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Contar con los recursos humanos necesarios en la cantidad adecuada, con la mejor calidad y
en el momento oportuno. Buscando tanto un trabajo de calidad como la calidad de la vida
laboral para las personas que lo desarrollan.
La escuela de las relaciones humanas surge en los años 40 como reacción a enfoques como los
Taylor o Weber, en los que se observa una instrumentalización de las personas, sometidas a las
estructuras. Esta escuela pone énfasis en la satisfacción de las necesidades de las personas, en
este enfoque aparecen autores como, Lickert, Leavitt, Follet, Mayo. Si tuviéramos que resaltar
los conceptos o propuestas de estos autores que han tenido mayor recepción, podríamos
escoger las relacionadas con la motivación y empezar con la teoría de la higiene de la
motivación (Herzberg), quien clasifico los elementos motivacionales del trabajo en dos
categorías:
-Aquellos que atienden a las necesidades básicas de las personas (factores de higiene) y
-Los que satisfacen necesidades en una línea de autorrealización (factores motivacionales).
Según Herzberg, la verdadera motivación, se deriva de los logros, del desarrollo personal, de la
satisfacción en el trabajo y del reconocimiento; sin embargo los factores de higiene son los
principales creadores de insatisfacción. Vinculado a esta teoría de motivación está el concepto
de enriquecimiento del puesto de trabajo, que supone incorporar al trabajo más
responsabilidad y, por tanto, un componente de reto.
En una línea similar esta la teoría de la motivación con base en las necesidades de McClelland,
que habla de poder, afiliación y logro. En relación a la motivación Maslow jerarquiza las
necesidades: Fisiológicas, de seguridad, de amor, de estima y autoestima, de autorrealización,
de conocimiento y estéticas.
Se recoge también la línea de McGregor sobre la teoría X y la teoría Y. Este autor sostiene que
los supuestos teóricos que mantiene la dirección sobre la forma de controlar sus recursos
humanos determinan el carácter general de la empresa. La teoría X se basa en la fábula de la
zanahoria y el palo y, la teoría Y se basa en que la gente quiere y necesita trabajar.
Posteriormente la teoría Z sintetiza los imperativos organizacionales y las necesidades de las
personas. El desarrollo de la función de gestión de R.H. se ha visto influido por distintas
corrientes y a pasado por diferentes etapas. Desde planteamientos centrados en labores
rutinarias de debido cumplimiento o cuestiones de disciplina, a negociaciones colectivas,
protección social en el seno de la organización, para llegar en la actualidad a perspectivas en
que el pape de la gestión de R.H. como staff de apoyo a la dirección de la organización, en una
labor de consultoría interna muy vinculada con políticas y procesos de gestión de la calidad.
4.E.2 La gestión de RH según Idalberto Chiavenato
El análisis de los puestos de trabajo puede hacerse sobre este tal como existe( empleo tipo) o
como se desea que se configure (empleo meta) y supone, básicamente, comprobar la
congruencia entre los diferentes elementos presentes en la descripción. Por su parte la
valoración de puestos de trabajo busca determinar el valor de cada puesto, de cara
fundamentalmente a la retribución. Se utilizan técnicas basadas en la jerarquización y
clasificación de los puestos, partiendo de puestos clave de referencia.
4.2.3. Incorporación
En la medida que funcionen los procesos de planificación y evaluación de RH y la descripción,
análisis y valoración de puestos de trabajo, estaremos en condiciones de realizar la captación
o incorporación de RH, entendida como:
El proceso mediante el cual una persona que no estaba vinculada a la empresa, llega a estarlo,
debe de ser proactivo (se hala de atracción de RH), no crear falsas expectativas en las personas
que desean el puesto. Proactivo quiere decir que entre la persona que se interesa y la que al
final se incorpora hay una gran variedad de posibilidades intermedias (ej. Becas, sustituciones,
mantenimiento de relaciones con personas que trabajan en alguna otra época,..) que
gestionadas con claridad y creatividad, pueden ser satisfactorias en si mismas para ambas
partes.
Del trabajo de descripción, análisis y valoración del puesto de trabajo sale el perfil del puesto,
a partir de diferentes técnicas (como las del apartado 3.3) para conocer a las candidatas y
valorar su adecuación al puesto, toma de decisión posterior y comunicación a todas las partes
interesadas. Incorporación esta fuertemente ligado al concepto de selección, la cual a de ser
realizada con el mayor rigor ético (respeto a los candidatos) y técnico (adecuado al puesto).
4.2.4. Integración.
En el momento que una persona se incorpora comienza la inducción o integración, que
definimos como:
El proceso mediante el cual una persona que se incorpora a una unidad de actividad llega a
participar plenamente en su dinámica de funcionamiento y red de relaciones. Pues los
momentos de cambios son momentos de estructuración de relaciones, que influirán en gran
medida en las interacciones posteriores entre las personas.
Desde RH debemos realizar funciones de acogida que pretende facilitar la adaptación activa de
la persona por medio de:
-La aproximación progresiva de información significativa.
-Un adecuado soporte emocional.
-Una labor de mediación y representación.
-Una disposición que facilite el acceso de la persona para resolver dudas, conversar sobre
aspectos de su proceso.
Este tipo de apoyo también será importante siempre y no solo en el proceso de integración.
Cabe halar de la cultura de acogida, por oposición a la cultura de iniciación ( que entiende la
adaptación de la persona como una carrera de obstáculos).
4.2.5. Retribución.
Sistema de remuneración o de retribución: El conjunto de criterios, normas y procedimientos
aplicables para definir las percepciones que reciben los trabajadores y, en general, las formas
de compensación o reconocimiento a las personas
Cabe destacar que dentro del ámbito de la intervención social, particularmente en el tercer
sector, una parte de las personas que trabajan son voluntarias, de ahí la obligación a explorar
con especial interés las posibilidades de retribución no económica, para ejercer la
compensación y reconocimiento del que hablábamos. En la actualidad la cultura del trabajo se
entiende como mercancía, y no como contribución a la sociedad o autorrealización personal,
por poner algunos ejemplos. La gestión de RH esta llamada a reconsiderar la des
mercantilización del trabajo.
4.2.6. Promoción.
Se propone un concepto de promoción más allá de la movilidad entre diferente supuestos
dentro de la misma organización, que incluya otras medidas que tiendan a potenciar el
desarrollo y rendimiento de los RH, como por ejemplo el enriquecimiento del puesto, del que
hablamos en el cuadro 4.E.1. Este subproceso de gestión RH es fundamental tanto para la
satisfacción de las personas como para la renovación de los equipos.
Por otra parte hay que referirse a la gestión de salida que afecta a las personas que se
marchan de la organización y también de las que quedan, Aquí caben elementos como:
-La información sobre la salida con antelación, por parte de la persona adecuada y el entorno
adecuado.
–La información, orientación y apoyo sobre posibilidades futuras.
–La ayuda en la gestión de la despedida por parte de la persona.
–El soporte emocional necesario.
No nos referimos solo a que las organizaciones y sistemas de intervención social una buena
parte del presupuesto vaya a pagar salarios, sino también el hecho de que la calidad de la
intervención, la o tención de resultados, la satisfacción de los destinatarios (y personas
implicadas o interesadas), esta en gran medida en manos de las personas que prestan estos
servicios, y de forma más general de las personas que realizan las actividades operativas de
intervención.
Es verdad que los RH proceden del mercado, pero también es verdad que proceden de las
redes sociales en las que también esta enredada la entidad. Ya que la intervención social es
una actividad que pretende reforzar vivencias, relaciones y derechos no sometidos a la estricta
lógica del mercado. Puede y debe aprovechar y potenciar ese capital social de su entorno (esto
es evidente en el voluntariado, pero también en las personas remuneradas que hacen
intervención social con un compromiso con la actividad, la misión, la organización olas
destinatarias (plus de motivación). Junto a la diversidad de perfiles aparece claramente la
transversalidad de un saber hacer relacional, (saber participar, incluir, estar) que tiene mucho
que ver con los rasgos de personalidad, patrones culturales, actitudes y valores de las
personas. El trabajo de la intervención social está en una situación paradójica, ha de promover
la autonomía e integración desde un sistema social, que en cierto modo, es quien desencadena
situaciones de alienación y exclusión y que después no reconoce alto estatus a quienes
trabajan en intervención social, y además la intangibilidad e interactividad de su actividad no
contribuye a que resulte fácil evaluar sus resultados que se obtienen. Por todo ello , además
no siempre se posible percibir la satisfacción de las destinatarias. Los trabajadores de
intervención social necesitan capacidades y soportes que maximicen las posibilidades de éxito
profesional y desarrollo personal y que minimicen el riesgo de burning.