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SEGUNDA PARTE
“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo he mandado.
Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días de hasta el fin del mundo” (Mt 28, 19-
20)
Con estas palabras parte la segunda parte del documento de Santo Domingo, el cual
a trazar desde ahora y en los próximos años una nueva estrategia evangelizadora, un plan
global de evangelización. De esta manera se busca con gran celo y compromiso una nueva
así lograr que todo nuestro entorno latino vea consecuentemente a la Iglesia como aquella
La Nueva Evangelización
comunión con el papa, los presbíteros y diáconos, los religiosos y las religiosas, todos los
laicos. Esta nueva evangelización tiene como finalidad formar hombres y comunidades
maduras en la fe, y dar respuesta a la nueva situación actual, provocada por los cambios
cristianismo.
común sino de toda la comunidad eclesial latina. De esta manera la Iglesia encuentra el
la liturgia.
misión de los fieles, porque es una comunidad orgánica, eucarística y misionera a la vez.
humana, fomentar la pasión y culturización de la fe. Expresión de esta realidad son las
comunidades eclesiales de base, células vivas formadas por laicos que están llamados a
Es por la acción del Espíritu Santo que todos los bautizados participan de las
riquezas de gracia que les regala el Señor Jesús. Es El que lleva a todos los cristianos a
vida de los consagrados, como don del Espíritu Santo, también pertenece a la vida íntima y
participar del misterio de Cristo, a irradiar los valores del Reino de Dios y a interpelar, con
Los laicos son llamados por Cristo para ser agentes y destinatarios de la Buena
Cristo y son llamados a vivir el triple oficio sacerdotal, profético y real, y a tener presente
Es Cristo que nos revela al Padre y nos introduce en el misterio de la vida trinitaria
por el Espíritu. Todo pasa por Cristo, que se hace camino, verdad y vida. Por el bautismo
recibimos la filiación divina, y hechos todos hijos de Dios, todos los pueblos de América
latina hemos sido hechos también hermanos entre nosotros. En Él todos tenemos la
Iglesia a su vez, la comunique a todos los hombres y a todos los pueblos, sin diferencia de
Capitulo II
La Promoción Humana
ofrece una fuerza liberadora y promotora del desarrollo precisamente porque lleva a la
La falta de coherencia entre la fe que se profesa y la vida cotidiana es una de las causas que
generan pobreza, porque los cristianos no) han sabido encontrar en la fe la fuerza necesaria
humana se pueden dividir en varias nociones que este documento quiso enfatizar, estos son
algunos de ellos.
Sobre los derechos humanos: en donde Cristo es la fuente que garantiza la dignidad
de los derechos del hombre, no se arroga una tarea ajena a su misión, sino, por el contrario,
obedece al mandato de Jesucristo que hace de la ayuda al necesitado una exigencia esencial
de su misión evangelizadora.
la presencia del Espíritu que aleteaba sobre todo lo creado. Esta fue la primera alianza de
Dios con nosotros. Cuando el ser humano, llamado a entrar en esta alianza de amor, se
niega, el pecado del hombre afecta su relación con Dios y al mismo tiempo con toda la
creación.
Sobre La tierra: se nos quiere dar a entender que la tierra es don de Dios. La tierra
es el primer signo de la Alianza de Dios con el hombre, ya que Dios, al crear a Adán lo
colocó en el jardín de Edén para que lo labrara y lo cuidara como administrador y no como
dueño. Los límites en el uso de la tierra miran a preservar la justicia y el derecho que todos
tienen a acceder a los bienes de la creación, que Dios destinó al servicio de todo hombre
que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza. Esta es la invitación que
él nos hace para que los cristianos podamos dar testimonio auténtico de pobreza evangélica
en nuestra vida, y en nuestras estructuras eclesiales. Descubrir el rostro del Señor en los
rostros sufrientes de los pobres y marginados es algo que desafía a todos los cristianos a
Jesús, trabajador e hijo de carpintero. La Iglesia como depositaria y servidora del mensaje
de Jesús, ha visto siempre al hombre como sujeto que dignifica el trabajo, realizándose a su
mismo y perfeccionando la obra de Dios, para hacer de ella una alabanza al Creador y un
vino a anunciar la Buena Noticia y a instaurar el Reino de Dios. Mediante la conversión los
hombres pueden lograr una nueva vida según Dios, y un nuevo tipo de convivencia y
relación social. La Iglesia respeta la legítima autonomía del orden temporal y no tiene un
modelo específico de régimen político; fiel a la misión que le otorgó su fundador, ayuda en
nuevo orden económico que se está gestando a nivel mundial y que está afectando mucho a
América latina. Juan Pablo II en la "Centesimus Annus" dice que es lícita la libre actividad
de los individuos en el mercado, aunque debe tener en cuenta sus límites. Toda la sociedad
justicia por los más pobres y necesitados. Juan Pablo II afirma que es absolutamente
necesario encontrar las fórmulas para reducir, o extinguir la deuda externa de nuestros
relación trinitaria.
primera y vital de la sociedad”. Por su naturaleza y vocación la familia debe ser promotora
del desarrollo, protagonista de una auténtica política familiar. La cuarta es ser “Iglesia
doméstica” que acoge, vive, celebra y anuncia la palabra de Dios, el santuario donde se
Capitulo III
La Cultura Cristiana
La cultura nace con el mandato inicial de Dios a los seres humanos: creced y
multiplicaos, llenad la tierra y sometedla (Gn 1,28-30). Cuando el Verbo se hizo carne,
asumió toda la realidad humana, excepto el pecado; por esta encarnación el Hijo de Dios
entra también en la cultura, y viene a ser así la medida de todos los aspectos humanos,
incluyendo todos los valores y expresiones culturales. Se puede hablar de cultura cristiana,
dice Juan Pablo II, cuando la vida de un pueblo ha sido penetrada interiormente hasta situar
culturas, e introduce a los pueblos con sus culturas en su misma comunidad; transmite a las
mismas culturas sus propios valores, asumiendo lo que hay de bueno en ellas y
Dios.
El cristiano es consciente que debe caminar hacia y con Cristo para realizar ha moral
cristiana. Esta es la forma de vida del creyente, que con la gracia sacramental vive la alegría
La Iglesia defiende los auténticos valores culturales de todos los pueblos, especialmente de
que ha producido la cultura moderna con sus valores y contravalores: la centralidad del
consciente de esta realidad, y mediante el nuevo anuncio del evangelio, vuelve a proponer
apertura del hombre hacia Dios como Creador y Padre; apertura hacia los demás como a
sus propios hermanos; y apertura hacia la naturaleza como obra de Dios. En la situación
actual encontramos una pluralidad de valores que nos interpelan, y que son ambivalentes.
Surge la necesidad de confrontar los nuevos valores educativos con Cristo revelador (leí
misterio del hombre; si estos valores están ordenados a Cristo como su fundamento y
término, entonces se puede hablar de una verdadera educación cristiana; de otra manera
Palabra eterna, el cual sale al encuentro del hombre, y de él espera una respuesta libre. Este
que hoy nos encontramos en la nueva cultura de la imagen, y que el mensaje evangélico
debe inculturarse en esta cultura, y llegar así a hacerla expresiva de Cristo, la máxima
comunicación.