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27-60
ESTUDIOS
Cándido Sánchez*
RESUMEN
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Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...
PALABRAS CLAVE:
ABSTRACT
It is well known that sex abusers are a very heterogeneous population, not only con-
cerning their offending behaviour pattern, but also with regard to their personal, social
and psychopathological characteristics, their life style, relapsing rate and reaction to
treatment. This emphasises the basic role of psychological assessment as a process where
we should detect the main deficits, personal defects an specific traits of every sex offen-
der in order to establish an initial re-offence risk and pre-treatment base-line.
These considerations were behind the Spanish version of the Multiphasic Sex Inven-
tory (MSI) that provides our psychological vademecum with a specific tool to improve
assessment of sex offenders.
A sample of imprisoned offenders –104 rapists, 43 child sex abusers and 58 non sex
offenders, were assessed using the MSI and other psychological tools. While not ama-
zing, results show some significant differences between samples, particularly with regard
to the following variables: sexual attitudes, cognitive distortions and sexual behaviours;
sex performance and preferences; and sexual orientation and background. These results
may be very useful for determining the significance and magnitude of sexual deviation,
the initial recidivism risk profile, and the treatment program.
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miento. Algunos de los más utilizados ción sobre cuestiones relativas al desa-
podrían ser: la Escala de Wechsler rrollo sexual, patrones conductuales,
(WAIS), el Minnesota Multiphasic Perso- fantasías, experiencias, disfunciones, etc.
nality Inventory-2 (MMPI-2), el Millon
Clinical Multiaxial Inventory (MCMI-II), el Otras escalas habituales en la evalua-
Sixteen Personality Factors de Cattell ción específica de agresores sexuales
(16PF), el Rorschach y los Tests de Aper- son: la escala de Abel y Becker (Abel
cepción Temática ,y el Cuestionario de and Becker Cognitive Scale), la escala
Rotter: Incomplete Sentence Blanck. de Aceptación del Mito de la Violación
de Burt (Burt Rape Myth Acceptance
Escalas de evaluación de la violencia: Scale), la escala de Actitudes hacia las
Violence Risk Appraisal Guide (VRAG), Mujeres (Attitude towards Women
Violence Risk Inventory (VRI). Escalas de Scale), etc.
evaluación de la agresividad: Buss Hosti-
lity/Aggression Scale. Escalas de evalua- Sobre la evaluación ha de tenerse pre-
ción de la psicopatía: Psychopathy Chec- sente que:
klist Revised de Hare.
– Algunos agresores sexuales falsifi-
A pesar de que estas pruebas son carán o distorsionarán información rele-
extremadamente útiles a la hora de iden- vante, incluso en el pletismógrafo, pues
tificar deficiencias cognitivas, trastornos en muchos casos la evaluación va a tener
afectivos, déficits personales y otros pro- una repercusión importante a corto o
blemas psicológicos, no siempre pueden largo plazo (resoluciones judiciales,
proporcionarnos información específica beneficios penitenciarios, altas de trata-
sobre la conducta sexual de un indivi- miento,...).
duo, para lo que se recomiendan proto-
colos adicionales que identifiquen el – Una evaluación psicológica adecua-
trastorno, la disfunción o el malestar da requiere dedicación y tiempo suficien-
sexual principal. te, de los que muchas veces no se dispo-
ne.
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que el delito debe ser proyectado en pri- La muestra estaba formada por 11
mer lugar y después a través de una pro- varones condenados por violación, inter-
gresión de errores cognitivos, el delin- nos en el Centro Penitenciario de Alcalá-
cuente ejecuta la idea. El período de II, seleccionados para participar volunta-
tiempo que transcurre entre pensamien- riamente en el proyecto.
to y acto puede ser cuestión de segun-
dos o de años. Los instrumentos utilizados en esta
ocasión fueron: entrevista semiestructu-
3ª Progresión conductual. Existen rada, Minnesota Multiphasic Personality
una serie de correlatos conductuales Inventory -MMPI- (versión1967), y Mul-
identificables que son universales para tiphasic Sex Inventory –MSI- (versión
todos los agresores sexuales, que se 1984).
corresponden con las cogniciones de la
segunda proposición y que se miden en Los primeros resultados y conclusio-
función de la duración, magnitud y esti- nes destacaron la operatividad y viabili-
lo. Dichos correlatos darían lugar a las dad de la prueba en el medio penitencia-
distintas fases: rio, la comprensión de las cuestiones de
los sujetos y la obtención de unos resul-
– Fase de acecho y de aproximación tados congruentes y dentro de lo previsi-
(etapa placentera y excitante para el ble, y que no discrepaban de los obteni-
agresor). dos en las muestras americanas.
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– Con relación a la edad, se obtienen los que obtienen un porcentaje más alto.
diferencias significativas en las tres
muestras (χ2 p<0,01). El intervalo más – En cuanto a estudios realizados y a
representado para las tres muestras, en aptitudes mentales no se obtienen resul-
el momento de la evaluación, era el com- tados significativos.
prendido entre 31-40 años. Sin embargo
un análisis más detallado nos indica que – Sobre antecedentes psicopatoló-
los agresores sexuales de menores son gicos, hay que señalar diferencias signi-
los delincuentes de más edad. Un 35% ficativas (χ2 p<0,05) entre las 2 muestras
de la muestra de pedófilos tiene entre de agresores sexuales (21% y 16%) y la
41-60 años, mientras que la muestra de muestra control (3%), es decir, hay una
violadores, en ese mismo intervalo sola- mayor presencia de trastornos psicopa-
mente tiene un 10% de sujetos, similar a tológicos en las muestras de agresores
lo obtenido por la muestra control (9%). sexuales y dentro de éstas, en la muestra
Resultados que coinciden con los de de violadores. Al analizar los trastornos,
otros estudios nacionales e internaciona- no hay ninguna patología que obtenga
les, en los que se señala que los pedófi- una representación cualificada, ni signifi-
los tienden a ser un grupo de más edad cativa (Sig. asint. de χ2 = 0,549 , es decir,
que los violadores. Se admite por lo p>0,05).
general que la edad de los agresores
sexuales se suele distribuir de forma – Sobre consumo de drogas, al
inversa a la edad de las víctimas. comparar los datos obtenidos, cabe indi-
car que los violadores consumen más
– Con respecto a la profesión, tam- drogas que los delincuentes sexuales de
bién son los pedófilos los que obtienen menores -en términos generales- aun-
los porcentajes más elevados en cualifi- que no más que los delincuentes “con-
cación (40%) y en estabilidad laboral trol”.
(60%) en comparación con los violado-
res (21% y 37%, respectivamente) y con Aunque resulta más significativas las
el grupo control (38% y 31%). También diferencias en el análisis de los tipos de
estos resultados están en consonancia sustancias consumidas por las muestras
con los obtenidos en otras investigacio- (χ2 p<0,01). Así tenemos que los pedófi-
nes en este campo. los consumirían preferentemente alcohol
(53%, del total del tipo de sustancias),
– Sobre datos familiares, señalar mientras que en la muestra de violadores
que son los agresores sexuales de adul- la sustancia más habitual, no aparece tan
tos los que obtienen el porcentaje más claramente diferenciada -alcohol, heroí-
elevado en cuanto a ausencia de relacio- na, cannabis-. También estos resultados
nes afectivas – 50%-, seguidos por la están en consonancia con los obtenidos
muestra de delincuentes no-sexuales y en otros estudios sobre que los delin-
por último los pedófilos. Estos resultados cuentes sexuales en general consumirían
apoyarían en cierta medida, las caracte- preferentemente alcohol más que otro
rísticas diferenciales que habitualmente tipo de drogas. Y también, que hay una
se vienen aceptando, entre violadores y mayor proporción de violadores que de
pedófilos. En la variable Hijos, también pedófilos a la hora de consumir otras
son los agresores sexuales de menores sustancias –heroína, hachís, etc.-.
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pedófilos, que coincidiría con el “modus – Escalas adicionales: Fuerza del yo,
operandi” más común para cada grupo y Dependencia, Dominancia, Responsabili-
con los resultados obtenidos en otras dad y Autocontrol.
investigaciones.
1. Estadísticos de tendencia central
– Sobre la relación de la actividad para las escalas del inventario, según el
delictiva con la ingesta de drogas, tipo de víctima.
también hay diferencias significativas. Es
superior el porcentaje de violadores que Las puntuaciones obtenidas por las
relacionan/justifican su delito con el con- diferentes muestras en el inventario
sumo de drogas en consonancia con los MMPI fueron recodificadas a formato de
resultados obtenidos en otras variables intervalos para hacerlas más operativas.
(ver resultados MSI). La amplitud de los intervalos se eligió
teniendo en cuenta los principios gene-
– Sobre la condena, decir que rales para la interpretación de los resulta-
durante el período del estudio los viola- dos, según el modelo de perfil clínico
dores cumplían condenas relativamente que se viene utilizando a partir de las
más largas que los delincuentes de puntuaciones T (típica) obtenida en cada
menores. Quizás debido entre otros escala y su alejamiento o no de la media
motivos a que es más probable la pre- estadística por arriba o por abajo, es
sencia de agravantes penales o de deli- decir la desviación típica correspondien-
tos colaterales ( violencia, intimidación, te. El perfil de las escalas quedaría como
lesiones, robo, TIA,..) en las agresiones sigue: Media = puntuación típica de 50,
sexuales cometidas contra mujeres adul- 1 DT (desviación típica) por debajo= pun-
tas que contra menores, sin olvidar tam- tuación T de 40, 1 DT por encima= pun-
bién que la alarma social y la “sensibili- tuación T de 60, 2 DT por debajo= pun-
dad judicial” durante aquellos años era tuación T de 30, 2 DT por encima = pun-
más patente en las agresiones contra tuación T de 70, 3 DT por debajo= pun-
mujeres adultas. tuación T de 20, 3 DT por encima= pun-
tuación T de 80.
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estarían entre 7 y 19 para la muestra de – Sobre las Escalas Clínicas, hay que
violadores, entre 6 y 18 para los agreso- señalar primeramente que las puntuacio-
res sexuales de menores y entre 6 y 14 nes medias obtenidas por las muestras
para los delincuentes no-sexuales. Por en algunas escalas son sugerentes a
muestras, el grupo con una mayor dis- pesar de que ninguna puntuación alcan-
persión en sus puntuaciones parece ser ce 1 desviación típica (DT) por encima o
el de los delincuentes sexuales de por debajo de la media. Al analizar las
menores. Por escalas, parece que el puntuaciones tenemos:
grupo de las escalas de validez obtiene
las puntuaciones más dispersas en las – En la escala Hipocondría (Hs) el
tres muestras. intervalo más representado para las
muestra de agresores sexuales y próximo
• En cuanto a las escalas hay que a 1 DT, sería 56-69 con el 29% y 23%
señalar: respectivamente, mientras que para el
grupo control sería el intervalo 45-55
– Con relación a las Escalas de Vali- con un 33%.
dez, la interpretación de las mismas nos
indicará la actitud de los sujetos al res- – En la escala Depresión (D) el 58%
ponder al inventario. Así podemos con- de la muestra de pedófilos puntúa en el
siderar que: los sujetos tratan de dar intervalo 56-69, indicando la presencia
una imagen favorable de si mismos, con de alguna sintomatología subdepresiva o
reducida capacidad de autocrítica. Lo de ánimo bajo. Característica más propia
que les impide un adecuado reconoci- de este grupo de agresores sexuales que
miento de sus problemas, distorsionán- del de violadores y que frecuentemente
dolos y sintiendo que poseen buena es considerada como un precursor de
capacidad para resolverlos sin necesidad agresión sexual.
de ayuda. Estos resultados están en
consonancia con los que veremos mas – En la escala Histeria (Hy) también
adelante en el MSI y que señalan una son las muestras de agresores sexuales
tendencia de los sujetos a negar y dis- las que puntúan más alto, siendo el
torsionar sus impulsos y actos sexuales intervalo más representado el 56-69,
desviados, y apenas presentan motiva- mientras que para el grupo control es el
ción o actitud favorable hacia el trata- 45-55.
miento.
– En la escala Desviación Psicopática
Actitud defensiva moderada en las (Pd) no hay diferencias significativas en
tres muestras a la hora de contestar el las tres muestras, siendo el intervalo más
cuestionario. Actitud muy similar para las representado el 56-69, con el 50% de
dos muestras de agresores sexuales y los casos.
algo más suave para la muestra de delin-
cuentes no-sexuales (muestra control). – En la escala Paranoia (Pa) el 36%
Este modo de respuesta ante el cuestio- de la muestra de violadores y el 33% de
nario estaría en consonancia con la acti- pedófilos puntúa dentro del intervalo
tud “tradicional” que los internos gene- 56-69 (próximo a 1 DT), mientras que
ralmente adoptan ante una evaluación para la muestra control el intervalo 45-
psicológica. 55 sería el más representado con un
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– Las 2 muestras de agresores sexua- sexual del tipo que sea. No obstante, se
les intentan negar los intereses e impul- puede señalar que los violadores obten-
sos sexuales. Tratan de proyectar una drían en la escala de Sado-Masoquismo
imagen “asexual” de si mismos, simu- una puntuación media y un porcentaje
lando no estar interesados por el sexo. de ítems contestados afirmativamente,
Actitud defensiva tradicional en los agre- superior a la muestra de pedófilos, en
sores sexuales (no-asunción delictiva, ni consonancia con su perfil y su “modus
responsabilidad de los hechos, etc.). operandi” normalmente aceptado.
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taje de sujetos por encima del 10% de Disfunción Sexual, la situación es bien
(11,5%), los 4 items de la escala de distinta obteniendo en la mayoría de
Sadomasoquismo fueron contestados ellos porcentajes por encima del 10 %,
afirmativamente como media, por el 6% en algún caso incluso por encima del
de la muestra, los 2 items de la escala de 20%.
Fetichismo obtienen un 7,7% similar al
porcentaje obtenido por el ítem de la Una primera interpretación sobre los
escala de Llamadas Obscenas (6,7%). resultados de la muestra de delincuen-
tes sexuales de mujeres adultas en rela-
Con respecto a los 8 items del Subtest ción a los items críticos del MSI, podría
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Una primera interpretación sobre los En esta ocasión se muestran los por-
resultados de la muestra de delincuentes centajes de las respuestas afirmativas
no-sexuales en relación a los items críti- para cada ítem, al ser más representati-
cos del MSI, podría indicar una actitud vas.
menos defensiva y/ o victimista a la hora
de responder al cuestionario, con resul- Las tablas se corresponden con las 5
tados dentro de lo previsible para este secciones que configuran el historial
tipo de muestra delictivo-penitenciaria. sexual, a saber: HS-1 (Desarrollo de la
Desviación Sexual), HS-2 (Evolución
Matrimonial), HS-3 (Evolución de la Iden-
Apartado MSI_HS. tidad de Género), HS-4 (Evolución de la
Orientación de Género) y HS-5 (Conduc-
Ahora vamos a analizar los resultados ta de Agresión Sexual).
correspondientes al apartado MSI_HS
(Historial Sexual) que está constituido
por 50 items, que se distribuyen en 5 Al comparar los datos del Historial
secciones, a saber : Desarrollo de la des- Sexual en ambas muestras de agresores
viación sexual (11 items), Evolución sexuales se observa:
Matrimonial (10 items), Evolución de la
Identidad de Género (3 items), Evolución – Como un 16 % reconoce haber
de la Orientación de Género (6 items) y sido víctima de abuso sexual en su infan-
Conducta de Agresión Sexual (20 items). cia y ± 13% justifica sus delitos por esta
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sexual de sus compañeras. Sin embargo, los pedófilos indicaría conocer a su vícti-
un grupo significativo en ambas mues- ma previamente, mientras que sólo el
tras, admite que sus compañeras tienen 30% de los violadores lo haría, datos
mayor interés sexual que ellos (35 % en congruentes con el "modus operandi"
los pedófilos y 21 % en los violadores). diferente de ambos grupos en la comi-
sión de sus agresiones sexuales. Por últi-
– La presencia de malestar o inseguri- mo, parece que la violencia sexual está
dad en cuanto al rol sexual masculino o presente o al menos es reconocida por el
en cuanto a su orientación sexual está en 11% de los sujetos en ambas muestras.
ambas muestras en torno al 10 % de
sujetos. Hay un 7% de sujetos en ambas
muestras que admite ambigüedad o IV. PERFILES
inseguridad en su orientación sexual.
Perfil del agresor sexual evaluado.
– En el reconocimiento del delito, las
muestras se comportan de manera dis- VARIABLES PSICOSOCIALES
tinta: el 39,5 % de los pedófilos admite
haber tenido contacto sexual con niñas, En general, los pedófilos serían mayo-
mientras que solamente el 22 % de los res que los violadores, estarían mejor
violadores admite haber cometido agre- cualificados profesionalmente y serían
sión sexual contra mujeres adultas. más estables en su actividad laboral. Hay
Resulta también interesante los datos una menor presencia en los violadores
relativos al conocimiento previo de la víc- de relaciones afectivas de pareja y de
tima por parte del agresor, así el 58% de descendencia (hijos). No se observan
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En las variables clínicas hay que hacer – Solo un 16% reconoce haber sido
referencia a: víctima de abusos sexuales. Y un 13%
justificaría sus delitos por este motivo.
– Una actitud defensiva en toda las
muestras. – Los pedófilos admitirían en mayor
grado (26%) que los violadores (15%)
– Predominio en los violadores tener dificultades o problemas para esta-
de una actitud de desconfianza y sus- blecer relaciones sexuales con adultos.
picacia. También reacciones de hosti-
lidad e inconformismo y proclividad a las – Aparecen sentimientos de inade-
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