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Introducción

La cinética química es un área de la fisicoquímica que se encarga del estudio de la rapidez

de reacción, cómo cambia la rapidez de reacción bajo condiciones variables y qué eventos

moleculares se efectúan mediante la reacción general (difusión, ciencia de superficies,

catálisis). La cinética química es un estudio puramente empírico y experimental; el área

química que permite indagar en las mecánicas de reacción se conoce como dinámica

química.

En este trabajo investigativo veremos temas como la velocidad de una reacción, y

conoceremos cuales son los factores que afectan la velocidad de una reacción, los cuales

son: Naturales de los reactivos, concentración de los reactivos, concentración en función

del tiempo, la teoría de las colisiones de la velocidad de reacción y mecanismos de

reacción y expresión de las leyes de velocidad.


Cinética química

Todos conocemos los procesos en los cuales alguna magnitud cambia con el tiempo: un
automóvil que viaja a 65 kilómetros/hora, una llave que descarga agua a 12 litros/minuto
o una fábrica que produce 32 000 neumáticos/día. Cada una de estas proporciones recibe
el nombre de velocidad. La velocidad de una reacción describe qué tan rápido se
consumen los reactivos y se forman los productos. La cinética química se dedica al estudio
de la velocidad de las reacciones químicas, los factores que afectan la velocidad y los
mecanismos (series de pasos) a través de los cuales ocurren las reacciones. Nuestra
experiencia nos indica qué reacciones químicas distintas tienen lugar a velocidad
diferente; por ejemplo, las reacciones de combustión (como quemar metano, CH4, del gas
natural, y la combustión de isooctano, C8H18, de la gasolina), proceden con suma rapidez,
a veces en forma explosiva

Por otra parte, el enmohecimiento del hierro tiene lugar con suma lentitud. Comprender y
controlar la velocidad de las reacciones resulta muy importante en casi todas las áreas. En
todo sistema vivo deben interconectarse con suavidad múltiples reacciones. Las plantas y
los animales tienen muchas maneras distintas, todas basadas en las ideas de este capítulo,
para proveer los materiales a partir de una reacción con la velocidad y cantidad necesarias
para reacciones subsecuentes. Todas se basan en las ideas de este capítulo. Las
enfermedades suelen perturbar el control normal de la velocidad de las reacciones. En la
conservación de los alimentos por medio de la refrigeración se emplean temperaturas
bajas con el fin de hacer más lenta la velocidad de las reacciones de putrefacción
indeseables. En forma semejante, los ingenieros químicos utilizan los conceptos de la
cinética química a fin de establecer las condiciones para producir los materiales deseados
a una velocidad útil y económica, en tanto que hacen más lentas las reacciones
secundarias indeseables y evitan la velocidad peligrosamente alta que pudiera generar
explosiones. En el estudio de la termodinámica se aprendió a evaluar si una reacción era o
no espontánea y qué cantidad de energía se absorbía o se liberaba. La pregunta de con
qué velocidad procede una reacción la responde la cinética; aunque una reacción sea
espontánea en términos termodinámicos, ésta podría no ocurrir a una velocidad medible.
La reacción de los ácidos fuertes con las bases fuertes es termodinámicamente favorable y
ocurre con suma velocidad; por ejemplo, considere la reacción de una solución de ácido
clorhídrico con hidróxido de magnesio sólido. Esta reacción es espontánea en términos
termodinámicos, en condiciones estándar, como lo indica el valor negativo de DG0 rxn.
También ocurre con mucha velocidad.
La reacción del diamante con oxígeno también es espontánea en términos
termodinámicos.

Sin embargo, por experiencia se sabe que los diamantes expuestos al aire, aun por
periodos muy prolongados, no reaccionan para formar dióxido de carbono. La reacción no
ocurre con rapidez observable a temperatura ambiente, pero los diamantes se incineran al
ser calentados a altas temperaturas en presencia de oxígeno. La reacción del grafito con
oxígeno también es espontánea, con un valor semejante de DG0 rxn 5 2394 kJ/mol de rxn.
Una vez que comienza, esta reacción ocurre con rapidez. Estas observaciones de la
velocidad de las reacciones las explica la cinética, no la termodinámica

Velocidad de una reacción


La velocidad de las reacciones suele expresarse en unidades de moles por litro por unidad
de tiempo. Si se conoce la ecuación química de una reacción, su velocidad puede
determinarse siguiendo el cambio de concentración de cualquier producto o reactivo, el
cual puede detectarse en forma cuantitativa. Para describir la velocidad de una reacción,
debe determinarse la concentración de un reactivo o producto a diferentes tiempos
conforme procede la reacción. Idear métodos efectivos para medir esta concentración es
un reto continuo para los químicos que se dedican al estudio de la cinética química. Si una
reacción es lenta, pueden tomarse muestras de la mezcla de reacción a intervalos
sucesivos de tiempo y analizarse. Por ejemplo, si el producto de reacción es un ácido, su
concentración puede determinarse por titulación luego de cada intervalo de tiempo. En la
reacción del acetato de etilo con agua en presencia de una cantidad pequeña de ácido
fuerte se forma ácido acético. El avance de la reacción puede determinarse en cualquier
tiempo por titulación del ácido acético.

Este enfoque sólo es adecuado si la reacción es lo suficientemente lenta para que el


tiempo transcurrido durante la extracción y el análisis de la muestra resulte insignificante.
En ocasiones la muestra se toma y se enfría de inmediato (“se enfría bruscamente”), lo
cual retarda la reacción (sección 16.8) a tal punto que la concentración deseada no cambia
de manera significativa mientras se efectúa el análisis. Resulta más conveniente, sobre
todo cuando la reacción es rápida, utilizar una técnica que registre de manera continua el
cambio de alguna propiedad física del sistema. Si uno de los reactivos o productos es
colorido, el aumento (o disminución) de la intensidad de su color podría servir para medir
un aumento o disminución de su concentración. Este experimento es un caso especial de
los métodos espectroscópicos. Estos métodos comprenden el paso de luz (visible,
infrarroja o ultravioleta) a través de la muestra. La luz debe tener una longitud de onda
que absorba alguna sustancia cuya concentración esté cambiando (figura 16.1). Un
aparato apropiado sensible a la luz genera una señal que depende de la concentración de
la sustancia absorbente; las técnicas modernas que utilizan impulsos y sensores láser
controlados por computadora han permitido a los científicos muestrear concentraciones a
intervalos muy frecuentes del orden de picosegundos (1 picosegundo 5 10212 segundos) o
aun de femtosegundos (1 femtosegundo 5 10215 segundos). Mediante estos estudios se
ha obtenido información sobre las reacciones muy rápidas, como las de transferencia de
energía que resulta de la absorción de luz en la fotosíntesis.

Si el avance de una reacción causa un cambio en la cantidad total de moles de gas


presente, el cambio de presión de la mezcla de reacción (mantenida a temperatura y
volumen constantes) nos permite saber hasta dónde ha llegado una reacción. Por
ejemplo, la descomposición del pentóxido de dinitrógeno, N2O5(g), se ha estudiado por
este método.

Por cada dos moles de N2O5 gaseoso que reaccionan, se forma un total de cinco moles de
gas (cuatro moles de NO2 y una mol de O2). Mediante la ecuación de los gases ideales
pueden relacionarse el incremento de presión que resulta y las moles totales de gas
presentes, lo cual indica el grado en que ha ocurrido la reacción. Una vez que se han
medido los cambios de concentración de reactivos o productos con el tiempo, ¿cómo se
describe la velocidad de una reacción? Considere una reacción hipotética
En esta representación generalizada, a indica el coeficiente de la sustancia A en la
ecuación química balanceada, b es el coeficiente de la sustancia B, etcétera. Por ejemplo,
en la ecuación de descomposición anterior del N2O5, a 5 2, A representa al N2O5, c 5 4, C
representa al NO2, y así sucesivamente
La cantidad de cada sustancia presente puede expresarse mediante su concentración, por
lo general en términos de molaridad (mol/L), y se escribe entre corchetes [ ]. La velocidad
a la cual procede una reacción puede describirse en términos de la velocidad a la que
desaparece uno de los reactivos, 2D[A]/Dt o 2D[B]/Dt, o de la velocidad a la cual aparece
uno de los productos, D[C]/Dt o D[D]/Dt. La velocidad de reacción debe ser positiva
porque describe la reacción directa (de izquierda a derecha) en la cual se consumen A y B.
La concentración de los reactivos A y B disminuye en el intervalo de tiempo Dt. Por lo
tanto, D[A]/Dt y D[B]/Dt deben ser magnitudes negativas. Cuando se usa un reactivo, el
propósito del signo negativo en la definición es hacer que la velocidad sea una magnitud
positiva

Factores que afectan la velocidad de una reacción


A menudo se busca que una reacción tenga lugar con rapidez suficiente por razones
prácticas, pero no tan rápido como para causar peligro. La combustión controlada de
combustible en una máquina de combustión interna es un ejemplo de tal proceso. Por
otra parte, se busca también que algunas reacciones indeseables, como la descomposición
de alimentos, tengan lugar con más lentitud. Cuatro factores influyen en forma
determinante en la velocidad de las reacciones químicas.

La comprensión de los efectos de estos factores ayuda a controlar la velocidad de las


reacciones en forma deseable y satisfactoria. El estudio de estos factores permite
incursionar en los detalles de los procesos mediante los cuales ocurren las reacciones.
Este tipo de estudio es la base de las teorías de la cinética química. A continuación se
estudiarán estos factores y las teorías afines: teoría de las colisiones y teoría del estado de
transición

Naturaleza de los reactivos


El estado físico de las sustancias que reaccionan es importante para determinar su
reactividad. Un charco de gasolina líquida puede arder con suavidad, pero sus vapores lo
hacen en forma explosiva. Dos líquidos inmiscibles pueden reaccionar con lentitud en su
interfaz, pero si están bien mezclados para tener más contacto, la reacción se acelera. El
fósforo blanco y el fósforo rojo son formas sólidas distintas (alótropos) del fósforo
elemental. El fósforo blanco se enciende cuando se expone al oxígeno del aire. En
contraste, el fósforo rojo puede almacenarse en recipientes abiertos por mucho tiempo
sin que haya indicio de reacción. Se pueden mezclar muestras sólidas secas de sulfato de
potasio, K2SO4, y nitrato de bario, Ba(NO3)2, y dejarse en esta condición durante muchos
años sin que pueda apreciarse reacción alguna. Sin embargo, si se mezclan soluciones
acuosas de estas dos sustancias, ocurre una reacción con rapidez en la cual se forma un
precipitado blanco de sulfato de bario

La identidad química de los elementos y compuestos afecta la velocidad de reacción. El


sodio metálico, por su baja energía de ionización y su fuerte capacidad de reducción,
reacciona con rapidez con el agua a la temperatura ambiente. El calcio metálico tiene una
energía de ionización mayor y reacciona con lentitud con el agua a la temperatura
ambiente. Cuando se mezclan soluciones de ácidos fuertes y bases fuertes reaccionan con
rapidez debido a que las interacciones comprenden, en esencia, atracción electrostática
entre iones en solución. Las reacciones en las que se rompen enlaces covalentes suelen
ser más lentas. El grado de subdivisión de sólidos y líquidos puede ser crucial en la
velocidad de reacción. Los trozos grandes de metales no arden. Sin embargo, muchos
metales pulverizados con gran área de superficie (y, por lo tanto, más átomos expuestos al
oxígeno del aire) arden con facilidad. Medio kilogramo de alambre de hierro delgado se
oxida con más rapidez que un trozo de hierro de la misma masa. En ocasiones ocurren
explosiones violentas en silos con elevador de granos, minas de carbón y fábricas de
productos químicos en las cuales se producen grandes cantidades de sustancias en polvo.
Estas explosiones son ejemplos del efecto de la gran área de superficie sobre la velocidad
de reacción. La velocidad de reacción depende del área de superficie o el grado de
subdivisión. El grado máximo de subdivisión hace posible que todas las moléculas (o
átomos y iones) reaccionen en cualquier momento. Esta situación ocurre cuando los
reactivos están en estado gaseoso o en solución

Concentración de los reactivos: Expresión de la ley de la velocidad


A medida que cambia la concentración de los reactivos a temperatura constante, la
velocidad de reacción cambia. La expresión de la ley de velocidad (o más sencillamente ley
de velocidad) de una reacción se escribe para describir la manera en que su velocidad
depende de la concentración. Esta ley de velocidad se deduce experimentalmente de cada
reacción, para lo cual se estudia la variación de su velocidad con la concentración.
Las potencias a las cuales están elevadas las concentraciones, x y y, suelen ser enteros
pequeños o cero; sin embargo, en ocasiones pueden ser fraccionarios o incluso negativos.
Una potencia de uno significa que la velocidad es directamente proporcional a la
concentración de ese reactivo; una potencia de dos significa que la velocidad es
directamente proporcional al cuadrado de esa concentración; una potencia de cero
significa que la velocidad no depende de la concentración de ese reactivo, siempre que
algo de reactivo esté presente. Se dice que el valor de x es el orden de reacción respecto
de A y que y es el orden de reacción respecto de B. El orden de la reacción global es la
suma del orden de los reactivos, x 1 y. A continuación se dan algunos ejemplos de la ley de
velocidad observada de algunas reacciones
Concentración en función del tiempo: ecuación integrada de
velocidad
Es común que se desee saber qué concentración queda de un reactivo después de cierto
tiempo especificado, o qué tanto tomaría para que se consumiera cierta cantidad de
reactivos.

Se considerarán las relaciones de algunos casos sencillos. Si sabe cálculo, es posible que le
interese derivar las ecuaciones integradas de velocidad. Este desarrollo se presenta en la
parte Algo más al final de esta sección.
Teoría de las colisiones de la velocidad de reacción
La noción fundamental de la teoría de las colisiones de la velocidad de reacción es que,
para que una reacción ocurra, las moléculas, átomos o iones primero tienen que entrar en
colisión. El aumento de concentración de las especies que reaccionan da lugar a un mayor
número de colisiones por unidad de tiempo; sin embargo, no todas las colisiones dan lugar
a reacción; esto es, no todas las colisiones son colisiones efectivas. Para que una colisión
sea efectiva, las especies que reaccionan deben
1) poseer al menos cierta energía mínima necesaria para reacomodar
sus electrones más externos durante la ruptura de enlaces y
formación de nuevos, y
2) tener la orientación adecuada en el momento de la colisión

Para que una reacción química ocurra debe haber colisiones, pero
éstas no garantizan que la reacción tenga lugar.
Una colisión entre moléculas, átomos o iones no se asemeja a las de
dos bolas de billar. El que las especies químicas entren o no en
“colisión” depende de la distancia a la que pueden interactuar entre
sí; por ejemplo, la reacción ion-molécula en fase gaseosa CH4 1 1
CH4h CH5 1 1 CH3 puede ocurrir en un contacto por completo de
largo alcance, lo cual se debe a que la interacción entre iones y
dipolos inducidos es efectiva a una distancia relativamente grande.
En contraste, las especies que reaccionan en una reacción entre
gases CH3 1 CH3h C2H6 son neutras. Su interacción sólo es
apreciable a través de fuerzas de muy corto alcance de dipolos
inducidos; por lo tanto, deben estar muy cerca una de otra antes de que pueda decirse
que “entran en colisión”. Recuerde (capítulo 12) que la energía cinética promedio de una
colección de moléculas es proporcional a la temperatura absoluta. A temperatura elevada,
una gran porción de las moléculas posee la energía suficiente para reaccionar (sección
16.8). Las moléculas que chocan deben tener la orientación adecuada entre sí y tener
energía suficiente para reaccionar. Si las moléculas que chocan no tienen la orientación
adecuada, no reaccionan aunque posean la energía suficiente. En la figura 16.9 se dibujan
algunas colisiones posibles entre moléculas de NO y N2O, las cuales reaccionan para
formar NO2 y N2.

Mecanismos de reacción y expresión de las leyes de velocidad


Algunas reacciones tienen lugar en un solo paso; sin embargo, casi todas las reacciones
ocurren en varios pasos fundamentales o elementales. La trayectoria paso por paso en la
que tienen lugar las reacciones recibe el nombre de mecanismo de reacción
El orden de reacción de cualquier paso elemental simple es igual al coeficiente de ese
paso. Sin embargo, en muchos mecanismos un paso es mucho más lento que los demás.
Una reacción global nunca puede ocurrir con más rapidez que su paso de reacción
elemental más lento. Este paso más lento recibe el nombre de paso determinante de la
velocidad. La rapidez a la cual ocurre el paso más lento limita la velocidad a la cual ocurre
la reacción global. Como analogía, suponga que acostumbra manejar una distancia de 120
kilómetros a la velocidad límite de 60 km/h y lo hace en 2 horas. Pero un día hay un
accidente en la carretera que causa un retraso de varias horas. Luego de que pasa el lugar
del accidente, vuelve a tomar la velocidad de 60 km/h. Si el tiempo total de este viaje fue
de 4 horas, entonces la velocidad promedio sólo sería de 120 km/4 horas o 30 min/h.
Aunque hubiera manejado muchos kilómetros a la misma velocidad de 60 km/h, la
velocidad global fue limitada por el paso lento al pasar el lugar del accidente. La ecuación
balanceada de la reacción global es igual a la suma de todos los pasos fundamentales
individuales, incluso aquella que hubiera seguido al paso determinante de la velocidad. De
nuevo, es importante insistir en que los exponentes de la ley de velocidad no
necesariamente coinciden con los coeficientes de la ecuación balanceada total.
Mediante una combinación de los datos experimentales y de la intuición química, puede
postularse un mecanismo a través del cual pudiera ocurrir una reacción y nunca podrá
demostrarse que el mecanismo propuesto es correcto. Todo lo que puede hacerse es
postular un mecanismo que sea coherente con los datos experimentales. Más adelante
podrían detectarse especies intermediarias de reacción que no explica el mecanismo
propuesto. Entonces debe modificarse el mecanismo o descartarse y proponer uno nuevo.
Por ejemplo, se ha encontrado que la reacción del dióxido de nitrógeno con monóxido de
carbono es de segundo orden respecto del NO2 y de orden cero respecto del CO por
debajo de 225 °C.
Conclusiones

Al culminar esta investigación acerca de las reacciones químicas ayudo a afianzar los siguientes
temas:
 Las reacciones químicas transformas las sustancias químicas en otros materiales con
otras propiedades diferentes a las iniciales
 En su mayoría el estudio de las reacciones químicas tiene que ver con la formación de
sustancias nuevas a partir de un conjunto dado de reactivos. Sin embargo, resulta
igualmente importante comprender la velocidad con la que ocurren las reacciones
químicas.
 Se llegó a comprender la importancia de la cinética química, pues es el área de la química
que se ocupa del estudio de la velocidad, o rapidez, con que ocurre una reacción química.
 La palabra “cinética” sugiere movimiento o cambio. La cinética química se refiere a la
rapidez de reacción, que se refiere al cambio en la concentración de un reactivo o de un
producto con respecto del tiempo (M/s).
Anexos

IMPORTANCIA DE LAS REACCIONES QUÍMICAS

  Estamos rodeados por reacciones químicas; tienen lugar en laboratorios, pero también en
fábricas, automóviles, centrales térmicas, cocinas, atmósfera, interior de la Tierra... Incluso en
nuestro cuerpo ocurren miles de reacciones químicas en cada instante, que determinan lo que
hacemos y pensamos.

    De toda la variedad de reacciones posibles, vamos a ver dos: las de neutralización y las
de combustión. Pero antes de verlas, es necesario conocer y dominar el concepto de ácido y base.

Ácidos y bases

    Las características de los ácidos y las bases se resumen en el siguiente cuadro:

Ácidos   Bases
▪Tienen sabor agrio (ácido).   ▪Tienen sabor amargo.
▪Reaccionan con ciertos metales, como Zn, Mg o
  ▪Reaccionan con las grasas para dar jabones.
Fe, para dar hidrógeno
▪Reaccionan con las bases para dar sales   ▪Reaccionan con los ácidos para dar sales.
Son sustancias ácidas: el ácido clorhídrico (HCl); el  Son sustancias básicas el hidróxido de amonio o
amoniaco disuelto en agua (NH 4OH); y los
ácido bromhídrico (HBr); el ácido nítrico (HNO 3); el
hidróxidos de los metales alcalinos (LiOH,
ácido carbónico (H2CO3) y el ácido sulfúrico
NaOH, KOH,...) y alcalinotérreos, como el
(H2SO4), entre otros
Ca(OH)2, y Mg(OH)2, entre otros

   Para distinguir si una sustancia es ácida o básica, se utiliza la escala de pH, comprendida entre el
1 y el 14:

 Si una sustancia tiene un pH igual a 7, se dice que es neutra, ni ácida ni básica (por
ejemplo, el agua pura).
 Si una sustancia tiene un pH menor que 7, tiene carácter ácido.
 Si una sustanica tien un pH mayor que 7, tiene carácter básico.

    En los laboratorios y aquellos otros lugares donde es necesario determinan esta propiedad
(como en un análisis de agua potable, por ejemplo), se utiliza un indicador ácido-base, que es una
sustancia que presenta un color distinto según sea el pH del medio. Algunos ejemplos se muestran
en las dos tablas siguientes:

Color en Color en
medio medio
Indicadores ácido básico
Naranja de
Naranja Amarillo
metilo
Fenolftaleina Incoloro Rosa
Azul de
Amarillo Azul
bromotimol
Tornasol Rojo Azul

   
 

Para ahorrar tiempo y trabajo, se utiliza mucho el papel indicador universal, que es un papel
impregnado con una mezcla de indicadores y que adquiere un color distinto según los distintos pH.

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