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La biografía de Marvel Moreno, es una historia que sirve como referente para

entender el vasto mundo de las clases sociales, el concebido concepto clasista de


las féminas y los tratos degradantes que separan o profundamente dividen la vida
en sociedad de una mujer y como esta tiene que hacerse paso con derroteros de
conducas inverosimiles de los hombres, es su grado mayoritario, no es posibles y
es lo que nos muestra la biografia de esta prominente escritora, que se le haya
cercenado el derecho a gozar de gran reconocimiento como en su època lo fuèron
Gabriel García Márquez, entre otros, sabiendo los conocedores en la materia de
su riqueza intelectual y de su virtud, que fueron grabadas para la posteridad en
obras como: “En diciembre llegaban las brisas”, toda su vida se vio reflejada en
estas obras, las criticas sociales o el casualismo de su vida, es decir, todo el
acontecer diario o perspectiva de vida le llevó dado lo emblemático y simple que
puede ser la vida de una mujer acomodada o de clase alta, en una ciudad
machista, con profundos arraigos patriarcales y a la que se le estigmatizó o poca
valía se le dio a sus escritos e ideas. ¿Qué motivó el traslado o cambio de
residencia de la escritora Barranquillera Marvel Moreno?, ¿Cuál fue el móvil de su
muerte?, todas estas son circunstancias disímiles pero que le dan cuerpo a la
historia de la vida de esta mujer.

En estos escritos, la manifestación y desencanto con su ciudad natal, Barranquilla


Atlántico- Colombia, le fueron suficiente para mudarse a Italia, instalarse y
continuar su proyecto de vida en este país, se piensa o es lo que el texto refleja
que tal vez debió Marvel Moreno hacer para que su talento fuera reconocido y sí,
le fueron exaltados dados los múltiples galardones en eventos de esta índole,
precisamente en Italia lugar donde se destacó por su capacidad, como por
ejemplo lo hizo también García Márquez al exiliarse en México, dónde se dice que
escribió cien años de soledad.
En muchos contextos y en mayor proporción aplica el famoso adagio popular que
dice; “nadie es profeta en su propia tierra”, fue mucho más hiriente y deleznable,
que le hayan hecho valorar siquiera la idea de no tener el deseo de volver y se
enfatiza en esta porque para su época no se le dio el reconocimiento que merecía,
se piensa que este desvalor en su trabajo le llevaría a mudarse de país, la
sociedad caribeña de ese entonces aunado a los aportes en cultura que hicieron
los extranjeros que se radicaron en la ciudad le sirvieron para enriquecer su
mundo literario y pragmático, además sus estrechos lazos de amistad con grandes
y connotados personajes de la vida regional, como Álvaro Cepeda Samudio, le
sirvieron para catapultar sus ideas y posesionarse como una de las 100 mujeres
más influyentes de Colombia.
Marvel recuerda a su ciudad natal con pasión, pero también con descrédito y
hasta con resentimiento, en la Barranquilla de Marvel, no hay espacio para la
cultura y el arte, y sus pocas manifestaciones se confunden con la
mediocridad.Jacques Fourrier le confió a Jacques Gilard, amigo y albacea literario
de la escritora: Nadie sabe cuánto sufrió Marvel en Barranquilla.

Hay una parte de la historia de esta escritora en la que me gustaría hacer hincapié
y es en la terrible enfermedad que tuvo que afrontar esta mujer, precisamente
dada mi experiencia de vida, puedo decir, que recrudeció toda esperanza de

querer desarrollar cualquier otro proyecto, EL LUPUS,  es una enfermedad


autoinmunitaria crónica y compleja que puede afectar las articulaciones, la piel, el
cerebro, los pulmones, los riñones y los vasos sanguíneos de manera que provoca
inflamación generalizada y daño del tejido en los órganos afectados (ficha
informativa de los CDC). A pesar de ello y lo que significó para ella esto, logró
vencer en sus lucha internas, sonreír y continuar, es de admirar el hecho de que
haya sido, reina del Carnaval de Barranquilla, escritora, se podría decir que
filántropa por su profundo querer de hallar un cambio que le permitiera a la
Barranquilla de aquel entonces, ver a las mujeres como los seres pensantes y
proponentes que son, no como obtusamente las veían las familias del Country
Club y que frecuentaban los lugares más exclusivos de la ciudad como el hotel del
Prado, entre otros, que las mujeres estaban destinadas a refinar sus modales,
dedicarse a las labores del hogar y sencillamente esperar que otro renombrado
caballero, que le proyectase un mundo lleno de comodidades pero inmerso en lo
que ella considera, aburrido y monótono mundo de experiencias, la sacase de allí.
Definiré en un solo término lo que a mi juicio es el Lupus, precisamente porque
padezco de esta enfermedad, ES DOLOROSO, no solo en la parte física si no
emocional, empecé en octubre de 2019, con unos dolores articulares que no
soportaba, en esos momentos lo relacionaba con algo que estaba en el medio
porque estaba dando algo viral, No obstante, el virus pasó pero yo seguía con los
mismos síntomas cada vez peor, mis papás estuvieron en el proceso más difícil
que tuve que afrontar para poder movilizarme, ya que, a veces me sentía impedida
para hacerlo o hasta incluso vestirme o coger una sábana, amanecía con mis
dedos hinchados, literalmente no daba para nada, me sentía inútil, pero aun así
iba a terminar el ciclo del semestre y para hacerlo a veces recurría a ampollas,
que me aliviaran el dolor o en el mejor de los casos me permitieran caminar, mi
vida dio un giro de 360 grados que no esperé jamás. Llegue a urgencias 3 veces
por lo mismo, me hacían exámenes de rutina pero no arrojaban nada, luego hice
las vueltas para que fuera valorada por un internista, siguiendo los protocolos de la
EPS de pasar primero por un médico de consulta externa, quien era el que debía
ordenarme un especialista, el proceso fue muy largo y no daba espera, decidí
pagar un médico particular aquí en santa marta, pero él me mando unos
exámenes más profundos, los cuáles fueron un poco demorados en entregar, en
este orden de ideas, el último resultado que esperaba lo obtuve, pero viaje a
Bucaramanga debido a la insistencia de mi cuñada, quien fue la que me
acompañó, afortunadamente tuve un viaje tranquilo y sin dolor, pero al llegar a
Bucaramanga se pronunció lo que tanto temía, mi cuñada me ayudó a levantarme
de la silla del bus pero ella sola no podía y le pidió ayuda al conductor, quien fue
muy solidario e incluso al ver mi situación permitieron al taxista que bajara
directamente al paradero de bus para que me recogiera, porque uno toma los taxis
es en el segundo piso, y no me encontraba en condiciones óptimas para subir
escaleras.
Llegamos a la clínica en noviembre, a la cita con el reumatólogo, él me manda a
realizar otros exámenes más para corroborar el último examen de la prueba de
ANA que dio positivo, pero esos exámenes suelen ser demorados, y debía esperar
8 días por los resultados, decidimos regresar, porque así gastábamos más dinero,
y la segunda vez regrese junto con mi marido, el médico Gerardo Ramírez me
dijo bueno estamos frente a un LUPUS.
Solamente conoce o sabe realmente de la enfermedad quien la padece, quien la
vive en carne propia, cuando uno enfrenta a esto y por eso hice una pequeña
narrativa da mi historia, se avizora lo heroico y significativo que fue el trabajo y la
entrega de esta valerosa mujer, mi lado más humano me lleva a no borrar de mi
memoria su historia de vida, lucha y su convicción, en mi presente, soy testigo de
muchas reivindicaciones en derechos que las mujeres han conseguido, a lo largo
de la historia y no por eso debemos olvidarnos las unas de las otras, cada
recuerdo es un presente para aquellas que dieron la vida por causas comunes. La
actual alcalde de la capital Colombiana es una mujer y la vicepresidente es
también una mujer, es un sinfín de ejemplos que nos muestra que no somos
menos que los hombres y tampoco quiero decir que estamos por encima de ellos,
simplemente creo que su lucha de egos, les lleva comúnmente a pelearse entre sí
y menospreciar como en este caso lo fuimos nosotras, Marvel me llena de
admiración y fue enriquecedora la historia de esta mujer de solida convicción. Es
triste pero Marvel Luz Moreno Abello, murió en París en 1995 víctima de las
complicaciones de enfisema pulmonar y LUPUS, con nostalgia la recuerdo y con
valor enfrentaré mi porvenir, ella es un ejemplo a seguir.
Cabe mencionar que el fetiche, agazapado en conductas machistas hacen un
intento febril por justificar toda su ideario obsceno, pedófilo, morboso y
vergonzante. Estas prácticas sexistas son el blanco idóneo para desarrollar
escritos, novelas, cuentos, metáforas y demás usos del lenguaje pero esconden lo
antes mencionado.
De esto sufren las mujeres en sus respectivas cotidianidades, muchas son
tratadas como objetos sexuales, otras son vistas con lastima, muchas otras son
vilipendiadas y entre esos grupos hay un común denominador, el sufrimiento y el
dolor que reside en sus penas, lo importante de la interiorización, el perdón o el
apoyo colectivo femenino, momento perfecto para refugiarse, superarse en una
sociedad de consumo que piensa en satisfacer sus deseos, entre esta los
hombres, preconcibiendo géneros para imponer sus vanidades, es triste encarar
esta realidad pero hace parte de nuestra sociedad, clasista, arcaica y dada o
encaminada al desdén.
Hasta aquí…

Por medio de la risa, los gritos, el llanto y hasta el suicidio, las protagonistas
revelan tanto la violencia agazapada tras el fetichismo patriarca

En el contraste de estas imágenes se evidencia un conflicto fundamental en


la formación de las subjetividades femeninas en culturas patriarcales: la
pugna contra el imperativo de la pasividad históricamente asociada con el
cuerpo y el deseo femeninos.

El punto de vista de las niñas permite reconstruir la combinación de factores


y actores que forjan una subjetividad; es decir, el diálogo entre la
materialidad y la inscripción psíquica y sociocultural de los cuerpos al que
se remiten tanto las experiencias vitales de las protagonistas como su
comprensión de sí mismas –su identidad–. La investigación que inspira este
artículo es además una indagación en los discursos y prácticas que asignan
significado y valor a los cuerpos femeninos en la región, y en el papel de la
ficción en la institucionalización de esos valores en los imaginarios
colectivos
La “mirada viscosa” (Santos Febres, 2006, 55) aparece repetidamente entre
las escritoras como la más sutil “tecnología” de apropiación de los cuerpos
femeninos, cuyo espectro pasa por la seducción, la violación, el incesto y la
explotación, entre otros eventos que registran en la psique femenina la
amenaza permanente y estructural de la violencia sexual. Tanto la violencia
empírica como la simbólica constituyen, a juzgar por la prolífica
representación de estos eventos en la narrativa de escritoras en el Caribe
hispano, un eje fundamental de la formación de la subjetividad femenina.
El carácter violento del espectro de apropiaciones mediado por la mirada
vigilante es enfatizado por Marvel Moreno y Rosario Ferré en sus primeros
volúmenes de cuentos, respectivamente: Algo tan feo en la vida de una
señora bien (1980) y Papeles de Pandora, publicada por primera vez en
19784 . Moreno y Ferré registran el recrudecimiento del control de los
cuerpos y la sexualidad femenina en medio de las aparentes
transformaciones del rol social de las mujeres durante la segunda mitad del
siglo XX. “Autocrítica” de Moreno5 y “Amalia” de Ferré sintetizan
trágicamente esta paradoja al otorgarle la voz en primera persona a dos
niñas huérfanas, cuya narración culmina con su muerte inminente. El abuso
psíquico y sexual sufrido por las niñas subraya además la persistencia de la
opresión patriarcal en medio del tenso relevo del estamento colonial, cuyo
andamiaje ideológico y moral se resistía a ceder terreno pese a la aparente
modernización de las sociedades caribeñas.
El cuento inscribe, a su vez, esa escena tan cotidiana en las sociedades
caribeñas, donde el alisado del cabello, entre otras prácticas de
“blanqueamiento”, siguen siendo un fuerte componente de la cultura
popular. En “Nightstand”, Mayra Santos Febres denuncia los efectos de la
cultura de consumo y los ideales individualistas neoliberales en la
subjetividad de las adolescentes contemporáneas. Santos Febres ahonda
con ironía en el “poder” que derivan de su asimilación a los modelos
estéticos imperantes y del uso de sus cuerpos y sexualidad en la carrera por
el “éxito”. La narración se inicia observando a la protagonista, Stephanie,
caminar en dirección a un bar:
Las niñas, plantea la autora, “cuanto más lindas y graciosas, más hacen
suyo este código masculino-voyeurístico/femenino-exhibicionista ya que
‘provocan’ la mirada, prolongando indefinidamente un patrón de interacción
temprano que es el ‘llamar la atención’ como forma de contacto y
comunicación interpersonal” (376). El exhibicionismo de las mujeres, insiste
Dio Bleichmar, es “un imperativo de lo que se ha teorizado como su
verdadera femineidad: ‘ser objeto causa de deseo’, el puerto de llegada de
su largo proceso de sexuación” (384)
El exhibicionismo de las mujeres, insiste Dio Bleichmar, es “un imperativo
de lo que se ha teorizado como su verdadera femineidad: ‘ser objeto causa
de deseo’, el puerto de llegada de su largo proceso de sexuación” (384)

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