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propia historia.
conversar del asunto —me ordenó medio en broma, medio en serio con
como siempre, (con una sonrisa y un abrazo con paletazo en el hombro) que
seguía usando desde que lo conocí. Las últimas semanas, me había estado
contacto con mis paisanos de ciudad Paraíso; en realidad desde que ingresé
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a trabajar en el Minedu, (en un proyecto de educación a distancia para ser
todo por lo legal. El proyecto está siendo financiado por el BID, y allí, las
también educación. (Desde el quinto piso del edificio se ven los árboles, las
Minedu, que veía las cosas de manera negativa, sin ninguna pisca de
autocrítica.
avanza, no falta otro que lo critica no para ayudarle a mejorar sino para
invalidar su trabajo, sin aportar nada a lo que está criticando. El pretexto era
que el libro estaba mal concebido y por ello había que reescribirlo, después
lo esencial, el enfoque, los conceptos, tal o cual cosa, ese o aquel tema que
también debió haber sido incluido aunque nunca precisaban qué y cómo, en
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Cuando nadie le dio pistas sobre mi paradero, Amador tuvo la curiosa
seis homónimos míos. Llamó a los primeros cuatro números pero sin suerte,
deudor y moroso que debía a todo el mundo, (es decir a los bancos que
teléfono anunciando que yo ya no vivía allí, que me había ido fuera del país.
clase sobre las profesiones y a qué nos íbamos a dedicar en la vida, escuché
que medio salón dijo que quería ser doctor, otros abogados, ingenieros, y
algunos militares y yo fui el excéntrico que anuncié que de grande quería ser
escritor. Aquello fue suficiente para que cada vez que mis compañeros me
al principio los recibía con rubor y cierta incomodidad pero para que no
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sorprenderé con algo que valga la pena publicarse». Tenía algunos cuentos,
cerebro que según afirman los expertos, es el que controla nuestro lado
familia que pesaron para tomar la decisión de irme al seminario de Jaén para
a la medicina que era lo que mis padres querían que estudiara. Y no hice las
cosas como debí haberlas hecho, viajar a la capital para estudiar literatura.
relacionada con la literatura, «parir tiene mucho que ver con escribir», me
capital para estudiar literatura y de allí, pensaba también viajar a España para
izquierdo al que también los especialistas señalan que tiene que ver con
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nuestra capacidad numérica, me controló a tal punto que terminé
creyéndome el cuento de que tenía que conseguir empleo fijo para adquirir la
tan ansiada seguridad financiera y estar así preparado para la vida; y fue así
Paraíso. Durante mis horas libres que eran pocas, luego de terminar mi
vacunar a los niños, atender a las parturientas que llegaban a cualquier hora
del día y más aún de la noche y a quienes llegaban sangrando o con graves
navegar por varios días por los intrincados ríos de la selva en botes con
motores fuera de borda). Fue allí donde leí a los escritores que admiraba,
«Quiero leer lo que escribes, pero no te piques por mis críticas», me dijiste
aquella vez, en el Club durante nuestra fiesta de promoción del colegio, ¿lo
hecho tiene buen contenido, ojalá que en los colegios en verdad los usen y
para despejar mis dudas. Sí, claro que sí, a pesar que los publicaste después
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fue lo que le hizo pensar que podía ser yo la persona indicada para reescribir
material para escribir una novela. Sin embargo, esa posibilidad se esfumó
que aún vivía y lo esperaba en las Fiestas Navideñas y Año Nuevo en ciudad
Paraíso.
¿Dónde trabajas ahora? ¿Cuáles son tus proyectos? ¿Cuántas cosas has
alto.
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entre manos. Estaba felizmente casado y tenía dos hijos con ellos viajaba
todos los años a pasar las Navidades y el Año Nuevo en ciudad Paraíso,
Amador me mostró unas fotos de su viaje por Europa. Había vivido por
casi tres años en Londres, y aparecía junto al Big Ben, las Casas del
Holanda donde entre otras cosas había visitado el Palacio de la Paz, la Corte
donde había visto con deleite las pinturas de Van Gogh y Rembrandt y
curioseó las vitrinas de la Zona Rosa pero de aquello no tenía pruebas, sólo
paso por Alemania donde se fotografió junto a las estatuas de sus héroes
París, en un día de verano, pidió a un turista hindú que le tomara unas fotos
al pie de la torre Eiffel y caminando bajo un radiante sol por la Avenue des
Concorde para estar aunque sea unas horas y conocer una parte del
majestuoso Louvre.
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sucedieron en esta historia, asegurándote de no poner nada que sea alguna
es simplemente ordenarla, que las partes se articulen, que tenga cuerpo que
esté revestida.
modo también se relaciona contigo—se seca los ojos con el dorso de las
la dictadura.
en ciudad Paraíso hace más de veinte años—dijo—. Una violencia que aún
no ha terminado, pues sus causas están todavía presentes. Mira lo que está
porque tienen el valor de exigir sus derechos ¿acaso podríamos llamar a éste
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Amador tenía razón, había muchas cosas que contar, de nuestros
esos años y tal vez seguía haciéndolo hasta ahora. Él se fue del país
escapando de esa guerra, mientras que yo, digitado por mi conciencia y mis
hacerse así. Y, durante todo el tiempo que nos tomó concluirla más que un
trabajo fue para los dos una catarsis. Trabajamos los sábados a fin que no
Risso, que los sábados en las mañanas estaba casi vacío. Además,
contábamos con la exclusiva atención de las anfitrionas que nos servían los
en una sencilla laptop. Y, sin que nos diéramos cuenta, pasaron las semanas,
los meses y los más de dos años que nos tomó tener listo el manuscrito, listo
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—Nos encontramos aquí el próximo sábado a la misma hora para
tarde, preocupado y sin saber qué es lo que pudo haberle pasado. Marqué su
«Ha arrugado este jijuna», pensé con cólera todavía. «El lunes va a
estaba juzgando mal. ¿Habrá tenido algún accidente? Podría haber sido
atropellado por una combi mientras salía de casa ¿Estará en algún hospital
tan enfermo que ni siquiera puede contestar su celular? ¿Habré anotado mal
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entregué una moneda «otro día, me los llevo, estoy lleno», le dije y se
—Mi tío me pidió que cumpliera con este requisito —comenta la chica
esta vez con una sonrisa—. Ahora ya no hay que confiar así nomás en nadie,
entregara personalmente.
—Él dijo que nunca, pero para serle sincera, no le creo nada, lo mismo
dijo la primera vez que se fue y desapareció por tres meses y la segunda vez,
regresó a los seis meses—me entrega el sobre y cierra el postigo sin siquiera
despedirse.
parece muy extraño». Caminé por la avenida rumbo al paradero más cercano
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insectos llegaban desde todas las intersecciones. Esperé que llegara un
vehículo vacío pero a esa hora, no había ninguno con asientos disponibles.
combi pirata. El cobrador decía que se iba por toda la Arequipa hasta
«Estimado amigo:
libro.
resolver unos asuntos pendientes que los he estado postergando por mucho
tiempo pero las cosas han llegado a complicarse tanto que no puedo seguir
falta contigo por eso, buscando enmendarla, quiero que me hagas un último
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muchas horas a escribirlo y te confieso, estoy más que satisfecho con el
contenido.
juzgarla, y así abrirás esa etapa de tu vida que por muchos años la has
que te gusta.
como pago por los servicios prestados, 15 mil dólares, que los he puesto en
una cuenta bancaria cuya tarjeta, número y clave secreta adjunto en este
mismo sobre; que es todo el dinero que he podido ahorrar durante este
tiempo que nos tocó trabajar juntos desde que empezamos el proyecto; pues
antes de ello, los sábados me las pasaba despilfarrando lo poco que ganaba,
cumple todos tus caprichos». Citas que no eran más que desastrosas
aquejado siempre.
Gracias por ayudarme a contar esta historia, a decir las cosas tal como
las vi y las sentí, pues me ha servido para librarme de las angustias y los
miedos que me atormentaban, atándome a una vida sin sentido. Ahora puedo
pendiente.
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Un abrazo.
Amador»
Pensé que aquello era una broma de mal gusto montada por Amador
manuscrito. Examiné el fondo del sobre y para mi sorpresa, había una tarjeta.
más por curiosidad que por credibilidad y al encontrar uno en la avenida Del
cariño, pues son sólo números en una base de datos, respaldados por un
quienes las administran, a los banqueros, pero nunca a los ahorristas. Maldije
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Recordé la sabiduría de mi madre que prefería guardar lo poco que
una vecina suya, puso sus quinientos dólares en un banco y vio cómo con el
se redujeron sin que ella moviera un solo dedo. Al principio pensó que se
computadora y creyó que iba a ser corregido, pero al ver que el mismo
«error» se repitió el siguiente mes, sin pensarlo dos veces, retiró su dinero.
inocencia de una niña, creía que ahorrar en el país significaba lo mismo que
en cualquier otra parte del mundo, guardar pan para mayo, aprovisionarse
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DOS
feliz de vivir por veinte y tantos años en ciudad Paraíso, donde nació; un
para ver la capital (como dice un valse), sino el miedo a la guerra que se
había desatado en ese lugar. El día que partió, hacía más calor que de
recesada dos veces, (un año cada vez) y por ello, estudiar obstetricia luego
más tiempo de lo requerido. Ocho años, para ser exactos; una profesión que
una clínica u hospital. ¿Qué por qué se recesó la universidad? Bueno, según
me dijo, fueron por causas políticas, por las pugnas de poder en ese recinto,
podía recibir en ese tiempo. Aquello coincidió con una huelga de estudiantes
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exigiendo el cambio de las autoridades universitarias, acusadas de
universitarias, hasta nuevo aviso». Medida que duró un año y gustó tanto al
presidente que lo repitió dos años más tarde y cuando los recesos fueron
servicios que adquiría la universidad. Hubo tal caos y descontrol en esa casa
adujeron que los vehículos habían sido blanco de los delincuentes comunes;
renuncia de las autoridades nadie les hizo caso, por el contrario, el rector
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pidió la protección de la policía que acordonó el campus y bombardeó con
frontis, otro el cerco perimétrico y los más ágiles se treparon a los techos sin
—Me voy bien lejos porque aquí es imposible vivir— dijo Amador a sus
Faltando unos días para su partida, vendió todos sus bienes, que no
eran muchos ni gran cosa para un recién graduado que aún no había
cumplido su primer año laboral: una moto Honda 70 color azul, un televisor
de 14 pulgadas marca Philips, una estufa eléctrica que podía usarse como
horno y dos cajas con utensilios de cocina (todavía sin estrenar) que desde
hace unos meses, había empezado a comprarlos porque al igual que sus
tanto valor. Pero más que en dinero, aquel patrimonio de unos doscientos
títulos, tenía para él un valor intrínseco. Cómo no iba a ser así si eran
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excéntrica tiendita de antigüedades en la capital. Una biblioteca bien surtida
ciencias biológicas.
Cuando estaba casi todo listo, se dio cuenta que lo que había logrado
pasaje de ida a Londres, y no tuvo más remedio que deshacerse de una vez
por todas y sin remordimientos de sus libros. No le pareció una buena idea
los subversivos. «Si estaba vendiendo sus cosas era porque se está yendo
padres, que era donde vivía, a amigos y conocidos más cercanos para que
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justiprecio por aquellas reliquias impresas y con resignación, dejó que se
veinte dólares; y, cuanta obra literaria clásica, por sólo tres, dos y hasta un
dólar; mientras que el resto —por el que nadie quiso ofrecer nada— tuvo que
venderlo por kilos, tal como fue la oferta de un ocasional reciclador que por
sacos con todos los tratados de medicina y ciencias biológicas por un precio
Amador calculó que con todo lo recaudado, fácilmente podría vivir sin
contratiempos en el viejo continente por lo menos durante dos meses, eso sí,
quienes se había topado en las calles de ciudad Paraíso antes de que llegara
la subversión.
dos días después, una tarde de mediados de otoño se fue del país, haciendo
escala en una ciudad de la selva fronteriza, hasta Miami donde tenía que
cafeterías y tiendas del aeropuerto, menos aún, salir de allí, pues habiendo
sido clasificado como «pasajero en tránsito», debía esperar las dos horas,
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Para su propia tranquilidad, le dijeron que la presión migratoria de
confundido que no sabía si era chino o japonés que una mañana despertó
con unas desenfrenadas ganas de gobernar el país junto a su prole por cien
años para lo cual decidió cerrar el Congreso e instaurar una de las dictaduras
más nefastas y corruptas pero eso sí, según sus partidarios, muy efectivo en
bananera.
Británica se mostrara por decir de algún modo, «flexible» con los ciudadanos
del país al no exigirles visa de viaje, sino que ésta les era otorgada y rara vez
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momento de pisar territorio británico. Eso sí, para una visa de turista, los
internacionales.
nerviosismo.
su pasaporte.
de salida en el documento.
itinerario: desde la capital a Miami el vuelo duraría cinco horas con cuarenta
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En ese momento, la counter anunció a los pasajeros que debían
las dos tazas de café expreso que había tomado en el desayuno, sus
espacio para su maletín tipo James Bond, que llevaba todas las tardes a la
por una mujer que, cerrando los ojos fingía dormir, al menos eso era lo que
Amador pensaba.
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Y haciendo un mohín se sentó en el asiento del medio que era el que
realmente le correspondía.
católica.
sus rezos o algo más terrenal o quizás las dos cosas juntas que hicieron
sintió más tranquilo, sosegado y seguro de viajar junto a alguien que no sólo
cabellera azabache que apenas rosaba sus mejillas acariciadas por un ligero
rubor, dedujo que frisaría por los cuarenta. «Joven y bien conservada»,
pensó.
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iniciara una conversación. ¿Quién será?, ¿qué hará por la vida?, ¿qué gustos
costado. Sus labios resaltados con el rouge, iban a la par con sus mejillas y
junto a alguien que bien podría tratarse de una reina de belleza o una modelo
desde donde se divisaban nubarrones y alguna que otra nube blanca, como
anudaban entre sí para, luego separarse kilómetros más adelante. Vio los
ese tonito que solamente le salían a las selváticas pero que —quien iba a
saber por qué causa o motivo—, lograba camuflarlo bien, pero no tan
perfecto como para que otro selvático no se diera cuenta. «Estoy seguro que
altitud pues este Boeing 737 tiene buena presurización. Sintiéndose ignorado,
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por la falta de comunicación, cayó en la cuenta que su primera experiencia de
mujer.
por la ventanilla, entrecerró los ojos por el resplandor del sol que brillaba
sobre esa gran mole de hielo que pasaba frente al avión y por primera vez la
mujer habló:
altura. La segunda montaña más alta del país y el punto más elevado de la
departamentos?
que ella tenía sobre un tema que creía reservado sólo para los naturalistas
una pasajera cualquiera, una turista más, una cara bonita, sino alguien que
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conocía bien la geografía y seguramente también la cultura del país. Sólo
bastó ese click temático para que cual cotorra a la que le han colocado un
mantuvo a Amador ocupado todo el tiempo que quedaba para llegar a ciudad
media hora que le parecieron segundos, tiempo suficiente para que subieran
parecían personajes salidos de las tiras cómicas de Tarzán que Amador leía
momento el avión despegó nuevamente y esta vez, con vuelo directo a Miami
una mujer que frisaría los sesenta por los pecados cometidos sirvieron para
comer. Una cerveza helada, dijo él y la mujer, un juguito de naranja con hielo.
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La chica regresó pronto con lo solicitado y unas toallitas húmedas y calientes
—Son para las manos, en un ratito van a servir la cena —dijo ella,
que somos. ¿Qué nos falta?, Nada. Tenemos todo, recursos naturales, nos
sacamos la mugre, ¿no crees?, somos gente que trabaja duro todos los días.
los pasajeros del lado izquierdo, quienes para protegerse cerraron las
ayudó en algo a disminuir el calor pero era insuficiente para terminar con la
vacaciones.
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—Por supuesto que no, esta es la primera vez que voy a conocer esa
ciudad.
tema, y parecía haber logrado todo lo que se propuso en la vida: una exitosa
tuvo al salir de la capital, hace unas horas, Amador se sentía privilegiado por
estar viajando junto a una mujer inteligente y bella. ¿Por qué le parecía que la
cuando aún era una adolescente. El funesto día en que su padrastro abusó
denunciaba ante las autoridades. Pero ella armándose de valor, contó todo a
su madre y ella a la policía. Pero allí no la creyeron ¿cómo puedes hablar así
del capitán?, del jefe del Ejército en ciudad Paraíso ¿Quieren que los
terroristas lo maten como están haciendo con todos los violadores? Ni hablar
trabajo de parto nació su hija Patricia, asistida por la única obstetriz que se
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dio abasto para recibir a ocho criaturas más. Pero, gracias a Dios que nunca
su hija, tuvo que trabajar cuando Patricia apenas cumplió los tres meses. El
día que se presento a una entrevista, (una cara bonita, carisma para atender
al cliente, despierta y hábil con los números, son requisitos más que
semana con el que pudo pagar el alquiler del departamento, la comida, los
un empleo que le permitiera estar en casa con Patricia los fines de semana.
Amador observaba a Belinda con disimulo, creía que otra vez había
empezado a rezar. Había notado algo raro en su rostro que le hacía pensar
que la había visto en algún lugar pero que no lograba identificar con claridad
nuevamente. Llegó a la conclusión que era de ciudad Paraíso. ¿Por qué una
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mujer abierta y segura trataría de esconder su origen con un forzado
qué parte soy, a ver si lo adivinas. Además, hace años que no voy por allá.
ciudad Paraíso.
—No te creo.
selva pues allí la incidencia de dicha enfermedad era más alta, que en otras
zonas del país. Experta que conoce el tema, como un cura el Misal Romano,
Belinda le explicó que el papiloma virus era el causante principal del cáncer
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en los varones, hacía que el virus fuera fácilmente trasmitido a las mujeres;
mejor futuro viendo que la situación económica, social, y política acá seguía
distritos y comunidades, estaban a la orden del día. El país pasaba por una
joven y con una maestría bajo el brazo ¿Qué futuro le esperaría aquí?
¿Trabajaría para el Estado? Estaba copado por los militantes del partido de
turno, ¿en una ONG?, casi todas se habían marchado. Solicitó al Consulado
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Entonces no tuvo más remedio que quedarse de ilegal y fue recién el año
norteamericano.
levantaba por enésima vez al día siguiente para vivir lo mismo que había
Amador.
—Fueron tiempos muy duros para ella, sufrió mucho—un bebé llora
indocumentados y deportarlos.
Boca Ratón, una de las zonas más exclusivas del condado de Palm Beach; y
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céspedes recién cortados donde Patricia conoció a otros latinos que otrora
fueron ilegales pero que después de tanto batallar, por fin habían logrado el
ahorrar y pagar los cinco mil dólares que le pedían sus contactos, para
con beneficios de ley sin que la Migra la molestara. Y, se quedó allí por algo
más de dos años, hasta el día en que encontró la felicidad cuando decidió
Kaufman, hijo de un ejecutivo del mundo de las finanzas, que en los ochenta
ocupó el más alto cargo en el Lehman Brothers Holding Inc., una de las más
para visitar a su anciano tío en el alberque. Ese día, Patricia hacía su trabajo
de rutina (leerles las noticias del diario a los viejitos). Era una de las pocas
buenas intenciones.
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Amador había escuchado tantas veces el nombre de Patricia que su
catolicismo, pero también por las cosas que ocurrieron y vio en la comunidad
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Esperó pacientemente todo ese tiempo: «Si me he de quedar de ilegal de por
que habían salido y comprobó que también ella lo amaba y estaba dispuesta
a dar ese importante paso en la vida, no por resolver su situación legal sino
porque sentía la necesidad de estar con él «sino era para siempre al menos
por el tiempo que dure», —se sinceró luego de darle el sí—. Además uno
sabatina cuando presintiendo que algo importante iba a ocurrirle, llegó más
temprano que nunca al asilo y la vio, leyéndoles las noticias a los viejitos,
Leer era para ellos una actividad casi abandonada debido a las
dificultades que tenían con la vista y el oído, sin mencionar aquellas para
recordar las cosas que habían hecho trasantesdeayer, anteayer, ayer, esa
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misma mañana y hace tan sólo una hora. Otros ni siquiera estaban en
peso normal para cualquier persona como sostener una taza de té o lo que
era aún peor, poder alimentarse por sí mismos con la cuchara y dejaban los
con palabras, les hablaba con el corazón. Y, escucharla les devolvía las
de sus pupilas.
—¿Te pasa algo? ¿Acaso has visto un fantasma? ¿Estás mareado por
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No lo podía creer, aquella mujer era la madre de Patricia Lezcano.
conoces?
estos años tratando de comunicarme con Patricia desde que salió de ciudad
Por la ventanilla del avión se veía el mar azul, el cielo y las islas
Lambeth donde se quedaría sólo por una semana. De allí tenía planeado
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TRES
Habló por un walkie talkie y al instante apareció otro agente con facha
llegar.
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necesitaba ayuda, y le deseaban un feliz viaje. Se sintió más tranquilo que
«Ojalá hubiera estudiado el lenguaje de los mudos», pensó. Para pedir algo,
«ídem». De esa manera pudo agenciarse de piezas de pollo, pan con jamón,
queso, mantequilla, jugos, vino y whisky. Por primera vez vio que la sal, el
Londres. Amador experimentó lo que se siente salir por una manga, como si
entrara en el túnel del tiempo. Nuevamente pasó por una faja transportadora
estaba siendo observado por cámaras de seguridad que colgaban del techo
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al laberinto de pasadizos y vericuetos de la Terminal Cuatro. A su costado un
se le acercó un oficial.
Amador, asumió que era un atajo, bajaron por un ascensor hasta una
—Su pasaporte por favor—le dijo un oficial calvo y fornido con cara de
pocos amigos.
nervioso abrió su maletín mientras una ruma de papeles cayó al suelo, entre
su pasaporte.
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—¿Por qué quiere pedir asilo político en el Reino Unido?—tecleó
¿No cree que debió haberlo hecho en Miami, donde tuvo su primera escala?
Porque así indican las leyes en esta materia ¿Por qué usted no hizo lo que
puedo estar allí pues no hay a quién acudir, se ha perdido el respeto por la
ley y el orden; la gente se encuentra entre dos fuegos; por un lado los
dos fuegos pero no usted en particular. Podría precisar ¿de qué viene usted
te tildan de soplón.
—¿Ha hecho usted algo para que algún grupo haya atentado contra su
Chequearemos su equipaje.
comentar nada también tiene su costo. ¿Sabe lo que me dijeron?, que esa
era también una manera de involucrarme. Aquello les molestaba, querían que
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El oficial lo tranquilizó diciéndole que tuviera calma, que no se
preocupara, que todo iba a salir bien. En un cuartito de dos metros cuadrados
donde apenas cabían una mesita redonda y dos sillas, Amador debía
pieza de su equipaje.
que serían registradas en este documento, que deberá firmarlo si es que está
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esos años? ¿Acaso ese sistema no había sido un controlador social del
habían desatando una lucha sin cuartel en su país y ciudad Paraíso era un
polvorín de donde la gente quería salir si tuviera los medios para hacerlo. Les
no los iba a alcanzar; pero aquello era más falso que currículum de
ciudad.
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— ¿Existe un lugar llamado así en su país?, —preguntó el oficial
dándosela de chistoso.
—¿Ciudad Paraíso?, claro que sí —enfatizó por cuarta vez sin saber
vale menos que una bala. La policía no se daban abasto para nimiedades,
estos eran pocos, así como los recursos para tener efectivos patrullando las
calles.
globalización.
expertos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
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país sudamericano. Sacó de un archivador algunos recortes de periódicos
desapareció por una puerta, conversó con un colega suyo y regresó al poco
tiempo tomando otra taza de té con leche más sonriente que antes,
ofreciendo al interrogado otra taza de té o algo más para beber, Amador: «no
gracias, estoy bien así». Sin embargo, (continuó el oficial), no podrá usted
negar que los subversivos ya han sido controlados por el gobierno en su país.
¿Qué evidencias tiene para demostrar que son ellos quienes quieren hacerle
daño?
una columna subversiva en Caynarachi. Nadie podía vivir ni trabajar allí pues
la guerra había llegado a tocar directamente a las personas que sólo querían
una cosa, vivir en paz. Pues bien, un día salió de ciudad Paraíso con los
primeros rayos del sol brillando en los cerros de la ciudad. Debía vacunar
tétanos a las mujeres en edad fértil, que de acuerdo al Minsa, eran aquellas
empinada, y lodosa carretera, donde los cerros del último flanco oriental de la
que daba origen a una catarata cuya caída producía un ruido similar al
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amazónico; ocasión que los cazadores aprovechaban, para abastecerse de la
las casas atrayendo a las polillas, a las mantis religiosas, a las chicharras
niño que estaba enfermo, su quejido era débil y tosía mucho, mientras la
calentaba el frejol para la cena. Más al fondo cocía la yuca que luego de
acomodó el cabello con una mano mientras que con la otra tomó otro sorbo
de agua…
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pajilla que todos los días los caballos podaban con sus dientes. Amador
esquivó los charcos y el lodazal, saltando sobre unos troncos que servían de
cerca de la sala de partos que también era usada como tópico y consultorio.
moscovitas.
¿Qué fue lo que le hizo suponer que aquello iba dirigido a usted? Podría
haber sido para alguien de la clase, un alumno ¿no cree? ¿Podría haber
asilo político sólo por haber sido testigo presencial de arengas, la Terminal
quinta terminal señor Fonseca. Lo que le quiero decir es que los argumentos
que usted está esgrimiendo no son suficientes para solicitar asilo político.
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—Eso lo tendrá que decidir un juez ¿no cree usted? Por favor le pido
la noche. ¿Tú eres Felipe Tapullima?—preguntaron con voz firme al otro lado
que «el poder nace del fusil». Cuando estuve en la escuela, tampoco
comprendía eso de que «la letra con sangre entra» que el profesor repetía en
clase. Por eso me escapé de allí, me fui a la chacra a sembrar plátano, maíz
y a criar gallinas. Lo único que quiero es vivir en paz con mi familia, ellos me
necesitan. Si me matan ¿cómo van a vivir sin mí?, ¿quién los va ayudar?
dolor en un acto reflejo más que por una sensación consciente. «Le han dado
que debía quedarse quieto sin hacer ruido y entre la oscuridad, miró su Casio
—No fueron sólo arengas oficial, fueron amenazas reales —le sube la
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leninismo; ninguno ha recibido entrenamiento político en Cuba, China o la
qué negarlo, eso sí, alejado del terrorismo en todo momento y, mi poca
Sputnik.
paraba de llorar.
dijeron los niños. ¿Volverá papá? En ese momento tocaron la puerta ¡Dios
mío! ¿Serán ellos? Eran los vecinos, venían a avisarle. Señora, su marido
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—¿Cuénteme lo que ocurrió en los otros dos casos?—continuó
interrogándolo el oficial.
llamaron por teléfono. «Es para ti», dijo mi madre pasándome la llamada. «Te
la policía. «No les hagas caso, perros que ladran no muerden», me dijeron
sin inmutarse.
pasaría por una inspección minuciosa con Rayos Equis; luego le iban a tomar
Ante aquella forma directa de decir las cosas, Amador creyó que el
hombre exageraba, pero así era su trabajo, cumplir con el protocolo. Su perfil
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Revisaron nuevamente cada pantalón, camisa, calcetín y calzoncillo
desodorante y jabón Royal Regiment para los análisis de laboratorio. Era casi
nuevo, lo había usado una sola vez antes de salir para el aeropuerto. Cuando
pasar por una máquina que detectaba dos cosas: cocaína y tuberculosis. Con
Estado donde la OMS/OPS y los epidemiólogos del Minsa daban cuenta que
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familias enteras en los pueblos jóvenes y barriadas de la capital, mientras
Chanca Piedra.
que en ese contexto nada tenía que ver con publicidad sino con la sospecha
tanta conmoción por un simple spot y tuvo la sospecha que los galenos
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lugar donde había vivido, unas rutinarias carrasperas y alguna que otra
tosecita cuando tomaba algo helado, pero nada que ver con los síntomas y
Aquello era un problema para que Amador ¿cómo iba a cumplir con lo
que le había pedido el médico. Tendría que esforzarse, carraspear para que
entregándole una cartilla con el menú diario y las indicaciones sencillas que
sólo requerían marcar con una equis lo que iba a pedir en el desayuno, en el
almuerzo y en la cena. Pero, con su inglés básico sólo marcó las palabras
que conocía: bread, chichen, tea, milk, butter, pork, tomatoes, potatoes y fish.
Buscó si en alguna parte decía rice pero no estaba por ningún lado.
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Y Susana tenía, tenía razón, porque a partir de ese día (después de la
cecina con tacacho), Amador consideró al pescado con papas fritas su plato
preferido.
la cama con alivio y por ello, al quinto día de internamiento, los médicos
ningún peligro para la salud pública; por lo tanto, Amador podía deambular
a casa.
Home Office
piedrecillas, muy raro, pero se han dado casos, le dijo Susana, traduciendo lo
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hasta tomar una decisión. Usted comprenderá que recibimos cientos de
peticiones todos los días y el suyo así como el de muchos, está en lista de
espera. Y agregó, «eso sí, en caso de que usted cambie de domicilio, deberá
informar a la policía».
Amador guardó el documento y salió del hospital y por primera vez vio
por las lunas de una ambulancia. Afuera su prima Victoria lo esperaba. Ahora
sí luego de cinco días, recién podía verlo, era más flaco de lo que se había
imaginado y tenía el bléiser ajado que flameaba con el viento en las afueras
del hospital.
Por cuarenta libras a la semana, desde las seis de la tarde, durante los
Park para tomar el tren y dirigirse al centro de la ciudad a limpiar las oficinas
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rutina, un lunes luego del trabajo, se dirigió al hostal YMCA en Stockwell
Road, para ver si tenían un cuarto disponible. «Hay si puedes pagar sesenta
o mejor dicho, le habían otorgado este beneficio y esa misma tarde Amador
necesitaba un recién llegado para iniciar una nueva vida en el Reino Unido;
empezando por las clases de inglés que se impartían, tres veces por semana
lavandería y también con un gimnasio, una sala de billar, una de fulbito, una
medianamente abastecida.
Amador aprendió los nombres de países que nunca antes había escuchado,
desarrollo en igual, mejor, o peores condiciones que el suyo y que antes sólo
que estaban esperando las respuestas de sus peticiones de asilo político. Por
las conversaciones con los colombianos que llevaban más tiempo y hablaban
bien el inglés, Amador se enteró que los fundamentos de su caso no eran tan
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violadas en sus países que llegaron escapando de sus captores a pedir la
a esos jóvenes entrar y salir sonrientes con sus libros y mochilas, Amador
pensó en lo mal que estaba su país, jóvenes sin futuro, condenados a vivir en
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CUATRO
optado por estudiar filosofía, una carrera que desde su punto de vista no
tenía arte ni oficio y más que una profesión era producto de su flojera para no
tendría que llevar como por ejemplo la conducción de una familia. Amador no
que producía en su hijo tal temor de confesarle que lo suyo no eran las
ciencias sino las letras y que no quería estudiar medicina que era los que sus
sorpresa.
59
aquello los afectaría y seguramente pensarían que su hijo no estaba
dijo Amador.
capital?
significa nada para ti? ¡Por favor reflexiona! No seas terco, estudia una
carrera segura. Tú sabes, la filosofía es muy incierta qué vas a hacer con
literatura.
60
—No Amador—dijo Patricia—. Las cosas tampoco son fáciles para mí.
Quiero ser escritora y creo que el camino para ellos es el periodismo, eso me
dice la sensatez.
—No, no se trata de eso. Mira nomás lo que han hecho los escritores
más talentosos y famosos del país, casi todos a excepción del más
que a quien creía mi madre era realmente mi abuela. Durante quince años
—¿A qué te refieres con ello? ¿Acaso tienes algo que no quieres
contarme?
tenía sed, Amador fue por unas bebidas y un poco de agua helada hizo que
se sintiera mejor.
de tus amigos?
—Mi madre vino para llevarme a la capital y me fui con ella. Ella misma
61
allí pasara el embarazo, el parto hasta que yo tuviera dos años. Vivieron en
La mente maquiavélica del capitán del Ejército era hacer creer a todo
haciéndome creer que era el fruto de una relación de unos padres amorosos.
amenazó y por eso ella no pudo encarar el problema como debió haberlo
hecho. El insistió en que su hija estaba siendo utilizada por sus enemigos los
trauma; buscó trabajo sin mucha suerte pues apenas había hecho el cuarto
de media.
perdido esa alegría por seguir viviendo, era desenvuelta y bella. Un día
más feliz y mi abuela la veía como una niña jugando con una muñeca. El
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apoyo de su madre y ver crecer, gatear y dar mis primeros pasos, fueron los
sufrió mella y mantuvo siempre esa fuerza interior para sobrevivir y salir
adelante.
fotografiarla. Belinda aceptó con gusto pero con una condición: de que le
enviara, una copia de esa foto. El turista aceptó, pues le parecía justo, tomó
en su sano juicio se le ocurriría pedir permiso para tomarte una foto. ¡Ni que
fueras de la farándula!».
era propicio para que mi madre hallándose de buen ánimo, quisiera salir a
madre salió del departamento, cruzó la calle principal, caminó unas cinco
cuadras por el bulevar y llegó hasta un centro comercial y allí vio en las
63
casita de Barbie, soldaditos de plástico, pelotas Viniball, carritos y trencitos a
volteretas y regresó a casa. Tocó el timbre pero nadie abrió la puerta, insistió
Pensó que la abuela me había sacado a dar un paseo, esperó no una sino
una combi asesina mientras cruzábamos la avenida. Podía ser también que
¡Oh Dios mío, no lo permitas! Se le pasó por la mente que pudiera haber sido
nacimiento y una foto mía) para asegurarse que ella era la madre y no
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motociclista. «Haga usted su denuncia, creo que ya hemos esperado lo
suficiente», le dijo.
No, aquello sería un absurdo ¿Por qué razón lo haría? Si la apoyaba en todo
de su hija con ese amor que sólo puede provenir de una persona que ama.
la diligencia.
visto nada, no había una sola pista, no vieron a nadie llevarse a ninguna niña.
Pasaron los días y llegó la semana sin que se supiera algo sobre el secuestro
65
de su hija. Ella lloraba en su departamento, no había otra cosa en su mente
que no fuera encontrarme o tener al menos algún indicio o señal que diera
personal y ni bien amanecía, recorría como una zombi, las calles, plazuelas,
Hasta que una mañana, a eso de las nueve, luego de dieciocho días
de tal felonía. Sin embargo, grande fue su decepción cuando vio que era el
cartero, pero aquello cambió cuando supo que la carta que le entregaba era
que traían una encomienda de ciudad Paraíso y cuando abrí para recibir el
venido para llevarnos a las dos y así creyeras que yo había secuestrado a tu
hija. A las justas me dieron tiempo para empacar la ropa de Patricia, sus
66
capitán de trasladarnos a ciudad Paraíso. El viaje por tierra duró dos largos
sana y salva, pues habíamos adoptando una niña. El convocó a los familiares
asco del hombre me obligaba a tener sexo para que le diera un hijo».
meses más tarde, su mujer dio a luz a una niña, pero él no se quiso dar por
segunda hija y aquello le causó tal malestar que decidió de una vez por todas
es eso de los cromosomas ah?, ¿crees que los míos son tan débiles como
dicen? Ella no dijo nada, tenía miedo de contradecirle quería evitar que le
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siguiera insultando y humillando con comentarios tan hirientes que hicieron
Por primera vez desde que egresó del Ejército, al día siguiente el
así, entendió el tema, aunque jamás quiso aceptar que él era el problema en
Paraíso y cuando cumplió los cinco, tenía que ir al Nido. Su abuela buscó
algo que fuera accesible a sus ingresos y encontró uno cerca a un mercado.
disputaban las migas de pan que dejaban las monjitas. Aquella mañana, el
sol brillaba más radiante que nunca, iluminando los coloridos rosales y las
matitas de geranios que atraían a los colibrís, las mariposas, las abejas y los
por la pileta de la escuela, se dio cuenta que una abeja pataleaba y batía las
por el insecto, sin pensarlo dos veces la cogió de las patitas pero la abeja,
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Un grito seguido de un llanto rompió el silencio, impulsando el instinto
imagen, Patricia ingresó al aula, pues le había agarrado pánico no solo a las
diferencia, Patricia creció bajo la mentira de que era la hija mayor de una
familia unida por el amor. Los vecinos y familiares sospechaban de esa farsa,
y sólo supo la verdad el día que su madre regresó a ciudad Paraíso y le pidió
que se fuera con ella a la capital. Allí estudiaría la carrera que había elegido.
cuidado porque la ciudad podría ser el peor lugar para vivir y por ello debería
tomar sus precauciones. Andar siempre alerta y saber escoger bien a sus
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salobre y no podía pasarla y el cielo estaba gris casi todo el año como la
Patricia era una huérfana salvada de una madre que quiso abortarla por no
tener los medios para criarla y cuando los médicos creyeron que su
embarazo iba a ser normal tuvo un problema de Placenta Previa. Por poco
durante ocho semanas, hasta tuvo dificultad también para lactar. Con ello, el
miraflorino que decía que era periodista que había venido a cubrir el evento
reportaje sobre las chicas de ciudad Paraíso. Dijo que había tratado de
convencerla para que no se fuera, pero ella no le hizo caso. Que él no era su
padre para decidir lo que ella quería hacer con su vida. Pero si aún eres una
70
—¿Y dónde diablos quedaba ese lugar? —se intrigó el comisario.
—En la selva.
pues ya tenía la edad suficiente. Ella detestaba ese tipo de concursos, los
aburridas como ese gran amor y admiración que sentían por Cristo; por el
Papa; por la madre Teresa de Calcuta y por supuesto también por sus padres
que las habían educado en el amor y solidaridad hacia el prójimo. Pudo más
del jurado. «Tuvimos unas tarea difícil para elegir a la reina que
plaza de Armas, donde se habían dado cita cerca de seis mil personas. En el
71
multitud que había empezado a consumir las más de mil cajas de cerveza
locales.
momento de retirarse pero sus amigos insistían que un ratito más, que nadie
con ese rango, nivel y posición, podía dejar así nomás la celebración, que les
permitiera bailar una última pieza con la reina, un brindis, una fotito antes de
retirarse.
Pero si no había tomado una sola gota de alcohol en toda la noche. ¿Acaso
sería esa gaseosa? ¿Había algo raro en esa Coca Cola? Sintió la boca seca
dormida.
72
«Que efectiva es la escopolamina», pensó el desnaturalizado al ver el
detuvo antes que alcanzar una pendiente y allí, con premeditación y alevosía,
sació su abominable deseo. Luego, salió de su auto, buscó una roca que
ese mismo lado del vehículo en la pared rocosa del cerro para simular que
Dios, dime!
73
—¡Me ha hecho daño mami!—dijo cuando por fin pudo tragar saliva y
pasar ese nudo que tenía en la garganta—. ¡Me ha violado! ¡Me ha violado el
a lejía con el que todos los días desinfectaba los baños, blanqueaba la ropa y
las venas.
ese momento su furia era más que aquel supuesto amor que le había
impuesto la familia para que se casara con aquel hombre que un día llegó
sin abrir los ojos pese a la cachetada que le había propinado su enfurecida
mujer.
problema, pensó. Las instaló en un hostal, advirtiéndolas que por nada del
mundo lo llamaran. Pasaron los días, las semanas y llegó el mes en que
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diciendo que esperara unos días más. Debe ser por el trauma, le daba alguna
esperanza para que no fuera cierta su sospecha. Esa misma tarde, fueron a
positivo.
Durante todo ese tiempo, Belinda trató de salir de esa vida mediocre
inesperada. Al otro lado de la línea estaba aquel turista que una vez le
—¿Modelo de qué?
—De modas.
Belinda jamás imaginaría que aquel turista del parque era nada menos
modelaje. Un mes más tarde Belinda partía al Reino Unido contratada por la
revista Vogue. Lo primero que hizo fue aprender inglés y gracias a este
capital.
pues su meta más importante desde pequeña era estudiar medicina. En poco
75
pocos días de descanso que tenía después de largos periplos en las
que se había propuesto ser en la vida y poco antes de cumplir los veintitrés
serias, decía que nunca iba a casarse. Según sus propias palabras, la sola
idea de dormir con alguien soportando sus pedos y ronquidos la irritaba, pero
lo peor de todo, era tener que dar explicaciones al marido cuando llegaría
mantenía contacto con sus amigas, ex colegas del modelaje que también en
discotecas. Salía con ellas los fines de semana pero no veía cómo podría
darle tiempo al amor que siempre exigía mucho a cambio de muy poco y así,
76
prefirió vivir soltera, dedicándose de lleno al trabajo hasta el día en que
CINCO
el cultivo de esa palmera traída por esclavos del Golfo de Guinea en el África
Occidental a inicios del siglo pasado. Por casualidades de la vida, uno de los
tenía sobre la selva, capacidad que desarrolló cuando aún era estudiante,
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—Y no se trata de suerte, menos aún de labia o carisma, sino de hacer
esperan que las cosas lleguen solas, tendrán que hacerlo sentados, porque
parados se cansarán.
ocurrió escribir una tesis sobre una palmera que nunca nadie había
huelga universitaria, a inicios de marzo de ese año en que una menuda pero
paralizar por cerca de una semana a ciudad Paraíso. Una warmi lluvia como
todo el día que terminas obedeciéndola, rendido porque te da igual que llueva
o dejara de llover pues la vida tenía que seguir su curso normal: levantarse
gallinas, el pescado, la carne del monte, la leña y las frutas, porque sino ese
día no comes.
una gruesa capa de polvo, el excremento de las polillas que caían del cielo
78
raso y los orines de los roedores, encontró el pormenorizado informe del
técnica francesa que en 1969, a solicitud del gobierno, visitó ciudad Paraíso
años más tarde, motivado por el éxito comercial del producto don Ulderico
de las ratas que eligieron la ruma de papeles como nido para reproducirse. A
esto sumaba el factor humano del que tanto hablan y escriben los psicólogos
acceso que los usuarios tienen a los servicios. ¿Por qué alumnos, docentes y
sencilla ficha, ¿acaso era difícil hacer eso? «Qué mejor oportunidad que una
79
realidad y el desarrollo de acuerdo a lo creían era bueno para ellos y malo
para las mayorías. No entendían que no podía haber una sociedad floreciente
especial, o algún designio sobrenatural? No, nada de eso, por ahí no iba la
consistía en lograr que ningún ciudadano fuera tan opulento que pudiera
Otra cosa que tendrían que tomar en cuenta era que el Estado en su
80
de los contribuyentes —se encorvó bajando los hombros imitando a un
planillas, principal causante del desequilibrio fiscal, pues con ello mejorarían
los servicios. ¿Qué hacía tanta gente calentando los asientos en los
empresa fue liquidada y sus activos: una oficina destartalada, una planta
81
procesadora que rendía 20 TM de aceite diarios y 5,273 hectáreas de
nuevo empuje a Oleaginosas Inc. y para ello, propuso reunirse con todo el
estaban por encima de lo que solían asignar para esas cosas. ¿Valdría la
empresa. Con ese clima laboral mejorado, los sectoristas acudían a las
82
Al año siguiente, con resultados a la vista, don Ulderico Rivasplata,
zona, la carrera de Roberto iba en ascenso. Pero, sin que nadie se diera
otra cosa que no fuera la coca. Pero, no era suficiente demostrar que la
selva, dejaban una secuela de muerte y desolación al arrasar con todo lo que
83
subversivos atacaron el puesto policial frente a la plaza de Armas. La
subversivo que se hacía llamar el comandante Grillo, cuyo objetivo era volar
póker para matar el tiempo y la rutina; mientras que otros, hacían siesta,
Armas y ver ipso facto lo que estaba pasando. Los policías repelieron
inmediatamente el ataque, mientras pedían auxilio por radio a las bases más
cercanas del Ejército. Para estar más seguros, llamaron también al Ministro
84
tarde en el jardín de su casa. Con aire preocupado y levantando las cejas,
miró a su familia.
del pueblo y están siendo explotados y enviados como carne de cañón por la
burguesía, a una guerra que ya la tienen desde hace tiempo perdida. ¡El líder
y otra vez sus cacerinas, abastecidas desde los techos de las casas
cayeron fulminados por una ráfaga de balas, mientras que los heridos eran
atendidos por una mujer. Tres delincuentes arrestados por robo agravado esa
mañana, gritaban desde sus celdas pidiendo ser puestos a buen recaudo.
85
Nadie los escuchaba, no tenían tiempo para atender sus súplicas ahogadas
por el sonido de los disparos. Media hora más tarde ya no gritaban más,
un charco de sangre.
oscureciendo, estamos pidiendo ayuda desde hace dos horas, son muchos,
está pasando?
no hubo respuesta de los policías, una bala había impactado en la cabeza del
último efectivo que hacía sólo unos instantes había resistido valerosamente el
el piloto haciendo girar la nave bordeando la nube gris, desde donde salían
86
—Y, ¿qué mierda pinto yo aquí?—levantó la voz el comandante—. En
ciudad Paraíso los terroristas están matando policías y, ¿por esta lluvia
¿Tendrán la más mínima idea de lo que está pasando allá? ¿Se dan cuenta
circunstancias! Está bien que entre tombos y milicos no nos llevemos, pero
aquí está en juego la vida de quienes se fajan por el país. ¡Tenemos que ir a
ha dicho usted ¿también la base militar más cercana a ciudad Paraíso? ¡Si
87
desventaja numérica, deben ser muchos los terrucos y, a estas alturas,
lado a lado por esa enorme mancha blanca: la Vía Láctea, aquella noche de
Mayor Moscoso en su fuero interno. «¿Por qué serán tan incapaces, tan
cuidan, respetan y hacen respetar la ley aquí —gritó la mujer que atendía a
las puertas de las tiendas y la gente robó todo lo que pudo. Luego quemaron
—¡El líder y el Partido respetará sus vidas! —Rugió por cuarta vez,
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el comandante Grillo—. Desde ahora ustedes son nuestros prisioneros de
una esquina. La mujer que había hablado hace uno instantes agonizaba con
Se dieron tiempo para realizar pintas: «¡abajo los explotadores del pueblo!»,
comunista porque los proletarios nada tenían que perder sino sus cadenas y
camioneta.
89
«¿Con cuánto habrán aceitado los narcos a los terroristas para que
sentía nada, le había invadió una luz cegadora, y por última vez contempló el
popular, la ganas o la pierdes; otro perro menos y mañana será otro día.
dictador vende patria y asesino del pueblo. Con sus AKMs en ristre, dos
walkie-tolkie.
90
SEIS
y otro, cinco cuadras más arriba. Ir al cine en ese tiempo, era toda una odisea
debido a la poca capacidad de aforo que tenían las salas y para conseguir
había propuesto a los propietarios, que los martes fueran días populares y
que las entradas costaran la mitad del precio normal. Para una ciudad alejada
como si fueran las obras de Cattone, y, casi nadie salvo algún cinéfilo
empedernido, acudía a ver más de una vez la misma película, sin aburrirse
como si escuchara música. Con el paso del tiempo, la llegada del Betamax,
la televisión por cable, los DVDs, y la subversión, hicieron que los cines
proletaria que cambiaría los cimientos de la injusta sociedad y ahí sí, cada
91
problema, escribía el columnista parafraseando al revolucionario bolchevique
ruso. Y continuaba con aquello de que las élites que gobernaban el país
los obreros y a los campesinos que constituían la reserva moral para que se
profesor de filosofía.
—Todavía no lo sé.
finalistas. Cada uno debía preparar una clase magistral de quince minutos y
base científica del marxismo para entender los grandes problemas de la vida
92
—Alcanzaste el puntaje máximo en la clase magistral y en la
a sus más destacados cuadros de la capital para el debate. Por parte de los
polemista, presentó sus Siete tesis equivocadas del marxismo, uno de sus
libros considerado por sus seguidores como la biblia del liberalismo. El hilo
Así que el día del debate ambos grupos se declararon ganadores ¿Cuál era
Además, el rector con juicio independiente, dijo que Santibáñez sabía más de
93
grupos que discutían sobre el modelo económico neoliberal que habiéndose
iniciado en Chile, había sido trasladó al país a inicio de los ochenta. Los
todo: las casas, los automóviles, la cosecha y el ganado de las familias. Una
población que hacían los liberales; que la dictadura del proletariado sería un
máximo líder y fundador, a tal punto de haberse aliado con los grupos de
94
panel el problema del narcotráfico y los factores que promovieron su auge en
lavado de dinero proveniente del narcotráfico más importante del país. Puso
mucho dinero que llegaba a afectar los índices de inflación del país.
sido por la intervención oportuna del rector y del propio Santibáñez, las cosas
95
trabajo. En ese momento hubo un mutismo y en las siguientes semanas
para el trabajo de campo. Una semana más tarde se realizaron las elecciones
los liberales dijeron que también ellos lo estaban buscando. ¿Acaso tenían
algo que ver con su desaparición? Por supuesto que no, respondieron
el cultivo de cítricos y hasta hubo una ONG que había instalado y puso a
96
mandarina y zumo de limón. Aquello motivó a los agricultores para llenar sus
chacras con plantaciones cítricas; sin embargo, una mañana la planta dejó de
calculado bien el impacto que iba a tener la planta en las expectativas de los
hecho caso, por el contrario, el administrador se había ido por las ramas y la
siguiente mes le dijo lo mismo y así hasta que lo cansó. Entonces vino con el
pretexto de que las máquinas estaban nuevas, que así nomás no podían
malograrse en tan corto tiempo, que era su culpa por no leer bien el manual
otra cosa más que hacer que dejarla al cuidado de un lugareño que de vez en
máquinas, revisaba el cerco perimétrico para ver que nadie había ingresado a
robar alguna pieza y se aseguraba que todo estaba tal y como la dejaron el
día que se paró. Hizo esa rutina por unos meses hasta que se cansó pues
decidió dejar de cuidar ese montón de chatarra para dedicarse a algo más
productivo, ayudar en las cosas del hogar, ir a traer agua del río, y dar de
comer a las gallinas y los cerdos; subir el cerro para cortar el plátano y traer
la leña. Pero, una mañana se despertó fatigado, había soñado algo que lo
97
dijo a su mujer y salió de prisa de casa. Le fue difícil encontrar la puerta de
alambre corrugado que otrora en los buenos tiempos, brillaba; había sido
las lianas que durante habían logrado sellar la puerta y al entrar, se dio
cuenta que ya no estaba tal como la dejó la última vez. Ajá, era esto, me lo
suponía, dijo al ver que faltaban los pistones, la culata, el cilindro, el árbol de
con helicópteros artillados. Pero como habían sido alertados por alguien,
huyeron a tiempo al monte sin ninguna baja y desde allí repelieron el ataque
y con una instalaza lograron derribar a un viejo helicóptero ruso Mi-17 que
inmensidad de la selva, pensaron que el día del juicio final había llegado y
98
hito en la adquisición de tecnología de punta para la formación de los futuros
agrícolas en la selva.
refirió a la uva Borgoña, cultivo emblemático traído por los jesuitas que
propósito de que pudiera in situ evaluar la calidad del vino del lugar y una
hijos y a las futuras generaciones que allí, en una casa con paredes de barro
y caña brava fue donde un somelier galo vino a catar el vino de San Antonio.
99
enjuague de boca y pucheros correspondientes tratando que sus papilas
meterse a la boca.
El rostro del decano palideció, frunció el seño, bajó la mirada hacia esa
responsable de haber llenado con vinagre y no con vino la copa del somelier?
comitiva—. ¿Cómo puede ser que hable así del vino de San Antonio?
100
infundios contra lo que todos consideraban el producto estrella de
exportación en ese lugar, muy por encima del solicitado camu-camu, del
uva entre sus dedos el director académico—. Pongo las manos al fuego por
de enología, así como también de ampelología, que para que lo sepas, trata
tranquilizara y con los ánimos más calmados, aceptaron la cruda realidad que
en San Antonio, más que vino, se producía vinagre, debido a que es uva
sol de la selva hizo que la Borgoña tuviera una cáscara más gruesa y con
color tinto. Además, la acidez del suelo había hecho que su pulpa tuviera
para la fermentación, cantidad y calidad del etanol. Por eso en San Antonio,
el vino se picaba, lo cual quiere decir que se ponía ácido y daba como
101
—Con razón —repuso el decano, ya convencido de lo que decía el
francés—, cada vez que me excedía un poquito con este vino que lo probé
por primera vez cuando llegué a estas tierras, sentí que la cabeza me iba a
que me la amarrara con una pretina y sólo de esa manera pude aguantar la
resaca.
A partir de allí, las cosas para San Antonio no fueron nada buenas
pues se inició una crisis que afectó la economía de las familias que tenían
por no comprar más el vino picado y bastó unos cuantos meses solamente
Y, hasta los loros que hacían sus nidos en las casas abandonadas de los
perros y la risa de las lavanderas del río, se habían mudado a quien sabe qué
lugar del monte. Mientras que en las chacras otrora llenos de viñedos,
maizales y yucales, empezaron a abrir sus hojas al sol, las primeras matitas
de coca.
pero tampoco podía seguir durmiendo; los rayos de sol que entraban por su
102
ventana llegaban directamente a su cama y sintió un ardor en las piernas. Se
levantó y fue a ducharse, pero al abrir la llave no había una sola gota de agua
y con la toalla enroscada en la cintura, salió a sacar agua del bidón que un
madre se baño con el agua de lluvia, quería refrescarse del calor antes de
esos conceptos deberían quedar claros. Sabía que sus alumnos no tenían
buena base, era la primera vez que llevarían un curso de filosofía, el gobierno
103
lo había eliminado del currículo de educación básica y del plan nacional de
jóvenes en comunistas.
pasaban las motos. Entonces recorrió la Manco Capac y unas cuadras más
abajo dobló por el jirón Shapaja y de allí por Orellana ¿Estará en el balneario
¿Qué le diría cuando la vea? ¿Cómo se verá ella ahora? ¿Seguirá siendo la
estaba Patricia en una Chapi 70. Por la sonrisa que vio dibujarse en su rostro
para darle alcance fuera del acecho de las motocicletas que saturaban la
ojal. Caminaba con pasos cortos, acentuados por el taconeo de sus botas al
104
—Aquí, haciendo algo—repuso Amador—. ¡Felicitaciones!, te vi en la
tiempo, no? Estaba contenta de saber que Amador estaba vivo pese a los
hacer aquí, el que podía se iba del país, el resto buscaba de cualquier forma
la mesa.
prefirió regresar a ciudad Paraíso porque aquí estaban las noticias y las
cosas que pasaban tenían que ser conocidas en el mundo, y, estar a cargo
del noticiero del canal de televisión local le parecía un buen comienzo para
hacer lo que se había propuesto. Más adelante quizá (sin precisar cuándo)
105
Tenemos que cambiar el país y si puedo contribuir a ello desde el periodismo
sería fabuloso.
y quería que ella lo supiera. Desde el día que la vio en la biblioteca Municipal,
consultando un libro para una tarea del colegio. Aquella vez, también él
ella para hacer la tarea, cada uno en su tema, ella, sobre la caída de
106
gusto a mis padres con el tema de la medicina, finalmente me di cuenta que
me gusta.
boca.
limpiándose los labios con una servilleta—. Quiero que conservemos nuestra
Pero sacó valor para jugar sus últimas cartas y recordó aquel sábado cuando
pecado de Onán, mas les valdría no haber nacido porque es un acto sucio
que atenta contra la vida y las buenas costumbres.» «Pero padre, ¿qué clase
107
de dios es ese que ordena al hermano del difunto quedarse con su cuñada?»,
guardia y respetar lo que ella sentía por él. Quería olvidarse del asunto, lo
que menos quería era que esa amistad se enfriara por malos entendidos y no
caerle a una chica. De tanto verlas dando vueltas en la plaza de Armas, sus
una buena o mala señal. Tampoco aquello podría tomarse como un gesto de
amistad. En verdad era una respuesta bastante hostil. Algunas veces era una
108
ventanita que se te abría para dejar pasar ese resquicio de esperanza que te
demasiado y más bien tener paciencia, mucha paciencia; hacer que aquello
madurase como una jagua y cayera por su propio peso. Luego de unas
vueltas más podrían cambiar las cosas para bien o también empeorar, eso
colegio y que ibas siempre por su cuadra donde vivía a hacer la tarea con
una amiga vecina suya y que justo el sábado habían acordado ir al cine ¿te
—¿Por qué no vas por el canal para hablar de temas que nos
Grillo?
109
SIETE
subversivos o militares. Un día llegó a ciudad Paraíso una patrulla del Ejército
prostitutas.
ningún secreto pues por todas partes del país se ha desatado la guerra
110
Es cierto que la subversión está aumentando, que hay cosas que se les están
escapando de las manos a las autoridades pero, de allí pensar que los
comunes y abigeos.
No debemos cerrar los ojos ante lo que está pasando. Claro, algunos
donde unos pocos eran los dueños de los recursos naturales, mientras que
ese rol histórico en el país por varias razones, la más importante de ellas era
111
para entrar en este nuevo sistema, primero tendríamos que convertirnos en
un país libre, una democracia donde todos pudiéramos decidir qué y cómo
riqueza no solo fuera producida y beneficiara como ahora a unos pocos, sino
popular iba a ser liderada por los campesinos, sólo unos cuantos empuñaron
habían planteado nunca en serio tomar del poder por las armas, sino
la oligarquía.
diciendo que en el país la revolución sería una creación histórica, sin calco ni
lucha tenía que hacerse desde el campo a la ciudad, en todas partes y desde
influenciadas por los dogmas del modelo soviético y chino; querían liderar la
112
de la revolución, tal como lo soñaron Marx y Engels. Sin embargo, desde
exporta pobres. ¿De qué nos sirve tener tanta riqueza natural si la mayoría
al final de la clase—, los subversivos exigen cambiar el status quo, las cosas
Los demás escuchaban, y uno que otro de vez en cuando decía estar
simplemente sus efectos. Y ¿Dónde estarían esas causas? No había que ser
ello.
113
como las dos caras de una misma moneda. Los pobres, decía no solamente
viven (milagrosamente) con un dólar al día, según el Banco Mundial, sino que
han perdido también sus derechos a ser aceptados y tratados como personas
en una sociedad controlada por una élite que acumula riqueza y arrebata a la
embargo, era esa gran brecha económica y social donde sólo unos cuantos
puede acceder y usar los recursos, mientras que el resto vive de las migajas.
Esa diferencia, esa injusticia era la madre del cordero. Por tanto, si
—Sin embargo, distribuir debe ir más allá del simple hecho de repartir,
excepción y hacer que las leyes se apliquen a todos por igual. Eso sí nunca
114
debe entrometerse en el control de la producción de bienes y servicios que el
innovación y el emprendimiento.
fuerzas vivas de esa lucha, aprovecharon esa coyuntura para plantear acabar
de una vez y para siempre con la postergación histórica a la que los habían
asunto. Tomaron fotos de las pintas y dijeron que probablemente los autores
universitario.
115
revoltosos en los pueblos y caseríos más alejados. El gobierno encargó al
afectado por esa lacra social. Buscando dar una respuesta contundente y
comandante Grillo iba tomar por asalto ciudad Paraíso y aquello preocupó a
quería unirse a su causa. Aquello hacía presagiar que los días sangrientos y
invisibilidad a tal punto que el otrora Capitán y ahora General responsable del
Ejército en los valles del Huallaga, el Mayo, y el Caynarachi. Y, cada vez que
militar había conocido a alguien con tal capacidad para moverse y camuflarse
116
Decían los lugareños que aquel cabecilla subversivo tenía poderes
entrevistarlo. Sin embargo, no fue fácil localizarlo porque sus seguidores más
evitar que el Servicio de Inteligencia (que había ofrecido una recompensa por
—No son poderes sobrenaturales los que posee ese subversivo, sino
programa de televisión.
reunía todas las noches con sus huestes. Supo que sucedía lo mismo al otro
117
Agropecuaria y Artesanal de la Amazonía y de igual manera la gente decía
mientras que la Policía Nacional al no tener los recursos tuvo que renunciar a
pues quería aclarar las leyendas que se tejían sobre él y envió a una emisaria
una periodista con agallas). Se hicieron los arreglos para la cita y el Cream
—Soy Mónica—se presentó una chica con una falda diminuta que dejó
Abordaron una moto-taxi, que los llevó hasta una gasolinera a la salida
de la ciudad y desde allí un auto los condujo hacia Lago Azul; cruzaron el río
detuvo en la cúspide del cerro Punta del Gallinazo. Desde allí se veía el valle,
el río brillaba como una gigantesca serpiente al reflejarse el sol en sus aguas
y desde esas alturas se sentía el aire fresco, mientras que, por el llano
118
acantilado. Aquel bloque de granito servía de señal para un pasaje secreto,
camuflado a los ojos de los viajeros con los gramalotes. Bajaron por el
y una alfombra de helechos. Una vez en el llano, encontraron una choza cuyo
techo de hojas de yarina, dejaban filtrar los rayos del sol como filudos
soy de carne y hueso. Ahora ha llegado el momento para que se sepa quién
seguido nuestra propuesta y está dispuesta a dar la vida con tal de alcanzar
verlo, creía que se había ido lejos debido a las amenazas de los liberales,
que lo habían matado, pero allí estaba, la frente ancha, el pelo ensortijado
y ese cuerpo de músculos notorios gracias al kung fu, no podía ser de otro
lo iba a creer, los estudiantes menos todavía, si siempre sostuvo que estaba
119
—No puede ser que ese delincuente salga en televisión —golpeó la
razón ya no lo veíamos por acá?, dijeron que los liberales lo habían matado,
otros que había regresado a su tierra para no volver jamás; amargado, herido
en su amor propio, pues nunca se había enamorado tanto como, aquella vez
para proponerla que vivieran juntos. No sé, tienes que hablar con mis padres,
la muchacha para conversar con su familia. Que más iba a hacer su padre si
el profesor ya había tenido contacto carnal con su hija y aceptó esa relación,
que le comprara una moto para que fuera a sus clases, y de allí al hospital
cuando le tocaba hacer guardia. Es que el internado es así pues amor, bien
conoces a mis amigas ¿Acaso desconfías de mí? No, para nada, mejor me
quedo, tengo que preparar mi clase, vete sola, eso sí, maneja con cuidado.
Por su mente pasó lo que había escuchado cuchichear a sus colegas: «Su
No creía, pensaba que era por envidia, por picones porque ella era joven y
120
muchos hubieran querido estar con ella. «La tiraba en el cuartito al final del
que ella tuvo guardia no la llamó; se fue directo al hospital y halló que las
y así pudo pasar para hablar con ella pero ya una compañera le había
quise saludarte, pero ya me voy ¿Está todo bien? Sí, no hay mucho trabajo.
taxi; ella dijo que iba a dar un paseo y se fue por el balneario y entró en una
paró detrás de una columna, aspirando el olor a tabaco sudor y axilas que se
Sus ojos no dejaban de mirar por todas partes, a los costados, en la barra, en
los baños. Se movió entre las mesas sin ser percibido, sin rosarse con los
cuerpos y tan ágil como un grillo y se detuvo en un claroscuro sin ser visto y
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por minuto y sus protuberancias vibraban al chocar con el láser que revotaba
garganta al verla a cinco metros de distancia, separada sólo por una mesa
que resaltaba con las luces fosforescentes. Santibáñez se quedó tieso como
una pared y sintió la contracción de sus músculos, apretó los puños, rechinó
los dientes y sus ojos inyectados, miraron las bocas y comisuras que se
dieron cuenta que alguien estaba allí mirándolos, mucho más inmóvil que la
columna donde apoyó para no perder el equilibrio por tanta rabia. ¡Profe…
terrorismo y al día siguiente Patricia fue despedida. Como jefe máximo cívico-
122
—Sí, no te lo quería contar, ábrela por favor y dime que dice.
123
OCHO
de los incas. Luego de haber logrado varias victorias, el líder Chanca, fue
decisivo para que Ancoallo fuera vencido y poner fin a su intento de tomar el
indígenas que no se unían a su causa, pues para ellos, la vida de los nativos
124
blanca resecada por el sol y pelo hirsuto que le cubría la frente, Lope de
punto que obligaba a su hija a dormir en la misma cama. Aquello hizo que
Días después decidió sublevarse contra Pedro de Ursúa y se declaró con sus
seguidores los Marañones en rebelión contra el Rey Felipe II. Para lograr el
sin piedad ni motivo a todos los que hallaba a su paso, por el sólo placer de
alguien que estaba alegre o demasiado eufórico, Aguirre estaba seguro que
su propia tropa. Pero los Marañones no aguantaron más esa locura y pese al
125
tiempo su espíritu errante recorre los ríos y médanos de la selva sin encontrar
la paz, pues el mismo había dicho que prefería irse al infierno porque allí se
estaba la gente cuya vida era sencilla y de poco interés para él ¿Sobré que
lugar.
126
otra historia antes de que todos (a excepción de los que tenían que hacer la
jugaban por los alrededores de la aldea dos hermanitos: un niño y una niña,
atacaron su aldea para robarles el oro que creían poseía ese pueblo de
compadeció del sufrimiento de las criaturas huérfanas que sin tratar de alterar
niño lo convirtió en un bravísimo toro, tan negro como sólo pueden ser las
refugio a los animales y la gente; las lágrimas del niño originaron las aguas
del río Shilcayo. Mientras que la niña fue convertida en una ninfa del bosque
tan linda como una mariposa que camuflándose entre las orquídeas que
127
donde iba a estar protegida por el tupido bosque y su hermano, no sólo del
surcando el cauce del río, se desataba una tormenta que ennegrecía el día y
los hacía desistir de su intento. Sin embargo, la ninfa del bosque, no pudo
las faldas de la cordillera hasta llegar el lugar donde antes estado su aldea,
sin percatarse que había sido descubierta por un arcabucero, quien tanta
belleza en ese extraordinario ser, quiso hacerla suya. Al darse cuenta de sus
intenciones, la ninfa trató de escapar y corrió y voló todo lo que pudo, pero el
rápidamente al criminal a pesar de sus vanos intentos por nadar, clamar por
vez más hasta perecer ahogado. Lo que quedó cuando ya todo fuera
que las autoridades decidieron convertirla en uno de los barrios más céntricos
de ciudad Paraíso.
No fue sino hasta después de muchos años que los descendientes del
a beber de sus cristalinas aguas y a comer los frutos del aguaje y la shapaja.
Había allí peces de todo tipo y tamaño que le daban un misterioso resplandor
128
dorado lo que hizo que los españoles creyeran que en el fondo de la laguna
Por eso es que los montaraces, regresaban varias veces al lugar para
dieran cuenta, se fueron quedando e instalando con sus familias en las orillas
depredador que conocían los animales en ese tiempo era al otorongo pues
cazarlos, sólo los llamaban como hacían con las gallinas al alimentarlas,
129
negro y la anguila eléctrica. Era una tierra fértil donde florecían frutales como
con el tamishi, una liana tan resistente y flexible como el alambre que servía
para amarrar los horcones y las vigas. Y, para cubrir el techo de las casas,
hacían uso de las hojas de yarina y shapaja que no dejaban pasar un sólo
diera la fundación española de ciudad Paraíso como tal, y, todos esos años
las penurias a tal punto que ya no era fácil de obtener la carne del monte
130
—Se vienen tiempos difíciles hermanos—había pronosticado Ancoallo.
alimentaba de los mismos recursos que servían de sustento a las familias: los
peces del lago y los animales de la colpa. La silueta de esa enorme boa
día, cuando el sol iluminaba sin clemencia las aguas cristalinas. Desde la
Tenía la cabeza tan grande como un batán y con solo abrir y cerrar la boca,
acercársele.
Según dicen los cronistas, la yacumama, había estado viviendo allí por
siglos sin que nadie notara su presencia. Primero dio cuenta de los
131
gordos: los tremendos paiches y zúngaros. Lo mismo hizo con los lagartos
inmensas presas que en vano se resistían a ser devoradas, pues los anillos
los paiches y zúngaros y los coletazos de los lagartos. Al final, sólo quedaron
laguna.
comer y ser comidos y que sobre ella, no había nada que pudiera hacerse
seguido de un tremendo chapuzón que los hizo salir apurados de sus casas
sin aliento. Luego se escuchó un crujir de huesos y del pobre animal sólo
quedó una bola de pellejo que la bestia engulló de a poquitos empezando por
la cabeza hasta finalizar con las patas por si acaso intentaría escapar.
132
Aquel macabro espectáculo colmó la paciencia del pueblo y ese
mismo día, decidieron acabar con el monstruo. La imagen del perrito pidiendo
auxilio sin que nadie pudiera hacer algo para salvarlo produjo tal conmoción
en la gente que sin pensarlo dos veces organizaron un plan (encabezado por
salvaguardar la vida de todos, especialmente de los niños que podían ser las
siguientes víctimas.
se acercara a la orilla y que las madres mantuvieran a sus criaturas muy lejos
llevaron a cabo el plan pero alguien que se opuso hizo correr el rumor de que
bajo el lodo la ciudad perdida del Dorado y mañana habrá suficiente oro para
133
Se abrieron zanjas y canales desde las orillas para drenar el agua en
durante varios días hasta secarla poco a poco y ver aparecer un espinazo
lodo. Sin darle tiempo para salir de la cocha y atacar a sus agresores, la
curare paralizador. Minutos más tarde, ésta yacía muerta cortada en mil
gruesa capa de coral, acumulada con el paso de los años servía de refugio a
permitían vivir fuera del agua y desplazarse por tierra firme, emitiendo
sonidos asmáticos.
134
NUEVE
Cuando Roberto Cifuentes postuló a una de las cuatro carreras que ofrecía la
ellas se iba a decidir, si por una de las tres ingenierías o por la de obstetricia.
ellos?
ellos, nunca había estado antes en la selva de allí que la comida y las
atención fue el inguiri, «No sabe a nada» decían. Sin embargo, era infaltable
en la mesa del poblador de ciudad Paraíso. ¿Qué era lo que les había atraído
padre: «Tienes que ser alguien en la vida porque se vienen tiempos difíciles».
comprar los cerdos y dejó que él solito se fuera, acompañado de uno de sus
135
que Roberto pudiera terminar el colegio y desde pequeño aprendió a ganarse
una carrera (para él que trabajaba duro para ganarse el pan de cada día y
Quizás debía ser más práctico y sensato como hubiera querido su padre,
avanzaba lenta como un caracol ante el inclemente sol de ese día. Con el
fólder manila bajo el brazo que contenía su solicitud, sus fotos tamaño carné
elegir la carrera a la que iba a postular. Un muchacho entregó una ficha mal
aquello era un lujo para él. Pensó que tal vez en lugar de ingresar a la
Armas pero se dio cuenta que aquello era una actividad que no le sacaría de
136
misio y decidió meterse al negocio de los pesticidas y agroquímicos. Bajo la
agroindustrias?
local.
allí él tuvo que trabajar y estudiar. Ese día su padre fue a comprar cerdos en
137
una comunidad ubicada a cuarenta kilómetros de ciudad Paraíso, días antes
de las fiestas navideñas. Lo más terrible de todo fue que el asesino había
bandolera cada vez que transitaba por aquellos parajes donde de cuando en
un despistado majás, animales cuya carne era más apreciada que la del
sorprendía en el camino el otorongo. Esa tarde había visto las huellas de ese
felino impregnadas en el lodo del camino y era mejor estar alerta, antes que
suerte de sentir sus filosas garras destrozándole las entrañas y sus fauces
rompiéndole los huesos como si fueran galletas pues era mejor tener una
patrón sin acelerar el paso hasta que, luego de unos minutos, escuchó un
sucederá con su mujer y sus hijos? ¿Quién se haría cargo de ellos? Mientras
138
su rostro rozaba la hierba, se crispaban las ramitas al romperse con el peso
malo le había pasado y salió a buscarlo, pero desde hacía seis meses que
nadie lo había visto en ese pueblo. No ha venido por aquí, le dijeron. Durante
ambiente; hurgó por los costados entre los matorrales creyendo que se
trataría de algún perro muerto o una acémila a medio enterrar que había
entre las higuerillas, siguió la pista de las aves y a veinte metros monte
picoteaban el cuerpo del difunto. El informe que hicieron los forenses que se
indicaba que el disparo pudo haberse hecho efectivo desde un metro y medio
de distancia aproximadamente.
por el río. Lo vieron pasar por pueblos y caseríos donde se detuvo para
139
Cuando llegó hasta el pongo de Aguirre, (un mal paso de remolinos y
olas en el Huallaga) que hacía naufragar las balsas y lanchas de motor que
cumbre los misteriosos dibujos que hizo aquel conquistador cuando navegó
con sus marañones por ese lugar. Enhebró en su mente aquella leyenda que
en la cumbre había vivido una prehistórica ave que se levantaba en vilo los
sin que sus padres pudieran hacer algo para impedirlo y no había arma que
darle tiempo para reaccionar o pedir auxilio. Aquellos que intentaron matarla
con lanzas y flechas, tuvieron que pagar muy caro su osadía pues con el
mientras que con sus filosas garras y potente pico dentado dirigido a la
arrojaban al río para morir ahogados atrapados por las olas y los remolinos
Aguirre hurgó un plan para matarlo. «Será un combate cuerpo a cuerpo entre
dos bestias», dice que dijeron sus Marañones. Pidió que le construyeran una
140
balsa con dos plataformas escalonadas y en su superficie, ordeno que
el centro camuflado, dos huecos, uno para el cañón de arcabuz y el otro para
bestia no pudo distinguir la trampa y bajó rauda, atraída por los señuelos y
con curare. Los disparos rompieron sus plumas, atravesaron su gruesa piel e
levantarse a los sajinos mientras la curarina hacía su efecto y sin perder más
tiempo dejó a los señuelos y con sus últimas fuerzas levantó vuelo y llegó a
murió enterrando el pico en el borde del cerro. Con la sangre que bajaba
todas las tierras en Sudamérica. Desde entonces cada vez que los viajeros
bestia al filo del farallón y están allí a la vista a pesar del tiempo, mientras el
ambición.
él también podría hacerlo. Tuvo miedo, sintió una brisa fría que le helaba el
cuerpo ¿Será el espíritu errante del conquistador que rondaba en ese lugar?
141
escalofrío que le estremeció las entrañas, remó más rápido y con más fuerza
con los remolinos. Una contracorriente le hizo girar y lo llevó hacia una
muyuna desde donde creyó que nunca más saldría vivo y estuvo allí dando
Pasaron los minutos que le parecieron horas y por un instante llegó a perder
la fe. De pronto sintió que una gran ola zarandeaba su balsa, luego escuchó
duras penas levantó la cabeza, movió los pies como un palmípedo y evitó
salvado y por ello, decidió esconderse allí, en ese lugar seguro que sería el
cómo actuar, cada vez que lo vieron ingresar a las tienditas del pueblo a
plena luz del día y pedir a sus anchas un costal de víveres que pagaba con
142
dólares. Por esos lares, no había policía, tampoco un teléfono para llamar a
una gorra de larga visera con la que lograba cubrirse parcialmente el rostro.
tema.
—Hay que tener buen estómago para eso. La política no me atrae; allí
—Para lograr lo que dices hace falta más que ingenieros, buenos
beneficios para las comunidades que viven de los recursos que les provee el
bosque.
143
seguramente no creerás aquello de lo que dicen que dijo Raimondi, pues lo
del banco de oro es puro cuento para hacernos creer que somos ricos, que lo
madera debajo del mango siguiendo el olor de las gotitas de helado que
habían caído al suelo—. Lo que Raimondi dijo es una verdad tan evidente
banco de oro.
tierras sino como ya te dije, utilizar las tierras eriazas para hacerlas florecer;
ligero, (unas tostadas con huevos revueltos y una taza de café con leche) y
144
se dirigió al campus. Estaba nervioso aunque trataba de disimularlo y no era
duración de una hora y media cada una y un receso de quince minutos nada
más entre cada bloque. Por la tarde, regresó para conocer los resultados. Al
frontis del recinto. El encargado abrió el postigo del portón trayendo una lista
estudiaban la misma carrera con sus hijos. Llevaban las mismas materias
manera satisfactoria los dos semestres, sin embargo, las cosas empezaron a
cambiar a inicios del segundo cuando se dio la primera toma del campus
145
universitario por los estudiantes exigiendo la remoción de las autoridades
comunistas.
146
DIEZ
«La selva es un polvorín y en estas condiciones, tal como están las cosas, no
que los pasajeros tomaran el desayuno, ocasión que Roberto aprovechó para
comprar el diario que a esa hora llegaba de la capital con malas, muy malas
popular por ser un lacayo del capitalismo y servir a los dueños de los medios
escapar por el río. ¿Por qué a mí si no les hice nada?, se peguntaba Roberto.
147
¿acaso es tu plata? Si todos está pagando ¿Por qué tu no?, ¿acaso te crees
intocable?
caballo sin descinchar. Desde el filo del cerro, había visto el incendio de la
por la carretera, están revisando a los carros, vete por el camino viejo le
día, cruzó los pastizales, las chacras, los sembríos de palma y otros tambos y
se metió por atajos, guiado sólo por su instinto y (según él), también por Dios
desapareciendo entre los arbustos por las faldas de los cerros y solo se
apeaba del animal por segundos cuando tenía que abrir las tranqueras de
palos, caña brava y alambre de púas y pasar por los reducidos vericuetos de
los barrancos al borde del río, disminuía el paso sin darse tiempo de mirar las
turbias aguas del Huallaga estrellándose contra las rocas hasta que con los
primeros rayos del sol llegó a un lugar más seguro para tomar el autobús.
148
talento que poseía, no tardó en reubicarlo como Asesor Comercial en una de
decidió salir a dar un paseo por un concurrido centro comercial, y al pasar por
uno de los iluminados locales, escuchó el rugido de unas fieras mezclada con
chica. Una fiesta zoológica, dijo ella. Algo nunca visto en la capital. Habían
contratado como anfitriones nada menos que a las fieras de un circo que
chimpancé.
—¿Amigo, tienes fuego?—le dijo ella, haciendo girar entre sus dedos
un cigarrillo.
Se habían distribuido siete mil entradas para esa noche y el local tenía
149
y no contaba con las más mínimas condiciones de seguridad. Las
techo y las paredes habían sido revestidos con un material sintético para
impedir que el ruido molestara a los vecinos. Según los inspectores, el local
era una bomba de tiempo y aquella noche estaban en la discoteca más de mil
pronto o simplemente pasarla bien ese fin de semana. Adentro, las fieras
rugían y chillaban más por dolor que por pánico, pues sus tímpanos sensibles
fuego, seguro que con ello agradaría a los asistentes pues quería darle a la
fiesta ese toque salvaje, imitando al hombre de las cavernas que acababa de
amago de incendio que rápidamente y sin que nadie tuviera tiempo de hacer
150
algo, avanzó hacia las cortinas. Hasta ese momento, todos pensaban que lo
que estaban viendo era parte del show para publicitar la última fragancia de
una cebra, ruge un tigre y chilla un chimpancé, el fuego se extendió por las
de sus vasos a las llamas, haciendo que éstas se avivaran y terminaran por
fuego pero murieron asfixiados por el humo tóxico del material sintético que
pánico y desesperación
Encaramándose sobre los cuerpos y saltando sobre las cabezas de los que
pugnaban por salir, el chimpancé logró escapar del local y salvar su vida. Sin
murió asfixiada al igual que los leones y el tigre; cuyos gritos se fueron
151
inhalado aquel humo que quemaban los pulmones, Roberto no perdió el
llevó al colegio. Ese día las noticias en las radios, los diarios y la televisión
imaginó fue que dieciséis años más tarde caería el Muro de Berlín, dando fin
que nunca se rindieron aunque no pudieron hacer nada para salvar a quienes
—Ya es tiempo de que alguien haga algo para evitar que estas cosas
152
Los periodistas esperaban el reporte oficial de los médicos de guardia
prevenir la infección.
Ulderico dirigiéndose a Roberto—. Ella está bien en casa; sólo tiene leves
remota idea de quienes eran las personas que había logrado sacar del
infierno.
más.
paciente llevándole flores. Ella le agradeció por haberle salvado la vida, pero
más de cerca, casi no podía creerlo, hizo memoria y era la misma chica que
que la conocía de mucho antes. ¿Acaso será ella? No, eso sería mucha
153
coincidencia, pensó. Y al ver a madre e hija jóvenes y bellas como dos gotas
de agua, confirmaría que aquella muchacha no podía ser otra que Patricia
bañado con rocoto y no podía dormir hasta que tuvieron que inyectarle
morfina para que lograra conciliar el sueño, aunque sea por un par de horas.
se secaron. Tuvieron que hacerle varios injertos de piel, para reparar las
se veía como un monstruo y no quería vivir con una cara así de fea.
los cerros. Prefería mirar ese paisaje que verse al espejo, pues se resistía a
creer que ese rostro era suyo, sino el de un espectro con los pómulos
154
doctora Cachetada, conocida psicoterapeuta que los Ribasplata habían
contratado y cuya fama profesional, había traspasado las fronteras del país
pacientes a la consulta.
guía un Apu de una tribu amazónica. Fue tan efectivo el tratamiento que esa
un Asistente Comercial del rubro de abarrotes, pagar una sesión una vez por
Rivasplata.
Profesional, sólo atendía seis pacientes diarios, tres en la mañana y tres por
155
la tarde. Trataba también de evitar el Trauma Vicario, muy común en sus
como el asesinato de su padre y también los momentos más felices como sus
Cachetada.
¿dónde más podía haberse realizado esa fiesta sino en el Club Social? El
Paraíso. El Club Social era una casona de dos pisos con cierto aire colonial,
en cuyo frontis resaltaban unos ventanales hechos del más fino cedro rojo; y,
156
en su interior, destacaba un vestíbulo ostentoso flanqueado por dos
centro, las mesas estaban colocadas de tal forma que permitían no sólo
paisajes amazónicos y unas hornacinas con los retratos de los héroes y los
faltaron quienes llegaron con alguna hermana o en el mejor de los casos con
pareja adecuada, debido a las exigencias de los exámenes de fin de año. Sin
gustaba.
juraba que esa noche de todas maneras la caería. Cuando Sonia se entero
tenía muchos enamorados. Pero, para Amador aquello no era más que
157
pataletas de una hermana celosa y posesiva que no se resignaba a aceptar
—No sólo yo, doctora, sino toda la promoción. Pese a ser una de las
chicas más bonitas e inteligentes del colegio, no era creída, se llevaba bien
conocía enamorado alguno porque a todos les decía que los quería como
invité al cine pero ella dijo que no podía, que mejor fuéramos otro día pues
había decidido ir con su madre a la misa juvenil y esa bruja no la dejaba salir
seguía enamorado de ella pero ella me veía sólo como amigo. La noche de
del ágape (con bizcotelas y gaseosa) le reiteré mis disculpas. ¿Lo hiciste a
Esa noche de gala, llevaba un lindo vestido color perla bien pegadito
que hacía resaltar su cuerpo de maniquí. Le pregunté qué pasó con los
158
poemas que le había enviado. Son lindos, gracias, té inspiras bien, los he
una moto-taxi rumbo al balneario a orillas del río. El lugar estaba repleto y
nos fuimos a la barra y nos tomamos unas cervezas. Cambiaron varias veces
la música y más gente llenaba la pista. La cogí de las manos y le dije que la
amaba y que había sido así desde que la conocía. Pero Patricia se iba por la
una salsa y salimos a la pista. Se dejó coger por la cintura y la miré de nuevo
llevó hacia la capital. Eran tan parecidas que cualquiera podría confundirlas
había en aquél lugar ese tiempo de guerra, tomamos agua de coco para que
enteró muy tarde que Patricia se iba a la capital y llegó cuando había ya
con ella la noche de la ceremonia del colegio. Sí, estoy con ella, ¿hay algún
159
problema? No, para nada, sólo pregunto. Y, a partir de allí no hizo ningún
Habíamos sido siempre amigos, pero desde ese día que se enteró que yo
de eso, nos tratábamos con respeto, controlando eso sí los celos que nos
pides que sea tu pareja de baile, le sugirió la abuela. Y eso fue lo que
ducha. Deja tu mensaje o llámala más tarde, contestó su madre. Llamó a eso
ahí estaba Patricia al teléfono. Mira, tengo pensado viajar este año, extraño la
160
amiga, porque charlaba amenamente con mi madre, mientras mi padre, se
entretenía viendo bailar y pasar por los pasadizos a las muchachas, envuelto
abuela, a los amigos del colegio, al barrio. Que todo lo que estaba
estaba en la fiesta y ella, sin pensarlo dos veces fue a saludarla y se pusieron
161
asistentes aprovecharon para tomar y comer algo. Estaban buenísimas las
empanadas. Cuando tocaron una salsa le pedí a Patricia bailar esa pieza. ¡Ay
colocar mi mano en su cintura para guiar sus pasos tomando el control del
ritmo. La hice girar tantas veces como se dejaba llevar y hasta donde los
gustaba tanto como la cumbia, aunque algunos decían que ambos géneros
musicales reforzaban la dominación del hombre sobre la mujer. ¿Ah sí?, qué
muchas cosas estaba de acuerdo con el feminismo, pero aquí sí creía que
con el tema que no se podía aspirar a construir un país desarrollado con una
debía partir por el cambio personal; pues éste, antes que en la escuela se
162
iniciaba en casa. Buenos hijos en casa sería la base para que los docentes
pues el principal recurso que tenía el país era su gente. ¿Qué cómo
garantizaríamos aquello? Bueno con algo que no era tan fácil pero tampoco
nada imposible: tener un país con personas sanas, bien educadas y con un
eficiente los ingentes recursos naturales que tenía el país. Pero, a la luz de lo
Educar era formar personas aptas para gobernarse a sí mismas y no para ser
gobernadas por otros. Y, preparar a los jóvenes no era una tarea fácil,
no solo forme sino sobre todo transforme a las personas para hacerlas
que los vítores y los aplausos cesaran para continuar su discurso. Se refería
163
domesticar ciento veintiocho especies nativas de plantas, de gran importancia
animales como la llama, la alpaca, el pato criollo y el cuy. De todas las zonas
de vida que existían en el mundo (ciento diecisiete para ser más exactos),
mundo. De allí que fuera considerado como uno centros Vavilov. ¿Y qué
Nature, donde se decía que una posible cura contra el Sida y el cáncer podría
hallarse en algún bicho o animal amazónico y dijo que el propio artículo decía
que la gama iba desde el atractivo y venenoso sapito multicolor hasta las
jaguar y la sachavaca. ¿Qué nos daría más y mejores recursos que no sólo
copa hizo un brindis: ¡Por la promoción y por los futuros profesionales que
164
ocasiones pedía a Amador que me ayudara con los productos notables, la
que dejó en tinieblas el Club Social y toda ciudad Paraíso. Hubo silbatinas de
peor lacra social y la principal enemiga del desarrollo, pues los funcionarios
del gobierno en todos los niveles eran quienes se robaban la plata destinada
Ciudad Paraíso que hace treinta años contaba con sólo 25 mil
comentó que los generadores habían dado esta vez sí y para siempre, sus
165
últimos suspiros y nada más ya se podía hacer sino comprar unos nuevos.
habían afectado a los vecinos que vivían cerca a la planta generadora a tal
alcalde para que de una vez por todas comprara generadores modernos que
¿Quién les iba a devolver la audición? Y ¿cómo iban ahora a trabajar? Sin
días.
siempre.
pistones iba a parar directamente al río, dejando una capa negra de petróleo
166
después de una serie de trámites burocráticos y más apagones y los
instalaron en el mismo lugar, pero esta vez a cuatro metros bajo tierra.
167
ONCE
profesor Santibáñez. Era flaco como una mantis religiosa, pero inteligente y
contradecían todas las leyes de la física. Con sus cuarenta y cinco años bien
oratoria, era solicitado por las autoridades para redactar los discursos y
que era urgente luchar por el cambio político y social del país. Una tarde,
168
emisora local, el profesor Santibáñez le dijo a Amador que tendría más futuro
días y lo recordaba cada vez que sus padres le hablaban sobre los
Marx, Sartre y Foucault, éste último vivo todavía en ese tiempo. Fueron esas
filosofía.
a la cordillera Escalera. Allí les mostraba a sus alumnos in situ la flora y fauna
del lugar con esa capacidad de buen pedagogo para explicar los conceptos y
temas abstractos y difíciles con una claridad meridiana, sin caer eso sí en el
simplismo y la cacofonía.
169
trabajaba y con lo que pudo ahorrar se compró lo básico, los libros que tantas
—¡No me digas que vas a ser cura! Eso sí que no lo voy a aceptar. De
tonterías. Eso es una locura hijo, ¡piensa bien lo que estás diciendo! En el
callado.
170
—Al seminario mamá, no al convento
parroquial y allí el padre Asenjo creyó ver en él las cualidades que todo buen
estudiar filosofía.
—No tengo vocación para ser cura, padre, sólo quiero estudiar
filosofía.
—De eso se encargará Cristo hijo, allí tendrás todo el tiempo para orar
empezaron a tejer una serie de conjeturas. Lo primero que dijeron fue que
Amador estaba atravesando por una decepción amorosa y él tuvo que aclarar
que si bien era cierto que estaba enamorado de Patricia, eran solamente
amigos y que nunca estuvieron juntos. Dijeron también que estaba siendo
171
de irse al seminario, proponiéndole que se fuera de vacaciones, que se
iba a dedicar en la vida y no cometer el error de creer que con la filosofía iba
a mantener una familia. ¿Acaso no se casaría algún día con una linda chica?
Como cura no iba a darle nietos que la visitarían y sacaran a pasear los
domingos.
había salido a tomar helados en el Cream Rica. Dio dos vueltas por la plaza
de Armas en su Honda 70, se dirigió por las calles aledañas, subió por la
172
de clientes. Se había iniciado el boom de las cebicherías en ciudad Paraíso
gustaba a los paraisinos para atraer a los clientes. Dentro del local vio entre
cierre de algún trato o negocio y qué mejor ocasión para hacerlo flanqueado
por dos hembritas, sin importarles las miradas de la gente ni los comentarios
custodios libaban sin disimular las huachaferías que hacían con las chicas,
Amador salió del lugar y bajó por la San Martín en dirección a la plaza de
Armas y llegó hasta el Cream Rica, allí estaba Patricia charlando con
gente había empezado a hacer cola para conseguir entradas sin reventa,
—¡Ah!, aquí está el mismo que calza y viste —dijo Patricia al verlo.
comentó Roberto.
voy a ser cura, ¿qué tengo que hacer para que me crean?
173
—Podrías estudiar filosofía en la capital—dijo Patricia.
años lo cual significa mucho tiempo para mi familia. Y en una privada las
que a ellos no les cuadra, pues nadie se mete allí para estudiar filosofía
—Más que filósofo de allí vas a salir teólogo —dijo Roberto pagando la
174
Una de las ventajas que tenía el seminario era que estaba
en los próximos meses, sólo una carta por mes y al cumplir el sexto, Patricia
dejó de hacerlo. Roberto insistió, llamó, siguió escribiendo pero sin recibir
respuesta. Con ello entendió que ella le había terminado sin darle ninguna
dieciocho años. Aquel día, Amador la vio salir del taxi y, esa misma tarde fue
a visitarla. Habían jugado juntos de niños a las escondidas entre los árboles
doscientos dólares con los que Amador se compró ropa, algunos libros y
175
A fuerza de oraciones, su mujer logró que fuera más comprensivo con
capital.
al menos una vez por semana. Acababa de cumplir los diecisiete años
cuando conoció por primera vez Jaén y era consciente que ese paso era
quedó dos días alojado en casa de una tía, hermana menor de su madre.
Amador salió a dar un paseo por la orilla del río y comió pescado a la plancha
rural del Alto Mayo; estaba divorciada y para cambiar de ambiente y empezar
una nueva vida con sus hijas, Ana y Victoria, eligió Jaén como su nuevo
hogar. Cuando sus hijas crecieron, las envió a estudiar en la capital y de allí
ambas se fueron a Europa. Ana había hecho una maestría en economía del
176
Ese domingo por la noche, Amador se instaló en el seminario, el
cuarto. Así que tienes sólo quince minutos para levantarte, asearse y
Concilio Vaticano II, pero aquello no funcionó pues no logró pegar los ojos
una gran pizarra blanca donde dibujó un círculo. Luego en medio de ese
profundamente dormido.
177
servían de soporte a los nidos de las alondras, jilgueros y oropéndolas. Cerca
al comedor, los frutos maduros de las higueras, eran recogidos por los
unas palmeras en cuyo dosel en las mañanas, cantaban los pericos, algunos
semanalmente, pero aquello sólo lo hizo el primer mes y luego cada vez que
cuando pasaba algo importante y pronto comprendió que lo que ella creía
importante no lo era para Amador. Así que, Amador recibió sólo dos cartas en
un año pero intuía o tenia la fuerte sospecha que a Patricia le estaba yendo
seminaristas del sur del país que tenían una vocación a prueba de cualquier
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había sucumbido a la pecaminosa costumbre de ir a ver una porno en el cine,
quedó como todas las tardes, sólo en el colegio. Aprovechaba ese tiempo
para pensar viendo pasar por el río las balsas con sus cargamentos de
plátanos, gallinas y cerdos. Che Carlitos vio a los niños con sus vientres
frustrado por no poder hacer algo que pudiera resolver ese problema. Se
hincó de hinojos y oró hasta la puesta del sol, pidiendo iluminación y consejo
a Dios para que le indicara el camino que debiera seguir. «Desde aquí no
puedo hacer nada padre», gritó al cielo con tanta fuerza que su voz resonó
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Todos los años (como parte del acuerdo de su beca), Amador debía
seminario. Desde el inicio el obispo supo que no estaba en los planes del
vida sacerdotal.
gente y entre sus primeras opciones para alcanzar dicho cambio, estaba el
despacho.
180
El obispo se quedó callado por un instante, parecía esperar esa
—A enseñar padre.
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DOCE
Los dos mil dólares de bolsa de viaje que Amador Fonseca trajo al llegar a
salsa, que nunca antes había visto bailar con tal maestría como a una pareja
cubierto sólo por una minifalda negra y una blusa cortita del mismo color que
diamante. Cuanto hubiera querido Amador ocupar el lugar del bailarín que la
movía con tal destreza que se olvidó del mamarracho de salsa que aprendió
¿Cuánto capital social traían esas familias del interior del país? El sueño del
182
Reclamaron el arenal cerca al mar, instalaron sus esteras y construyeron sus
Hacen una linda pareja ¿verdad? —comentó Amador viendo a los bailarines.
órdenes, de los uniformes y las directivas de los profesores, que los alumnos
tenían que cumplir (sin dudas ni murmuraciones), culminó los once años de
183
estudios escolares con una fiesta de promoción. ¿Por qué no vienes el lunes
una consulta al médico, brindarles orientación legal y darles terapias que los
papeleos. Tenía que presentar los originales, más las copias certificadas del
ello duraría por lo menos cuatro años, el mismo tiempo que requeriría para
desanimara pues valía la pena seguir con el proceso. La chica que baila
184
dengue en los países de la cuenca amazónica y fue el primero en reportar la
—Susana Altamirano.
sorprendido.
¿Acaso la enfermera que lo había atendido y sólo le vio la cara el día que le
dieron de alta era la misma chica del hospital que en las noches se convertía
Su rostro le parecía diferente ¿Será por las luces, por el maquillaje o porque
él estaba borracho?
para mirar de cerca a Susana pero ella sólo tenía ojos para su coreógrafo.
185
Tratando de atraer su mirada, Amador levantó las manos para
saludarla pero ella seguía bailando y sólo detuvo cuando se cansó y se dirigió
Amador salió del Tropicana. Afuera hacía frío y no había gente. Los bares
vacíos. Los pocos parroquianos que quedaban buscaban una pareja sin que
a nadie le importara.
Amador no tenía dinero para regresar a su hotel. Y ahora, ¡qué mierda hago!,
se dijo. Lección aprendida, nunca más iba a salir a la calle si estaba misio.
no tenía ni siquiera un penique y sintió el dolor del frío cortándole las orejas.
entendía inglés, mostraba sus bolsillos vacíos diciendo que no tenía dinero.
186
esperando tomar el primer tren de la madrugada, los quioscos estaban
Británico, iluminado desde la orilla del Támesis, Amador sintió que Londres
era el lugar donde quería vivir. Se apeó del bus y de su bolsillo sacó un
perderse, de estar sólo en ese lugar. Miró su Casio marcando las cuatro de la
rompía el silencio de la noche con una luna media luna escondida entre los
con voz áspera, el portero respondió los buenos días. Subió a su habitación,
Hazel que los inmigrantes (cualesquiera que fueron las causas para salir de
sin mayores contratiempos. Tener un lugar donde vivir y cómo sobrevivir era
prioritario y para ello habría que ayudarlos a llenar los formularios y acudir al
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municipio más cercano para solicitar algún tipo de subsidio. Aprender el
idioma era el siguiente paso y para ello debían acudir a una escuela.
acostumbres a ello.
Amador tendría que encontrar empleo pronto en algo que requería poco
mismas peripecias que Patricia? ¿Cuánto tiempo tendría que esperar para
cambio en su vida.
Waterloo y podía utilizar el mismo ticket, tantas veces al día como quisiera,
de su boleto.
188
Una mañana cuando se disponía a salir para la escuela, le llegó la
carta del Home Office, indicándole que su petición de asilo político había sido
acuerdo con aquello, podría apelar ante una instancia superior siempre y
encontrar una salida. ¿Te encuentras bien?, le preguntó míster Norman Elis.
Amador fue citado a la corte para comparecer ante un juez. Por medio de una
intérprete, el juez, pidió que Amador contara los hechos que lo llevaron a salir
tenía gran valor y habían pocos graduados universitarios que ninguno hubiera
189
profesional. Pero, para su padre, aquel trabajo era su bien más preciado. Por
eso sufrió el día en que lo invitaron a renunciar, con el pretexto de que había
más. A partir de ese día, su mujer fue quien sustentó a la familia y pudo
educar a los hijos. Amador y sus hermanos recibieron todo lo que sus padres
entendían consistía dar una buena crianza a los hijos: proveerles mucho
iban progresando los muchachos. Cada vez que podía les compraba libros de
cuentos que eran leídos también en clase y debido a ello es que desde
patio de la casa para contarse las historias que habían leído, pero
recreándolas, haciendo que estas (cada vez que eran contadas), parecieran
ciudad Paraíso.
local a donde iba (luego de hacer sus tareas) por las tardes para leer historias
190
Cuando el juez le preguntó exagerando las erres, sobre el lugar de
donde provenía, Amador no pudo evitar una sonrisa pues era la primera vez
nombre. Contaba para entonces con una población cercana a las cuarenta
calles se veían los distintos rostros del país, desde el poblador hablante de
últimamente la coca.
hasta la fecha habían escrito la historia de ciudad Paraíso. Sin embargo, era
incorrecto pensar que todos habían migrado motivados por la codicia y ese
Amazonía era una región inhóspita, donde abundaba la madera, los animales
191
El abogado estaba interesado en conocer más sobre la historia de
sociales que originaron la violencia en ese lugar. Sabía que los colonos se
paraíso de abundancia. Por eso, (más que por la tasa de natalidad como
local y mundial.
192
—Pero eso fue siempre así, cuando estuve allí, también habían pocos
turistas.
Por las clases de Santibáñez, Amador sabía que los colonos, habían
las trochas abiertas como heridas de hacha por los madereros para extraer la
junto a los riachuelos que lloraban para llenar las lagunas que tenían madre y
que se embravecían cada vez que alguien se metía en sus aguas. Cuando
cultivaban en la selva.
Como hormigas Ata que dejan el bosque sin vegetación, los migrantes
avenida Principal que años más tarde después de la eliminación de las ratas,
Modelo. Otrora una trocha, la avenida Principal era de lejos ahora, la más
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—Señor Fonseca—dijo el magistrado acomodándose la peluca—. Al
llegar al Reino Unido usted afirmó que en su país había sido amenazado de
el Alto Huallaga y para nadie es un secreto que allí la vida de cualquiera está
subversión.
—. Debe saber usted que un asilado político es aquella persona cuya vida en
se ve forzado a salir a otro país para buscar protección. Sabemos lo que está
solicitante y ante los hechos, las evidencias y los informes del Home Office y
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otorgara asilo político por lo que quedaba rechazada su petición de
qué iba a hacer ahora. Movió la cabeza de un lado a otro sin terminar de
entender por qué tanto desgaste, tantas explicaciones para llegar a nada y ya
no había nada más que hacer, estaba perdido ¿Por qué durante todo ese
hacer la finta de que el proceso cumplía con los procedimientos del ACNUR,
Esa misma tarde luego de la larga jornada del día, al llegar al YMCA,
195
podría ayudarle realmente? ¿Sería una buena idea hablar con Victoria, con
promediar las ocho de la noche a casa. ¿Sería una decisión que podría
sentencia?
cordero, un poco de frijoles, dos tostadas y de paso se sirvió una taza de té.
Al fondo divisó una mesa casi vacía, ocupada por un muchacho africano de
había sido favorecido con una beca para estudiar medicina en Cuba. Los
cinco años en la isla fueron suficientes para que pudiera hablar con facilidad
conflicto fronterizo entre Etiopía y Eritrea, éste último país, había logrado su
Bulgaria, tomó un vuelo que lo llevó de Addis Abeba a Londres donde pidió
asilo político y estaba realizando los trámites necesarios para que su título le
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asilo político. El muchacho le ofreció su apoyo confortándole que encontraría
Dieron las nueve y quince cuando Amador tocó el timbre del onceavo
sepa o haya escuchado, nadie le ha ganado al Home Office, menos aún una
negativa, era bien difícil revertirla. Ellos nunca pierden, no les gusta
197
TRECE
llevarle ese artículo al abogado. Sería una contribución al libro que estaba
Fue todo tan sorpresivo que los efectivos no tuvieron tiempo de repeler el
hasta el bote deslizador a orillas del Huallaga y sin pensarlo dos veces
enrumbó río abajo y no paró hasta llegar al distrito más cercano donde pidió
apoyo y refuerzos; pero allí no habían policías, un día antes, habían sido
198
Los disparos tomaron por sorpresa a la población que salió de sus
del pueblo. A los policías rendidos los llevaron hasta la glorieta en el centro
de la plaza y los amarraron a los postes de luz. La gente pensó que lo peor
Los policías escuchaban las arengas sin poder hacer nada. Los
comían sus gallinas, sus chanchos y sus vacas? ¿Tomaban así nomás sin
estado de emergencia nadie podía reclamar nada, que las fuerzas armadas y
¿Estaban allí para proteger a la gente? ¿No les pedían acaso una cuota a los
199
de meter la pata. «Se lo incautamos a los narcos», pensaba el sargento
los policías, tenían que reclamar por lo que les hacían, ahora era el momento.
provocaron que los perros ladraran enloquecidos. Sólo una anciana murmuró
que eran jóvenes. Vestían camisas y pantalones verde olivo, botas de jebe,
Estaban resueltos a defender con sus vidas la toma del poder mediante la
lucha armada.
las afueras para dar aviso por si acaso se producía algún contraataque, otro
piquete patrullaba las calles y de ese modo se aseguraban que nadie pudiera
en la plaza, mientras que el comandante como jefe máximo del grupo, era
200
Cuando el sol quemaba ya bien fuerte a esa hora del día, los
porque ellos tenían que estar livianos por si acaso las fuerzas represivas les
lugar que fue saqueado durante la incursión, ante la vista y paciencia de los
máquina de escribir, las mesas y sillas, las cortinas y la ropa de cama de los
cura para restablecer el orden. Echó del lugar a los saqueadores, recuperó
en todo el país y también había dado la vuelta al mundo. Los cuerpos de los
201
policías eran trasladados en ataúdes a la capital. El Ministro del Interior los
superior. Mientras tanto, el gobierno anunciaba que iba a tomar las medidas
más enérgicas a fin de capturar a los asesinos. El gobierno haría todo lo que
tenía que hacer para que de una vez por todas, aquella lacra social fuera
decretar la ampliación del estado de emergencia por seis meses más en toda
la zona.
punto final al artículo, sin embargo, pese a haber trabajado por más de cuatro
cuarto y vio la cancha de basquetbol del YMCA cubierto con una capa de
nieve, y ver nevar por primera vez en su vida lo emocionó, pues aquello sólo
Recogió los copos de nieve del suelo. No era hielo raspado como se había
imaginado de niño; era una cosa mucho más suave y menos fría que el hielo
momento pero no sabía cómo porque nunca antes lo había hecho y hacerlo a
que guardar cama durante dos días, alimentándose sólo con infusiones
202
restablecido, salió del YMCA rumbo a la Casa Latinoamericana para hablar
con Hazel. No se arrepintió del resfrío, más bien sintió que valió la pena
pagar ese precio por tocar la nieve por primera vez en su vida.
cocina para prepararse un café y allí ¡oh sorpresa!, se topó con Susana
varios años.
tengo!, pero si eres el recién llegado, bueno no tanto porque eso fue ya hace
—Seis meses para ser exactos—dijo Amador, con tono menos efusivo.
llegado al Reino Unido hace cinco años, con una beca para hacer una
de Londres. Era de Bogotá, ciudad tal vez tan o más caótica que la capital del
el país de donde era Amador y que le gustaría conocerlo algún día, cuando
203
—Ahí sí que me agarraste, la verdad es que nadie sabe a ciencia
cierta, pero para no hacértela larga te contaré que existen al menos dos
ese nombre en honor a un día del calendario católico que coincidía con la
ujier que aquél lugar lejano en el nuevo mundo se llamase así. Y desde ese
España, produjo tal confusión que para identificarla los nativos prefirieron
llamarla Bogotá (que en lengua indígena quiere decir el final de los campos) y
esperar, podemos tomar un bus que nos lleve desde aquí a Coven Garden.
escribiendo.
204
Cuando habló con Hazel sobre el rechazo de su petición de asilo
apelación los jueces sabrán considerar las pruebas que les presentes y
sobre el acceso a los servicios de salud para los inmigrantes, pero no podía;
asunto del asilo le roía como un comején en la cabeza. Y ahora ¿qué iba a
El autobús rojo de dos pisos que los llevó cerca al Tropicana, se paró
mucha gente la conocía. Una vez ubicados, pidieron pollo al curry, luego, ella
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encorvado mostrando el trasero y exponiéndote a que te metan la mano y
cartera, el reloj, te encañonan a cualquier hora en plena luz del día y te dejan
zapatos, los jeans, etcétera, peor aún si es que el ladrón identifica que tu
ropa es de marca. Por eso prefiero Londres, aquí puedo caminar segura a
cualquier hora del día o de la noche por cualquier parte de la ciudad sabiendo
que es poco probable de que me vaya a pasar algo pues todo está siendo
—Aquí en Londres, lo raro es que te pase algo malo, mientras que allá
que probaba por primera vez y para su gusto, estaba sobre sazonado con
siento más seguro en Londres que en mi país pues ahora allá la subversión y
Susana cogiendo una pierna de pollo con las manos (explicando que esa era
qué futuro nos espera. Cuando terminé mis estudios la doctora Belinda
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como un regalo de Dios pues debido a ello inicié mi carrera en el tema de la
de los años. El lenguaje del cuerpo remplazó a las palabras que le hicieron
suelo para ver si había algo raro en la alfombra pero no había nada. Regresó
pies que se deslizaban sin tocar el piso y se veía flotando como un fantasma
alucinación pues nunca antes le había pasado algo así. ¿Me habré auto-
vano, igual miro sus zapatos detenidos sin tocar el suelo y se pellizcó para
207
asegurarse que no estaba soñando. Al regresar se dio cuenta que caminaba
Y ella le dijo que no, que lo veía igualito que antes. Me siento más alto que
que tonta soy, cogiste el vaso equivocado, te tomaste lo que era mío y yo el
tuyo —sonrió jalándole para bailar otra salsa—. Bueno discúlpame, lo siento
mucho.
pero olvídate, no es adictiva. Acá todo el mundo la usa, ¿sabes lo que es una
lo aprendido dejándose llevar por el ritmo, guiado por los pasos de Susana.
Los minutos pasaban como si fueran segundos y las horas como si fueran
música movida. Amador tenía tanta sed que esa noche tomó agua como si
208
fuera un camello; y siguieron con sus cuerpos pegaditos, sintiéndose que se
por la energía que generaba el amor o quizás la pasión, salieron del local,
quitaron las casacas, adentro hacía calor, Susana había dejado encendida la
calefacción.
sofá.
Susana y por primera vez, tocó sus pechos duros y simétricos. Luego, con
pezón que se elevaba y sintió una tensión debajo del ombligo y pensó que la
vida había vuelto a ser otra vez generosa con él. Susana se sacó los jeans
209
Velásquez, eso sí con una minúscula lencería que le tapaba el pequeño
tragándose así mismas sin ofrecer resistencia. No hicieron una, ni dos como
Tenía mucha sed y fue a la cocina por un poco de agua. Al volver, Susana
King Size, Amador quedó convencido que no había sido un sueño y era cierto
que había hecho el amor con una de las mujeres más bellas con quién jamás
hubiera imaginado estar. Con ello confirmó que nada ocurría en la vida por el
con esta chica. En ese momento escuchó música a todo volumen; en el jardín
del condómino, los vecinos festejaban quien sabe qué cosa. Los escuchaba
había hecho hacía seis o siete años. Por alguna razón que Amador no
entendía todos los peruanos decían que habían nacido en Lima, pero a
210
juzgar por sus acentos, la mayoría provenían del interior del país. Aquel
Susana lo presentó a sus amigos y era la hora del almuerzo y había tal
variedad de platos que quisieron probar de todo un poco: cebiche, arroz con
donde Amador provenía, pues nunca lo había escuchado antes. Al otro lado
decir con eso? Pues nada, que era buenísima. Ahora sí cuéntame cómo
están las cosas en tu país pues lo que aquí sabemos es que luego de la
acuerdo a esa situación, en teoría ya no deberías estar aquí, pues las cosas
211
—Hay un noventa por ciento de que la pierdas, compadre, los jueces
media ya casi había desaparecido, llegando a formar parte del ejército de los
pobres ¿Cómo podría decirse que a su país le estaba yendo bien?, imposible
212
CATORCE
Hazel aconsejó a Amador para que mantuviera la calma, que pidiera apoyo a
solicitud de asilo.
sido torturado para que el juez le tomara en serio? ¿Qué pasaría si hiciera
213
demostrarían la contundencia de los hechos, de lo contrario desestimarían la
Westminster y desde allí caminó hasta The Strand donde quedaba la Corte.
gélido se sentía en la plataforma del tren a treinta metros bajo tierra. El juez
revisó las evidencias entregadas por el abogado. Las leyó con parsimonia.
Huallaga.
esta materia indica que es el primer país a donde llega el que está buscando
—Victoria
214
—Estudiante.
acomodó la peluca blanca y rizada, el juez mientras leía—. Tiene usted que
Londres.
no por ahora y no creo que sea contigo. Sólo te estoy proponiendo una salida
Pero, Amador sí que era terco, más terco que un ronsoco y desestimó
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aquello no podría ser, todavía era muy joven, muy inmaduro para el
matrimonio, y aunque esto era sólo para arreglar los papeles, de todas
formas era un compromiso ¿Acaso la edad de casarse no era algo que a uno
podía negar, pero estar con alguien para toda la vida era una idea que no le
mientras duraba, pero no creía que pudiera ser para toda la vida. De repente
ella se cansaría de él, podría también darse ese caso. Bueno, no se iba a ser
paltas por eso. No se casaría ni a balas, esa era su decisión final y se la dijo.
Era cierto, ella lo amaba y a quienes había escuchado decirle eso, habían
recibió una carta del Home Office indicándole que a partir de la fecha debería
Esta vez sí mucho más terco que un ronsoco, por la forma más que por el
—Ya no vive aquí, dijo el administrador del YMCA, hace quince días
216
Lo buscaron en la comunidad latina, en la Casa Latinoamericana, en el
encontraba.
durante las fiestas navideñas viajaré a tu país para arreglar las cosas,
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de cocaína. Al entrevistarse con el Rector, le anunció que ante la ausencia y
Minsa, desde allí me contactó para escribir su historia hasta aquella mañana
la frente.
y con el dinero producto de los cupos que pidieron fundó con sus seguidores
Mucho más que su propio maestro del la cordillera Escalera, llegó a dominar
los poderes del ayahuasca y podía invocar a las ánimas de los cerros, las
una anaconda.
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Ese fue un día antes de que acordamos llevar el manuscrito a la
cambio, la apatía por luchar por los derechos y alcanzar nuestras metas.
entrar en trance. Sintió que todas sus entrañas empezaban a moverse como
solar, se dijo así mismo. Y vio que en ese instante el mundo daba vueltas a
su alrededor.
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Tuvo ganas de vomitar, sintió la primera arcada y se agachó hacia la
bacinica y vomitó todo lo que había comido esa tarde, así era el efecto
purgativo del ayahuasca. Luego, sintió una soplada, una bocanada de humo
sintió que no estaba solo. Luego, poco a poco las cosas empezaron a
aquietarse hasta quedarse como habían estado antes. Y vio que su alma
otorongo.
confundido.
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Al día siguiente los canales de televisión mostraban las primeras
amor. ¿Eras amigo de él? Claro que sí, después de terminar filosofía estudió
nunca había abandonado la lucha armada, siendo su dimisión sólo una treta
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