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ENFERMEDADES DEL SISTEMA RENAL Y SU TRATAMIENTO

FARMACOLOGICO

El sistema urinario humano es un conjunto de órganos encargados de la producción,


almacenamiento y expulsión de la orina. A través de la orina se eliminan del organismo los
desechos nitrogenados del metabolismo (urea, creatinina, ácido úrico) y otras sustancias
tóxicas. El aparato urinario humano se compone de dos riñones y un conjunto de vías
urinarias. El riñón produce la orina y se encarga del proceso de osmorregulación. La orina
formada en los riñones es transportada por los uréteres hasta la vejiga urinaria donde se
almacena hasta que sale al exterior a través de la uretra durante el proceso de la micción.
La unidad básica de filtración se denomina nefrona, cada riñón tiene alrededor de 1 000 000
de nefronas.
Cuál es la función del sistema renal?
Riñones: órgano par cuya función es depurar la sangre y producir orina. Uréteres:
conductos responsables de conducir la orina desde los riñones hasta la vejiga. Uretra:
conducto a través del cual se expulsa la orina al exterior. Esfínteres: músculos que rodean
la uretra.
ENFERMEDADES DEL SISTEMA RENAL Y SU TRATATAMIENTO FARMALOGICO:
2.- CANCER DE RIÑON:
El cáncer de riñón se forma en la membrana que recubre los tubos diminutos que están
dentro de los riñones.
Este cáncer se hace más común a medida que envejecemos. Los factores de riesgo
incluyen fumar, algunas enfermedades genéticas y el mal uso de analgésicos por períodos
prolongados.
Es probable que las personas con cáncer de riñón no tengan síntomas al principio de la
enfermedad, pero van apareciendo a medida que el cáncer crece. Consulte a su médico si
observa:
Las pruebas para detectar cáncer de riñón incluyen exámenes de sangre, orina y de
imagen. Usted también puede necesitar una biopsia.
El tratamiento depende de la edad, el estado general de salud y de cuán avanzado esté el
cáncer.
Tratamiento del cáncer de riñón según la etapa
El tipo de tratamiento(s) que su medicó recomiende dependerá de la etapa en que se
encuentre el cáncer, así como de su estado de salud general. Esta sección resume las
opciones que generalmente se consideran para cada etapa del cáncer de riñón.
ETAPAS I, II O III:
Los cánceres en etapa I y II aún están limitados en el riñón. Por otra parte, los cánceres en
etapa III han crecido hacia las venas grandes o se han propagado a los ganglios linfáticos
adyacentes.
Por lo general, estos cánceres se extraen mediante cirugía siempre que sea posible.
Existen dos métodos comunes:
 Nefrectomía parcial (eliminación de parte del riñón). Siempre que se pueda, esta es
a menudo la mejor opción de tratamiento para los tumores de hasta 7 cm (un poco
menos de 3 pulgadas).
 Nefrectomía radical (extirpar el riñón por completo)
También es posible que se extraigan los ganglios linfáticos cercanos al riñón, especialmente
si están agrandados.
Si el cáncer ha crecido hacia las venas cercanas (como sucede con algunos casos de
cáncer en la etapa III), puede que su cirujano requiera cortar estas venas para poder extraer
el cáncer por completo. Puede que esto requiera usar un baipás (bypass, un dispositivo
cardiopulmonar), de tal forma que el corazón pueda ser detenido durante un lapso corto
para extraer el tumor de una vena grande que conduzca al corazón.
Después de la cirugía, algunas personas que están en alto riesgo de que el cáncer regrese
podrían beneficiarse al recibir el medicamento de terapia dirigida sunitinib (Sutent) durante
un año, lo que puede ayudar a reducir este riesgo. El tratamiento que se administra después
de la cirugía se llama terapia adyuvante. El sunitinib puede causar efectos secundarios, de
modo que es importante que consulte con su médico sobre los beneficios y los
riesgos.  También se están evaluando en estudios clínicos otros tratamientos adyuvantes
para combatir el cáncer de riñón. Pregunte a su médico si está interesado en aprender más
sobre terapias adyuvantes que estén bajo investigación en estudios clínicos.
ETAPA IV
La etapa IV del cáncer de riñón significa que el cáncer ha crecido fuera del riñón o se ha
propagado a otras partes del cuerpo, como a los ganglios linfáticos distantes o a otros
órganos.
El tratamiento para el cáncer de riñón en etapa IV depende de la extensión del cáncer y el
estado general de la salud de la persona. En algunos casos, la cirugía puede aún ser parte
del tratamiento.
En los pocos casos donde el tumor principal parece ser extirpable y el cáncer sólo se ha
propagado a otra área (por ejemplo, a uno o a varios lugares en los pulmones), la cirugía
para extirpar tanto el riñón como su propagación puede ser una opción si la salud de la
persona es bastante buena. En algunos casos, eliminar el área de propagación puede
ayudar a las personas a vivir más tiempo. La radiación, en lugar de la cirugía, también
podría ser una opción para tratar el área de la propagación del cáncer.
Podría incluir cirugía, quimioterapia o radiación, terapia biológica o dirigida. La terapia
biológica estimula la capacidad del cuerpo para combatir el cáncer. La terapia dirigida usa
medicamentos u otras sustancias para combatir células cancerosas específicas y que
causan menos daños a las células normales.
3.- INSUFICIENCIA RENAL:
Los riñones sanos limpian la sangre eliminando el exceso de líquido, minerales y desechos.
También producen hormonas que mantienen sus huesos fuertes y su sangre sana. Pero si
los riñones están lesionados, no funcionan correctamente. Pueden acumularse desechos
peligrosos en el organismo. Puede elevarse la presión arterial. Su cuerpo puede retener el
exceso de líquidos y no producir suficientes glóbulos rojos. A esto se le llama insuficiencia
renal.
Si los riñones fallan, necesitará tratamiento para reemplazar las funciones que hacen
normalmente. Las opciones de tratamiento son diálisis o un trasplante renal. Cada
tratamiento tiene sus beneficios y desventajas. Independientemente del tratamiento que
escoja, deberá hacerle algunos cambios a su estilo de vida, incluyendo el tipo de
alimentación y planificar sus actividades. Pero, con la ayuda de los profesionales de la
salud, la familia y los amigos, la mayoría de las personas con insuficiencia renal puede
llevar una vida plena y activa.
Los síntomas pueden incluir:
 Retención de líquidos
 Fatiga
 Sangre en las heces
 Falta de aliento
 Presión arterial alta
 Náuseas
 Somnolencia
 Facilidad para desarrollar hematomas
 Cambios en la micción, tales como como micción disminuida, excesiva o nula
TRATAMIENTO:
DIALISIS:
Cuando los riñones están sanos, limpian su sangre. También producen hormonas que
mantienen sus huesos fuertes y su sangre sana. Cuando los riñones fallan, es necesario un
tratamiento para sustituir el trabajo que ellos realizaban. A menos que reciba un trasplante
de riñón, necesitará de un tratamiento llamado diálisis.
Existen dos tipos principales de diálisis. Ambos tipos filtran la sangre para eliminar los
desechos peligrosos del cuerpo, exceso de sal y agua.
 La hemodiálisis usa una máquina. A veces es llamada riñón artificial. Usted debe ir
en forma frecuente a una clínica especial para recibir el tratamiento varias veces a la
semana
 La diálisis peritoneal usa la membrana que recubre el abdomen, llamada membrana
peritoneal, para filtrar la sangre
Ambos tipos tienen riesgos y beneficios. También requieren que siga una dieta
especial. El médico puede ayudarle a decidir el mejor tipo de diálisis para su caso.
TRANSPLANTE DE RIÑON:
Un trasplante renal es una operación para colocarle un riñón sano en su cuerpo. El riñón
trasplantado asume la función de los riñones deficientes y usted no necesitará más
tratamiento con diálisis.
Durante un trasplante, el cirujano coloca el riñón nuevo en la parte inferior del abdomen y
conecta la arteria y la vena renales del mismo a las de su riñón. Con frecuencia, el riñón
nuevo comenzará a producir orina en cuanto la sangre comience a fluir a través de él. Pero
algunas veces necesita algunas semanas para empezar a funcionar.
Muchos riñones trasplantados vienen de donantes que fallecen. Algunos provienen de
familiares en vida. La espera de un riñón nuevo puede ser larga. Las personas a quienes se
les haya hecho un trasplante deben tomar medicamentos el resto de sus vidas para impedir
que su organismo rechace el riñón trasplantado.
Hay cuatro tipos de medicamento que pueden ayudar a las personas con ERC:
 Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA)
 Bloqueadores o antagonistas de los receptores de la angiotensina II (BRA)
 Bloqueadores beta
 Estatinas

Tanto los IECA como los BRA y los bloqueadores betas son tipos de medicamentos que se
usan para reducir la presión arterial, pero funcionan de maneras distintas. Los IECA y los
BRA pueden retardar el daño al riñón incluso en las personas que no tienen presión arterial
alta. Las estatinas son un tipo de medicamento que se usa para reducir el colesterol

IECA
Bloqueadores BRA Estatinas
beta
Nombre genérico Nombre genérico Nombre genérico

Nebivolol
Quinapril Candesartán Rosuvastatina

Carvedilol
Perindopril *Irbesartán Atorvastatina

Nadolol
Ramipril Olmesartán Lovastatina

Propranolol
*Captopril *Losartán Pravastatina

Penbutolol
Benazepril * Valsartán Simvastatina

Metoprolol
Trandolapril Telmisartán Todas estas
4.- NEFROPATIA estatinas están
Acebutolol
Fosinopril Eprosartán DIABETICA disponibles en
forma genéricas,
Atenolol
Lisinopril El único BRA La nefropatía diabética es
excepto Crestor
el disponible en nombre que se da a las
Metoprolol
Moexipril forma genérica alteraciones en el riñón
es Cozaar. que se producen en personas con diabetes
Labetalol
*Enalapril cuando su control de la glucosa en sangre y
otros factores asociados no ha sido
Bisoprolol
Todos estos adecuado. Forma parte de las complicaciones crónicas de la diabetes
IECA están mellitus.
Disponibles
Estos en
forma genérica.
bloqueadores La nefropatía diabética es responsable de cerca del 30% de los
beta están enfermos en diálisis periódica y la primera causa de trasplante renal
disponibles en en los países occidentales.
forma genérica.
Cuando aparece la nefropatía diabética es prácticamente irreversible.
Es, por tanto, importe su detección precoz y evitar su progresión cuando se diagnostica.
SINTOMAS:
La nefropatía diabética es completamente asintomática hasta que se produce un daño
grave y, a menudo irreparable, en la función del riñón (insuficiencia renal).
Esto obliga a realizar analíticas de sangre y orina de forma periódica (al menos una vez al
año en las personas con diabetes tipo 2) para detectar precozmente la pérdida inadecuada
de proteínas en orina (albuminuria) y alteraciones de la función renal.
Los síntomas más habituales son:
 Disminución de la cantidad de orina.
 Insuficiencia renal.
CAUSAS:
Factores que favorecen la afectación renal:
 Tiempo de evolución de la diabetes. La nefropatía aparece en el 50% de los
pacientes después de 20 años del comienzo de la diabetes.
 Hipertensión arterial. La presencia de hipertensión arterial es el factor de riesgo en
los diabéticos más importante para el desarrollo de nefropatía.
 Hb glicosilada. Hay una relación entre el grado control de la glucemia medido por el
porcentaje de hemoglobina glicosilada y las lesiones micro vasculares. Por otra
parte, el control intensivo de la glucemia enlentece el desarrollo de la
glomerulosclerosis.
 Hiperlipoproteinemia.
 Obesidad.
PRONOSTICO:
La aplicación de las medidas farmacológicas y de todo tipo que en los últimos años han
permitido mejorar el control de la diabetes y de la hipertensión arterial, es eficaz en la
prevención o enlentecimiento de la progresión de la nefropatía diabética.
En los casos de insuficiencia renal los avances se han producido fundamentalmente en el
trasplante renal, que actualmente permite en muchos pacientes muchos años de
independencia de sistemas de diálisis con menor tasa de rechazos gracias a nuevos
fármacos inmunosupresores.

DIAGNOSTICO:
Para el diagnóstico inicial de la nefropatía diabética es necesario un análisis de orina para
determinar la cantidad de albúmina eliminada en 24 horas y análisis de parámetros de
función del riñón en sangre. La presencia de micro albuminuria es un signo de nefropatía
incipiente y se usa como screening para la detección precoz de la afectación renal.
Puede decirse que la nefropatía diabética es prácticamente irreversible. Es, por tanto,
importantísima su detección precoz y evitar su progresión cuando se diagnostica. 
El estricto control de la glucemia y el tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial
han conseguido frenar o retrasar la evolución a estadios más avanzados de la enfermedad.
TRATAMIENTO:
Son especialmente eficaces cierto tipo de fármacos antihipertensivos denominados
inhibidores del enzima convertidor de angiotensina (IECAs).
Igualmente, es muy importante controlar los niveles de lípidos, mantener un peso saludable
y practicar una actividad física regular.
En casos de nefropatía diabética instaurada es aconsejable reducir la cantidad de proteínas
de la dieta siguiendo un plan de alimentación específico.
Es posible que sea necesario recurrir a la diálisis una vez que se desarrolle la enfermedad
renal en estado terminal. En esta etapa, se debe considerar la posibilidad de un trasplante
de riñón.

5.- GLOMERULONEFRITIS
"Diferentes especialistas entre los que se incluyen como mínimo el pediatra, el nefrólogo y
el nutricionista son necesarios para conseguir un tratamiento óptimo". 
El término glomerulonefritis significa inflamación del glomérulo.
El glomérulo es la unidad anatómica renal donde radica la función de aclaramiento o
filtración de la sangre.
Si existe un comportamiento anómalo puede manifestarse en forma de una disminución en
el volumen de sangre filtrada (deterioro de la función renal) o bien en forma de una pérdida
de la propiedad de filtración selectiva.
La pérdida de filtración selectiva dará lugar sobre todo a la eliminación por la orina de
diferentes elementos formes de la sangre (como hematíes) y de sustancias que
habitualmente no se pierden o lo hacen en cantidades mínimas (como las proteínas
sanguíneas albúmina, gamma globulinas, etc.
SINTOMAS:
En primer caso se produce un deterioro rápido de la función renal con una disminución en la
cantidad de la orina, siendo ésta de características muy patológica con presencia de
hematíes y detritus celulares en forma de cilindros que pueden ser observados al
microscopio.
Como consecuencia de estas alteraciones puede aparecer una retención importante de
líquidos con aparición de hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca. 
El síndrome nefrótico suele evolucionar con una función renal conservada o levemente
deteriorada, pero con una pérdida muy importante de proteínas por la orina.
Esta pérdida de proteínas por la orina da lugar a un descenso de la cifra de proteínas en
sangre con aparición de edemas debido a la extravasación de agua procedente de los
vasos, y a una respuesta compensadora por parte del hígado que al intentar contrarrestar
este déficit de proteínas fabricando más, ocasiona una elevación en los niveles de liquidos.
Los síntomas más habituales son:
 Orina roja por hematuria o bien de color marrón oscuro.
 Disminución en la formación de orina.
 Incremento en el esfuerzo respiratorio.
 Cefalea, Hipertensión, Cansancio.
 Palidez de piel y mucosas.
 Edema.
CAUSAS:
La etiología de las glomerulonefritis radica habitualmente en un comportamiento defectuoso
del sistema inmune. Un comportamiento patológico de los linfocitos T con un daño directo
sobre la membrana basal puede ser el origen de las glomerulonefritis de cambios mínimos.
Por otro lado, el organismo puede considerar alguna proteína propia del riñón como extraña,
actuando directamente contra ella o bien fabricando anticuerpos que se unen con esa
proteína ocasionando complejos inmunes en la propia membrana dando lugar a
glomerulonefritis proliferativas como los extras capilares.  También pueden aparecer en la
circulación sistémica antígenos extraños frente a los cuales se producen los
correspondientes anticuerpos que se fijan a esas proteínas depositadas previamente en el
glomérulo, como puede ocurrir en glomerulonefritis no proliferativas como la
glomerulonefritis membranosa (en la cual el antígeno extraño puede ser tumoral), o
proliferativas como la endocapilar (donde el antígeno es bacteriano habitualmente) y un
subgrupo de extra capilares.
Finalmente, pueden unirse los anticuerpos con esos antígenos en la circulación dando lugar
a inmunocomplejos que posteriormente se depositan en el glomérulo como ocurre en la
glomerulonefritis.
CLASIFICACION:
Puede aparecer una proliferación de diferentes células denominándose a
estas glomerulonefritis proliferativas.
Dicha proliferación puede ocasionar como consecuencia una alteración de la arquitectura
glomerular con la aparición de acúmulos celulares en forma de semilunas (glomerulonefritis
proliferativa extra capilar), de una membrana basal invadida por elementos celulares
provenientes del propio mesangio y que se extienden por debajo del epitelio
(glomerulonefritis mesangiocapilar) e incluso por la oclusión de las asas capilares por
células procedentes del propio endotelio (glomerulonefritis proliferativa endocapilar).
El resto de glomerulonefritis se denominan no proliferativas, caracterizándose por
predominar el depósito de proteínas sobre la proliferación celular o bien por presentar
lesiones difíciles de caracterizar.
En las que predomina el depósito de proteínas, éste depósito puede ocurrir en la propia
membrana basal con un engrosamiento de dicha membrana hacia el lado epitelial llegando
a englobar las extensiones de las células epiteliales (glomerulonefritis membranosa), o bien
producirse también depósitos en el mesangio con un aumento del mismo (glomerulonefritis
mesangial).
DIAGNOSTICO:
La labor de filtración realizada por la estructura del glomérulo supone no solo eliminación de
agua sino también, de forma selectiva, de sustancias presentes en la sangre. Cualquier
alteración que surja en esta estructura anatómica y fisiológica, dará lugar a anomalías en la
labor de filtración realizada.
En una primera evaluación clínica habrá que valorar siempre la existencia o no de
proteinuria, así como su cuantificación, la presencia de hematuria asociada, el desarrollo de
insuficiencia renal y la existencia de hipertensión arterial.
La importancia de la biopsia renal radica en que nos permite no sólo saber dónde está la
afectación histológica o qué mecanismos están implicados, sino también el grado de
severidad de dicha afectación, punto crucial a la hora de iniciar y decidir qué tipo de manejo
terapéutico requiere.
Se pueden emplear criterios clínicos pero el diagnóstico requiere confirmación histológica.
Existe una excepción, la enfermedad de cambios mínimos en el niño. En ella se considera
la respuesta positiva al tratamiento esteroideo como diagnóstico.
TRATAMIENTO:
El tratamiento de las glomerulonefritis dependerá del diagnóstico anatomopatológico (no
solo en cuanto a su filiación sino a su severidad) y del curso clínico que presente (existencia
de un deterioro de la función renal, rapidez en su evolución, presencia de síndrome
nefrótico, etc.
Dado que la mayor parte de las glomerulonefritis en su etiopatogenia presentan un
comportamiento anómalo del sistema inmune o en su desarrollo intervienen células o
sustancias con capacidad inflamatoria, el empleo de inmunosupresores suele estar
bastante extendido.
Los corticoides son los más empleados, sobretodo de primera línea cuando se trata de una
glomerulonefritis de lesiones mínimas o cuando clínicamente la glomerulonefritis cursa
como un síndrome nefrótico.
Otros inmunosupresores más potentes como la ciclofosfamida y el clorambucil se emplean
en glomerulonefritis que cursen con deterioro de la función renal rápido o que no hayan
respondido a los corticoides.
La ciclosporina se emplea casi exclusivamente en glomerulonefritis con síndrome nefrótico
siempre y cuando su empleo no se asocie a un mayor deterioro de la función renal, y no
haya habido respuesta a los corticoides.
Otros procedimientos terapéuticos como la plasmaféresis surgieron con la idea de eliminar
de la sangre aquellos antígenos o complejos inmunes que favorezcan el desarrollo de una
glomerulonefritis sobre todo cuando ésta se comporta como una proliferativa, sin embargo,
su utilidad se ha comprobado muy limitada.
El eliminar la fuente de antígenos que se sospechen se encuentren en la génesis de una
glomerulonefritis también es un aspecto que ocurre sobre todo con las glomerulonefritis
membranosas, mesangiales o incluso en un grupo muy particular de membranoproliferativas
(como las asociadas a virus C).
Finalmente, la abstención terapéutica es una opción a considerar cuando nos enfrentamos a
una glomerulonefritis muy avanzada o por el contrario estabilizada y de escasa repercusión,
o que no haya respondido a fármacos de uso habitual en estos casos (corticoides,
ciclofosfamida), a sabiendas de que no son medicaciones exentas de efectos secundarios
que pueden hipotecar el futuro del paciente, para pasar posteriormente a otras opciones
como la diálisis o el trasplante

6.- POLIQUISTOSIS RENAL


La enfermedad renal poli quística (poli-quís-tica) (ERP) es una enfermedad genética. Esto
significa que es causada por un problema con sus genes. La ERP hace que los quistes
crezcan dentro de los riñones. Estos quistes hacen que los riñones sean mucho más
grandes de lo que deberían ser y dañan el tejido renal. La ERP causa enfermedad renal
crónica (ERC), que conduce a falla renal o enfermedad renal en estado terminal. La ERP
causa alrededor del 2 por ciento (2 de cada 100) de los casos de falla renal en los Estados
Unidos cada año.
Hay dos tipos de ERP: la ERP autosómica dominante y la ERP autosómica recesiva. La
ERP autosómica dominante causa quistes solo en los riñones. Es a menudo conocida como
"ERP del adulto", porque las personas con este tipo de ERP pueden no notar ningún
síntoma hasta que tengan entre 30 y 50 años de edad. La ERP autosómica recesiva hace
que los quistes crezcan en los riñones y en el hígado. La ERP autosómica recesiva es a
menudo llamada ERP infantil porque los bebés pueden mostrar signos de la enfermedad en
sus primeros meses de vida, o incluso antes de nacer.
CAUSAS:
Las personas que tienen ERP nacieron con ella. La ERP es casi siempre heredada de un
padre o de ambos padres. Personas de todos los sexos, edades, razas, etnias y
nacionalidades pueden tener ERP. Los hombres y las mujeres tienen ERP igual de
frecuentes. Si usted tiene un pariente consanguíneo con ERP, es más probable que tenga
ERP o portar el gen que lo causa. Si usted tiene el gen que causa la ERP, pero no tiene la
enfermedad, se le llama portador. Esto es possible con la ERP autosómica recesiva.
DIAGONOSTICO:
Para la enfermedad renal poli quística, ciertas pruebas pueden detector el tamaño y el
número de quistes que tienes en los riñones y evaluar la cantidad de tejido sano por ejm.
-Ecografía: Durante una ecografía, se coloca sobre el cuerpo un dispositivo en forma de
varilla llamado “transductor”. Dicho dispositivo emite ondas sonoras que se reflejan de
vuelta en el. Una computadora convierte las ondas sonoras reflejadas en imágenes de los
riñones.
-Tomografía computarizada:(TC) Mientras permaneces recostado sobre una mesa móvil,
te introducen en un aparato con forma de rosca que proyecta haces de rayos X delgados a
través del cuerpo.
-Resonancia Magnética: Mientras permaneces recostado dentro de un gran cilindro, los
campos magnéticos y las ondas de radio generan vistas transversales de los riñones.
TRATAMIENTO:
-Presión arterial alta: Controlar la presión arterial alta puede retrasar las progresiones la
enfermedad y disminuir el daño renal, con no fumar, aumentar el ejercicio y reducir el estrés
pueden ayudar a controlar la presi0n arterial alta.
Sin embargo, suele necesitar usar medicamentos para controlar la presión arterial alta. Los
medicamentos medicamentos conocidos como los Inhibidores de angiotensina II, suelen
usarse para controlar la presión arterial alta.
-Dolor: Podrías controlar el dolor de la enfermedad renal polistica con medicamentos de
venta libre que contenga paracetamol. Sin embargo, para algunas personas, el dolor es más
intenso y constante.
En casos excepcionales, el medico podría recomendar cirugía para extraer los quistes si
son suficientemente grandes como para causar presión.
PREVENCION:
 Mantener una presión arterial saludable
 Mantener un nivel saludable de azúcar en la sangre.
 Mantener un peso saludable.
 Seguir una dieta baja en sal, baja en grasas.
 Reducir el alcohol.
 No fumar ni usar productos del tabaco. Si usted fuma o usa tabaco, déjelo ahora.
 Haga ejercicio durante por lo menos 30 minutos al día, la mayoría de los días de la
semana.
 Tome todos los medicamentos recetados como su médico le indique.
7.- TRAUMATISMOS RENALES
El riñón se lesiona en hasta el 10% de los pacientes que sufren un traumatismo abdominal
significativo. En forma global, alrededor del 65% de las lesiones del aparato urogenital
comprometen al riñón. Es el órgano urogenital más comúnmente lesionado en traumatismos
externos en experimentados por civiles.
La mayoría de las lesiones renales (85 al 90% de los casos) ocurren a partir de un
traumatismo cerrado, por lo general debido a accidentes automovilísticos, caídas o
agresiones. La mayoría de las lesiones son de bajo grado. Las lesiones asociadas son en la
cabeza, el SNC, el tórax, el bazo y el hígado. Las lesiones penetrantes suelen ser el
resultado de heridas de bala y suelen asociarse con múltiples lesiones intra abdominales,
comúnmente en tórax, hígado, intestino y bazo.
SINTOMAS:
Los síntomas de una lesión pueden consistir en presencia de sangre en la orina dolor o
hematomas en la parte superior del abdomen o en el área entre las costillas y la cadera,
marcas cercanas al riñón producidas por un cinturón de seguridad dolor causado por una
fractura de las costillas inferiores. Cuando las lesiones renales son graves puede haber
descenso de la presión arterial y, si la persona pierde cantidad importante de sangre,
anemia.
DIAGNOSTICO:
- Análisis de orina.
-Para lesiones más graves, tomografía computarizada. La relación de los hechos que
provocan la lesión, los síntomas de la persona y la exploración física ayudan a distinguir las
lesiones renales. Se toma una muestra de orina y se examina para ver si hay sangre. La
sangre en la orina de una persona con una lesión en el tronco puede afectar al riñen. La
sangre se puede observar a simple vista (hematuria macroscópica).
Cuando se trata de lesiones penetrantes, la ubicación de la herida (si está en la parte
superior o media del abdomen, en la espalda o en el flanco) ayuda a determinar si el riñón
está afectado.
Los adultos que tienen síntomas leves, sin una presión arterial anormalmente baja, y sangre
en la orina (observable solo con una ayuda del microscopio), probablemente tiene un
traumatismo menor que se cura por si sola. No suele ser necesario realizar más pruebas.
En los niños y adultos en quienes se sospecha una lesión más grave debe realizarse una
tomografía computarizada (TC) con un colorante radiopatico (agente de contraste).
TRATAMIENTO:
-Para lesiones menores control de la ingesta de líquidos y reposo en cama.
-Para las lesiones más graves, control de la pérdida de sangre y prevención del choque
(shock).
-Para algunas lesiones contundentes y más penetrantes, reparación quirúrgica.
-Para las lesiones renales menores el único tratamiento tratamiento suele ser necesario es
el control minucioso del consumo de líquidos y el reposo total, ya que estas medidas
ayudan a que el riñón se cure por sí solo. Para las lesiones más graves el tratamiento
comienza con medidas para controlar la perdida sangre y para prevenir el choque. Se
administran ya veces sangre por vía intravenosa para ayudar a mantener la presión
sanguínea en los valores normales y estimular la producción de orina.
Solo las lesiones graves requieren reparación quirúrgica: Cuando el riñón sangra de forma
persistente, está rodeada por un coagulo sanguíneo que se expande o cuando se desgarra
su base. De forma alternativa, algunas de estas lesiones se pueden controlar con
embolizacion arterial, en la cual los médicos pasan un catéter a través de un vaso
sanguíneo de la parte superior del muslo hasta el vaso sanguíneo del riñón. Del mismo
modo, las lesiones penetrantes graves requieren reparación quirúrgica, en algunos casis
poco frecuentes, el riñón debe ser extirpado.
La mayoría de personas se recuperan de las lesiones, incluso si son graves, siempre y
cuando sean diagnosticadas y tratadas con prontitud. Si la enfermedad renal crónica, puede
ser necesaria seguir un tratamiento de por vida. Otras complicaciones de las lesiones
renales que requieren tratamiento son: hemorragia tardía, infección e hipertensión arterial.
8.- NEFROSIS
El síndrome nefrótico es un trastorno renal que hace que el cuerpo excrete demasiadas
proteínas en la orina.
El síndrome nefrótico generalmente se debe a daños en los racimos de vasos sanguíneos
diminutos de los riñones que filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre. La
afección causa hinchazón, particularmente en los pies y los tobillos, y aumenta el riesgo de
otros problemas de salud.
CAUSAS
El síndrome nefrótico es causado por diversos trastornos que dañan los riñones. Este daño
ocasiona la liberación de demasiada proteína en la orina.
La causa más común en los niños es la enfermedad de cambios mínimos.
La glomerulonefritis membranosa es la causa más común en adultos. En ambas
enfermedades, los glomérulos de los riñones resultan dañados. Los glomérulos son las
estructuras que ayudan a filtrar los desechos y los líquidos.
Esta afección también puede ocurrir como resultado de:
 Cáncer
 Enfermedades como la diabetes, lupus eritematoso sistémico, mieloma
múltiple y amiloidosis
 Trastornos genéticos
 Trastornos inmunitarios
 Infecciones (como amigdalitis estreptocócica, hepatitis o mononucleosis)
 Uso de ciertas drogas
SÍNTOMAS
 La hinchazón (edema) es el síntoma más común. Puede ocurrir:
 En la cara y alrededor de los ojos (hinchazón facial)
 En los brazos y las piernas, especialmente en los pies y los tobillos
 En la zona abdominal abdomen inflamado
TRATAMIENTO
El tratamiento del síndrome nefrótico comprende tratar cualquier afección médica que
pueda causarlo. El médico también puede recomendarte medicamentos y cambios en tu
alimentación que te ayuden a controlar los signos y síntomas, o tratar complicaciones del
síndrome nefrótico.
Estos son algunos de los medicamentos:
Medicamentos para la presión arterial. Los medicamentos denominados inhibidores de la
enzima convertidora de la angiotensina reducen la presión arterial y también la cantidad de
proteína liberada en la orina. Los medicamentos de esta categoría incluyen el lisinopril
(Prinvil, Qbrelis, Zestril), benazepril (Lotensin), captopril y enalapril (Vasotec).
Otro grupo de medicamentos que funciona de forma similar se denomina antagonistas de
los receptores de la angiotensina II (ARA) y comprende losartán (Cozaar) y valsartán
(Diovan). También pueden utilizarse otros medicamentos, como los inhibidores de la renina,
aunque por lo general se utilizan primero los inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina y ARA.
Diuréticos Ayudan a controlar la hinchazón ya que aumentan la salida de líquidos de los
riñones. Los medicamentos diuréticos comprenden la furosemida (Lasix). Otros incluyen la
espironolactona (Aldactone, Carospir) y las tiazidas, como la hidroclorotiazida o la
metolazona (Zaroxolyn).
Medicamentos para reducir el colesterol. Las estatinas ayudan a reducir los niveles de
colesterol. Sin embargo, no está claro si los medicamentos para reducir el colesterol pueden
mejorar los resultados de las personas con síndrome nefrótico, como evitar los ataques
cardiacos o disminuir el riesgo de muerte prematura.
Las estatinas incluyen atorvastatina (Lipitor), fluvastatina (Lescol XL), lovastatina (Altoprev),
pravastatina (Pravachol), rosuvastatina (Crestor, Ezallor) y simvastatina (Zocor).
Anticoagulantes. Estos se pueden recetar para disminuir la capacidad de coagulación de
la sangre, especialmente si has tenido un coágulo sanguíneo. Entre los anticoagulantes
figuran la heparina, la warfarina (Coumadin, Jantoven), el dabigatrán (Pradaxa), el apixabán
(Eliquis) y el rivaroxabán (Xarelto).
Medicamentos supresores del sistema inmunitario. Los medicamentos para controlar el
sistema inmunitario, como los corticosteroides, pueden disminuir la inflamación que
acompaña a algunas de las afecciones que pueden causar el síndrome nefrótico. Los
medicamentos incluyen rituximab (Rituxan), ciclosporina y ciclofosfamida.
9.- ANGIOMIOLIPOMA RENAL
Tumor benigno (no canceroso) de grasa y tejido muscular que, por lo general, se encuentra
en el riñón. Los angiomiolipomas muy pocas veces causan síntomas, pero pueden sangrar
o crecer lo bastante como para ser dolorosos o causar insuficiencia renal. Son comunes en
pacientes con esclerosis tuberosa (un trastorno genético en el que crecen tumores benignos
en los riñones, el cerebro, los ojos, el corazón, los pulmones y la piel, que causan
convulsiones, problemas mentales y lesiones en la piel).
Este tumor renal de carácter benigno se asocia en un 20-30% de los casos a síndromes
genéticos como:
1. La esclerosis tuberosa
2. Linfangioleiomiomatosis pulmonar esporádic.
TIPOS DE ANGIOMIOLIPOMA RENAL
La mayoría de los casos de este tipo de tumor renal benigno, se descubren casualmente en
el curso de un estudio por imagen (Ecografía, TAC, RNM). Esto hace que podamos
dividirlos en:
 Únicos, menores de 4 cms, sin tendencia a crecer, que no están asociados a la
esclerosis tuberosa. Los más frecuentes.
 Múltiples o mayores de 4 cms, en ambos riñones o asociados con frecuencia a
la esclerosis tuberosa.
SÍNTOMAS Y COMPLICACIONES DEL ANGIOMIOLIPOMA RENAL
SÍNTOMAS
 Si el angiomiolipoma es único y menor de 4 cms. Lo habitual en estos casos es que
sea asintomático y por consiguiente su diagnóstico sea accidental en el curso de
otra prueba.
 Cuando el tumor es mayor de 4 cm puede dar síntomas como, dolor, masa
palpable o presencia de sangre en la orina (hematuria).
 Si se asocia a esclerosis tuberosa, puede asociarse a las manifestaciones propias
de esta enfermedad. Como son: lesiones cutáneas en la cara, convulsiones,
problemas cardíacos y pulmonares y oculares.
COMPLICACIONES
RUPTURA.
Cuando los angiomiolipomas son mayores de 4 cms,  también cuando son múltiples o
cuando se asocian a la esclerosis tuberosa tienen tendencia romperse espontáneamente,
con elAngiomiolipoma renal
TRATAMIENTO DEL ANGIOMIOLIPOMA RENAL
 Observación. Los angiomiolipomas únicos y menores de 4 cms no precisan
tratamiento. Los simples controles ecográficos, suelen ser suficientes para valorar su
crecimiento.
 La embolización  selectiva de la arteria que irriga el tumor. Esta técnica preserva el
resto de las arterias del riñón, por lo tanto evita la pérdida de función renal. Es la
actuación más conservadora y muy eficaz para los tumores mayores de 4 cms. La
realizan los radiólogos intervencionistas.
 Nefrectomía. Es la intervención de elección cuando debido al tamaño o a su
vascularización, se  hace imposible la embolización selectiva. También se realiza
con frecuencia cuando se produce la rotura espontánea del tumor.
RESUMEN DE ACTITUD TERAPÉUTICA EN LOS ANGIOMIOLIPOMAS RENALES
En personas con angiomiolipoma renal se debe tener en cuenta los siguientes datos:
 Si el paciente es además portador o no, de una esclerosis tuberosa. Ya que en este
caso, la posibilidad de que aparezcan más tumores y en ambos riñones es mayor.
 Cuando el tumor tiene un tamaño mayor de 4 cms o se aprecia un crecimiento
rápido. Se puede concluir que la embolización selectiva debe realizarse lo antes
posible.
 Cuando en cambio se trata de angiomiolipoma únicos y menores de 4 cms de
tamaño. Se recomienda realizar controles ecográficos periódicos.
10.- INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO (ITU)
Una infección de las vías urinarias es una infección que se produce en cualquier parte del
aparato urinario: los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. La mayoría de las infecciones
ocurren en las vías urinarias inferiores (la vejiga y la uretra).

Las mujeres son más propensas a contraer una infección urinaria que los hombres. La
infección que se limita a la vejiga puede ser dolorosa y molesta. Sin embargo, puedes tener
consecuencias graves si la infección urinaria se extiende a los riñones

Por lo general, los médicos tratan las infecciones de las vías urinarias con antibióticos. Pero
puedes tomar medidas para reducir las probabilidades de contraer una infección urinaria en
primer lugar.
SÍNTOMAS
Las infecciones de las vías urinarias no siempre causan signos y síntomas, pero cuando lo
hacen, estos pueden comprender:

 Necesidad imperiosa y constante de orinar

 Sensación de ardor al orinar

 Orinar frecuentemente en pequeñas cantidades

 Orina de aspecto turbio

 Orina de color rojo, rosa brillante o amarronado (un signo de sangre en la orina)

 Orina con olor fuerte

 Dolor pélvico en las mujeres, especialmente en el centro de la pelvis y alrededor de


la zona del hueso púbico
CAUSAS

Las infecciones urinarias suelen ocurrir cuando ingresan bacterias en las vías urinarias a
través de la uretra y comienzan a multiplicarse en la vejiga. Aunque el aparato urinario está
preparado para impedir el ingreso de estos invasores microscópicos, estas defensas a
veces fallan. Cuando esto ocurre, las bacterias pueden proliferar hasta convertirse en una
infección totalmente desarrollada en las vías urinarias.

Las infecciones urinarias más frecuentes se presentan principalmente en las mujeres y


afectan la vejiga y la uretra.

COMPLICACIONES

Cuando se tratan rápida y adecuadamente, es poco común que las infecciones de las vías
urinarias inferiores tengan complicaciones. Pero si una infección urinaria se deja sin tratar,
puede tener consecuencias graves.
Las complicaciones de una infección urinaria pueden comprender:

 Infecciones recurrentes, en especial, en mujeres que sufren dos o más infecciones


de las vías urinarias en un período de seis meses, o cuatro o más en un año.

 Daño renal permanente debido a una infección renal aguda o crónica (pielonefritis)
provocada por una infección urinaria sin tratar.

 Riesgo elevado para las mujeres embarazadas de tener un bebé de bajo peso al
nacer o prematuro.

 Estrechamiento (constricción) de la uretra en hombres con uretritis recurrente que


anteriormente tuvieron uretritis gonocócica.

 Septicemia, una complicación de las infecciones que puede poner en riesgo la vida,
especialmente si la infección se extiende hacia arriba, más allá de las vías urinarias,
hasta los riñones.
PREVENCIÓN

Puedes adoptar las siguientes medidas para reducir el riesgo de infección de las vías
urinarias:

 Bebe mucho líquido, especialmente agua. Beber agua ayuda a diluir la orina y


garantiza que orinarás con mayor frecuencia, lo que permite expulsar las bacterias de
las vías urinarias antes de que pueda comenzar la infección.

 Bebe jugo de arándanos rojos. Si bien los estudios no son concluyentes sobre las
propiedades del jugo de arándanos rojos para evitar las infecciones urinarias,
probablemente no sea dañino.

 Límpiate desde adelante hacia atrás. Hacerlo de esta forma después de orinar y


evacuar los intestinos ayuda a evitar que las bacterias de la región anal se propaguen
a la vagina y la uretra.

 Vacía la vejiga poco después de tener relaciones sexuales. También bebe un


vaso lleno de agua para ayudar a expulsar las bacterias.

 Evita utilizar productos femeninos potencialmente irritantes. El uso de


desodorantes en aerosol u otros productos femeninos (como las duchas y los talcos)
en la zona genital puede irritar la uretra.

 Cambia tu método anticonceptivo. Los diafragmas o los preservativos sin


lubricante o con espermicida pueden contribuir al crecimiento de bacterias.
DIAGNÓSTICO
Las pruebas y procedimientos utilizados para diagnosticar las infecciones urinarias
comprenden:
 Análisis de una muestra de orina. El médico puede pedirte una muestra de orina
para evaluar los niveles de glóbulos blancos y glóbulos rojos o la presencia de
bacterias mediante análisis de laboratorio. Para evitar la contaminación potencial de la
muestra, te pueden indicar que primero limpies la zona genital con una compresa
antiséptica y recojas la orina en la mitad de su curso
Cultivo de las bacterias de las vías urinarias en un laboratorio. Después de los análisis
de laboratorio, a veces se realiza un cultivo de orina. Este análisis le revela al médico qué
bacterias están causando la infección y qué medicamentos serán los más efectivos.
Uso de un endoscopio para observar el interior de la vejiga. Si tienes infecciones
urinarias recurrentes, el médico puede realizar una cistoscopia usando un tubo largo y
delgado provisto de una lente (cistoscopio) para ver dentro de la uretra y la vejiga. El
cistoscopio se introduce en la uretra y pasa hasta la vejiga.
TRATAMIENTO
Generalmente, los antibióticos son el tratamiento de primera línea para las infecciones de
las vías urinarias. Los medicamentos que te receten y el tiempo de uso dependen de tu
estado de salud y del tipo de bacterias que se encuentren en la orina.
INFECCIÓN SIMPLE
Los medicamentos que suelen recomendarse para las infecciones urinarias simples
comprenden:

 Trimetoprima/sulfametoxazol (Bactrim, Septra u otros)

 Fosfomicina (Monurol)

 Nitrofurantoína (Macrodantin, Macrobid)

 Cefalexina (Keflex)

 Ceftriaxona

El grupo de antibióticos conocidos como «fluoroquinolonas», como la ciprofloxacina (Cipro),


la levofloxacina (Levaquin) y otros, no se recomienda habitualmente para infecciones de las
vías urinarias simples, ya que los riesgos de estos medicamentos generalmente superan los
beneficios para el tratamiento de infecciones urinarias sin complicaciones. En algunos
casos, el médico podría recetar un medicamento con fluoroquinolonas si no existe otra
opción de tratamiento, por ejemplo, para una infección de las vías urinarias o una infección
renal complicadas
INFECCIONES FRECUENTES

Si tienes infecciones urinarias frecuentes, el médico puede darte ciertas recomendaciones


relacionadas con el tratamiento, por ejemplo:

 Antibióticos de dosis baja, inicialmente durante seis meses, aunque a veces por más
tiempo
 Autodiagnóstico y tratamiento, si permaneces en contacto con el médico

 Una sola dosis de antibiótico después de tener relaciones sexuales si las infecciones
están relacionadas con la actividad sexual

 Terapia con estrógeno vaginal si estás en la posmenopausia


INFECCIÓN GRAVE
Si la infección urinaria es grave, es posible que necesites tratamiento con antibióticos
intravenosos en un hospital.

11.- ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA


La enfermedad renal crónica es la etapa final cuando los riñones están dañados y no
pueden filtrar la sangre como deberían. Este daño puede ocasionar que los riñones ya no
tengan la capacidad de eliminar suficientes desechos y el exceso de líquido del cuerpo.

Causas más frecuentes de enfermedad crónica renal son:

 diabetes
 la hipertensión arterial

Estos dos trastornos dañan directamente los pequeños vasos sanguíneos de los riñones.

Los síntomas son:

Micción nocturna, cansancio, náuseas, prurito o picor, espasmos musculares y calambres,


pérdida de sensibilidad, confusión, ahogo y coloración marrón-amarillenta de la piel.

Diagnóstico:

 Los análisis de sangre y orina


 Ecografía y en ocaciones la biopsia

La extracción de una muestra de tejido del riñón (biopsia renal) es la prueba más precisa,
pero no es recomendable cuando los resultados de la ecografía muestran que los riñones
son pequeños y esclerosados

TRATAMIENTO:

El tratamiento consiste en restringir los líquidos, el sodio y el potasio en la dieta, usar


medicamentos para corregir otros trastornos (como diabetes, hipertensión arterial,
anemia).

No se pueden curar la enfermedad renal crónica con medicamentos, pero pueden


retrasarla. Incluyen medicamentos para reducir la presión arterial, controlar el azúcar en la
sangre y reducir el colesterol.
Para enfermedad crónica renal el tratamiento eficaz es la diálisis o un trasplante de riñón.

12.- LA NOCTURIA

Es la necesidad de orinar frecuentemente por la noche es decir la persona tiene


de despertarse de noche para ir a orinar en repetidas ocasiones. Se puede convertir en un
problema si esto ocurre más de dos veces por noche.

La nocturia es común en la gente mayor. En las mujeres mayores de 65 años, se asocia con
la menopausia, la hipertensión arterial.

Causas:

Beber demasiado líquido durante el final de la tarde puede provocar que se orine con más
frecuencia durante la noche. La cafeína y el alcohol después de la cena también pueden
conducir a este problema.

Otras afecciones que pueden conducir a la nocturia:

 Insuficiencia renal crónica.


 Diabetes 
 Diabetes gestacional (se produce durante el embarazo).
 Insuficiencia cardíaca.

Prevención:

Según la Organización Mundial de la Salud, estas son algunas de las posibles medidas
preventivas:

 Beber poco por la tarde y sobre todo, bebidas alcohólicas.

 No fumar.

 La alimentación debe contener vegetales abundantes (brócoli, coliflor, repollo, col,


berros, tomates, rábano), frutas, legumbres y derivados y un bajo contenido en
carnes rojas, grasas saturadas, sal, azúcar y calcio. Asimismo, es aconsejable tomar
cereales integrales y grasas de origen vegetal.

 No hacer vida sedentaria; el deporte es muy beneficioso.

 Evitar el sobrepeso y la obesidad.

Diagnóstico:

Para poder diagnosticar esta enfermedad, el paciente puede tener, un registro de cuántos
líquidos ingiere, cuántas veces necesita ir al baño a orinar y cuál es la cantidad de
producción de dicha orina durante dos días.

Tratamiento:
 Restringir la ingestión de líquidos después de las seis de la tarde y eliminar el
consumo de alcohol y cafeína.
 Precisar los horarios de ingesta de diuréticos u otro tipo de medicamento que
pueda provocar un aumento del flujo urinario.

 Si lo prescribe el médico, es posible tomar alfa bloqueadores adrenérgicos, ya que


permiten una mejoría tanto en el caso de los pacientes con nocturia sin hiperplasia
benigna de próstata como en el de los que sí presentan agrandamiento de
la próstata.

13.- URETRITIS

La uretritis es la inflamación de la uretra (conducto encargado de transportar la orina


desde la vejiga hacia el exterior), a veces acompañada de secreción.

Causas de la uretritis:

Las principales causas de uretritis son infecciones, siendo el contacto sexual sin
preservativo el mecanismo de transmisión de microorganismos implicados.

Síntomas:

La uretritis se caracteriza por la presencia de una secreción purulenta o mucopurulenta a


través de la uretra, y es frecuente que cause dificultad para orinar y escozor.

Diagnóstico de la uretritis:

Ante un paciente con sospecha de uretritis el diagnóstico se confirma con la historia


clínica, exploración física, y cultivo de orina.

Tratamiento de la uretritis:
La mayoría de las veces el tratamiento de la uretritis es empírico, es decir, se inicia el
tratamiento con antibióticos porque se tiene una alta sospecha de que exista infección,
causada por (Chlamydia-Neisseria gonorrhoeae).

El tratamiento se realiza mediante la administración de ceftriaxona (via intramuscular) y


azitromicina (vía oral). Es importante iniciar éste lo antes posible una vez se hayan recogido
las muestras.

Dosificación:

250 mg via intramuscular de ceftriaxona + 1 gr de azitromicina via oral ó 100 mg de


doxiciclina cada 12 h durante una semana).

14.- LA PIELONEFRITIS

Es una infección urinaria se define como la presencia de gérmenes en la orina.


Habitualmente son bacterias (bacteriana) y excepcionalmente, hongos (micótica) o virus
(vírica).
Denominado también como cistitis a la infección urinaria que afecta a la vejiga y que se
define por un cuadro clínico característico de dolor o escozor miccional muy aumentada y
escasa (polaquiuria), sensación permanente de deseo miccional (tenesmo) y a veces orina
sanguinolenta .

Existen dos tipos de pielonefritis:

 pielonefritis aguda: Si el órgano afectado es el riñón y se caracteriza por fiebre,


escalofríos, dolor lumbar, malestar. La pielonefritis aguda es tratada y se cura en
general sin secuelas.

 pielonefritis crónica.Es cuando la enfermedad sigue su curso y produce lesiones


inflamatorias y cicatriciales al riñón y se identifican radiológicamente.

Síntomas más habituales:

 Picor y escozor miccional.


 Producir mucha cantidad de orina mientras duermas (poliuria nocturna)
 Fiebre.

Diagnóstico:

Las pielonefritis se diagnostica mediante el cultivo de la orina en medios de crecimiento


apropiados. Se exige que en el cultivo haya bacteriuria significativa.

Tratamiento:

Se realiza con antibióticos y debe hacerse de forma selectiva, eligiendo el mejor de


aquellos a los que el germen es sensible (debe hacerse por tanto cultivo de orina).

La aplicación del tratamiento es diferente dependiendo de la edad, localización, tipo de


infección, recurrencia, etc.

Se pueden realizar distintas pautas, en monodosis, tratamiento de 3 días o bien


tratamientos más prolongados de 7-10 días.

Lizbeth

18.- ACIDOSIS TUBULAR RENAL (ATR)


La ATR define una clase de trastornos en los cuales la excreción de iones hidrógeno o la
reabsorción del bicarbonato filtrado están alteradas, lo que lleva a una acidosis
metabólica crónica con un hiato aniónico normal. Suele haber hipercloremia y trastornos
secundarios que pueden involucrar a otros electrolitos, como potasio y calcio.
TIPOS DE ATR
Existen tipos diferentes de ATR. Los primeros dos tipos se denominan según la parte del
túbulo renal donde se encuentran el daño o el defecto.
La ATR tipo 1 o acidosis tubular renal distal:
Es el tipo de ATR más común. Distal significa que el efecto está relativamente alejado del
comienzo del túbulo. La ATR distal puede ser hereditaria o puede ser provocada por un
nivel alto de calcio en sangre, leucemia, trastornos auto inmunitarios (como lupus y
Síndrome de Sjögren) o el uso de ciertos medicamentos.
La ATR tipo 2 o acidosis tubular renal proximal:
Sucede cuando el daño o el efecto se encuentran relativamente cerca del inicio del túbulo.
La ATR proximal se presenta, en la mayoría de los casos, en lactantes y generalmente está
relacionada con un trastorno denominado Síndrome de Fanconi. Además, la carencia de
vitamina D, la intolerancia a la fructosa, el uso de ciertos medicamentos y algunas
enfermedades también pueden provocar ATR proximal.
La ATR tipo 3:
Es una combinación de la ATR distal y proximal, y ya casi no se usa como una clasificación.
La ATR tipo 4 o acidosis tubular renal hiperpotasémica:
Se produce por una deficiencia de aldosterona o una falta de respuesta a la aldosterona en
los túbulos distales. Como la aldosterona estimula la reabsorción de sodio en intercambio
con el potasio y el hidrógeno, hay una disminución en la excreción de potasio que
produce hiperpotasemia, y una reducción en la excreción de ácido. La hiperpotasemia
puede disminuir la excreción de amoníaco, lo que contribuye a la acidosis metabólica.
SÍNTOMAS:
La ATR suele ser asintomática. Las alteraciones electrolíticas graves son raras, pero
pueden poner el riesgo la vida.
-Son posibles la nefrolitiasis y la nefrocalcinosis, en especial en la enfermedad de tipo 1.
-Pueden aparecer signos de depleción del volumen del LEC debido a la pérdida de agua en
la orina que acompaña la excreción de electrolitos en la ATR de tipo 2.
-Las personas con ATR de tipo 1 o 2 pueden tener signos y síntomas de hiperpotasemia,
entre ellos pueden ser:

 Confusión, reducción del estado de alerta o fatiga


 Reducción de la cantidad de orina
 Debilidad muscular
 Calambres musculares, y dolor en la espalda y el abdomen
 Raquitismo (un trastorno que puede causar dolor en los huesos y deformidad ósea y
dental)
-La ATR de tipo 4 suele ser asintomática con apenas una acidosis leve, pero pueden
desarrollarse arritmias cardíacas o parálisis si la hiperpotasemia es grave.

Diagnóstico
Se realizan pruebas de estimulación en algunos casos, dependiendo del tipo de ATR que se
sospeche:
 La ATR de tipo 1 se confirma con un pH urinario que se mantiene > 5,5 durante la
acidosis sistémica.
 La ATR de tipo 2 se diagnostica con la determinación del pH urinario y la fracción
de excreción de bicarbonato durante una infusión de bicarbonato. En el tipo 2, el pH
de la orina aumenta por encima de 7,5, y la fracción de excreción de bicarbonato
es > 15%.
 El tipo 4 RTA se confirma por el antecedente de una condición que podría estar
asociada con ATR tipo 4, hiperpotasemia crónica y bicarbonato normal o ligeramente
disminuido. En la mayoría de los casos la actividad de la renina plasmática es baja,
la concentración de aldosterona es baja y el cortisol es normal.

TRATAMIENTO
El tratamiento consiste en la corrección del pH y el equilibrio de electrolitos con una terapia
con bases.
El objetivo es restaurar el nivel ácido normal y el equilibrio electrolítico en el cuerpo. Esto
ayudará a corregir los trastornos óseos y reducirá la acumulación de calcio en los riñones
(nefrocalcinosis) y cálculos renales.
Los medicamentos que se pueden recetar incluyen: citrato de potasio, bicarbonato de sodio
y diuréticos tiazídicos. Estos son medicamentos alcalinos y ayudan a corregir la condición
ácida del cuerpo. El bicarbonato de sodio puede corregir la pérdida de potasio y calcio.
19.- SÍNDROME NEFROTICO
Es un trastorno renal que hace que el cuerpo excrete demasiadas proteínas en la orina.
El síndrome nefrótico generalmente se debe a daños en los racimos de vasos sanguíneos
diminutos de los riñones que filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre. La
afección causa hinchazón, particularmente en los pies y los tobillos, y aumenta el riesgo de
otros problemas de salud.
SÍNTOMAS
Los signos y síntomas del síndrome nefrótico incluyen:

 Hinchazón grave (edema), en particular alrededor de los ojos y en los tobillos y los
pies
 Orina con espuma, resultado del exceso de proteínas en la orina
 Aumento de peso debido a la retención de líquidos
 Fatiga
 Pérdida del apetito
CAUSAS
El síndrome nefrótico usualmente se debe a daños en los racimos de vasos sanguíneos
diminutos (glomérulos) de los riñones.
El glomérulo filtra la sangre cuando pasa por los riñones, y separa lo que tu cuerpo necesita
de lo que no. Un glomérulo saludable retiene las proteínas de la sangre (principalmente, la
albúmina), que se necesita para mantener la cantidad adecuada de líquido en el cuerpo, y
evita que se vayan con la orina. Cuando está dañado, el glomérulo permite que se vayan
del cuerpo muchas de las proteínas de la sangre, lo que causa el síndrome nefrótico.
COMPLICACIONES
Las posibles complicaciones del síndrome nefrótico comprenden:
 Coágulos sanguíneos. La incapacidad de los glomérulos para filtrar la sangre
correctamente puede llevar a la pérdida de proteínas sanguíneas que ayudan a
prevenir la coagulación
 Niveles altos de colesterol y triglicéridos en sangre. Cuando baja el nivel de la
proteína albúmina en sangre, el hígado produce más albúmina. Al mismo tiempo, el
hígado libera más colesterol y triglicéridos.
 Mala nutrición. La pérdida de demasiada proteína en sangre puede ocasionar
malnutrición
 Presión arterial alta. El daño a los glomérulos y la consiguiente acumulación de
exceso de líquido corporal pueden elevar la presión arterial.
 Lesión renal aguda. Si los riñones pierden su capacidad para filtrar la sangre
debido a un daño en los glomérulos, los productos de desecho pueden acumularse
rápidamente en la sangre
 Enfermedad renal crónica. El síndrome nefrótico puede hacer que los riñones
pierdan su función con el tiempo.
DIAGNÓSTICO
Estas son algunas de las pruebas y los procedimientos que se usan para diagnosticar el
síndrome nefrótico:
 Análisis de orina. Un análisis de orina puede revelar anomalías en la orina, como
grandes cantidades de proteínas.
 Análisis de sangre. Un análisis de sangre puede mostrar niveles bajos de la
proteína albúmina y a menudo niveles disminuidos de la proteína sanguínea en
general. Por lo general, la pérdida de albúmina se asocia con un aumento del
colesterol en sangre y de triglicéridos en sangre.
 Biopsia de riñón. El médico podría recomendar la extracción de una pequeña
muestra de tejido renal para análisis.
TRATAMIENTO
El tratamiento del síndrome nefrótico comprende tratar cualquier afección médica que
pueda causarlo.
Estos son algunos de los medicamentos:

 Medicamentos para la presión arterial. Los medicamentos denominados


inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina reducen la presión arterial y
también la cantidad de proteína liberada en la orina. Los medicamentos de esta
categoría incluyen el lisinopril benazepril, captopril y enalapril.
 antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA).comprende losartán y
valsartán .
 Diuréticos Ayudan a controlar la hinchazón ya que aumentan la salida de líquidos
de los riñones. Los medicamentos diuréticos comprenden la furosemida,
espironolactona y las tiazidas, como la hidroclorotiazida o la metolazona .
 Medicamentos para reducir el colesterol. Las estatinas ayudan a reducir los
niveles de colesterol. Las estatinas incluyen atorvastatina, fluvastatina, lovastatina,
pravastatina y simvastatina.
 Anticoagulantes. Entre los anticoagulantes figuran la heparina, la warfarina , el
dabigatrán, el apixabán y el rivaroxabán .
 Medicamentos supresores del sistema inmunitario. Los medicamentos para
controlar el sistema inmunitario, como los corticosteroides, pueden disminuir la
inflamación que acompaña a algunas de las afecciones que pueden causar el
síndrome nefrótico. Los medicamentos incluyen rituximab, ciclosporina y
ciclofosfamida.

20.- CÁNCER DE VEJIGA


El cáncer de vejiga comienza con mayor frecuencia en las células (células uroteliales) que
revisten el interior de la vejiga, el órgano muscular y hueco que almacena la orina y que
está ubicado en la parte inferior del abdomen. Aunque se da con mayor frecuencia en la
vejiga, este mismo tipo de cáncer puede presentarse en otras partes del sistema de drenaje
de las vías urinarias.
El cáncer de vejiga aparece cuando las células de la vejiga comienzan a multiplicarse de
forma anormal. En lugar de crecer y dividirse de manera organizada, estas células
presentan mutaciones que hacen que se multipliquen sin control y que no mueran. Estas
células anormales forman un tumor.
TIPOS DE CÁNCER DE VEJIGA
Los tipos de cáncer de vejiga comprenden:

 Carcinoma urotelial. Las células uroteliales se expanden cuando la vejiga está


llena y se contraen cuando se vacía. Estas mismas células recubren el interior de los
uréteres y la uretra, y en esos lugares también pueden formarse tumores.
 Carcinoma epidermoide. El carcinoma epidermoide está relacionado con la
irritación crónica de la vejiga. Es más frecuente en los lugares del mundo en donde
una causa habitual de las infecciones de la vejiga es una determinada infección por
parásitos (esquistosomosis).
 Adenocarcinoma. El adenocarcinoma comienza en las células que componen las
glándulas secretoras de mucosidad en la vejiga.
SÍNTOMAS
Algunos signos y síntomas del cáncer de vejiga pueden ser:

 Sangre en la orina (hematuria)


 Dolor al orinar
 Dolor pélvico
 Dolor de espalda
 Necesidad de orinar a menudo
CAUSAS
Las causas del cáncer de vejiga comprenden:

 Tabaquismo y otros consumos de tabaco


 Exposición a sustancias químicas, especialmente, el hecho de tener un trabajo que
requiera la exposición a ellas
 Exposición a la radiación en el pasado
 Irritación crónica del revestimiento de la vejiga
 Infecciones parasitarias, particularmente, en las personas originarias de ciertas
zonas fuera de los Estados Unidos o que viajaron a esos lugares

TRATAMIENTO
Las opciones de tratamiento para el cáncer de vejiga dependen de varios factores,
incluyendo el tipo de cáncer, su grado y etapa, que se consideran a la vez que tu salud en
general y tus preferencias de tratamiento.
El tratamiento para el cáncer de vejiga puede incluir:

 Cirugía, para extirpar tejido canceroso


 Quimioterapia en la vejiga (quimioterapia intravesical), para tratar tumores que
están limitados al revestimiento de la vejiga pero presentan un alto riesgo de
reaparecer o progresar a una etapa más alta
 Reconstrucción, para crear una nueva manera para que la orina salga del cuerpo
después de extirpar la vejiga
 Quimioterapia para todo el cuerpo (quimioterapia sistémica), para aumentar la
posibilidad de cura en una persona que se haga cirugía para extirpar la vejiga, o
como tratamiento primario en casos en que la cirugía no es una opción
 Radioterapia, para destruir las células cancerosas, con frecuencia usada como
tratamiento primario en casos en que la cirugía no es una opción o no se desea
hacer
 Inmunoterapia, para desencadenar el sistema inmunitario del cuerpo para combatir
la células cancerosas en la vejiga o en todo el cuerpo
PREVENCIÓN
Aunque no hay una forma garantizada de prevenir las enfermedades del sistema renal,
puedes tomar medidas para ayudar a reducir el riesgo. Por ejemplo:
 Hacer ejercicio  (30-60 minutos al día).
 Acordarse de beber agua 8sobre todo en personas mayores y niños).
 Evitar el sobrepeso y la obesidad.
 Controlar la dieta.
 Reducir el consumo de sal.
 Evitar dietas de alto contenido proteico.
 Evitar alimentos procesados o con aditivos de fosfato
 Disminuir el consumo de azúcar.
 Evitar las bebidas azucaradas y carbonatadas.
 Consumo moderado de alcohol.
 No fumar.
 Evitar el consumo de antiinflamatorios, sólo en ocasiones puntuales, siempre bajo
prescripción médica.
 Controles periódicos del estado de salud (especialmente en analíticas de sangre y
orina que recojan valores como la urea, la creatinina y la glucosa)

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