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I- LA POLÍTICA.
1 ¿Qué significa “política”?
La palabra “política” de refiere a la actividad desarrollada por los ciudadanos que se preocupan por los
asuntos concernientes al Estado o la escuela, el barrio, la ciudad, la provincia e incluso la nación. El objetivo
es hacer triunfar la propia voluntad en el seno de esa relación social. Ed decir, tener poder, ser participe en
la formulación de decisiones.
En un sentido especifico, la política se refiere a la actividad de gobernar o conducir el Estado, tanto en la
organización como en la administración de sus asuntos internos o externos. Los políticos son quienes
llevan adelante, con la participación activa o pasiva del resto de la ciudadanía.
2 La Ciencia Política
La Ciencia Política indaga el conjunto de saberes sistemáticos referidos al campo específico de la política.
2 El poder político.
Es “La probabilidad de imponer la voluntad propia en una relación social contra cualquier tipo de
resistencia por parte de los otros participantes de esa relación”. Supone una relación de mando-
obediencia. En esa relación existe un sujeto que actúa, un objeto sobre el que se puede actuar y medios
(físicos o ideales) con los que es posible esa acción.
3 El Estado.
Cuando la comunidad se organiza en un territorio y tiene soberanía -o pleno poder de decisión- en el
mismo, podemos hablar de que existe un Estado. Es decir que los elementos constitutivos del Estado son
población, territorio y poder.
Estado es el “monopolio de la fuerza en el interior de un territorio determinado”.
El Estado es el ámbito natural donde se desenvuelve la actividad política.
Es también la institución política encargada de administrar el poder político a través de instituciones.
2. La desvalorización de la política.
En Ética para Amador, Fernando Savater se pregunta:
¿Por qué tienen tanta mala fama los políticos? A fin de cuentas, en una democracia políticos somos todos,
directamente o por representación de otros (…)
Entre esos políticos los habrá muy decentes y otros caraduras y aprovechados, como ocurre entre los
bomberos, los profesores, los sastres, los futbolistas y cualquier otro gremio.
En nuestro país, tras largos años de dictadura y falta de práctica democrática, al concepto “política” se lo
confunde con la “conducta de los malos políticos”.
El ciudadano debe interesarse y ocuparse de la política. El bien común surge seleccionando a las mejores
para que se dediquen a la política.
3. La ética política.
La política tiene como objetivo el bien común de la sociedad; la ética se ocupa del obrar bien.
Según Savater: el objetivo de la política es el de organizar lo mejor posible la convivencia social, cualquiera
que tenga la preocupación ética de vivir bien no puede desentenderse de la política.
La ética no se ocupa de lo que uno hace por obligación, sino de lo que elige voluntariamente hacer. Por el
contrario, a la política no le importa si los ciudadanos obedecen las leyes porque les parecen correctas o
porque temen el castigo por infringirlas, su objetivo es que se cumplan, su interés está en los logros
obtenidos.
4. Formas de representación.
Antes de que se reconociera la soberanía popular como base legítima del gobierno, el rey o jefe de ese
Estado, tribu, clan, etc; ejercía la Representación apropiada: el dirigente -generalmente por tradición-
tiene apropiado el derecho de representación. En la Representación de intereses se eligen los
representantes de acuerdo a la pertenencia profesional, por sus iguales a fin de que los mismos defiendan
sus intereses. Es la función política de los sindicatos.
En la Representación vinculada, el representante o mandatario está vinculado a sus mandantes por
mandato imperativo y derecho de revocación.
Cuando el pueblo los elige como representantes, lo que importa no es cómo los elige sino para qué,
especificándoles bien cual debe ser su tarea. Si no la cumple, el mandante lo puede retirar de ese cargo y
poner a otro en su lugar (revocación de mandato). El representante es un vocero de sus representados.
En la Representación libre el representante es elegido por el pueblo en forma directa o indirecta, y no está
ligado por instrucción alguna, siendo dueño de su propia conducta.
4. Sistemas de partidos.
En los regímenes autocráticos, si existe la posibilidad de participación política de la población, en general
está limitada al partido único. El resto permanece en la ilegalidad, provocando en sus militantes una
situación de clandestinidad.
En los regímenes democráticos, al ser permanente la participación de los partidos políticos, se conforma un
marco jurídico-político y una estructura partidista estable, que se denomina sistemas de partidos.
Todos son transitorios, ya que los perdedores no renuncian al derecho a competir en nuevas elecciones.
a) Electores: Según el Código Electoral, son electores nacionales los ciudadanos de ambos sexos
nativos, desde los dieciocho años de edad cumplidos que no tengan ninguna de las inhabilitaciones
previstas en esta ley.
b) Deber de votar: No tienen obligación de votar quienes son mayores de setenta años, los que estén
el día del comicio a más de 500km del lugar donde deban sufragar y lo justifique por medio de
autoridad policial, o lo que estén enfermos o imposibilitados por fuerza mayor, que deberán
justificar con certificado médico ante un juez electoral de su distrito dentro de 60 dias realizado el
comicio. Quienes no lo hagan, serán sancionados con una multa.
c) El padrón electoral: Sólo podrán votar los que estén incluidos en los padrones, excepto las
autoridades de la mesa electoral y los fiscales de la misma. El Registro Nacional de las Personas
debe cursar mensualmente información a la justicia electoral sobre los cambios de domicilio y la
renovación de documentos.
Los padrones definitivos se exhibirán en las municipalidades, correos, sedes policiales y de partidos
políticos. El día de los comicios también habrá padrones en cada lugar donde se efectúe la votación.
d) División territorial y agrupamiento de electores: Cuando se realizan las elecciones, el país se divide
en Distritos (cada una de las provincias y la Capital Federal es considerado uno). Éstos a su vez se
dividen en secciones (departamentos municipales). Para facilitar la agrupación de ciudadanos, cada
sección se subdividirá en circuitos, teniendo en cuenta la cercanía del domicilio. En cada circuito se
organizarán las mesas electorales, que tienen como máximo 300 electores y como mínimo 60,
agrupados o sexo y por orden alfabético.
e) Prohibiciones durante el día del comicio: De acuerdo al artículo 71, se prohíbe realizar reuniones
electorales o depósito de armas durante las horas de la elección.
Tampoco se pueden hacer espectáculos populares al aire libre o en recintos cerrados; vender
bebidas alcohólicas hasta transcurridas tres horas del cierre del comicio; ofrecer o entregar a los
electores boletas de sufragio.
Están prohibidos los actos públicos de proselitismo (no se puede hacer campaña), desde 48hs antes
de la iniciación del comicio.
1. Constitución y gobierno.
Constitución es el ordenamiento jurídico de un Estado, originado por el conjunto de su ciudadanía y
legitimado por ella, al confirmar que expresa su voluntad política. Ese poder que ejerce el pueblo, en
un acto soberano, al hacer la Constitución que crea, organiza y reglamenta al gobierno, se denomina
poder constituyente. En cambio, al poder o poderes creados, organizados y reglamentados por la
constitución, se les llama poderes constituidos.
La Constitución es la garantía que tiene el poder soberano del pueblo para que sus derechos sean
respetados, y por consiguiente establece límites al poder constituido para evitar abusos. Este último
está ejercido por medio del gobierno, y su actividad se distribuye entre los tres poderes que lo forman:
el Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo.
2. La división de poderes en la Constitución Nacional.
Actualmente hay investigadores que sostienen que el poder del Estado no se divide, sino que lo que se
dividen son las funciones o competencias.
Las funciones que tiene el gobierno son tres: la legislativa (establece leyes o normas generales, la
jurisdiccional o judicial (resuelve conflictos entre personas, instituciones e incluso poderes aplicando las
leyes) y la administrativa o ejecutiva (reglamenta la ley sin alterar su espíritu y lleva adelante los actos
de gobierno, ejerciendo el poder de policía velando por el cumplimiento de la ley).
Estas funciones se distribuyen en el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo. Sin
embargo, ninguno de los tres poderes se limita a su función específica, porque cada uno se
interrelaciona con los otros dos. La separación de funciones se lleva a cabo en los tres ámbitos:
nacional o federal, provincial y municipal.
El Poder Ejecutivo es desempeñado por el presidente de la Nación Argentina y puede ser reemplazado
por el vicepresidente; ambos cargos se eligen directamente en una única fórmula electoral.
Es unipersonal y está integrado por el jefe de gabinete de ministros y por los ministros secretarios. El
presidente tiene a su cargo la administración de todas las fuerzas armadas de la Nación.
El Poder Legislativo es bicameral, y está constituido por una Cámara de Diputado que representa al
pueblo de la nación y una Cámara de Senadores que representa los intereses de las distintas provincias.
El Poder Judicial es ejercido por una Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales inferiores.
Ésta está integrada por nueve miembros y presidida rotativamente por cada uno de ellos por períodos
anuales. Los tribunales inferiores están formados por los Juzgados de Primera Instancia (donde se
inician los trámites; son unipersonales) y las Cámaras de Apelaciones (o de Segunda Instancia), se
reúnen para estudiar o resolver las apelaciones, es decir, los casos que se elevan por no quedar alguna
de las partes conformes con la resolución o fallo del magistrado de Primer Instancia.
La organización de estos tribunales inferiores tienen distintas competencias, según la índole del pleito
y el lugar donde éste ocurre. De acuerdo a la jurisdicción, las causad se tramitan en los Tribunales
Nacional de Capital Federal, los Tribunales Nacionales con asiento en las provincias o en los juzgados,
tribunales y cámaras de apelación pertenecientes a la organización de la justicia en cada provincia.
Los miembros de la Corte Suprema de Justicia son nombrados por el Poder Ejecutivo con acuerdo de
dos tercios de los miembros presentes en el Senado; los demás deben ser seleccionados en terna por el
Consejo de la Magistratura y nombrados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. Ésta
administra los recursos del Poder Judicial, ejerce facultades disciplinarias sobre los magistrados y los
puede suspender y remover.
a) Presidencialismo
Según Sánchez Viamonte, en el presidencialismo se titula al presidente de la Nación como el “jefe
supremo de la Nación, jefe del gobierno y responsable político de la administración general del
país”. Dentro de este sistema el vicepresidente tiene muy poca participación; es el presidente del
Senado, pero no tiene voto en la formación de las leyes a menos que haya empate entre los
senadores. Su función es asegurar la continuidad de la acción ejecutiva en caso de que falte el
presidente ya sea por viaje, enfermedad grave o muerte.
Cuando se llevó a cabo la reforma, durante la primer presidencia de Menem, hubo un acuerdo
entre el justicialismo y radicalismo para no modificar libremente la Constitución, sino sólo lo
establecido entre ambas partes (“Pacto de Olivos”). Otro rasgo es que el presidente promulga las
leyes y también las puede vetar.
b) Parlamentarismo
Es un sistema político en el cual el jefe de gobierno es el Primer Ministro pero debe contar con la
aprobación de los partidos que predominan en el Parlamento, Legislatura o Congreso.
Las funciones del presidente son limitadas: debe encargar a un dirigente político la formación del
gabinete de ministros; éste selecciona a quienes considera adecuados para una determinada
política t los presenta al Presidente. Si el gabinete es aceptado por las Cámaras l Congreso, el
dirigente pasa a ser el Primer Ministro y gobierna mientras tiene su “voto de confianza”; cuando el
Parlamento le retira la confianza, el Primer Ministro debe renunciar y el Presidente debe nombrar a
otro dirigente para la formación de un nuevo gabinete.
El Presidente tiene funciones protocolares, de representación del Estado ante el extranjero y en el
país en actos y ceremonias; el Primer Ministro, tiene la tarea de llevar adelante el gobierno.
c) Sistemas mixtos: el Consejo para la Consolidación de la Democracia (CCD) formuló una propuesta,
durante el gobierno de Alfonsín, para instaurar un sistema semipresidencialista y
semiparlamentarista. El CCD propone una distribución de funciones, concentrando en el primer
ministro la responsabilidad central de la marcha de gobierno y reservando para el presidente
facultades cruciales para la preservación de la continuidad de las instituciones, pero muy “acotadas
y circunscriptas”. El presidente debería ser un custodio del programa de gobierno pero no tener
injerencia formal en su implementación excepto en momentos críticos, donde puede accionar
mecanismos como la remoción del gobierno, la disolución de las cámaras o el reenvío de leyes al
Parlamento. Además tendría funciones como la nominación de jueces, oficiales superiores de las
Fuerzas Armadas y embajadores.
Para Juan Linz, los sistemas mixtos son irrealizables, porque es difícil justificar un sistema en el que
dos autoridades comparten responsabilidades ejecutivas, ambas democráticamente legitimadas, y
con reglas ambiguas sobre sus poderes.