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FARMACOLOGICO
Tanto los IECA como los BRA y los bloqueadores betas son tipos de medicamentos que se
usan para reducir la presión arterial, pero funcionan de maneras distintas. Los IECA y los
BRA pueden retardar el daño al riñón incluso en las personas que no tienen presión arterial
alta. Las estatinas son un tipo de medicamento que se usa para reducir el colesterol
IECA
Bloqueadores BRA Estatinas
beta
Nombre genérico Nombre genérico Nombre genérico
Nebivolol
Quinapril Candesartán Rosuvastatina
Carvedilol
Perindopril *Irbesartán Atorvastatina
Nadolol
Ramipril Olmesartán Lovastatina
Propranolol
*Captopril *Losartán Pravastatina
Penbutolol
Benazepril * Valsartán Simvastatina
Metoprolol
Trandolapril Telmisartán Todas estas
4.- NEFROPATIA estatinas están
Acebutolol
Fosinopril Eprosartán DIABETICA disponibles en
forma genéricas,
Atenolol
Lisinopril El único BRA La nefropatía diabética es
excepto Crestor
el disponible en nombre que se da a las
Metoprolol
Moexipril forma genérica alteraciones en el riñón
es Cozaar. que se producen en personas con diabetes
Labetalol
*Enalapril cuando su control de la glucosa en sangre y
otros factores asociados no ha sido
Bisoprolol
Todos estos adecuado. Forma parte de las complicaciones crónicas de la diabetes
IECA están mellitus.
Disponibles
Estos en
forma genérica.
bloqueadores La nefropatía diabética es responsable de cerca del 30% de los
beta están enfermos en diálisis periódica y la primera causa de trasplante renal
disponibles en en los países occidentales.
forma genérica.
Cuando aparece la nefropatía diabética es prácticamente irreversible.
Es, por tanto, importe su detección precoz y evitar su progresión cuando se diagnostica.
SINTOMAS:
La nefropatía diabética es completamente asintomática hasta que se produce un daño
grave y, a menudo irreparable, en la función del riñón (insuficiencia renal).
Esto obliga a realizar analíticas de sangre y orina de forma periódica (al menos una vez al
año en las personas con diabetes tipo 2) para detectar precozmente la pérdida inadecuada
de proteínas en orina (albuminuria) y alteraciones de la función renal.
Los síntomas más habituales son:
Disminución de la cantidad de orina.
Insuficiencia renal.
CAUSAS:
Factores que favorecen la afectación renal:
Tiempo de evolución de la diabetes. La nefropatía aparece en el 50% de los
pacientes después de 20 años del comienzo de la diabetes.
Hipertensión arterial. La presencia de hipertensión arterial es el factor de riesgo en
los diabéticos más importante para el desarrollo de nefropatía.
Hb glicosilada. Hay una relación entre el grado control de la glucemia medido por el
porcentaje de hemoglobina glicosilada y las lesiones micro vasculares. Por otra
parte, el control intensivo de la glucemia enlentece el desarrollo de la
glomerulosclerosis.
Hiperlipoproteinemia.
Obesidad.
PRONOSTICO:
La aplicación de las medidas farmacológicas y de todo tipo que en los últimos años han
permitido mejorar el control de la diabetes y de la hipertensión arterial, es eficaz en la
prevención o enlentecimiento de la progresión de la nefropatía diabética.
En los casos de insuficiencia renal los avances se han producido fundamentalmente en el
trasplante renal, que actualmente permite en muchos pacientes muchos años de
independencia de sistemas de diálisis con menor tasa de rechazos gracias a nuevos
fármacos inmunosupresores.
DIAGNOSTICO:
Para el diagnóstico inicial de la nefropatía diabética es necesario un análisis de orina para
determinar la cantidad de albúmina eliminada en 24 horas y análisis de parámetros de
función del riñón en sangre. La presencia de micro albuminuria es un signo de nefropatía
incipiente y se usa como screening para la detección precoz de la afectación renal.
Puede decirse que la nefropatía diabética es prácticamente irreversible. Es, por tanto,
importantísima su detección precoz y evitar su progresión cuando se diagnostica.
El estricto control de la glucemia y el tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial
han conseguido frenar o retrasar la evolución a estadios más avanzados de la enfermedad.
TRATAMIENTO:
Son especialmente eficaces cierto tipo de fármacos antihipertensivos denominados
inhibidores del enzima convertidor de angiotensina (IECAs).
Igualmente, es muy importante controlar los niveles de lípidos, mantener un peso saludable
y practicar una actividad física regular.
En casos de nefropatía diabética instaurada es aconsejable reducir la cantidad de proteínas
de la dieta siguiendo un plan de alimentación específico.
Es posible que sea necesario recurrir a la diálisis una vez que se desarrolle la enfermedad
renal en estado terminal. En esta etapa, se debe considerar la posibilidad de un trasplante
de riñón.
5.- GLOMERULONEFRITIS
"Diferentes especialistas entre los que se incluyen como mínimo el pediatra, el nefrólogo y
el nutricionista son necesarios para conseguir un tratamiento óptimo".
El término glomerulonefritis significa inflamación del glomérulo.
El glomérulo es la unidad anatómica renal donde radica la función de aclaramiento o
filtración de la sangre.
Si existe un comportamiento anómalo puede manifestarse en forma de una disminución en
el volumen de sangre filtrada (deterioro de la función renal) o bien en forma de una pérdida
de la propiedad de filtración selectiva.
La pérdida de filtración selectiva dará lugar sobre todo a la eliminación por la orina de
diferentes elementos formes de la sangre (como hematíes) y de sustancias que
habitualmente no se pierden o lo hacen en cantidades mínimas (como las proteínas
sanguíneas albúmina, gamma globulinas, etc.
SINTOMAS:
En primer caso se produce un deterioro rápido de la función renal con una disminución en la
cantidad de la orina, siendo ésta de características muy patológica con presencia de
hematíes y detritus celulares en forma de cilindros que pueden ser observados al
microscopio.
Como consecuencia de estas alteraciones puede aparecer una retención importante de
líquidos con aparición de hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca.
El síndrome nefrótico suele evolucionar con una función renal conservada o levemente
deteriorada, pero con una pérdida muy importante de proteínas por la orina.
Esta pérdida de proteínas por la orina da lugar a un descenso de la cifra de proteínas en
sangre con aparición de edemas debido a la extravasación de agua procedente de los
vasos, y a una respuesta compensadora por parte del hígado que al intentar contrarrestar
este déficit de proteínas fabricando más, ocasiona una elevación en los niveles de liquidos.
Los síntomas más habituales son:
Orina roja por hematuria o bien de color marrón oscuro.
Disminución en la formación de orina.
Incremento en el esfuerzo respiratorio.
Cefalea, Hipertensión, Cansancio.
Palidez de piel y mucosas.
Edema.
CAUSAS:
La etiología de las glomerulonefritis radica habitualmente en un comportamiento defectuoso
del sistema inmune. Un comportamiento patológico de los linfocitos T con un daño directo
sobre la membrana basal puede ser el origen de las glomerulonefritis de cambios mínimos.
Por otro lado, el organismo puede considerar alguna proteína propia del riñón como extraña,
actuando directamente contra ella o bien fabricando anticuerpos que se unen con esa
proteína ocasionando complejos inmunes en la propia membrana dando lugar a
glomerulonefritis proliferativas como los extras capilares. También pueden aparecer en la
circulación sistémica antígenos extraños frente a los cuales se producen los
correspondientes anticuerpos que se fijan a esas proteínas depositadas previamente en el
glomérulo, como puede ocurrir en glomerulonefritis no proliferativas como la
glomerulonefritis membranosa (en la cual el antígeno extraño puede ser tumoral), o
proliferativas como la endocapilar (donde el antígeno es bacteriano habitualmente) y un
subgrupo de extra capilares.
Finalmente, pueden unirse los anticuerpos con esos antígenos en la circulación dando lugar
a inmunocomplejos que posteriormente se depositan en el glomérulo como ocurre en la
glomerulonefritis.
CLASIFICACION:
Puede aparecer una proliferación de diferentes células denominándose a
estas glomerulonefritis proliferativas.
Dicha proliferación puede ocasionar como consecuencia una alteración de la arquitectura
glomerular con la aparición de acúmulos celulares en forma de semilunas (glomerulonefritis
proliferativa extra capilar), de una membrana basal invadida por elementos celulares
provenientes del propio mesangio y que se extienden por debajo del epitelio
(glomerulonefritis mesangiocapilar) e incluso por la oclusión de las asas capilares por
células procedentes del propio endotelio (glomerulonefritis proliferativa endocapilar).
El resto de glomerulonefritis se denominan no proliferativas, caracterizándose por
predominar el depósito de proteínas sobre la proliferación celular o bien por presentar
lesiones difíciles de caracterizar.
En las que predomina el depósito de proteínas, éste depósito puede ocurrir en la propia
membrana basal con un engrosamiento de dicha membrana hacia el lado epitelial llegando
a englobar las extensiones de las células epiteliales (glomerulonefritis membranosa), o bien
producirse también depósitos en el mesangio con un aumento del mismo (glomerulonefritis
mesangial).
DIAGNOSTICO:
La labor de filtración realizada por la estructura del glomérulo supone no solo eliminación de
agua sino también, de forma selectiva, de sustancias presentes en la sangre. Cualquier
alteración que surja en esta estructura anatómica y fisiológica, dará lugar a anomalías en la
labor de filtración realizada.
En una primera evaluación clínica habrá que valorar siempre la existencia o no de
proteinuria, así como su cuantificación, la presencia de hematuria asociada, el desarrollo de
insuficiencia renal y la existencia de hipertensión arterial.
La importancia de la biopsia renal radica en que nos permite no sólo saber dónde está la
afectación histológica o qué mecanismos están implicados, sino también el grado de
severidad de dicha afectación, punto crucial a la hora de iniciar y decidir qué tipo de manejo
terapéutico requiere.
Se pueden emplear criterios clínicos pero el diagnóstico requiere confirmación histológica.
Existe una excepción, la enfermedad de cambios mínimos en el niño. En ella se considera
la respuesta positiva al tratamiento esteroideo como diagnóstico.
TRATAMIENTO:
El tratamiento de las glomerulonefritis dependerá del diagnóstico anatomopatológico (no
solo en cuanto a su filiación sino a su severidad) y del curso clínico que presente (existencia
de un deterioro de la función renal, rapidez en su evolución, presencia de síndrome
nefrótico, etc.
Dado que la mayor parte de las glomerulonefritis en su etiopatogenia presentan un
comportamiento anómalo del sistema inmune o en su desarrollo intervienen células o
sustancias con capacidad inflamatoria, el empleo de inmunosupresores suele estar
bastante extendido.
Los corticoides son los más empleados, sobretodo de primera línea cuando se trata de una
glomerulonefritis de lesiones mínimas o cuando clínicamente la glomerulonefritis cursa
como un síndrome nefrótico.
Otros inmunosupresores más potentes como la ciclofosfamida y el clorambucil se emplean
en glomerulonefritis que cursen con deterioro de la función renal rápido o que no hayan
respondido a los corticoides.
La ciclosporina se emplea casi exclusivamente en glomerulonefritis con síndrome nefrótico
siempre y cuando su empleo no se asocie a un mayor deterioro de la función renal, y no
haya habido respuesta a los corticoides.
Otros procedimientos terapéuticos como la plasmaféresis surgieron con la idea de eliminar
de la sangre aquellos antígenos o complejos inmunes que favorezcan el desarrollo de una
glomerulonefritis sobre todo cuando ésta se comporta como una proliferativa, sin embargo,
su utilidad se ha comprobado muy limitada.
El eliminar la fuente de antígenos que se sospechen se encuentren en la génesis de una
glomerulonefritis también es un aspecto que ocurre sobre todo con las glomerulonefritis
membranosas, mesangiales o incluso en un grupo muy particular de membranoproliferativas
(como las asociadas a virus C).
Finalmente, la abstención terapéutica es una opción a considerar cuando nos enfrentamos a
una glomerulonefritis muy avanzada o por el contrario estabilizada y de escasa repercusión,
o que no haya respondido a fármacos de uso habitual en estos casos (corticoides,
ciclofosfamida), a sabiendas de que no son medicaciones exentas de efectos secundarios
que pueden hipotecar el futuro del paciente, para pasar posteriormente a otras opciones
como la diálisis o el trasplante
Las mujeres son más propensas a contraer una infección urinaria que los hombres. La
infección que se limita a la vejiga puede ser dolorosa y molesta. Sin embargo, puedes tener
consecuencias graves si la infección urinaria se extiende a los riñones
Por lo general, los médicos tratan las infecciones de las vías urinarias con antibióticos. Pero
puedes tomar medidas para reducir las probabilidades de contraer una infección urinaria en
primer lugar.
SÍNTOMAS
Las infecciones de las vías urinarias no siempre causan signos y síntomas, pero cuando lo
hacen, estos pueden comprender:
Orina de color rojo, rosa brillante o amarronado (un signo de sangre en la orina)
Las infecciones urinarias suelen ocurrir cuando ingresan bacterias en las vías urinarias a
través de la uretra y comienzan a multiplicarse en la vejiga. Aunque el aparato urinario está
preparado para impedir el ingreso de estos invasores microscópicos, estas defensas a
veces fallan. Cuando esto ocurre, las bacterias pueden proliferar hasta convertirse en una
infección totalmente desarrollada en las vías urinarias.
COMPLICACIONES
Cuando se tratan rápida y adecuadamente, es poco común que las infecciones de las vías
urinarias inferiores tengan complicaciones. Pero si una infección urinaria se deja sin tratar,
puede tener consecuencias graves.
Las complicaciones de una infección urinaria pueden comprender:
Daño renal permanente debido a una infección renal aguda o crónica (pielonefritis)
provocada por una infección urinaria sin tratar.
Riesgo elevado para las mujeres embarazadas de tener un bebé de bajo peso al
nacer o prematuro.
Septicemia, una complicación de las infecciones que puede poner en riesgo la vida,
especialmente si la infección se extiende hacia arriba, más allá de las vías urinarias,
hasta los riñones.
PREVENCIÓN
Puedes adoptar las siguientes medidas para reducir el riesgo de infección de las vías
urinarias:
Bebe jugo de arándanos rojos. Si bien los estudios no son concluyentes sobre las
propiedades del jugo de arándanos rojos para evitar las infecciones urinarias,
probablemente no sea dañino.
Fosfomicina (Monurol)
Cefalexina (Keflex)
Ceftriaxona
Antibióticos de dosis baja, inicialmente durante seis meses, aunque a veces por más
tiempo
Autodiagnóstico y tratamiento, si permaneces en contacto con el médico
Una sola dosis de antibiótico después de tener relaciones sexuales si las infecciones
están relacionadas con la actividad sexual
diabetes
la hipertensión arterial
Estos dos trastornos dañan directamente los pequeños vasos sanguíneos de los riñones.
Diagnóstico:
La extracción de una muestra de tejido del riñón (biopsia renal) es la prueba más precisa,
pero no es recomendable cuando los resultados de la ecografía muestran que los riñones
son pequeños y esclerosados
TRATAMIENTO:
12.- LA NOCTURIA
La nocturia es común en la gente mayor. En las mujeres mayores de 65 años, se asocia con
la menopausia, la hipertensión arterial.
Causas:
Beber demasiado líquido durante el final de la tarde puede provocar que se orine con más
frecuencia durante la noche. La cafeína y el alcohol después de la cena también pueden
conducir a este problema.
Prevención:
Según la Organización Mundial de la Salud, estas son algunas de las posibles medidas
preventivas:
No fumar.
Diagnóstico:
Para poder diagnosticar esta enfermedad, el paciente puede tener, un registro de cuántos
líquidos ingiere, cuántas veces necesita ir al baño a orinar y cuál es la cantidad de
producción de dicha orina durante dos días.
Tratamiento:
Restringir la ingestión de líquidos después de las seis de la tarde y eliminar el
consumo de alcohol y cafeína.
Precisar los horarios de ingesta de diuréticos u otro tipo de medicamento que
pueda provocar un aumento del flujo urinario.
13.- URETRITIS
Causas de la uretritis:
Las principales causas de uretritis son infecciones, siendo el contacto sexual sin
preservativo el mecanismo de transmisión de microorganismos implicados.
Síntomas:
Diagnóstico de la uretritis:
Tratamiento de la uretritis:
La mayoría de las veces el tratamiento de la uretritis es empírico, es decir, se inicia el
tratamiento con antibióticos porque se tiene una alta sospecha de que exista infección,
causada por (Chlamydia-Neisseria gonorrhoeae).
Dosificación:
14.- LA PIELONEFRITIS
Diagnóstico:
Tratamiento:
Lizbeth
Diagnóstico
Se realizan pruebas de estimulación en algunos casos, dependiendo del tipo de ATR que se
sospeche:
La ATR de tipo 1 se confirma con un pH urinario que se mantiene > 5,5 durante la
acidosis sistémica.
La ATR de tipo 2 se diagnostica con la determinación del pH urinario y la fracción
de excreción de bicarbonato durante una infusión de bicarbonato. En el tipo 2, el pH
de la orina aumenta por encima de 7,5, y la fracción de excreción de bicarbonato
es > 15%.
El tipo 4 RTA se confirma por el antecedente de una condición que podría estar
asociada con ATR tipo 4, hiperpotasemia crónica y bicarbonato normal o ligeramente
disminuido. En la mayoría de los casos la actividad de la renina plasmática es baja,
la concentración de aldosterona es baja y el cortisol es normal.
TRATAMIENTO
El tratamiento consiste en la corrección del pH y el equilibrio de electrolitos con una terapia
con bases.
El objetivo es restaurar el nivel ácido normal y el equilibrio electrolítico en el cuerpo. Esto
ayudará a corregir los trastornos óseos y reducirá la acumulación de calcio en los riñones
(nefrocalcinosis) y cálculos renales.
Los medicamentos que se pueden recetar incluyen: citrato de potasio, bicarbonato de sodio
y diuréticos tiazídicos. Estos son medicamentos alcalinos y ayudan a corregir la condición
ácida del cuerpo. El bicarbonato de sodio puede corregir la pérdida de potasio y calcio.
19.- SÍNDROME NEFROTICO
Es un trastorno renal que hace que el cuerpo excrete demasiadas proteínas en la orina.
El síndrome nefrótico generalmente se debe a daños en los racimos de vasos sanguíneos
diminutos de los riñones que filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre. La
afección causa hinchazón, particularmente en los pies y los tobillos, y aumenta el riesgo de
otros problemas de salud.
SÍNTOMAS
Los signos y síntomas del síndrome nefrótico incluyen:
Hinchazón grave (edema), en particular alrededor de los ojos y en los tobillos y los
pies
Orina con espuma, resultado del exceso de proteínas en la orina
Aumento de peso debido a la retención de líquidos
Fatiga
Pérdida del apetito
CAUSAS
El síndrome nefrótico usualmente se debe a daños en los racimos de vasos sanguíneos
diminutos (glomérulos) de los riñones.
El glomérulo filtra la sangre cuando pasa por los riñones, y separa lo que tu cuerpo necesita
de lo que no. Un glomérulo saludable retiene las proteínas de la sangre (principalmente, la
albúmina), que se necesita para mantener la cantidad adecuada de líquido en el cuerpo, y
evita que se vayan con la orina. Cuando está dañado, el glomérulo permite que se vayan
del cuerpo muchas de las proteínas de la sangre, lo que causa el síndrome nefrótico.
COMPLICACIONES
Las posibles complicaciones del síndrome nefrótico comprenden:
Coágulos sanguíneos. La incapacidad de los glomérulos para filtrar la sangre
correctamente puede llevar a la pérdida de proteínas sanguíneas que ayudan a
prevenir la coagulación
Niveles altos de colesterol y triglicéridos en sangre. Cuando baja el nivel de la
proteína albúmina en sangre, el hígado produce más albúmina. Al mismo tiempo, el
hígado libera más colesterol y triglicéridos.
Mala nutrición. La pérdida de demasiada proteína en sangre puede ocasionar
malnutrición
Presión arterial alta. El daño a los glomérulos y la consiguiente acumulación de
exceso de líquido corporal pueden elevar la presión arterial.
Lesión renal aguda. Si los riñones pierden su capacidad para filtrar la sangre
debido a un daño en los glomérulos, los productos de desecho pueden acumularse
rápidamente en la sangre
Enfermedad renal crónica. El síndrome nefrótico puede hacer que los riñones
pierdan su función con el tiempo.
DIAGNÓSTICO
Estas son algunas de las pruebas y los procedimientos que se usan para diagnosticar el
síndrome nefrótico:
Análisis de orina. Un análisis de orina puede revelar anomalías en la orina, como
grandes cantidades de proteínas.
Análisis de sangre. Un análisis de sangre puede mostrar niveles bajos de la
proteína albúmina y a menudo niveles disminuidos de la proteína sanguínea en
general. Por lo general, la pérdida de albúmina se asocia con un aumento del
colesterol en sangre y de triglicéridos en sangre.
Biopsia de riñón. El médico podría recomendar la extracción de una pequeña
muestra de tejido renal para análisis.
TRATAMIENTO
El tratamiento del síndrome nefrótico comprende tratar cualquier afección médica que
pueda causarlo.
Estos son algunos de los medicamentos:
TRATAMIENTO
Las opciones de tratamiento para el cáncer de vejiga dependen de varios factores,
incluyendo el tipo de cáncer, su grado y etapa, que se consideran a la vez que tu salud en
general y tus preferencias de tratamiento.
El tratamiento para el cáncer de vejiga puede incluir: