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Investigación
Termorregulación en seres vivos
Evaporación
Para pasar de la fase líquida a la gaseosa del agua es necesaria energía. Cuando eso se
produce en la superficie del cuerpo se pierde energía en forma de calor. La evaporación
se produce por dos mecanismos: por evaporación insensible o perspiración y por
transpiración perceptible o sudoración. En cierta medida, la evaporación insensible se
produce continuamente en las superficies cutánea y respiratoria. La pérdida de calor
respiratoria se produce a través de convección y evaporación. La pérdida de calor
convectiva se origina cuando el aire frío inhalado se calienta a la temperatura corporal en
los pulmones y en el tracto respiratorio superior, y posteriormente es exhalado al
ambiente. El componente evaporativo se origina cuando el aire inhalado, calentado y
saturado con agua, es liberado al ambiente durante la espiración. Por lo tanto, la pérdida
de calor respiratoria depende de las propiedades físicas del aire inspirado (temperatura,
presión de vapor) y de la frecuencia respiratoria del individuo. La evaporación del sudor,
producido por las glándulas sudoríparas, puede ser una contribución importante para la
pérdida de calor. Mediante la evaporación del sudor se pierde el 27% del calor corporal,
debido a que el agua tiene un elevado calor específico, y para evaporarse necesita absorber
calor, y lo toma del cuerpo, el cual se enfría. Una corriente de aire que reemplace el aire
húmedo por el aire seco, aumenta la evaporación.
Conducción
La conducción es la transferencia de calor por contacto con el aire, la ropa, el agua, u
otros objetos (una silla, por ejemplo). Este proceso de transferencia se produce debido a
la interacción entre las moléculas que conforman los cuerpos, así aquellas moléculas que
están a mayor temperatura vibran con mayor rapidez chocando con aquellas menos
energéticas (con temperaturas más bajas) transfiriendo parte de su energía. Si la
temperatura del medio circundante es inferior a la del cuerpo, la transferencia ocurre del
cuerpo al ambiente (pérdida), sino, la transferencia se invierte (ganancia). En este proceso
se pierde el 3% del calor, si el medio circundante es aire a temperatura normal. Si el medio
circundante es agua, la transferencia aumenta considerablemente porque el coeficiente de
transmisión térmica del agua es mayor que el del aire.
Es el flujo de calor por gradiente. El fundamento físico es la transferencia de energía
calorífica entre moléculas.
Descripción general del sistema nervioso
El sistema nervioso es una red compleja de estructuras especializadas (encéfalo, médula
espinal y nervios) que tienen como misión controlar y regular el funcionamiento de los
diversos órganos y sistemas, coordinando su interrelación y la relación del organismo con
el medio externo. El sistema nervioso está organizado para detectar cambios en el medio
interno y externo, evaluar esta información y responder a través de ocasionar cambios en
músculos o glándulas.
El sistema nervioso se divide en dos grandes subsistemas: 1) sistema nervioso central
(SNC) compuesto por el encéfalo y la médula espinal; y 2) sistema nervioso periférico
(SNP), dentro del cual se incluyen todos los tejidos nerviosos situados fuera del sistema
nervioso central El SNC está formado por el encéfalo y la médula espinal. El encéfalo es
la parte del sistema nervioso central contenida en el cráneo y el cuál comprende el
cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo o encefálico. La médula espinal es la parte
del sistema nervioso central situado en el interior del canal vertebral y se conecta con el
encéfalo a través del agujero occipital del cráneo. El SNC (encéfalo y médula espinal)
recibe, integra y correlaciona distintos tipos de información sensorial. Además, el SNC
es también la fuente de nuestros pensamientos, emociones y recuerdos. Tras integrar la
información, a través de funciones motoras que viajan por nervios del SNP ejecuta una
respuesta adecuada. El sistema nervioso periférico está formado por nervios que conectan
el encéfalo y la médula espinal con otras partes del cuerpo. Los nervios que se originan
en el encéfalo se denominan nervios craneales, y los que se originan en la médula espinal,
nervios raquídeos o espinales. Los ganglios son pequeños acúmulos de tejido nervioso
situados en el SNP, los cuales contienen cuerpos neuronales y están asociados a nervios
craneales o a nervios espinales. Los nervios son haces de fibras nerviosas periféricas que
forman vías de información centrípeta (desde los receptores sensoriales hasta el SNC) y
vías centrífugas (desde el SNC a los órganos efectores).
Hipotálamo
El hipotálamo es una zona del cerebro que representa una parte importante del sistema
nervioso central y es esencial para la vida. Este controla el SNP, el sistema endocrino y
de manera indirecta se encarga de controlar la homeostasis corporal: la capacidad de
mantener una condición interna estable compensando los cambios en su entorno mediante
el intercambio regulado de materia y energía con el exterior.
Anatomía
El hipotálamo humano ocupa un volumen de cuatro centímetros cúbicos, el 0.3 % del
volumen encefálico normal de un adulto, y pesa entre 5 y 8 gramos. Ocupa la porción
más ventral del diencéfalo y forma una parte de las paredes laterales y el piso del tercer
ventrículo. Se localiza en el díencéfalo, por debajo del tálamo y es una parte importante
del sistema límbico. Sus puntos de referencia externos son el quiasma óptico, el tuber
cinereum y los cuerpos mamilares. Está unido a la hipófisis por el tallo hipofisario o
infundíbulo. En la morfogénesis, su suelo forma el infundíbulo, una evaginación
digitiforme y hueca, a partir de la que se desarrollan dos estructuras: la neurohipófisis y
la eminencia media. Esta última es una zona de contacto neurohemático que forma una
interfaz funcional entre el hipotálamo y el lóbulo anterior de la hipófisis. Por otro lado,
el hipotálamo está dividido en una porción con fibras nerviosas ricas en mielina que
incluye a los cuerpos mamilares y otra con «fibras pobres en mielina, ubicada en el área
próxima a la hipófisis, especialmente competente al momento de regular las funciones
vegetativas.
Funciones
El hipotálamo a pesar de su pequeño tamaño realiza numerosas funciones, sintetiza
diferentes hormonas, entre ellas la hormona antidiurética y la oxitócica, también produce
factores hipotalámicos que son hormonas que actúan sobre la hipófisis y estimulan o
inhiben la secreción de las hormonas hipofisarias, actúa por tanto como un centro de
control del sistema endocrino. Interviene en la regulación de la temperatura corporal, en
el control del ritmo circadiano, regula la ingesta de agua a través del centro de la sed e
interviene en el control de la ingesta de alimentos mediante el centro del hambre y la
saciedad. Asociado a otras estructuras del sistema límbico afecta a la conducta emocional,
reacción de miedo, impulso sexual, sensación de placer cólera e ira. Influye también a
través de conexiones con el sistema nervioso autónomo en la frecuencia cardíaca, presión
arterial y contracción de la vejiga urinaria. Muchas de estas funciones se realizan
mediante conexiones nerviosas con otras áreas cerebrales, siendo de gran importancia el
fascículo prosencefálico medial que desciende desde la corteza cerebral atraviesa el
hipotálamo y alcanza el tronco cerebral.
El hipotálamo está conectado con diferentes secciones del sistema nervioso, impulsos
procedentes del nervio olfatorio recibe y parte de las señales dolorosas de todo el cuerpo
procedentes de la médula espinal; está conectado con el sistema límbico por lo que le
influyen los procesos emocionales, tanto los estados depresivos como los relacionados
con ansiedad o angustia. Por otra parte, dispone de sensores que informan sobre la
concentración de agua y electrolitos en la sangre. Debido a estas características y su
conexión con el sistema endocrino a través de la hipófisis, actúa como una pequeña
centralita que captura información y la utiliza para diferentes actividades automáticas,
entre ellas el control de la secreción de numerosas hormonas que actúan en su conjunto
sobre la mayor parte de los tejidos del organismo.
Emociones
Junto con el sistema límbico es responsable del control de la expresión fisiológica de la
emoción. Para ejercer este control, regula la actividad del sistema nervioso autónomo a
través de su influencia sobre el tronco del encéfalo. Esta comunicación se realiza
mediante el fascículo prosencefálico medial, que une bidireccionalmente el hipotálamo
con el tronco cerebral, la región septal y zonas de la corteza prefrontal. Se considera que
en el hipotálamo interviene en emociones como rabia, tristeza, sensación amorosa y
satisfacción sexual, entre otras.
Producción de hormonas
El hipotálamo produce diferentes hormonas:
Somatostatina: Es la hormona inhibidora de la secreción de hormona del crecimiento por
la hipófisis. Inhibe también la producción de TSH. En el aparato digestivo disminuye la
producción de gastrina, secretina, insulina y glucagón.
Hormona antidiurética: El hipotálamo produce en el núcleo supraóptico y núcleo
paraventricular la ADH (hormona antidiurética), la cual se acumula en la neurohipófisis,
desde donde es secretada. La vasopresina regula el balance de agua en el cuerpo actuando
sobre los riñones. La disfunción del hipotálamo en la producción de ADH causa diabetes
insípida.
Oxitócica: La oxitócica es producida por el núcleo paraventricular del hipotálamo y
almacenada y liberada por la neurohipófisis. Está relacionada con los patrones sexuales y
con la conducta maternal y paternal. En las mujeres, la oxitócica se libera en grandes
cantidades tras la distensión del cérvix uterino y la vagina durante el parto, así como en
respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé, facilitando por tanto el parto
y la lactancia. También se piensa que su función está asociada con el orgasmo, tanto en
hombres como en mujeres.
Tumores hipofisarios
Los tumores pituitarios son crecimientos anormales que se desarrollan en la glándula
pituitaria. Algunos tumores pituitarios generan demasiadas hormonas que regulan las
funciones importantes del cuerpo. Algunos tumores pituitarios pueden hacer que la
glándula pituitaria produzca niveles más bajos de hormonas.
La mayoría de los tumores pituitarios son crecimientos no cancerosos (benignos), también
llamados adenomas. Estos permanecen en la glándula pituitaria o en los tejidos que la
rodean y no se diseminan a otras partes del cuerpo
Hipopituitarismo
El hipopituitarismo es el cuadro clínico que se produce cuando hay una disminución de
una o más hormonas hipofisarias, lo que provoca una falta de función de la glándula que
estimula la hormona deficitaria. Por lo tanto, los síntomas dependerán de la hormona que
falta, de la intensidad del déficit (puede ser parcial) y de la velocidad en su instauración.
Se denomina panhipopituitarismo a la falta de todas las hormonas producidas en la parte
anterior de la hipófisis: hormona adrenocorticotropa (ACTH), hormona estimulante de la
tiroides (TSH), hormona foliculoestimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH),
hormona de creixmeent (GH) y prolactina. En general, para que se produzca un
panhipopituitarismo hay una destrucción superior al 75% de la glándula hipofisaria. El
tratamiento consistirá en sustituir la hormona hipofisaria que falta (en el caso de la GH)
o bien de las hormonas que fabrican las glándulas secundarias bajo el estímulo de la
hipófisis. La prolactina no se sustituye.
Conclusión
El cuerpo humano utiliza mecanismos de termorregulación controlados por el
hipotálamo, el cual regula el aumento o disminución de la temperatura en respuesta a las
necesidades del organismo, con el fin de llegar a un estado de homeostasis y tener un
mecanismo de compensación para cualquier alteración en la temperatura.
El ser humano tiene la capacidad de mantener constante, la temperatura de su medio
interno, con independencia del medio externo, mediante la termorregulación, que es un
complejo sistema constituido por la interrelación de la piel, el sistema nervioso, endocrino
y cardiovascular. En la termorregulación intervienen: vías aferentes, que recogen
información de naturaleza física o química, los centros de integración: hipotálamo,
sistema límbico, sistema reticular en el tronco y los ganglios del sistema nervioso
autónomo y las vías eferentes termo efectoras (mecanismos de termogénesis y de
termólisis).
Bibliografía
Báez, M. (1985). Datos sobre la termorregulación de Gallotia galloti (Sauria, Lacertidae).
Bonner Zoologische Beitrage, 36(3/4), 557-562.
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