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Asignatura: Comportamiento Organizacional

Guía de Práctica N° 3:
Un cuento sin palabras
1.Integrantes : Ali Gutierrez Mirko
Sección : ………………………..………………... Barzola Baldeon Bereniss
De La Cruz Ramirez Ronald Miguel
Fecha : 14/05/2020 Duración: 45min
Docente: Equipo Docente
Tipo de Práctica: Individual ( ) Equipo ( X )

Propósito:
 El estudiante afianzará los conceptos previos sobre la comunicación.
 El estudiante comprenderá la importancia de aplicar la “Comunicación Efectiva” dentro de la
organización.

2. Indicaciones/instrucciones:
 Formar grupos de 5 a 6 estudiantes.
 Se calificará creatividad y el uso adecuado de la comunicación oral, escrita y gestual.
 Cada grupo tiene 30 minutos para crear el cuento

3. Procedimientos actividades o tareas:


Cada grupo creará un cuento a partir de las figuras A y B

4. Actividades complementarias:
 Cada grupo expondrá el cuento
Asignatura: Comportamiento Organizacional

Era una vez en un pueblo muy pequeño y pintoresco, con lindos parajes y hermosos cielos, se encontraban dos jóvenes
burritos pequeños, uno se llamaba Sócrates el más responsable y obediente, el otro se llamaba Mechas que era rebelde y
travieso, sus únicos trabajos era llevar la carga a su destino, sin contratiempos o problemas. Una mañana su dueño Don Pepe,
un señor robusto, y con un gran bigote, se fue de viaje a la ciudad y dejo a los burritos al cuidado de un rancho. Para
desgracia de Don Pepe, aquel rancho no era el adecuado, pero a la necesidad del viaje no podía viajar con ellos. Al emprender
su viaje Don Pepe se sintió triste por dejarlos, pero no tenía alternativa, tenía que viajar solo. Tristemente el dueño de este
rancho no era muy bueno, así que con desprecio y para que no se comieran sus pastos, se llevó a los indefensos burritos a un
camino alejado empedrado y sin muchos pastos, solo contando con la comida que Don Pepe les había dejado. El dueño del
rancho amargado con una sola cuerda les amarro esperando que no se perdieran y solo lo sujeto con una insignificante piedra
aplasto la cuerda.
Ya que Sócrates era el más inteligente y sabia como llegar a casa, trato de acordarse del camino, aunque se encontraran lejos
y no supiera donde estaban, él se imaginó a Don Pepe caminando, escuchando como hablaba y como su amado dueño
conocía muy bien los caminos del pueblo.
Las veces que regresaban al pueblo Mechas nunca escuchaba nada lo que le decía Don Pepe y siempre estaba con la cabeza
en blanco, uno pensaría que estaría sordo, pero no era así, simplemente que no tenía el interés de escuchar y más aún en
obedecer. Don Pepe siempre les aconsejaba y les cuidaba, eras sus más leales burritos y lo que más amado desde que los
pudo tener, aquellos burritos siempre estaban muy felices en el campo.
Con el pasar de las horas los burritos en el campo se empezaron a preocupar y preguntar ¿Dónde se encontraba su dueño?,
¿Si le había ocurrido algo?, ¿Por qué no regresaba como siempre lo hacía?, pero a lo largos de las horas el hambre ya
presentaba algunos problemas que les afectaba a ellos.
Don Pepe, un hombre con robusta barriga y un gigante bigote nunca llego a tener algún tipo de accidente en su vida, pero por
cuestiones de la vida que no podía manejar Don Pepe se llega a lastimar.
Aquel tremendo día caluroso los burritos tenían mucha hambre, tanto así que podían comer hasta ellos mismos, con tanta
hambre y desesperación al saber que ya se habían terminado las mazorcas de maíz, lo único que les quedaba era el pasto a su
alrededor, algunos no muy buenos y solo ciertos lados pequeños por comer. Para esto Sócrates y Mechas se dirigían hacia el
pasto más cercano de sus lados, su objetivo era solo comer, pero sin suerte solo se lograban lastimar, intentaban e intentaban
queriendo soltar, lograr escapar, salir de ahí y comer algo más, no se sentían muy bien y el sol ya era extenuante, aquellos
burritos realizaron varios intentos que no resultaban muy bien, que solo llegaban a volverse a lastimar aún más por jalar en
direcciones opuestas y no coordinar entre ellos, al pasar una hora nuevamente los burritos realizar otro intento con más
fuerza, pero Mechas en ese intento se fue de lado y golpeo las rocas, algo lastimado ya ambos decaídos, desanimados ya no
tenía muchas fuerzas de aliento a falta de agua y pasto, este conflicto hizo que Sócrates medite con Mechas, que juntos
pensaran un poco más y analizaran a fondo su situación. Al fin de las horas llegaron a la misma conclusión, que ambos
debían trabajar en equipo, apoyarse y unir sus fuerzas. Solo necesitaban idear una estrategia, a lo que Sócrates carburo. ¿Cuál
es?, pregunto Mechas y Sócrates contesto: solo sígueme hacia donde voy. Es así que los burritos de Don Pepe encontraron la
solución a aquel problema, sin pensar en sus propios interese y dirigirse a un bien común. Gracias a esto los burritos se
comprendieron aún más, llegaron a su destino y vivieron muy felices hasta la eternidad.
Colorín colorado este cuento se ha acabado….

Moraleja: durante la vida tendremos muchas dificultades, pero cuando se trabaja en equipo y se maneja una comunicación
eficaz, tendremos excelentes personas dispuesta a ayudar a salir adelante y que todo se vuelve más llevadero y más sencillo.
Recordemos que la excelente comunicación y trabajo en equipo te llevara a lograr grandes cosas.

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