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COLECCION ARQUITECTURA Y CRITICA

La mayor -parte de las publicacIones en lengua castellana sobre temas


arquItectónicos, abordan solamente los aspectos tecnológicos, o la pura
recolección informativa gráfica.

• Arquitectura y Critica. quiere superar este nivel, ofreciendo las obras


que, en torno al hecho arquitectónico, tienden a elaborar sus bases Teóri·
cas y Criticas. Esto supone una opción inicial por dos tipos de textos: los
de revisión histórica y los de aportación metodológica. La relectura de
los momentos significativos del pasado histórico de la arquitectura, su
reinterpretación desde los problemas del presente y la publicación de
textos clásicos de Critica, será una de las lineas temáticas de la colec·
clón. La metodologia del diseño, la problemática interdisciplinar y todo
intento de clarificación de las bases de la Teoria arquitectónica, consti­
tuIrán también otro campo al que intentaremos contribuir.

Provocar el debate, enriquecer su nivel, ampliar las bases de nuestre


cultura arquitectónica, he aqul nuestros objetivos.
COLECCiÓN ARQUITECTURA Y CRITICA
Dirigido por IGNACIO DE SOLÁ-MORAlES RU8IÓ, Arqto.
Profesor de lo Universidad
de Barcelona

EL ARQUITECTO EN LA LUCHA DE CLASES


Y otros escritos

:1 interés por la figura de H. Meyer. sucesor de W. Gropius en la dlrec·


;Ión de la escuela de la Bauhaus. crece día a día. Su postura critica
especto al planteamiento socialdemocrático de la escuela y su preocu·
lación por establecer las bases de una arquitectura coherente con una
lociedad socialista le convierten por una parte en un wheterodoxoo del
v1ovimlento Moderno explicando al mismo tiempo las bases y los con·
lictos Ideológicos subyacentes a los programas de la arquitectura
-acionallsta.

3us contactos con movimientos cooperativistas primero. su paso por la


:scuela de la Bauhaus. de la que dimite ante las presiones y dificultades
::le llevar a cabo una radical transformación del proceso de enseñanza,
3U trabajo en la Unión Soviética junto con otros arquitectos europeos
:¡ue buscaban la posibilidad real de realizar la nueva arquitectura, sus
::Iificultades con el estalinismo y el trabajo de los últimos años en Mé·
jico hacen del ·caso. Meyer una experiencia de la máxima si 6niflca·
ción para entender las dimensiones y limitaciones politlcas de aquel
momento del cual depende todavla la arquitectura actual.
En esta obra se recogen una colección de escritos del arquitecto acom·
pañados de una introducción de F. Oal Co y de material gráfico sobre
sus realizaciones.

EDITORIAL GUSTAVO GILI, S. A . • Rosellón, 87·89 - Barcelona - 15


Título de la edición italiana:
Ha/mes Meyer. Architettura o rivolu<;ione.
Scritt; 1921·1942

INDICE
Traducción de Mariuccia Galfetti de GiIi

Prologo . 7
Prólogo a la edición española 9
Datos biográficos . . ti
Proyectos . 13
Introducción: Hannes Meyer y la «Venerable Escuela de
Dessaull, por Francesco Dal Co . 17
Apuntes . 60
Freidorf Siedlung 1921 6!1
Siedlung Freidorf 1925 76
El nuevo mundo. 86
Discurso dirigido a los representantes estudiantiles en oca-
sión de su nombramiento como director del Bauhaus 93
Construir. . 96
El Bauhaus y la sociedad. 100
Mi dimisión del Bauhaus. Carta abierta al Burgomaestre Hes·
se, Dessau . 103
Solicitud de eliminación del curso preliminar 110
Señor Kandjnsky, ¿es verdad que... ? . 112
Propuesta de transacción del 5 de noviembre de 1930 113
Del Catálogo de la exposición ambulante del Bauhaus en la
URSS, 1931 . 114
La exposición del Bauhaus en Moscú, de A. Mordinov . 117
La arquitectura marxista 122
La construcción. los obreros y los técnicos en la Unión Soviética 125
El arquitecto en la lucha de clases . 131
Mi manera de trabajar . 140
Nuevos edificios de viviendas en Moscú 145
Gor Birobidshan. Relación de un equipo para la proyectación
urbanística . 151
La arquitectura alemana de la posguerra (1919·1934) . 160
© Marsilio Editad· Padova El Palacio de la Sociedad de las Naciones. Crónica de una
yEditorial Gustavo Gm, S. A., Barcelona, 1972 construcción . 168
La arquitectura capitalista de la posguerra (1919.1934) . 179
Printed in Spain Experiencias de urbanismo . 188
,
Bauhaus Dessau 1927·1930. Experiencias sobre l a enseñanza
politécnica . 198
DepóSito legal: B. 15.596 ·1972
La realidad soviética: los arquitectos 210
Referencias bibliográficas . 232
Talleres Gráficos Ferrer Coll . Pje. Solsona, s/n. - Barcelona·14
CONSTRUIR La arquitectura como occontÍnuación de la tradición consu·uc.
liva» significa dejarse arrastrar por la historia de la construc­
ción.
Pensar en la construcción en términos funcionales y biológi­
cos, dar forma al proceso de la vida, lleva lógicamente a la
construcción pura: este tipo de forma constructiva no conoce
patria. es la expresión de una tendencia internacional del pen­
Todas las cosas de este mundo son un producto de la fórmu­ samiento arquitectónico. El internacionalismo es la ventaja de
la: (función por economía). nuestra época. La construcción pura es el sello característico
Por lo tanlo, ninguna de estas cosas es una obra de arte: del nuevo mundo de las formas.
todas las artes son composiciones y, por lo tanto, no están
sujetas a una finalidad particular.
1. vida sexual 5. higiene personal 9. cocina
Toda vida es función y, por lo tanto, no es artística.
2. costumbres en el 6. protección contra 10. calefacción ,
La idea de la «composición de un puerto» es absolutamente dormir la intemperie 11. asoleo
ridícula. 3. animales doméSli- 7. higi ene de la casa 12. servicios
Pero, ¿cómo se proyecta el planearniento de una ciudad?, "" 8. manutención del
¿o los planos de un edificio?, ¿composición o función?, 4. jardinería automóvil
¿¿¿arte o vida???
Construir es un proceso biológico. Construir no es un proce­ Estas necesidades constituyen los únicos factores que hay
so estético. La nueva vivienda, en su forma elemental, se con­ que tener presentes en la construcción de una vivienda. Exami­
vierte no sólo en una máquina para habitar. sino también en nemos la rutina diaria de cada habitante de las viviendas y ten­
un aparato biológico que satisface las necesidades del cuerpo dremos el diagrama exacto de las varias funciones del padre,
y de la mente. Para la nueva construcción, los tiempos moder­ de la madre, del niño. del recién nacido y de los otros habi­
nos ponen a disposición nuevos materiales de construcción: tantes. Examinemos las interacciones entre la casa y sus habi­
hormigón armado vidrio armado aluminio silicona tantes y el exterior: cartero, pasante, visitante. vecino, ladrón,
ripolín amianto eub06lilh goma sintética deshollinador, lavandera, empleado del gas, obrero, enfermero,
corcho prensado colas en frío viscosa cuero sintético repartidor. Examinemos la relación de los seres humanos y ani­
resinas sintéticas madera contra- ctcrnit vidrio curado males con el jardín, y los efectos recíprocos entre seres huma­
chapada nos, animales domésticos e insectos que plagan la casa. Com­
maleriales porosos hormigón celul ar caucho madera sintética probemos las variaciones térmicas anuales del suelo. Calcule­
woodmetall torfoleum yute xelo tekt
mos según estos datos la pérdida de calor a través de los sue­
goudTOn Iro lite caseína tombak
los y la profundidad de los cimientos. La naturaleza geológica
Nosotros organizamos estos materiales de construcción en del subsuelo del jardín determina su capilaridad y establece
una unidad constructiva según principios económicos, de modo si es o no necesario hacer un drenaje. Calculemos la inclinación
que cada forma, la estructura del edificio, el color de los mate­ de los rayos solares durante el año, en relación con el grado
'
riales y la textm-a de las superficies nazcan automáticamente y de latitud del terreno y basándonos en ello, construyamos la
sean determinadas por la vida (ambiente acogedor y prestigio zona de sombra proyectada por la casa sobre el jardín, la ex­
no constituyen los «leilmoliv» en la construcción de la casa). posición al sol de las ventanas del dormitorio, calculemos la
(¡Para el primero se mira al corazón humano y no a las pa­ intensidad de la luz diurna sobre el lugar de trabajo en el
redes de la vivienda...!) interior de una habitación y confrontemos l a conductividad
(¡El segundo proviene de la actitud del dueño de la casa y no térmica de las paredes exteriores con el porcentaje de hume­
de su alfombra persa!) dad exterior. Los movimientos de aire en una habitación cale­
La arquitectura como ocmaterialización de las emociones del faccionada no nos serán ya desconocidos. Deben considerarse
artista» no tiene justificación alguna. con el máximo cuidado las relaciones ópticas y acústicas con

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7• \IBY!'R
.
las viviendas de los vecinos. Conociendo las inclinaciones atá­ directrices que determinan el esquema del proyecto
vicas de los futuros habitantes de la casa hacia determinados de la construcción.
tipos de madera, escojamos, para revestir el interior de esta Construir no es ya una tarea individual, en la que se realizan
casa estandardizada y prefabricada, abeto rojo, rígido álamo, las ambiciones arquitectónicas.
exótico okumé, arce satinado. El color es únicamente un medio Construir es un trabajo conjunto de artesanos e inventores.
para obtener deliberadamente un efecto psicológico o bien Unicamente el que sabe dominar los procesos vitales
una señal de reconocimiento. El color nunca debe usarse para trabajando en colaboración con los demá5 puede con.
simular varios tipos de materiales. Los colores abigarrados son siderarse realmente un buen constructor.
absolutamente inaceptables. La pintura debe emplearse única· Construir, si antes representaba un negocio individual (favore­
mente para la protección de los materiales. Allá donde el color cido por la desocupación y por la escasez de vivien­
parece psicológicamente indispensable, incluyamos en nuestros das), ahora es una empresa colectiva de toda la na.
cálculos su grado de reflexión de la luz. El cuerpo de la casa ción.
es para nosotros un «acumulador del calor solar,.... evitemos, Construir es sólo organización:
pues, el blanco para los acabados de la casa. Organización social, técnica, económica, psicológica.
La nueva casa es una unidad prefabricada que debe montar·
se sobre el lugar y, como tal, es un producto industrial y, por lo
tanto, obra de especialistas: economistas, estadísticos, higie·
nistas, c1imatólogos, ingenieros industriales, expertos en están­
dares... expertos en calefacción y ¿el arquitecto? .. ¡era un
artista, y se convirtió en un especialista de la organización!
La nueva vivienda es una obra social. Elimina el desempleo
parcial en la industria de la construcción durante las tempora­
das de poco trabajo y el odio hacia los proyectos de emergen·
cia para aliviar el desempleo. Organizando racionalmente los
trabajos caseros, el ama de casa se libera de la esclavitud de la
casa; organizando racionalmente los trabajos de jarclineria, el
dueño de la casa se libera del peligro de caer en el diletantis­
mo. La nueva vivienda es prevalentemente una obra social
(como cualquier norma DIN) porque es el producto industrial
estandardizado de un grupo anónimo de inventores.
Además, como una de las formas finales en las que se con·
creta el bienestar público, el nuevo barrio residencial es una
obra conscientemente organizada que pone en juego las enero
gías de todos y en la que los esfuerzos individuales y colecti­
vos se unen en una causa común. Lo mod�rno en la nueva cons­
trucción no son las cubiertas planas o la división horizontal y
vertical de sus fachadas, sino su relación directa con la existen·
cia humana. Sc consideraron cuidadosamente las tensiones de
los individuos, de los sexos, de los \'ecinos, de la comunidad y
las condiciones geofísicas.

Construir es la organización deliberada de los procesos vitales.


Construir es sólo en parte un procedimiento técnico. El dia­
grama runcional y el programa económico son las

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LA ARQUITECTURA MARXISTA
8. El sistem a constructivo de la ciudad socialista es elás­
tico no rígido; cuan�o más elásticamente se elabora el sis­
tema de �
los co�plejos indu triales , de las viviendas, de los
cen tros inf ormativos y recreatIVOS, tanto mayor será su utilidad
n la prog resiva socialización de la e xistencia de la masa.
9. La mi sión artística de la arquitectura proletaria consiste
1. La arquitectura a no e arquitectura. en crear aquellos � �
o rg ni smo s construct vos, en los que pueda
Construir e ho una ciencia. r aliz arse la cooperacIó n de las más dIversas expresiones del
La arquitectura e la ciencia de la construcción. arte proletario: cine de masas, demostraciones de masas, tea­
2. Con truir no e un problema de sentimiento, sino de tro de ma as" � e por tes de mas as,. «ángulo rojo», santo y seña,
conocimiento. manifiesto pohtlco, retrato de Lenm, busto de Stalin. El edificio
Construir no e , por lo tanto, una operación compositiva en í no e una obra de arte. H a y que buscar su calidad en
in pirada en el entimiento. las dimen iones y en las finalidades de su función, y no en el
Con truir e un proceso organizador meditado. pathos vacío de c ualqui e r orn ament ació n.
3. El arquitecto es el organizador de las ciencias de la 10. La construcción sociali ta no es ni hermosa ni fea, es
edificación. El arquitecto en sí no e un científico en el sen­ com pleta o incompleta, válida o no válida. El resultado de un
tido e tricto de la palabra. proccc;o organizador, una valoración meramente estética no es
4. Puesto que construir es un proceso de organización, la aplicabl e.
e tructura rígidamente científica de la economía socialista pla­ La ¡ visección de nue tro «deseos de belleza», por lo que
nificada, ofrece la garantía de un más alto nivel de desarrollo :-;c r ti re a la « rq uitec t ura » . demuestra claramente el carác­
para una arquitectura planificada. ter atávico de los val or es simbólicos religiosos y familiares, o
5. Reglamentación, DormaUzación y e tandardización cons­ bien de aque llo " típico de la ociedad clasista; revela además
titu en el ABe de la arquitectura, en la economía socialista el e píritu a o c iativo de pa adas experiencias individuales y
planificada. de enma cara la adquirida «belleza del clasicismo y de las ten­
osotros coordinamos las exigencias de las masas en rela- den ia m ode rna ».
ción con el área estandardizada con los medios estandardi- 11. Corre pondie ndo a la máxima marxista, .la existencia
zado . el t rmina la conciencia», la con trucción socialista es un ele­
osotros ordenamos estos elementos normalizados como ór­ mento d h r i o lo gia de la ma as. Por esto la organización
gano estándar de la tipología de la construcción para la vida p"i< ológica de 1, s ci uda dc s \' de su partes con tructiva debe
ocialista. l'Ioborar e SI;: 'In los r su l t ad de un con ciente planteamiento
6. Dentro del ámbito de la realización de la economía so­
lirntíhco de de el punto de vi ta p icológico. El efecto psico­
cialista planificada, en el terreno de la con trucción, la reduc­
¡óg i L o eh: 1. o ns t ru iclll no deb determinar e n ba e a las
ción progre iva del número de elementos estándar (materiales,
C.'igcIlU'1S t:J1'loli\'as individuale d l «arquitecto-artista-proyec-
elementos de construcción, espacio) representa el índice de la
1". la 'os l k mUllos cun tructivo capac de u itar sensa-
progre ¡va ocialización de la vida de las masas.
iones 11 ti \'� s (d im c n ione d 1 manifie to, altavoces, luce ,
7. El resultado final de la praxis de la construcción socia­
)

c s cak : ra
, �ul r . t . dcb n io rir de manera orgánica,
li ta no e nunca una construcción aislada, sino que representa,
decir, de ITI<lDl: ra n nu tro onocimi nto más
siempre ' únicamente, como simple elemento de edificación,
profundo dl I¿I f rmn p ión. La pre ión m' evi-
sólo una parte de un complejo o producti o o recreativo de
ni de di h. p ic en 1 00 trucción ociali tao
un «sozgorod» o de un centro agrícola. Estos complejos desti­
M! tI' IU'e '11 Ul:l o i nt qu t ng n cu nta
nados al trabajo o al tiempo libr son, en tanto que organi mos
la n' idad d tr i n d 1 7 d no i mbre d l
de construcción, la única meta final de la arquitectura socia­
1.° ti 1l1::t o, n I o tnl ti o d un « ozgorod».
lista.
12. L. [¡ r q u il ' tur Ji t pr upon una dical tI'
lorlllo• iOI1 I n I rquit tur . con
122 1

12
tructiva socialista es una ciencia que introduce las leyes mar­
xistas y la ideología del proletariado en el proceso arquitectó­
nico. Por esto es necesario abolir la enseñanza compositiva,
basada en el sentimiento, y fomentar, al contrario, la enseñanza
organizadora, basada en la razón. Esta historia de la construc­
ción socialista debe enseñar al estudiante el ABC del proceso
constructivo, es decir, los estándares, las tipologías, las normas
técnicas, económicas y sociales, estructurándose en una «ense­
ñanza normativa». Debe capacitar al estudiante para analizar el
proceso vital y ponerle en condición de transferir estos cono­
cimientos a la construcción, de manera que ésta se transforme
en un complejo orgánico.
13. De todo lo dicho se determina claramente el papel del
arquitecto socialista:
El arquitecto leninista no es un lacayo estetizante ni (como
su colega en occidente) un abogado o un representante de
los intereses del capital financiero de la clase dominante. La
colaboración en la edificación del socialismo no es, para él,
motivo de prostitución de sus capacidades e inclinaciones indi­
viduales.
El arquitecto leninista es un «ayudante-organizador» en el
terreno del desarrollo planificado de la construcción de la so­
ciedad socialista. Cualquier tipo de construcción es, para él,
una obra impersonal, cuya estructura viene determinada por
las exigencias de las masas. Las características de su actividad
son la normalización, la tipificación y la estandardización, la
racionalización de los instrumentos y de los procesos y, dentro
de 10 posible, el rechazo de los materiales demasiado co tosos.
Evita cualquier desviación, a la izquierda hacia proyectos utó­
picos, y a la derecha, hacia el c1asici mo y la tendencias mo­
dernas. Se compromete continuamente, teniendo científicamente
presentes los datos de la realidad objetiva, en la utilización de
los últimos resultados de la investigación en el prore o con -
tructivo.
Elasticidad revolucionaria y sentido científico de la reali·
dad son los fundamentos ideales del arqui tecto l nini tao Para
él la arquitectura no es un estímulo e tético, ino un '" rma efi·
caz en la lucha de clases.

J
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en la lu ha o i a l. L relación xi lente enlr la arquitectura indicatos libres y las cooperativas. En aquel tiempo, nosotros
ntcmporánca '
)o '1, 1 elacion di léctica de un ombatiente lo arquitectos, con nue tras actuaciones, ituamos en primer
rc\'olu ionario en el ampo de la on trucción. término el factor social en la configuración arquitectónica; lla­
Parla defini ión de la arquit ctura contemporánea un único mándolo «arquitectura funcional», aunque fuese válida para un
fa tor ap rc e d ,t 'rminantc: no otro estamo implicados conjunto ocial, cuyas disfuncione se manifestaban siempre
en
una épo a n la que 1 pro ll!laria do r vOlucionario, bajo la frecuentemente. i o hay que maravillar e, pues, si incluso
di­ má
l' ión del partido de cnin, ha tomado el poder y ha mp zado e ta tentativa de reforma de la arquitectura burguesa, en el
) on tru ión di o ia1í mo obre la ba e del materialismo mejor de los casos, acabó por transformar e en algo mecánico!
dialé tico. D n t ro del gigant' co fuerzo on tructivo de la Pero debemos preguntarnos: ¿Cuál es la función del arte en
nión o\'iética, asi timo al nacimiento de la nue a arquitec una sociedad que está a punto de morir y cuya ideología se
­
tura de la era ociali tao
limita al beneficio financiero derivado de las conquistas impe­
rialista ?
11. ¿Qué opina u:,(ed dI! la negación del arte en lo proyectos ¿Qué finalidad tiene el arte en el urbanismo de la ciudad
p ra la on trucción de vivienda y para la planificación urbana ca pitali ta, cuyo único resorte es la e peculación del suelo?
profe ada po lo arquitecto que e definen progresistas? ¿Qué es . Cuál e la función del arte en la vivienda alquilada por el
lo qUé opinan del ar te, baj o e te aspecto?
�rabajador intelectual o manual, dado que esta vivienda repre-
'
enta uno de los medios de explotación del hombre por el hom­
Yo juzgo 1 r hazo del arte en la construcción, sostenido
bre? Entre explotadores y explotados no existe ninguna ideo­
por una parte de los arquitectos progresista del mundo capi­
logía en común; por consecuencia no puede existir un arte en
talista, como uno de lo íntoma de la descompo ición de la común. La ma as obreras combaten para obtener pan y un
cultura burgue a. La re olución france a de la clase burguesa
techo, mientras que el arte burgués se ha convertido en un
acó de u ntu ia mo ideológico, inmediatos y potentes impul­
privilegio para una exigua clase evolucionada, cuyo proceso de
o artÍ tico , que encontraron su expresión en las construccio­ �
dcgeneración e refleja en su �rtificio ida . . .
ne de la época clásico-romántica de la primera mitad del si­
En relación con la arqUItectura soclaI1sta, conSIderamos
glo XIX, mientra el capitali mo, cada vez más potente, se apo­
« rte» la urna de todas las disposiciones que la organización
deró, má tard , de aquellos medios e tilísticos para transfor­
id lógica de lOa construcción o de la planificación urbana
mar lo pilare
de u propia potencia, e decir, la bolsas, en requiere. para que re uIte inmediatamente evidente al prole­
antiguo t mplo , o para otorgar un arcádico encanto a las tariado. El valor de estc arte es determinado por u contenido
aglomeraciones residenciale de obreros, escla os de u fá­ . En . ta arquitectura proletaria la ublimc experiencia
políti
bricas. el vida de la ma a obrera e. la pre tación suprema, su heroís­
Algunos d nosotros, «arquitecto progresi tas», a queado mo y su voluntad revolucionaria constitu en las inagotables
por la hipocresía y la vacuidad de lo ucedán os artísticos de fuent de e ta arquitectura. y es precisamente la arquitectura
la práctica de la construcción capitalista, habíamos, en su tiem­ la que conoce un impulso inc perado, gracias a las pretensiones
po, tran formado en axioma la au encia del arte en la arqui­ formulada por la clase obrel'a, por lo que se refiere a sus . vi­
tectura. Entre estos, lo mejore se comprometieron en «repre­ vi nda : V todo e<;to a tra"é. de los programa de construcción
sentar por medio de la con trucción 1 proceso vital de la so­ a gran . cala, que deb n el' proporcionadO a la amp itud
.
!
ciedad)). Esto e fuerzo
que tienden a una arquitectura clara­ numérica d la ma a obrera; a través de la SOCiedad plamfica­
mente social eran el fruto de la r laciones de fuerza existentes dora d <;u organiza ¡ón constructiva, que es un comp�n�nte
en el interior de la lucha de cla e en el periodo posbélico, de la economta planificada socialista; a través de la ela hCldad
relaciones que temporalmente aparecían cambiadas. Durante revolucionaria de su ... métodos de construcción, que no conoce
cierta fase, parecía que el barieentro del poder e hubiese can ra alguna de carácter personal ni obstáculo alguno por
desplazado hacia la da e obrera. En el campo de la construc­ parte de la propiedad priv:lda; a travé. el la economía de sus
ción, este hecho se manifestó en las realizaciones d numerosos propios medio __ de con ... trucción que, ap�rtados de la �specula-
programas constructivos oeiale , pue tos en marcha por los ión, pueden emplearse. cgtm las neceSIdades económIcas.

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1 11. Lu ·�r Ul'! /.l) ue lo arquite to qu' se autode fi o en pro.
R'
de familia burgue as, mientras queda fuera del alcance, por
'l"' I�ta ... henden a .. implih 'ar el trabajo (por 'j mp)o en la ceo-
u precio, de la gran masa de los obreros, cuya situación, como
1l0l111.1 domoll a) ) a sub tJlulr In gc lión indi\'iduali ta de la casa,

'Ull un grandIoso aparato cole tivo. ¿ on idcra u, ted e ta maní· onsecuencia de todo lo expuesto, sigue invariable? Después
rl· ... t:\ iones (u' In... ua1l's la iluminación. la calefacción central o de todo esto los capitalista quieren que nosotros clasifique­
1. mu 'rlé de la o 'lna onstitlncn únicam nte uno' jcmplo) mo ideológicamente como reformismo la «Comuna burguesa»,
01110 anillo ... de un.! e\olu ión normal o, al contrario, como sínto­ edificada sobre el terreno de la sociedad capitalista. Nosotros,
mas de una ri i. que deb da combatir e? en cambio, d bemos reconocer y desarrollar la «colectivización»
t cnica del aparato de la vivienda de la sociedad burguesa
n ... 01 ti"iza ión» té ni a de la manera de vi ir burguesa para el mejoramiento del eje hereditario que la clase obrera,
l' una ono.;' II n ia de la conc nlración capitalista y un sín­ en un momento determinado, tomará de la burguesía.
toma de la incipiénl de trucción d la familia como célula de
la ..o ieda 1 burgue a. El «hogar propio» d be er abandonado. 1 . ¿Piensa usted que la situación económica actual representa
Ya se e tan de arrollando la forma mbrionale de la ivien­ un límite o incluso el fin, para la actividad de un arquitecto joven?
d:l ole ti\ a d 1 futuro. « a abolición de la economía indivi­
du li I e in cparabl de la abolición de la familia» (Marx, La ituación económica actual representa ciertamente el fin
b r hi lori eh m lateriali mu », vol. 1, p. 105, Elementar­ para la actividad de aquellos arquitectos cuya conciencia está
büchcr de K mmuni mu ). Pero no hay que hacer e dema ia­ ob curecida por la presunción burguesa de casta. Sufren ante
da Hu ione: 1 apitali mo ha tran formado desde hace mu­ la ímpo ibilidad de er realizados sus proyectos, puesto que su
ho tiempo el modelo de vi"ienda de u economía doméstica ueño de independencia en la supuesta «profesión libre» se ha
01 th izada en cultura genuina, como los hotele de lujo con volatilizado. Dentro de las posibilidades de sus medios, se ocu­
apartamento alquilado para largo p dodos en la city, en pan, para huir de la realidad, del arte idealista. En caso con­
la Riúcra, o n lo Ipe . llá viven, gún la e tacione del trario, desarrollan temporalmente algún trabajo subordinado,
año, la moda y el humor, la crema de la sociedad pará ita del o cogen, por algún tiempo, otra profesión. En cambio, l a
apitali mo. i ahora lo arquitecto radical-burgueses, quizás creciente agudización d e la crisis ahogará, desde el punto d e
in lu o por un entido de ami tad hacia la Unión Soviética, pro­ vista profesional, al arquitecto con conciencia d e clase, pero
ponen tam ién para la c1a e burguesa la «(Casa Común», no lo emancipará gradualmente desde el punto de vista político,
d bemo cometer el error de con iderar e te proyecto abstrac­ de una po icíón de espera. El arquitecto sabe que en el sistema
tam nte, ino que deb mo examinarlo n i ta de u efecto capitalista, como trabajador intelectual en la mesa de dibujo,
obre la lucha de da e. tá claro que la «(muerte de la cocina» es un esclavo al igual que su compañero, el peón de la cons­
ti ne lugar por la presión de fuerza económicas en lucha por trucciÓn. Sabe que presta su propia obra en calidad de abo­
la xi tencia, dentro de la cual, en primer lugar, e di tingue gado del capitalismo y debe suministrar el paisaje arquitectó­
I intelectual burgué : ante la impo ibilidad de tener ervicio; nico para el teatro de la cultura burguesa. La agudización de
'n u e fuerzo de di minuir la uperficie de la vivienda, para la cri is económica no significa el fin de la actividad política
qu 1 alquiler ea lo má bajo posible, ' por otros motivos del arquitecto con conciencia de da e, sino que le abre un
imilare . La concepción liberal de la «liberación de la mujer inmen o campo de acción al servicio de la idea socialista.
el la e davitud de la cocina» no cambia los términos de su
po ición en el eno de la ociedad moderna. ¿ Para qué le sirve
V. ¿En qué consiste, según usted el deber social del arquitec­
e t ahorro de tiempo? ¿ ontribuirá a rebajar los salarios con l estilo ?
to? ¿Quizás en ocupar e de lo prob emas de forma y de
u trabajo meno retribuido que el de sus colegas? ¿Puede, de lo de la coyuntura? ¿o bien debe contribuir a elevar las POSI­
obre todo, encontrar trabajo en lo períodos de paro? bilidades de vida de todos los c iudadanos?
Los propagandista de la «colectivización» de la economía
doméstica burguesa definen su procedimiento como un «(pro­ 1 arquitecto progresista tiene el deber, hacia la socieda , �
gre o social». P ro, ¿qué progreso social representa esto, si, en de analizar, sin reservas, la propia situación dentro de la en­
el mejor de los caso , favorece únicamente a un pequeño círculo económica y de actuar, en consecuencia, en la lucha de

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