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La interiorización En las acciones puntuales la motivación no tiene secretos: se produce un impulso

y actúas de acuerdo a él. Por ejemplo, cuando te has comprado este libro. Pero en el transcurso de
las acciones continuadas la motivación es más vulnerable, ya que puede variar de intensidad o
incluso desaparecer. Por eso es importante que, antes incluso de empezar un plan de
entrenamiento estés motivado, que entrenar pase a ser una pequeña obligación y acabe siendo
una necesidad placentera. A la hora de buscar anclajes para la motivación, lo mejor es que mires
en tu interior aquello que te empuja a querer entrenar y a querer cambiar. La respuesta puede ser
estética, o por salud, o por amor propio. Las posibilidades son infinitas, pero debes ser sincero en
tu respuesta. Esto es importante, porque si lo haces por una presión externa, movido por lo que
piensan los demás, seguro que tarde o temprano acabarás fallando. Los factores externos son
efímeros. Por ello, la fórmula a seguir debe ser: MOTIVACIÓN → INTERIORIZACIÓN → ÉXITO El
problema de la motivación en mi trabajo es que al alumno le cuesta llegar a conseguir los objetivos
que se ha propuesto. Pero mi experiencia como entrenador hace que yo mismo tenga una gran
motivación, ya que he ido viendo cómo todos mis alumnos han logrado alcanzar sus metas. Y la
parte más importante de mi trabajo es trasladar esa motivación al alumno. Mi objetivo es
motivarte para que alcances tu mejor versión.

Motivación fría – motivación caliente

A la hora de buscar una buena fuente de motivación, es importante distinguir entre la motivación

fría y la motivación caliente:

La motivación fría. Es aquella que se fragua poco a poco y que de manera constante nos

empuja a lograr los objetivos. Es la fuerza más importante para la consecución de cualquier

éxito, la que cada día nos empuja un poquito hacia nuestro destino. Es una motivación que

permanece intacta, te encarrila siempre hacia tu objetivo, sea ponerte en forma o sacarte una

carrera, y te hace pensar a largo plazo.

La motivación caliente. Es fruto de un impulso, de un arranque de ganas, por ejemplo de

verte bien ante el espejo. Suele ser intensa, pero corta, y te lleva a comportamientos

apresurados, atropellados, sin orden. La publicidad y el marketing son los principales

artífices de esta motivación.

La gran diferencia entre ambos tipos de motivación es que la fría procede de nuestro interior
como

fruto de una reflexión y una decisión tomada en firme, mientras que la caliente siempre viene de
un

impulso procedente del exterior.

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