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EL REALISMO ARISTOTÉLICO

La teoría de las ideas de Platón fue objeto de duros ataques por parte de Aristóteles.
Desde el punto de vista del conocimiento, rechaza la existencia de ideas innatas, “todo lo que
está en la inteligencia ha pasado por los sentidos”. Este era el lema del estagirita.
El conocimiento intelectual se obtiene a partir del conocimiento sensible (por medio de los
sentidos), y los datos sensibles traen consigo los datos inteligibles los cuales son inadvertidos
pero luego iluminados y captados por la inteligencia.
De esta manera Aristóteles hace una síntesis de los dos mundos que había postulado Platón. No
se rechaza el mundo sensible ni el de las ideas; solo que este último está inmerso en el objeto
sensible y a partir de este es como se extraen los dos elementos que estructuran el objeto real,
la materia y la forma. La materia produce los datos sensibles y la forma (sustituto del mundo de
las ideas), dará origen al dato inteligible.
El realismo aristotélico consiste entonces en el rechazo de un mundo separado de ideas
identificado como el auténtico valor y ser. Lo verdadero, lo real, lo valioso, es este mundo en el
que existen por lo menos dos estratos que se pueden conocer por los sentidos y por la
inteligencia respectivamente. En consecuencia las sustancias de este mundo están constituidas
por la materia y la forma, pero su existencia es independiente de las facultades cognoscitivas.
CONCEPTOS BÁSICOS DEL SER (ARISTÓTELES, 384 – 322 a.C.)
Todos los seres que nos rodean y que constituyen el mundo tienen existencia, por más variados
y diversos que sean, pero además de la existencia, cada uno de los seres tiene su esencia que
lo diferencia de los otros seres. Por consiguiente, cualquiera que sea su naturaleza debemos
distinguir dos aspectos que son: la esencia y la existencia.
A).- Entendemos por esencia “lo que hace que el ser sea lo que es”, el conjunto de sus atributos
fundamentales de los que derivan todas sus cualidades. Así por ejemplo el ser que llamamos
hombre podemos encontrar muchos atributos tales como: cuerpo , color, altura, pero lo que lo
distingue de los demás seres animados es el de ser un animal racional; pero si suprimimos
alguno de sus atributos fundamentales, deja de ser lo que es para convertirse en otro ser.
B).- La existencia se entiende como la afirmación de que el ser está en el mundo y puede ser:
Real cuando nos referimos a los objetos del mundo que nos rodea y los concibe nuestra razón
como existentes. Posible cuando nos referimos al hombre del futuro. Ideal cuando solo existe
por el pensamiento. Imaginaria como la del centauro o el unicornio.

En la Metafísica Aristotélica se explican los elementos llamados substancia y accidente.


En primer lugar, substancia es todo ente que existe en sí mismo; cada uno de los seres
humanos, cada objeto en particular es una substancia.
Opuesto a la substancia está el accidente, que debe entenderse en su sentido técnico como un
ente que existe en otro. Los principales accidentes son: cantidad, cualidad, relación , acción,
tiempo y lugar. En un ente determinado se puede distinguir una substancia afectada por varios
accidentes, así por ejemplo, un ser humano tiene su esencia como animal racional y es
substancia debido a su cuerpo material, pero al mismo tiempo tiene varios accidentes como sus
dimensiones, cualidades morales, sus relaciones con sus semejantes, etc.
Desde otro punto de vista el mismo ser humano puede analizarse en cuanto a la materia y la
forma: la materia es el elemento individualizador y la forma el elemento especificador que lo
cataloga dentro de una especie y por lo tanto es universal. Materia y forma juntos, constituyen la
esencia del ente en cuestión.
Acto y Potencia.Para explicar las transformaciones que observamos en los seres y en las cosas,
Aristóteles distingue dos modos que son: el ser en potencia o potencial y el ser en acto o actual.
El ser en potencia es el que contiene ya en sí lo que ha de ser con el transcurso del tiempo si no
encuentra nada que se oponga a su desarrollo.
La cuestión que se plantea consiste en saber si se trata del mismo sujeto o es otro, y si es el
mismo sujeto cómo es posible que haya cambiado.
Para resolver este problema Aristóteles introduce el concepto de potencia, según él, las cosas
tienen en sí el poder de llegar a ser diferentes, algo más completo y más perfecto de lo que son.
Así por ejemplo, el huevo contiene al pollo, aunque no se ha desarrollado todavía, en una
palabra, la potencia o la virtud es lo que tiende a existir.
Veamos ahora qué es acto. Si lo virtual o potencial no es el ser completo, hay que averiguar cuál
es el ser en plenitud, a este ser más completo y más perfecto al que ha devenido, es a lo que se
llama acto. No se trata del acto obrar o hacer, si no que el acto es el ser mismo en la plenitud de
su significado, es lo determinado o lo perfecto, en cambio la potencia no es el ser, si no una real
capacidad para llegar a ser.
EL HOMBRE COMO ANIMAL RACIONAL

Zoon Politikon, que en griego quiere decir "animal social" o más específicamente
"animal político", es la manera en que Aristóteles en el siglo IV a.C. definió al ser
humano.
De entre todos los seres vivos, el ser humano es de los que nacen más indefensos al
medio ambiente, pero precisamente por su inteligencia y capacidad es el que mejor
se adapta al mundo y, es capaz de transformar su entorno para hacerlo habitable en
compañía de los demás.
El buen funcionamiento de una sociedad no consiste sólo en unir voluntades para
lograr un mismo fin. Hace falta tener leyes que respeten a todos, por lo cual la ley
del más fuerte no puede ser el criterio a seguir. Son necesarias leyes que eduquen a
la responsabilidad civil, pues vivir en comunidad significa respetar a los demás y que
sean respetados mis legítimos derechos, considerando que la primera célula social es
la familia, luego las aldeas (unión de varias familias) y finalmente la polis, que en
griego significa ciudad, concepto que hoy se amplía hasta el nivel de una nación o
estado; por esto, el ejercicio de la autoridad se debe ejercer en vistas a conseguir el
bien común, para organizar lo que es de interés público en una determinada
sociedad en sus distintos niveles, ya sea municipal, estatal o nacional.
Aristóteles también consideraba importante el don de la palabra que posee el ser
humano, esa capacidad de dialogar con los demás y de ponerse de acuerdo para
buscar el interés de todos. ¡Qué actual resulta lo que escribió Aristóteles hace ya
más de 2,300 años! Aunque la teoría existe, es necesario que cada generación
aprenda a buscar el bien común, a hacer las cosas bien para lograr una sociedad
justa para todos.
El quehacer político es por naturaleza una vocación para servir a los demás, y no
para servirse de los demás, es la noble actividad que busca el bien para la
comunidad. ¡Cuánta ingenuidad hay en estas afirmaciones!, pensará alguno, pero
hemos de tener en cuenta el modelo a seguir para, por lo menos, intentar alcanzarlo
porque sí es posible y depende de los distintos actores políticos y civiles que la
política en nuestro país cumpla su verdadera vocación.
Ya lo decía Aristóteles, el hombre necesita vivir en sociedad para lograr su felicidad,
su desarrollo, y esto implica que todos los miembros de la comunidad tengan las
mismas oportunidades de crecimiento, en todos los ámbitos, y para lograr esto está
la actividad política. Ojalá que maduremos y nos demos cuenta que como miembros
de una comunidad política, nuestro querido México, hemos de participar en lo que
nos toca, como políticos o como ciudadanos

“las bestias son incapaces de vivir en sociedad,


y los dioses no necesitan de los demás”

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