PALABRAS DOÑA OLGA

Tarea especial la de encontrar una palabra que pueda enmarcar la grandeza

del presente acto fraterno, donde la esencia del pensamiento se identifica
con la presencia del ser, que con su voz y su elocuencia traduce el presente
en un verso, que mañana sonará en lo más profundo del corazón y trazará
ese camino de esperanza que solo el hombre libre puede encontrar a través
de la reflexión.

Busqué en diccionarios y libros afines a su condición de poetiza respetada

Olga, una definición que me permitiera entender la esencia de lo que eres y
nos da. Solo pude encontrarla, allá en la profundidad de la razón, donde se
encuentra la respuesta a la existencia y aparece ese camino que en medio de
la esperanza nos da la posibilidad de hallar lo divino, donde, está ese
razonable límite de lo sensible y lo emocional. Allí se indica: que el poeta es:
aquel que pinta flores a la vida; el que saborea en sus atardeceres el amor y
convierte el instante en eternidad.

Puede el poeta con sus manifestaciones abrir caminos y con sus versos
romper el tiempo y las fronteras, pues, su horizonte está visualizado con los
ojos del alma, con los cuales, tiene la capacidad de volver a ser niño y
permitirnos retornar a esos niveles de vida, utilizando como único medio el
milagro de la palabra, construida en el fragor del sentimiento, decorada en
los confines del silencio y del recuerdo, matizado en el anhelo de vivir y de
sentir, que el tiempo no podrá destruirla porque será perenne recuerdo de su
existencia.
La oportunidad para exteriorizar nuestro fraterno reconocimiento, permite
tomar del verso esta reflexión:

Porque el poeta es esencia

de un alma pura que vuela
y deja profunda estela
al paso de su existencia...
El tiene puntual vigencia:
es la palabra que emociona,
es el canto que se entona
en el ventanal de la vida,
y su verso cuando vibra
ama, lucha, y perdona.

La masonería celebra por estas calendas el solsticio de invierno, que no es

más que ese momento donde el ocaso se detiene ante el recuerdo y las
cenizas renacen en lo eterno. La antimateria se vuelve energía y la fe deja de
ser un misterio.

Recibe doña Olga, en nuestra especial celebración, de las

manos de nuestro Q:. H:. Felipe, vuestro hijo, nuestro
emotivo reconocimiento.