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El romanticismo

Finales del siglo XVIII y en la primera mitad del siglo XIX el movimiento romántico tuvo
su apogeo. Durante este periodo se generó la revolución francesa, la independencia de las
13 colonias de Inglaterra y varias declaraciones de independencia en las colonias de
España. A su vez, nació la revolución industrial. La humanidad está pasando por grandes
cambios, se construía la entrada a la era moderna.

Todos estos movimientos fueron impulsados por ideales que se erguían orgullosos e
inexorables en el corazón y en la mente del hombre: Libertad, fraternidad e igualdad.

Claramente la concepción de estos valores no son cómo los conocemos actualmente y a


pesar de que se luchaba por eso, no necesariamente accederían todos los hombres a estos
derechos.

En estos tiempos, el mayor honor era morir por un ideal, a diferencia de nuestro tiempo pos
moderno, donde creemos que no vale la pena morir por nada.

La revolución industrial fue intento de hacer creer al hombre que podía domar a la
naturaleza, pero esta, siempre hacia demostraciones de su poder. Volvía la existencia del
hombre ínfima y efímera.

Aquí es dónde nace lo sublime y lo bello, y es Kant quien propone su estudio sistematizado.
Entre mediados del siglo XVIII e inicios del XIX se busca sistematizar todo el
conocimiento humano en enciclopedias y su búsqueda se a través de la razón. Por esto
mismo Kant, propone un estudio sistematizado de la estética.

Para Kant lo sublime es aquello nos sobrepasa en dimensión y comprensión. Esto causa
terror, nobleza, magnifico. Lo bello es pequeño. Se usa el entendimiento. Para lo sublime,
se siente y se vive con el espíritu. Por ejemplo, El caminante sobre el mar de David
Friedrich es una clara representación de esto.

Por esa misma razón hay muchas pinturas donde lo que impera es la naturaleza, y al
hombre lo dibujan diminuto y frágil.

Thomas Cole y su pintura Cataras del Niágara son otro ejemplo a igual que Philip James
de Loutherbourg con su pintura Avalancha en los Alpes.
El arte por el arte. Ars gratia artis, expresión latina traducible como el arte por la
gracia del arte, el arte por el arte mismo.

Con este otro ideal se crean los cimientos para la construcción de una individualidad que
dotada de alas gracias al anhelo de la libertad.

La Libertad artística, pintar lo que quieras, cuando quieres y como sea, es paralela a la
libertad de expresión, derecho proclamado por la revolución liberal.

Es por esto que hubo muchos artistas pintando desde distintos enfoques y a su gusto. Por
ejemplo: Théodore Géricault le dio gran importancia a la expresividad de las emociones y
dibujó a gente que antes sería inconcebible.

“La mujer loca” una mujer un centro psiquiátrico donde se busco capturar su expresividad.

Géricault pintaba cadáveres y su proceso de putrefacción.

Su obra con la que se dio a conocer fue “La balsa de la Medusa”. La emocionalidad
humana al borde del abismo. Por un lado se muestran los cuerpos inanimados y hechos
pedazos, gente resignada e inmiscuida por la locura. A forma de pirámide, en la punta,
están los que aún conservan un halo de esperanza al ver a lo lejos un pequeño barco al
horizonte.

Théodore Géricault influyó notablemente en Eugène Delacroix. Una de sus pinturas más
famosas es “La libertad guiando al pueblo”. Se muestra al pueblo francés, obreros y
burgueses (o un burgués) arrasando a todo a su paso. Una fuerza descomunal comparable
con la misma naturaleza. La libertad, mujer mostrando los pechos, como un ideal al que
para preservar su luz hay que estar dispuestos a dar la vida. Es una clara materialización de
los ideales de la revolución francesa.
Por otro lado, nació el realismo con Gustave Coubert, quién representaba la realidad como
era, como la vivía. No como no un ideal, si no como es, cruel e injusta. Le dio imagen a las
clases obreras y la voz se la dio el poeta Charles Baudelaire.

Goya en España hace un trabajo obscuro y esotérico. Los caprichos, Las pinturas.
Ejemplifican un mundo en crisis, un mundo en transformación. La parte más obscura y
sórdida del ser humano.
Al igual que en la pintura, la música tuvo muchas transformaciones e ejemplifico los
ideales que le dieron vida al movimiento romántico.

Beethoven, con su novena sinfonía le dio voz y espacio a la libertad, fraternidad e igualdad.
La parte coral, es el pueblo, la humanidad, cantando a una sola voz lo que siempre había
soñado.

Beethoven abrió el sendero por el cual otros compositores seguirían caminando, como
Louis Spohr, E. T. A. Hoffmann, Carl Maria von Weber y Franz Schubert. La música ahora
era más caprichosa y libre. Los temas musicales cada vez eran más largos, la armonía tonal
se estaba llevando a un punto de no retorno, tarde o temprano se iba a romper. Nacieron
nuevas formas musicales como el poema sinfónico o los nocturnos.

El movimiento romántico fue enérgico e impetuoso. Esa rebeldía, coraje y sobre todo fe,
fue lo que sentó muchas de las bases del mundo que ahora conocemos.

La meditación es una actividad, un proceso, una ventana por donde se asoma el alma y
podemos conocernos a nosotros mismos. La historia nos brinda ese mismo propósito a una
escala más grande. Conocer nuestro pasado nos ayuda a comprender nuestro presente y a
vislumbrar un mejor futuro.

Edgar Enrique Ávila Lozornio.

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