Sei sulla pagina 1di 34

Anuario de Psicología Jurídica, Volumen 13, año 2003. Págs.

27-60

ESTUDIOS

PERFIL DEL AGRESOR SEXUAL: ESTUDIANDO


LAS CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS Y
SOCIALES DE LOS DELINCUENTES SEXUALES DE
NUESTRAS PRISIONES
THE SEX OFFENDER PROFILE: OUTLINING
SOCIAL AND PSYCHOLOGICAL FEATURES OF
SPANISH SENTENCED SEX OFFENDER

Cándido Sánchez*

RESUMEN

Dentro de la categoría de agresores sexuales se engloba una población muy heterogé-


nea, no sólo en lo que se refiere a su actividad delictiva, sino también a sus características
personales, sociales, psicopatológicas, de estilo de vida, tasa de reincidencia y respuesta
al tratamiento.
Todo ello implica la necesidad de una combinación de métodos evaluativos que nos
den una descripción lo más completa y fiable posible de cada agresor sexual. La adapta-
ción del Multiphasic Sex Inventory (MSI) pretende incorporar una nueva herramienta a
nuestro vademécum psicológico para evaluar más específicamente las características
diferenciales de este tipo de delincuentes.
Los resultados de la aplicación de dicho inventario, junto con otras pruebas, a una
muestra amplia de delincuentes encarcelados (104 violadores, 43 abusadores de meno-
res y 58 delincuentes no-sexuales), sin ser espectaculares, nos ha permitido señalar algu-
nas diferencias significativas en:
– Actitudes, distorsiones y comportamiento sexual.
– Funcionamiento y preferencias sexuales.

* Central de Observación. Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Ministerio del Interior. e-


mail: candido@correo.cop.es

ANUARIO/2003 27
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

– Orientación e historia sexual.


Dichos datos pueden ser muy útiles en la determinación del alcance y la magnitud de
la desviación sexual, en el perfil inicial de riesgo de reincidencia y en la planificación de la
intervención especializada.

PALABRAS CLAVE:

ABSTRACT

It is well known that sex abusers are a very heterogeneous population, not only con-
cerning their offending behaviour pattern, but also with regard to their personal, social
and psychopathological characteristics, their life style, relapsing rate and reaction to
treatment. This emphasises the basic role of psychological assessment as a process where
we should detect the main deficits, personal defects an specific traits of every sex offen-
der in order to establish an initial re-offence risk and pre-treatment base-line.
These considerations were behind the Spanish version of the Multiphasic Sex Inven-
tory (MSI) that provides our psychological vademecum with a specific tool to improve
assessment of sex offenders.
A sample of imprisoned offenders –104 rapists, 43 child sex abusers and 58 non sex
offenders, were assessed using the MSI and other psychological tools. While not ama-
zing, results show some significant differences between samples, particularly with regard
to the following variables: sexual attitudes, cognitive distortions and sexual behaviours;
sex performance and preferences; and sexual orientation and background. These results
may be very useful for determining the significance and magnitude of sexual deviation,
the initial recidivism risk profile, and the treatment program.

KEY WORDS: Sex Offender, Psychopathological Traits, Recidivism, Treatment Program.

28 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

De momento parece imposible erradi- que los medios de comunicación presen-


car el delito sexual de nuestra sociedad, tan y poder influir así sobre los poderes
lo que no es óbice para intentarlo. Cier- fácticos y los gobiernos para que luchen
tamente, cualquier disminución en la eficazmente contra esta lacra, más allá
incidencia de las agresiones sexuales por de las medidas penales y penitenciarias.
pequeña que sea, constituye una contri-
bución valiosa para el bienestar y la salud Esta sensibilización va induciendo len-
de nuestras comunidades, además de tamente un cambio, por ejemplo, en las
evitar el sufrimiento a personas inocen- actitudes y modos en que la policía, los
tes y porqué no, ahorrar a los contribu- tribunales y las instituciones tratan a las
yentes una considerable cantidad de víctimas, lo que ha reducido considera-
dinero. blemente los efectos que éstas sufrían en
el transcurso de las investigaciones y de
los procesos judiciales –segunda victimi-
La respuesta social a la agresión zación-. Tampoco sería correcto pensar
sexual que la responsabilidad de esta divulga-
ción pública es solamente asunto de las
La sociedad puede dar tres respuestas agencias públicas e instituciones oficia-
genéricas a la agresión sexual: les, también es de todos cuantos somos
conscientes de la naturaleza del delito
1. Desarrollar estrategias para reducir o sexual.
evitar el delito sexual – Prevención–.
2. Apoyar y ofrecer tratamiento a las En nuestros sistemas educativos se
víctimas. puede hacer algo más por reducir la inci-
3. Tratar de forma eficaz a los agreso- dencia de los abusos sexuales. P.ej. en los
res. colegios se debería prestar más atención
a promover la autoestima y las habilida-
des sociales de los niños que sufren
1. Prevención malos tratos o que pertenecen a hogares
desfavorecidos, y que se consideran fac-
Para prevenir el delito sexual, un pri- tores de riesgo para agresiones sexuales
mer paso consistiría en instruir a las per- futuras.
sonas en la naturaleza y el alcance de
estas agresiones, en el perfil del delin- Los adolescentes también son otro
cuente y en su modus operandi. Cono- grupo con el que promover comporta-
cer las maniobras de aproximación del mientos sociales apropiados, sensibili-
delincuente sobre la víctima podría per- zándolos por ejemplo sobre el acoso y el
mitir a la gente detectar cuándo un pre- abuso sexual. También en algunos países
sunto agresor está intentando victimizar se han introducido programas en las
a alguien o está ya abusando de ella. Del enseñanzas primarias en los que se ense-
adiestramiento y la divulgación pública ña a los chicos y chicas cuál es el alcance
del problema se puede esperar que la del abuso sexual infantil y quiénes suelen
población conozca las características ser los agresores, además se les hace
básicas y “verdaderas” del agresor y de saber que recibirán la asistencia y la pro-
la agresión sexual, neutralizando la ima- tección necesaria en caso de denuncia.
gen distorsionada y muchas veces irreal La implantación de algunos de estos pro-

ANUARIO/2003 29
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

gramas, principalmente en EE.UU. y Los delincuentes que agreden sexual-


Canadá, ha puesto de relieve un incre- mente a mujeres o menores saben que lo
mento en el número de denuncias que están haciendo es punible y por
auténticas, que no solo condujo a que tanto tomarán precauciones para evitar
los delincuentes identificados dejasen de ser descubiertos y detenidos. No suelen
agredir as sus víctimas y evitar abusos estar movidos por impulsos desviados
posteriores, sino que también supuso incontrolables. Algunos cumplen crite-
que los agresores buscaran a otros rios diagnósticos de trastornos de perso-
menores. nalidad o de parafilias. También algunos,
pero muy pocos, padecen un trastorno
mental por el que no son responsables
2. Tratamiento de las víctimas de sus actos.

Las víctimas de abuso sexual no sólo En España, como en otros muchos


padecen las graves consecuencias del países, los agresores sexuales son
mismo, sino que también sufren la des- encarcelados, pero esta medida debería
consideración del sistema que se supone ser sólo parte de la respuesta social
debería ampararlas y protegerlas. Hasta –más ambiciosa- a este problema. Aun-
hace poco tiempo las diferentes instan- que a veces se ha dicho que el encarce-
cias e instituciones oficiales que interve- lamiento incrementa las actitudes anti-
nían en los casos de agresión sexual sociales y causa numerosos problemas
(sanitarias, policiales, judiciales, foren- en los internos, gran parte de los pre-
ses,...) no prestaban un apoyo apropia- suntos efectos negativos dependen de
do, practicando las actuaciones que les la naturaleza de las cárceles y de su fun-
correspondían sin la preparación ade- cionamiento.
cuada para evitar situaciones angustio-
sas y estresantes añadidas. Actualmente, Las prisiones españolas tienen como
tanto los Cuerpos de Seguridad del Esta- fin primordial: “...la reeducación y rein-
do como las instancias judiciales cuentan serción social de los sentenciados a
con unidades especiales de atención y penas y medidas de seguridad privativas
asistencia, tanto psicológica como judi- de libertad...” (art. 2 del vigente Regla-
cial, a víctimas, reduciendo la angustia y mento Penitenciario). Asimismo, para la
el estrés añadido que suponía la inter- consecución de dicho objetivo se cuen-
vención del sistema a partir de la denun- ta con programas de intervención para
cia de la víctima. internos. Entre estos programas los hay
dedicados a la enseñanza, la formación
profesional, socioculturales y deporti-
3. Tratamiento de los delincuentes vos, al abuso de sustancias y en la
actualidad, desde diciembre de 1998 se
En la medida en que las estrategias ha puesto en marcha un programa
que empleemos sean eficaces para redu- específicamente diseñado para la inter-
cir el riesgo de que los agresores sexuales vención penitenciaria con agresores
sigan cometiendo agresiones y para sexuales del que se hablará más adelan-
rehabilitarlos socialmente, reducirán los te.
delitos futuros y a su vez serán útiles con
fines preventivos. En la medida que el tratamiento insti-

30 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

tucional sea efectivo y continúe en la agresores sexuales sino es porque un


comunidad, hay razones para creer que tribunal los condene o porque ellos mis-
permitirá reducir la tasa de reincidencia mos confiesen.
de estos delincuentes.
Esto no quiere decir que no sepamos
nada acerca de los delincuentes sexua-
Sobre el perfil del agresor sexual les. Los agresores sexuales adoptan
muchas tácticas para ocultar sus ten-
La mayoría de los individuos que dencias delictivas, incluyendo el presen-
cometen agresiones sexuales son prin- tarse ante los demás como personas
cipalmente hombres. También hay socialmente adaptadas. Quizás lo más
mujeres y menores que las cometen, complicado a la hora de intentar com-
pero entre el 85 y el 95% de los delin- prender a estos delincuentes, sea saber
cuentes sexuales identificados son qué dificultades funcionales llevan a un
varones. hombre a convertirse en un agresor
sexual. Algunas de las experiencias de
Los hombres que agreden sexualmen- los agresores sexuales que contribuyen
te no son diferentes en la mayoría de sus al desarrollo de su comportamiento
características y rasgos al resto de los desviado son las mismas que están pre-
hombres. Pueden provenir de todas las sentes en la etiología de otros trastor-
esferas profesionales y estratos sociales, nos como las conductas antisociales o la
y sus características demográficas son depresión.
reflejo de la población general. De
hecho, ningún grupo de hombres parece Un posicionamiento teórico sobre la
estar exento del riesgo de cometer agre- etiología de la delincuencia sexual refiere
siones sexuales (sordos, discapacitados como fundamento básico el desarrollo
físicos, minorías). de una vulnerabilidad por la ruptura de
los lazos entre padres e hijos. Dicha vul-
La heterogeneidad de los grupos es nerabilidad determinará la respuesta de
tan grande y el solapamiento entre ellos la persona a sus posteriores experiencias
es tan extenso que incluso resulta difícil y se expresará en patrones concretos de
identificarlos mediante evaluación psi- comportamiento.
cológica especializada. Estas similitudes
entre los grupos de agresores sexuales y
los no-agresores resultan trascendenta- Contextos socioculturales
les pues no ayudan a la sociedad a iden-
tificar aquellas características que Uno de los factores culturales que
pudieran claramente distinguir a los más afectan a la investigación y al trata-
agresores sexuales de los que no lo son miento de los agresores sexuales es la
de cara a la prevención y la protección amplitud de conciencia sobre la magni-
social. Tampoco permiten a los profe- tud y el impacto de la victimización
sionales y a los tribunales basarse en sexual en cada país. En sí misma esta
una evaluación para decidir si un acusa- conciencia es el reflejo de una conjun-
do de un delito sexual realmente lo es. ción de fuerzas culturales, sobre todo el
Por el momento, desgraciadamente, no movimiento de la mujer y el de la protec-
podemos identificar fácilmente a los ción de los menores.

ANUARIO/2003 31
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

En los países donde estos movimien- La intervención penitenciaria con


tos son fuertes, como en los países del agresores sexuales
Noroeste Europeo, la atención dedicada
a la prevención de la violencia sexual en La distribución física de las prisiones
las mujeres y en los menores es superior dificulta los esfuerzos de tratamiento,
a la de los países donde estos movimien- dado que obviamente la primera priori-
tos son menos relevantes, como en los dad de estas instituciones es la de man-
países del Sur de Europa, o es insignifi- tener la seguridad, quedando los aspec-
cante como en los antiguos países comu- tos de la intervención y el tratamiento en
nistas. No obstante, a la estela del una prioridad baja.
reciente movimiento de apoyo a las vícti-
mas, el tratamiento de los delincuentes Evidentemente, las claves del éxito
sexuales parece probable que llegue a están en desarrollar un esfuerzo hacia el
asentarse firmemente en toda Europa en exterior, pues completar satisfactoria-
poco tiempo. mente los programas penitenciarios de
intervención con los delincuentes sexua-
les constituye únicamente la parte insti-
I. LA EVALUACIÓN DEL AGRESOR tucional de la intervención, que bajo nin-
SEXUAL gún concepto se debe interpretar o asi-
milar a la noción tradicional de “alta
Desde una perspectiva general no médica”.
resulta fácil acometer el estudio de las
conductas violentas. La terminología que El tratamiento debe continuar ineludi-
habitualmente se viene empleando -vio- blemente en la comunidad, es decir, en
lencia, agresividad, delincuencia-, con- el medio social al que el delincuente
juntamente con los juicios de valor que sexual regrese, pues va a ser en su medio
dichos términos suscitan, inducen a con- social en el que se le van a plantear las
fusión. situaciones de riesgo.

Como ya se ha comentado, dentro Dicha intervención comunitaria debe-


de la categoría "agresores sexuales" se ría partir de los resultados e indicadores
engloba una población muy heterogé- de riesgo identificados durante la inter-
nea, no sólo en lo que se refiere al tipo vención penitenciaria, que deberían mar-
de actividad delictiva y a la comisión o car el plan de prevención individualizado
no de otros delitos no sexuales, sino previo a su excarcelación y las pautas ini-
también en características personales, ciales de intervención en la comunidad.
proceso de socialización, psicopatolo- Las intervenciones y las técnicas practica-
gía, estilo de vida, tasa de reincidencia das - y teóricamente asimiladas- por los
y respuesta al tratamiento. Además, internos participantes en el programa
muchas veces los factores individuales penitenciario pretenden en primera y
son demasiados para adscribir el caso a última instancia que los agresores sexua-
una categoría o clasificación dada, les participantes aprendan a enfrentarse
sobre todo si ésta ha de condicionar y a resolver las situaciones de riesgo que
diferentes tipos de tratamiento y dife- puedan amenazar la sensación de con-
rentes predicciones de riesgo y de éxito trol de los sujetos y que incrementan las
de tratamiento. posibilidades de la reincidencia delictiva.

32 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

El seguimiento debería continuar – Evaluación fisiológica


tanto tiempo como fuera posible, super-
visando el cumplimiento de los compro- Algunos agresores sexuales desarro-
misos que se hayan establecido y reali- llan patrones de excitación sexual anó-
zando reevaluaciones periódicas. malos. Aunque generalmente minimizan
sus trastornos sexuales, estos sujetos a
menudo han cultivado durante años fan-
Métodos Evaluativos tasías sexuales y conductas masturbato-
rias desviadas.
Cuando se evalúan delincuentes
sexuales, se deberían intentar establecer Para obtener una información más
los siguientes objetivos: fiable sobre su patrón de excitabilidad
sexual se recomienda la utilización de
1) El alcance y la magnitud de la des- procedimientos de registro fisiológico.
viación sexual. Pueden aparecer diferencias significati-
vas entre la estimación del sujeto sobre
2) La existencia o no de una amenaza su propio arousal y el nivel real del regis-
social inmediata o a largo plazo. tro. En las diferentes fuentes consultadas
se hace referencia básicamente a cinco
3) Si se pueden modificar las cogni- tipos de respuesta fisiológica básicos:
ciones, actitudes, reacciones emociona- respuesta electrodérmica, cardiovascular,
les y conductas erróneas. respiratoria, pupilar y peneal.

4) Qué programas de tratamiento La más interesante, por ahora, es la


podrían ser los más apropiados y nivel de medición falométrica o pletismográfica
motivación. de la excitación peneal, ya sea porque
otras opciones están en fase de desarro-
Se van a revisar brevemente algunos llo - respuesta pupilar- o bien por haber
de los métodos que se vienen utilizando sido prácticamente abandonadas - res-
en la evaluación psicológica de los agre- puesta respiratoria, electrodérmica y car-
sores sexuales: diovascular -. Numerosos especialistas
confirman el uso del pletismógrafo
peneal como el mejor método de evalua-
– La entrevista ción de la excitación sexual disfuncional
y normal.
En muchos casos una historia social
meticulosamente recabada puede pro-
porcionarnos un nítido panorama del – Evaluación psicométrica
proceso de desarrollo del sujeto. Cuan-
do éste se contraste con su status psico- Las pruebas psicométricas se han utili-
lógico actual, con sus respuestas a un zado para identificar aspectos generales
combinado de pruebas psicológicas, del agresor sexual: aptitudes, caracterís-
aparecerá su perfil psicológico. Dicho ticas personales, déficits emocionales,
perfil puede utilizarse para realizar un problemas de aprendizaje, disfunciones
pronóstico realista de su conducta futu- neurológicas y una pléyade de rasgos
ra. psicológicos y patrones de comporta-

ANUARIO/2003 33
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

miento. Algunos de los más utilizados ción sobre cuestiones relativas al desa-
podrían ser: la Escala de Wechsler rrollo sexual, patrones conductuales,
(WAIS), el Minnesota Multiphasic Perso- fantasías, experiencias, disfunciones, etc.
nality Inventory-2 (MMPI-2), el Millon
Clinical Multiaxial Inventory (MCMI-II), el Otras escalas habituales en la evalua-
Sixteen Personality Factors de Cattell ción específica de agresores sexuales
(16PF), el Rorschach y los Tests de Aper- son: la escala de Abel y Becker (Abel
cepción Temática ,y el Cuestionario de and Becker Cognitive Scale), la escala
Rotter: Incomplete Sentence Blanck. de Aceptación del Mito de la Violación
de Burt (Burt Rape Myth Acceptance
Escalas de evaluación de la violencia: Scale), la escala de Actitudes hacia las
Violence Risk Appraisal Guide (VRAG), Mujeres (Attitude towards Women
Violence Risk Inventory (VRI). Escalas de Scale), etc.
evaluación de la agresividad: Buss Hosti-
lity/Aggression Scale. Escalas de evalua- Sobre la evaluación ha de tenerse pre-
ción de la psicopatía: Psychopathy Chec- sente que:
klist Revised de Hare.
– Algunos agresores sexuales falsifi-
A pesar de que estas pruebas son carán o distorsionarán información rele-
extremadamente útiles a la hora de iden- vante, incluso en el pletismógrafo, pues
tificar deficiencias cognitivas, trastornos en muchos casos la evaluación va a tener
afectivos, déficits personales y otros pro- una repercusión importante a corto o
blemas psicológicos, no siempre pueden largo plazo (resoluciones judiciales,
proporcionarnos información específica beneficios penitenciarios, altas de trata-
sobre la conducta sexual de un indivi- miento,...).
duo, para lo que se recomiendan proto-
colos adicionales que identifiquen el – Una evaluación psicológica adecua-
trastorno, la disfunción o el malestar da requiere dedicación y tiempo suficien-
sexual principal. te, de los que muchas veces no se dispo-
ne.

– Pruebas específicas – Se debe intentar realizar una eva-


luación lo más exhaustiva posible con
Desde la aparición de las primeras múltiples técnicas, ya que hay que tener
investigaciones de Master y Johnson en en cuenta que una evaluación precipita-
los años 70, se han desarrollado una da y negligente puede ser más engañosa
serie de cuestionarios para identificar y perjudicial que la no-evaluación.
disfunciones y problemas sexuales espe-
cíficos. Por ejemplo, el S.S.I. (Survey of – La evaluación al menos nos debería
Sexual Interactions), el B.I.Q. (Back- aclarar aspectos sobre:
ground Information Questionnaire). Pro-
porcionan información sobre el nivel • Comportamiento sexual, es decir,
actual de fracasos y satisfacciones sexua- preferencias sexuales desviadas, funcio-
les en un sujeto. El Sone Sexual History namiento sexual.
Background Form o el Multiphasic Sex
Inventory, que proporcionan informa- • Funcionamiento social, evaluando

34 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

habilidades sociales, asertividad, ansie- – Actitudes, valores, creencias y


dad social, ajuste. conocimientos sobre la sexualidad.

• Distorsiones cognitivas. – Relaciones interpersonales - favore-


cedoras de la conducta desviada -.

Evaluación penitenciaria – Distorsiones cognitivas.

Es en el momento de tomar decisio- – Nivel de funcionamiento social


nes, de planificar el tratamiento a seguir general (deficiencias en competencia
o de valorar la evolución de los internos social, asertividad, autocontrol, resolu-
cuando el procedimiento de evaluación ción de problemas,...).
seguido alcanza su significado principal.
Durante mucho tiempo la evaluación de – Presencia de alcoholismo y/o de
los delincuentes sexuales se ha basado otras dependencias.
en indicadores de la conducta peniten-
ciaria, como faltas disciplinarias y rendi- – Trastorno psicopatológico o de otro
miento en actividades durante el inter- tipo.
namiento.

Actualmente la mejor dotación de II. PROYECTO: MULTIPHASIC SEX


recursos humanos y medios técnicos per- INVENTORY.
mite una mejora en la calidad de esta
evaluación, la cual para ser válida debe- Exposición de motivos
ría clarificar tres elementos fundamenta-
les: pronóstico de riesgo, objetivos de El examen de la agresión sexual es
tratamiento y medidas de control - nece- esencial para la eficacia del tratamiento.
sarias durante el disfrute de beneficios Debe abarcar los factores que empujan a
penitenciarios -. cada agresor a cometer el delito. Entre
dichos factores se podrían señalar: ante-
De manera más específica: cedentes delictivos, preferencias sexua-
les, actitudes sexuales, toxicofilia, habili-
– Patrón de conducta parafílica y de dades interpersonales, potencial de vio-
estimulación sexual desviado. lencia, etc. Todo ello implica la necesidad
de una combinación de métodos evalua-
– Niveles de agresividad general y de tivos que nos den una descripción lo más
hostilidad hacia las víctimas. completa y fiable posible del agresor
sexual.
– Presencia de elementos psicopáti-
cos (ausencia de sintonía emocional con Asimismo, nos encontramos con que
los otros, impulsividad, dificultades para la evaluación del agresor, conjuntamente
aprender de la experiencia. con las estrategias de reclutamiento con-
figuran las primeras etapas de todo pro-
– Proceso de socialización (traumáti- grama de intervención con delincuentes
co, deficitario,...). sexuales.

ANUARIO/2003 35
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

De manera consecuente con lo ante- El MSI está configurado en un forma-


rior, a mediados de los años 90, se plan- to similar al del MMPI pero es un inven-
teó en la unidad donde trabajo –Central tario sexual y no una prueba de persona-
de Observación- la necesidad de identifi- lidad. Puede utilizarse normalmente con
car alguna prueba psicológica que per- otras pruebas para la evaluación de los
mitiera mejorar la evaluación de los agre- delincuentes sexuales y asimismo puede
sores sexuales que cumplen condena en usarse durante el tratamiento para che-
nuestras prisiones. quear el grado de sinceridad y de progre-
so que un delincuente va haciendo.
El vademécum de pruebas psicológi-
cas disponibles en español en aquel Parece ser una prueba bastante fiable
momento, nos impelió a iniciar una con ninguna escala por debajo de 0,58 y
búsqueda de pruebas específicas para muchas escalas y subtests alcanzan ran-
agresores sexuales, de contrastada fia- gos de 0,80 y 0,90 . La fiabilidad total
bilidad y validez, que pudieran adap- para todos los items de la prueba es de
tarse salvando el escollo del idioma 0,86 .
para su uso en nuestro país y más con-
cretamente dentro del marco institu- La administración del MSI es sencilla y
cional. directa, no diferenciándose de la mayo-
ría de las pruebas denominadas de
Dentro de ese contexto y tras varios “papel-y-lapiz”. Contiene 300 items y
análisis y contrastes de investigaciones y por lo general lleva completarla entre 45
estudios de especialistas de otros países, y 50 minutos.
se seleccionó de entre las pruebas psico-
lógicas diseñadas para la evaluación de
delincuentes sexuales, el Multiphasic Sex Constructo Psicológico de la Agresión
Inventory (M.S.I.) de Nichols and Molin- Sexual según Nichols & Molinder (1984)
der (1984).
El constructo psicológico expuesto
por dichos autores es el constructo sub-
Descripción general del cuestionario yacente en el inventario.

El MSI es un cuestionario autoinfor- Proposiciones que lo definen:


mado diseñado para evaluar un amplio
rango de características psicosexuales 1ª Existencia de la desviación sexual.
del agresor sexual. Consta de 20 escalas Un acto de desviación sexual no existe
y un historial sexual. Seis de las veinte hasta que es descubierto. Esto es, el
escalas son escalas de validez, una de único criterio para identificar a un agre-
ellas es una escala de items paralelos sor sexual es el acto mismo.
entre el MSI y el MMPI. Las catorce esca-
las restantes incluyen: 3 escalas de des- 2ª Progresión cognitiva. Aquí se
viación sexual, 5 escalas relacionadas defiende la perspectiva de que antes de
con conductas sexuales atípicas, 4 esca- que una agresión sexual sea cometida
las de disfunción sexual, 1 escala de hay una progresión hacia el delito. Se
conocimientos sexuales y 1 escala de apoya en la hipótesis planteada por
actitudes hacia el tratamiento. Yochelson y Samenow que sostienen

36 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

que el delito debe ser proyectado en pri- La muestra estaba formada por 11
mer lugar y después a través de una pro- varones condenados por violación, inter-
gresión de errores cognitivos, el delin- nos en el Centro Penitenciario de Alcalá-
cuente ejecuta la idea. El período de II, seleccionados para participar volunta-
tiempo que transcurre entre pensamien- riamente en el proyecto.
to y acto puede ser cuestión de segun-
dos o de años. Los instrumentos utilizados en esta
ocasión fueron: entrevista semiestructu-
3ª Progresión conductual. Existen rada, Minnesota Multiphasic Personality
una serie de correlatos conductuales Inventory -MMPI- (versión1967), y Mul-
identificables que son universales para tiphasic Sex Inventory –MSI- (versión
todos los agresores sexuales, que se 1984).
corresponden con las cogniciones de la
segunda proposición y que se miden en Los primeros resultados y conclusio-
función de la duración, magnitud y esti- nes destacaron la operatividad y viabili-
lo. Dichos correlatos darían lugar a las dad de la prueba en el medio penitencia-
distintas fases: rio, la comprensión de las cuestiones de
los sujetos y la obtención de unos resul-
– Fase de acecho y de aproximación tados congruentes y dentro de lo previsi-
(etapa placentera y excitante para el ble, y que no discrepaban de los obteni-
agresor). dos en las muestras americanas.

– Fase de agresión sexual (suele 2ª Fase: Aplicación a una muestra


haber una progresión en la gravedad de representativa penitenciaria (1995-96).
las conductas y en el número víctimas).
Esta fase consistió en la aplicación por
4ª Diferencias individuales. Además parte de los psicólogos de los respectivos
de la universalidad de las cogniciones y centros penitenciarios del MSI, del MMPI
de las conductas del agresor sexual, hay y otras pruebas complementarias a una
que tener en cuenta las diferencias entre muestra más numerosa y representativa
subgrupos -violadores, pedófilos, exhibi- de internos condenados por delitos con-
cionistas- y entre individuos dentro de un tra la libertad sexual. Los centros peni-
mismo subgrupo, con relación a los dife- tenciarios participantes fueron: Almería,
rentes perfiles personales. Bonxe, El Dueso, Nanclares, Orense,
Sevilla y Villabona. El numero total de
5ª Justificación y falseamiento. Los internos fue de N = 209.
delincuentes sexuales se defienden vigo-
rosamente a través de diferentes meca- La participación de los internos en el
nismos cognitivos como el falseamiento, proyecto fue totalmente voluntaria en
la distorsión o la negación de los hechos ambas fases, garantizándoseles el anoni-
que se les imputan. mato de sus respuestas.

La aplicación constaba de los siguien-


Desarrollo del proyecto tes instrumentos:

1ª Fase: Prueba piloto (1994). a) Ficha de datos.

ANUARIO/2003 37
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

Cuestionario confeccionado al efecto ner algunos de los análisis descriptivos


para recoger datos de tipo socio-perso- realizados y las diferencias significativas
nal y penal-penitenciario. encontradas entre las muestras. Para
más adelante, quizás en un segundo
b) Minnesota Multiphasic Personality artículo, referir las relaciones significati-
Inventory -MMPI- (versión1967). vas entre las variables, los grupos de
variables y de sujetos identificadas
c) Multiphasic Sex Inventory –MSI- mediante el análisis factorial y el análisis
(versión 1984). de conglomerados y compararlos bus-
cando diferencias significativas.
Que consta de las siguientes escalas y
subtests: Como se ha dicho la muestra total
estaba compuesta de 209 internos, al
– Subtest Parafilias –Desviación iniciar el análisis de las diferentes mues-
Sexual- que consta de las siguientes tras resultantes, los datos referidos a 4
escalas: Abuso de menores, Violación y sujetos fueron considerados casos perdi-
Exhibicionismo. dos, quedando pues una muestra efecti-
va de 205 internos distribuidos de la
– Subtest Parafilias –Manifestación manera siguiente: 58 delincuentes no-
Sexual Atípica– que consta de las sexuales (grupo control), 104 agresores
siguientes escalas: Fetichismo, Llamadas sexuales de adultos (mujeres) y 43 agre-
telefónicas Obscenas, Voyeurismo, Escla- sores sexuales de menores.
vitud y Disciplina y Sado-Masoquismo.

– Subtest de Validez que consta de Cuestionario Ficha de datos


las siguientes escalas: Items Paralelos
MSI-MMPI, Deseabilidad Social-Sexual, Este cuestionario -elaborado al efec-
Obsesiones Sexuales, Sinceridad, Inma- to- recogía principalmente datos relati-
durez y Distorsiones Cognitivas, Justifica- vos a los delitos, las víctimas, la condena,
ciones y Actitudes hacia el tratamiento. el tiempo de permanencia en prisión, el
grado de tratamiento penitenciario, los
– Subtest Disfunción Sexual que antecedentes penales, la edad, el nivel
consta de las siguientes escalas: Incom- intelectual, el nivel educativo, el estado
patibilidad Sexual, Eyaculación Precoz, civil, el historial laboral, los trastornos
Incapacidades Físicas e Impotencia. psicopatológicos y el consumo de tóxi-
cos.
– Otras escalas: Creencias y Conoci-
mientos Sexuales e Historial Sexual. Al analizar comparativamente los
datos que las tres muestras de delin-
cuentes obtienen en las variables relati-
III. RESULTADOS vas a datos personales se puede señalar,
en primer lugar, que de los análisis esta-
Dada la amplitud de la muestra y el dísticos Chi-cuadrado hemos encontrado
numero de análisis y contrastes que se diferencias significativas para algunas
han podido realizar sobre los datos reca- variables –casillas sombreadas en la tabla
bados, vamos inicialmente solo a expo- anterior– :

38 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

ANUARIO/2003 39
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

– Con relación a la edad, se obtienen los que obtienen un porcentaje más alto.
diferencias significativas en las tres
muestras (χ2 p<0,01). El intervalo más – En cuanto a estudios realizados y a
representado para las tres muestras, en aptitudes mentales no se obtienen resul-
el momento de la evaluación, era el com- tados significativos.
prendido entre 31-40 años. Sin embargo
un análisis más detallado nos indica que – Sobre antecedentes psicopatoló-
los agresores sexuales de menores son gicos, hay que señalar diferencias signi-
los delincuentes de más edad. Un 35% ficativas (χ2 p<0,05) entre las 2 muestras
de la muestra de pedófilos tiene entre de agresores sexuales (21% y 16%) y la
41-60 años, mientras que la muestra de muestra control (3%), es decir, hay una
violadores, en ese mismo intervalo sola- mayor presencia de trastornos psicopa-
mente tiene un 10% de sujetos, similar a tológicos en las muestras de agresores
lo obtenido por la muestra control (9%). sexuales y dentro de éstas, en la muestra
Resultados que coinciden con los de de violadores. Al analizar los trastornos,
otros estudios nacionales e internaciona- no hay ninguna patología que obtenga
les, en los que se señala que los pedófi- una representación cualificada, ni signifi-
los tienden a ser un grupo de más edad cativa (Sig. asint. de χ2 = 0,549 , es decir,
que los violadores. Se admite por lo p>0,05).
general que la edad de los agresores
sexuales se suele distribuir de forma – Sobre consumo de drogas, al
inversa a la edad de las víctimas. comparar los datos obtenidos, cabe indi-
car que los violadores consumen más
– Con respecto a la profesión, tam- drogas que los delincuentes sexuales de
bién son los pedófilos los que obtienen menores -en términos generales- aun-
los porcentajes más elevados en cualifi- que no más que los delincuentes “con-
cación (40%) y en estabilidad laboral trol”.
(60%) en comparación con los violado-
res (21% y 37%, respectivamente) y con Aunque resulta más significativas las
el grupo control (38% y 31%). También diferencias en el análisis de los tipos de
estos resultados están en consonancia sustancias consumidas por las muestras
con los obtenidos en otras investigacio- (χ2 p<0,01). Así tenemos que los pedófi-
nes en este campo. los consumirían preferentemente alcohol
(53%, del total del tipo de sustancias),
– Sobre datos familiares, señalar mientras que en la muestra de violadores
que son los agresores sexuales de adul- la sustancia más habitual, no aparece tan
tos los que obtienen el porcentaje más claramente diferenciada -alcohol, heroí-
elevado en cuanto a ausencia de relacio- na, cannabis-. También estos resultados
nes afectivas – 50%-, seguidos por la están en consonancia con los obtenidos
muestra de delincuentes no-sexuales y en otros estudios sobre que los delin-
por último los pedófilos. Estos resultados cuentes sexuales en general consumirían
apoyarían en cierta medida, las caracte- preferentemente alcohol más que otro
rísticas diferenciales que habitualmente tipo de drogas. Y también, que hay una
se vienen aceptando, entre violadores y mayor proporción de violadores que de
pedófilos. En la variable Hijos, también pedófilos a la hora de consumir otras
son los agresores sexuales de menores sustancias –heroína, hachís, etc.-.

40 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

– Sobre este grupo de variables hay


que señalar primeramente que se han – Con relación a la actividad delicti-
encontrado diferencias significativas (χ2 va previa, destacar que también se
p<0,01 o p<0,05) en todas ellas para los obtienen diferencias significativas ( χ 2
tres grupos de delincuentes. p<0,01). Sin considerar al grupo control,
los agresores sexuales de adultos obtie-
– Referente a las víctimas de las nen un porcentaje superior (40%) al de
agresiones sexuales, predomina el agre- los paidófilos (28%). Sobre la tipología
sor sexual con una sola víctima (70%). delictiva previa, los violadores además de
Hay que puntualizar también que la tener un repertorio delictivo más amplio
muestra de violadores agredió a un –robo, CSP, homicidio, etc.- su actividad
número mayor de víctimas que la de pai- delictiva previa se podría calificar de más
dófilos. coactiva y más violenta que la de los

ANUARIO/2003 41
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

pedófilos, que coincidiría con el “modus – Escalas adicionales: Fuerza del yo,
operandi” más común para cada grupo y Dependencia, Dominancia, Responsabili-
con los resultados obtenidos en otras dad y Autocontrol.
investigaciones.
1. Estadísticos de tendencia central
– Sobre la relación de la actividad para las escalas del inventario, según el
delictiva con la ingesta de drogas, tipo de víctima.
también hay diferencias significativas. Es
superior el porcentaje de violadores que Las puntuaciones obtenidas por las
relacionan/justifican su delito con el con- diferentes muestras en el inventario
sumo de drogas en consonancia con los MMPI fueron recodificadas a formato de
resultados obtenidos en otras variables intervalos para hacerlas más operativas.
(ver resultados MSI). La amplitud de los intervalos se eligió
teniendo en cuenta los principios gene-
– Sobre la condena, decir que rales para la interpretación de los resulta-
durante el período del estudio los viola- dos, según el modelo de perfil clínico
dores cumplían condenas relativamente que se viene utilizando a partir de las
más largas que los delincuentes de puntuaciones T (típica) obtenida en cada
menores. Quizás debido entre otros escala y su alejamiento o no de la media
motivos a que es más probable la pre- estadística por arriba o por abajo, es
sencia de agravantes penales o de deli- decir la desviación típica correspondien-
tos colaterales ( violencia, intimidación, te. El perfil de las escalas quedaría como
lesiones, robo, TIA,..) en las agresiones sigue: Media = puntuación típica de 50,
sexuales cometidas contra mujeres adul- 1 DT (desviación típica) por debajo= pun-
tas que contra menores, sin olvidar tam- tuación T de 40, 1 DT por encima= pun-
bién que la alarma social y la “sensibili- tuación T de 60, 2 DT por debajo= pun-
dad judicial” durante aquellos años era tuación T de 30, 2 DT por encima = pun-
más patente en las agresiones contra tuación T de 70, 3 DT por debajo= pun-
mujeres adultas. tuación T de 20, 3 DT por encima= pun-
tuación T de 80.

VARIABLES CLÍNICAS A continuación se muestran los inter-


valos más representativos y algunos de
Cuestionario MMPI. los estadísticos obtenidos al analizar las
puntuaciones en el MMPI de las diferen-
Que consta de las siguientes escalas: tes muestras para cada variable (escala).

– Escalas de validez: Interrogante, • Con respecto a la distribución de


Sinceridad, Validez y Factor de correc- los datos podemos considerar a las
ción. muestras como normales. Decir que el
grado de densidad –asimetría- fue solo
– Escalas clínicas: Hipocondría, acusadamente positiva (4,190) para la
Depresión, Histeria, Desviación psicopá- escala Interrogación de la muestra de
tica, Masculinidad/Feminidad, Paranoia, violadores y moderadamente positiva
Psicastenia, Tendencias esquizoides, Ten- (2,269 y 2,156) para esa misma escala
dencias maníacas e Introversión social. de Interrogación de las otras dos mues-

42 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

tras -abusadores de menores y grupo • Con respecto a la dispersión de las


control-. La acumulación de casos en las puntuaciones, vemos que las desvia-
colas de la distribución, es decir grado de ciones típicas de las escalas clínicas
curtosis, solamente es algo mayor de la estarían entre 9 y 14 para los violado-
que correspondería a una distribución res, entre 8 y 18 para los pedófilos y
normal en muy pocas escalas: la misma entre 8 y 13 para el grupo control. En
escala Interrogación para las tres mues- las escalas adicionales las DT estarían
tras (25,492 6,694 y 3,950) y la escala entre 10 y 12 para los violadores, entre
Dominancia para la muestra de violado- 8 y 13 para los pedófilos y entre 10 y 12
res ( 2,940), lo que nos aporta fiabilidad para el grupo de delincuentes “con-
sobre los datos obtenidos. trol”. Para las escalas de validez las DT

ANUARIO/2003 43
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

estarían entre 7 y 19 para la muestra de – Sobre las Escalas Clínicas, hay que
violadores, entre 6 y 18 para los agreso- señalar primeramente que las puntuacio-
res sexuales de menores y entre 6 y 14 nes medias obtenidas por las muestras
para los delincuentes no-sexuales. Por en algunas escalas son sugerentes a
muestras, el grupo con una mayor dis- pesar de que ninguna puntuación alcan-
persión en sus puntuaciones parece ser ce 1 desviación típica (DT) por encima o
el de los delincuentes sexuales de por debajo de la media. Al analizar las
menores. Por escalas, parece que el puntuaciones tenemos:
grupo de las escalas de validez obtiene
las puntuaciones más dispersas en las – En la escala Hipocondría (Hs) el
tres muestras. intervalo más representado para las
muestra de agresores sexuales y próximo
• En cuanto a las escalas hay que a 1 DT, sería 56-69 con el 29% y 23%
señalar: respectivamente, mientras que para el
grupo control sería el intervalo 45-55
– Con relación a las Escalas de Vali- con un 33%.
dez, la interpretación de las mismas nos
indicará la actitud de los sujetos al res- – En la escala Depresión (D) el 58%
ponder al inventario. Así podemos con- de la muestra de pedófilos puntúa en el
siderar que: los sujetos tratan de dar intervalo 56-69, indicando la presencia
una imagen favorable de si mismos, con de alguna sintomatología subdepresiva o
reducida capacidad de autocrítica. Lo de ánimo bajo. Característica más propia
que les impide un adecuado reconoci- de este grupo de agresores sexuales que
miento de sus problemas, distorsionán- del de violadores y que frecuentemente
dolos y sintiendo que poseen buena es considerada como un precursor de
capacidad para resolverlos sin necesidad agresión sexual.
de ayuda. Estos resultados están en
consonancia con los que veremos mas – En la escala Histeria (Hy) también
adelante en el MSI y que señalan una son las muestras de agresores sexuales
tendencia de los sujetos a negar y dis- las que puntúan más alto, siendo el
torsionar sus impulsos y actos sexuales intervalo más representado el 56-69,
desviados, y apenas presentan motiva- mientras que para el grupo control es el
ción o actitud favorable hacia el trata- 45-55.
miento.
– En la escala Desviación Psicopática
Actitud defensiva moderada en las (Pd) no hay diferencias significativas en
tres muestras a la hora de contestar el las tres muestras, siendo el intervalo más
cuestionario. Actitud muy similar para las representado el 56-69, con el 50% de
dos muestras de agresores sexuales y los casos.
algo más suave para la muestra de delin-
cuentes no-sexuales (muestra control). – En la escala Paranoia (Pa) el 36%
Este modo de respuesta ante el cuestio- de la muestra de violadores y el 33% de
nario estaría en consonancia con la acti- pedófilos puntúa dentro del intervalo
tud “tradicional” que los internos gene- 56-69 (próximo a 1 DT), mientras que
ralmente adoptan ante una evaluación para la muestra control el intervalo 45-
psicológica. 55 sería el más representado con un

44 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

31% de sujetos. Estos resultados tam- características masculinas, exagerando


bién estarían en concordancia con las las respuestas que manifiesten su rude-
consideraciones que en la literatura za y autosuficiencia. No obstante esta
científica se viene haciendo sobre que escala no puede tomarse como instru-
es más frecuente encontrar en las mues- mento de detección de alteración
tras de delincuentes sexuales precurso- sexual alguna.
res inmediatos de agresión sexual rela-
cionados con la hostilidad o la descon- La interpretación de las característi-
fianza. cas combinadas de las escalas más
representativas para cada muestra nos
– En la escala Tendencias Esquizoi- aclara algo más sobre los perfiles clíni-
des (Sc), el 30% -intervalo más repre- cos de estos grupos delictivos. Así tene-
sentado- de la muestra de pedófilos mos:
puntúa en el intervalo 70-79, es decir
por encima de 1 DT, que aunque no es – Para los agresores sexuales de
concluyente, señalaría que en nuestra mujeres adultas la interpretación de las
muestra de agresores sexuales de características de las escalas Pa, D y Pd
menores hay un grupo importante de (escalas con las medias más elevadas y
sujetos con un componente personal de casi idénticas) podría indicar:
tendencia al aislamiento y a la fantasía,
confundiendo en ocasiones fantasía y – Combinación Pa, D: actitudfes de des-
realidad y que confirmaría la mayor pre- confianza, cautela y suspicacia ante la cons-
sencia de fantasías sexuales desviadas tante sensación de amenaza del ambiente.
en los pedófilos, como precursor de Reacciones de hostilidad y agresividad,que
agresión sexual. producen simultáneamente o después sen-
timientos de culpa poco eficaces como
– También y relacionada con la ante- forma de controlar las descargas agresivas.
rior, en la escala Introversión Social (Si), Relaciones interpersonales problemáticas,
son los pedófilos los que obtienen una ya que además de autelosos e inseguros son
representación mayor (51%) en el inter- pesimistas y aprensivos. Tratan de culpar a
valo 56-69, que redundaría en lo ante- los dem`ás de sus propios fallos y fracasos.
Se sienten muy limitados y presionados por
riormente referido.
el ambiente.
– Por último, señalar la escala Mas- – Combinación Pa, Pd: las descargas
culinidad/Feminidad (Mf), es la única impulsivas se manifiestan a través de la
escala clínica en que la muestra control inconformidad y resentimiento constante.
obtiene la puntuación más elevada, Hay una interpretación inadecuada de
tanto a nivel de porcentaje de intervalo rechazos y críticas. Relaciones interpersona-
más representado como a nivel de les problemáticas por respuestas anticipa-
das de resentimiento o agresividad.
media. Resultado al menos “curioso” si
consideramos a esta escala como medi-
da de las actitudes de ajuste y de apa- – Para los agresores sexuales de
riencia ante situaciones sociales del menores, la interpretación de las carac-
papel psicosexual vivido por el sujeto. terísticas de las escalas D, Pa y Sc (escalas
Las puntuaciones bajas señalarían la con las medias más elevadas y casi igua-
tendencia del sujeto a autoafirmar sus les) sería:

ANUARIO/2003 45
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

– Combinación D, Pa: presencia de inse- siones externas y tensiones emocionales


guridad y sentimientos de culpa con fuerte internas que pueden desorganizar los
tendencia a proyectar las propias sensacio- patrones de conducta del sujeto. Con
nes de incapacidad hacia el ambiente. dificultades para relacionarse con los
Grandes resentimientos hacia los demás, a demás y para manejar las situaciones
los que culpa de sus limitaciones, con lo que sociales que se le presenten.
trata de hacerlas más tolerables para su
autoestima. Gran sensibilidad y temor a las Las puntuaciones en Responsabilidad
cr´ticas, baja tolerancia a la frustración. (Re): -relacionada también con la partici-
– Combinación D, Sc: sentimientos de pación social- señalaría dificultades en
inseguridad, culpa y minusvalía. Tendencia aceptar las consecuencias de su conduc-
a apartarse del grupo social. Tendencia a ta y déficits en integridad y en acepta-
fijarse metas por debajo de sus capacidades ción de obligaciones.
reales y actitud de timedez ante relaciones
interpersonales. Además, los agresores sexuales de
menores puntúan bajo en Dominancia
(Do): (importante en participación social)
Para los delincuentes no-sexuales, la referida a déficit en iniciativa e identifica-
interpretación de las características de ción social, en persistencia, en sentido de
las escalas D y Pd (escalas con las pun- la responsabilidad
tuaciones medias más elevadas) sería:
En resumen, las tres muestras presen-
– Combinación D, Pd: combinación bas- tarían un perfil deficitario en integración
tante frecuente. Relación entre la inseguri- y cohesión personal, en responsabilidad,
dad y sentimientos de culpa con las descar- en aceptación de las consecuencias de
gas impulsivas. A medida que aumenta la su conducta y en falta de persistencia.
puntuación en D, aumenta el control sobre
las descargas impulsivas a través de la culpa
y la inseguridad que se expresarán median-
te actitudes de incormismo y resentimiento Cuestionario MSI.
hacia el ambiente.
Como se ha señalado, el cuestionario
contiene las siguientes escalas y subtests:
– Sobre las Escalas Adicionales,
señalar que, como se puede apreciar en – Subtest Parafilias –Desviación
la tabla, hay algunas escalas cuyas pun- Sexual- que consta de las siguientes
tuaciones, en las tres muestras delictivas, escalas: Abuso de menores, Violación y
están algo más de 1 DT por debajo de la Exhibicionismo.
media es decir serían “escalas sumergi-
das”. En concreto las escalas Es y Re para – Subtest Parafilias –Manifestación
las 3 muestras y la escala Do para los Sexual Atípica- que consta de las siguien-
pedófilos. tes escalas: Fetichismo, Llamadas telefó-
nicas Obscenas, Voyeurismo, Esclavitud y
Las bajas puntuaciones en la escala Disciplina y Sado-Masoquismo.
fuerza del yo (Es) para las 3 muestras
indicaría: falta de integración personal, – Subtest de Validez que consta de
falta de cohesión para actuar ante pre- las siguientes escalas: Items Paralelos

46 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

MSI-MMPI, Deseabilidad Social-Sexual, muestras se presentan siguiendo los


Obsesiones Sexuales, Sinceridad, Inma- intervalos señalados por los autores
durez y Distorsiones Cognitivas, Justifica- para las diferentes escalas. A continua-
ciones y Actitudes hacia el tratamiento. ción se muestran algunos de los estadís-
ticos obtenidos al analizar las puntua-
– Otras escalas: Incompatibilidad ciones de las diferentes muestras, así
sexual, Eyaculación Precoz, Incapacida- como el intervalo o el ítem más repre-
des Físicas, Impotencia, Creencias y sentado.
Conocimientos Sexuales e Historial
Sexual. Aquí nos vamos a limitar a los perfiles
obtenidos por las diferentes muestras de
Dado que el Multiphasic Sex Inventory delincuentes en el apartado que deno-
contiene una gran cantidad de informa- minamos MSI_PT compuesto por:
ción procedente de sus múltiples escalas
se ha considerado apropiado dividir en – Subtest Parafilias (Manifesta-
cuestionario en tres partes para su ción Sexual Atípica), Subtest de Vali-
manejo y análisis, a saber: dez, Subtest de Disfunción Sexual
del MSI.
– Una primera parte denominada
MSI_PT que contiene los datos relativos Se comparan aquellas escalas que
al Subtest Parafilias (Desviación Sexual), podían ser respondidas por las tres
Subtest Parafilias (Manifestación Sexual muestras, ya que el inventario MSI tiene
Atípica), Subtest de Validez, Subtest de escalas que únicamente son contestadas
Disfunción Sexual y la escala de Creen- por los internos condenados por delitos
cias y Conocimiento Sexual. contra la libertad sexual.

– Una segunda parte denominada • Con respecto a la distribución de


MSI_CI que contiene los datos relativos los datos podemos decir que el grado de
a los items denominados "críticos" que densidad –asimetría- fue moderada-
pertenecen al Subtest Parafilias (Mani- mente positivo – en torno a 2- para las
festación Sexual Atípica) y al Subtest de tres muestras principalmente en las esca-
Disfunción Sexual, que aquí no es objeto las: fetichismo, esclavitud y disciplina, y
de estudio y sadomasoquismo. Hay que reseñar que
el grado de densidad fue acusadamente
– Una tercera parte denominada más positivo para la muestra control con
MSI_HS que contiene los datos relativos puntuaciones entre 3 y 4 para dichas
a los items del Historial Sexual. escalas.

La acumulación de casos en las colas


Apartado MSI_PT. de la distribución, es decir grado de cur-
tosis, es algo mayor de la que corres-
1. Estadísticos de tendencia central pondería a una distribución normal en
para las escalas MSI_PT, según el tipo de las mismas escalas, por lo que los sesgos
víctima. en asimetría y curtosis serían para las
mismas escalas. Resultados que conven-
Las puntuaciones obtenidas por las dría analizar más adelante.

ANUARIO/2003 47
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

• Con respecto a la dispersión de las Por variables, parece que el grupo de


puntuaciones, vemos que la desviación las escalas de validez -al igual que en el
típica de las escalas estaría entre 1 y 6 cuestionario MMPI- obtienen las puntua-
para las tres muestras, dispersión repre- ciones más dispersas en las tres mues-
sentativa si se tiene en cuanta las bajas tras, en concreto : deseabilidad social
puntuaciones de los sujetos al contestar sexual, obsesiones sexuales y justificacio-
el cuestionario. Por grupos, el grupo nes.
control tendría una relativa menor dis-
persión en sus puntuaciones que los • En cuanto a las escalas hay que
otros dos. señalar:

48 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

– Las 2 muestras de agresores sexua- sexual del tipo que sea. No obstante, se
les intentan negar los intereses e impul- puede señalar que los violadores obten-
sos sexuales. Tratan de proyectar una drían en la escala de Sado-Masoquismo
imagen “asexual” de si mismos, simu- una puntuación media y un porcentaje
lando no estar interesados por el sexo. de ítems contestados afirmativamente,
Actitud defensiva tradicional en los agre- superior a la muestra de pedófilos, en
sores sexuales (no-asunción delictiva, ni consonancia con su perfil y su “modus
responsabilidad de los hechos, etc.). operandi” normalmente aceptado.

– También presentan distorsiones – Lo mismo sucede con el Subtest


cognitivas que le han “ayudado” en la Disfunción Sexual, en el que las puntua-
integración y exteriorización de sus ciones son muy bajas. No obstante, se
impulsos sexuales desviados de diferen- puede señalar que los pedófilos obten-
tes maneras, tendiendo a culpabilizar a drían una puntuación media más eleva-
algo o a alguien para evitar asumir la res- da.
ponsabilidad y los sentimientos de culpa-
bilidad. 2. Estadísticos de tendencia central
para las escalas MSI
– En consonancia, apenas presentan
motivación o una actitud favorable hacia – Subtest Parafilias (Desviación
el tratamiento, no están interesados en Sexual).
recibir atención especializada.
A continuación se muestra el perfil de
– Las puntuaciones relativas al Sub- las subescalas y escalas comparables de
test Parafilias (Manifestación Sexual Atí- dicho subtest para las dos muestras de
pica) es decir, las escalas: fetichismo, agresores sexuales. Se representa, tanto
voyeurismo, etc. apenas son significati- el intervalo o el ítem más representado
vas, quizás como resultado de la actitud como la puntuación media para cada
defensiva y de negación de actividad variable (escala).

ANUARIO/2003 49
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

• Con respecto a la distribución de Según los autores (Nichols & Molin-


los datos podemos decir que el grado de der), el patrón de puntuación de nues-
densidad –asimetría- fue moderada- tras muestras de agresores sexuales que-
mente positivo – en torno a 2 - para la daría encuadrado dentro del perfil que
mayoría de las subescalas en las dos denominan: Tipo Simulador Manifiesto,
muestras de agresores sexuales. Los vio- No-cooperativo.
ladores principalmente en las subescalas:
fantasía y acecho y moderadamente No obstante, la muestra de pedófilos
negativa en ambas escalas de sinceridad. tendría una actitud general más recepti-
va a la hora de admitir sus fantasías
La acumulación de casos en las colas sexuales desviadas, la planificación y el
de la distribución, es decir grado de cur- acecho sobre sus víctimas y la propia
tosis, es algo mayor de la que corres- agresión sexual.
pondería a una distribución normal en
las mismas escalas, por lo que los sesgos
en asimetría y curtosis serían para las Apartado MSI_CI.
mismas escalas. Resultados que conven-
dría analizar más adelante. En este caso vamos a analizar los
resultados correspondientes al apartado
• Con respecto a la dispersión de las MSI_CI que está constituido por 16
puntuaciones, vemos que la desviación items denominados “items críticos”, que
típica de las escalas estaría entre 1 y 2 los autores consideran de especial rele-
para las dos muestras –salvo en ambas vancia, a la hora de analizar las respues-
escalas de Desviación Sexual que estaría tas de los individuos en dichas escalas.
en torno a 16 -, dispersión representativa De los 16 items 8 proceden de las escalas
si se tiene en cuanta las bajas puntuacio- del Subtest Parafilias (Manifestación
nes de los sujetos al contestar el cuestio- Sexual Atípica) y otros 8 de las escalas
nario. Por grupos, el grupo de violadores del Subtest Disfunción sexual.
tendría una relativa menor dispersión en
sus puntuaciones que el grupo de abusa- 1. Estadísticos de MSI_CI según el tipo
dores de menores. de víctima.

Al examinar, de manera general A continuación se muestras las fre-


ambas muestras de agresores sexuales, cuencias -entre paréntesis- y los porcen-
los datos relativos a las escalas de desvia- tajes de las puntuaciones obtenidas en
ción sexual propiamente dichas, hay que dichos "items críticos" por las tres mues-
indicar que el patrón de puntuación tras, es decir, delincuentes sexuales de
obtenido señalaría un perfil MSI caracte- adultos (mujeres) delincuentes sexuales
rizado por una puntuación extremada- de menores y grupo control.
mente baja en las respectivas escalas de
desviación sexual – Violación y Abuso de • Los resultados obtenidos por la
Menores-, negando no sólo los elemen- muestra de agresores sexuales de muje-
tos cognitivos o las fantasías sexuales, res indican como de los 8 items críticos
sino también la exteriorización de dicha correspondientes al Subtest Parafilias
desviación sexual a través de conductas Manifestación Sexual Atípica sólo el de la
de aproximación, de acecho y de agre- escala de Voyeurismo (ítem 37) fue con-
sión sexual a las víctimas. testado afirmativamente por un porcen-

50 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

taje de sujetos por encima del 10% de Disfunción Sexual, la situación es bien
(11,5%), los 4 items de la escala de distinta obteniendo en la mayoría de
Sadomasoquismo fueron contestados ellos porcentajes por encima del 10 %,
afirmativamente como media, por el 6% en algún caso incluso por encima del
de la muestra, los 2 items de la escala de 20%.
Fetichismo obtienen un 7,7% similar al
porcentaje obtenido por el ítem de la Una primera interpretación sobre los
escala de Llamadas Obscenas (6,7%). resultados de la muestra de delincuen-
tes sexuales de mujeres adultas en rela-
Con respecto a los 8 items del Subtest ción a los items críticos del MSI, podría

ANUARIO/2003 51
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

indicar una mayor incidencia de proble- viendo actitudes víctimistas y de nega-


mas o disfunciones físico-sexuales que ción de actividad sexual al contestar los
de conductas sexuales "atípicas" que items sobre disfunciones sexuales.
quizás esta en consonancia con actitu-
des defensivas a la hora de admitir cual- Si comparamos los porcentajes obte-
quier tipo de conducta sexual -típica o nidos por las muestras de agresores
atípica-, promoviendo actitudes víctimis- sexuales se constatan diferencias signifi-
tas y de negación de actividad sexual al cativas. Los agresores sexuales de meno-
contestar los items sobre disfunciones res obtienen porcentajes significativa-
sexuales. mente inferiores en los 8 items críticos
del Subtest Parafilias Manifestación
• La muestra de agresores sexuales Sexual Atípica y porcentajes superiores
de menores obtiene unos resultados que en los items críticos del Subtest Disfun-
indican como de los 8 items críticos ción Sexual. Resultados congruentes con
correspondientes al Subtest Parafilias los diferentes "modus operandi" y esti-
Manifestación Sexual Atípica sólo el de la los delictivos de cada grupo (en cuanto a
escala de Voyeurismo (ítem 37) fue con- los items del Subtest Parafilias Manifes-
testado afirmativamente por un porcen- tación Sexual Atípica) y con los diferen-
taje de sujetos que se aproxima al 10% tes grupos de edad, mayor representati-
(9,3%), los 4 items de la escala de Sado- vidad de los grupos de edad por encima
masoquismo fueron contestados por de los 40, 50 y 60 años para los agreso-
debajo del 5% como media (4, 6%), en res de menores = mayor probabilidad de
los 2 items de la escala de Fetichismo, los disfunciones físico-sexuales = % superior
porcentajes de los sujetos que contesta- en items del Subtest Disfunción Sexual.
ron afirmativamente fueron aún inferio-
res 2,3 %, puntuación idéntica a la obte- • Los resultados obtenidos por la
nida para el ítem de la escala de Llama- muestra de delincuentes no-sexuales
das Obscenas (2,3%). indican como de los 8 items críticos
correspondientes al Subtest Parafilias
Con respecto a los 8 items del Subtest Manifestación Sexual Atípica sólo el de
de Disfunción Sexual, la situación es bien la escala de Voyeurismo (ítem 37) fue
distinta obteniendo en la mayoría de contestado afirmativamente por un por-
ellos porcentajes por encima del 10 %, centaje de sujetos por encima de 10%
en algún caso incluso por encima del (13,8 %), los 4 items de la escala de
30%. Sadomasoquismo fueron contestados
por debajo del 1% como media (3 de los
Una primera interpretación sobre los 4 items no tienen ningún sujeto que los
resultados de la muestra de delincuentes confirme), en los 2 items de la escala de
sexuales de menores en relación a los Fetichismo, los porcentajes de los suje-
items críticos del MSI, podría indicar una tos que contestaron afirmativamente
mayor incidencia de problemas o disfun- fueron también muy bajos (2,5 %
ciones físico-sexuales que de conductas medio) , puntuación similar a la obteni-
sexuales "atípicas" que quizás esta en da para el ítem de la escala de Llamadas
consonancia con actitudes defensivas a Obscenas (3,4%).
la hora de admitir cualquier tipo de con-
ducta sexual -típica o atípica- , promo- Con respecto a los 8 items del Subtest

52 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

de Disfunción Sexual, la situación es 1. Estadísticos de MSI_HS según el


parecida, obteniendo también porcenta- tipo de víctima.
jes bajos. Solo se obtienen porcentajes
por encima de 10 % en dos, el ítem 84 – Historial Sexual del MSI.
con un 24 % (relativo a enfermedades
de transmisión sexual) y el ítem 205 con A continuación se muestra el perfil de
un 12 % ( referido a drogas o medica- los items de dicho Historial Sexual para
mentos). las tres muestras de delincuentes.

Una primera interpretación sobre los En esta ocasión se muestran los por-
resultados de la muestra de delincuentes centajes de las respuestas afirmativas
no-sexuales en relación a los items críti- para cada ítem, al ser más representati-
cos del MSI, podría indicar una actitud vas.
menos defensiva y/ o victimista a la hora
de responder al cuestionario, con resul- Las tablas se corresponden con las 5
tados dentro de lo previsible para este secciones que configuran el historial
tipo de muestra delictivo-penitenciaria. sexual, a saber: HS-1 (Desarrollo de la
Desviación Sexual), HS-2 (Evolución
Matrimonial), HS-3 (Evolución de la Iden-
Apartado MSI_HS. tidad de Género), HS-4 (Evolución de la
Orientación de Género) y HS-5 (Conduc-
Ahora vamos a analizar los resultados ta de Agresión Sexual).
correspondientes al apartado MSI_HS
(Historial Sexual) que está constituido
por 50 items, que se distribuyen en 5 Al comparar los datos del Historial
secciones, a saber : Desarrollo de la des- Sexual en ambas muestras de agresores
viación sexual (11 items), Evolución sexuales se observa:
Matrimonial (10 items), Evolución de la
Identidad de Género (3 items), Evolución – Como un 16 % reconoce haber
de la Orientación de Género (6 items) y sido víctima de abuso sexual en su infan-
Conducta de Agresión Sexual (20 items). cia y ± 13% justifica sus delitos por esta

ANUARIO/2003 53
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

razón. Admiten la presencia de fantasías tener más problemas en sus relaciones


sexuales secretas ( 37% para los pedófi- sexuales con adultos (en un 26 % ausen-
los y 24% para los violadores) que podría cia de relaciones sexuales con adultos)
confirmar el patrón progresivo en la que los violadores (ausencia en un 15
agresión sexual, defendido por Nichols y %). El recurrir a los servicios de prostitu-
Molinder en el constructo psicológico del tas o similares está más presente en los
MSI, en el que las fantasías sexuales pedófilos (37 %) que en los violadores
como antecedente cognitivo sería la pri- (31 %). También tiene incidencia la pre-
mera etapa en el modelo de la desvia- sencia de terceras personas - "aman-
ción sexual. Un 20% admite ser reinci- tes"- fuera de la pareja, 26 % para los
dente. pedófilos frente al 21 % para los viola-
dores. Un 15 %, en ambas muestras, jus-
– La muestra de pedófilos parecen tificaría sus delitos por la inapetencia

54 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

sexual de sus compañeras. Sin embargo, los pedófilos indicaría conocer a su vícti-
un grupo significativo en ambas mues- ma previamente, mientras que sólo el
tras, admite que sus compañeras tienen 30% de los violadores lo haría, datos
mayor interés sexual que ellos (35 % en congruentes con el "modus operandi"
los pedófilos y 21 % en los violadores). diferente de ambos grupos en la comi-
sión de sus agresiones sexuales. Por últi-
– La presencia de malestar o inseguri- mo, parece que la violencia sexual está
dad en cuanto al rol sexual masculino o presente o al menos es reconocida por el
en cuanto a su orientación sexual está en 11% de los sujetos en ambas muestras.
ambas muestras en torno al 10 % de
sujetos. Hay un 7% de sujetos en ambas
muestras que admite ambigüedad o IV. PERFILES
inseguridad en su orientación sexual.
Perfil del agresor sexual evaluado.
– En el reconocimiento del delito, las
muestras se comportan de manera dis- VARIABLES PSICOSOCIALES
tinta: el 39,5 % de los pedófilos admite
haber tenido contacto sexual con niñas, En general, los pedófilos serían mayo-
mientras que solamente el 22 % de los res que los violadores, estarían mejor
violadores admite haber cometido agre- cualificados profesionalmente y serían
sión sexual contra mujeres adultas. más estables en su actividad laboral. Hay
Resulta también interesante los datos una menor presencia en los violadores
relativos al conocimiento previo de la víc- de relaciones afectivas de pareja y de
tima por parte del agresor, así el 58% de descendencia (hijos). No se observan

ANUARIO/2003 55
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

diferencias significativas a nivel de apti- moderada en los sujetos evaluados. Tra-


tudes mentales o en su nivel educativo. tan de dar una imagen favorable, con
reducida capacidad de autocrítica y con
Hay una mayor presencia de trastor- una percepción muy baja de ayuda para
nos psicopatológicos en las muestras de el tratamiento. Actitud “tradicional” que
delincuentes sexuales y dentro de éstas, los internos adoptan ante cualquier eva-
en la muestra de violadores. No hay dife- luación psicológica.
rencias significativas en las categorías
diagnósticas resultantes. Con relación al Para el MMPI, cada muestra obtendría
consumo de sustancias tóxicas, los viola- su perfil:
dores consumen más droga que los
delincuentes sexuales de menores, aun- – En los violadores, predominarían
que no más que los delincuentes control. actitudes de desconfianza y suspicacia
Además, los pedófilos consumirían alco- con una percepción amenazante del
hol preferentemente mientras que en los ambiente. Reacciones de hostilidad,
violadores la sustancia más habitual no resentimiento e inconformismo con sen-
aparece tan claramente diferenciada. timientos de culpa poco eficaces. Rela-
ciones interpersonales problemáticas.

VARIABLES DELICTIVO-PENITENCIARIAS – En los pedófilos, presencia de inse-


guridad y sentimientos de culpa. Resenti-
En nuestras muestras predomina el miento hacia los demás a los que culpan
agresor sexual con una sola víctima. Es la de sus limitaciones. Timidez en relacio-
muestra de delincuentes sexuales de nes interpersonales y tendencia a apar-
mujeres adultas la que comete agresio- tarse del grupo social. Baja tolerancia a la
nes sexuales contra un mayor número de frustración.
víctimas. Con respecto a los anteceden-
tes penales son los violadores los que tie- – Grupo control: inconformismo y
nen un porcentaje superior en número resentimiento hacia el medio social. Pre-
de delitos, en su tipología y en el uso de sencia de inseguridad y sentimientos de
la violencia/coacción en la comisión de culpa con descargas impulsivas.
los mismos.
Además, las tres muestras presentarí-
Son también los violadores los que an un perfil personal deficitario en res-
más tienden a relacionar/justificar su ponsabilidad, integración, cohesión per-
delito con el consumo de drogas. sonal y en aceptación de las consecuen-
cias de su conducta.
También durante el período de la
investigación, los violadores cumplían
condenas relativamente más largas que VARIABLES PSICO-SEXUALES.
los delincuentes de menores.
– Las muestras de delincuentes
sexuales intentan negar intereses e
VARIABLES CLÍNICAS. impulsos sexuales. Actitud defensiva
ante el delito, menor en los pedófilos.
En general, hay una actitud defensiva Presencia de distorsiones cognitivas,

56 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

mayor en los pedófilos. Poco motivados los violadores, un 14 % de los pedófilos


para el tratamiento, los violadores en y un 2% de la muestra control.
menor grado. Apenas refieren “interés”
por otras parafilias, tipo fetichismo o – Hay una presencia de malestar y/o
voyeurismo. Tampoco refieren disfuncio- sentimientos de inadecuación con el rol
nes sexuales, aunque en este caso los sexual masculino y un deseo leve de per-
pedófilos admiten algo más tener “difi- tenecer al otro sexo en torno al 10% en
cultades” sexuales relacionadas con la ambas muestras de delincuentes sexua-
impotencia, la eyaculación precoz o con les, en la muestra control no llega al 3%.
determinadas limitaciones físicas.
– La presencia de ambigüedad e inse-
– Con respecto a sus agresiones guridad en su orientación sexual sería
sexuales, de manera más concreta, no admitida aproximadamente por un 7%
solo niegan elementos de tipo cognitivo de ambos grupos de delincuentes sexua-
o fantasías sexuales previas sino incluso les y por un 4% de la muestra control.
su exteriorización, a través de conductas
de aproximación o de acecho a la vícti- – En cuanto a conductas sexuales
ma, o la propia agresión sexual. Aunque desviadas un 39,5% de los pedófilos
los pedófilos serían más receptivos a la evaluados admite contactos sexuales con
hora de admitir las fantasías sexuales menores y un 22% de los violadores
desviadas, la planificación delictiva, el admite sus agresiones sexuales a mujeres
acecho sobre sus víctimas y la propia adultas. El 58% de los pedófilos y el
agresión sexual. 30% de los violadores conocían previa-
mente a sus víctimas. Admiten conduc-
– En cuanto a su historial personal, tas sexualmente violentas y/o sádicas
alrededor de un 16% reconoce haber alrededor del 11% de las dos muestras,
sido víctima de abusos sexuales, un 13% el grupo control admite un 3%.
justifica sus delitos por este motivo. Admi-
ten fantasías sexuales secretas durante la Hay conductas exhibicionistas previas
adolescencia un 37% de los pedófilos y admitidas por los pedófilos -a menores
un 24 % de los violadores. Alrededor de en un 19% y a adultos en un 5%-, por
un 20% admite ser reincidente. los violadores –a menores 5 % y a adul-
tos 7%- y por la muestra control – a
– Un porcentaje superior de pedófilos menores 9% y a adultos 2%-.
(26%) que de violadores (15%) admite
problemas en relaciones sexuales con
adultos -la muestra control reconocía un V. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
10% -. Utilizan los servicios de prostitu-
tas o masajes un 37% de los pedófilos, En primer lugar, se puede señalar que
un 31 % de los violadores y un 40% los agresores sexuales obtienen diferen-
muestra control. Admiten “amantes” cias, entre sí y con respecto a la muestra
fuera de la pareja, un 21% de los viola- de delincuentes “no sexuales” en las
dores, un 26% de los pedófilos y un variables analizadas.
38% de la muestra control. Refieren
tener una pareja sexualmente inapetente Las más significativas en el ámbito psi-
(posible justificación delictiva) un15% de cosocial serían:

ANUARIO/2003 57
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

– Los pedófilos serían laboralmente relaciones interpersonales problemáti-


más estables y mejor cualificados. cas.

– Los violadores tenderían a estable- – Mayor presencia en los pedófilos de


cer, en menor número, relaciones de inseguridad y sentimientos de culpa, y
pareja y menor número de hijos. timidez en las relaciones interpersonales.

– Se detecta una mayor presencia de En las variables psicosexuales desta-


trastornos psicopatológicos en los viola- car:
dores.
– Ambas muestras de agresores
– Los violadores consumirían en sexuales tienden a negar intereses e
mayor grado y más tipos de sustancias impulsos sexuales. Aunque los pedófilos
tóxicas que los pedófilos pero menos serían menos defensivos.
que la muestra de delincuentes no-
sexuales. – Una mayor presencia de distorsio-
nes cognitivas en los pedófilos.
Con respecto a las variables delictivo-
penitenciarias señalar que: – En ambas muestras de agresores
sexuales hay una escasa motivación para
– Hay un predominio de agresor recibir tratamiento especializado, siendo
sexual (violador o pedófilo) con una sola dicha motivación menor en los violado-
víctima. res.

– Los violadores tendrían un número – Los pedófilos admiten, en mayor


superior de víctimas. grado que los violadores, tener disfun-
ciones o limitaciones físicas que afectan
– También en los violadores hay una a su sexualidad.
mayor presencia de delitos sexuales y no-
sexuales y mayor violencia o coacción en – Por lo general hay una actitud de
la comisión. negación de las agresiones sexuales.
Aunque los pedófilos serían más recepti-
– Una mayor relación, a priori, entre vos a la hora de aceptar fantasías, con-
el consumo de drogas/alcohol y delito en ductas de acecho o la propia agresión
los violadores. sexual.

En las variables clínicas hay que hacer – Solo un 16% reconoce haber sido
referencia a: víctima de abusos sexuales. Y un 13%
justificaría sus delitos por este motivo.
– Una actitud defensiva en toda las
muestras. – Los pedófilos admitirían en mayor
grado (26%) que los violadores (15%)
– Predominio en los violadores tener dificultades o problemas para esta-
de una actitud de desconfianza y sus- blecer relaciones sexuales con adultos.
picacia. También reacciones de hosti-
lidad e inconformismo y proclividad a las – Aparecen sentimientos de inade-

58 ANUARIO/2003
Cándido Sánchez

cuación en su rol sexual masculino en expliquen las variables estudiadas y los


torno al 10% en ambas muestras de posibles mecanismos causales.
agresores sexuales, en la muestra de
delincuentes “control” no llega al 3%. Por último, señalar que aunque el
incremento del conocimiento sobre la
– El 58% de los pedófilos y el 30% agresión sexual y los agresores sexuales,
de los violadores conocía previamente a y el aumento de psicólogos y profesiona-
sus víctimas. les penitenciarios que se han implicado
en la evaluación y el tratamiento de los
– Un 11% de los delincuentes sexua- delincuentes sexuales nos está permi-
les admitirían conductas violentas o sádi- tiendo avanzar en este campo todavía
cas en sus relaciones sexuales, mientras quedan muchas respuestas específicas a
que la muestra control solo refiere un cuestiones importantes.
3%.
Sin olvidarnos de la incertidumbre
– Hay una mayor admisión de con- sobre el presente y el futuro del progra-
ductas exhibicionistas en los pedófilos ma penitenciario para el control de la
que en los violadores. agresión sexual que se desarrolla desde
1999 a pesar de las limitaciones, gracias
Al comparar los resultados obtenidos al esfuerzo y el tesón de los profesionales
aquí con los que aparecen en la literatura penitenciarios.
científica se observa una corresponden-
cia en los diferentes perfiles obtenidos Además, los datos generados desde la
principalmente en las variables psicoso- puesta en marcha del programa proba-
ciales, delictivas y psicosexuales de las blemente sean el referente empírico más
muestras. importante en nuestro país que sería
conveniente explotar para conocer perfi-
No obstante, los resultados aunque les, respuestas al tratamiento, compro-
útiles son incompletos, ofreciéndose una bación de hipótesis, de diagnósticos
segunda entrega en la que se presenten diferenciales, de la fiabilidad y la validez
análisis estadísticos más “finos” . Más de las herramientas de evaluación y de
allá de los descriptivos presentados, que los procedimientos utilizados, y en ulti-
nos permitan contrastar hipótesis, identi- ma instancia la evaluación del programa
ficar factores y grupos homogéneos que y su eficacia.

ANUARIO/2003 59
Perfil del agresor sexual: Estudiando las características psicológicas y sociales de los delincuentes sexuales...

REFERENCIAS
Alexander, M.A. (1999). Sexual offender treat- Marshall, W.L. (1999). Lecciones magistrales
ment efficacy revisited. Sexual Abuse: A Journal sobre delincuencia sexual. Centro Reina Sofía
of Research and Treatment, 11, 101-116. para el Estudio de la Violencia, Valencia. Marzo.
Charich, M.S. (1997). Towards a concept of reco- McGovern, K.B. (1991) the assesment of sexual
very in sex offenders. THE FORUM. ATSA, IX, 10- offenders. In Maletzky, B.M. (Ed.)Treating the
11, Spring. sexual offender.35-67 California. Sage Inc.

Daro, D. (1996). Preventing child abuse and Nichols, H.R. y Molinder, I. (1984). The Multipha-
neglect. In Briere, J. et al.(Eds.). The APSAC hand- sic Sex Inventory. Washington.
book on child maltreatment. 343-354. California: Overholser, J.C. y Beck, S. (1986). Multimethod
Sage Inc. assessment of rapists, child molesters and three
Garrido, V. (1993). Técnicas de tratamiento para control groups on behavioral and psychological
delincuentes. Madrid. Centro de Estudios Ramón measures. Journal of Consulting and Clinical Psy-
Areces S.A. chology, 54, 5, 682-687.
Sánchez, C. (2000). ¿Qué es la agresión sexual?.
Gestion et traitment des delinquants sexuels.
Ed. Biblioteca Nueva. Madrid, 2000.
(1990). Ministre des Approvisionnements et Servi-
ces. Canada. Sánchez, C. (1997). La evaluación de la agresión
sexual. En Clemente, M. y Núñez, J.(Eds.). Psicolo-
Hudson, S.M. and Ward, T.(1996). Introduction to
gía Jurídica Penitenciaria. 257-290. Madrid. Fun-
the special issue on relapse prevention. Sexual
dación Universidad-Empresa.
Abuse: A Journal of Research and Treatment, 8,
173-175. Sánchez, C. (1994). An outcome data's appraisal
about the Spanish edition of the Multiphasic Sex
Kalichman, S.C. et al. (1989). An empirically deri- Inventory on a inmate sexual offender sample.
ved typology of adult rapists based on the MMPI: 23rd International Congress of Applied Psycho-
A cross validation study. Journal of Psychological logy. Madrid.
and Human Sexuality, 2, 165-182.
Sánchez, C. (1993). Perspectivas actuales en
Maher, J. and Prentky, R. (1997). Treating sex delincuencia sexual. Anuario de Psicología Jurídi-
offenders in prison. THE FORUM. ATSA, IX, 6-7, ca. 1993, 73-80.
Spring.
Vizard, E., Monck, E. and Misch, P. (1995). Child
Marques, J.K. et al. (1989). The sex offender tre- and adolescent sex abuse perpetrators: A review
atment and evaluation project. California. Depart- of the research literature. Journal of child Psycho-
ment of Mental Health. logy and Psychiatry, 36, 731-756.

60 ANUARIO/2003

Potrebbero piacerti anche