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La infodemia y el coronavirus

Por: Carlos Solis Guerrero


Introducción
La humanidad está pasando un momento muy difícil, ya que se encuentra sumergida en una
pandemia, un problema de salud a nivel mundial. Los ciudadanos están recluidos en sus
viviendas, los gobiernos no dejan de ser presionados, los científicos del mundo se esfuerzan
buscando una solución, mientras el personal médico se encuentra en la línea de fuego,
enfrentándose directamente con la enfermedad. Muchos vendedores ambulantes y personas de
bajos recursos luchan para sobrevivir y la gente no deja de morir en los hospitales.
Mientras este caos sucede, los que tenemos la posibilidad económica de quedarnos en nuestros
hogares, tenemos la responsabilidad social de contribuir a la situación. Para hacer esto solo
tenemos que seguir dos sencillos pasos:
1.- Seguir de manera estricta todas las medidas higiénicas.
2.- No salir, a menos que sea completamente esencial.
Lamentablemente, mientras mucha gente esta pasando los peores momentos de su vida, vemos
gente haciendo fiestas, paseando a sus perros, haciendo reuniones o saliendo deliberadamente
sin cubrebocas, como si la palabra “pandemia” fuera un sinónimo de “vacaciones”.
No importa si esto se debe a irresponsabilidad o incredulidad, al hacer esto ponen en riesgo su
vida y la de los demás.
Pero… ¿Quién es el culpable de esta actitud desinteresada?
Según mi percepción, hay dos culpables:
La ignorancia y la desinformación.
Estos dos factores se llevan muy bien de la mano, ya que al combinarse con la amplificación
informativa de la red se crea un peligroso engendro capaz de meter ideas equivocadas en la
cabeza de la gente. De por si la desinformación es un tema preocupante desde hace años; en
tiempos de pandemia, la desinformación pasa de ser una simple estafa, a ser potencialmente
peligrosa.
Este fenómeno se ha reproducido en exceso en los últimos años, y está causando muchos
problemas en estos tiempos donde se necesita apoyo de toda la población. Y es que hay que
aceptarlo, las redes sociales padecen de infodemia.
Infodemia: exceso de información, en gran parte falsa, sobre un problema, que dificulta su
solución.
*Neologismo aceptado por la Real Academia Española.
El principal objetivo de este ensayo es combatir la terrible infodemia que cada día se expande
más en las redes sociales. En esta época es imprescindible que la mayor parte de la población
este bien informada, para que no se tomen decisiones perjudiciales. Así que, a continuación, me
encargaré de mencionar conceptos básicos del coronavirus, desmentir mitos y proporcionar
información útil que nos ayude a combatir la infodemia.
Nociones básicas de un virus
¿Qué es un virus?
Un virus es un fragmento de código genético ARN (ácido ribonucleico) o ADN (ácido
desoxirribonucleico) rodeado de una cubierta a base de proteínas conocida como cápside. Esta
envoltura le sirve como vehículo para viajar de una célula a otra. Aparte de la cápside, algunos
virus poseen una envoltura de glucoproteínas llamada envoltura vírica, la cual ayuda a unirse a
los receptores de las membranas celulares.

Como los virus no poseen el material genético necesario para replicarse por sí mismos, buscan
introducirse en una célula viva para robar información genética que les permita sobrevivir y
multiplicarse. En la mayoría de casos, el virus daña o mata a la célula que invade en el proceso
de multiplicación.
¿Por dónde entran los virus?
Los virus no pueden entrar por la piel, ya que esta recubierta de células muertas y los virus
necesitan de una célula viva para sobrevivir. Tampoco suelen entrar por el sistema digestivo, ya
que se encontrarían con un baño de ácidos estomacales aderezados con enzimas digestivas y
sales biliares que son muy efectivas desintegrando las envolturas que protegen el material
genético de los virus.
Debido a esto, los virus suelen tomar otras rutas. Generalmente, entran por las vías respiratorias
y por el aparato reproductor, atacando la barrera de mucosa que los cubren.
Nociones básicas del coronavirus
A diferencia de lo que la mayoría cree, el coronavirus no es un solo virus, sino una familia de
virus, cada uno con sus características y peligros.
En 1960 investigadores del Reino Unido y Estados Unidos aislaron dos virus que causaban
resfriados comunes en los humanos y que su estructura molecular formaba una especie de
coronas solares, de ahí proviene el nombre “coronavirus”. En ese entonces, los científicos
pensaban que este tipo de virus solo causaba efectos leves en los seres humanos, hasta que a
principios del siglo XXI se demostró todo lo contrario.
En el año 2003 se descubrió el SARS-CoV, un nuevo tipo de coronavirus que se había generado
en noviembre del 2002 en Guangdong, China, que se fue contagiando a través de viajeros
internacionales. Afortunadamente, la OMS adopto medidas preventivas para detectar a los
enfermos y prevenir un contagio de mayor magnitud. Este suceso solo llegó a convertirse en una
epidemia, y gracias al trabajo de epidemiólogos, clínicos y científicos de todo el mundo, el 5 de
julio del 2003 la OMS declaró el virus como contenido.
Como podemos observar, el virus que causó la pandemia de este año, no es el mismo que el del
2003.
El virus del 2003 se llama SARS-CoV
El virus del 2020 se llama SARS-CoV-2
Como lo indica el nombre, los virus provienen de la misma familia, son muy parecidos, pero no
son iguales.
¿De dónde proviene el coronavirus?
El virus parece haberse originado en el Mercado Mayorista de Mariscos, en Wuhan, China. En
dicho mercado se vendían animales vivos infectados del virus. Se estima que el reservorio
natural del coronavirus son los murciélagos y los intermediarios serían otros animales.
En síntesis: Los murciélagos infectaron otros animales, dichos animales infectados se
consumían vivos en Wuhan, así que los chinos fueron contagiados por los animales, los turistas
fueron contagiados por los chinos, y finalmente, los turistas contagiaron al mundo entero.
¿Qué significa SARS-CoV-2?
Éstas iniciales provienen del inglés, y significan: Severe Acute Respiratory Sindrome
Coronavirus Type 2, que en español sería: Síndrome Respiratorio Agudo Severo del
Coronavirus Tipo 2 (SRAS-CoV-2).
¿Cuál es la diferencia entre SARS-CoV-2 y COVID-19?
El SARS-CoV-2 es el patógeno, o sea, el virus causante de la enfermedad, mientras que el
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus.
¿Cómo entra el SARS-CoV-2 en el cuerpo humano?
Primero, el virus ingresa a través del tracto respiratorio. Una vez adentro de nuestro cuerpo, el
coronavirus se une a ciertas células del epitelio respiratorio. Para unirse a estas células, el
virus utiliza una proteína llamada espiga o proteína S que se encuentra en la superficie del
virus. Esta proteína S reconoce a otra proteína humana llamada enzima convertidora de
angiotensina (ACE2). Esta enzima se encuentra expuesta en la membrana celular de los
pulmones, y es la puerta que deja entrar al coronavirus a la célula. La proteína S es la llave, y
la puerta es la enzima ACE2.
Cuando el virus se adhiere a los pulmones, en 5 o 10 días millones de células del cuerpo estarán
infectadas del virus. Cuando esto pasa, se activa el sistema inmunológico. Las células inmunes
ingresan a los pulmones para combatir el virus, pero algunas de ellas se infectan causando
confusión, entonces estas células inmunes luchan contra el virus invasor, agotando recursos y
causando daños al propio pulmón.
Después de la etapa de defensa hay dos posibles resultados:
Recuperación: El sistema inmunológico mata a las células infectadas, detiene al virus y limpia
otras zonas infectadas. El sistema inmune recupera el control, con síntomas leves. Los pacientes
pueden quedar con alguna cicatriz, conocida como fibrosis.
Daño severo: Millones de células mueren, haciendo desaparecer el recubrimiento protector de
los pulmones. Los alvéolos quedan expuestos, y son infectados por bacterias. Al paciente le da
neumonía, por lo que necesita un respirador artificial para sobrevivir. Entre más se multiplican
las bacterias, el estado del paciente va empeorando. En algunos casos las bacterias entran al
torrente sanguíneo, la persona entra en shock y muere.
¿Por qué debemos lavarnos las manos?
Como mencioné en la sección “Nociones básicas de un virus”, algunos virus poseen una
envoltura, aparte de la cápside. El coronavirus es uno de ellos.
Dicha envoltura no solo está formada por glicoproteínas, sino también tiene una bicapa
lipídica, que es sensible a la deshidratación, al calor y a los detergentes. Como sabemos, el
jabón posee una acción detergente, por lo que disuelve la membrana lipídica presente en los
virus, lo que los hace incapaces de infectar a las células.
¿Qué método se usa para diagnosticar el COVID-19?
La prueba diagnóstica para detectar el COVID-19 es el PCR en tiempo real que hace uso de
cebadores y sondas fluorescentes que reconocen el virus. Los cebadores se encargan de replicar
y amplificar el ADN del paciente, y de esta manera, se identifica el virus. En caso de que el
virus esté presente en una muestra de ADN, se muestra una señal fluorescente que es
cuantificada por especialistas. En caso de no estar infectado, no se detecta señal en las muestras.
Desmintiendo mitos y noticias falsas
En las redes sociales, y para evitar ambigüedades, especialmente en Facebook, es común ver
publicaciones anti-ciencia que tienen una espantosa cantidad de sandeces acerca del
coronavirus. Para cualquier persona con un cociente intelectual promedio, la ridiculez intrínseca
de estas publicaciones bastaría para no creer semejantes desvaríos conspiranoicos.
Lamentablemente, en México hay mucha ignorancia, así que no es raro encontrarse con
individuos que creen en este tipo de falsedades como si se trataran de pasajes de una biblia
contemporánea.
Como dije en la introducción de este ensayo, el enfoque de este documento es informar al lector
con hechos comprobados y certificados por organizaciones e instituciones científicas, así que, a
continuación, me encargaré de desmentir los mitos y falsedades más comunes encontradas en la
red:
1.- “El coronavirus fue creado en un laboratorio”
No, el coronavirus es de origen zoonótico, que es cuando el patógeno causante de una
enfermedad es de origen animal. Al ser de origen animal, significa que es natural.
En los estudios que realizó la prestigiosa revista Nature, se encontró una similitud genómica
entre el SARS-CoV-2 y los genomas de otros coronavirus que infectan murciélagos. También se
comparó el SARS-CoV, con el SARS-CoV-2, y se concluyó que el SARS-CoV-2 tiene una
estructura que le dificulta más reconocer la enzima ACE2. Sí el SARS-CoV-2 hubiera sido
diseñado en laboratorio para infectar humanos, tendría el mismo diseño óptimo que tenía el
SARS-CoV.
En síntesis, el virus no pudo haber sido resultado de ingería genética ya que:
1.- Es 96% idéntico a otros coronavirus que infectan murciélagos.
2.- La proteína S no tiene la forma óptima conocida para reconocer a la enzima ACE2.
3.- El SARS-CoV-2 no deriva de ninguno de los coronavirus modificados genéticamente que se
conocen.
2.- “El coronavirus se cura con remedios naturales”
Por el momento, es bastante obvio que no hay ninguna cura para esta enfermedad, de lo
contrario, el mundo no estaría sufriendo la crisis en la que se encuentra. Si no hay ningún
medicamento que mate al virus, entonces mucho menos va a haber un remedio natural que lo
haga.
3.- “Hay patentes de que el coronavirus fue creado”
Hay dos fallos con este razonamiento:
1.- Las patentes no indican la creación del coronavirus.
2.- Si el coronavirus fuera un arma global creada en laboratorios para asesinar masas, dudo
mucho que la organización creadora del virus publicase las pruebas de su arma biológica en
Google Patents, a la vista de todo el mundo.
Las patentes usadas a modo de “evidencia” son las siguientes:
US7220852B1: Esta es una patente de la secuencia genómica del SARS-CoV que surgió en el
2003. ¿Para que sirve secuenciar un genoma? El genoma de los virus contiene las instrucciones
genéticas que los hacen funcionar. Básicamente, conocer la secuencia genómica permite
identificar qué es lo que causa la enfermedad, conocer su origen y evolución con el tiempo.
US10130701B2: Esta es una patente de una cepa atenuada del coronavirus aviar, causante de la
bronquitis aviar. El SARS-CoV-2 y el coronavirus aviar son dos enfermedades diferentes. La
cepa es el resultado de una mutación hecha en laboratorio para atenuar los efectos del virus, lo
que genera inmunidad en el organismo. Básicamente, esta cepa es usada para vacunar la
bronquitis aviar.
¿Por qué se patentan los virus?
“El interés de patentar es proteger esta secuencia para poder desarrollar pruebas de diagnóstico
y posibles vacunas”, explica Olivier Schwartz, especialista del Instituto Pasteur.
Por otro lado, la presentación de patentes relacionadas con virus son comunes y, a menudo son
declaraciones de descubrimiento, no de invención.
La Oficina Europea de Patentes considera que la materia biológica aislada de su entorno
natural (como es el caso del SARS-CoV-2), o producida mediante un procedimiento técnico,
es patentable incluso si se encontraba previamente en la naturaleza.
Conclusión
Para concluir, voy a dar 3 recomendaciones para luchar en contra de la desinformación:
1.- Consulta: Cada vez que veas una publicación con información dudosa o sin referencia
alguna, consulta páginas científicas donde puedas informarte más acerca del tema. Yo
recomiendo AFP Factual un sitio web que se encarga de desmentir todo tipo de rumores y
noticias falsas acerca del coronavirus.
2.- Reporta: Si en alguna red social ves una publicación con información falsa o engañosa,
repórtala. La mayoría de redes sociales tienen una opción para reportar contenido falso, así que
no dudes en recurrir a ello cuando sea necesario. Recuerda, solo reporta publicaciones cuya
falsedad haya sido probada, ya que el objetivo no es limitar la libertad de expresión, sino
eliminar contenido falso.
3.- Comparte: Difunde información verídica, relevante y comprobada científicamente. Antes
de compartir algo, fíjate si lo que vas a compartir está respaldado por argumentos lógicos,
pruebas sólidas y si el autor es un especialista en el tema.
Ayudemos a reducir la infodemia.
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