alcanzar una meta es una fuente básica de motivación. Las metas
son importantes en cualquier actividad, ya que motivan y guían nuestros actos y
nos impulsan a dar el mejor rendimiento. Las metas pueden tener varias
funciones (Locke y Latham, 1985)[23]:

– Centran la atención y la acción estando más atentos a la tarea.

– Movilizan la energía y el esfuerzo.

– Aumentan la persistencia.

– Ayuda a la elaboración de estrategias.

Para que la fijación de metas realmente sean útiles deben ser: especificas, difíciles
y desafiantes, pero posibles de lograr. Además existe un elemento importante el
feedback, la persona necesita feedback para poder potenciar al máximo los logros
(Becker, 1978)[24].

8. Teoría de la Equidad de Stancey Adams.


Afirma que los individuos comparan sus recompensas y el producto de su trabajo
con los demás, y evalúan si son justas, reaccionando con el fin de eliminar
cualquier injusticia. Cuando existe un estado de inequidad que consideramos
injusto, buscamos la equidad. Si estamos recibiendo lo mismo que los demás nos
sentimos satisfechos y motivados para seguir adelante, de lo contrario nos
desmotivamos, o en ocasiones aumentamos el esfuerzo para lograr lo mismo que
los demás.

Consecuencias para el voluntariado.

¿Cómo podemos aumentar la motivación del voluntariado en la tarea? Se trata de


que la tarea en sí produzca más motivación, haciendo la tarea más interesante
para la persona. Podemos tener en cuenta diferentes factores (Scheier, 1985)[25]:

– El equipamiento, la motivación para la tarea puede en ocasiones ser aumentada


por el material facilitado para desarrollarla, esto puede explicar la atracción del
voluntarios hacia cierto tipo de tareas, como por ejemplo los socorros y
emergencias que requieren de un equipamiento muy especializado.

– La división y combinación de las tareas: Una tarea puede tener componentes


con diferentes valores motivacionales que deben ser analizados
independientemente, para tratar que los elementos positivos contrarresten los
negativos.

– La arquitectura del trabajo. Un trabajo adecuado debe dejar ver cual es el


objetivo final y tener cierta variedad, con la oportunidad de poder realizar trabajos
complementarios más motivadores que la tarea principal. Sobre todo, en objetivos
a largo plazo se deben tener previstas la consecución de objetivos parciales que
puedan dar la sensación de que nos estamos acercando progresivamente al
objetivo. Y sobre todo información constante y permanente sobre la calidad del
trabajo realizado y sobre la consecución de los objetivos parciales.

Un aspecto fundamental, es la definición de los objetivos de la organización y


como pueden contribuir a su consecución los voluntarios. Muchas veces damos
por supuesto los objetivos de la organización, pero sin embargo estos no son
conocidos por los voluntarios y sobre todo no saben como su trabajo contribuye a
su logro. Por eso, necesitan saber que se espera de ellos, que sistemas de
evaluación y seguimiento existen y fácil acceso a sistemas de apoyo y
asesoramiento.

Las recompensas y el adecuado reconocimiento también son un importante


elemento motivador. Si se adopta un sistema de incentivos este debe ser
equitativo y concreto. Si los voluntarios consideran que las recompensas no son
equitativas y justas pueden provocar rápidamente desmotivación en los grupos.

El feedback sobre el trabajo desarrollado, también se configura como un


importante elemento motivador. Es importante conocer que se esta haciendo bien
y que se esta haciendo mal, como se podría mejorar el rendimiento, etc. Sin duda,
uno de los factores que producen mas desmotivación es no conocer si es están
haciendo bien o mal las cosas y si estas son valoradas. Y lo que en ocasiones es
peor, no saber que tiene que hacerse.

Factores que favorecen la motivación

Factores que dificultan la motivación


– Clara comprensión y conocimiento del trabajo a desarrollar.

– Proporcionar recompensas y alabanzas.

– Facilitar tareas que incrementan el desafío, la responsabilidad y la libertad.

– Animar y favorecer la creatividad.

– Involucrar a los voluntarios en la solución de los problemas.

– Ayudar al desarrollo de habilidades personales.

– Indicar como el trabajo de los voluntarios contribuye al logro de los objetivos de


la organización.

– Mediar en los conflictos que dificultan el desarrollo del trabajo.

– Tener los medios adecuados para desarrollar las tareas eficazmente. – Fuerte
critica hacia el trabajo.

– Escasa definición del trabajo a desarrollar y de sus objetivos.

– Supervisón de las tareas no adecuada.

– No dar respuesta sincera a las cuestiones planteadas.

– Adoptar decisiones unilaterales.

– No estar dispuesto a aceptar nuevas ideas.

– Ocultar la verdad.

– No dar elogios por el trabajo bien realizado.

– Asignar trabajos aburridos o tediosos.

– Falta explicita de reconocimientos.

– Ausencia de comunicación entre los diferentes niveles.

– Sentimiento de no formar parte del equipo.

Características de las necesidades


 Necesidades fisiológicas. Ubicadas en la base de la pirámide, se basan
en las necesidades primarias de la
especie: respiración, alimentación, reproducción, etc.
 Necesidades de seguridad. Siguiente peldaño, entrañan protección social
(seguridad física, social, de empleo, jurídica).
 Necesidades de afiliación. Relaciones sociales e intimidad: amor,
amistad, intimidad sexual.
 Necesidades de reconocimiento. Necesidades psicológicas e individuales
como la autorrealización personal, la confianza, el respeto, el éxito.
 Necesidad de autorrealización. En la cúspide de la pirámide, se trata de
necesidades morales, espirituales, creativas o de índole existencial .

ejemplo de los intereses

 Todos hemos tenido un interés desde pequeños y lo seguimos


desarrollando de una u otra forma, por ejemplo, nos encanta cocinar, armar
y desarmar cosas, leer, dibujar, cuidar de otras personas, etcétera.

Teoria de los
sentimientos
Teoria de los sentimientos
Carlos Castilla del Pino : Teoría de los sentimientos es un paso más
en la construcción de su sistema. Para él los sentimientos cumplen
tres funciones: vincularnos a los objetos, expresar esa vinculación, y
organizar axiológicamente la realidad. Es decir, los sentimientos
revelan el mundo de los valores. Por ello, están inevitablemente
relacionados con la ética.
Las teorías del sentimiento moral aparecen en los siglos 17-19 en
Inglaterra (A. Smith, Hume, Shaftesbury). En el siglo 20, estas teorías
son desarrolladas por A. Westermarck (Finlandia), W. McDougall
(EE.UU), A. Sutherland (Inglaterra). El sentido del principal precepto de
las teorías del sentimiento moral consiste en que los conceptos
morales, con cuya ayuda los hombres valoran los acontecimientos y
eligen la línea de su conducta, se basan en los sentimientos de
aprobación o reprobación que experimentan respecto a distintos
fenómenos. En otras palabras, los adeptos de dichas teorías opinan
que los juicios morales no proporcionan información sobre los
objetos valorados o que deben ser, sino tan sólo sobre los
sentimientos morales que el hombre experimenta en cuanto a estos
objetos.

Importancia de los intereses


El interés es la emoción responsable de estar centrado en algo. Es el
motor que nos lleva a completar aquello que queremos, a movernos, a
darle forma. Sin interés es muy poco posible que la acción que
realicemos esté bien hecha. Y es que, cuando hay interés, hay mucho
camino hecho. Por eso, existe una poderosa relación entre una
emoción positiva como el interés y en nuestro estado emocional, pero
más específicamente en cómo se encuentra nuestra autoestima, si
está en un momento fuerte o por el contrario débil.
Si tenemos un proyecto y perdemos el interés, seguramente caerá en
picado. Cuando no tenemos interés en algo nos bloqueamos y nos
estancamos. Por eso, dependiendo de en qué situación estemos, si
creemos que nuestra autoestima es baja o se puede ver resentida,
entonces tal vez lo que debemos hacer es reflexionar para buscar un
modo de encontrar ese interés que nos falta. Esa motivación que hará
que lo que consigamos esté bien hecho. El caso es que, el interés no
es algo que viene porque sí. Si estamos sentados esperando tener
interés en algo nunca llegará. El interés hay que cuidarlo, y se cuida
precisamente con ciertas actitudes, como la búsqueda, la
investigación… tenemos que ganar seguridad en nosotros mismos
para superarnos, es decir, proponernos nuevos retos y que vayan
tomando forma con el interés por delante.

Importancia de los intereses en la educación


Existe actualmente un amplio acuerdo respecto a la importancia de
conectar los procesos de enseñanza y aprendizaje con los intereses
del alumnado. Se suele compartir la idea general de que aquellos
aprendizajes que se vinculan con las preocupaciones, intereses y
objetivos de aprendizaje del alumnado resultan más significativos, en
la medida en que se pueden relacionar con sus expectativas y
conocimientos previos, y aumentan la implicación del alumnado en su
adquisición.
Más allá de estas acepciones, interés en general podemos definirlo
como el comportamiento motivado por una meta apetecible. Si para un
niño saber más no es una meta apetecible, no tendrá interés en
estudiar.
Es más importante crear el interés por la actividad que por el mensaje
para ello hay que apoyarse en los intereses de los alumnos y
conectarlos con los objetivos del aprendizaje o con la misma
actividad. Hay muchos profesores que tienden a buscar técnicas
interesantes para ellos pero que no provocan ninguna motivación en
los alumnos. Los alumnos no se motivan por igual, por lo que es
importante buscar y realizar actividades motivadoras que impliquen
mayor participación del alumno.
El entusiasmo del profesor, el clima que reina en la clase, las buenas
relaciones entre los miembros, alumnos y profesor o entre los mismos
alumnos, el gusto por acudir a clase, etc. Unos alumnos también
pueden influir en otros, positiva o negativamente, la referencia a lo
real, relacionar lo que se enseña con el mundo real, los hechos y
experiencias del alumno

Recomendaciones
Una de las formas con las que podemos trabajar las emociones en clase es
mediante la denominada caja de emociones. Su funcionamiento es simple
aunque podemos adaptar su funcionamiento a las características o
necesidades de nuestra clase. Previo a la implantación de la caja es
aconsejable un trabajo con el alumnado acerca de las características de

cada una de las emociones.

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