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Fuga de capitales y empresarios en Argentina

9 junio 2020

por Lic. Horacio Rovelli


Economista / Profesor de Política Económica de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)
/ Prof. de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de
Ciencias Económicas (UBA)

Un país cuyos sectores de mayores ingresos pueden comprar y fugar 86.200 millones de
dólares en cuatro años (un cuarto del PIB anual argentino) no es un país pobre (si injusto) y
demuestra que esos sectores tienen altas tasas de ganancia y por ende capacidad de ahorro,
el problema es que ese ahorro lo invierten afuera del país y, el mecanismo más usual fue
siempre el de sobrefacturación de importaciones, el de subfacturación de exportaciones y, el de
los auto préstamos (aparecen tomando deuda cuando en realidad parte o todo el créditos tiene
origen en dólares que lo supuestos deudores fugaron y depositaron en esas instituciones que
aparecen como acreedores).

Esto explica porque el Grupo Vicentin que es un grupo poderoso que tiene controladas a las
firmas Algodonera Avellaneda SA, Industrias Frigoríficas Friar SA; Oleaginosas San Lorenzo
SA, Vicentin Paraguay SA, Vicentin Europa, Vicentin Brasil, Vicentin SAIC sucursal Uruguay,
Bodegas Vicentin, entre otras empresas y conforma la firma RENOVA SA junto a Oleaginosa
Moreno SA -perteneciente a la multinacional Glencore- y Molinos Río de la Plata de Pérez
Companc para producir biodiesel, que preside la terminal Puerto de Rosario a través de
Gustavo Nardelli quién, junto a Alberto Padoan (quién fuera Presidente de la Bolsa de
Comercio de Rosario), serían los principales dueños del grupo, todos negocios y operaciones
fuertemente rentables, sin embargo, presenta una deuda que según el concurso abierto y en
que cada acreedor debió verificar el monto que les adeuda Vicentin SA, suman en pesos y en
divisas $ 100.300.000.000 (cien mil trescientos millones de pesos) equivalentes a unos 1.580
millones de dólares (se toma el tipo de cambio de la verificación de deuda de $ 63,4).
Y lo explica porque cuando se ve el listado de acreedores nos encontramos con deudas en
divisas que en la verificación se presenta su equivalente en pesos (con un dólar a $ 63,4) con
bancos internacionales como el Ing.Bank NV Tokio Branch por $ 4.420 millones y el
Netherlandse por $ 9.228 Millones, las dos acreencias son más de 215 millones de dólares.
Trabajo arduo de la intervención anunciada por el gobierno nacional el día lunes 8 de junio de
2020, que debe solicitar y obtener de esos bancos, para que den a conocer los depósitos en
esas entidades y precisar si no son personas físicas o jurídicas asociadas al grupo Vicentin.

En la misma verificación de acreencias presentadas ante el Juez de Reconquista, Dr. Fabio


Lorenzini, la deuda con el Banco de la Nación Argentina fue de $ 18.182 millones (unos 285
millones de dólares), de los cuales $ 5.785,4 millones le otorgó el BNA en septiembre de 2019,
cuando desde junio de 2019 el Grupo Vicentin había dejado de pagar la deuda y Macri había
perdido las elecciones PASO un mes antes.

Los otros grandes acreedores son ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas) por $ 4.930
millones. Banco Provincia de Buenos Aires por $ 1.814 millones y con Renova SA por $ 1.346
millones, sociedad anónima de la que forma parte.

En síntesis la deuda es aproximadamente en un 65% es con instituciones financieras, el 25%


con cooperativas agropecuarias, entre ellos pequeños y medianos productores de los cuales la
firma exportó el grano, debe haber cobrado y no les pago esa provisión. Y el 10% restante es
con el Estado por deudas impositivas y sobre todo aduaneras.

El Informe de la AFIP sobre el grupo Vicentin es terminante: “La compleja trama societaria, la
existencia de empresas controladas en el extranjero, la naturaleza rentística que denota el
comportamiento de la empresa a través de la información contenida en sus balances, obliga a
desplazar el argumento empresario que vincula la crisis de la firma con lo que denominan
estrés financiero» La AFIP da a entender que la empresa incurrió en el delito de sub-declarar
exportaciones.

Y los fundamentos de la intervención y elaboración del proyecto de ley para su expropiación


son más contundentes si cabe: «Teniendo en cuenta que frente a un escenario de quiebra de
la empresa o de dilación de los procesos judiciales, habría grandes posibilidades de que el
volumen agroexportador de Vicentin S.A.I.C. (10 millones de toneladas – 9% del total de la
oferta exportable de granos) pase a manos de sus competidores y consecuentemente el
mercado se concentre aún más en los mismos actores transnacionales, que continuarán
especulando con la liquidación de divisas expoliando nuestros recursos y transfiriendo sus
rentas al exterior y a países no cooperantes con baja o nula tributación, es que resulta
imperioso tomar medidas tendientes a evitar la situación planteada».

En base a las cifras analizadas, el Gobierno tomó la decisión de intervenir la empresa para
evitar aún una mayor concentración de un mercado fuertemente concentrado y dominado por
empresas extranjeras (Cargill; Cofco; Bunge Ceval; Louis Dreyfus; Glencore; etc). De esta
manera, el Poder Ejecutivo busca controlar y evitar el incremento de la deuda de la compañía y
al mismo tiempo ingresar en un sector que, en los últimos meses y debido a las restricciones
en el mercado cambiario, incrementó la especulación financiera y a las pruebas nos remitimos:
La Sociedad Rural Argentina reconoce que en los primeros cinco meses del año se exportó
64.500.000 toneladas, 9.600.000 toneladas más que en igual lapso del año pasado y sin
embargo la liquidación de las exportaciones son un 20% menor que en ese lapso del año
2019. Obviamente, por un lado retienen exportaciones y por otra parte las que realizaron
tardan lo indecible para liquidarlas, especulando con la suba del valor del dólar. La
Intervención de Vicentin SA hará que aparezcan dichas ventas y dichos ingresos al país. Así, el
Gobierno no solo podrá tener injerencia en los precios de los alimentos, sino en término de
liquidación de divisas, necesarias para diagramar un plan económico.

Como dijo en la conferencia de prensa del lunes 8 de junio de 2020 el Presidente de la


República, Dr. Alberto Fernández, al anunciar el DNU y la intervención de la empresa: “Es una
empresa líder en el mercado agropecuario argentino. El objetivo es que siga funcionando y que
sus trabajadores tengan la tranquilidad de continuar con sus empleos (se estima en 7.000
trabajadores directos) y que los 2600 productores puedan seguir contando con una empresa
para venderle lo que producen y que la Argentina siga teniendo un pie en un operador de esta
envergadura

EL PASADO CONDENA

Se debe tener en cuenta que el Régimen de Expropiaciones es por ley 21.499, sancionada el
17 de enero de 1977 (firmada por Jorge Rafael Videla) y, contempla. una “justa” indemnización
y que se pagará en dinero efectivo, salvo conformidad del expropiado para que dicho pago se
efectúe en otra especie de valor.

De allí la importancia de la intervención a cargo de un hombre avezado en el tema, que fuera el


último Secretario de Agricultura y Ganadería de la Nación en el gobierno de Cristina Fernández
de Kirchner y, como lo afirma la declaración de los trabajadores del INTA (instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria): “Gabriel Delgado, además de ser un economista altamente
capacitado, es un afiliado de APINTA, y desde nuestro gremio abrazamos al compañero
afiliado al gremio, que tendrá un rol histórico en la reconstrucción de un país más justo”.

El Grupo Vicentin creció sideralmente con las dictaduras militares, primero con Onganía en
1966, cuando incorpora en la molienda de semillas el proceso de extracción por solventes en
su planta de Avellaneda, norte de Santa Fe. En 1977 comienza a funcionar una planta de
molienda de soja en el mismo complejo y a fines de 1979 se pone en marcha una segunda
planta de molienda de soja y girasol en Ricardone, al sur de la provincia. Al mismo tiempo
inician operaciones en nuevas plantas desmotadoras de algodón situadas en puntos
neurálgicos de cosecha. Un hito fundamental en la trayectoria de Vicentin consistió en empezar
a operar y exportar lo manufacturado de aceites, harinas y pellets desde su propia Terminal de
Embarque, localizada en la ciudad de San Lorenzo a orillas del Río Paraná en 1979.

Vicentin a través de su sociedad controlada Algodonera Avellaneda SA se involucra en el rubro


textil con la adquisición de una nueva planta especialmente dedicada a la hilandería y tejeduría
con importantes volúmenes de producción. Años más tarde se incorpora al grupo el complejo
frigorífico Friar, importante protagonista en el rubro cárnico exportador. En sus tres plantas
industriales se procesan gran variedad de cortes vacunos y derivados destinados tanto al
mercado interno como a los mercados externos.

Con el menemismo se va a quedar con la terminal Puerto de Rosario que es donde se vende
más toneladas de soja en granos en el mundo. Hacia 2005 inicia sus actividades Vicentin
Paraguay S.A como agente de comercialización de soja destinada a los complejos industriales
en permanente expansión sumando una cuarta planta de molienda en San Lorenzo, elevando
la capacidad de molienda a 21 mil toneladas diarias.

Este grupo que supo tener un origen familiar en sus inicios en 1929 como algodonera en
Avellaneda en el norte santafecino, termina en una red de sedes y sociedades vinculadas que
operan en actividades sumamente rentables y, sin embargo, incurre en convocatoria de
acreedores.

Su desarrollo exponencial con la dictadura militar queda demostrado en el mismo juzgado de


Reconquista donde se tramita su concurso preventivo, que es donde Oscar Raúl Zarza, Efrén
Venturini, Heraldo Salvador Sánchez y Adelqui Ramón Gavirondo, presentaron la denuncia
contra la familia Vicentin de que 22 obreros, entre ellos los 14 delegados de sección, fueron
secuestrados entre enero y noviembre de 1976, muchos de adentro mismo de la fábrica,
señalados por el jefe de personal, en autos de la patota cuya nafta pagaba la patronal, con
telegramas de despido coordinados con la Aeronáutica mientras estaban desaparecidos. Las
fiscalías federales de Santa Fe y Reconquista están investigando la responsabilidad de la
Aceitera Vicentin en la represión de los trabajadores y su complicidad e instigación de delitos
de lesa humanidad.

Represión a sus trabajadores y supuestos endeudamientos en dólares generó el impulso de


ésta almacén de ramos generales de 1929

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