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Reseñas

PABLO MACERA Y ENRIQUE CASANTO


El poder libre asháninca:
Juan Santos Atahualpa y su hijo Josecito
Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porres. Lima, 2009,
268 pp., con 90 láminas a color

El libro El poder libre asháninca: Juan tenemos este hermoso libro bilingüe,
Santos Atahualpa y su hijo Josecito (traba- producto del encuentro dialógico entre
jado en forma conjunta por el historia- el mundo simbólico del interlocutor
dor Pablo Macera y el pintor y narrador asháninca y el mundo conceptual del
asháninca Enrique Casanto Shingari historiador que indaga.
(natural de Puerto Bermúdez, Cerro Tiene tres grandes partes: la prime-
de Pasco), siguiendo el viejo método ra, sobre el estudio histórico que sitúa el
griego del diálogo mayéutico y el de la escenario geopolítico de las rebeliones
reminiscencia, es una reconstrucción matrices de los ashánincas; la segunda,
narrativa e iconológica de la memoria se refiere a las tradiciones ashánincas
histórica de las aventuras y desventuras (debidamente ilustradas); y la tercera,
de los guerreros ashánincas, teniendo acerca de los mapas que grafican los
como referentes centrales a las rebelio- viajes políticos de emancipación y uni-
nes lideradas por Juan Santos Atahualpa ficación que realiza en casi toda la selva
(el inca amazónico del siglo xviii) y de central de Perú, Juan Santos Atahual-
su heredero José Santos Márquez, co- pa, y, después, su hijo Josecito. Ambos
nocido como Josecito. Después de más otorgaron a los ashánincas un saber y
de doscientos años estas comunidades un poder para resistir y defender su li-
siguen rememorando estas historias. bertad, trasuntando la muerte de am-
Para Luis Arista, los puntos cen- bos, durando hasta mediados del siglo
trales que estructuran el libro son: las xix en que comienzan las colonizacio-
tradiciones ashánincas recopiladas por nes republicanas (Expreso, 19-04-09).
Casanto; la conversación dialógica en- Pablo Macera hace el estudio his-
tre historiador y artista; el testimonio tórico y Enrique Casanto narra e ilus-
pictórico e iconográfico que ilustra tra (pinta) las tradiciones ashánincas,
lo narrado (103 pinturas y 83 icono- quien es, además, autor de la versión
grafías), y la conceptualización teóri- en lengua nativa. El objetivo de este
ca del proceso que realiza Macera en libro, según los autores, es hacer cono-
tanto historiador preocupado por la cer las tradiciones ashánincas sobre su
vigencia y consolidación de la cultura propia historia de luchas en defensa de
popular. Fruto del cotejo entre cos- su cultura, de su territorio, de toda su
movisión asháninca y visión histórica existencia.

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Reseñas

Tres han sido las fuentes principa- «El Perú de hoy posee un sistema
les de información obtenidas por Ca- lingüístico no tanto en estado de sub-
santo: 1) memorias familiares diversas, ordinación (Cornejo Polar) cuanto más
2) entrevistas, y 3) festividades. Hay bien en estado de insubordinación: ni la
indicios de que existe un texto confi- Sierra con sus principales idiomas (que-
dencial que todavía custodian algunos chua, aymara) ni la región amazónica
familiares ashánincas. Macera agrupa con sus 42 lenguas están ya dispuestas
el conjunto de esta información en a tolerar la hegemonía cultural del idio-
cuatro secciones: ma español. Hasta el punto que bien
– Guerreros mitológicos/históricos. podríamos hablar no de una cultura pe-
– Genealogía heroica (Juan Santos/ ruana sino de una intercultura peruana
Josecito). (Enrique Ballón)», p. 50. La presencia
– Acciones de Juan Santos: guerra/ de la lengua asháninca es un mérito in-
gobierno/prédica religiosa. discutible del libro; sin embargo, en un
– Acción de Josecito: Gobierno/pré- país multicultural con muchos idiomas
dica religiosa. es un gran problema no haber logra-
do la unidad dentro de la diversidad
Del total de guerreros, Macera se- y más aún si consideramos que en el
leccionó 135, de ellos sólo ha trabajado Perú hay idiomas no hegemónicos que
70 considerando su origen, cualidades ya desaparecieron y otros que están en
o conversiones, la relación con otros proceso de extinción.
guerreros y el fin de los mismos. La «En conexión con esta confronta-
sección 2 está ilustrada con 10 cuadros ción lingüística debemos consignar la
genealógicos de Juan Santos Atahualpa distinción hecha por Marta Zambra-
y Josecito. Sobre la tercera sección, las no y Cristóbal Gnecco entre memoria
acciones de Juan Santos están relacio- e historia: Memoria es aquello que los
nadas con varios grupos étnicos: piros, grupos colectivos recuerdan mientras
nomatsiguengas, matsiguengas, ama- que la historia dice lo que se debe recor-
huacas, yaminaguas, amarakaires, etc. dar para lo cual intenta modificar y do-
Esto implica un territorio que compro- mesticar la memoria social. Desde este
mete a no menos de cinco de los ac- punto de vista, según la misma autora,
tuales departamentos del Perú: Cusco, la escritura es un vehículo de la memoria
Junín, Apurímac, Madre de Dios y hegemónica y una tecnología del poder.
Ucayali. Los viajes de Josecito como los De allí que Cristóbal Gnecco haya defi-
de Juan Santos Atahualpa están ilustra- nido a la historia como una domestica-
dos en mapas (pp. 44 y 47). ción política de la memoria social por
La publicación de este libro invita parte de los grupos socialmente hege-
a debatir algunos problemas de la reali- mónicos. Por eso este libro no pretende
dad peruana. Algunos de ellos se deri- convertir en Historia convencional a la
van de los siguientes textos: memoria asháninca», (p. 50). Sobre esta

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cita algunas inquietudes: a) ¿Cuánto de la reiterada presencia pentecostal con


la versión de Enrique Casanto es his- un mensaje de salvación y esperanza.
toria, mitología, leyenda, imaginación, «La tesis del francés Marcel Bataillón
racionalización…? b) ¿Necesariamen- sostiene que fue el descubrimiento de
te memoria e historia tienen que estar América lo que reavivó las ideas pente-
separadas, más si consideramos a esta costales del fin del mundo sembradas
última como ciencia social? c) Es una por sacerdotes franciscanos. Había una
entrada para ilustrar la polémica entre necesidad social de creer en un final y
modernidad y posmodernidad cuando en un mejor inicio» (Pablo Macera en
trata el tema de los meta y pequeños re- Caretas, 21-05-09). Invita al debate en-
latos o del rol que juega el lenguaje en tre ciencia y religión y al control social
ambos conceptos. d) El problema de la de esta última.
historia oficial y la historia real, etc.
Quizás lo más sorprendente y ac- Lima, mayo 2009
tual de estos recuerdos ashánincas sea Honorio Pinto H.

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