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ACCIDENTE ELÉCTRICO:

PRODUCIDO ANTES O DESPUÉS DE UN INCENDIO?

Este documento es una traducción que realice con la ayuda del Comisario
Gustavo Merlo, al que quiero mencionar, porque fue de invaluable ayuda por
sus conocimientos de química (Es Jefe del Laboratorio de Ensayos) e idioma
inglés. Antes de este estudio, la determinación de una contingencia eléctrica
se hacía relacionando la zona de origen con el hallazgo de signos
característicos ("mapeo de arco", según NFPA 921).

A partir de este trabajo, la determinación de una contingencia eléctrica


consiste en un análisis químico y metalográfico de los conductores eléctricos
para saber si la contingencia dio origen al incendio, o se produjo a
consecuencia del mismo.

RESEÑA

            El accidente eléctrico fue la causa o fue causado por el incendio?


Es la pregunta más común pero casi nunca contestada directamente por
un ingeniero electricista o un investigador de incendios. Como resultado
de un examen superficial o de un análisis del relevamiento de la
instalación eléctrica posteriormente al evento (“mapeo de arco”),
usualmente quedará como un asunto indeterminado. Un examen
metalográfico o análisis químicos pueden resultar útiles para distinguir si
la fusión de un conductor eléctrico fue causado por un  incendio o por un
accidente eléctrico. La secuencia aun así es incierta: dicha contingencia
ocurrió antes o después del incendio?

            Este estudio examinó ambos daños, producidos en la superficie y


en el interior del área del cableado de cobre y su perlado donde ocurrió el
accidente eléctrico. Los resultados permiten distinguir cuales ocurrieron
antes o después del incendio mediante el análisis del óxido cuproso (Cu2
O), depósitos de hollín y cristales de gasificación.

            La temperatura elevada y la duración prolongada de la


combustión causa una mayor oxidación de la superficie del cobre,
produciendo una capa de óxido cuproso rojizo en lugar de  óxido cúprico
(Cu O) de color negro. El óxido de cobre  muestra un color rojizo-púrpura
brillante bajo el examen microscópico y se fundirá y fluirá en esa relación
si la temperatura supera el punto de fusión (1235° C). Esta investigación
halló cristales gasificados en muestras de cables que sufrieron accidentes
eléctricos y solamente en aquellos donde se expusieron al fuego,
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mostraban óxido cuproso en forma dispersa y/o hollín en su interior,


perlados y cristales gasificados. Ello resulta de los casos estudiados por el
Profesor Chen quien es un testigo experto (perito), habiendo actuado
reiteradamente ante  la Justicia y su procedimiento ha sido comprobado y
exitoso.

            Estos hallazgos, han sido útiles en la determinación de


contingencias eléctricas, siendo de ayuda para ingenieros electricistas e
investigadores de incendios, tomando en cuenta o excluyendo las causas
de índole eléctrica en las conclusiones de sus informes periciales.
Asimismo, es muy importante para los fabricantes, sus clientes,
diseñadores y organizaciones regulatorias de la industria, quienes
necesitan estar al día con respecto a la cuestión de la determinación de
contingencias eléctricas, incluyendo materiales nuevos, utilidad, técnicas
de evaluación y requisitos de normalización o guía de investigación de
incendios.

INTRODUCCIÓN

            La determinación de los signos de contingencias eléctricas en un


conductor, producidas antes o después de un incendio es esencial para el
análisis del incendio o establecer su causa accidental. Normalmente, los
ingenieros e investigadores para distinguirlos, denominan al primero
rastros de contingencia eléctrica primaria y las restantes, secundarias, las
cuales siempre están acompañadas de derretimientos.

            El cobre (Cu) es un metal dúctil, con alta conductividad térmica y


eléctrica (figura 1). El cobre puro es blando y maleable; posee una
coloración rojiza anaranjada en su superficie. Es utilizado como conductor
de temperatura y electricidad, también como material de construcción y
utilizado para constituir aleaciones de varios metales. 

            El óxido cuproso (Cu2 O, también llamado óxido rojo de cobre, u


óxido de cobre (figura 1) es insoluble en agua y solventes orgánicos. Se
disuelve en una solución concentrada de amoníaco para formar un
complejo incoloro [Cu (NH3)2]+, el cual se oxida fácilmente en el aire
tomando coloración azul [Cu (NH3)4 (H2O)2]2+. Se disuelve en ácido
clorhídrico para formar HCuCl2 (un compuesto de CuCl) mientras que
diluído en ácido sulfúrico y ácido nítrico produce sulfato de óxido cúprico y
nitrato de óxido cúprico, respectivamente. El óxido cuproso es un
compuesto inorgánico, el cual es uno de los óxidos principales del cobre. 
El sólido de color rojo puede aparecer tanto de color amarillo o rojo,
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dependiendo del tamaño de las partículas, pero ambas formas se degradan


con la humedad ambiente formando óxido cúprico. El óxido cuproso puede
provenir de la oxidación de cobre metálico:

4Cu + O2 à 2Cu2O

            Aditivos como el agua y ácidos afectan la velocidad de este proceso


tanto como su posterior oxidación a óxido cúprico.

            El óxido cúprico (CuO, también llamado: óxido de cobre negro, u


óxido de cobre II), es el estado de oxidación más alto del cobre (figura 1).
Es un sólido de color negro y una estructura iónica que se funde por
encima de los 1200 ° con pérdida de oxígeno.  Se forma por el
calentamiento del cobre en aire.

2Cu + O2à2CuO

Figura 1: cobre, óxido cuproso y óxido cúprico

            Los puntos de fusión del cobre, óxido cuproso y óxido cúprico son
1084.62 ° C, 1232 °C y 1236 °C. Sus puntos de ebullición son 2562 °C,
1800 °C y 2000 °C. Si un accidente secundario no ocurriese antes que un
incendio alcance los 1084.62 °C, el cobre que constituye un cable se
fundirá y dejará rastros de cobre fundido. El accidente eléctrico primario
ocurre en un ambiente limpio y fresco, pero el secundario se produce en
un ambiente con productos de la combustión (entre ellos el humo) y con
alta temperatura. La temperatura desarrollada por la contingencia
eléctrica es por lejos superior a los puntos de fusión y ebullición del cobre;
y que el óxido cuproso y el óxido cúprico, un poco de metal se desprenderá
goteando durante su gasificación y parte se solidificará nuevamente a
cobre o metal de cobre, o  quedará mezclado en partes, cuando la
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temperatura descienda por debajo del punto de fusión. Una situación


similar se produce en las erupciones volcánicas, pues las altas
temperaturas causan que las piedras pasen al estado líquido y gaseoso
durante la erupción. Entonces las piedras en estado líquido se solidifican
al descender la temperatura por debajo de los 800 °C. Existen cristales
derivados de la gasificación formados alrededor y dentro de la superficie,
por efecto de algunos gases que quedan ocluídos durante la erupción a
alta temperatura y cuando sobreviene una solidificación rápida (figura 2).
La investigación encontró cristales de gasificación similares en el cobre,
con signos de un accidente eléctrico (figura n°3).

            El estudio científico de cristales y de formación de cristales es


conocido como cristalografía. El proceso de la formación de cristales por
medio del mecanismo de desarrollo de los cristales es llamado
cristalización o solidificación. Un cristal o un sólido cristalino es un
material que se haya constituido por átomos, moléculas o iones que están
ordenados con un patrón en toda su extensión en sus tres dimensiones.
Además en su estructura microscópica, los grandes cristales son
identificables usualmente por su forma geométrica macroscópica. La
cristalización es un campo complejo y extenso, porque depende de las
condiciones, un  líquido puede solidificar de varias formas posibles. La
forma final que adquiere el sólido depende de las condiciones bajo las
cuales el líquido es solidificado, tal como la composición química del
líquido, la presión atmosférica, la temperatura y la velocidad con las que
esos parámetros fueron cambiando. El cristal de gasificación en este caso
significa que el cristal que se forma después de la gasificación y durante la
cristalización/solidificación de la piedra (figura 2) o cobre (figura 3). La
figura n° 3 muestra que hay cristales de gasificación incrustados tanto en
contingencias primarias como secundarias.
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EXPERIMENTOS Y RESULTADOS

            Efectuada una simulación en un compartimiento de incendio,


conforme a la curva de los estándares nacionales de China (figura n° 4)
mediante el empleo de un horno, el cual fue usado para someter al calor a
un conductor con temperatura programada, tal como ocurre en un
incendio:

-Se sometió el cobre de un conductor a diferentes temperaturas para


lograr signos de derretimiento.

-Se produjo un arco con C.A./110 V. y a temperatura ambiente, entonces


seguidamente se produjo el calentamiento del conductor y se alcanzaron
temperaturas para reproducir los signos del accidente primario.

-Se produjo un arco con C.A./110 V. y se alcanzaron diferentes


temperaturas para reproducir los signos del accidente secundario.

-Se produjo un arco con C.A./110 V. y temperatura ambiente,


seguidamente el incendio produjo carbonizaciones y derretimientos del
conductor para reproducir los signos de carbonización y derretimiento del
accidente primario.

Figura 4: Curva del compartimiento de incendio simulado con un horno.


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Signos de calentamiento y derretimiento (quema del conductor en un


horno para reproducir los efectos del incendio). Se sometió al calor el cobre
de un conductor de 2 mm. a diferentes temperaturas. Luego se tomaron
vistas fotográficas de las superficies del conductor recalentadas.

Figura 5: Fotos de los rastros de calentamiento y fusión

-El PVC aislante del conductor no se quemó antes de alcanzar los 330°C.
Las fotografías muestran la superficie brillante del alma de cobre sin
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residuos de carbonización u óxido cuproso rojizo después que se perdió la


envuelta dieléctrica.

-El PVC aislante del conductor se calcinó y existieron formaciones menores


de óxido cuproso rojizo en la superficie del alma de cobre después de los
540°C y se vuelve rugoso.

-Se forma mucho más óxido cuproso rojizo en la superficie y restos de


cobre/óxido cuproso oxidado entre del óxido cúprico negro después de
haber soportado 705°C que produjo que la superficie se volviera rugosa.

- Existieron formaciones de óxido cuproso rojizo en la superficie sobre la


superficie de cobre (algunas derramadas) y óxido cúprico negro casi
quemado después de los 1100 °C. Parte del óxido cuproso y óxido cúprico
fluyó hacia el exterior, haciendo que el conductor se vuelva más delgado.

-La investigación halló que no había cristales de gasificación pero si hollín


desperdigado/óxido cuproso rojizo de las perlas fundidas (fig. 6) El óxido
cuproso y cobre se derritieron en el aire de un ambiente con calor y sucio,
entonces el óxido cúprico y el hollín (proveniente del óxido cúprico, PVC y
otros materiales combustibles que se oxidaron después por la alta
temperatura) ocluidos en el interior de la traza antes de la solidificación.

SIGNOS DEL ACCIDENTE ELÉCTRICO PRIMARIO

            La contingencia eléctrica muestra gasificación de cristales,


cristales y carencia de manchas de hollín/óxido cuproso (figura 7). Como
el evento se produjo en un ambiente limpio, los rastros se evidencian libres
de hollín y óxidos debido al calentamiento producido antes del accidente
eléctrico. Este es por qué no exhibe manchas de hollín/óxido cuproso en
los rastros. Pero las altas temperaturas del evento causaron la gasificación
de cristales incrustados con cobre derretido después de la solidificación.

Figura 7: signos del accidente eléctrico primario


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-A 330 °C los signos del accidente eléctrico primario muestran gasificación


de cristales y carencia de manchas de hollín como tampoco óxido cuproso
(figura n° 8). Este experimento fue realizado con el objeto de comparar el
ambiente limpio del contaminado por humo de los rastros de contingencia
eléctrica secundaria, a 330 °C. Pero ambos no ocurrirán al mismo tiempo
porque la hipótesis del accidente primario usualmente sucede en un
ambiente cuya temperatura no está en el orden de los 330 °C. Durante la
investigación se realizó este experimento para examinar que en una
atmósfera limpia no se evidenciará hollín en la observación del cableado
analizado. El aire del ambiente está todavía limpio a 330 °C y no es una
temperatura suficiente para producir óxido de cobre antes de la
contingencia y por tanto, no hay manchas de hollín ni óxido de cobre en la
muestra.

Figura 8: Signos del accidente eléctrico primario a 330 °C

-540 °C el accidente eléctrico primario muestra gasificación de cristales e


inexistencia de manchas de hollín desperdigadas/óxido cuproso (figura 9).
Antes del accidente eléctrico no hay hollín en el aire ni óxido
cúprico/cuproso sobre la superficie.

Figura 9: 540 °C signos accidente eléctrico primario


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-820 °C el accidente eléctrico primario muestra gasificación de cristales e


inexistencia de manchas de hollín desperdigadas/óxido cuproso. Es igual
a lo expresado en el ítem de 540 °C (figura 10). Son las mismas
características apreciadas a 540 °C

Figura 10: 820° C signos del accidente eléctrico primario

CARACTERÍSTICAS OBSERVADAS EN EL ACCIDENTE ELÉCTRICO


SECUNDARIO

-330 °C signos mostrados en el accidente eléctrico secundario (en


atmósfera limpia/con humo) Este experimento fue realizado para
comparar los signos del accidente eléctrico a los 330° C, pero no ocurrirá
en realidad esa situación, porque la aislación de PVC no se había derretido
y normalmente los cables no producen accidentes eléctricos entre
conductores.

I. 330 °C rastros de un accidente eléctrico secundario (en un ambiente


limpio)

Existen cristales de gasificación pero no hay hollín a los 330° C en los


rastros de un accidente eléctrico secundario en un ambiente limpio (es
diferente al que se aprecia en la figura 11). Este experimento fue realizado
para comparar los rastros de un accidente eléctrico primario a los 330 °C,
pero no ocurrirá en realidad esa situación, porque la aislación de PVC no
se había derretido y normalmente los cables no producen accidentes
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eléctricos entre conductores. La investigación realizó el experimento para


comprobar que el ambiente limpio no produce hollín sobre la traza
analizada.

2. 330° C rastro de accidente eléctrico secundario  (en atmósfera con


humo)

Existen cristales de gasificación y poco hollín en la traza del accidente


eléctrico a 330° C / atmósfera con humo (que es además diferente del
rastro de una accidente eléctrico secundario normal, figura 12). Esta
experiencia fue realizada a fin de comparar los rastros del accidente
eléctrico primario producido a 330 °C, pero no ocurrirá en realidad esa
situación, porque la aislación de PVC no se había derretido y normalmente
los cables no producen accidentes eléctricos entre conductores. La
investigación realizó el experimento para comprobar que el ambiente
limpio no produce hollín sobre la traza analizada.

Figura n° 12: Signos de un accidente eléctrico secundario producido a 330


°C en ambiente con humo.

-A 540 °C  los rastros del accidente eléctrico secundario muestran cristales
gasificados y manchas de hollín dispersas/óxido cuproso (figura 13).
Después de alcanzar la temperatura de 540 °C, una pequeña superficie del
cobre se oxidó (óxido cuproso u óxido cúprico) y el ambiente con humo
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contenía monóxido de carbono y otros productos de la combustión. Ello es


así, porque se hallaron manchas de hollín dispersas y óxido cuproso en las
muestras.

Figura 13: Signos de un accidente eléctrico secundario a 540° C

-A 820 °C el rastro del accidente eléctrico secundario muestra cristales


gasificados y hollín/óxido cuproso dispersos (figura n° 14). Al similar a lo
apuntado en los rastros del accidente eléctrico secundario a los 540 °C,
pero evidencia más cantidad de hollín/óxido cuproso dispersos.

Figura 14: Signos de un accidente eléctrico secundario a los 820 °C

ACCIDENTE ELÉCTRICO PRIMARIO TRAS FUSIÓN POR INCENDIOS

Además de los signos de fusión por calentamiento (calentado por el horno).


La investigación recreó el rastro de fusión por incendio,  para ello, 
después de la formación del accidente eléctrico en atmósfera limpia y a
temperatura ambiente, para luego fundirlo con el fuego de la llama. El
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resultado, muestra como en partes iguales el fuego produjo fusiones en el


accidente eléctrico primario dentro de un área de signos de fusión
quemada con hollín/óxido cuproso esparcido pero todavía dejaría algunos
cristales de gasificación en la muestra (figura 15).

EL TESTIGO EXPERTO EN LA JUSTICIA

Existen muchos casos resueltos en forma exitosa con la ayuda del Profesor
Chen, Chin Lien como perito en Taiwán, en los cuales utilizó esta
tecnología para el estudio de la superficie y el interior de los conductores
eléctricos. La figura 16 es un elemento de prueba que supone constituir
un accidente eléctrico primario. Finalmente, el Profesor Chen analizó y
pudo comprobar que se trataba de un accidente eléctrico secundario. La
figura 17 es parte de dicha evidencia.

 
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CONCLUSION

Es una pregunta común que nos planteamos si el accidente eléctrico es la


causa o fue causado por un incendio. Casi nunca fue contestada en forma
directa por ningún ingeniero electricista o investigadores de incendio en
las últimas décadas. Estos hallazgos, que incluyen la gasificación de
cristales en el accidente eléctrico y la dispersión de hollín/óxido cuproso
en el accidente eléctrico secundario, son utilizados usualmente en la
determinación de la ocurrencia de dichas contingencias y ayudan a los
investigadores de incendios e ingenieros electricistas a fin de incluir o
excluir las causas de origen eléctrico para establecer sus conclusiones en
sus informes. Las diferencias son exhibidas en la tabla I.

Tabla I: Diferencias entre las trazas de cobre fundido

 RECONOCIMIENTOS
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Chin-Lien reconoce la documentación previa de los Dres. John DeHaan,


Jim Allen y Susan De Antonio, al asistente Sr. Kevin Kuo con su rutina de
trabajo y experimentos de laboratorio y la entusiasta asistencia y soporte
de Lonnie Brogdon, Allen Mayea y Renee Mayea.

Autores: Chen, Chin Lien, Profesor del Departamento de la Ciencia del


Fuego, Universidad de la Policía Central, Taiwan, Primer Vice-presidente
de la “International Association of Arson Investigators” - Capítulo Taiwán.

Huang, Ching-Te, Profesor Asociado del Departamento de Ciencia del


Fuego, Universidad de la Policía Central, Taiwan, Segundo Vice-presidente
de la” International Association of Arson Investigators” - Capítulo Taiwán.

Cho, Ching Wei, Jefe de Sección, Kaoshing City Fire Bureau, Training
Chief, International Association of Arson Investigators Capítulo Taiwán.

  

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