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© de la edición en holandés:
2012, Uitgeverij Boekencentrum,
Zoetermeer, Holanda.
ISBN: 978-90-6311-169-4
Depósito legal: B-24086-2017
Impreso en Romanyà valls, S.A.
Verdaguer, 1
08786 Capellades (Barcelona)
Printed in Spain
Pieter L. de Jong
Prólogo
5
es algo tan incuestionable y natural como lo fue para nosotros. En
aquel entonces, no teníamos que comprenderlo todo, leer la Biblia
tenía también algo de un ritual sagrado.
P. L. de Jong
6
ENE
1. Nunca sin Jesús. 11
2. ¿Una tarea hermosa? 12
3. Dios no guarda distancia. 13
RO
4. Auto-relativización. 14
5. ¡Es Él! 15
6. A las cuatro de la tarde. 16
7. Visto y conocido. 17
8. Agua o vino. 18
9. Pasión. 19
10. Bienaventurado. 20
11. Consuelo y lealtad. 21
12. ¿Palabras que cansan? 22
13. Una dedicación mayor. 23
14. Culpable de juicio. 24
15. Una terapia radical. 25
16. Sí es sí. 26
17. Perfecto. 27
18. Dar en silencio. 28
19. La oración en silencio. 29
20. Ungir la cabeza. 30
21. Confía en el señor. 31
22. Día a día. 32
23. Entre los cerdos, mejor callarse. 33
24. El lema de los mendigos. 34
25. Dos caminos. 35
26. El agua arrastra fácilmente la arena. 36
27. Basta una sola palabra. 37
28. Jesús entre los enfermos. 38
29. Los seguidores recibirán protección. 39
30. No digas: ¡vete!, sino: ¡sí! 40
31. Lo que es necesario primero. 41
1 DE ENERO
Este año tampoco va a haber ningún día sin Dios o sin Jesús. El
mundo nunca estuvo sin Jesús y nunca estará sin él. El evangelista
Juan está profundamente convencido de ello. Hablando de Jesús,
literalmente, no hay donde comenzar o terminar. No hay final. El
relato de Jesús se dejará de narrar cuando venga en las nubes del
cielo.
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2 DE ENERO
12
3 DE ENERO
13
4 DE ENERO
Auto-relativización
Lo que Juan hacía en Betania, al otro lado del Jordán, debió de-
jar una profunda impresión. Mucha gente llegó al arrepentimiento
y se dejó bautizar por él. Pero, como a menudo suele ocurrir, los
dirigentes religiosos se pusieron nerviosos a causa de esto. Solo es-
tarían en paz cuando supieran cómo encasillar a gente como Juan.
Interrogan a Juan. Primero lo hacen los levitas y sacerdotes. Un
poco más tarde, también los verdaderos teólogos toman cartas en
el asunto. Juan no pretende ser el Mesías. Ni tampoco uno de los
precursores conocidos por la tradición. Aún así, los teólogos no se
fían. ¿Por qué, pues, bautiza Juan? ¿Y por qué tiene a la gente en
vilo, como si algo estuviese a punto de suceder por parte de Dios?
¿Quién es, realmente? ¿Qué clase de hombre?
14
5 DE ENERO
¡Es Él!
Hasta tal punto está Jesús escondido entre la gente y ante nuestros
ojos, que no nos daríamos cuenta de su presencia si no hubiese al-
guien que nos lo señalara y dijera: Él es el Cordero de Dios. Inocen-
te como un cordero. Quita todo el pecado. De todo el mundo. El el
tuyo, el mío. ¿A que no te lo hubieras creído nunca, si nadie te lo
hubiera dicho? Ahora, pues, ¿quién lo va a oír de nosotros?
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6 DE ENERO
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7 DE ENERO
Visto y conocido
Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces?
Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara,
cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
JUAN 1:48
Jesús le dice: ¡Te vi! Eso es muy liberador. Al que lo cree, le basta
con eso. ¡Señor, me ves tal como soy, me conoces más profunda-
mente de lo que yo nunca pueda conocerme!
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8 DE ENERO
Agua o vino
¿Por qué comienza Jesús justo aquí su ministerio? ¿No sería mejor
que dedicara su tiempo a los enfermos y los que se sienten solos?
Esto es lo que pensamos sin querer. Y por eso invitamos a Jesús
preferiblemente a venir a la habitación del enfermo, o a los funera-
les. No le invitamos a que venga en un día normal sin problemas.
Y menos aún, a una fiesta. ¡Pero nos equivocamos! Jesús comienza
en una boda. En medio de la vida cotidiana. Es precisamente cuan-
do él interviene, que esa vida cotidiana cobra el verdadero brillo
y el aroma de un buen vino. Su presencia, sus dones y su bondad
arrojan una luz diferente sobre todo lo que hay. Los discípulos lo
han entendido. ¡Esta sí que es vida! ¡Este es el Mesías! El agua de la
vida cotidiana se transforma por medio de él en un vino delicioso y
espumoso. ¡Un comienzo que promete mucho!
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9 DE ENERO
Pasión
Jesús interviene, y nadie le para. Todo ello lo hace con un celo y una
pasión extraordinaria. Podríamos oír a sus discípulos pensar en voz
alta, preocupados. Este Jesús les es desconocido, es nuevo. ¿No se
estará pasando? ¿No es eso buscarse problemas? Quien con tanta
pasión se afana por la casa de Dios, ¿acaso no será consumido por
su propia llama?
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10 DE ENERO
Bienaventurado
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11 DE ENERO
Consuelo y lealtad
Hasta cuatro veces, acerca de los que tienen una vida muy difícil,
dice Jesús que son bienaventurados. Los pobres en espíritu, los que
lloran, los oprimidos, los marginados; porque Jesús es un Rey que
tiene misericordia de los menospreciados y los que están perdidos.
Después, sin embargo, siguen cuatro bienaventuranzas de personas
que se esfuerzan por mostrar misericordia y pureza, por la paz y
los perseguidos. Las palabras de Jesús traen consuelo, pero también
nos animan a ser leales para con la gente alrededor nuestro.
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12 DE ENERO
22
13 DE ENERO
Jesús no duda en poner los puntos sobre las íes. Si uno quiere ser
aceptado por Dios y entrar en su reino, se le exige mucho. Su vida
deberá dar muestra de una justicia y una dedicación mayores que
la de los escribas y fariseos, dice Jesús. “No penséis que he venido
para abrogar o quitar algo de alguna ley de Dios. No, he venido para
cumplirla completamente.” Eso suena bastante fuerte. ¿Pide Jesús
de nosotros más dedicación que la de los escribas? No se trata de
más, sino de diferente.
Con todo el respeto que tenían por la voluntad de Dios, los escribas
se olvidaban de lo más fundamental: Jesús lo llama más tarde el
amor a Dios y el amor al prójimo. El amor produce otra justicia.
Es una justicia abundante, dice Jesús. Abunda en vida y amor. Tie-
ne algo extravagante y alegre, relajante y libertador. Ni una jota o
tilde se suprime, ningún mandamiento deprime. Porque Cristo ha
cumplido toda la ley de Dios por nosotros. Por eso, para nosotros, la
voluntad de Dios es preciosa. Toda la voluntad de Dios, cada punto
y cada tilde. Cuando Jesús pone los puntos sobre las íes, nos toca el
corazón.
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14 DE ENERO
Culpable de juicio
No se mata a alguien sin más. Suele haber una larga historia de-
trás. Una de ofender y dañar, de engañar y amenazar, de acusar y
destrozar. En una situación así, serías capaz de matar a alguien. Y
aunque no lo hagas de verdad –eso espero–, lo podrías haber hecho.
Jesús pone allí el dedo por un momento. Según los escribas, el sexto
mandamiento es un mandamiento fácil de abarcar. El que mata a
otro, es culpable de juicio. Con eso, todo está dicho.
Sin embargo, Jesús ve más allá del hecho, ve toda la historia. Según
él, hace falta muy poco para ser culpable de juicio. Por ejemplo,
cuando uno vive en discordia con su hermano y no está dispuesto
a reconciliarse con él. Cuando uno molesta al vecino, para hacer-
le rabiar y poder discutir con él. En ese momento es cuando eres
culpable de juicio, dice Jesús. Y si llamas idiota al otro, entonces:
irás ante el concilio o también el infierno de fuego. ¿No exagera
Jesús aquí? Aunque, afortunadamente, no lleguemos casi nunca a
cometer un homicidio, lo que pensamos y decimos es más que su-
ficiente para condenarnos al infierno de fuego. Por tanto, limpia tu
corazón y reconcíliate con tu hermano a tiempo. Mejor, ayúdale y
serás bendito.
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15 DE ENERO
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16 DE ENERO
Sí es sí
Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera [...].
Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo
que es más de esto, de mal procede.
MATEO 5:34, 37
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17 DE ENERO
Perfecto
Nos puede parecer que Jesús nos está diciendo cosas muy difí-
ciles. Puesto que: “amad a vuestros enemigos” y “orad por los que
os persiguen”, nos parece casi imposible. Y con el llamado a ser
perfectos, no sabemos qué hacer en absoluto, porque “perfecto” no
es una palabra que se relaciona con los seres humanos. Solo Dios
es perfecto. Todos cometemos errores, todos estamos llenos de li-
mitaciones y todos erramos el blanco muchas veces. Y sin embargo,
Jesús dice: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que
está en los cielos es perfecto.”
27
18 DE ENERO
Dar en silencio
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que
hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu
Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
MATEO 6:3-4
28
19 DE ENERO
La oración en silencio
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada
la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre
que ve en lo secreto te recompensará en público.
MATEO 6:6
29
20 DE ENERO
Ungir la cabeza
No lo hagas así, dice Jesús. ¡Humíllate ante Dios! ¡Muy bien! Y co-
mer frugalmente por cierto periodo para concentrarte mejor, pue-
de tener mucho sentido. Comer poco, pero sin ponerse sombrío.
Por mucha tristeza que tengas, no obstante las pocas ganas de cui-
darte: ¡Hazlo! ¡Unge tu cabeza y lava tu rostro, cuida tu aspecto! Tu
Padre que ve en lo secreto te dará fuerzas.
30
21 DE ENERO
Confía en el señor
No os hagáis tesoros en la tierra, [...] sino haceos
tesoros en el cielo. [...] Porque donde esté vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón.
MATEO 6:19-21
Según Jesús, eso es pura apariencia. Cuanto más tengas, más in-
quietud sientes. ¿Y si las acciones sufren una bajada? Es bonito te-
ner una casa en propiedad, pero la hipoteca es una carga, ¿verdad?
¡Y cuánto mantenimiento necesita! ¿Joyas exquisitas, cuadros, an-
tigüedades, ropa? ¡Ten cuidado, porque para las polillas, la carcoma
y los ladrones te has vuelto muy atractivo! Uno puede desvelarse
noches enteras. Porque donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.
Quien ponga su confianza en el tesoro terrenal, necesita un cora-
zón fuerte. Porque un momento lo tienes, y al otro momento ya lo
has perdido. Y al final, todo cabe en un solo carro.
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22 DE ENERO
Día a día
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida,
qué habéis de comer o qué habéis de beber;
ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
MATEO 6:25
En todos los países hay mucha gente que tiene verdaderos que-
braderos de cabeza sobre su comida y bebida. Y quizás ese era el
caso también de la mayoría de la gente que estaba escuchando a
Jesús. Todos los días se afanaban trabajando en un pedazo de tierra
o en un mísero negocio, intentando salir adelante. Aunque fuera
solamente un poco. Siempre inquietos y preocupados por las co-
sas de la vida que nadie puede controlar. Una sensación que todos
conocemos. Preocupaciones por esto y por lo otro. Se parece a la
vez al miedo que tenemos a perder a alguien o algo y al intento de
prevenirlo, dejándonos extenuados.
32
23 DE ENERO
Uno de los que siguen mis clases de discipulado dijo, en una con-
versación sobre dar testimonio de la fe: “En mi lugar de trabajo casi
nunca hablo de Dios o de la fe. Simplemente, no da ningún resul-
tado. Es como echar perlas delante de los cerdos. ¿No es esa una de
las palabras de Jesús mismo?”
33
24 DE ENERO
Lo que saben los mendigos, también deben saberlo los hijos del rei-
no, sin dudar. Que Dios dará cosas buenas a los que le piden. Con
ello, se puede referir a casi cualquier cosa. Incluso a algo tan senci-
llo como una visita o un poco de atención. Al menos, si lo necesita-
mos de verdad para poder perseverar, siguiendo a Jesús de camino
a su reino. En ese caso, podemos pedir cualquier cosa. El que sigue
mendigando, algo recibe. Siempre.
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25 DE ENERO
Dos caminos
Algo así dice Jesús, efectivamente. Pero, según él, los caminos no se
separan simplemente ante una iglesia o un teatro. Se separan ante
la pregunta de quién hace verdaderamente la voluntad de Dios. El
camino ancho está atestado de gente religiosa, pero que no hacen la
voluntad de Dios, tal como Jesús la acaba de explicar de una manera
muy práctica. Él hablaba de ser fiel al hermano, a la pareja y a Dios.
De la oración y la penitencia, de no preocuparse y no juzgar. El
que va por este camino, a menudo con muchas luchas, anda por el
camino angosto de la fe y la obediencia a Dios. Entrad por la puerta
estrecha y seguid ese camino, dice Jesús. Solo ese camino lleva al
reino de Dios.
35
26 DE ENERO
El agua arrastra
fácilmente la arena
Descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon
contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
MATEO 7:25
36
27 DE ENERO
Jesús se maravilla. “Ni aun en Israel he hallado tanta fe”, dice. Haga-
mos caso a estas palabras. Una sola mano y una sola palabra de Jesús
obran milagros. El poder de Jesús no tiene límites.
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28 DE ENERO
38
29 DE ENERO
Justo cuando Jesús quiere subirse a una barca para ir al otro lado
del lago, viene un escriba que le dice con entusiasmo: “Maestro,
te seguiré adondequiera que vayas.” Suena fantástico, pero, ¿sabe
este hombre realmente lo que está diciendo? Llegar a ser seguidor
de Jesús no significa solamente aprender de él, sino también com-
partir su destino. Hay que abandonar casi todas las comodidades
ya que Jesús no tiene ni dónde recostar su cabeza. Uno del gran
grupo de seguidores reacciona excusándose: En casa tengo todavía
a mi anciano padre, para cuidarle. Pero Jesús le despacha diciendo:
“Sígueme, sin titubear.”
Muy, pero que muy valientes, podríamos pensar. Pero no nos equi-
voquemos. Cuando se desata la tormenta, ya no queda ni rastro de
su determinación de seguirle. Solo cuando Jesús se levanta y hace
oír su voz, entonces vuelve la calma al lago y a sus almas. ¡Mírale a
él! El que le sigue, puede verse de repente en medio de la tempes-
tad. Y seguirle entonces se hace imposible. Afortunadamente, él
nos recogerá y nos llevará a casa.
39
30 DE ENERO
El que sube tras Jesús a la barca, puede vivir todo tipo de experien-
cias. Antes de darse cuenta, se ve en medio de una gran tempestad.
Y ¿qué hacía Jesús al otro lado? No era una región agradable para la
mayoría de los buenos creyentes. Por todas partes había decenas de
sepulcros en las rocas, los que vivían allí eran casi todos paganos y
encima había muchísimos cerdos impuros. Y ¿quiénes eran los que
iban hacia ellos, gritando, desde uno de aquellos cementerios en las
rocas? Dos tipos completamente endemoniados.
¿Qué es lo que busca Jesús aquí? Jesús es el Rey. También esta región
recibe el privilegio de experimentar que el reino de Dios está cerca.
Eso es liberador y muy misericordioso. Lo notan sobre todo aquellos
dos infelices. De nuevo escuchamos a Jesús pronunciar una sola pala-
bra: ¡Id! Y allí van. Con gran celeridad, los demonios se van a los cerdos
que están un poco más allá y que, acto seguido, se precipitan al mar.
40
31 DE ENERO
Y eso, ¿qué tiene que ver con su parálisis? ¿Acaso Jesús sabe más
de aquel hombre? ¿Había tenido un accidente estando borracho, y
luego fue llevado de allí con una paraplejia? Es posible. Pero Jesús
no entra en ello. No obstante, dice: Hijo, tus pecados te son per-
donados. Pues, aunque en la mayoría de los casos no hay ninguna
relación entre pecado y enfermedad, ningún pecado hace bien al
hombre. Algunos pecados causan literalmente mucho cansancio, o
una depresión que le deja a uno como paralizado. El perdón de Dios
es lo primero que necesitamos. Luego puede comenzar de verdad
la recuperación.
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1. Nada sigue igual que antes. 45
FE
2. Tocar. 46
3. Juntos perseveran. 47
4. Compasión. 48
BRE
5. Una misión cercana. 49
6. Serpiente o paloma. 50
7. El coraje de huir. 51
RO
8. Pen-sad en los pajarillos. 52
45
2 DE FEBRERO
Tocar
Pero entonces, oye algo sobre Jesús: que se deja tocar por publica-
nos y pecadores. Y se da cuenta: ¡aquí hay Alguien que muestra una
misericordia divina! Y así, en medio de la aglomeración del gentío,
le toca brevemente. Jesús se da la vuelta inmediatamente y la mira.
Le dice: “Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado.” ¡Qué alentador! Aun-
que toquemos solo una punta de su manto, solo por un momento,
porque nos falta valor, él sabe lo que nos mueve a hacerlo. Y no nos
deja sin una muestra de su misericordia.
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3 DE FEBRERO
Juntos perseveran
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos,
dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros,
Hijo de David!
MATEO 9:27
¡Cuánto esperan estos dos ciegos de él! Quizás cada uno por separa-
do hubiera sucumbido al cinismo. Pero juntos continúan siguiendo
a Jesús hasta que les hace caso y les bendice. Eso es muy instructivo.
Uno, por sí solo, fácilmente puede ignorar a Jesús, pero juntos, aun-
que sean dos ciegos, no le perderán de vista.
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4 DE FEBRERO
Compasión
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas;
porque estaban desamparadas y dispersas como
ovejas que no tienen pastor.
MATEO 9:36
48
5 DE FEBRERO
49
6 DE FEBRERO
Serpiente o paloma
El culto del domingo por la mañana termina muchas veces con una
misión solemne: “Ve en paz, con la bendición de Dios, y da esa misma
paz a todos con los que te encuentres.” Seguro que hoy mismo nos he-
mos encontrado con un montón de gente. En el autobús, en el tranvía,
en las tiendas, en la sala de espera, en el trabajo o en el instituto. ¿He-
mos podido compartir con alguien algo del Evangelio de Jesucristo?
50
7 DE FEBRERO
El coraje de huir
Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra;
porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas
las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre.
MATEO 10:23
51
8 DE FEBRERO
52
9 DE FEBRERO
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10 DE FEBRERO
Los que están enfermos por largo tiempo pueden llegar a sentirse
terriblemente solos. Los familiares se han ido acostumbrando, ya
no saben de qué hablar y ocurre a menudo que ya no se asomen
por allí. El mundo del enfermo se va reduciendo sin remedio, todos
los días son iguales, y allí está, postrado en una cama, en casa o en
el hospital. De una persona así leemos hoy. El único que ve a ese
hombre allí acostado es Jesús. Y si Jesús le ve a uno, entonces, algo
va a pasar. No significa que todos serán sanados de un momento a
otro, como le ocurre a este hombre, pues, aunque Jesús se compa-
dece de todos, en el Evangelio, el milagro es más bien la excepción
que la norma. Jesús no ha entrado, por tanto, para levantar a todos
los que se hallan allí.
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11 DE FEBRERO
Empezar de nuevo
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12 DE FEBRERO
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13 DE FEBRERO
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14 DE FEBRERO
Un homenaje tentador
¿Por qué? Esta honra le llega antes de tiempo. Esta muestra de apo-
yo la experimenta como una verdadera tentación. Aún no han en-
tendido nada de él y de su llamamiento mesiánico. Solo ven el mila-
gro que acaba de hacer. Y por eso es Jesús el Hombre del momento
para ellos. Pero, ¿por cuánto tiempo? ¡Cuán solo se habrá sentido
Jesús, al escuchar todos aquellos gritos y aplausos de alegría! Seña-
les y milagros le llevan a uno fácilmente por un camino equivocado.
Jesús pretende conseguir algo más que el pan para hoy. De lo que
se trata, para él, es la salvación. La salvación por medio de la cruz.
¡Honra a ese Rey!
58
15 DE FEBRERO
Salir adelante
59
16 DE FEBRERO
Trabajad por la comida que permanece, dice Jesús a los galileos que,
después de andar buscándolo mucho, finalmente le han encontra-
do en la sinagoga de Capernaum. Todavía están entusiasmados por
el milagro de los panes. ¿No podría hacer Jesús eso todos los días?
¡Trabajad por la comida que permanece! Concentraos con todo
vuestro corazón en Dios y en su reino. Y en Jesús, a quien envió.
Porque la vida que él tiene y da, se renueva de día en día. De año en
año. Nunca aburre. Permanece eternamente.
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17 DE FEBRERO
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18 DE FEBRERO
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19 DE FEBRERO
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20 DE FEBRERO
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21 DE FEBRERO
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22 DE FEBRERO
La vanguardia de Dios
Para los padres, tener un hijo que nació con una discapacidad sig-
nifica un gran reto, y muchas veces da origen a cavilaciones depri-
mentes. ¿Por qué Carlos es diferente a los demás niños? ¿Qué mal
hemos hecho? Una joven madre de un niño con muy grave disca-
pacidad me dijo una vez: “Quizás Dios me está castigando, porque
al principio no quería tener un hijo, aún no estaba preparada para
ello. ¿Puede ser, pastor? ¿Qué Dios le castigue a uno con un hijo
discapacitado?
Jesús dice del que ha nacido ciego que ¡las obras de Dios se manifes-
tarán en él! En otras palabras: los discapacitados participarán como
nadie de la salvación de Dios. Ellos forman la vanguardia del reino.
¡Los últimos serán los primeros! ¡Y sus padres con ellos!
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23 DE FEBRERO
Religiosos amargados
¿Hay todavía gente así, hoy en día? ¡Por supuesto! Al Espíritu Santo
dan preferiblemente el espacio de una cajetilla de cerillas. Y si por
un momento el viento del Espíritu sopla libremente, montan en
seguida una gran pantalla. Guardianes de la gloria de Dios... Pero,
para Dios, son los seres humanos que son importantes. En ellos
busca su honra. Y sobre todo en su día, el domingo.
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24 DE FEBRERO
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25 DE FEBRERO
Salir y entrar
A éste (el pastor) abre el portero,
y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas
llama por nombre, y las saca.
JUAN 10:3
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26 DE FEBRERO
Para Jesús, esto es muy doloroso. Unas cuantas veces leemos que
mira a la multitud y que enseguida le viene la imagen de ovejas sin
pastor. Ovejas que van sin rumbo, que se hacen daño a las piedras
afiladas y a los arbustos espinosos y que finalmente, agotadas, se
desploman, porque nadie se preocupa por ellas. Una oveja necesita
un pastor. El hombre necesita un pastor. Pero tiene que ser uno
bueno. Uno que se esfuerza al máximo. Que tiene corazón. Jesús
dice: ¡ese soy yo! Tanto le importan las ovejas, que su vida le va en
ello. Y lo sabemos: eso es lo que ha hecho Jesús. Hasta la amarga
cruz de nuestros pecados. Jesús es el único verdadero pastor real-
mente bueno. Porque nos ama. Un Pastor con corazón.
70
27 DE FEBRERO
¿Por qué no dice Jesús abiertamente quién es? ¡Porque eso no so-
luciona nada! El problema no es nunca que Jesús no hable con cla-
ridad, sino que nosotros somos extremadamente reacios a creerle.
Con la incredulidad podemos mantener a Jesús a raya indefinida-
mente. Jesús no es el problema, sino que lo es usted, lo eres tú.
Únete primero a su rebaño. Quizás dubitativo, pero aún así. Y acos-
túmbrate a su voz. Poco a poco, comienzas a escucharle con más
atención. Ya no podrás desprenderte de él. Y sus obras hablan por sí
solas. No hay duda: hay que ir a Jesús. ¡Él es el Pastor! En sus manos
estamos a salvos para siempre.
71
28 DE FEBRERO
Fe donde no se espera
¿Adónde va? Al otro lado del Jordán, así se nos dice. A Perea, una
región parecida a Galilea. Aquí había comenzado todo, con el bau-
tismo por Juan el Bautista. Y mira: la gente no se ha olvidado de
ello, porque aquí los vemos venir. Mucha gente, de todo tipo y con-
dición. Yo pienso: pocos distinguidos y pocos sabios. Vienen a Jesús
y creen en él. Así se forma a pesar de todo un rebaño, de ovejas de
un redil con el que ya no se contaba. Eso da emoción y esperanza a
la causa del Evangelio. También en nuestro tiempo.
72
29 DE FEBRERO
Arrepiéntate a tiempo
73
MAR
1. La paciencia de Dios. 77
2. Librar y enderezar. 78
ZO
4. Un duro reproche. 80
5. Un hijo, no un paciente. 81
8. Renunciar. 84
9. Con fe basta. 85
11. ¡Vuelve!. 87
La paciencia de Dios
77
2 DE MARZO
Librar y enderezar
Y había allí una mujer que desde hacía dieciocho
años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada,
y en ninguna manera se podía enderezar.
LUCAS 13:11
Así describe Lucas, que era médico, a la mujer de este relato. Estaba
en la sinagoga donde Jesús predicaba. Nada menos que dieciocho
años andaba ya encorvada y torcida. Todo el tiempo con la cara li-
teralmente hacia el suelo, como si estuviera atada a la tierra oscu-
ra. Cuando Jesús la ve, interrumpe inmediatamente su sermón. Se
acerca a ella y la endereza. En seguida, ella comienza a cantar. Pue-
de que digas: Muy bonito, pero ¿no podía haber esperado Jesús hasta
después del día de reposo judío? ¡No! Justo en el sábado Dios quiere
hacerse conocer. Mostrando compasión para con cada persona, y
en particular con aquel que está atado u oprimido por un espíritu
de enfermedad. Dios quiere librarnos y enderezarnos y fortalecer
nuestro interior. Precisamente en el día de reposo. E incluso hoy.
78
3 DE MARZO
Así que, entrar cuesta mucho esfuerzo. ¿Por qué? En primer lu-
gar: es una puerta estrecha. Solo puede pasar uno cada vez. Y eso
hace que la puerta nos infunda miedo y congoja. Porque nos damos
cuenta de que la fe tiene un aspecto muy personal. Para Dios es sí o
no. Y en segundo lugar: esto hace que tendamos a aplazar nuestra
decisión, con el riesgo de que la puerta luego esté cerrada. Procura
que, cuando llegue la hora, no te encuentres con la puerta del cielo
cerrada.
79
4 DE MARZO
Un duro reproche
80
5 DE MARZO
Un hijo, no un paciente
¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae
en algún pozo, no lo sacará inmediatamente,
aunque sea en día de reposo?
LUCAS 14:5
81
6 DE MARZO
Así también se dejó invitar Jesús. Como un pobre, que viene a en-
riquecer la mesa de este fariseo rico. Pero Jesús solo ve a amigos y
parientes en torno suyo. No ve la generosidad tal como Dios la pide.
Es simplemente una comida para los amigos íntimos, con una nota
por gastos al final que hay que guardar bien, según la costumbre
en ciertos círculos: primero le toca a uno organizar un banquete y
luego a otro. Y así se van turnando.
82
7 DE MARZO
83
8 DE MARZO
Renunciar
84
9 DE MARZO
Con fe basta
Seguro que Jesús no quiere decir literalmente siete veces. Siete sig-
nifica siempre pleno y completo. Uno siempre continúa perdonan-
do. Aun después de la séptima vez. Cada vez que alguien te pida
perdón y muestre sincero arrepentimiento. “Muy difícil”, dicen sus
discípulos enseguida. Me imagino que ya ven lo que les va a caer
encima. “Señor, entonces, auméntanos la fe”, dicen. Pero Jesús nie-
ga con la cabeza. Toda fe, aunque fuera tan pequeña como la semi-
lla de mostaza, tiene fuerza suficiente para resistir las tentaciones.
Para perdonar por enésima vez. Por ejemplo, a uno de tus hijos, o a
un hermano o hermana quizás. No pidas: danos más fe, sino: danos
fe. Con fe basta. Fe que confía en Jesús.
85
10 DE MARZO
Se cuenta que Rabí Yohanán dijo una vez: “Si has cumplido gran
parte de la Ley, no reclames ninguna recompensa para tí mismo,
puesto que has sido creado para ese fin.” ¿Piensa Jesús en esta frase,
y se irrita por ciertos fariseos que creen poder reclamar algo a Dios
por su dedicación? Entonces, de ahí queda claro que Jesús no valora
nuestros esfuerzos para Dios tan negativamente como parece dar a
entender este versículo cuando lo leemos por primera vez. Como
si tuviéramos que calificar nuestra dedicación y a nosotros mismos
como completamente inútiles y sin valor. Como algo que no sirve
para nada, siervos inútiles que somos.
86
11 DE MARZO
¡Vuelve!
87
12 DE MARZO
Deja de calcular
El reino de Dios no vendrá con advertencia,
ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he
aquí el reino de Dios está entre vosotros.
LUCAS 17:20B-21
88
13 DE MARZO
¿Será fácil? Creo que no. Sobre todo si es mucho lo que tienes que
dejar atrás. Como una casa confortable, un jardín, buenos libros,
etc.. Por no mencionar a todas aquellas personas que hay que dejar
atrás. Familiares quizás, vecinos amables, compañeros. Pero llegará
un momento en que mirar atrás ya no tiene sentido e incluso puede
resultarte fatal, como le pasó a la mujer de Lot. Si pensamos en
aquello, vemos nuestras posesiones ahora mismo ya con otros ojos.
Casi seguro que nuestras oraciones se volverán muy prácticas. Muy
decididas y concretas.
89
14 DE MARZO
Orar siempre
¿Y acaso Dios no hará justicia a sus
escogidos, que claman a él día y noche?
¿Se tardará en responderles?
LUCAS 18:7
Sí, pero... los escogidos, ¿quiénes son? Son Abraham, Isaac y Jacob. Y
todo el pueblo de Israel. Y aquellos que comparten la suerte de Israel
y sufren injusticias, mientras siguen esperando en el Dios de Israel.
Su esperanza no es en vano. Dios no les pierde de vista. Por eso dice
Jesús: Orad siempre, estés cansado o no. Porque su reino viene y,
con su venida, el cumplimiento de todas nuestras oraciones. ¡Pronto
Dios nos hará justicia!
90
15 DE MARZO
Yo, yo, yo
91
16 DE MARZO
Llevar en brazos
Pero, ¿quién los sujeta a partir de entonces? Estas madres traen sus
hijos a Jesús. Él les sujeta un momento, les toca. Me imagino que lo
hace con un gesto para bendecirles, como solían hacer los rabinos a
menudo. Y como hace un pastor a veces, en el bautismo de un niño.
Jesús les toca. Y ser tocado es como si fueran contados y anotados.
Dios dice por medio de Isaías: “los he llevado en brazos y seguiré
haciendo lo mismo hasta que lleguen a viejos y peinen canas; los
sostendré y los salvaré porque yo soy su creador.” (Isaías 46:3b-4,
Traducción en Lenguaje Actual).
92
17 DE MARZO
¿Cómo entro?
“Es difícil –le dice Jesús–, muy, muy difícil. De hecho, es imposible.
A no ser que, con todo lo que posees, vuelvas a poner tus manos en
las manos que te tocaron en el pasado.” ¿Te parece un poco inge-
nuo?
93
18 DE MARZO
¿Cuál es el beneficio?
Ahora bien, ¿qué beneficio trae? ¿De verdad trae alguno? Jesús ha-
bla de repente con mucha claridad. Solemnemente promete dos
cosas. Punto 1: El que por causa de Cristo haya dejado su casa, su
trabajo, su familia o sus amigos, no tiene que tener miedo de que
durante el resto de su vida tenga que pasearse completamente solo
por el mundo. Por parte de Dios recibirá mucho más. Jesús mismo
es la garantía. Se nos cuidará a nosotros y nuestra familia. Punto 2:
Al que entró en el reino suplicando como un publicano, o depen-
diente como un niño en brazos de su madre, o dejando todo atrás
como aquel pescador de Galilea, Dios le cuidará eternamente. Tam-
bién en cuanto a esto podemos apelar a Jesús.
94
19 DE MARZO
95
20 DE MARZO
Jesús se detiene
96
21 DE MARZO
¿Cómo puede decir Jesús algo así? Sin más, sin requisitos de
antemano. Sin cláusula de un tiempo de prueba, sin norma de una
indemnización mínima. La gente está molesta con Jesús. Hace un
par de horas, cuando sanó al ciego Bartimeo, todos vitoreaban.
¡Fantástico! Pero ahora, con Zaqueo, no hay nadie que dé gritos de
alegría. Además, ¡no se oye ninguna expresión de arrepentimiento
por parte de Zaqueo, no hace ninguna oración al estilo del publica-
no: “Dios, sé propicio a mí, pecador”! Les hubiera gustado que lo
repitiera por lo menos diez veces. Pero Zaqueo no dice nada. Bue-
no, promete que va a ayudar a los pobres. Eso dice...
De esa manera ve la gente a Zaqueo. Jesús mira con otros ojos. Hoy
ha venido la salvación a esta casa, porque él pasó por allí y llamó a
Zaqueo por su nombre. Eso rompió su corazón y al mismo tiempo
lo sanó. Volverse a Dios puede suceder en un instante.
97
22 DE MARZO
Estar alerta
98
23 DE MARZO
99
24 DE MARZO
100
25 DE MARZO
La autoridad de Jesús
101
26 DE MARZO
Dios no se da nunca
por vencido
¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizás
cuando le vean a él, le tendrán respeto.
LUCAS 20:13
¡Espera! Jesús dice algo más; es sobre una piedra desechada que Dios
levantará y pondrá en un lugar de honor. “De parte de Jehová es
esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos.” (Salmo 118:22, 23). Con
ello se refiere a Jesús y a que Dios lo levantará de entre los muertos.
El que vuelva a descubrir eso en estas semanas, se asombrará y no
dejará de maravillarse de Dios. Dios no se da nunca por vencido. Ahí
tenemos la cruz y la resurrección de Jesús como prueba.
102
27 DE MARZO
103
28 DE MARZO
Eso nos da mucho consuelo. Ellos viven para Dios. Así, todas las
demás preguntas pierden gran parte de su interés. Las personas
que perdimos viven para Dios. Marido o esposa, hermana, hijos.
¡Cuánto dolió el tener que desprenderse de aquel niño! Que seas
consolado: Dios es un Dios de vivos. En Él viven todos y le alaban.
También los más pequeños.
104
29 DE MARZO
Hijo y señor
105
30 DE MARZO
Mira, allí va una viuda –dice Jesús de repente–. ¿Has visto lo que
echó al arca de las ofrendas? ¿Dices que era poco? ¿Justo estabas
mirando a uno de esos ricos escribas? Te digo que esa mujer dio
todo. ¡Todo! Con esas pocas blancas entregó su vida entera a Dios.
Una mujer pobre, ¡una mujer bendecida!
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31 DE MARZO
Ni siquiera un cabello
107
AB
1. Un amor más fuerte que la muerte. 111
2. Turbación. 112
3. Levantado. 113
RIL
4. La incredulidad no tiene excusa. 114
8. Judas. 118
111
2 DE ABRIL
Turbación
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré?
¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto
he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre.
JUAN 12:27-28A
Hay ciertas citas que prefieres aplazar hasta el infinito porque de-
jan una huella muy profunda en tu vida. Por ejemplo, una interven-
ción quirúrgica. O despedirte de alguien. Sobre todo si es una des-
pedida para siempre. Sabes que el momento llega, pero aún, menos
mal, no es la hora. Pero, de pronto, ahí está. Sientes que se te hace
un nudo en la garganta. Los labios tiemblan de emoción, no te salen
las palabras. Algo así es lo que leemos aquí sobre Jesús.
De repente, él dice: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hom-
bre sea glorificado.” Con frecuencia se lee en este evangelio que su
hora todavía no había llegado. Cada vez se escucha: aún no, aún no.
Pero cuando unos griegos piden entrevistarse con Jesús para cono-
cerle, él, de repente, se da cuenta de que ha llegado su hora. La hora
de su entrega, de su padecimiento y muerte. ¡Por judíos y gentiles!
Por cada uno de nosotros. E igual que nosotros en un momento
así, Jesús reacciona profundamente conmovido. Conscientemente,
en su oración no pide: Padre, ¡líbrame de esta hora!, sino que se
entrega totalmente: “Padre, ¡glorifica tu nombre!”. Así podemos
orar nosotros también, refugiándonos en Jesús. En nuestras horas
de mayor angustia y momentos de mayor conmoción, ¡no estamos
solos! Él va delante de nosotros. ¡A través de la oscuridad hacia la
luz! Padre, ¡glorifica tu nombre también en mi vida!
112
3 DE ABRIL
Levantado
113
4 DE ABRIL
La incredulidad
no tiene excusa
Porque amaban más la gloria de
los hombres que la gloria de Dios.
JUAN 12:43
114
5 DE ABRIL
115
6 DE ABRIL
Jesús nos amó hasta el final. Bajo este epígrafe nos relata Juan
la verdadera historia del calvario de Jesús. Atardece. Ya cae la no-
che sobre Jerusalén. La noche de traición y negación. De incom-
prensión y abandono. Jesús lo sabe. Por eso aprovecha esta ocasión
para mostrar su amor de una manera muy especial. Se levanta de la
mesa. Se quita sus ropas, se pone un delantal, llena un recipiente
con agua y empieza a lavar los pies de sus discípulos.
116
7 DE ABRIL
Señor y siervo
Viniendo de Jesús, esta verdad tan obvia significa nada menos que
un terremoto. Porque ¿quién es aquí el señor y el emisario que es
mayor que todos?
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8 DE ABRIL
Judas
Y después del bocado, Satanás entró en él.
Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer,
hazlo más pronto.
JUAN 13:27
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9 DE ABRIL
Sufrimiento y luz
Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús:
Ahora es glorificado el Hijo del Hombre,
y Dios es glorificado en él.
JUAN 13:31
119
10 DE ABRIL
Poder e impotencia
“¿A quién buscáis?” Con esta pregunta sorprende Jesús a los que
querían prenderle de improviso, en la oscuridad de la noche en Get-
semaní. Una comitiva variopinta de gente, liderada por Judas, se le
acerca. Armados hasta los dientes. Tanto miedo tienen, por lo visto.
Alumbrándose con antorchas y linternas, buscan a Jesús. Su objeti-
vo es echársele encima y llevárselo en secreto, para que nadie se en-
tere. Esto es un asalto del odio y del infierno. Pero antes de que pue-
dan entrar en acción, Jesús les sorprende a ellos. De repente aparece
frente a ellos. ¿A quién buscáis? ¿A Jesús el nazareno? ¡Soy yo!
120
11 DE ABRIL
121
12 DE ABRIL
No hagas como Pilato. Deja que Jesús sea el Rey de tu vida. Solo
el que haga esto puede estar tranquilo. Tu vida está segura en sus
manos.
122
13 DE ABRIL
Mírale bien
¡Para! ¡Mírale bien! ¡He aquí el Hombre! ¿Somos nosotros, los hu-
manos, así? Sí. Como en un espejo, vemos nuestro propio rostro.
Cuanto más tiempo miras, más de ti mismo reconoces. Ese manto
lleno de manchas: rojo como la sangre. Esas espinas: nuestra vida
está plagada de ellas. No lo aguanto más, dices a veces. No, ni yo.
Pero, espera un momento, pues ¿quién está allí? Es Jesús, el Hijo
de Dios. Humillado, objeto de burlas, por nosotros. Se metió en
nuestra piel. ¡Cuánto nos ha amado! No, la compasión no es la que
gana, sino el amor. Un amor infinito. Todo lo que él lleva viene de
nosotros. ¡He aquí el Hombre! ¡Mírale, aquí está Jesús! Y di: todo
esto, ¡por mí!
123
14 DE ABRIL
Nosotros también
Incluso Pilato declara que Jesús es un rey. En las tres lenguas univer-
sales conocidas lo proclama. Enojados, los sacerdotes principales le
piden a Pilato que, por favor, lo corrija. Pero, como si escucháramos
hablar a Dios mismo, Pilato dice: “Lo que he escrito, he escrito.”
124
15 DE ABRIL
125
16 DE ABRIL
Caminantes en la pascua
126
17 DE ABRIL
Llámame por mi
nombre más íntimo
Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo:
¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).
JUAN 20:16
Hay solo un remedio: la voz del Señor vivo mismo. Él dice: ¡María!
Le llama por su nombre, que es la esencia de quién es ella. Inme-
diatamente, María se da la vuelta, como si despertase de un sueño
horrible. Espontáneamente dice en su lengua materna: ¡Raboni!,
que quiere decir ‘mi Maestro’. Que te llame por tu nombre el Señor
viviente, ¡eso es la Pascua! Y también: que te vuelves hacia él y le
adores. Aunque Jesús mantiene distancia. No me toques –le dice–,
no te aferres a mi presencia física. Porque mi ascensión no se puede
impedir. ¡Ve a decirles esto a los demás! Y así ocurre. Sus lágrimas
son sustituidas por el testimonio de la victoria de Jesús.
127
18 DE ABRIL
Puertas abiertas
128
19 DE ABRIL
Tomás
Está bien que los discípulos vayan a buscar a Tomás. Han enten-
dido bien lo que Jesús les mandó y enseguida han salido en busca
de Tomás. Alguien como él, si de él dependiera, nunca volvería a
moverse. Y menos en dirección a Dios. En ese punto tenemos como
congregación una misión muy clara de ir a buscar a la gente, a re-
cogerles y traerles. De decirles, muy humildemente en cuanto a
nosotros mismos y muy explícitamente en cuanto a Jesús: “Hemos
visto al Señor”.
129
20 DE ABRIL
130
21 DE ABRIL
Un momento doloroso
Allí está Pedro, sentado. Un hombre joven aún. Uno que siempre es-
taba a la disposición de Jesús y probablemente de cualquiera. Siem-
pre dispuesto. Entusiasta, lleno de ideas. Ahora también, al apare-
cerse Jesús por tercera vez. Pero Jesús no continúa sin más. Hay algo
que quedaba por aclarar. De ahí la pregunta: “Pedro, ¿me amas?”
131
22 DE ABRIL
132
23 DE ABRIL
No elijas el tamo
Bienaventurado el varón que no anduvo en
consejo de malos... Será como árbol plantado
junto a corrientes de aguas.
SALMO 1:1
133
24 DE ABRIL
Altamente inflamable
Hay personas que, por menos de nada, ya están que arden. Por
ejemplo, un profesor que se toma demasiado a pecho el compor-
tamiento de ciertos alumnos. Enseguida castiga a la clase ente-
ra: todos a quedarse. O un padre que se irrita por las cosas más
insignificantes y estalla. Son hipersensibles. Esperamos que Dios
no sea así, ¿verdad? Sin embargo, parece que el salmo dice que sí.
Pero, entiéndase bien: la ira de Dios no es la expresión de su rabia,
sino que es una ira santa y una conmovida indignación a causa del
escándalo que provocan los pueblos de nuestro mundo, chocando
entre sí en conflictos horribles. En el fondo, se amotinan contra
Dios mismo y su Rey mesiánico en Jerusalén, que es David y el Hijo
de David, Jesucristo. No quieren saber nada de su gobierno justo.
Pero entonces, Dios interviene.
LEER: SALMO 2
134
25 DE ABRIL
David pone todo en las manos de Dios, luego apaga la luz y parece
que se duerme enseguida. Cuando se despierta, todo sigue igual
de deprimente. Pero le oímos orar confiado: Tú, Señor, eres mi
escudo. Tú cuidas de mi honra, de la corona en mi cabeza. No la
podrá ensuciar nadie. Y contigo puedo afrontar hoy todas las cosas.
LEER: SALMO 3
135
26 DE ABRIL
Buenas noches
Parece que David no tiene ese problema. “En paz me acostaré, y asi-
mismo dormiré”, le escuchamos decir. Me duermo enseguida, dice.
En paz y confiado en Dios. No es que su vida en este momento sea
tan pacífica. En absoluto. Está huyendo de Saúl y sus compañeros
empiezan a perder el ánimo. ¿Quién nos hará ver el bien? –le dicen
desafiantes a David–, ¿aún sigues confiando en Dios? David no les
contesta. Él ora: ¡Que la luz de tu rostro nos ilumine, Señor! Y lue-
go dice: ¡Buenas noches! Bajo la mirada de Dios, nosotros podemos
cerrar los ojos tranquilamente. Nuestra vida está en sus manos.
LEER: SALMO 4
136
27 DE ABRIL
Según los salmos, Dios pasa consulta sobre todo a primera hora
de la mañana. Ese parece ser el mejor momento para dirigirse a
Él. Con mucha posibilidad de que Dios también conteste algo o se
muestre a lo largo del día. Por la mañana temprana, bastan unos
segundos para darte cuenta de lo que te pueda venir encima aquel
día. ¿Vas a tener una conversación importante con alguien? ¿Hay
ciertas citas que te inquietan? ¿O te espera un día muy duro? Hay
mañanas así. Te despiertas de golpe, horas antes de lo normal.
LEER: SALMO 5
137
28 DE ABRIL
Apariencias
... para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino,
el brillo y la magnificencia de su poder, por muchos días,
ciento ochenta días.
ESTER 1:4
Todo comienza con una gran fiesta. Durante medio año, Asuero
impresiona a todo el mundo. Pero son solo apariencias. Probable-
mente utilizó esta fiesta para preparar una campaña militar. En ese
terreno, por cierto, no era tan espléndido. ¡Es algo que sucede a me-
nudo! Detrás de una imponente fachada, uno encuentra a menudo
estancias muy oscuras. ¿Somos nosotros así también?
138
29 DE ABRIL
Un objeto a poseer
Mas la reina Vasti no quiso comparecer a la orden
del rey enviada por medio de los eunucos; y el rey
se enojó mucho, y se encendió en ira.
ESTER 1:12
139
30 DE ABRIL
140
MA
1. Historia. 145
YO
4. Manifestarse en silencio. 148
7. Necio. 151
Historia
145
2 DE MAYO
Arrodíllate solamente
ante Dios
146
3 DE MAYO
Solo en algo dice Amán la verdad. “Sus leyes son diferentes de las
de todo pueblo.” Eso es verdad. Sus normas les marcan como pue-
blo de Dios por excelencia. Y eso es lo que molesta a los demás
pueblos. ¡El odio a los judíos es odio hacia Dios! ¡Contra su elección
divina! ¡Contra su Reino! En cuanto a esto, no podemos estar lo
suficiente alerta y en guardia.
147
4 DE MAYO
Manifestarse en silencio
Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho,
rasgó sus vestidos, se vistió de silicio y de ceniza, y se fue
por la ciudad clamando con grande y amargo clamor.
ESTER 4:1
148
5 DE MAYO
La mano de Dios
149
6 DE MAYO
El momento adecuado
Mi petición y demanda es ésta: que venga el rey con
Amán a otro banquete que les prepararé; y mañana
haré conforme a lo que el rey ha mandado.
ESTER 5:7-8
150
7 DE MAYO
Necio
151
8 DE MAYO
Dios se burla
Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido
y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío
Mardoqueo, que se sienta a la puerta real.
ESTER 6:10
La orden del rey es como un jarro de agua fría para Amán. Fuera
lo que fuera lo que había esperado, aquello no, en absoluto. En lugar
de que cuelguen a Mardoqueo en un palo de cincuenta codos de
altura, como un espectáculo ignominioso ante los ojos de todo el
mundo, se le homenajea públicamente. Y Amán mismo tiene que
andar delante. Fijémonos, ¡había sido su propia idea! ¡Las maldicio-
nes que se dirigiría a sí mismo aquel hombre!
En el Salmo 2 leemos: “El que mora en los cielos, se reirá”, y “el Se-
ñor se burlará de ellos.” Así ha sido. Una noche de insomnio del rey,
y: todas las piezas del tablero han cambiado de sitio. Solo Dios salva
de esta manera. Aparentemente estaba ausente, y parecía que Amán
podía hacer lo que le venía en gana. Pero no es así: Dios no deja que
alguien se burle de Él. Él se burla de los burladores.
152
9 DE MAYO
Llegar a caer
Unos amigos estupendos, los que tiene Amán. Y también una mu-
jer encantadora. Primero le apoyan sin críticas en su acto de ven-
ganza personal. ¿Acaso no había sido idea de ellos, la del palo de
cincuenta codos? Pero ahora le dejan caer como una piedra en el
hoyo que él mismo se ha cavado. Es algo que suele pasar a menudo
en esos círculos. Mientras siga tu buena estrella, te sobran amigos.
Pero cuando llega el fracaso y no queda nada que ofrecerles, todos
te abandonan por miedo a ser arrastrados en tu caída. Le dicen de
repente a Amán: “¡Pero si Mardoqueo es un judío!” ¡Como si no lo
hubieran sabido el día anterior! Pero ahora muestran que intuyen
algo del misterio de Israel. Del Dios que guía y salva a Israel. Él
permanece invisible tras las cosas de la vida, pero, entretanto, su
presencia es innegable. Un Dios al que hay que temer.
153
10 DE MAYO
Vendido
154
11 DE MAYO
Ira apaciguada
155
12 DE MAYO
156
13 DE MAYO
Pentecostés en persia
Más tarde dice el profeta Zacarías: “En aquellos días acontecerá que
diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a
un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que
Dios está con vosotros.” (8:23). Eso es lo que pasa aquí también. Y
eso es lo que Dios quiere. Por medio de Israel, Dios quiere reunir a
todos los pueblos. Pentecostés es el cumplimiento de esto. “Te ala-
ben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben” (Salmo 67:3).
También hoy en día sería juicioso que los pueblos se fijen en Israel.
157
14 DE MAYO
Bienaventurados
los pacificadores
Desde luego, fue muy afortunado que para los judíos en Persia
la amenaza se redujera, ya que se les dio la libertad de defenderse.
Pero, ¿acaso no parece que ellos, a su vez, se pasaran muchísimo?
Los judíos provocaron una matanza, así leemos. Siembran de muer-
te y destrucción todo el país. A los diez hijos de Amán se les ahor-
ca sin miramientos. ¡Mardoqueo es un hombre muy temido! Ester
logra que se les conceda un día extra en el que los judíos puedan
seguir matando en la ciudad de Susa. ¡Ester, Ester!, ¿hay que hacer-
lo así? Todo esto no puede ser nunca la voluntad de Dios, ¿no? Es
muy afortunado –pensamos quizás– que no aparezca el nombre de
Dios en todo esta historia. Porque aquí tenemos mucho que expli-
car, siendo creyentes.
Efectivamente, así es. Sin embargo, no debemos pasar por alto el he-
cho de que se repita continuamente que “no tocaron los bienes”. Te-
nían permiso para hacerlo (8:11), pero no lo hacen, expresamente.
Eso nos muestra que Mardoqueo y los suyos no buscan la venganza
pura y dura, sino que luchan para salvar su vida. Nada menos que su
vida estaba en juego. Como señal de que no son ellos los agresores,
no tocan el botín. Jesús dice tiempo después: “Bienaventurados los
pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”
158
15 DE MAYO
No lo ha hecho, por cierto. Los judíos celebran cada año esta fiesta
como una fiesta de liberación por obra de Dios. Es una alegre fiesta
familiar, en que se intercambian regalos y se gastan muchas bro-
mas. La fiesta de Purim no está incluida en el calendario de la igle-
sia cristiana, pero quizás se puede comparar con alguna fiesta de li-
beración nacional. Eso es también un acontecimiento nacional, en
el que no pensamos en la suerte, sino en la mano salvadora de Dios.
159
16 DE MAYO
160
17 DE MAYO
161
18 DE MAYO
No se trata de mí
Pablo solo se alegra por todo lo que está ocurriendo. Porque ¡fíjen-
se!, incluso en el tribunal romano hablan de Jesucristo. Hermanos
que no abrían la boca hasta este momento, están haciendo ahora el
trabajo de Pablo, abiertamente. ¿Y los hermanos que no le tienen
simpatía y por eso están esforzándose tanto para predicar?... Ade-
lante –dice Pablo–, pocas veces ha habido tanta gente en Éfeso que
hablara de Cristo. ¿Y me preguntan, queridos hermanos de Filipos,
si mis prisiones sirven de algo? ¡Para mí no es ninguna pregunta!
¡Dejen que Dios dirija y vigile, es sabiduría lo que hace!
162
19 DE MAYO
Cada vez más, uno se puede encontrar con alguien que dice sin
pestañear: Para mí, yo soy el primero. Está claro que Pablo no pien-
sa igual. Ni siquiera estando en la cárcel. Por él, prefiere incluso
que su vida hubiese acabado ya. Porque, después de todo lo que
como siervo de Cristo ha vivido y sufrido –dificultades y maltrato–,
ya sabe muy bien lo que es mejor: partir e ir al encuentro de Cristo.
Porque para los que el vivir es Cristo, morir sólo es ganancia.
163
20 DE MAYO
Su ayuda o su corazón
Pablo hace ahora una llamada directa a sus lectores. No para pe-
dir más ayuda y más paquetes de comida. Lo único que pide espe-
cíficamente es que, por encima de todo, estén unidos en alma y
corazón. Aunque antes escribió que no le importaba que algunos
en Éfeso aprovecharan la oportunidad de destacarse por encima de
él en la predicación del Evangelio, en estos versículos se nota que
sí le preocupa. Y también, que le duele que a veces hermanos en la
fe se puedan amargar tanto la vida unos a otros. Queridos herma-
nos –escribe–, ¿podría pediros algo? ¿Queréis hacerme un favor de
verdad, mientras estoy aquí en la cárcel? ¡Que seáis unánimes! Que
no estéis tan centrados en vosotros mismos, sino que miréis por el
interés del otro. Que haya ese mismo sentir en vosotros que hubo
también en Cristo Jesús. Conocéis el camino por el que Él fue: se
dio a sí mismo. Seguid unidos tras sus pasos.
164
21 DE MAYO
No es cuestión de poder
“Yo no podría hacer eso nunca”, dijo alguien una vez. “Yo no soy
en absoluto como Pablo: ese hombre está alegre hasta en la cárcel.
¿Se alegra de verdad, o lo está fingiendo porque piensa que forma
parte de ser cristiano, y más aún cuando se es apóstol o hijo re-
conocido de Dios?” Desde luego, hay gente así. Creen que, como
cristiano, hay que ir siempre con una sonrisa en la cara, incluso
en circunstancias muy tristes. Siguen con una expresión radiante,
pero su alegría tiene algo artificial y forzado.
165
22 DE MAYO
¡Qué bien que Pablo lo dice así! Sus palabras contribuyó a que Epa-
frodito se recuperase pronto. Porque una palabra negativa se posa
como ceniza sobre el alma, pero una palabra comprensiva ilumina
el rostro.
166
23 DE MAYO
Precisamente los puntos fuertes que uno tenga pueden ser un gran
estorbo para confiar plenamente en Jesucristo. Para Pablo, esa es
exactamente la historia de su vida. Le sobraban puntos a su favor,
también en sentido espiritual, pero no conoció a Dios. Entonces, Je-
sús se le cruzó en el camino y todos sus puntos fuertes se disolvieron,
así como así. Porque el conocimiento de Cristo Jesús es mucho más
excelente que todo eso, dice, no sin emoción. Por lo que Pablo está
lleno de una única pasión: conocer a Cristo, y el poder de su resu-
rrección. Y por eso desconfía de todo lo que le hace sentirse bien fue-
ra de Jesucristo. Me parece que es una desconfianza muy saludable.
167
24 DE MAYO
168
25 DE MAYO
Jesús es Rey
Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto
a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer
enemigo que será destruido es la muerte.
1 CORINTIOS 15:25-26
169
26 DE MAYO
No un simple aleluya
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27 DE MAYO
171
28 DE MAYO
Crecer
También esta carta la escribió Pablo desde una cárcel; igual que
la carta a los cristianos en Filipos, la escribió probablemente desde
la ciudad de Éfeso. La pequeña ciudad de Colosas distaba poco de
allí. Aunque Pablo no conocía muy íntimamente a los hermanos, sí
conocía muy bien a uno de los dirigentes de la congregación, cierto
Epafras. Está claro que Pablo le tenía mucho aprecio. Lo llama un
“consiervo amado” y, para los creyentes en Colosas, es “un fiel mi-
nistro de Cristo”.
172
29 DE MAYO
173
30 DE MAYO
Solo Jesús
... a fin de conocer el misterio de Dios el Padre,
y de Cristo, en quien están escondidos todos los
tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
COLOSENSES 2:2, 3
174
31 DE MAYO
Anulado
175
JU
1. Autopromoción. 179
NIO
4. Lenguas de fuego. 182
Autopromoción
Para Dios, ese tipo de devoción no tiene valor. Aunque las normas
siguen siendo necesarias para mantenernos en la senda de Jesús,
cualquier otra motivación nos puede llevar enseguida lejos de Él.
179
2 DE JUNIO
Recibiréis poder
180
3 DE JUNIO
181
4 DE JUNIO
Lenguas de fuego
182
5 DE JUNIO
No hay pentecostés
sin ciudadanos partos
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia,
en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia...
HECHOS 2:9
Lucas quiere decir: Cristo es el Señor del mundo entero. Por menos
no ha venido el Espíritu Santo. Aunque todos ellos eran judíos pia-
dosos, procedentes de esas naciones extrañas, tiene su relevancia
el hecho de que Lucas menciona todos aquellos nombres coinci-
diendo con la venida del Espíritu. En total son quince, que juntos
representan a todos los pueblos. Según la promesa de Dios hecha a
Abraham, son partícipes de la salvación en Cristo Jesús. En Pente-
costés, Dios muestra que le importan todos los pueblos. Los partos,
medos y elamitas, con su gran número de hijos, se agolpan hoy en
día también en nuestros barrios y mercados. Espero que no estemos
molestos con ellos. ¡No hay Pentecostés sin partos!
183
6 DE JUNIO
Es cuestión de días
184
7 DE JUNIO
El dolor de pentecostés
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel,
que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis,
Dios le ha hecho Señor y Cristo.
HECHOS 2:36
185
8 DE JUNIO
¿Es el crecimiento la
única característica?
Y el Señor añadía cada día a la iglesia
los que habían de ser salvos.
HECHOS 2:47
186
9 DE JUNIO
Orar, no morder
Es evidente que en las iglesias a las que Pablo escribe esta carta
no pasaban las mismas cosas que en Jerusalén, después de la venida
del Espíritu Santo. No se nos dice si los hermanos de Galacia si-
guen comiendo juntos. Pero sí que hay tantas riñas entre ellos, que
no están lejos de morderse y de comerse. Es una variante bastante
cínica de las comidas compartidas de la primera iglesia en Jerusa-
lén. Puede que reconozcamos la situación como algo que también
ocurre en nuestra iglesia o nuestra familia. ¿Qué es lo que podemos
hacer para remediarlo?
187
10 DE JUNIO
Amor
188
11 DE JUNIO
189
12 DE JUNIO
Como un abrigo
Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros
si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
COLOSENSES 3:13
190
13 DE JUNIO
Padres
191
14 DE JUNIO
Sabios
En nuestro país hay cada vez más gente que vive fuera. Me refiero
a vivir fuera de la iglesia de Cristo. Algunos todavía tienen alguna
noción de la fe; a veces arrastran una gran frustración. Esto se da
sobre todo entre los que tienen cincuenta o más años. Los jóvenes
no tienen ese problema, por lo general. Pero, ¿cómo podríamos ac-
tuar sabiamente en nuestra relación con ellos, sea en el colegio, en
el trabajo, o en nuestra propia familia? A menudo se trata de perso-
nas estupendas, pero no entienden nada de Dios. ¿Hay que adoptar
una postura muy de principios, para que sepan bien qué es lo que
uno cree? Eso podría provocar un rechazo muy fuerte. Entonces,
¿es mejor tener una actitud abierta e indulgente? Pero esto a su vez
puede dar la impresión de ser débil. ¿Cómo ser sabio? Pablo nos
habla sobre todo de nuestro comportamiento.
192
15 DE JUNIO
No te dejes distraer
193
16 DE JUNIO
Isaac
194
17 DE JUNIO
Ser un ejemplo
en lugar de adorar
Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza;
mas Rebeca amaba a Jacob.
GÉNESIS 25:28
Cuando se tienen varios hijos muy distintos entre sí, para los
padres es difícil a veces aplicar las mismas normas para todos. Jacob
creció y llegó a ser un chico muy correcto. La Biblia Reina Valera
lo describe como un muchacho muy hogareño, pero el significado
es más bien “decente y sociable”, o sea como alguien al que pronto
harían diácono en una iglesia. Esaú, por el contrario, es comple-
tamente diferente. Si por él fuera, iría a cazar todos los días. Un
tipo bastante rebelde y poco sociable. Eso se nota en la manera en
que desprecia su primogenitura a cambio de un plato de guisado.
No, Esaú nunca llegaría a ser diácono. Y, sin embargo, era el hijo
preferido de Isaac. Es sorprendente, ya que aquella vida de caza y
violencia no se parece en nada a la de Abraham. E Isaac mismo es
muy diferente también: tranquilo y reposado, orando por su fami-
lia. Pero a veces ese tipo de persona puede sentir una gran inquie-
tud en su interior. A Isaac, aquella vida indisciplinada le parecía
bonita y, además, le entusiasmaba la carne de caza guisada. Rebeca
era muy diferente. Su orgullo era Jacob, el hijo decente. Pero, ¿a qué
se llama decente? ¿Lo era de verdad?
195
18 DE JUNIO
Tratado o pacto
Para Isaac, la vida no era fácil. Igual que su padre Abraham, sufre
un tiempo de hambruna. En los alrededores del pozo de “el Vivien-
te que me ve”, ya no queda ni una brizna de hierba. ¿Adónde puede
ir con sus ovejas? En su día, Abraham se fue casi enseguida a Egipto
y, por lo tanto, Isaac se dirige también hacia allá. En el camino,
sin embargo, pasa por la tierra de Gerar, posteriormente la región
de los Filisteos. Con el rey de Gerar –Abimelec–, Abraham había
firmado en su día un tratado de amistad. ¿Incluiría ese tratado tam-
bién a Isaac? ¿Qué va a hacer? ¿Quedarse en Gerar, o apostar sobre
seguro y seguir su camino a Egipto?
196
19 DE JUNIO
Un abrazo
¿Y por qué? ¿Porque los niños pequeños son tan enternecedores? No,
no es por eso. También esos chiquititos están bajo el mismo juicio que
nosotros, y está claro que los que son más grandes tampoco son unos
angelitos, incluso son peores. Al fin y al cabo, son hijos nuestros. Sin
embargo, Jesús se enfada mucho con los adultos que quieren impedir
que los niños se acerquen a él. Precisamente, para recibir la gracia,
uno tiene que ser como un niño. La compasión es como un cálido
abrazo de Dios. En sus brazos nos sabemos seguros para siempre, jun-
to con nuestros hijos. ¡“En su brazo llevará los corderos” (Isaías 40:11)!
Para los que hayan sufrido la pérdida de un hijo, esto significa un enor-
me consuelo. A esos pequeños, Jesús los guarda en su mano y no los
deja caer, y a sus padres tampoco. ¡Esa es la verdadera gracia de Dios!
197
20 DE JUNIO
No mintáis
198
21 DE JUNIO
Por cada nuevo pozo que abre Isaac, surgen nuevas peleas. Pero Isaac
no se rinde. Por fin abre un nuevo pozo que no causa ningún altercado.
Espontáneamente, da gracias a Dios y dice: “Ahora también a nosotros
el Señor nos ha dado un lugar espacioso”. Esto es muy significativo.
199
22 DE JUNIO
Es algo que pasa a veces: gente que antes te ignora –porque eres
diferente e intentas vivir como un hijo de Dios–, luego, de repente,
viene a pedirte algún favor. Así le pasa a Isaac.
200
23 DE JUNIO
Bendición o maldición
Déjame a mí –le dice Rebeca–. Tu maldición sea sobre mí. Pero así
no funciona. La bendición o la maldición no se dejan manipular
por los seres humanoss. Rebeca se arriesga demasiado con su juga-
da, porque, después, Jacob tiene que huir y la maldición cae sobre
él en toda su fuerza. Es amenazado por su hermano que está furioso
y, durante toda su vida, la vergüenza de haber engañado de aquella
manera a su padre ciego, pesará sobre su conciencia.
201
24 DE JUNIO
Por fin llega el momento. Jacob se inclina bajo las manos del
ciego Isaac, que le bendice. Sigue siendo emocionante hasta el fi-
nal. Rebeca ha preparado todo con mucha astucia y Jacob no se
queda atrás, con su comentario de que ¡el Señor, tu Dios, me ha
ayudado mucho en la caza! Pero, aunque Isaac está ciego, no tiene
ni un pelo de tonto. Y él no se esperaba un comentario tan piadoso
viniendo de Esaú. Pero después de usar todos sus ‘trucos’ de hom-
bre ciego para convencerse, le pone finalmente las manos sobre la
cabeza de Jacob. E inspirado por el olor del campo de la ropa que
llevaba Jacob, dice: “Mira, el olor de mi hijo, como el olor del cam-
po que Jehová ha bendecido; Dios pues, te dé del rocío del cielo,
y de las grosuras de la tierra.” Y sigue: “Se inclinen ante ti los hijos
de tu madre.”
202
25 DE JUNIO
También a mí
Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más
que una sola bendición, padre mío? Bendíceme
también a mí, padre mío.
GÉNESIS 27:38
203
26 DE JUNIO
Algunos días
Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz;
levántate y huye a casa de Labán mi hermano
en Harán, y mora con él algunos días.
GÉNESIS 27:43, 44
Iban a ser muchos años, en los que Jacob nunca recibió noticias
de su madre. Así Jacob, que siempre se comportaba tan correcta-
mente, cae víctima del afán de su madre de querer arreglarlo todo.
Los padres no deben arreglar nada, sino orar y esperar. ¡La fe sabe
esperar!
204
27 DE JUNIO
La bendición de Abraham
Y ¿qué se supone que es eso? Dios hizo un pacto con Abraham: ¡Yo
seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo! Eso viene a decir tan-
to como que dondequiera que estés, Dios te dice: ¡Estoy contigo!
Me perteneces, eres mío. Quizá no signifique tener mucho éxito
o un buen empleo. Pero siempre significa que Dios, en su gracia,
te acompaña y te guía. Esaú no entiende nada de eso. Cree que to-
mando por esposa a una mujer de la familia, pueda conseguir aún
la bendición de su padre. ¡Qué ignorante!
205
28 DE JUNIO
Una suerte
Alejándose cada vez más de la tienda de sus padres, sin duda ten-
dría la sensación de que también dejaba atrás al Dios de sus padres.
En situaciones así, suele producirse un desarraigo total. Muerto de
cansancio, al final del día, Jacob se acuesta en algún lugar bajo el
cielo raso. Parece que se queda dormido casi enseguida. En su sue-
ño ve una escalera que llega hasta el cielo. Ángeles van subiendo y
bajando por esa escalera. El sueño se vuelve todavía más emocio-
nante, ya que, desde lo alto de la escalera, se presenta el Dios de
Abraham y de Isaac con esta promesa, tan llena de consuelo: Jacob,
he aquí, ¡yo estoy contigo, por dondequiera que fueres! Jacob se sor-
prende. No se había atrevido a contar con esto. No escucha ningún
reproche, sólo: He aquí, ¡yo estoy contigo! Esto se convertirá en la
gran bendición de toda su vida. Se despierta de golpe. La piedra que
le sirvió de cabecera, la convierte en un monumento. Balbuceando,
hace una promesa. Es increíble, la compasión tan grande que Dios
le muestra. ¡Grande es tu fidelidad, oh Señor!
206
29 DE JUNIO
207
30 DE JUNIO
¡Por qué me has hecho esto!, le grita a Labán. Bien –dice Labán
simplemente–, nosotros no tenemos por costumbre que la menor
vaya primero, antes que la mayor...
208
1. Amor a los poco agraciados. 213
JU
2. Ni voz ni voto. 214
LIO
5. Recurrir a Dios. 217
213
2 DE JULIO
Ni voz ni voto
Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió
Lea a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad
te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo.
GÉNESIS 30:16
214
3 DE JULIO
La bendición autogestionada
215
4 DE JULIO
LEER: SALMO 23
216
5 DE JULIO
Recurrir a Dios
217
6 DE JULIO
218
7 DE JULIO
219
8 DE JULIO
Dios es testigo
220
9 DE JULIO
Enséñame, oh pobre de mí
Hay cosas que nunca desaparecen, sino que están siempre ahí,
como unos arañazos profundos que son imposibles de quitar, o
como una culpa oscura que no se despega de los recovecos de nues-
tra alma. Cuando Jacob se acerca a la tierra de Canaán, de repente
le viene Esaú a la mente. ¿Qué le va a decir Esaú? Tan hábil como
siempre, Jacob manda primero a unos mensajeros delante de sí.
Ellos tienen que contarle a Esaú que “tu siervo Jacob está de ca-
mino”, con mucho énfasis en la palabra siervo. Pero Esaú no hace
ningún gesto conciliador. “Ya se ha puesto en marcha con cuatro-
cientos hombres”, así le informan a Jacob, que se lleva un susto tre-
mendo. Tendré que luchar –piensa–, y dividir a toda mi gente en
dos grupos. Puede que uno de los dos logre escapar.
Pero entonces, atenazado por puro miedo, solo puede orar: “¡Oh
Dios, oh Señor, socorro!” Y con mucha emoción y precisión dice:
“Oh Dios, líbrame de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú.
Tengo tanto miedo de que venga y destruya mi vida completamen-
te...” Más que una oración, es un grito.
Se puede hablar noches enteras sobre cómo orar. También hay no-
ches en que ya no se habla, sino que solamente se ora, desde la
angustia del alma: “Enséñame, oh pobre de mí, cómo he de orar.”
Guardemos silencio, pues Dios oye.
221
10 DE JULIO
222
11 DE JULIO
Esperar a Dios
¿Se dejaría ablandar Esaú con unas cuantas cabras y asnas, va-
cas y camellas? Jacob no se fía del todo. En medio de la noche se
levanta, despierta a sus mujeres con sus esclavas e hijos y los lleva
a un lugar donde pueden cruzar al otro lado del río Jaboc. Parece
que teme que Esaú le vaya a atacar cuando cruce el Jaboc al día
siguiente. Si fuera así, una vez atrapado entre las orillas escarpadas
no podría escapar a ningún lado, desde luego.
223
12 DE JULIO
224
13 DE JULIO
“Déjame ir”, dice entonces el ángel de Dios. Pero Jacob sigue afe-
rrándose a él. De lo más profundo de su corazón, le dice: “No te
dejaré, si no me bendices.” Esa es una oración muy sorprendente.
Sobre todo después de haber engañado a su padre, su hermano y su
suegro para conseguir las mayores bendiciones. Ahora se da cuenta
de que solo Dios puede bendecirle. Y que, solo entonces, uno es
verdaderamente bendito.
225
14 DE JULIO
Un nombre nuevo
Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre?
Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá
más tu nombre Jacob, sino Israel...
GÉNESIS 32:27-28A
“No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel,” le dice Dios. Literal-
mente, ese nombre significa: Dios lucha. Dios y lucha van unidos.
No se puede servir a Dios nunca de manera cómoda. Siempre im-
plica tener que luchar mucho con Dios y con personas que nos lo
ponen difícil, y sobre todo con nuestro propio corazón rebelde. Así,
el nombre de Israel nos recuerda la lucha de Jacob. Aunque Dios
tuvo que tumbarlo bruscamente, pues para Él es más precioso el
que lucha que el que huye. Eso se ve con Job y con Pablo. Y sobre
todo con Jesús.
226
15 DE JULIO
“Déjame ir”, dice entonces el ángel de Dios. Pero Jacob sigue afe-
rrándose a él. De lo más profundo de su corazón, le dice: “No te
dejaré, si no me bendices.” Esa es una oración muy sorprendente.
Sobre todo después de haber engañado a su padre, su hermano y su
suegro para conseguir las mayores bendiciones. Ahora se da cuenta
de que solo Dios puede bendecirle. Y que, solo entonces, uno es
verdaderamente bendito.
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16 DE JULIO
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17 DE JULIO
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18 DE JULIO
El Dios de Jacob
230
19 DE JULIO
231
20 DE JULIO
232
21 DE JULIO
Betel o Belén
Juzgando por cómo suena, parece esto un texto del Evangelio na-
videño. Sobre José, que también subió a Belén. Pero hasta que eso
suceda, queda todavía mucho tiempo. Con José se refiere a las tri-
bus del norte. Después de Judá y Benjamín, ahora son ellas las que
entran en acción para conquistar las tierras donde vivir. Todas y
cada una de las tribus se sirven del método de la limpieza étnica. En
la ciudad de Betel se comete incluso un genocidio, tras la traición
de uno de los habitantes. ¿Le coaccionaron para que traicionara a
su ciudad? Llama la atención que no se hace amigo de las tribus de
José. Las deja tan pronto como puede, para ir a vivir a la tierra de los
heteos, y allí funda algo así como la Nueva Betel.
Las otras tribus no tienen tanto ‘éxito’ en sus batallas. Aunque lo-
gran someter a la población autóctona, no son capaces de expulsar-
los. Pese a que de esta manera no cumplen la voluntad expresa de
Dios, podría ser que precisamente por eso siguen la voluntad más
profunda y misericordiosa de Dios, por lo que estarían más bien
de camino a Belén y al Dios de Belén. También José fue, no contra
Betel, sino a Belén (Lucas 2:4). Para nosotros ésta tiene que ser
también la dirección a seguir, pues Jesús es el Salvador del mundo.
¡Toda nación le adorará!
233
22 DE JULIO
Boquim significa: “lugar del llanto”. ¿Por qué lloran tanto, esos
israelitas? Porque se han quedado impresionados por las palabras
de un ángel, que aparece como orador principal de la asamblea
nacional en la que todos juntos evalúan la situación en la tierra
prometida. En realidad están bastante satisfechos con el resultado
alcanzado. Pero el ángel les hace saber que deben apartarse más
claramente de los habitantes de la tierra, derribar sus altares y no
hacer pactos con ellos. En suma: que mantengan distancia e im-
pidan como puedan ese culto pagano. Porque si los israelitas deja-
ran de perfilarse como pueblo de Dios y, con ello, como gente que
vive de manera diferente, entonces, en el futuro, tendrían muchos
problemas y no podrían contar con el apoyo de Dios.
234
23 DE JULIO
Ser liberados por Dios es una cosa, pero la práctica de vivir cada
día delante del rostro de Dios, esa es otra cosa bien distinta. Las
tribus de Israel en la tierra prometida lo encontraron muy difícil.
Según el autor de este libro de Jueces, se alternan los buenos tiem-
pos con los malos de la siguiente manera:
Los buenos tiempos son, para todos los seres humanos, casi siempre
como trampas. Se suele aprender mucho más de los malos tiempos,
ya que enseguida uno se da cuenta de sus límites y posibilidades. Y
sí, eso es lo que Dios quiere. Es humillante que las cosas funcionen
de este modo, también para nosotros. Solo cuando uno acaba en un
hospital, comienza por fin a gemir y clamar. A veces, efectivamen-
te, hasta quedarse ronco.
LEER: JUECES 2:10-23
235
24 DE JULIO
¿Estás disponible?
236
25 DE JULIO
Zurdo
237
26 DE JULIO
238
27 DE JULIO
Al fin y al cabo,
es solo un hombre
Barac le respondió: Si tú vas conmigo,
yo iré; pero si no vas conmigo, no iré.
JUECES 4:8
¿Por qué insiste Barac en que Débora vaya con él? Eso no da la
impresión de que sea alguien fuerte. Este hombre ya no es un niño,
¿no? Claro que no. Pero el enemigo, contra el que ha de luchar Ba-
rac, tiene nada menos que novecientos carros herrados. Barac se da
cuenta de que él no va a poder hacer nada, a no ser que Dios mismo
se ponga al frente de su ejército. Solo entonces está dispuesto a en-
trar en el campo de la batalla. Por eso quiere que Débora le acom-
pañe, porque la conoce como una profetisa de Dios, que siempre
intuye perfectamente lo que es la voluntad de Dios. Pues por eso le
habían dado a Débora la posición de juez en el norte de Israel.
239
28 DE JULIO
240
29 DE JULIO
Madre en Israel
Las aldeas quedaron abandonadas en Israel,
habían decaído, hasta que yo Débora me levanté,
me levanté como madre en Israel.
JUECES 5:7
241
30 DE JULIO
Deliberar
242
31 DE JULIO
243
AGO
1. Vivamos confiando en lo que Dios dice. 247
2. El menor. 248
STO
4. Una señal de Dios. 250
8. Venganza. 254
Vivamos confiando
en lo que Dios dice
Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está
con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?
JUECES 6:13
247
2 DE AGOSTO
El menor
248
3 DE AGOSTO
Jóvenes inspiradores
249
4 DE AGOSTO
250
5 DE AGOSTO
251
6 DE AGOSTO
Y la tienda cayó
He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada
que rodaba hasta el campamento de Madián,
y llegó a la tienda... y la tienda cayó.
JUECES 7:13
252
7 DE AGOSTO
Vamos al rebusco
253
8 DE AGOSTO
Venganza
254
9 DE AGOSTO
Cuidémonos de la egolatría
255
10 DE AGOSTO
El hombre-zarza
256
11 DE AGOSTO
Un mal espíritu
Después que Abimelec hubo dominado sobre
Israel tres años, envió Dios un mal espíritu
entre Abimelec y los hombres de Siquem...
JUECES 9:22, 23
¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Es una historia muy larga, con mu-
chas intrigas de Zebul, el gobernador puesto por Abimelec, y cierto
Gaal, que en un momento dado comienza una campaña con sus
seguidores: una vez que él esté en el poder, todo cambiará. Pero Ze-
bul no es un ingenuo, y le juega una mala pasada. El hombre queda
eliminado. Como se ha dicho, es una historia larga, pero, detrás del
relato, el autor bíblico ve sobre todo la mano de Dios. Dios envió un
mal espíritu –dice simplemente– y ellos se ofuscaron. Dios tenía
allí unas cuentas pendientes para saldar. Y así acabó la ciudad como
un escenario del Mar Muerto. En los Salmos se dice, breve y claro:
“Muchos dolores habrá para el impío”, (Salmo 32:10). No hace falta
añadir ni una palabra más.
257
12 DE AGOSTO
Retribución
258
13 DE AGOSTO
Devoción
Pero, por muy breve que sea la mención que hace el autor bíblico de
ellos... Tola era un libertador, se nos dice. En medio del caos que siguió
a la muerte de Abimelec, se levantó él, un hombre sencillo de Isacar.
Libró a Israel de la amenaza de sus enemigos. También Jair era un juez.
259
14 DE AGOSTO
Dieciocho años
Solo hay una salida: mostrarle a Dios con hechos que, en la miseria
de nuestra vida, Él es el único en quien esperamos. Hacérselo ver,
como lo hace este pueblo. Ellos se deshacen de todos los dioses aje-
nos. Se produce una especie de reforma integral de su corazón, su
casa, su vida. Es evidente que hay que entender la conversión como
algo que se pone en práctica. Y mira, Dios lo siente en su corazón.
Ya no se quedará de brazos cruzados. Se nos dice, incluso, que “fue
angustiado” a causa de ellos. No soporta ver su aflicción por más
tiempo. En aquel momento, la ayuda no se hace esperar. Por lo tan-
to, entrégate a Él y acomete una reforma en profundidad de tu vida.
No hace falta que pasen dieciocho años antes de comenzar.
260
15 DE AGOSTO
Prejuicio
261
16 DE AGOSTO
Mejor llegar a un
acuerdo que luchar
Solo cuando se haya intentado todo, se puede contar con que Dios
acuda en defensa de uno. Como un Escudo que protege y un Reden-
tor que va a la cabeza, trayendo libertad.
262
17 DE AGOSTO
A veces, ¡podemos tener tanto miedo! Por uno de los hijos, o por
nosotros mismos cuando tengamos que pasar por el quirófano, por
ejemplo. Tanto miedo, que hacemos realmente cualquier promesa
a Dios. Pero Dios no quiere que le hagamos promesas que perju-
dican a otros o a uno mismo. Y tampoco le agrada que intentemos
torcerle el brazo. Es mejor confiar en Él, y prometerle cosas con las
que alabamos a Dios.
263
18 DE AGOSTO
Shibolet
LEER: JUECES 12
264
19 DE AGOSTO
Aire
265
20 DE AGOSTO
Saber y sufrir
266
21 DE AGOSTO
¡Disfruta o revienta!
Miré yo luego todas las obras que habían hecho
mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas;
y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu...
ECLESIASTÉS 2:11
267
22 DE AGOSTO
Perciban
268
23 DE AGOSTO
269
24 DE AGOSTO
Igual no es lo mismo
Parece razonable. Pero, ¿es verdad que los hombres son iguales
a los animales? A veces sí, desgraciadamente. La gente se puede
comportar como bestias. E igual que los animales, los hombres no
somos más que criaturas hechas por Dios. Eso sí, somos creados
a su propia imagen –no así los animales– y, por lo tanto, nuestro
corazón está inquieto, hasta que descanse en Dios. Sus manos de
amor no nos soltarán jamás, tampoco en medio de la muerte. Jesús
es nuestra garantía. Él es la vida.
270
25 DE AGOSTO
Nuestra motivación
He visto asimismo que todo trabajo y toda
excelencia de obras despierta la envidia
del hombre contra su prójimo.
ECLESIASTÉS 4:4
271
26 DE AGOSTO
¿Han visto alguna vez cómo se hace una cuerda? Para trenzarla,
se necesitan por lo menos tres hilos, pues con dos se deshace fácil-
mente. Sólo el tercero da fuerza al conjunto.
Y luego nos sorprende diciendo: ¡Pero mejores aún son tres! ¿En
qué estará pensando? El Predicador está pensando en Dios, que,
como el tercero, refuerza la unión entre dos personas a veces muy
distintas. Dos amigos, dos amigas, dos hermanas, dos compañeros
de viaje. Y sobre todo un hombre o una mujer con quien compartir
tu vida. Dios no quiere que una persona vaya sola por el camino
de la vida. En nuestra cultura esa es una opción a elegir, pero no
es recomendable. No, mejores son dos que uno. Y mejores aún son
tres. “Sin mí nada podéis hacer”, dice Jesús más tarde. Y así, dos
personas muy diferentes se convierten en una sola.
272
27 DE AGOSTO
La tentación de la popularidad
Vi a todos los que viven debajo del sol caminando
con el muchacho sucesor... sin embargo, los que
vengan después tampoco estarán contentos de él.
ECLESIASTÉS 4:15, 16
273
28 DE AGOSTO
Guarda tu pie
274
29 DE AGOSTO
Un ministro de agricultura
275
30 DE AGOSTO
Alabar, no preocuparse
No hay nada mejor que disfrutar de una buena comida cada día,
dice el Predicador. No es que él sea un hedonista, que solo vive para
el placer. ¡De ningún modo! Pues todos los días –y el hombre no
dispone de muchos días–, la vida consiste en afanarse. Esta es, sen-
cillamente, la parte que nos toca, siendo hombres y mujeres en este
mundo. Sobre esto habla con una gran sensatez. ¡Pero precisamen-
te por eso disfruta cada día tanto de un pedazo de pan recién hecho
y una copa de buen vino! Esas son las primeras y no las menos im-
portantes dádivas de la creación de Dios. Le proporcionan alegría
y, durante un tiempo, la brevedad de la vida deja de preocuparle.
¡Qué cosa más triste! –dice el Predicador–, que alguien tenga dine-
ro a espuertas, pero que nunca esté satisfecho por completo. Nunca
piensa que tiene suficiente. ¿Acaso no es triste?
LEER: ECLESIASTÉS 5:10-20
276
31 DE AGOSTO
Descanse en paz
LEER: ECLESIASTÉS 6
277
1. La tristeza une. 281
SEP
2. No intentes ser más sabio que Dios. 282
TIE
5. Imaginación. 285
7. La casualidad. 287
MB
8. Un sabio consejo de un hombre pobre. 288
RE
11. Alguien nos oye. 291
La tristeza une
Cuando escuchamos esto por primera vez, nos puede extrañar, pero
hay una gran verdad en ello. En torno a la muerte de un ser querido,
nos relacionamos con los demás como nunca solemos hacer. Nues-
tro corazón es más sensible y abierto y las palabras más simples son
un bálsamo para el alma. “Jamás he pasado una tarde tan hermosa
–dice la gente a menudo, después del entierro de una madre muy
querida o un padre anciano–. Me he sentido tan intensamente feliz
y bendecido con todo lo que recibí en estos días. De parte de Dios y
de mis padres, hermanos y amigos que pensaron en mí.”
Compartir las penas nos hace bien al corazón. Así nos sentimos
más nosotros mismos y experimentamos más que nunca la cercanía
de Dios. Notamos vibrar el alma en nuestro interior, como en una
fiesta nos pasa muy raras veces.
281
2 DE SEPTIEMBRE
No hay nadie en la tierra que sea tan justo que no peque nunca y
que por eso pudiera pedirle cuentas a Dios. ¡Nadie! A no ser que
fuera Jesucristo. Igual a nosotros en todo, a veces también en el des-
concierto y el enfado. Sin embargo, no pecó, en ningún momento.
En la cruz exclamó –también por nosotros–: ¿Por qué? ¿Por qué
me has abandonado? Un grito al que Dios contestó levantando a
Jesús de entre los muertos. Esta respuesta nos tiene que bastar tam-
bién a nosotros.
282
3 DE SEPTIEMBRE
Ser humano
283
4 DE SEPTIEMBRE
Hay por lo menos cuatro razones para explicar esto. En primer lu-
gar, tampoco él tiene poder sobre el viento, lo cual debería hacerle
recordar incluso a un tirano que existe un poder más alto. ¿O quie-
re decir el Predicador que no tiene poder sobre el aliento de vida?
Esta es la siguiente razón: nadie puede aplazar el día de su muerte,
él tampoco. Y en tercer lugar: tampoco puede escabullirse del cam-
po de batalla que es la vida; antes o después, la muerte le alcanzará.
Y en cuarto y último lugar: el mal no le va a poder librar.
284
5 DE SEPTIEMBRE
Imaginación
... el hombre no puede alcanzar la obra que debajo
el sol se hace; [...] aunque diga el sabio que la conoce,
no por eso podrá alcanzarla.
ECLESIASTÉS 8:17
Tampoco los sabios deben creer que tienen respuesta para todo.
Ese tipo de personas se hace oír a menudo en el mundo contem-
poráneo de las ciencias. Hay quien opina que la vida ya no tiene
ningún verdadero misterio. Pero, según el Predicador, aquel sabio
se sobreestima. Afirma más de lo que puede justificar.
285
6 DE SEPTIEMBRE
No te olvides de vivir
286
7 DE SEPTIEMBRE
La casualidad
Por eso, muchas cosas salen diferentes a lo que uno podría esperar.
No siempre ganan los más rápidos, los más fuertes o los más listos.
A veces las cosas acaban de una manera muy distinta a lo esperado.
¿No estaba todo bien estudiado y planeado? Pero, de repente, se
produce una caída enorme en la Bolsa y se derrumban los precios
del sector inmobiliario. Sin que uno esté preparado, la desgracia le
golpea con fuerza y le deja tirado en medio de los problemas. Como
un banco de peces cercados por una red, o un pájaro atrapado en la
trampa. El hombre tampoco conoce el momento en que la vida se
le cae más bien encima, en vez de caerle en suerte.
287
8 DE SEPTIEMBRE
Un sabio consejo de
un hombre pobre
288
9 DE SEPTIEMBRE
289
10 DE SEPTIEMBRE
Palabrería
Las palabras del sabio son muy diferentes. ¡Cómo le animan a uno!
A veces no es más que un solo comentario, por ejemplo, de una ma-
dre anciana. Una palabra, que se te queda grabada en el alma, o que
te infunde valor en un momento difícil. Esas palabras son como ob-
jetos de valor que uno guarda con mimo toda su vida y, cuando se dé
la ocasión, las pasa a otro. No como un viejo necio que parlotea sin
parar, sino como alguien que se ha vuelto sabio enseñado por Dios.
290
11 DE SEPTIEMBRE
291
12 DE SEPTIEMBRE
Atrévete a vivir
Sea lo que fuere, no andes todo el día dudando qué hacer, pues no
sabes lo que Dios estará haciendo. Lo mejor es tener confianza en
Dios e invertir generosamente en la vida. Incluso una apuesta que
durante mucho tiempo parecía no tener sentido, puede rendir be-
neficios inesperadamente. Esa es también una promesa alentadora
para los que trabajan en la iglesia. Podemos esperar mucho de parte
de Dios, ¡aunque a veces hay que aguardar mucho tiempo!
292
13 DE SEPTIEMBRE
Haz algo
Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra
la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte,
en el lugar en que cayere, allí quedará.
ECLESIASTÉS 11:3
293
14 DE SEPTIEMBRE
294
15 DE SEPTIEMBRE
Apetito
295
16 DE SEPTIEMBRE
Por lo tanto, sea lo que sea que relativices, no lo hagas con Dios y
su decreto. Al final, la sabiduría más profunda es: teme a Dios y
anda por el camino indicado por sus palabras, pues esto va por to-
dos. Literalmente dice: “esto es el todo del hombre”. Por medio del
conocimiento de Dios y el amor a su mandamiento, uno llega a su
destino más profundo, en el que se vuelve por fin verdadero hom-
bre. Así que busca la sabiduría con Dios y construye tu vida como
un sabio, sobre Jesús y sus palabras. Una vida así es sólida como una
roca. Aguantará grandes tormentas.
296
17 DE SEPTIEMBRE
De eso trata este libro de la Biblia. Nos muestra que al final tampo-
co David resultó ser el Mesías. Había que esperar a otro. ¡A Jesucris-
to! Él sufrió un rechazo mayor que Saúl, y fue exaltado a más alto
lugar que David.
297
18 DE SEPTIEMBRE
Un lamento
298
19 DE SEPTIEMBRE
299
20 DE SEPTIEMBRE
Un final amargo
Las historias que nos cuenta este libro son bastante violentas.
No sirven para alegrarnos. La guerra es una locura tremenda. Y
una guerra civil es peor aún, es demencial. La gente que antes eran
buenos vecinos, compañeros de trabajo o amigos, se mata entre sí.
Casi todos los días escuchamos noticias de ese tipo de conflictos en
nuestro mundo, en los que se repiten los mismos escenarios espan-
tosos. Solo cuando Abner se ve acorralado, propone poner fin a la
lucha entre hermanos. ¿Acaso era este su propósito desde el princi-
pio, cuando propuso, como si fuera un juego, un combate entre los
jóvenes para decidir el conflicto entre Is-boset y David?
300
21 DE SEPTIEMBRE
301
22 DE SEPTIEMBRE
Oportunista
Entonces envió Abner mensajeros a David
de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra?
Y que le dijesen: Haz pacto conmigo...
2 SAMUEL 3:12
302
23 DE SEPTIEMBRE
¿Es verdad que David no tiene nada que ver con ello? No está del
todo sin culpa. Sus lágrimas al lado del sepulcro de Abner son sin
duda sinceras. Pero las lágrimas no sirven de mucho, si luego no se
hace nada más. David necesita valor, para tratar con mano dura a
Joab. David necesita fe. Aquella fe con la que se enfrentó a Goliat,
hacía tiempo. Con esa fe no tendrá que tener miedo a nada ni a
nadie. Tampoco a Joab.
303
24 DE SEPTIEMBRE
Redención, no retribución
Y David respondió a Recab y a su hermano Baana,
hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová que
ha redimido mi alma de toda angustia...
2 SAMUEL 4:9
LEER: 2 SAMUEL 4
304
25 DE SEPTIEMBRE
Te amo, señor
305
26 DE SEPTIEMBRE
Tú
Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
SALMO 18:28
El que aprenda a decir “tú” cuando habla a Dios, también dirá con
franqueza “yo”. Yo creo; yo te amo; y al final del camino: ¡he guar-
dado los caminos del Señor! Porque tú encendiste mi lámpara. Se-
ñor, ¡te doy gracias!
306
27 DE SEPTIEMBRE
Esperen en Dios
Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca
hay fuera de nuestro Dios? Dios es el que me ciñe de poder,
y quien hace perfecto mi camino.
SALMO 18:31, 32
307
28 DE SEPTIEMBRE
¡Viva el rey!
Vinieron todas las tribus de Israel a David
en Hebrón y hablaron, diciendo: Henos aquí,
hueso tuyo y carne tuya somos.
2 SAMUEL 5:1
308
29 DE SEPTIEMBRE
Un dicho feo
Pero aún sabiendo de dónde viene, nos parece un dicho feo. Cojo,
ciego, mudo... ¡eso no se dice! ¿Ha querido David que así fuera? En
la ciudad de David todos son bienvenidos. Cuando Jesús limpia el
templo, más tarde, deja entrar precisamente a ciegos y cojos (Mateo
21:14). Ciegos, cojos y niños. Porque de ellos es el reino de los cielos.
309
30 DE SEPTIEMBRE
Esperar y escuchar
Y cuando oigas ruido como de marcha por las
copas de las balsameras, entonces te moverás;
porque Jehová saldrá delante de ti...
2 SAMUEL 5:24
310
1. Enfadado o temeroso. 315
OC
2. Bendición sobre la casa de un pagano. 316
4. No disponible. 318
TU
5. La casa de David, la casa de Dios. 319
6. Asombro. 320
BRE
7. Que venga tu reino. 321
Enfadado o temeroso
315
2 DE OCTUBRE
316
3 DE OCTUBRE
¡Mical nunca tuvo hijos! Su vida entera pasa, sin que le nazcan
hijos. Este comentario suena más o menos como un juicio de Dios.
¿Es Dios así, que nos castiga con no tener hijos por este tipo de ra-
zones –una discusión en que se dicen cosas muy feas–? ¡No es eso
lo que nos cuenta este pasaje!
317
4 DE OCTUBRE
No disponible
318
5 DE OCTUBRE
La casa de David,
la casa de Dios
Asimismo Jehová te hace
saber que él te hará casa.
2 SAMUEL 7:11B
No será David el que edifique una casa para Dios, ¡sino que es
Dios quien edificará una casa para David!
319
6 DE OCTUBRE
Asombro
Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa,
para que tú me hayas traído hasta aquí? Y aún
te ha parecido poco esto.
2 SAMUEL 7:18B, 19A
320
7 DE OCTUBRE
LEER: 2 SAMUEL 8
321
8 DE OCTUBRE
Mostrar fidelidad
LEER: 2 SAMUEL 9
322
9 DE OCTUBRE
¡Eso no se hace!
LEER: 2 SAMUEL 11
323
10 DE OCTUBRE
Sin rodeos
324
11 DE OCTUBRE
325
12 DE OCTUBRE
Enaltecerse
326
13 DE OCTUBRE
Amigos
327
14 DE OCTUBRE
Escudo
328
15 DE OCTUBRE
El dolor de un padre
Algunos hijos son una gran carga para sus padres. No hacen caso
a ningún consejo sensato. Eligen su propio camino, su propia vida
y sus propios amigos. Y su vida se convierte cada vez más en una
ruina. Hay amigos que aconsejan a los padres: olvídate de tu hijo,
solo abusa de ti. Pero estos siguen esperando y orando. Hasta que
ya no hay nada que hacer.
329
16 DE OCTUBRE
Y así ocurre que a los dos hijos de Rizpa –la concubina de Saúl– y los
cinco hijos de Merab –la hija mayor de Saúl– se les mata y ahorca.
Son abandonados como malditos, para que las fieras y rapaces los
coman. Pero Rizpa no se resigna. Ella monta guardia al pie de estas
siete cruces. Día y noche espanta a los animales salvajes y a las aves.
Su vigilancia es una lucha apasionada con Dios, por otro sacrificio
y otra justicia. Y Dios oye a Rizpa. y finalmente, comienza a llover.
Cuando se lo dicen a David, hace enterrar los cuerpos junto a los de
Saúl y Jonatán en el sepulcro de la familia de Saúl.
330
17 DE OCTUBRE
331
18 DE OCTUBRE
La añoranza no anima
a seguir adelante
¡Quién me diera a beber del agua del pozo
de Belén que está junto a la puerta!
2 SAMUEL 23:15
¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén!, dice David.
Esa misma noche, los tres oficiales se dirigen sigilosamente a Be-
lén. Allí luchan para llegar hasta el pozo, y después de otra camina-
ta de horas le ofrecen a David esa agua tan deseada. Pero David no
la quiere beber, esta agua de su añoranza y nostalgia. En realidad,
¡es la vida de sus tres hombres! David se ha despejado de golpe.
Derrama el agua para Dios. Añorar el pasado es algo muy humano,
pero hay que vivir con la promesa de Dios para hoy.
332
19 DE OCTUBRE
¿Cómo contamos?
333
20 DE OCTUBRE
Así termina este libro con un altar de Dios. Con un lugar donde
Dios se deja encontrar. En Jerusalén, donde Salomón, más adelan-
te, construirá el templo. Allí, el Señor quiere vivir en medio de su
pueblo. Allí donde David, en un momento decisivo, quiso entregar-
se por su pueblo, y donde Dios mostró su gracia.
No hay ninguna duda que en todo este episodio se revela algo más
de Jesucristo, el Hijo de David. De su sacrificio, su victoria y su ora-
ción. Él es el verdadero Mesías de Dios. El Pastor con corazón por
todas las ovejas. No importa quién seas.
334
21 DE OCTUBRE
335
22 DE OCTUBRE
Sí es sí
Con paciencia, Pablo entra al principio en todas las críticas. Pero lue-
go lo deja de repente y dice con mucho énfasis: ¡Por la fidelidad de
Dios! Sabéis que entre vosotros he predicado a Jesucristo, como el
gran Sí del amor de Dios. Y basáis vuestra fe en ese Sí de Dios. ¿Cómo
podéis pensar que cuando yo digo Sí, no lo digo de todo corazón?
336
23 DE OCTUBRE
337
24 DE OCTUBRE
Mucho lío
... así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.
Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo
en Cristo Jesús...
2 CORINTIOS 2:13
338
25 DE OCTUBRE
Sé un cristiano legible
LEER: 2 CORINTIOS 3
339
26 DE OCTUBRE
Vasos de barro
... estamos atribulados en todo, mas no angustiados;
en apuros, mas no desesperados; perseguidos,
mas no desamparados...
2 CORINTIOS 4:8, 9A
340
27 DE OCTUBRE
341
28 DE OCTUBRE
Reconciliación
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos
en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2 CORINTIOS 5:20
342
29 DE OCTUBRE
Una fe engañosa
El que habla con tanto entusiasmo sobre Dios y su fe, tiene una fe
muy atractiva. Una fe semejante tiene sin duda algo seductor. Se
intuye en ella algo que ofrece seguridad, amparo, un apoyo firme.
Y también esperanza y una visión de cómo hay que vivir. Algo muy
diferente a gran parte de la cháchara moderna y religiosa que, al
final, siempre le deja a uno abandonado a sus propias fuerzas. La fe
de Pablo es muy distinta. Quien se relaciona con él, notará ensegui-
da que lo que dice está profundamente arraigado, a saber, en Dios
y en la fidelidad de Dios. Pablo no engaña a nadie. Lo que quiere es
llevarnos a Jesús. ¡Conducirnos, no seducirnos!
343
30 DE OCTUBRE
LEER: 2 CORINTIOS 7
344
31 DE OCTUBRE
La gracia de Dios
345
1. Recaudar ofrendas es emocionante. 349
NO
2. Dar es agradecer. 350
VIE
5. Falsos apóstoles. 353
MB
8. Paz y amor. 353
RE
11. Manos santas. 359
Recaudar ofrendas
es emocionante
... procurando hacer las cosas honradamente, no sólo
delante del Señor sino también delante de los hombres.
2 CORINTIOS 8:21
349
2 DE NOVIEMBRE
Dar es agradecer
Pablo está muy convencido de que la colecta del dinero para Je-
rusalén dará un buen resultado. Tan bueno, que, espontáneamente,
da gracias a Dios por su don inefable. Concretamente pensaría en
aquel don sublime de Dios que es la venida de su Hijo, Jesucristo. Y
también la obra que Jesús y el Espíritu han iniciado. ¿O acaso no es
un don increíble de Dios el hecho de que en Grecia muchísima gen-
te llegara a conocer a Cristo? ¿Y que en una ciudad pagana como
era Corinto se hiciera una colecta para la congregación judía de
Jerusalén? ¿Y que por ambos lados se diera gracias a Dios?
Pero Pablo no cuenta solamente las monedas. ¡Para él, lo más im-
portante es la ofrenda en sí, como una señal poderosa de lo que
Dios les ha dado en Cristo Jesús! No encuentra palabras suficientes
para agradecer a Dios que todo esto tiene repercusiones hasta en el
monedero.
LEER: 2 CORINTIOS 9
350
3 DE NOVIEMBRE
La personalidad de Pablo
351
4 DE NOVIEMBRE
Sincera fidelidad
352
5 DE NOVIEMBRE
Falsos apóstoles
Por fin habla claro. Pablo dice que los hermanos que hablaban
de él con menosprecio y probablemente continúan haciéndolo, son
unos cínicos. Son falsos apóstoles, mentirosos, fraudulentos, que
pretenden ser apóstoles de Cristo, pero que en realidad son minis-
tros de Satanás.
¡Un lenguaje tan claro que todos lo pueden entender! Hasta este
momento, Pablo se contenía al escribir su carta, pero ahora ya no
tiene pelos en la lengua. ¡La cantidad de hermanos que había en
Corinto que se dejaron engañar por esos supuestos apóstoles y su
alto nivel espiritual! Se dejaron manipular completamente, se deja-
ron usar y estafar. ¡No me lo puedo creer –les dice Pablo–, acordaos
que yo mismo nunca he querido aceptar ni un céntimo de vosotros!
¿Cómo es que habéis llegado a ser tan tontos? Y luego le oímos de-
cir: ¡Satanás! ¡Claro, es él quien está detrás de todo ello! ¡Porque se
disfraza a menudo como ángel de luz!
Eso es muy fuerte. Nos puede parecer exagerado. ¿Cómo puede es-
tar tan seguro Pablo, de que son falsos apóstoles? Pues, no es tan
difícil: un verdadero apóstol, como Pablo, nos lleva a Jesús, y un
falso apóstol utiliza a Jesús para atarnos a sí mismo.
353
6 DE NOVIEMBRE
354
7 DE NOVIEMBRE
355
8 DE NOVIEMBRE
Paz y amor
Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos,
consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz;
y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.
2 CORINTIOS 13:11
LEER: 2 CORINTIOS 13
356
9 DE NOVIEMBRE
Quédate en tu puesto
Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui
a Macedonia, para que mandases a algunos que no
enseñen diferente doctrina, [...] así te encargo ahora.
1 TIMOTEO 1:3, 4
Está muy bien que Pablo se exprese tan directamente. Alguna gen-
te, con sus charlas fascinantes sobre la religión, le puede confundir
a uno completamente. No te dejes aturdir –dice Pablo–, los manda-
mientos de Dios son suficientemente claros. Quédate en tu puesto.
357
10 DE NOVIEMBRE
Fe y buena conciencia
Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo,
para que [...] milites la buena milicia, manteniendo
la fe y buena conciencia.
1 TIMOTEO 1:18
358
11 DE NOVIEMBRE
Manos santas
359
12 DE NOVIEMBRE
360
13 DE NOVIEMBRE
Te necesitan en casa
¿Está buscando Pablo gente perfecta? Nos puede dar esa impre-
sión cuando hace para Timoteo un bosquejo del perfil de los “obis-
pos” de la iglesia. Con ello tiene en mente a las personas destacadas
que dirigen la congregación y a las que más tarde se suele llamar
ancianos. Según él, deben cumplir con toda una serie de cualifica-
ciones. Pero, leyendo con atención, uno se da cuenta de que apenas
exige cosas extraordinarias. Lo que sí pide, es un modo de vida que
cabe esperar de cualquier cristiano. No se trata nunca de gente per-
fecta, sino de personas que viven su vida dedicadas a Dios y a los
demás, y no a la bebida o a ganar dinero, llevadas por sus impulsos.
Menos mal que Pablo no entra en detalles. Pero hay que tomarse
en serio su observación. Aquel cuya familia o cuyo matrimonio esté
en desorden, sea cual sea la razón, no es apto en ese momento para
dirigir. Es evidente que en casa le necesitan mucho más. De mo-
mento, allí le espera una tarea para hacer.
361
14 DE NOVIEMBRE
362
15 DE NOVIEMBRE
LEER: 1 TIMOTEO 4
363
16 DE NOVIEMBRE
Título honorífico
364
17 DE NOVIEMBRE
Si fuera solo eso, ya estaría muy bien. Pero, debido a que normal-
mente ocupan una posición destacada y tienen que dar la cara, son
extremadamente vulnerables, por lo que no hay que reaccionar
inmediatamente a cada comentario crítico. Pero cuando sea ne-
cesario, hay que reprenderlos públicamente. Esto va también por
partida doble, entonces. Y que no se les imponga las manos con
demasiada ligereza; primero, hay que conocerlos bien.
365
18 DE NOVIEMBRE
Hermanos
Puede que nos sentimos muy decepcionados con él, porque deja
intacta la institución de la esclavitud. Dicho sea de paso que lo hace
pensando en una posible mala prensa para el Evangelio. En cuanto
a esto, Pablo es totalmente hijo de su tiempo. Pero pone el hacha al
pie del árbol con la observación de que esclavos y amos son herma-
nos. El que asimile bien esto, solo puede llegar a una única conclu-
sión. Desafortunadamente hemos tardado siglos en sacar esa con-
clusión y abolir la esclavitud. Como iglesia cristiana, no nos queda
otra que avergonzarnos profundamente.
366
19 DE NOVIEMBRE
La buena batalla
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna,
a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena
profesión delante de muchos testigos.
1 TIMOTEO 6:12
A veces supone toda una lucha para llegar a creer. Es una lucha
con uno mismo, con los pecados y con Dios. Hay que abandonar
todo control y eso produce una fuerte resistencia en nuestro inte-
rior. Dios, en su gracia, nos guía a través de esa lucha. Pero luego
no se produce solamente una calma, hay una nueva inquietud en
nuestra sangre que nos lleva a la lucha de la fe. Esa es una buena
batalla, le dice Pablo a Timoteo.
367
20 DE NOVIEMBRE
¡Oh, oh!
368
21 DE NOVIEMBRE
No te avergüences
369
22 DE NOVIEMBRE
No estás solo
370
23 DE NOVIEMBRE
Pásalo
Lo que has oído de mí ante muchos testigos,
esto encarga a hombres fieles que sean idóneos
para enseñar también a otros.
2 TIMOTEO 2:2
371
24 DE NOVIEMBRE
Probado y útil
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la palabra de la verdad.
2 TIMOTEO 2:15
372
25 DE NOVIEMBRE
Tiempos peligrosos
373
26 DE NOVIEMBRE
Llegado a la meta
374
27 DE NOVIEMBRE
Es curioso como uno siente al final de su vida tanto apego por cier-
tos objetos. Pero quizás se refiere a su colección de cartas. Quizás
le puedan ser útiles en el proceso judicial. ¿O acaso quiere entregar
personalmente estas cosas a Timoteo? Sea como sea, “ven lo antes
posible.” A Pablo no le agrada la idea de quedarse solo. Eso es muy
humano. También Jesús pidió encarecidamente a sus discípulos:
“¡Quedaos aquí y velad conmigo!” Pero todos ellos se durmieron.
Entonces, Jesús fue solo por ese camino, para que nosotros nunca
tengamos que recorrerlo solos, sino que tengamos en alguien como
Timoteo a Jesús mismo muy cerca de nosotros. Por tanto, no hagas
esperar nunca a nadie en su último viaje.
375
28 DE NOVIEMBRE
Una fe sana
LEER: TITO 1
376
29 DE NOVIEMBRE
LEER: TITO 2
377
30 DE NOVIEMBRE
LEER: TITO 3
378
1. Él mismo viene. 383
DI
2. Todo cambiará. 384
CIE
5. Un caballo blanco. 387
MB
8. Jerusalén, ciudad de Dios. 390
RE
11. Ese es mi pueblo. 393
Él mismo viene
Entonces acamparé alrededor de mi casa
como un guarda, para que ninguno vaya ni venga, ...
porque ahora miraré con mis ojos.
ZACARÍAS 9:8
383
2 DE DICIEMBRE
Todo cambiará
384
3 DE DICIEMBRE
385
4 DE DICIEMBRE
386
5 DE DICIEMBRE
Un caballo blanco
387
6 DE DICIEMBRE
Ovejas de matadero
Tomé luego mi cayado Gracia,
y lo quebré, para romper mi pacto
que concerté con todos los pueblos.
ZACARÍAS 11:10
¿Es eso lo que Dios está haciendo con Israel, y con los pueblos de
esta Tierra? ¿Se ha cansado Dios de su pueblo, y también tira la
toalla? En su sueño, el profeta tiene que tomar primero dos caya-
dos, llamados Gracia y Ataduras. El primero se refiere al amor y la
gracia con la que Dios, como un pastor, quiere seguir apacentando
a su pueblo. El segundo cayado se refiere a la intención de Dios de
reunir a todas las ovejas en un solo rebaño. Pero, al poco tiempo, en
su sueño, el profeta rompe en pedazos el cayado Gracia. No tiene
ningún sentido invertir más en las ovejas.
388
7 DE DICIEMBRE
¿En quién nos hace pensar ese personaje? Pablo dirá: ¡el anticristo!
Una figura que se hará pasar por el pastor y mesías del mundo, pero
cuyo objetivo es conseguir el poder a toda costa y perjudicar a Dios
y a su Hijo Jesucristo, que han sido rechazados y eliminados por
treinta piezas de plata. Sobrecoge el hecho de que parece ser Dios
mismo quien pone a ese anti-pastor y le permite hacer lo que se
le antoje en este mundo, sin misericordia, sin preocuparse por la
oveja débil o herida. Pero, gracias a Dios, un día, los brazos de ese
anticristo se secarán y sus ojos ya no verán, y el buen pastor de Dios
obtendrá finalmente la victoria. ¡A él esperamos!
389
8 DE DICIEMBRE
390
9 DE DICIEMBRE
Lamento multitudinario
391
10 DE DICIEMBRE
Limpieza
En aquel tiempo habrá un manantial abierto para
la casa de David y para los habitantes de Jerusalén,
para la purificación del pecado y de la inmundicia.
ZACARÍAS 13:1
392
11 DE DICIEMBRE
Ese es mi pueblo
A veces, las adversidades son como olas que nos pasan por enci-
ma. Hay momentos en que lo único que se puede hacer es clamar
a Dios o llorar por lo bajo, dirigiéndonos así a Él. ¿Acaso Dios escu-
cha eso? ¡No lo dudes!, dice el profeta. Dios lo oye y lo distingue en
medio de todas las voces. Él aguza el oído y en seguida dice: ¡Ese es
mi pueblo! Solo mis hijos claman y lloran de esa manera.
393
12 DE DICIEMBRE
394
13 DE DICIEMBRE
¡Por fin! ¡Por fin se verá que Dios es quien ha sido desde el prin-
cipio! El Rey de toda la tierra, reconocido hasta en los confines
más lejanos. Y su nombre será el único que se nombrará. Zaca-
rías ve cómo Jerusalén experimenta una completa transformación.
Aguas vivas, ríos de agua pura salen de la ciudad en varias direccio-
nes hacia los campos. Montañas altas que estorban, se convierten
en llanuras fáciles de atravesar. Los alrededores de Jerusalén serán
ideales para pasear. En toda la ciudad se podrá vivir seguro, algo
que no se puede decir de ninguna ciudad hoy en día. Y los pueblos
que aún resisten serán alcanzados por una plaga divina de la peste.
¡Eso les escarmentará!
395
14 DE DICIEMBRE
396
15 DE DICIEMBRE
¡Hay gente que dice: ‘Por favor, pastor, no me venga con eso de
“Dios es amor”! ¿Dios es amor? No, ¡Dios es severo! ¡Dios no es
justo! Especialmente al final del año, cuando se acerca la Navidad,
mucha gente no soporta más. No entienden absolutamente nada
de lo que Dios hace’. Con frecuencia, Malaquías encontraba a gente
así. Vivía en Jerusalén, más de un siglo después del retorno de los
exiliados de Babilonia. Pero aun después de un siglo, el panorama
no había mejorado demasiado en Judá. Políticamente, era total-
mente dependiente, y económicamente, muy débil.
¡Yo os he amado!... Hoy, Dios nos lo dice con nuevo énfasis. ¿Estás
descontento con Dios? ¿Sientes amargura hacia Él? Calla, y déjate
consolar. “Te he amado”, te dice. ¡No estás solo! ¡“Nos visitó desde
lo alto la aurora”! (Lucas 1:78b).
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16 DE DICIEMBRE
398
17 DE DICIEMBRE
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18 DE DICIEMBRE
¿Mucha líbido?
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19 DE DICIEMBRE
Dios tendrá un
montón de trabajo
¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida?
¿O quién podrá estar en pie cuando él se manifieste?
MALAQUÍAS 3:2A
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20 DE DICIEMBRE
402
21 DE DICIEMBRE
Mejor, decid unos a otros: ¡El Señor presta atención a todo ello! No
olvidéis que delante de mí tengo un libro de memorias sobre aque-
llos que me temen. En este libro anoto todo, cada acto de justicia
y de fidelidad, cada oración y cada lágrima. Es como un libro de
consolación, al alcance de mi mano. Y, este libro, ¿se abrirá algún
día? ¡Contad con ello! A saber: en ese gran día de mi salvación. Y
entonces se verá claramente quién me ha servido y quién no. ¿Po-
déis aguardar a que llegue aquel momento? Puede que conteste-
mos: Difícilmente. Pero gracias, Señor, por la promesa de ese libro.
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22 DE DICIEMBRE
404
23 DE DICIEMBRE
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24 DE DICIEMBRE
¡Qué familia!
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25 DE DICIEMBRE
Jesús
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26 DE DICIEMBRE
Un homenaje silencioso
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27 DE DICIEMBRE
Adoración
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28 DE DICIEMBRE
Hacia abajo
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29 DE DICIEMBRE
Entregarlo todo
Tres regalos sacan: oro, incienso y mirra. Todos y cada uno son re-
galos dignos de un rey. ¿Tienen esos tres regalos algún significado
especial? La tradición de la Iglesia suele relacionarlos con Cristo
mismo. El oro: con él le adoran como Rey; con el incienso, como
Sacerdote; con la mirra, como Profeta. Pero no hay que olvidar que
estos son sus tesoros. Bienes de los que cada pueblo y cada individuo
se sentían muy orgullosos. En los tiempos de Salomón se apreciaba
sobre todo el oro fino y la plata, pero también las especias, maderas
especiales, ropas de lujo, caballos bonitos e incluso armas. Solo a
los pies de Cristo todo aquello encuentra su destino más sublime.
Por lo tanto, deposita todo delante de él; sí, armas incluidas.
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30 DE DICIEMBRE
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31 DE DICIEMBRE
¡Jesús vive!
Pero después de muerto Herodes, he aquí
un ángel del Señor apareció en sueños a José
en Egipto, diciendo: Levántate...
MATEO 2:19
Gente como Herodes no tiene ningún futuro. Por eso, Mateo in-
forma de la matanza de los niños de Belén inmediatamente después
de la muerte del rey. Un ángel aparece a José, en un sueño: “¡Leván-
tate –le dice–, porque han muerto los que procuraban la muerte
del niño!” Por una vez, semejante noticia le hace bien a uno. Eso
no suele pasar muy a menudo con la muerte. Lo que hace normal-
mente es llenarnos de pena y dolor y causar un vacío que parece no
tener fin. En los últimos días del año, uno puede deprimirse mucho
cuando piensa en todas las personas que ha tenido que dejar atrás.
¿Acaso la muerte seguirá teniendo la última palabra? ¡No! “Le-
vántate”, dice el ángel a José. Dios tiene la última palabra. José se
levanta inmediatamente. Pero no se dirige a Jerusalén, pues todavía
no es nueva, ya que el hijo de Herodes, Arquelao, es tan malo como
su padre o peor. Por eso se van a Galilea y al despreciado Nazaret.
Entonces, ¡nada va a cambiar!, puede que digamos. ¡No nos equi-
voquemos! Herodes está muerto, pero ¡Jesús vive! De Nazaret, su
camino pasará por el Gólgota hacia su sacrificio en la Pascua.
¡Jesús vive! Por lo tanto: ¡levantaos!, ¡consolaos! Un día, se en-
jugarán todas las lágrimas. “Con todo, yo siempre estuve contigo;
me tomaste de la mano derecha, me has guiado según tu consejo, y
después me recibirás en gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos sino
a ti? y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón
desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para
siempre.” (Salmo 73:23-26)
LEER: MATEO 2:19-23
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Índice
Prólogo 5
Enero 9
Febrero 43
Marzo 75
Abril 109
Mayo 143
Junio 177
Julio 211
Agosto 245
Septiembre 279
Octubre 313
Noviembre 347
Diciembre 381